Historia


Los intelectuales en la Edad Media


LOS INTELECTUALES EN LA EDAD MEDIA (JACQUES LE GOFF)

EL SIGLO XII. NACIMIENTO DE LOS INTELECTUALES

Renacimiento urbano y nacimiento del intelectual en el siglo XII

El intelectual de la Edad Media nace con las ciudades, debido a la función comercial e industrial en donde se impone la división del trabajo. Antes existían tres clases: la que reza (clérigos), la que protege (nobles), la que trabaja (siervos). El siervo si cultivaba era artesano; el noble era propietario, juez, administrador; y los clérigos eran todas a la vez, profesores, sabios, escritores.

Un hombre cuyo oficio es escribir o enseñar, un hombre que es un sabio y profesor, en suma un intelectual, solo aparece con las ciudades. Sin duda, siempre hubo ciudades en Occidente, las ciudades romanas, que eran ciudades episcopales que agrupaban a unos pocos laicos alrededor de un clero con un pequeño mercado local. Pero el fenómeno no alcanza una amplitud suficiente hasta el siglo XII.

¿Hubo un renacimiento carolingio?

Se mejora la cultura de los hijos de los nobles educados en la escuela del palacio, la de futuros clérigos formados en algunos grandes centros monásticos. Las escuelas “exteriores” de los monasterios quedan clausuradas. Renacimiento para una elite cerrada destinado a dar a la monarquía clerical carolingia un pequeño semillero de administradores y de políticos. El movimiento no manifestaba ni aspectos de apostolado, ni desinterés superior en su obrar o en su espíritu. Los manuscritos son obras de lujo, y la velocidad de circulación de los libros es ínfima. Los libros van a engrosar los tesoros de las iglesias o de los ricos particulares. Son un bien económico antes que espiritual, son considerados vajillas preciosas.

Los monjes que los escriben, para ellos lo esencial es la aplicación, el esmero, el tiempo empleado, las fatigas sufridas para escribirlos, ya que era una penitencia que les valdría el cielo. La ciencia es un tesoro. Se trata de una cultura cerrada. El renacimiento carolingio, en lugar de sembrar, atesora.

Modernidad del siglo XII. Antiguos y modernos

Ser hombres nuevos, es el vivo sentimiento de los intelectuales del siglo XII. Pero son modernos que en modo alguno imitan o se nutre de los antiguos. Los maestros son clérigos que están persuadidos de que Viglio y Platón traen ricas enseñanzas morales, porque la “Eneida” y el “Timeo” son obras científicas que brindan una enseñanza especializada, técnica. Los antiguos son especialistas que encuentran su lugar en una enseñanza especializada. El intelectual del siglo XII es un profesional, con sus materiales que son los antiguos, con sus técnicas, donde los imitan para ir aun más lejos.

El sentido del progreso de la cultura, es el progreso de la historia. Se habla de la voluntad de ignorar el tiempo de los señores feudales, se llego al fin de la historia. Los intelectuales vuelven a poner en marcha la maquina de la historia.

La contribución grecoárabe

Las ciudades son las plataformas giratorias de la circulación de los hombres, son los lugares del intercambio, los mercados y los puntos de reunión del comercio intelectual. Llegan los manuscritos que aportan al occidente cristiano la cultura grecoárabe. El medio árabe es en efecto ante todo un intermediario. Las obras de Aristóteles, Euclides, Hipócrates, Galeno fueron llevadas al oriente por cristianos heréticos y judíos perseguidos. Y ahora llegan de nuevo a las orillas de la cristiandad occidental. Dos zonas reciben los manuscritos: Italia y España. Los buscadores cristianos de manuscritos se despliegan hasta Palermo, donde los reyes animan la primera corte italiana renacentista.

Los traductores

Son los pioneros. La lengua científica es el latín. Originales árabes y griegos son traducidos. Los cristianos del Occidente se hacen asesorar por cristianos españoles. Pedro el Venerable es el primero que concibe la idea de combatir a los musulmanes en el terreno intelectual. Para refutar la doctrina de los musulmanes hay que conocerla. Los traductores cristianos de España les interesan los tratados científicos griegos y árabes. ¿Qué aporta al Occidente este primer tipo de investigadores, los traductores del siglo XII?. Ese tipo llena las lagunas que dejó la herencia latina en la cultura occidental, las de la filosofía y de la ciencia. La inmensa contribución que aportan es la matemática, astronomía, medicina y física. Agreguemos también la contribución propiamente árabe, como la aritmética, los números arábigos, el álgebra.

España e Italia llevan a cabo el trabajo de traducción que permitirá asimilar las obras a los intelectuales del occidente. Los centros de incorporación de la contribución oriental en la cultura cristiana se sitúan en otras partes.

París, ¿Babilonia o Jerusalén?

París, favorecida por el creciente prestigio de la dinastía de los Capetos, es el centro más brillante. Debe su renombre ante todo al brillo de la enseñanza teológica que se sitúa en la cúspide de las disciplinas escolares, pero poco después a esa otra rama de la filosofía que hace triunfar los tramites racionales del espíritu: la dialéctica. La gran ciudad es el lugar de precisión, Paris es la Babilonia moderna.

En el momento en que los intelectuales urbanos absorben en la cultura grecoárabe el fenómeno del espíritu y de los métodos de pensamientos que habrán de caracterizar al occidente y asegurar su fuerza intelectual, el espiritualismo monásticos reclama el retorno al misticismo del Oriente.

Los goliardos

Para ellos, Paris es el paraíso en la tierra. A los goliardos el anonimato los cubre, solo hay leyendas. Se dice que son bohemios, falsos estudiantes, son turbadores del orden y por lo tanto gente peligrosa. Otros ven en los goliardos una especie de inteligencia urbana, un medio revolucionario que encarna todas las formas de oposición declarada al feudalismo.

El vagabundo intelectual

Los goliardos constituyeron un tipo contra el cual se enderezaba con complacencia la critica de la sociedad establecida. Son ante todo vagabundos, representantes típicos de una época en que la expansión demográfica, el desarrollo del comercio y la construcción de las ciudades rompen las estructuras feudales. Los goliardos son el producto de esa movilidad social, que escapan a las estructuras establecidas. La Alta Edad media se había esforzado para hacer que cada cual ocupara su lugar, permaneciera en su orden. Los goliardos son evadidos.

Esos estudiantes pobres que no tienen domicilio fijo, siguen al maestro que les gusta y van de ciudad en ciudad para difundir sus enseñanzas. Pero esos estudiantes no forman una clase. Si todos ellos critican a la sociedad, tal vez muchos, sueñan con convertirse en aquellos que critican. Parece que quieren convertirse en los nuevos beneficiarios del orden social en lugar de querer cambiarlo. Los temas de sus poesías fustigan a esa sociedad. Niegan el proceso, niegan en un sentido a la historia. Pueden referirse a un trastorno de la sociedad.

La critica a la sociedad

En la Iglesia, los goliardos toman como blancos favoritos a los que están mas vinculados con las estructuras de la sociedad: el papa, obispo y monje. La inscripción antipontifícia y antirromana se mezcla con la corriente de los gibelinos, que ataca las pretensiones temporales del papado, y la corriente moralizadora, que reprocha al pontífice y a la corte romana los acomodos con el lujo, el gusto por el dinero. Atacan al jefe y a los garantes de un orden social, político e ideológico, mas que revolucionarios, los goliardos son anarquistas. La Iglesia ladra con los mercaderes. Los goliardos son los interpretes de ese grupo de intelectuales que trata de promover en el marco urbano una cultura laica.

Si en general es perdonado el cura, considerado victima del sistema jerárquico, los goliardos atacan violentamente al monje. Denuncian a estos como competidores que arrebatan a los pobres curas, penitentes fieles, las prebendas. Hay dos tipos de vida que se enfrentan: la vida activa y la contemplativa, el paraíso en la tierra frente a la salvación apasionadamente buscada fuera del mundo, esta diferencia es lo que hay en el fondo del antagonismo entre el monje y el goliardo. Este ultimo manifiesta su desprecio por el mundo rural y detesta al grosero campesino que lo encarna.

En el noble, el goliardo detesta también al militar, al soldado. Los goliardos creen que no pueden expresar de mejor manera su superioridad sobre los señores feudales que jactándose del favor que gozan con las mujeres. Ellas nos prefieren. A pesar de la importancia que tienen, los goliardos quedaron relegados en las márgenes del movimiento intelectual. Sin duda ellos lanzaron temas de un futuro, representaron de la manera mas viva un tipo ávido de liberarse. Sus propias tendencias a una critica puramente destructiva no les permitieron encontrar un lugar propio en el espacio universitario. Las universidades, termino por hacer desaparecer a esta clase a esta clase de vagabundos.

Abelardo

Primera gran figura de intelectual moderno, es el primer profesor. Abelardo abandona con alegría el oficio de las armas a sus hermanos y se entrega al estudio. Esa cruzada intelectual lo conduce a París. A la necesidad de demoler los ídolos. Al confianza en sí mismo lo hace atacar al mas ilustre de los maestros parisienses, Guillermo de Champeaux. Lo provoca, lo obliga a atrincherarse en sus defensas, conquista a los oyentes. Enfermo debe retirarse durante algunos años a Bretaña.

Una vez reestablecido va nuevamente. Guillermo, vencido, modifica su doctrina teniendo en cuenta las criticas de su joven opositor. Este redobla sus ataques y llega tan lejos que debe retirarse. Pero la victoria de Guillermo es una derrota. Todos sus alumnos lo abandonan. El viejo maestro, vencido, renuncia a la enseñanza. Abelardo retorna triunfador, sufre por no tener ya un adversario de su estatura. Es un lógico y se irrita al ver que los teólogos son colocados por encima de todos. Vuelve a la condición de estudiante.

Eloisa

Abelardo se encuentra en la cumbre de la gloria y del orgullo. Eloísa es una conquista que habrá de agregarse a las conquistas de la inteligencia. Esa es la mujer que le hace falta. Fríamente Abelardo elabora un plan que le sale a la medida de sus deseos. Eloisa se convierte en su alumna, y entre ella y el maestro estalla un violento amor. Primer disgusto: los sorprenden. Abelardo debe abandonar la casa. Sus relaciones pasaran a ser conocidas. Segundo disgusto: Eloisa queda embarazada, da a luz a un hijo, hijo de pareja de intelectuales. Tercer disgusto: el problema del matrimonio, Abelardo teme que una vez casado su carrera de profesor se vea trabada.

La mujer y el matrimonio en el siglo XII

Hay una fuerte corriente antimatrimonial. En el mismo momento en que la mujer se libera, el matrimonio es objeto de descrédito tanto en los medios nobles como los escolares. La aparición de Eloisa con Abelardo, manifiesta rotundamente un aspecto del nuevo rostro del intelectual del siglo XII. El intelectual rechaza todo aquello que podría manifestarse como una disminución de su mismo. Tiene la necesidad de una mujer a su lado para realizarse. Eloisa rechaza la idea del matrimonio, sin embrago, Abelardo esta decidido a casarse. Al no ser las mismas las intenciones, Abelardo reanuda su trabajo mientras que Eloisa permanece en la sombra. Pero nadie contaba con Fulbert, su colega, que se cree burlado. Imagina que Abelardo se desembarazó de Eloisa al hacerla entrar en las ordenes y que el matrimonio quedo roto. Sobrevienen la mutilación, y al día siguiente, la aglomeración de gente sobre la puerta, el escándalo.

Nuevos combates

La pasión intelectual cura a Abelardo. Una vez vendadas sus heridas, recupera todo su espíritu combativo. Los monjes le fastidian. Abelardo escribe para ellos su primer tratado de teología. El éxito del libro disgusta al medio. El libro es quemado y Abelardo condenado en un convento.

Al año siguiente se fuga, obtiene un terreno, y construye un pequeño oratorio. Pronto descubren aquel refugio y oleadas de estudiantes invaden aquella soledad. Inmediatamente se forma una aldea escolar. Dos “nuevos apóstoles” organizan contra él un complot. Abelardo piensa en huir al oriente.

Allí le parece vivir entre bárbaros. Abelardo intenta desbastarlos y ellos tratan de envenenarlo. Huye en 1132. Cuatro años mas tarde, se refugia en Paris. En 1140 sus enemigos, encabezados por San Bernardo, renuevan sus ataques (fuerza) contra sus obras. El Choque con Abelardo es inevitable, San Bernardo va a Paris. Un discípulo de Abelardo sugiere una reunión ante una asamblea de teólogos y de obispos. San Bernardo cambia el carácter de la asamblea, donde es acusado su adversario. Abelardo intenta apelar al papa, pero San Bernardo, se apresura y le gana de mano. Abelardo esta vez esta vencido.

Abelardo fue ante todo un lógico y aporto un método. Fue el gran campeón de la dialéctica. Demuestra la necesidad de recurrir al razonamiento. De ahí la necesidad de una ciencia del lenguaje. Las palabras están hechas para significar.

LA EDAD MEDIA 400 - 1500 ( KOENIGSBERGER)

El imperio y Germania

Existía poca firmeza de la base en la que se asentaba el poder imperial. Los rivales habían acabado con la autoridad y la propiedad. En 1723, los príncipes “electores”, se pudieron de acuerdo para designar rey a un conde germano inferior, Rodolfo de Hasburgo. Su intención era acabar con la anarquía del período, a la vez que elegían a un rey débil que no fuera capaz de recuperar la autoridad central de la monarquía.

Rodolfo I pudo conseguir enfrentarse a los peores ultrajes de los “barones ladrones”. No obstante, los electores siguieron designando reyes por su debilidad. Los reyes, fueron capaces de utilizar su posición real para aumentar la posesiones familiares. Los electores germanos continuaron su dominio sobre la monarquía germana.

El papado y las monarquías

El papado parecía haber ganado el gran combate con el imperio. Peor las apariencias eran engañosas. En el transcurso de este combate, el papa había elaborado teorías sobre la supremacía papal dentro de la Iglesia. También había erigid una organización que permitía intervenir a los papas en la administración eclesiástica local. El coste de estos logros fue muy alto. En el sur de Italia, los papas otorgaron el reino de Sicilia al príncipe francés Carlos de Anjou, pero los sicilianos lo mataron. Todo los esfuerzos de los papas no sirvieron para recuperar Sicilia. Es improbable que la actitud de las grandes monarquías fuese diferente, ya que ansiaban controlar la Iglesia en sus propios reinos. Felipe IV de Francia estaba decidido a extender la autoridad de su reino. En 1296, en el curso de una guerra contra Eduardo I de Inglaterra, exigió impuestos a la Iglesia francesa. El papa ordeno a los cleros que desobedecieran a sus reyes.

Felipe prohibió la exportación de monedas y metales preciosos, lo que obligo al papa a abandonar en pocos meses; de este modo, el rey francés había descubierto un arma más poderosa contra el papado que todos loe ejércitos de los emperadores germanos. En 1301 provoco otro enfrentamiento al ordenar la detención y juicio de un obispo francés. Un año después el papa, Bonifacio VIII, promulgo la bula “Unam Sanctam”, en la que decía que se declaraban del todo necesario para la salvación de toda criatura humana al estar sujeta al Pontificado Romano. Felipe IV envió a uno de sus ministros con partes de las tropas francesas a que se unieran a los enemigos de Bonifacio. El anciano fue capturado y pocas semanas después murió. Sus sucesores no tuvieron el coraje para poder continuar la batalla.

El significado histórico de la tercera lucha imperio - papado y de la primera lucha papado - Estado

Existía el casi ineludible declive moral en el transcurso de lo que fue visto como una lucha de vida o muerte. Se había desplazado el campo de batalla. Los emperadores habían luchado en el mismo campo que el papa en la cuestión de la naturaleza de la autoridad. A la larga, la autoridad limitada de los últimos reyes medievales, resultó una base más efectiva desde la que desafiar las demandas del papado.

Aristóteles había postulado por unos orígenes y fines del Estado bastantes alejados de la voluntad divina. Tomas de Aquino unió a estos orígenes “naturales” del Estado una elaborada teoría de la ley natural. Aquino acepto de Aristóteles la noción de evolución y de una realidad que no era la ideal. “Le ley puede ser justamente cambiada”, posibilidad de mejorar las leyes. Sin duda, era factible utilizar el concepto de ley natural en el pensamiento religioso. “La gracia no acaba en la naturaleza sino que la perfecciona”. El concepto de ley natural y la idea de Estado aristotélica permitieron recordar la posición papal. El Estado parecía ahora como una estructura racional y moral, totalmente independiente del papado. La Iglesia, podía ser considerada como subordinada del todo al Estado.

VIDA RELIGIOSA

La cristiandad occidental había sido bastante primitiva y ruda, apropiada para una sociedad atrasada y todavía medio bárbara. A partir del siglo XII, con el enriquecimiento y la mayor urbanización y educación, aparecieron nuevas formas de sensibilidad religiosa.

Franciscanos, dominicos y beguinas

Tales sentimientos adoptaron la forma de movimientos religiosos, con un intento de proporcionar una experiencia religiosa más personal, adoptando el verdadero estilo de vida cristiano.

El movimiento más famoso fue el de los franciscanos. San Francisco de Asís (1181-1226) renunció a todas sus propiedades y vivió y predicó en la más absoluta pobreza. La orden franciscana tuvo muchos partidarios y contó con gran estima popular. La exigencia de un regreso a la pobreza, sencillez y a la espiritualidad de la Iglesia, había sido una de las armas de propaganda más efectivas de los imperialistas en contra del papado. Pocos años después de la muerte del santo, tuvo una amplia difusión una colección de historias sobre la vida y dichos de él y sus compañeros. A principios del siglo XIV, los papas se pronunciaron en contra de los espirituales, que llegaron a sufrir duras persecuciones por sus creencias.

Por las mismas fechas en que San Francisco fundo la orden, el español Santo Domingo (1170-1121) fundo la orden de los predicadores, los dominicos. Eran mendicantes, vivían de la caridad y estaban dedicados a la predicación y a la lucha contra la herejía. El papado había ganado una nueva y poderosa arma.

Se precisaba de un estilo de vida religiosa femenina diferente, que fue proporcionado por el movimiento de las beguinas, mujeres que vivían en una pobreza relativa y que se dedicaban a rezar. Estas comunidades se dieron en los Países Bajos y Bélgica.

Herejías

Las nuevas ordenes no llegaron a triunfar del todo. El anhelo de una experiencia religiosa más profunda y personal había tendido hacia la herejía. Estas muy a menudo tuvieron que enfrentarse a una mezcla de persuasión y represión. Los cátaros fueron un problema mas grave. Su nombre significaba “los puros”, creían en un dualismo de bien y mal como dos principios independientes, para ellos el mundo era malo y Jesús simplemente era un ángel. Su estilo de vida era puritano y resultaba muy atractivo, por el hecho de que no requería la participación de todos los creyentes. Además estuvieron apoyados por príncipes de Francia e Italia. Inocencio III decidió ocuparse de él. Pero lo que comenzó como un intento de reconversión acabó en una cruzada. Aunque el catarismo fue aplastado como movimiento importante, aparecieron otras herejías, porque las condiciones sociales y psicológicas no habían cambiado. El papado intento sistematizar e incluso civilizar sus enfrentamientos con las herejías creando un tribunal.

La destrucción de los templarios

Los templarios eran una orden religiosa de caballeros cristianos fundada en Jerusalén a principios del siglo XII para proteger a los peregrinos cristianos y luchar contra los infieles. El agradecimiento de papas y príncipes les proporcionó grandes privilegios eclesiásticos y extensas propiedades que utilizaron para crear un banco internacional y un sistema comercial. Felipe IV de Francia decidió destruirlos. Los inquisidores obtuvieron confesiones de supuestas herejías, perversiones sexuales y asesinatos rituales. Una campaña de propaganda, convenció a los franceses de la supuesta culpa de los templarios. La orden fue condenada y la corona francesa confisco sus propiedades.

Los judíos

Eran la única minoría religiosa de la Europa medieval que podía practicar una religión no cristiana. En el siglo VII los reyes visigodos legislaron contra los judíos. El periodo carolingio fue mucho mejor. Los judíos cumplían funciones de mercaderes, financieros y hombres con preparación intelectual y constituían una especie de elite internacional. Eran pocos, pero en el sur de Europa desempeñaron un papel más importante. Con el desarrollo económico y el aumento de la especialización, las funciones de los judíos pudieron ser realizadas por los cristianos. Los judíos se convirtieron cada vez mas en odiosos competidores. Aparecían ahora como enemigos de Cristo por excelencia. En el siglo XII, se prohibió que poseyeran tierras. Los reyes cristianos los utilizaron y explotaron.

La cuarta cruzada y la caída de Bizancio

Hacia 1200 el verdadero espíritu de las cruzadas había desaparecido> no obstante los hombres continuaban luchando en Tierra Santa durante casi 100 años mas, haciendo planes para poder conquistar Jerusalén. Parecía todo natural que el papado tomara la iniciativa para organizar la cruzada.

Para Inocencio III el momento parecía especialmente favorable ya que, todos los grandes reyes estaban ocupados luchando entre ellos o contra sus rivales. Por otra parte, la Iglesia había dirigido la primera cruzada sin contra con los reyes y había sido la de mayor éxito. Prepararon el transporte por mar.

En el año 1202 se reunieron en Venecia. Eran mucho menos de lo que había calculado. El viejo dux Dándolo, sugirió que los cruzados ayudaran a Venecia a recuperar el puerto dálmata de Zara. Todavía podía haberse resuelto todo, pero los cruzados se habían complicado en la política interna bizantina. Desde la fundación del imperio romano, la sucesión imperial había sido uno de los puntos débiles. Mientras los cruzados estaban todavía en Zara, Alejo, pidió ayuda contra el usurpador Alejo III. El príncipe ofreció una cuantiosa suma de 200 mil marcos, la participación de Bizancio en la cruzada y la sumisión de la Iglesia griega a Roma. De nuevo, parte del clero se opusieron y la mitad decidió regresar a sus hogares.

Dándolo y los venecianos actuaron siempre por lógica en defensa de los intereses políticos y comerciales de la republica. El papa, lo prohibió, de nuevo demasiado tarde. Cuando los cruzados llegaron a Constantinopla, se desencadenaron con una tragedia griega. Alejo III huyó e Isaac II y su hijo fueron proclamados emperador y coemperador. Eran incapaces de pagar las grandes sumas que prometieron a los cruzados. Las relaciones entre los cruzados y los griegos se deterioraron rápidamente. En la primavera de 1204 estallo la guerra y el 12 de abril los cruzados asaltaron la ciudad. Lo que no ardió fue saqueado. El clero católico saqueó las Santas Reliquias.

El imperio latino de Constantinopla

Los franceses establecieron un imperio latino en Constantinopla, un veneciano se convirtió en el patriarca católico y otros príncipes cruzados se convirtieron en reyes o duques. Todos ellos eran un poco mas que estados feudales, la republica se reservo a Creta (Candia) y una serie de islas del Egeo. La captura y destrucción de la ciudad cristiana de Constantinopla, los católicos “francos” lo habían logrado con relativa facilidad. Inocencio III deploro tarde la desobediencia de los cruzados, así como su terrible crueldad y rapacidad. Del mismo modo previo la unión de las iglesias latina y griega.

Había iniciado un movimiento, la reconquista de Jerusalén y el Santo Sepulcro. Pero casi desde el principio, el control se le había escapado de las manos y había pasado a hombres movidos por motivaciones compuestas (beneficios comerciales). Tales motivos se vieron respaldados por la mayor capacidad organizativa de los venecianos, los occidentales se hicieron imbatibles. Estas fueron las claves del éxito de la cuarta cruzada. Pero fueron los estados modernos quienes controlaron y sacaron provecho de este imperialismo.

Restablecimiento del imperio bizantino

En el siglo XIII, la organización política y comercial no estaba ligada a la capacidad militar. Grecia y Tracia no pudieron defender los renovados ataques de los búlgaros. En Epiro y en Anatolia habían sobrevivido partes del imperio bizantino como estados independientes, y en 1261 uno de sus ejércitos tomo Constantinopla por sorpresa. El imperio se restableció y los genoveses reemplazaron a sus rivales venecianos. Los occidentales prepararon nuevos planes para reconquistar Constantinopla. El que entraño mas peligro para los bizantinos fue Carlos de Anjou. Los preparativos estaban ya muy avanzados cuando los sicilianos se levantaron contra la ocupación francesa. En 1282 masacraron dos mil soldados franceses y ofrecieron la corona a Pedro III de Aragón. La implicación de Bizancio a las “vísperas sicilianas” resultó ser la venganza más efectiva de éste sobre los franceses.

Bizancio dejó de ser el gran poder del mediterráneo y no pudo controlar las nuevas fuerzas que había llamado a escena. En el 1311 mercenarios catalanes y aragoneses, se hicieron dueños del ducado de Atenas. Los españoles fueron los mas rapaces y se asentaron con mayor firmeza de entre los gobernantes “francos” de la Grecia en la Baja Edad Media. Sus caballeros se convirtieron en grandes propietarios. La alianza entre señores feudales y mercaderes capitalistas continuaba siendo muy eficaz.

Las ultimas cruzadas

El año 1204 marco el triunfo del cinismo y de una nueva alianza militar y comercial, en la que no participo toda Europa. Casi la mitad de los caballeros habían rehusado desviarse hacia Constantinopla. En 1212 el fervor cruzado cuando entre los mas jóvenes. Ellos, triunfarían allí donde los adultos armados habían fracasado. Miles de niños se perdieron en el mar o fueron vendidos como esclavos. Aquellos que lograron volver a casa fueron abucheados.

Pero Inocencio III organizo una nueva cruzada, la quinta. Esta tenia que estar bajo el estricto control del legado papal y estaba dirigida contra Damietta, con el propósito de eliminar al enemigo más poderoso, Egipto. La campaña de 1219 a 1221, tuvo cierto éxito inicial, pero después fracaso, posiblemente por la excesiva injerencia del legado papal en las decisiones diplomáticas y militares. Desde ese entonces, los papas perdieron por completo su papel central en las cruzadas. En 1228, Federico II navegó hacia Palestina bajo excomunión papal. Al año siguiente firmo un tratado con el sultán de Egipto para la devolución de Jerusalén. Lo que los cruzados no habían logrado tras muchos derramamiento de sangre y contando con la bendición papal, lo logro Federico II sin lucha y bajo pena de excomunión. El emperador se veía mas bien como poseído de autoridad divina.

Las dos últimas cruzadas de importancia fueron organizadas por el rey de Francia. En 1248, Luis IX dirigió una gran expedición contra Egipto. Pero los franceses estaban lejos de sus bases y Luis IX fue derrotado y hecho prisionero (1250). Los mamelucos, turcos, derrotaron al sultán de Egipto. Los mamelucos fueron conquistados por los turcos otomanos en 1517. su poder fue destruido luego, por Napoleón Bonaparte. En el 1250 Luis IX aprovechó los trastornos políticos para hacer un pacto y así liberar su ejercito. Los llevo a Palestina, y en 1254 regreso a Francia. Esta cruzada, al menos fue un éxito parcial. En 1270 navego a Túnez, pero allí, Luis IX y gran parte del ejercito sucumbieron a la peste. En 1291, Acre, el último baluarte de los cruzados, se rindió a los mamelucos de Egipto.

Los reinos hispánicos

El único frente en el que los cristianos tuvieron éxito contra el Islam fue en la península ibérica. Allí se dieron los mayores avances, conquistaron Valencia y Mallorca. Pero el grave avance lo realizo Castilla, que conquistó Andaluz (corazón de España musulmana), solo quedo Granada, como un estado independiente musulmán. Para Andaluz, la conquista cristiana fue un gran desastre. Había sido muy urbanizadas y avanzada económicamente. Muchos de sus artesanos huyeron o fueron expropiados. Los soldados no poseían los conocimientos para continuar con el complejo cultivo de vinos, frutas y olivos de la población musulmana anterior. Extensas áreas se convirtieron en pastura, se levantaron grandes haciendas. En los reinos de Aragón y Valencia los musulmanes permanecieron, era un problema que iba a complicar la historia de España durante tres siglos.

Las invasiones mongolas

Los cristianos y los musulmanes se consideraban como mortales enemigos y ambos odiaban a los judíos. Todos ellos reconocían la Biblia como un libro sagrado, rezaban al mismo dios y deseaban aprender de los tros sus ideas y los logros técnicos. Con los mongoles era totalmente distinto, ya que era un pueblo que no tenia ninguna tradición en común con los cristianos. Los mongoles eran el último pueblo nómada de Asia Central que explotaba las civilizaciones agrícolas y urbanas. Era una sociedad jerárquica con una aristocracia de caballeros y propietarios de ganado en la cumbre y siervo y esclavos en la base. Eran analfabetos, paganos y excelentes guerreros.

A principios del silo XIII, Gengis Jan, consiguió unificar todas las tribus mongolas y extender su imperio. Tenia una fuerzan de combate muy organizada y disciplinada, y una capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones. Organizo un excelente sistema de información que se basaba en su apoyo a los mercaderes de cualquier nacionalidad y religión. El uso de la diplomacia y el terror. Pekín cayo en 1215, conquistaron los estados islámicos, en el 1258 tomaron Bagdad. Las mamelucos fueron los últimos que lograron derrotar un destacamento mongól en Palestina en el 1260 y preservaron Egipto. En el 1237 y 1241 se introdujeron en Europa (Rusia, Polonia y Hungría). Las grandes fuerzas de Europa, Francia e Inglaterra, estaban ocupados en sus propias guerras de parroquia.

Los rusos soportaron la dominación mongola durante casi 300 años, alcanzando el limite de sus posibilidades de conquista. Vietnam, Camboya, Japón y Java fueron rotundos fracasos. Es dudoso que hubieran logrado imponerse sobre los cientos de ciudades y castillos amurallados densamente esparcidos de la Europa occidental. Las dos primeras generaciones estaban motivados por la búsqueda del botín y el deseo de dominación sobre el hombre. Los mongoles tuvieron que utilizar las instituciones de las sociedades mas avanzadas que conquistaban y cubrir el personal con chinos, persas, turcos y árabes.

En el siglo XIV, los gobernadores mongoles de las distintas partes del imperio se convirtieron al budismo y al Islam, lo que significo que fueron conquistados de hecho por las culturas china, persa o árabe en las que vivían. La época de los grandes imperios continentales nómadas llegó a su fin. Los resultados indirectos de las sucesivas conquista nómadas, fueron muy importantes, ya que obligaron a la migración de otros pueblos mas asentados, que hicieron estragos en civilizaciones largo tiempo establecidas (germana).

El dominio mongól en Rusia

Las tribus nómadas buscaban tierra para asentarse con sus rebaños y el dominio sobre el otro pueblo. Con los mongoles fue todo lo contrario. Los ejércitos mongoles eran los agentes de un inmenso imperio. Gobernaron, concentrados con tener agentes en las cortes de los príncipes rusos locales, recolectar los impuestos y tributos. El jan o emperador a cargo de la parte occidental era virtualmente independiente del Gran Jan con sede en Mongolia. Los mongoles utilizaban las rivalidades entre los príncipes rusos para consolidad su poder.

Alejandro Newski mostró las ventajas de una política de cooperación con los mongoles. Lucho contra los invasores germanos y suecos y obtuvo una famosa victoria contra los germanos, el jan fue recompensado otorgándosele también la dignidad de gran príncipe. Demostró ser el aliado ideal. La Iglesia rusa, apoyó el dominio mongól, a la vez que los mongoles, en el siglo XIII, se convertían al Islam, fueron en general tolerantes con la religión cristiana y supieron ver a la Iglesia rusa como a un útil aliado. El papado intentaba persuadir a la orgullosa y suspicaz Iglesia ortodoxa a aceptar la supremacía papal y animaba a caballeros germanos a atacar a los rusos. Lo que los mongoles pudieron enseñar a los príncipes rusos, fueron aquellas actividades practicas en las que habían demostrado ser notablemente superiores a los europeos: los métodos y tácticas para extraer fuertes impuestos a todas las esferas de la población, organización y protección de las comunicaciones y la habilidad de adoptar las técnicas militares de sus enemigos.

VIDA INTELECTUAL, LITERATURA Y ARTE

En el renacimiento del siglo XII, los hombres veneraban a los clásicos tanto como lo habían hecho sus antepasados, incluso los emularon mejor, ya que recuperaron los escritos latinos y griegos. Tampoco despreciaron la ayuda exterior. Las mejores mentes cristianas apreciaban a Maimonides y a Averrones por sus avanzados trabajos médicos y sus comentarios sobre Aristóteles y Platón.

Las universidades y la escolástica

Europa era rica y estaba mejor organizada que antes. Mantenía un numero mucho mayor de hombres cultos. La educación primaria se impartía en escuelas locales, o por medio de tutores privados, pero la educación superior se daba en las universidades, donde los maestros formaban asociaciones. A excepción de París y Bolonia, la mayoría de las universidades eran todavía bastantes pequeñas. Los libros eran muy caros. Las cuestiones que surgían a partir de estos textos se trataban en disputas en las que las proposiciones y contraposiciones se trataban de manera lógica, se realizaban distinciones y se esbozaban conclusiones. Era un método racional y civilizado de investigación filosófica.

Pero en el siglo XIII la escolástica y las universidades se extendían y crearon una pequeña elite con una vida intelectual mas rica y variada. Los diplomas en teología y leyes daban un valor profesional, pero los estudiantes empezaban con tres años en las siete artes liberales: gramática, retórica, lógica, aritmética, geometría, música y astronomía. La matemática era la única disciplina que podía establecer la verdad sin temor a error.

Santo Tomas de Aquino

El mas destacado y también el escolástico mas representativo. Fue un profesor en Nápoles y París que intento armonizar la fe cristiana con la naturaleza y la razón en un sistema universal. No todos los contemporáneos estaban preparados para aceptar sus conclusiones, pero tampoco las ignoraron.

Literatura

Toda la enseñanza universitaria y los documentos se escribían en latín, las lenguas vernáculas empezaban a ser cada vez mas populares. Villehardouin escribió la cuarta cruzada y la conquista de Constantinopla en francés, cuyas mejores paginas fueron las dos cruzadas de San Luis. Ya fueran en prosa o en verso, las historias que contaban eran a menudo antiguas, pero su tratamiento era moderno, es decir, reflejaban el estilo de vida y los valores de la sociedad europea del siglo XIII. El tema principal es la virtud mas valorada por los caballeros medievales, la fidelidad, se trata de los crímenes y tragedias los que las fidelidades divinas conducen a los hombres. También una critica implícita de los valores aceptados, además era una critica al tratamiento dado a la mujer. Los trovadores del sur de Francia, ponían su énfasis en las emociones del hombres y mujeres individuales que produjo la primera poesía amorosa romántica de la literatura europea. Este tipo de poesía iba a tener una enorme influencia a toda Europa. La critica moral y social reflejada en este texto estaba convirtiéndose en uno de los aspectos mas distintivos y creativos de la sociedad europea.

Arquitectura y arte: el etilo gótico

El estilo gótico se desarrollo de manera lógica y gradual a partir del uso de la nervadura como sistema de tratar las intersecciones de las bóvedas. Cuando se unió al uso de los arcos apuntados, se emplearon paredes mas delgadas con grandes ventanales. Los arquitectos que lo desarrollaron eran constructores profesionales muy cualificados y eran artistas que utilizaron nuevas técnicas para crear uno de los estilos mas originales de la historia. En sus manos, las nervaduras, bóvedas y columnas se convirtieron en un espacio interior estructurado. Los soportes estructurales se convirtieron en arbotantes volantes, para proporcionar al espacio exterior ritmo y un diseño tridimensional. Además se realzaban con la profusión de esculturas, y los ventanales con cristales pintados.

Algunos historiadores han pretendido observar un elaborado simbolismo y han visto dicho estilo como un paralelo de la escolástica. No obstante, es justo suponer que los arquitectos del siglo XIII, estuvieron al corriente de la filosofía dominante en el momento con su énfasis en la armonía del universo y en todas las criaturas creadas. La rapidez de esta difusión fue debida al empleo de los mejores arquitectos y equipos, y en segundo termino a un sistema internacional de aprendizaje que atraía a los jóvenes aspirantes. Fue mucho mas importante para la extensa difusión, su atractivo estético y religioso, demostró satisfacer a una generación tras otra de fieles cristianos.

Conclusión

Los siglos XIII y principios del XIV fueron un periodo de expansión, había mas habitantes, la mayoría muy pobres, pero la vida en las ciudades empezaba a ser mas variada. Los hombres desarrollaron nuevas habilidades técnicas, intelectuales y militares. La creciente riqueza, mejora las comunicaciones por lo que las distintas religiones se fueron convirtiendo en mas independientes. Las catedrales y castillos empezaban a construirse con diferentes estilos regionales. El papado llevó a su punto mas alto sus demandas de universalidad y organización internacional, y derroto las demandas rivales. En fue el punto de inflexión del internacionalismo. Era de solo una pequeña clase culta y capacitada, que solo hubiera podido sobrevivir con el estancamiento económico e intelectual de Europa. Pero se habrían negado todos los elementos dinámicos de esta sociedad. El éxito fue lo que fragmento a Europa y mino este propio sector. Aumento la variedad y competitividad, lo que daría a los europeos una posición aventajada tecnológica, militar y política.

LA BAJA EDAD MEDIA: EUROPA TRANSALPINA (1340-1500)

LA PESTE NEGRA 1348-1350

Población

Los hombres del Medioevo conocían muy bien la tuberculosos, lepra, paludismo y los trastornos que se agrupan bajo el nombre de fiebre, pero ahora se trataba de una peste bubónica, que se extendió hacia occidente desde el Asia oriental a trabes de rutas comerciales del imperio mongól y que llego a Italia en los barcos genoveses que venían por el mar Negro. La epidemia se extendió desde Italia a la mayor parte de Europa y era una enfermedad que portaban los roedores trasmitida a través de las pulgas, por lo que tenia mas posibilidad de infectarse las zonas urbanas con gran densidad de población. El índice de mortalidad era muy elevado. La mortandad total causada fue la mitad o mas de la población europea.

Los efectos psicológicos fueron demoledores. El mas inmediato fue le miedo, con este llegó la histeria, lo que algunos abandonaron el sexo y la bebida, habían aparecido hermandad de flagelantes. Se inicio la búsqueda de la victima propiciatoria, en donde los judíos, fueron los primeros en sufrir las consecuencias. Los mas ricos podían retirarse al campo y escapar a la tormenta. Al estructura y las instituciones básicas de la sociedad europea sobrevivieron. La peste negra volvió a aparecer en 1360, afectando a los niños y de nuevo en el 1371. a partir de ese momento, los rebrotes de epidemia se fueron haciendo mas largos y la mortandad disminuyo gradualmente. Fueron estos continuos rebrotes los que impidieron una rápida recuperación de la población. Hacia 1300 ya se había alcanzado los limites de la producción de alimentos, dado el nivel en que se encontraban las técnicas agrícolas y las dificultades de transporte.

LA AGRICULTURA: EL FIN DE LA SERVIDUMBRE

Durante toda la Edad Media, la tierra había sido la principal fuente de riqueza, pero en el siglo XIII se había vuelto escasa y cara, lo que significo un aumento de las rentas como de los precios agrícolas, aunque la mano de obra se volvió abundante y barata. Pero después de la peste negra la relación se invirtió. La demanda de alimentos y los precios cayeron, y la mano de obra se volvió escasa. Dicha situación tuvo consecuencias, subieron los salarios y descendieron los precios agrícolas (fijar el precio máximo).

Los propietarios de la tierra tuvieron que adaptarse a las nuevas circunstancias, en donde, intentaron reimplantar servicios en trabajos mas severos que nunca sobre sus tenentes. Estos simplemente huían de aquellos dominios donde las condiciones eran mas atractivas. Cada vez con mayor frecuencia, los señores se vieron obligados a dar sus tierras en arrendamiento. El viejo señoría feudal se transformo ahora de manera sustancial. Se convirtieron en rentistas, los servicios de trabajo desaparecieron y con ellos la condición de villano o siervo. Los campesinos ocuparon tierras hereditarias. Fue una evolución desigual, en donde se hizo frecuente la demanda de la abolición de la servidumbre.

Los campesinos y el Estado

Los campesinos no pudieron aprovechar todas las ventajas del cambio en las condiciones del mercado, que continuaba deprimido, porque las ciudades se volvieron mas pobres. A menudo, no era posible repoblar las tenencias, o bien los propietarios convertían las tierras que antes había sido de cultivo en pastos. Desaparecieron cientos de pueblos. Los campesinos tuvieron que compartir sus ganancias con le Estado, ya que los príncipes empezaron a compensar estas perdidas mediante la sistemática exacción de impuestos, con la recaudación de aranceles de importación y exportación, o bien de impuestos directos.

Lo que molestaba en especial a las autoridades era el tono religioso de esta propaganda. La obediencia era el centro de toda moralidad y la rebelión era el resultado del mas terrible de los siete pecados capitales, la soberbia. Hombres y mujeres necesitaban encontrar una justificación religiosa a sus actos. Pero la Iglesia no podía proporcionar tal justificación. Entonces recayó, en las herejías declaradas o en movimientos marginales a veces dentro y a veces fuera de la Iglesia. Las autoridades establecida tenían pocas dificultades en sofocarlos.

La transformación del feudalismo

Si la peste negra trajo la disolución entre el señor y el siervo, también lo fue entre el feudal y vasallo. Las antiguas relaciones personales basadas en la tierra y el servicio dieron paso a unas relaciones basadas en el dinero y el contrato. Desde el comienzo del feudalismo, las mujeres y los niños, habían pagado dinero en lugar del servicio militar, es que los señores creyeron cada vez mas conveniente el generalizar estos pagos, gracias a que con ellos podían contratar soldados o retener a los caballeros. Esta relación fue llamada “feudalismo bastardo”, una declinación del feudalismo clásico, donde la clase dominante tenia un gran poder y mucha corrupción. En el nuevo sistema, la relación patrono y cliente, fue el patronazgo que hizo funcionar los engranajes de esta sociedad. Esta sociedad basada en la posición y los privilegios, los hombres la iban a usar en su propio beneficio. Daban por sentado que la corrupción publica era mejor frenada por un gobernante fuerte.

Nuevos conceptos sobre la naturaleza de la propiedad

El feudalismo clásico, la propiedad, eran consideradas bajo dos aspectos. Por una parte, daba derechos al propietario, pero por otra le imponía obligaciones: a los nobles, la obligación de fidelidad y servicio militar, y a los campesinos le servicio laboral y militar, también. La propiedad empezó a ser considerada un derecho absoluto, sobre el que no recaía ninguna obligación. La cabeza del Estado hubo de reclamar mayores poderes y prerrogativas sobre sus súbditos. Estos querían negar al príncipe tales derechos, por ello empezaran a aparecer teorías sobre el poder absoluto de los príncipes. El concepto de propiedad, en el siglo XVII, es considerado un derecho absoluto, donde es la base de todas las teorías políticas.

LAS CIUDADES Y EL COMERCIO

La caída de la población afecto la vida agraria, como también a la manufactura industrial y al comercio. El volumen total de la producción cayo. Con el descenso o estancamiento de los volúmenes de comercio, los mercaderes y manufactureros tendieron a adoptar actitudes mas defensivas. Formaron compañías, creadas para reducir la competencia y excluir a los extranjeros, persuadieron a los gobiernos a que les garantizaran sus privilegios. Los gobiernos a cambio obtendrían prestamos de las compañías mercantiles. Las motivaciones comerciales empezaron a jugar un papel importante en las relaciones internacionales de las monarquías europeas. El maestro contaba con los gremios de artesanos, cuya entrada estaba restringida, para si prevenir la competencia mediante la regulación de precios y la calidad de los bienes producidos. Algunos manufactureros empezaron a trasladarse al campo. El resultado fue el aumento de la tensión social. Así en el 1358, una gran revuelta de hombres corrientes a los que se unieron los ciudadanos de Paris contra los indeseables, incendiarios y criminales soldados de los reyes de Francia e Inglaterra.

Transformaciones económicas

El final del siglo XIV y el siglo XV no fue un periodo en el que se produjera una caída continua de la manufactura y el comercio. Aparecieron nuevas manufacturas, como la seda, la piel, el metal y el vidrio, que compensaron la caída de las viejas industrias. También el lino, que fue un alternativa a la lana. La vitalidad continuada del comercio de ultramar se nos muestra en el desarrollo de la industria naviera. La navegación también aumento por Europa incluso durante el siglo de recensión económica. Las razones del crecimiento de la industria manufacturera de la lana iglesia se debían a los impuestos reales sobre la exportación de la lana. Todo esto permitió a los mercaderes ingleses ir muy lejos a vender sus tejidos, entraron en competencia y en guerra con sus rivales comerciales.

Los cien o ciento cincuenta años siguientes a la peste negra fueron un periodo de rescisión absoluta de la vida económica europea, pero no de estancamiento. Los inventos tecnológicos y las mejoras continuaron realizándose, como por ejemplo, la pólvora. En la industria minera había complejos mecanismos para poder bombear el agua de los pozos mineros. Hacia 1400 se empezó a fundir el hierro. Se introdujo el papel, el que proporcionaría su mayor repercusión con la imprenta. En el siglo XVI se logro la normalización de los textos. Los lectores de los libros autorizados podían sentirse seguros por primera vez de que leían lo que el autor había escrito verdaderamente.

Tal vez el efecto mas destacado del abaratamiento y velocidad de las comunicaciones fue la aparición, de una cantidad de literatura panfletaria sobre temas religiosos y políticos dirigida al “hombre de la calle” se instalaron imprentas con gran rapidez en las grandes ciudades europeas, se trataban de empresas pequeñas. Sus características fueron la aplicación de nueva tecnología, la concentración de mano obra bajo un mismo techo y la ambición emprendedora. Hay una mejora en la organización y métodos comerciales. Pero casi siempre tuvieron mas éxito los que contaron con le apoyo del Estado.

LOS REINOS EUROPEOS

El desarrollo económico y social de los siglos XIV y XV había llevado al empobrecimiento de la nobleza y al enriquecimiento de las monarquías, al aumentar las posibilidades fiscales. En la educación de los príncipes y nobles, se conservo el fuerte carácter militar, por ello, había una predisposición para la guerra. Los príncipes que deseaban extender su reino, ahora podían extraer riqueza del territorio que gobernaban traspasando los limites de sus posesiones.

Orígenes y desarrollo de las instituciones representativas

Desde los inicios de la Edad Media, los reyes tuvieron que confiar en el consejo y ayuda de sus seguidores y vasallos mas importantes. Preferían asambleas mas restringidas, y los vasallos llegaron a considerar la posibilidad de dar consejo como una actividad útil para apoyar sus propios intereses y empezaron a transformar una obligación de vasallaje en un derecho político. En las relaciones entre gobernantes y asambleas, los gobernantes deseaban el máximo apoyo por parte de sus vasallos, estos podían aprobar o no la política de los gobernadores, ellos querían salvaguardar sus propios derechos, privilegios y propiedades. No obstante, las asambleas de los poderosos no eran instituciones representativas. La idea de representación provenía del derecho romano, la representación de un hombre en la corte.

El siguiente paso lógico fue extender la idea de representación a las instituciones seculares. “Lo que concierne a todos debe ser aprobados por todos”, proporciono una base racional, incorporando la noción de comunidad de intereses en un país. Empezaron a verse instituciones representativas en los siglos XII y XIV. Un elemento fundamental para este proceso fue un cierto sentimiento de comunidad dentro de una estructura política, así como también un sentimiento de identidad con las distintas unidades que estaban representadas. Las instituciones representativas satisfacían dos necesidades: fortalecer el sentimiento de comunidad y regular las relaciones entre el gobernante y sus súbditos.

Mientras que el rey de Francia podía exigir impuestos a sus súbditos a voluntad, el rey de Inglaterra no podía hacerlo sin el consentimiento de los parlamentarios. En consecuencia, los franceses estaban sobrecargados de impuestos y eran pobres. Francia tuvo que confiar su defensa a escoceses, españoles y germanos. A la larga, la historia de esta relación seria la de lucha por el poder.

Francia y la guerra de los Cien años

Para los reyes de Francia les resultaba atractiva la oportunidad de guerrear con el aliciente de la adquisición de territorios y el pillaje. No pudieron aceptar que los ingleses tuvieran gran parte del territorio. La guerra abierta estallo en 1337 e iba a durar hasta 1453. Eduardo III de Inglaterra reclamo la corona francesa en herencia por línea materna. Los ingleses nunca fueron fuertes como para conquistar toda Francia.

Las causas del considerable éxito parcial de los ingleses y de la inusual duración de la guerra se encuentran en la división de la sociedad política francesa. En la practica los príncipes intentaron evitar la intervención real tanto como pudieron. Hasta algunos llegaban a aliarse con los ingleses. El joven y bravo Enrique V logro la contundente victoria de Azincourt (1415), conquistando el norte de Loria y siendo reconocido como el heredero del rey de Francia. La nobleza francesa empezó a unirse en torno al hijo de Carlos VI. En 1435, el duque de Borgoña firmo la paz con Carlos VII y fue solo una cuestión de tiempo el que los superiores recursos de la corona francesa y las derrotas cada vez mas frecuentes de los vasallos franceses del monarca ingles y sus aliados hicieran insostenible la posición inglesa. Cuando se firmo la paz en 1453 solo Caláis quedo en manos inglesas.

Francia y los Países Bajos

A pesar de la victoria francesa, la supervivencia del reino no estaba asegurada. Los príncipes reales mas importantes, los Valois, habían erigido un poderoso baluarte en los Países Bajos. Carlos el Temerario, intento conseguir la corona real levantando un puente entre los Países Bajos y Borgoña, los piqueros suizos lo derrotaron en tres batallas. Luego Luis IX quizó recuperar Borgoña pero fracaso. Por ende, Maximiliano de Hasburgo apoyo a los Países Bajos que quedaron fuera de la orbita francesa.

Las consecuencias de la guerra de los cien años

La nobleza de Europa marchaba a la guerra en busca de gloria, posición y pillaje. Pero los piqueros suizos, flamencos y escoceses habían demostrado que podían derrotarlos. Estos últimos necesitaba ser pagada en metálico, por lo que Eduardo III consiguió fondos para el ejercito mediante la exacción de impuestos sobre el comercio de la lana. El Parlamento se convirtió en una institución regular, por la cual el ley legislaba y obtenía dinero. Tras perder con Francia, el gobierno central ingles se hundiría, los barones locales formaron agrupaciones poco estables. Solo a partir de entonces, el Parlamento volvería a intervenir en la política inglesa, al haber reyes de carácter resuelto. En Francia a los reyes les resultaban fácil gravar con el consentimiento de los que ejercían la autoridad local, para ello utilizaban las distintas asambleas de Estado. Francia tenia un sentimiento de comunidad mucho mas fuerte en sus provincias. La diferencia principal entre el rey de Francia y el de Inglaterra: es que el primero podía legislar y gravar con impuestos sino a voluntad, al menos con considerable libertad, el segundo no.

LA CULTURA URBANA MEDIEVAL:

EUROPA CENTRAL, ITALIA Y EL RENACIMIENTO (1300-1500)

LAS CIUDADES DE LA BAJA EDAD MEDIA

La sociedad europea era agraria, en las ciudades no vivía mas que un 10% de la población. Las ciudades habían sido fundadas como enclaves militares, refugio bajo las murallas de un castillo y como centros comerciales. La construcción dio trabajo a cientos de carpinteros, albañiles y canteros. Las escuelas y universidades sustituyeron a los monasterios. Era un imán para hombres con ambiciones y para aquellos que no podían ganarse la vida en el campo. Los jóvenes seguían la prosaica carrera militar. La mayoría de inmigrantes eran pobres que procedían de zonas en la que el crecimiento de la población había acabado con la tierra disponible, y se trasladaban a la ciudad en busca de oportunidades. En la primera generación, pocos veían realizarse sus ambiciones. En Paris y Londres, existían los barrios pobres con un higiene primitivo y abastecimientos de agua insuficientes. En Italia existían un considerable numero de empleados domésticos, que se unían a los frecuentes disturbios locales.

Los ciudadanos habían desarrollado un cuerpo de ley separado y un concepto de ciudadanía que se diferenciaba de las distintas relaciones feudales entre señor y vasallo o siervo. Los ciudadanos debieron luchar para obtener su autonomía, y poder hacer y administrar sus propias leyes.

La política de las ciudades-estados

Se extendían, hacia el 1300, desde Italia, pasando por Alemania hasta las costas del mar Norte y Báltico. Italia luchaba para detener a Federico II, y aseguraba la victoria del papado. En el imperio germánico fue la victoria de los príncipes sobre el emperador lo que dio a las ciudades la oportunidad de obtener su independencia. La monarquía era débil para recuperar la autoridad sobre las grandes ciudades.

Italia: un imperialismo urbano

A principios del siglo XIII, había unas 200 comunas independientes. Las ciudades deseaban controlar la zona agraria y asegurarse el establecimiento de víveres y mano de obra. Debía evitar que sus rivales mas poderosos aumentaran su fuerza, y la única forma de evitarlo era haciéndolo uno mismo. El resultado eran guerras por la expansión territorial o alianzas que se firmaban bajo la amenaza de agresión. A mediados del siglo XVI, los estados italianos habían llegado a un cierto equilibrio por el acuerdo de los cinco grandes: Nápoles, el papa, Milán, Venecia y Florencia, dando cierta seguridad a las ciudades-estados.

La diplomacia

Las relaciones de poder y políticas de los estado italianos del siglo XV eran complejas y era necesario obtener información precisa y rápida de los estados vecinos, así empezaron a acreditar embajadores en las cortes vecinas, grandes bancos establecían sus “sucursales” en ciudades extranjeras para obtener un flujo de información. Al principio los gobiernos eran reacios a admitir tan cerca del centro de su poder a un extranjero, sospechaban que era un espía e intrigante. La diplomacia resulto muy útil. Se establecieron así, embajadas en las capitales mas importantes.

Los conflictos internos

Dentro de las ciudades, el poder estaba en manos de un grupo de propietarios que se consideraban aristócratas (comerciantes y nobleza). No había separación entre ricos terratenientes y comerciantes. La tierra era mas segura que los barcos y proporcionaba un mayor rango social e ingresos regulares. Al patriarcado se oponía el partido popular, formado por propietarios con considerable fortuna pero no pertenecían a familias privilegiadas. Las ciudades, al tener disputas tan duras, aceptaron el gobierno de un déspota. Eran los dirigentes de estas fracciones los que buscaban reforzar su posición obteniendo el reconocimiento y titulo de príncipes o el papa.

Florencia: la libertad republicana y los Médicis

No todo el mundo estaba conforme con la perdida de su libertad política, ya que las ventajas de una sumisión fácil eran considerables. Los intelectuales florentinos, formularon una teoría en defensa de la libertad cívica, y postularon la necesidad de que el mundo académico tomara parte activa en la vida ciudadana en defensa de la libertad política. Esto significa la valoración de Roma republicana. Florencia consiguió liberarse de la amenaza de Milán, pero solo para ver comprometida su libertad interna. Desde 1434, fue la casa de los Médicis, quienes durante un periodo de 70 años consolidaron su poder político hasta que se diferenciaron poco de otros despostas italianos.

La intervención de los grandes poderes en Italia y el fin de la Republica florentina

En el siglo XV, los estados italianos habían jugado con la idea de acabar con el equilibrio de fuerzas invitando a intervenir a uno de los grandes poderes ajeno a Italia. A pesar de su desagrado por los “bárbaros” extranjeros, los divididos estaos italianos estaban política y psicológicamente incapacitados para unirse contra ellos. Los estado italianos pierden el control de su propio destino. Los Médicis cometieron el error de oponerse a Carlos VIII y después humillarse ante él, lo que ocasiono que los desterraran. Los republicanos confiaron en los franceses y los Médicis en los enemigos de Francia. Florencia aceptó la dominación política y moral de un predicador, el fraile Savonarola, el cual el papa, acabo por derrocarlo y conducirlo a la hoguera. Durante década y media maniobró con dificultades entre grandes poderes, y se vio paralizada por la ruina financiera.

Maquiavelo y el pensamiento político italiano

Florencia, epicentro del renacimiento, proporcionó también el análisis intelectual mas brillante de su historia política, en los que los intelectuales florentinos discutieron los problemas de su ciudad y las causas de la caída de la Republica. Nicolás Maquiavelo, con su libro :El Príncipe”, analizaba las condiciones y la línea de acción que harían triunfar a un príncipe en la adquisición y mantenimiento de un Estado, para lo que se necesitaba una falta de sentimientos e incluso un realismo amoral. El abuso de confianza, engaño y crueldad, iban en contra de las virtudes cristianas, a las que todos los príncipes debían aspirara. Revelo los secretos de la practica política, declaro que así se debía actuar si quería tener éxito.

Maquiavelo era republicano. Los tradistas italianos desarrollaron la teoría de la razón de Estado, preceptos de Maquiavelo tamizados y unidos con firmeza al bien del Estado. De la caída de la última Republica florentina, en las causas de este hecho, se culpaba a la despiadada lucha social y de partidos. Los duques de Médicis, realizaban cada vez mas una política absolutista e hizo desaparecer la inspiración y desafió del pensamiento político critico que la libertad republicana había promovido.

Las ciudades germanas

La victoria de los príncipes sobre los emperadores, les brindo su autonomía y la extensión de su territorio. Las ciudades permanecieron a la defensiva contra sus príncipes vecinos, eran fuentes útiles de dinero. Se realizó la alianza imperio-ciudad dirigida contra los príncipes con el propósito de reestablecer la monarquía. Las ligas suava y renana fueron derrotadas y disueltas, así las ciudades mantuvieron una virtual independencia.

La Liga Hanseática

En el norte de Germania, donde las ciudades tuvieron mayores éxitos políticos, fue ahí donde esta liga se defendió con éxito de los ataques de los príncipes locales germanos. Esta controlaba las exportaciones de grano, madera y pieles, el comercio de la sal, tejidos y especias, dominaban y explotaban la vida económica de Noruega y Suecia. Los príncipes germanos intentaron incorporar a sus territorios las ciudades libres cercanas. Las luchas civiles en las ciudades germanas tuvieron un tinte religioso.

La confederación Helvética

Solo en los valles alpinos, las instituciones republicanas medievales han sobrevivido. En 1291, los cantones rurales: Schwyz, Uri y Unterwalden habían formado una liga para el cumplimiento de la ley y como mutua defensa contra los condes de Hasburgos. Los cantones formaron alianzas con Zurich y Berna, se hizo un sistema de confederación con múltiples vínculos, en el que tardo en desarrollarse un sentimiento de comunidad. Como las fronteras de la confederación siempre fueron flexibles, su gran fuerza residió en su situación estratégica, además proporcionaba a los suizos: ejercito nativo reclutado entre los piqueros de los pueblos de la montaña. Este ejercito rechazo el intento de los Hasburgos por someterlos, aplastaron a los ejércitos feudales del duque de Borgoña y derrotaron al emperador Maximiliano I.

Las ciudades de la Europa occidental y oriental

No llegaron a conquistar una independencia completa, pero consiguieron una autonomía administrativa. En el siglo XV, los príncipes empezaron a atacar la autonomía con mayor rapidez en Europa oriental. Los duques de Borgoña, tuvieron graves problemas con Flandes, la provincia mas rica y poblada (Gante, Brujas e Ypres). Ya que estas ciudades en los siglos XII y XIII habían perdido su población y la recepción económica de los siglos venideros. Gante y Brujas, habían conseguido un alto grado de autogobierno y controlaban las asambleas de los Estados flamencos. Las tradiciones revolucionarias sobrevivieron y reaparecían con enfrentamientos entre las ciudades y los duques, que solo de manera gradual consiguieron aumentar su control sobre las ciudades.

EL RENACIMIENTO: LA VIDA INTELECTUAL

Las fuerzas que mas perduraron desde la caída del imperio romano fueron el recuerdo de la perdida del mundo clásico y la necesidad de recuperar parte de su esplendor. Por ese motivo los “renacimientos”. En el renacimiento italiano se añadió un nuevo concepto a esta valoración del mundo clásico, el de la historia y desarrollo histórico. En Roma, la luz ya había empezado a brillar con Dante, que había vuelto la poseía muerta a la vida, era una vuelta consciente a los preceptos y valores clásicos.

Burckhardt y los orígenes del Renacimiento

Para Burckhardt, el renacimiento era el descubrimiento por parte del hombre de lo que lo rodeaba y de si mismo como individuo, era una “obra de arte”. El Renacimiento se desarrollo sin una ruptura brusca a partir de la civilización urbana italiana de la baja Edad Media. Las ciudades italianas eran comerciales, republicanas y seculares. Las cortes principescas también conservaban gran parte de la urbanidad de las ciudades republicanas. Los déspotas imitaban a otros ciudadanos ricos para mostrar su grandeza. Se invirtió en la construcción de edificios. Y tuvo un gran impacto el genio en le pensamiento y el arte.

Los humanistas

Enseñaban humanidades y literatura clásica. Poseían métodos superiores en lingüística y critica literaria. Permitió publicar obras de los clásicos desconocidas hasta el momento. La invención de la imprenta y su rápida difusión por toda Italia animo mucho a esta actividad. Hay una recuperación de la literatura griega, se abrió con esto todo un nuevo sistema de pensamiento. Crearon un nuevo sistema educativo, mas que nada en la enseñanza sobre el niño (personalidad y confianza). Hay un surgimiento de la Antigüedad y descubrimiento del individuo.

Al poseer un mayor conocimiento de los antiguos, se hacia evidente que también existían frecuentes contradicciones (filósofos y teólogos), había una solución que era resolverlo por uno mismo. El resultado supuso un estimulo importante para el trabajo científico original. Los humanistas atacaban a los filósofos de las universidades, por la rigidez de sus métodos y la aridez de sus discusiones filosóficas.

La literatura

La literatura italiana en lengua vernácula se desarrollo con posterioridad a la francesa y alemana, a fines del XIII y XIV, vinculada a la literatura latina, llegando a menudo a imitarla. Dante con “La divina comedia”, desarrolló un poema épico cristiano; Petrarca una poesía lírica y del soneto; y Bocaccio una prosa picante del “Decameron”. La impresión causada por ellos, convirtió el dialecto toscano en el que escribieron en la lengua literaria por excelencia de toda Italia. Desarrollaron la característica mezcla del Renacimiento entre la épica y la novela de caballerías.

Arte y arquitectura

Giotto fue el primer artista que intento hacer una representación fiel de la naturaleza, del mundo que rodeaba al hombre. En Italia, tuvo una tremenda importancia el taller del maestro como un lugar de preparación para chicos y jóvenes con talento. Con Massaccio se llego a adquirir el dominio total de las técnicas, la imitación perfecta de naturaleza. En arquitectura se intento una recuperación consciente de la Antigüedad. En escultura, se equilibraron, la imitación de la naturaleza y la Antigüedad. Con Alberti se tuvo el principio de armonía del universo que se reflejaba en las proporciones de la figura humana. Los artitas renacentistas se vieron a si mismos como imitadores de la naturaleza, creadores de un mundo visual, de un espacio tridimensional. Los objetos se muestran como son vistos.

La condición del artista renacentista

En el pensamiento pitagórico, la naturaleza puede reducirse a esencia matemática. El artista, matemático y filosófico se encintraban en el mismo nivel privilegiado. Los grandes artistas eran pensadores y creadores (Durero, autorretratos de Cristo, Leonardo con el Dios Padre, Miguel Ángel con su Moisés). Los artistas de menor éxito tendían a ser bohemios.

La cultura urbana y cortesana en la corte

Los preceptos e ideales del renacimiento italiano penetraron con lentitud mas allá de los Alpes, por las nuevas sensibilidades culturales derivadas del trastorno emocional y religioso de la Reforma y Contrarreforma. En al Europa septentrional la influencia fue evidente y provechosa, cuya forma debe mucho a Bocaccio y a los modelos franceses.

La corte de Borgoña

El carácter aristocrático era aun mas evidente en esta corte (gobernantes de los Piases Bajos), donde la caballería, los torneos, competiciones literarias y musicales se convirtieron en un estilo de vida deliberado que fue imitado por las cortes europeas hasta bien entrando el siglo XVI. Cumplían una función importante en una sociedad que suponían la única alternativa a la guerra aceptable. Además tuvieron una influencia en la nobleza por el importante papel asignado a las damas en estos festejos y por el paso de poesía y música. Estas fiestas eran caras y suponían un derroche. Las ciudades las pagaban con sus impuestos.

La pintura

Surgió una corriente realista de la cultura borgoñesa que adelanto a los italianos en la practica del retrato. En ella econtramos aspectos de descubrimiento del mundo y del individuo. No se imitan los modelos clásicos, porque el arte gótico de los siglos XIV y XV no podían olvidarse con facilidad. Artista italianos y flamencos se influyeron mutuamente. El realismo del arte flamenco era un realismo del detalle, y permaneció dentro del estilo gótico tardío de la mayor parte del resto de Europa.

LA MUSICA DE LA EDAD MEDIA AL RENACIMIENTO

La música y la danza son tan antiguas como la propia humanidad y tan fundamentales como el habla. La mayoría de la religiones han utilizado con bastante naturalidad la música y danza en sus rituales (popular y diversión). Según la teoría de Pitágoras, la armonía musical era la mismo naturaleza que la del universo. La creencia en poderes psíquicos de la música, en la existencia de música moral o inmoral y en la relación matemática de la música con la estructura del universo continuaron dominando las actitudes hacia la música hasta el movimiento romántico del siglo XIX.

La música de la Iglesia primitiva

El problema mas inmediato era la distinción entre música moral e inmoral. La música con su poder sobre la mente podía ser peligrosa. Se concentraron con hacer desaparecer los instrumentos musicales de los servicios eclesiásticos, puesto que recordaban demasiado las practicas paganas. Tras la caída del imperio romano del occidente, los mayores progresos musicales se dieron en las iglesias, como el desarrollo del canto gregoriano.

Los trovadores

El aumento de la riqueza y la sofisticación de la sociedad hizo que se produjera un resurgimiento de la música seglar definida. Su centro fue la corte del sur de Francia y sus agentes, los trovadores que eran poetas-compositores, que cantaban a solas o en pequeños grupos y siempre con acompañamiento musical. Todos representaban el aspecto musical del culto a la caballería, a la vez que reestablecieron la música laica. Un serio competidor de la música eclesiástica. Mas alarmante era la influencia de la música popular, donde los campesinos no dejaron de bailar nunca, y la Iglesia siempre las vio con desagrado.

La música en la baja edad media

Los rebrotes del puritanismo religioso eran limitados y de poca duración. Los músicos de la Iglesia casi nunca eran teólogos. Tanto la música popular, cortesana y la de la Iglesia se influyeron cada vez mas en beneficio d el apropia música. Los dos avances mas importantes de la música fueron la polifonía y la notación musical. La polifonía es el sonido de dos o mas líneas melódicas al mismo tiempo (ritmos variados). En los siglos IX, y X, italianos y franceses, comenzaron a introducir símbolos para los valores de las notas, armaduras para el tiempo y el uso de líneas paralelas y claves para fijar el tono exacto.

La música en el renacimiento

Hacia el siglo XV había gran riqueza y variedad. Las ciudades mas importantes tenían sus propios músicos o bandas musicales. Inglaterra, Francia y los Países Bajos, eran los centros de las escuelas de música. Perfeccionaron la tradición polifónica medieval, compartidas a las armonías clásicas, con un manejo virtuoso de las complejidades matemáticas.

DE LA EUROPA MEDIEVAL A LA EUROPA MODERNA

PRIODIZACION

Los humanistas

El mundo antiguo terminó con las invasiones bárbaras. El fin de la edad Media, en cambio, no estuvo marcado por ningún acontecimiento o serie de acontecimientos tan dramáticos.

Visiones modernas

La visión de una Edad Media oscura y bárbara siguió predominando durando mucho tiempo. Los historiadores de la estructura social sostienen que el período que va del s.XIV al s.XVIII es una unidad de sociedad posfeudal y prerrevolucionaria. Los historiadores de las ideas han defendido que la revolución científica del s.XVII marca el principio de la historia moderna, ya q inició una forma de pensar.

LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE EUROPA EN 1500

La historia económica de Europa en la Edad Media muestra ritmos distintos de expansión y contracción. La población aumentó, se roturaron nuevas tierras, se fundaron villas y ciudades, y la riqueza de la sociedad europea, así como el nivel de vida crecieron incesantemente.

Desde principios del s.XIV, sin embargo, ese movimiento se invirtió: durante la peste negra, la gran plaga q asoló Europa desde 1348 a 1350, el continente perdió como mínimo un cuarto de la población. A partir del 1500, comenzó un nuevo período de expansión. La población volvió a crecer. Los campos abandonados volvieron a rotularse. El comercio en expansión enriqueció a los mercaderes, los propietarios de barcos y banqueros.

Profesionalismo y división del trabajo

Entre el año 1000 y 1300 la sociedad se había profesionalizado gradualmente y por consiguiente se había hecho más eficiente. El rendimiento agrario mejoró sustantivamente con la implementación de nuevos métodos q iban perfeccionándose lentamente. La mejora en los carros, la construcción de naves mayores y más rápidas abarataron los costes del transporte y ampliaron los mercados.

Internacionalismo y regionalismo

En todos los pueblos grandes y pequeñas ciudades se encontraban herreros, carreteros, carpinteros y albañiles profesionales, pero si se buscaba mayor internacionalización, había q ir más lejos. Los eruditos q enseñaban en las universidades, los marineros q sabían navegar a pesar de las mareas por las costas barridas por las tormentas, y los solados e ingenieros q conocían la forma de atacar o defender castillos y ciudades amuralladas, crearon y organizaron la riqueza creciente de las ciudades.

Esta población de profesionales contribuyó tanto al crecimiento de la riqueza en Europa, q gradualmente las partes de los continentes fueron contando con servicios especializados sin tener q salir de sus regiones. Así, las ciudades fueron desarrollando sus propias tradiciones y estilos.

La disolución del feudalismo

Tales desarrollos estuvieron reforzados por cambios sociales q también estaban relacionados con la riqueza: la disolución de las relaciones feudales clásicas, las q existían entre el señor feudal y sus vasallos, y las q se establecían entre el terrateniente y los campesinos. En ambas esferas, la relación personal, basada en la tenencia de la tierra y el servicio, se sustituyó por una relación basada en el dinero y el contrato o en el patronazgo y la clientela. Estas relaciones eran más flexibles.

LA ESTRUCTURA POLÍTICA DE EUROPA

A partir de los s.XII y XII, la creciente prosperidad en Europa permitió a las monarquías consolidar sus dominios por medio de la captación de un número suficiente de hombres cualificados, y de la mejora en la organización de su gobierno y sus defensas militares. Dada la situación, la unificación de Europa parecía imposible.

LA UNIDAD DE LA IGLESIA

La historia de la iglesia cristiana fue radicalmente distinta de la de otros estados seculares en dos aspectos principales.

En primer lugar, la caída del imperio romano en Occidente dejó al papado virtualmente independiente del emperador, dado q este residía en Constantinopla y los papas permanecieron en Roma. El proceso q siguió en Occidente llevó de forma bastante lógica a los grandes conflictos entre el resucitado imperio romano de occidente y el papado o, de forma más general, entre la Iglesia y el Estado. Dichos conflictos tuvieron una profunda influencia en el curso de la historia europea. Obligaron a ambas partes a justificar sus pretensiones a la superioridad sobre el otro, y a hacerlo de un modo racional en vez de recurrir a las tradiciones inmemoriales.

El segundo aspecto provenía del hecho de que la Iglesia encajaba perfectamente con el modelo internacional de la elite, q jugó un papel tan importante en el desarrollo de la civilización europea. La Iglesia gozaba de la ventaja de haber desempeñado tradicionalmente sus funciones y escrito sus ideas, reglas y leyes en latín. Pudo, debido a q no fue atacada por los bárbaros, mantener viva una rudimentaria organización internacional.

Una sensibilidad religiosa en transformación

Dicha supervivencia se hacía todavía más dudosa al encontrar la Iglesia dificultades para adaptarse a una sensibilidad religiosa en transformación. Esas transformaciones eran también el resultado de la creciente prosperidad en Europa. En una esfera más terrenal, ese cambio de sensibilidad se fundió con un sentimiento antiguo pero creciente: el anticlericalismo. Los distantes prelados en sus palacios se estaban convirtiendo en objeto de envidia y de desaprobación por parte de un laicado moralmente indignado. Hacia 1500 mucha gente se dio cuenta de q la Iglesia se hallaba en un estado de crisis profunda.

UNA PERFECCIÓN CULTURAL EN TRANSFORMACION

Los efectos de la invención de la imprenta

Cabe preguntarse si los cambios en la percepción que hemos analizado hubieran sido tan fructíferos sin la invención de la imprenta a mediados del s xv. En los siguientes cien años, esta invención significó nada menos q una revolución en la información. Por primera vez, la comunicación del saber y las ideas podía llegar más allá de una minúscula minoría.

Aunque siguieron existiendo muchos problemas entre las monarquías y sus altas noblezas, el absolutismo de finales de s xvi y de los siglos xvii y xviii se desarrolló básicamente como resultado de una alianza entre las monarquías y la alta nobleza. El rey ya no estaba en la cima de una pirámide feudal, sino q se ajustaba más a la imagen de un monarca sentado. Todas las monarquías, por muy poderosas y absolutas q fueran, necesitaban de la cooperación de los q pudieran ejercer autoridad de forma independiente: la nobleza local, las corporaciones ciudadanas, los tribunales como los parlamentos franceses, los capítulos catedralicios o las asambleas de los estados provinciales.

Algunos reyes intentaron controlar personalmente el patronazgo. En la práctica, ningún rey, ni siquiera uno tan diligente como Felipe II, podía hacer frente a las montañas de peticiones de patronazgo q se acumulaban en su despacho, tuvo q dejarlo en manos de ministros y secretarios. Al mismo tiempo el patronazgo tenía un efecto dinámico en el desarrollo del Estado y del poder real. Cuanto mayores eran los recursos del rey, mayor era el patronazgo q podía ofrecer y mayores las facilidades para vincular a sus súbditos a su servicio.

La reorganización del gobierno central

La modernización de los órganos de la administración central fue relativamente fácil. Los Reyes Católicos de España iniciaron el camino de crear consejos reales, encargados de funciones especializadas en “asuntos de estado”, guerra, las Indias, los dominios españoles en Italia, las órdenes de caballería y otras. Los consejos se componían de abogados, administradores profesionales y miembros de la nobleza, las decisiones más importantes eran responsabilidad directa del rey.

El gobierno local y los funcionarios reales

No fue tarea fácil para el gobierno central controlar y disciplinar a los funcionarios, y fue virtualmente imposible llevar a cabo medidas que fueran en contra de los intereses de los funcionarios reales como grupo o en contra de los intereses de las capas sociales de las que esos funcionarios procedían. En Francia, los funcionarios reales actuaron a menudo como grupos de poder local, maniobrando y luchando contra otros grupos de poder local sin, de hecho, incrementar la autoridad real en las provincias.

Finanzas reales y parlamentos

Tanto el fortalecimiento como las limitaciones del poder real eran especialmente evidentes en el terreno de las finanzas. El poder militar y, consiguientemente, la posición de las monarquías en última instancia, dependían del dinero. Las fuentes tradicionales de ingresos reales ya no bastaban para hacer frente a los crecientes costes del gobierno, y, especialmente, de la guerra en un período de precios en ascenso. La estabilidad que habían creado las monarquías gracias a sus victorias en las guerras civiles del siglo xv era más aparente q real y no podía durar.

AGRESIÓN E IMPERIALISMO

Las guerras italianas

La nobleza europea se caracterizaba por su actividad militar. La transformación del feudalismo no había alterado ese hecho. Era natural q, en cuanto a las grandes monarquías hubieran depuesto orden en sus países, se precipitaban sobre Italia. Italia era el área económicamente más avanzada y más rica de Europa. Odiaban a los “bárbaros” -franceses, españoles, suizos, alemanes- que invadían su país.

Estado compuestos

No era esta una época de nacionalismo, y las monarquías europeas no representaban a estados nacionales, como todavía se pretende a menudo. Casi todas las monarquías eran compuestas étnica y políticamente. Los reyes y reinas de Inglaterra eran también príncipes alemanes y soberanos de irlanda. Los reyes de Dinamarca lo eran también de Noruega y Suecia. Sin embargo, el más complejo era el Sacro Imperio Romano Germánico; su núcleo era el reino de Alemania.

El Imperio de Carlos V

Carlos de Habsburgo heredó en 1516 de sus cuatro abuelos, los ducados austriacos, los Países Bajos, además de España, los dominios españoles en Italia, y el imperio español en América central y del Sur. En 1519 fue elegido emperador del Sacro Imperio. Él no tenía ninguna duda de q esa herencia enrome se debía a la divina providencia. No consiguió solucionar el problema de los protestantes alemanes y, en contra de su voluntad, tuvo q aceptar su hermano Fernando lo sucediera como emperador. Finalmente, tampoco logró derrotar ni a los turcos ni a los franceses.

EL OCASO DE LAS CIUDADES ESTADO

Italia

La independencia de las ciudades estado era cada vez más problemática. Los Médicis no hubieran podido imponer su gobierno sin la gigantesca ayuda de fuerzas exteriores. En el caso de Venecia, no hay duda de q su decadencia en tanto q gran centro de poder se debió casi enteramente a los ataques externos.

Alemania

Solamente Lübeck y sus aliados satélites de la Liga Hanseática jugaron un papel de gran potencia comparable al de Venecia en el Mediterráneo. En la pugna histórica entre las ciudades república y los principados territoriales, las c.e. perdieron porque, a largo plazo, la evolución de Europa les era demasiado desfavorable.

Las ciudades q triunfaron

Hubo en cambio ciudades q prosperaron precisamente gracias a su conexión con esos estados. Las ciudades pudieron prosperar en tanto que capitales, ya que, debido a la creciente complejidad de la administración del gobierno, los príncipes tendieron cada vez más a instalarse en una ciudad. Tales son los casos de Madrid, capital de la monarquía española, y Roma, residencia de los papas.

EL DERRUMBAMIENTO DE LA BASE PARA UNA IGLESIA UNIFICADA

Las nuevas monarquías buscaban aumentar su poder en tres direcciones: en la administración interior y las finanzas, en la expansión exterior y en las relaciones Iglesia-Estado. Al enriquecerse la sociedad europea y extenderse el uso de técnicas más avanzadas, la base funcional de la Iglesia y de la posición especial del papado también desaparecieron.

Los soberanos europeos iban creyendo conveniente, uno tras otro, renunciar a la lealtad de Roma con el fin de reformar o establecer un control completo sobre la Iglesia de su país y para confiscar gran parte de sus propiedades.

Transformaciones en la sensibilidad religiosa

La desintegración, probablemente inevitable, de la unidad de la iglesia medieval era, sin embargo, sólo una parte de la Reforma. Efectivamente, la reforma supuso un cambio profundo en la sensibilidad religiosa, un cambio q no ha afectado solamente a las creencias religiosas, sino a toda la vida intelectual, artística, e incluso económica y social de casi la mitad de Europa y de la mayor parte de América del norte.

La iglesia católica no había logrado satisfacer los anhelos religiosos de mucha gente del pueblo. Ello se debía en parte a la corrupción y al desprestigio en el q se había caído el papado durante el gran cisma. Erasmo (1446-1536) pedía una reforma de la Iglesia y de la moral y piedad individuales. En el otro extremo des espectro cultural, la gente de la calle, se inclinaba cada vez más por los predicadores y profetas q expresaban a gritos la necesidad de llevar a cabo penitencias y peregrinajes.

Martín Lutero

Aunque muchos presentían q las cosas iban a cambiar, nadie suponía el modo en q se produciría la ruptura, ni siquiera el hombre q fue su principal responsable. Martín Lutero, un monje agustino y profesor destacado, atacó la práctica de la venta de indulgencias. Las indulgencias habían sido remisiones de penas eclesiásticas, impuestas por pecados religiosos, gracias al “poder de las llaves” de la Iglesia, q se debía comprar con una suma de dinero.

En las controversias teológicas q siguieron, los términos del conflicto tomaron rápidamente mayor amplitud. Las implicaciones de Lutero equivalían a afirmar, nada menos, que la salvación se conseguía solamente con la fe del cristiano, y no con buenas obras, y eso significaba a su vez q la posición de la Iglesia y el papado como mediadores necesarios entre los individuos y Dios ya no tenía ningún sentido. Este movimiento se expandió por toda Alemania, por primera vez en la historia, la imprenta jugó un papel vital en la creación de una opinión de masas. Lutero desafió al Papa, q lo había declarado hereje junto a los demás reformadores, y se negó de retractarse de sus opiniones.

La difusión de la Reforma

Después de 1521, sus principales realizaciones fueron la traducción de la Biblia así como la elaboración de sus creencias religiosas y la introducción de la música en el centro del servicio religioso. No obstante, la difusión de la reforma estuvo desde el principio estrechamente conectada con intereses políticos y económicos. A muchas cortes de príncipes alemanes y ciudades les interesaba romper con Roma con el fin de secularizar las propiedades eclesiásticas y de vencer a los opositores políticos.

En 1529, cuando se firmó la paz con Francia y se derrotó a los turcos en su primer sitio de Viena, Carlos intentó poner en vigor edictos anteriores contra los luteranos. Los príncipes luteranos elevaron una protesta q dio el nombre de protestantismo a todo el movimiento reformado. Los siguientes pasos se desarrollaron lógica e inexorablemente. Carlos V, tras un cuarto de siglo de contemporizar con los herejes alemanes, decidió solucionar el problema por la fuerza. El resultado final de la guerra en Alemania fue, después de todo, un compromiso. La libertad de conciencia, q Lutero había reivindicado como base de la verdadera fe cristiana, quedó reservada a las conciencias de los príncipes.

Los reformadores radicales

Después del triunfo de Lutero, a otros les fue relativamente fácil imitar su ejemplo. De repente, aparecieron docenas de reformadores religiosos.

Juan Calvino: intentó fusionar a la iglesia y el estado en una comunidad político-religiosa. Era deber del estado proteger la predicación de la palabra de Dios. Los sujetos estaban predestinados por Dios a la salvación o la condenación, pero dicha predestinación no se asociaba a la resignación, sino con la obligación de cada hombre de luchar la batalla de Dios, tanto en su interior como en el mundo.

LA REFORMA CATÓLICA ANTERIOR A LUTERO

Muchos buenos católicos habían visto la necesidad de una reforma profunda de la iglesia mucho antes q Lutero. En la jerarquía clerical de problema era la riqueza, mas q la pobreza. La iniciativa privada de laicos y clérigos conscientes, q se unieron en fraternidades religiosas con el fin de observar una vida espiritual más rigurosa, fue más efectiva. Sin embargo, todas estas actividades no se dieron en amplias zonas de Europa ni afectaron a la mayoría de su población.

La Contrarreforma

La Reforma cambió totalmente el problema de la reforma católica en 3 sentidos. En 1er lugar, la Reforma hizo de repente urgente la labor de reforma moral del clero y de su actividad pastoral. Se fundaron órdenes nuevas, tanto para hombres como para mujeres, cuyos miembros marcaron un nuevo estilo al llevar una vida religiosa de observancia estricta.

El 2do cambio consistió en provocar la participación activa de los estados europeos en el problema de la reforma eclesiástica.

El 3er cambio fue una reconsideración minuciosa de una serie de doctrinas católicas básicas, el reconocimiento de q el movimiento de la Reforma era algo más q una herejía de un hombre aislado. Se confirmó asimismo la posición de la Iglesia católica como la única mediadora de Dios en el mundo y, dentro de la Iglesia, la autoridad del Papa siguió siendo suprema.

EL IMPERIO OTOMANO

Constantinopla

Los sultanes se consideraron los sucesores de los emperadores de Bizancio, e intentaron deliberadamente hacer revivir algunas de las tradiciones bizantinas. Para ellos, lo más importante era devolver a Constantinopla el tamaño y la dignidad de una gran capital imperial.

Organización

Problemas: cómo mantener el ímpetu imperialista y como impedir q las peleas por la sucesión al trono libraran las fuerzas centrífugas naturales de tales principios. En el 1er problema, todo dependía, no tanto de una teoría del absolutismo, como de la efectividad con q el sultán hiciera obedecer su voluntad.

En el 2do, se tomó una decisión sencilla: se mataba a todos los hermanos del emperador y más adelante también a los hijos de sus hermanos.

EUROPA Y EL MUNDO EXTERIOR

Los europeos compraban seda, especias, oro y esclavos a los países de Asia y África. Hacia finales del siglo xv, los europeos salieron de su fortaleza. En el curso de unos cuatrocientos años llegaron a gobernar gran parte del mundo exterior y a dominar el resto, tanto económica como psicológicamente.

Evidentemente, este era un mundo en el q los poderosos conquistaban a los débiles, los explotaban económicamente, los reducían por miles a la esclavitud.

Los imperios portugués y español de ultramar

En la 2da mitad del s.XV, la población europea se había recuperado de las epidemias. Los jóvenes comenzaron a buscar botín, carrera y una mejora de su condición fuera de Europa. La Iglesia bendijo sus empresas siempre q pudieran combinar con objetivos religiosos: la difusión del Evangelio.

La monarquía portuguesa volvió naturalmente los ojos hacia los territorios donde se desarrollaba el comercio portugués: la costa oeste de África, las islas del Atlántico.

Tras la unión de Castilla y Aragón, las energías españolas se volvieron hacia Italia y contra los musulmanes de Granada y el norte de África. Los conquistadores españoles de América Central y del Sur eran herederos espirituales, y a veces parientes de sangre. Extender la batalla a campos nuevos y más prometedores les resultaba totalmente normal. La victoria en México y Perú fue dramática, aunque no muy sorprendente si observamos el estado en q se encontraban las civilizaciones azteca e inca y la naturaleza de sus sistemas políticos. En cambio, las victorias navales de los portugueses en el océano índico fueron muy sorprendentes, y se lograron gracias a la capacidad de maniobra de sus naves y a las armas de fuego con las q los árabes no podían competir.

La expansión de España y Portugal en ultramar fue siempre, de hecho, un esfuerzo global europeo, con todas las ventajas q ello implica en la diversidad de técnicas navales, militares, financieras y organizativas.

Las consecuencias de la expansión europea en ultramar

Económicas: se rompió el monopolio árabe-veneciano del comercio de especias desde la India a Europa.

Las consecuencias económicas de América fueron muy distintas. España no podía proporcionar a sus colonos todos los productos q estos necesitaban, por lo q tenía q importarlos del resto de Europa. Así pues, el comercio entre España y América estimulaba a su vez el comercio en gran parte de Europa occidental.

Psicológicas e intelectuales: en el s.XVI se publicaban cuatro veces más libros sobre los turcos y sobre Asia q sobre América: la gente aún no era muy conciente de este descubrimiento, o al menos de su magnitud.

Conclusión

El período entre 1450 y 1600 fue un período de expansión: la presión demográfica y la subida de los precios provocaron el aumento de la población de las ciudades y llevaron a las aventuras colonizadoras en ultramar. En la Europa central y oriental llevaron a un sistema social muy diferente, basado en un feudalismo de orientación capitalista en el q un campesinado inicialmente poco gravado se vio sometido a una nueva servidumbre.

La Iglesia católica, durante mucho tiempo incapaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes, se vino abajo en tanto q institución internacional unificada.

ÉPOCA DEL MERCANTILISMO

La teoría mercantilista

El mercantilismo, la doctrina económica de los Estados nacionales entre los siglos XV y XVIII, se vértebra alrededor de tres principios: Aranceles aduaneros favorables a la exportaciones del propio país y hostiles a las importaciones competitivas, abundancia de especias y balanza comercial favorable. Un elemento esencial en el pensamiento mercantilista era el equilibrio positivo entre las importaciones y exportaciones que el Estado debía regular.

Ésta práctica económica, se expresa con respecto al extranjero de manera agresiva. El mercantilismo abusó de la xenofobia, causada por las competencias comerciales. Durante la primera etapa mercantilista, se condujo a una exaltación del espíritu de empresa y del trabajo creador. Se luchó contra los prejuicios nobiliarios y la ociosidad.

Una de las consecuencias de la actividad de las manufacturas exportadoras y de las compañías de comercio fue la abundancia de especias. Para dar un cierto valor a las cosas y poner en movimiento la economía, era importante la circulación fluida de especias monetarias a través del país.

La política económica

El intervensionismo económico y social fue una de la prácticas mas socorridas por el mercantilismo, aunque no es propio de ésta etapa , sino que pertenece a los municipios medievales.

Las preocupaciones relativas a la balanza comercial, al desarrollo de manufacturas y a los movimientos internacionales de especias se convertían en las más obsesionantes.

El logro de la consecución de éstos elementos presuponía el arreglo de las tarifas aduaneras. Pero el arma esencial era el desarrollo de la marina, la multiplicación de manufacturas y de las compañías de comercio. A partir de 1664 Colbert, ministro francés, otorgó primas por la construcción marítima y réplicas de las actas de navegación inglesas, que le permitieron a Francia elevar el nivel de la marina de guerra y mercante. El colbertismo legó al país una marina reconstruida, una legislación comercial, un industrial textil próspera.

Por su parte, Inglaterra se benefició de la precocidad de las instituciones políticas y sociales, que llevó a que adquiriese un supremacía marítima, comercial e industrial. El mercantilismo revistió, como en toda Europa, tres formas esenciales: protección de la moneda y metales preciosos, protección de la producción y aliento a la marina y comercio nacional.

Los ingleses consideraban que la función del gobierno era la de orientar el comercio para asegurarse un saldo positivo. Para que esto ocurriese, el reino debía desarrollar determinadas producciones, reservar a la marina y a sus mercaderes el control de los cambios exteriores, aligerar la carga arancelaria de algunos productos y desalentar otros mediante tarifas proteccionistas.

Francia e Inglaterra fueron los únicos estados europeos que lograron una política económica coherente. Los holandeses fueron grandes rivales.

El posmercantilismo

Los mismos países que encabezaron la aplicación de los enunciados mercantilistas -fundamentalmente Francia e Inglaterra- fue los que propiciaron su desuso en pleno siglo XVIII.

En el caso puntual de Francia, los mercaderes se quejaban de las represalias aduaneras de Holanda y de Inglaterra, y poco a poco los mas lúcidos de ellos acabaron por reclamar una moderación de los aranceles y una mayor libertad de empresa. Por su parte, en Inglaterra poco a poco se vuelca hacia una literatura del no intervensionismo, gracias a la cual se generaron disputas públicas que opusieron entre sí a hombres de negocios y consejeros de la corona con expertos sobre problemas concretos de administración aduanera y comercial. Las relaciones comerciales con Francia y holanda acrecentaron mas el debate. El caso de holanda dio pie a que partidarios del comercio libre reflexionaran sobre la ventajas de la división internacional del trabajo, que estimulaba las ventajas del mercado libre.

Las variantes nacionales

Inglaterra era una sociedad más favorable a los intereses mercantiles. En ella no se encuentra esfuerzo de centralización de la vida económica, pero sí una continua acción de los parlamentos a favor del comercio exterior. Un momento decisivo se produjo entre 1651 y 1660, con la promulgación de las Actas de Navegación, leyes que favorecían al comercio británico y perjudicaban a los holandeses.

El progreso de Inglaterra se basaba en la integración de su mercado interior y el desarrollo del carbón. En 1694 se funda el banco de Inglaterra, que puso fin a una crisis monetaria y organizo la deuda pública. Los británicos contaban con asentamientos en USA, India y Jamaica.

En cuanto a Holanda, no necesitó de una política mercantilista para asegurar la afluencia de metales preciosos, los conseguían como resultado de la exportación de bienes y servicios. En otro orden, Los Países Bajos no necesitaban de actas de navegación debido a que orientaban su potencial bélico a mantener las rutas marítimas.

Los restantes países realizaron esfuerzos para mejorar su situación comercial y producción industrial. El caso de la política mercantilista más continuada tuvo lugar en los dominios de la Casa de Austria

Las manufacturas

Los políticos del mercantilismo se interesaron por las manufacturas concentradas, por el establecimiento de verdaderas fábricas en el sentido actual. En el interior de la manufactura se imponía la división del trabajo y una rígida disciplina laboral

Las casas de Misericordia y los hospitales generales eran los centros dedicados a la elaboración de productos textiles de baja calidad. Los reyes favorecieron la concentración de la manufactura en sectores relacionados con la seguridad, como la fabricación de armas, o productos suntuarios para evitar las importaciones, como era la fabricación de tapices, porcelana y cristalería. También existía concentración de la mano de obra en la minería, industria pesada.

Durante el siglo XVII la industria europea se ruralizó. Las “empresas” se ubicaban cerca de la materia prima o del combustible necesario. El sector industrial mayoritario en toda Europa era el textil y el lanero. En Holanda y Francia las ciudades se concentraron el la producción de calidad y abandonaron la más sencilla para los rurales.

La actividad industrial de continente no se limitaba al sector textil. La minería de cobre explica la importancia de Suecia, que proporcionaba la mitad del consumo Europeo.

Comercio y comerciantes

La institución característica del mercantilismo, fue la compañía privilegiada por acciones para el comercio colonial. Las más importantes fueron las establecidas en Holanda e Inglaterra en los primeros años de siglo XVII. La compañía holandesa reunió en 1602 los negocios de empresas anteriores; se denominó Compañía Unida y obtuvo grandes beneficios. Por esto, en 1621 fundó una nueva compañía para las Indias Occidentales, que produjo quebrantos al comercio español.

La compañía inglesa se había constituido en 1600 como una sociedad con capital permanente. No logró competir con la holandesa. En Francia se habían proyectado algunas compañías durante el gobierno de Richelieu. Colbert organizó en 1664 una Compañía de las Indias Orientales, pero con escaso éxito.

El comercio holandés se fundamentaba en la posesión de una excelente mariana mercante. Durante la segunda mitad del siglo, la flota holandesa superaba a la de los demás países europeos juntos.

La base del comercio de Holanda radicaba en su control del mar Báltico, que les proporcionaba material para la construcción naval, y dominio de las Indias orientales. A partir del 1600, los comerciantes holandeses fueron expulsando los portugueses de sus puntos de apoyo comercial en el océano Índico y Extremo Oriente. Entre 1640 y 1660 consiguieron el dominio de Malaca y Ceilán y monopolizaron el comercio con Japón. El comercio inglés creció y se transformó. Se hizo menos dependiente de las exportaciones de tejidos. Exportaba sus cosechas. A partir de 1660, los ingleses sustituyeron a los portugueses en el tráfico de esclavos.

En caso de los franceses, tuvieron una menor injerencia a los ingleses y holandeses. Aunque la presencia en Canadá se remontaba a principios de siglo. Se ha acusado el retraso de la expansión colonial francesa al desinterés y la desconfianza de los comerciantes hacia unas empresas que le parecían demasiado controladas por el gobierno.

LA PRACTICA DEL ABSOLUTISMO EN LA ÉPOCA DE LUIS XIV (1661 1715)

La guerra de los Treinta Años y las crisis político sociales de mediados del siglo XVII favorecieron el desarrollo de un poder real fuerte que se manifestó con estabilidad, orden y paz. En esta época de gobierno de Luis XIV tanto Francia como el resto de estados europeos reina el absolutismo.

Posturas religiosas(Bossuer) o agnósticas (Hobbes) mostraron esta corriente absolutista y claramente se vio la superioridad del soberano respecto a las asambleas estamentales tradicionalmente representativas, de cuyo control debía quedar “el soberano “desligado (absolutus) y de cualquier otro poder terreno.

El absolutismo se impuso por sus fuerzas intelectuales y por el accionar de la Corte(centro del mecenazgo y de hábitos refinados de comportamiento).Según Voltaire en el siglo de Luis XIV Francia ocupo el papel hegemónico sobre el resto de estados europeos.

También compartieron el sistema absolutista las siguientes potencias BRANDEBURGO-PRUSIA bajo e gobierno de Federico Guillermo(1640 1688) y Rusia con Alejo I continua Pedro I el Grande también esta Dinamarca bajo Federico III y Cristian V y Saboya-Piamonte en el reinado de Víctor Amadeo II.

No hubo absolutismo en Venecia(Oligarquía) Polonia (Rep. Monárquica) Inglaterra(sistema parlamentario preliberal). Sin embargo tanto Francia como Brandeburgo Prusia tenían un poder real limitado ya que sabían que existía una constitución no escrita que no se podía traspasar lo que diferencia el absolutismo de los totalitarismos del siglo XX monarca no podía prescindir de la colaboración de las elites políticas tradicionales(clero y aristocracia propietaria) aun marcando su superioridad sobre ellas y potenciara la participación en el poder de sectores nuevos(nobleza de toga, burguesía comercial).

Paradigma del absolutismo Francia durante el reinado de Luis XIV

Reinó entre 1643 a 1715,72 años el más largo reinado de la edad moderna deja una gran marca en la historia de Francia. Símbolo de poder el palacio de Versalles, su reinado comenzó a los 5 años pero realmente ejerció a partir de 1661 donde muere su padrino y mentor político el cardenal Mazarino. Tenía un gran sentido practico y por las familias que descendía estaba emparentado con bastantes casas reinantes en otros países. De allí que ejerciera una política expansiva con grandes perdidas hasta la tregua de Ratisbona y victoriosamente contestado por coaliciones desde 1688.

La política interior de Luis XIV se caracterizo por orden fuerza eficacia gloria y riqueza y en la reorganización político administrativa las palabras fueron orden eficacia y unidad. Esta Francia fue gobernada desde la Corte con Consejos que giraban en torno al rey.(el alto consejo, el consejo para los despachos el consejo de estado o privado).Los tres consejos tenían atribuciones fundamentalmente ejecutivo administrativas y el consejo privado esp.

Resumiendo durante el reinado de Luis xiv tenemos el sistema de consejos y luego apareció un régimen administrativo cuya figura uno fue JEAN COLBERT inspirador de una política mercantilista, control de las finanzas y luego cancilleres que con e tiempo quedaron relegados a una segunda categoría. Colbert potencia la política de manufactura y el comercio en desmedro de la agricultura. También se realizan cambios en la legislación, inspirados en Colbert, publicándose seis cuerpos legales importantes, código Luis o civil, de aguas y bosques, lo criminal, la comercial, la marítima y la colonial o negro

La monarquía se afianzo a nivel territorial mediante la erosión del poder ejercido por los gobernadores militares y se potencio a los intendentes y se supedito al gobierno central de los estados provinciales y de los parlamentos.

El gobierno de Francia no estuvo tan centralizado como tras la revolución y así subsistieron los Estados Provinciales que mantuvieron sus atribuciones en impuestos y administración. La corona se reservo el control de los ayuntamientos y al parlamente de Paris especialmente se le recorto su facultad de objetar los edictos reales. Colbert consiguió sanear el presupuesto junto con la reorganización administrativa y duplicando los ingresos.

Luego las exigencias fueron mayores como consecuencia del inicio de la guerra con Holanda hasta llegar a una situación critica con el establecimiento de un nuevo impuesto directo que recayó sobre todos sin exenciones. También se reorganizo el ejercito la marina, primeros pasos para realizar el servicio militar obligatorio y modernizo su artillería e ingeniería. Surge una poderosa marina de guerra similar a la inglesa y holandesa

Se afirmo el poder real sobre las autoridades eclesiásticas y las minorías religiosas disidentes. El edicto de NANTES garantizo a los hugonotes un grado considerable de libertad religiosa en contraposición al edicto de FONTAINEBLEAU que obligaba prácticamente a optar por el catolicismo o el exilio a este grupo el nuevo edicto fue recibido con entusiasmo y se llamo nuevo Constantino a Luis xiv pero incremento descontento en la opinión publica protestante internacional y algunos católicos contra el rey sol al que s veía como un tirano.

CULMINACIÓN DEL CAPITALISMO COMERCIAL

Protoindustria e industrialización

En el siglo XVIII una Europa sin serios rivales ha desarrollado sus intercambios con los otros continente, creando así las condiciones para un enriquecimiento sin precedentes. Por tanto, la economía más dinámica es aquella que está fundamentada en la producción y el intercambio.

Las primeras necesidad de la ciudad son las relacionadas con el consumo, que implica toda concentración humana. La aldea, en la economía monetaria, puede concebirse como una célula de autoconsumo. En las misma también existe el incipiente concepto de desigualdad, así como esbozos de una división del trabajo y una especialización en el interior del grupo familiar. La ciudad crea, especialistas, con diferente oficios, funcionales a la estructura productiva.

Los comerciantes reconocieron el inconveniente que se le creó a partir del trabajo a domicilio (obreros en sus casas) y ven como alternativa la concentración de los trabajadores en fábricas, adonde estarán sujetos a una disciplina y se podrá controlar la calidad y el ritmo del trabajo y, lo más importante, se economizara el capital al reducir su período de circulación.

Estos nuevos replanteamientos de la actividad industrial prepararon el terreno para la transición a la producción fabril.

La reestructuración de la industria europea avanzó también a través de la inclusión de los comerciantes en el proceso de producción a fin de crear nuevos centros productivos. Se hacía esto o bien para romper el control de los abastecedores monopolistas o para alterar la producción tradicional de un área para aprovecharse de nuevas oportunidades de mercados.

Uno de los principales cambios sociales fue el de la invenciones relacionadas con la hilaturas de algodón. La nuevas maquinarias manuales necesitaban de mano de obra humana que las manejaran.. Francia continuó en esta época con la expansión de la industria lanera y linera, que le permitió crecer y reemplazar a los ingleses y holandeses en los mercados del mediterráneo. Otro de los sectores que creció fue el relacionado con el metal.

La sociedad y las economías rurales de Europa han creado en el siglo XVII, pero sobre todo en el siglo XVIII, las condiciones para que se produjera un importante aumento de la producción de la producción de todos los dominios, sin cambiar las técnicas. Una verdadera industria -casi siempre artesanal- se ha desarrollado favorecida por la apertura de nuevos mercados y por crecimiento de la población.

El comercio internacional

El siglo XVIII representa también el auge del gran comercio marítimo internacional. El concepto. El concepto revolución comercial, entendiéndolo como la expansión significativa del comercio internacional hacia las Américas, África y Asia no ha aparecido en esta centuria.

En 1720, Europa lleva dos tercios del comercio mundial. Francia y gran Bretaña son los países que rivalizan y sostienen la mayor parte de esta actividad económica.

La economía atlántica represento el mejor estímulo para el crecimiento de las diferentes metrópolis europea, pero las ciudades nor-occidentales eran diferentes de las ibéricas. Una cosa es exportar metales preciosos, otra exportar tabaco y azúcar. En el primer caso, el del comercio colonial hispano luso, se trataba de explorar la mana de obra existente o importada para crear un excedente neto bajo la forma de oro o plata; en el segundo, el cultivo de los producto tropicales, en el marco de la iniciativa que utilizaba la forma intensiva la mano de obra importada, se asocia a actividades de manipulación de estos productos que crean un empleo industrial, sea en América o en Europa.

En ésta etapa también comienza a apreciarse cómo los grandes puertos, que participan del comercio colonial desarrollan sus propias industrias tierra adentro.

Los progresos de la plantación americana, explican que las provincias francesas hubieran sido las más industrializadas, mientras que la influencia de los puertos en profundidad en el interior. Todas las colonias empleaban parte de sus ganancias en pagar manufacturas europeas.

Una gran parte del poder adquisitivo de las colonias de todas las potencias en América estaba en manos de los comerciantes de la América del Norte británica, que lo gastaban en Inglaterra, porque las actas de navegación no les permitían comprar directamente en el continente. La economía norteamericana se revela como impertida de la economía europea en la explotación de las colonias antillanas.

Pocas naciones tuvieron en la primera mitad del siglo XVIII un crecimiento en el comercio colonial que Portugal. El comienzo de los cargamentos de oro brasileño en 1693 generó allí una intensa demanda de manufacturas.

A medida que nos acercamos a final del siglo, constatamos que subsiste una baja global de los productos manufacturados en las exportaciones hacia el norte.

El sistema financiero

El siglo XVIII ha estado marcado por las transformaciones del mercado financiero, por una evolución del mundo de las finanzas. La coyuntura sobre que se trabaja es la de la acumulación de conflictos armados terrestre y marinos.

El fuerte crecimiento de los gasto militares plantea un problema de los efectos sobre el crecimiento económico. Estas enormes dilapidaciones son contemporáneas a la apertura de una economía comercial que se basaba en los intercambios transoceánicos, en la importancia de las colonias tropicales, y en la aparición de las primeras formas de industrialización moderna .

La estructura misma de los préstamos públicos también experimenta unos cambios significativos. El préstamo perpetuo sólo subsiste en los sucesivo en beneficio del gobierno británico, favorecido a la vez por la eficacia del mercado financiero de Londres, en el sistema de amortización y, sobre todo, por toda la confianza del público, cuyo patriotismo es estimulado por el sistema político. En Francia, en cambio, la tradición estatal no autoriza otro sistema de amortización que la quiebra.

En el último cuarto del siglo XVIII, cuatro plazas europeas controlan los inmensos movimientos de capitales desencadenados por las exigencias de los Estado: Ámsterdam, Génova, Francfort y Ginebra. Londres y París son compradores y no proveedores de capitales políticos. Plazas tales como Hamburgo o Marsella son totalmente ajenas a estos movimientos, perteneciendo sólo a los circuitos comerciales.

En el transcurso de la guerra de Independencia americana, se produjo un serio movimiento de falta de inversión en detrimento de Inglaterra y en provecho de Francia. A partir de 1782-1783, los holandeses compartieron con los ginebrinos el entusiasmo por los préstamos franceses. De los mismo años datan las primeras demandas al mercado financiero holandés del a España de Carlos III, entonces parte integrante del sistema francés. Hacia 1790 raros en los estado que no hubieran apelado a esta mercado en alguna medida.

En el siglo XIX, los grandes centros financieros serán los grandes capitales políticas y territoriales, no ya las viejas repúblicas y sus patriciados mercantiles. Todas las bases técnicas y sociales de su sistema de crédito se han ido reduciendo inexorablemente.

LA CRISIS DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL

La posición de la aristocracia

La aristocracia terrateniente se considera -junto con la iglesia- la principal beneficiaria del alza de los precios agrícolas y de la renta de la tierra a lo largo del siglo XVIII., como preceptora de parte de la producción agraria.

Sin embargo, en la mayor parte de los países europeos, la nobleza no representaba mas del 2 o 3 por ciento de la población, pero su número se hallaba incrementado por un continuo proceso de ennoblecimiento.

Las grandes aristocracia no eran mejor propietarios privilegiados que vivían de la rentas agrarias. Alguno de ellos destacaron como empresarios industriales, sobre todo en el sector de la industria metalúrgica y minera. Como propietarios rurales poseían minas y el bosque que proporcionaba el combustible a la industria. Este tipo de actividad económica como una continuación de la explotación del propio dominio y compatible con la condición nobiliaria.

La pérdida progresiva de la función militar limitaba a la nobleza a la utilización de símbolos distintivos de su dignidad, como el uso de la espada. Los hijos de las nobleza podían ir a las universidades o educarse con tutores particulares.

El crecimiento de la Burguesía

Durante el siglo XVIII se produjo un crecimiento de la burguesía como grupo social, de las actividades económicas que este grupo dirigía y de conciencia de clases que la burguesía experimentaba. El primer nivel de la burguesía correspondía a los vinculados a las actividades financieras: los grandes banqueros.

En el siglo XVIII, la situación comenzó a cambiar con la aparición de nuevos empresarios industriales, manufactures o fabricantes,. Los manufactureros no procedían masivamente de la burguesía mercantil ya establecida: ésta continuaba con sus inversiones tradicionales preferentes en finanzas y en la adquisición de tierras. Algunos de los nuevos industriales provenían de las filas del artesano superior, puesta que en las etapa iniciales el capital exigido para establecer una empresa algodonera no era muy elevado. También los había precedentes de familias campesinas o de la burguesía comercial.

La nueva burguesía industrial se encontraba más alejada de la jerarquía nobiliaria que los comerciantes. Ningún industrial gozaba de la influencia de un comerciante o un banquero, no obstante podían llegar a obtener la condición nobiliaria. Dada la importancia que tuvo en el siglo XVIII la industria estatal, debemos considerar el papel de los directivos de estas empresas, que no eran propietarios ni accionistas de las mismas, pero que en el plano social y en el ideológico deben considerarse como burgueses.

Expansión de las profesiones liberales en el siglo XVIII fue significativa. Junto a estas profesiones establecidas se hallaban nuevas posibilidades como la enseñanza y el servicio del Estado, civil o militar. Las profesiones liberales se consideraban más como compatibles con la calidad de gentleman que el comercio

Artesanos y trabajadores industriales

Durante el siglo XVIII se produjo una decadencia y disolución del sistema gremial corporativo, combatido por ideas ilustradas y liberales sobre la libertad económica y por la concentración de la mano de obre en las nuevas fábricas o factorías.

En Francia las corporaciones gremiales fueron suprimidas por primera vez en 1776, aunque fueron restauradas aquel mismo año y perduraron hasta su abolición definitiva por la Asamblea Constituyente en 1791. En España y en algunos estados italianos se suprimió la reglamentación técnica del trabajo y los criterios sociales propios de los gremios.

En la mayor parte de las ciudades europeas seguía existiendo un sólido artesano, orgulloso de sus tradiciones corporativas y diferenciando del simple trabajador asalariado, socialmente conservador, respetuoso con las jerarquías estamentales y profundamente religioso. Sin embargo, los artesanos fuero protagonista de movimientos populares de protesta.

Por otro lado, y a partir de la creación de factorías, aparece un proletariado industrial, de unos que trabajadores que habían perdido la propiedad de sus instrumentos de trabajo.

Además, existía una parte importante de la población urbana que estaba constituida por trabajadores no cualificados y eventuales.

El salario real descendió durante el siglo. La condiciones de trabajo de las nuevas fábricas eran duras, pero también la manufactura doméstica se caracterizaba por la inseguridad y la pobreza.

A pesar de que a partir 1740 en ciertos lugares se establecieron las denominadas Casas de Pobres, la mayoría de población urbana tenía la vida frágil. El alojamiento era escaso y precario. La alimentación se llevaba el grueso de los ingresos populares.

Las dificultades económicas mas grandes, fueron la carestía y por los precios de los granos. En el siglo XVIII aumentó el número de asociaciones obreras.

El mundo rural

La diversificación social del campesinado se basaba en la extensión de las explotaciones y los distintos sistemas de herencia. En primer lugar se encontraba una clase de propietarios prósperos, de campesinos acomodados que se suelen denominar “burguesía rural”. Estos campesinos acomodados solían disponer de cierta comodidad material y conocían la letra escrita Poseían una propiedad libre o disfrutaban de la propiedad útil de la tierra, una cuasi propiedad.

Por el contrario, empeoró la condición de la mayor parte del campesinado, sobre todo el último tercio del siglo, por el incremento de la población. Aumentó el número de pequeños propietarios y campesinos sin tierra. Disminuyó el número de campesinos medios y se acentuó el proceso de proletarización o de semi-proletarización. En Inglaterra se produjo una sustitución del pequeño y medio campesino por el agrícola, que trabajaba a cambio de un sueldo en las tierras de los grandes arrendatarios. El pequeño campesino iba quedando relegado a zonas periféricas de las montañas.

El número de proletario rurales aumentó en el siglo XVIII. Los campesinos sin tierras, como bienes insuficientes tenían que trabajar como jornaleros (trabajo estacional o itinerante).La mayor parte de los campesinos europeos vivían bajo la jurisdicción señorial, lo que implicaba los monopolios, además de las rentas territoriales.

Los alzamientos y protestas campesinas solían ser espontáneos y desorganizados, iniciados con los incidentes y rumores. En general, se protestaba contra agravios concretos y no contra el régimen señorial en su conjunto.

LA AFIRMACIÓN DEL PARLAMENTARISMO: INGLATERRA Y LAS PROVINCIAS ÚNICAS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII

El siglo de Luis XIV, marcado por la hegemonía francesa y el absolutismo, fue también la época en la que se afirmó claramente en algunos países pioneros un modelo político social diferente: el parlamentaria y preliberal.

En Inglaterra se consolidó después de la segunda Revolución gloriosa 1688-89, que puso fin a las ambigüedades del precario compromiso de la restauración de los Estuardo e inicio una larga trayectoria de estabilidad política.

El precario compromiso de la restauración de los Estuardo en Inglaterra (1660-1688)

El 29 de mayo de 1660 Carlos II hizo su entrada triunfal en Londres, quien procuró conciliar sus inclinaciones personales pro absolutistas y pro católicas con la presión de la nación política, nucleada en torno al poder del Parlamento y al protestantismo. En la política internacional, esta polaridad se traducirá en la oscilación entre la alianza francesa y la holandesa.

En 1661 fue elegido el Parlamento Caballero. Este parlamento aprobó el restablecimiento del anglicanismo como religión oficial y algunas medidas contra los disidentes.

Desde 1668 Carlos II intenta una política más personal, caracterizada por la alianza con Luis XIV y la tolerancia con los católicos. Chocarán con el antipapismo de la opinión pública y el Parlamento.

Plagándose a la opinión pública anti francesa, Carlos II hubo de cambiar de bando internacional y pasar de la guerra con holanda a la plaza y a la alianza con ella. El antipapismo se exasperó en 1678 cuando se llegó a creer en un supuesto complot católico que estaría apoyado por tropos de Luis XIV.

En los ultimo años del reinado, la cuestión de la sucesión se Hizo crucial, surgiendo dos corrientes, los whings, que defendían la preponderancia del parlamento.

Puesto que Carlos segundo no tenía hijos, los whigs eran partidarios de excluir de la sucesión al hermano del rey. Querían sustituirle por su hija María o por el duque de Monmouth. Los tories, no admitían la exclusión

Entre 1679 y 1681 tres Parlamentos sucesivos, con mayoría whig, votaron la exclusión y fueron disuelto por Carlos, que en cambio aceptó la ley de Hábeas, que garantizaba el derecho a un juicio rápido contra la arbitrariedad del poder ejecutivo. En esta crisis, los whigs se desacreditaron al intentar recurrir a la fuerza y Carlos II terminó como soberano absoluto. Muerto Carlos, el duque de York fue aceptado como rey (Jacobo II).

La revolución gloriosa de 1688-1689 y la consolidación del sistema parlamentarios bajo los últimos Estuardo (1689-1714)

En junio de 1688 siete prominentes lores, whigs y tories hicieron un llamamiento al estatúder de holanda, Guillermo III, para que acudiese a Inglaterra en defensa de la amenazada región protestante.

El 5 de noviembre el estatúder desembarca en Torbay junto con 15000 hombres, Jacobo II no ofrece resistencia y Guillermo III entró a Londres siendo declarado gobernador provisional.

Desde enero de 1689 se discutió en el parlamento- convención la delicada situación constitucional. Los whigs quería la inhabilitación de Jacobo II y la elección de un nuevo Rey. Los tories abogaban por la proclamación de María, quedando Guillermo III como regente.

Mediante una fórmula conciliatoria, Guillermo y María fueron proclamados rey y reina, después de aceptar la Declaración de Derechos elaborada por los lores y los comunes como “representación plena y libre de la nación”. Esta declaración era un definición de las libertades que limitaba los poderes del monarca y, en particular, le vedaba la percepción de impuestos y el mantenimiento de un ejército en tiempo de paz sin el consentimiento del Parlamento. Luego se agregó la Ley de Tolerancia, que establecía la libertad de culto público para los disidentes.

La declaración significaba la victoria de la monarquía parlamentaria, lograda por el consenso de elites. La proclamación de Guillermo y María se opone al absolutismo francés.

María Muere en 1694, sin dejar descendencia. La propia mecánica política contribuyó a la consolidación del poder del Parlamento. Las largas ausencias del rey realzaron la importancia del gabinete de ministros.

En 1702 murió Guillermo III, Guillermo III. Dos años antes, por la Ley de establecimientos, había sido regula la sucesión al trono. Aquella ley excluía a los católicos y preveía que caería en la nieta de Jacobo I , Sofía y sus herederos. La ley configuraba definitivamente la monarquía inglesa como constitucional y parlamentaria. La reina Ana fue la última Estuardo. Durante su reinado se realizó una unión política y económica de Inglaterra y Escocia, que dio origen al Reino de Gran Bretaña.

La trayectoria política de las Provincia Unidas durante la segunda mitad del siglo XVII

La trayectoria histórica de las Provincia Unidas de los Países Bajos durante la segunda mitad del siglo XVII presenta importa similitudes con las de Inglaterra. Las semejanzas fueron: La mayoritaria oposición al absolutismo de la clase política de ambos países; el papel relevante de las asambleas parlamentarias; la existencia de una tolerancia religiosa y el notable peso político del patriciado urbano comercial.

El sistema político-institucional de la Provincias unidas era peculiar y tenías marcadas diferencias con el inglés. Las Provincias Unidas continuaron siendo una federación de siete repúblicas provinciales. Cada provincia tenía una asamblea representativa y su voz en los Estados generales. De esta asamblea emanaba un reducido comité ejecutivo así como los cargos de capitán y almirante general y de gran pensionario. Este último recaía en el de Holanda.

La gran contribución realizada por las Provincias Unidas a la civilización europea durante la segunda mitad del siglo XVII no se limitó a sus éxitos económicos y comerciales en la senda de un capitalismo precoz. Su firmeza frente al absolutismo de Luis XIV contribuyó decisivamente a la afirmación de un modelo político-social preliberal. Incluía ésta la defensa de la libertad de pensamiento y de expresión, y una creciente tolerancia religiosa de hecho que se extendía hasta lo judíos. En las provincias no existía ese riguroso control sobre las informaciones de Estado que constituía la barrera definidora y separadora de la élite gobernante y la masa de súbditos desinformados.

La monarquía parlamentaria inglesa

En 1714, la corona británica pasó a la dinastía alemana de los Hannover, en la persona de Jorge I (1714-1727). Los partidarios de la dinastía destronada de los Estuardo se sublevaron en Escocia, pero el alzamiento jacobita fue vencido.

El alzamiento jacobita contribuyó a arruinar en Gran Bretaña el partido tory. El advenimiento y el fracaso jacobita abrieron el camino a un largo periodo de predominio whig; el perfil del partido dominante fue casi el de un oligarquía democrática.

Uno de los principales puntos de conflicto entre whigs y tories era la política religiosa, Los ministros de Jorge I abolieron la política discriminatoria hacia los disidentes religiosos, pero se mantuvo la marginación de disidentes protestantes y de católicos.

Las circunstancias particulares de los reyes contribuyeron a precisar el sistema de gobierno británico. Las frecuentes ausencias de Jorge I para residir en su hannover natal favorecieron el desarrollo del gabinete de ministros, los cuales debían disponer en todo momento de la mayoría en la Cámara de comunes.

La tesorería se configuro como el departamento más importante.

La violencia de las luchas electorales se atenuó cuando el Parlamento decidió renovarse cada siete años y no cada tres. El futuro Jorge II atrajo a los dirigentes de la oposición en vida de su padre, y sufrió la misma experiencia cuando fue rey a su vez.

En los primeros años del reinado de Jorge I el gobierno estuvo dividido entre diversas fracciones whigs. Los ministros Sunderland y Stanhope sufrieron las consecuencias de la especulación financiera vinculada a la Compañía del Mar del Sur(1720-21). Entonces se abrió el camino del ministro Robert Walpole, el cual gobernó el reino unido de manera continuada hasta 1742, gracias a habilidad en el manejo del Parlamento.

El gobierno de Walpole fue criticado por sus rivales debido a su prolongada permanencia en el poder y a los métodos corruptos empleados para ello. También se fustigó a Walpole por su política pacifista hacia las potencia católicas, Francia y España.

En el electorado de Hannonver la opinión pública deseaba una política exterior que atendiera los intereses navales. Los intentos de aumentar los impuesto indirectos provocaron el descontento de las clases populares. Walpole tuvo que ceder el poder en 1742, cuando el país ya se hallaba imbricado en la de Sucesión de Austria. Siguió gobernando la familia Pelham-Holles, aliado de Walpole.

En el curso de la guerra de Sucesión de Austria la vida política inglesa se vio fuertemente alterada por nuevo alzamiento jacobita. Esta vez fue Carlos Estuardo el que realizó la marcha, pero al año siguiente fue derrotado por el duque de Cumberland, hijo menor de jorge II.

Los Pelham cumplieron la misión de facilitar el acceso al poder de William Pitt, que contaba con el apoyo de los patriotas. Jorge II tuvo que aceptar la entrada de Pitt.

Fue la guerra de los siete años la que convirtió en un verdadero primer ministro. Fue el ratifica de la victoria sobre Francia y dimitió por discrepancia Ion Jorge III, que se negaba a guerrear con España.

El nuevo rey era el nieto de Jorge II, quien intentó gobernar de manera personal, aunque sin prescindir del Parlamento.

El estancamiento de las Provincias Unidas

El estudio de la evolución holandesa en el siglo XVIII permite abordar varios problemas. En el primer lugar el de su decadencia económica, relativa. El país con una economía dinámica en el siglo XVII no fue el protagonista de la Revolución Industrial, sino que evolucionó hacia una especialización financiera poco creativa. Desde el punto de vista de la política exterior, Holanda fue el siglo XVIII una potencia de segundo orden. Por lo que hace a su estructura política interna, la descentralización institucional, junto con el acusado sentido oligárquico de los grupos de gobernantes son considerados responsables de anquilosamiento.

Los observadores extranjeros se encontraban confusos a la hora de definir la naturaleza del cargo del estatúder. Algunos lo calificaban de “semirey”

Durante la primera mitad del siglo XVIII las instituciones de gobierno de las Provincias unidas rechazaron la posibilidad de cambios, sea en el sentido fortalecer una autoridad central, o en el de ampliar la participación de la pequeña y media burguesía en los gobiernos municipales. Guillermo IV de orange fue estatúder de las provincias, pero con escasa incidencia en política general.

Formalmente, Guillermo IV tenía más poderes que cualquiera de sus antecesores, pero en la practica hizo poco uso de ellos. Tampoco ayudó al importante movimiento de la pequeña y media burguesía, que esperaba una modificación de los gobiernos municipales con la ayuda del príncipe de Orange. El movimiento criticaba el sistema fiscal y el arrendamiento de impuestos. Tendederos y artesanos exigían la restauración de las atribuciones políticas de los gremios y la democratización de las milicias urbanas.

Guillermo Iv murió en 1751, dejando como heredero a un menos de edad, y el gobierno fue ejercido por la madre del niño, Ana, el conde Bentinick y el príncipe alemán Luis de Brunswick.

CONTRARREFORMA Y CRISIS (1560-1660)

LA VIDA ECONÓMICA: DE LA EXPANSIÓN A LA CRISIS

El clima

Desde mediados del siglo XVI las temperaturas medias descendieron, los inviernos se alargaron y los veranos debieron de ser más frescos; hacia 1600 el enfriamiento alcanzó un primer punto bajo. Los glaciares avanzaron hacia los valles alpinos y sepultaron pequeños pueblos.

De esa “pequeña era glacial” puede deducirse la causa del descenso en el ritmo del desarrollo económico europeo durante el siglo XVII. Sin embargo. El clima y las temperaturas medias no son lo mismo que las condiciones meteorológicas. Son estas últimas las que afectan de un modo más inmediato a las cosechas y sus efectos varían según cada región.

La Población

En Europa occidental la edad del casamiento tendió a elevarse durante este período hasta que el promedio para las mujeres fue de 24 a 25 años. Esto se debió, probablemente, a la creciente presión demográfica sobre la tierra. Entre los efectos que causó este cambio en la población podemos mencionar la reducción en el número de hijos que podía tener cada mujer a un promedio de 4 o 5 de las cuales la mitad moría antes de la edad adulta. Esto se potenciaba con las hambrunas locales junto con enfermedades concomitantes. Pero lo que más muerte produjo fueron los brotes recurrentes de la peste en 1575, en el cambio de siglo, en 1630 y en 1664-65.

Un factor más importante fue la incapacidad de los agricultores europeos para incrementar el rendimiento de sus campos. Incluso parece que el siglo XVII hubo una regresión en muchos lugares de Europa occidental.

Tomados en conjunto, estas condiciones produjeron una clara disminución en el ritmo del crecimiento demográfico durante el siglo XVII; y en las áreas devastadas por las guerras como Alemania y partes de Francia hubo un claro descenso de la población. Sin embargo, en ningún momento, la población europea cayó hasta niveles de los cien años siguientes a la peste negra.

LAS TRANSFORMACIONES EN LA ECONOMÍA EUROPEA

La población se convirtió en el siglo XVII en un elemento relativamente estable, por lo que ya no jugó el papel de fuerza motriz omnipotente que había desempeñado durante el siglo XVI. Por consiguiente, también los precios comenzaron a estabilizarse gradualmente y ya no se sostuvieron gracias a la influencia de la plata americana a España; porque esa influencia alcanzó su punto álgido durante la primera década del siglo XVII y luego decayó, lentamente al principio y rápidamente después de 1620. La época de la expansión fácil había acabado.

Lo que siguió no fue tanto una contracción como una estabilidad, aunque fuera una estabilidad a largo plazo. Para la gente de aquella época, lo más importante eran las fluctuaciones a corto plazo: las pestes y las guerras, las malas cosechas o las inflaciones de la moneda local eran cataclismos para quienes tenían que vivirlas. Si las ciudades ya no crecían tan rápidamente como en el siglo XVI y los mercados ya no se ampliaban, la competencia en unos mercados estables o en decadencia iba a ser más encarnizada que nunca. Los mercados no solamente estaban decayendo, sino que estaban también cambiando, o bien se podían cambiar mediante nuevos métodos de producción. El creciente gusto por los tejidos de lana más ligeros y baratos fue el resultado de nuevas técnicas de producción textil, de las que fueron pioneros los Países Bajos en el siglo XVI. En las décadas segunda y tercera del siglo XVII, esos nuevos tejidos hicieron estragos en la demanda de tejidos pesados de alta calidad que se habían fabricado tradicionalmente en Italia e Inglaterra. Los gremios artesanos insistieron en los antiguos niveles de calidad, en las reglas del aprendizaje y en la limitación del número de aprendices que un maestro artesano podía emplear.

Los gobiernos, temerosos de revueltas de los tejedores que perdieron sus empleos, apoyaron a los gremios mediante una legislación restrictiva, pero a la larga no pudieron detener las fuerzas del mercado. Los empresarios se trasladaron al campo, donde la mano de obra era más barata y no estaba sometida a restricciones gremiales. De esta forma, las antiguas ciudades textiles decayeron, y tejedores que antes eran independientes se encontraron trabajando a destajo para empresarios que les proporcionaban la materia prima, comercializaban su producto y, naturalmente, se beneficiaban de las ventajas del acceso directo al mercado. Se trataba de un sistema de producción más eficaz ya que favorecía la creciente especialización, la creciente división del trabajo y el aumento de la riqueza a través de la mayor productividad.

LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS

Los progresos más importantes se llevaron a cabo en la industria metalúrgica, ya que todas las demás dependían de ésta. A los adelantos técnicos en minería siguió la rápida difusión de los altos hornos para fundir el hierro. Por primera vez, todas las herramientas de hierro y acero fueron relativamente baratas y abundantes; desde agujas, martillos, palas, espadas y herraduras, hasta cañones y balas de cañón.

ESTADO Y ECONOMÍA

Desde sus inicios, los gobiernos europeos se habían preocupado por la economía de sus países y habían intervenido en ella; pero generalmente su preocupación se basaba en los beneficios financieros que pudieron obtener. El comercio producía dinero a través de las tasas de exportación, de los derechos de aduana, de los peajes y de los impuestos indirectos (comercio de vino o cerveza). Los monopolios eran todavía más productivos, ya que permitían explotar el mercado en todas sus posibilidades. Los príncipes europeos intentaron establecer monopolios especialmente para los minerales como la sal, el cobre y el mercurio.

El método característico de llevar a cabo el comercio de ultramar se basaba en las compañías comerciales. En esas compañías, los inversores participaban proporcionalmente de las inversión que hubieran realizado o de las acciones que hubieran comprado. Tales compañías se hacían indispensables cuando los mercaderes necesitaban apoyo no solo de sus gobiernos sino también de los gobiernos extranjeros; o bien allí donde el comercio se realizaba en países hostiles y debían invertirse mucho dinero en puertos y defensa.

Sin embargo, gran parte del comercio exterior de los países europeos, incluso el gobierno de ultramar, siguió sin estar organizado y en manos de comerciantes individuales o de compañías; de modo que los monopolios respaldados por el Estado no recibían ningún beneficio de tales actividades. Los gobiernos podían obtener ingresos mediante los impuestos de importación o exportación, o mediante impuestos de tránsito en algunos caminos, ríos o rutas marítimas.

A principios del siglo XVII, los intereses y perspectivas básicos de la mayoría de los gobiernos no habían cambiado sustancialmente. Lo que sí había cambiado era la autoridad administrativa y judicial mucho mayor que detentaban, y la sofisticación con que habían aprendido a justificar sus peticiones.

Se decía que la producción, los mercados y el volumen comercial era limitado. Esta suposición parecía razonable a la vista de un crecimiento demográfico estancado, una escasa innovación tecnológica y sin un incremento perceptible de la productividad. Por lo tanto, era necesario ocupar mercados a toda costa, lo cual se podía conseguir mediante una balanza comercial favorable, es decir, exportando más, o por un valor mayor, que importando. Una balanza comercial activa aportaría riqueza al propio país, tanto en forma de “Tesoro” propiamente (moneda de oro y plata), como en forma de capital disponible para inversiones a un interés bajo. A su vez, ello iba a producir empleo. Por el contrario, una balanza comercial desfavorable en el país vecino iba a debilitarlo.

LA EFECTIVIDAD DEL MERCANTILISMO

Está claro que los argumentos que a menudo se han llamado mercantilistas se adecuaban a las tradiciones políticas de los estados europeos. Tales argumentos tuvieron siempre una vertiente militar, aún cuando ese aspecto no se discutiera abiertamente; es obvio el tesoro era esencial para mantener soldados y comprar armas.

En la práctica, la política mercantilista era raras veces consecuente. Los gobernantes manipularon la economía de sus países tanto como el patronazgo, otorgando monopolios y exenciones y sin preocuparse mucho por llevar a cabo una política económica coherente. Los beneficiarios de los monopolios perseguían sus propios intereses que no coincidían necesariamente con los del Estado como en el caso de las grandes compañías comerciales. Los mismos funcionarios del gobierno no actuaban de modo muy diferente. También ellos buscaban extender sus pequeños imperios locales. En un sistema donde los cargos se compraban, se heredaban o se obtenían por patronazgo, y en el que las enormes distancias y las comunicaciones lentas agravaban las dificultades del control centralizado adecuado, la corrupción era un modo de vida.

¿Desempeñó el Estado un papel positivo?

Los Estados proporcionaron los tratados que sirvieron de marco de derecho internacional bajo el que los mercaderes operaron. El papel del Estado como consumidor, como inversor y como creador de empleo fue mas importante. Los palacios, las fortalezas, los barcos, el armamento, pero sobre todo los salarios de los funcionarios reales y las pagas de los soldados de unos ejércitos que no paraban de crecer, suponían unos gastos a un nivel que hubiera parecido astronómico a los hombres del siglo XV.

Si bien esos gastos gravaron de un modo importante a los contribuyentes ordinarios y frecuentemente les incitaron a la revuelta, también dieron un gran impulso a la banca internacional, crearon nuevas concentraciones industriales y emplearon a miles de personas en trabajos de construcción y a decenas de millares de jóvenes en los ejércitos.

LA PAZ DE CATEAU-CAMBRÉSIS

A mediados del siglo XVI, se hizo de nuevo evidente la inestabilidad inherente de las monarquías europeas tras medio siglo de triunfo aparente. En un primer momento, las únicas culpables de esas nuevas crisis fueron las propias monarquías; encegados por la aparente prosperidad económica de Europa, y confiados en exceso ante su capacidad de obtener préstamos cada vez más importantes en los mercados monetarios de Amberes y Lyon, el emperador y el rey de Francia se lanzaron a una guerra tras otra.

Una mala cosecha de en Europa occidental en 1555-56 y la consiguiente necesidad de importar grandes cantidades de grano desde el Báltico provocaron una crisis de numerario en los mercados monetarios. Ello desencadenó las bancarrotas de los combatientes; los gobiernos español y francés tuvieron finalmente que firmar la paz (tratado de Cateau-Cambrésis, 1559)

Problemas internos

No obstante, a causa de sus respectivas bancarrotas, las grandes potencias tuvieron que concentrarse por un tiempo en sus problemas internos. También en ese terreno la crisis había sido provocada en parte por las monarquía, puesto que eran el elemento más dinámico de la vida política y económica de Europa. Las medidas que los reyes estaban adoptando para lograr extender beneficios propios encontró una oposición por parte de amplios sectores de sus súbditos.

La interferencia de los tribunales y funcionarios reales en el ámbito local fue mal recibida, y la situación no mejoró ante las disputas constantes entre tribunales y funcionarios sobre la autoridad respectiva. Cuando se les pedía que pagaran las contribuciones gubernamentales constantemente en aumento, las asambleas representativas podían responder con duras críticas a la política real o bien imponiendo condiciones a cambio de ayudas que los gobiernos no podían aceptar sin perder prestigio y autoridad.

LA IMPORTANCIA DE LA RELIGIÓN

A partir de mediados del siglo XVI, la religión se convirtió en el elemento constituyente de todas las controversias sociales y políticas. En un continente donde todas las acciones de los hombres tenían un significado religioso y en donde la mayor parte de las aspiraciones y temores se expresaban a través de un lenguaje religioso, era imposible una división clara entre los aspectos políticos y religiosos de la vida. Los predicadores protestantes y católicos competían para ganarse al público en el que entraban todas las clases sociales. Una vez que habían conseguido adeptos entre distintos grupos del país empezaban a polarizarse en torno a las líneas religiosas.

De ese modo, todos los problemas económicos, sociales y políticos se exageraron y se convirtieron en conflictos insolubles. Porque, al mismo tiempo que encontraban aliados, los protagonistas se creaban la conciencia de que estaban defendiendo a la iglesia verdadera contra la herejía. Así, por ejemplo en París, se llevaron a cabo exterminaciones entre católicos y protestantes como una purificación casi ritual para la eliminar la contaminación que sufrían de los enemigos de la iglesia.

De esta forma, las luchas políticas tendieron a convertirse en guerras civiles que invitaban a la intervención extranjera ya que ambos contendientes, en su lucha por su misma existencia, pedían ayuda a los correligionarios extranjeros. A la vez, las potencias extranjeras tenían muchos motivos para intervenir, no solo para que la religión oponente triunfara en el país vecino sino también para evitar que una potencia rival adquiriera más fuerzas o posesiones peligrosas.

LA GUERRA DE LOS 30 AÑOS

La rebelión de la nobleza de bohemia era un clásico ejemplo de la resistencia, tanto por razones políticas como religiosas, de un grupo privilegiado a una monarquía agresiva y centralizadora. Los nobles de bohemia no contaban con un amplio apoyo popular, dado que las ciudades bohemias eran relativamente pequeñas y el campesinado de bohemia y Austria tenía sus propias tradiciones de revolución social y religiosa. Sin embargo, esos nobles podían pedir ayuda a otros príncipes protestantes Llamaron al príncipe de Transilvania y al príncipe elector Federico del Palatinado, líder de la Unión Protestante, una alianza de príncipes protestantes alemanes. El rey católico de Bohemia, el emperador Fernando II, llamó a su vez a sus primos católicos: el rey Habsburgo de España y al duque de Baviera, líder de una alianza de católicos alemanes.

Para los alemanes se trataba de una guerra civil en dos niveles. El primero era la rebelión nobiliaria de Bohemia contra una monarquía centralizadora. El segundo, precipitado por el primero, era una lucha entre el emperador y los estados del Sacro Imperio Romano. Esto era una lucha mucho más compleja, dado que los estados eran principados semi-independientes, y que la cuestión religiosa se sobrepuso al problema constitucional.

La guerra tenía un tercer nivel, ya que se complicó con las luchas por el poder de aquel período, con la guerra renovada entre España y las Provincias Unidas, con el antiguo conflicto entre España y Francia, con la lucha por la supremacía en el Bático entre Suecia, Dinamarca y Polonia, y finalmente con la rebelión de los catalanes y los portugueses contra la monarquía española.

Observadas en detalle, las luchas y las alianzas eran complicadas y cambiantes. Una tras otra, las potencias decidieron intervenir en la guerra porque temían que un enemigo real o potencial ganara y fuera demasiado poderoso. La teoría del dominó, es decir la escalada de desastres potenciales, parecía un razonamiento apremiante para atacar a un vecino en defensa propia.

En general, el antagonismo protestante - católico siguió siendo el factor determinante básico pero no el principal. Los ejércitos se reclutaban casi indiferentemente con católicos y protestantes. Sus generales solían tener ambiciones personales y chocaron a menudo con quienes les contrataban, hasta el punto de que algunos regimientos e incluso ejércitos enteros cambiaron de bando.

TRATADOS DE PAZ Y CRISIS

La guerra de treinta años se llevó a cabo en la mayor parte de Europa y, además, entre los holandeses, españoles y portugueses, en los océanos, las indias y América del sur. Ninguna potencia podía concluir fácilmente un tratado de paz bilateral por temor a que un antiguo aliado, sintiéndose traicionado, se aliara con un tercer enemigo. Finalmente, España, abrumada por las revueltas de Cataluña y Portugal (1640) decidió poner fin a la guerra con los holandeses; una guerra que había durado ochenta años. Desde los primeros años del siglo XVII, los españoles no habían vuelto a pensar seriamente en obligar a los holandeses a aceptar de nuevo la soberanía de su rey.

Este tratado de paz abrió la posibilidad que otras potencias hicieran lo mismo. El proceso de pacificación se vio facilitado en cuanto fue evidente que la mayoría de los delegados asistentes a las dos conferencias de paz paralelas y estrechamente interconectadas (Münster para los católicos y Osnabrück para los protestantes) podían hacer desaparecer problemas insolubles.

Los tratados de paz de Westfalia (1948) confirmaron la independencia de los príncipes alemanes respecto al emperador y elegir su propia religión, Suecia emergió como estado dominante en el Báltico, Francia y España continuaron su lucha hasta 1659 y los portugueses habían conseguido su independencia de la corona española.

El precio que tuvo que pagar la gente por las ambiciones de los príncipes y generales y por el orgullo sectario de la iglesia fue impresionante. Pero más devastadora que las batallas, los sitios y los incendios eran las enfermedades que extendían los ejércitos especialmente en zonas afectadas a campos, pueblos y ciudades pequeñas donde hubo grandes pérdidas de población.

La guerra terminó entre rebeliones y golpes en toda Europa occidental y meridional. La guerra, que coincidió con largos años de depresión económica, obligó a los gobiernos a ampliar su competencia administrativa y a incrementar los impuestos. Estas medidas demostraron ser políticamente incompatibles. La mayoría burocrática necesaria era ineficaz y estaba mal controlada. El resultado fue que los grupos dirigentes cuyos privilegios estaban siendo violados, o el pueblo que estaba siendo exprimido por los impuestos, se rebelaron.

LA GUERRA CIVIL INGLESA

Inglaterra se había retirado de la guerra de los treinta años después de la primera década: Carlos I, que opinaba que el parlamento interfería en sus prerrogativas reales y que cada vez era menos manejables, decidió gobernar sin él. Esto desencadenó en una crisis que se vio precipitada por otro ejemplo de la rebelión clásica de un reino cercano, Escocia, contra las medidas de centralización administrativa y contra la imposición de la uniformidad religiosa. En este caso fueron los presbiterianos escoceses quienes objetaron al Libro Anglicano de Oración y a los intentos de recuperar las tierras de la Iglesia de los que se habían apoderado los nobles escoceses. Carlos I, sin un ejército profesional y sin recursos suficientes para reclutarlo, tuvo que convocar de nuevo al Parlamento, mientras que un ejército escocés ocupaba Newcastle en 1640.

Con un gobierno paralizado por falta de dinero y ante el espectro del ejército escocés, un parlamento casi unánime acusó al principal ministro del rey y le obligó a abolir las instituciones de la monarquía absoluta: la corte de la cámara estrellada (jurisdicción real) y el Tribunal Supremo eclesiástico. Se determinó por ley que el parlamento debía reunirse regularmente, incluso sin convocatoria real, y que el rey no podía disolverlo sin consentimiento de la propia asamblea. Una vez conseguido esto, un partido en aumento empezó de nuevo a apoyar al rey contra los parlamentarios más radicales. La ruptura final se produjo, significativamente, a raíz de la cuestión de quién detentaba el máximo poder; es decir, el control de un ejército que debía sofocar la rebelión en Irlanda.

La guerra civil que siguió (1642-1646) unió, bajo la bandera del parlamento, a los adversarios del absolutismo real, a los puritanos religiosos que identificaban a la Iglesia episcopal anglicana con el catolicismo, y a todos aquellos que tenían motivos económicos o sociales de queja contra la monarquía. El parlamento ganó la guerra con ayuda escocesa.

LA COMMONWEALTH Y EL PROTECTORADO DE CROMWELL

Tras la guerra civil se iniciaron intensos debates sobre la naturaleza de la política y sobre el tipo de régimen que deseaban los ingleses. Los oficiales del ejército eran quienes detentaban ahora el poder último. La monarquía, la cámara de los lores y los obispos habían sido abolidos. Gran Bretaña se convirtió en una Commonwealth; es decir, en una república. La cámara de los comunes fue primero purgada y luego abolida.

A partir de entonces, Cromwell gobernó el país. La variedad religiosa de sus seguidores hizo necesaria la tolerancia religiosa, aunque se impuso un estilo de vida puritano a pesar que el país era reacio a esa forma. Para legitimar su gobierno, Cromwell convocó tres parlamento, pero cada vez se enemistó con ellos al igual que había ocurrido con la monarquía de los Estuardos.

A su muerte, la coalición de los distintos grupos de intereses y sectas religiosas que habían apoyado al Commonwealth se desmoronó, y en 1660 el país acogió de nuevo a la monarquía de los Estuardo en la persona de Carlos II

El significado histórico de la guerra civil y del período de la Commonwealth

Se restauró la monarquía, pero era una monarquía escarmentada, sin su anterior de absolución. También se restauraron el parlamento, incluida la cámara de los lores, y la iglesia anglicana con sus obispos.

Por lo demás, lo que quedó fueron los debates y formas de pensamiento: la justificación de la democracia política y de la tolerancia religiosa. De momento pasaron de moda, pero nunca llegaron a olvidarse. También pasaron de moda los escritos del filósofo más grande de su tiempo: Thomas Hobbes, que intentó entroncar el pensamiento político con el de las ciencias naturales.

LA CRISIS DE MEDIADOS DEL SIGLO XVII

Sin embargo, aunque se puede dudar de la existencia de una teoría o modelo global, e incluso de la misma posibilidad de construir tal teoría, se pueden observar algunas pautas, aún cuando a veces sean ambiguas: una crisis económica que afectó a muchas partes de Europa, quizá influida por una caída en la temperatura media; un cambio en la producción textil industrial; y una decadencia bastante drástica del comercio atlántico español que pudo afectar en gran manera a la economía europea, incluso fuera de España.

En la esfera política, las monarquías estaban extendiendo su poder a expensas de individuos poderosos, de corporaciones locales, o incluso de los dominios lejanos que formaban parte de los típicos estados compuestos del período. Las tensiones resultante, especialmente cuando en ellas se mezclaban disputas religiosas y sectarias, tendieron a ser explosivas, Al mismo tiempo, las monarquías tendían a incrementar los impuestos con el fin de financiar sus guerras que provocaron serias dificultades económicas a la masa de la población y se perdían grandes cantidades de riquezas que de otro modo hubieran podido invertirse en el desarrollo económico.

RUSIA

Imperialismo

Roma cayó en manos de los bárbaros germanos. Luego Bizancio terminó en manos de los turcos otomanos. Ello dejaba a la Iglesia ortodoxa Rusia como única Iglesia cristiana verdadera que tenía ahora su centro en Moscú, la ciudad donde, se decía, había muerto la Virgen María. El zar era el único monarca verdadero de todos los cristianos ya que, según los libros de los profetas, “dos Romas han caído pero la tercera (Moscú) sigue en pie y no habrá una cuarta”. Moscú, como Roma y Bizancio anteriormente, era la Ciudad de Dios; pero, a diferencia de sus dos predecesoras, seguía en pie al final de un desarrollo histórico irrevocable: jamás iba a caer.

Iván III, el primer gran príncipe que empezó a llamarse zar, había justificado su campaña contra Novgorod como un medio para impedir que sus habitantes cristianos ortodoxos perdieran su fe en manos del rey católico de Polonia. Sin embargo, las durezas aplicadas a la ciudad conquistada no tenían nada que ver con las doctrinas ortodoxas. Iván IV conquistó Kazán y Astrakán de modo que toda la cuenca del Volga hasta el mar Caspio quedó bajo el control de Rusia. Estas conquistas se presentaron al mundo como grandes victorias cristianas. Al mismo tiempo permitieron a los rusos controlar las rutas del comercio hacia Asia central y abrieron el camino hacia la expansión rusa en Siberia. A fines del siglo XVII, los rusos habían llegado al océano Pacífico. Durante siglos estuvieron oprimidos por los mongoles, en la época que nos ocupa se transformaron en sus sucesores.

La nobleza de servicio y la derrota de los boyardos

Para llevar a cabo sus guerras, los zares no podían contratar a soldados profesionales debido a que no tenían los recursos financieros necesarios. Los boyardos, los grandes terratenientes, eran demasiado independientes para que se pudiera confiar en ellos. De esta manera, los zares crearon una nobleza de servicio, una clase terrateniente medianos que realizaban servicios militares según el tamaño de sus propiedades. Esta nobleza de servicio se convirtió en una fuerza incorporada para las guerras de agresión, ya que pedían insistentemente nuevas conquistas con tal de obtener más tierras.

En una Rusia escasamente poblada, la necesidad que tenían los terratenientes de campesinos que trabajaran sus tierras era igualmente importante. En la competencia por la mano de obra, los boyardos (mucho más ricos que los terratenientes) tenían grandes ventajas. Pero la nobleza de servicio contaba con el apoyo del zar en su lucha contra los boyardos. De esta manera, los zares invirtieron su anterior política de defender al campesinado libre y apoyaron a los terratenientes imponiendo la servidumbre sobre el campesinado ruso. Este apoyo aseguraba, a su vez, la fidelidad de la nobleza de servicio a los zares y su gobierno autocrático. De esta forma, había muchas razones para que surgiera un conflicto entre la monarquía y los boyardos.

Los boyardos perdieron su poder durante el mandato de Iván IV ya que convirtió a la mitad norte de su país en una vasta propiedad personal en la que unos seis mil de sus más fieles súbitos obtuvieron tierras perteneciente a los boyardos. Éstos recibieron tierras lejanas o fueron directamente expulsados. Su caída aceleró la desintegración de las comunidades de los campesinos libres que todavía sobrevivían ya que los nuevos propietarios de las tierras confiscadas necesitaban arrendatarios e impusieron una servidumbre más severa que nunca sobre sus campesinos.

El período de los desórdenes

Cuando Iván IV murió, el país entro en una lucha por la sucesión. Hacia 1600 el país se precipitaba hacia una guerra civil entre fracciones boyardas y un palacio lleno de intrigas. Los cosacos, polacos y suecos también aprovecharon para intervenir a favor de sus candidatos y un ejército polaco entró a Moscú para proclamar rey al hijo del rey de Polonia.

Finalmente, en 1613, las principales facciones rusas y cosacas aceptaron un nuevo zar: Miguel, de la casa principesca de Romanov. Expulsaron a los polacos y permitieron que Miguel restableciera la autocracia zarista. La dinastía Romanov gobernó Rusia hasta la revolución de 1917.

RELIGIÓN: SANTOS, MÁRTIRES Y PERSEGUIDORES

El siglo XVI y comienzos del siglo XVII fueron la última gran época de la religión cristiana. Los hombres estaban convencidos todavía convencidos de que se podía construir el Reino de Dios sobre la Tierra. Sino en el propio país, quizás sí en ultramar, en el Nuevo Mundo adonde Dios conducía a sus dirigidos. Con esa idea, los puritanos se embarcaron hacia Nueva Inglaterra y los católicos viajaron a ultramar.

Todos ellos, junto a los que permanecieron en Europa, tenían en común una firmeza en sus convicciones que hacía que estuvieran preparados para morir por su fe. Los católicos, luteranos y calvinistas no sólo se persiguieron unos a otros que precipitaron guerras civiles, sino que perseguían a cualquier minoría que tuvieran a mano.

La gran caza de brujas

La brujería no era enteramente una invención de los perseguidores. Existía en todas las aldeas desde principios de los asentamientos humanos. Durante el Renacimientos, algunas de las mentes más sofisticadas creyeron en la magia natural. Quienes la practicaban buscaban a toda costa que se les diferenciaba de las brujas y no se les persiguió. Lo que sí inventó la Iglesia fue la vinculación de la brujería ordinaria con la herejía y la creencia de que las brujas estaban aliadas al diablo en una especie de conspiración de nivel mundial contra la fe y sociedad cristiana.

Los procesos de la Inquisición producía confesiones que confirmaban tanto el estereotipo de la bruja como los peores temores de las autoridades y de la gente corriente. La caza de brujas comenzó a partir del Siglo XV y se extendió hasta finales del siglo XVII. Al tiempo que crecían los temores, las pasiones religiosas se exacerbaron. Sin embargo, la incidencia de este fenómeno fue desigual. En España e Inglaterra fue poca la persecución, no obstante, fue mucho peor en Francia, Suiza, Alemania y Escocia.

LOS GITANOS

Eran la última tribu nómada de Asia que se habían desplazado hacia el oeste hasta Europa pero, a diferencia de las demás, no llegaron como conquistadores. Casi tan perseguidos como los judíos, los gitanos se aferraron tenazmente a sus tradiciones y a su identidad étnica; pero a diferencia de los judíos, no hicieron ningún intento por absorber la cultura de los países donde se instalaron. Hasta el siglo XVIII, y gracias al escepticismo religioso y cierta visión romántica de los gitanos y su música, no se les empezó a considerar con un sentimiento que no fuera de temor o desagrado.

EL CONCEPTO DE LA EDAD MODERNA

Existen dos etapas para considerar el comienzo y final de la Edad Moderna. La primera fija el año 1453 con la caída de Constantinopla en manos de los turcos y el punto final se sitúa en el año 1789 con el comienzo de la Revolución Francesa. En España, sin embargo, se insiste en el año 1492 con el descubrimiento de América. La época denominada Edad Moderna según los españoles concluye tradicionalmente en 1808, con la guerra de Independencia y la crisis de la monarquía absoluta en España y América. En general, los historiadores señalan como etapas de cambio la segunda mitad del siglo xv por una parte y el ciclo abierto por la Revolución Liberal por otra.

Hay que plantearse cuál puede ser el sentido de la evolución histórica global durante la Edad Moderna. Los historiadores marxistas han destacado la concurrencia en el tiempo de dos conceptos económicos y sociales que pueden resultar antitéticos en estado puro: Feudalismo y Capitalismo. Los que interesa es observar el equilibrio inestables que se dio entre un mundo rural dominado por la perduración de las relaciones señoriales y el dinamismo de la sociedad urbana.

La cronología de los hechos económicos no coincide siempre con los movimientos políticos y culturales. Se puede decir que la Europa del siglo XVIII parece más poblada, más rica, con una economía más compleja que las de principio del siglo XVI. El capitalismo mercantil había situado a las sociedades europeas en una posición de superioridad, sin alcanzar una situación de dominio a lo que respecta al Asia o al mundo islámico.

¿Cuál fue el sentido social de la Edad Moderna Europea? Una primera respuesta podría señalar los factores de cambio y de progreso, el crecimiento urbano, el fortalecimiento de la burguesía y de las clases medias en general, la disolución de las jerarquías y de los privilegios estamentales a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Desde otro punto de vista, las grandes luchas sociales que jalonaron europea durante los siglos XIV y XV no lograron abolir el sistema jerárquico de organización social. En este sentido, la Edad moderna sería una gran etapa de estabilización, socialmente conservadora, durante la cual los estamentos privilegiados mantuvieron su poder sobre el conjunto de la población. El incremento demográfico, combinado con una estructura social desigual, producía el aumento del número de pobres y desvalidos. Ésta era la situación a fines de la Edad Moderna, en el momento en el que alboreaban nuevas formas de organización del trabajo industrial y de la vida en conjunto.

En el plano político se considera que la Edad Moderna corresponde al triunfo del Estado, una forma política que se clasifica de “Estado Moderno”. Un elemento definitorio de la nueva época sería la confirmación de la autoridad del monarca, del príncipe sobre las fuerzas del feudalismo, el cual perdería buena parte de su connotación política.

En vez de designar la denominación de “Estado” a la realidad política de los siglos XVI a XVIII, se habla de reinos y monarquías. A lo largo de esos tres siglos se produjo un proceso de intensificación de la autoridad monárquica. Se habla con relación a la época del Renacimiento de una monarquía autoritaria, para el siglo XVII de una monarquía absoluta y para el siglo XVIII de un despotismo o absolutismo ilustrado. Sin embargo, en buena parte de Europa predominó, durante la mayor parte de la Edad Moderna, un sistema de monarquía limitada, en el cuál la autoridad del príncipe estaba compartida por los “estamentos”, o a las fuerzas sociales y políticas de país (fundamentalmente la nobleza, el clero y las ciudades).

Tradicionalmente se ha considerado que la aparición de la Reforma protestante en el siglo XVI constituyó uno de los elementos diferenciadores entre la Edad Media y Moderna. Durante el siglo XV, se habló incesantemente de la necesaria y urgente “reforma” de la Iglesia, sin que ello significara precisamente la división del mundo cristiano. A partir del siglo XVI, las distintas confesiones que se separaron de la Iglesia Romana, conocidas como protestantes, se consideraron a sí mismas Iglesias “evangélicas” o “reformadas”. Tanto católicos como protestantes realizaron un profundo proceso de cristianización y de evangelización en una sociedad cuyos conocimientos religiosos eran muy sumarios y estaban impregnados por creencias naturalistas y mágicas.

Junto al concepto religioso de Reforma, el de Renacimiento en el orden cultural, los grandes descubrimientos geográficos marcan, para los europeos, el comienzo de la Edad Moderna. A fines del siglo XV comenzaba una relación desigual entre Europa y los otros continentes. Se puede decir entonces que comenzó el colonialismo europeo. Pero las sociedades en el que los europeos entraron en contacto eran muy distintas. En el continente americano se produjo la destrucción o sumisión de las poblaciones indígenas. En el África, la llegada de los europeos dio un fuerte impulso a la esclavitud. En cambio, los grandes imperios asiáticos mantuvieron su entidad hasta el siglo XIX y principios del XX.

Los límites de la Edad Moderna son de una parte la crisis de la Baja Edad Media y de otra las revoluciones industrial y burguesa. Esto implicó el fin del Antiguo régimen con un doble proceso: económico y técnico por una lado; ideológico y político por el otro. Ambos procesos convergen en los últimos años del siglo XVIII. La Revolución Industrial fue un movimiento económico y social general, que implicó también una mejora en las expectativas de vida y una modificación de las estructuras agrarias en sentido capitalista. La revolución Liberal tenía un doble sentido. Se oponía al sistema político de la monarquía absoluta, frente a la cual se erigía el concepto de libertad. Se oponía también y substituía el orden jerárquico y privilegiado de la organización social. Frente las distinciones sociales por estamentos, los liberales afirmaban la igualdad de los ciudadanos ante la ley y ante el impuesto, es decir, el fin de los privilegios fiscales y legales de la nobleza y el clero.

EXPANSIÓN EUROPEA

La expansión europea no fue deliberadamente planeada ni fue voluntariamente aceptada por los no europeos; pero en los siglos XVIII y XIX es un hecho político incontrovertible que produjo numerosos conflictos entre los diversos Estados de la disputa de las zonas de influencia. Los cimientos de la preponderancia europea se prepararon en el siglo XV y se afianzaron sólidamente en los siglos XVI y XVII.

Durante estos siglos, los europeos la conexión de las diferentes partes habitadas del planeta. En sus expediciones, los europeos encontraron y conquistaron una gran variedad de razas primitivas. Pero también hallaron muchos pueblos con un alto grado de civilización para los cuales los europeos eran los bárbaros. Estos pueblos eran más numerosos y aparentemente más poderosos que sus invasores occidentales. Sin embargo, ninguno de ellos escapó a la influencia europea, fuera ésta religiosa, comercial, técnica y cultural. Muchos de ellos cayeron bajo el yugo europeo, mientras que espacios vacíos del mundo eran poblados por gentes de similar extracción.

El siglo XV en muchos aspectos fue un siglo de contracción de la expansión de Europa. Imperios como el otomano, la China de Ming o la India cada vez más islamizada, ponían a Europa a la defensiva. El Islam era el mayor obstáculo que se oponía a la expansión occidental, e incluso le obligaba a ceder territorio, lo que simbolizó la caída de Constantinopla (1453). La confrontación Islam-Cristiandad, que venía de la Alta Edad Media, se trató de solventar por parte de los cristianos mediante las cruzadas al oriente del Mediterráneo.

El fracaso de las cruzadas, debido a la rivalidad entre los latinos y griegos, y al empuje de los turcos otomanos, trasladó el espíritu de cruzada a los países del Mediterráneo occidental, como los de la Península Ibérica, donde la larga reconquista de su territorio había creado una mentalidad muy extendida de lucha contra el Islam en todas las capas sociales. Por eso Portugal, que fue el primer país que expulsó al musulmán de su territorio, fue también el primero que, saltando los límites peninsulares, tomó la plaza de Ceuta (1415) con el propósito de atacar al Islam en sus reductos y en la parte opuesta al frente turco.

Tras estos objetivos político-religiosos, los intereses económicos no tardarán en aparecer y después en preponderar. Uno de los incentivos fue la posibilidad de paliar la escasez de metales preciosos de la Europa del siglo XV. El famoso del Sudán, traído por los árabes, fue un acicate para ir a proveerse los propios europeos sin necesidad de intermediarios. Las primeras expediciones portuguesas aportaron además marfil, esclavos y falsa pimienta. También, como consecuencia de la expansión turca, la ruta mediterránea de las especias de Oriente se vio muy obstaculizada, por lo que las diversas empresas para establecer nuevas rutas e ir directamente a comerciar con Oriente, tuvieron un gran atractivo para gobernantes, comerciantes y marinos.

Instrumentos de la expansión

En las grandes expediciones marítimas se aprovecharon tres ramas del desarrollo técnico. Primera: la aplicación de la geografía y la astronomía en los problemas prácticos de la navegación. Segunda: la construcción de barcos y su pilotaje. Tercera: el desarrollo de las armas de fuego, en particular la artillería naval.

En cuanto a los elementos, se partió del legado de árabe del astrolabio y el cuadrante que utilizaba en tierra, y de la brújula, ya conocida en el siglo XIV en Occidente. Esta aguja imantada sobre la rosa de los vientos servía para conocer la dirección, pero los movimientos del navío perturbaban su funcionamiento, por lo que fue reemplazada por el compás de ruta.

Si con la brújula se conocía la dirección, para conocer la velocidad los marineros inventaron la corredera, cuya primera mención data de 1577.

La cartografía utilizada hasta el último tercio del siglo XVI estaba constituida por planos con mapas en forma cuadrada rectangular, sin corrección de la declinación magnética.

A comienzos del siglo XV, el comercio marítimo de Europa se efectuaba en barcos netamente inferiores en diseño y capacidad a las embarcaciones usadas en muchos lugares de Oriente. Pero, a fines del XVI, los barcos europeos eran, en general, los mejores del mundo. Estos navíos eran menos navegables y adaptables a la meteorología que los juncos de la China, pero en conjunto su combinación de rendimiento en el mar, resistencia, capacidad de carga y potencia de fuego les convirtieron en las embarcaciones más poderosas de todos los mares. Este hecho fue de suma importancia en la expansión.

El armamento de las flotas expedicionarias aplicaba el método de la artillería embarcada en el navío, muy diferente del de la “galera”, y que ya se explica en el apartado de relaciones internacionales. En resumen, estos navíos aplicaron el fuego lateral de artillería. Ante las flotas numéricamente superiores y combatiendo cerca de sus bases, la principal arma de las flotas europeas había de ser la artillería y no el abordaje, y el objetivo debía ser el barco y no los hombres. Las primeras batallas donde se aplicó la táctica de hundir barcos mediante el fuego artillero se libraron en el océano Índico.

Manufactura e intercambio

A pesar de los numerosos trabajos que ponen énfasis en los progresos efectuados por la industria en todo este período, creemos que es necesario insistir una vez más en el carácter a menudo secundario y dependiente de toda la producción industrial. El predominio incuestionable del sector agrícola y, por lo tanto, la estructura misma de las crisis económicas avala esta situación subsidiaria de la industria.

La Europa preindustrial no solo era rural sino también urbana y que participa del género de vida de ambos. Recordemos como las grandes concentraciones de mineros son ya germen de ciudades. Otras industrias tienen casi siempre un cuadro urbano. Los productores de lienzos consiguen sus piezas más elaboradas en las ciudades y su crecimiento estimula otra industria, una de las más importantes de su tiempo, la construcción. Recordemos también como la industria trabajaba todavía en unas condiciones bastantes primitivas. A causa del control gremial y de la política de los diferentes estados.

Los empresarios, a causa de las dificultades que experimentaba la actividad industrial, comprendieron muy pronto que para superar todos estos obstáculos era necesario saltarse de algún modo las restricciones existentes sobre la producción. Las diversas innovaciones técnicas interesantes en esta época chocaban con la oposición cerrada por gremios y trabajadores, y precisamente por este conjunto de circunstancias era crucial para el capitalista burlar el control de las organizaciones gremiales.

Esto no siempre era fácil. Por precedente medieval, los gremios, que representaban a oficios particulares o grupos de oficios, regulaban las condiciones de trabajo, adiestramiento y producción. En caso de ser obedecidas, estas pocas normas en conjunto habrían supuesto una reducción grave del número de trabajadores cualificados, del volumen y ritmo de producción y de la variedad de la técnica. Eran totalmente anticapitalistas y habían reducido la producción a niveles caseros. Pero todas estas actividades resultaron inútiles ante el irreversible avance del capitalismo en los distintos sectores económicos.

Entre las industrias que sobresalieron en la época se mencionan la textil, de lino, el tinte y el acabado y la metalurgia.

La economía europea conserva las estructuras elaboradas por ella durante el medioevo. Profundizaron en esta idea, las zonas industriales europeas podían jactarse de una considerable antigüedad. Las ciudades del norte de Italia y de Flandes eran preeminentes en la producción de textiles y de muebles de lujo ya desde los siglos XIII y XIV. La industria metalúrgica, a pesar de hallarse muy extendida, tenía a Lieja y Milán como centros-punta en la producción de armamentos. Así, los antiguos centros industriales continuaron existiendo, en parte por la dificultad de la transmisión de la tecnología industrial a lugares nuevos.

No han faltado innovaciones tecnológicas significativas, pero la mutación fundamental, la de la energía, no ha tenido lugar. La producción industrial moderna dispone de las mismas fuerzas que posibilitaron la actividad industrial en el período medieval: el hombre, el viento, el agua y la madera como primer suministrado de calor y, por tanto, el agente esencial de las transformaciones de la materia.

No se niega que no haya un aumento de la energía pero no es capaz de provocar un cambio de naturaleza de la producción, de multiplicar por cinco o diez la oferta de productos industriales, probablemente porque Europa no experimenta esta necesidad debido a que la satisfacción de la urgencia primera, la alimentación, no está asegurada y no libera fuerza de trabajo suficiente ni poder adquisitivo estimulante. Los bajos niveles de ingresos, además del hecho de que la familia produjera ella misma los simples tejidos ponían estrechos límites al tamaño del mercado de productos manufacturados. Al mismo tiempo el retraso en que estaba todavía la tecnología implicaba obviamente que los mercados de bienes de producción no podían dejar de ser pequeños.

Mientras que la miseria de los muchos limitaba enormemente la magnitud de las industrias de producción de bienes de consumo comunes, no costosos, la riqueza de los pocos presentaba posibilidades únicas para diversas manufacturas de lujo. El número y diversidad de oficios muy especializados (joyeros, bordadores, marroquineros, puntilleros, talladores de madera, etc.) que se encuentran incluso en ciudades de tamaño medio, tanto en la época medieval como en la moderna es relativamente significativo. Tanto entonces como más tarde en los tiempos modernos, una gran parte de productos manufacturados estaba destinada a una reducida pero rica clientela.

La actividad comercial

Los intercambios comerciales en la Edad Moderna también tienen que hacer frente a una serie considerable de obstáculos heredados de la época anterior, aunque ello no impida que nunca en la historia Europea el comercio ha jugado un papel tan fundamental como el de los años 1500 a 1750. Algunos de los conflictos internacionales del período pueden atribuirse a causas comerciales. El comercio era la gran fuerza motriz de todo el aparato de la sociedad. A primera vista, parece curioso que tuviera que existir una íntima relación causal entre el comercio exterior y la prosperidad de los modernos Estados Nacionales.

Éstos (Estados), aunque eran un producto del Renacimiento y de la nueva edad europea, y en muchos sentidos diferían de las sociedades feudales de épocas medievales, en sus aspectos demográficos y productivos eran todavía agrarios. Pero tampoco debemos olvidar que el Antiguo Régimen es sinónimo de atomización y, por lo tanto, la característica más destacada de la actividad económica es de aislamiento.

Europa se rompe en un conjunto de unidades parcialmente autónomas cuyas economías muestran una gran diversidad de evolución y de naturaleza. En los casos en los que tiene lugar un intercambio internacional de productos es en virtud de una demanda marginal y periférica, derivada principalmente de las clases más altas de la población o de las zonas urbanizadas de Europa.

Tengamos presente que la dificultad de transportar mercancías a grandes distancias por tierra venía dada no solamente por terreno accidentado y los malos caminos sino también por la falta de fuerza motriz eficaz, siendo caballos o mulas los principales animales de tiro. Ni siquiera cuando se mejoraban los caminos y se abrían canales se ampliaban sensiblemente los mercados. Se carecía de innovaciones técnicas que superasen las viejas barreras del espacio y tiempo.

En el Antiguo Régimen no se vivió a un ritmo sensiblemente más rápido que en la Edad Media. La verdadera revolución del transporte, y por lo tanto de los intercambios, vino de los ferrocarriles que aceleraron y unificaron.

Las barreras humanas no eran menos notables. Política y fiscalmente, la Europa del Antiguo Régimen era una enorme masa de pequeñas jurisdicciones independientes que constantemente interferían en el libre tránsito de mercancías. Lo más probable era que un camino o un río que atravesaba el territorio de varios señores nobles tuviera un cobro de peaje en cada uno de ellos.

Sin embargo, a pesar de las dificultades, se observa por primera vez en la historia de la humanidad el establecimiento de un comercio intercontinental marítimo de carácter regular. Aunque los mercados seguirán siendo por fuerza pequeños y limitados, el desarrollo de las rutas marítimas fue revolucionario. El comercio marítimo de los puertos de Europa occidental se desarrollaba rápidamente. Se enviaban cereales del Báltico no solo a puertos holandeses sino también más al sur, a España a Portugal; hacia 1570 llegaban al Mediterráneo.

Por otro lado, Inglaterra, los Países Bajos y el Báltico recibían vinos de Burdeos, La Rochela y Nantes y los holandeses expedían grandes cantidades de arenques al norte y al sur. Estas mercancías, junto con la madera, constituían el comercio de gran volumen, que mantenía en movimiento grandes barcos fuera del Mediterráneo, que durante dos milenios había sido el centro económico de Europa.

La financiación de la actividad económica

La formación de capitales dependía directamente del desarrollo de la actividad comercial. En este sentido, el incremento de experimentado por la actividad financiera y la banca no era sino un reflejo de la expansión comercial. La expansión del comercio internacional multiplicó las necesidades de capital de otras maneras, además del puro crecimiento del valor del mismo. Primero, las distancias implicadas en el comercio internacional estaban siendo alargadas. Es verdad que, aún en el siglo XVIII, una parte muy grande de dicho comercio se desarrollaba entre Hamburgo y Londres, Saint-Malo y Cádiz, Lisboa y Ámsterdam, pero desde la época de los descubrimientos del siglo XV una parte creciente del comercio recorría distancias muchos más largas. Las mercancías pasaban más tiempo en las bodegas. Se necesitaban más barcos y mayores, y por estas razones la necesidad de capital del comercio ultramarino aumentó.

En todos los países, algunas empresas muy grandes o muy arriesgadas exigieron una reunión de capital mayor de la que un solo individuo o un puñado de socios estaban dispuestos a proveer. Para estos fines se creó la compañía anónima. Los ejemplos más relevantes fueron las compañías que se formaron para el tráfico asiático, a las que se les confirió las responsabilidad de tratar con gobiernos fuera del alcance de la diplomacia europea, que necesitaban capital para los viajes mercantiles muy largos, mantener grandes establecimientos permanentes en las Indias y manejar mercancías muy valiosas. Pero las sociedades anónimas no solo fueron creadas por razones económicas. Muchas tenían como objetivo principal el obtener monopolios, privilegios mercantiles o ayuda estatal que no se daba a individuos.

De las diversas actividades comerciales fluía constantemente nuevo capital que demandaba en aquellos tiempos modernos la formación de bancos. Los nuevos bancos públicos de Europa occidental pronto se encontraron ante el problema de hacer un uso provechosos de los fondos depositados. Todos se vieron tentados y obligados a ir por el viejo sendero de prestar a los gobiernos, y la mayoría fracasaron debido a esto. Al depender del Estado, no podían desentenderse de las necesidades de éste. Solo el Banco de Ámsterdam y el de Inglaterra fueron capaces de limitar los préstamos al Estado a un nivel razonable, dando sólidos activos.

“LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA”

Durante los tres siglos de la Edad Moderna la sociedad europea estaba constituida por la simbiosis de una mayoritaria base agraria y una dinámica red urbana. La mayoría de la población se dedicaba a la agricultura. De su trabajo salían las rentas de las que vivían los estamentos privilegiados que lo eran fundamentalmente por su condición de terratenientes.

Esta sociedad anterior al liberalismo que llamamos de manera convencional “Antiguo Régimen”, era por definición una sociedad jerárquica, basada en la desigualdad y el privilegio.

El conjunto de la sociedad era marcadamente tradicional, apegada a una visión estática de la existencia, que prefería lo estable a los riesgos de la novedad. La herencia sociocultural de los antepasados era un valor sagrado que se debía defender. Las intromisiones estatales en la vida social eran rechazadas con fuerza en nombre de una moral colectiva, y siempre con la solidaridad vecinal y territorial contra el extranjero, el desarraigado, el desconocido que no podía ser identificado con un cuerpo o grupo social.

Una clase privilegiada: la nobleza

La clase privilegiada fundamental de la sociedad europea hasta las revoluciones industriales fue la nobleza. Era el grupo social que servía de norma y modelo al conjunto de la sociedad. Lo podemos definir como una clase privilegiada, hereditaria, terrateniente, de origen militar. Aunque la función social de la nobleza disminuyó a lo largo de la Edad Moderna, se partía del principio de que su condición privilegiada y terrateniente se derivaba de su dedicación exclusiva a la defensa de la sociedad.

Los privilegios nobiliarios comprendían elementos honoríficos de precedencia social en las ceremonias, reserva o preferencia en los principales cargos políticos, una administración de justicia propia y, en teoría, la exención de impuestos. El sistema de herencia, orientado hacia la protección del linaje, tendió a favorecer la transmisión de bienes por primogenitura, en una evolución que avanzó desde el mediterráneo hasta el norte europeo.

Teóricamente, todos los miembros del estamento nobiliario gozaban de una misma condición social, pero en la práctica existían notables diferencias de riqueza y poder entre ellos. De manera esquemática podemos distinguir una alta nobleza y una baja nobleza. La frontera entre alta y baja nobleza podría situarse, por un lado, en los que ostentaban algún tipo de título de duque, marqués, conde, etc. Por el otro, en la posesión o no de señoríos.

Aunque en teoría la condición nobiliaria sólo se transmitía por descendencia, en realidad el estamento de la nobleza estaba renovándose constantemente por la aceptación de nuevos miembros. El fenómeno de ennoblecimiento se realizaba por las vías complementarias de la concesión real (nobleza de privilegio) y de la aceptación social, a través de situaciones diversas como la nobleza local. El ennoblecimiento beneficiaba a los elementos de la burguesía superior y del campesinado acomodado cuyas fuentes de ingresos (rentas agrarias) y formas de vida se asemejaban ya a las de nobleza.

Una burguesía conservadora

En principio, el burgués surge de la economía urbana, que era fundamentalmente mercantil. Pero, prácticamente en toda Europa, la capa superior de la burguesía vivía de rentas de propiedades urbanas y rurales, y también de préstamos de capitales. Esta burguesía rentista tendía a consolidarse como una oligarquía municipal con connotaciones sem-inobiliarias, como indica la denominación mediterránea de ciudadanos honrados. Era una característica europea la distinción entre la oligarquía rentista y la burguesía mercantil.

El núcleo de la burguesía estaba integrado por los comerciantes. En primera fila se hallaban los financieros o banqueros. En segundo lugar, el comerciante o negociante dedicado al comercio al por mayor de todo tipo de productos, incluidas las letras de cambio, pero con escasa vinculaciones en la producción industrial. En un nivel inferior se encontraban los mercaderes de productos concretos (fundamentalmente de tejido de lana y seda).

A diferencia de los universitarios (juristas y médicos), los comerciantes recibían una formación empírica, adquirida en el propio negocio, a menudo en casa de los corresponsales de familia, lo que les daba mayor conocimiento dl mundo.

La condición social del comerciante era vista como algo distinto e inferior con relación a la nobleza. La posición del comerciante era considerada como una etapa transitoria hacia una situación más honorable. Una evolución general llevaba a los comerciantes a invertir en propiedades agrarias, lo que representa un buen comienzo para una ulterior petición de ennoblecimiento.

La relación de la burguesía con la nobleza era ambigua y cambiante, pasando del sentimiento de inferioridad o el deseo de ascensión social a una crítica hostil a fines del Antiguo régimen. La ideología burguesa del siglo XVIII vio en los privilegios nobiliarios una arbitrariedad injusta que debía ser abolida.

El artesano

La mayor parte de la población urbana estaba constituida por familias de artesanos. Los menestrales estaban organizados en corporaciones de oficios que llamamos gremios. Los gremios reglamentaban la formación profesional y las condiciones de trabajo, fabricación y venta de sus respectivos productos. Tenían también funciones religiosas y de asistencia social. Las corporaciones eran la forma de organización social de los artesanos, que constituían en cierta manera un estamento o grupo propio.

Los gremios se fundamentaban en una ideología mesocrática e igualitaria, pero en realidad se organizaban de forma jerárquica y oligárquica. En primer lugar, por la existencia de los sucesivos grados de maestros, aprendices y oficiales. En segundo lugar, porque la igualdad teórica de todos los maestros de un oficio era contrapesada por las diferencias económicas e incluso las distinciones legales que favorecían a pequeñas minorías de artesanos. En toda Europa, desde el siglo XV los gremios habían establecido exámenes de maestría. Estas pruebas, que debían asegurar la capacidad técnica y el dominio del oficio, se convertían sobre todo en obstáculos económicos, debido al coste de los exámenes. En algunos países se añadían exclusiones de tipo étnico o socio-religioso, como lo prohibición de aceptar aprendices esclavos que tenían algunos gremios de las ciudades alemanas, o las pruebas de pureza de sangre de muchos gremios españoles en zonas del país donde había predominado la población musulmana.

No obstante, no toda la población laboral urbana se hallaba encuadrada en gremios. Existía una amplia masa de trabajadores no cualificados que trabajaban normalmente por un sueldo a diario, por lo que se les conocía como jornaleros. En el mismo nivel social se encontraban los oficios eventuales y ambulantes.

La sociedad campesina

El campesino vivía sometido a una serie de presiones que podían ser coincidentes o no. En principio, hay que considerar la pertenencia o no a un señorío, lo que en caso afirmativo significaba la dependencia administrativa y jurídica al señor, el pago de impuestos señoriales y de una parte de la cosecha.

En segundo lugar, el campesino podía estar obligado al pago de una renta de la tierra, caso de no ser propietario absoluto de la misma. En ese ámbito, la condición campesina dependía del tipo de contrato del que se disponía. Los más favorables eran los contratos de larga duración, vitalicios o hereditarios. Menos favorables eran los contratos de arrendamiento, de menor duración. Más desfavorable a los campesinos eran los contratos de aparcería que indicaban el hecho de una partición de cosechas entre el propietario y el cultivador en proporciones variables. Además, todo cultivador debía entregar a la Iglesia el diezmo o décima parte de la producción agraria.

Todavía pasaba por el campesino una carga impositiva normalmente superior a la de los habitantes de las ciudades (que además no pagaban diezmo) y sufrían directamente las destrucciones de la guerra y el peso de los alojamientos militares de las propias tropas, casi siempre gravosos y lesivos.

Podemos distinguir en el campesinado cuatro niveles fundamentales: los campesinos acomodados que eran independientes, titulares de grandes explotaciones, poseedores de cabezas de ganado y empleadores de mano de obra. Los campesinos medios, independientes pero no tan poderosos como los anteriores. Los campesinos dependientes (la mayoría de la población rural) con pocas tierras o tierras insuficientes, agobiados por las deudas, las rentas y los impuestos con posibilidades de perder sus tierras. Y la condición del mozo de labranza que era similar a la d los criados en la sociedad urbana.

Los sectores marginales

Las autoridades estaban preocupadas por el creciente número de pobres incontrolados o vagabundos. La mayor parte de ellos eran campesinos pobres que habían perdido sus tierra, o que morían de hambre en las ciudades. El vagabundo era para los ricos la figura del mal pobre, del falso pobre, que fingía enfermedades inexistentes para excitar la compasión y obtener limosnas. Los vagabundos podían constituir bandas más o menos organizadas que exigían limosnas con amenazas, por ejemplo, de incendio a las granjas de campesinos ricos.

La marginalidad era fruto de la pobreza y de los hábitos de violencia que impregnaban todo el conjunto social. La legislación penal era dura, con frecuencia arbitraria, socialmente selectiva; castigaba con preferencia a los no integrados en grupo que pudieran protegerles. Las condenas buscaban más la ejemplaridad a través del terror que la reinserción, o bien, la utilización de mano de obra forzada como pena.

EL SISTEMA POLITICO DE LA EUROPA MODERNA

La mayoría de los países de la Edad Moderna se regían por un sistema monárquico de gobierno, sólo en un pequeño número de casos se podía hablar en sentido estricto y actual de república. Durante los siglos XVI a XVIII se desarrolla un nuevo tipo de Estado, el Estado Moderno, cuya fragmentación del poder es muy distinta a la presentada en la Edad Media (época medieval). Historiadores juristas expresan que es preferible referirse a las entidades políticas de la Edad Moderna con el nombre de Monarquía (que subraya una unidad de poder). Ya en el siglo XIX, varios historiadores clasificarían a esta monarquía como absoluta. Ej: este concepto se puede aplicar a partir de la monarquía absoluta de Luis XIV en Francia, y sus etapas posteriores.

Después del siglo XVII, los monarcas compartían el ejercicio del poder con una representación organizada de los estamentos sociales y políticos (fundamentalmente privilegiados) y ciudades que participaban en la cuestión legislativa, impositiva y territorial. A esta forma de organización se la conoce como Estado Estamental. Ej. El Parlamento y la Corte, en Inglaterra y España. Sin embargo, el soberano desarrollaba su capacidad legislativa al margen de las cortes, parlamentos o dietas. Por ejemplo, el sistema fiscal pasaba a estar controlado en mayor grado por el monarca.

En los países eslavos y escandinavos la Corona solía ser electiva (hasta mediados del s XVII, por lo menos). O sea, los monarcas estaban obligados a aceptar un documento que legitimara su poder. En Polonia y Hungría, por ejemplo, se autorizaba el derecho a la resistencia armada a las órdenes del soberano, que considerasen injustas. Muchos historiadores creen convenientes las utilización del término de diarquía entre soberano y estamentos. En la monarquía absoluta, el Rey se hallaría desligado de la obediencia de las leyes. Tomando el caso de la monarquía francesa, el rey estaba obligado a respetar las leyes fundamentales que había jurado observar en la ceremonia de coronación (que exaltaba el componente religioso de la realeza).

El mercantilismo fue la política económica de la monarquía absoluta (siglos XVII y XVIII).

Los reyes se identificaron con la defensa de la uniformidad religiosa y persiguieron a los disidentes.

(... en el ámbito social...) La monarquía (tanto estamental como absoluta) fracasó en países dónde la política capitalista estaba desarrollada, y dónde la burguesía disponía de mayor participación política, como en Holanda e Inglaterra. También ocurrió lo mismo en países de economía agraria, servidumbre de la gleba y burguesía casi inexistente, como Polonia y en menor grado en Hungría.

La etapa final de la monarquía en el siglo XVIII suele calificar un régimen de “despotismo ilustrado”. Según los historiadores, no hay duda sobre el carácter despótico, absolutista de los gobiernos del siglo mencionado anteriormente. Hubo un fortalecimiento del poder estatal mediante la centralización y la disposición de una uniformidad. Dependencia sobre un gobierno central.

Otro concepto que aparece en el siglo XVIII es el de policía, que no ser refería sólo a las cuestiones de seguridad, sino que abarcaba también, aspectos de lo que hoy llamaríamos Bienestar Social.

ELEMENTOS DEL SISTEMA POLÍTICO

El rey y la dinastía

En un gobierno persona, es la figura que mayor relieve alcanza. Persona física e institución permanente. Es el supremo gobernante, legislador y juez, jefe militar y a veces cabeza de la Iglesia, sobre todo en países protestantes y ortodoxos (o sea que en él confluyen todos los poderes del Estado).

La función del rey, se completa con la de dinastía (cuestiones de matrimonio y sucesión de la familia real, que alcanzaban gran trascendencia política. La corte era el ámbito de la vida del rey, el escenario de su grandeza y el centro del gobierno.

Los ministros del rey

El Rey gobernaba sus dominios por medio de un amplio conjunto de servicios en su doble calidad de príncipe y de supremo señor feudal.

El concepto de ministro podía ser muy amplio, por ejemplo, en España abarcaba a todo tipo de funcionarios, y en Francia se empleaba el término de oficiales reales para expresar lo mismo. Dada la concentración de todos los poderes en el monarca, existía tendencia a delegarlos en una sola persona, en un primer ministro.

La institución básica de las monarquías europeas de la Edad Moderna era el Consejo del Rey. En un principio la alta aristocracia se consideraba miembro del consejo real por derecho propio. En algunos países, el consejo se subdividía en varias instituciones que se encargaban de asuntos particulares.

Hacia 1500 la máxima figura institucional era el canciller (un eclesiástico jurista, cabeza, jefe de administración real y de la justicia, y principal consejero político). Luego tanto en Francia, Inglaterra o España, esta figura se inclina más hacia la función jurídica (más adelante el poder político se concentraría en las manos de los secretarios de distintas instituciones como el Consejo, gabinete, etc.); caso contrario al del Imperio Germánico y las monarquías eslavas y escandinavas (que se apega más a lo político).

La administración territorial

Las grandes monarquía se subdividían en unidades menores. Las monarquías eran agregados de territorios que en tiempos anteriores habían tenido reyes propios. La monarquía hispánica y francesa son un ejemplo.

Las divisiones mencionadas corresponden a grandes conjuntos políticos, y sus ámbitos militares y administrativos. Algunos estados, como el francés, contaban una red de tribunales de justicia, llamados “Parlamentos”, cuya área de jurisdicción era muy distinta; otro tipo de división incluía la administración de la hacienda (figura del intendente).

La hacienda

El monarca debe subsistir mediante sus propios ingresos. Existe una hacienda del rey, distinta de la hacienda del reino. Unos impuestos son establecidos o administrados libremente por el rey, mientras que otros requieren la aprobación de los estamentos. Sistema fiscal discriminatorio. Perjuicio a la población rural, ya que el peso fiscal recaía sobre ellos (siglo XVII y XVIII, se establecen impuestos proporcionales a la riqueza de la tierra).

Además se cobran impuestos sobre los intercambios comerciales, y se establecen tributos sobre productos de primera necesidad como la carne, el aceite, el vinagre, etc. (“millones” en Castilla). La sal, por ejemplo, era un producto especialmente tasado (“Gabelle”, en Francia. Palabra que se convierte en denominación de tributo injusto y oneroso).

El ejército

Una de las características del Estado moderno, es la formación de un ejército permanente (“gendarmería francesa” o los “tercios” españoles). Estos ejércitos se formaban sobre la base del reclutamiento voluntario. Si no bastaba, se pedía reclutamientos forzosos a los municipios. Los individuos que formaban el ejército eran socialmente inestables, y generalmente impulsados por la pobreza.

Entre 1560 y 1600 hallamos la Revolución Militar (incremento de la artillería), que tuvo repercusiones en el orden la fortificación y en la organización militar. La opinión pública inglesa consideraba que el ejército permanente no es más que el establecimiento de un poder autoritario.

Instituciones representativas

Es necesaria la organización articulada de estamentos sociales en instituciones representativas de tipo parlamentario para un completo ejercicio de los sistemas políticos de la edad Moderna (“Cortes” en España, “Parlamento” en Inglaterra y algunos estados italianos, “provinciales” o “generales” en tierras francesas, y “dietas” en territorios germánicos y eslavos). Estas instituciones partían y se enraizaban en la división jerárquica de la sociedad. El Parlamento de podía organizar según dos modelos:

A) la división en tres brazos o estamentos: el eclesiástico, el militar o nobiliario, y el real o tercer estamento. En otros países existían dos brazos nobiliarios: la “alta” nobleza de los señores y la “baja” de los caballeros. También en otros países como Suecia, podía existir un cuarto brazo: el de los campesinos.

B) la división en dos Cámaras, según el Parlamento inglés: una “Cámara Alta” que reunía a todos los miembros de la nobleza titulada. En “la Cámara de los Comunes” se encontraban los representantes de las ciudades y los condados (pequeña nobleza o campesinado libre).

Según el país, a los estamentos, les correspondía una mayor o menor participación en la elaboración de las leyes, en la administración de los impuestos o en la misma representación del país. Las comisiones permanentes aseguraban estos fines. En todos los casos subyacía la idea del reino como entidad política distinta y separada del rey, ligado al mismo por un sistema mutuo, contractual y pactista, que ambas partes debían respetar.

LAS REPÚBLICAS

Algunos estados de extensión limitada conservaban una forma de gobierno republicana. En su mayor parte eran el resultante de la expansión territorial de una ciudad-estado. Las instituciones respondían a la evolución de los gobiernos municipales de la baja Edad media y estaban inspirados en un horror al poder personal. Ej. Repúblicas italianas de Venecia y Génova.

EL ESTADO Y LA SOCIEDAD

LA NOBLEZA Y EL PODER POLÍTICO

El rey podía considerarse el primer noble del reino y los nobles eran sus principales colaboradores en la gobernación de sus dominios. La nobleza, nutría unas ideas que se oponían al desarrollo del poder absoluto del soberano. En principio, para los nobles el rey sólo era el primus inter pares (el primero de ellos).

El punto de conflicto entre la monarquía moderna y la nobleza se reflejaba en el fenómeno del ennoblecimiento. O sea, el rey confería la condición nobiliaria a aquel que no poesía, o concedía títulos a simples caballeros, o efectuaba promociones dentro de la jerarquía nobiliaria. Esta facultad fue utilizada con los consejeros reales y secretarios del Estado. La antigua nobleza de origen militar o feudal, reaccionaba con acritud ante este fenómeno.

Los reyes habían cedido a la nobleza poseedora de señoríos, el ejercicio de una parte importante de la autoridad pública. El monarca, también cedía determinados ingresos o rentas a la nobleza, como el caso del diezmo.

LA BUROCRACIA COMO GRUPO SOCIAL

Sector que se dedicaba a la política, en especial a los que se relacionaba con la magistratura. Las capas superiores de la burocracia procedían de las facultades de leyes (la graduación universitaria facilitaba el ennoblecimiento de determinados niveles de la jerarquía administrativa). La nueva realidad política de los funcionarios y el fácil enriquecimiento, provoca el resentimiento de la nobleza militar que hacia el 1600 admite el “injusto predominio que han obtenido las letras sobre las armas”.

Ellos reclamaban el poder, ya que destacaban su experiencia, cualidad que, según ellos, les faltaba a los letrados (hombres de ciencia teórica).

Patrimonialización del cargo público (se daba como realidad de hecho, sin disposición legal): encontramos a padres e hijos ocupando cargos de secretarios reales o de cancilleres, a veces con un cierto intervalo. Como se concedían promesas de sucesión, los cargos caían en manos de particulares que los incorporaban a su patrimonio como un bien más. Para recuperar la libertad de nombrar a los titulares de los cargos, la Corona hubiera tenido que devolver las cantidades recibidas, lo que nunca estuvo en disposición de hacer, ya que de ordinario los cargos se vendían debido a necesidades financieras.

ESTADO E IGLESIA

Relación monarca-poder eclesiástico: compleja y tensa. Aunque las aspiraciones del Pontífice a ejercer una teocracia eran inviables, las luchas religiosas del siglo XVI plantearon todavía la posibilidad de que el Papa declarara depuesto a un soberano por hereje. Ej: reina Isabel de Inglaterra en 1570.

En Inglaterra, por ejemplo, quedaba establecido por Ley la supremacía de la Corona sobre el estamento eclesiástico. El protestantismo propuso la constitución de “iglesias nacionales” que coincidieran con los límites políticos y estuvieran controladas por el poder secular, como “la iglesia de Inglaterra”.

En los países católicos también estaba la idea de impulsar a una idea de “Iglesia Nacional”. Los monarcas consideraban que, como representantes de Dios, les competían derechos y deberes sobre la Iglesia, entre ellos el de reformarla.

En el siglo XVIII el Estado trataba que el estamento eclesiástico estuviera sujeto al pago de impuestos, de que se pudiera impedir la concentración de bienes en manos de los clérigos, de intervenir en la dirección de enseñanza, de la asistencia socia, y también de las formas populares de religiosidad, como eran las cofradías.

Las autoridades eclesiásticas tuvieron conflictos en sus jurisdicciones con los civiles. Estos inconvenientes no eran de índole religiosa principalmente, sino que son aspectos que pueden considerarse mixtos (vida matrimonial y civil).

EL ESTADO Y LAS CIUDADES

Las ciudades ejercían una función de dominio económico y político sobre el espacio circundante. Éstas se gobernaban por medio de un sistema de Consejos, que podemos reducir a una dualidad: un consejo genera (de un centenar de personas, por ejemplo)l y un consejo reducido (elegido sobre la base de aquél). Los consejeros solían pertenecer a la oligarquía rentista, aunque había una participación mínima del artesanado (como sucedía en Barcelona).

Desde principios del siglo XVII hasta el XVIII se desarrollaron luchas sociales por el control del gobierno municipal. En teoría, los municipios derivaban de una concesión real en forma de privilegio; y en práctica, los consejos podían auto reclutarse sin que el monarca los pueda controlar. También, algunas “ciudades libres” escapaban a la autoridad directa de un monarca (como las ciudades imperiales alemanas).

Las ciudades protagonizaron movimientos de rebelión a lo largo de la Edad moderna. La oposición municipal se basaba en un sentimiento particularista de defensa del propio ordenamiento jurídico, de la autonomía conseguida en la Edad media. La posición de las milicias urbanas de carácter burgués o artesanal era decisiva para determinar el desarrollo de una revuelta.

EL ESTADO Y LOS CAMPESINOS

La población campesina vivía apartada de la acción de los agentes estatales por su inclusión en el régimen señorial. Sin embargo, para ellos, el monarca era un padre bondadoso, próvido y restaurador de agravios. El malestar que podía acechar al pueblo era responsabilidad de los malos ministros, consejeros y funcionarios que mantenían engañado al rey, y perjudicaban al pueblo con tributos injustos.

Durante la edad Moderna, los campesinos tuvieron que darle mucho al estado en forma de impuestos y de los términos de alojamiento de tropas (que por cierto incidían en forma muy negativa en la economía campesina).

Los monarcas eran los únicos que podían sancionar y confirmar los procesos de mejora de la condición campesina. En el siglo XVI la servidumbre fue abolida por los reyes de Francia.

La abolición se encontraba contenida en la “Carta Dorada”, sin embargo los señores se negaban a reconocer esta medida, que provoca la rebelión campesina.

VIDA RELIGIOSA

La Europa de finales del siglo XV es religiosamente tridimensional: se encuentra el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.

La edad moderna fue una etapa crucial y determinante para el cristianismo: se pasó del cristianismo unitario a tres ramas (catolicismo, ortodoxia y protestantismo); a la Iglesia le suceden Iglesias Cristianas. Se pasó de un cristianismo de paz interior a un cristiano de confrontación, no sólo doctrinal, sino también militar. Del cristianismo “abierto” a otras religiones, se pasó a uno rígido preocupado por las ortodoxias religiosas, como demuestra la Inquisición. En este tiempo se inicia una etapa de reformas en la doctrina, una etapa de falta de credibilidad e increencia (siglo XVIII con el crecimiento del racionalismo ilustrado).

En el siglo XV se presentan problemas estructurales, entre el papado y el Concilio. Trento (1545-1562) significa el fortalecimiento del papado frente a los Concilios Ecuménicos hasta el siglo XIX (1869-1870 Vaticano I). Hay un centralismo Papal, acompañado de crecimiento romano, que crítica a las monarquías absolutas en nada dispuestas a aceptar que los obispos quedaran al margen de su autoridad. Aparece la figura de los “cardenales”, cuya figura se relaciona al centro del poder eclesiástico.

A fines del siglo XV, el Papa es considerado por los reyes como un igual en el campo político.

El clero era un estamento paralelo a los demás grupos sociales, puesto que siempre se podía encontrar dentro del clero un grupo de personas, que se correspondían a otro en los restantes estamentos. Podemos hablar de una alianza trono-altar, cuando la designación pasó a manos del monarca, creando lazos de fidelidad personal.

Se pueden distinguir 2 grandes bloques en el estamento eclesiástico:

  • Regular: desdobla muchas de las órdenes en calzados y descalzados. También aparece la nueva figura canónica de congregaciones de clérigos regulares, más centralizadas y dedicadas a tareas concretas.

  • Secular: su fin es aumentar la dotación de beneficios en sus distintas formas canónicas, que permiten obtener medios de vida en una sociedad que se presenta difícil en cuanto a la subsistencia.

  • Habrá un menosprecio ilustrado frente a los regulares. Mientras que los seculares seguirán siendo reconocidos como nobles, a pesar de que su función sea la de un potencial educador del pueblo, que se sobrepone a lo estrictamente religioso. A pesar de esto, el nivel intelectual del clero mejora y contribuye a crear un fuerte clericalismo interno a la Iglesia Católica.

    En este tiempo, también hay una mutación notable en la vida femenina religiosa: aparición de las “monjas”, que según lo visto en Trento, debían conservar por obligación las clausura solemne (cortando la posibilidad de dar una presencia activa a las mujeres comprometidas por voto). Recién en el siglo XIX se abre el camino a una nueva concepción de vida religiosa femenina.

    Aumento de la religiosidad del momento. Los índices son:

  • Crecimiento de cofradías, de acuerdo a las devociones de las nuevas congregaciones religiosas que se suman a las anteriores y a las 2, que serán comunes en todas las parroquias urbanas y rurales: la de la Minerva y la del Rosario.

  • Aumento de la predicación extraordinaria con motivo de novenas, fiestas y misiones populares

  • Exagerada proliferación de reliquias.

  • Espectacular producción literaria religiosas (Teresa de Jesús, Inés de la Cruz...)

  • Sin embargo, a pesar de la exaltación, existen controversias: preocupación por el tema de la salvación (y la respuesta de Lutero), crecimiento en la atención al mundo preternatural (Ej., brujería), etc.

    La evangelización se hizo de la mano con la colonización. Se abren nuevos campos como el euro americano, reemplazando al ya experimentado euroasiático.

    EL SABER Y SU TRANSMICIÓN

    Hasta mediados del siglos XVIII, Europa estuvo nucleada por una visión del mundo cristiana. Junto a esta visión eticoexistencial del saber, se constata el nacimiento y difusión de una concepción del conocimiento como instrumento práctico de dominación de la naturaleza y de progreso económico.

    Unos de los fenómenos más importante de esta época, es la expansión de la alfabetización, que deja de ser patrimonio casi exclusivo de los clérigos, y de algún modo, “abre las puertas” a nuevos miembros. Esto se debe gracias a la revolución provocada por la imprenta.

    Por otro lado, la historia de la cultura trasciende las fronteras políticas. A todo esto, Geertz establece una definición de cultura: “denota una norma de significados transmitidos históricamente, personificados en símbolos, un sistema de concepciones heredadas expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan sus conocimientos de la vida y sus actitudes con respecto a ésta”.

    ¿HACIA UNA CIVILIZACIÓN DE LO ESCRITO?

    En la Europa Moderna, grandes estratos de la población continuaron siendo analfabetos. Sus conocimientos se transmitían de forma oral e icónica.

    La importancia de lo escrito, la expansión de la alfabetización y la invención de la imprenta son unos de los fenómenos más definitorios de la Europa Moderna.

    La imprenta provoca una ruptura: se pasa del manuscrito raro accesible a pocos, del impreso que se multiplica por miles. La Revolución de lo escrito impactó hasta en las personas que no podían acceder a la letra impresa. Ej: los predicadores aplicaban los conocimientos expandidos por la imprenta.

    Los primero textos impresos antes de 1500, los “incunables”, eran en su mayoría religiosos. En el siglo XVII, la imprenta contribuiría a los primeros intentos de difusión del saber en enciclopedias o diccionarios especializados. La vida intelectual se amplía y llega a sectores extensos del artesanado e incluso a algunos estratos del mundo rural.

    Por otro lado, la imprenta contribuyó a la difusión y fijación ortográfica de las lenguas vernáculas o nacionales frente al latín. Las zonas culturales de la Europa Moderna se definieron en gran medida por los alfabetos utilizados: latino (utilizados en territorios cristianizados a partir de la influencia de Roma) y el cirílico (utilizados en territorios cristianizados a partir de Bizancio).

    La alfabetización, también provocó cambios en el aspecto educativo y religioso (Ej. Acceder directamente a la Palabra de Dios, impulsada por la reforma protestante).

    Algunos aspectos de la alfabetización destacan que hubo cierta restricción de la lectura y la escritura: las ciudades fueron islas de alfabetización intensa frente al mar de analfabetismo rural (cabe destacar también, que a las mujeres se le restringía aún más el acceso). Hablando desde el punto de vista estamental, además del clero y la nobleza, abarcó a los estratos superiores del tercer estado: burguesía y parte del artesanado. También hubo una alfabetización bastante incompleta en la Europa Moderna. Había sectores sociales eran capaces de leer, pero apenas podían escribir.

    La circulación de lo escrito tuvo profundas repercusiones culturales:

  • Contribuyó a la inculcación e interiorización de nuevos controles (Ej. La afectividad) y de unas formas más refinadas de vivir.

  • La facultad de dialogar en silencio con lo escrito favoreció a la creación de una esfera de privacidad y el desarrollo de la autonomía individual frente al Estado.

  • Facilitaron la creación de una esfera pública política como espacio abierto a la crítica individual en el ejercicio público de la razón.

  • A partir de principios del siglo XVII, la difusión de la prensa escrita favoreció la difusión de la información que era necesaria para el debate público político.

    INSTITUCIONES EDUCATIVAS Y AMBITOS SOCIOCULTURALES

    La transmisión del saber en la Europa Moderna era mucho mayor que la que nos enseña la familia, y no sólo para adquirir conocimientos religiosos. El sistema educativo del estado estaba en manos de las Iglesias cristianas (sobre todo en el siglo XVIII) y las autoridades municipales. Hubo órdenes como el Oratorio, la Escuela Pía y los Jesuitas, que se dedicaron ampliamente a la educación. Las autoridades municipales, mientras tanto, tenían atribuciones no sólo en las escuelas, sino también en la universidades.

    El gran desarrollo de la educación que se desarrolló en la Europa Moderna, se realizó mediante escuela parroquiales y de iniciativa municipal.

    Gran importancia de la universidad como institución educativa (fomentada por la eclesiástica medieval). Sus enseñanzas fueron la teología, las artes liberales, el derecho, y en menor medida una medicina libresca. Se habla de una Revolución Educativa entre fines del siglo XVI y comienzos del XVII, dada la gran cantidad de estudiantes que accedieron a la universidad.

    También, este período se distinguió por las propuestas de renovación pedagógica de mayor calado, opuestas a la tendencia a la memorización y el rigor. Por ejemplo, Vives y su planteo de inclusión de la mujer y las clases populares en el ámbito educativo; o Rousseau que plantea retornar al estado natural.

    CONFIGURACIÓN DEL SABER, DOMINION TEMÁTICOS, E IDEAS-FUERZAS

    En cuanto a la configuración del saber convivían dos tradiciones: la cristiana y la filosófica. A partir del siglo XVII, va ganando espacio la orientación técnico-científica de la cultura para amoldarse a la Ilustración.

    Hay dos dominios temáticos:

  • la teología: se destaca la dimensión religiosa en el saber cultural, como referencia existencial y ético básico. Saber muy vinculado a la vida de las Iglesias cristiana.

  • La filosofía y otros saberes humanísticos. Está muy relacionada al legado filosófico y literario de la Antigüedad. Aristóteles, Descartes, entre otros aportaron mucho.

  • En la transmisión y creaciones literarias observamos la profunda unidad (apropiación al legado clásico) y creciente diversidad (porque se manifiesta por medio de la literatura, las lenguas nacionales, etc.) de la cultura europea de la Edad Moderna.

    A partir del siglo XVI, podemos hablar de una nacionalización de la cultura. Este concepto tiene una relación muy estrecha con el desarrollo historiográfico, como genealogía de las naciones a través de sus dinastías.

    El peso del derecho aumentó al compás de la expansión de las administraciones políticas y eclesiásticas. Durante el siglo XVII ubicaremos a la Revolución Científica, que consta de una progresiva constitución de unas ciencias de la naturaleza inductiva, experimentales y matematizadas. En el transcurso de estos años se incorpora al saber de unos pocos las ciencias físicas, mientras que en el próximo siglo se dará un importante proceso de divulgación y expansión del conocimiento científico (dónde se amplían a nuevos ámbitos como la química).

    Esta Revolución Científica de la Europa Moderna, también se destacó por una aplicación tecnológica que la ubicó por encima de otras civilizaciones.

    A fines del siglo XVII comienzan a surgir diccionarios temáticos o diccionarios enciclopédicos. Estos surgen ante la necesidad de integrar y sistematizar conocimientos que abarcan un dominio específico, o (en caso exagerado) la totalidad del saber.

    Desde finales del siglo XVII y con más claridad en el XVIII la confianza en el progreso es la tónica dominante. Esta nueva característica puede ser denominada como idea-test o idea-fuerza, que se caracteriza por esbozar una percepción sintética de las actitudes ante el saber y el poder.

    MENTALIDADES COLECTIVAS

    Se pretende construir el “inconsciente colectivo”, donde se trata de conocer la mentalidad colectiva de los hombres del pasado, de comprender su manera de pensar, sé sentir, de comportarse en la vida. Reconstrucción de sentimientos, actitudes, comportamientos, costumbres, la sensibilidad, la afectividad y la religiosidad. Las mentalidades colectivas no abarcan solamente a las capas populares, sino que también incluyen al resto de las clases.

    LA FIESTA

    Actuaba como un elemento socialmente integrador, tanto desde el punto de vista religioso y político. La mayor parte de las fiestas se basaban en la evolución del ciclo agrario, que sé relacionada con el santoral cristiano. La fiesta era vista como una etapa permisiva durante la cual era lícito realizar muchas actividades que en otras circunstancias podrían ser incluso ilegales.

    El Carnaval es una de las fiestas destacadas: presencia de excesos, y desmesura en la comida, bebida y actividades sexuales. Los participantes aparecían vestidos de forma distinta a lo que era. Por ejemplo: hombres disfrazados de mujeres (En cambio no era bien visto que las mujeres se disfrazaran de hombres). Otro tipo de fiesta es la “de los locos” , dónde los participantes simulaban conductas alocadas. También se jugaba a “ser un rey falso”, y a cambiar de jerarquías sociales y familiares.

    La legislación estatal tendió a reprimir o controlar los posibles excesos del Carnaval con la prohibición de máscaras que pudieran cubrir el rostro, como se hizo en España en 1774, por motivo se seguridad pública y orden social.

    La fiesta contenía evidentemente elementos de violencia más o menos ritualizados. Estos actos se relacionaban en aspectos ligados al matrimonio, como los “castigos” encomendado a aquellos individuos que contraían segundas nupcias o matrimonios desiguales. También se podía traducir esa violencia con la muerte de animales. En estas fiestas, también se suelen combinar elementos profanos con elementos sagrados.

    Generalmente, los organizadores de dichas fiestas son jóvenes jocosos y molestos.

    Los reformadores religiosos del siglo XVI y los obispos ilustrados criticaban la “indiscreta devoción del pueblo”.

    MENTALIDAD RELIGIOSA

    El calendario estaba repleto de fiestas populares de origen religioso que tenían una inseparable proyección alimenticia y comercial. Los actos de culto eran motivo de festejos urbanos. Ej: canonizaciones de santos.

    El sermón y las predicaciones peniténciales de las “misiones”, desarrolladas durante el siglo XVII y XVIII, fueron considerados como una forma de espectáculo que convocaba actos multitudinarios.

    Los poderes públicos, generalmente, invocaban el auxilio sobrenatural para evitar las dificultades de la vida material. También las ciudades hacían celebrar rogativas oficiales para conseguir, por ejemplo, las ansiadas lluvias en caso de sequía. Si se obtenía el resultado apetecido, se realizaban cultos en acción de gracia.

    A comienzos del siglo XVII, hay una mayor atención a la muerte y atracción hacia lo macabro. Incluso existía una literatura de obritas de preparación a la muerte cristiana. Según el historiador francés Vovelle, estamos presenciando un fenómeno de “descristianización”.

    MAGOS Y BRUJAS

    Ante factores hostiles, los hombres acudían a los poderes religiosos protectores y acentuaban la desconfianza ante todo o ante quienes fueran extraños a la comunidad. La mentalidad popular creía en la existencia de personas con poderes especiales para ejercer el mal (la brujería) y el bien (“magia blanca” y “magia erudita”). O sea, por ejemplo, que plantean la existencia de personas con capacidad para conservar la salud: los “curanderos”. Estos tipo de poderes también podían ser utilizados para conseguir determinados comportamientos humanos, con los llamados “filtros de amor”.

    La opinión de la gente común elaboró algunas características de la brujería. Según clérigos y magistrados, las brujas podían causar daño. Para el pensamiento culto, el poder de las brujas procedía del demonio (algunos de estos ítem fueron utilizados como criterios por la Inquisición). Se podría decir que aquellos que ejercían la brujería (en especial las mujeres) fueron más perseguidos por la opinión pública que por las autoridades.

    LITERATURA POPULAR, ORAL Y ESCRITA

    La cultura popular se transmitía básicamente de forma oral (canciones, leyendas, cuentos, narraciones, etc.). En el siglo XVI culminó e inició su disolución la creencia en países maravillosos. Al mismo tiempo desaparecen las esperanzas “milenaristas”, la creencia de mil años de paz y justicia que llegarían en forma mesiánica y apocalíptica.

    Una parte importante de la cultura se transmitió a partir del impreso y los grabados. El público literario se fascinaba con factores maravillosos. La temática religiosa tenía un papel importante, sobre todo la vida de santos o pecadores arrepentidos, por citar un ejemplo. Pero al público le gustaba episodios fantásticos como milagros espectaculares, apariciones diabólicas, etc. Se incluían elementos que seguían el modelo del “mundo al revés”, sátiras hacia mujeres, poesías festivas, etc.

    LA REFORMA LUTERANA

    La marcha del Papado en el siglo XV viene señalada por 2 ejes. El deterioro moral en consonancia con el clima europeo general. La valoración de lo político a partir del pontificado de Sixto IV (1471-1484). Los estado Pontífices entran de lleno en la lucha por la hegemonía itálica. Ya que los reyes consideraban al Papa como un igual en el terreno político, no dudaron en hacer lo mismo en el ámbito religioso e incorporar el control de la iglesia nacional a la monarquía moderna. La tarea pastoral del papado se contagiaba a obispos y párrocos.

    A partir del siglo XV, se destaca el crecimiento de las cofradías como forma de divulgación de devociones cristianas: ministerios de fe, santos y la Virgen. Durante esta época comienza la preocupación del tema de la salvación más allá de la muerte, por eso muchas cofradías garantizarán exequias y sufragios, sin dejar de ser elementos de actividad religiosa. Predicadores que son portavoces de la llamada a la reforma; como Savanarola, y Vicente Ferrer, entre otros; alimentarán a la vida cristiana. Ante todo esto, el latín sigue siendo la lengua de lo sagrado, de lo arcano, y contribuye a disociar comunidad y celebración.

    Todo acto civil de notoria importancia tiene su correspondiente acto religioso. La piedad popular deriva hacia formas sensibles como la devoción a la pasión de Jesucristo y la devoción a los santos.

    A lo largo del siglo XV no faltan las llamadas reformas de vida como tarea permanente del pueblo cristiano: la imitación a Cristo, la moralidad de la vida, el aprecio por La Biblia, etc. Hacia finales de siglo se llevan a cabo prácticas sacramentales mediante la atención a enfermos incurables. La reforma también alcanzará el nivel institucional (cuyo punto de convergencia se alcanzará en Trento).

    Ya a comienzos del siglo XVI, el término de reforma dará lugar a nuevas formas de cristianismo, o sea que iría más allá de la reforma de la vida. Sería un nueva forma de releer e interpretar la tradición cristiana occidental.

    LUTERO. (1483-1546) SIGLO XVI

    Nació en Eisleban, Alemania; en el seno de una familia de origen campesino. Estudia la carrera de leyes (1497-1501) para luego conseguir su magisterio en artes. Ya por ese entonces era un aficionado de la música y está en contacto con La Biblia. En 1507 es ordenado sacerdote e inicia la tarea de docente en el propio convento en el que se formó (Santa Ana de Erfurt). En 1512 obtiene su título de doctor e iniciará su docencia como profesor de Sagradas Escrituras hasta los últimos días de su vida.

    La crisis de un profesor universitario

    Lutero no se escapaba al clima ambiental dónde la preocupación común y frecuente era la salvación del hombre. Esta inquietud también lo llevó a transitar por la vida religiosa, y tomarse en serio, dentro de ella, leyes, normas y prescripciones. Sin embargo no conseguía entender o experimentar la salvación mediante sus serias propuestas, además se consideraba un pecador. Pero se mostraba deseoso por fundamentarlo todo, sólo en la Biblia.

    Llegó a la conclusión de que aunque siguiera siendo pecador, y sus obras no pudieran salvarlo, podría ser justificado por Dios Padre sobre la base de la confianza en Jesucristo salvador. O sea que Jesús es el único mediador, y la única causa de la salvación es Dios Padre.

    Para Lutero, la mediación de la Iglesia, sería innecesaria.

    La crisis eclesiástica de un cristiano

    En el marco de la construcción de la Basílica renacentista de San Pedro, el Papa (León X) recurrió a las indulgencias. O sea al perdón de determinados hechos que abarcaban sólo en la persona de un difunto. Estas medidas se realizan a causa de que los gastos excedían en mucho las posibilidades de las rentas papales.

    Lutero se niega a predicar esta indulgencia ya que expresa que es una doctrina que se presenta en contra de sus pensamientos. Le parecía inadmisible predicar como sana doctrina que unos actos pudieran salvar totalmente y que esto pudiera hacerlo una persona viviente por otra difunta. Lutero decidió escribirle al arzobispo para presentarle un documento con 95 tesis sobre las indulgencias. Estas tesis tenían un poco de todo: hasta afirmaciones demagógicas, pasando por otras muy ambiguas, u otras con clara expresión de debate eclesiástico interno.

    Estas tesis luteranas recibieron una contrarréplica. León X confió a las autoridades agustinianas la solución de la controversia. Sin embargo, la disputa puso de relieve que la teología luterana iba más allá de la pura cuestión de las indulgencias.

    Roma intentó llevar a Lutero con las autoridades pontífices, pero chocó con el nacionalismo germano de Federico de Sajonia. Ante la negativa, el Papa envió a un cardenal legado para que resolviera la situación de Lutero y su presentación en los estados pontificios, para que en caso contrario a cualquier solución lo retractara y se lo considere como un hereje. Como era de prever, Lutero respondió negativamente al legado, que le pedía retractarse, prometer que no volvería a defender aquellas doctrinas y a no enseñar nada que perturbara a la Iglesia. Este cristiano de origen alemán escribe muchos libros que apuntan a sus diferencias doctrinales. Ej: “La libertad del cristiano”, escrito en forma de carta abierta dirigida a León X. En éste se encierran una de las mejores definiciones del cristiano, pero incluye también una durísima crítica contra el papado, la institución eclesial que, a partir de este momento, va a concitar los escritos más enconados de Lutero.

    La crisis de un excomulgado

    Siglo XVI, nace la Dieta de Worms, como fruto de que los consejeros imperiales aconsejaran al joven y novel emperador para que no desaprovechara la oportunidad de halagar la corriente más nacionalista, que se había opuesto a su elección.

    HISTORIA SOCIAL DE INGLATERRA

    REVOLUCIÓN, RESTAURACIÓN Y NUEVO EQUILIBRIO

    Si consideramos al siglo XVII en su totalidad, la causa principal del cambio social fue el progreso económico. Pese a que seguían existiendo los pobres (cuyo número se mantuvieron elevados) la vida era algo más variada, algo menos primitiva. A pesar de esta generalización, los agricultores modestos son la excepción a estas mejoras.

    En este siglo también hubo otros sucesos importantes: una guerra civil entre los grandes sectores de la población, la ejecución del rey Carlos I (1625-49), la llegada de un granjero de nacimiento al gobierno de la nación: Cromwell (Carlos II, sucesor de Carlos I - 1660-85). Hyde, primer conde de Clarendon, solicitaba (en el contexto de la Guerra Civil de 1660) al nuevo Parlamento que se uniera para restaurar “la nación entera en su primitiva semblanza e integridad, en su antiguo buen humor, su antiguo buenos modales y su antigua naturaleza”.

    28 años después estallaría una nueva revolución (Revolución Gloriosa 1688). Jacobo II (que reinó en 1685-8 y era hermano de Carlos II), luego de querer dar al país un gobierno de católicos y disidentes que reemplazaría al tradicional sistema de párrocos y squires (escuderos), fue reemplazado por un rey protestante de los Países Bajos, con quien Inglaterra ya había sostenido tres guerras durante este siglo: Guillermo III. La Revolución Gloriosa fue el triunfo de la razón y el pragmatismo en respuesta a una amenaza contra la religión protestante y las leyes y libertades del reino.

    Durante este siglo, hay un mayor auge de la alfabetización, ya que el deseo de aprender, es mayor. Esta tendencia se debe al reciente concepto de “libertad de expresión” , la población no quería quedar fuera de las discusiones, debates, opiniones, etc.

    La censura del material impreso en 1630, se esfumó en la edad de oro del panfleto (1641).

    Los principales puntos de conflictos giraban en términos globales alrededor de la fiscalidad, el derecho y las libertades de los súbditos, la religión, la tierra y el comercio, la autoridad y la propiedad privada. Los debates económicos de principio de siglo, tenían como punto de partida las dificultades financieras de la Corona, que se encontraba en situación más precaria a causa de los costes crecientes de la gobernación. La economía tuvo un comportamiento muy irregular. A pesar de esto, se denominó al período que va desde 1629 a 1635 como “los siete años gordos”. El de 1642, cuando comenzó la guerra civil, y el de 1649, cuando se ejecutó a Carlos I, fueron años malos. También ocurrió lo mismo en 1659, el año anterior a la restauración en el trono de Carlos II.

    Los historiadores de la economía señalan una “crisis real y prolongada, debido a un reajuste radical del comercio exterior inglés”, pero en la época se buscaban las causas en las malas cosechas y en la peste, que ocasionaban la contracción de la demanda interior y obligaban a usar las reservas de oro para costear importaciones de grano. Otra de las queja, fue la “escasez de monedas”.

    La triplicación de la deuda externa heredad de Isabel (1610) complicó la situación económica, razón por la cuál Jacobo I no pudo garantizar el Gran Acuerdo (renuncia a los débitos fiscales de sus súbditos, pero obtiene compensaciones fiscales bajo la forma de ingresos ordinarios). Tanto Jacobo I, como luego Carlos I, trataron de recaudar dinero con “subterfugios y expedientes” tales como el dinero de los barcos, medida que encontraba gran oposición. Ante esto, esa recaudación se delegó a los sectores arrendatarios, que se adjudicaban gran parte de los ingresos. El Parlamento fue la otra cara de la moneda y afirmaba que las cuestiones fiscales se empezaron a convertir en constitucionales. “Todas nuestra libertades se irían al garete de un plumazo”, escribió Sir Simonds D´Ewes.

    La subida al trono de Jacobo I representó para los disidentes puritanos y para los católicos la ocasión de tratar de obtener la concesiones en materia religiosa que habían anhelado durante el reinado de Isabel. El Conferencia de Hampton de enero de 1604, los puritanos no lograron un acuerdo con el Rey, y un años después fue ejecutado Guy Fawkes, acusado de crear un complot católico para volar las Cámaras del Parlamento.

    A lo largo del siglo la variedad de versiones protestantes de la verdad divina, la mayor parte de las cuales aseguraban basarse en la autoridad de la Biblia, y el número de sectas, alcanzaron proporciones sensacionales. Para tratar de analizar las causas de la Guerra Civil, los historiadores hacen hincapié en los debates constitucionales en el Parlamento y la ebullición religiosa del país. Una de las conclusiones extraídas fue que los miembros de la nobleza mayor y menor condujeron a Inglaterra a la Guerra Civil, y lo hicieron porque de algún modo se vieron beneficiados.

    Un ejemplo fue la restauración parlamentaria tras la guerra, que trajo de nuevo, instituciones anteriormente abolidas como el Tribunal de Tutela, que benefició ampliamente a los terratenientes en materia económica y laboral. James Harrington, un historiador, remarcó los conflictos económicos y sociales de esta etapa y postuló como causa de la guerra, los cambios en la propiedad de la tierra, que había pasado de manos de la Corona y Señores, a las de los comunes. Otra de las causas fue la labor del Parlamento, su ideología.

    Para el triunfo de la causa parlamentaria fue indudablemente de crucial importancia el apoyo económico y político de la rica ciudad de Londres. También fue evidente, y considerada como otra causa, la tensión existente entre la sociedad cortesana y la sociedad rural desde el reinado de Jacobo I.

    La corte era criticada y considerada un “nido de lujuria y disipación” (durante los reinados de Isabel - Jacobo I - Carlos I). También eran objeto de crítica las influencias extranjeras, y por sobre todas las cosas las relaciones específicas con la Europa continental, que fueron más intensa sobre el reinado de Jacobo I y Carlos I. Ante la precaria situación financiera, se hacían gastos ostentosos en vez de ahorrar. Ej. El duque de Buckingham era un destacado coleccionista de arte... La sociedad rural también tenían sus propias cadenas de influencia y clientela, mientras que algunos miembros de la nobleza mantenían así mismo relaciones con el extranjero. Sin embargo estas relaciones no producían las complicadas intransferencias con el mundo de las finanzas y los negocios que caracterizaban al ambiente cortesano.

    La corte ofrecía todas las oportunidades de los cargos, el campo todas las satisfacciones de la independencia. La primera ofrecía un nivel social distinguido, mientras que el segundo no era siempre sinónimo de austeridad y cursilería, porque el beneficio de los terratenientes había aumentado. Sin embargo la mayor parte de los nobles rurales mantenía un buen nivel de vida.

    Durante el reinado de Carlos I se observa el distanciamiento cultural entre la corte y la aldea. Se puede determinar que el conflicto entre corte y aldea, no es la única causa; sino que hay causas mucho más complejas.

    Podemos destacar varias etapas que condujeron a la Guerra Civil. Una de ellas tuvo una importancia crucial en lo que se refiere a los alineamientos sociales. En 1628, la Cámara de los Comunes formuló una Petición de Derechos, en la que se exponían sus preocupaciones y se solicitaba que no se crearan impuestos sin la aprobación del Parlamento, y que se suprimieran la ley marcial y el poder arbitrario del rey. Las dificultades financieras obligaron a aceptar estas exigencias a Carlos I. Lo único que rechazaba fue en que no concedería nuevas libertades, sino que confirmaría las ya existentes. La Cámara de los Comunes procedió a reafirmar sus demandas. Sin embargo, a consecuencia de estos desacuerdos, Carlos I reinó sin Parlamento durante 11 años de 1629 a 1640. Debido a esto, 2 ministros (Laud y Wentworth) acompañaron al Rey. Estos, desarrollaron políticas impopulares mediante procedimientos arbitrarios, también implementaron estrategias paternalistas tanto en el terreno económico como en el político que provocaron un distanciamiento de los empresarios londinenses y de la nobleza y labradores acomodados del área rural, que se negaban a pagar más diezmos.

    El rey, desprovisto de un aparato burocrático de Estado similar al que disponían España y Francia, tuvo que recurrir a la administración de los impopulares obispos (que ya tenían “fama” desde el reinado de Jacobo I).

    La pérdida de autoridad moral no hizo más que sumarse a muchos otros signos locales y nacionales, de fragmentación cultural y a la desaparición de un partido moderado.

    En 1640 Carlos sacrificó a sus dos ministros y se vio forzado a convocar el que se conocería como Parlamento Corto, que duró tres semanas. Esta medida provocó controversia, por lo que el Rey se vio obligado nuevamente a convocar al Parlamento Largo (que duró hasta 1660). A pesar de las divisiones del Parlamento, este continúo firme hasta aprobar una ley de reforma: La ley de erradicación (Root and Branch Bill) por la cuál se suprimían los poderes de los obispos. En 1641, también aprobó la “Gran Protesta”.

    Descontento generalizado. Un gran número de gente estaba psicológicamente y moralmente preparada para lo que iba a suceder, aunque no decida a emprender batalla, después de que el Rey intentara apresar a 3 miembros del Parlamento.

    Las batallas de la Guerra Civil que se libraron en 3 campañas militares distintas, no tuvieron lugar en Londres, sino en varios condados. Primero en Nottingham, en 1642, y ante la imposibilidad de volver a Londres, el Rey estableció la capital en Oxford. En 1646, Carlos se rindió y pasó a ser prisionero del Nuevo Ejército Modelo, que contaba desde 1645 con 22.000 hombres. En 1649, Carlos es ejecutado. Ese año, Inglaterra se convirtió en una República, se suprimió la Cámara de los Lores y se proclamó la libertad de cultos.

    La mayor parte de la población, que no participó en las campañas, demostró su deseo de pronto final, y en algunos casos su grado de ignorancia. A pesar de esto, los ánimos estaban muy exaltados, de modo que tanto durante la Guerra como después no faltaron opiniones extremadamente violentas y radicales. Entre los comentarios más habituales se llegaba a la conclusión que los que carecían de tierra, propiedades; no tenían derechos algunos, que los que no tenían un interés determinado y permanente en el reino carecían de participación.

    Se distinguen 2 grupos correspondientes al Nuevo Ejército Modelo, que expresaban distintas opiniones como resultado del contexto ya mencionado:

  • los “niveladores” (levellers), los más extremistas republicanos. Ellos se agrupaban para defender los derechos civiles, para presionar a favor del sufragio universal, y para reclamar la abolición de los diezmos.

  • Los cavadores (diggers), menos numerosos, pero más radical. Se oponían a cualquier forma de propiedad privada y luchaban para “liberar la tierra”. También insistían en que los pobres tenían los mismo derechos de propiedad que los ricos.

  • Finalmente, no fue la población (denominada “bestia de muchas cabezas”), sino la nobleza la que sacó provecho de la Guerra Civil. Los diggers fracasaron en todas sus reivindicaciones, mientras que los levellers fueron suprimidos luego de revelarse contra Cromwell y los demás jefes militares. Lo mismo le pasó a las sectas religiosas más radicalizadas. Sin embargo, hubo notables innovaciones: aumentó la tolerancia religiosa; grandes superficies de terreno, confiscadas a propietarios eclesiásticos o realistas, cambiaron de manos, Cromwell permitió que los judíos volvieran a instalarse en el país aunque sin derechos de ciudadanía, etc. Además, el Parlamento siguió sufriendo la inestabilidad que venía arrastrando ya que Cromwell era sustancialmente un conservador.

    Pero a partir de 1655, con la nueva división de Inglaterra en distritos, además de la tradicional en Parroquias, seguramente comenzaron a sentir otros cambios que afectaban a las costumbres generales. Los nuevos distritos contaban con sus respectivos Comandantes Generales, o gobernadores militares. Se establecieron nuevas leyes: como el descanso dominical y la supresión de algunas fiestas como los bailes en torno a Mayo e incluso la celebración de Navidad.

    En definitiva, modificar las costumbres y “convertir Inglaterra en un país de santos y un ejemplo para el mundo” era mucho más difícil de lo que se esperaba.

    En cuanto al aspecto social, quienes vivían del rendimiento agrícola tenían sus intereses bien asegurados y establecidos, a pesar de que padecieran las consecuencias de una baja general de precios. La cúspide de la pirámide estaba constituida por 160 “pares” o “titulados”. Por debajo estaban 80-100 familias que no pertenecían a la nobleza, pero poseían 450 hectáreas de terreno o más.

    La nobleza en general, poseía la mitad de la tierra del país, de modo que los que en el período de 1665 a 1680, sirvieron como jueces de paz. Mientras este poder se consolidaba, la mitad de las familias de Inglaterra no ganaba lo bastante para mantenerse. En 1662 se aprobó un “Decreto de Asentamientos” por el que se otorgaba a los jueces de paz capacidad para expulsar de cualquier parroquia a los recién llegados que no tuvieran medios propios para volver a la Parroquia de última residencia.

    El final de siglo constituyó un período excepcional por el empobrecimiento agrícola, durante el que se incrementaron los cultivos de maíz y se cultivaron tierras marginales. En lo general se había producido una caída de los precios del grano. A pesar de la baja de precios, se sintió la restricción aplicada en la regulación de la caza: en 1671, el Parlamento prohibió matar animales, incluso en sus propias tierras, a todos los propietarios con ingresos menores de 100 libras anuales.

    El duque de Newcastle sugirió la reinstauración de las fiesta ya que podían servir para “distraer los pensamientos del pueblo y entretenerlo con actividades inofensivas que mantendrían a Su Majestad libre”.

    El Papado era de temer. Carlos II, defensor de la Fe, y católico en secreto; y Jacobo II, que lo era abiertamente, quisieron orientar el ámbito religioso inglés hacia otra perspectiva. Jacobo II, que tuvo problemas con el primer Parlamento convocado durante su reinado, tomó una medida drástica: sustituyó la mitad de los jueces de paz con personas designadas por él mismo para proveerse de aliados políticos. Su idea era imponer el absolutismo, pero no hubiese sido posible por la fortaleza de la nobleza anglicana y el poder de la Iglesia de Inglaterra (sobre todo en posesiones que le permitieron sobrevivir a profundos cambios sociales y el desgaste creciente de las ideas de la unidad entre Iglesia y Estado).

    La Guerra Civil dejó consigo la división y oposición entre anglicanos y disidentes o no conformistas. En 1662, se promulgó el Decreto de Uniformidad, que disponía que todos los sacerdotes que para el día de San Bartolomé no se hubieran ajustado a la liturgia establecida por el Libro de Rezos perderían sus beneficios, sirvió sólo para precipitar la secesión de unos 1000 ordenados disidentes (que luego se dedicarán a actividades comerciales e industriales). En 1689, se permitió la libertad de cuto a todas las sectas no conformistas a través del decreto de Tolerancia.

    Antes y después de 1689, tuvieron cavidad las inquietudes intelectuales, las ciencias y las artes. La mente humana estaba más “activa, industriosa e inquisitiva”. Un ejemplo del arte retratista es Peter Lely. La literatura no sufrió muchos cambios, a pesar de que no se ocupó exclusivamente de temas religiosos. Obras importantes como el “Leviatán” de Hobbes (luego censurado por obispos), el “Paraíso Perdido” de Milton y, el “Progreso del Peregrino” por Bunyan. La comedia de la Restauración y los dramas en verso (preferidos por Carlos II) eran de entretenimiento popular a pesar del rechazo puritano y los requisitos de la Iglesia mediante “sermones claros, sencillos y breves”. Otro género literario destacado son los diarios personales. Un ejemplo es el diario de Pepys, escrito entre 1660-1669, que refleja comentarios cotidianos.

    Los distintos sectores de la sociedad comienzan a interesarse por las noticias. La imitación de la innovaciones en Holanda, son los “noticieros” o “corantos” pioneros. La censura va a tender a monopolizar la distribución de noticias. En 1665 se estableció como difusor oficial de noticias a la London Gazette, que aparecía 2 veces por semana, pero hacía fines de siglo la proliferación de hojitas sueltas incrementan la demanda de noticias. En 1679, el Parlamento permitió que la Ley de Imprenta pierda vigor, y durante 6 años se produjo un aluvión de publicaciones nuevas sin autorización.

    Londres era un rico centro comercial, una ciudad abigarrada, insalubre y peligrosa, cubierta por un negro palio de humo, y en la que se produjeron pestes. Los acontecimientos más importantes de la década del 60 fueron la “gran peste” (1665) y el “gran incendio” (1666). Estos desastres dejaron a la ciudad empobrecida, descontenta, afligida y abatida. Pero luego del incendio vino la reconstrucción, rápida e imponente que borró al viejo Londres.

    La situación y costumbres comienzan a cambiar. El fin del siglo XVII no era igual a los comienzos. Hay un mayor cuidado en el vestir, en el comer (nuevos alimentos y bebidas. Ej. Café) y en lo que se consume.

    En 1688, la llegada de Guillermo de Holanda al poder (junto a su esposa María) no es por la gracia de Dios, sino por la invitación del pueblo y el Parlamento, que les sometió una Declaración de Derechos antes de que aceptaran la corona. Esta fue la esencia de la Revolución Gloriosa. Se establecían entre otras cosas, que cualquier forma de imposición fiscal no contase con la aprobación del Parlamento era ilegal, y que también era preciso el acuerdo de las cámaras para mantener cualquier ejército en tiempo de paz. En 1701 se aprobó la “Ley del Acuerdo” (para una mayor limitación de la Corona y una mejor protección de libertades a los súbditos), que disponía que el Rey debía ser anglicano, estableciendo de un modo definitivo las condiciones del gobierno monárquico de la nación.

    En este período de fines de siglo XVII y comienzo del XVIII, hay una mayor estabilización política, acompañada de leyes sólidas y saludables.




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    Enviado por:El GaTo HeRnAn
    Idioma: castellano
    País: Argentina

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