La Historia de la lógica viene a ser el estudio de las contribuciones al desarrollo de esta disciplina. ¿En qué consisten tales contribuciones? Puede decirse que, en sustancia, una contribución al desarrollo de la lógica es o envuelve un análisis de la forma de ciertas relaciones lógicas en particular, la relación de consecuencia, o un análisis de su estructura interna, o es significativa para la determinación de una y otra. Cabe reconocer, además, otras aportaciones que compartan ciertas características distintivas con esas contribuciones típicas, o se relacionen con ellas en el sentido de abordar nociones, problemas o temas como los que hoy ocupan a los practicantes de esta disciplina. En suma, el reconocimiento de una contribución al desarrollo de la lógica es una especie de compromiso entre lo que antes ha podido hacer la gente en este sentido y lo que está haciendo ahora.
Las contribuciones al desarrollo de la lógica no llueven del cielo, ni son el limpio reflejo de unas Formas u Objetos en sí mismos lógicos, ni resultan productos puros de la Razón. Antes bien, se gestan en el seno de tradiciones de pensamiento; responden a programas de análisis conceptuales, teóricos o metodológicos; están hechas de la materia de los textos. Su desarrollo, aparte de contribuir a las líneas de trabajo abiertas o establecidas en el cultivo de la disciplina, guarda relación con otros marcos de referencia inferenciales y culturales como, por ejemplo, la argumentación ordinaria, el discurso filosófico, la deducción matemática, la inferencia científica.
De modo que la Historia de la lógica, salvo en lo que concierne a sus temas característicos y a su peculiar uso de reconstrucciones formalizadas como métodos auxiliares de interpretación, no difiere mucho de cualquier otra historia de una disciplina académica de venerable raigambre en la cultura occidental.
De todo ello se desprende que la Historia de la lógica es una empresa colectiva, multidisciplinaria y pluridimensional, que incluye un buen número de tareas aún por hacer. Incluso en razón de la penuria conceptual y profesional que hoy sigue arrastrando este tipo de estudio, la Historia de la lógica todavía está por reconocer. Lo que significa, entre otras cosas, que si se dedican a la Historia de la lógica quizás tengan dificultades para encontrar empleo pero, desde luego, no les faltará trabajo.
La condición de la Historia de la lógica como "historia en construcción" y labor pendiente también supone que: (a) la confección de un temario sólo puede tener hoy un carácter provisional e indicativo; (b) ninguno de los manuales generales que hoy circulan es satisfactorio; (c) por el momento, al menos, el tipo de material didáctico que podría resultar más útil sería el que orientara la exploración, el estudio y el trabajo en este campo.
Sin embargo, hay algunos focos o centros de interés relativamente destacados y, afortunadamente, no todos los manuales generales o Historias de la lógica se dejan medir por el mismo rasero. Esto permite adelantar, a manera de programa, un puñado de núcleos temáticos ricos y significativos. Hace posible además una especie de selección entre la historiografía existente, tanto por lo que concierne a visiones históricas panorámicas, como
por lo que concierne a ensayos monográficos. Aconseja, en fin, visitar esos focos de interés y estos trabajos historiográficos con un mapa-guía que nos ayude a orientarnos y movernos por el terreno.