Sociología y Trabajo Social


Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer


Discriminación y desigualdades socioeconómicas en el mundo

Guión

  • Índice

  • Introducción

  • Discriminación:

    • Religiones

    • Disminuidos físicos y psíquicos

    • Inmigrantes

    • Racismo

    • Discriminación social

    • Discriminación sexual

  • Situación social de la mujer

  • Derechos de la mujer

    • Historia

    • Derecho civil

    • Derecho al voto de la mujer

    • Superar el lastre individualista y excluyente

    • La igualdad de derechos en España

  • Las relaciones de género ordenan la vida de hombres y mujeres

  • Las diferencias no tienen un origen exclusivamente biológico

  • Diferencias sí, desigualdades no

  • Emancipación, proceso inacabado

  • La raíz de la desigualdad

  • La división sexual del trabajo

  • Discriminación laboral de la mujer

    • Introducción

    • La vida profesional a medida de la mujer

    • Todavía lejos de la igualdad

    • Compaginar la maternidad y el trabajo

    • Las mujeres y el trabajo: algunas estadísticas de interés

    • El trabajo de las mujeres en Europa: La situación actual

  • Condiciones económicas de la mujer actual

  • Causa de las bajas laborales de la mujer

  • Cuando la mujer gana más que el varón

    • Orientaciones de los sueldos femeninos

  • Sexismo y feminismo

  • Tercer mundo

    • La situación femenina en los países del Tercer Mundo

    • El Islam

    • África Negra

  • Argelia

    • Situación geográfica

    • Demografía

    • Gobierno

    • Economía

    • Ginegrafía

    • Testimonio

  • China

    • Demografía

    • Ginegrafía

    • Femistoria

  • India

    • Demografía

    • Ginegrafía

  • La mujer berebere

    • Las mujeres de Afganistán

    • El estatuto de la mujer en la pareja marroquí actual

    • El matrimonio

    • Anticoncepción

    • Limitaciones de la mujer berebere en Marruecos

    • Zocos prohibidos a las mujeres casadas

    • La mujer inmigrante marroquí en Barcelona

  • La mujer gitana

  • Los calé: Gitanos españoles

      • El tamaño de la minoría gitana

    • La condición de las mujeres gitanas

    • El sistema de matrimonio de los gitanos

    • 1.3.1. Introducción

      1.3.2. Características del sistema matrimonial gitano

      1.3.3. Cinco rasgos diferenciales

    • Matrimonio como necesidad; ínfimo nivel de soltería

    • Matrimonio temprano, adolescente

    • Matrimonio endogámico: Endogamia étnica

    • Matrimonio pronatalista: casarse para tener hijos

    • La virginidad femenina como condición del matrimonio

    • 1.3.4. Condicionantes del sistema de matrimonio

        • Racismo / etnicismo dominante

        • Economía

        • Matrimonio y estrategias matrimoniales

      1.3.5. Consecuencias del sistema matrimonial gitano

      - Consecuencias demográficas

    • Alta fecundidad

    • Crecimiento demográfico acelerado

    • ¿Mortalidad diferencial femenina?

    • - Consecuencias socioculturales

    • Matrimonio y ciclo vital femenino

    • Relaciones entre géneros - relaciones entre esposos

    • 1.4. Algunas estadísticas de interés

      • Anexos

        • Diez cosas que los hombres pueden hacer para erradicar el sexismo y la violencia contra las mujeres

        • Chistes feministas

        • Encuesta

        • La guerra contra las mujeres

        • Vocabulario sobre el mundo laboral femenino

        • Vocabulario del parentesco

        • Vocabulario sobre las relaciones sexuales

        • Cómo reconocer la discriminación sexual del lenguaje

        • Estadísticas: mujer, trabajo y tiempo libre

        • Introducción

        • Capítulo I: Indicadores de calidad de vida en el trabajo

        • Capítulo II: Satisfacción en el trabajo

        • Capítulo III: Entorno de trabajo

        • Capítulo IV: Organización del trabajo

        • Capítulo V: Formación continua y trayectoria profesional

        • Capítulo VI: Movilidad laboral y geográfica

        • Capítulo VII: Conciliación: Vida familiar y laboral

        • Capítulo VIII: Conclusiones

      • Glosario de términos empleados

      • Bibliografía

      Introducción

      Hemos realizado un trabajo de investigación consistente en un estudio a nivel social sobre los diversos tipos de discriminación centrándonos en la situación social de la mujer en diversas zonas.

      En definitiva, hablamos de nuestra historia, la historia de la mujer, una gran historia llena de prohibiciones y discriminación.

      La discriminación

      La discriminación se describe así: “La conducta basada en distinciones que se hacen tomando como base categorías sociales o culturales sin que ello tenga relación con capacidades o méritos individuales ni con la conducta concreta de la persona individual.”

      La discriminación adopta múltiples formas según el factor diferencial que le sirve de justificación y se puede fundamentar en categorías naturales como son, por ejemplo, la raza o el sexo. En otros casos, descansan en circunstancias de tipo social y económico.

      Religiones

      Las grandes religiones existentes hoy día en el mundo son: la cristiana, en cuyo seno caben distintas que confesiones religiosas (ortodoxa, protestante...), la musulmana, el budismo....

      A diferencia de los países de religión cristiana, en algunos países musulmanes han surgido fenómenos integristas, que pretenden imponer el poder político directrices supuestamente emanadas de los libros sagrados. Situaciones como ésta dan mucho que pensar al resto de la población que comienza a demostrar una actitud de rechazo ante las religiones extranjeras.

      Disminuidos físicos y psíquicos

      En sociedades en la que impera la ley del más fuerte y en las que existe un verdadero culto al cuerpo y a la competitividad, no hay lugar para aquellos seres más débiles, para aquellos que presentan diferencias físicas o psíquicas.

      La discriminación de los disminuidos físicos y psíquicos no es un fenómeno de nuestro tiempo, sino que están plenamente enraizadas en la mayoría de las culturas.

      Inmigrantes

      La falta de recursos existentes en los países pobres hace especialmente atractivo para sus habitantes el desafía migratorio hacia los países ricos.

      El carácter masivo de la inmigración, unido a la crisis económica que se está prolongando desde los años setenta, ha provocado en muchos de los países receptores reacciones xenófobas.

      Racismo

      El racismo es una forma de discriminación basada en diferencias de razas, es decir, en la posesión de unos rasgos biológicos distintos. Las situaciones que provocan actitudes racistas son:

      • El miedo o el rechazo hacia lo diferente.

      • Un concepto negativo hacia lo genuino, que genera inseguridad hacia lo extraño.

      • Un instinto de conquista de territorio, provocando una actitud de rechazo a lo extranjero.

      Actualmente, en los países desarrollados se está abriendo paso un racismo difuso, que no se dirige tanto al color de la piel o hacia el país de origen, sino a la capacidad económica del sujeto “diferente”. Y es que, el racismo no se trata solamente de una discriminación basada exclusivamente en la raza, sino que en este fenómeno intervienen otros factores ideológicos como, por ejemplo, el rechazo a oras formas de sociedad y cultura.

      Discriminación social

      Está comprobado que la discriminación puede responder a actitudes de rechazo hacia lo diferente, en base a razones biológicas. La discriminación social no se justifica por el color de la piel o por el sexo, sino que parte de la jerarquización de la sociedad en distintas clases. El nivel económico o el acceso a las riquezas determina no sólo la pertenencia a una u otra clase social, sino que dificultan o incluso imposibilitan las relaciones interclasistas. Entre la llamada clase alta y las bolsas de pobreza, existe un abismo infranqueable.

      Discriminación sexual

      Es el tema central de nuestra investigación, que desarrollaremos más adelante

      Situación social de la mujer

      En el s. XXI, hablar de discriminación sexual en las sociedades occidentales parece innecesario y mucho más si el tema que se debate es la educación. Se suele creer que la igualdad de las mujeres está asegurada por las leyes y por los cambios sociales que se han producido. No se puede negar que la situación de las mujeres actualmente es mejor que hace 100 años, y que muchas mujeres y varones gozan hoy de los mismos derechos y tiene idénticos deberes sociales, las leyes no son sólo igualitarias sino incluso protectoras de las mujeres para así equilibrar la balanza que tantos siglos de historia humana se han encargado de inclinar hacia los varones. Algunas veces nos sorprendemos a nosotros mismos con comentarios y actitudes nada igualitarias.

      Vivimos en un ambiente sexista sólo hay que recordar los innumerables casos de violación, único delito en el que se juzga al delincuente y a la víctima (quienes habitualmente sufren este tipo de delito son las mujeres). La violación y la actitud de algunos jueces ante ella demuestran que el sexo femenino sigue siendo visto como un objeto sexual por la fuerza. Justificando estos actos de violación como provocaciones de la propia víctima (llevar minifalda o algún tipo de indumentaria provocativa), así pues, el que un hombre asesine a una mujer, o que un hombre pretenda obtener beneficio sexual de una mujer que se encuentra en una posición inferior al suyo, es culpa de la mujer.

      En las escuelas, en los institutos y en la universidad, se niega lo femenino y se premia la forma que los varones han tenido de entender la vida.

      Las profesiones femeninas más frecuentes son vendedora, enfermera (el médico es, claro está, varón) y maestra. Pueden añadirse modista, peluquera y secretaria.

      Éstos son los prototipos que se ofrecen como modelos a las niñas. “El mundo intelectual, en los textos escolares, es un mundo completamente masculino”. En los libros de enseñanza persiste la ausencia del sexo femenino tanto en la iconografía como en el texto.

      Personajes aparecidos en los libros de Lengua Española (1ºBUP)

      MUJERES VARONES

      TEXTOS 2.9% 97.1%

      IMÁGENES 19.3% 80.7%

      EJEMPLOS 7.8% 92.2%

      Derechos de la mujer

      La legislación de los distintos países ha establecido, desde siempre, una marcada diferencia de la capacidad jurídica del hombre y de la mujer.

      Historia

      En Atenas la mujer no sólo esteba excluida de las decisiones comunitarias, sino que estaba claramente relegada al cuidado del hogar con capacidad jurídica igual a la del varón de edad inferior a los 18 años. El derecho romano consolidó la figura patriarcal, sometiendo a la mujer a la patria potestad del paterfamilias.

      Por el contrario, en los pueblos germanos la mujer participaba en la vida política y gozaba de igualdad ante el varón. Las invasiones germanas condujeron en la Edad Media a una fusión de dos planteamientos distintos, de manera que la mujer vio aliviada su situación, si bien continuaba viéndose como un ser inferior. No obstante, y en especial en las clases populares, la mujer tenía (más de hecho que de derecho) una capacidad superior a la reconocida en los regímenes patriarcales y podía realizar actos jurídicos y participar en la vida artesanal. En el siglo XII se asiste a un retorno a los principios del derecho romano por la influencia de la Iglesia y de los nobles.

      La Revolución francesa representó un nuevo retroceso en la consideración legal de la mujer al adoptar rígidamente el derecho romano. En cambio, fue la revolución industrial, con la incorporación masiva de la mujer al trabajo, la que impulsó una profunda modificación de estos planteamientos. Por una parte, la mujer trabajadora creó organizaciones sindicales en defensa de sus derechos. Por otra parte, teóricos como Saint-Simon, Fourier, Engles y Marx, entre otros, plantearon de forma contundente la igualdad de los derechos de ambos sexos y alentaron los nacientes movimientos feministas.

      En Estados Unidos se aprobó, en 1920, la XIX enmienda a la constitución, que establecía el derecho al voto indiscriminado. Las sufragistas británicas conseguían, en 1928, el derecho al voto y, posteriormente, la igualdad de derechos civiles y laborales. Actualmente, casi todas las legislaciones reconocen la misma capacidad jurídica al hombre como a la mujer soltera, si bien existen distintos matices con respecto a la casada, siempre en detrimento de los derechos de la mujer.

      Un caso extremo de discriminación se encuentra en los países islámicos; en otras legislaciones se mantiene la incapacidad de la mujer, aunque atenuada, o se le atribuye plena capacidad, si bien bajo control marital. En algunos países escandinavos, anglosajones y países socialistas, entre otros, la legislación no establece discriminación alguna entre hombres y mujeres.

      Derecho civil

      La rama del derecho que mayor incidencia tiene sobre la vida de las mujeres es el derecho civil, y en concreto, la parte relativa al matrimonio y a la familia. El derecho civil, es el que fija condiciones tales como el momento y el modo en que una mujer puede contraer matrimonio, si puede disolverlo y como, hasta donde alcanza su autoridad sobre sus hijos, que bienes puede poseer y qué grados de dominio puede ejercer sobre ellos, bajo qué condiciones puede desarrollar una actividad comercial, qué puede heredar si enviuda, qué manutención tiene derecho a recibir si se divorcia, etc.

      Derecho al voto de la mujer

      Derecho de las mujeres a compartir, en igualdad de condiciones por las razones, los privilegios políticos concedidos por el gobierno representativo y, de un modo concreto, a votar en elecciones y a desempeñar cargos públicos. Ya desde la antigüedad se había abogado por la igualdad de derechos políticos de las mujeres. Bajo las formas autocráticas de gobierno que prevalecieron en la época antigua y en los regímenes feudales de la Edad Media, sin embargo, el sufragio estaba tan restringido, incluso entre los varones, que el derecho político de las mujeres nunca llegó a ser un asunto político. Los factores que garantizaran la existencia de movimientos organizados en defensa del sufragio femenino sólo se dieron una vez que amplios sectores de la población masculina, que hasta entonces no había tenido acceso al voto, obtuvieron el derecho a votar como consecuencia de las revoluciones liberales y democráticas de los siglos XVIII y XIX.

      Hace setenta años las mujeres obtuvieron el derecho al voto en España. Este aniversario es un buen momento para reflexionar sobre los logros del feminismo, sus limitaciones y, fundamentalmente, sobre sus retos futuros. ¿Sobre qué presupuestos ideológicos se apoyó el primer feminismo? ¿En qué medida resultan adecuados en la actualidad? ¿Qué proyecto social propone el feminismo para el siglo que ha comenzado? En cualquier caso, es importante reflexionar sobre las razones que explican que, a pesar de los logros conseguidos, los movimientos feministas no cuenten, en la actualidad, con el respaldo deseado entre las mujeres jóvenes.

      Quizás la causa de ello se encuentra en ciertos presupuestos, adoptados por el feminismo desde sus orígenes, y hoy día en fase de superación. Es cierto que el primer feminismo -o feminismo liberal- llevó a cabo una aportación innegable en la defensa de la igualdad de derechos entre hombre y mujer. Sin embargo, este feminismo implicó una defensa de la mujer sobre unos presupuestos claros, heredados de la mentalidad moderna: la devaluación de lo específicamente femenino, como, por ejemplo, la maternidad. Se presuponía que, para realizarse personalmente, la mujer tenía que convertirse en "otro hombre", asumiendo los valores modernos de la productividad y el éxito.

      Tal depreciación de la maternidad aparece especialmente clara en la obra de Simón de Beauvoir. Para esta autora, la mujer es realmente un "hombre" con el inconveniente de que su cuerpo está expuesto a la posible reproducción. Se parte, por ello, de una hostilidad a lo naturalmente propio de la mujer. Su realización como persona estaría, por ello, estrechamente relacionada con la posibilidad de erradicación de la maternidad. Prueba de ello es que uno de los objetivos de los movimientos feministas haya sido, y continúe siendo, la consecución del aborto libre.

      La pregunta que nos podemos hacer es la siguiente: ¿Hasta qué punto es "vendible" y susceptible de generar adhesión e ilusión un proyecto dirigido básicamente a las mujeres, pero asentado en la negación de la realidad de lo específicamente femenino? ¿Hasta dónde puede llegar el movimiento feminista si se propone como una de sus metas fundamentales la consecución de una pretendida autodeterminación de la mujer, que niega la alteridad, la existencia del otro, máxime cuando el otro es el propio hijo? ¿No es esto proponerse como meta la exclusión y eliminación del más débil?

      Superar el lastre individualista y excluyente

      Ciertamente, el feminismo debe luchar por conservar y ahondar en la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Pero debe superar su lastre individualista, excluyente. No debe partir del rechazo de la especificidad de la mujer, porque ello implica negar la realidad, la riqueza propia de lo femenino. No puede continuar moviéndose en un contexto de antagonismo con el hombre. El individualismo aísla de los demás y pone barreras a la comprensión de las realidades sociales más básicas. Estos presupuestos perjudican a la misma mujer y, en última instancia, a la familia. Frente a ello, considero que todo proyecto de cambio de las estructuras sociales debe partir de la base de que el entorno más propio y característico del ser humano es la familia. Somos humanos porque somos familiares; y en la medida en que seamos más familiares, más humanos seremos. Por ello, el mejoramiento de la situación y condiciones de vida de las familias debe ser objetivo prioritario de toda acción de gobierno.

      El cambio que debe propugnar el nuevo feminismo debe pasar por proponer una sociedad en la que todos tengan cabida, especialmente los más indefensos. Una cultura en la que no se niegue la existencia del otro, de cualquier otro. Una sociedad en la que cualquier individuo humano (también el no nacido) sea considerado un bien. Una sociedad que proponga un nuevo horizonte de realización personal, en el que las claves de la dignidad humana no se encuentren, exclusivamente, en valores como el mercado o la productividad. Una nueva cultura no excluyente, en la que tanto hombres como mujeres concedan un lugar prioritario a la defensa de la familia, la maternidad y la paternidad, la vida en todas sus manifestaciones, la acogida y el cuidado de los débiles o enfermos. Un sociedad, en definitiva, en la que se defienda el carácter sagrado e insustituible de cada individuo humano, con independencia de su grado de desarrollo, origen, salud, o características personales.

      La igualdad de derechos en España

      En España la constitución de 1978 establece una equiparación total de hombres y mujeres ante la ley. El articulo 14 [Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o cualquier otra condición o circunstancia personal o social].

      Con posterioridad al mandato constitucional se modificaron numerosos artículos del código civil, que plasmaban esta igualdad en materias como el matrimonio, la patria potestad o el régimen económico matrimonia, entre otras.

      El estatuto de los trabajadores recoge en el artículo 35 que [todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a la remuneración suficiente, para satisfacer sus necesidades y de su familia, sin que en ningún pueda hacerse discriminación por razón de sexo].

      La única discriminación se encuentra en el artículo 57, que al regular la sucesión de la Corona prefiere el varón a la mujer.

      Las relaciones de género ordenan la vida de hombres y mujeres

      Como verdaderos hilos invisibles, las relaciones de género están detrás de todas las acciones y relaciones sociales de hombres y mujeres. En todas las sociedades el sexo es un criterio de diferenciación entre las personas y en cada sociedad las personas comparten un conjunto de ideas sobre lo masculino y lo femenino y sobre el comportamiento que hombres y mujeres deben tener en la familia, en el trabajo y en las relaciones sociales.

      El niño se cae, el padre mira a la madre, ella se levanta, recoge al niño y mira al marido, con aire culpable. Un niño se cae y busca refugio en la madre, aunque el padre esté presente. Un hombre de mediana edad almuerza con sus hijos un domingo en un restaurante, al terminar, los verá irse con su madre.

      Estas situaciones son tan reiteradas que normalmente no nos detenemos a analizarlas. La mujer aprende tempranamente a hacerse cargo de los otros, el niño a dirigirse a las mujeres si necesita apoyo, el padre asume que verá menos a sus hijos si se separa. Cuando la conducta de una mujer o de un hombre rompe la norma sexual, se produce una sanción social.

      El simple hecho de que el sexo permita diferenciar a los seres humanos, tiene interpretaciones contrapuestas. Por una parte hay quien considera que las diferencias son naturales y biológicas, por tanto inmutables, y que van asociadas a una posición determinada en la sociedad, que tampoco debe cambiar.

      En otro lugar nos situamos quienes afirmamos que las diferencias entre hombres y mujeres son producto de un complejo proceso social que no se explica sólo por la biología. Pensamos que en cada sociedad se elaboran normas de conducta para cada sexo y se ofrecen modelos diferentes de sentir y expresar sentimientos. El conjunto de estos elementos se construye sobre las características sexuales biológicas y constituyen el género social femenino y masculino.

      Las diferencias no tienen un origen exclusivamente biológico

      La prueba más evidente de esta afirmación es que las ideas sobre lo femenino y lo masculino y los comportamientos de hombres y mujeres varían enormemente de una cultura a otra.

      Por ejemplo, según estudios antropológicos, un hombre de la cultura “arapesch” tiene un comportamiento tan maternal y dulce como el que se espera de las mujeres occidentales y una mujer de la cultura “mundugudur” es tan asertiva, fuerte y agresiva, como se espera que sea un hombre mediterráneo. En algunas culturas es el hombre quien se adorna y seduce a la mujer, con actitudes que en nuestro medio serían calificadas de equívocas.

      Los planteamientos que atribuyen un origen esencialmente biológico a las diferencias entre hombres y mujeres no sólo desconocen las diferencias culturales, sino que niegan la diversidad de experiencias sociales de cada ser humano y tienden a suponer una forma única de ser hombre y de ser mujer, de tal manera que todas aquellas personas que no responden al modelo prefijado son calificadas negativamente y se les impide desarrollar sus potencialidades.

      Por señalar un ejemplo: a una niña no se le estimula para que estudie ingeniería ni a un niño para que se dedique a la danza.

      Diferencias sí, desigualdades no

      La pluralidad es requisito indispensable en una sociedad democrática e implica abrir las posibilidades de desarrollo y de contribución de cada persona a la convivencia social, desde su diferencia.

      Es muy importante aceptar las diferencias entre los seres humanos y entre los hombres y las mujeres, pero, al mismo tiempo debe sonar la alarma en el momento en que esas diferencias de cualquier tipo, son esgrimidas como argumentos que justifican desigualdades, discriminaciones e injusticias. Muchas veces, tras una diferencia aceptada como natural, se oculta una profunda desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

      Algunos de estos casos pueden expresarse de la siguiente manera: Si comparamos la vida de hombres y mujeres, resulta evidente que las trayectorias de ellas, en general, son más restringidas y menos valoradas socialmente.

      Aunque las mujeres tengan niveles educativos y rendimientos escolares y universitarios similares y a veces mejores que los hombres, ocupan posiciones laborales menos valoradas y están menos representadas en espacios de decisión (gobierno, parlamento, ejecutivos de empresas).

      Los hombres y los jóvenes tienen mayores dificultades que las mujeres para reconocer su propia debilidad y dependencia de otros.

      Estas desigualdades no se deben al hecho de haber nacido hombre o mujer, sino que se producen a través de procesos conscientes e inconscientes, presentes en las relaciones cotidianas, en la familia, en el colegio, en la universidad, en los medios de comunicación. Las desigualdades que hemos señalado, tienen su expresión concreta en la legislación y en las políticas públicas.

      Por tanto, el Estado no es neutral en la construcción de las relaciones de género y, precisamente por eso, está en condiciones de jugar un papel muy importante como corrector de desigualdades, tomando las medidas necesarias para garantizar la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos y ciudadanas.

      En otros países se ha creado la figura del "defensor del pueblo" "Ombudsman" u "Ombudsperson", o se han dictado leyes de igualdad, con la idea de que el Estado impulse una política activa destinada a asegurar que las oportunidades se abran de forma igualitaria a todas las personas de esa sociedad, independientemente de su sexo, etnia, posición social, religión o creencia. Los planes de igualdad de oportunidades son también un instrumento para llevar a cabo este tipo de política moderna. Ese es el sentido del "Plan de Igualdad de Oportunidades para las mujeres", vigente en Chile.

      Un Plan de Igualdad de Oportunidades no busca imponer contenidos o formas de comportamiento, sino abrir las posibilidades de que los distintos sujetos sociales expresen sus diversas ideas, opiniones, comportamientos y actitudes, sin ser sancionados socialmente. Un Plan de Igualdad de Oportunidades no busca la uniformidad entre las personas, sino que respeta la diversidad y, en esa medida, contribuye a una mejor comunicación futura entre los sexos.

      La emancipación, proceso inacabado

      Tradicionalmente, la emancipación de la mujer tenía un carácter limitado: se trataba de pasar de la dependencia paterna a la matrimonial. Para ser adulta, como norma, había que casarse.

      Hoy, afortunadamente, los padres son más tolerantes, se ha flexibilizado el control sobre los hijos. Las cosas han cambiado, pero sólo relativamente, ya que aún siguen existiendo familias que crean una gran dependencia que provoca limitaciones en la autonomía personal y fomentan las relaciones que impiden el desarrollo de las capacidades de las hijas.

      En primer lugar, crece considerablemente el número de mujeres jóvenes entre 15 y 29 años de edad que viven con sus padres y, a la vez, trabajan y tienen ingresos propios. Este es un dato muy positivo, ya que nos muestra la mejora de la condición de la mujer.

      En segundo lugar, parece que el avance económico de estos últimos años ha beneficiado en mayor medida a los jóvenes varones que a las mujeres, debido especialmente a la diversificación laboral masculina.

      Lo que resulta preocupante es que todavía un buen número de mujeres entre 18 y 29 años de edad carezca de recursos propios y siga viviendo en casa de sus padres. Por mucha tolerancia que exista en la casa paterna, su libertad siempre estará condicionada. La falta de libertad es mucho más acusada para las chicas que para los chicos, sobre todo cuando son mayores.

      El sistema educativo sigue separando, de hecho, la formación de mujeres y varones. El trato no igualitario a las mujeres en el trabajo sigue siendo una realidad cotidiana.

      Tampoco parece que los hombres se estén incorporando al trabajo doméstico de modo sustancial para que se produzca una modificación significativa de la división sexual del trabajo en la familia.

      La raíz de la desigualdad

      Las jóvenes del cambio del milenio, las que serán adultas en el siglo XXI, continua sufriendo discriminaciones. Las mentalidades, aunque algo se han adaptado, siguen siendo prisioneras del pasado. Se siguen sufriendo los estereotipos tradicionales, aunque no sean tan burdos y explícitos como antes porque ahora la discriminación está más interiorizada, más estridente. El listón se ha movido, pero sigue estando ahí: una violación casi justificada por un juez, unas trabajadoras en huelga porque se les paga menos que a los hombres por hacer el mismo trabajo....

      Las tareas domésticas todavía siguen marcando las diferencias entre hombres y mujeres. Entre los 15 y los 16 años, las adolescentes trabajan un promedio de 1,2 horas más que los chicos de estas edades. Es cierto que en la actualidad, los casados colaboran más en las tareas del marido y la esposa, pero las diferencias siguen siendo evidentes. Para una mujer, casarse significa trabajar muchísimo más.

      Todavía se defiende que los hijos son otra cosa y que nadie mejor que la madre para dedicarse a ellos. Es verdad que sólo las mujeres pueden quedar embarazadas, parir y amamantar, pero todo lo demás pueden hacerlo igual las mujeres que los hombres, aunque hoy los padres jóvenes se ocupan más de sus hijos, son las madres las que siguen cargando con la mayor parte de tareas.

      El reparto desigual de las tareas domésticas es la causa y el efecto de la discriminación que hoy todavía sufren las jóvenes. Por mucho que se diga lo contrario, sigue muy enraizada la creencia de que esas tareas son más propias de las mujeres que de los hombres.

      Otro factor de discriminación reside en una socialización distinta. Por ejemplo, lo que un chico debe hacer es prepararse para encontrar el mejor trabajo posible que le permita, más adelante, mantener a una familia. Por su parte, también es bueno que las chicas estudien y trabajen, pero no debe ser su único objetivo. Si quieren trabajar, que lo hagan, pero siempre serán, además, esposa, madre, y en definitiva la encargada del hogar.

      La división sexual del trabajo

      La división del trabajo según el sexo es una costumbre. Se ha discutido mucho acerca de sus causas: para unos, la mayor fuerza del hombre le lleva a realizar ciertas tareas, para otros, el parto y la menstruación, obligan a imponer tabúes a la mujer, por causa del embarazo y por la necesidad de atender a sus hijos, está incapacitada para alejarse de la casa.

      En una primera impresión puede parecer que la igualdad de hombres y mujeres en el mercado de trabajo es ya un hecho. Pero en la realidad es que persisten las diferencias entre los dos sexos, con una clara desventaja para las mujeres. De hecho, muchas mujeres creen no estar capacitadas para ciertos oficios que, supuestamente, requieren fuerza física. Si se empeñan en aprender oficios como albañilería, cerrajería, carpintería...los propios empresarios y a veces los encargados ponen todo tipo de inconvenientes para su contratación.

      La discriminación laboral de las mujeres.

      Introducción

      Este tema es curioso ya que de la teoría a la práctica hay un buen trecho. ¿Por qué digo esto?, porque según uno de los artículos de la constitución todos los españoles tenemos los mismos derechos sin distinción de raza, sexo o edad(esto solo en teoría). Pero a la hora de la práctica es muy diferente, ya que muchas mujeres se ven discriminadas tanto a la hora de buscar trabajo como para ascender en este.

      Otro problema al que muchas mujeres trabajadoras se enfrentan cada día es al acoso al que le someten algunos compañeros de trabajo, este acoso puede ser sexual o psicológico, el primero en los últimos años se está frenando ya que al ser más fácil de demostrar en un juicio, los que por cierto cada día hay más y su sentencia suelen ser favorables. Pero el segundo tipo de acoso es mucho más difícil de probar y, por tanto, las sentencias suelen ser desfavorables.

      Las diferencias laborales son fáciles de ver en ciertos sectores o puestos que los que los ocupan son, en la inmensa mayoría de los casos, hombres. Esto es el caso de la política española o, más bien, en la mundial. Otro claro ejemplo se ve en los grandes hipermercados, los puestos de cajeras son ocupados por mujeres(a poder ser de estética agradable), mientras que los puestos de responsables o de encargados son ocupados por hombres(en su mayoría).

      La vida profesional a la medida de la mujer.

      El tema de las mujeres trabajadoras debería ser de interés para todas las mujeres. Sin embargo, muchos de esos trabajos no gozan de reconocimiento. El trabajo de las mujeres en los países subdesarrollados abarca las "labores domésticas" en su sentido más amplio: el trabajo en el campo con la siembra del terreno, la recogida de leña y al mismo tiempo la dedicación a una familia numerosa. En definitiva, las mujeres están bastante familiarizadas con el mundo del trabajo.

      En los países occidentales, las mujeres realizan estudios de nivel igual o superior a los de los hombres y cada vez es mayor el porcentaje de las que trabajan fuera de casa. La vida laboral está en su mayoría organizada como si los trabajadores no tuvieran obligaciones familiares. Esto afecta sobre todo a las mujeres, pues por mucho que se afirme en teoría la igualdad de papeles de ambos padres, el de la madre es de esencial importancia por el tiempo y esfuerzo empleados en la crianza y educación de los hijos.

      El feminismo "igualitario" de los años setenta pretendía demostrar que las mujeres podían trabajar de igual modo que los hombres. Quizás fuera algo inevitable para que las mujeres tuvieran acceso a profesiones tradicionalmente "masculinas".

      El principal objetivo de las mujeres es conseguir el reconocimiento de sus diferencias respecto a los hombres y esas diferencias deben quedar reflejadas en la organización de la vida profesional.

      Hasta hoy han considerado la doble presión del trabajo familiar y profesional como un carácter meramente privado.

      Todavía lejos de la igualdad

      Todavía hoy las mujeres, al solicitar o concursar para un puesto de trabajo se ven obligadas a dejar su papel de madres en un lugar marginal de su existencia. Así pues, la normativa, las mentalidades y las condiciones laborales en los países occidentales están todavía lejos de una situación de auténtica igualdad.

      El principal defecto del feminismo "igualitario" era su carencia de una visión antropológica, pues se partía de la base de que los hombres detentaban el poder y que las mujeres sólo tenían que compartirlo. Al pretender que el trabajo de madre carece de relevancia o ignorarlo como si no existiera, las mujeres han aceptado la imitación de los roles masculinos en la vida profesional.

      La influencia de aquellas feministas ha venido a menos y hay más mujeres jóvenes que optan por tener hijos, al tiempo que realizan una carrera profesional en condiciones de igualdad con el hombre.

      Si se reconocen las diferencias entre hombres y mujeres, las madres tendrán derecho a unas condiciones en su vida profesional diferentes a las de los hombres.

      El trabajo de la maternidad no es tan sólo una ocupación a "tiempo pleno", sino que, dada su repercusión en la sociedad, es el más importante de todos. En la mayoría de los países occidentales esta opción es inexistente y las mujeres que "no trabajan", las que "solamente" se dedican a su hogar, son ridiculizadas, vistas con indulgencia o tachadas de desfasadas. Así los países occidentales "avanzados" y además las mujeres que se empeñan en ser amas de casa son juzgadas con toda dureza, sobre todo por las otras mujeres.

      La madre debe de ser ella misma si de verdad quiere ser también ella misma en la vida profesional.

      Compaginar la maternidad y el trabajo

      Lo difícil que lo tienen las mujeres para ser madres y trabajar al mismo tiempo.

      El problema radica también en el sentimiento de alienación de las mujeres por tener que aparentar que el ser madre es algo secundario para ellas, propio más bien del tiempo libre aunque sin relación ni efectos en la vida profesional.

      Sólo cuando tengamos el valor de reconocer la primacía de la maternidad en la existencia femenina, podremos entender la razón de que muchas mujeres opten por trabajar en casa.

      Los aspectos antropológicos son de gran trascendencia para la identidad femenina. La idea de que las mujeres tienen que elegir entre los hijos y su profesión es absurda en una época en la que muchas de ellas han alcanzado un nivel de instrucción superior al de bastantes hombres. A nadie se le ocurriría plantear que los hombres tuvieran que elegir entre ser padres y su trabajo profesional.

      Cada vez hay más mujeres que reconocen la gran trascendencia que su labor de madres tiene para la sociedad.

      Las mujeres y el trabajo: algunas estadísticas de interés

      Tras analizar la población femenina a nivel global , una publicación resume así la situación de la mujer: las mujeres trabajan más que los hombres pero ese trabajo, en su mayoría, no está remunerado. Las mujeres de los países subdesarrollados trabajan en el sector informal y se ocupan de la familia, pero carecen de acceso a los créditos, a la propiedad de la tierra y tampoco suelen recibir un salario. Las mujeres desempeñan labores diferentes a las de los hombres.

      Las mujeres dedican un promedio de 30 horas semanales a las tareas del hogar, los hombres dedican de 10 a 15 horas. Las mujeres se ocupan de las labores tradicionales en el hogar y, los hombres sólo desarrollan en él las habituales tareas masculinas.

      El desempleo afecta tanto a los hombres como a las mujeres.

      Si consideramos los distintos tipos de empleo, encontraremos, tal y como cabía esperar, que las mujeres son predominantes en el sector de "oficinas y servicios".

      En todos los países europeos existe el permiso retribuido por maternidad.

      El trabajo de las mujeres en Europa: la situación actual

      En los países escandinavos el objetivo político declarado es que las mujeres puedan tener varios hijos si así lo desean. En otros países esto no ha constituido un objetivo político explícito aunque también sea indispensable contar con una doble fuente de ingresos.

      En la Europa de hoy el componente estructural, no es el cíclico, de las tasas de desempleo es muy elevado y sigue aumentando. En Suecia, donde la tasa de desempleo está entre el 12 y el 14 %, casi el 50% de los parados lleva más de dos años sin trabajo.

      Para las familias esto significa que muchos jóvenes nunca obtendrán su primer empleo y, en consecuencia, no podrán formar su propia familia. El desempleo es también un problema grave para las mujeres.

      La situación actual de niveles elevados de paro en toda Europa es el factor de mayores consecuencias negativas para todos aquellos jóvenes que querrían formar una familia. Añadamos también que los futuros matrimonios tienen urgencia de encontrar un trabajo que les permita reintegrar los préstamos recibidos por sus estudios.

      Cuando una mujer solicita un empleo, enseguida le preguntan si piensa tener hijos. A los hombres nunca se les hace esta pregunta. La realidad es que las mujeres que responden que piensan tener varios hijos, no suelen obtener el trabajo.

      Los padres tendrían que poder elegir entre el trabajo doméstico y el trabajo profesional.

      En los países escandinavos, las mujeres con hijos menores de cinco años que trabajan fuera de casa alcanzan un porcentaje de entre el 70 y el 80%. En Francia, Alemania y Gran Bretaña estas cifras oscilan entre el 45 y el 64%.

      A esto debemos que al haber alcanzado las mujeres idénticos niveles de instrucción que los hombres, sólo estarán dispuestas a quedarse en casa mientras sus hijos no estén en edad escolar.

      Las tareas del hogar no son tan absorbentes como lo eran una o dos generaciones atrás, pero sigue siendo cierto los niños pequeños requieren una dedicación infinita, sobretodo durante los diez primeros años de su vida.

      Las condiciones económicas de la mujer actual

      Son del todo desfavorables para la mujer. Y estudios realizados en Francia y otros lugares llegan básicamente a las mismas conclusiones.

      Una de las críticas más aireadas es que el progreso tecnológico no está necesariamente del lado de la mujer. De hecho se puede decir que de una manera indirecta fue la llegada del maquinismo hacia 1850 quien trajo una agria competencia entre hombres y mujeres, prefiriendo así los empresarios la mano de obra femenina o infantil que resultaba más barata. De ahí que surgiera una actitud aparentemente irracional, puesto que los socialistas y los sindicatos adoptaron inicialmente la actitud más negativa frente al trabajo de la mujer por ser, como lo son los emigrantes hoy, una fuerza de trabajo incontrolable.

      En realidad defendían entonces como siguen defendiendo hoy los derechos de la clase obrera sin tener en cuenta la especificidad de los problemas de la mujer trabajadora.

      Pero para llegar a la plena integración de la mujer es necesario velar por el adecuado desarrollo de su entrada en el mercado -es decir, que no haya competencia desleal en términos económicos con los hombres-, es preciso elevar el debate en orden a la correcta interpretación de los hechos y confiar en que eso será posible con el esfuerzo de todos y en particular de los Sindicatos y de los Partidos Políticos. Se tiene que reconocer la realidad histórica, social, económica y cultural de las mujeres que constituyen la fuerza laboral femenina para afrontar con firmeza y eficacia sus problemas específicos del momento, que son:

      • Al margen de la coyuntura económica, las mujeres tienen más posibilidades de encontrarse en una situación de paro que sus homólogos masculinos. La inferioridad femenina alcanza a todas las edades, pero no obstante afecta particularmente a las mujeres de 25 años, es decir, aquellas con posibilidad de casarse.

      • Se puede decir también a nivel global que la duración del tiempo de paro es mayor para las mujeres que para los hombres.

      • Se empieza a ver que la recesión económica no sólo se ha traducido en un aumento de mujeres en paro, sino en perturbaciones cualitativas a nivel de empleo, es decir, que la mujer está más dispuesta a aceptar un trabajo menos cualificado con tal de tenerlo. Como era de esperar, una amenaza de frenazo del crecimiento revela rápidamente los problemas estructurales de la mano de obra femenina.

      Cuando se habla de la fuerza laboral femenina, conviene, pues, distinguir claramente entre paro estructural y coyuntural, siendo el primero el realmente grave, sobre todo en casos de crisis sectoriales. Por una parte, la duración del mismo es mayor, y, por otra, la reconversión a otras actividades es más difícil. Por fin se puede decir que esta falta de movilidad se agrava en las regiones donde no existen industrias consideradas típicamente femeninas.

      Las soluciones globales para estos problemas pueden, por lo tanto, resumirse de la siguiente forma:

      • Primero debe fomentarse inmediatamente una diversificación de los empleos abiertos a las mujeres. Hasta ahora los patronos han pensado en la mujer para ciertos tipos de trabajo y los anuncios han sido redactados en un sentido femenino o masculino; de ahí la importancia de una legislación adecuada del orden de la asociación de la Sex Discrimination Act en Gran Bretaña, lo que, por otra parte, favorecería una mayor transparencia del mercado.

      • Una orientación de dispositivos de ayudas del Estado a la creación de empleos dando, cada vez que sea posible una desgravación fiscal o una ayuda del Estado a las empresas que abren por lo menos el 4% de sus puestos a mujeres y estimulando la creación de empleos dando entrada a trabajadores de los dos sexos.

      • Garantizar que la política laboral del sector público no efectúe ninguna discriminación por razones de sexo. Exigir que el Estado no contrate nunca a suministradores que no tengan una política de equiparación entre hombres y mujeres.

      • Puede también pensarse en una reestructuración de los sectores en dificultad que emplean una mano de obra mayormente femenina (textil, por ejemplo)

      • En cualquier caso los hechos demuestran que las mujeres trabajan en general a un nivel relativo de cualificación profesional bajo. De ahí la importancia estratégica de una política de formación profesional adecuada.

      Causas de bajas laborales

      La causa de mayor peso que hace que la mujer se retire del mundo laboral es simple: el embarazo. A ninguna empresa le es rentable proporcionar cuatro meses de baja por maternidad, así como otros permisos durante el embarazo.

      Esto hace que cada vez haya menos mujeres que trabajen y que al mismo tiempo se encarguen de “crear una familia”, lo que hace disminuir notablemente las tasa de natalidad, dato tan preocupante hoy día. Causado, aparte de por esta razón, por la dificultad de la madre para llevar a cabo una correcta educación para sus hijos, debido a la mala repartición del tiempo de trabajo, cuya importancia es lo suficientemente clara como para motivar ensayos en el mundo entero.

      Actualmente se puede distinguir entre:

    • Horario parcial o media jornada

    • Horario normal o prolongado

    • Horario flexible o a la carta

    • Entre las causas que han influido desfavorablemente en la utilización de la capacidad productiva de la mujer puede citarse ente otras el horario parcial. Afortunadamente está poco extendido en España. Expone a la interesada a ser la primera víctima en caso de despido. Si las mujeres quieren obtener una igualdad de oportunidades en materia de formación profesional, es decir, acceder a lo que se ha llamado a veces “la ciudadanía económica de la mujer” tiene que renunciar de una vez por todas a una forma de trabajo que favorece el mantenimiento de la discriminación entre trabajadores masculinos y femeninos.

    • Este tipo de horario elimina parte de los defectos estructurales que conllevan los horarios parciales, pero suponen, en cambio, una dificultad a veces insalvable para la mujer que intenta superar sus dos papeles de madre y trabajadora debido a la dicotomía grave existente entre horarios escolares, el de las tiendas y el del sector productivo.

    • Se están introduciendo con gran éxito en Alemania y América del Norte y con gran aceptación tanto desde el punto de vista empresarial como de las mujeres, en cuanto a éstas les permite:

        • No ir con la obsesión de llegar tarde

        • Evitar las horas punta

        • Adaptar sus tareas domésticas (dejar al niño en la escuela, ver al profesor, al médico, hacer las compras, etc...)

      En conclusión y aunque es difícil establecer una regla general se puede decir que el horario flexible ha redundado en ventajas para ambas partes y que complementándolo con una adecuada legislación en cuanto a las vacaciones y días libres ofrecerían una solución positiva para las mujeres.

      Cuando la mujer gana más que el varón

      La psicóloga Clara Coria ha escrito en su libro sobre las relaciones de la pareja y el dinero, sobre el tema del “dinero chico”, el cotidiano, y el “dinero grande”, el de las inversiones, siendo el primero ámbito de la mujer y el segundo del varón, dentro del esquema en el que el varón es quien “gana el pan fuera de casa”.

      Pero los tiempos han cambiado. ¿Cómo es la relación de las parejas con el dinero cuando la mujer es la que aporta al hogar el sueldo mayor?. No proponemos que la mujer tome el rol del varón, como una venganza histórica de reivindicación femenina, algo así como si yo gano más entonces haré lo que el varón hizo toda la vida y manejaré el “dinero grande”. Eso sería adoptar un viejo rol masculino para resolver un tema nuevo.

      Pero no deberá mantener el esquema tradicional: el dinero manejado por el varón, si es ella la que hace el mayor aporte. Deberá manejarse en conjunto, cuidando la conveniencia de toda la familia.

      Una periodista comenta los mitos en torno de las mujeres. Uno de los mitos planteados es el trabajo de la mujer representa el segundo sueldo de la casa. Según esta publicación, en 1994 el 55.9% de las mujeres entre 35 y 44 años trabaja y, si bien no hay estadísticas, pareciera que de este grupo no necesariamente no todas ganan menos que otro integrante de la familia.

      Muchos varones asumen con todas las letras sus roles de esposos de mujeres que ganan dinero, muchas veces más que ellos. Pero el varón no sólo puede vivir la situación de la mujer que gana más que él, también pueden ser pares; incluimos aquí un testimonio de un varón casado con una ejecutiva.

      Juan José tiene 50 años, está casado con una mujer que en este caso no gana más que él sino que es un par, los dos son ejecutivos y tienen ingresos similares.

      “Mi primera reacción es que estoy encantado, no tengo ningún prejuicio con el tema, siento que los roles están compartidos, hacemos esfuerzos similares y por lo tanto tenemos ingresos similares. Me parece muy importante que un par mío esté enamorado de mí”.

      “Me siento superior a mis pares varones que tienen un matrimonio tradicional. Quizás a otros los pueda atemorizar, a mí no. Me siento orgulloso de que una mujer importante esté conmigo".

      “Entre los dos decidimos todo lo relevante, y en cuanto al día a día, también lo tenemos dividido, ella paga el salario de la ayuda hogareña y yo pago las expensas.”

      Centrándonos en casos más frecuentes y más “terrenales”, como somos las mujeres que trabajamos a la par del varón, la tendencia de las parejas integradas por esta nueva clase de mujeres, las que se sienten pares de sus esposos, es que ellas participan activamente en las decisiones de la “planta grande” y saben dónde y cómo se invierten los ahorros.

      Si ellas participan en ganarlos, deben participar en la decisión de cómo invertirlos y desde ya, de cómo gastarlos.

      Orientaciones de sueldos femeninos

      Al nivel de la tabla de salarios de la pareja, existe una clara diferencia entre los hombres y las mujeres. En cuanto al uso que se hace de ellos, una parte del salario de la mujer se la traga la fuerza del trabajo de la criada, mientras que la otra parte se diluye en la compra de objetos de consumo (alimentación, ropa...).

      En cambio, el salario del marido se dirige hacia la propiedad privada y la tecnología que, aun siendo utilizados por los dos, son atribuidos a los hombres.

      Tanto el trabajo doméstico como el trabajo asalariado dan entidad a la familia, permitiéndole subsistir. Las mujeres lo asumen, pero el producto de este trabajo, la consideración social, la dirección de la familia, le pertenecen al jefe, al marido, lo que indica hasta que punto el sistema de valores y el proyecto de familia son masculinos.

      Seguir negando la racionalidad de las mujeres, que puede deducirse con respecto o por oposición a la racionalidad dominante, por ser la oficial de los hombres, es en realidad institucionalizar para siempre la redistribución sexual de las funciones domésticas, que, como ya hemos visto, dan lo que sigue:

      • A las mujeres les corresponden, a pesar del esfuerzo de integración en la racionalidad económica de los hombres, las funciones de conservación, cuidados y servicios a los demás.

      • Las funciones de ordenación y conservación del espacio doméstico.

      • Las funciones de educación de los hijos.

      • La responsabilidad moral permanente de todo lo doméstico, a pesar de contar con ayuda (criada, pariente...), que no es más que una solución de descarga.

      Dicho de otra manera, el acceso de las mujeres a la esfera económica no resuelve ni el problema del reconocimiento del trabajo invisible, ni el problema del reparto igualatorio de las tareas, responsabilidades y poderes.

      Sexismo

      Prejuicio basado en el sexo, es decir, conjunto de actitudes y comportamientos que niegan los derechos a la libertad y a la igualdad de las personas de un determinado sexo.

      el sexismo se aplica al comportamiento de los hombres hacia las mujeres.

      El sexismo es un conjunto de ideas, símbolos y hábitos arraigados en el intercambio social.

      Los cambios en el modo de vida tienden a asimilar a la mujer con el papel que antes era propio del hombre en el ámbito de su trabajo, política y aficiones. La maternidad es cada vez menos frecuente y se limita a una etapa más corta y tardía de la vida de la mujer.

      El sexismo se esconde, de forma directa o indirecta, detrás de la desigualdad en las expectativas o condiciones de salario. La distribución laboral en la mayor parte de los países, la composición por sexos de los Parlamentos y organismos electivos, la expansión de la calificación educacional y el mayor salario medio de los hombres en relación con el de las mujeres, son testigos de una historia de patriarcado que es la historia particular del sexismo en la especie humana.

      Feminismo

      Es el movimiento a favor de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

      En los siglos XIX y XX, el movimiento se centró en conseguir el derecho al voto de la mujer. El movimiento feminista moderno, tiene como textos clave numerosas obras.

      El feminismo niega la 'inevitabilidad' de la superioridad masculina tanto en el ámbito profesional como en el personal, afirmando que esta dominación masculina sobre la mujer surge no de una superioridad física o intelectual, sino de una amplia gama de estereotipos relativos al sexo.

      Hasta finales del siglo XIX y bien entrado el XX no se incluyó el derecho al voto en las Constituciones de los países. En España se concedió en 1932, en la II República. Hoy todavía existen países como Kuwait, Jordania y Arabia Saudita donde la mujer no tiene derecho a votar.

      Avances del siglo XX

      El descenso de los índices de mortalidad infantil, la mayor esperanza de vida y los anticonceptivos liberaron en gran parte a la mujer de las responsabilidades relativas al cuidado de los hijos.

      El movimiento feminista cuestionaba las instituciones sociales y los valores morales apoyándose en determinados estudios científicos que sugerían que la mayor parte de las diferencias entre el hombre y la mujer no eran biológicas sino culturales.

      Los objetivos del movimiento feminista incluían igualdad de salario a trabajo igual, ayuda estatal para el cuidado de los niños, reconocimiento de los derechos de las lesbianas, legalización del aborto y un análisis profundo de los problemas de la violación, los malos tratos y la discriminación de las mujeres mayores y de minorías.

      El movimiento feminista ha conseguido grandes logros. En la mayoría de los países la mujer puede votar y ocupar cargos públicos. La llegada de la industrialización en los países no occidentales ha destruido algunas medidas económicas tradicionales favorables a la mujer, ofreciendo como único empleo el trabajo mal pagado en fábricas. Los movimientos feministas en los países en vías de desarrollo han intentado mejorar el estatus social de la mujer a través de campañas contra los códigos legales y sociales discriminatorios como el purdah (aislamiento de mujeres).

      Tercer Mundo

      Nombre genérico que se utiliza para definir al conjunto de los países en vías de desarrollo. El Tercer Mundo lo componían los países menos desarrollados en materia económica y tecnológica ideada por el escritor marxista originario de La Martinica, Frantz Fanon, la expresión no siempre fue aceptada por los países involucrados. El Tercer Mundo sigue siendo un termino útil para referirse a un conjunto de países difíciles de clasificar de otra forma. También se les ha llamado Países No Alineados y en la Asamblea General de Naciones Unidas constituyen un grupo organizado, con una política y un voto determinado por consenso entre sus componentes.

      Los países del Tercer Mundo están habitados por las dos terceras partes de la población mundial. Otros, cuyas economías se consideran intrínsecamente incapacitadas para el desarrollo, se denominan a veces Cuarto Mundo.

      La inestabilidad política precaria es muy frecuente en el Tercer Mundo. El Tercer Mundo es poco homogéneo, y se encuentra dividido por motivos de raza, cultura y disensiones territoriales y geopolíticas, así como por intereses opuestos. Suelen ver la política internacional como una lucha entre países ricos y pobres. Dentro del Tercer Mundo se defiende con fuerza el llamado Nuevo Orden Económico, que mediante una combinación de ayudas y tratados de comercio debería transferir riqueza desde los países desarrollados a los que están en desarrollo. Sin embargo, las modernas economías del desarrollo han demostrado la eficacia con que la inversión privada y las reformas para implantar un mercado libre han ayudado a algunos países del Tercer Mundo, sin embargo, ha empeorado el nivel de vida en otros. Esta disparidad económica y la desaparición de los antiguos bloques, esta empezando a romper la antigua estructura de alianzas y actitudes en el Tercer Mundo, pero sin mejorar la causa de los países más pobres. El Nuevo Orden Económico ahora parece imposible y solo las reformas políticas e institucionales aportan esperanza.

      Desde el punto de vista económico, el Tercer Mundo se caracteriza por su dependencia económica, financiera y tecnológica de los países desarrollados y la extraversión de su actividad productiva Un reducido numero de países, principalmente del sudeste asiático, ha logrado crear una base productiva y un cierto desarrollo industrial.

      La situación femenina en los países del Tercer Mundo

      Las sombras que se extienden sobre la situación de la mujer en Occidente no son comparables en nada a las que cubren a millones de mujeres del Tercer Mundo.

      Las mujeres sufren vivamente, bien sea porque han entrevisto la libertad, pero perciben su difícil acceso, bien porque ante el derrumbamiento de antiguos valores, intuyen la génesis incierta de nuevas estructuras.

      La emancipación política de las mujeres ha sido conquistada casi en todas partes.

      El Islam

      En el Islam, los problemas planteados sobre la situación de la mujer se han degradado a lo largo de los siglos. Mahoma no había impuesto el velo sino a sus trece esposas como una distinción honorífica; las mujeres de la alta sociedad habian imitado a las esposas del profeta; habia prohibido matar a las niñas al nacer, habia reglamentado el matrimonio habia reducido la poligamia y dado a la mujer los derechos de herencia.

      Otro velo distinto vino a introducirse o a subrayar la segregación de los sexos: el famoso pudra o cortina tendida en el interior de las casas para separar el lugar de las mujeres del de los hombres.

      Hoy, el Islam se transforma. Soluciones autoritarias han impuesto aquí y allá la emancipación de la mujer.

      En los países de viejas civilizaciones semicristianas, como Líbano o Siria, la mujer musulmana se beneficia con una occidentalizacion de las costumbres: en Siria accede a numerosos empleos. No ocurre lo mismo en Argelia, donde la situación evoluciona mas lentamente, y algunas veces retrocede. La igualdad de hombres y mujeres fue proclamada por la Constitución; pero no pasa a los hechos sino poco a poco. La presión de las tradiciones pesa gravemente, tanto como una voluntad de re-islamizacion.

      Su deseo de emancipación choca con el tradicional dominio de un padre o un hermano; su integración económica esta frenada por el paro masculino. Las esperanzas del porvenir reposan sobre la transformación de la mentalidad masculina en las nuevas generaciones.

      África Negra

      Aquí, la situación de la mujer es diferente. La mujer esta integrada en la vida social, religiosa y económica. A veces puede intervenir en la vida política. Las mujeres son jefes de tribu.

      No hay segregación de sexos, pero hay un reparto preciso de las tareas masculinas y femeninas. En el terreno familiar, la mujer tiene vía libre en la educación de los hijos, aun sobre los chicos hasta la edad de la pubertad y de los ritos de iniciación.

      La veneración de la Madre-Tierra no es desconocida por las religiones animistas africanas.

      El trabajo de la mujer le proporciona ganancias propias. El comercio, a veces esta casi por completo en manos de mujeres.

      Las estructuras sociales son esencialmente comunitarias. La mujer, aun después de casada permanece muy ligada a su familia de origen.

      La mujer puede permanecer, después de su casamiento en su propia familia; el marido no esta integrado en el clan de su mujer; recibe un estatuto de extranjero. Los hijos pertenecen, en uno u otro caso al clan de la madre y la autoridad pertenece, no al padre, sino al tío materno.

      La mujer todavía es frecuentemente objeto de tabúes o de servidumbres; practica de la escisión de las muchachas; algunas veces, llevar un signo exterior, un afeite especial en la cara, para notificar el tiempo de sus indisposiciones, prohibición hecha al marido de frecuentar a su mujer durante el largo periodo en que alimenta a su hijo, etc.

      Entre los delicados problemas que plantea la evolución de las estructuras tradicionales, esta el de la dote. La joven edad matrimonial representa un importante valor económico. Hoy, la joven siente una gran humillación con esas transacciones comerciales, que hacen de ella un objeto. Pero para fijar el valor de esa suma es muy difícil llegar a un acuerdo. Pero este azote africano, cual es el problema de la dote, es también la causa de numerosas uniones no regularizadas, porque el joven no puede reunir la suma pedida.

      Otros cambios atañen a la situación de la mujer. En la vida urbana modernizada aparecen algunos males que la afectan; aparece un desajuste entre la cultura de los hombres y la de las mujeres, que no existía en medios rurales. La mujer ya no esta sostenida por vía comunitaria; la muchacha desarraigada le falta puntos de referencia morales. En fin, en las grandes aglomeraciones se perfila la casi inevitable desgracia: la prostitución.

      No se desprecia el trabajo femenino; los hombres admiten fácilmente que las mujeres ejerzan responsabilidades; la prueba es que ninguna modificación emprendida ha resultado bien hasta ahora si no se aplica al mismo tiempo al medio masculino y al femenino. Según la sabiduría hindú: “El que no tiene en cuenta los valores del pasado esta condenado a volverlo a vivir”.

      Argelia

      Situación geográfica:

      País situado en el Noroeste de África, limita al Este con Túnez y Libia, al Sur con Mauritania, Nigeria y Malí, al Oeste con el Sáhara Occidental y Marruecos y al Norte con el mar Mediterráneo.

      Superficie: 2.382.673 km2

      Población: (1 982): 20.000.000; mujeres 50 %.

      Capital: Argel

      Demografía:

      Idiomas: árabe (oficial), berebere (indígena), francés.

      Razas o grupos étnicos: árabes 75 %, beréberes 25 %.

      Religiones: islámica (sunita), católica romana, judía, otras.

      Educación (% de escolarización, 1982): edad de 6 a 11 años, niñas 66 %, niños 82 %; edad de 12 a 17 años, chicas 35 %, chicos 64 %; educación superior: no se dispone de datos.

      Alfabetización (1977): mujeres, 14%; hombres, 42%.

      Índice de natalidad (por cada 1.000 habitantes, 1975-1980): 46.

      Índice de mortalidad (por cada 1.000 habitantes, 1975-1980): 13.

      Mortalidad infantil (por cada 1.000 nacidos vivos, 1975- 1980): mujeres 134, hombres

      Expectativa de vida (1975-1980): mujeres 57 años, hombres 55 años.

      Gobierno:

      El Frente de Liberación Nacional (FLN) es la junta militar que gobierna y el único partido legal, presidido por Benjedid Chadli desde 1979. Los principales cuerpos legislativos son el Departamento Político y el Comité Central del FLN y los 261 miembros de la Asamblea Nacional del Pueblo.

      Sufragio femenino: Las mujeres musulmanas en 1962 (año de la independencia); las mujeres con status civil francés desde 1946.

      Igualdad de derechos: estipulada en la Constitución de 1962.

      Mujeres en el Gobierno: Zhor Ounissi, secretaria de Estado para los Asuntos Sociales en 1982, fue la primera mujer que estuvo en el Gobierno desde la independencia.

      Economía:

      Moneda: dinar argelino (Mayo 1983: 4,56 = 1$ EE.UU..

      Producto nacional bruto (1980): 36.4 mil millones. $.

      Renta per capita (1980): 1.920 $.

      Relación del salarlo femenino respecto del masculino: No se dispone de datos.

      Política de igualdad de salarlos: Ninguna. En 1966, cuando el entonces presidente Boumédienne declaró: "Las mujeres no deben ser tratadas de modo igualitario con los hombres en cuanto a las oportunidades de empleo", las mujeres protestaron, pero la actitud general en la actualidad refleja todavía este punto de vista. A pesar de que algunos empleos han sido ganados para las mujeres, que se concentran en los trabajos de "especialización femenina", tienen los salarios más bajos.

      Producción (agricultura / industria): trigo, cebada, vino, aceitunas; petróleo, fertilizantes, hierro, acero, textiles.

      Porcentaje de mujeres en la fuerza de trabajo (1980): 7 %; en la agricultura no se dispone de estadísticas generales (29 % de las mujeres trabajadoras están empleadas en la agricultura, 1975); en la industria 29 %; en las Fuerzas Armadas no se dispone de estadísticas; las mujeres han llegado a obtener hasta el rango de capitán pero no grados

      más altos.

      Índices ocupacionales de mujeres (empleadas) (1981): médicos 25 %; el 73 % de todas las mujeres empleadas trabaja en el sector servicios.

      Desempleo: No se dispone de datos.

      Ginegrafía:

      Matrimonio:

      Política: La edad mínima para contraer matrimonio es de 15 años para las mujeres y de 18 para los hombres. Los esposos tienen derecho a heredar recíprocamente, siguiendo una moderada interpretación de la ley islámica. De acuerdo con el Código de Familia, los matrimonios por la fuerza y los matrimonios de niños están prohibidos.

      Práctica: Edad de la mujer para el matrimonio (1970- 1978): 16. Mujeres entre 15 y 49 años con pareja (1 970-1978): 74 %; los matrimonios de niños todavía se realizan en las áreas rurales; poliginia 2 % (se practica generalmente en el sur del Sahara.) Todavía se da mucha importancia a la virginidad de la mujer en el matrimonio; en 1978, a las mujeres de las zonas rurales y en algunas ciudades les fue solicitado un certificado de virginidad antes que se les autorizara a casarse.

      Divorcio:

      Política: Legal. Aunque los hombres aún pueden divorciarse verbalmente (talaq), las reformas han otorgado a las mujeres derechos en el divorcio judicial y están autorizadas a solicitar el divorcio sin pruebas específicas, pero la mujer que se divorcia pierde la dote y los derechos de propiedad y / o de indemnización.

      Práctica: No se dispone de estadísticas. Normalmente el divorcio significa para la mujer pérdida de status social y económico y también la posibilidad de que le sea retirada la custodia de los hijos si se vuelve a casar.

      Familia:

      Política: En el caso de las mujeres empleadas, la Seguridad Social cubre los derechos por maternidad: 12 semanas de licencia por maternidad pagada y un año sin goce de sueldo después del nacimiento del niño, una hora al día para la atención del pequeño y cambio del lugar de trabajo para facilitar el embarazo en caso que sea posible. Un objetivo primordial de la Secretaría de Estado para Asuntos Sociales es la creación de centros que se hagan cargo del cuidado de los niños en las áreas industriales con alta concentración de mujeres trabajadoras.

      Práctica: El cuidado de los niños continúa siendo una necesidad a resolver. Normalmente, las mujeres que trabajan dejan sus hijos al cuidado de algún miembro de su familia. Las asignaciones por maternidad son pequeñas.

      Bienestar social:

      Política: La Seguridad Social garantiza a los trabajadores las pensiones y los beneficios por maternidad (ver Familia), no se dispone de más datos.

      Práctica: No se dispone de datos.

      Control de natalidad:

      Política: Legal; el Gobierno apoya la planificación familiar, incluyendo el desarrollo de una política nacional unificada de control de natalidad basada en el concepto de "proteger la vida y la salud de la madre y el hijo así como el equilibrio mental y social de la familia".

      Práctica: No se dispone de estadísticas. Los informes dicen que la distribución de métodos anticonceptivos se circunscribe a áreas urbanas y son utilizados por un porcentaje pequeño de la población, fundamentalmente por mujeres instruidas.

      Aborto:

      Política: Legal en caso de que exista peligro para la vida y salud de la mujer. Práctica: No se dispone de estadísticas, pero los abortos legales son muy comunes.

      Filiación:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de datos.

      Homosexualidad:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de estadísticas, pero existen rumores de que mujeres lesbianas fueron castigadas con pena de muerte. En algunas comunidades rurales, los hombres y las mujeres aún viven en zonas separadas, haciendo que la homosexualidad masculina sea más visible en la esfera pública.

      Incesto:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de estadísticas. Los casamientos intra familiares son una costumbre común; informes dispersos indican que existen "uniones consensuales" entre hermanos.

      Hostigamiento sexual:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de datos.

      Violación:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de estadísticas, pero de acuerdo con la información obtenida, se trata de un hecho común. Las Fuerzas Armadas francesas cometieron violaciones deliberadas de mujeres argelinas durante la guerra de la Independencia, "para deshonrar a los hombres argelinos".

      Maltrato:

      Política: Una mujer puede llevar a un marido golpeador ante la justicia, pero perderá su dote si le conceden el divorcio.

      Práctica: No se disponen de estadísticas. Pero las actitudes sociales consideran que golpear a las esposas es una práctica habitual, como lo demuestra la intervención de un legislador, durante el debate realizado en enero de 1982 sobre el Código de Familia, quien describió las dimensiones del bastón con el que la esposa debía ser golpeada diariamente.

      Prostitución:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: No se dispone de estadísticas. La prostitución es una industria próspera en los grandes centros urbanos, Argelia es una escala importante en el tráfico internacional de esclavos sexuales, mujeres y niños. A la "cortesana" se la encuentra aún hoy en algunas ciudades de los oasis saharianos; la prostitución infantil es un problema muy grave.

      Usos tradicionales y culturales:

      Política: No se dispone de datos.

      Práctica: Debido a la presión del valor otorgado a la virginidad, se sabe que algunas mujeres se han hecho reconstruir el himen quirúrgicamente, una práctica por cierto bastante común en toda la región.

      Testimonio

      La batalla día a día de Fatma Oussedik

      ¿Cómo comprender el surgimiento de un movimiento por la igualdad de derechos, un movimiento cuyas principales activistas pertenecían a esa categoría de población que es considerada como "privilegiada", un grupo que disfruta de las condiciones materiales que lo aproximan (al menos mínimamente) a la pequeña burguesía de las ciudades europeas?

      Esta pregunta pone en evidencia por lo menos dos problemas subyacentes: la dudosa importancia que tienen las condiciones materiales para modificar la condición femenina en una sociedad dominada patriarcalmente, y la marginación de las mujeres (incluso las mujeres de la burguesía y de la pequeña burguesía) del ejercicio del poder.

      Durante mucho tiempo, un pequeño sector de mujeres con preparación que trabajaban en los servicios públicos argelinos asumieron su situación privilegiada porque tenían un trabajo cualificado remunerado (En 1977, solamente 138.000 mujeres pertenecían a la fuerza de trabajo; 73 % en el sector servicios a pesar del hecho de que un 46 % de mujeres trabajadoras tenían diplomas en relación con el 15 % de los hombres trabajadores.

      Si ha llegado la hora de exigir como mujeres igualdad de derechos, es precisamente con referencia a este "privilegio" y a este "progreso", que se revelan ser simultáneamente instrumentos de opresión y de resistencia.

      El Estado invierte muy poco en servicios sociales o en centros para la atención de los niños. Los planes de estudio de las escuelas son incompatibles con la vida laboral. El transporte público no es funcional. El resultado es que se nos hace sentir como madres monstruosas que abandonan a sus hijos en las calles, o con las abuelas, con un vecino, o con la niñera. No somos valoradas como trabajadoras (siendo privilegiadas), tampoco somos valoradas como madres.

      Una mujer soltera nos dice: "debo llegar a casa de mis padres con una sonrisa, con una expresión calmada y relajada en el rostro. Mi hermano puede decir que está cansado, pero yo no. Porque se supone que soy tan afortunada que se me "permite" salir para ir a mi trabajo. Sin embargo, en mis días libres si quiero salir para ir a visitar a una amiga, me dicen: "ya sales durante toda la semana.

      La única respuesta verdadera a todas estas acusaciones es la de restituir el deseo de todos los seres humanos por un mundo en paz y por la felicidad. Es verdad también que en todas partes del mundo los hombres y las mujeres deben luchar por una mayor justicia social. Además, un examen de cuán dolorosa es la vida cotidiana constituye un argumento lo suficientemente fuerte para convencer a cualquiera de la imposibilidad de vivir en silencio.

      China

      Demografía:

      Idiomas: chino moderno (oficial), cantón, shangai, fukien y los dialectos hakka, tibetano, vigus (turco).

      Razas o grupos étnicos: chinos 93,3%, 55 minorias nacionales (incluidos manchúes, mongoles, coreanos, grupos de origen turco) 6,7%.

      Religiones: Confuncionista, taoista, budista (tradicional), islámica 5%, católica romana 0,2%, prtestante.

      Educación: Edad de 6 a 11 años, 93 % de nivel nacional de educación (1982), escuela primaria 35,7 % escuela media 17,8 %, escuela media superior 6,6 %, universidad 0,6 %.

      Ginegrafía:

      Matrimonio

      Política: la constitución prohíben la violación de la libertad de matrimonio. la intervención por la fuerza se castiga solamente si existe denuncia y tiene pena de cárcel de hasta dos años. El matrimonio mercenario (la venta de esposas) y la demanda de dinero o regalos esta prohibido.

      Práctica: Tradicinalmente, los matrimonios eran acordados entre los padres con la ayuda de algún intermediario. Con frecuencia las mujeres eran prometidas como esposas de niñas y enviadas a vivir con su futura familia. También las niñas eran vendidas como concubinas. No tenían ningún status en la familia excepto a través de sus hijos varones.Las viudas no podían volver a casarse y las mujeres que habían sido prometidas o casadas cuando niñas, eran consideradas viudas si sus esposos morían antes de que ellas alcanzaran la madurez para procrear. por tradición las viudas debían entrar en un convento budista, servir a su familia política o suicidarse.Es legal que un marido asesine a su mujer adúltera.

      Aborto

      Política: es gratuito y legal

      Práctica: abotos (por cada 1000 mujeres de edades entre 15 y 44 años), 25 abortos (por cada 1000 embarazos), 250 debido a la política de un hijo por familia.

      Homosexualidad

      Política: Considera la homosexualidad como un producto de la decadente moralidad burguesa y no existe en china.

      Violación

      Política: ilegal. La violación "mediante amenazas o por la fuerza" se castiga con penas.

      Usos tradicionales y culturales

      Política: durante el reinado de Shunzui, un edicto de la corte declaró ilegal el hecho de que una mujer se cortara un trozo de carne para alimentar a sus padres; se creía que un pedazo de carne de una hija podía curar la enfermedad de los padres. El vendaje de los pies, una práctica tradicional que se remonta a la época de la dinastía shung, obligaba a vendar los pies de las niñas (a partir de los 5 y 7 años) hasta que el arco se quebraba por la presión y los dedos quedaban doblados. Poco a poco esta práctica se extendió a las clases bajas, hasta que todas las mujeres, excepto las más pobres, quedaron casi mutiladas por esta costumbre. El pie ideal era el que podía caber en la mano del hombre. El origen de esta costumbre es supuestamente erótico, pero en verdad ningún hombre vió el pie desnudo, pues estaba siempre vendado, con aceites y perfumes para encubrir el olor a carne tumefacta. A pesar de la tortura que esto significaba, las madres vendaban el pie de su hija porque una mujer con los pies desnudos nunca encontraría marido.

      Femistoria

      La tradición de las mujeres guerreras es también muy antigua. Mulan, la mas famosa, sirvió como general en lugar de su padre en la dinastía tang; dirigió un ejercito durante doce años y fue condecorada por el emperador sin que nunca se descubriera su sexo. Durante la dinastía sung, yo fei luchó para impedir que los tártaros invadieran china. chin lyanguy dirigió las tropas en apoyo de la dinastía ming. Aún hoy se narran leyendas de las heróicas mujeres-guerreras, expertas en esgrima y acrobacia y líderes de los más pobres en ocasiones.

      India

      Demografía:

      Idiomas: Hindi (Oficial), inglés (oficial asociado); existen 15 lenguas asociadas por la constitución: asames, bengalí, gujaratí, hindi, kannada, kashimiri, mayalaman, marathi, oriya, punjaby, sanscrito, sindi, tamil, telegu, urdu. Se hablan más de ciento veintidós lenguas.

      Razas o grupos étnicos: indo-ario 72 %, dravidiano 25 %, mongoles 3%. las tribus arias invadieron la civilización drávida en el año 1500 a.c. e instituyeron una jerarquía racial/religiosa asentada y protegida por el sistema de castas hindú.

      Religiones: Hindú 83 %, islámica 11 %, Cristiana 3%, sikh 2%, budista.

      Educación: edad de 6 a 11 años: niñas 49 %, niños 73 %, edad de 11 a 14 años: chicas 28 %, chicos 52 %, edad de 12 a 17 años; niñas 19 %, niños 36 %, educación superior, 246 mujeres por casa 1000 hombres obtuvieron títulos en educación superior.

      Ginegrafía

      Matrimonio:

      Política: La ley especial de matrimonio estableció la monogamia para los matrimonios cristianos.

      La mujer berebere

      Las mujeres de Afganistán

      El regreso a la edad de piedra, un hecho de hoy día

      Esto pasa, hoy, en Afganistán, las mujeres viven encerradas, no pueden trabajar fuera de sus casas y no tienen derecho a la educación.

      A fines de septiembre, el partido fundamentalista talibán tomó Kabul y desató una dura represión islámica. Las mujeres perdieron sus derechos, deben seguir la sharia (leyes del Corán), quedarse encerradas, no trabajar, ni hablar con los hombres. Todo el mundo debe rezar cinco veces al día o ser apaleado por la recién creada policía religiosa musulmana.

      En Afganistán, las mujeres tienen prohibido trabajar, salir solas, manejar y estar con hombres que no sean parientes. Si caminan por las calles, deben estar cubiertas de pies a cabeza. para que ninguna parte de su cuerpo tiente a los varones. Si toman una micro, deben sentarse por separado de los hombres. Cualquier infracción será duramente penada por la flamante policía religiosa. ¿Locura, machismo exacerbado? La explicación es simple: en Afganistán acaba de tomar el poder una facción fundamentalista extremista, lista para retrasar el reloj a los siglos profundos del Islam.

      A fines de septiembre, la facción armada fundamentalista Talibán tomó el poder en este antiguo reino de Asia. Era un paso más en la larga guerra civil afgana, agravada por la invasión soviética en 1979. Pero este paso fue muy distinto ya que los invasores fueron seminaristas y estudiosos religiosos y fanáticos musulmanes.

      En los últimos veinte años, este país pobrísimo y aislado, vivió en guerra. Las tribus peleaban entre sí y con el gobierno central apoyado por los rusos y dueño apenas de las ciudades. Pero en las interminables montañas, los señores feudales eran reyes, enviando ejércitos bien equipados a combatir al gobierno nacional. Hace dos años, dos de esos jefes de la guerra tomaron la capital y la demolieron luchando entre sí. De los más profundo del país en ruinas -Afganistán es el país de las viudas, de los lisiados y los edificios quemados y derruidos- surgió el primer movimiento que no tenía un señor feudal ni una identidad étnica, los talibán.

      Malos guerreros, pero buenos organizadores, estos estudiantes religiosos comenzaron su carrera al poder desde el exilio, en Pakistán. En apenas dos años, llegaron a Kabul, controlando cuatro quintas partes del país e imponiendo la ley islámica más rígida en todas las áreas que gobiernan. Llegados a la capital, se encontraron con lo que más odio: mujeres modernas. Y allí comenzaron los problemas.

      Las mujeres del Islam viven en un mundo extraño que las hace reinas del hogar, pero las encierra entre cuatro paredes, sin educación, independencia o voz propia. Según la Sharia, la ley de Mahoma registrada en el Corán, la mujer no es en absoluto igual hombre. Ellas son la imagen del alma, mucho más irracionales, frágiles y "proclives a la imaginación" que los hombres, más racionales. El cuerpo de la mujer es considerado "más fluido" y una fuente de tentaciones que se evitan por el aislamiento y el control estricto. Este aislamiento es también una metáfora filosófica: la imagen del recién casado que contempla por primera vez el cuerpo de su esposa es la metáfora perfecta de la revelación de Alah.

      Medio Oriente, desde los tiempos inmemoriales, sostiene la institución de la poligamia. El profeta y fundador del Islam limitó el número de esposas aunque permitió a aquel que pudiera mantenerlas a tener la cantidad de concubinas que quisiera, aunque éstas debían ser esclavas porque una mujer libre sólo podía tomarse sino como esposa oficial. En una serie de reglas muy estrictas, explicitadas en la cuarta sura del Corán, Mahoma ordena que todas las esposas sean tratadas por igual, con corrección, que el hombre las mantenga, les dé una dote al casarse y, si se divorcia, que tenga que seguir manteniéndolas. El hombre debe reconocer a todos sus hijos como legítimos, aun lo de las esclavas concubinas y, repartir su herencia en términos iguales. Caso insólito para la época y la región, las mujeres también heredan, son dueñas de su propiedad y de su dote, y pueden acceder y, pueden acceder al divorcio, aunque deben presentar cuatro testigos de los maltratos de su marido. Cuentan las tradiciones que un árabe se cruzó con Mahoma, que tenía en sus brazos a una de sus hijas. El árabe, Imru-ul-Qais, saludó al Profeta y le preguntó "qué es esa oveja que hueles". Cuando Mahoma le contestó que era hija suya, Qais le contó despectivamente que él había tenido muchas hijas, pero las había enterrado vivas apenas nacidas "sin olerlas". Mahoma, enfurecido lo maldijo y le gritó que "es necesario que Dios te haya privado de todo sentimiento humano para no conocer los más dulces placeres que el hombre puede conocer". Entre sus reglas, el Profeta se ocupó de que prohibir matar a las hijas mujeres, bajo pena de torturas infernales. Pero el mismo sabio libro que dejó Mahoma contiene las semillas de los problemas actuales. Según el Corán, la mujer vale la mitad de un hombre: hereda la mitad y su palabra sólo se equipara a la masculina si está respaldada por el testimonio de otra mujer o de un hombre.

      Ni hablar de la autoridad en el hogar, que está firmemente en manos del marido -aunque haya cuatro mujeres en la casa- y la autoridad pública ni se discute, porque una mujer decente ni siquiera puede salir a la calle o hablar con un hombre que no sea pariente. Un ejemplo práctico sobre la diferencia de status se encuentra en el divorcio, muy difícil para la mujer, para el hombre sólo requiere decir tres veces en público "yo te repudio ", lo que en términos modernos equivale a que un hombre se divorcia con sólo desearlo. Cualquiera sea la causa de la separación, la custodia de los hijos es del hombre, que puede prohibir que su ex mujer que los vuelva a ver. Claro que la tradición y la cultura alteran y siempre alteraron estas leyes, como sucede en cualquier país del mundo. La literatura árabe guarda el recuerdo de mujeres sabias y talentosas como muzna, secretaria del califa de Córdoba, España, en la Edad Media, o como Sarga, famosa en el Islam por su poesía y erudición literaria. Y no es raro ver en varios países musulmanes mujeres profesionales, ejecutivas, y hasta políticas. Son los mismos países donde los velos son apenas una costumbre de las más ancianas y donde la mayoría de las mujeres van a cara descubierta, cubriéndose el pelo con una pañoleta de colores.

      Pero los fundamentalistas odian estas sociedades (Argelia, Marruecos, Palestina) con pasión y ponen como ejemplo a países como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes, donde los gobiernos reprimen ferozmente a cualquiera que quiebre la interpretación más ortodoxa. Las mujeres saudíes, entre las más ricas del mundo, no pueden manejar ni ejercer profesiones que vayan más allá de la educación o la ginecología, son azotadas en plena calle si tienen un gesto fuera de lugar o muestran la menor porción del cuerpo. Es muy común que las casas tengan zonas vedadas a los visitantes, el "harem" , adonde las esposas e hijas son confinadas.

      Para atender a un amigo o conversar, las mujeres de la casa se ocultan detrás de una cortina pesada, que permita oír, pero no ver. Las iraníes estuvieron entre las más liberadas hasta que llegó la revolución del ayatolah Khomeini en 1979. Consultorios, oficinas y empresas se vaciaron de mujeres y las tiendas se llenaron de oscuros y largos chador, velos de uso obligatorio. Claro que los relojes pueden retrasarse sólo hasta un punto y los herederos de Khomeini fueron suavizando las condiciones de la mujer en su país. Hasta le permitieron servir en el ejército, con uniforme de fajina, velo y ametralladora rusa. Nunca se les prohibió trabajar o estudiar.

      Los talibán comenzaron de inmediato a aplicar su propia versión de la sharia, tan rígida como la saudí o la iraní, pero aun más simple y conservadora en las costumbres. Las escuelas de niñas fueron cerradas y se expulsó a todas las mujeres, tanto alumnas como maestras de los colegios mixtos. El Estado, que empleaba miles de mujeres, las despidió a todas, y una ley prohibió a las mujeres ganarse la vida fuera del hogar. La misma ley impuso la decapitación para los criminales, la muerte por lapidación (es decir a piedrazos) para los adúlteros y por la espada para las mujeres infieles, y la pérdida de un dedo para los idólatras y una mano para los ladrones.

      La prohibición para trabajar paralizó a las organizaciones no- gubernamentales que operaban en Kabul y empleaban a muchas mujeres. Grupos como Terre des Hommes y Care of Afganistán, que cuidaban la salud y alimentaban a los huérfanos de guerra, tuvieron que suspender sus actividades.

      Las mujeres hicieron oír su protesta: apenas en Kabul, la capital, hay más de 30.000 viudas que no tienen familia y que tienen que mantener a sus hijos con su trabajo. Los talibán, al parecer, no se inmutaron y pusieron a su ejército a arrear transeúntes a las mezquitas, a palos y culatazos. Una vez en los templos, los afganos tuvieron oportunidad de escuchar un sermón oficial que decía que "la mujer es una flor que debe permanecer en la casa, en agua para que el hombre al volver huela su perfume".

      Más de 250.000 afganos de clase media dejaron Kabul, rumbo al exilio en Pakistán, un país también musulmán pero no fundamentalista. Las medidas de los talibán fueron condenadas hasta por Irán, que las llamó "violentas, obtusas y reaccionarias", mientras que las Naciones Unidas anunciaron que no tolerarían que se discriminase a las mujeres y retiraría toda ayuda humanitaria y económica.

      El estatuto de la mujer en la pareja marroquí actual.

      El malestar entre el hombre y la mujer es una realidad monstruosa. Una realidad que se apodera de los seres y de la sociedad. Es un conflicto, el más peligroso de todos, en una sociedad en transición.

      Intentar comprender este conflicto, es también intentar comprender nuestras propias verdades.

      Una generación atrás, la unión de un hombre y una mujer se hacia maquinalmente, de una manera natural, podría decirse. El primo se casaba con la prima, generalmente hermana, y con frecuencia diez años más joven. El secreto estaba en manos de los adultos y la decisión también. Después vino la independencia del país y con ella la escolarización considerada sobre todo un medio de promoción social. Mas tarde, siguieron las separaciones, el éxodo rural y la disociación de la gran familia acentuados a ser destinados los funcionarios lejos de sus familias. Paralelamente a los antiguos valores apreciados durante mucho tiempo, surgieron otros valores sociales.

      El matrimonio, valor socio-económico y obligación religiosa a la vez, será el primero en ser alcanzado por el cambio y, como consecuencia, las partes contratantes ya no serán la madre, la abuela o la hermana mayor, sino el hombre y la mujer.

      El amor unirá, pues, el hombre a la mujer conocida con frecuencia en los bancos de la escuela, en casa de un hermano-amigo o en los paseos perfumados de un jardín publico. La fiesta de la boda es una tregua en la que participa incluso la prima rechazada. La noche de bodas sigue siendo una noche de violación, pero va acompañada de un rapto.

      Antes de dejarse violar por el hombre, la esposa ha violado la intimidad de una familia encerrada durante muchos años en su consaguinidad y enroscada en su especificidad y ha introducido en ella costumbres nuevas. Y, sobre todo, arrancara al hijo de su familia y de su mundo hermético para propulsarlo a las dos habitaciones: cocina-baño. El día olvidado cederá al paso a todo un mes de olvido, la famosa luna de miel, durante la que los dos protagonistas de la revolución social deben habituarse uno al otro. La mujer, más consciente quizás que el hombre del desequilibrio provocado por su intrusión, hará todo lo posible para no dejar que su marido se divorcie de ella, ni durante este mas ni a lo largo del año, porque eso podría prestarse a equívocos, crear dudas sobre su honor y poner en entredicho el de su familia. Además, seria como ofrecer al marido a la prima rechazada. Así que decide conservar a su marido para ella sola, lo aleja al máximo de su familia y lo protege con el fin de proteger su propia felicidad. ¡Y que empiece la vida de pareja!

      El peligro de la pareja

      La dominación de la mujer por el hombre ha sido siempre el gran problema de la humanidad. La cuenca mediterránea, el mundo árabe y africano, ha mutilado a la mujer desde siempre, con escisiones, infibulaciones, violaciones.

      Años de silencio y de dolores soportados sin protestas han hecho creer a todos, y sobre todo a ella misma, que es la enemiga numero uno de la sociedad. Fervorosa creyente, ha terminado por creer en lo bien fundado de la teoría y, cuando hasta el hombre moderno se subleve contra estas ideas arcaicas, será la primera en temblar ante la cólera de DIOS y en recordarle al hombre extraviado cual es el recto camino. Y es porque ha aprendido bien la lección. Primero con muñecas y más tarde en carne propia. Casada demasiado pronto, convertida en una mujer después de haber sido apenas una niña, no ha tenido tiempo de pensar en ella, en su educación, en su condición y ha acabado creyendo que la vida no era mas que un juego eterno que termina con la muerte. A ella le corresponde actuar y al hombre pensar.

      La pareja, hiato social.

      Actualmente la mujer se quita el velo. Es económicamente independiente. Su trabajo es reconocido; el hombre, que antiguamente podía privarla de su herencia o de su pensión de viudedad, ya no puede impedir que reciba lo que es suyo. Ya no tiene derecho de vida o muerte sobre ella. El sueldo es el ángel guardián que llega cada fin de mes para resolver los muchos problemas de ambos cónyuges. Pero el inconsciente masculino se hace mucho mas violento en sus reproches. Ayudado por las recientes mutaciones socio-económicas, se reafirma en su creencia de que el deseo de la mujer es su destrucción y que la voluntad permanente de esta ultima es invertir el orden patriarcal.

      Aun ahora persiste el matrimonio entre primos, o al menos se considera la única manera de luchar contra los índices más altos de divorcios. La que no es pariente, es la devastadora de las familias. La familia del hombre solamente esta convencida del poder de este ultimo, si humilla a su mujer ante ella. Con frecuencia es alentado en este sentido. Y de esta manera las mujeres se convierten en enemigas de su propio sexo y afianzan la misoginia y la guerra de sexos en la sociedad.

      La vida cotidiana nos demuestra que lo que esta permitido e incluso es deseable para la hija le esta prohibido a la nuera. La nuera no es jamás bien acogida, contrariamente a lo que ocurre con el yerno o con los hijastros, cuyos hijos son mimados y malcriados en su presencia o sin su presencia.

      Antiguamente los árabes decían:

      Los hijos de nuestros hijos y los hijos de nuestras hijas son hijos de hombres forasteros.

      Actualmente los padres no cesan en sus elogios a los hijos de nuestras hijas. Estos niños son la prueba de que la hija a triunfado. Ha conseguido acercar al marido a su propia familia y no a al de él.

      El matrimonio

      Es el matrimonio la forma que permite a la pareja desarrollar su vida sexual, de un modo legalmente estructurado. Toda tentativa de relaciones eróticas fuera de esta institución es condenada.

      La primera lección que impartió el Islam fue -dentro de este ámbito- inculcar la idea de la igualdad entre ambos sexos.

      Una vez suprimida la bárbara costumbre -entre muchos árabes- de sacrificar a las hijas, enterrándolas vivas, se enseña:

      “Os ha creado de una sola alma, y de esta Creo su pareja.”

      No cabe una distinción de los dos sexos, porque ambos han sido creados a partir de un solo principio. Así se establece la igualdad en el ámbito metafísico o esencial. En lo que concierne a lo existencial o, si prefiere, biológico, nos encontramos con una aleya que corrobora la anterior identificación.

      Mamad utiliza una expresión muy sugestiva, para referirse a la igualdad de los seres humanos, varones y hembras; viene a decir:

      “Cierto, las mujeres son hermanas de los hombres.”

      El termino árabe que traducimos por hermanas es saqaiq. La primera denotación de saqaiq, es la mitad exacta de una cosa, siendo la segunda hermanos de un mismo matrimonio. Ello sugiere que, además de las adecuadas relaciones que exige al ser hermano, constituyen dos equivalentes partes del fenómeno humano. Tanto, pues, unidas como separadas estas dos mitades son perfectamente iguales.

      La respuesta de los varones hacia las mujeres, depende de la idiosincrasia de cada uno de aquellos. Así parece constatarlo este “hadit”:

      “El noble trata a las mujeres con nobleza, y solo el vil las desprecia.”

      Creo para vosotros, de vuestra substancia, esposas para vuestro sosiego, y origino entre vosotros, cariño y bondad.

      Aparecen en esta aleya cuatro vínculos básicos para la interacción conyugal.

      El primero reitera la idea desarrollada antes, la igualdad entre ambos sexos. Porque las mujeres han sido creadas de la misma substancia de los hombres, o si se prefiere, de la misma especie. La expresión que utiliza la idea principal subyace a todas las interpretaciones.

      El segundo y el tercer vinculo nos llevan a la consideración de dos vocablos utilizados en la aleya: sakan y mawadda. El primero denota: sosiego, reposo, paz, tranquilidad; el ultimo: amor, cariño, deseo, anhelo. Pues bien, si tomamos ahora la palabra, ya analizada, en su sentido de mitades, tendremos una constante y mutua búsqueda de las dos partes para reanudar la unión original. En esta continua necesidad del encuentro, cada uno de los consortes aparece como, sosiego para el otro.

      El cuarto y ultimo vinculo juega un papel que viene a ser una especie de fondo para la vida matrimonial; un fondo que representa o debería representar la constante del mismo. Cabe enunciarlo de la siguiente manera, volviendo a la terminología psicológica: la gratificación o recompensa derivada de sakan, como encuentro de los cónyuges, conduciría a la bondad. Seria la expresión espiritual del amor vivenciado. Este sentimiento haría la función de lazo purificado y vivificador. Intentare explicar, que los deseos del hombre, una vez gratificados, pierden su energía anterior y cambian de dirección, por así decirlo. Incluso se ha hablado de la autonomía funcional de los deseos, la independencia de los motivos superiores respecto de los inferiores, de los cuales parecen proceder.

      La segunda parte de la aleya anterior habla de odio, y viene a decir:

      “Si las odiáis, tal vez odiéis algo en lo que DIOS pone un bien abundante.”

      Mamad, a su vez, hace hincapié en un procedimiento muy significativo para toda la convivencia humana; aconseja:

      “Si un rasgo degrada al marido en su esposa, que el otro le satisfaga.”

    • “El sustento de la mujer por parte del marido es una sadaqa.”

    • “Lo primero que se pondrá en la balanza del individuo( en el mas allá) será lo que destina a su mujer.”

    • La falta de generosidad para con la esposa es vista por mamad como el más vil de los rasgos del marido. Dice al respecto:

      “El peor de los hombres es el que restringe (los gastos) a su mujer.”

      Dentro de este capitulo de la educación matrimonial, no se ha olvidado al profeta del papel que juega la mujer en esta primaria institución social. En primer lugar, y como división de funciones, ella es la dueña y, por consiguiente, la responsable del hogar:

      “El hombre es la cabeza de la familia, y la mujer lo es de su casa.”

      El hombre es el protector de su familia y es responsable de ella; la mujer es la protectora de la casa de su marido y de sus hijos, y es responsable de ellos.

      Junto a esta delimitación activa de papeles, se estimula a la mujer un comportamiento que le valga el calificativo de “imra·a saliha”, pues se traduce por: mujer honrada, integra, bondadosa, apta, virtuosa. Los dos “hadites” siguientes aluden a una amplia gama de significados y merecen un extenso análisis que nuestras circunstancias no permiten.

      El primero viene a decir:

      “A quien DIOS le ha dado una mujer virtuosa le ha ayudado a la mitad de su religión”

      El segundo afirma:

      “La vida es un conjunto de bienes; el mejor bien de la misma es una esposa virtuosa”

      Piénsese en el papel que juega la mujer en la vida y se pondrán de manifiesto las imágenes que encierran estos “hadites”. En su función de esposa se nos revela también en primera línea. En la vida espiritual del marido representa el cincuenta por ciento de los casos de los valores que aquel conquista o pueda conquistar. Las repercusiones psicológicas y sociológicas de la esposa se hacen incalculables.

      También se halla este tipo de esposa que Mamad describe en este “hadit”:

      “Pedid a DIOS que os libre de tres hechos mortíferos: y de la esposa perniciosa que estando con ella, te arremete; y; en tu ausencia; te traiciona”

      En primer lugar, nos salen dos aleyas formuladas a modo de respuestas. La primera dice:

      “Te preguntan sobre la menstruación. Diles: “ello es perjudicial”.Apartaos de las mujeres durante la menstruación y no os acerquéis a ellas hasta el termino de la misma. Y cuando estén purificadas, cohabitad con ellas por donde DIOS os ha mandado”

      La segunda establece:

      “Vuestras mujeres son vuestra labranza; disponed de ella como queráis”

      El segundo, se halla en la expresión “apartaos de las mujeres...”. Se entendió en el sentido de no convivir con la esposa ni siquiera en la misma habitación. El profeta sin embargo, aclaró los limites de esta frase.

      “Haced todo salvo el coito”

      El tercer aspecto nos lo ofrece la segunda parte de la aleya: “cuando estén purificadas, es decir, lavadas, cohabitad con ellas por donde DIOS ha mandado”. Primero, solo es permitida la cohabitación por la vagina; segundo, los esposos son libres de adoptar la postura que quieran. Respecto de esto ultimo, dice el profeta:

      “De frente o a la inversa, siempre que sea la vagina”

      Hay un “hadit” que por si solo merece una detenida meditación. Pone de manifiesto una considerable captación de la realidad sexual femenina, al recomendar:

      “Cuando alguno de vosotros cohabite con su mujer, que le sea cumplidor. Si obtiene el orgasmo “cumple su necesidad”, antes que ella, que no le apresure, hasta que tenga el suyo”.

      La psicología de la mujer resulta muy distinta de la del hombre, no solo de una manera general, sino particularmente en el desarrollo psicosexual:

      “El amor afectivo, en el que la ternura se asocia al impulso erótico, constituye el prototipo del amor femenino, amor mucho más exclusivo que el masculino, y en cuya base existe al deseo siempre renovador de entregarse al ser amado incondicionalmente”.

      La ideología islámica se esfuerza en hacer consciente al hombre de esta cuestión:

      Ya hemos visto que entre los bienaventurados están:

      “Quienes protegen sus órganos genitales”.

      Asimismo, se reitera en otro lugar:

      “Quienes protegen sus genitales, varones y hembras”

      Añadamos aquí una recomendación de tipo preventivo, consistente en:

      “Di a los creyentes que eviten la mirada (a las mujeres ajenas) y protejan sus genitales”... “Di a las creyentes que eviten la mirada (a los hombres extraños) y protejan sus genitales, y no muestren sus adornos, salvo lo que se haya a la vista”.

      La poligamia como consideración al otro: vertiente individual.

      El profeta obligo a mas de un individuo a reducir el numero de sus esposas a cuatro. Esto significa la existencia de un numero mayor al fijado por el Islam en la Arabia preislamica.

      Segundo, el mismo numero establecido como limite, cuatro, esta condicionado por una serie de factores diversos. De entre estos nos interesa uno que, por si solo, casi justicia la anulación o reestructuración de la poligamia: la equidad. Dice el libro:

      “Si teméis no ser justos (con ellas), casaos con una”.

      Tercero, esta actitud justa hacia las esposas, que en esta aleya aun cabe como posibilidad, esta explícitamente negada en otro lugar:

      “No podréis ser con ellas, aunque lo procuréis”.

      Es una solución a favor del individuo, hombre y mujer, por las tres siguientes razones:

      Primera, en casos de falta de descendencia, de esterilidad, parece preferible casarse de nuevo, conservando la primera esposa, al abandono de esta. ¿Qué sucede cuando es el marido quien sufre la esterilidad? En este aso, la esposa puede recurrir al divorcio y realizar su maternidad con otro.

      Segunda, en casos de una potencia sexual superior o incontrolable, nos hallamos una vez mas ante dos alternativas mencionadas, aunque de otra índole; en esta probable circunstancia resulta: o poligamia o satisfacción ilegitima. El Islam, como es sabido, ha optado por la primera solución, y los alegatos parecen ser de carácter social.

      La ciencia ha podido ofrecernos una información definitiva al respecto. En “la respuesta sexual humana, sostiene que la libido femenina es superior a la masculina. Marie Bonaparte, por su parte, dice textualmente:

      “Y, si les resulte o no agradables a las mujeres, la cantidad de la libido del organismo femenino en general, y probablemente en la mayoría de las especies animales, es menor que en el masculino; sin duda, en virtud de que el organismo masculino necesita un dinamismo mas fuerte para la actividad y la agresión sexuales destinadas a la perduración de la especie”.

      Resumiendo las respuestas: respecto de la primera, nos sale al encuentro una inmediata dificultad, la generalización de las situaciones. Habrá quien opte por la poligamia, y quien prefiera la soledad, la renuncia a dicha realización. La segunda, exige ciertas aclaraciones: en principio, si es cierto que muchas son victimas de su contexto social. Son, desgraciadamente, abundantes los padres y tutores que coaccionan a las niñas, incluso a menores de edad, al matrimonio poligámico. Pero, ya se sabe, esto es u echo puramente circunstancial, que el Islam combatiría sin titubeos. La respuesta a la tercera interrogante es imposible, hoy por hoy, ya que apenas se sabe algo acerca de la estructura sexual de la persona humana. A falta, pues, de datos, nos sentimos impelidos a dar mano de lo dado en cualquier medio humano. Bajo este prisma, observamos que muchas mujeres -al igual que los hombres- son capaces de prescindir de sexo. No interesa si es una sublimación, una desviación hacia otros horizontes, una anomalía, un poder espiritual, una deficiencia fisiológica o psicológica, etc. No interesa, porque nos dirigimos al fenómeno en tanto que realización. También, sin embargo, observamos el polo opuesto, la incapacidad de renuncia. Probablemente, el mayor numero de mujeres se halla en esta segunda línea. Nos preguntamos, por lo tanto, ¿Como satisfacen su humana necesidad? En lo que atañe al mundo anterior, hemos visto que Eva opto por la aceptación de la poligamia. Entonces, ¿Qué sucede en las comunidades monogámicas? ¿Se soluciona, quizás, por el sistema de amantes? ¿Es la prohibición de la poligamia una de las causas de la prostitución? ¿Ha desaparecido o desaparece esta ultima en los medios donde impera la poligamia? ¿Qué es preferible: la institucionalización de lo inevitable, o la indeferencia hacia el fenómeno? Estas interrogaciones solo pueden considerarse a través de u estudio objetivo muy profundo de esta realidad. En cuanto a este trabajo respecta, se adentra así en su segunda perspectiva, la social.

      Vertiente social de la poligamia.

      “ES UNA HIGIENE”, teniendo e cuenta las siguientes consideraciones:

      -Tal vez constituya un medio de eliminar la prostitución

      -Pretendería evitar, o por lo menos mitigar, la posibilidad de corrupción de los jóvenes. La ausencia de prostitutas, más o menos reconocidas públicamente, significaría la inexistencia de estímulos provocadores.

      -Contribuiría a la solución de la problemática de los hijos naturales.

      -El reconocimiento legal de la unión de un hombre con mas de una mujer acabaría con los sentimientos de culpabilidad, derivados de la inevitable trasgresión de unas normas establecidas con un tinte moral.

      -Aparece, en definitiva, como una protección mas de la familia, tanto estructural como psicológica y moralmente.

      El Islam, al aceptar la poligamia, lo ha hecho también con miras a dicha purificación. Esto seria la explicación del duro castigo inflige por el adulterio, la pena de muerte. Evidentemente, es una pena que puede calificarse de cruel. Si embargo, analizadas las causas y atenuantes, adquiere otro carácter, veámoslo:

      Primero, un sistema que permite la poligamia prevé todas las necesidades libidinosas del hombre.

      Segundo, dadas estas premisas, el adulterio tendría dos significados: o pura trasgresión de los derechos de los otros, o una patología. Así se exime a los dementes, retrasados mentales, menores de edad, etc., de toda responsabilidad. Mamad los reúne en este “hadit”:

      “Tres individuos no son responsables: el niño hasta que sea mayor y cumpla los quince años; el dormido hasta que se despierte y el demente hasta que recobra la razón”.

      Así dice el libro:

      “No entreguéis vuestras riquezas a los necios, aquellas que DIOS dispuso para vuestra subsistencia; alimentadles y vestidles con ellas, y tratadles con bondad”.

      El divorcio como consideración al otro.

      En principio, parece contradictorio y paradójico que el divorcio sea un beneficio al individuo. Meditadas, sin embargo, las causas en las cuales parece basarse el Islam para aceptar este sistema, se percata de que el divorcio se revela como una de las soluciones a favor del sujeto y de la sociedad. De entrada, nos hallamos ante un problema que, desde el punto de vista histórico, constituyo una protección para la mujer. Al igual que la poligamia, el divorcio existía en la Arabia preislámica, de una manera insultante al sexo femenino.

      Anticoncepción

      Es el punto de ruptura entre las circunstancias políticas y religiosas, y la voluntad de las mujeres.

      Las estadísticas nos muestran que uno de los principales problemas con el cual se enfrenta la mujer en la sociedad marroquí, es el de su incapacidad para controlar y planificar los nacimientos. Las estadísticas revelan, en primer lugar, que una gran parte de la vida de la mujer se consagra a dar a luz hijos que llegan a morir de pequeños. La mortalidad infantil parece ser una de las una de las calamidades que esquilman loas energía de las mujeres.

      Las estadísticas confirman también que, confrontadas a los problemas económicos que minan sus familias y las desestabilizan, las mujeres recurren al aborto por todos los medios, ya sean tradicionales o modernos, para espaciar los nacimientos. Se trata de una cuestión fundamental, ante la amenaza que, para su propia salud y la de sus hijos, representan los embarazos consecutivos. El control de nacimientos aparece en un discurso femenino como un problema angustioso. Una vez resuelto, permitiria a las mujeres, a adaptarse y a hacer frente a otros problemas logisticos que se les presentan cotidianamente, como mantener a su familia con unos ingresos insuficientes y que no llegan con regularidad.

      Limitaciones de la mujer berebere en marruecos.

    • La casa berebere

    • Los hijos casados residen con la mujer y los niños en casa de los padres y abuelos patrilaterales cuando estos últimos no viven. De tres a cuatro generaciones en línea masculina, pueden vivir juntos.

      La mayoría de las casa rurales son amplias y cuadradas, y a menudo están compuestas de cuatro a cinco habitaciones con una superficie de ocho metros por cuatro; todas las habitaciones dan a un patio grande. Son sólo de una planta. A veces una valla flanquea la casa por uno o dos lados, y es ahí donde encierran a los animales durante la noche.

      Del mismo modo, la indumentaria de la mujer está relacionada con el lugar en el que se encuentran, y con la función presente de este lugar, así como las personas que allí se encuentren.

      La casa de la ciudad se construye, esencialmente, como la rural. Las ventanas siguen siendo pocas o inexistentes; son pequeñas y obturadas por un entramado. Desprovistas de vallados para el ganado, las casas de las ciudades son medianas y situadas en forma de hileras. Cada una guarda su carácter cerrado. A menudo, hay un pequeño patio interior. Sin embargo, la distribución de las habitaciones puede ser muy diferente. En la ciudad, muchas casas son de una o dos plantas. Los dormitorios están más separados de las otras habitaciones. Las escaleras, marcan el paso de un dominio al otro.

    • La jornada de la mujer beréber.

    • 1.El inicio de la jornada.

      La jornada de la mujer rural empieza alas cinco o seis de la mañana. Normalmente, el matrimonio duerme en una habitación separada con el último bebé recién nacido. La mujer siempre se levanta la primera, y se pone su ropa del día;

      Zocos prohibidos a las mujeres casadas.

      Cuando se observa un zoco femenino, pueden distinguirse en él dos categorías de mujeres: una mayoría formada por jovencitas y adolescentes, y una minoría de mujeres mayores.

      El grupo de las niñas acompaña a las abuelas. Se mueven entre las adolescentes, que se niegan a integrarlas en su grupo, y las mujeres de edad, que las utilizan para tareas menores y trabajos honestos. Las adolescentes constituyen un grupo autónomo. Representan la tercera parte de la población del zoco. Todas o casi todas son analfabetas. Las que han pasado un corto periodo en la escuela son una minoría.

      Entre ellas no hablan más que “Tamazight”. Las que son bilingües proceden de medios acomodados.

      Las mujeres mayores, son divorciadas o viudas. En la categoría de las vendedoras ambulantes, hay tres por cada siete vendedoras. Si a esto le añadimos el número de muchachas no casadas, la proporción de mujeres solteras en este pueblo, será elevado. La mayor parte de las solteras viven solas y no dependen económicamente de nadie.

      La condición de esposa y la edad se combinan para conferir a las mujeres u lugar en la sociedad y en el zoco.

      Las mujeres casadas, jóvenes o en edad de procrear, están excluidas del zoco. Las mujeres cuyos maridos han emigrado viven solas.

      La evolución de las necesidades de los hogares y el deterioro de la situación económica global ha trastornado un poco las representaciones y los valores dominantes.

      Las que han alcanzado la edad de la menopausia, sean casadas, viudas o divorciadas, acceden a una condición diferente. Al ser consideradas menos femeninas.

      En los zocos, cuidan del buen funcionamiento de los negocios, vigilan e intervienen para reestablecer la paz.

      El mundo de las vendedoras.

      En el zoco femenino existen dos clases de vendedoras: las ambulantes y las itinerantes. Entre ellas, hay una panoplia de actividades poco renumeradas y de vendedoras ocasionales.

      Algunas campesinas, según la ocasión, se transforman, en un zoco, en vendedoras.

      Yendo de un zoco a otro, algunas vendedoras ofrecen. Las ganancias de unas y de otras son escasas.

      El mundo de las campesinas

      Las vendedoras de verduras, trabajan la tierra. La guerra y la emigración, que ha dejado los hogares sin hombres, han hecho que las mujeres tomaran el relevo.

      En las explotaciones familiares, las esposas participan obligatoriamente en las labores de horticultura sin que su trabajo sea retribuido.

      Las campesinas que viven solas son un caso a parte.

      Las que no poseen tierra, alquilan sus brazos a un pariente, realizan todas las tareas de producción y venden una parte en los mercados femeninos.

      Las mujeres que explotan la tierra se ponen al frente de la explotación después de la muerte de sus maridos.

      Las vendedoras ambulantes

      Estas, constituyen una categoría aparte en los zocos femeninos que no podrían existir sin ellas. Según las circunstancias, hacen todos los zocos o solamente uno. Forman la franja más rica de los zocos, una “aristocracia”.

      No están organizadas exactamente en gremios.

      Las vendedoras itinerantes, residen en la ciudad o en pequeños centros urbanos. Circulan a pie o en autocar. Son por tal motivo un eslabón de la cadena que une la ciudad con el campo y viceversa.

      La mayor parte son mujeres de edad avanzada. Son viudas, divorciadas o solteras. Algunas vuelven solas, otras tienen una pesada carga familiar. No es muy frecuente que tengan a su cargo a hombres aptos para el trabajo, pero que están en el paro; a nietos adolescentes expulsados de la escuela.... Las situaciones son a veces dramáticas, porque muy frecuentemente las exigencias de estas personas exceden las escasas posibilidades de las madres, de las abuelas o de las hermanas. Viven en el terror del escándalo y prefieren obedecer. Pero, aunque los papeles se inviertan debido a que son activas y emprendedoras, su situación no será mejor.

      La mujer inmigrante marroquí en Barcelona.

      Los procesos migratorios en Occidente esta marcada por un proceso que conduce a la feminización de la población extranjera y a una reducción del desequilibrio de los sexos. En el caso de la población femenina asentada en España, podemos distinguir dos topologías de mujer inmigrante marroquí, que además se circunscriben en dos oleadas migratorias diferenciadas en el tiempo. Estas etapas son las siguientes:

    • Desde inicios de los años 70 hasta finales de la década de los 80. Las mujeres de este periodo han sido denominadas según los autores, “mujeres tradicionales o mujeres pasivas”, y responden, en su mayoría, a un perfil femenino proveniente de áreas rurales. La preagrupación familiar, ha tenido como protagonistas a mujeres en gran numero analfabetas, con hijos, y que se caracterizan por su arraigo a los patrones culturales tradicionales.

    • Desde finales de los 80 hasta el año 92 aproximadamente. En este periodo se constata un aumento de mujeres solas, que se desplazan con independencia del flujo migratorio masculino, alguna de ellas con hijos.

    • 1)Motivos de emigración

      Las motivaciones por las cuales los marroquíes están hoy en Cataluña son diversas, pero entre ellas destacan dos:

      Primera: porque al cerrar Francia su paso a Europa a principios de los años setenta, recalan en España con el fin de alcanzar la frontera para llegar a los países de la Unión Europea.

      Segunda: porque nuestra emigración masiva de los años sesenta coincidió con nuestra era de desarrollo; la oleada turística, la expansión de nuestra economía y el vacío dejado por nuestros emigrantes lo llenan estos. Afrontaron los trabajos de construcción, hoteleros y de infraestructuras en sus niveles más primarios; cubrieron las ocupaciones más ingratas que habían sido abandonadas: minas, recogida de basuras, agricultura...

      En el caso especifico de las mujeres se vislumbran los siguientes motivos:

      A). Emigración por inercia.

      Todas están casadas o ligadas por parentesco con algún emigrante varón ya instalado en la sociedad catalana. Es el fenómeno anteriormente citado de la reagrupación familiar.

      B). Toma de decisión personal.

      Esta, parece ser la mas acusada en las últimas oleadas de mujeres inmigradas; las circunstancias que las impelen a emigrar son varias, pero todas tienen en común el “desencasillamiento” del lugar otorgado en su sociedad de origen:

      -repudiadas por el marido

      -esterilidad

      -oposición a aceptar el hombre convenido para desposarse

      -madres solteras

      -divorciadas

      Sobre este colectivo de mujeres es claro que, en su lugar de origen, recae un mayor control y una mayor presión social, por no responder al modelo de mujer exigido por la sociedad patriarcal y dejar de tener una función que encaje dentro de los cañones de la jerarquía sexual. Muchas de ellas destacan la presión asfixiante que sufren, tanto en el seno de la familia como en la comunidad, al ser estigmatizadas y tratadas con desprecio.

      C). Emigración propuesta en el seno de la familia.

      La influencia de la modernización marroquí y la desestructuración del modelo familiar extenso, agravado por la crisis económica que sufre el país, principalmente en el sector rural, ha provocado la posibilidad de contemplar mujeres, en algunas familias como agente activo y además propietario de la economía familiar.

      Son cada vez mas mujeres solteras, que desde el país receptor, constituyen la principal, y muchas veces la única, aportación económica para sus familiares en el país de origen.

      Mujeres marroquíes en Cataluña.

      De 0 a 15 años...............1.137...............26.7%

      De 19 a 29 años...............1.368...............32.1%

      De 30 a 49 años...............1.479...............34,7%

      De 50 a 64 años...............264...............6.0%

      De + de 65 años...............24...............0.6%

      3). Situación legal de la mujer inmigrante marroquí

      A). Matrimonio y divorcio en España.

      El consulado marroquí en España si tiene competencias para gestionar los matrimonios. Normalmente, la gestión legal se lleva a cabo en España, pero la celebración tiene lugar en Marruecos, dada la importancia de la sanción social de la comunidad. Por otra parte, la consecución del divorcio es otra de las dificultades con que se encuentra la mujer marroquí en el país receptor: las instancias españolas no tienen solvencia ejecutiva para asuntos matrimoniales. Tampoco la embajada marroquí: la mujer debe regresar a su país para realizar todos los tramites legales exigidos, circunstancia que imposibilita, en muchos casos, el regreso al Estado español.

      B). Mujer inmigrante y trabajo.

      El sector principal donde se colocan las mujeres es el de servicio doméstico. Un dato que indica el aumento de esta tendencia es el numero de cupos para empleadas del hogar estipulado por el gobierno español para el año 1995: 3000 cupos, muy por encima del resto de sectores profesionales.

      C). Concepción y planificación familiar.

      La mujer marroquí inmigrante esta sujeta a presiones y estímulos por parte de los servicios sociales, a prácticas educativas y mentalidad alejadas de las actitudes tradicionales ante la maternidad. Aunque el mayor prestigio social de la mujer marroquí le es conferido por su capacidad procreadora, sus tasas de fecundidad se están equiparando a los porcentajes occidentales, obligas principalmente por la imposibilidad de manutención de una vasta prole. Se añade a esto la incipiente toma de conciencia y el interés por realizarse en otras facetas de la vida.

      En Cataluña, la mujer marroquí hace uso de la píldora o el DIU., aunque este ultimo tiene menos éxito porque alarga la menstruación. Durante el periodo menstrual, la mujer musulmana no puede rezar, por ser considerada la sangre como un elemento impuro.

      La mujer gitana

      La vida de la mayoría de las mujeres gitanas se encuentra inmersa en una red institucional constituida a base de poderosas normas, valores y creencias que apoyan y facilitan expectativas, decisiones y conductas que producen y reproducen su existencia y su diferencia.

      Los gitanos y gitanas han tenido bueno motivos para hacer lo que hacen y sus estrategias e instituciones responden a desafíos reiterados a los que s e han ido acomodando y adaptando como grupo, aunque no siempre las conductas y los hábitos hayan sido beneficiosos a largo plazo. También es cierto que algunos elementos e instituciones de su cultura pueden haber dejado de ser adaptativos o favorables, manteniéndose ahora por una cierta inercia y una división del poder que hacen más difícil los cambios. Además, lo que puede ser "adaptativo" o ajustado en una dimensión puede no serlo en otra, e incluso llegar a ser poco favorable si cambian las circunstancias o el entorno (mostrándose en algunos grupos el poco control que tienen sobre sí mismos en ciertos aspectos de sus vidas en los que apenas hay opciones disponibles). Y no es de extrañar que diversos grupos gitanos consigan aislarse, siquiera temporalmente, de muchas dificultades y frustraciones de su estatus inferior y minoritario a través de la recreación y el mantenimiento de algunas instituciones y prácticas, como son los ritos de afirmación, superioridad o exaltación de s u identidad, como los que rodean la boda o "casamiento" gitano o sus creencias en los difuntos, acompañada de múltiples prácticas referentes al tema.

      Aunque, como nunca se puede generalizar, aclaramos previamente que ninguna de la información aquí presentada es aplicable a todos los gitanos, ni mucho menos, siempre existen múltiples excepciones. Todo el mundo conocerá ejemplos de individuos gitanos contrapuestos al modelo aquí expuesto.

      1.1 Los calé: Gitanos españoles

      Los gitanos españoles o calé forman parte de un tronco étnico con representantes en casi todos los países de Occidente y para los que hay nombres en todas las lenguas europeas: Gypsies, Gitanes, Tsiganes, Rom, Manouches, Sinti, Cigány, Tsigani...etc. A pesar de su probable origen común, que ponen de manifiesto diversos estudios genéticos y de filología histórica, todos los grupos romaníes del mundo han sufrido una marcada transformación por su contacto con los pueblos con los que han convivido y con los que se han ido mezclando. Los diversos grupos gitanos del mundo se diferencian mucho entre sí, en ocasiones tanto como las poblaciones en cuyo seno conviven.

      El tamaño de la minoría gitana

      Andalucía es la Comunidad Autónoma española donde vive un mayor número de gitanos; más del 40% del más de medio millón aproximado de gitanos calé o españoles. Nosotros calculamos que hoy viven en Andalucía en torno a 225.000 gitanos en unas 45.000 familias. Los gitanos representan entre el 3% y el 4% de la población andaluza.

      La población gitana se encuentra dispersa por las localidades rurales y urbanas de toda la Comunidad, destacando su presencia en algunas zonas y comarcas, como ocurre en el Norte de la provincia de Granada, donde hay unos 20 pueblos donde los gitanos suponen más del 15% de la población local. Los gitanos viven también, por lo tanto, en zonas rurales, aunque no en todas, prefiriendo aquellas bien comunicadas y con cierta riqueza agrícola o comercial.

      Esa variada distribución geográfica se acompaña de una variada integración cultural y sociolaboral. No están ausentes la discriminación, la segregación y las carencias extremas; pero son frecuentes también muchas situaciones intermedias y formas de integración que abundan menos fuera de Andalucía.

      Como se puede observar, la estructura demográfica de la población gitana difiere significativamente de la no-gitana. Los gitanos son, en términos generales, más jóvenes que la población mayoritaria. Hay entre ellos un mayor número de niños y niñas, y, sobre todo, de jóvenes, así como menos ancianas y ancianos. De trecios de la población gitana andaluza tiene menos de 25 años. Casi un tercio de la población gitana tiene edad de acudir al colegio, es decir, entre 6 y 16 años, y cerca del 10% requiere atención preescolar. Los jóvenes en edad de empezar a trabajar (16-25 años), para los que apenas hay programas en marcha, representan hoy casi una cuarta parte de toda la minoría.

      1.2. La condición de las mujeres gitanas

      Las gitanas españolas se encuentran en una situación cambiante, en plena transformación de sus modos de vida, sus valores, roles y actitudes. Por lo tanto, su condición no debe verse de forma estadística, caracterizando su situación por una pretendida "cultura" gitana inamovible. Existen constantes ampliamente aceptadas y válidas entre las gitanas y gitanos andaluces, pero también intensos síntomas de cambio que vienen apuntándose desde hace décadas.

      Las mujeres gitanas se encuentran en un profundo proceso de cambio, actualmente están emergiendo en muchas jóvenes gitanas que no estaban de acuerdo con la forma en que el hombre trataba a la mujer, tan sometida a la autoridad patriarcal, nuevos valores, que ya habían sido manifestados públicamente en 1969. Están asistiendo a las clases de adultos, participan como monitoras en programas de salud familiar y reivindican un puesto de trabajo digno. Se observa que los casamientos se producen a una edad más tardía y que son ellas también las que eligen al marido, no la familia. Ya que han afirmado que están subordinadas a su padre y a sus hermanos durante toda su vida de soltera y a su marido cuando se casan, que es el marido el único que posee el derecho exclusivo para infringir cualquier tipo de castigo físico a su mujer, ya que se la considera débil e inferior, porque la posición de autoridad en la vida gitana está controlada por el hombre.

      Treinta años después, podemos comprobar que ambas realidades siguen coexistiendo. La sociedad gitana, a la vista de la mayoría, está dominada por el varón, a pesar de ello, no debemos esperar encontrar una mujer tímida, retraída o corta. Porque las mujeres gitanas son generalmente activas, afirmativas y con una fuerte presencia fuera del ámbito privado y doméstico. Su vida no se restringe en absoluto al espacio cerrado del hogar.

      Entre los gitanos, la mujer valiosa debe ser lista, astuta, agresiva y capaz de sacar adelante a su familia. Todos estamos acostumbrados a la gitana que trabaja y sale a "buscarse la vida" bregando por calles y plazas, por campos, mercados y, recientemente, por oficinas de empleo y asistencia social. Con mucha frecuencia desempeña al mismo tiempo otro y otros roles laborales, como la venta de flores en la calle, la venta de utensilios de plástico... en general contribuye a cubrir los gastos de la casa, da algún dinero de bolsillo a sus hijos y cumple con sus obligaciones de parentesco. Si el marido está en la cárcel, enfermo, en el hospital o atravesando cualquier tipo de circunstancia que le impida trabajar, entonces tiene la mujer la obligación de ganar lo suficiente como para alimentar a sus hijos, atenderle a él y cubrir sus propias necesidades.

      Las gitanas andaluzas contribuyen notablemente a la producción y a la subsistencia familiar más allá del trabajo doméstico (nunca pagado y poco reconocido). De hecho han precedido en décadas a las mujeres payas "modernas" (las campesinas ya sabían mucho de eso) al tener que aportar su contribución a la economía doméstica trabajando en las faenas de la casa y los hijos, y tener que buscar recursos fuera, en el mundo exterior y extraño. Las gitanas son conscientes de ese sobreesfuerzo. Cuando se preguntó a gitanas sobre cuál pensaban que era la diferencia principal entre hombres y mujeres, todas decían que las mujeres tenían que trabajar mucho más que los hombres y llevaban una vida mucho más dura.

      Los hombres ayudan poco o nada en el trabajo doméstico, y cuando el marido y la mujer trabajan juntos, se juzga como si ella te ayudase a él a vender, cuando a menudo es ella la que realmente vende durante todo el tiempo, y cuida del negocio, mientras él se pasea o se va al bar a charlar con los otros varones.

      Las gitanas son, sobre todo en su madurez, muy activas en el ámbito público, con frecuencia son ellas quienes defienden, pelean, y se "buscan la vida" para sacar adelante a la familia. Depende de la edad, de la iniciativa personal de cada cónyuge, pero es obvio que la mujer gitana conserva un espacio de iniciativa, decisión y capacidad de contacto con el mundo exterior que no se suele atribuir a mujeres sumisas. La realidad de su vida diaria es más variada y compleja de lo que cabría esperar de un análisis superficial. Pero también es más dura de lo que nos dejan ver sus pocas quejas.

      El alto número de hijos hace más dura aún la vida de las gitanas, que en la treintena suelen encontrarse con muchos hijos y a punto de tener nietos. Sus obligaciones son entonces enormes y su responsabilidad las coloca frente a una carga a menudo muy gravosa. No es de extrañar, por tanto, que las gitanas de todas las edades ven con buenos ojos las prácticas anticonceptivas y la planificación familiar, porque aliviaría las dificultades de su vida. Todas afirman que la vida sería más fácil si no tuvieran que parir y cuidar tantos hijos. Sin embargo, no les es fácil a muchas de ellas llevar ese deseo a la práctica por diversos motivos, entre los que destaca la falta de apoyo de sus maridos, pero también una ideología y unos procesos de control social.

      En suma, la gitana se ha venido presentando como una sociedad dominada por el varón, y a las gitanas, en muchos sentidos, como a seres de segunda categoría, con menos derechos y más obligaciones que los hombres. Creemos, no obstante, que esta visión dicotómica debe realizarse mucho, sobre todo cuando se introducen elementos como la edad y la agencia individual de las gitanas a lo largo de su vida. La dominación masculina es clara en muchos ámbitos de la vida diaria y, sin embargo, no comprenderíamos la situación de la mujer gitana si la juzgáramos por los patrones de otras mujeres explotadas o sometidas, o aplicáramos a toda la vida de estas mujeres las restricciones que se les imponen en ciertos momentos del ciclo vital, porque la mujer gitana es muy activa, emprendedora y con iniciativa en el ámbito público, y es esto algo que se espera de ellas y se considera una virtud, es decir, que corresponde a los roles femeninos culturalmente pautados.

      Las gitanas están así muy presentes en la calle, trabajando, ganando dinero, saliendo, sobre todo una vez casadas y con hijos. De hecho, la mujer gitana participa en las actividades económicas extradomésticas más que la mujer no gitana; el porcentaje de mujeres gitanas que trabaja fuera de casa es superior al de las mujeres "payas".

      La importancia de la mujer en los procesos de desarrollo es hoy indudable

      Los derechos de la mujer y las costumbres gitanas plantean el importante dilema de hasta qué punto algunos elementos centrales de la "cultura" gitana, tal corno son interpretados, vividos y presentados por algunos gitanos, son hoy contrarios a la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres Así, como agentes y sujetos muy activos del cambio que se produce en su propia comunidad, las gitanas jóvenes viven hoy un conflicto de valores, deseos y roces como probablemente no han conocido sus madres o abuelas.

      Pero si pedimos que la diferencia racial o étnica no se convierta en ningún caso en motivo de desigualdad, jerarquía u opresión, no podemos aceptar que sí lo sean las diferencias de género.

      1.3. El sistema de matrimonio de los gitanos

      1.3.1. Introducción

      El sistema de matrimonio que predomina entre los calé es un elemento central de su tradición o cultura y del mantenimiento de sus diferencias con la mayoría. Las pautas que caracterizan ese sistema tienen consecuencias que reverberan en todos los ámbitos de la vida de los gitanos y gitanas, desde sus opciones educativas y ocupacionales a las formas que toman sus redes cooperativas de parentesco.

      Estas estrategias, a su vez, son decisivas en la configuración de la estructura demográfica de la minoría y de su resistencia a la asimilación a pesar deL cambio acaecido en tantos ámbitos de la vida gitana.

      De otro lado, el matrimonio es la institución fundamental para entender la condición de la mujer gitana, pues el sistema de género que predomina en esta minoría se ve determinado en algunos de sus aspectos cruciales por las prácticas matrimoniales y por los roles, valores y creencias que las sustentan.

      A pesar de su importancia, este sistema ha sido soslayado en tos estudios sobre gitanos españoles o calé, incluyendo las mejores etnografías antropológicas realizadas sobre gitanos españoles y de las que cabe decir, en justicia, que abrieron una nueva etapa en el estudio de “La minoría” basado en datos primarios y observación participante.

      En cualquier caso, creo que estos apuntes sirven para dejar claro que el sistema matrimonial es crucial para comprender la condición de las mujeres en el universo cultural de los gitanos y sus transformaciones.

      1.3.2. Características del sistema matrimonial gitano

      Nuestro argumento central es que gitanos y gitanas suelen casarse de manera diferente a sus vecinos payos. Algunas diferencias se han ido agrandando en las últimas décadas al producirse un acelerado cambio social que ha afectado más a los “castellanos” que a los gitanos. En términos generales, los gitanos han sido más conservadores, han mantenido prácticamente todas sus costumbres y tradiciones.

      Las diferencias conciernen a los elementos centrales de la institución matrimonial, es decir, a las prácticas y decisiones pautadas y reiteradas, respecto a cuándo, con quién, para qué y cómo casarse.

      Los rasgos de este sistema no son invariables y hay algunas costumbres que pueden haber desaparecido y también haberse reinventado entre ciertos grupos de gitanos tras generaciones de abandono, pero en la mayoría de las familias gitanas lo vemos aparecer con gran constancia a lo largo del último siglo y medio.

      Monogamia

      El ideal matrimonial entre los gitanos es el matrimonio singular, la monogamia de por vida, un vínculo permanente que no se establece sólo entre individuos, sino también entre familias enteras y que compromete a padres, hermanos, abuelos y a los parientes de los cónyuges en general. Aunque hay muchas excepciones, todas, por así decirlo, confirman la norma: el deseo de los esposos y sus parientes es que la pareja continúe junta hasta la muerte de alguno de los dos; coincidiendo en eso, superficialmente, con el ideal de matrimonio católico.

      Esto no supone que no se acepte como legítima la separación y el divorcio entre los cónyuges, y las segundas nupcias o emparejamientos de una manera y con una frecuencia que sólo recientemente se ha aceptado entre los no-gitanos. El divorcio y la separación son aceptados por la “ley gitana”, siempre y cuando el matrimonio esté reconocido por la comunidad. En estos casos, la mujer vuelve con su padre y hermanos y los hijos quedan bajo la tutela del padre a no ser que éste renuncie a ellos. En la mayoría de los casos de divorcio y viudedad que se conocen los hijos permanecen con la madre, incluso cuando ésta vive con sus propios parientes, aunque las tensiones con los ex - suegros o abuelos paternos de los hijos son frecuentes.

      El matrimonio gitano es más fácil de disolver que el “canónico” que ha imperado en la sociedad más amplia, aunque menos que matrimonio árabe o islámico. Y aunque el ideal de matrimonio es monogámico, encontramos bastantes casos de concubinato entre gitanos que no resulta el mismo tipo de ilegitimidad que entre los payos. Se conocen bastantes casos en que varones gitanos han tenido “otra” mujer,. También abundan las mujeres gitanas que han tenido hijos con varios maridos, tratándose en este caso de monogamias sucesivas, más o menos formalizadas civilmente.

      1.3.3. Cinco rasgos diferenciales

      Cinco son los rasgos distintivos del matrimonio gitano y, aunque están interrelacionados de múltiples maneras, ninguno es del todo reducible a los otros, por lo que se les puede tomar como loas ejes de este sistema.

      Cinco rasgos característicos del sistema matrimonial de los gitanos andaluces

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

    • Matrimonio como necesidad; ínfimo nivel de soltería

    • El primer rasgo distintivo del sistema matrimonial gitano concierne el propio carácter del matrimonio como necesidad, no como opción, lo que produce un bajísimo nivel de soltería, sobre todo entre las mujeres.

      No se llega a ser una persona completa sin casarse. Esto es cierto para ambos sexos, pero es más decisivo y, si se quiere, urgente para las mujeres, pues el periodo adecuado para casarse por primera vez es para ellas menor.

    • Matrimonio temprano, adolescente

    • Otro elemento crucial del sistema matrimonial de los calé concierne a la edad de entrada al matrimonio, que ha venido siendo bastante más baja en la minoría que lo que ha sido común en el resto de la sociedad española. Esta característica afecta sobre todo, aunque no exclusivamente, a las mujeres.

      Dada la diferencia de edades que es común entre los cónyuges y que suele llevar a que los varones sean, por término medio, varios años mayores que sus esposas, los varones gitanos también se casan, de promedio, varios años antes que sus vecinos payos, pero en términos absolutos es menos probable que se encuentren en la pubertad o la adolescencia.

      También es de notar que, si se desean novias muy jóvenes para sí o los hijos, han de buscarse primariamente en un grupo que comparta y acepte ese deseo, esa práctica, lo que tiende a favorecer y perpetuar la tendencia a la endogamia étnica.

    • Matrimonio endogámico: endogamia étnica

    • La tercera y gran característica del matrimonio gitano es la endogamia étnica, es decir, que los gitanos tienden a casarse entre sí, lo que resulta crucial para la reproducción de una entidad separada y distinta.

      Naturalmente, aquí se habla de endogamia local, es decir, de matrimonios con gente del mimo lugar, sea éste una aldea, un cantón o una comarca. Aunque también es frecuente la tendencia a la consanguinidad matrimonial, es decir, contraer matrimonio con alguien de la propia familia, siendo los preferidos primos de diversa proximidad. Pero es importante señalar, sin embargo, que la norma moral y jurídica imperante durante siglos en la sociedad española ha venido marcada por la oposición eclesiástica a los matrimonios consanguíneos.

    • Matrimonio pronatalista: casarse para tener hijos

    • El cuarto rasgo crucial del matrimonio gitano es su objetivo prioritario, que es tener hijos. Para los gitanos y gitanas el matrimonio es una institución cuya función primaria es generar y criar hijos, sobre todo cuando no hay ceremonia pública, la que “confirma el casamiento”.

      Naturalmente son otras las funciones que cumple el matrimonio, como la satisfacción y realización afectiva de los cónyuges, pero sin hijos el matrimonio tradicionalmente se ha visto como fracasado de una manera más intensa aún que entre los payos.

    • La virginidad femenina como condición del matrimonio

    • Otro rasgo definitorio del matrimonio gitano es el alto valor concedido a la virginidad de la novia, que se traduce generalmente en una exigencia de demostración pública y prueba en ritos como el de la “sábana” o el del “pañuelo”, que tienen una gran trascendencia simbólica y ritual.

      La preocupación por la virginidad de las mozas gitanas refuerza la tendencia a casarse pronto; así hay menos riesgo de que la novia haya tenido experiencias sexuales con pretendientes previos que puedan haber “tocado” o “manchado” o “robado” su pureza.

      La exigencia de la virginidad de las novias conlleva también un mayor control sobre las niñas y las adolescentes. Son hoy muchas las gitanas que denuncian que este control promueve exigencias y renuncias que limitan seriamente la autonomía de las muchachas, y, con ello, sus posibilidades de instruirse y formarse fuera de la familia.

      1.3.4. Condicionantes del sistema de matrimonio

      Racismo / etnicismo dominante

      En el caso de los gitanos españoles, la tendencia étnica del matrimonio dificultaba los noviazgos y los matrimonios “mixtos”. En general, estaba y está mal visto casarse con gitanos; muchos padres no quieren a gitanos o gitanas como esposos o esposas para sus hijos, por mucho que, como en tantos aspectos de las relaciones étnicas, haya una enorme ambigüedad respecto al innegable atractivo de los gitanos y gitanas y a su carácter apasionado, y en cualquier caso, conviene enfatizar que el mestizaje ha sido bastante frecuente. Usando los censos andaluces de 1980, se puede afirmar “que uno de cada 20 matrimonios había sido contraído fuera de la estirpe”.

      Economía

      El sistema ocupacional de los gitanos se ha venido caracterizando por operar en familia o entre parientes y a pequeña escala, es decir, por tratarse casi siempre de economías familiares o domésticas; por buscar el control sobre las propias condiciones de trabajo, prefiriendo el autoempleo y manteniéndose, en lo posible, independientes del trabajo asalariado y del control administrativo y burocrático. La economía gitana ha sido, por tanto, tradicionalmente autónoma, familiar o doméstica e informal o insuficiente.

      El carácter doméstico del “modo de producción” gitano otorga especial importancia al trabajo de la esposa y de los hijos en cuanto pueden contribuir, siquiera sea al cuidado de sus hermanos para que su madre participe en esos procesos de producción y distribución que hacen un uso intensivo de la mano de obra.

      Matrimonio y estrategias matrimoniales

      Las estrategias matrimoniales se han visto primariamente como resultado de estrategias patrimoniales y hereditarias, es decir, con un motivo fundamentalmente económico y político, mantener el estatus, prestigio y poder asociados a la fuente familiar de riqueza.

      1.3.5. Consecuencias del sistema matrimonial gitano

      Consecuencias demográficas

    • Alta fecundidad

    • Una consecuencia muy visible de los matrimonios tempranos es el alargamiento del período fértil en las mujeres, lo que conlleva un incremento en el número posible de hijos.

      La alta fecundidad es a menudo estimada dentro de la comunidad gitana, donde tener muchas “crías” es tarea crucial para la mujer y uno de los mayores orgullos de los hombres, dentro de la tendencia pronatalista que apuntábamos como rasgo definitorio del matrimonio gitano.

      Los hijos, además de su valor emocional, tiene un alto valor económico como apoyo de los padres en las tareas de la casa, en el empleo familiar. También porque suponen protección y seguridad social en la vejez, y también por el propio deseo de perseverar y multiplicar el número de los gitanos, el peso y existencia de su propio grupo.

      Y los varones son, en general, preferidos, porque sirven mejor a la defensa frente a otros grupos en un ambiente a menudo hostil y porque, dado el predomino de la patrilocalidad, los hijos traen mujeres al grupo, mientras que las hijas tienden a irse y su capacidad y su trabajo se ponen al servicio de otros. Pero esto no quiere decir que las hijas no sean apreciadas.

      Así, una de las primeras consecuencias reproductivas de las estrategias matrimoniales gitanas es una fecundidad muy alta.

      b)Crecimiento demográfico acelerado

      Hasta el siglo pasado, las altas tasas de natalidad que prevalecían entre los gitanos seguramente se vieron limitadas por una alta mortalidad, pero la caída de la mortalidad infantil en las últimas generaciones ha provocado la multiplicación demográfica del grupo.

      La importancia numérica de los gitanos se ha multiplicado en las recientes generaciones y su potencial de crecimiento es todavía mayor que el del resto de la sociedad española, con lo que su peso demográfico seguirá aumentando.

    • ¿Mortalidad diferencial femenina?

    • Otra hipótesis relevante es que el sistema matrimonial y de género de los gitanos podría haber generado grupos donde hay menos mujeres que hombres, produciendo factores que, sobre todo en situaciones de pobreza y rechazo étnico, limitasen la esperanza de vida de las mujeres gitanas respecto a sus vecinas e incluso respecto a los hombres gitanos.

      Uno de los hallazgos más elementales, y sin embargo, chocantes, en relación con la estructura demográfica de los gitanos es el de que parece haber más varones que mujeres en sus grupos y poblaciones. En casi todos los casos en que contamos con muestras de cierto rigor, los hombres suponen más del 50% de la población gitana.

      Esa diferencia puede relacionarse con las pautas de embarazo y crianza de los hijos en condiciones de pobreza y carencias nutricionales que han predominado en muchas comunidades gitanas. Diversos estudios han confirmado que las mujeres que tienen frecuentes partos, a menudo sin atenciones y cuidados y dan el pecho a sus hijos manteniendo dietas insuficientes tiene mayores niveles de mortalidad.

      Consecuencias socio-culturales

      a)Matrimonio y ciclo vital femenino

      El sistema matrimonial gitano induce un ciclo vital diferente, sobre todo en las mujeres. Así, los matrimonios tempranos, la exigencia de castidad y virginidad de las novias, su control hasta el matrimonio, produce una niñez breve, casi la inexistencia de la adolescencia, con el resultado de carencias formativas y educativas, la brevedad o inexistencia de cortejo y noviazgo previo al compromiso que produce un mayor desconocimiento de los cónyuges.

      Considerando que la adolescencia hoy plantea nuevos desafíos a las mujeres, las jóvenes gitanas se encuentran a la vez con menos opciones y más exigencias. El mayor control, no favorece la autonomía, la formación o experiencia educativa, profesional, emocional o social de las jóvenes gitanas. Vemos a las gitanas madurar antes de lo debido, con cargas y responsabilidades para las que no han sido bien preparadas. Es decir, es común que las esposas gitanas aprendan siendo ya madres, incluso de familias numerosas, lo que hace que la primera década tras su matrimonio sea la más difícil de su vida.

    • Relaciones entre géneros-relaciones entre esposos

    • Al exigirse una separación tajante entre los sexos en la adolescencia y un fuerte control de las muchachas púberes, hay poco contacto con muchachos fuera del ámbito familiar y suele haber falta de conocimiento de los novios antes de la boda. Esto lleva a muchas desilusiones y problemas entre los recién casados que a menudo apenas se conocen y de hecho, el matrimonio gitano recién celebrado es frágil y vulnerable, y es muy común observar el gran número de enlaces que “van mal” durante los primeros años.

      Pero el afecto y el amor de los esposos no tiene por qué ser el punto de partida, sino el de llegada; esto es, se espera que la relación se asiente, se consolide, sobre todo con el patrimonio común que suponen los hijos.

      1.4. Algunas estadísticas de interés

      Tabla 1. Situación respecto al matrimonio de los varones gitanos de 23 municipios andaluces por grupos de edad

      Edad

      Solteros

      Casados

      Viudos

      Total

      Años

      N

      %

      N

      %

      N

      %

      N

      0-4

      264

      100.0

      0.0

      0.0

      264

      5-9

      315

      100.0

      0.0

      0.0

      315

      10-14

      376

      100.0

      0.0

      0.0

      376

      15-19

      342

      96.9

      11

      3.1

      0.0

      353

      20-24

      248

      74.5

      85

      25.5

      0.0

      333

      25-29

      111

      41.9

      154

      58.1

      0.0

      265

      30-34

      59

      24.2

      181

      74.2

      4

      1.6

      244

      35-39

      27

      13.1

      179

      86.9

      0.0

      206

      40-44

      12

      8.0

      135

      90.0

      3

      2.0

      150

      45-49

      2

      1.8

      106

      95.5

      3

      2.7

      111

      50-54

      4

      4.5

      83

      93.3

      2

      2.2

      89

      55-59

      2

      2.6

      75

      97.4

      0

      0.0

      77

      60-64

      2

      2.6

      70

      90.9

      5

      6.5

      77

      65-69

      1

      1.4

      63

      88.7

      7

      9.9

      71

      70-74

      2

      5.1

      35

      89.7

      2

      5.1

      39

      75-79

      1

      6.7

      8

      53.3

      6

      40.0

      15

      80-84

      1

      1.4

      4

      57.1

      2

      28.6

      7

      85 y más

      0.0

      3

      60.0

      2

      40.0

      5

      1769

      1192

      36

      2997

      Como ya dijimos, el sistema matrimonial gitano concede una crucial importancia al matrimonio como función de la vida de las mujeres por lo que es de esperar un bajo nivel de soltería, algo que confirman nuestros datos demográficos. Así, vemos en las tablas 1 a 3 como en las poblaciones gitanas estudiadas se aprecia un bajo nivel de soltería tanto en hombres como en mujeres, pero especialmente en éstas últimas. En nuestra investigación demográfica, que abarca desde 6000 gitanos vivos, sólo hemos encontrado dos mujeres solteras mayores 50 años (el 95.3% están casadas y hay un 4.7% de viudas). En torno a una de cada 1000 gitanas queda soltera. El elevado nivel de soltería, una característica importante de la sociedad española tradicional, es casi desconocido entre los gitanos.

      Tabla 2.Situación respecto al matrimonio de las mujeres gitanas de 23 municipios andaluces. Totales y porcentajes por grupos de edad (% por filas)

      Edad

      Solteras

      Casadas

      Viudas

      Total

      Años

      N

      %

      N

      %

      N

      %

      N

      0-4

      243

      100.0

      0.0

      0.0

      243

      5-9

      325

      100.0

      0.0

      0.0

      325

      10-14

      369

      99.7

      1

      0.3

      0.0

      370

      15-19

      285

      83.6

      56

      16.4

      0.0

      341

      20-24

      153

      52.9

      135

      46.7

      1

      0.3

      289

      25-29

      56

      23.3

      182

      75.8

      2

      0.8

      240

      30-34

      17

      8.1

      190

      90.0

      4

      1.9

      211

      35-39

      4

      2.5

      153

      94.4

      5

      3.1

      162

      40-44

      3

      2.0

      141

      93.4

      7

      4.6

      151

      45-49

      0.0

      91

      95.8

      4

      4.2

      95

      50-54

      0.0

      81

      95.3

      4

      4.7

      85

      55-59

      0.0

      40

      80.0

      10

      20.0

      50

      60-64

      0.0

      65

      79.3

      17

      20.7

      82

      65-69

      0.0

      42

      63.6

      24

      36.4

      66

      70-74

      1

      1.7

      30

      51.7

      27

      46.6

      58

      75-79

      0.0

      13

      34.2

      25

      65.8

      38

      80-84

      0.0

      7

      29.2

      17

      70.8

      27

      85 y más

      0.0

      0

      0.0

      12

      100.0

      12

      Total

      1456

      51.2

      1227

      43.2

      159

      5.6

      2842

      Tabla 3. Mujeres solteras y casadas en la población gitana de 23 municipios andaluces y en la población andaluza. Porcentajes sobre el total de personas en cada categoría de edad.

      Edades

      Gitanas

      solteras

      %

      Andaluzas

      solteras

      %

      Gitanas

      casadas

      %

      Andaluzas

      casadas

      %

      15-19 años

      83

      96

      16.4

      3.3

      20-24 años

      52

      73

      48

      26

      25-29 años

      23

      34

      75

      65

      30-34 años

      7

      15

      70

      81

      35-39 años

      2

      10

      94

      85

      40-45 años

      1.9

      8

      93

      86

      >45 años

      0.1

      9

      Anexos

      Diez cosas que los hombres pueden hacer para erradicar el sexismo y la violencia contra las mujeres

       

      01.  Lee sobre ti mismo. Lee artículos, ensayos, libros sobre la masculinidad, la desigualdad de género y los orígenes de la violencia sexual. Edúcate a ti mismo y a otros sobre la relación entre las fuerzas sociales y los conflictos entre mujeres y hombres individuales. Recursos:  R.W. Connell, Gender and Power; D. Gilmore, Manhood in She Making; M. Messner, D. Sabo, eds., Sport, Men and the Gender Order; J. Stoltenberg, Refusing to Be a Man.

      0
      2.  Comprende las formas en que tus propias actitudes y acciones perpetúan el sexismo y la violencia y trabaja para cambiarlas. Algunos ejemplos de conductas sexistas y abusivas típicas:

      *  Presionar a una mujer a tener relaciones sexuales (esto incluye violar a una mujer extraña o conocida).
      *  Acosar a las mujeres, silbarles en la calle, seguirlas, abochornarlas en público (acoso sexual).
      *  Controlar a las mujeres usando gestos amenazantes, gritarles, bloquear su paso o conducir sin cuidado (intimidación).
      *  Atacar verbalmente a las mujeres llamándolas por algunos nombres, usar palabras vulgares, burlarse de ellas, criticarlas, acusarlas sin razón, trivializar situaciones (abuso psicológico).

      0
      3.  Confronta los comentarios o las bromas sexistas, racistas, homofóbicas. Boicotea a comediantes tales como Andrew Dice Clay, que verbalmente atacan a las mujeres en sus presentaciones. Abuchea en los clubes de comedia cuando los comediantes hacen bromas sexistas.

      0
      4.  Reconoce la homofobia y alza la voz cuando escuches comentarios contra los homosexuales. La discriminación contra lesbianas y gays es una forma clave en la que se nos encasilla en roles de género restrictivos. Ver: Homophobia: How We All Pay the Price, by W. Blumenfeld; Homophobia: A Weapon of Sexism, by S. Pharr.

      0
      5.  No aportes fondos al sexismo. No compres ninguna revista ni alquiles videos ni compres música que presente a las mujeres en formas violentas o sexualmente degradantes. Protesta contra el sexismo en los medios de comunicación.

      0
      6.  Apoya candidatos / as a puestos públicos que se comprometan con la plena igualdad social, económica y política de las mujeres. Oponte activamente a candidatos / as que no lo hagan.

      0
      7.  Apoya y lucha por la asignación y / o incremento de fondos para refugios para mujeres maltratadas y centros de crisis por violación. Ofrécete a trabajar en escuelas públicas, centros juveniles y grupos de cabildeo político -- cualquier lugar donde sea necesaria la participación de hombres antisexistas.

      0
      8.  Apoya o propón cambios en los currículos, a cada nivel del sistema educativo, que hagan obligatoria la inclusión de cursos y programas sobre el sexismo y la violencia sexual. Exhorta a entrenadores de niños y de equipos atléticos de hombres a que motiven a sus jugadores a asistir a talleres y seminarios sobre el sexismo y la violencia de los hombres contra las mujeres.

      0
      9.  Organiza o únete a un grupo de hombres, en la escuela, el trabajo o entre amigos, para trabajar contra el sexismo y la violencia.

      10. Apoya a las mujeres feministas. Comprométete a acabar con la opresión en todas sus formas.

      Chistes feministas

      001. * ¿Qué hace un hombre leyendo una hoja en blanco?

      - Leyendo sus cualidades.

      002. * Una pareja que acaba de conocerse va a hacer el amor por primera vez. Antes de empezar, ella le dice:

      - "¿Eres médico, verdad?"

      - "¿Cómo lo has adivinado?"

      - "Por tu forma de lavarte las manos".

      - "¡Qué chica más inteligente y observadora!"- Contesta él sonriendo.

      Al terminar, ella dice:

      - "¿Tu especialidad es la anestesia, verdad?"

      - "¡Sí! Pero, ¿cómo lo has adivinado esta vez?"

      - "¡Porque no he sentido nada!"

      003. * Después del desayuno el esposo dudoso le pregunta a su esposa:

      - Mi amor, si yo me muero, ¿tú llorarías por mí?

      Y ella le responde:

      - Claro mi amor, si tu sabes que yo lloro por cualquier cosa.

      004. * ¿Por qué los hombres tienen la conciencia limpia?

      - Porque no la han usado nunca.

      005. * ¿Por qué el hombre ladea la cabeza para pensar?

      - Para que sus dos neuronas hagan contacto.

      006. * ¿Por qué la inteligencia de un hombre no se puede pagar con dinero?

      - Porque no existe una moneda tan pequeña.

      007. * ¿Por qué Dios hizo primero al hombre y después a la mujer?

      - Porque echando a perder se aprende.

      008. * ¿Por qué existe el machismo?

      - Porque de ilusiones también se vive.

      009. * ¿Qué es lo que hace que todos los hombres sean hermosos?

      - La oscuridad.

      010. * ¿Por qué a los hombres les gustan tanto los autos y las motos?

      - Porque son lo único que pueden manejar.

      011. * ¿En qué se parece un hombre al "Windows"?

      - En que cada vez que sale parece que lo incluye todo, pero al final siempre aparece una versión que lo reemplaza.

      012. * ¿Por qué hay más mujeres que hombres?

      - Porque la "Madre Naturaleza" es sabia.

      013. * ¿Por qué la mayoría de las mujeres conducen mal?

      - Porque todos los instructores de autoescuela son hombres.

      014. * ¿Por qué se suspendió la práctica de la circuncisión?

      - Porque los médicos temen que pueda causar daño cerebral.

      015. * ¿Por qué solo el 10% de los hombres llegan al cielo?

      - Porque si todos fueran, sería el infierno.

      016. * ¿Por qué un hombre no puede ser guapo e inteligente a la vez?

      - Porque sería mujer.

      017. * ¿Cuándo pierde un hombre el 90% de su inteligencia?

      -Cuando enviuda.

      ¿Y el otro 10%?

      - Cuando se le muere el perro.

      018. * ¿Por qué los chistes de mujeres siempre ocupan dos líneas?

      - Para que los entiendan los hombres.

      019. * ¿Cuáles son las medidas perfectas de un hombre?

      - 80-2-80... (80 años, 2 infartos y 80 millones en la cuenta bancaria)

      020. * ¿Por qué cuando a los hombres se les dice algo les entra por un oído y les sale por el otro?

      - Porque el sonido no se propaga en el vacío.

      021. * ¿Por qué casi todos los taxistas son hombres y no mujeres?

      - Porque la bestialidad es un requisito indispensable.

      022. * ¿Por qué los hombres se sientan con las piernas abiertas?

      - Porque si no, se aplastarían el cerebro.

      023. * ¿Por qué los hombres son inútiles?

      - Porque tienen tetas y no dan leche.

      - Porque tienen pajarito y no cantan.

      - Porque tienen pelotas y no ruedan.

      024. *¿Por qué se dice que las mujeres tienen poderes sobrenaturales?

      - Porque hacen que algo se levante sin tocarlo.

      025. * ¿Si pudimos enviar un hombre a la luna?...¿por qué no enviarlos a todos?

      026. * Esta es una pareja que cuando se pelean se escriben por papel. El esposo le escribe a su esposa: "dame la cena" y ella le escribe "ya está". Cuando se acuestan, él le escribe "despiérteme a las 7:00" y ella le escribe "está bien".

      Pasa la noche y él se despierta, y cuando ve que son las 11:00, encuentra a su lado un papel que dice "son las 7:00, despiértate".

      027. * Un hombre le pregunta a Dios:

      - "¿Por qué hiciste la mujer tan bella?"

      Dios le contesta:

      - "Para que tú te enamores de ella"

      - "¿Pero por qué hiciste a la mujer tan tonta?"

      Dios le contesta:

      - "Para que ella se enamore de ti"

      028. * Dos amigas que no se veían hace muchos años, se encuentran

      y después de saludos efusivos una le pregunta a la otra:

      - Bueno yo me casé con un viejo millonario de 80 años

      - Me alegro, pero a los 80... ¿y cómo hacen con el sexo?

      - Ah, estamos en tratamiento...

      - ¿En tratamiento?

      - Sí... ¡¡él trata y yo miento!!

      029. * ¿Cómo se puede saber si un hombre está mintiendo?

      - Si sus labios se mueven, está mintiendo.

      030. * La antigua teoría era:

      "Cásate con un hombre mayor porque son maduros”

      Pero la nueva teoría es:

      “Los hombres no maduran, cásate con un hombre joven”

      031. * Una señora entra en una armería:

      - Buenos días. Quería una escopeta para mi marido.

      - ¿Le ha dicho de qué calibre?

      - ¿Qué dice? Si ni siquiera sabe que le voy a disparar...

      032. * Era verano y hacía un calor espantoso. Entonces el marido sale del baño y le dice a su mujer:

      - Gordita, hace mucho calor y tengo que cortar el césped. ¿Qué crees tú que dirán los vecinos si salgo en pelotas?.

      La mujer lo mira y responde:

      - Que probablemente me casé contigo por tu dinero

      033. * El marido le pregunta a su mujer:

      - ¿Querida, cuando me muera vas a llorar mucho?

      - Claro querido. Tú sabes que lloro por cualquier cosa...

      034. * ¿Cuál es la diferencia entre un sicótico y un neurótico?

      - Que el sicótico cree que 2+2 son 5 y el neurótico sabe que 2+2 es 4, pero se cabrea.

      035. * Llega el esposo de trabajar a su casa y encuentra a su esposa haciendo el amor con un ropavejero.

      - ¡Mi amor! ¡¿Qué estas haciendo?!

      Y ella le responde:

      - Es que tocó el timbre y me preguntó: "¿no tiene nada que su esposo no use?".

      036. * El juez le pregunta a la mujer:

      - Dígame. ¿Cuál es el motivo por el que quiere divorciarse de su esposo? - Mi marido me trata como si fuera un perro.

      - ¿La maltrata, le pega?

      - No. Quiere que le sea fiel...

      037. * ¿Qué hace una neurona en el cerebro de un hombre?

      - Eco.

      Y ¿qué hacen dos neuronas en el cerebro de un hombre?

      - No se conoce ningún caso.

      038. * Condones Olímpicos:

      Un hombre de compras descubre una nueva marca de condones: "Olímpicos".

      Impresionado, compra una caja. Al llegar a casa, le anuncia a su mujer la nueva adquisición:

      - ¿Condones olímpicos? - dice ella, -¿y qué tienen de especial?-.

      - Vienen en tres colores- contesta él, -Dorado, Plata y Bronce-.

      - ¿Y qué color te vas a poner esta noche?- Pregunta ella.

      - Oro, por supuesto- dice el marido orgullosamente.

      Y le responde la esposa:

      - ¿De verdad? ...¿Por qué no usas de Plata? Sería bueno que alguna vez terminaras ¡el segundo!

      039. * - Doctor, venía a que me bajase la potencia sexual...

      - Pero abuelo, si a su edad la potencia sexual se tiene en la cabeza...

      - Por eso, por eso quiero que me la baje.

      040. * Un tipo le dice a su mujer:

      - El día que yo muera quiero que me sepulten en el mar.

      - ¿Y por qué esa decisión?

      - Por que mi suegra me amenazó con bailar sobre mi tumba cuando yo muera.

      041. * - ¡María, tu marido se va a tirar por la ventana!

      - ¡Dile al imbécil que le puse cuernos, no alas!

      042. * ¿En qué se parece un hombre a un columpio? - En que al principio divierte, pero al final marea.

      043. * ¿En qué se parecen los hombres a los caracoles?.

      - En que tienen cuernos, babean y encima se arrastran. Y, por si

      fuera poco, creen que la casa es suya.

      044. *¿En qué se parecen los dinosaurios a los hombres inteligentes?.

      - En que los dos se extinguieron.

      045. *¿En qué se parece un hombre a un rumor?.

      - En que los dos se 'corren' enseguida.

      046. *¿Por qué son mejores las pilas que los hombres?.

      - Porque al menos las pilas tienen un lado positivo.

      047. * ¿Qué tienen en común: los aniversarios de boda, un baño

      público y el punto "G"?.

      - Que los hombres no aciertan con ninguno.

      048. * ¿Por qué los chistes machistas siempre ocupan 2 líneas?.

      - Para que los entiendan los hombres.

      049. *¿En qué se parecen los hombres a los mocos?.

      - Te molestan y te los quitas de encima, pero siguen apareciendo

      más.

      050. * ¿En qué se parece un hombre a una tormenta?.

      - En que no sabes cuando acaba, ni cuanto más durará.

      051. * ¿Qué le pasa a un hombre cuando se la cortan?.

      - Comienza a pensar con la cabeza.

      052. * ¿Cuál es la forma de conseguir que un hombre pase un fin de

      semana entretenido?.

      - Se le pone en una habitación redonda y se le dice que barra

      las esquinas.

      053. * ¿Qué es un grano en el pene de un hombre?

      - Un tumor cerebral.

      054. * ¿En qué se parecen los hombres a los delfines?.

      - En que se piensa que son inteligentes, pero aun no se ha

      comprobado.

      055. * ¿Por qué los hombres tienen que estudiar en un submarino?

      - Porque en el fondo, pero bien en el fondo, son algo

      inteligentes.

      056. * ¿Cómo vuelves loco a un hombre en la cama?.

      - Escondiéndole el control remoto.

      057. * ¿En qué se parece un hombre a un cajero?.

      - En que si no te da dinero no sirve para nada.

      058. * ¿En qué se parecen los hombres a las botellas de cerveza?.

      - En que del cuello para arriba solo tienen aire.

      059. * ¿En qué se parecen los hombres a los pedos?.

      - En que te los tiras cuando quieres.

      060. * ¿Por qué los hombres tienen más estomago que cabeza?

      - Porque es más fácil alimentarlos que educarlos.

      061. * ¿En qué se parecen los hombres a los chicles?.

      - Cuanto más los pisas mas se te pegan.

      062. * ¿Por qué el hombre ladea la cabeza para pensar?

      - Para que sus únicas dos neuronas hagan contacto.

      063. * ¿En qué se parecen los ex-novios a las resacas?

      - Son un mal necesario para pasarlo bien.

      064. * ¿Cuál es el hombre que piensa más profundo?.

      - El minero.

      065. * ¿Por qué la inteligencia de un hombre no se puede pagar con

      dinero?

      - Porque no existe una moneda tan pequeña.

      066. *¿Por qué Dios hizo primero al hombre y después a la mujer?

      - Porque los experimentos primero se hacen con ratas y luego con humanos

      067. *¿Por qué Dios creo al hombre?

      - Porque un vibrador no corta el césped.

      068. * ¿Por qué Dios creó al hombre?.

      - Para que alguien te mantenga.

      069. * Chiste gráfico: La Evolución

      070. * ¿Cómo lograr que un hombre deje de acosarte sexualmente?

      - Casándote con él.

      071. * ¿Cómo se le llama a un hombre que espera tener sexo en la segunda cita?

      - Lento.

      072. * Antes de que el dinero fuera inventado... ¿Qué le veían

      las mujeres a los hombres?

      073. * ¿Cuál es el gran misterio acerca del hombre?

      - Cómo envejecer y seguir siendo inmaduro.

      074. * ¿Dónde se encuentra un coeficiente intelectual de 68 brazos?

      - En un grupo de cuatro hombres reunidos viendo un partido de fútbol.

      075. * Si un hombre puede lavar 100 platos en una hora. ¿Cuántos

      platos pueden lavar cuatro hombres en el mismo tiempo?

      - Ninguno, porque se van a sentar en el living a ver el partido de

      fútbol.

      076. * ¿Por qué los hombres son como los diplomas?

      - Porque tardas años en conseguir uno, y después de dos

      días que lo tienes no sabes que hacer con él.

      077. * ¿Cuál es la diferencia entre un hombre y un bebé?

      -El primero es permanentemente quejoso y hasta insoportable, el segundo es sólo un bebé.

      078. * ¿Por qué los hombres son como el clima?

      -Porque hagas lo que hagas no los puedes cambiar.

      079. * ¿Por qué los hombres son como los ovnis?

      -Porque no se sabe de dónde vienen, cuál es su misión, ni cuanto tiempo van a quedarse.

      080. * ¿Qué es lo que se infiere instantáneamente al ver a un hombre bien

      vestido?

      -Que su mujer tiene muy buen gusto.

      081. * ¿Cómo se distinguen los obsequios reales que te hacen los hombres de los que son por culpa de algo que hicieron?

      -Estos últimos son mejores.

      082.* ¿Por qué los hombres prefieren rubias tontas?

      -Porque buscan compañía intelectual.

      083. * Los hombres son como el chocolate: Te dejan satisfecha,

      pero sólo por un momento.

      084. * Los hombres son como la publicidad: No se les puede creer ni el 50% de lo que dicen.

      085. * Dios creó al hombre y dijo:

      - Realmente puedo hacerlo mejor.

      Entonces creó a la mujer.

      086. * ¿Por qué las tribus de Israel tardaron tanto en cruzar el desierto?

      -Porque los hombres no se detuvieron a preguntar la dirección.

      087. * ¿Por qué el psicoanálisis es más breve para el hombre que para la mujer?

      -Porque cuando hay que hablar de la infancia, los hombres todavía están allí.

      088. * ¿Por qué se suspendería la práctica de la circuncisión?

      -Porque los médicos temen que pueda causar daño cerebral.

      089. * ¿Por qué los hombres hacen chistes sobre rubias tontas?

      -Porque es la única forma de que puedan recordarlos.

      090. * Los hombres de más de 40 tienen problemas para encontrar mujeres con su propio nivel de madurez, es por ello que salen con mujeres de 20.

      091. * Las mujeres solteras se quejan de que los hombres buenos están casados, las mujeres casadas se quejan de sus maridos.

      -Esto prueba que los hombres buenos no existen.

      092. * Un hombre entra a un bar, y ve una mujer muy atractiva, se le acerca y le dice:

      H: - Perdón, ¿la conozco de algún lado?

      M: - Sí, soy la recepcionista de la clínica de enfermedades venéreas.

      093. * Las mujeres tienen muchos defectos, los hombres solo dos:

      "todo lo que hacen y todo lo que dicen".

      094. * El hombre le pregunta a Dios:

      H: - ¿Por qué has hecho a la mujer tan bella?

      D: - Para que te enamores de ella.

      H: - Y entonces, ¿por qué la has hecho tan tonta?

      D:- Para que se enamore de ti

      095. * Colmo de un pianista

      -Que su mujer se llame tecla y la toque otro.

      096. * En el cementerio enterrando a un hombre:

      Hombre: ¡¡¡¡¡¡¡Maríaaaaaa!!!!!!!, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Que no estoy muerto!!!!!!!!!!!!

      María: Calla hombre, vas a saber más tú que el médico.

      097. * Le pregunta el marido a su mujer:

      María, si te tocaran cien millones con la quiniela, ¿me dejarías de querer?

      No, mi vida. Pero te echaría mucho de menos

      098. * En qué se parece un hombre a una pizza.

      -En que los llamas por teléfono, y a los 10 minutos están calientes en la puerta.

      099. * En qué se parece un hombre a un cepillo de dientes.

      -En que si no hay pasta no sirve para nada.

      100. * Los tíos son como el cola cao, mucha publicidad y poco resultao.

      101. * ¿Qué es lo que tiene 10 brazos y un coeficiente intelectual de 6?

      -5 hombres viendo un partido de fútbol.

      102. * En qué se parece el matrimonio en una cuenta corriente.

      -En que de tanto meter y sacar, se pierde el interés.

      103. * ¿Cuál es la diferencia entre un príncipe y un cerdo?

      -5 cervezas.

      104. * Existen tres tipos de animales domésticos que cumplen con la función de un marido:

      1- un perro que gruñe por las mañanas.

      2- un loro que suelta palabrotas durante la tarde.

      3- un gato que llega tarde todas las noches.

      105. * ¿Qué es un hombre practicando el salto de pértiga?

      -Una caca pinchada en un palo.

      106. * Definición de hombre ideal:

      Aquél que es capaz de llevarnos el desayuno a la cama: un café en una mano, un zumo de naranja en la otra y DOCE DONUTS.

      107. * Cada hombre es un mundo diferente, así es mejor que las mujeres nos dediquemos a hacer turismo.

      108. * ¿En qué se parecen los hombres a los microondas?

      -En que ambos se calientan en 15 segundos

      109. * "La mujer, coge el miembro operativo, lo eleva a la máxima potencia, lo encierra entre paréntesis, le saca el denominador común, y lo deja reducido a la mínima expresión".

      110. * ¿Qué harían las mujeres si no existieran los hombres?

      -Domesticarían a cualquier otro animal.

      111. * ¿Sabes en qué se parece un hombre al parchís?

      - En que se comen "una" y cuentan 20.

      112. * ¿Por qué son necesarios millones de espermatozoides para fertilizar un óvulo?

      -Porque como masculinos que son, se niegan a preguntar cuál es el camino.

      113. *¿En qué se parece acostarse con un hombre a una teleserie?

      -En que cuando empiezan a ponerse las cosas interesantes se acaba el episodio.

      114. * ¿Cuándo pierde el hombre el 90% de su inteligencia?

      -Cuando se queda viudo.

      ¿Y cuándo pierde el 10% de la inteligencia que le queda?

      -Cuando se le muere el perro.

      115. * Sabéis cuales son los 4 animales que ha de tener una mujer en casa:

      1: el jaguar en la puerta;

      2º el visón en el armario; 3

      º el tigre en la cama;

      4º el burro que lo pague todo.

      116. * ¿Cuál es el colmo de una mujer?

      -Que por tener una butifarra se tiene que quedar con el cerdo entero.

      117. * ¿Por qué existen los hombres?

      -Porque los vibradores aún no invitan a cenar.

      118. * ¿En qué se parecen los hombres a las botellas de cerveza?

      -En que del cuello para arriba están vacíos.

      119. * Los hombres son como los servicios públicos, o están ocupados, o son una mierda.

      120. * ¿Sabes cómo hacer para volver loco a tu marido en la cama?

      - Escóndele el control remoto del televisor. Revancha

      153.* Un matrimonio no podían tener hijos. El marido llega a casa con un informe médico que dice “S.S.P.M.” y que le enseña a su mujer:

      " lo ves como estoy bien, el informe dice Sano Sanote Puro Machote".

      Al ir al médico con su mujer, y presumiendo de su resultado, el médico le aclara: "oiga, S.S.P.M. no quiere decir Sano Sanote Puro Machote, sino que quiere decir: "Sólo Sirve Para Mear".

      122. * ¿Por qué son mejores las pilas que los hombres?

      -Porque las pilas, al menos tienen un lado positivo.

      123. * ¿Por qué no puede ser un hombre guapo e inteligente a la vez????

      -Porque seria una mujer.

      124. * ¿Qué son 20 hombres oreja a oreja????

      -Un túnel de viento.

      125. * ¿Qué similitudes hay entre un hombre y una gasolinera?......

      - De cuello para arriba... Diesel

      - De cuello hasta la cintura... súper

      - Y de cintura para abajo..... sin plomo

      126. * ¿En qué se parece un hombre a una gamba?

      -En que se aprovecha todo menos la cabeza.

      127. * ¿Cuántas veces se ríe un hombre cuando le cuentan un chiste?

      -Tres veces.

      Una cuando se lo cuentan.

      Otra cuando se lo explican.

      Y la tercera cuando lo entiende.

      128. * ¿Por qué los chistes de mujeres ocupan dos líneas?

      -Para que los entiendan los hombres.

      129.* Un médico forense esta realizando una autopsia a un hombre:

      -secciona el pecho y solo encuentra virutas de madera.

      -secciona el abdomen y solo encuentra virutas de madera.

      -secciona ambos brazos y solo encuentra virutas de madera.

      -secciona ambas piernas y solo encuentra virutas de madera.

      -Pregunta: ¿de qué se ha muerto?

      -Respuesta: de derrame cerebral.

      130.*¿En qué se parece un hombre y un ordenador?

      -En que tiene mucha memoria pero no razonan.

      131. * ¿Qué son dos neuronas en el cráneo de un hombre?

      ¡¡¡¡¡Ocupas!!!!!!!!

      132. * ¿Qué diferencia hay entre una solución y una disolución?

      -Una disolución seria poner un hombre en una bañera con ácido sulfúrico y esperar que se disuelva.

      Una solución sería ponerlos a todos.

      133. * ¿En qué se parecen los hombres a los cepillos de dientes?

      -En que sin la pasta no son nada, y sin el mango no sirven para nada.

      134. * Sabéis cuales son los animales que ha de tener una mujer en casa:

      1º El Jaguar en la puerta; 2º El visón en el armario; y 3º el tigre en la cama.

      Sabéis cuales son los animales que tiene en realidad:

      1º el panda en la puerta; 2º el conejo en el armario; y 3º el cerdo en el sofá.

      147.* ¿Sabéis que tiene un torero entre las piernas?

      -Las pilas para el traje de luces.

      136. * Una mujer encuentra la famosa lámpara mágica.

      Pide lo que quieras, que te será concedido - dijo el Genio - Pero he de aclararte que aquello que me pidas también se lo daré a tu esposo pero ¡10 veces más!

      La mujer dice: Bueno, deseo que me hagas muy bonita, hermosa

      - Recuerda lo de tu marido, ¡eh!

      - Sí hazme una mujer hermosa

      Y el genio lo concedió: Te quedan dos deseos mujer

      - Hazme muy rica, inmensamente rica

      - Recuerda lo de tu marido... ¡10 veces más!

      - Si, hazme una mujer inmensamente rica

      Y el genio lo concedió. Sólo te queda un deseo mujer. Recuerda lo de tu marido... ¡10 veces más!

      - Bueno, para ser completamente feliz entonces mándame un pequeñito infarto

      137. * Una mujer pregunta a su marido:

      -¿Por qué no arreglas la lámpara del recibidor?

      El marido contesta: -¡pero si yo no soy electricista!

      -¿Porque no arreglas el mueble de la cocina?,

      -¡Pero si yo no soy carpintero!.

      Un día el marido llega a casa y se encuentra con el mueble y la lámpara arreglados, y pregunta:

      -¿Cómo lo has arreglado todo?

      mujer: -Pues vino el nuevo vecino, y lo arregló todo.

      marido: -¿Y te cobró alguna cosa?

      mujer: - me dejó escoger entre hacerle un pastel o irme a la cama con él.

      marido: -¿De qué le hiciste el pastel?

      mujer: -¡¡¡¡Acaso yo soy pastelera!!!!!

      138. * Los hombres son como las fotografías:

      "Se revelan en la oscuridad"

      139.* Las medidas perfectas de un hombre son: 80-03-80

      80 años de edad, 3 infartos y 80 millones en el banco.

      140. * ¿Por qué las mujeres al estacionar el coche siempre tienen problemas al medir las distancias?

      -Porque siempre le han hecho creer que un trocito pequeño equivalían a 20 centímetros

      141. * Un hombre esta jugando a la ruleta rusa, y se dispara; ¿Sabéis cuánto tiempo tarda en morir?

      - Pues tarda el tiempo en que tarda la bala en encontrar el cerebro.

      142. * Los hombres son como el carbón: si no la queman a una, la ensucian.

      Encuesta

      ¿Cómo se considera?

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      ¿Qué opina sobre los malos tratos a las mujeres?

      ¿Qué opinión le merece la incorporación de la mujer al mundo laboral?

      ¿Piensa que la mujer se encuentra laboralmente discriminada?

      ¿Cree que en todos en los países existe democracia como en España?

      ¿Qué piensa sobre ello?

      ¿Piensa que existen desigualdades económicas en el mundo?

      Existe una empresa en la que sus empleados son mujeres, por lo que el horario está adaptado a la situación de la maternidad, ¿qué opinión le merece?

      ¿Cree que deberían de existir más empresas de este tipo?

      ¿Le ayuda su marido en las labores de la casa?

      ¿Ayuda usted en casa con las tareas domésticas?

      La guerra contra las mujeres

      La cultura americana, películas, libros, canciones, televisión enseña a los hombres a verse a sí mismo como asesinos, a identificar el asesinato con el sexo, acto que muchos hombres consideran(esto es demostrado por las películas pornográficas) como violencia sádica masculina hacia los hombres. De hecho, entre los ejemplos de las misogimias se encuentran las canciones y las consignas militares.

      De estos cantos, Chistopher Hichens encontró una de estas obras por casualidad: el libro de canciones de recreo de la 77 Escuadrón Táctica de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos con base en las afueras de Oxford, Inglaterra. Se sintió horrorizado por lo que leía, y se negó a publicar algunas estrofas que decía que eran demasiados duras para él. Aquí van algunos ejemplos de lo que sí llegó a publicar:

      La balada de Lupe

      Abajo en el valle coño donde fluye el río rojo

      Donde florecen las chupapollas y crecen los chuloputas

      Vive una doncella a la que simplemente adoro

      Ella es mi caliente folladora chupapollas, mi puta mejicana

      Oh Lupe, oh Lupe, muerta en su tumba

      Mientras los gusanos llenan su matriz descompuesta

      ¡¡¡pero con la sonrisa de su cara sigue, en silencio, pidiendo más!!!

      Ella es mi caliente folladora chupapollas, mi puta mejicana.

      Las relaciones con mujeres muertas es un tema constante, escribe Hitchens, al citar sólo una estrofa de "Me follé una puta muerta"

      Me follé una puta muerta

      Supe enseguida que estaba muerta

      Le faltaba la piel de su barriga,

      Le faltaba el pelo de su cabeza.

      La violencia radica no es inherente a la naturaleza del hombre, se inculca en los hombres a través de una multitud de instituciones. Los cuerpos masculinos gubernamentales no sólo toleran el sadismo sexual masculino contra las mujeres, sino que lo fomentan y lo aprueban en todas las culturas dominadas por los hombres del mundo.

      Vocabulario sobre el mundo laboral femenino

      Lo primero que se destaca, a simple vista, es la ausencia de femeninos en la mayoría de los nombres de oficios, lo que demuestra que estos últimos han estado -y algunos todavía están- reservado a los varones. Ha separado la esfera pública de la privada en el mundo del trabajo, la actividad que se realiza fuera de casa de la que se lleva a cabo dentro de ella, y ha asignado cada una de esas esferas a un sexo concreto -en eso consiste la división sexual de trabajo -. He aquí la razón por la que apenas encontramos formas femeninas.

      Cosa distinta es que el común de la gente haya generado un femenino analógico tal como albañila, alfarera, bombera, fresadora, al enfrentarse a la necesidad de nombrar a mujeres que hoy por hoy también realizan esas

      actividades.

      Los escasos nombres de oficios que sólo tienen uso en femenino son, sintomáticamente aquellos que se refieren a ocupaciones relacionadas con las labores domésticas.- Obsérvense las siguientes entradas a modo de ejemplo: agujadera, azafata, chacha, costurera, fregona, niñera, nodriza, zurcidora.- El rol social que se ha asignado tradicionalmente a la mujer es el de esposa y madre, lo que supone el cuidado del hogar y de la familia.

      Esas enseñanzas reducían el abanico de posibilidades laborales a lo propio de la actividad doméstica: bordar, coser, servir, lavar, ocuparse de los niños y de los enfermos, cocinar, planchar.

      Un caso excepcional es la terminología referida a la prostitución, actividad que desde antiguo han realizado las mujeres.

      La complicada estructura jerárquica del mundo del hampa y, en el caso concreto de la prostitución, ha podido establecer toda la tipología de rameras habida en la España de los Siglos de Oro.

      Dentro de este mismo campo semántico tenemos la profesión de alcahueta, que sólo en tiempos algo remotos podemos encontrarla nombrada en masculino.

      Algunos de estos términos que carecen de forma masculina aluden a oficios que están estrechamente ligados a maneras de ser atribuidas al sexo femenino: así plañidera nos recuerda la idea comúnmente sentida de que las mujeres son lloronas por naturaleza y de que saben fingir muy bien.

      Por qué se produjo una división sexual del trabajo de características tales que recluyó a la mujer en el hogar y dio libertad de acción al varón.- La explicación no sólo se encuentra en el androcentrismo que caracteriza las sociedades patriarcales como la nuestra, sino también, y en última instancia, en el concepto del honor propio de los pueblos mediterráneos, algo de lo que ya hemos hablado más arriba.- Una buena forma de asegurar la castidad de la mujer (sea la virginidad en las solteras, sea la fidelidad en la casada) era encerrarla entre las cuatro paredes de la casa.- Una comunidad que consideraba al sexo femenino como débil y voluble, fácilmente arrastrable al pecado, tenía que arbitrar algunas medidas para hacer factible que la mujer no mancillara el honor familiar por mantener relaciones sexuales ilícitas; por otra parte, era necesario tener la seguridad de que la esposa no traía hijos adulterinos secretos que, a la larga, podían provocar conflictos en el seno de la familia y, como mínimo, herían en lo más hondo el orgullo del marido si alguna vez éste o la comunidad descubrían el engaño.

      En lo que respecta a sustantivos referidos a oficios y profesiones que presentan ambos géneros, masculino y femenino, hay que decir que se suelen desviar de la tónica general de la formación de palabras en el español.

      Siguiendo esta regla, al toparnos con las palabras secretaria/secretario, verdulera/verdulero, modista/modisto, peluquera/peluquero o cantinera/cantinero, debiéramos tener ante nosotros el mismo oficio en cada pareja de términos actuando el morfema género para indicarnos cuándo quien lo realiza es una mujer y cuándo quien lo ejerce es un varón; secretaria/secretario, indicarían la misma actividad pero en manos de una mujer en el primer caso y de un varón en el segundo.

      En primer lugar, tenemos aquellas palabras en las que, aún refiriéndose a la misma realidad para los dos sexos -en este caso profesión u oficio- únicamente la forma masculina tiene connotaciones de prestigio, bien en la vida misma, bien en la definición dada por los lexicógrafos: cajera/cajero, capitana/capitán, comadrona/comadrón, maestra/maestro o secretaria/secretario.

      En segundo lugar, nos encontramos con una serie de sustantivos que aluden a actividades distintas para cada sexo aunque dentro de la misma esfera, con la particularidad de que la forma masculina indica una labor de mayor categoría y responsabilidad que la que se nombra en femenino: carbonera/carbonero, gacetera/gacetero, impresora/impresor, joyera/joyero.

      En tercer lugar, hay términos que designan oficios totalmente diferentes según estén en uno u otro género, si bien los que hacen alusión a varón implican actividades de mayor envergadura y más difíciles llevar a cabo, en tanto que la forma en femenino alude a oficios relacionados con el hogar y la vivienda.- Así tenemos parejas como: ama/amo, dueña/dueño; gobernanta/gobernante.

      En cuarto lugar, se hallan aquellas palabras que sólo indican oficio en masculino, porque el femenino se encuentra inhabilitado para designar la misma actividad cuando quien la realiza es una mujer.- Esta situación se produce por concurrir una de estas dos circunstancias: 1).- Que el femenino tenga connotaciones peyorativas o insultantes (así halconero/a o sargenta/sargento), o bien 2) Que haya sido creado para referirse a la esposa del que ejerce esa profesión (como ocurre en consulesa/cónsul, generala/general, letrada/letrado, tenienta/teniente, capitana/capitán, comandanta/comandante o coronela/coronel).

      Por último, encontramos un conjunto de palabrs que, a pesar de que indican el mismo oficio para ambos sexos en una de sus acepciones, no obstante en masculino funcionan también con otro sentido, el de la propiedad del negocio, de la hacienda o del local.- Así tenemos bañera/bañero, cantinera/cantinero.- Esta circunstancia es el reflejo de un hecho histórico: Que las mujeres, aparte de no tener la capacidad legal -y tal vez tampoco la económica- de ser propietarias y regentar un negocio, ni siquiera se les permitía administrar sus propios bienes -habidos por dote o por herencia-.

      En los últimos veinte años, la incorporación progresiva de la mujer al mundo laboral y la extensión de los oficios y profesiones al sexo que tradicionalmente no los desempeñaba, ha llevado a la comunidad hablante a generar, aunque de manera desigual e inestable, muchas formas femeninas de nombres que sólo existían en masculino y unos pocos sustantivos masculinos a partir de términos femeninos.

      Cuando una actividad laboral antiguamente realizada por las mujeres pasa a ser también ejercida por varones, no siempre motiva el uso del sustantivo masculino correspondiente, sino que en ocasiones se acuña una voz o expresión más técnica o prestigiosa que acaba incluso convirtiéndose en genérica: Así tenemos ATS para enfermero, auxiliar de vuelo para azafato o chef para cocinero mayor.- Otras veces, la nueva forma en masculino adquiere un matiz reputado que no tiene, en cambio, el femenino del que procede: Tal cosa sucede con peluquero o con modisto.

      El trabajo femenino, cuando se concibe, está peor considerado que el masculino porque no se acepta como una función de la mujer, no entra dentro de las expectativas de su rol social, que consiste en dedicarse a la familia y a otros menesteres de inferior categoría entre las cuatro paredes de la casa.- La mujer trabajadora es recriminada, infravalorada o ignorada.- En resumidas cuentas, el varón es el centro de todo el mundo laboral.

      Vocabulario del parentesco

      Los nombres de los miembros de la familia y las palabras que aluden a las diversas formas de establecer vínculos entre ellos resultan para nosotros, a simple vista, meras etiquetas identificativas sin otro valor que el estrictamente comunicativo, es decir, para saber de lo que estamos hablando.

      La mayoría de las palabras españolas que designan los distintos miembros de la parentela tienen su ascendiente conocido más antiguo en el indoeuropeo.- Eso significa que los familiares consanguíneos de la mujer casada no tenían una designación concreta sino una genérica y un tanto vaga del tipo “parientes”, y que, en cambio, había toda una amplia gama léxica para nombrar a cada uno de los progenitores del marido, a los hermanos de éste, a sus hermanas, a las esposas de los hermanos del marido, a los hijos de los hermanos del marido, a los hijos propios y a sus esposas, a las hijas y a la descendencia de los hijos varones; de la misma manera, había términos para designar a los abuelos paternos, a los hermanos y hermanas del padre y a los primos por vía masculina.

      Otras noticias que podemos entresacar de la terminología de parentesco es que el concepto de maternidad y de paternidad no eran equivalentes en los pueblos antiguos.- En latín (como en indoeuropeo), mater aludía a la madre biológica y pater a la condición jurídica de progenitor.- El desequilibrio semántico existente entre esta pareja léxica mater/pater no quiere decir que los romanos no concibieran una maternidad legal; ésta fue llamada matrimoniun.- De nuevo nos encontramos con otro par léxico desigual, puesto que patrimonium tiene otro significado distinto y no previsible a partir de matrimonium, término con el que tiene una similitud formal y de procedimiento de formación léxica; el patrimonium lo constituyen los bienes de la familia.

      Los latinos no tuvieron un verbo concreto para “casarse”, sino varios distintos según si quien realizaba la acción designada era la futura esposa, el futuro esposo o el padre de la novia.- Se hablaba de la mujer se decía, que alcanzaba las condiciones para ser madre legal o que se ponía el velo (nubere), que era una parte de la ceremonia nupcial.- Cuando se hablaba del futuro esposo, se decía, por ejemplo, que adquiría una esposa (uxorare) tomada de un padre, o que conducía a una mujer al domicilio conyugal, o a la condición de esposa.- Cuando se hablaba de progenitor de la novia se decía que otorgaba a su hija el estado de casada o que la entregaba a otro varón para hacerla su esposa.

      Es cierto que casi todas estas expresiones han desaparecido en el paso del latín al español, pero no es menos cierto que la condición jurídica de la mujer casada no ha variado en casi dos mil años.- Pues bien, la casada tiene la etiqueta de mujer porque se espera de todo miembro del sexo femenino que, llegada una determinada edad, se case y tenga descendencia: así, ser mujer -entendida como la que ya está en condiciones de procrear- y ser esposa son la misma cosa; por eso, las que no pasan por el matrimonio son llamadas despectivamente solteronas, porque no se encuentran en la situación que la sociedad espera y exige de ellas.- La palabra solterón, en cambio, no tiene los tintes negativos que presenta solterona, si bien puede adquirir también un uso peyorativo.

      El español ha generado términos particulares no existentes en latín para hablar de la acción de casarse que mantienen la tónica del pensamiento romano, lo que significa que la idea que este pueblo tenía de cada uno de los sexos ha sobrevivido al paso del tiempo.- Hoy todavía se dice de un varón que lleva a la iglesia o que lleva al altar a una mujer.- Verbos populares como colocar(se) o emplearse nos recuerdan que, tradicionalmente, las mujeres tienen como oficio ser esposas y madres, y que el marido es su patrón.

      Vocabulario sobre las relaciones sexuales

      Tratemos ahora el léxico marginal.- Si las palabras que la comunidad admite y usa dentro del marco oficial son reflejo del pensamiento colectivo, cómo no lo van a ser los tacos, que tienen una gran carga de expresividad, que aluden sin tapujos a realidades que son vistas como tabú por el grueso del grupo humano y que por ello suelen quedar sin nombre; cómo no van a serlo los tacos, repito, que con frecuencia son una reacción descarnada contra el sistema establecido contra el poder.

      Cómo reconocer la discriminación sexual del lenguaje

      Serie de ejercicios que pueden realizarse en el aula:

      Los objetivos que se persiguen alcanzar son los siguientes:

      - identificar las hablas masculina y femenina,

      - ampliar el comportamiento lingüístico propio de cada sexolecto,

      • detectar y reconocer la ideología subyacente al vocabulario y a la estructura y funcionamiento de la lengua, y

      • adquirir estrategias lingüísticas para neutralizar la imagen negativa de la mujer que transmite la lengua.

      1.- Usar palabras y frase con contenido no sexista en la ejemplificación y análisis morfosintácticos.

      • María trepó al árbol con gran rapidez.

      • Luis friega los platos con un estropajo mientras Elvira arregla la lámpara del salón.

      • Teresa y Javier quieren ser Ingenieros de Caminos.

      • A mi hermana le gustan mucho los juegos de construcción.

      2.- Identificar el sexo del emisor de las siguientes frases y explicar las razones que conducen a saber que se trata de una mujer o de un varón.- ¿Qué efecto produciría si las enunciara una persona del otro sexo?, ¿por qué?

      • Me hace ilu.

      • Esto no me lo repites en la calle.

      • En esta casa nadie me echa una mano.

      • Tú y yo nos veremos las caras pronto.

      • ¡Esto es una monada!

      • Ese tío es un grosero.

      • No tiene ni medio hostia.

      • ¡Agárrate, que vienen curvas!

      3.-Analizar si se daría o no una interpretación distinta a cada una de estas frases si se estuviera hablando genéricamente, si se aludiera a un varón o si se refiriera a una mujer.

      • Tiene unas buenas piernas.

      - Tiene unas manos muy largas.

      • Se ha aprovechado de mí.

      • Está malita.

      4.-Clasificar las siguientes oraciones en tres columnas según se refieran sólo a varón, sólo a mujer o a ambos sexos.- Explicar por qué razón se ha incluido cada una de ellas en una de las tres columnas y si hay rasgos lingüísticos concretos que justifiquen dicha distribución.- Proponer las modificaciones oportunas para que las frases colocadas en la columna mujer y en la columna varón puedan trasladarse a la columna ambos sexos.

      • Ha perdido la virginidad.

      • Ya está en edad de merecer.

      • Siempre está pensando en lo mismo.

      • Lleva muy bien la casa.

      • Se mantiene bien de carnes.

      • Siempre anda en líos de faldas.

      • Da muchas calabazas.

      5.-Por grupos, clasificar los siguientes sustantivos en tres columnas según se refieran a rasgos propios sólo de varón, sólo de mujer o compartidos por ambos sexos.- Comparar las clasificaciones realizadas para comprobar si hay diferencias entre ellas.- Explicar por qué razón se ha incluido cada nombre en una de las tres columnas.

      limpieza valentía vitalidad

      honradez simpatía intuición

      amabilidad fuerza creatividad

      riesgo orden ternura

      cortesía sensatez sensibilidad

      6.-Por grupos elegir un personaje masculino o femenino y caracterizarlo con sustantivos y no con adjetivos para evitar que el género de éstos descubra el sexo del personaje.- Tiene una gran vitalidad y simpatía.- Se pasa la hoja a otro grupo, el cual debe intentar poner nombre, edad y aspecto al individuo así descrito (Se les pide también la edad y el aspecto sobre todo para desviar su atención sobre lo que nos interesa saber, que es el sexo que atribuyen a los personajes).- Luego se comprueba si ha coincidido el sexo del personaje tal y como fue imaginado y tal y como ha sido interpretado.- Intentar explicar las divergencias que hayan podido producirse.

      7.-Entregar la siguiente historia en la que se habla de una joven y una masajista sin advertir que se trata de dos mujeres.- Después de leerla, pedir que cada cual ponga un nombre a ambos personajes y especifique qué edad pueden tener.- Seguidamente, comprobar cuántas personas han imaginado que se hablaba de mujeres y cuántas han creído que se trataba de dos varones, o de una mujer y un varón.- Buscar si en la redacción del texto aparecen rasgos lingüísticos que nos permitan suponer el sexo de cada personaje y, de no encontrarlos, reflexionar sobre cómo se ha podido identificar varones cuando quien ha elaborado la historia estaba pensando en dos mujeres.

      Yo padezco de dolores de espalda desde que era adolescente.- Muy pronto tuve que buscarme a alguien que me los aliviara con masajes.- Mi masajista, a quien conozco ya desde hace años, es muy competente.- Además es alegre y muy ocurrente, y pasamos buenos ratos charlando después del masaje cuando no tiene más clientela.- A veces, incluso, nos escapamos a tomar un café cerca de donde trabaja.- ¡Ojalá me dure mucho!

      8.-Analizar los ejemplos gramaticales que aparecen en el libro de texto de la asignatura de Lenguaje o de alguna gramática normativa, y observa:

      • cuántas veces aparecen personajes femeninos y cuántas masculinos;

      • qué campos semánticos se asocian a mujer y cuáles a varón; y

      • qué actividades realizan las mujeres y cuáles se reservan a los varones.

      Contrastar estos datos con la realidad social e intentar explicar los motivos por los que se produce el desajuste entre la vida y los libros de texto.

      9.-Modificar el sexo de los personajes que aparecen en los ejemplos gramaticales y reflexionar sobre la aceptación social y gramatical del cambio efectuado.

      10.-Analizar en un texto seleccionado (del libro de texto o de cualquier otra lectura) la complementación de las palabras mujer, varón, niña, niño, madre, padre, anciana, anciano y compararlas.

      11.-Analizar las definiciones que se recogen en el diccionario de los términos mujer, varón, hombre, persona, y de algunos nombres de oficios o profesiones y compararlas.- Proponer alternativas que resuelvan la visión androcéntrica del texto lexicográfico cuando ésta se dé.

      12.-Buscar y analizar el contenido semántico y cultural del étimo de algunas palabras como hembra, varón, mujer (esposa), marido, matrimonio, y tratar de buscar una explicación cultural.

      13.-Buscar en diversos diccionarios la definición de palabras con carga cultural importante, por ejemplo violación y estupro, y analizar cómo están redactadas y las connotaciones que poseen dichos términos.

      14.-Buscar en diversos diccionarios la definición de palabras como baboso, babosear, prenda, calzón o cinturilla para ver la presencia de mujeres y varones en la descripción de la realidad.

      15.-Identificar qué valoración social y qué datos culturales se pueden extraer sobre lo que se espera del comportamiento de la mujer y del varón en los siguientes insultos.

      Mujer Varón

      zorra señorito

      lagarta fino

      fulana muñeco

      matrona chulo

      cacatúa moro

      loro carnicero

      16.-Establecer las diferencias semánticas entre los siguientes insultos según se dirijan al sexo femenino o al sexo masculino.- Intentar explicar qué ha podido provocar esa distinción semántica y si es admisible que exista.

      Mujer Varón

      golfa golfo

      coneja conejo

      perra perro

      puta puta (Es un puta)

      17.-Analizar definiciones y uso de tacos en diccionarios de argot o recogidos y/o utilizados por el propio alumnado.- Reflexionar sobre qué función afectiva tienen los tacos, cuándo pueden o no utilizarse, quién los emplea y quién no los puede emplear.

      18.-Analizar las diferencias semánticas y las connotaciones culturales que existen entre las siguientes palabras y locuciones.

      • coñazo / cojonudo

      • no valer un higo / valer un huevo

      • ser una chuminada / ser un carajo

      • ser un rajado / tener huevos

      19.-Construir por grupos varias oraciones en las que el masculino funcione como específico y otras en las que actúe como genérico.- Pasar cada grupo las frases construidas a otro grupo distinto que tendrá que indicar en cuáles de ellas el masculino es específico y en cuáles genérico.- Comprobar si se ha interpretado cada masculino con el sentido que se le pretendía dar o en sentido contrario (esto es, un específico por genérico o viceversa).- En este segundo caso, intentar buscar las causas de la mala decodificación del mensaje y pensar en alternativas lingüísticas para evitar el riesgo de confundir al receptor o receptora.

      20.-Identificar el valor genérico o específico del masculino en diversos textos similares a los siguientes:

      La característica fundamental de la cultura griega es el concepto de libertad del hombre.- La democracia partía de la base de que los ciudadanos de Atenas debían gobernarse a sí mismos y, por tanto, tenían derecho al voto y a ser elegidos para los cargos del gobierno.

      La revolución Francesa trajo el sufragio universal, que constituía uno de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

      21.-Descubrir y analizar saltos semánticos (El salto semántico se produce cuando, en principio, el texto parece referirse a toda la comunidad o al grupo sin diferencias de sexo, y, en un momento determinado, salta la liebre y se utiliza alguna palabra o expresión que demuestra que en realidad quien ha escrito el texto estaba hablando sólo de uno de los sexos o, al menos, tenía en mente a uno de los dos.- En concreto funciona con el género masculino cuando, tras aparece/r con valor genérico, se torna específico) en algunos textos del tipo:

      “Llueve sobre la tierra del monte, sobre el agua de los regatos y de las fuentes, llueve sobre los tojos y los caballos, las hortensias, los buños del molino y la madreselva del camposanto, llueve sobre los vivos, los muertos y los que van a morir, llueve sobre los hombres y los animales mansos y fieros, sobre las mujeres y las plantas silvestres y de jardín...” (C.J. Cela, Mazurca para dos muertos, Barcelona, Seix Barral, 1.983, pág. 248)”

      Los antiguos egipcios habitaban en el valle del Nilo.- Sus mujeres se ocupaban de proveer de agua a los hogares tomándola del río.

      22.-Estudiar la falta de relación existente entre género gramatical y sexo en oraciones del tipo:

      • La serpiente engulló el ratón.

      • El cocodrilo tomaba el sol plácidamente.

      • Hay cinco sillas negras en el comedor.

      • Llevas unos zapatos muy bonitos.

      • El hombre es un animal racional.

      • El juez debe ser imparcial ante todo.

      • La nurse ha de ser una persona paciente.

      23.-Buscar posibles referentes de la realidad a las formas femeninas que aparecen subrayadas en las siguientes oraciones.- Comprobar si siempre designan seres sexuados o no y, de hacerlo, si aluden a mujeres o hembras.

      La encontraron con un cuchillo clavado en el corazón (Por ejemplo, la víctima, la gallina, la rata).

      Agotadas por la dura marcha, fueron incapaces de reaccionar (Por ejemplo, las tropas, las huestes, las hordas).

      Me hizo creer que era honesta conmigo (Por ejemplo, la dirección, la tripulación, la autoridad).

      24.-Construir oraciones con palabras no marcadas y sustantivos colectivos tales como el profesorado, el alumnado, la gente, la comunidad, quienes, etc.

      25.-Buscar los términos genéricos o colectivos que pueden sustituir las palabras marcadas sexualmente de las siguientes oraciones:

      • Se necesitan señoras de la limpieza./Se necesita personal de la limpieza.

      • Está hecho a la medida del hombre./Está hecho a la medida del ser humano o de la humanidad.

      • Las médicas y los médicos del hospital están en huelga./El colectivo o personal médico del hospital está en huelga.

      • Los pilotos y las azafatas salieron los últimos./La tripulación salió la última.

      • Los romanos levantaron un imperio./El pueblo romano levantó un imperio.

      • Hay que defender los derechos de los niños./Hay que defender los derechos de la infancia.

      • Esto es lo que opina el hombre de la calle./Esto es lo que opina la gente de la calle.

      • La esperanza de vida los ancianos es cada vez mayor./La esperanza de vida de las personas mayores o personas de edad es cada vez mayor.

      • Los jóvenes son solidarios./La juventud es solidaria.

      • El director es el que ha de tomar la última decisión./La dirección es la que ha de tomar la última decisión.

      26.-Construir frases con mujer, varón y hombre y aplicar la regla de inversión (La regla de inversión, propuesta por García Meseguer (1.977), consiste en aplicar a un sexo lo que aparece realizado por el otro.- Por ejemplo, si ponemos en práctica la regla de inversión en las siguientes frases La mujer tiene criaturas, La mujer amamanta a sus criaturas, Los varones van a la guerra y Los varones viven menos que las mujeres, tendremos El varón tiene criaturas, El varón amamanta a sus criaturas, Las mujeres van a la guerra y Las mujeres viven menos que los varones) para ver si existe algún impedimento y si éste es gramatical, biológico o cultural, esto es, si la razón por la que no se puede aceptar el contenido semántico de la frase resultante es porque se produce un error en el funcionamiento de la lengua, porque lo que se dice es imposible desde el punto de vista natural o porque depende de los estereotipos sexuales.

      27.-Buscar y analizar las correspondencias para el sexo femenino de frases tales como:

      • Ser un caballero

      • Ser un adán

      • Ser un zorro

      • Ser un perro viejo

      28.-Recoger anuncios de ofertas de empleo referidos a varones, a mujeres o a ambos sexos y analizar lingüísticamente las referencias a los dos géneros: si aparecen y cómo aparecen.

      Estadísticas: mujer, trabajo y tiempo libre

      INTRODUCCIÓN

      El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales publica en el año 2001, y por tercer año consecutivo, la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo (ECVT), estudio monográfico de la situación de los trabajadores en el mercado laboral español, así como de sus actitudes y de sus valores ante el empleo.

      La ECVT se presenta como una herramienta que permite obtener y relacionar una información de carácter objetivo sobre las situaciones reales de las actividades y relaciones que se producen en el entorno de trabajo, con una información de tipo marcadamente subjetivo, como es la percepción que los trabajadores entrevistados tienen de sus condiciones y relaciones laborales.

      Los resultados obtenidos en esta encuesta se plasman en el presente informe, donde únicamente se analizan las variables que se consideran más relevantes. Para proceder a un estudio más exhaustivo se dispone de una aplicación informática en formato de CD-ROM, a través de la cual pueden explorarse otros aspectos, no reflejados en este informe, de las actitudes y valores de los trabajadores hacia el empleo.

      El informe de resultados de la ECVT correspondiente al año 2001 se estructura en siete capítulos de comentarios y un capítulo de conclusiones, un apartado referido a la metodología de la encuesta, y las tablas estadísticas correspondientes a cada uno de los capítulos. Consta, asimismo, de dos anexos referidos a la Clasificación Nacional de Actividades Económicas y a la Clasificación Nacional de Ocupaciones.

      Con relación a los años 1999 y 2000, la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo del año 2001 introduce una serie de modificaciones, que afectan tanto al contenido de los capítulos, de los comentarios y de los gráficos que los acompañan, como a las tablas estadísticas correspondientes, y cuya finalidad es mejorar y completar la información que se suministra.

      En el Capítulo I, que constituye el eje fundamental de esta investigación, se cuantifica del modo más objetivo posible la calidad de vida laboral de los trabajadores. A tal efecto, se han elaborado una serie de índices, en los que se contabilizan las diversas circunstancias que los componen, y se ha realizado un estudio comparativo con el año 2000 para obtener las variaciones de carácter cuantitativo que se hayan producido. Los referidos índices contemplan los niveles de satisfacción de los ocupados entrevistados respecto a su calidad de vida en el trabajo, condiciones de trabajo y orgullo con la actividad laboral que desarrollan. Asimismo, y en relación al colectivo de asalariados, se obtienen los índices referidos a sus niveles de alienación en el trabajo, identificación con su empresa, participación en los temas relacionados con su puesto de trabajo y a la autonomía laboral de la que disfrutan cuando realizan sus tareas.

      En el Capítulo II se analiza genéricamente la satisfacción en el trabajo de los ocupados entrevistados, mediante la cuantificación de sus niveles medios y grados de satisfacción y a través del análisis de las razones de satisfacción e insatisfacción laboral.

      El Capítulo III estudia el entorno de trabajo, abarcando tanto los niveles de interés, monotonía y estrés de la relación laboral, como aspectos tan definitorios de la misma como son las condiciones de seguridad e higiene, la jornada y el horario, la exigencia de esfuerzo físico, los beneficios sociales proporcionados por las empresas y la negociación colectiva.

      La organización de la actividad laboral es la materia objeto de estudio en el Capítulo IV, abordando aspectos como la división del trabajo, la subordinación del trabajo de los entrevistados a elementos ajenos, el cambio de tareas y sus repercusiones, los niveles de participación, comunicación, integración e identificación en el seno de la empresa, las actividades de supervisión laboral y la valoración que realizan los entrevistados tanto del contenido de su propio empleo como de las relaciones interpersonales con compañeros y superiores jerárquicos.

      En el Capítulo V se analiza la Formación Profesional Continua impartida en la empresa, abarcando desde los niveles de conocimiento y participación, hasta su grado utilidad para la realización de las tareas propias del puesto de trabajo o la relación de estas actividades formativas con aspectos como la promoción profesional.

      El Capítulo VI estudia la movilidad laboral y geográfica de los ocupados entrevistados, analizando tanto las razones conducentes a aceptar el primer empleo, como los motivos que guiaron el cambio de actividad laboral.

      En el Capítulo VII se aborda la interconexión existente entre la vida laboral de los ocupados y algunos aspectos de su vida familiar, con especial incidencia en la actividad laboral de las mujeres.

      Por último, las principales conclusiones extraídas de la ECVT del año 2001 componen el Capítulo VIII, en el que se analizan, asimismo, las tendencias observables con relación a los datos obtenidos en años anteriores.

      Este informe incluye también un apartado donde se explica la metodología utilizada en la elaboración de la encuesta, el ámbito de investigación y el período de referencia, la descripción de las principales variables, la elaboración de los índices, las características de clasificación y el diseño muestral, y el método de recogida de la información.

       

      CAPÍTULO I. INDICADORES DE CALIDAD DE VIDA EN EL TRABAJO

      En este Capítulo se analizan una serie de índices normalizados, a través de los cuales se evalúan los niveles de satisfacción de los trabajadores entrevistados en relación a su calidad de vida en el trabajo, condiciones de trabajo y orgullo por su actividad laboral, así como sus niveles de alienación, participación, integración y autonomía en su actividad o empleo.

      Para la población ocupada entrevistada se han obtenido los siguientes índices normalizados:

      Índice de calidad de vida en el trabajo

      En este índice se refleja una visión global de la situación laboral de los ocupados entrevistados. Está formado por una serie de variables de tipo objetivo: independencia laboral, no tener que trabajar los fines de semana, realización de las comidas en casa, y relación entre el número de personas que conviven en el hogar y el número de habitaciones de la vivienda; y un conjunto de variables de carácter subjetivo: satisfacción en el trabajo, ambiente laboral y cansancio físico o psíquico.

      Dichas variables se puntúan y normalizan según una escala de cero a diez puntos, en la que cero mide nula calidad de vida laboral, y diez refleja una óptima calidad de vida en el trabajo.

      GRÁFICO 1.1
      Índice de calidad de vida en el trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      La Tabla 1.1 refleja que el índice medio de calidad de vida en el trabajo en el año 2001 es bastante satisfactorio, situándose en 4,93 puntos, y produciéndose un leve incremento de 0,08 puntos con respecto al mismo índice en el año 2000, en el que fue de 4,85 puntos, y consolidando así la tendencia ascendente de los tres años en los que se ha realizado la ECVT (el índice de calidad de vida en el trabajo del año 1999 fue de 4,68 puntos)

      Las mujeres ocupadas (5,03 puntos) tienen en el año 2001 mejor calidad de vida laboral que los varones ocupados (4,86 puntos), incrementándose los índices de calidad laboral al aumentar la edad de los ocupados hasta los 6,08 puntos correspondientes a los ocupados de 65 y más años. Asimismo, son los universitarios los que tienen mayor calidad de vida en el trabajo que realizan (5,54 puntos)(Tabla 1.1)

      Por situación profesional, ocupación, y sector de actividad, en el año 2001, son los cooperativistas (5,75 puntos) y los empresarios o profesionales con asalariados (5,74 puntos), los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (5,84 puntos), y los ocupados en el sector servicios (5,03 puntos) los que presentan unos mayores índices de calidad de vida en su actividad laboral (Tabla 1.2)

      Finalmente, la Tabla 1.3 refleja que los ocupados residentes en la comunidad autónoma de Aragón (5,74 puntos) y quienes habitan en ciudades de menos de 50.000 habitantes (5,03) y de 100.001 a 1.000.000 de habitantes (5,05 puntos) tienen una buena calidad de vida en su trabajo y superior a la del resto de ocupados que residen en otras ciudades o tamaños de municipios.

      Respecto al año 2000, en este último año se han producido mejoras en el índice de calidad de vida en el trabajo en casi todas las ocupaciones (excepto en empleados administrativos, en trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercio y fuerzas armadas), en todas las situaciones profesionales (excepto en empresarios o profesionales con asalariados y cooperativistas) y en todos los sectores (excepto en el sector de la construcción)

      Índice de condiciones de trabajo

      Este índice se compone de las variables siguientes: no-subordinación del trabajo al ritmo de una máquina, trabajo en equipo, no tener que realizar trabajo nocturno ni por turnos, tiempo necesario para desplazarse hasta el lugar de trabajo, no aburrirse en el trabajo, no terminar la jornada laboral demasiado cansado ni estresado, no trabajar en condiciones peligrosas, y no realizar un gran esfuerzo físico en el trabajo.

      Estas variables se puntúan y normalizan según una escala de cero a diez puntos, en la que cero mide las condiciones de trabajo pésimas, y diez refleja las mejores condiciones laborales.

      GRÁFICO 1.2
      Índice de condiciones de trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El índice medio de satisfacción de los ocupados entrevistados con sus condiciones de trabajo es de 6,07 puntos en el año 2001, superior en 0,01 puntos al obtenido en el año 2000, que fue de 6,06 puntos, y en 0,04 puntos al índice del año 1999 (6,03 puntos)

      En el año 2001, las mujeres ocupadas están más satisfechas con sus condiciones laborales (6,44 puntos) que los varones ocupados (5,84 puntos), y son los trabajadores de 65 y más años (6,81 puntos) y los universitarios (6,79 puntos) quienes realizan su actividad en mejores condiciones de trabajo, frente a los jóvenes de 16 a 19 años (6,01 puntos) y a los ocupados con estudios primarios (5,67 puntos), que son quienes manifiestan menores índices de satisfacción con sus condiciones laborales (Tabla 1.1)

      Por situación profesional, las mejores condiciones laborales son las de quienes trabajan sin salario en negocios familiares (6,82 puntos) y las de los asalariados del sector público (6,47 puntos) Por ocupación y sector de actividad, son los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (6,94 puntos) y los trabajadores del sector servicios (6,28 puntos) quienes gozan de mejores circunstancias de trabajo (Tabla 1.2)

      Los ocupados residentes en La Rioja (6,50 puntos) y en ciudades de más de un millón de habitantes (6,18 puntos) son quienes manifiestan en el año 2001 mayor conformidad con su situación laboral (Tabla 1.3)

      En relación al año 2000, en este último año las condiciones de trabajo han mejorado en las mujeres ocupadas, en los que tienen edades entre 20 y 29 años y mayores de 45 años, en los ocupados universitarios y con niveles de estudios inferiores a primarios, en los asalariados del sector público y trabajadores sin salario en negocio familiar, en los que tienen ocupaciones de dirección, técnicos, empleados administrativos, trabajadores cualificados en agricultura y pesca y de las fuerzas armadas, y en los sectores agrario y de la industria.

      Índice de orgullo en el trabajo

      Para construir este índice, se han considerado las siguientes variables: utilidad del trabajo de los ocupados entrevistados para ayudar a la gente, provecho de su trabajo para la sociedad, orgullo de los ocupados de trabajar para su empresa, orgullo de los ocupados con su propio empleo, y grado de identificación de los trabajadores con los problemas de su empresa.

      Las referidas variables se puntúan y normalizan según una escala de cero a diez puntos, en la que cero indica la total ausencia de orgullo, y diez refleja el máximo nivel de orgullo.

      GRÁFICO 1.3
      Índice de orgullo en el trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      La Tabla 1.1 refleja que el nivel medio de orgullo laboral para el conjunto de ocupados entrevistados es de 6,69 puntos en el año 2001, lo que supone un incremento de 0,47 puntos respecto al año 2000, en el que dicho índice fue de 6,22 puntos.

      Los varones ocupados (6,80 puntos) están en el año 2001 más orgullosos con su empleo que las mujeres ocupadas (6,50) (Tabla 1.1)

      Los ocupados de 65 y más años (7,80 puntos), los universitarios (7,28 puntos), los empresarios o profesionales con asalariados (8,63 puntos), los directivos de empresas y de la Administración Pública (8,37 puntos), los ocupados en el sector servicios (6,89 puntos), los trabajadores residentes en Extremadura (7,65 puntos) y los vecinos de pequeños municipios de menos de 10.000 habitantes (6,91 puntos) son quienes más orgullosos con su trabajo se manifiestan en el año 2001 (Tabla 1.1, Tabla 1.2 y Tabla 1.3)

      Por el contrario, las citadas Tablas revelan que, asimismo para el año 2001, son los ocupados de 19 y menos años (5,51 puntos), quienes poseen estudios primarios (6,45 puntos), los asalariados del sector privado (6,10 puntos), los trabajadores no cualificados (5,34 puntos), los ocupados en el sector industrial (6,27 puntos), los trabajadores residentes en Navarra (6,22) y los ocupados vecinos de grandes núcleos urbanos de más de un millón de habitantes (6,19 puntos) quienes menos orgullosos se sienten con su actividad laboral.

      Respecto al año 2000, los índices de orgullo en el trabajo en el año 2001 aumentan en todos los tramos de edad, en todos los niveles de estudios, en todas las situaciones profesionales (excepto en los empresarios o profesionales con asalariados, en los trabajadores sin salario en negocios familiares y en los cooperativistas), en todas las ocupaciones (excepto en las fuerzas armadas) y en todos los sectores.

      Para la población asalariada entrevistada se han obtenido los siguientes indicadores normalizados:

      Índice de alienación en el puesto de trabajo

      Para la elaboración de este índice se han valorado las siguientes variables: interés de los asalariados entrevistados en cambiar de trabajo, aburrimiento en el trabajo, distracción durante la jornada de trabajo, actividad laboral ni atractiva ni interesante, abstenerse de participar en las decisiones que guardan relación con sus tareas, imposibilidad de los asalariados de opinar sobre su trabajo, no-valoración de sus sugerencias por parte de sus jefes y desconocimiento de los asalariados del organigrama y objetivos de su empresa.

      Dichas variables se puntúan y normalizan según una escala de cero a diez puntos, en la que cero indica la nula alienación laboral de los asalariados, y diez refleja el máximo nivel de alienación.

      GRÁFICO 1.4
      Índice de alienación en el trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      En el año 2001, el índice de alienación para el conjunto de asalariados entrevistados continua siendo bajo, situándose en 2,09 puntos, dato muy similar al registrado en el año 2000, que fue de 2,06 puntos (Tabla 1.4)

      Analizando con más detalle las características poblacionales de los ocupados, se obtiene que los colectivos de asalariados con mayores cotas de alienación laboral son las mujeres (2,11 puntos), los menores de 20 años (3,28 puntos), los asalariados con estudios inferiores a primarios (3,06 puntos), los trabajadores no cualificados (3,41 puntos), los ocupados en el sector de la agricultura y la pesca (3,66 puntos), los asalariados residentes en la Comunidad de Murcia (2,60 puntos) y quienes habitan en municipios de menos de 10.000 habitantes (2,27 puntos) (Tabla 1.4, Tabla 1.5 y Tabla 1.6)

      Los menores índices de alienación laboral corresponden a los asalariados de 65 años en adelante (0,24 puntos) y a los directivos de empresas y de la Administración Pública (0,49 puntos) (Tabla 1.4, Tabla 1.5 y Tabla 1.6)

      Además, los niveles de alienación han descendido respecto al año 2000, en el colectivo de mujeres, en los asalariados con edades de 25 a 29 años y mayores de 55 años, en los trabajadores con estudios universitarios, y en las ocupaciones de dirección, técnicos y profesionales, de operadores de instalaciones y montadores, y en las fuerzas armadas.

      Índice de participación en el puesto de trabajo

      Las variables que integran este índice son las decisiones que pueden tomar los asalariados entrevistados sobre la realización de su trabajo, las opiniones que pueden dar respecto a su actividad laboral, valoración que realizan los jefes sobre las sugerencias de los asalariados, ambiente estimulante de trabajo y participación de los asalariados en cursos de formación profesional continua y en beneficios sociales.

      Estas variables se puntúan y normalizan según una escala de cero a diez puntos, en la que cero indica la nula participación de los asalariados, y diez refleja el máximo nivel de participación.

      GRÁFICO 1.5
      Índice de participación en el puesto de trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El nivel medio de participación de los asalariados entrevistados en el año 2001 es de 3,88 puntos, lo que supone un incremento de 0,16 puntos respecto a los niveles de participación en el año 2000, en el que se situaban en 3,72 puntos (Tabla 1.4)

      La Tabla 1.4 refleja también que, en el año 2001, las asalariadas (3,99 puntos) participan en su empleo más que los asalariados (3,80 puntos), invirtiéndose así los datos obtenidos en el año 2000, en el que los varones (3,75 puntos) intervenían más que las mujeres (3,66 puntos) en asuntos concernientes a su actividad laboral.

      Asimismo, en dicha tabla se observa que los niveles de participación aumentan al incrementarse la edad de los asalariados (con la excepción de los trabajadores de 65 y más años), y que son los universitarios quienes más intervienen en temas propios de su trabajo (5,03 puntos)

      Los directivos de empresas y de la Administración Pública (6,65 puntos) y los trabajadores no cualificados (2,61 puntos) son, respectivamente, los asalariados que en el año 2001 más y menos intervienen en temas referentes a su puesto de trabajo.

      Asimismo, son los trabajadores del sector servicios (4,23 puntos), los asalariados residentes en Extremadura (4,47 puntos) y los habitantes en municipios de 50.001 a 100.000 personas (4,05 puntos) quienes más participan en su actividad laboral, frente a los ocupados en el sector agrario (2,28 puntos), a los residentes en Castilla-León (2,99 puntos) y a los asalariados que viven en municipios de menos de 10.000 habitantes (3,66 puntos), que son los que tienen menores niveles de participación en su puesto de trabajo (Tabla 1.5 y Tabla 1.6)

      En el año 2001, la participación del asalariado en su trabajo se ha incrementado, en relación al año anterior, en los varones y mujeres, en todas las edades (excepto los de 16 a 19 años), en todos los niveles de estudios (excepto los primarios), en la práctica totalidad de las ocupaciones con excepción de los directores, los trabajadores cualificados y artesanos y las fuerzas armadas y en todos los sectores, excepto en la construcción.

      Índice de integración en el puesto de trabajo

      Componen este índice las variables siguientes: conocimiento de los asalariados entrevistados de los objetivos y organigrama de su empresa, conocimiento del convenio colectivo o estatuto de regulación y de las ofertas empresariales en materia de formación profesional continua, relaciones personales mantenidas por los asalariados con sus compañeros de trabajo y superiores, y la disposición para trabajar más para favorecer los objetivos de la empresa.

      Las referidas variables se han puntuado y normalizado según una escala de cero a diez puntos, en la que cero indica la nula integración laboral de los asalariados, y diez refleja el máximo nivel de integración.

      GRÁFICO 1.6
      Índice de integración en el puesto de trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El índice de integración de los asalariados entrevistados en su puesto de trabajo durante el año 2001 (2,78 puntos) se ha incrementado en 0,15 puntos respecto al que existía en el año 2000 (2,63 puntos) (Tabla 1.4)

      Analizando las características poblacionales de los asalariados, se obtiene que los varones (2,81 puntos), los asalariados con edad igual o superior a los 65 años (3,48 puntos), los universitarios (3,84 puntos), los directivos de empresas y de la Administración Pública (5,68 puntos), los asalariados del sector servicios (3,05 puntos), los residentes en Asturias (3,73 puntos) y los vecinos de municipios de 100.001 a 1.000.000 de habitantes (3,00 puntos) son los colectivos que manifiestan en el año 2001 mayores niveles de integración en su puesto de trabajo (Tabla 1.4, Tabla 1.5 y Tabla 1.6)

      Con relación al año 2000, el aumento en la integración del asalariado en su trabajo está en consonancia con el incremento en el índice de participación mencionado anteriormente, y se produce tanto en los varones como en las mujeres, en todos las edades (excepto en los de 16 a 19 años), en los niveles de estudios secundarios y universitarios, en todas las ocupaciones (excepto en los artesanos y trabajadores cualificados en industria, trabajadores no cualificados y las fuerzas armadas) y en los sectores de actividad de la industria y servicios.

      Índice de autonomía en el puesto de trabajo

      La confección de este índice incluye variables relacionadas con la creatividad (consideración por los asalariados de su trabajo como interesante, participación en las decisiones que afectan a su empleo), con la participación ( los asalariados pueden opinar sobre su trabajo y sus puntos de vista son valorados por sus superiores), con la integración (conocimiento del organigrama y objetivos de su empresa), y con la flexibilidad horaria (los asalariados pueden decidir el momento de comenzar y finalizar su jornada ordinaria de trabajo, pueden disfrutar de descansos durante la jornada y pueden gozar de un día libre no recuperable)

      Las variables anteriormente citadas se han puntuado y normalizado según una escala de cero a diez puntos, en la que cero indica nula autonomía laboral de los asalariados, y diez refleja el máximo nivel de autonomía de los asalariados en su puesto de trabajo.

      GRÁFICO 1.7
      Índice de autonomía en el puesto de trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

        La Tabla 1.4 refleja que en el año 2001 el nivel medio de autonomía de los asalariados encuestados es de 3,83 puntos, produciéndose un incremento de 0,18 puntos con relación al mismo índice del año 2000, que fue de 3,65 puntos.

      Por sexo, los asalariados (3,84 puntos) y asalariadas (3,82 puntos) gozan de niveles muy similares de autonomía laboral en al año 2001, siendo, por el contrario, notables las diferencias existentes entre los niveles de independencia laboral de los asalariados cuando se analiza por edad (5,49 puntos para los trabajadores de 65 y más años, y 2,43 puntos para los menores de 20 años), y por nivel de estudios (5,15 puntos para los asalariados con estudios universitarios, y 2,75 puntos para aquellos que carecen de estudios) (Tabla 1.4)

      Del mismo modo son los directivos de empresas y de la Administración Pública (7,07 puntos), los asalariados del sector servicios (4,18 puntos), los residentes en Asturias (4,70 puntos) y los asalariados que habitan en municipios de 50.001 a 100.000 habitantes (4,06 puntos) los colectivos que realizan su trabajo con mayores cotas de autonomía.

      Respecto al año 2000, en el año 2001 el incremento en el índice de autonomía se observa en edades de más de 19 años, en todos los niveles de estudios (excepto en estudios primarios), en todas las ocupaciones (excepto en los trabajadores cualificados, artesanos, y las fuerzas armadas), y en los asalariados de todos los sectores, a excepción de los de la construcción.

      Como conclusión de todo lo expuesto anteriormente, se deduce que continuando con la tendencia de los dos últimos años, la situación en la que se encuentran los ocupados españoles en el año 2001 es bastante satisfactoria, con un índice de calidad de vida bastante bueno, unos altos niveles de orgullo y de condiciones de trabajo, y que además han mejorado con respecto a los dos últimos años, un bajo nivel de alienación y unos índices medios de participación, integración y autonomía, los cuales también se han incrementado en este último año.

       

      CAPÍTULO II. SATISFACCIÓN EN EL TRABAJO

      El objeto de este Capítulo es analizar los niveles medios, grados y razones de satisfacción laboral de los ocupados entrevistados, así como los motivos fundamentales de la insatisfacción en el trabajo.

      Niveles medios y grados de satisfacción en el trabajo

      La Tabla 2.1 manifiesta que el nivel medio de satisfacción en el trabajo que realizan los ocupados es de 6,79 puntos, en una escala de 0 a 10, siendo ligeramente más alto en los varones (6,83 puntos) que en las mujeres (6,74 puntos)

      Respecto al grado de satisfacción laboral, la Tabla 2.2 refleja que el 89,7 por ciento de los ocupados están satisfechos o muy satisfechos con su empleo (el 49 por ciento se consideran muy satisfechos), siendo, asimismo, ligeramente superior el grado de satisfacción en los varones (49,3 por ciento muy satisfechos y 41 por ciento satisfechos) que en las mujeres (48,3 por ciento muy satisfechas y 40,1 por ciento satisfechas)

      Por edades, son los ocupados con edades comprendidas entre 16 y 19 años y mayores de 44 años los que tienen unos mayores niveles medios de satisfacción laboral, destacando especialmente los de 65 y más años (7,63 puntos)

      Los grados de satisfacción en el empleo corroboran los datos anteriores, pues son los ocupados de 65 años en adelante quienes más se manifiestan como muy satisfechos con un porcentaje que se sitúa en un 61,4 por ciento, seguidos por los de 45 a 64 años, y los de 16 y 19 años, mientras que los entrevistados con edad comprendida entre los 20 y los 24 años solo se manifiestan muy satisfechos con su actividad en un 44,1 por ciento.

      Los universitarios son los ocupados con mayor nivel medio (7,07 puntos) y mayor grado de satisfacción con su empleo (54,6 por ciento de muy satisfechos), siendo las mujeres y los varones con estudios primarios quienes menores niveles medios de satisfacción laboral expresan (6,34 puntos y 6,71 puntos, respectivamente)

      Por situación profesional, son los varones cooperativistas (8,13 puntos) los ocupados con mayor nivel medio de satisfacción, si bien resulta muy relevante también que las mujeres empresarias o profesionales con asalariados alcancen 7,70 puntos como nivel medio de satisfacción con su actividad laboral.

      Los empresarios con asalariados y los cooperativistas son, asimismo, quienes en mayor porcentaje se manifiestan muy satisfechos con su trabajo (67 por ciento y 61,9 por ciento, respectivamente)

      Los técnicos y profesionales científicos e intelectuales son los ocupados con mayor nivel medio y mayor grado de satisfacción en el trabajo (7,34 puntos y el 60,5 por ciento de muy satisfechos respectivamente), siendo los miembros de las fuerzas armadas quienes menos a gusto se manifiestan en su empleo (6,10 puntos de nivel medio de satisfacción y un 36,3 por ciento de muy satisfechos)

      Según secciones de actividad económica, los ocupados en educación son quienes presentan mayores niveles medios de satisfacción laboral (7,49 puntos)

      Por sectores de actividad, los ocupados en el sector servicios son quienes más se manifiestan como muy satisfechos con su empleo (50,4 por ciento)

      Es en las comunidades de Cataluña, Baleares y Murcia donde los ocupados presentan unos más altos niveles medios de satisfacción (7,08 puntos, 7,07 y 7,06 puntos), frente a quienes realizan su actividad laboral en Asturias y en Cantabria, que son quienes menos satisfechos se encuentra con dicha actividad (6,50 puntos y 6,49 puntos, respectivamente)

      Por tamaño del municipio, los mayores niveles medios de satisfacción en el trabajo se producen en los ocupados residentes en municipios comprendidos entre 50.001 y 1.000.000 de habitantes (en torno a 6,90 puntos), y los menores niveles, entre los ocupados de las grandes ciudades de más de un millón de habitantes (6,39 puntos)

      En la misma línea, son los ocupados residentes en poblaciones de 50.001 a 100.000 habitantes (51 por ciento de muy satisfechos) y en poblaciones de más de un millón de habitantes (41,9 por ciento de muy satisfechos), quienes expresan el mayor y el menor grado de satisfacción laboral, respectivamente.

      Con relación a los datos de satisfacción obtenidos en el año 2001 y comparados con los del año 2000, el Gráfico 2.1 pone de manifiesto que en el año 2001 se incrementa en dos puntos el porcentaje de ocupados que se encuentran muy satisfechos con su trabajo actual (49,0 por ciento en 2001 y 47,0 por ciento en 2000), aumentando en un punto porcentual el número de ocupados satisfechos con su empleo en el año 2001 (40,7 por ciento) con relación a los trabajadores que se manifestaron satisfechos en el año 2000 (39,7 por ciento)

      GRÁFICO 2.1
      Ocupados, según su grado de satisfacción con su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El nivel medio de satisfacción se ha normalizado y varía según una escala de cero a diez puntos. Respecto a los datos relativos a grados de satisfacción, estos se han obtenido mediante una escala comprendida entre los valores 1 y 10 y los valores se han agregado del modo siguiente: 8, 9 y 10 (muy satisfecho), 5, 6 y 7 (satisfecho), y 1, 2, 3 y 4 (poco satisfecho)

      Razones de satisfacción en el trabajo

      El Gráfico 2.2 revela las razones de satisfacción en el trabajo de los ocupados que se manifestaron genéricamente satisfechos con su empleo; es decir, de aquellos trabajadores que respondieron valores comprendidos entre 5-7 (satisfechos) y entre 8-10 (muy satisfechos) en la escala referida en al párrafo anterior (Véase Gráfico 2.1)

      La principal causa de satisfacción laboral en el año 2001 es el gusto por el trabajo (24,5 por ciento), si bien desciende en casi cinco puntos porcentuales respecto al año 2000 (29,2 por ciento)

      No obstante, el dato más relevante es el descenso en más de cinco puntos porcentuales en el año 2001 con respecto al año 2000 del factor de estabilidad laboral como determinante de la satisfacción en el empleo (3,4 por ciento y 8,8 por ciento, respectivamente)

      Cabe destacar, asimismo, que en el año 2001 los ocupados valoran mucho más otras razones de satisfacción en el trabajo como el compañerismo (11,8 por ciento en 2001; 9,2 por ciento en 2000), el buen horario laboral (7,5 por ciento y 5,1 por ciento, respectivamente) y el desarrollo personal (7,4 por ciento en 2001; 5,4 por ciento en 2000)

      Por otra parte, la valoración de la obtención de un buen salario en el año 2001 (7,7 por ciento) es muy similar a la que ya obtuvo en el año 2000 (7,9 por ciento)

      GRÁFICO 2.2
      Ocupados, según las razones de satisfacción con su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Por ocupaciones (Tabla 2.3), el gusto por el trabajo que se desarrolla es la razón fundamental para todos los trabajadores entrevistados (con porcentajes que oscilan entre el 32,0 por ciento en las fuerzas armadas y 18,5 por ciento de los empleados administrativos), excepto para los trabajadores no cualificados, para quienes el buen ambiente laboral (16,6 por ciento) es la causa básica de satisfacción laboral.

      El desarrollo personal o vocación es una razón importante de satisfacción para los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (25,6 por ciento) y para los miembros de las fuerzas armadas (21 por ciento), mientras que la estabilidad en el empleo es una causa escasamente valorada en todas las ocupaciones (entre el 0,5 por ciento -trabajadores de agricultura y pesca- y el 6,1 por ciento -operadores de instalaciones y maquinaria y montadores), excepto por los ocupados en las fuerzas armadas (22,8 por ciento)

      La obtención de un buen sueldo sólo presenta porcentajes superiores al diez por ciento en los operadores y montadores (13,6 por ciento) y en los artesanos y trabajadores cualificados en industrias manufactureras, construcción y minería (10,9 por ciento)

      Los empleados de tipo administrativo son los ocupados que más valoran el buen ambiente en el trabajo y el compañerismo (18,3 por ciento), seguidos por los trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercio (17,4 por ciento) Estos motivos son mínimamente valorados por los directivos de empresas y de la Administración Pública (2 por ciento) y nada valorados por los ocupados en las fuerzas armadas.

      Razones de insatisfacción en el trabajo

      El Gráfico 2.3 expone las cinco razones fundamentales de insatisfacción laboral manifestadas por los ocupados cuyo nivel de satisfacción en su trabajo está comprendido entre los valores 1 y 7 en la escala referida en el Gráfico 2.1.

      El mal sueldo es en el año 2001 (20,7 por ciento) la principal razón de insatisfacción, como también lo fue en el año 2000 (20,1 por ciento) Asimismo, el mal horario de trabajo es la segunda razón de insatisfacción en el empleo en ambos años, si bien en el año 2001 (15,0 por ciento) desciende ligeramente respecto al año 2000 (16,0 por ciento) La poca estabilidad laboral desciende como motivo de insatisfacción en 2001 (5,4 por ciento) respecto al año 2000 (7,1 por ciento)

      Otra razón de insatisfacción significativa es la dureza en el trabajo, y que en el año 2001 supone un 9 por ciento, siendo este porcentaje muy similar al del año 2000 (8,9 por ciento)

      GRÁFICO 2.3
      Ocupados, según las razones de insatisfacción con su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

       

      CAPÍTULO III. ENTORNO DE TRABAJO

      Este Capítulo centra su análisis en determinadas características del trabajo que realizan los ocupados entrevistados, tales como su interés, su monotonía y su nivel de estrés. Estudia, asimismo, las condiciones de seguridad e higiene, la jornada y horario de trabajo en sus diferentes modalidades, la exigencia de esfuerzo físico, los beneficios sociales y la negociación colectiva en el ámbito de la empresa. Con relación a las condiciones de seguridad e higiene se podrá completar su información en la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo que realiza el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que trata de forma monográfica diversos aspectos relacionados con la prevención de riesgos laborales: Organización preventiva de las empresas españolas, problemas de salud más frecuentes y condiciones de seguridad, higiene, ergonomía y psicosociología en las que se desarrolla la actividad laboral de la población trabajadora española. En todo caso, el usuario de los datos deberá considerar la diferente metodología y objetivos de ambas encuestas a la hora de interpretar los datos que se suministran.

      Percepción del trabajo como atractivo e interesante

      El nivel medio con el que los ocupados entrevistados consideran su trabajo atractivo o interesante es de 6,98 puntos, en una escala de 0 a 10 (Tabla 3.1), siendo el 68,1 por ciento de los mismos ocupados los que se muestran de acuerdo en calificar así su empleo (Tabla 3.2)

      Por sexo, los varones ocupados consideran a su trabajo como interesante más que las mujeres ocupadas (7,09 puntos y 6,80 puntos de nivel medio, respectivamente) Asimismo, es mayor el porcentaje de los varones ocupados que se muestran de acuerdo en considerar su trabajo interesante (69,6 por ciento), que el de las mujeres ocupadas que están de acuerdo en calificar su actividad como atractiva (65,5 por ciento)

      Los ocupados de 65 y más años son quienes más interesante consideran su trabajo (8,10 puntos de nivel medio y 79,7 por ciento se muestran de acuerdo), frente a los ocupados de 20 a 24 años (6,47 puntos de nivel medio) y a los ocupados de 16 a 19 años (60,3 por ciento de acuerdo), que son a los que menos atractivo les parece su empleo.

      Por nivel de estudios, son los ocupados universitarios quienes más atractivo encuentran su trabajo (8,02 puntos de nivel medio) y quienes más de acuerdo se muestran en considerar interesante su empleo (83,4 por ciento); siendo los empresarios o profesionales con asalariados quienes, asimismo, manifiestan el mayor nivel medio de trabajo interesante y el mayor grado de acuerdo (8,23 puntos de nivel medio y 86,3 por ciento se muestran de acuerdo, respectivamente)

      Por ocupación, las diferencias son notables entre los técnicos y profesionales científicos e intelectuales que son los que más consideran interesante su trabajo (8,61 puntos de nivel medio y 91,3 por ciento se muestran de acuerdo) y los trabajadores no cualificados que son los que menos perciben su trabajo como atractivo o interesante (5,15 puntos y 41,8 por ciento, respectivamente)

      Los ocupados en educación y en actividades sanitarias y servicios sociales son quienes más interesante consideran su trabajo (8,33 puntos de nivel medio y en torno a un 87,5 por ciento se muestran de acuerdo), frente al personal doméstico, que es el colectivo de trabajadores que menos atractiva encuentran su actividad laboral (4,79 puntos de nivel medio y un 37,9 por ciento de acuerdo)

      Extremadura y Cataluña son las comunidades donde los ocupados consideran su trabajo más interesante (7,44 puntos y 7,39 puntos de nivel medio, respectivamente), siendo los ocupados que residen en Murcia y en Madrid los que menos perciben su trabajo como atractivo o interesante (6,42 puntos y 6,73 puntos de nivel medio, respectivamente)

      Por tamaño del municipio, son los ocupados en núcleos de 50.001 a 100.000 habitantes quienes más interesante conceptúan su empleo (70,9 por ciento de acuerdo)

      Monotonía y aburrimiento en el trabajo

      El nivel medio de monotonía y aburrimiento en el trabajo de los ocupados entrevistados es de 3,21 puntos, en una escala de 0 a 10, (Tabla 3.3) De la misma Tabla se desprende que los varones realizan trabajos más tediosos que las mujeres, que al aumentar la edad de los ocupados disminuyen los niveles de aburrimiento laboral y que son los universitarios y los empresarios y profesionales con asalariados quienes realizan actividades laborales menos monótonas. Asimismo, puede afirmarse que los empleos más monótonos son los que desarrollan los trabajadores no cualificados y los ocupados en industrias extractivas, siendo los trabajadores residentes en Murcia y en la Comunidad Valenciana quienes realizan trabajos más tediosos. Por último, los mayores niveles medios de aburrimiento en la jornada laboral se producen entre los ocupados que viven en grandes ciudades de más de un millón de habitantes.

      Respecto a la frecuencia con que los ocupados perciben su jornada como aburrida o monótona, la Tabla 3.4 constata que únicamente el 10,6 por ciento de ellos se aburren en su trabajo siempre o frecuentemente, frente al 59 por ciento que no lo hacen casi nunca o nunca, y al 29,7 por ciento de ocupados que consideran tedioso su empleo algunas veces.

      En el Gráfico 3.1 se observa que son los miembros de las fuerzas armadas y los técnicos y profesionales científicos e intelectuales quienes menos aburrido consideran su trabajo (en ambas ocupaciones el 4,2 por ciento lo hacen siempre o frecuentemente), frente a los trabajadores no cualificados y a los empleados de tipo administrativo, que perciben su empleo como monótono siempre o frecuentemente en un 18,1 por ciento y en un 13,2 por ciento, respectivamente.

      GRÁFICO 3.1
      Ocupados, según la frecuencia de percepción de su jornada laboral como
      aburrida o monótona, por ocupación

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Estrés en el trabajo

      El nivel medio de estrés en el trabajo de los ocupados entrevistados es de 4,78 puntos, en una escala de 0 a 10, (Tabla 3.5), siendo el 31,8 por ciento de los mismos quienes siempre o frecuentemente perciben su actividad como estresante, frente al 34,7 por ciento de ocupados que casi nunca o nunca trabajan en condiciones estresantes (Tabla 3.6)

      Por sexo, los varones (4,84 puntos de nivel medio y 32,4 por ciento de percepción de estrés siempre o frecuentemente) trabajan en condiciones de estrés muy similares a las de las mujeres (4,68 puntos y 30,8 por ciento, respectivamente)

      Los ocupados de 65 y más años son quienes tienen menos nivel medio de estrés en el trabajo (2,99 puntos de nivel medio), frente a los ocupados con edad comprendida entre los 45 y los 54 años que son los trabajadores con mayor nivel medio de estrés (4,97 puntos)

      Por nivel de estudios, son los ocupados con estudios inferiores a primarios quienes soportan el menor nivel medio de estrés (4,24 puntos) y quienes en menor grado padecen estrés laboral (el 24,2 por ciento lo perciben siempre o frecuentemente) Los universitarios son los ocupados con mayor incidencia del estrés en su trabajo (5,46 puntos de nivel medio y 39,4 por ciento de percepción de estrés siempre o frecuentemente)

      Los trabajadores sin salario en el negocio familiar son los ocupados con menores niveles medios de estrés en el trabajo (3,28 puntos), siendo los empresarios o profesionales con asalariados quienes más estrés laboral soportan (5,48 puntos de nivel medio)

      Por ocupación, los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (5,76 puntos de nivel medio y 44,2 por ciento de percepción de estrés siempre o frecuentemente) son los ocupados en los que más incide el estrés laboral, frente a los miembros de las fuerzas armadas, que son los que manifiestan menos estrés, con un nivel medio de 3,27 puntos y una percepción de estrés siempre o frecuentemente del 3,5 por ciento.

      Los ocupados en actividades pesqueras (6,81 puntos de nivel medio) son quienes mayor estrés laboral padecen, siendo el personal doméstico el colectivo de ocupados en el que menos incide el estrés (3,04 puntos de nivel medio)

      Los trabajadores de Cataluña (5,17 puntos), Asturias (5,05 puntos) y el País Vasco (5,05 puntos) son los ocupados con mayores niveles medios de estrés en el empleo, frente a quienes trabajan en Castilla y León (4,02 puntos) y en La Rioja (4,00 puntos), cuyos niveles medios de estrés son los menores.

      Por tamaño del municipio, el estrés repercute fundamentalmente en los ocupados en grandes ciudades de más de un millón de habitantes (5,36 puntos de nivel medio y 39,3 por ciento de percepción de estrés siempre o frecuentemente), frente a los ocupados en núcleos inferiores a los 10.000 habitantes, cuyo nivel medio de estrés es de 4,32 puntos.

      Condiciones de seguridad e higiene en el trabajo

      En el Gráfico 3.2 se observa que el 77,3 por ciento de los ocupados entrevistados están genéricamente satisfechos con las condiciones de seguridad e higiene en el ámbito de su empresa (el 24 por ciento se manifiestan muy satisfechos con las referidas medidas), mientras que sólo el 8,3 por ciento de ocupados están insatisfechos o muy insatisfechos con sus condiciones de seguridad e higiene que hay en su trabajo.

      GRÁFICO 3.2
      Ocupados, según el nivel de satisfacción
      con sus condiciones de seguridad e higiene en el trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

       Las Tablas 3.7, 3.8 y 3.9 analizan la peligrosidad laboral, la protección de los ocupados frente a ella y la información sobre los riesgos laborales.

      El 12,5 por ciento de los ocupados entrevistados consideran que trabajan en condiciones peligrosas siempre o frecuentemente, frente al 69,7 por ciento de los mismos que no perciben esos riesgos laborales casi nunca o nunca.

      La desagregación por secciones de actividad corrige y matiza los datos generales, pues frente a actividades con muy bajo porcentaje de peligrosidad (intermediación financiera y educación, ambas con el 2,3 por ciento de percepción de peligro siempre o frecuentemente) existen otras actividades con porcentajes muy relevantes (pesca -63,2 por ciento-, industrias extractivas -41,6 por ciento- y construcción -27,8 por ciento-) (Tabla 3.7)

      La Tabla 3.8 revela que el 77,1 por ciento de los ocupados que trabajan en condiciones peligrosas se protegen frente a ellas siempre o frecuentemente, siendo sólo un 6,4 por ciento de los mismos quienes no lo hacen casi nunca o nunca. Por actividad, los datos obtenidos evidencian que en todos los sectores los ocupados se protegen siempre o frecuentemente frente al riesgo laboral en porcentajes superiores al 60 por ciento, oscilando entre el 64,2 por ciento en pesca y el 89,3 por ciento en industrias extractivas.

      Respecto a la información sobre los riesgos laborales, la Tabla 3.9 evidencia que el 68,6 por ciento de los ocupados entrevistados recibe información de su empresa o se informa personalmente de esta contingencia, frente al 14,9 por ciento que no lo hacen casi nunca o nunca. Las industrias extractivas y la intermediación financiera son las secciones de actividad en las que sus ocupados están informados siempre o frecuentemente en un porcentaje mayor, (92,4 por ciento y 84,7 por ciento, respectivamente)

      Esfuerzo físico

      El 55,3 por ciento de los ocupados no necesita casi nunca o nunca realizar esfuerzo físico para el desarrollo de su actividad laboral, frente al 20,1 por ciento, que es el porcentaje de quienes han de hacerlo frecuentemente o siempre (Gráfico 3.3)

      GRÁFICO 3.3
      Ocupados, según la necesidad de realización de esfuerzo físico en su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Jornada y horario de trabajo

      El Gráfico 3.4 revela que casi seis de cada diez ocupados encuestados (57,7 por ciento) lleva a cabo su trabajo en jornada continuada, frente a quienes deben realizarlo en jornada partida, que son algo más de cuatro de cada diez trabajadores (42,3 por ciento)

      GRÁFICO 3.4
      Ocupados, según el tipo de jornada

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Asimismo, casi ocho de cada diez ocupados (78,9 por ciento) no han de trabajar nunca en jornada nocturna, mientras que casi dos de cada diez ocupados (16,9 por ciento) trabajan por la noche a veces y un poco más de cuatro lo hacen siempre (4,2 por ciento) (Gráfico 3.5)

      GRÁFICO 3.5
      Ocupados, según la realización de jornadas especiales
      Trabajo nocturno

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      En el Gráfico 3.6 se observa que el 16,4 por ciento de los ocupados entrevistados han de realizar su trabajo en modalidad de turnos, frente al 83,6 por ciento de ellos que nunca se ven sometidos a los mismos. El Gráfico pone de relieve, asimismo, que el 67,8 por ciento de los ocupados que trabajan en turnos han de hacerlo en fines de semana.

      GRÁFICO 3.6
      Ocupados, según la realización de jornadas especiales
      Trabajo por turnos y en fin de semana

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Respecto a la flexibilidad laboral de los ocupados en el desarrollo de su trabajo, la investigación se centra en la posibilidad de modificar los horarios de entrada y salida, en los descansos durante la jornada y en la flexibilidad para tomarse un día libre.

      Con relación a la flexibilidad horaria, el Gráfico 3.7.A revela que el 60,3 por ciento de los ocupados nunca o casi nunca pueden decidir el momento de comenzar y finalizar su jornada habitual de trabajo (45,9 por ciento, no pueden hacerlo nunca), frente al 25,1 por ciento, que es el porcentaje de trabajadores entrevistados que siempre o frecuentemente deciden su entrada y salida del trabajo.  

      GRÁFICO 3.7.A
      Ocupados, según la flexibilidad para la realización de su horario habitual
      Llegar o marcharse

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      La Tabla 3.10 analiza la flexibilidad en llegar o marcharse del trabajo desde diversas variables, desprendiéndose de ella que los niveles de flexibilidad horaria para decidir el momento de comienzo y finalización de la jornada habitual de trabajo es mayor en los varones que en las mujeres, se incrementa al aumentar la edad de los ocupados, lo disfrutan en mayor porcentaje quienes trabajan sin salario en el negocio familiar y los trabajadores cualificados en la agricultura y la pesca, quienes ocupan cargos directivos de las empresas y de la Administración Pública y es más habitual en el sector primario y en pequeños municipios de menos de 10.000 habitantes.

      Por el contrario, según se desprende de los datos del Gráfico 3.7.B, es mayor el porcentaje de ocupados que siempre o frecuentemente pueden decidir la realización de descansos durante la jornada habitual de trabajo (35,6 por ciento) que el de quienes no pueden hacerlo casi nunca o nunca (33,8 por ciento), siendo también importante el número de ocupados que algunas veces tienen la posibilidad de tener descansos en dicho trabajo (29,6 por ciento)

      GRÁFICO 3.7.B
      Ocupados, según la flexibilidad para la realización de su horario habitual
      Descansos durante la jornada

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Por último, y con relación a la posibilidad de tomar un día libre, el Gráfico 3.8 pone de manifiesto que el 48,4 por ciento de ocupados tienen libertad para poder hacerlo sin pérdida de retribución o de vacaciones, frente al 45,6 por ciento que carecen de la posibilidad de elegir esta opción.

      GRÁFICO 3.8
      Ocupados, según la flexibilidad para tomar un día libre en el trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Beneficios sociales

      La Tabla 3.11 refleja los diferentes beneficios de carácter social que las empresas proporcionan a los asalariados que en ellas prestan sus servicios.

      Con carácter general, el porcentaje de asalariados que reciben este tipo de beneficios fluctúa entre el 3,2 por ciento de asalariados que reciben ayudas a través de economatos y el 25,6 por ciento de asalariados que se benefician de ayudas para la formación financiadas por sus empresas, pasando por el 3,5 por ciento de asalariados que se benefician de servicios de guarderías, el 7,6 por ciento de ayudas para la vivienda, el 8,5 por ciento de planes de pensiones complementarias a las de la Seguridad Social y el 16,2 por ciento de asalariados que gozan de comedor para empleados.

      Por sectores institucionales, las diferencias son importantes en determinados beneficios. Así, mientras un 19,2 por ciento de asalariados del sector público reciben ayuda para la vivienda, sólo el 4,4 por ciento de asalariados en el ámbito privado perciben esa ventaja. Son, igualmente, relevantes las diferencias en ayudas para la formación (49,5 por ciento en el sector público y 18,9 por ciento en el sector privado), para planes de pensiones complementarias a las de la Seguridad Social (13,3 por ciento y 7,1 por ciento, respectivamente) y en beneficios para guarderías (11,4 por ciento del sector público y 1,3 por ciento en el sector privado)

      Los asalariados en la intermediación financiera son los que más beneficios sociales reciben de sus empresas con relación a la formación (66,4 por ciento), a planes de pensiones complementarias a las de la Seguridad Social (50,8 por ciento), y a ayudas para la vivienda (46,9 por ciento), seguidos por los asalariados en industrias extractivas (51, 5 por ciento en formación, 33,2 por ciento en planes de pensiones y un 38,9 por ciento en ayudas para vivienda), siendo estos últimos quienes más se benefician de los economatos (23,1 por ciento) Además son los asalariados en la hostelería los que más se benefician de comedor en sus empresas (33,1 por ciento) y los asalariados en actividades sanitarias, veterinarias y servicios sociales los que más disfrutan de beneficios para guarderías (12,8 por ciento)

      Por tamaño de la empresa, son los asalariados en compañías de 1000 o más trabajadores quienes más se benefician de todas las ayudas analizadas; mientras que, por tamaño del municipio, son los asalariados residentes en ciudades de más de un millón de habitantes quienes, igualmente, perciben más ayudas de todo tipo.

      Negociación colectiva

      El 46,9 por ciento de los asalariados encuestados se manifiesta satisfecho o muy satisfecho con su convenio colectivo (el 6,3 por ciento están muy satisfechos), frente al 17,9 por ciento que afirman estar insatisfechos o muy insatisfechos con su convenio colectivo. Resulta, asimismo, reseñable el porcentaje de quienes se manifiestan indiferentes, que alcanza el 29,9 por ciento de los asalariados (Gráfico 3.9)

      GRÁFICO 3.9
      Asalariados, según el nivel de satisfacción con su Convenio Colectivo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      La Tabla 3.12 analiza la valoración que realizan los asalariados de los distintos contenidos de su convenio colectivo o estatuto de regulación. Con carácter general, la valoración es buena, si bien los porcentajes oscilan entre el 33,8 por ciento de los asalariados que consideran buenos los beneficios sociales regulados en sus convenios, y el 67,8 por ciento, que es el porcentaje de asalariados que califican como buena la regulación de sus vacaciones.

       

      CAPITULO IV. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

      La organización del trabajo desde diversas perspectivas es la materia objeto de estudio en este Capítulo. En este sentido, se analizan aspectos como el grado de satisfacción de los entrevistados con la división del trabajo en su empresa, la subordinación de la propia actividad laboral a diversas contingencias, la realización de tareas, las responsabilidades de supervisión, los niveles de participación, las relaciones personales, la valoración del contenido del propio trabajo y el grado de identificación con los fines de la empresa.

      División del trabajo

      El 70,4 por ciento de los ocupados se encuentra satisfecho con la organización del trabajo en su empresa, de los cuales el 18,1 por ciento se manifiesta muy satisfecho con la referida división de funciones. Frente a estos datos, sólo un 10,5 por ciento de ocupados están insatisfechos (2,8 por ciento muy insatisfechos) con la estructura organizativa de su empresa (Gráfico 4.1)

      GRÁFICO 4.1
      Ocupados que declaran sentirse satisfechos
      con la organización de su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Subordinación del ritmo de trabajo

      Los Gráficos 4.2 manifiestan la interrelación que existe entre el ritmo de trabajo de los ocupados encuestados y diversos factores de carácter laboral.

      En este sentido, el 60,3 por ciento de ocupados nunca subordinan su actividad al ritmo de una máquina, frente al 9,6 por ciento que siempre han de supeditarse a algún tipo de elemento mecánico (Gráfico 4.2 A)

      GRÁFICO 4.2 A
      Ocupados, según la subordinación de su ritmo de trabajo al de una máquina

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El trabajo del 44,2 por ciento de ocupados nunca depende del ritmo de trabajo de sus compañeros, siendo un 7,8 por ciento el porcentaje de quienes siempre lo hacen y un 21,3 por ciento el porcentaje de los que algunas veces subordinan su actividad laboral a la de otros trabajadores de su entorno laboral (Gráfico 4.2 B)

      GRÁFICO 4.2 B
      Ocupados, según la subordinación de su ritmo de trabajo al de los compañeros 

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Si la subordinación laboral hace referencia a la relación con el público o clientes, los porcentajes entre quienes siempre (31,9 por ciento) y nunca (31,1 por ciento) han de hacerlo son muy similares, si bien el 17,4 por ciento de ocupados dependen muchas veces de esos elementos exteriores (Gráfico 4.2 C)

      GRÁFICO 4.2 C
      Ocupados, según la subordinación de su ritmo de trabajo
      al público o clientes

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El Gráfico 4.2 D pone de manifiesto que la mayor parte de los ocupados entrevistados (73,6 por ciento) nunca subordinan su ritmo de trabajo al tráfico, frente al 5,3 por ciento de los que siempre deben hacerlo.

      GRÁFICO 4.2 D
      Ocupados, según la subordinación de su ritmo de trabajo al tráfico

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Por último, en el Gráfico 4.2 E puede observarse que un porcentaje relevante de ocupados (68,1 por ciento) nunca subordina su ritmo laboral a la obtención de topes, primas u objetivos, mientras que solamente el 6,1 por ciento de ellos siempre trabajan en dependencia de la consecución de determinados resultados.

      GRÁFICO 4.2.E
      Ocupados, según la subordinación de su ritmo de trabajo
      a la obtención de topes u objetivos 

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Realización de las mismas tareas

      Más de ocho de cada diez asalariados entrevistados (80,5 por ciento) realiza las mismas tareas en el desarrollo de su trabajo, siendo menos de dos de cada diez (19,2 por ciento) los que ejecutan actividades diferentes (Tabla 4.1)

      La desagregación por ocupaciones matiza notablemente estos datos, pues los directivos de empresas y de la Administración Pública (55,8 por ciento) y el personal de las fuerzas armadas (57,1 por ciento) son los asalariados que en menores porcentajes realizan las mismas funciones, frente a los asalariados de tipo administrativo (87,6 por ciento) y trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de comercio (85,3 por ciento), que son los que más realizan los mismos cometidos en el desarrollo de su trabajo (Tabla 4.1)

      Continuando con el análisis de las tareas, el Gráfico 4.3 refleja que el porcentaje de asalariados que a menudo o siempre necesitan adquirir nuevos conocimientos cuando cambian de cometidos (60,6 por ciento) es muy superior al de quienes pocas veces o nunca deben hacerlo (37,7 por ciento)

      GRÁFICO 4.3
      Asalariados que necesitan conocimientos diferentes
      cuando cambian de tarea

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Actividades de supervisión en el trabajo

      La Tabla 4.2 refleja el aspecto cuantitativo de las funciones de supervisión en el seno de la empresa; es decir, establece qué tipo de ocupados realiza la supervisión y el número de ocupados objeto de control.

      Los directivos de empresas y de la Administración Pública son quienes más actividades supervisoras realizan en grupos de pequeño tamaño, con porcentajes que se sitúan en el 19,3 por ciento, en grupos de 1 a 5 personas y en el 27,4 por ciento, en grupos de 6 a 10 personas. Sin embargo, son los técnicos y profesionales científicos e intelectuales quienes se encargan prioritariamente de las funciones de control en los grupos de tamaños medio y grande, en porcentajes que varían entre el 21,9 por ciento (grupos de 26 a 50 personas), el 29,4 por ciento (de 11 a 25 personas) y el 36,3 por ciento (grupos de más de 50 personas) Los técnicos y profesionales de apoyo mantienen porcentajes de supervisión muy constantes para todos los tamaños de grupo, que oscilan entre el 14,2 por ciento y el 18,8 por ciento.

      La Tabla 4.3 analiza el aspecto cualitativo de la actividad de supervisión; es decir, la relación entre el tipo de ocupado que realiza los controles y los aspectos o materias objeto de supervisión.

      Los resultados ponen en evidencia que son los directivos de empresas y de la Administración Pública quienes en mayores porcentajes ejercen las funciones de supervisión en todas las materias objetos de control. Destacan las tareas de recomendar ascensos o acciones disciplinarias (31,1 por ciento), evaluar el cumplimiento del trabajo (22,8 por ciento) e idear nuevas formas de realizar el trabajo y garantizar la seguridad en la utilización de equipos y herramientas (ambas con un 22,6 por ciento) Asimismo, ha de mencionarse que tanto los técnicos y profesionales, científicos, intelectuales y de apoyo, como los artesanos y trabajadores cualificados realizan funciones de supervisión en porcentajes relevantes, que, con carácter general, oscilan entre el 14,2 por ciento y el 20,9 por ciento, en el primer caso y el 15,2 por ciento y el 20,4 por ciento en el segundo.

      Participación y comunicación

      Más de la mitad de los ocupados entrevistados (59,6 por ciento) se muestran de acuerdo con su grado de participación en las decisiones que afectan a su trabajo, frente al 24,3 por ciento de quienes se manifiestan en desacuerdo con sus niveles de intervención (Tabla 4.4)

      Por ocupaciones, son los directivos de empresas y de la Administración Pública quienes alcanzan mayores cotas de acuerdo con su grado participativo (90,9 por ciento), siendo sólo un 40,2 por ciento de los trabajadores no cualificados los que se muestran satisfechos con sus niveles de intervención en las decisiones que conciernen a su actividad.

      Los Gráficos 4.4.A y 4.4.B complementan la Tabla 4.4 anteriormente analizada, reflejando los niveles de estímulo de los asalariados entrevistados en relación con el desarrollo de su trabajo. Así, el 55,3 por ciento manifiesta que opinan siempre o muchas veces en asuntos relacionados con su actividad laboral, frente al 18 por ciento de asalariados que pueden opinar pocas veces o nunca (Gráfico 4.4A)

      GRÁFICO 4.4 A
      Asalariados que declaran su participación en la realización de su trabajo
      Poder opinar sobre su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Igualmente, el Gráfico 4.4 B refleja que el 44,2 por ciento de asalariados considera que sus opiniones son valoradas siempre o muchas veces, frente al 21,7 por ciento que manifiestan que sus apreciaciones son tenidas en cuenta pocas veces o nunca.

      GRÁFICO 4.4 B
      Asalariados que declaran su participación en la realización de su trabajo
      Valoración por el jefe de sus sugerencias

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Relaciones personales

      Del análisis de la Tabla 4.5 se desprende que los ocupados entrevistados mantienen unas relaciones personales muy satisfactorias entre compañeros, pues el 73,5 por ciento manifiestan que sus vínculos pueden calificarse como buenos, y unas relaciones satisfactorias entre directivos y trabajadores, ya que el 59,7 por ciento de ellos considera buena su relación.

      Valoración del contenido del trabajo

      Los gráficos 4.5 ponen de manifiesto la valoración de los ocupados encuestados sobre el contenido del trabajo que realizan. Así el 41,5 por ciento de los ocupados encuestados se muestra muy de acuerdo con la utilidad que su trabajo tiene para la sociedad en su conjunto, frente al 6 por ciento que se manifiesta en total desacuerdo (Gráfico 4.5 A)

      GRÁFICO 4.5 A
      Ocupados, según la valoración que tienen del contenido de su trabajo
      Utilidad

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Asimismo, un 35,2 por ciento es el porcentaje de ocupados que afirma estar muy de acuerdo con la idea de que su actividad laboral puede ayudar a otras personas, siendo el 10,8 por ciento quienes expresan su absoluto desacuerdo (Gráfico 4.5 B)

      GRÁFICO 4.5 B
      Ocupados, según la valoración que tienen del contenido de su trabajo
      Ayuda

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Respecto a la independencia en la realización de su trabajo, el porcentaje de ocupados que está muy de acuerdo con su nivel de autonomía laboral (29,8 por ciento) es superior al de quienes manifiestan su desacuerdo claramente (24,6 por ciento), debiéndose tener en cuenta también el importante porcentaje de quienes manifiestan gozar de niveles razonables de autonomía laboral (el 31,4 por ciento de ocupados están algo de acuerdo) (Gráfico 4.5.C)

      GRÁFICO 4.5 C
      Ocupados, según la valoración que tienen del contenido de su trabajo
      Independencia

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Integración e identificación en la empresa

      Con carácter general, como se desprende de la Tabla 4.6, los asalariados entrevistados se encuentran bastante integrados en el ámbito de su empresa. Así, conocen bastante el organigrama de su empresa un 35 por ciento, sus objetivos y organización un 34,7 por ciento y la existencia y contenido de su convenio colectivo o estatuto de regulación un 25 por ciento.

      La identificación de los ocupados con su empresa aparece reflejada en los Gráficos 4.6, donde se analizan la disposición a trabajar más de lo pactado, los niveles de orgullo con la empresa y con el propio trabajo, y la asunción de los problemas de la empresa como propios.

      El 30,0 por ciento de los ocupados entrevistados no están dispuestos a trabajar más del tiempo pactado contractualmente para ayudar a su empresa, frente al 19,0 por ciento que se muestran totalmente de acuerdo con esa posibilidad y el 25,8 por ciento de ocupados que se muestran algo de acuerdo con ampliar su jornada por necesidades empresariales (Gráfico 4.6 A)

      GRÁFICO 4.6 A
      Ocupados, según el grado de identificación con su empresa
      Estar dispuesto a trabajar más de lo debido para ayudar a su empresa

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El Gráfico 4.6.B revela que una gran parte de los ocupados (62,9 por ciento) está muy de acuerdo o algo de acuerdo con sentirse orgulloso por prestar sus servicios en su empresa u organización, siendo el 10,2 por ciento el porcentaje de ocupados que se manifiesta disconforme.

      GRÁFICO 4.6 B
      Ocupados, según el grado de identificación con su empresa
      Estar orgulloso de trabajar para su empresa u organización

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Respecto al orgullo de los ocupados con relación al trabajo que realizan, el Gráfico 4.6 C pone de manifiesto que casi un 40 por ciento está muy de acuerdo con el sentimiento de orgullo de su actividad laboral, continuando con un 35,8 por ciento que se siente algo de acuerdo con dicha actividad y frente al 7,2 por ciento que está en desacuerdo.

      GRÁFICO 4.6 C
      Ocupados, según el grado de identificación con su empresa
      Estar orgulloso del trabajo que se realiza

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      No obstante, la identificación de los ocupados con su empresa no implica que lleguen a asumir los problemas de esta como propios. Así, el 20,3 por ciento de trabajadores sí están de acuerdo en la asunción personal de las vicisitudes de su organización, pero un 29,4 por ciento de los mismos se manifiestan en desacuerdo con la postura referida (Gráfico 4.6 D)

      GRÁFICO 4.6 D
      Ocupados, según el grado de identificación con su empresa
      Considerar como suyos los problemas de su empresa

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      CAPÍTULO V. FORMACIÓN CONTINUA Y TRAYECTORIA PROFESIONAL

      En este Capítulo se aborda el tema de la Formación Profesional Continua impartida por las empresas en relación con una serie de aspectos relevantes, como son la participación de los asalariados en actividades de formación, duración de las actividades formativas, relación entre formación y puesto de trabajo, vinculación entre formación y promoción profesional y utilidad de la formación en el puesto de trabajo.

      Formación profesional continua

      El 32,1 por ciento de los asalariados ha participado en actividades de formación impartidas por las empresas (Tabla 5.3)

      Por tamaño de empresa, este porcentaje de participación va creciendo según aumenta el tamaño de la empresa, de forma que son los trabajadores de las empresas de 1000 ó más trabajadores quienes más participan en actividades formativas (64,6 por ciento), frente al 13,7 por ciento de quienes lo hacen en las empresas de menos de 10 trabajadores (Tabla 5.3)

      Por sexo y edad, el porcentaje de asalariados que ha participado en cursos de formación es similar en los varones y las mujeres, situándose en el 32 por ciento y por encima del 35 por ciento en los asalariados entre 30 y 54 años y en los de 65 y más años (Tabla 5.5)

      Los asalariados con niveles de estudios universitarios son los que más han participado en cursos de formación, un 53,9 por ciento, mientras que los que tienen estudios inferiores a primarios solo lo hacen en un 10,2 por ciento (Tabla 5.5)

      Por duración del contrato, son los asalariados con contrato indefinido los que tienen un mayor nivel de participación, un 39,7 por ciento, frente al 15,9 por ciento de los que tienen contrato de duración determinada (Tabla 5.5)

      Por ocupación, los mayores porcentajes corresponden a los directores de las empresas y administración pública (65,8 por ciento), seguido por los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (59,1 por ciento), y las fuerzas armadas (58,6 por ciento) Por el contrario son los trabajadores cualificados en agricultura y pesca y los trabajadores no cualificados, donde el porcentaje de participación en cursos de formación es menor, situándose en un 10,1 por ciento y un 11,5 por ciento respectivamente (Tabla 5.5)

      Por sectores de actividad, son los asalariados del sector servicios quienes más han recibido formación, un 37,8 por ciento (Tabla 5.5)

      Por tamaño de municipio, el mayor porcentaje de formación se da en municipios de más de 1.000.000 de habitantes, un 38,9 por ciento (Tabla 5.5)

      El 80,2 por ciento de asalariados de las empresas que proporcionan formación conoce la oferta formativa siempre o frecuentemente, frente al 6,9 por ciento de quienes nunca o casi nunca conocen las actividades de formación que se imparten (Tabla 5.1)

      Con relación a la participación en cursos de formación en empresas que imparten formación, más de la mitad (53,2 por ciento) de los asalariados participa en dichos cursos siempre o frecuentemente, mientras que el 25,5 por ciento lo hacen alguna vez y el 20,6 por ciento no lo hacen nunca o casi nunca (Tabla 5.1)

      Analizando estos niveles de participación en empresas que imparten cursos de formación, por tamaño de la empresa (Tabla 5.2), los porcentajes de asalariados que lo hacen siempre o frecuentemente oscilan entre el 61,9 por ciento (en las empresas formadoras de menos de 10 trabajadores), el 53,8 por ciento (en las empresas de 1000 o más trabajadores) y el 48,6 por ciento (en las empresas comprendidas entre 100 y 249 trabajadores)

      Respecto a la realización de cursos de formación en tiempo de trabajo por parte de los asalariados en empresas que imparten cursos de formación, el 56,2 por ciento se han formado, al menos alguna vez, durante la jornada laboral, frente a quienes no lo hacen nunca o casi nunca, que ascienden al 40,2 por ciento (Tabla 5.1)

      Si se analiza el número de días dedicados anualmente por los asalariados de las empresas formadoras a participar en actividades de formación (Tabla 5.3), los porcentajes reflejan que un 38,5 por ciento de los mismos han asistido 10 o más días a cursos de formación, frente al 14,5 por ciento de los asalariados que sólo lo han hecho entre 2 y 4 días. 

      Formación profesional continua, puesto de trabajo, nivel de estudios y promoción profesional

      El 77,2 por ciento del total de ocupados manifiesta que es correcta la relación entre su propia formación y el puesto de trabajo que desarrolla. Asimismo, el 17,7 por ciento de ocupados considera su formación superior a la requerida en su actividad laboral, siendo un 1,5 por ciento y un 1,2 por ciento quienes solicitan más formación y una formación distinta, respectivamente, (Gráfico 5.1)

      GRÁFICO 5.1
      Ocupados, según la relación entre el puesto de trabajo ocupado
      y la formación que tienen

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El 54 por ciento de asalariados afirma que su formación profesional tiene poca o ninguna relación con sus posibilidades de promoción profesional en la empresa, siendo sólo el 20,8 por ciento los que consideran que existe mucha o bastante relación entre su formación actual y sus expectativas laborales (Tabla 5.4)

      Asimismo, si se analiza la relación entre nivel de estudios y nueva formación con la promoción profesional el 49,4 por ciento de esos mismos asalariados considera que incrementar su nivel de estudios y de formación va a influir poco o nada en la mejora de su situación profesional, frente al 25,9 por ciento de quienes estiman que su promoción profesional está mucho o bastante ligada a la adquisición de nuevos conocimientos (Tabla 5.4)

      Formación profesional continua y utilidad en el empleo

      El 80,4 por ciento de los varones asalariados considera útil la formación profesional recibida en relación con el puesto de trabajo que desarrollan; porcentaje ligeramente superior al de mujeres asalariadas (79,7 por ciento) que se manifiestan en el mismo sentido (Tabla 5.5)

      Por edades, son los asalariados con edad comprendida entre 25 y 29 años (86 por ciento) y los de 20 a 24 años (85,7 por ciento) quienes más valoran la formación respecto a su trabajo, frente a los asalariados menores de 19 años, que son quienes menos utilidad otorgan a la formación (53,6 por ciento) (Tabla 5.5)

      El 82,4 por ciento de los asalariados con estudios universitarios estima bastante o muy útil su formación en el desarrollo de su actividad laboral, mientras que aquellos asalariados con estudios inferiores a primarios (75,9 por ciento) son quienes menos relevancia dan a la relación formación-puesto de trabajo (Tabla 5.5)

      Por sectores institucionales, los asalariados del sector privado valoran en casi cuatro puntos porcentuales más la utilidad de la formación profesional recibida que los trabajadores del sector público (81,7 por ciento y 77,9 por ciento, respectivamente) (Tabla 5.5)

      La duración del contrato no constituye un elemento determinante respecto a la utilidad de la formación, por cuanto el 80,6 por ciento de asalariados con contrato indefinido y el 78,1 por ciento de asalariados con contrato de duración determinada valoran bastante o muy útil su formación a efectos laborales (Tabla 5.5)

      Por ocupación, son los asalariados cualificados en agricultura y pesca (86,7 por ciento) quienes más valoran la utilidad de su formación, junto con los técnicos y profesionales de apoyo (84,8 por ciento), mientras que los trabajadores de las fuerzas armadas reducen su valoración de la utilidad hasta el 67,4 por ciento.

      Por sectores de actividad, son los asalariados del sector de la construcción quienes más valoran la utilidad de su formación (84 por ciento), seguidos por los del sector servicios y los de la industria (80 por ciento y 79, 9 por ciento, respectivamente) (Tabla 5.5)

      Por tamaño del municipio, los asalariados que más valoran la utilidad de su formación respecto al puesto de trabajo que desarrollan son los residentes en pequeños municipios de menos de 10.000 habitantes (84,1 por ciento) (Tabla 5.5)

      CAPÍTULO VI. MOVILIDAD LABORAL Y GEOGRÁFICA

      En este Capítulo se analiza la movilidad laboral de los ocupados y sus motivos (cambio de empleo, promoción laboral, otras razones), y la movilidad geográfica, que se determina a través de los desplazamientos de los ocupados entrevistados desde su comunidad autónoma de origen a la comunidad de residencia actual.

       Movilidad laboral

      La Tabla 6.1 refleja que el 71,1 por ciento de ocupados han cambiado de empleo, frente al 28,9 por ciento de ocupados que continúan en su primera actividad laboral.

      Analizando por ocupaciones, el dato anterior aparece notablemente matizado, pues la movilidad laboral es escasa en colectivos como las fuerzas armadas (20,6 por ciento), media en técnicos y profesionales científicos e intelectuales (57,6 por ciento) y trabajadores cualificados del sector primario (60,6 por ciento), y alta entre los ocupados no cualificados y operadores de instalaciones y montadores (79,6 por ciento, en ambos casos)

      Movilidad geográfica

      La movilidad geográfica objeto de la Tabla 6.2 ha de entenderse como los desplazamientos realizados por los ocupados entrevistados desde la comunidad autónoma española en la que nacieron (o, en su caso, desde alguna localidad fuera de España) a la comunidad en la que residen en la actualidad.

      Así, el 23,3 por ciento de los ocupados reside actualmente en una comunidad autónoma distinta de su comunidad originaria, siendo un 76,7 por ciento el porcentaje de ocupados que vive en la actualidad en su comunidad autónoma de nacimiento.

      Madrid (6,6 por ciento) y Cataluña (5,2 por ciento) son las comunidades autónomas que más población ocupada reciben, fundamentalmente proveniente de Castilla-León (1,5 por ciento) en el caso de Madrid, de Andalucía (2,2 por ciento) en lo que respecta a la comunidad autónoma de Cataluña, y de trabajadores nacidos fuera de España para ambas comunidades (1,6 por ciento va a Madrid y 0,8 por ciento va a Cataluña)

      Las comunidades autónomas de Cantabria, Extremadura y La Rioja son las que menos población ocupada reciben, con un 0,2 por ciento cada una de ellas.

      De otra parte, las comunidades que más población ocupada pierden son Andalucía (4,3 por ciento), Castilla y León (3,3 por ciento) y Castilla-La Mancha (2,5 por ciento), mientras que Baleares y Canarias apenas pierden población ocupada, ya que sólo el 0,1 por ciento, en ambos casos, residen en la actualidad fuera de la propia comunidad.

      Motivos para aceptar el primer empleo

      El 28,9 por ciento del total de ocupados entrevistados permanecen aún en el primer empleo que obtuvieron (Tablas 6.1 y 6.3.A) De ellos, más de la mitad (53,2 por ciento) aceptaron esa ocupación por responder al tipo de trabajo que buscaban, y casi una cuarta parte (22,3 por ciento) lo hicieron por ser la primera ocupación que se les brindó (Tabla 6.3.A) Otros motivos menos relevantes son la situación económica familiar (9,3 por ciento) y el deseo de trabajar sin necesidad económica (6,9 por ciento)

      Por sexo, la Tabla 6.3.A refleja que el porcentaje de mujeres que mantienen el primer empleo (32,8 por ciento) es notablemente superior al de varones en la misma situación (26,6 por ciento), siendo, sin embargo, similares las razones por las que aceptaron esa primera ocupación. Así, más de la mitad lo hicieron por responder el trabajo a sus expectativas (54,3 por ciento de varones y 51,8 por ciento de mujeres) y casi una cuarta parte de ellos a causa de la necesidad de aceptar la primera oferta (22,4 por ciento de varones y 22,2 por ciento de mujeres)

      Por edad, el mayor porcentaje de ocupados que se mantienen en el primer empleo se da en el tramo de 16 a 19 años (44,9 por ciento) y desciende sin excepción desde este tramo hasta los comprendidos entre 45 y 54 años (25,4 por ciento), para incrementarse nuevamente en los últimos tramos de edad hasta el 31,9 por ciento que corresponde a los ocupados de 65 y más años (Tabla 6.3.A) En todos los tramos de edad la razón básica para aceptar el primer empleo es la adecuación a sus intereses, si bien los porcentajes fluctúan entre el 58,7 por ciento correspondiente a los ocupados entre 30 y 44 años, y el 44,8 por ciento de los ocupados de 19 y menos años. Cabe destacar, asimismo, que el 34,9 por ciento de los ocupados comprendidos entre los 16 y 19 años aceptaron el primer empleo, que aún conservan, por ser la primera oferta que recibieron, frente al 17,1 por ciento de quienes lo hicieron con edades comprendidas entre 30 y 44 años.

      Los universitarios (37,2 por ciento) son los ocupados que en mayor porcentaje permanecen en su primer empleo si el análisis se realiza por el nivel de estudios; siendo aquellos trabajadores con estudios inferiores a los primarios quienes menos conservan la primera actividad laboral (22,4 por ciento) Estas diferencias son todavía más ostensibles si se contemplan las razones para aceptar ese primer empleo, de tal forma que el 73 por ciento de universitarios lo hicieron por adaptarse a sus deseos, frente al 29,1 por ciento de ocupados sin estudios. Por el contrario, sólo el 10,4 por ciento de universitarios aceptaron el primer empleo que encontraron, frente al 36,5 por ciento de ocupados con estudios inferiores a los primarios que sí aceptaron la primera opción laboral que se les presentó (Tabla 6.3.A)

      Los ocupados que trabajan sin salario en negocios familiares (42,3 por ciento) son quienes más permanecen en su primera actividad laboral, frente al 27,3 por ciento de asalariados, que son los trabajadores que en menor porcentaje mantienen su primer empleo. No obstante, dentro del colectivo de asalariados, las diferencias son relevantes entre los que prestan sus servicios en el sector público (36,8 por ciento) y en el sector privado (24,6 por ciento) Respecto a las razones dadas según la situación profesional, destacan los porcentajes de asalariados del sector público (77,6 por ciento) y cooperativistas (75,9 por ciento) que aceptaron el primer empleo que mantienen en la actualidad por adecuarse a sus deseos (Tabla 6.3.A)

      Por ocupación, los miembros de las fuerzas armadas (79,4 por ciento) son quienes más permanecen en su primer empleo, y quienes, asimismo, más lo hacen por adecuarse el trabajo a sus gustos (98,4 por ciento) Por el contrario, sólo el 20,4 por ciento de trabajadores no cualificados y de operadores y montadores mantienen su primera ocupación, siendo en ambos casos porcentualmente mayor el número de ellos que aceptaron la primera oferta de trabajo (38,6 por ciento y 41,8 por ciento, respectivamente) que el de quienes valoraron las ofertas recibidas (36 por ciento y 34,9 por ciento, respectivamente) Cabe destacar, igualmente, que el 84,2 por ciento de los técnicos y profesionales científicos e intelectuales que aceptaron su primer empleo lo hicieron por adecuarse a sus gustos, frente al 5,8 por ciento de los mismos, que lo hicieron por ser el primero que encontraron (Tabla 6.3.A)

      Por sectores de actividad, los porcentajes de ocupados que no han cambiado de trabajo oscilan entre el 34,4 por ciento en agricultura y pesca, y el 20,2 por ciento en el sector de la construcción. Los ocupados en el sector servicios son quienes más conservan un primer empleo adecuado a sus gustos (58,2 por ciento) y quienes menos aceptaron la primera oferta que recibieron (18,8 por ciento) (Tabla 6.3.A)

      Por tamaño del municipio, los porcentajes de ocupados que conservan su primer empleo disminuyen según aumenta el número de habitantes de la localidad de residencia pasando de un 30,5 por ciento en los de menos de 10.000 habitantes al 24,9 por ciento en los de más de 1.000.000 de habitantes. Sin embargo, entre quienes mantienen su primera ocupación, el porcentaje de quienes lo hicieron por gustarles el trabajo se incrementa al aumentar el tamaño del municipio, de forma que en los municipios de más de 1.000.000 de habitantes éste se sitúa en un 58,3 por ciento, frente al 46,9 por ciento en poblaciones de menos de 10.000 habitantes (Tabla 6.3.A)

      Motivos para cambiar de empleo

      El 71,1 por ciento del total de ocupados entrevistados han cambiado de empleo (Tablas 6.1 y 6.3.B) De ellos, un 20,7 por ciento manifiestan que la promoción profesional fue la razón principal que motivó su decisión, siendo el 18,9 por ciento quienes cambiaron de empleo porque el nuevo trabajo suponía una mejora económica (Tabla 6.3.B)

      Por edad, los varones han cambiado de empleo (73,4 por ciento) más que las mujeres (67,2 por ciento) Tanto varones (22,4 por ciento) como mujeres (17,6 por ciento) cambiaron de empleo fundamentalmente para promocionarse profesionalmente, si bien los varones valoran más que las mujeres la mejora de sueldo (21,6 por ciento y 14 por ciento, respectivamente) y las mujeres tienen en cuenta la conveniencia horaria más que los varones (7,1 por ciento y 2,3 por ciento, respectivamente) (Tabla 6.3.B)

      La promoción profesional es la primera razón para cambiar de empleo para los ocupados de todos los tramos de edad, excepto para los comprendidos entre los 16 y los 19 años, que priman variar de actividad, y para los comprendidos entre 20 y 24 años, que valoran más el incremento de sueldo (Tabla 6.3.B)

      Por nivel de estudios, son los trabajadores con niveles de estudios inferiores a primarios los que más cambian de empleo (77,6 por ciento) Los ocupados universitarios son los que más valoran la promoción profesional (30,2 por ciento) y los que menos valoran el incremento de salario (13,8 por ciento) cuando cambian de empleo, frente a los ocupados con estudios primarios, que son quienes menos tienen en consideración la promoción (13,2 por ciento) y valoran mucho la mejora de las condiciones económicas (22,7 por ciento) (Tabla 6.3.B)

      Los ocupados en todas las situaciones profesionales, excepto los trabajadores con y sin salario en negocios familiares y los asalariados del sector privado, consideran la promoción profesional como razón básica para cambiar de empleo, en porcentajes que varían entre el 30,7 por ciento correspondiente a los asalariados del sector público y el 22,5 por ciento de los profesionales o trabajadores autónomos sin asalariados (Tabla 6.3.B)

      Por ocupaciones, son los operadores de instalaciones y maquinaria y los trabajadores no cualificados quienes más cambian de trabajo (79,6 por ciento en ambos casos) Las razones fundamentales esgrimidas por los ocupados entrevistados para cambiar de empleo son la promoción profesional (destacando los técnicos y profesionales científicos e intelectuales, con un 33,4 por ciento) y la obtención de un sueldo mayor (sobresaliendo los artesanos y trabajadores cualificados en la industria manufacturera, construcción y minería, con el 27,6 por ciento) (Tabla 6.3.B)

      Por sectores de actividad, son los ocupados del sector servicios los que menos han cambiado de trabajo (70 por ciento) Respecto a los motivos por los que han cambiado de empleo, son también los ocupados del sector servicios (22,5 por ciento) junto con los del sector de industria (21,8 por ciento) los que valoran la promoción profesional como razón principal para variar de empleo, mientras que los ocupados en el sector de la construcción (32,3 por ciento) y en el sector primario (15,8 por ciento) manifiestan que es el aumento salarial el elemento determinante en la decisión de cambiar de actividad laboral (Tabla 6.3.B)

      En los municipios inferiores a 50.000 habitantes, los mayores porcentajes de ocupados cambian de empleo para obtener un sueldo mayor; mientras que en los restantes núcleos de población, la razón determinante es la promoción profesional (Tabla 6.3.B)


      CAPÍTULO VII. CONCILIACIÓN VIDA FAMILIAR Y LABORAL

      En este Capítulo se estudia la interconexión entre la vida laboral de los ocupados y determinados aspectos de su vida familiar, con especial referencia a la actividad laboral de las mujeres.

      Familia y vivienda

      La estructura familiar mayoritaria de los ocupados entrevistados es el matrimonio o pareja con hijos (60,3 por ciento) El matrimonio o pareja sin hijos (12,3 por ciento) y la familia monoparental (10 por ciento) son otros modelos familiares con importante implantación entre los trabajadores encuestados.

      Los varones ocupados entrevistados viven más en familias constituidas por matrimonios o parejas con hijos que las mujeres ocupadas (64,7 por ciento y 53 por ciento, respectivamente) Por el contrario, las mujeres ocupadas viven en familias monoparentales (16,2 por ciento) en un porcentaje sensiblemente superior al de varones ocupados (6,3 por ciento)

      El matrimonio o pareja con hijos es la estructura familiar mayoritaria en todos los tramos de edad, con porcentajes que oscilan entre el 69,7 por ciento -ocupados de 16 a 19 años- y el 39,8 por ciento -ocupados de 65 y más años-. Un 35,2 por ciento de ocupados de 65 y más años conforman familias de matrimonios o parejas sin hijos, mientras que un 15,2 por ciento de ocupados de 16 a 19 años viven en familias monoparentales y un 10 por ciento de 55 a 64 años viven solos.

      Analizando la estructura familiar de los ocupados entrevistados por nivel de estudios, el matrimonio o pareja con hijos es también la estructura familiar mayoritaria en todos los niveles, siendo reseñable el porcentaje de universitarios que viven solos (11,3 por ciento)

      Los cooperativistas son los ocupados que más viven en familias monoparentales (11,1 por ciento), siendo los profesionales o trabajadores autónomos sin asalariados quienes en mayor porcentaje viven solos (8,6 por ciento) y los trabajadores sin salario en negocios familiares los que más viven en matrimonio o en pareja sin hijos (18,7 por ciento) El matrimonio o pareja con hijos es el modelo familiar mayoritario para todas las situaciones profesionales.

      Por ocupación, cabe destacar a los trabajadores no cualificados que son quienes más viven en familias monoparentales (14,4 por ciento), junto con los técnicos y profesionales científicos e intelectuales que son quienes más viven solos (12,7 por ciento) y con los miembros de las fuerzas armadas que son quienes más viven casados o en pareja sin hijos (18,5 por ciento) y quienes más viven juntos sin ningún vínculo matrimonial (14,9 por ciento)

      En todos los sectores de actividad el matrimonio o pareja con hijos es la estructura familiar mayoritaria, siendo los ocupados en el sector servicios quienes más viven en familias monoparentales (11,5 por ciento) y quienes más viven solos (7,8 por ciento)

      Los ocupados residentes en los grandes núcleos urbanos de más de un millón de habitantes son quienes menos viven en familias formadas por matrimonios o parejas con hijos (51,6 por ciento) y quienes más viven solos (11,9 por ciento) o en familias monoparentales (11,4 por ciento)

      Respecto a las responsabilidades domésticas, el Gráfico 7.1 evidencia las grandes diferencias existentes entre varones y mujeres. Así, sólo el 8 por ciento de los varones son responsables únicos de las tareas del hogar, frente al 46,3 por ciento de mujeres que asumen en solitario estos cometidos. Los varones comparten los trabajos de la casa en un 29, 3 por ciento de supuestos y la delegan en una tercera persona en un 61,7 por ciento; mientras que el 40,2 por ciento de las mujeres comparten las responsabilidades domésticas y únicamente el 13 por ciento las delegan.

      GRÁFICO 7.1
      Ocupados, según su responsabilidad en las tareas domésticas

      La Tabla 7.2 muestra como se reparten las diferentes tareas del hogar entre los varones y las mujeres, y constata que las mujeres asumen en solitario la práctica totalidad de las tareas domésticas en porcentajes muy superiores a los de los varones, y que oscilan entre el 16,8 por ciento -cuidado y juego con los hijos- y el 54,7 por ciento -lavar la ropa y planchar-. Por el contrario los varones sólo asumen principalmente solos las reparaciones del hogar (46,7 por ciento)

      Al mismo tiempo, las responsabilidades de cuidado y juego con los niños y hacer la compra son las tareas que los varones más comparten con sus parejas (26,6 por ciento y 24 por ciento, respectivamente)

      Resulta asimismo reseñable que la delegación remunerada de las responsabilidades domésticas en otras personas ajenas al hogar, con la excepción de las reparaciones del hogar, presenta porcentajes que en ningún caso superan el 5 por ciento.

      Según se desprende del Gráfico 7.2, la inmensa mayoría (94,5 por ciento) de los ocupados entrevistados se muestra genéricamente satisfecha con las condiciones de su vivienda -con un 60 por ciento de muy satisfechos-, frente al 4,8 por ciento de trabajadores que se manifiestan poco satisfechos con las características de su vivienda.

      GRÁFICO 7.2
      Ocupados, según el nivel de satisfacción con las condiciones de su vivienda

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Trabajo, mujer y tiempo libre

      La participación de los asalariados en las decisiones de su trabajo es mayor en las mujeres que en los varones. El 57,5 por ciento de las mujeres asalariadas puede opinar sobre su trabajo siempre o muchas veces, frente al 17,1 por ciento que lo hace pocas veces o nunca. Asimismo, los superiores jerárquicos de las asalariadas valoran esas opiniones siempre o muchas veces en un 45,7 por ciento de supuestos, frente al 21,1 por ciento que lo hacen pocas veces o nunca.

      Estos porcentajes son superiores a los obtenidos por los varones asalariados, que pueden opinar sobre su actividad laboral siempre o muchas veces en un 53,8 por ciento de ocasiones, y cuyos jefes valoran esos pareceres siempre o muchas veces en un 43,3 por ciento (Tabla 7.3)

      Más de ocho de cada diez mujeres entrevistadas trabajan por cuenta ajena (83,2 por ciento), fundamentalmente como asalariadas del sector privado (60,5 por ciento) El 11 por ciento son profesionales o trabajadoras autónomas sin asalariados, y sólo el 2,6 por ciento son empresarias o profesionales con asalariados (Gráfico 7.3)

      GRÁFICO 7.3
      Mujeres ocupadas, según su situación profesional

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      Aunque la razón fundamental por la que las mujeres ocupadas dejarían su empleo es la terminación o rescisión de su contrato de trabajo (41,7 por ciento), el aspecto más relevante de los datos obtenidos del Gráfico 7.4 es la constatación de que los motivos estrictamente profesionales prevalecen sobre los de carácter familiar. Así, el 27,3 por ciento de ocupadas dejarían su empleo actual para promocionar profesionalmente, frente al 1,6 por ciento que lo harían para atender obligaciones familiares, el 1,4 por ciento que dejarían su trabajo por la maternidad, y el 0,4 por ciento de ocupadas que abandonarían su actividad laboral por contraer matrimonio.

      GRÁFICO 7.4
      Mujeres ocupadas, según las razones por las que dejarían su trabajo

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

      El 73,8 por ciento de las mujeres ocupadas se muestran genéricamente satisfechas con su tiempo libre, siendo el 23,9 por ciento de ellas las que se manifiestan muy satisfechas con su tiempo de ocio. El 25,9 por ciento de ocupadas, por el contrario, están poco satisfechas con su tiempo libre (Gráfico 7.5)

      GRÁFICO 7.5
      Mujeres ocupadas, según su satisfacción con su tiempo libre

      Discriminación y desigualdades socioeconómicas de la mujer

       

      CAPÍTULO VIII. CONCLUSIONES 

      I

      La principal conclusión que se extrae del análisis de los datos obtenidos en la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo (ECVT) del año 2001 es que los ocupados en el mercado laboral español presentan un nivel general muy alto de satisfacción con su trabajo, consolidándose la tendencia que se repite desde el año 1999. Así, casi nueve de cada diez trabajadores se manifiestan satisfechos con el empleo que tienen y que desarrollan.

      Abundando en el dato anterior, el índice general de calidad de vida en el trabajo que muestra una visión de conjunto de la situación en la que se encuentran los españoles, revela que más de seis de cada diez ocupados se sitúan en posiciones medias o altas de calidad laboral. Este dato se complementa y matiza con un nivel alto de orgullo por el trabajo que se realiza, un nivel alto de satisfacción con las condiciones de trabajo, unos niveles medios de integración, autonomía y participación en el puesto de trabajo, y un nivel bajo de alienación laboral.

      II

      Asimismo, la satisfacción laboral de los ocupados se confirma en aspectos concretos del trabajo que tienen y realizan. Así, casi siete de cada diez ocupados consideran su empleo atractivo o interesante, y casi ocho de cada diez están satisfechos tanto con sus condiciones de seguridad e higiene como con la relación entre su formación y el puesto de trabajo que desarrollan.

      Igualmente, siete de cada diez ocupados están satisfechos con la organización de su trabajo y con sus relaciones personales con los compañeros, y seis de cada diez consideran satisfactoria su relación con los superiores jerárquicos de la empresa.

      En la misma línea, los datos obtenidos reflejan que sólo algo más de un ocupado de cada diez habitualmente se aburre en su trabajo y considera que trabaja en condiciones peligrosas, y que tres de cada diez ocupados perciben habitualmente su actividad como estresante.

      III

      Con relación a la estructura ocupacional, los datos de movilidad laboral evidencian que siete de cada diez ocupados han cambiado alguna vez de empleo, siendo la promoción profesional y la mejora económica las razones fundamentales de tal decisión.

      Respecto a la movilidad geográfica, la encuesta revela que más de siete de cada diez ocupados residen en la actualidad en la misma comunidad autónoma de nacimiento, siendo poco más de dos de cada diez quienes viven y trabajan en una comunidad distinta a la de su nacimiento. 

      IV

      Respecto a la estructura familiar de los ocupados, los datos reflejan que seis de cada diez forman parte de un matrimonio o pareja con hijos, si bien se observa la consolidación de nuevos modelos familiares como las familias monoparentales -en las que viven uno de cada diez ocupados- o los matrimonios o parejas sin hijos -constituidos por más de uno de cada diez ocupados-.

      Resulta, asimismo, destacable que más de nueve de cada diez trabajadores se sientan satisfechos con las condiciones de su vivienda.

      V

      Del análisis específico que la ECVT realiza de la relación mujer-trabajo, un primer dato refleja que más de ocho de cada diez ocupadas lo hacen por cuenta ajena, siendo seis de cada diez las asalariadas en el sector privado. Por el contrario, poco más de una de cada diez mujeres son empresarias o profesionales con y sin asalariados.

      Cabe destacar también que son causas fundamentalmente profesionales las que motivan a las mujeres ocupadas a abandonar su actividad laboral, siendo así que casi tres de cada diez lo hacen para promocionar profesionalmente, siendo porcentualmente irrelevante (menos de una de cada diez) las que lo hacen por motivos estrictamente personales como por maternidad, matrimonio y por atender obligaciones familiares.

      Asimismo, merece ponerse de manifiesto que más de siete de cada diez ocupadas se muestran satisfechas con su tiempo libre, si bien los datos sobre la distribución de las responsabilidades domésticas ponen en evidencia que la mujer que trabaja fuera de su hogar sigue siendo la que más soporta dichas responsabilidades, ya que más de cuatro de cada diez mujeres las asume en solitario y cuatro de cada diez mujeres las comparte con otra persona. 

      Conclusiones

      Como resumen, se puede afirmar que, con relación a las principales variables analizadas, la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo del año 2001 refleja la consolidación, con leves matizaciones, de las tendencias que se reflejaban en las encuestas de los años 1999 y 2000.

      Glosario de términos empleados

      • Matrimonio: Por matrimonio entendemos una institución que está presente en todas las sociedades humanas, y que casi siempre incluye una o varias formas socialmente sancionadas de restringir el acceso sexual entre personas de distinto sexo y de establecer la legitimidad y los derechos de y sobre los hijos nacidos de esas relaciones. El matrimonio, por tanto, incide de manera importante en la formación de nuevas unidades domésticas, y es crucial para la reproducción física y cultural de los grupos humanos.

      • Sistema matrimonial: Por sistema matrimonial entendemos el conjunto de normas, roles y prácticas que una sociedad establece, mantiene y termina con el matrimonio concebido como relación entre individuos y familias y como nueva entidad corporativa o “sociedad conyugal” por usar un término frecuente en derecho canónico. El sistema institucional incluye reglas, pero también disposiciones y prácticas individuales y sociales respecto a con quién, cómo cuándo y para qué casarse, así como reglas sobre la obtención y transmisión de estatus, derechos y bienes. Incluidos nombres y otros aspectos de la identidad personal. Y se trata de un sistema porque las diversas variables se influyen mutuamente a varios niveles.

      • Imperante: Dominante.

      • Enraizada: Arraigada / instalada en ese sitio - que ha echado raíces ahí.

      • Relegada / o: Apartada, pospuesta // Desterrado de un lugar.

      • Recesión: Acción y efecto de retirarse o retroceder // Economía. Depresión en las actividades industriales y comerciales, generalmente pasajera, que tiene como síntomas el decrecimiento de la producción, el trabajo, los salarios, los beneficios, etc.

      • Meramente: Solamente, sin mezcla de otra cosa.

      • Infranqueable: Imposible o difícil de despejar los impedimentos que estorban el paso.

      • Xenofobia: Fobia a lo extranjero.

      • Holocausto: Sacrificio, especialmente entre los israelitas, en los que se quemaban a las víctimas. // Gran matanza de seres humanos.

      • Endémico: Dícese de actos o sucesos que se repiten frecuentemente en un país, que están muy vulgarizado y extendidos.

      • Reiterada: Hecho o sucedido repetidamente.

      • Legítima: De acuerdo con la ley.

      • Nupcias: Boda

      • Concubina: Mujer que vive y que mantiene relaciones sexuales con un hombre sin estar casada con él.

      • Concernir: Atañer o corresponder a alguien.

      • Cantón: División territorial y administrativa, caracterizada por estar dotada de un importante grado de autonomía política.

      • Redundar: Referido a algo que se había interrumpido, seguir haciéndolo o continuarlo.

      • Estereotipos: Imagen o ideas aceptadas comúnmente por un grupo o una sociedad con carácter fijo e inmutable.

      • Burdos: Que no tiene delicadeza, finura ni sutileza.

      • Estridente: Que causa una sensación llamativa y molesta por su exageración o por su contraste.

      • Impera: Que manda, domina o predomina.

      • Genuino: Puro, natural, o que conserva sus características propias.

      Bibliografía

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      • Kathleen Newland “La mujer en el mundo moderno” 1982. Editorial “Alianza”

      • Pilar Rahola “Mujer liberada, hombre cabreado” 2000. Editorial “Planeta”

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      • Pedro Latín Entralgo “Enciclopedia temática Ciesa” 1973. Edita “Compañía internacional Editora”

      • Instituto andaluz de la mujer “Guía de asociaciones de mujeres” 1996. Edita “Instituto andaluz de la mujer”

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Enviado por:Daga Von Alexandros Xvi
Idioma: castellano
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