Literatura
Miguel Belibes
Miguel Delibes
Nace en Valladolid el 17 de octubre de 1920 siendo el tercero de ocho hermanos.
Cuando es niño inicia su contacto con la naturaleza, algo muy presente en toda su obra tanto en los temas como en los ambientes. Y serán sus vacaciones en Molledo - Portolín lo fundamental para este contacto. Allí conoció cuestiones sobre caza y agricultura y sus gentes a las cuales conoce muy bien.
Hasta los diez años estudia en Los Carmelitas, algo que recuerda con cariño. Después fue al colegio de Lourdes hasta el año 1936 en que debería haber empezado sus estudios universitarios.
Sus profesores decían de él que era un chico de mirada lánguida aunque juguetón.
No podrá empezar sus estudios universitarios debido al comienzo de la guerra, por ello recibirá clases de arte y modelado así como de mercantil en la escuela ocupacional de Valladolid hasta que ingresa en la armada como voluntario para ayudar en la guerra. Es en la armada y no en el ejército de tierra porque prefería evitar el combate cuerpo a cuerpo.
La experiencia de la guerra le sirvió para tomar nociones sobre el mar que le servirán para sus obras.
Otro tema que aparece casi obsesivamente en su obra será la muerte debido, en parte también, al horror de la guerra. Es común ver este tema entre otros autores coetáneos a Delibes como Cela.
Tras la guerra estudia Derecho y Comercio al mismo tiempo que trabaja en un banco. En 1944 recibirá la cátedra en derecho mercantil
En 1946 se casa con Ángeles de Castro que le da siete hijos. Esta mujer no solo supone un equilibrio en su vida, sino que le da muchas “notas” a su obra sobre el amor, las mujeres, la belleza…
Cuando ella muere (derrame cerebral) se recluye en su casa de una manera ascética sin salir y relacionándose solo con sus amigos de siempre y sus hijos.
En 1947 recibe el Premio Nadal con su obra “La sombra del ciprés es larga”. Será a partir de entonces cuando comience a sonar su nombre como uno de los mayores exponentes de la literatura moderna. Siempre publicaría en la editorial Destino. En 1973 ingresa en la Real Academia de las letras. En su primer discurso como academista recordará a su mujer como un eje muy importante de toda su vida.
Su continuada afirmación como escritor y analista de su época lo llevarán a la dirección del periódico “El Norte de Castilla” de Valladolid. Estaba muy comprometido con la situación de la posguerra española, y esto le llevó muchas veces a su cierre por la dictadura.
De este periódico se dirá que ha sido la gran escuela del periodismo de los años 60 bajo la batuta de Delibes en un ambiente de libertad y camaradería.
Cuando le quitan el cargo de director por trasgresión de la norma (hablar de España) empieza a escribir sus historias sobre España, sobre la realidad valiéndose de personajes ficticios.
Conocido como novelista de éxito, nunca dejó su ciudad natal aunque le fueron ofrecidos otros lugares. Prefirió quedarse y oír el castellano de Valladolid. Le gustaba también porque estaba muy cerca del campo donde cazaba, paseaba y disfrutaba. Además, si hubiera vivido en alguna de las grandes capitales de España su voz hubiera sido más escuchada y hubiera molestado a más personas de las que ya molestó durante la dictadura.
La caza fue algo que además de una sus pasiones fue uno de sus temas clave para muchas de sus obras: Diario de Caza, Manual de la Caza Menos, Con la Escopeta al Hombro…
Sitúa sus acciones en campos abiertos o sus personajes son gentes de ciudad que añoran el campo.
Por esto temas se le ha considerado como un autor parecido a los del Siglo de Oro: odiaban la corte y alababan la aldea.
Su obra:
Su obra es muy difícil de catalogar. No pertenece a ninguna escuela, como mucho puede considerársele novelista de la posguerra como otros tantos autores españoles de esta época. Tiene un lugar de privilegio entre los novelistas españoles, es por ello que podemos el inmenso número de premios que recibió a lo largo de su vida.
Ramón Buckley distingue dos períodos en su obra:
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Época negativa: sus protagonistas se enfrentan a la sociedad y defienden su individualidad frente a la sociedad que pretende arrebatársela: “Aún es de día”, “Mi idolatrado hijo Sisí”, “La sombra del ciprés es larga”…
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Época positiva: sus protagonistas son individuos que se rebelan_________________
Otros críticos dividen su obra en novelas que se pueden contar y novelas que no. Las primeras son en las que pasa algo y las segundas en las que aparentemente no pasa nada. Sin embargo, toda novela por poco que cuente siempre pasa algo. Por lo tanto, esta clasificación no es una clasificación válida.
Edgar Paul distingue cuatro períodos en su obra según el tema predominante (que no exclusivo) de cada una de ellas:
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Problema de formación del hombre presionado por las circunstancias, 1947 - 49: “La sombra del ciprés es larga”, “Aún es de día”.
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Se admite la inserción del hombre en la sociedad, 1950 - 61: “El camino”, “Viejas historias de Castilla la Vieja”, “La hoja roja”…
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Búsqueda de la injusticia social, 1962 - 68: “Las ratas”, “La caza de la perdiz roja”, “Primavera de Praga”, “Cinco horas con Mario”…
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Análisis de la opresión social, 1969 - 74: “Parábola de un náufrago”, “El príncipe destronado”, “Con la escopeta al hombro”…
Desde 1974 han pasado treinta años en los que ha seguido escribiendo grandes obras como: “Los santos inocentes”, “377a: madera de héroe”, “Mi señora de rojo sobre fondo gris”.
Han sido varias las adaptaciones al teatro de algunas de sus obras. Entre ellas, caben destacar: “La hoja roja”, “Cinco horas con Mario” y “Las guerras de nuestros antepasados”.
Desde el año 1974 hasta ahora ha publicado muchísimas obras que tratan temas fundamentales, temas anteriores que permanecen pero sobretodo el tema del amor (en cierto modo, aunque también encuentra presencia en alguna que otra obra), el amor a la propia mujer. Dios, la naturaleza, la muerte, el calor humano, la solidaridad entre los hombres o la justicia social son temas de Delibes que siguen en su obra los últimos 30 años.
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Tema Dios y la muerte al fondo: La Sombra del Ciprés es larga
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Naturaleza: El Camino, Las ratas
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Calor humano: La Hoja Roja
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Injusticia Social: 5 horas con Mario, La Hoja Roja, Primavera de Praga, Diario de un Inmigrante
Algunos críticos distinguen dos períodos en su obra, identificando por tanto dos estilos:
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Realista: termina en el año 62 con Las Ratas
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Experimental: empieza con 5 horas con Mario y se puede decir que no ha terminado todavía
No obstante, otros muchos han calificado a Delibes como un realista aunque no lo ha sido: el realismo de Delibes no es decimonónico, descendiendo de Lope de Vega pero cambia totalmente de escenario, introduce a sus personajes en escenarios reales, en mundos urbanos y en zonas rurales. Lo compara con P. Galdós o Baroja, y dice que sus personajes son manifestaciones de su propia persona, de los distintos aspectos de su personalidad.
Sea o no realista, experimental o intelectual lo que si es cierto es que todavía tenemos muy poca perspectiva para ubicarlo en un período o campo concreto, lo que sí sabemos es que este autor es un clásico de la literatura.
Hombre inteligente, amante de la lectura y los viajes, hombre leído, ha permanecido atento al acontecer diario del mundo en el que él se desarrolla (ha estado en alerta de los problemas sociales de la realidad), que eso ha sabido evolucionar, desde un realismo hasta un experimentalismo… y toda la evolución mediante un período de trabajo continuo, no se permite el lujo de la facilidad cayendo en la repetición, se exige mucho en el vocabulario y en el lenguaje y no cambia su ideología. De pensamiento cristiano, rechaza el “desorden del progreso”: solo el 30% de la población mundial vive bien, mientras que el 70% de la población no tiene para vivir.
En su discurso de ingreso a la RAE Delibes expresa ese compromiso suyo con el mundo, con su sociedad y con los menos favorecidos. Sus obras hacen eco de estos valores éticos y morales y suelen gustar al público.
Algunas de sus obras más importantes son:
La Sombra del Ciprés es Larga:
La escribirá con 26 años, es autobiográfica y la hace ganar el premio Nadal del año 1943, aunque también le valió críticas y Balbuena Prat expresó que muestra a la ciudad de Ávila como un cementerio, como algo anquilosado, que no tiene contacto con el exterior, una ciudad que en lugar de mirar hacia fuera mira hacia dentro, hacia el espíritu iniciándose en el personaje una vía ascética (similar a la de otro escritor, Unamuno y otra ciudad -Valverde de Lucena-).
Cierto es que el protagonista está un poco inundada por el frío que emana la ciudad. No es casualidad que éste se llame Pedro (de la piedra de la muralla de la ciudad). Es una metáfora de grandes dimensiones sobre la falta de calor humano que ese personaje tiene en su vida. Huérfanos criados con un tío sin amor y con un maestro asustado y en ese contexto asilado y frío se desarrolla la vida de Pedro. Todo este ambiente lo asfixia, sintiéndose casi como un prisionero en Ávila. Dispuesto a abandonarlo todo se hace marino y empieza a cumplir lo que es el proyecto ascético de la vida: el desapego de los bienes y placeres materiales.
Sin embargo, el amor llega a la obra. Pedro se enamora de una muchacha americana, Jane, del Estado “Providencial”. Esta mujer supone para él el amor al mismo tiempo que el amor supone para él un peligro hasta caer enfermo y tener que enfrentarse a una dicotomía: la vida conyugal o su vida ascética. En la naturaleza se entrega a Dios, para que este haga con él lo que quiera. Una mujer de la zona le enseña una vaca o un ternero. Eso es fundamental pues describe la maternidad y el amor, lo que hace decidir casarse con Jane.
Esta obra es una tesis: el hombre debe dejarse llevar por las manos de Dios, así será feliz. Eso estaría muy bien si la novela terminara ahí. Durante uno de los viajes de Pedro, Jane muere y con ella la criatura que tenía dentro. Esto supone un golpe durísimo para Pedro que regresa a su original y de forma definitiva a la soledad.
Esta soledad es Ávila, con su centro y los amigos del lugar. Pero al final se ve un atisbo de que no muera en esta soledad. Plasma Delibes una evolución del personaje: de cerrado a abierto, de cerrado hacia la luz.
La causa de esta evolución, el desarrollo evolutivo de este hombre es el amor humano, el amor completivo de la mujer.
El Camino, 1950:
Fue la tercera novela en su andadura literaria. Por muchos ha sido considerada como la mejor de sus obras, pero en realidad hay obras tan buenas como ésta en toda la obra de Delibes.
Frente al protagonista individual de sus anteriores obras aparece aquí un protagonista colectivo, los miembros de un pequeño pueblo de un valle de la montaña (hoy día Cantabria). Entre este núcleo del personaje uno de ellos es el narrador, Daniel el Mochuelo.
El Mochuelo es un niño de 11 años, personaje que se encuentra frente a esos personajes de sus demás obras, los adultos; que habla de los cambios y acontecimientos de su vida en esta etapa de la pubertad. El Mochuelo nos habla de que quieren arrancarlo de su pueblo de toda la vida a la ciudad para que estudie, algo muy chocante para él que siempre ha vivido en el pueblo.
El Camino es la primera novela condenatoria de pseudo - progreso, un progreso falso: el hijo del farmacéutico fue a estudiar a la ciudad y ahora critica incluso a hombres santos. Eso no es progreso. Desde que se considera que estudiar bachillerato o la universidad no es progreso se plasma una ligera critica a la ciudad. A través de los ojos del Mochuelo, Delibes proporciona una crítica sutil a la sociedad ciudadana, urbana. Es a través e los ojos del Mochuelo como se plasman los hechos. Entrañable, este narrador nos muestra el carácter curioso y singular de los elementos que menciona. Técnica narrativa que atrajo a muchos lectores la que utiliza el escritor en esta obra. Novela calificada por muchos como viva, intensa, algunos de “inmejorable” o que no parece que sea el mismo autor de La Sombra del Ciprés es Larga.
Probablemente Delibes plasma vivencias infantiles propias o de otros niños de los pueblos que ha visitado. Esto es lo que hace El Camino, una obra tan entrañable, la infancia es la mejor etapa de nuestra vida, llena de valores que luego desaparecen como la inocencia.
(FALTA SEGUNDA HORA DEL MARTES 13)
Las Ratas:
Fue publicada en 1962, y ese mismo año recibirá el Premio de la crítica. Está a caballo entre el realismo y el experimentalismo. A nivel de contenido se habla de que busca la justicia social, por lo que podríamos encasillarla en el tercer período de su obra según la clasificación de Pauk.
Representa la continuación de El Camino por el ambiente donde se desarrolla, un ambiente ruralísimo con gente del campo. El pueblo tiene tintes medievales del Antiguo Régimen y así se mueven los personajes, personajes que al final acaban por abandonar estos pueblos.
Dentro de este pueblo con tintes medievales encontramos tres clases de personajes:
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Clase alta (nobleza): Fito Solórzano (el gobernador civil), Justo Fabrique (el alcalde) y José Luis (el alguacil)
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Los campesinos del pueblo que se reparten las tierras en señoríos, unas treinta familias que viven en estas condiciones climatológicas, de gobierno…
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El Ratero y su hijo el Nini fruto de la relación incestuosa con su hija (bastante normal en las sociedades primitivas). El Ratero se dedica a la caza de ratas de agua que son comestibles. Viven en una cueva en el campo, pero los están echando de allí alegando que no se puede vivir en dichas condiciones.
Estas dos clases sociales, bajan viven en una situación de injusticia social que no es nueva, a la que la administración no quiere poner solución aunque pudiera.
La situación de abandono del campo es central en esta obra pues como Delibes no podía denunciar estos temas en la prensa, lo hizo a través de sus novelas.
Don Ciro es el cura del pueblo de al lado que a decir misa y aprovecha fragmentos bíblicos para criticar a la administración, una crítica social que la gente no entiende, prefería las homilías del cura anterior al que sí entendían, pues no hablaba de otra cosa que del pecado de la carne.
La obra se desarrolla en un ciclo agricultor, de otoño a verano, donde la climatología se convierte en un personaje más, en el antagonista pues es lo que sume en la miseria a la gente del pueblo con una tormenta.
A los vecinos no les queda otro remedio que emigrar a la ciudad donde llegaban sin dinero, cualificación laboral, conocimientos… y pasan a formar parte de los barrios de chabolas a los submundos de la gran ciudad.
De los personajes destacan El Ratero y su hijo por ser anómalos y disidentes, luchan contra el poder, el grupo social de la autoridad.
Esta postura anterior nos recuerda a la novela de El Camino, donde el Mochuelo lucha por no ir a la ciudad, aunque aquí no hay final feliz, pues el Ratero acaba en la cárcel por asesinato.
El Nini es producto del incesto por lo que tenía dos posibilidades: salir con defectos congénitos o salir privilegiado. En su caso fue la segunda opción, por lo que en el pueblo era conocido como un semidiós, parece tener ciencia infusa, el conocimiento de todas las cosas sin necesidad de estudios previos, lo sabe todo sobre el campo y la caza, por lo que era consultado por la gente del pueblo. Sin embargo, hay que decir que también tenía algo de adquirido, pues ha estado en contacto con otro personaje conocido como el “Centenario”, que le proporciona muchos conceptos sobre el campo y la vida.
La educación del Nini es por tanto infusa y adquirida gracias al Centenario y así el Nini no quiere ir a la escuela porque piensa que no va a aprender nada.
Con este personaje Delibes hace una alabanza a la aldea y menosprecio de la Corte pues piensa que la ciudad es artificial, es la plasmación de lo natural, de lo salvaje clásico. Como ha venido haciendo en sus obras.
Su padre también es la reencarnación de lo natural, del apego al campo y a la naturaleza. Vive en perfecta simbiosis con la naturaleza, solo caza para sobrevivir y no reúne, sino que respeta los ciclos vitales de los animales. No caza por deporte o pasión, sino como medio de subsistencia.
Hay quien dice que se mueve por motivaciones animales, pero él es un hombre que conoce los procedimientos de la naturaleza y por eso los respeta, aunque sí que defiende, como los animales, sus territorios de caza.
Al final irá a parar a la cárcel por matar a un muchacho ratero del pueblo de al lado. La justicia no entiende que lo ha matado en defensa personal, defensa del territorio y de las leyes naturales. En realidad, no hay asesinato. Este asesinato será una metáfora de la lucha por la vida.
De esta novela puede destacarse el lenguaje: amplio, curioso por la utilización del santoral católico de meteorología, es interesante el uso del apodo…
5 horas con Mario:
Se adaptó a teatro con mucho éxito.
Considerada la primera novela donde Delibes se desapega de todo lo demás por el marco, el personaje…
El marco es urbano, la acción (si es que la hay) se desarrolla simplemente en una habitación (un marco cerrado y no abierto). Los personajes son Menchu y Mario pero solo un habla porque el otro está muerto. La acción, el tiempo, se desarrolla en unas cuantas horas de una noche, en concreto cinco horas o poco más.
Menchu habla con otro personaje aunque no hay diálogo porque Mario no puede responderle aunque Menchu se dirija a él. Hay emisor y receptor aunque en vez de diálogo se trata de un mono diálogo.
Respecto al tema central hay similitudes con El Camino pues se habla de cuál debía ser la buena vida, formas de vida aceptables…
La novela empieza con una introducción a modo de esquela mortuoria (30 pag.), 26 capítulos y una coda de 13 páginas.
Cada capítulo va enmarcado en un fragmento bíblico que Mario había ido subrayando que consideraba pautas de vida.
En el fondo, de lo que está intentando convencer Menchu a Mario es que no hizo nada malo en vida pero que era malo lo que hacía ella como esposa aunque le eche la culpa de todo a Mario por su no adulterio con Paco. Por el modo en que Mario se comportó como esposo.
Todo el tiempo intenta exculparse de aquello que le remuerde la conciencia a la vez que se siente frustrada por no haber llegado al final.
Le acusa de haber ido siempre por sus intereses, una crítica a su ideología avanzada.
Cuatro capítulos sobre la poca atención, noche de bodas en la que Mario no quiso consumar y a partir del capítulo trece hace hincapié en su ideología.
Es narrador parcial, se ataca la ideología de los disidentes de la época de Franco y se “elogia” la ideología del régimen. Mario y Menchu representan las dos españas. Ella condena a los de color o los de pueblo y él no. Ella es racista y él no. Ella habla mal de Juan XXIII y él no.
Mario hijo encarna a su padre en espíritu incluso aún más revolucionario y será él quien dé las respuestas que Mario padre nunca dio en esas cinco horas de mono diálogo a su esposa. Será la revolución de los jóvenes de los años 60 - 70 en España.
Elegía en honor a su mujer
Literatura Narrativa
Delibes
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Enviado por: | Jara |
Idioma: | castellano |
País: | España |