Filosofía y Ciencia


Acerca del alma; Aristóteles


Todo parece indicar (a mi punto de vista) que es una crítica a la concepción Platónica sobre el alma. Platón defendió sobre todo el carácter divino e inmortal del alma humana. Este consideraba el alma separable y separada del hombre de carne y hueso, y su teoría seguía un camino que bien podríamos llamar religioso. Esto llevo al punto de considerar el alma como un habitante originario del mundo inmaterial, tomando al cuerpo como la cárcel del alma.

Aristóteles en cambio se desentiendo de todo ámbito religioso que envolvía al tema, y en su tratado de “Acerca del alma”, en el que aborda esta difícil cuestión, es el biólogo, o mejor dicho, el filósofo de la vida que se pregunta por el alma. El objeto de la psicología es para Aristóteles no sólo la naturaleza superior del ser humano, sino todo el ámbito de la vida, pues todo lo que tiene alma tiene vida y viceversa.

LIBRO I.

En este libro lo que Aristóteles va a hacer es (prácticamente), refutar las distintas teorías de varios filósofos a los que llama “mis predecesores”

Aristóteles en aquello que los pensadores toman como esencia del alma, y se da cuenta de que muchos de ellos opinan que la característica primordial es el movimiento: tanto el movimiento que pose ella por sí misma como el movimiento del que dota a los seres corporales que la poseen. Sobre esta línea se desarrollan doctrinas como las pitagórica, el pensamiento de Demócrito y el de Anaxágoras. Aunque con algunas diferencias en sus teorías, todos ellos tratan el MOVIMIENTO como una esencia del alma.

También ve, en otros pensadores la composición del alma y ve la doctrina de Empédocles y Platón. Empédocles por ejemplo, propone que el alma está compuesta de todos los elementos, siendo cada uno de ellos alma en sí. De la misma manera, Platón describe el origen del alma (en su obra el Timeo) a partir de los elementos.

El filósofo Critias, por su parte, defiende otra característica del alma como esencia de ésta: el SENTIR. En su teoría defiende que el alma es sangre o que se encuentra en ella, pues la característica más propia del alma es sentir, y esto se produce en virtud de la naturaleza de la sangre.

En resumidas cuentas, Aristóteles concluyen que todos definen el alma por tres características: MOVIMIENTO, SENSACIÓN e INCORPORIEDAD.

En los sucesivos capítulos del libro primero, Aristóteles elabora las críticas a todas estas teorías particulares, mostrando su imposibilidad real. Critica -centrándose en la versión platónica- la teoría según la cual el alma se mueve por sí misma, la que identifica al alma como armonía, la que defiende que está compuesta de elementos y también la teoría que concibe como número automotor (a la que Aristóteles denomina como “la más absurda”, y refuta por medio de una serie de problemas matemáticos y geométricos que la hacen imposible).

Todas estas teorías, aunque en algunos aspectos de las mismas Aristóteles esté de acuerdo (son pocos), lo que hace es, mientras las desarrolla y las explica detalladamente, va desenmascarando los muchos problemas que conllevan, haciéndose de respuesta difícil sobre diversos puntos de la teoría, y finalmente desacredita la veracidad que estas puedan poseer para indicar la suya como verdadera.

LIBRO II.

En este libro, Aristóteles desarrolla su interesante teoría sobre el alma, aplicando los conceptos fundamentales de su física y su filosofía primera.

Aristóteles presenta al alma como una entidad o sustancia, y a la entidad la muestra de tres formas:

  • Nomo materia: Es decir, algo que o es nada por sí mismo, algo no determinado, simplemente materia.

  • Como estructura y forma: En virtud d la cual podemos decir de esa entidad que “es algo”, algo determinado.

  • Como compuesto de las anteriores.

  • El alma es para Aristóteles las tres formas de entidad: la materia corresponde al cuerpo del ser viviente y el alma se corresponde con la forma de entidad. El ser vivo es, por tanto, un compuesto de materia y forma, un compuesto de cuerpo y alma.

    Dadas estas diferentes concepciones de entidad, Aristóteles comienza a reflexionar sobre las entidades primeras. Estas serán necesariamente aquellas que son principios de todas las demás: para Aristóteles las entidades primeras se corresponden con los cuerpos naturales.

    Dentro de los cuerpos naturales estén dos tipos:

  • Los que están dotados de vida.

  • Los que no tienen vida (inertes).

  • En resumen, el ser animado es un conjunto de cuerpo y alma en la que las dos partes del ser se necesitan mutuamente. Mientras que el cuerpo es la materia y la potencia (es la entidad que tienen vida en potencia -No en acto-), el alma es su esencia, es la forma específica del cuerpo. De esta forma Aristóteles dice que “el alma es entelequia y forma de aquel sujeto que tienen la posibilidad de convertirse en un ser de tal tipo”. El ser animado se diferencia del ser inerte porque esta realiza una serie de funciones o actos propios del vivir.

    Para Aristóteles los seres humanos no son los únicos seres que poseen alma, sino que la poseen todos los eres vivos, desde las margaritas y los moluscos hasta los seres más complejos. El alma es el principio de la vida, la fuente de las actividades de cada ser vivo.

    Aristóteles constituye al ama por 5 potencias o principios distintos accidentales o de operación, que se diversifican en funciones de sus actos o sus objetivos: vegetativa, sensitiva, intelectual, apetitiva y, locomotiva. Las dos últimas constituyen el fin de los seres vivos, pues estas dos funciones que implican el apetito y la facultad de moverse tienen como función intentar la finalidad del ser vivo: la consecución del objeto apetecido.

    Aristóteles ve en el alma que es un acto primero en cuanto que está en un cuerpo orgánico, y las operaciones vitales de los seres vivos son los actos segundos.

    Como se ha dicho anteriormente, no todos las seres vivos poseen las mismas capacidades (ejem: la plante y el hombre), esto para explicar que todas sus funciones corresponden al alma, esto no quiere decir que haya distintos tipos de alma, sino que existen varias partes del alma, en la que cada una realiza una función: alma vegetativa, alma sensitiva y alma racional.

    Alma vegetativa: Es aquella que realiza las funciones de nutrición, crecimiento y generación. La alimentación es muy importante, pues permite que se desarrolle una actividad básica de los seres vivientes: la generación o la reproducción. Puesto que el ser viviente es un ser corruptible (que muere), la generación permite que la especie sobreviva, y esto es posible gracias a la alimentación. Por eso se considera que la facultad nutritiva es la base que se da en todos los seres vivos, es la primera potencia del alma.

    Alma sensitiva: Es la facultad sensorial que poseen los órganos de los sentidos y el objeto sensible, es decir, el objeto que produce una afección sobre el sentido. Estos objetos se dividen en 2 grupos:

  • Propios de un sentido particular (sensibles por si): En estos objetos encontramos otra diferencia. Algunos son propios de una sensación particular, en los cuales no puede haber ningún error, tales como son los colores, olores, sonidos... Otros, en cambio no son específicos de ningún sentido, sino que son objetos sensibles comunes a todos los sentidos.

  • Comunes a todos (sensibles por accidente): Serán aquellos objetos que de alguna manera están asociados accidentalmente a aquello que sí se percibe. Es decir, es algo asociado accidentalmente a un objeto que percibimos por alguno de los sentidos y, el saber de su conexión, pasa a ser sensible también para nosotros.

  • Los objetos sensibles por excelencia van a ser aquellos que son sensibles por sí y exclusivos de un sentido concreto. Pero entre los sentidos existe una diferencia importante, ya que estos no actúan de la misma formal entrar en contacto con el órgano sensitivo. En algunos existe un medio de transmisión entre el objeto sensible y el órgano.

    Entre los medios que se producen por medio de un medio están: la vista, el oído y el olfato.

    La vista: La vista se produce a través de un medio que es lo transparente o lo diáfano. La transparencia existe en potencia en varios cuerpos, como el agua, y está en acto cuando está la luz, en este caso la luz es la transparencia en acto.

    Su objeto propio es el color.

    El oído: Para que el sonido se produzca es necesario que dos objetos que produzcan sonidos choquen entre sí en el aire de forma rápida y violenta.

    El olfato: El medio a través del cual se produce el olor no posee un nombre determinado. Este medio es una afección que se da en el aire y en el agua (porque según Aristóteles los animales submarinos también huelen).

    Los sentido que faltan, el tacto y el gusto son sentidos que se producen por el contacto inmediato del objeto con el órgano sensible. Esto sucede del siguiente modo:

    El gusto: Es una especie de tangible, por lo que no es necesario que exista un medio para que se produzca la conexión entre el objeto y el sentido y así seguir lo sintiendo. El objeto sensible propio del gusto es lo gustable y lo insípido.

    El tacto: Este es el sentido más importante y más desarrollado de los seres humanos: Este para definirlo se encuentra uno con problemas porque ¿cuál es el órgano propio del sentido? ¿será la piel?

    El tacto, aunque se produzca por contacto inmediato es un sentido mediatizado por dos cosas: en primer lugar por la carne, la cual no es un órgano sensorial, sino un medio natural incorporado al organismo, y también se encuentra mediatizado por la pequeñísima partícula de aire (o agua) interpuesta entre dos cuerpos tangibles entre sí.

    En resumen, el sentido es la capacidad de percibir las formas sensibles sin la materia. El órgano sensitivo recibe el influjo de aquella realidad individual que sean sensible para él. El órgano primario de cada sentido será aquel en el que resida su potencia semejante.

    LIBRO III.

    En este libro trata los sentidos y lo sensible de dos formas diferentes: como acto y como potencia. El sentido en potencia es la capacidad del órgano. Por otra parte, el sentido en acto se produce cuando entra en contacto con el objeto cuando éste está también en acto. Por lo tanto la facultad sensorial es idéntica a un objeto sensorial en acto.

    La proporción en la que se da un sentido es muy importante, pues si el objeto sensible es proporcional al sentido, además de producirse la sensación, ésta será placentera, mientras que si s produce en exceso puede ocurrir, además de que no se sienta puede producir dolor.

    En este libro Aristóteles distingue el intelegir que percibir sensorialmente.

    La capacidad de intelegir es propia del alma racional, la cual sólo posee el ser humano. Una capacidad de esta alma es la de la imaginación.

    La imaginación: es diferente de la sensación del pensamiento. Esta consiste en crear imágenes según nuestra voluntad, las que queremos, por lo tanto ésta no sería posible sin el sentido. Por lo tanto la imaginación es la facultad que, gracias a la sensación, nos permite crear imágenes sin precisar la presencia del objeto en cuestión. Gracias a ella la conciencia puede emanciparse del singular y alcanzar lo abstracto y lo universal (lo cual viene a ser el objeto de la inteligencia). Esta es también necesaria para el intelecto, ya que es imposible pensar sin imágenes.

    Pero entonces... ¿qué es intelegir? ¿cómo se puede definir?

    El alma intelectiva es el lugar de la formas, pero no formas en acto sino formas en potencia. Una cualidad de esta parte del alma no es necesario el cuerpo para intelegir.

    El intelecto puede dividirse en dos partes, las cuales tienen funciones diferentes: una es capaz de llegar a todas las cosas (intelecto pasivo) y el otro capaz de hacerlas todas (intelecto activo).

    Para la intelección de los objetos indivisibles se produce en aquellos objetos que en los cuales no puede haber posibilidad de error. En cambio, cabe tanto l error como la verdad, pues estos objetos están compuestos de conceptos que forman una unidad. Cuando se produce un error éste siempre tiene lugar en la composición.

    Conexiones entre las diversas facultades del alma. En cuanto a las facultades que existe en el alma, éstas constituyen una doble unidad: una de número, estos pertenecen en último término a un único sensorio. La otra doble unidad es la de analogía, que es la relación mutua entre estos tipos es analogía en relación que existe sus objetos.

    Otra facultad del alma racional es la facultas motriz, de la que es propio el movimiento local de los animales. Pero ¿qué es el movimiento? ¿qué es lo que mueve? ¿O se completa con alguna de las discretas?

    Hay que poner bien en claro que el movimiento que el movimiento se produce por el deseo, lo que lleva al animal a moverse para obtener el objetivo alcanzado. Además del deseo es preciso que el animal se deje llevar por el intelecto. Por lo tanto, es el deseo como el intelecto práctico los que parecen ser los principios del movimiento, siendo el movimiento práctico denominado como aquél que actúa con una determinada finalidad, y se procede únicamente para cumplirla. Entonces, el principio motor es el objeto deseable, que es lo que pone en movimiento a estos dos factores (deseo y intelecto práctico) para que el fin, y por lo tanto el movimiento se lleve acabo.

    Tres son los elementos que integran el movimiento:

  • Motor: Lo que hace que se mueva.

  • Aquello con lo que se mueve: Como esto debe corresponder a algo corporal

  • Lo movido: El animal.

  • Ya solo en el último capítulo del libro se habla de los sentidos de los que son dotados los animales, y estos son para subsistir (sabor y tacto) mientras que los demás sentidos tienen como finalidad el proporcionar una mejor existencia.




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    Enviado por:Roberto Periañez Rodriguez
    Idioma: castellano
    País: México

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