Filosofía y Ciencia


Consumo y tráfico de drogas


Teoría de Crisis de la civilización.

El fenómeno del narcotráfico es signo inequívoco de la aguda crisis estructural de la sociedad (Incluye los niveles Social, económico, político y cultural): Extremada concentración de la riqueza tanto en el campo como en la ciudad, ausencia de reforma agraria, crisis de valores ideológicos, morales y éticos, falta de oportunidades (económicas, de salubridad, de educación, de comunicación), desarticulación del estado a la sociedad, un desmedido afán de riqueza, un estado de descomposición social protuberante y un nivel preocupante de corrupción.

Argumentos influyentes en la crisis de la sociedad.

1.- El consumismo, es un factor determinante en esta crisis, actúa como un circulo vicioso, la gente vale por lo que tiene, adquiere bienes a largos plazos, con altos intereses, para presentarse ante los demás como una persona respetable, que es capaz de adquirir las cosas que otros no pueden, causando en las personas necesidades que progresivamente comienzan por atorar sus posibilidades de pago, que termina con altos índices de estrés, que lo llevan directamente a sentir que es necesario evadir esta realidad acudiendo al alcohol o drogas que se encuentran disponibles sin necesidad de buscar airadamente.

2.- La gran brecha de los ingresos de la población, muchos ganan muy poco y solo algunos ganan demasiado, esto genera una gran desigualdad social y económica que genera en las personas desaliento social y emocional, factor que también genera la necesidad de consumir drogas para alejarse de la realidad.

3.- desarme de la estructura familiar, la sociedad del consumismo y buscar nuevas expectativas de vida, ha llevado a que la mujer salga a la vida laboral, por largos horarios, desligándose del cuidado de los niños, siendo este entregado a personas que no están del todo preparadas o si bien lo están no tienen un lazo afectivo que una a tal grado que sea probable la transmisión de valores básicos en los menores, como el amor por el prójimo, la responsabilidad, la reciprocidad y la solidaridad, generando con esto seres totalmente individualistas que solo velan por sus intereses particulares y no el del conjunto de la sociedad, y ya en su adolescencia creen que es posible aminorar estos vacíos con drogas, sexo ocasional que repercuten en embarazos no deseados, muertes por accidentes automovilísticos por encontrarse drogados o ebrios.

4.- las comunicaciones y la tecnología, este factor será uno de los mas peligrosos y lamentables en el desarrollo humano, si bien no puedo dejar de mencionar que nos brinda la posibilidad de comunicación, rapidez, tener información las 24 horas de todo el mundo, pero no puedo dejar de eludir , que las personas hoy están limitadas por horarios largos de trabajo, creando así, imposibilidad de esparcimiento personal y directo con el resto de la sociedad, falseando su identidad , en Chat, o creando personajes para sentirse otra persona que tiene expectativas de vida mejores que las propias, generando así, variaciones en su personalidad.

5.- Pésimas condiciones laborales, largos horarios de trabajo, trabajos en condiciones deleznables, circuitos cerrados de producción donde las personas trabajan sin posibilidad de crecimiento ni menos de desarrollo personal, bajos salarios que los llevan a tomar dos o hasta tres trabajos, con sobrecargas físicas y psíquicas que los alejan de sus familias, generando la necesidad de eludir esta condición a través de la enajenación de su propia integridad quedando anulado y destruido físicamente, buscando con esto medios de evasión nuevamente droga y alcohol.

Reflexión Personal

Creo que la crisis de la sociedad, es una crisis “falseada y creada”, por los gobernantes por su propia conveniencia. La droga como producto de la nueva civilización, ayuda a que los personas se sientan con la necesidad de eludir, las condiciones en las actualmente se encuentran, y solo así dejan de actuar en la sociedad y directamente en la política, que es lo que los afecta directamente a los gobernantes que pasan a ser solo una elite privilegiada, que tiene recursos y el poder en sus alas, sin tener grandes masas de oponentes y críticos de su labor, teniendo asi , seres enajenados sin participación en la vida pública. Además la tecnología ha ayudado a que las personas creen sus propios mundos virtuales alejados de la vida pública y de su participación en lo social, siendo así seres totalmente individualista. El consumismo, provocado por la publicidad no reglada, genera en las personas la necesidad adquirir bienes y que sea imposible eludir esta intromisión de la publicidad versus la necesidad de tener “propiedad privada”, creando así generaciones depresivas fármaco dependientes a sustancias que provocan enajenación de su libertad de opinión y de interés respecto de la sociedad.

Por otro las políticas de erradicación de la droga son mínimas en consideración de que el avance de la tecnología es tal, que podrían de una forma no muy desastrosa para ellos erradicar el mal que causa a la población.

Teoría de la libertad individual ante el consumo de drogas.

Nadie puede ser obligado justificadamente a realizar o no, determinados actos, porque eso fuera mejor para él, porque le haría feliz, porque, en opinión de los demás, hacerlo sería más acertado o más justo. Estas son buenas razones para discutir, razonar y persuadirle, pero no para obligarle o causarle algún perjuicio si obra de manera diferente. Para justificar esto sería preciso pensar que la conducta de la que se trata de disuadirle producía un perjuicio a algún otro. La única parte de la conducta de cada uno por la que se es respon­sable ante la sociedad es la que se refiere a los demás. En la parte que le concierne meramente a él, su independencia es de derecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y espíritu el individuo es soberano, cada uno es el guar­dián natural de su propia salud, sea física, mental o espiri­tual. La humanidad sale más gananciosa consintiendo a cada cual vivir a su manera que obligándole a vivir a la manera de los de­más.

La penalización del consumo y la prohibición resultan inaceptables desde la primera perspectiva, por cuanto violan la autonomía personal, pues en una sociedad democrática sólo cabe penalizar conductas que afecten derechos de terceros, que no es el caso del consumo de drogas. Y es que el derecho penal en una sociedad democrática no puede estar orientado a erradicar "vicios" socialmente acepta­dos y a evitar que una persona se haga daño a sí misma, pues invade injustificadamente la autonomía personal y erosiona el pluralismo. Creo que estrategias fundadas en elementos como los que paso a describir no son la panacea, pero son realistas y democráticas, pues evitarían los efectos perver­sos del actual prohibicionismo, respeta­rían los derechos de los usua­rios, y permitirían el diseño de estra­tegias sanitarias verdadera­mente adecuadas. Con ello no quiero negar que existan dificul­tades grandes y objetivas para la ejecución de esas políticas. Pero esas dificultades ¿significan acaso que debemos aceptar la prohibición existente? No lo creo, pues en este campo no se puede decir que más vale malo conoci­do que bueno por conocer.

Argumentos:

1.-Reducción del daño, se trata de un modelo de salud pública destinado a minimizar los daños ocasionados por el abuso de sustancias sicotrópicas. Pero esa búsqueda de proteger la salud pública no se haría a toda costa, por lo cual tendría que tomar en cuenta como límites a su acción los derechos humanos -tanto de los usuarios de drogas como de la pobla­ción en general- y los efectos perversos y costos de las pro­pias políticas de control.

2.- arrancar el monopo­lio de la distri­bución a las organiza­ciones criminales -uno de los principales efectos per­versos del actual prohibicionismo-, es indispensable admitir la existen­cia de unos canales legalizados de producción y distri­bu­ción, con­trola­dos por el Esta­dos, y que tendrían caracterís­ti­cas diversas según los tipos de drogas: en efecto, la distribución de marihuana -droga casi inocua- no puede ser la misma de la heroí­na, droga capaz de producir depen­dencia física y síquica.

3.- El consumo de las drogas no se considera algo conveniente y que deba ser estimu­lado por la sociedad sino una conducta simplemen­te tolerada, ese mercado tendría que ser pasivo; es decir, se quita­ría a las redes legales de distribución toda agresi­vidad comercial: prohibi­ción de propagandas, exclusión de marcas. En sínte­sis, no se pretende­ría facili­tar y ampliar el consumo -como en un mercado libre, pero tampoco se lo haría legal­mente impo­si­ble, como en un mercado prohi­bido.

4.-La existencia de redes legales de distribución se combinaría con un fortalecimiento de programas de prevención, tratamiento y ayuda al toxicómano, los cuales podrían ser de muy diversa índole. De esa manera, gran parte de los recursos hoy desperdiciados en la prohibi­ción servirían a financiar esos programas.

5.- Finalmente, como de lo que se trata es de desestimular el consu­mo socialmente dañosos de las sustancias sicotrópicas, se buscaría recuperar todas aquellas formas sociales de consumo no problemático de las drogas. En este punto, las sociedades latinoame­ricanas ten­dríamos mucho que enseñar, aprovechando por ejemplo las tradiciones indígenas de consumo de coca o de yahé; pero en vez de aprovechar esas experiencias, los gobiernos latinoamericanos siguen destruyendo, en nombre del prohibicionismo- formas no problemáticas de consumo de drogas exis­tentes en nuestras sociedades.

Lucha contra el narcotráfico en Colombia debe estar circunscrita en términos nacionales o necesita colaboración y solidaridad internacional.

Colombia necesita ayuda para fortalecer su economía y para generar empleo. El país necesita un mejor y más justo acceso a los mercados internacionales donde sus productos son competitivos. La colaboración de los Estados Unidos, de la Comunidad Europea y del resto de la comunidad internacional es indispensable para el desarrollo económico del país. Ese mismo desarrollo servirá como una fuerza para combatir el narcotráfico, ya que promete alternativas de empleo lícito para las personas que de otra manera recurrirían al crimen organizado o a los grupos insurgentes que se alimentan del narcotráfico. Estamos convencidos que el primer paso hacia una globalización en el sentido real de la palabra es la creación de una solidaridad global. No podrán tener éxito sin programas de desarrollo alternativo en las áreas rurales y de un mejor acceso a otros países para las exportaciones lícitas. Esta es la única manera de contrarrestar el tráfico de drogas. Hay razones para ser optimistas sobre el futuro de Colombia, especialmente si reciben una respuesta positiva de la comunidad internacional en sus esfuerzos para crear una prosperidad general acompañada de justicia social. Esto permitirá que los colombianos avancen hacia una paz duradera. Para que este propósito fundamental se vuelva realidad para Colombia, deben superar las dificultades y situaciones cambiantes del ámbito nacional e internacional. Debemos enfrentar los retos de una economía internacionalizada.. No cabe duda que Colombia padece de los problemas de un Estado que aún no ha sabido consolidar su poder, una falta de confianza en la capacidad de sus fuerzas armadas, policía y sistema judicial, de garantizar la permanencia del orden y la seguridad; una crisis de credibilidad en los distintos niveles y en las varias instancias de gobierno; y corrupción en la conducta de los sectores público y privado. Todo esto ha sido fomentado y agravado por los desestabilizadores efectos del narcotráfico, el cual, con sus vastos recursos económicos ha venido generando una violencia indiscriminada.

Bibliografía.

http://www.mamacoca.org/FSMT_sept_2003/es/doc/uprimny_drogas_y_democracia.ht

www.analitica.com




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Enviado por:Romina Maluenda
Idioma: castellano
País: Chile

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