Lingüística


La Regenta; Leopoldo Alas, Clarín


La Regenta

Análisis lingüístico

Nos encontramos ante el comentario lingüístico de un fragmento de la obra de Leopoldo Alas Clarín, La Regenta. Empezaremos el comentario analizando la macroestructura del fragmento. Una vez tratados todos los aspectos que engloba la macroestructura pasaremos a analizar la microestructura, que seria la segunda parte que compone el texto.

Cuando se quiere llevar a cabo el estudio de un texto, sea narrativo, descriptivo, argumentativo, jurídico, periodístico... estudiamos en primer lugar su macroestructura textual. Entendiendo por macroestructura, en la lingüística del texto, la parte del ser humano que contiene las características necesarias para desarrollar el texto. El desarrollo de ese texto vendrá acompañado por el tópico textual. En relación con ese tópico textual trataremos de establecer la acción, los personajes y el ambiente.

Este texto es narrativo - descriptivo, y por tanto en él se desarrollará una acción causada por unos personajes.

Tópico textual.

El fragmento a comentar de la obra La regenta nos muestra como tópico textual: los conflictos sociales y personales que preocupan y atormentan la cabeza del protagonista, el Magistral. Conflictos que causarán en éste un placer más de tipo material que espiritual.

Los conflictos sociales están producidos por la propia ciudad de Vetusta, como sociedad de transición entre el Antiguo Régimen y la nueva sociedad burguesa. En la ciudad de Vetusta encontramos una rígida separación social que se observa en la diferenciación entre la Encimada, donde conviven la Iglesia, la aristocracia y los servidores, la Colonia, donde se encuentra la burguesía y en el Campo del Sol, donde vemos el proletariado.

Por lo que se refiere a los conflictos personales, observamos un recuerdo por parte del Magistral de su infancia, en la que todo a su alrededor estaba ensombrecido por las numerosas carencias que soportaban todos sus familiares. El Magistral era pastor y su madre fue la que produjo en él un fuerte impulso hacia una vida mejor para ambos, pretendían ascender socialmente; de pastor a formar parte del clero. Así pues, Vetusta será para el Magistral el intento y la posterior consecución de ese deseo de ascender socialmente.

1- La acción.

A continuación pasaremos a analizar la estructura narrativa que se da en este fragmento:

En primer lugar encontramos una parte en donde hay una introspección en los pensamientos y sentimientos del Magistral (esta introspección la observamos en las líneas 1 hasta la 38). El Magistral recuerda esa infancia triste de pastor junto con la vida presente, en la que también ejerce de “pastor” pero en este caso de “pastor de almas”. Ambos mundos, tanto el pasado como el presente, los pone en relación y analiza ese logro de subir en de estatus social y el poder que ha producido en él ese ascenso.

Es en esta introspección del Magistral donde podemos analizar más varios momentos por los que pasa el Magistral y los sentimientos que se producen en él. En primer lugar el Magistral nos cuenta el pasado, su propia infancia, pues como hemos dicho antes era pastor. Esta vuelta al pasado ocupa las líneas primera hasta la quinta y desde la línea veinticinco hasta la treinta y nueve.

En segundo lugar, el Magistral nos hace una narración acerca del mundo que en el presente le rodea, ahora todo su mundo gira en torno a la catedral, a los deberes eclesiásticos que provocan en él un enorme placer, por el hecho de poseer en sus manos un gran poder, ya que tiene en sus manos a un gran número de feligreses que lo admiran y escuchan con atención, cuando se sitúa en lo alto del púlpito de la catedral, para llevar a cabo sus sermones y oraciones. Este sentimiento de placer relacionado con el deseo y la satisfacción del poder lo encontramos en las líneas secta hasta la veinticuatro: “... viendo allá abajo, en el rostro de todos los fieles la admiración y el encanto; había tenido que suspender el vuelo de su elocuencia, porque le ahogaba el placer y le cortaba la voz en al garganta”.

En tercer lugar, encontramos la descripción de Vetusta. El Magistral se encuentra en lo alto de la catedral y contempla mediante un catalejo un largo espacio visual en el que se encuentran todas las partes de la ciudad. Primero describe los alrededores de la Catedral que comprendía el barrio de la Encimada “barrio noble y barrio pobre de Vetusta”(línea 45). Seguidamente, el Magistral pasa a narrarnos los lugares de la ciudad de Vetusta relacionándolos con las clases sociales que había en cada lugar: “ El Magistral veía a sus pies, el barrio linajudo, compuesto de caserones con ínfulas de palacios; conventos grandes como pueblos y tugurios donde se amontona la plebe vetustense...”. Posteriormente el Magistral vuelve a describir la ciudad de Vetusta pero esta vez se centra únicamente en la parte de la Encimada, la parte noble y querida por él y de la que forman parte las dos iglesias de Santa María y de San Pedro.( líneas 201 y 219)

Seguidamente vemos como aparece la crítica a la poca espiritualidad que profesaban los miembros del Campo del Sol, los rebeldes. “... los rebeldes, los trabajadores sucios, negros por el carbón y el hierro amasados con el sudor; los que escuchan con la boca abierta a los energúmenos que les predican igualdad, federación, reparto... y a él no querían oírle cuando les hablaba de premios celestiales, de reparaciones de ultratumba. No era que allí no tuviera ninguna influencia, pero la tenía en los menos.” ( líneas 140 hasta la 146)

La subjetividad del texto

En el texto se observa el estudio exhaustivo de la ciudad, como hemos apuntado anteriormente, desde un punto de vista totalmente descriptivo y podría decirse que afectivo, pues en la descripción de cada uno de los lugares que dividen la ciudad de Vetusta ( actual Oviedo), tiene mucha importancia la forma en que Don Fermín, el Magistral, siente y ve cada uno de esos lugares, que sensación provoca cada uno de los lugares, que el Magistral observa desde su catalejo, en lo alto de la ciudad, en el ánimo del citado personaje.

No nos describe como es la ciudad, ni sus casas, o calles y edificios... sino que a partir de sus sentimientos interiores, de su introspección, se nos describe la ciudad tal y como él la ve y muestra su descontento en las partes de la ciudad que siente como rebeldes e indeseables, así como muestra su afecto hacia la Encimada que es el lugar predilecto por él.

En este fragmento se aprecia un claro subjetivismo, pues todo aparece visto desde los ojos del Magistral y con ello, todo nos aparece descrito bajo la visión del personaje. Para ello, hace uso de un narrador en tercera persona que lo sabe todo y de todos, un narrador omnisciente que bien conoce al Magistral.

El naturalismo y el realismo, movimientos fundamentales en la época están presentes en este texto, pues aunque es una descripción con connotaciones subjetivas, plasma los caracteres de la ciudad de Oviedo, una ciudad real, por lo tanto creíble a todos los niveles, aunque no se trate de una plasmación exacta de la naturaleza, característica que buscan ambos movimientos. No es la descripción de un mundo real, sino más bien de uno imaginario, Vetusta, pero creíble pues se habla de calles diversas, características de las calles, en consonancia con las características reales de la mayoría de las ciudades de la época, entre las que se incluye la ciudad de Oviedo, de la que Clarín es ciudadano.

2- Los personajes.

En la totalidad de la novela La Regenta, aparecen una gran cantidad de personajes, pero en este apartado tan solo vamos a analizar los personajes que encontramos en este fragmento. A este parecer sólo encontramos como personaje al Magistral, aunque no existe ninguna descripción física del mismo. Es éste el único personaje que en este fragmento conocemos por su nombre, pero el nombre no será el hecho importante pues todos los personajes de la ciudad de Vetusta se darán a conocer para el lector por sus estatus social, que vendrá definido por el lugar de la ciudad en el que vivan, así se hablará del obispo, el magistral, el provisor, el marqués, el deán, los rebeldes...

Don Fermín de Pas es el Magistral, un hombre ambicioso, con ansias de poder, que le producirán gran placer, insatisfecho y dominado por los deseos de su madre. Su infancia en la que se dedicaba a cuidar animales fue un tanto triste, desoladora y amarga pues vivía en una situación de miseria con su buena madre, así lo dice él cuando afirma en la línea veintiséis “pastor melancólico y meditabundo”. Es en estos años que Fermín, el pastor soñaba con un mayor poder concentrado en sus manos, y finalmente, guiado por los deseos de su madre, consiguió pasar a ejercer una vida más próspera y con mayor poder, pues fue proclamado Magistral, es decir, predicador, teólogo...

El Magistral es un alma que está totalmente dominada por el poder, el placer y el gozo y estas características definitorias del Magistral serán las que irradiarán de significado el fragmento que se está analizando. Desde su tierna infancia Fermín ha buscado en todo momento el poder y lo ha conseguido mediante la adjudicación de este cargo eclesiástico que ostenta. Este cargo no le provoca felicidad sino más bien placer, excitación, gozo. El gozo será el resultado tanto de ese aumento de poder social y económico, como del placer y el deseo carnal que le provocan las feligresas que asisten a escuchar sus sermones.

A continuación aparece la propia ciudad, que parece formar parte de otro personaje (el medio es otro personaje de la novela). Todos los acontecimientos que se desarrollan en la vida del Magistral y todos los acontecimientos que envuelven las transformaciones sociales, están en consonancia con el medio, con la ciudad, todo lo que ocurre tiene su explicación en el medio que lo envuelve. La ciudad que Clarín nos presenta con el nombre Vetusta, ha sido identificada como Oviedo, y la narración que el autor nos hace patente de esta ciudad es una auténtica crónica social de la verdadera ciudad a la que está haciendo referencia.

3- El ambiente.

3.1- El ambiente temporal.

El fragmento que hemos intentado comentar de una forma más o menos clara es de Leopoldo Alas “Clarín” y pertenece a una de sus grandes obras que lleva el nombre de la Regenta, novela importante en la literatura española, pues en ella, el autor nos ha intentado mostrar de una forma concisa y clara los acontecimientos de su época, la España de finales del siglo XIX. A este respecto, observamos como en el texto se nos habla de un acontecimiento importante, que nos revela el tiempo del fragmento, “... donde se habían reunido en tiempo de la Revolución de Septiembre dos comunidades de monjas...” (líneas 78 hasta 80). La Revolución de Septiembre que se cita en estas líneas, hace referencia a la Gloriosa, que se inició en Cádiz el 18 de septiembre de 1868.

De forma paralela, podemos señalar que en el fragmento no encontramos ninguna correlación de tiempo, pues los hechos que el autor nos narra en el fragmento no siguen un curso temporal, ya que hay introspecciones hacia el pasado, en donde el Magistral recuerda los acontecimientos de su infancia.

3.2- El ambiente espacial.

Como ya hemos comentado anteriormente, la ciudad de Vetusta se referiría al ambiente, pero se trata más que de otra cosa de un personaje más, y a continuación debemos pasar a analizar sus peculiaridades más detenidamente.

En este fragmento observamos una visión de la ciudad de Vetusta muy subjetiva por el hecho, que se nos presenta ésta mediante la visión personal del Magistral a través de un catalejo. Conocemos la ciudad por como la comprende el Magistral: “... mientas el catalejo, reflejando con vivos resplandores los rayos de sol, se movía lentamente pasando la visual de tejado en tejado, de ventana en ventana, de jardín en jardín. Alrededor de la catedral se extendía, en estrecha zona, el primitivo recinto de Vetusta” ( las líneas 39 hasta 42).

En un primer momento nos centramos en la Encimada “el barrio noble y el barrio pobre de Vetusta. Los más linajudos y andrajosos vivían allí, cerca unos de otros, aquéllos a sus anchas, los otros apiñados. El buen vetustense era de la encimada” en las líneas 49 hasta 53.

A continuación el Magistral, posa la vista con su catalejo en la parte alta de la ciudad donde se encuentra la Catedral y las dos parroquias importantes, que eran la parroquia de Santa María la Mayor y San Pedro. Según él mismo afirma unas líneas más abajo éste era su lugar amado, el lugar en el que se sentía feliz. Así lo vemos en “... el buen canónigo amaba el barrio de la catedral, aquel hijo predilecto de la basílica, sobre todos. La Encimada era su imperio natural, la metrópoli del poder espiritual que ejercía” ( líneas entre 135 y 138).

Toda esta era la parte de Vetusta en la que se encontraban las casas y los barrios viejos, con calles estrechas y sucias, apiladas de gente... en contraposición a la parte en la que ahora se posa el catalejo del Magistral, pues ésta es la parte noroeste, en donde se encuentra la Colonia, que es la parte nueva, con casas y barrios nuevos, con calles anchas, con una gran diversidad de colores... pues el Magistral según afirma unas líneas más abajo, (las líneas 177 y 178): “... no ve allí más que riqueza”. Era la Colonia un intento de imitación de los que allí vivían, de la vida de la noble clase que habitaba la Encimada tan querida por Don Fermín. Esta parte de la ciudad recibe mejor trato por parte del Magistral que el Campo del sol, pues en la colonia se encuentran los indianos que han venido de fuera y han conquistado las tierras que poseen pero que tarde o temprano serán “conquistados” por él, pues tiene en sus manos un gran poder.

Todo estos repasos por cada uno de los lugares que ocupan la ciudad de Vetusta, están llevados a cabo mediante una descripción, en los primeros párrafos de ideas y sentimientos y en estos últimos descripción de ambiente y de los diferentes lugares de la ciudad. Por lo tanto podemos hablar de un fragmento descriptivo inserto en un texto narrativo que es la novela en su totalidad: la Regenta.

La microestructura textual.

Tanto la microestructura de un texto, como la macroestructura del mismo, están íntimamente relacionadas dentro del mismo texto, pero se debe llevar a cabo un estudio diferenciado para sacar mayor jugo a los elementos que son importantes en el mismo.

En esta parte del comentario vamos a analizar los aspectos puramente internos del texto, analizando la acción por medio de los verbos, del tiempo verbal, los personajes fijándonos en la descripción que se lleva a cabo mediante los sustantivos, los adjetivos, y las oraciones del texto, así como del uso de las figuras retóricas. Finalmente analizaremos el ambiente y con ello los nombres de los lugares que se describen.

1- La acción en la microestructura.

La gran mayoría de los verbos aparecen en la forma del pretérito imperfecto de indicativo,: “mientras el auditorio aguardaba en silencio, respirando apenas, a que la emoción religiosa permitiera al orador continuar, él oía como en éxtasis de autolatría el chisporroteo de los cirios y de las lámparas: aspiraba con voluptuosidad extraña el ambiente embalsamado por el incienso de la capilla mayor y por las emanaciones calientes y aromáticas que subían de las damas que le rodeaban; sentía...”, (líneas 11 y sucesivas), en esta oración podemos observar un gran número de verbos en pretérito imperfecto, como son: aguardaba, oía, aspiraba, subían, sentía...

Del mismo modo, la mayoría de los verbos utilizados son copulativos: ser, estar... y con ello oraciones coordinadas copulativas, que analizaremos posteriormente. Estos verbos los encontramos en todas sus formas, es decir, aparecen en forma simple y también en forma compuesta: habían sido...

2- los personajes.

Los sustantivos del siguiente texto son comunes y abundan un gran número de ellos: barrio, catedral, huerto, calles, casas, chimeneas... el sustantivo magistral, proviene de la palabra latina magister y es uno de los sustantivos más importantes del texto.

Por lo que se refiere a los adjetivos, encontramos en el texto una gran cantidad de los mismos, la gran mayoría acompañando al sustantivo al que modifican: casas viejas y ruinosas, casa miserable, augustas chimeneas, calles estrechas, tortuosas, húmedas, sin sol, convento ampuloso y plateresco, esbelto, elegante, pastor melancólico y meditabundo, barrio pobre... también encontramos un gran número de adjetivos en la descripción del placer que el Magistral siente delante de los feligreses: emoción religiosa, voluptuosidad extraña, emanaciones calientes... Cuando el Magistral habla de la ciudad de Vetusta y la califica mediante adjetivos calificativos, éstos están sustantivados: Su Encimada querida, la noble, la vieja, la amontonada.

Encontramos un gran número de sustantivos que nos hablan de las diferentes partes de la ciudad: calles, casa, catedral, iglesia, muros, prisión... así como también otros referentes a los diferentes elementos de la religión: púlpito, incienso, capilla mayor, fieles, premios celestiales, reparaciones de ultratumba. Podríamos hablar por tanto de redes isosemicas, que fundamentan las bases del texto.

Por lo que respecta a las oraciones en el texto encontramos la mayoría de las oraciones con una extensión muy larga, y este hecho acentúa aún más la dificultad de las mismas. “emociones semejantes ocupaban su alma mientras el catalejo, reflejando con vivos resplandores los rayos del sol, se movía lentamente pasando la visual de tejado en tejado, de ventana en ventana, de jardín en jardín” (líneas 39 hasta 42)

El autor ha usado los conectores en el texto, pues estos permiten una mayor comprensión del texto, ya que se utilizan para unir ideas. Encontramos conectores de unión o de conjunción, pues ha utilizado numerosas oraciones coordinadas copulativas. También a utilizado las oraciones yuxtapuestas, separadas con signos de puntuación.

El Magistral, es descrito por él mismo psicológicamente, pues en todo momento sabemos cuales son sus emociones, cuales sus frustraciones... sabemos que siente en cada momento, pues él mismo nos lo cuenta a través de la introspección de sus sentimientos y este hecho provoca en el texto un alto grado de subjetividad, como ya hemos analizado anteriormente. Podemos citar a este parecer algunos ejemplos “pero, entre tanto, De Pas, volvía amorosamente la visual del catalejo a su Encimada querida, la noble, la vieja, la amontonada a la sombra de la soberbia torre” (líneas 209 hasta 231). También hay un momento en que el Magistral se describe a sí mismo, pues dice ser esa la forma en que lo ven los fieles, este parecer lo encontramos en: “... los fieles en el orador esbelto, elegante, de voz melodiosa, de correctos ademanes, a quien oían y veían, no en el Dios de que les hablaba”.( líneas 22 y 23)

Por lo que respecta al uso de figuras retóricas, podemos observar algunas metáforas, pero no son abundantes.

3- El ambiente en la microestructura

El ambiente lo encontramos en la ciudad de Vetusta incluso podemos afirmar que éste forma parte de un personaje más de la obra.

Encontramos una gran cantidad de conectores que nos ayudan a situar el espacio y el tiempo dentro del texto. Estos son: aquí, allí, ahora, allá abajo... y una gran importancia del conector mientras, que tiene valor temporal de simultaneidad.




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Enviado por:Erinia
Idioma: castellano
País: España

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