Este lienzo de la foto es el más famoso de una serie que Cézanne pintó durante la década de 1890 con la temática de los jugadores de cartas. Los protagonistas de las telas son los campesinos de Aix (su pueblo natal) y el jardinero del Jas de Bouffan, Vallier (Jas de Bouffan era la finca propiedad de su padre donde se recluyó tantos años de su vida a pintar). Las fuentes de inspiración empleadas por Cézanne posiblemente fueran los jugadores de cartas pintados por Le Nain y Chardin. Las dos figuras se sientan a ambos lados de una pequeña mesa sobre la que apoyan los codos. Una alta botella nos da paso hacia la cristalera del fondo, por la que se intuye un abocetado paisaje. Los dos hombres están concentrados en el juego, interesándose el maestro en captar sus expresiones, y se presentan tocados con sendos sombreros típicos de las clases sociales humildes de la Provenza (región francesa de donde procede el autor). El espectador se convierte en uno de los frecuentes observadores que contemplan estas partidas en las tabernas, al situarnos el maestro en un plano cercano a la escena y no hacer apenas referencias espaciales. La iluminación artificial se manifiesta en las sombras, especialmente en el reflejo blanco de la botella. Pero una vez más, el protagonista del lienzo es el color que inunda todos los rincones de la tela. El hombre de la derecha viste una chaqueta de tonalidades grises amarillentas que tiene su continuidad en el pantalón de su compañero, vestido éste con una chaqueta de tonalidades malvas que se mezclan con diversos colores. El fondo se obtiene gracias a una mezcla de tonos aunque abunden los rojizos, en sintonía con la mesa y el mantel. La aplicación del color se realiza a base de fluidas pinceladas que conforman facetas, elementos identificativos del cubismo. A diferencia del impresionismo del que Cézanne parte, en este trabajo prima el volumen y la forma sobre la luz, obteniendo ese volumen gracias al color en estado puro.
Paul Cézanne nació y falleció en Francia (Aix-enProvence 1839 - Aix-en-Provence 1906). Sus pinturas pertenecen al impresionismo tardío (neoimpresionismo).
Se le consideró el padre de la modernidad. En 1857 Paul inicia sus estudios artísticos en l´Ecole Municipal Libre de Dessin. Años más tarde pasa 6 meses en la universidad de París donde conoce a Renoir y Monet pero suspende el exámen de ingreso y vuelve a su ciudad natal para dedicarse a la pintura. Un año después vuelve a París matriculado en una academia de pintura y conoce a Manet. Sus primeras pinturas son de suave estilo romántico. Junto a otros pintores del momento prensenta en París una exposición en cuyas obras domina la luz y el color pero no solo no tuvo éxito social sino que fue motivo de risas y burlas durante años. Por fin en 1882 una obra suya es admitida al Salón Oficial (muestra de gran prestigio) pero ello no le ayuda mucho en su vida artístical. Pronto fallecerá su padre y el no reconocimiento de sus obras (además hubo rechazos explícitos publicados) y sus problemas personales (matrimoniales) le hicieron recluirse solo durante años en una finca propiedad de su padre para pintar. Para colmo de males en 1899 su madre fallece y pierde la finca donde pintaba por cuestiones de herencia. Es con el comienzo del siglo XX que sus obras empiezan a cotizarse pero pronto al mismo tiempo su salud empeora (diabetes y afecciones bronquiales mal curadas de años) hacen que falleza en 1906.
Algunas de sus obras representativas son:
La Casa del Ahorcado 1873
Las Bañistas 1905
Los Jugadores de cartas 1892
Montaña de Santa Victoria 1904
Muchacho con Chaleco Rojo 1890
El Neo-Impresionismo o Postimpresionismo data entre 1.885 - 1.900 aproximadamente. En el se agrupan las más diversas tendencias, muchas de las cuales desbordan todo intento de clasificación cronológica, puesto que en gran medida se corresponden con figuras concretas: Edvard Munch, Van Gogh... El Neo-Impresionismo es básicamente un movimiento de reacción ante el Impresionismo: habiendo agotado éste su intención estética, la única que tenía en realidad, se ve incapaz de ir más allá. Sus veteranos, y los jóvenes pintores de París y otros países europeos influidos por el nuevo estilo, se enfrentan a la necesidad de abrir nuevas vías de investigación pictórica. Las respuestas a esta necesidad serán diferentes según tendencias como el Puntillismo o el Simbolismo, o según pintores, difícilmente clasificables en una Escuela concreta, como Cézanne. En cualquier caso, se aprovechan los avances del Impresionismo sobre teoría del color e independencia de los temas y se introducen factores nuevos que permiten revalorizar la importancia del arte.