Imagen para el diagnóstico
Anatomía de las mamas
Anatomía de las mamas.
1.-Pezón
2.-Conductos galactóforos
3.-Glándula
4.-Grasa
5.-Pectoral
6.-Grasa
7.-7ª.-Costilla
8.-3ª.-Costilla
9.-Adolescente
10.-Embarazo
11.-Fértil
12.-Menopáusica
13.-Senescente
La única justificación de la mamografía es el diagnóstico precoz de los cánceres de mama, pues el éxito de las mastectomías depende del rápido diagnóstico: en ella se detectan más del 40%, que no se localizarían de ninguna otra manera, ni siquiera a la palpación. Esta exploración se puede complementar con ecografías.
El riesgo que existe de producir cáncer de mama con la radicación solamente es evidente con altas dosis y aparatos convencionales.
En estudios estadísticos realizados, solamente se han dado aumento de neoplasias después de altas dosis de radiación como, por ejemplo, la explosión de la bomba atómica, pacientes con TP sometidos a exámenes frecuentes de radiología o madres con mastitis posparto tratadas con radioterapia.
Antes, se hacían serografías que, con un aparato de rayos normal y en placas de aluminio con polvo de selenio, daban imágenes aparentemente inversas.
Mamografía con film y pantalla.
Se utiliza una placa de 18x24 con una sola emulsión de grano fino y alta resolución en cuyo chasis se incorporará una pantalla fija antidifusora (bucky). Se utilizará un foco fino (de hasta 0,1mm de punto focal), ánodo de tungsteno y en posición de manera que quede éste aproximado al tórax y el cátodo separado. Además, el mamógrafo tiene incorporado un filtro de 0,5mm de grosor. La técnica (ya programada) es inferior a 30Kv, con un mA bajo y un tiempo de exposición corto (de 0,2 a 0,3 segundos). La distancia del foco a la imagen será fija, de 24 pulgadas (61cm). La colimación en estos aparatos está adaptada por medio de un cono que asegura la proyección del haz útil de radiaciones.
Método de rutina (protocolo).
Se coloca una bata abierta por delante, pues debido a la técnica, la tela se ve, y la mama desnuda. Se identifica y se rotula con la lateralidad de la mama, y qué mama es además de la posición.
Tomar nota para el informe de cicatrices, masas palpables, engrosamientos sospechosos, anomalías cutáneas y alteraciones del pezón.
En pacientes son síntomas, se harán ambas mamas para su comparación. No realizaremos ninguna con aparatos convencionales. Para cada una de las posiciones, la mama se debe sujetar con firmeza, que el pezón se dirija hacia delante y se proyecte de perfil. Se emplea el chasis para comprimir la superficie de la mama, extendiendo bien la glándula y alisando la superficie.
Se rotulará la oblicua y la mediolateral a lo largo del borde superior de la mama. Para la craneocaudal, a lo largo del borde lateral. Los marcadores se orientarán hacia la axila.
Proyección craneocaudal.
Paciente de pie o sentada, de cara al portachasis para estar más cómoda y colocar la mama sobre el chasis con el pezón de perfil. El borde de éste debe estar nivelado con la pared torácica y presionando contra el pecho.
El miembro del mismo lado relajado y empujado ligeramente hacia abajo para ver los cuadrantes laterales de la mama y girar la cabeza hacia el lado contrario.
Descender el compresor, presionando firmemente y sin dolor.
Suspender la respiración durante el disparo.
Oblicua.
Realizamos exactamente las mismas maniobras que en la posición anterior. Dirigir el rayo desde la posición superomedial a la inferolateral. Situar el portachasis lo más alto posible en la axila, entre el pectoral y el dorsal ancho, de forma que éste quede detrás del pliegue pectoral.
Se le da a todo el aparato una angulación de unos 45º.
La mama quedará caída en la imagen y el contorno superior abombado, no hundido. La sombra del pectoral tendrá, aproximadamente, 45º.
Proyección mediolateral/lateromedial.
Se utilizan para completar las proyecciones estándar y para localizar anomalías en estas posiciones.
La paciente en posición erecta, de pie o sentada, giramos el conjundo tubo-placa 90º. Girar a la paciente para colocar el pezón de perfil. La paciente sujetará el mango del conjunto con la mano del mismo lado. Colocaremos el chasis lo más alto posible en dirección a la axila. Paciente con el hombro relajado y la mama comprimida sin provocar dolor.
En la proyección mediolateral el chasis quedará en la parte externa y el rayo centrado en la cara interna. En la proyección lateromedial, el chasis irá colocado en el centro del tórax y el foco entre las dos mamas.
Proyección axilar.
Pretendemos demostrar en la imagen los ganglios de la axila. Paciente erecta con el brazo flexionado en abducción y la mano en la cabeza. El chasis en la misma posición que si realizamos un hombro axial sin angulación del rayo.
Rayo perpendicular a la placa en su punto medio y centrado entre la cabeza del húmero y las costillas. Se realizará con el mismo mamógrafo, aumentando la técnica en 2Kv respecto a una mamografía normal.
Proyección medial.
Es una proyección craneocaudal de la parte media de ambas mamas. Comprimiremos el chasis contra el esternón, traccionando las mamas hacia fuera y colocando el pezón para que se vea de perfil, las aplanaremos y alisaremos la piel. Se suspende la respiración.
Identificar y rotular como corresponda.
**Ampliación.
Con un ánodo muy fino se pueden realizar ampliaciones sin temor a la borrosidad producida por la DOP. Es útil para diferenciar calcificaciones o la malignidad de las lesiones.
Consiste en colocar un sistema radiotransparente que nos eleve la mama y nos aumente la DOP 20cm manteniendo la DFP (61cm).
La ampliación depende de la altura del objeto radiotransparente, que en este caso, siempre será fija con un objeto de 20cm. Por eso, la ampliación será de casi el doble.
**Localización de lesiones.
Para la localización de lesiones debemos realizar las mismas proyecciones anteriores. La única diferencia es que el compresor está cuadriculado simétricamente y perforado para poder trabajas a través de las perforaciones. Se utilizan todas las medidas de asepsia, al igual que para una intervención quirúrgica, y se realizan con anestesia local. Previamente, habremos hecho una placa que procesaremos sin mover la mama radiografiada.
Se puede realizar una biopsia por punción con aguja fina (PAF), extensión a un porta y citología realizada en anatomía patológica.
Si la localización es para extirpación quirúrgica, dejaremos un arpón colocado en la lesión mediante una aguja y se realiza una radiografía de comprobación tapando el arpón con una gasa. A continuación, se traslada al paciente al quirófano con cuidado de no dañarle ni modificar la posición del arpón.
Galactografías.
Podemos estudiar los conductos galactóforos que presenten exudación para observar una posible masa intraductal que lo ocasione. Tomaremos las medidas de asepsia y la esterilidad necesarias.
Utilizaremos una aguja de sialos con catéter e introduciremos contraste yodado hidrosoluble. Con la introducción de 1 cm3 es suficiente, aunque podemos introducir hasta 3cm3 si el conducto está muy distendido. La cantidad nos la marca el paciente cuando sienta sensación de plenitud.
Se le realizan proyecciones laterales y craneocaudales sin compresión para evitar la salida del contraste.
Aplicaciones clínicas.
Epispadias femenino.
Malformación congénita que consiste en la localización del meato por la parte superior del clítoris.
Hipospadias femenino.
Malformación congénita en la que desaparece la pared que separa la vagina de la uretra.
Prurito valvular.
Picor intenso en la vulva.
Vulvovaginitis.
Inflamación de la vulva y la vagina (normalmente por la ETS).
Bartolinitis.
Inflamación de las glándulas de Bartolino, que desaguan en el conducto de Bartolino, una a cada lado del himen y en los labios menores.
Prolapso vaginal.
Evaginación de la vagina al exterior.
Atresia vaginal.
Falta de canalización del órgano: no existe vagina.
Útero didelfo (o bicorne).
Malformación del útero que consiste en dos canales en el útero que comunican cada uno con una trompa y un ovario, y tiene una sola vagina. Produce esterilidad.
Anteversión del útero.
Inclinación excesiva del útero hacia delante.
Retroversión del útero.
Inclinación del útero hacia atrás.
Prolapso del útero.
Eversión del útero hacia la vagina que puede llegar hasta el exterior, normalmente después de un parto laborioso.
Monarquía.
Comienzo de la menstruación en la pubertad.
Menopausia.
Fin de la menstruación.
Amenorrea.
Ausencia de la menstruación, que puede ser:
-Primaria: cuando a los 18 años todavía no ha menstruado. Siempre es patológica.
-Secundaria: interrupción de la menstruación durante más de 3 meses. Puede ser patológica (alteraciones anatómicas, uterinas, hormonales…) o fisiológica (embarazo, postgravídica, posmenopáusica).
Sangrado uterino anormal.
Hipermenorrea. Aumento la menstruación en duración y cantidad.
Hipomenorrea. Poca cantidad de sangre eliminada, que puede ser mecánica, por estenosis del cuello.
Polimenorrea. Menstruación con periodos menores a 21 días, normalmente por falta de ovulación.
Oligomenorrea. Menstruaciones superiores a 30-35 días por trastornos endocrinos.
Metrorragia.
Hemorragia genital femenina de forma anárquica sin ninguna relación con el ciclo menstrual, a consecuencia de tumores, quistes, etc.
Dismenorrea.
Dolores durante la menstruación, que se pueden dividir en:
Primarios: normalmente por factores emocionales sin ninguna relación con una lesión orgánica y frecuente en la adolescencia.
Secundarios: debidos por algunas alteraciones orgánicas, inflamaciones o tumores.
Leucorrea.
Aumento de la secreción de flujo vaginal. Es normal que haya una cantidad moderada pero que, cuando aumenta mucho, se considera patológico. Generalmente, este flujo es de color blanco y de olor característico, pero puede cambiar de color dependiendo de la patología que lo produzca: amarillo verdoso, achocolatado o sanguinolento con olor fétido.
Cervicitis.
Inflamación del cuello uterino, generalmente por ETS.
Endometritis.
Inflamación del endometrio. Es muy rara, pues el endometrio es muy resistente a infecciones.
Endometriosis.
Presencia de mucosa uterina fuera del útero. Normalmente es una patología benigna.
Salpingitis.
Inflamación de las trompas de Falopio, generalmente producida por ETS, cesárea, aborto infectado, partos laboriosos.
Neoplasias uterinas.
El útero puede presentar tumores:
Benignos: miomas uterinos, tumores del músculo liso del útero, que se denominan también fibromiomas o fibromas que se presentan, generalmente, en mujeres de 30 ó 40 años. Pueden producir esterilidad y, si es durante el embarazo, abortos.
Malignos: carcinoma del cuello, en mujeres que hayan tenido varios hijos y que, por su forma de ser, pueden ser:
-fungiformes
-ulcerados
-infiltrantes
Se pueden diagnosticar por radiología en la que se apreciará una masa localizada en la zona, o por ecografía y, posteriormente, biopsia.
Carcinoma de cuerpo, puede localizarse en el cuerpo o en el endometrio. Es más frecuente en mujeres de edad avanzada y, a diferencia del anterior, tiene más incidencia en mujeres con hijos.
Se diagnostican con radiología (histerosalpingografía) y ecografía con posterior biopsia.
Mola.
Degeneración quística de las vellosidades de la placenta. Tiene siempre al aborto. Puede ser:
Hidatidiforme. Forma benigna.
Invasiva. Forma intermedia: coriadenoma.
Maligna. Coricarcinoma.
Se diagnostica radiológicamente y se soluciona con un legrado uterino (raspado).
A pesar de que el feto está muerto, las pruebas de embarazo siguen dando positivo.
Enfermedades de transmisión sexual.
Las podemos clasificar por el organismo que las produce:
-
Bacterianas.
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Sífilis: espiroqueta (treponema pallidum).
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Clamidias: chlamydia trachomatis.
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Gonorrea: neisseria gonorrhoeae.
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Chancro blando: hemofilus ducrey.
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Víricas.
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Herpes genital.
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Condiloma: virus del papiloma humano (VPH).
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SIDA.
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Hongos: micosis producida por cándidas.
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Parásitos.
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Protozoos: trichomoniasis vaginalis.
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Sarna: ácaros.
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Pediculosis púbica: ladillas.
Sífilis.
Patología grave que puede ser adquirida o congénita.
Congénita, transmitida por la madre a través de la placenta y presenta, normalmente, malformaciones congénitas óseas. Se caracteriza por presentarse en periodos:
sífilis primaria.
sífilis secundaria.
sífilis terciaria: periodo más problemático, que se divide a su vez en 3 estadios; afectación vascular, afectación al SNC y goma, nódulos que en su interior tienen tejido necrosado (en órganos vitales: hígado, pulmón…).
Perinatal infantil, malformaciones óseas, incluso ceguera.
Tardía, suele presentar los mismos síntomas que en el terciario de la adquirida, con la diferencia de que en ésta hay deformaciones óseas y afectación ocular.
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País: | España |