ETA (Euskadi ta Askatasuna) es una organización terrorista independentista vasca (su nombre, en euskera, significa “Euskadi y Libertad”) cuyo objetivo es la independencia del País Vasco (Euskadi) respecto del Estado español y actualmente también la liberación de los presos etarras. La organización nació en 1959 por la unión de EKIN, un grupo nacionalista universitario, y ciertos sectores de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco. Su nacimiento tuvo lugar durante la dictadura de Francisco Franco, aunque su actividad se prolongó tras el fallecimiento de éste en 1975 y la transición a la democracia bajo el reinado de Juan Carlos I hasta la actualidad. En estos momentos, ETA es el primer problema a resolver por el estado español.
Opiniones
Ante éste problema pueden darse dos posibles opiniones: a favor (encabezado por ETA y apoyado por EH) y en contra (encabezado por numerosas asociaciones como “Foro de Ermua” o AVCT (Asociación de Víctimas Contra el Terrorismo)). Las personas que opinan a favor de ETA y su política argumentan el derecho de recuperar un Euskadi libre e independiente. Para ello se apoyan en la lucha armada, ya que han podido comprobar que los gobiernos por los que han pasado no les han dado unas razones de peso aceptables para abandonar las armas. Por parte de los gobiernos españoles ha habido acercamientos con la banda para intentar un abandono de las armas como por ejemplo en 1986, en Argel, con el gobierno socialista y con Rafael Vera a la cabeza. El 21 de diciembre de 1998 el gobierno de Aznar comenzó unas negociaciones a raíz de la tregua rota en 1999.
Los contrarios a ETA defienden como ley fundamental el derecho a la vida y a la libertad de expresión. Por ello, no pueden comprender que un hecho tan improbable como la independencia del País Vasco sea defendido por medio de la violencia. Ellos defienden su libertad de manera pacífica, y no atemorizando a sus enemigos. Consideran a los miembros de ETA unos verdugos, y consideran atroz su manera de actuar. Frente a la resolución del conflicto no todos están de acuerdo. Los más dolidos esperan la venganza, no de parte suya, si no de alguien como los GAL (Grupo Antiterrorista Liberal que actuó de la misma manera de ETA con errores sonados como matar y secuestrar a objetivos equivocados), pero de manera secreta y sin la implicación del gobierno. Los más moderados tienen fe en la justicia española, y están al menos ilusionados por la actual actuación de la policía española y francesa aunque no satisfechos del todo. Mi opinión es contraria a ETA. Primero, por la razón de sus reivindicaciones. El País Vasco a sido siempre una parte de España, y aunque es verdad que en algún momento de la historia han obtenido algo más de libertad, el Estado los gobierna y los ha gobernado siempre bajo la democracia, y de la misma manera que ellos defienden su libertad, Madrid podría reivindicar su derecho de libertad total y el Estado español seguramente se lo daría si asumiera todas las responsabilidades que conllevaría el ser un estado independiente. En segundo lugar, considero inadmisible el uso de la violencia bajo ningún concepto, y menos por un hecho como es la independencia vasca, a todas luces imposible. Mi manera de solucionar éste problema es por vía de la justicia, pero una justicia y unas leyes justas e implacables, bajo la cual no se cometan aberraciones como poner a un militante confeso de ETA en un parlamento europeo. Y aunque queda un largo camino por delante, creo que el actual gobierno no lo está haciendo mal del todo, y espero que las actuales elecciones vascas hayan servido para algo.
Conclusión
La conclusión no es demasiado alentadora. Se prevee algunos años más de terror, pero creo que el camino que se está tomando por parte del gobierno empieza a tener un final aunque muy, muy lejano. Deseo profundamente el final de ETA y el final de la masacre. Por último me gustaría tener un recuerdo de las más de 800 personas víctimas de ETA.