Sociología y Trabajo Social


Sectas


LAS SECTAS:

El movimiento mormón

(Una "religión" plagiada del cristianismo)

  • PARTE PERSONAL "A": ¿POR QUÉ CREES QUE HA SURGIDO ESTA SECTA?

  • Yo creo que esta secta no ha surgido por nada en especial, ya que la secta surgió espo­rádicamente, de la mano de un estadounidense que encontró unas tablas doradas con abundantes jeroglíficos que había encontrado gracias al ángel mormón y, además, creía ver en una esfera lo que dios le decía y que se basaba en la existencia de una verdadera religión que fue la que la difundida por Joseph Smith y que él mismo escribió lo que aseguraba ver y oír a Dios en un libro muy parecido a la Biblia, el libro del mormón, libro en el que Joseph Smith escribió las antiguas religiones americanas, aunque la nueva iglesia fue llamada iglesia de Cristo, pronto cambió el nombre por la iglesia de los Santos del Último Día.

    Esta secta se fundo a principios del siglo XIX un momento en el que los Estados Unidos buscaba una revitalización religiosa, conocida con el nobre del II Gran Despertar, este bacio religioso que padecía los Estados Unidos también pudo ser la causa de la apari­ción de esta nueva secta.

    2.1. LAS SECTAS: ¿QUÉ SON?, ¿CUÁNTOS TIPOS DE SECTA HAY? ETC.

    2.1.1. Introducción:

    A finales de los sesenta y comienzos de los setenta, aumentó el número de padres que acudían a profesionales de la salud mental y sacerdotes porque sus hijos adolescentes se unían a grupos excéntricos y cambiaban de tal forma su forma de ser que atemorizaban a sus padres. La mayoría de los padres que alegaban que sus hijos se habían unido a un grupo excéntrico fueron rechazados, aunque, eso sí, con cortesía, por la gran mayoría de los profesionales a los que acudían en busca de ayuda. Les decían amablemente, y sin tanta amabilidad, que eran unos padres sobreprotectores, entrometidos y dominantes. O, simplemente, que era sólo una fase por la que sus hijos tenían que pasar y que, tarde o temprano, todo se iba a solucionar de la mejor manera.

    Afortunadamente, unos pocos profesionales comenzaron a escuchar a los padres y se dieron cuenta, de que los seguidores de las sectas eran personas relativa­mente normales procedentes de familias normales, que se habían visto atrapados en un entorno podero­samente persuasivo que, paso a paso, minaban su libertad y su pensamiento crítico y les inducían a un estado de dependencia.

    Las personas que se incorporan a secta no se dan cuenta que se encuentran en una de ellas porque ese grupo les ha causado grandes dificultades psicológicas y emocionales, por lo que están menos preparados para enfrentarse a las adversida­des que la secta les produce.

    Los parientes, de una persona que pertenece a una secta no entienden por qué esa per­sona no es feliz. Pueden, en su frustración, echarle la culpa por ser tan incoherente, cobarde y estúpido; estas personas que han perdido la mayoría de su autoridad al ver que les rechazan se unen con más fuerza a la secta por lo que les es casi imposible escapar y cuando lo hacen necesitar un gran período de adap­tación, no sólo para que el ex adepto pueda reintegrarse en la sociedad normal, sino también para volver a poner en su sitio todas aquellas partes de su ser que han sido vistas alteradas.

    La pertenencia a una secta, no es voluntaria. Es resultado de un proceso colectivo psi­cológico basado en el engaño, la dependencia y el terror.

    Las sectas son mucho más numerosas de lo que la gente cree y también son más peli­grosas las pequeñas sectas (dividianos) que de las grandes sectas; las sectas no desapa­recen, como a muchos les gustaría creer, con el fin de los sesenta y con el ocaso del movimiento hippy y de hecho, siguen vivas y florecientes, aunque hasta cierto punto han lavado su cara.

    2.1.2. ¿Qué son las sectas y que las define?

    El diccionario define la palabra esclavo como: persona que, por estar bajo el dominio de otra, carece de libertad; sometido rigurosa o fuertemente a un deber, pasión, acepto, vicio, etcétera, que le priva de libertad. Persona alistadas a alguna cofradía de esclavi­tud.

    La cautividad hasta puede expresarse como una sensación casi mística de rapto, que es una descripción adecuada del tipo de apasionada devoción a una causa, líder o sistemas de creencias, que se encuentran habitualmente en un grupo secta­rio.

    La mayoría de las personas saben muy poco acerca de las sectas antes de entrar en una de ellas, parte del proceso de curación radica en la información. Los in­vestigadores de las sectas han pasado muchos años refinando la definición de secta y proporcionando al público general dados útiles sobre estos grupos. La Americana Family Foundation (AFF), una organización educacional y de inves­tigación sin afán de lucro, ha tomado la delantera en este aspecto y define el término secta así:

    Grupo o movimiento que muestra unas gran o excesiva devoción o dedicación hacía alguna persona, idea o cosa, y que emplea técnicas colectivas y manipula­doras e inmo­rales para la persuasión y el control (por ejemplo, el alejamiento de antiguos amigos y de la familia, debilitamiento, el empleo de métodos especiales para aumentar la sugesti­bilidad y la sumisión, potentes presiones del grupo, ad­ministración de la información, negación de la individualidad o del pensamiento crítico, fomento de la dependencia total al grupo y miedo a dejarlo), diseñadas para conseguir los objetivos de los líderes, en detrimento posible o real de sus miembros, de sus familias y de la comunidad.

    2.1.3. ¿Cómo se pueden distinguir las sectas de otras comunidades que no lo son?

    -Se requiere que sus miembros sean excesivamente entusiastas y manifiesten su com­promiso incondicional con la identidad y el liderazgo de la comunidad. Tiene que reem­plazar sus propias creencias y valores por los del grupo.

    -Todos los miembros son manipulados y explotados, y muchas veces deben abandonar sus estudios, trabajo, familia para dedicar largas horas al día a las tareas impuestas por el grupo, como la venta de dulces y libros, recaudación de dinero, captación y proseli­tismo.

    -Los adeptos, sus familias y la sociedad en general corren peligro debido a la inade­cuada atención médica, nutrición deficiente, violencia psicológica y psí­quica, privación del sueño, actividades delictivas, etcétera.

    2.1.5. ¿Cómo suelen ser las sectas y sus líderes?

    -Las sectas son autoritarias en su estructura del poder.

    -Las sectas suelen ser totalitarias en su control del comportamiento de sus miem­bros.

    -Las sectas suelen tener una doble moral (una para el líder y otra para los miem­bros: una para los que están dentro el grupo y otra para tratar a los que están fuera).

    -Los líderes de las sectas se auto designan y afirman tener una misión especial en la vida.

    -Los líderes de las sectas suelen ser carismáticos, decididos y dominantes.

    -Los líderes de las sectas centran la veneración de sus miembros en ellos mismos.

    -Las sectas parece ser innovadoras y exclusivas.

    -Las sectas, básicamente, sólo tienen dos propósitos: reclutar nuevos miembros y recau­dar dinero.

    Aunque las sectas han existido al lo largo de la historia, lo que no preocupa ac­tualmente es la cantidad de ellas que aparecieron en los sesenta y continúan flo­reciendo. La mayo­ría de los estudios de las sectas consideran los años 70 como origen de este fenómeno. Ya que en estos años surgieron una serie de religiones importadas de los movimientos políticos y sociales. En esta época el mundo fue testigo de la aparición de una secta tras otra, que al principio captabana a los más jóvenes, pero que ahora atraen a gentes de todas edades y condiciones.

    La mayoría de las sectas afirman que sus líderes son enviados de Dios y que con la incorporación a dicho secta pueden llegar al cielo, salvar su alma, lavar su cuerpo etc.

    2.1.6.Tipos de sectas:

    Las sectas presentan gran variedad de formas y dimensiones. Los tipos de sectas que actualmente están captando más miembros son las siguientes:

    -Meditación oriental: se caracteriza por la creencia en el conocimiento de Dios. El líder generalmente distorsiona la filosofía o la religión oriental. Los miembros a veces aprenden a rechazar las posesiones mundanas y pueden llevar un estilo de vida ascé­tico.

    -Religiosas: son sectas marcadas por la creencia en la salvación y en la vida después de la muerte, todo ello combinado a veces con una visión apocalíptica. El líder interpreta las escrituras y con frecuencia afirma ser profeta incluso el mismo Mesías. A menudo el grupo es muy estricto y se infligen castigos físicos. Se "anima" a los miembros a pasar gran cantidad de su tiempo haciendo proseli­tismo. Suelen asentar sus pilares en las religiones, basan sus conocimientos y sus ideales en la Biblia. En ellas se suele pasar gran parte del tiempo rezando, can­tando cánticos con el grupo o haciendo grandes se­siones de estudio.

    -Políticas, racistas, terroristas: estas sectas se alimentan de la creencia en el cambio de la sociedad, en la revolución, en combatir al enemigo y deshacer las fuerzas demonia­cas. El líder es omnipotente y omnisciente. A menudo el grupo está armado, se utiliza el lenguaje en clave. Los miembros se consideran un cua­dro de elite dispuesto a entrar en combate y algunos de ellos realizan sesiones para militares y se basan generalmente en el terror.

    -De psicoterapia o de potencial humano: son las sectas motivadas por el deseo de conseguir la transformación personal, la mejora de uno mismo. El líder se auto designa, es omnisciente y con ideas únicas, se suele considerar superterapeuta. El abuso sexual es habitual, en general estos grupos utilizan la hipnosis y entran en trance.

    -Comerciales: son sectas sostenidas por la creencia en la consecución de la ri­queza y el poder, de estatutos, o de ganancias rápidas. El líder, con frecuencia es generoso pú­blicamente afirma que él ha encontrar el camino para conseguir la riqueza. Algunas sectas comerciales se entrecruzan con las sectas políticas religiosas, pues están basa­das en la misma defensa de los valores: familiares, morales, buena salud y patrio­tismo. Se anima a los miembros a participar en seminarios costosos y a menudo de larga duración, así como vender productos del grupo a otras personas para conseguir dinero.

    -De nueva era (New Age): basada en la filosofía de: "tú eres Dios", en el poder del conocimiento, en el deseo de conocer el futuro y de encontrar El remedio rápido a to­dos los problemas actuales. A menudo el líder se presenta asimismo como un ser místico, ultra espiritual, cultura espiritual, como un canal media­dor con seres superio­res. Los miembros creen en la astrología y practican ri­tuales chamáticos. Saben utili­zar la magia.

    -Sectas satánicas, de magia negra, ocultistas: Están generadas por la creencia en poderes sobrenaturales, y a veces en adoración satánica. El líder pretende ser el demo­nio encarnado. El sacrificio de animales, los malos tratos físicos y los abusos sexuales son frecuentes en estos tipos de sectas; algunos pequeños gru­pos aseguran que reali­zan sacrificios humanos.

    -Setas unipersonales: están basadas en la dependencia del compañero o profe­sor so­bre todo lo demás. Generalmente se utiliza una relacción íntima para ma­nipular y controlar al compañero o estudiante, que cree que la parte dominante de la relacción tiene un conocimiento y poderes especiales. A menudo existe una grave y prolongada violencia psicológica, física o sexual.

    -Sectas misceláneas o de oculto a la personalidad: están sostenidas en una creencia que refleje la personalidad generalmente carismática de alguien que asume el papel de líder venerado. Estos grupos giran en torno a un tema de inte­rés determinado, como las artes marciales, ópera, etcétera. Utilizan grande sesio­nes de formación, rituales, eli­tismo.

    2.1.7. La relación sectaria:

    Las sectas pueden ser grandes o pequeñas. Lo que las define no es su tamaño sino su comportamiento, además de las sectas más gran­des y conocidas, existen otras más pequeñas, como pueden ser las sectas familia­res, en las que el cabeza de familia emplea técnicas engañosas, persuasión o de control, sobre sus familiares. Otro tipo de sectas pequeñas es el dominio de una persona sobre otra, las sectas unipersonales. Estas sectas unipersonales son muy frecuentes (abuso marido-mujer, jefe-empleado, etcétera) aun­que la gente no considera estos abusos como setas pero en realidad si lo son, se caracte­rizan por lo siguiente:

    -Dominio verbal o físico.

    -Aislamiento opresión.

    -Aparición y mantenimiento del miedo.

    -Inducción a culpabilidad.

    -Lealtad del oprimido sobre el opresor.

    -Fomento el desamparo y de impotencia, etcétera.

    En las sectas la relación de los afiliados con el líder suele ser muy pequeña y casi ine­xistente, se produce mediante discursos que da el líder, pero esta suele tener a unas personas de confianza que le ayudan a captar y a inducir a la gente que se una a la secta.

    2.1.8. ¿Qué pretenden las setas?

    Las sectas generalmente pretenden dos cosas, la primera es el dinero y la segunda el poder, el dinero lo consiguieron ofreciendo grandes charlas y seminarios por los que los afiliados a la secta pagan grandes cantidades de dinero, además, otras sectas inducen a los miembros a que le den todas sus ganancias y ahorros a la secta, si estas ganancias no son muy abundantes los miembros son inducidos a ir casa por casa o simplemente a salir a la calle vendiendo algunas cosillas para conseguir el dinero para la secta. La segunda cosa que generalmente pretenden las sectas es el poder, este poder se consigue con un mayor número de afiliados, con un mayor de personas que obedecen a su líder sin ningún reparo, muchos líderes son especialistas en el lavado de cerebro y a la mayo­ría de estos les gusta que la gente, en principio más normal, caiga a sus pies.

    2.1.9. ¿Quién se une a una secta y por qué?.

    No existe ninguna persona más propensa que otra a unirse a una secta, ante el poder persuasor de las sectas todos somos iguales. En lo que sí somos diferentes es la capaci­dad que tenemos para rechazar a los persuasores cuando una persona se siente agobiada, extresada, sola, etc. Si su capacidad de rechazar a los persua­sores es menor, tanto ma­yores son las probabilidades de que esa persona se una a una secta. Los estudios realiza­dos afirman que las personas más propensas para entrar a una sectas son los jóvenes, generalmente después de la ruptura de una relación amorosa o cuando no encuentran trabajo, a continuación voy a exponer una serie de razones por las cuales una persona se une a una secta:

    -Dependencia (el deseo de pertenecer a algo o a alguien)

    -Timidez (incapacidad de expresarse)

    -Idealismo primitivo.

    -Credulidad.

    -Ignorancia de que existan grupos manipuladores.

    2.1.10. El proceso de seducción y de captación:

    Este es el primer proceso para que una persona se una a la secta y se basa en una seduc­ción con engaño, esta seducción generalmente se produce con folletos que suelen repar­tir por la calle o por los buzones, en estos folletos se expone a la secta como un grupo innovador y capaz de curarte todo los males y que cuando te unas encontrarás el camino para la salvación y muchos amigos que te apoyan. Otro método de seducción es que varios miembros de la secta se acerquen a tu casa para proponerte personalmente que te unas a la ellos. Así, algunas personas con algunos problemas personales o familiares se dejan inducir por esos folletos tan amenos y prometedores o por esas personas tan sim­páticas que querían ser tus amigos sin ningún compromiso. El proceso de captación finaliza generalmente con el acercamiento de la persona al sitio donde se ha establecido la secta, así se produce el proceso de introducción a esa secta.

    2.1.11. La introducción a la secta.

    Se produce cuando la persona ya ha tenido contactos más amplios con la secta, gene­ralmente esta persona, como ya he dicho, se ha acercado al lugar donde la secta se desarrolla y ha tenido contactos con algunos miembros de dicha secta. La persona cada vez se va encontrando más cómodo en ese lugar y cada vez lo frecuenta más. El acer­camiento definitivo se produce cuando habla con alguno de los líderes o sublíderes de la secta que le dicen que ya es miembro de la misma. A partir de ese momento, la per­sona empieza a perder su autoestima y su pensa­miento crítico; ya hace todo lo que le dicen, mientras él cree que está consi­guiendo la salvación u otras muchas cosas.

    Una vez que esa persona se ha integrado dentro de la secta, surgen tres corrien­tes: el engaño, el terror y la dependencia.

    • El engaño: Es producido por los líderes de la secta y se basa generalmente en sutiles medios de persuasión y del lavado de cerebro, por la cual la persona cree que ha en­contrado el lugar ideal para su vida.

    • El terror: Gradualmente la secta va instalando un sentimiento de terror en la mente del adepto; se pretende con ello un mayor aislamiento y evitar las de­serciones del grupo.

    • La dependencia: La secta va creando en el cerebro de la víctima una sensa­ción de dependencia hacia ella; por lo que cuando ésta persona no está en la secta se siente sola debido a que le han inculcado unas ideas de desprecio hacia el mundo exterior; suele ir perdiendo todo vínculo y conexión con su vida anterior, por lo que se siente obligada a ir a la secta, donde le han hecho creer que ahí están sus mejores amigos.

    2.1.12. El abandono de la secta:

  • Por iniciativa propia: este caso de abandono de una secta es muy inusual, ya que sólo consiguen salir de la secta por sus propios medios a aquellas perso­nas que tie­nen una gran autoestima y mucho carácter, pero son una pequeña parte. Estas per­sonas consiguieron darse cuenta que la secta un es lo que les hacían creer, que era un grupo donde todo le iría bien, sino que es un grupo que se quiere apropiar de ellas para utilizarlas. Así, estas personas en un lento proceso pueden llegar a aban­donar la secta, siempre que siga creyendo en que debe dejarla y no le hagan cambiar de opinión. En los primeros meses des­pués de abandono se siente mal, pero esta sensación desaparece al ver que la vida le va mucho mejor.

  • Porque ha sido expulsado: el que una persona sea expulsado de una secta, es por varios motivos, generalmente porque no vale para hacer lo que los lideres le dicen o que tenga una discapacidad física o mental. Cuando una persona es expulsada de una secta, lo suele pasar muy mal debido a que cree que es una persona inservible y muy casi siempre necesita ayuda psicológica para so­brepasar ese bache.

  • Por la pérdida del líder: es bastante parecido a la anterior, todas las personas de la secta al perder a su líder se sienten como si perdiesen el camino de su vida, y la ma­yoría son incapaces de rehacerla, inclusive los sentimientos de algunos son tan pro­fundos, que pueden llegar hasta suicidarse.

  • Los que reciben algún tipo de ayuda: este grupo se puede dividir en dos apartados: los que quieren salir de la secta pero ellos mismos no pueden, por lo que acuden a un psicólogo especializado para que les ayude. O los que es­tán a gusto en la secta y no quieren abandonarla, pero que algún familiar o amigo suyo se haya dado cuenta de la situación e intente ayudarle a salir, bien contratando a un psicólogo para que hable con él y le haga entrar en razón o bien no dejando que se acerque a la secta durante un tiempo para que vea que la secta está intentando apoderarse de él.

  • 2.2. DESARROLLO DE UNA SECTA: Los mormones

    2.2.1. RESUMEN ESQUEMÁTICO DE LA SECTA:

  • Extensión: se puede afirmar practicamente que los mormones se encuentran difun­didos por todo el mundo, aunque su representación en el continente Africano es más bien escasa. La mayoría de mormones se encuentran en los Estados Unidos debido a que la secta se originó allí; otro lugar con gran can­tidad de adeptos a esta secta es en Europa destacando la península Escandi­nava, Gran Bretaña y los paises del centro como pueden ser Alemania o Bél­gica. Los mormones también se encuentran mucho en los paises en vías de desarrollo, como pueden ser Méjico o Corea del Sur, en es­tos paises la expan­sión de esta secta se ha efectuado con mucha rapidez general­mente desde los años 70.

  • Número de miembros: Es muy difícil saber con exactitud el número de miembros que posee la secta de los mormones, aunque se cree que sus afilia­dos podrían llegar a superar los 7 millones de adeptos, estos se concentran en los Estados Unidos donde 4.000.000 de personas pertenecen a esta secta. En Europa se calcula que po­drían llegar a superar la cifra de los dos millones aunque en la mayor parte de las in­vestigaciones no superan esta cifra, en el resto del mundo la cantidad de mormones está muy repartida aunque, como ya he dicho, destacan los paises en vías de desa­rrollo, por ejemplo, Méjico cuenta con más de 600.000 miembros, y Corea del Sur con más de 100.000. Estas cifran tan grandes de miembros se deben a que la secta tiene más de 45.000 predicadores distribuidos por todo el mundo, en la mayor parte de los casos los predicadores son gente que llevan bastantes años en la secta y que cuentan con una gran aceptación en el interior de la misma.

  • Métodos de captación: Los mormones poseen un método de captación muy cono­cido por la mayoría de las personas; se basa generalmente en que una pa­reja, casi siempre compuesta por hombres, va casa por casa proponiendo a las personas que se unan a su grupo, el cual aseguran ellos es como una familia y se encuentran muy a gusto; estos hombres son muy fáciles de reconocer ya que casi siempre van vestidos con pantalones y americana y una camisa a ra­yas, en el lado izquierdo de la camisa, en la parte del corazón poseen una pe­queña solapa que les identifica. Como ya he dicho, la secta cuenta aproxima­damente con 45.000 personas que se dedican a esto. Otro método de capta­ción es que estas personas que van visitando casa por casa, también pueden dar unos folletos explicativos, sobre la secta a las personas que van cami­nando por la calle.

  • Características generales: Los mormones son una secta surgida en los Estados Unidos, surgida a principios del siglo 1830 por las visiones que tuvo su fundador Jo­seph Smith y que publicó un libro muy parecido a la Biblia llamado el Libro del Mormón donde se recogen todos sus pensamientos. La secta de los mormones está basada en la Cristiana y por supuesto cree en Dios, la secta cuenta con más de 7 mi­llones de miembros de los cuales más de la mitad se encuentran en los Estados Uni­dos

  • Consecuencias que tiene la secta para sus adeptos: Las consecuencias de la secta son muy parecidas a las de todas las grandes sectas y que son:

  • -Aislamiento del mundo estertor, debido a que están inmersos en el interior de la secta y la mayor parte de su vida la pasan con esta, por lo que las relaciones con otras persona son casi inexistentes

    -Empleo de la mayor parte de su tiempo en servir a la secta, generalmente con el culto o haciendo servicios a la secta como pueden ser la recaudación de fon­dos o la captación de otros miembros.

    -Pardida del autoestima y del pensamiento crítico lo que hace que estén total­mente dominados.

    2.2.2 DESARROLLO AMPLIO DE LA SECTA:

    Movimiento Mormón

    Características

    El movimiento mormón, cuyo nombre oficial es Iglesia Cristiana de los Santos del Último Día, es una confesión cristiana que surgió ante lo que consideraban corrupción del cristianismo, restaurando el verdadero mensaje evangélico cris­tiano. Sin embargo, esa restauración hacía necesaria una nueva revelación de Dios, para que entregara las verdades del cristianismo en una forma pura y para que restableciera la divina autori­dad sacerdotal de los antiguos apóstoles. Como se había perdido esa autoridad, sólo podría recobrarse por medio de un impulso divino. Por eso, el movimiento mormón se parece al de los restauracionistas.

    Estructura

    La Iglesia mormona es laica, jerárquica y autoritaria. Los empleados de las ofi­cinas de cada congregación individual (custodias) son miembros laicos que van rotando en los puestos. El obispo, que junto con dos cancilleres preside por lo general una custodia, ocupa este puesto durante cinco años. Cada custodia cuenta con cerca de 200 puestos a repartir, por lo que la participación activa de los miembros es alta. La mayoría de éstos tiene la oportunidad de impartir cla­ses, pronunciar sermones, trabajar en servi­cios de ayuda social y participar en actividades sociales.

    La organización administrativa de esta confesión tiene forma vertical. Por en­cima de la custodia se encuentra el distrito administrativo, que engloba varias custodias, presi­dido por tres miembros y con un consejo superior formado por doce personas. Si­guiendo la estructura jerárquica de la organización, aparecen las autoridades genera­les, dedicadas plenamente a este trabajo. Teniendo en cuenta que todos los partici­pantes que son elegidos para el puesto de responsa­bles generales son laicos, no se puede esperar que sean burócratas profesionales ni cuenten con estudios teológicos. Por lo general, los programas y las políticas de acción de la confesión están determi­nadas por un organismo central; a pesar de esto, a veces se incentiva a los responsa­bles a nivel local para que den sus opiniones, e incluso para que desarrollen programas experimentales.

    Dentro del conjunto de las autoridades generales del movimiento mormón, hay un grupo de tres hombres que presiden el obispado y el Primer Quórum de los Setenta, con siete presidentes. Sobre ellos existe un grupo que actúa de forma muy eficaz como creador de políticas de acción; recibe el nombre de Consejo de los Doce Apóstoles. En la cima de esta jerarquía está el presidente de la con­fesión, a quien sus miembros de­nominan el profeta. El presidente y sus dos consejeros (la primera presidencia), suelen reunirse con el Consejo de apósto­les, aunque también lo hacen por separado. Los mismos apóstoles eligen a los apóstoles nuevos. Según ciertos principios de antigüe­dad, los apóstoles van as­cendiendo en la jerarquía de forma gradual. Cuando muere el presidente, el apóstol de más edad ocupa el cargo.

    Culto y actividades

    El culto mormón es sencillo; está compuesto por himnos, oraciones, el sacra­mento de la Cena del Señor (celebrado con pan y agua) y sermones pronuncia­dos por miembros de la comunidad laica de la congregación. Entre los mormo­nes hay organizaciones que ofrecen actividades adicionales y proyectos de ser­vicio para niños, adolescentes y mujeres. Hay unos 24 templos mormones en el mundo. En estos templos, aquellos miembros que hayan demostrado una gran fidelidad a la congregación actúan como apoderados o representantes de ante­pasados ya fallecidos. Los matrimonios entre mormones devotos son consagra­dos "en el tiempo y para toda la eternidad".

    Además de su pujante sistema de misiones, los mormones son muy conocidos por sus programas de ayuda social. También se les conoce por su Palabra de Sabiduría, un código de salud que les prohibe tomar té, café, alcohol y tabaco. La confesión también sustenta el mundialmente conocido Coro Mormón, y la joven universidad de Brigham, que cuenta con más de 25.000 estudiantes, am­bos establecidos en Estados Unidos.

    Historia

    La confesión mormona apareció durante los primeros años del siglo XIX, in­mersa dentro del movimiento estadounidense de revitalización religiosa que recibió el nom­bre de Segundo Gran Despertar. De acuerdo con el relato de los adeptos, fue alrededor de 1820, cuando Joseph Smith tenía 14 años y vivía con su familia cerca de Palmira, en Nueva York. Tuvo una visión de Dios Padre y de Jesucristo; ellos le aseguraron la inexistencia en la tierra de la verdadera iglesia.

    La fundación de la iglesia

    Durante la década de 1820, mientras Smith trabajaba como campesino, fue de­sarro­llando sus ideas religiosas, inspiradas en revelaciones divinas. Según sus propios re­latos, en 1827, vio un libro formado por láminas doradas, lleno de jeroglíficos; el libro había estado enterrado en un monte cercano, y él lo había hallado gracias a las indica­ciones recibidas de un ángel, el ángel Mormón. En 1830 pudo resolver el significado de esos jeroglíficos "gracias al don y poder de Dios", y publicó el Libro del Mormón que, según él, constituía un registro de verdades religiosas de los antiguos habitantes de Estados Unidos. El 6 de abril de 1830 Smith fundó la iglesia de Cristo, nombre que pronto sería cam­biado por el que se le conoce en la actualidad, Iglesia Cristiana de los Santos del Último Día.

    En el plazo de un año, a comienzos de 1831, la sede central se trasladó a Kir­tland (actual Kirtland Hills), Ohio. Al mismo tiempo, se estableció otro grupo mormón en Missouri, en un principio en los alrededores de la ciudad de Inde­pendence, a donde según Smith, volvería Jesús.

    Persecución

    Pero los mormones no fueron bien recibidos en esta zona y muy pronto fueron vícti­mas de amenazas y de violentas persecuciones. Alrededor de 1839, los mormones tu­vieron que abandonar Kirtland y sus asentamientos en Missouri y reinstalarse en las orillas del río Mississippi, en la ciudad de Commerce, en el estado de Illinois, al que le cambiaron el nombre por el de Nauvoo, mientras aumentaba el número de fieles. Para asegurarse su permanencia en este nuevo sitio, Smith y sus seguidores lograron un permiso de la Asamblea Legislativa del estado de Illinois para formar una milicia local, la Legión Nauvoo, que pasó a convertirse en un verdadero ejército privado. La colonia de Nauvoo creció sin interrupción, alcanzando en 1844-1845, una población cercana a los 11.000 miembros.

    Al parecer, la oposición que los mormones tuvieron que sufrir casi desde el principio, se debió al temor que tenía la gente de que supusieran una competen­cia económica, y por el hecho de que los mormones formaran un único frente político. A comienzos del 1840 esta hostilidad se vio intensificada porque Smith había asumido poderes de mo­narca y por los rumores de que estaban comenzando a practicar la poligamia. En un principio, las autoridades mormo­nas negaron esta última acusación, pero más tarde lo confirmaron. En 1844 Jo­seph Smith y su hermano Hyrum fueron encarcelados en Cartago, Illinois, bajo los cargos de conspiración y de traición. Acto seguido, a pesar de que el gober­nador de Illinois les había prometido seguridad, ambos hermanos fue­ron asesi­nados por el populacho.

    Cuando sucedió todo esto, el hijo mayor del profeta, Joseph Smith III, tenía tan sólo 11 años, y a pesar de ser el potencial heredero del liderato de la comunidad no quiso asumir esa responsabilidad. Se produjo entonces un cisma triple, al mando de los líde­res Lyman Wight, James J. Strang y William Bickerton. Más adelante aparecieron más de veinte grupos disidentes, aunque la mayoría de ellos eran pequeños. En 1860, cuando por fin Joseph Smith III decidió asumir la jefatura del grupo de mormones disidentes más numeroso (la mayoría de ellos vivía en el Medio Oeste), se creó la Iglesia Cristiana reorganizada de los Santos del Último Día. Estaban en contra de la poligamia, como también de algunas de las innovaciones doctrinales y teológicas for­muladas durante el pe­riodo en Nauvoo. La Iglesia reorganizada fue creciendo en forma paulatina y a comienzos de 1980 contaba con unos 350.000 miembros en todo el mundo.

    El traslado a Utah

    Mientras tanto, el liderato de la gran mayoría de los mormones había sido ejer­cido por los doce apóstoles. Después de guiar a la comunidad en su éxodo desde Illinois hasta Gran Basin en las montañas Rocosas, Brigham Young, ca­beza de los apóstoles, se transformó en presidente y profeta de esta confesión en 1847; hoy la zona recibe el nombre de Utah, y Salt Lake City se transformó en el nuevo centro del mormonismo. Más tarde fueron surgiendo nuevos grupos de mormones en distintos territorios, pero hoy la mayoría de ellos residen en Utah y en los estados más próximos.

    Eso no significó el fin de los problemas para los mormones. Sus intentos de formar cooperativas y establecer una economía comunitaria, fueron considera­dos como un peligro comercial. Por otro lado, el hecho de que la confesión orientara el voto polí­tico de toda la comunidad hacia partidos concretos des­pertó un fuerte descontento en­tre los miembros. Durante los siguientes 38 años se practicó la poligamia, que había sido reconocida abiertamente en 1852, aun­que era defendida y practicada sólo por un grupo minoritario (entre un 10 y un 20%). El Gobierno federal, basándose en informes de que los mormones esta­ban actuando en forma desleal, envió un ejército a Utah en 1857-1858, hecho que dio lugar a la llamada guerra de Utah, que estuvo muy cerca de convertirse en una verdadera catástrofe. Este ataque fue seguido por una serie de es­fuerzos, tanto legislativos como judiciales, para forzar a los mormones a obedecer las leyes sobre el matrimonio monógamo. Después de varias dilaciones, el presi­dente de la iglesia, Wilford Woodruff, publicó un manifiesto en 1890, que esta­bleció el fin de la poligamia. A pesar de que siguieron existiendo algunas rela­ciones polígamas y de que más tarde un pequeño grupo de mormones funda­mentalistas hizo caso omiso de la amenaza de ser excomulgados y de ser casti­gados por el Estado si seguían practicando la poligamia, la confesión dio por terminado su apoyo a esta práctica. En el plazo de unos pocos años, los mor­mones fueron entrando, o trataron de entrar, en el sistema de vida de la mayoría estadounidense.

    Templo mormón en Utah

    Salt Lake City es el principal centro del movimiento mormón, cuyo nombre oficial es Iglesia de Je­sucristo de los Santos del Último Día. El impresio­nante templo mormón se encuentra en el Temple Square de la ciudad. Fue acabado en 1893 después de 40 años de construcción. Sus seis torres se ele­van hasta 67,1 metros.

    Situación actual

    En general los mormones son considerados una confesión cristiana conserva­dora y con frecuencia se les identifica con los protestantes fundamentalistas. Sin embargo, en teología, los protestantes conservadores y los mormones difie­ren en asuntos funda­mentales como la naturaleza de Dios, el concepto de Igle­sia y la definición de la sal­vación. Pero ambos grupos tienen mucho en común respecto a temas sociales. Los mormones son muy poco entusiastas, por no de­cir enemigos, del ecumenismo. Bási­camente, los mormones están en contra del aborto y del control de la natalidad, como también están muy poco abiertos a prácticas "tan poco bíblicas" como es el sacerdocio femenino. Lo mismo que muchos fundamentalistas protestantes, los mormones se consideran a sí mismos una organización de resistencia ante el secularismo y el com­promiso liberal. Hoy en día, su actitud conservadora resulta irónica, ya que han dado un audaz vuelco a su originaria concepción en los ámbitos social y económico. En la práctica, los mormones resultan ser mucho más pragmáticos que lo que su re­putación nos quiere hacer ver. A pesar de que su índice de natalidad es más alto que el prome­dio estadounidense, ha descendido de forma notable; además, ahora a los miembros se les permite practicar un cierto control de la natalidad. Si bien están en contra del di­vorcio, esta práctica no está prohibida, y tienen una media muy similar a la del resto de Estados Unidos.

    Durante muchos años, la Iglesia mormona estuvo en contra de ordenar sacer­dotes ne­gros. Este tema tenía una importancia fundamental, ya que a todos los hombres mor­mones mayores de 12 años y que tuvieran ciertos méritos, se les hacía partícipes de esta ordenación. Esta política fue modificada en 1978, cuando la presidencia general estableció que, desde ese momento, la ordena­ción se realizaría "sin considerar la raza ni el color". El asunto de la participa­ción de la mujer en los puestos de la confesión es quizás más complicado. A pesar de que las mujeres tienen muchas oportunidades para servir a nivel con­gregacional y se les incentiva para que puedan desarrollar sus cuali­dades y lo­gren alcanzar una educación superior, no se les permite la ordenación sacer­dotal ni formar parte de la jerarquía eclesiástica.

    Aunque los mormones constituyen una fusión poco usual de cristianismo bí­blico, pragmatismo estadounidense, expectativas milenaristas, experimentación económica, política conservadora, fervor evangélico y una fuerte actividad in­ternacional, la confe­sión cristiana mormona constituye un credo dinámico, de crecimiento acelerado, a pesar de la difícil relación que mantiene con la cultura con la que convive.

    Libro del mormón, una de las sagradas escrituras de los mormones, publicada por primera vez en Palmyra (Nueva York), por Joseph Smith, fundador de la iglesia mor­mona. Según Smith, encontró esta inscripción, escrita en placas do­radas, en una colina cercana a su casa y, con ayuda divina, las tradujo al inglés. Luego las placas desapare­cieron. Según la versión de Smith, fueron transporta­das por un ángel una vez que es­tuvieron traducidas. No obstante, al menos once personas testificaron haber podido ver y examinar las placas. La edición de 1830, que contaba con un total de 590 pági­nas, fue más tarde revisada y corre­gida por Smith. Posteriormente, el libro se dividió en capítulos y versos, lle­gándose a publicar en 38 idiomas además del inglés.

    El Libro de los Mormones recoge la historia de antiguos emigrantes que mar­charon desde Jerusalén hasta América. Guiados por el profeta Lehi hacia el año 600 a.C., se establecieron en América, crecieron y constituyeron una sociedad civilizada, dividida, a veces degenerada e involucrada en una serie de guerras. Después de su crucifixión, Jesucristo se apareció en su cuerpo resucitado a las gentes del Nuevo Mundo. En el año 421 d.C., un pueblo (los refitas), fue ani­quilado por una tribu de raza negra, los lamanitas, antepasados de los amerin­dios. La narrativa de este libro es compleja y contiene escenas del pasado y re­velaciones. No obstante, más que una simple narra­ción, el libro está repleto de enseñanzas religiosas que hacen hincapié en la libre enti­dad de la humanidad y el destino de América como tierra elegida. Este libro es un complemento a la Biblia, extendiendo y clarificando las escrituras judeocristianas, pero sin con­tradecirlas.

    Se han hecho algunos intentos para desacreditar la versión de Smith del descu­bri­miento del Libro de los Mormones. Entre ellos está la afirmación de que el libro fue escrito por un clérigo, Solomon Spaulding, siguiendo las indicaciones del propio Smith.

    La doctrina mormona de hoy, basada principalmente en el libro mormón: ¿Qué piensan y cuales son la teorias de los mormones?

    Doctrina

    Los mormones apoyan y practican la tolerancia religiosa y sostienen que todas las re­ligiones contienen elementos de verdad. Sin embargo, piensan que sólo su religión cuenta con autoridad verdadera y con un total consentimiento divino por lo que la consideran "la única verdadera iglesia viviente sobre la faz de la tierra". Este derecho exclusivo sobre la verdad y la autoridad que defienden y ostentan, hace que los mor­mones recorran el mundo entero predicando sus creencias, convenciendo incluso, a grupos cris­tianos de otras denominaciones.

    La doctrina de los mormones se desarrolla a partir de cuatro libros básicos: "la Bi­blia", "el Libro del mormón", "la Doctrina y asambleas" (135 revelaciones y otros informes, editados casi todos por Joseph Smith durante la década de 1830 y los prime­ros años de 1840), y la "La Perla de gran valor" (1842, una recopi­lación de trabajos más cortos, tanto antiguos como modernos). Las verdades que se enuncian en esos libros, sus Escrituras, están sujetas a ser interpretadas y aumentadas por los líderes religiosos, de quienes se dice que pueden recibir re­velaciones adicionales y ser sujetos de inspiración divina.

    Doctrina Mormona De Hoy

    Por ejemplo, el Libro de Mormón enseña:
    (1) que hay un solo Dios,
    (2) que este Dios es espíritu, y
    (3) que es "inmutable de eternidad en eternidad

    Pero, al contrario, la doctrina mormona de hoy día enseña:
    (1) que hay tres dioses, distintos y separados quienes se encargan de nuestro planeta,
    (2) que dos de ellos tienen cuerpos y una vez fueron hombres,
    (3) y que ganaron el derecho de ser dioses por medio de obediencia fiel al evan­gelio mormón.

    Los mormones también creen que hay millones de millones de estos dioses, cada cual ganó la deidad y formó de materia tierras sobre las cuales reinan. Los fieles hombres mormones esperan llegar a ser dioses, y anhelan fabricar y poblar sus propios mundos con la cooperación de sus esposas.

    José Smith, el que dictó originalmente las palabras del Libro de Mormón, luego rechazó la enseñanza de que Dios es "inmutable de eternidad en eternidad". Al final de su vida anunció lo siguiente: "Hemos imaginado y supuesto que Dios fue Dios por todas las eternidades. Voy a refutar esa idea, en un tiempo fue hombre como nosotros".

    Los dioses mormones de hoy, son plurales, no son espíritu, y no son inmutables como enseña el Libro de Mormón.

    Además, el Libro de Mormón insiste que todos los hombres deben volver a na­cer, "sí, nacer de Dios, ser cambiados de su estado carnal y caído. . . y así llegan a ser nuevas criaturas; y a menos que hagan esto, de ningún modo pueden here­dar el reino de Dios". También proclama que hay que haber nacido espiritual­mente de Dios y experimentado este gran cambio en los corazones. En contraste, el mormonismo moderno insiste que el bautismo en agua es indispensable para poder nacer de nuevo. José Smith dijo: "Muchos dicen que el bautismo no es esencial para la salvación; pero esta clase de enseñanza pone los cimientos de su condenación," y José Fielding Smith escribió, "Sin bautismo no hay salvación". No obstante, en el Libro de Mormón, el bautismo no es necesario para los niños ni para los gentiles ("aquellos que están sin ley") porque "para tal, el bautismo de nada sirve".

    También, el Libro de Mormón declara que sólo hay dos destinos para la humani­dad: felicidad eterna o miseria eterna. Él que muere rechazando a Jesucristo recibirá aflicción eterna, y no tendrá otra oportunidad de arrepentirse. Tal per­sona será "echado en el fuego, de donde nunca más puede volver" y los que nie­gan el poder de Dios "tendrán que ir al lugar preparado para ellos, sí, un lago de fuego y azufre, que es tormento sin fin". En contraste, hoy el mormonismo cree que casi todas las personas disfrutarán algún grado de gloria, y que hasta los que han muerto podrán ser rescatados de la "pri­sión espiritual" cuando los que toda­vía viven efectúan bautismos vicarios por ellos.

    Así es que las doctrinas principales del mormonismo de hoy tienen poco que ver con las enseñanzas del Libro de Mormón. Otros cambios doctrinales importantes que requieren discusión tienen que ver con la naturaleza de Dios, la oración, la poligamia, la autori­dad, etc.

    ¿Un Producto Del Siglo XIX?

    Aunque el liderato mormón presta poca atención a la teología del Libro de Mor­món, los eruditos de la fe han tratado de usar la arqueología americana para dar al libro la apa­riencia de que proviene de la antigüedad. Sus esfuerzos han sido tan celosos que el Instituto Smithsonian tuvo que publicar una carta en la que niega haber usado el Libro de Mormón como guía para su obra arqueológica.

    Aunque los mormones han intentado establecer el Libro de Mormón como una produc­ción antigua, sus esfuerzos han sido contrarrestados por un aumento de evidencia indi­cando que el libro es en realidad una obra ficticia producida en el siglo XIX. Dos estu­dios en particular apoyan la conclusión de que el Libro de Mormón es de origen hu­mano.

    ORIGEN DE LOS MORMONES

    Descubrimientos De Una Autoridad General

    El primero de estos estudios consiste de dos manuscritos compuestos cerca del año 1922 por la Autoridad General mormona y defensor de las doctrinas mormo­nas, Brigham H. Roberts. Es sorprendente encontrar este defensor de la fe mor­mona argüir inexorable­mente que José Smith bien pudo haber escrito el Libro de Mormón él mismo. Sólo recientemente ha permitido la familia de Roberts una inspección seria de estos dos manuscritos, los cuales han estado en su posesión desde la muerte de Roberts en el año 1933. Ahora han sido publicados en un libro titulado Studies of the Book of Mormon (Estudios del Libro de Mormón), editado por el profesor mormón Brigham D. Madsen.

    Roberts plantea cuatro puntos principales. En su primer manuscrito, "Book of Mormon Difficulties" ("Dificultades en el Libro de Mormón") él observa que los relatos del libro acerca de los Americanos antiguos no concuerdan con lo que sabemos de ellos a través de investigaciones científicas recientes. El Libro de Mormón los representa como per­sonas con una cultura al nivel de la Edad de Hierro, mientras que la arqueología ha demostrado que cuando el hombre blanco llegó, estas personas habían avanzado sola­mente al nivel de la Edad de Piedra, quizás un poco pulida.

    B. H. Roberts encontró que la situación se complicó aún más por la declaración del Libro de Mormón de que los colonizadores originales llegaron al Nuevo Mundo cuando éste no tenía habitantes. Los jareditas fueron "a aquella parte donde ningún hombre jamás había estado" y luego pelearon entre sí hasta extin­guirse. Roberts hace el si­guiente comentario: "cuando los jareditas vinieron a las Américas, el relato en el Libro de Mormón acerca de su llegada, siempre supone que no había otros habitantes en toda aquella tierra."

    De la misma manera, los nefitas, los cuales llegaron al Nuevo Mundo después de la destrucción de los jareditas, entraron a una tierra que otras naciones no cono­cían. Pero, como la fecha de esta llegada está puesta cerca del año 600 antes de Jesucristo, esto no da suficiente tiempo para el desarrollo de los 169 familias de idiomas que existen en el Nuevo Mundo, cada uno de ellos con varios dialectos. Roberts tuvo que confesar que él no tenía respuestas para tales discrepancias. "Los escritores recientes, aceptados, y de autoridad," dice Roberts, "no nos dejan, tal como lo veo en el momento presente, nin­guna base de reclamo o defensa — los nuevos conocimientos parecen estar en contra de nosotros". La arqueología, hasta hoy día, no ha descubierto nada que niegue sus conclu­siones.

    Habiendo demostrado que el Libro de Mormón no concuerda con los conoci­mientos científicos más recientes, Roberts demuestra en su segundo manuscrito, "A Book of Mormon Study" ("Un Estudio del Libro de Mormón") que el libro está de acuerdo con el "conocimiento común" acerca de los indígenas americanos al principio del siglo XIX. Esta concordancia incluye hasta las ideas erróneas de que los indígenas descendieron de las "Tribus Perdidas" de Israel, y que habían disfrutado, una vez, de un alto nivel de civilización.

    Todas estas ideas habían sido bien compendiadas en un libro escrito por el reve­rendo Ethan Smith, Roberts demostró que el libro de Ethan Smith contenía prácticamente "el plan inicial del Libro de Mormón".

    Ambos libros dan a entender que los nativos de América fueron hebreos quienes viaja­ron del viejo mundo hasta aquí. Ambos afirman que una parte del grupo se separó de los demás, y degeneró hasta llegar a un estado salvaje. Esta porción salvaje destruyó com­pletamente los que eran civilizados después de unas guerras largas y terribles. Ambos libros atribuyen al grupo civilizado una cultura de la Edad de Hierro. Ambos represen­tan a estos colonizadores del Nuevo Mundo como personas que una vez tuvieron un "libro de Dios," un entendimiento del evangelio, y una figura mesiánica quien les visitó. Ambos libros consideran que las profecías identificaron a los gentiles americanos como los que predicarían el evangelio a los indígenas, los cuales son el remanente de los hebreos americanos de la antigüedad. En su tercer punto principal, Roberts establece el hecho (usando exclusivamente fuen­tes mormonas) de que José Smith tenía en sí sufi­cientes poderes imaginativos para poder producir el Libro de Mormón. Él describe la capacidad creativa de José Smith como "tan fuerte y variada como la de Shakespeare y tan inexplicable como la del bardo inglés" .

    Roberts concluye su caso en favor de un origen humano del Libro de Mormón con una discusión de 115 páginas acerca de los errores que fueron producto de la mente creativa, aunque no entrenada, de José Smith. Roberts señala la imposibi­lidad de que Lehi, acompañado de mujeres y niños, pudiera haber viajado a pie en tres días, desde Jerusa­lén hasta la ribera del Mar Rojo, una distancia de 283 kilómetros. Él también menciona que al llegar a América, una tierra "apartada de las demás naciones," ellos encuentran animales ya domesticados "tanto la vaca como el buey [bueyes son toros que han sido castrados], y el asno, y el caballo, y la cabra, y la cabra montés". Roberts encuentra una repetición chapu­cera de las mismas tramas en las que sólo se cambia el personaje prin­cipal. Él ha notado también que el Libro de Mormón trata de sobrepasar los milagros de la Biblia y a veces nos presenta unas escenas de batalla increíbles. En una ocasión, 2.060 jóvenes pelearon en guerras por más de trece años y ninguno murió.

    Roberts también nos indica que las descripciones de los desvanecimientos y la caída en desmayos religiosos que se encuentran en el Libro de Mormón, eran muy típicos del fervor religioso de la época de José Smith. En este punto termina el manuscrito de Roberts, pero, no antes de haber­nos hecho conscientes de que el Libro de Mormón depende mucho de la cultura de su día para su contenido y estilo.

    La Biblia Plagiada

    Pisándole los talones al análisis de Roberts existe un estudio de H. Michael Mar­quardt que demuestra a través de una firme evidencia que la Biblia fue usada en la composi­ción del Libro de Mormón.

    Marquardt nos muestra que la porción del Libro de Mormón que supuestamente fue escrita durante el período del Antiguo Testamento está llena de frases y citas del Nuevo Testamento. Hasta las "profecías" que aparecen en la porción que corresponde al Anti­guo Testamento muchas veces son dadas con los términos del Nuevo Testamento que acompañan su realización.

    Por ejemplo, la predicción acerca de Juan el Bautista habla de que él prepararía el ca­mino para el Señor. En manera similar encontramos que habrá "un redil y un pastor" y "una fe y un bautismo".

    Discordia Bíblica

    Creyentes en el Libro de Mormón han tratado de explicar estos anacronismos diciendo que al hacerse la traducción, cuando Smith encontraba una frase que se parecía mucho a una de la Biblia, él simplemente utilizó la frase conocida de la Biblia. Pero esta explica­ción no responde al hecho de que no solamente es utili­zada la frase del Nuevo Testa­mento, sino que en muchos casos es adoptada y a veces ampliada la interpretación del Nuevo Testamento referente al Antiguo Testamento.

    Por ejemplo, la interpretación en el Nuevo Testamento de Melquisedec como un tipo del Hijo de Dios es usada y ampliada en la porción del Libro de Mormón que corres­ponde al Antiguo Testamento. Este pasaje habla de un orden completo de sacerdotes y añade una explicación acerca del porqué Melquisedec es llamado "príncipe de paz". De esta manera, material del Nuevo Testamento ha llegado a ser parte integral del texto del Libro de Mormón. Conceptos del Nuevo Testa­mento, y no tan solamente frases ocasio­nales, han sido transportados a la parte del Libro de Mormón que corresponde al tiempo del Antiguo Testamento. El resultado es que en el Libro de Mormón no hay un desarro­llo gradual de doctrina como se encuentra en la Biblia. El evangelio del cristianismo se conoce, por completo, tan temprano como en la construcción de la torre de Babel.

    El Golpe Final

    Tal vez lo más dañino de todo es la manera en la que el Libro de Mormón con­funde el Viejo Pacto y el Nuevo Pacto representados en la Biblia. El Libro de Mormón recalca que antes de la venida de Cristo los fieles guardaban la ley de Moisés, pero también establecieron iglesias, enseñaron y practicaron el bautismo cristiano, y estaban entera­dos de las doctrinas y los hechos del Nuevo Testa­mento. El desarrollo gradual de temas teológicos tan evidentes en la Biblia no existen en absoluto en el Libro de Mormón. En la Biblia, el Viejo Pacto es qui­tado para establecer el Nuevo. El Libro de Mormón rompe este modelo divino y entremezcla los pactos y sus ordenanzas. El libro también añade lenguaje e ideas del despertar religioso Protestante comunes en los días de Smith. Todo esto hace que el Libro de Mormón parezca "más claro" que la Biblia, para alguien que sepa poco de las Sagradas Escrituras de Dios.

    Sin embargo, una investigación cuidadosa de este libro, cuya teología ha sido mayor­mente descartada por la iglesia mormona, revela que en verdad es una obra literaria ficticia. Por medio de lo que ha sido copiado de la Biblia y de otras fuentes contempo­ráneas, y por su imitación del estilo de lenguaje encon­trado en la Biblia versión King James, el Libro de Mormón fue diseñado para atraer a las personas religiosas de su día. Pero, una cuidadosa evaluación de­muestra claramente que en ningún sentido puede ser considerado una au­téntica revelación de Dios.

    Principales relatos de personas que ayudaron a escribir el libro del mormóm o que presenciaron como éste se escribía:

    Emma Hale Smith, esposa de José, fue la primera persona quien ayudó a Smith como amanuense. Aquí está su testimonio tal como fue dado a su hijo, José Smith III:

    "Mientras escribía para su padre frecuentemente escribí día tras día, sentán­dome a menudo en la mesa cercano a él, y él sentado con su cara enterrado en su sombrero, con la piedra adentro, y dictando por hora tras hora sin que nada nos separaba."

    David Whitmer, fue uno de los Tres Testigos del Libro de Mormón. La mayoría de la traducción tomó lugar en la casa de los Whitmer. Esto es su testimonio.

    "Ahora le daré una descripción de la manera en que el Libro de Mormón fue traducido. José Smith pondría su piedra vidente dentro de un sombrero, y luego metía su cara en el sombrero, apretándolo fuertemente a su cara para excluir la luz; y dentro de la oscuridad brillaba una luz espiritual. Un pedazo de algo que se parecía a pergamino aparecería, y en el pergamino apareció lo escrito. Un carácter a la vez aparecería, y debajo de ello estaba la interpretación en inglés. Hermano José leía el inglés a Oliver Cowdery, quien era su amanuense princi­pal, y cuando estaba escrito y repetido para averiguar que estaba correcto, entonces desaparecería [el carácter], y otro carácter con la interpretación apa­recería. Así el Libro de Mormón fue traducido por el don y poder de Dios, y no por ningún poder de hombre."

    Yo, al igual que la familia de mi padre, la esposa de [José] Smith, Oliver Cowdery y Martín Harris, estaban presentes durante la traducción. . . . Él [José Smith] no utili­zaba las planchas en la traducción."

    Oliver Cowdery, fue el amanuense principal de José para el Libro de Mormón, y otro de los tres testigos del Libro de Mormón.

    "¡Estos fueron días que nunca se olvidarán — el sentarse bajo el sonido de una voz dictado por la inspiración del cielo, despertó lo máximo de gratitud en este seno! Día tras día continué, sin interrupción, el escribir de su boca, mientras él traducía, con los Urim y Tumim, o, como hubieran dicho los nefitas, los `Intér­pretes,' la historia o ré­cord, llamado `El libro de Mormón."

    Martin Harris, también uno de los tres testigos del Libro de Mormón, propor­cionó esta información a su amigo Edward Stevenson, quien más tarde formaría parte del Primer Consejo de los Setenta.

    "Martín Harris relató un incidente que ocurrió durante el tiempo en que él es­cribió aquella porción de la traducción del Libro de Mormón que le tocó a él escribir direc­tamente de la boca del Profeta José Smith. Él dijo que el Profeta poseía una piedra vidente, por lo cual él fue facultado para traducir tanto como del Urim y Tumim, y por conveniencia él usaba la piedra vidente, Martín explicó lo de la traducción en la si­guiente manera: Con la ayuda de la piedra vidente, frases aparecerían y fueron leídos por el Profeta y escrito por Martín y cuando terminaba diría "Escrito," y si fue escrito correctamente aquella frase desapare­cería y otra aparecería en su lugar, pero si no estaba escrito correctamente quedaba hasta que fue corregida, así que la traducción fue justo como estaba grabado en las planchas, precisamente en el lenguaje usado en aquel entonces."

    los testimonios de Emma Smith, Whitmer, Harris y Cowdery están corroborados por otros testigos oculares.

    Isaac Hale, el padre de Emma Hale Smith, dijo en una declaración jurada en 1834: "La manera en que pretendía [José] leer y interpretar, fue el mismo que usó mientras mi­raba para los busca-tesoros, con la piedra en su sombrero, y su sombrero sobre su cara, mientras que el libro de planchas estaba al mismo tiempo escondido en el bos­que."

    Un relato de primera mano de Michael Morse, el cuñado de Emma Smith, fue publi­cado en un artículo en 1879 en la publicación de los RLDS (Reorganizada Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) el Saint's Herald [He­raldo de los Santos]: "Cuando José estaba traduciendo el Libro de Mormón [yo] tuve ocasión más que una vez estar en su presencia inmediata, y verle en su trabajo de traducir. El método cons­taba de José poniendo su piedra vidente en la copa de un sombrero, luego poniéndose la cara en el sombrero, para así cubrir completamente su cara, reposando sus codos en sus rodillas, y luego dictando palabra tras palabra, mientras que los amanuenses — Emma, John Whitmer, O. Cowdery, o otro más lo escribió."

    Joseph Knight, Sr., uno de los primeros miembros de la iglesia y un amigo íntimo de José Smith, escribió el siguiente en un documento fichado en los archi­vos de la iglesia mormona: "Ahora, la manera en que traducía fue que puso el Urim y Tumim dentro de su sombrero y oscureció sus ojos y luego tomaba una frase y esto aparecería en bri­llantes letras romanas luego él diría al escribiente y él lo escribiera luego aquello se iría y la próxima frase vendría y así sucesiva­mente. Pero si no fue deletreado correcta­mente, no se iría hasta que estaba co­rrecto, y así veremos que fue maravilloso. En esta manera se tradujo todo."

    Biografía de los dos principales lideres que ha tenido la secta:

    Smith, Joseph (1805-1844), dirigente religioso estadounidense, profeta funda­dor del mormonismo.

    Nació en Sharon, Vermont, el 23 de diciembre de 1805, en el seno de una fa­milia su­mida en la pobreza que se trasladó cerca de la ciudad de Palmyra, al norte del Estado de Nueva York. Entre los 14 y 25 años Joseph Smith experi­mentó visiones que lo exhortaron a regenerar la verdadera religión cristiana. De acuerdo con sus palabras, un ángel lo guió hasta una colina donde se encontra­ban enterradas unas placas de oro cuya escritura jeroglífica que tradujo "con la ayuda y el poder de Dios". El resultado se publicó en 1830 como El libro de Mormón, que sería, según él, un relato religioso de los antiguos habitantes de Norteamérica.

    La iglesia que Smith fundó el 6 de abril de 1830 pronto se llamó Iglesia de Je­sucristo de los Santos de los Últimos Días. Aunque despertó una fuerte oposi­ción hacia su per­sona, también atrajo seguidores, muchos de los cuales trabaja­ron como misioneros legos. Tras establecer en 1839 un nuevo cuartel general en Commerce (que ellos re­bautizaron como Nauvoo), en Illinois, Smith siguió ejerciendo su liderazgo carismá­tico. Su libro Doctrinas y cláusulas (1835) re­coge sus revelaciones en materia de or­ganización de la secta. Los rumores, con­firmados más tarde, de que los mormones practicaban la poligamia, provocaron un cisma en la comunidad mormónica e hicieron que se intensificara la oposi­ción externa hacia su Iglesia. Aunque sólo reconoció a una, se cree que Smith tuvo más de 27 esposas.

    En febrero de 1844, cuando era uno de los hombres más conocidos del oeste ameri­cano, anunció su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Por último le acusaron de traición y conspiración y le arrestaron en la cárcel de Carthage, Illinois, donde a pesar de la promesa de protección del gobernador, él y su hermano Hyrum fueron linchados en la noche del 27 de junio de 1844 por una muchedumbre enfure­cida.

    La mayoría de los mormones se estableció en Utah bajo la dirección de Brigham Young. Uno de los hijos de Smith, Joseph Smith III, aceptó la jefatura de la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Ultimos Días, que todavía hoy está presidida por sus descendientes directos.

    Young, Brigham (1801-1877), líder religioso estadounidense, colonizador de Utah y segundo presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día (mormo­nes).

    Nació en Whitingham, Vermont, el 1 de junio de 1801. Pasó su infancia en Vermont y en la zona oeste del Estado de Nueva York. Asistió tan sólo dos me­ses a la escuela. En 1829 se estableció en la ciudad de Mendon, Nueva York, donde conoció a un her­mano y discípulo de Joseph Smith, fundador de la co­munidad mormona, que lo con­virtió del metodismo al mormonismo. El 14 de abril de 1832 fue bautizado y confir­mado en la Iglesia. Pronto destacó como predicador y evangelista y aquel mismo año fue ordenado miembro del consejo mormón.

    Entre 1833 y 1836, su fama y su talla dentro del movimiento mormón creció de una forma extraordinaria. En 1835 los mormones crearon un Quorum o Conci­lio de 12 apóstoles cuyos poderes dependían de la autoridad de Smith; Young fue nombrado apóstol hasta que en 1836 le eligieron presidente del Quorum. El periodo de persecu­ción que sufría la secta culminó con la migración en 1838 al condado de Hancock, en Illinois, y el establecimiento de Nauvoo como nuevo centro del mormonismo.

    En 1839 viajó a Liverpool, Inglaterra, y logró que emigrasen a América cerca de 70.000 conversos. En 1841 volvió a Estados Unidos. Cuando en 1844 Jo­seph Smith fue asesinado a tiros en mitad de un linchamiento, Young resultó elegido presidente de la Iglesia de los mormones.

    La oposición de Illinois contra ellos hizo que en 1846 Young organizase y su­pervisase la marcha de cerca de 5.000 mormones a través de las grandes llanu­ras y las montañas Rocosas hacia la región árida de Great Basin. Allí, en el va­lle de Salt Lake, fundó en julio de 1847 la ciudad de Great Salt Lake. El 5 de diciembre del mismo año lo desig­naron de forma solemne como cabeza de la Iglesia mormona.

    Bajo su autocrático liderazgo Salt Lake City y la región prosperaron. En 1850 el Con­greso de Estados Unidos promulgó una ley que designaba la región, an­tes Estado de Deseret, como territorio de Utah. Young fue nombrado goberna­dor territorial.

    En agosto de 1852 adoptó de forma pública la doctrina de la poligamia, lo que mo­lestó al gobierno federal y a los habitantes no mormones de Utah. Más tarde, en 1857, el presidente James Buchanan nombró un nuevo gobernador, pero Young se negó a renunciar al cargo y cuando los rumores de que los mormones preparaban una rebe­lión armada llegaron a Washington, el presidente envió tropas federales. Las hostili­dades se evitaron, sobre todo gracias a la habilidad política de Young, y el nuevo go­bernador tomó posesión de su cargo sin inci­dentes. Sin embargo, como presidente de la Iglesia, Young siguió desempe­ñando un papel determinante en Utah. En 1871 fue acusado de poligamia pero no condenado. Se cree que se casó 27 veces, y que dejó al morir 17 viudas y 57 hijos.

    3.1. PARTE PERSONAL "B": conclusiones:

    Tras la realización de este trabajo sobre las sectas he llegado a las siguientes conclu­siones:

    -Que las sectas son un fenómeno social que empezó a tener grandes conse­cuencia a partir de los años sesenta y que cuando mucha gente se quiso dar cuenta era ya demasiado tarde.

    -Que el fenómeno de las sectas sigue vivo y resplandeciente por lo que hay que tener bastante cuidado para no caer en esa "tela de araña" de la que es casi imposible salir.

    -Que hay que saber distinguir muy bien el concepto de secta con el concepto de religión.

    -Que todas las sectas poseen un líder que tiene un papel carismático entre to­dos los adeptos que le ven como un modelo a seguir. Además el líder tiene una gran capacidad mental, capaz de persuadir a las personas para que les si­gan ciegamente.

    -Que no suelen ser las grandes sectas la más perjudiciales, sino que son la sectas con un menor número de adeptos las que pueden traer peores conse­cuencias.

    -Que la mayoría de las sectas pretenden dinero y poder, como ya he expli­cado anteriormente

    -Que las sectas lo que quieren es apoderarse de ti y que para hcerlo te "comen el coco" lo que disminuye tu carácter y autoestima y pierdes el pensamiento crítico.

    -Que una vez que estás dentro de la secta es casi imposible salir y que para poder hacerlo es casi siempre indispensable una ayuda externa.

    3.2. PARTE PERSONAL "C": Propuestas personales para no caer en la secta y para salir de ella:

    Yo creo que es muy complicado impedir que una persona, cuando atraviesa un mo­mento delicado de su vida, se una a una secta. Pero si podría reducirse el número de personas que se unen a una secta si dichas personas se encuentran bien informadas. Para no caer en una secta siempre hay que tener en cuenta que es un grupo dañino que lo único que quiere es apoderarse de ti, que en los momentos en que una persona se encuentra pasando por una época delicada de su vida, que piense en sus familiares y amigos y que le podría pasar a su relacción con estas personas si se une a la secta y por último que siempre tendrá a alguna persona en quien confiar y no en alguien que la intente introducir en la secta.

    Para salir de la secta hay que tener en cuenta las propuestas leídas hace un momento, pero sobre todo tener una gran personalidad y darse cuenta de que lo que quiere la secta no es bueno para él.

    4. BIBLIOGRAFÍA:

    Para la realización de esta trabajo he utilizado:

    "El terrible poder de las sectas", que cuenta el fenómeno de las sectas en ge­neral (Biblioteca pública de Pozuelo).

    "Las sectas hoy y aquí", que cuenta detalladamente las características de las sectas más importante (Blibliotecas populares).

    Un pequeño libro que explica las principales teorías de los mormones.

    Enciclopedia Espasa Universal.

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    Enviado por:J.m. Sáez
    Idioma: castellano
    País: España

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