Fue el rey Numa Pompilio (arqueologia.com/reyes_roma1.htm">Nvma Pompilivs) el primero en diferenciar los días fastos, 245 al año, (fas) de los nefastos, 109 en total, (nefastvs).
Los fastos, que en los calendarios aparecían marcados con una F, eran las jornadas, que gracias a la ley divina, estaban dedicadas a la actividad humana, sobre todo a la actividad jurídica.
Los nefastos, señalados con una N, eran los días dedicados a los dioses, y por tanto, toda actividad humana cesaba, a excepción de la religiosa.
Esta división que en principio parece fácil, se fue complicando con el tiempo, debido a que los días sufrieron una serie de subdivisiones.
Dentro de los días clasificados como fastos, se separaron los comitiales, 192 en total, reservados a la celebración de asambleas políticas en el Comitivm. Entre los nefastos, se incluyeron los NP, 52 días al año, interpretados como nefastvs parte o nefastvs principio.
También existieron días mixtos, llamados endotercisi y fissi.
Los dies endotercisi(días cortados), EN, 8 en total, eran nefastos, a excepción del tiempo que duraba la realización de un sacrificio asociado a ese tipo de días.
Los dies fissi (días divididos), 3 al año, eran nefastos hasta el momento de realizarse un acto religioso determinado, pasando a ser desde ese momento fastos. Eran tres a lo largo del año, marcados con las letras QRCF (24 de marzo y 24 de mayo) o QStDF (15 de junio). QRCF son las siglas de qvando Rex comitavit, fas (cuando el rey asiste a la asamblea, fasto), o también qvando Rex comitio fvgerit [fas] (cuando el rey haya huido de la asamblea, fasto) y QStDF corresponden a qvando stercvs delatvm, fas (cuando la basura haya sido sacada, fasto, haciendo alusión a la limpieza ritual que las Vestales hacían en el templo ese día).
Los romanos no daban a los días nefastos un carácter de mal agüero, como se hace hoy; ese tipo de día, para ellos, eran los dies atri (días negros), jornadas malditas en las que no se realizaba ninguna actividad, a no ser de urgencia, ya que estaban condenadas al fracaso. Estros días fueron los de las grandes derrotas militares y catástrofes, los dedicados al culto de los difuntos (13 a 21 de febrero, 9, 11 y 13 de mayo), los dedicados al mundo subterráneo (24 de agosto, 5 de octubre y 8 de noviembre), el día en que Roma estaba desprotegida, por salir los escudos de procesión (1 de marzo) y todos los siguientes a las Kalendae, Nonae e Idvs.