Historia


Historia del mundo actual


TEMA 1 INTRODUCCION A LA HISTORIA DEL MUNDO ACTUAL

Las Historias de los Tiempos Presentes, englobaría a la vez la Historia del Tiempo Presente y la Historia Inmediata. Ésta sería la característica del periodismo. Narra los acontecimientos, al mismo tiempo que tiene lugar. La primera toma para sí el espacio de una vida humana entera, y permite la consulta del material documental depositado en los archivos.

Historia y Periodismo, tienen requerimientos distintos.

Los periodistas de investigación pueden escribir obras muy informadas, pero no revelan las fuentes y tampoco acostumbran a cruzarlas de forma sistemática o a someterlas a una estricta labor de depuración y análisis.

Un factor importante en el cultivo de la Historia del Tiempo Presente consiste en el derecho de cada generación a construir o al menos a revisar el propio pasado.

Críticas:

Este nuevo enfoque es subjetivo. Pero el peligro de la subjetividad es algo generalizado en la ciencia histórica

Exceso de fuentes.

El historiador que trabaja en la Historia del Tiempo presente es incapaz de llegar a ver el final de lo que narra.

La Historia del Tiempo Presente esta amenazada siempre por la aparición de nuevas fuentes. Pero eso se da también en otras etapas cronológicas.

La gigantesca burocracia del Estado contemporáneo, hace que “cada vez haya más papeles, pero de contenido menos interesante”. De ahí los problemas de selección y clasificación de fuentes.

A menudo los testigos no desvelan grandes acontecimientos pero sí el “espíritu de un tiempo”.

Cualquiera que sea la época histórica a la que se dedique, un historiador tratará de agotar las fuentes. Empleará además, como instrumento de análisis, la duda metódica, porque lo propio de su tarea es presentar siempre como un problema el pasado.

Es obligado que recurra además a la imaginación; la verdadera talla del historiador reside en ella y no en la memoria.

A partir de 1945, la Historia se ha convertido en universal, y ello obliga a recurrir al método comparativo.

También la Historia del Tiempo Presente ha contibuído a innovaciones metodológicas. Cuestiones como la MEMORIA COLECTIVA, que es lo que una generación hace con el pasado, inclusive transformándolo u olvidándolo de forma parcial.

La HISTORIA ORAL, como procedimiento de acceso al pasado, será una exigencia y a la par un instrumento privilegiado del historiador del Tiempo Presente.

TEMA 2. ESTADOS UNIDOS DURANTE LA PRESIDENCIA TRUMAN

No ha sido infrecuente que una guerra concluya con discrepancias entre aliados. Lo sucedido a partir de 1945 revistió una especial significación: La ruptura en un plazo muy corto de tiempo, fue absoluta y total.

La “guerra fría” constituyó el rasgo más destacado de esta nueva era

EL NACIMIENTO DE LA O.N.U.

Un rasgo fundamental del nuevo mundo, no es sólo el hecho de que fuera dominado por esas superpotencias sino que la paz entre ellas, resultó desde un principio fallida.

Los aliados hubieran querido perpetuar la solidaridad entre las “Naciones Unidas”, para lo que se creó una nueva sociedad mundial. Un grupo de expertos, reunidos en otoño de 1944, establecieron los principios de la O.N.U.

La nueva organización dispondría de un directorio de grandes potencias, miembros permanentes de un Consejo de Seguridad, los cuales tendrían el derecho de veto, a los que habría que sumar miembros no permanentes, elegidos por dos años, hasta alcanzar los once componentes, en 1946 que pasaron a quince desde 1966. Con capacidad para tomar resoluciones que impondrían obligaciones a los Estados.

La Asamblea venía a ser la encarnación de la Democracia a escala universal.

La Asamblea, decidiría con carácter muy general las llamadas “recomendaciones”. Sin embargo, en la práctica, se convirtieron en grandes foros internacionales.

El Secretario General, desempeñó un papel creciente.

Toda esta arquitectura organizativa, pronto se demostró impotente para encauzar la situación internacional.

En la Comisión de la Energía Atómica, los Estados Unidos presentaron el llamado Plan Baruch, desarrollo de la energía nuclear, prohibiendo su uso bélico. Los soviéticos rechazaron el plan, llevando a cabo mutuas labores de espionaje.

Cuando tuvo lugar la reunión de Postdam en 1945, ya había motivos muy importantes de desconfianza entre las dos grandes superpotencias.

No versaban sobre áreas de influencia, sino acerca de la la forma de ejercerla.

Churchill, deprimido y derrotado en las elecciones

Truman, muy elemental, dudando en revelar la existencia de la bomba atómica.

No se llegó a ningún acuerdo en especial sobre Alemania, problema mucho más importante que el de Japón, en donde en la práctica, lo que había era simplemente una ocupación norteamericana

Stalin, que había defendido en un principio la idea de trocear Alemania, la abandonó. Fue sólo Francia la que se mantuvo en una posición parcialmente identificada con esa idea, reclamando el control del Sarre y la internacionalización del Ruhr.

A lo largo de 1946, se produjeron escaramuzas en la O.N.U., incluso cuando había coincidencia (como por ejemplo al condenar el régimen español), en realidad, cada uno de los bloques estaba defendiendo posiciones divergentes.

La primera causa de la guerra fría fue la división ideológica del mundo. El origen de la expresión “guerra fría” se suele atribuir al periodista norteamericano Walter Lippman.

LOS ESTADOS UNIDOS DE TRUMAN

El año 1946 se abrió bajo los mejores auspicios para los norteamericanos.

Victoria en la segunda guerra mundial

Sensación colectiva de que en ese momento se podría conseguir lo que la nación se propusiera.

Pero esta unanimidad, estuvo acompañada también por una indudable ingenuidad.

En 1945 el 80% de los norteamericanos estaba de acuerdo con la vertebración del nuevo sistema basado en la O.N.U.

La popularidad de la Unión Soviética, era superior a la obtenida por Gran Bretaña.

Menos de 33% de los norteamericanos pensaba en la posibilidad de que hubiera una guerra en el próximo cuarto de siglo.

No tantos fueron conscientes del decisivo papel que les correspondería jugar a los Estados Unidos

Además, no había países en todo el globo que poseyesen bombas atómicas, ni tampoco aviones para transportarlas hasta los Estados Unidos. Pero de toda esta situación en 1948 nada quedaba.

Harry Truman, tenía un curriculum nada impresionante. Había fracasado en una empresa textil, y no estaba preparado ni remotamente para la decisiva misión que tuvo que desempeñar en materia internacional.

Truman, en diez días, cambió mucho y con brusquedad la relacion de Estados Unidos con la URSS. Asesorado por Harriman, el embajador norteamericano en Moscú, en la primera conversación que mantuvo con Molotov le mostró tal dureza que el diplomático soviético aseguró que nunca había sido tratado así.

Para Stalin, la bomba atómica, tenía un efecto principalmente psicológico. No le influyó que el adversario tenía la bomba, pero en cambio se quejó de la brusca suspensión de los envíos de ayuda que la URSS había venido recibiendo durante toda la guerra.

La guerra fría acabó influyendo de modo muy destacado en la vida interna de los Estados Unidos.

Stimson, el general Marshall, Forrester o Dean Acheson fueron sus figuras más destacadas.

Estados Unidos, estaba convencido de que disponían de todos los medios materiales, técnicos y humanos para conseguir lo que quisieran. La conciencia de la necesidad de no ceder ante los soviéticos se transmitió al presidente.

El gasto militar, pasó de casi 82.000 millones de dólares a algo más de 13.000 millones en el periodo 1945 - 1947. Una reducción impresionante.

Cierto que los Estados Unidos tenían en sus manos en régimen de monopolio el arma nuclear, pero ni siquiera existía un número muy elevado.

Dean Acheson formuló una tesis: Una cesión en apariencia mínima. Podría tener como consecuencia una avalancha de desastres sucesivos.

De ahí la llamada “Doctrina Truman”: El apoyo a los países que intentaran resistir a la penetración comunista.

Esta doctrina, tuvo también, como contrapartida, la ayuda material a esos países.

El general Marshall, fue el encargado de llevarla a la práctica. Aseguraban los norteamericanos “Nuestra política no se dirige CONTRA ningún país, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos”.

Las ayudas tuvieron una importancia decisiva.

Marshall había propuesto no combatir el problema de Europa, sino resolverlo.

POLÍTICA INTERNA Y SOCIEDAD DURANTE LA PRESIDENCIA TRUMAN

En Estados Unidos, como en todo el mundo, la paz, había creado grandes expectativas de transformación social.

Política a seguir, marcada por Truman, resumida en 21 puntos con la denominación Fair Deal: Conjunto de medidas omnicomprensivas, destinadas a promocionar un sistema de seguridad social y a favorecer a los más desamparados.

Truman se encontró con graves problemas. El fomento del pleno empleo fracasó y Truman se encontró con acusaciones de corrupción siendo incapaz de que la Cámara aprobase un servicio médico generalizado.

Cuando en 1948 Truman anunció su candidatura para la reelección pareció que tenía nulas posibilidades. En su propio partido le salieron candidatos alternativos. Proliferaron los candidatos independientes. Uno de ellos fue el general Eisenhower.

A pesar de todo podría obtener la victoria si conseguía resucitar la alianza entre diferentes grupos de interés, como negros, campesinos, pobres y grupos étnicos, esencia misma del partido demócrata. Así lo hizo, y acabó por darle la victoria, gracias a que los norteamericanos estaban mucho mejor en 1948 que con anterioridad.

Este es un factor de primera importancia para explicar la sociedad norteamericana de la Segunda Posguerra Mundial. A lo largo del conflicto, se había producido un incremento del gasto público, que provocó una extraordinaria prosperidad económica.

Facilidades concedidas a los veteranos, en forma de préstamos para vivienda, para iniciar negocios, o reanudar estudios. No obstante, el crecimiento económico fue obra de la empresa privada.

Con el 7% de la población mundial Estados Unidos poseía el 43 % de la renta total

Entre 1947 y 1960 el PIB creció un 250%

Todavía más importantes son las realidades cualitativas. Se debe tener en cuenta que a las industrias se ofrecía un futuro extraordinariamente prometedor.

Coincide el “boom” demográfico

Norteamérica se convirtió en una sociedad suburbana. En los años cincuenta, los suburbios crecieron seis veces más que los cascos urbanos, y ese tipo de viviendas fue característico de una transformación social irreversible. Transformación vertiginosa de la sociedad, que se vió favorecida por la tradicional movilidad geográfica estadounidense.

Pero desde el punto de vista de los marginados, esa sociedad resultó muy a menudo decepcionante.

Pero durante el periodo 1940 - 1947, habían desaparecido ya las muestras más palpables de marginación (analfabetismo por ejemplo), aunque hubo aún linchamiento de negros entre 1940 y 1944. el mismo hecho de votar era peligroso.

Truman en principio fue muy poco avanzado en lo que respecta a la segregación y sólo al final apoyó la existencia de un comité de derechos civiles, acabando por ser el primer presidente norteamericano que se dirigió en un discurso a la NAACP (Asociación Nacional de Americanos de Color)

Alineó a Estados Unidos con los judíos

La mujer, habiendo desempeñado un papel decisivo como fuerza de trabajo durante la guerra era lógico que no deseara exclusivamente volver al hogar, pero la actitud oficial de la Administración fue mas bien propicia a ello. Los veteranos debían sustituir a las mujeres y en consecuencia, muchas perdieron sus empleos. Las que permanecieron en el trabajo, padecieron una evidente discriminación.

Si los negros y las mujeres, se vieron decepcionados como consecuencia del exceso de conservadurismo, que se produjo en los años de la guerra fría, en el caso de los sindicatos se produjo un manifiesto retroceso.

Los propios sindicatos vieron en Truman un interesado en romper las huelgas. La Ley, ponía dificultades objetivas a los sindicatos. Truman vetó la Ley, pero su decisión a su vez fue derrotada.

Había aparecido a los comienzos de los cincuenta una civilización del consumo. Un coche por cada tres adultos. Grandes supermercados.

LA HISTERIA ANTICOMUNISTA

Fenómeno de la histeria anticomunista. Formación del Comité parlamentario para perseguir las Actividades Antiamericanas. Tanto el FBI como la CIA, que en teoría deberían servir para defender las libertades fueron empleados en sentido contrario.

Edgar Hoover, director del FBI, empleó procedimientos carentes de escrúpulos

En 1947 se produjo una agresión en toda regla a Hollywood. Hubo personas que colaboraron con todo entusiasmo (Gary Cooper, Walt Disney, Ronald Reagan...) Otras se negaron a responder (Lauren Bacall, Kathreen Hepburn, Dany Kaye...) Algunas figuras del espectáculo, como Frank Sinatra o Judy Garland, protestaron. Pero quienes se habían negado a responder fueron puestos en listas negras. En ellas figuraron Edwar G. Robinson, Orson Welles, el director de orquesta sinfónica Leonard Bernstein.

Hubo también expulsiones de comunistas en todos los grados de enseñanza.

Auténticas fortunas fueron fraguadas a base de esgrimir anticomunismo. Richard Nixon se inició en la política con esta actitud

Histeria anticomunista identificándose con ella el senador por Wisconsin, Joe Mc Carthy, que era en realidad un mentiroso patológico.

Su estrategia consistió siempre en argumentar en base a documentos que no revelaba. Logró un apoyo populista, y entre personalidades las de Taft, la figura más prominente de los republicanos conservadores, y también del futuro presidente Kennedy.

Los años de posguerra fueron también de extraordinario desarrollo de la educación en todos sus niveles.

TEMA 3. LA URSS HASTA EL FINAL DEL ESTALINISMO

En 1939, la URSS era una serie de grandes potencias. En 1945 era una de las dos superpotencias del mundo.

Después de la guerra sus adversarios la temieron.

La guerra constituyó una prueba para la medida del vigor. Y la segunda Guerra Mundial marcó un giro decisivo en la historia de la URSS

Stalin, gradualmente, había trasformado las legiones de revolucionarios en un ejército de burócratas.

A través de un terror constante, Stalin creó una especie de fe irracional en su persona.

El estalinismo fue una simplificación del leninismo. Como Hitler, Stalin no fue un teórico, sino una persona capaz de reducir una teoría a unas cuantas ideas fundamentales.

Su radical imprevisión, costó a los soviéticos un número de bajas superior al de los efectivos de todo el ejército alemán del este. En los meses iniciales del conflicto estuvo muy cerca del desastre militar absoluto. Hasta la batalla de Stalingrado.

Los valores militares aparecieron en primera fila

Gracias a la exaltación de los sentimientos patrióticos, la victoria se vivió como transformación en sentido de aparente moderación de los principios rectores del régimen y el mas crudo terror tanto en la retaguardia como en la línea de combate.

Stalin ordenó la deportación hacia el este, de ocho nacionalidades enteras, sobre las que sólo pendía la sospecha de una posible carencia de fidelidad a la URSS.

Stalin no fue nunca un lider militar sino un político que tomaba decisiones con radical ausencia de preocupación por las bajas.

Siempre muy remiso a viajar a un lugar muy lejano de su residencia habitual.

No obstante, en el momento de la victoria, el terror no parecía tan omnipresente como en el pasado. En 1945 el pueblo soviético esperaba un radical cambio en lo político y en lo material. Pero lo que se produjo fue un restablecimiento de la situación previa.

RESTAURACIÓN MATERIAL Y REFORZAMIENTO DE LA DICTADURA

La guerra fue una auténtica catástrofe para los soviéticos: 18 millones de muertos.

La producción agrícola reducida a la mitad.

El hambre se instaló en la URSS, y en 1947, debió reintroducirse la cartilla de racionamiento.

Más de 20 millones de personas habían perdido su hogares.

En la zona oeste, la población había quedado sometida a la influencia de ideas venidas del exterior, lo que dio a Stalin la impresión de que su trabajo de los años treinta, había quedado destruído, y lo que intentó entonces fue reconstruirlo.

Por ello el final de la guerra no supuso en absoluto la desaparición de la violencia física o el terror policial.

Existen testimonios concretos de cómo este terror policial se puso en marcha de cara a la población y de la nimiedad de los motivos por los que podían recibirse las penas.

La reconstrucción industrial fue relativamente rápida. En 1948 se consiguió alcanzar el nivel de 1940 y en 1952 se habían doblado las cifras de producción más importantes.

El desarrollo seguía basándose en la industria pesada.

La situación de la agricultura, resultó mucho más difícil de abordar. En 1950 a penas se llegó a la producción semejante a la de preguerra.

En 1951, Kruschev defendió la creación de agrovillas, especie de centros urbanos en el medio rural, donde vivía la población dedicada a obtener rendimientos del campo utilizando los medios proporcionados por una colectivización total, de muy difícil aplicación, porque no había medios para construir tales ciudades.

Al mismo tiempo se reelaboraba también la fundamentación teórica del régimen.

Prosiguieron las deportaciones de pueblos enteros.

La Constitución soviética fue modificada en 1946 para permitir la entrada de Bielorrusia y Ucrania en la O.N.U. como miembros de pleno derecho. Pero los puestos clave en ambos países, siguieron estando controlados por elementos rusos.

Junto a la centralización, otro rasgo muy característico fue el culto a la personalidad. Stalin acentuó sin justificación alguna su pretensión de ser un gran teórico

Otro aspecto de la restauración, fue apartar a cualquiera que pudiese hacer sombra al propio Stalin. Zhukov, era para la población, no sólo el que había salvado Moscú, sino el conquistador de Berlín. En consecuencia, lo primero que hizo Stalin fue hacer desaparecer del panorama público a Zhukov. Procedimientos: Integración del ejército en el partido

Separación de los jefes militares

Despersonalización en las explicaciones emocionales acerca de la guerra.

Atribuirse la batalla de Berlín a sí mismo.

También en materia cultural se produjo una restauración consistente en someter todas las ciencias a los principios del marxismo-leninismo en versión estalinista.

Prokofief y Shostakovich fueron convocados para dar clases de música “comunista”, y fueron acusados y condenados por mantener tendencias “decadentes”.

Lo verdaderamente nuevo en este periodo es la radical hostilidad a cuanto significara contacto con el exterior y en especial, con Occidente.

Identificación absoluta con la ortodoxia de partido de las mas variadas teorías científicas.

En la lingüística, la lengua era un fenómeno de clase. En Botánica, las leyes de Mendel se calificaban de “burguesas”

Stalin atribuyó a Rusia, la mayor parte de los inventos de la ciencia moderna.

Tuvo lugar una transformación del PCUS que había crecido mucho: debió ser purgado, y a continuación, a partir d e 1947, se le dejó crecer de nuevo, pero sometido a muchos más filtros. El partido “no necesitaba talento, sino fidelidad” dijo Stalin.

Mientras tanto continuaban las luchas en el seno de la dirección del PCUS. Los antiguos dirigentes, como Molotov, perdieron influencia ante los nuevos, como Malenkov.

Kruschev, fue promovido para evitar que la influencia de Malenkov resultara indiscutida. El sistema estalinista, seguía siendo el mismo que el de las purgas de los años treinta, pero ahora tan solo afectaban al núcleo dirigente.

Se produjo la conversión del rublo, lo que desencadenó que los campesinos perdiesen lo ganado en el mercado negro.

A estas alturas, la URSS había superado el nivel de producción de preguerra en sectores clave.

En 1949 la URSS dispuso de una bomba atómica rudimentaria

En 1953 de un prototipo de bomba de hidrógeno

Tenía problemas muy agudos en el campo pero la URSS se había convertido en una superpotencia mundial, especialmente en el campo militar.

LA POLÍTICA EXTERIOR DE STALIN DURANTE LA GUERRA FRIA

Ni Stalin estaba dispuesto a emprender una expansión sin límites, ni fue posible en ningún momento una verdadera paz.

Lo que caracterizó a Stalin fue una mezcla de ideología, paranoia, dureza de fondo, expectativas carentes de fundamento y deseos de imposible cumplimiento.

Ideología: La convivencia entre el mundo democrático y capitalista era imposible

Paranoia: Imposibilidad de acuerdo entre los dos mundos

Medidas de espionaje. Las operaciones de servicios especiales y guerra psicológica que los occidentales desarrollaron, tendieron de forma inevitable a acentuar su sensación de peligro. Stalin necesitaba la guerra fría, incluso de cara al interior de la URSS

Elemento esencial para comprender la política exterior de Stalin es su ansiosa búsqueda de la seguridad. Necesitaba la sumisión completa de quienes estaban en sus fronteras. La guerra fría estaba predeterminada desde el mismo momento de terminar las operaciones de la segunda guerra mundial.

Apenas dos años después de haber obtenido la victoria militar Stalin llegaba nuevamente a la conclusión de que su seguridad estaba en peligro. De ahí el brusco cambio de la tendencia en la política soviética, desde una actitud de frente popular, a otra basada en la confrontación con Occidente.

Stalin actuó con respecto a los comunistas de otras latitudes como un dios todopoderoso. Transmitió órdenes y no intercambio de pareceres.

Stalin les atendía con maneras corteses, pero al mismo tiempo les hacía sugerencias. A muchos les dio instrucciones que se referían a la mas estricta política interior.

El comunismo de la época implicó una absoluta sumisión a la URSS, y a Stalin.

La posición de Stalin con respecto a Yugoslavia, era tan incoherente que mantuvo políticas contradictorias. Nunca valoró a Tito.

China le produjo a Stalin la satisfacción de ver que se había ampliado el sistema soviético hacia un área geográfica inesperada. Las relaciones con Pekín fueron relativamente buenas.

La dependencia de la China maoísta con respecto a Stalin, fue en los primeros años muy grande.

Y fue en ese continente, en donde corrió mayor peligro de estallido de una guerra mundial.

Corea.

La guerra de Corea, fue autorizada por él.

El norcoreano Kim In Sung, tuvo la iniciativa, y mantuvo la insistencia en intentar conquistar el sur.

Stalin dio instrucciones sobre las operaciones militares, e indujo a los chinos para que desplazasen seis divisiones a la frontera.

Mao, acabó enviando diez, pero el material bélico fue soviético.

A partir de un determinado momento, y ante las dificultades de chinos y norcoreanos para enfrentarse con los norteamericanos en el aire, Stalin decidió también la utilización de aviones soviéticos, manejados por pilotos rusos.

Los líderes de la URSS nunca quisieron superar los límites del irreversible estallido de una nueva guerra mundial, pero el temor occidental a ellos estaba plenamente justificado. Los soviéticos, estaban dispuestos a aprovecharse de las circunstancias allí donde consideraran que el balance les favorecía de forma ocasional.

La guerra fría supuso la aplicación de los métodos de organización del poder político en la URSS al escenario internacional.

LOS AÑOS FINALES

En la última etapa, Stalin no escribía y no se le veía en público. Padecía hipertensión que en absoluto se cuidaba.

La decadencia vital de Stalin se pudo apreciar también en su necesidad de huir de la soledad, aunque viviera en ella la mayor parte del tiempo.

Al final de su vida, Stalin quiso reconstruir su familia: instaló cerca de sí a su hija y quiso curar el alcoholismo de su hijo, pero en los dos casos fracasó.

Los cuatro últimos años de su vida fueron de seria crisis para el régimen político. No hizo otra cosa que enfrentar entre sí a sus colaboradores.

Las conspiraciones que necesitaba fabular, eligiendo a sus supuestos principales responsables entre sus colaboradores, resultaban cada día más absurdas e insostenibles.

Stalin murió el 5 de Marzo de 1953 de apoplejía.

Su muerte produjo un gran vacío en la sociedad soviética, acompañado por un indudable sentimiento de temor ante el futuro.

Los cambios no introdujeron una variación sustancial.

Sobre el estalinismo se emitieron a continuación muchos juicios denigratorios, acompañados por otros exculpatorios.

En el momento de desaparecer, la herencia de Stalin quedó en tres manos principales:

Malenkov al frente del gobierno

Beria al de la policía política

Kurschev en la dirección del partido

Entre los tres se dirimiría la sucesión.

TEMA 4. LA RECONSTRUCCIÓN DE LA EUROPA OCCIDENTAL

Se produjo la división de Europa al fin de la guerra. Hubo una que siguió la senda del comunismo. En la Europa occidental, se reafirmaron las formas democráticas.

LA FRANCIA DE LA IV REPÚBLICA

El final de la guerra supuso una situación catastrófica:

Era utilizable menos de la mitad de la red ferroviaria

Una cuarta parte del capital inmobiliario había desaparecido

Desde 1938, el coste de la vida se había triplicado y existía un défict de productos de primera necesidad

Aparte, había un problema político, presidido por el concepto de depuración que comenzó con un elevado número de ejecuciones sumarias.

Sólo los intelectuales y los artistas sufrieron de forma especial la depuración.

Pero Francia, en su tratamiento a los posibles colaboracionistas, fue mucho más clemente que los Países Bajos, Dinamarca o Noruega.

La vida política, se reestructuró a menudo con hombres nuevos. La mayor novedad fue el auge del comunismo. El PCF se presentaba además como el partido de los fusilados, lo que le dotaba de una especie de plus de legitimidad.

De Gaulle, evitó que los comunistas pudieran ocupar carteras decisivas.

Muy pronto se demostró que los proyectos políticos de la asamblea y de De Gaulle eran incompatibles, y en Enero de 1946, el general dimitió.

Mientras, se habían adoptado ya algunas decisiones económicas importantes.

Dos oleadas de nacionalizaciones efectuadas en el invierno de 1944 - 1945 y en el de 1945 - 1946.

En la primera las fábricas Renault, por colaboracionismo. En la segunda, la banca de depósitos y de seguros.

Otras medidas complementarias, fueron la unificación de todos los seguros sociales en un organismo administrativo único.

A las reformas sociales, les acompañó el comienzo de la planificación. En Enero de 1947 se aprobó el primer plan.

La política exterior resultó reticente y tensa con los anglosajones, y más abierta con la URSS

Desde el momento del desembarco en Normandía los franceses habían recuperado el puesto de primera potencia. Francia obtuvo el estatuto de gran potencia, pero se trataba de un traje que le venía demasiado grande. Su propósito inicial, una Alemania dividida e impotente, pronto fue abandonado.

Con respecto a su imperio colonial, en Enero de 1944 tuvo lugar una conferencia en Brazzaville, que decidió la departamentalización de algunas colonias, la abolición del trabajo forzado, o la existencia de un doble colegio electoral para indígenas y franceses.

Los problemas más graves fueron los que tuvieron lugar en Indochina, donde en Septiembre de 1945 fue proclamada la República Democrática de Vietnam. Las operaciones militares que se emprendieron como respuesta, acabaron costando miles de muertos.

En la metrópoli, el abandono del poder por De Gaulle, tuvo como resultado entrar en una nueva vida política, y la elaboración de nueva Constitución.

En 1947 Francia aceptó el Plan Marshall

Se produjo una sublevación en Madagascar, y en Enero de 1948 fue creado en El Cairo, un Comité de Liberación de África del Norte. Pero el cambio decisivo se había producido en Marzo de 1947, cuando los comunistas no votaron los créditos militares

Entre 1948 y 1952, Francia recibió el 20% de la ayuda norteamericana prestada a Europa, facilitando la pacificación y la inversión, pero aun así la opinión pública francesa no tuvo nunca claro si se identificaría con los norteamericanos en caso de conflicto mundial.

Por otro lado, Francia participó en primera fila en el movimiento europeo, en todas las iniciativas de defensa, y fue uno de los autores de la CECA o de la Comunidad Europea de Defensa.

Al mismo tiempo demostró una incapacidad absoluta para entender el fenómeno de la descolonización.

Lo característico de la política francesa de los cincuenta fue una mezcla de estancamiento y tímida aparición de posibles soluciones alternativas.

En Junio de 1954 Mendes France, personificó una política nueva basada en la tecnocracia.

Supo acabar con la guerra de Indochina.

En cuanto a la evolución económica, continuidad en el crecimiento.

La industria pesada y energética fueron el motor fundamental.

La IV República no fue por completo estéril. Si desde el punto de vista político estuvo dominada por la inestabilidad, trató de crear una democracia nueva.

Sus propuestas sociales y económicas, contribuyen a explicar el progreso experimentado por Francia.

LA GRAN BRETAÑA DEL CONSENSO

Las elecciones de 1945 todos pensaban que las ganaría Churchill. Las ganaron los laboristas, que no lograron la mayoría en voto popular.

En los 18 meses laboristas, se produjo una profunda transformación en la economía británica, en un ambiente de utopismo y con medidas socializadoras.

Clemente Attlee, llegó al poder con una autoridad que nunca había tenido ningún primer ministro socialista. Era un político tenaz, que supo controlar la imprevisibilidad norteamericana en asuntos de política exterior, y jugó un papel decisivo en vincular a este país con la reconstrucción económica y defensiva de Europa.

Durante la guerra, Gran Bretaña, había perdido una cuarta parte de su riqueza nacional y un 28% de su flota.

La deuda pública se había triplicado.

La libra esterlina, al pasar a ser convertible, derrumbó el mercado.

El partido laborista, no tenía planes sistemáticos para nacionalizaciones, pero en 1946 fueron nacionalizados el Banco de Inglaterra y la Aviación civil. En 1947 la industria del carbón, telégrafos y teléfonos. En 1948 el transporte y la electricidad, en 1949 el gas, y en 1951 el hierro y el acero.

Al mismo tiempo, recortados los poderes de la Cámara de los Lores

Pero la obra más importante de la etapa laborista, fue el establecimiento del “Welfare State”, el “estado del bienestar”. Lo verdaderamente nuevo fue la pretensión de llegar a la universalización de estos servicios sociales; servicios de la salud, y legislación relativa a vivienda.

Además en 1946 Gran Bretaña inició su programa atómico.

La política de los laboristas era contraria al colonialismo. Pero además a causa de la violencia y de los enormes gastos que causaba, los británicos se retiraron de Palestina y de India.

La estrecha vinculación de Gran Bretaña con Estados Unidos, se vió ahora confirmada. Lo más importante era lo que sucedía en Europa, amenazada por la URSS, por lo que su deseo más acuciante fue mantener a Estados Unidos vinculado a Europa.

Sin embargo la política laborista, en cuanto a una Europa federal, era escéptica.

En 1951, los conservadores ganaron las elecciones. Churchill, tenía 77 años cuando formó su nuevo gobierno.

Sobre política exterior, sus declaraciones sobre el “Telón de acero”, habían sido criticadas, pero la evolución internacional parecía darle la razón.

Las figuras más relevantes del nuevo gabinete fueron Eden, Butler y McMillan, que llevó a cabo una política de vivienda muy radical.

Pero los conservadores aceptaron las lineas esenciales del “Welfare State” con una fundamental coincidencia en política social.

Churchill, en algunas cuestiones como el europeísmo, fue un precursor, y muy consciente de lo que estados Unidos significaba para Gran Bretaña.

Quiso entrevistarse con los líderes soviéticos, en la idea de que podría superar la guerra fría, pero no consiguió apoyos.

El pueblo británico esperaba y obtuvo la solución a los problemas de paro y de carencia de protección social.

Los norteamericanos fueron especialmente generosos con los británicos en el Plan Marshall, pero esa ayuda fue empleada para proyectos poco solventes y no para infraestructuras.

Gran Bretaña gastaba mucho más que la media europea en Investigación y Desarrollo, siendo superada sólo por Estados Unidos. Sin embargo quedó al margen en cuanto a innovación tecnológica

LOS ORIGENES DE LA ALEMANIA FEDERAL

El punto de partida de la Alemania de la posguerra era pavoroso.

De los 17 millones de alemanes que vivían en la zona oriental, 3 o más murieron. Apenas 2 millones permanecieron en el lugar donde vivían, y más de 10 se refugiaron en las zonas occidentales.

Ya el norteamericano Kennan, desde comienzos de 1945, había aconsejado aceptar como un hecho irreversible, que Alemania quedara dividida en dos.

Hoover le planteó muy oportunamente la alternativa a Truman: Se puede tener la venganza o la paz, pero no las dos cosas a la vez. Los aliados democráticos optaron por la segunda. Alemania debía ser castigada, y lo fue mediante la mutilación territorial y los juicios de Nüremberg. Los aliados incluyeron en la legislación alemana los crímenes contra la Humanidad o crímenes de guerra, lo que permitió aplicar penas retroactivas, a delitos que antes no estabn tipificados y por tanto no existían.

A finales de 1955, prescribieron todos los delitos menores. No obstante la protesta internacional, hizo que en 1958 se crearan servicios de investigación de los crímenes nazis.

Alemania, a partir de ese momento, ha indemnizado a quienes sufrieron la barbarie nazi.

Se produjo una desnazificación de la Administración, masiva, y la desnazificación moral se llevó a cabo de forma plena.

Las políticas de las diversas potencias ocupantes variaron un tanto:

Los norteamericanos, apenas intervinieron en los gobiernos, los británicos sí lo hicieron y los franceses llegaron a mostrar aspiraciones anexionistas sobre el Sarre.

Cuatro partidos fueron aceptados por los ocupantes:

Comunista

Liberal

Democristiano y

Socialdemócrata

Con esos se organizó la vida política.

Los dos grandes protagonistas de la política alemana fueron Adenauer y Schumacher, ambos habían pertenecido a la oposición al nazismo.

Adenauer: Infatigable energía, enorme capacidad de trabajo y voluntad de lucha, detenido varias veces durante el periodo nazi.

La CDU que presidió partía de la compatibilidad entre protestantes, conservadores y liberales, y católicos, y se abrió también a corrientes sociales

Schumacher: Partidario de un gobierno fuerte, había pasado 12 años internado en campos de concentración nazis, era menos europeísta.

Los problemas de reconstrucción eran en 1945, gravísimos. Sólo en 1948 se había alcanzado una producción del 60% de la de preguerra.

Los aliados crearon un Consejo. En él ya tuvo un importante papel Erhard. Fue él quien patrocinó las disposiciones fundamentales origen de la recuperación económica de Alemania.

Consiguieron estos dirigentes una reforma monetaria (el marco), la abolición del racionamiento y la aparición de la economía de mercado, haciendo desaparecer por medio de las reformas, el mercado negro.

La reforma monetaria, supuso importantes consecuencias desde el punto de vista económico, y también desde el político.

Alemania tenía que regirse con un Gobierno propio. Pero la nueva moneda, provocó como respuesta soviética, el bloqueo de Berlín.

Desde un principio la contienda electoral se centró entre la CDU y el SPD.

Adenauer pudo gobernar, gracias a la colaboración con los liberales. Su política estuvo dirigida a vincular Alemania a Occidente.

Proporcionó a Alemania, una dirección clara, firme, imaginativa y realista, y la República Federal Alemana, fue reconocida como Estado independiente por los aliados occidentales.

El Tribunal Constitucional, jugó un papel político importante cuando tomó la decisión de ilegalizar a un incipiente partido neonazi en Sajonia, y más tarde al Partido Comunista.

Adenauer tenía una política prooccidental que permitió el cese de la ocupación y la integración de Alemania en la OTAN y en el Tratado de Bruselas. Al mismo tiempo una política tendente a la indemnización por los crímenes cometidos por los nazis.

Los grandes inconvenientes de la economía alemana, residían en el problema de las comunicaciones y la división del país en dos. Pero gracias a Erhard, la recuperación fue más rápida de lo esperado. A partir de 1955 el crecimiento fue ya del 7%

ITALIA: LOS FUNDAMENTOS DE LA PRIMERA REPÚBLICA

Los seis partidos representados en la resistencia formaron un Comité de Liberación Nacional a fines de 1944.

La actitud contemporizadora de los comunistas dirigidos por Togliatti, contribuyó a hacer posible esta fórmula de convivencia, y colaborar con el resto de fuerzas políticas.

La depuración de los colaboradores del fascismo, se había realizado de modo superficial.

La cuestión política más grave era la relativa a la monarquía. Vittorio Emmanuele tardó en abdicar.

En referéndum celebrado en Junio de 1946, la República obtuvo el 56% de los votos, aunque con victoria de la Monarquía en la mitad sur del país.

La forma en que quedó planteada y resuelta la naturaleza del régimen fue una muestra de la habilidad política de De Gaspieri, no aceptando que la cuestión fuese decidida por una Asamblea Constituyente, sino que la reservó para un referéndum, en el que la Democracia Cristiana, fundamentalmente republicana no se jugara su destino.

Los medios clericales, vieron en la situación de la posguerra un peligro apocalíptico, y movilizaron todas sus fuerzas para reconstruir todo el papel directivo de la Iglesia. Pero De Gaspieri, definió a su partido como de centro que se mueve hacia la izquierda, con lo que rompió la vinculación tradicional con la Iglesia.

Por otro lado, en materia económica, se identificó con la economía de mercado.

Las primera elecciones se celebraron al mismo tiempo que el plebiscito, y la fuerza política que obtuvo más votos fue la Democracia Cristiana. A partir de ese momento, la política italiana, presenció la definitiva entrada en ella de las masas. La dominaron dos poderosos partidos: La Democracia Cristiana, y el Partido Comunista.

El Gobierno fue tripartito, con participación, además, de los Socialistas, destinado a la elaboración de la Ley Fundamental. La Constitución resultó duradera.

A mediados de 1947, los sucesos del Este de Europa, jugaron un papel muy importante. Socialistas y comunistas italianos, aceptaron la destrucción de la democracia en Checoslovaquia.

La respuesta de De Gaspieri, consistió en pasar de un gobierno tripartito a uno cuatripartito, sumando a la Democracia Cristiana grupos menores, que tenían vocación democrática, carácter laico, y podían compensar la unión socialista-comunista, que formaron un Frente Democrático Popular. En Abril, la Democracia Cristiana, reforzada, obtuvo una brillante victoria. Tanto que De Gaspieri, hubiera podido formar un gobierno monocolor, pero prefirió mantener el cuatripartito. Los Estados Unidos, apoyaron la posición del gobierno italiano. El mantenimiento de su ayuda económica, dependía de que no hubiera un deslizamiento hacia el comunismo.

Las reparaciones de guerra que pagó Italia, no fueron de gran magnitud, y en realidad, de forma indirecta, fueron asumidas por los norteamericanos.

Lo peor fue que las propias fronteras italianas fueron motivo de controversia. Francia ocupó el valle de Aosta, pero acabó abandonándolo.

Tanto el balance de política interior como de la exterior fueron positivos. La Democracia Cristiana, continuó siendo el eje de la vida política.

La novedad de los años cincuenta fue la aparición de la extrema derecha.

El anteproyecto de la nueva Ley Electoral, fue muy controvertido, y acabó por dividir a los partidos de la coalición centrista. De Gaspieri se retiró, y el talante de sus sucesores fue mucho mas conservador.

Pero la Italia democrática había conseguido superar uno de los momentos peores de su historia.

TEMA 5. LA EXPANSIÓN DEL COMUNISMO EN LA EUROPA DEL ESTE

Frente a la Europa de la democracia, otra Europa se vió obligada a la senda del comunismo. Cuanto allí sucedió tuvo una crucial importancia en las relaciones internacionales.

LA CONQUISTA DEL PODER

La Europa Central y del Este, fue para Stalin una preocupación esencial a lo largo de toda la guerra.

Lo que se produjo en la Europa del Este, mas que la exportación de una revolución, fue una extensión geográfica por procedimientos militares.

Se constituyó, desde el momento de la victoria sobre Alemania, hasta comienzo de 1948 un glacis de protección de la URSS, dirigido por políticos de la confianza de ésta.

La política de esos países, siguió los dictados de la soviética.

La dominación por los comunistas de los países del Este de Europa se llevó a cabo en tres fases:

Primero Coalición amplia de izquierdas

Segundo Coalición de izquierdas con amplio dominio comunista

Tercero Toma del poder absoluto

En la mayoría de esos países, nunca se hubiera llegado modo espontáneo a una revolución.

En ningún momento los comunistas alcanzaron victorias electorales

Principalmente utilizaron la táctica del Caballo de Troya y la del “Salami”, fraccionando al adversario de forma sucesiva. Pero todavía más importante fue el puro y simple uso de la fuerza.

La prioridad de Stalin fue establecer un gobierno adicto en Polonia.

El predominio de los intereses soviéticos, derivó de la presencia de su ejército. Sólo así puede explicarse que los minúsculos partidos comunistas de Rumania y Hungría consiguieran llegar al poder, y en cambio no, los poderosos partidos comunistas de Italia o Francia.

En cambio, en los casos de Bulgaria, Checoslovaquia, Albania o Yugoslavia, el ejército soviético, no desempeñó papel alguno.

El comunismo daba la sensación de ser “el futuro”. Los comunistas eran en 1945 la fuerza política mejor organizada en esta zona.

Las Iglesias, presentaron inmediatamente resistencia, y fueron automáticamente perseguidas. En especial la católica.

En Albania la toma del poder se inició en 1944, sin resistencia, excepto en el norte.

Yugoslavia, al ser considerada como una de las vencedoras de la guerra, no conoció la presencia de una fuerza de ocupación, pero se produjo al propio tiempo una confrontación de las diferentes etnias que la componían.

El caso de Yugoslavia, testimonia, que los comunistas, sin necesidad de seguir precisas pautas de Moscú, tendieron a ocupar el poder en régimen de monopolio.

Josip Broz, Tito, fue un obrero metalúrgico, que estuvo prisionero de los rusos en la primera guerra mundial, y se convirtió a la fe comunista.

Jefe del partido en 1937, ejerció el poder en Yugoslavia, hasta su muerte. Los dirigentes yugoslavos, mostraron una actitud de independencia respecto a Moscú. Desde el primer momento mostraron que estaban dispuestos a entrar en el gobierno, pero de ninguna manera a compartir el poder. En Noviembre de 1945, el Frente Popular, de hegemonía comunista obtuvo más del 90 por ciento de los votos.

En Enero de 1946, se estableció la República Federal de Yugoslavia.

Tito llevó a cabo una vigorosa política exterior: Se negó a devolver Trieste, ayudó a los guerrilleros comunistas en Grecia y trato de confeccionar una especie de Federación Balcánica, con Bulgaria.

Polonia se adaptó al estalinismo practicando el arte de la simulación. Su principal dirigente comunista fue Gomulka.

En el verano de 1944, la Unión Soviética reconoció a un Gobierno instalado en Lublin, al que controlaba.

Desde otoño de 1945 se había desencadenado una auténtica guerra civil, con guerrilleros anticomunistas, lo que servía para justificar la actuación de fuerzas represivas.

Mientras tanto se había iniciado una reforma agraria, que hizo posible una parcial atracción hacia el comunismo.

Se aprobó una Constitución semejante a la soviética, no perfilada de dorma definitiva hasta 1951.

Polonia, fue la máxima prioridad para la dominación soviética.

El catolicismo fue bien tratado.

Gomulka derrotó a una facción del partido comunista que pretendía la simple integración de Polonia en la URSS.

En Hungría a finales de 1944, los comunistas obtuvieron una cuarta parte de la Asamblea Parlamentaria. No quisieron tomar el poder hasta que no se hubiese resuelto la cuestión de Polonia. Entre tanto, se demostró que por procedimientos democráticos no podían acceder a él.

En Noviembre de 1945 el partido comunista tuvo en sus manos el Ministerio del Interior, cuya policía se convirtió en poco menos que en una fuerza privada comunista.

Rakosi, es el inventor de la táctica del “salami”.

Desde un principio se produjo una fuerte ofensiva contra la Iglesia católica, y el cardenal Midszenty fue detenido.

En Abril de 1949, se celebraron nuevas elecciones, ya sin oposición a los comunistas

En Bulgaria el partido comunista actuó con dureza en la purga de la Administración. A finales de 1946 los comunistas ganaron unas elecciones con el 86% del voto y en Septiembre se había proclamado la República.

Los agrarios y los opositores obtuvieron un centenar de escaños, pero el lider de los primeros, Petkov, fue juzgado y ejecutado.

En Bulgaria, la propiedad agraria ya estaba repartida, y en consecuencia no se pudo emplear su instauración para atraer al campesinado.

En Rumanía, los comunistas tenían apenas un millar de afiliados. Los soviéticos intervinieron de una forma brutal y cínica, imponiendo cambios políticos, partiendo siempre de la acusación de que los colaboracionistas no eran suficientemente perseguidos.

En Marzo de 1945 habían conseguido ya formar un gobierno, presidido por Groza.

La aplicación del programa de reparaciones, suponía que la mayor parte de las industrias pasaran a manos soviéticas. A cambio Rumania consiguió Transilvania.

En Diciembre de 1947 el rey, acabó abdicando, cuando había sido el único capaz de librar a su país del fascista Antonescu.

Antes habían sido disueltos los partidos de oposición, y los socialdemócratas, a base de presiones, integrados en el partido comunista.

En la Alemania Oriental, los soviéticos controlaban directamente el Partido Comunista, y consiguieron allí especial implantación gracias a la reforma agraria. Como en Rumania, el SPD, partido socialdemócrata, fue integrado bajo presiones en el PC, constituyendo el Partido Unificado, que en las elecciones de Mayo de 1949 se presentó como lista única, eliminados todos los potenciales adversarios

Checoslovaquia poseía un pasado democrático, no contaba con tropas soviéticas de ocupación, y su principal estadista Benes, había firmado un pacto de amistad con la URSS, contando con la rusofilia de la opinión pública.

En Abril de 1945, Benes se mostró favorable a la colaboración con los comunistas. El programa del nuevo gobierno, partía de la expulsión de los alemanes de los Sudetes, y de una parte de la población húngara de Eslovaquia, la cesión de Rutenia a la URSS, y una política de pacto con ella, la reforma agraria, el control de la economía por el Estado, y la concesión de la autonomía a Eslovaquia.

Los comunistas controlaban los puestos clave en los Ministerios del Interior, Propaganda, Hacienda y Ejército, a través del general Svoboda.

Gottwald, dirigente comunista actuó como Caballo de Troya.

Hasta el verano de 1947 la situación era relativamente tranquila.

La negativa soviética a aceptar el Plan Marshall, cambió las cosas. Los socialistas nacionales, comenzaron a denunciar a los comunistas como un peligro.

La reacción comunista, comenzó con presiones en Eslovaquia; en Abril de 1947 fue ejecutado monseñor Tiso, por su colaboración con los ocupantes alemanes, pero además, todos los no comunistas fueron acusados de colaboracionistas.

La reacción del enfermo presidente Benes, resultó poco activa. Presionado por los comunistas temió una guerra civil. Los socialdemócratas terminaron por definirse a favor de los comunistas. Benes cedió definitivamente, y en el Gobierno constituido al día siguiente, de 24 ministros, la mitad eran comunistas, a los que había que sumar tres socialdemócratas que colaboraban con ellos.

Su programa incluía una alianza más estrecha con la URSS.

Las elecciones celebradas en el siguiente mes de Mayo, en las que solamente era posible votar a la lista del Frente Nacional o hacerlo en blanco, permitieron a los comunistas controlar definitivamente el poder. Benes dimitió.

Los hechos en Checoslovaquia fueron un intermedio entre golpe de estado y revolución.

Inmediatamente, a continuación la legalidad democrática fue reducida a la nada.

Los comunistas habían demostrado ser incapaces de conquistar el poder por procedimientos democráticos.

Finlandia fue la demostración de que la presión de los soviéticos podía ser resistida.

Al final de la guerra, este país no sólo fue obligado a hacer cesiones territoriales a la URSS, sino también al pago de indemnizaciones equivalentes al 15% de su presupuesto.

Además tuvo que renunciar a los beneficios del Plan Marshall.

Cuando en Marzo-Abril de 1948 al presidente Paasikivi se le sugirió que se trasladase a Moscú para tratar con los soviéticos, se negó a hacerlo, y puso a sus Fuerzas Armadas en alerta.

Conservó la democracia.

El recuerdo de la resistencia a los rusos, la solidaridad de los demás países nórdicos, y el hecho de que no se hubiera producido una ocupación militar soviética, la habían salvado

EL SISTEMA COMUNISTA EN LA EUROPA DEL ESTE

Los acuerdos justificativos de esta identidad, resultaron bastante tardíos.

La organización militar designada como Pacto de Varsovia, se estableció en 1955, pero el hecho de que al frente del ejército polaco hubiese un mariscal soviético que apenas conocía el idioma, da idea de hasta qué punto la coordinación militar ya se había establecido

El COMECON, de carácter económico, nació en 1949, pero empezó a funcionar a mediados de los años cincuenta.

Los respectivos regímenes de todos estos países imitaron la política económica soviética (industria pesada, colectivización de la agricultura, planes quinquenales...). Se basaron en multiplicar la producción aunque no hubiera mercado.

Pronto se pusieron de manifiesto problemas insolubles de la vida cotidiana, en lo relativo al aprovisionamiento o al nivel de consumo.

La organización de todos los estados siguió también una pauta común.

Sólo en Bulgaria y en Checoslovaquia los partidos gobernantes se declararon comunistas. Los demás de la zona eran de teórica coalición. Sólo para justificar la legitimidad de los Estados, se consideraba que podían existir otros partidos, pero éstos no existían realmente.

Es evidente un centralismo, con congresos cada cinco años, siguiendo siempre las tendencias marcadas por los soviéticos.

El Partido acostumbraba ser dirigido por un Politburó, al que le correspondía la dirección política suprema, pero en realidad era el Secretario General, quien desempeñaba esa tarea, y su poder podía ser enorme, como en el caso del rumano Ceaucescu.

La situación fue idéntica en todos. El partido Comunista, en vanguardia, dueño absoluto del poder, con una afiliación media del 10%.

Los miembros del Partido, siempre tuvieron privilegios especiales.

El Ejército, a partir del establecimiento del régimen, siempre siguió iniciativas surgidas de la dirección política. Sin embargo en algún momento de los años sesenta, aparecen conatos de golpe de estado militar o de presión política, pero en ningún caso se produjo su triunfo.

La cultura sometida a una estricta censura, con patrones de ortodoxia fuera de los cuales no podía desenvolverse.

El campesinado fue aplastado por la colectivización, excepto en Yugoslavia y Polonia.

Fue la clase obrera industrial la que causó más dificultades de orden público.

Persecución religiosa, sobre todo católica

La policía política creó un clima de terror. Perduró hasta 1953

Lo que quedó definido en 1948 fue una auténtica soberanía limitada, definida la existencia de pactos defensivos bilaterales con la URSS, y también un principio de afinidad interior relativo al sistema político

Eso, sin embargo, nunca implicó una absoluta homogeneidad. Lo característico, había sido la diversidad, que se fue acentuando además, con el transcurso del tiempo.

Por iniciativa del PCUS, tuvo lugar en Septiembre de 1947 una reunión en Polonia. Acudieron a ella los siete partidos de la región oriental y central, (faltó el partido albanés), y además tanto el francés como el italiano.

Se tomó allí la decisión de crear una oficina de información (Kominform) destinada a servir de órgano de enlace entre los diversos partidos comunistas. Los occidentales interpretaron que se trataba de volver a la Internacional Comunista (KOMINTERN). También juzgaron que era un síntoma de endurecimiento al servicio de la policía soviética.

El representante soviético, explicó que el mundo estaba dividido en dos campos. Uno imperialista y capitalista, dirigido por Estados Unidos, y otro antiimperialista y anticapitalista, liderado por la Unión Soviética.

Los dirigentes comunistas de los partidos occidentales, se vieron acusados de cretinismo parlamentario, y tuvieron que aceptar las tesis de la dirección soviética.

Este cambio estuvo en el origen de la política de agitación seguida por los comunistas en toda la Europa occidental.

EL ESTALINISMO EN EL ESTE DE EUROPA

En Junio de 1948 el partido yugoslavo fue expulsado de la Kominform. Muchos creyeron que se trataba de una trampa: ninguna dirección comunista se había separado de la dirección marcada por Moscú.

Además, la Yugoslavia de Tito, parecía haber cumplido el programa. Allí los comunistas habían demostrado su voluntad de ocupar íntegramente el poder.

Pero Tito, ya se quejó de la escasa ayuda concedida por los soviéticos, durante la guerra misma.

Los líderes comunistas yugoslavos, habían sido mucho menos dependientes de Moscú, porque habían hecho la guerra en su propio país.

El régimen de Tito, una vez obtuvo el triunfo, siguió una política estalinista, al concentrar sus esfuerzos en la creación de grandes industrias pesadas, atendiendo muy poco a la agricultura y el consumo.

La URSS no ayudaría al desarrollo económico yugoslavo. Impuso compras de materias primas a precios artificialmente bajos.

Agentes soviéticos eran introducidos en el aparato de seguridad y en el seno de la Administración.

Es probable que esto fuera lo decisivo a la hora de la ruptura. Tito por su parte, se comportó con audacia e independencia. Sobre todo afirmó que la vía yugoslava era perfectamente lícita, y que no dependía de nadie desde el punto de vista de la política exterior. En Julio de 1947 llegó a un acuerdo con Bulgaria para la constitución de la Federación Balcánica.

Los soviéticos aceptaron en un primer momento, pero luego cambiaron radicalmente, al comprobar que aun cuando Tito no disentía en nada de los principios del estalinismo, no estaba dispuesto a dejarse manejar.

En Febrero de 1948, Stalin convocó a búlgaros y yugoslavos, para negar su apoyo a la Federación Balcánica. Lo que temía era una unidad política independiente y fuerte, unida a la victoria de Mao con una revolución autónoma y campesina en China. Con ello quedó definitivamente consagrada la división.

El líder yugoslavo reunió un congreso de su partido, atacando a la Kominform, pero no a Stalin. Persiguieron a los supuestos o reales seguidores de la Kominform, ejecutándolos o confinándolos.

En el verano de 1949, los componentes de la Kominform, impusieron sanciones a Yugoslavia.

Los norteamericanos, empezaron a ver en la dirección yugoslava un factor positivo para sus intereses.

Yugoslavia, no sólo se benefició del Plan Marshall, sino que llegó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Stalin parece que llegó a pensar en la invasión.

En Yugoslavia, la voluntad de resistencia fue firme y clara. El régimen se radicalizó en medidas como la colectivización, para demostrar que estaba muy lejos de los propósitos derechistas que se le atribuían. A continuación buscó un modelo propio, que no supuso radicales diferencias con el estalinista.

Los soviéticos, resucitaron ahora las purgas, destinadas ahora a asentar de modo irreversible el poder de Stalin en el Este de Europa, llegándose a una desconfianza generalizada. En cada partido fue preciso descubrir supuestos o reales seguidores de Tito. Se produjo una purga masiva en todos los partidos comunistas de la Europa del Este, pero también en todos los demás, se buscaron titistas en su interior, que fueron expulsados.

Tito tuvo que tolerar que la URSS violara con frecuencia su espacio aéreo.

Patrascanu en Rumania, Rajk en Hungría, y Gomulka en Polonia, pasaron enseguida a puestos de menor importancia. En Marzo de 1949 empezaron las detenciones.

En Diciembre de 1949, Kostov en Bulgaria, también se autoculpabilizó, pero luego se retractó en pleno juicio. Se detuvo la traducción de sus palabras a los periodistas extranjeros, y se suspendió la emisión radiofónica de las sesiones.

En la República democrática Alemana, la purga fue menos dura, y no se produjo hasta 1950.

Personas mucho menos relevantes fueron también purgadas. Fueron considerados sospechosos, especialmente los que habían tenido contacto con el exterior, en especial los combatientes en la guerra civil española.

Los interrogatorios no pretendían descubrir una verdad, sino que ésta ya estaba decidida previamente.

Los juicios fueron verdaderas actuaciones teatrales, incluso ensayadas.

En Hungría especial dureza

En Polonia Gomulka, fue acusado pero no eliminado.

La persecución a la Iglesia católica, se explica por la obediencia a una autoridad externa.

Los cardenales primados de Hungría (Midszenty) y de Polonia (Wyszynski) fueron detenidos.

También el ejército y las organizaciones educativas fueron objeto de especial atención.

A medio plazo el resultado de las purgas fue autodestructivo.

TEMA 6. LOS CONFLICTOS DE LA GUERRA FRIA

Característico de la guerra fría es que los conflictos tuvieron lugar en la periferia, y no directamente entre las dos superpotencias.

El abismo ideológico, hizo que la incomunicación y el error en la apreciación mutua fueran factores de primera importancia.

Fue el diplomático George Kennan, quien desde Moscú en 1947 supo hacer una disección inteligente de la conducta de los soviéticos.

Los Estados Unidos, habían sido siempre interesados en mantener unas buenas relaciones con sus vecinos, para lograr un pacífico comercio.

Los rusos habían mantenido pésimos contactos. Ahora, dado el régimen bajo el que vivían había que pensar que necesariamente se servirían de la diabólica habilidad de Stalin para la táctica, y mantendrían un absoluto desprecio por la verdad objetiva.

Kennan previó una lucha ardua y duradera. Recomendó mantenerles en sus límites: contención fue el término empleado. Llegaría el día en que se demostraría la debilidad del comunismo. Kennan insistió en el uso del arma económica, y que la disuasión militar fuera mínima. No sucedió así.

La caída de la democracia en Checoslovaquia, supuso la división del continente en dos.

Otra enorme sorpresa, fue la conquista del poder en China por los comunistas, elevada ésta a la condición de superpotencia por la intervención norteamericana.

Cuando, después del bloqueo de Berlín, Stalin se demostró dispuesto a aceptar una Alemania neutralizada, los países democráticos no estuvieron dispuestos a creerle.

Fueron, pues, los occidentales los que dividieron Alemania en dos al unir sus zonas de ocupación y permitiéndoles organizarse como estado.

La mezcla de la sorpresa y la aparente invencibilidad de los soviéticos, produjo en el mundo occidental un temor al peligro, y una reacción en términos estrictamente militares.

En la aplicación de la contención, los norteamericanos sobrepasaron con mucho las previsiones de Kennan. La contención se convirtió en una cruzada que había que llevar a cabo en todo lugar y no sólo en puntos neurálgicos.

Eisenhower, propuso como sustitutivo del término el roll back: el rechazo hacia atrás. Pero doctrina como ésta, supondría una nueva guerra mundial.

Lo que verdaderamente hicieron los norteamericanos fue la teoría de las represalias masivas. Cualquier actitud agresiva, sería respondida no sólo de forma global y con todos los medios, sino también inmediata. Esto fomentó en todo occidente actividades (generalmente impulsadas por la CIA) carentes de cualquier respeto por el derecho internacional.

La contención impedía el uso de la diplomacia. Establecida una red de alianzas anticomunistas, parecía que no había nada más que hacer.

La carencia de la utilización de los procedimientos diplomáticos hizo que se desaprovecharan ocasiones para asentar la paz de forma definitiva.

Stalin no creía en la expansión espontánea del comunismo. Su opción por la guerra fría se debió al temor al contacto con el mundo occidental: ello explica que vetara la aceptación del Plan Marshall por los países de la Europa del Este. Nunca haría algo semejante a lo que los norteamericanos habían hecho en Japón: Ocupar un país, para luego permitirle decidir por sí mismo.

Pero hubo que sumar la existencia de un arma nueva: la nuclear. Al principio ésta fue considerada como un explosivo más. Solamente desde 1946 nació el pánico al holocausto nuclear, que se incrementó cuando los soviéticos dispusieron de este arma. El arma atómica, había creado tal temor que contribuyó decisivamente al mantenimiento del statu quo.

LA CONTENCIÓN EN EUROPA. EL PLAN MARSHALL Y LA OTAN

El programa de la contención tenía que tener muy en cuenta un factor decisivo: la crisis económica.

El invierno de 1946 - 1947 fue desastroso.

Sólo los Estados Unidos, habían salido indemnes de la guerra desde el punto de vista material. Los países occidentales europeos estaban necesitados de alimentación y de ayuda.

La suspensión de los acuerdos de préstamo y arriendo, aprobados sólo para el periodo bélico, exigía utilizar otro procedimiento.

El sistema monetario internacional, otorgó al dólar un papel decisivo. Los Estados Unidos eran los únicos capaces de convertir su moneda, de forma que el dólar se convirtió en el pivote del sistema monetario y comercial.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) completaban el panorama.

El FMI concedió préstamos reembolsable a los países que sufrían un déficit en su balanza de pagos.

El BIRD debía financiar las inversiones a medio y largo plazo.

Pero no podían resolver los problemas económicos de Europa.

De ahí el llamado Plan Marshall. En Junio de 1947, el nuevo Secretario de Estado norteamericano, propuso a los europeos una ayuda colectiva durante cuatro años, que se extendía originariamente a todos los países. Resultaría posible la superación por Europa de una situación económica lamentable y la perduración de la positiva posición económica norteamericana.

La negativa de las democracias populares, inducida desde Moscú, a aceptar la propuesta, hizo que en Julio de 1947 sólo 16 países europeos se sumaran a ella.

Finalmente, en Octubre de 1948, el Congreso de los Estados Unidos, votó el European Recovery Program (ERP). Ayuda en un 10% a través de préstamos y el resto mediante donaciones entregadas a los Gobiernos, que obtenían un contravalor en divisa propia destinado a ofrecer préstamos a la agricultura y a la industria nacionales.

Desde 1948 a 1952 obtuvo Europa 13.000 millones de dólares, repartidos de una forma muy desigual.

Francia e Italia, constituyeron en Abril de 1948 la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) destinada al reparto de la ayuda norteamericana. Pero la nueva organización, de modo inmediato a partir de 1950, lo extendió a la liberalización comercial.

La tendencia a la liberalización de los intercambios fue un fenómeno general y muy característico de la etapa de posguerra. En 1948 unos 80 países formaban el GATT (General Agreements on Tariffs and Trade) destinado a hacer desaparecer todo tipo de barreras comerciales. Hasta aquél momento, el único pacto suscrito fue el Tratado de Dunkerque, firmado por Francia y Gran Bretaña en Marzo de 1947. Los países del Benelux quisieron sumarse a él y el Tratado de Bruselas, firmado en Marzo de 1948, creó la Unión Occidental, en el que los signatarios se comprometían a repeler cualquier agresión.

Antes, en Enero de 1948, Gran Bretaña había propuesto un sistema democrático occidental que sumara los países más allá de los mares.

La respuesta de Marshall fue positiva. Truman manifestó que la intención de las naciones libres de defenderse, debía ser respondida por Estados Unidos, ayudándoles a hacerlo.

Se creó en Abril de 1949 la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) suscrito por los cinco países del Tratado de Bruselas, y además, Canadá Estados Unidos, Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal.

El tratado creaba una alianza que estipulaba que la agresión contra alguno de los 12 signatarios, sería respondida con la asistencia de todos, pero sin que cada uno de ellos perdiese su propio ejército.

Inmediatamente, la OTAN fue considerada como ofensiva por la URSS

El clima de guerra fría, perduró durante la primera mitas de la etapa de los cincuenta e impulsó alianzas defensivas en el borde fronterizo del imperio soviético, que éste interpretó como destinadas a poner en peligro su integridad.

En Septiembre de 1954 se firmó el Pacto de Manila, que creó la organización del Tratado del Sureste Asiático (SEATO), por el que las potencias democráticas occidentales, sumadas a los países de tradición británica, se unían a Tailandia, Filipinas y Pakistán comprometiéndose a responder a cualquier agresión de forma colectiva.

El Pacto de Bagdad, de Febrero de 1955, con la participación de Turquía, Pakistán Irak e Irán creó un cinturón protector en la frontera sur de la URSS y de cara a la región clave del Medio Oriente.

BERLIN, ALEMANIA Y LA CUESTION EUROPEA

El factor que de forma más clara contribuyó a la formación de la OTAN fue el estatuto de la ciudad de Berlín. Los anglosajones unificaron sus respectivas zonas. Su propósito era configurar Alemania como un país federal, con un Gobierno central fuerte.

Francia quería una estructura confederal

La URSS un estado muy centralizado en el que los recursos económicos de las zonas más industrializadas, como el Ruhr, fueran controlados por unos organismos interaliados que a ella le permitieran obtener reparaciones.

Los aliados, ya en 1948 llevaron a cabo la reunificación de la Alemania Occidental: Una moneda (el marco alemán) serviría para el conjunto de las zonas controladas por las potencias democráticas.

Berlín fue el detonante de uno de los enfrentamientos más graves de toda la guerra fría.

En Marzo de 1948 las autoridades soviéticas, confiaron a las alemanas orientales el acceso a Berlín Oriental.

Fue suprimiéndose el acceso por cada una de las vías de modo que a fines de Junio de 1948 ya no quedaba otro procedimiento de abastecimiento mas que el aéreo.

Berlín, pronto sería también el símbolo de la opción por la libertad de la mayoría de la población alemana.

Su situación en esos momentos era catastrófica: edificios destruidos, 40% de la industria desmantelada por los soviéticos, producción reducida a la mitad, ausencia de respeto por las libertades democráticas en la zona soviética...

Los dos aeropuertos berlineses, triplicaron el tráfico aéreo para avituallamientos.

En Junio de 1949 los rusos levantaron el bloqueo.

Los Estados Unidos, se habían comprometido en la defensa europea, y los soviéticos no habían llegado a la confrontación final.

La ruptura definitiva entre los aliados, tuvo como consecuencia la creación de dos estados alemanes. Después del bloqueo de Berlín las potencias occidentales autorizaron a los once Länder de la Alemania Occidental a federarse.

Berlín occidental no se integró como un Land más.

A la creación de la Alemania federal, la URSS replicó convirtiendo a la zona por ella ocupada en una nueva entidad política, la República Democrática Alemana.

La Alemania Federal, se consideró a sí misma un estado germen, que representaba a la totalidad de los alemanes.

Puso en marcha la denominada Doctrina Hallstein: Romper las relaciones con cualquier país que las mantuviera con la Alemania del Este.

La RFA adquirió, en muchos aspectos, la dimensión de un Estado. En 1950 pudo tener un Ministerio de Asuntos Exteriores, en 1951 ingresó como miembro de pleno derecho en el Consejo de Europa. En 1952, concluyó el estado de ocupación de Alemania Occidental.

Así Alemania se convirtió en un permanente motivo de fricción.

El ministro francés de Exteriores, Schuman, asumió la idea de Jean Monnet, responsable de planificación económica francesa, de poner el conjunto de la producción franco alemana de carbón y acero bajo la dependencia de una autoridad común. Punto de partida para la Unión Europea

En Abril de 1951, el Tratado de París, permitió constituir la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), integrada por Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia. Se echaba de menos a Gran Bretaña.

En el ambiente de la guerra fría, la cooperación más urgente era la militar. Desde finales de 1950, se tomó la decisión de establecer un Cuartel General de la OTAN, emplazado en París. La OTAN, procuraría contar con una fuerza integrada destinada a resolver sus problemas defensivos. Francia propuso la creación de un Ejército común, inspirándose en la CECA, formado por los seis países signatarios de esta Organización. En Mayo de 1952 se firma el tratado creando la Comunidad Europea de Defensa (CED). Sin embargo, acabó no siendo ratificado.

Pero de acuerdo con la propuesta del ministro de asuntos exteriores británico Eden, la Unión Occidental, se convirtió en la Unión Europea Occidental, integrando a Italia y Alemania cuyo ejército, no podría estar dotado de armas atómicas, biológicas y químicas, ni disponer de grandes buques ni aviones estratégicos ni misiles.

En 1955, Alemania Federal ingresó en la OTAN

LA PRIMERA FASE DE LA DESCOLONIZACIÓN

La segunda guerra mundial, transformó profundamente las relaciones entre las metrópolis y las colonias.

Quedó sembrada una conciencia de la fragilidad de los imperios coloniales y algo de nacionalismo.

Las dos superpotencias, eran en realidad anticolonialistas.

El gran movimiento que llevó a la independencia de los países colonizados, se desarrolló en dos sucesivos momentos históricos

En el primero de 1945 a 1955, afectó al Medio Oriente y al Sureste asiático

A partir de 1955 se centró en África.

La actitud de las potencias colonizadoras en relación con el proceso descolonizador, fue muy diversa.

Gran Bretaña, no tuvo inconveniente en llevar a cabo una descolonización voluntaria.

La existencia de la Commonwealth, nacida en los años veinte, servía para mantener una relación estrecha entre la antigua metrópoli y sus antiguas colonias.

Los Países Bajos, se resignaron simplemente, a aceptar la descolonización de Indonesia.

Italia, país derrotado, estaba condenada a perder sus colonias. Libia accedió a la independencia en 1951, Somalia en 1961. Eritrea permaneció federada a Etiopía.

En Francia el caso fue completamente diferente. Hubo conflictos violentos en Marruecos y en Argelia. Francia optó por la descolonización definitiva en 1958.

Bélgica acabó por seguir a Francia respecto a Congo.

PAZ Y CONTENCIÓN EN EL MEDIO ORIENTE

La descolonización tuvo su inicio en el Medio Oriente, en donde apareció el panarabismo, con la creación de la Liga Arabe en 1945, y descolonización de los territorios hasta aquél momento bajo mandato británico o francés.

Dificultades especialmente en Líbano y Siria.

En Egipto, que había logrado la independencia, excepto en política exterior, la pretensión de lograr la retirada de los británicos, no se vió coronada por el éxito. Irak, acabó retirando a Gran Bretaña las ventajas estratégicas de que disponía, pero la potencia administradora, conservó una sólida implantación en Transjordania.

Irán, fue abandonado por los anglosajones, pero los soviéticos permanecieron, exaltándose sentimientos de peculiaridad o nacionalismo entre kurdos y azeríes.

En el Mediterráneo oriental, se planteó el problema de la guerra fría y de la contención.

Turquía, debió soportar una fuerte presión soviética relativa a una posible rectificación de las fronteras en Anatolia. La respuesta norteamericana, fue el envío de unidades navales en verano de 1946.

La tensión, fue todavía más agobiante en el caso de Grecia, bajo control militar británico, y con una guerrilla comunista en el norte.

Gran Bretaña en Febrero de 1947, retiró sus efectivos, y al mes siguiente, Truman, decidido a que Estados Unidos asumiese una responsabilidad internacional, enunció la doctrina que lleva su nombre. Los Estados Unidos, deberían estar a la cabeza del mundo libre, y ayudar a los demás países a librarse de los intentos de dominación.

Las consecuencias fueron decisivas en Medio Oriente. Los Estados Unidos, anudaron toda una serie de pactos en la zona. En 1951, Grecia y Turquía, se incorporaron a la OTAN.

Venezuela, en plena guerra mundial, había introducido mediante ley, un reparto de los beneficios obtenidos de la venta del petróleo, y su ejemplo fue seguido por las autoridades políticas del Medio Oriente. En 1951, Irán promulgó una ley de nacionalización, aunque pasó por enormes dificultades al tratar de poner en marcha las instalaciones que habían abandonado los técnicos extranjeros.

El golpe de estado sufrido en Irán en 1953, ha sido atribuído no sin fundamento a la CIA, y supuso el pleno restablecimiento del poder del sha.

En Chipre, de población formada por griegos en un 80%, la autoridad religiosa desempeñó un papel político de primera importancia. La auténtica reivindicación no era la independencia sino la enosis, o integración en Grecia. Atenas llevó la cuestión ante las Naciones Unidas, con la oposición de Turquía, de cuya procedencia era el restante 20% de la población.

El arzobispo Makarios se convertiría en un personaje de rango internacional, gracias a la conflictividad de la zona.

LA PRIMERA GUERRA ARABE - ISRAELÍ

Tuvo lugar en 1948.

Antecedentes remotos.

Tanto los judíos como los palestinos, establecieron plataformas nacionalistas. Theodor Herzl, creó el sionismo, cuando en 1896 publicó “El estado judío”.

A finales del XIX en Palestina había unos 5.000 judíos.

En la segunda aliya o emigración, en los años precedentes de la primera guerra mundial, se llegó a 85.000. Además muchos dotados de una educación moderna, con la aparición de los kibbutzim, o colectividades agrarias y la expansión del hebreo.

Los árabes adquirieron conciencia propia, algo después. Palestina tenía 560.000 habitantes. La conciencia de identidad, se acrecentó a partir de la aparición de los “Jóvenes Turcos” en la primera década del siglo XX.

Entre los judíos, la declaración Balfour, de Noviembre de 1917 tuvo como consecuencia la multiplicación de la inmigración. Así llegó la tercera aliya, alcanzándose las 175.000 persona, y más tarde la cuarta aliya, a partir de 1924, fue más cosmopolita.

También se incrementaba la población árabe, que pasaba en 1947 a 1.200.000 habitantes.

En 1931, Mac Donald, declaró el propósito de la administración británica, de no restringir la inmigración judía. Las agresiones entre las dos comunidades se incrementaron.

La clara mayoría seguía siendo árabe.

En 1945, la población judía era de 554.000, y de ellos 136.000 habían combatido como voluntarios al lado de los británicos.

El Holocausto contribuyó a ratificar el deseo de tener una patria propia.

70.000 judíos inmigraron de forma ilegal de 1945 a 1948, enfrentándose con las autoridades británicas. Organizaciones terroristas judías atentaron contra intereses británicos. En los combates sucesivos, murieron unos 1.200 judíos.

Gran Bretaña tomó así la decisión de poner fin a la Administración colonial el dia 1 de Agosto de 1948.

Mientras tanto la ONU, había intentado ofrecer una solución. En Abril de 1947 se celebró la primera sesión del comité especial acerca del problema palestino. La población árabe, suponía los dos tercios del total, y no estuvo dispuesta en ningún momento a aceptar ningún propósito judío de basar en un remoto pasado histórico ninguna reivindicación.

En Noviembre de 1947, el comité propuso la creación de dos Estados y una zona internacional en Jerusalén y Belén puesta bajo el control de la ONU.

El Estado israelí contaría con tres zonas, con una extensión cercana a los 144.000 kilómetros cuadrados.

Pero la respuesta árabe, fue violenta e indignada, proclamando la guerra santa (yihad), y por parte israelí se produjo una idéntica negativa.

Unos minutos después de su proclamación el Estado de Israel, fue reconocido por los Estados Unidos, a los que siguió de forma inmediata la URSS.

Al mismo tiempo, se iniciaba la primera guerra árabe - israelí.

La situación militar de partida, podría hacer pensar en la inmediata victoria de los árabes, pero su armamento estaba envejecido, la coordinación fue nula. Los judíos emplearon mucho mejor sus recursos.

La batalla decisiva tuvo lugar en la carretera de Tel Aviv a Jerusalén y acabó con la división de ésta en dos, así como con la ocupación del territorio previsto por los israelíes.

En Junio de 1948 el conde Barnadotte, nombrado por la ONU, consiguió una tregua, pero los combates, pronto se reanudaron y se sucedieron las victorias judías. Las ofensivas israelíes le supusieron victorias que hubieran podido llevar a la destrucción del ejército egipcio, de no ser por las advertencias británicas.

Asesinado el conde Bernadotte por un grupo radical israelí, su sucesor consiguió un alto el fuego en Enero de 1949. Pero los acuerdos, de carácter exclusivamente militar no suponían fronteras determinadas.

En las zonas controladas por los árabes no quedó un solo judío, pero unos 200.000 árabes se mantuvieron en la zona controlada por los israelíes.

A partir de ese momento se inició el inacabado proceso para llegar a alcanzar la paz.

En Julio de 1952, la derrota supuso la sustitución de la Monarquía y la aparición del Régimen de los Oficiales Libres en Egipto. Antes el rey Abdalá de Transjordania, dispuesto a unificar a los palestinos fue asesinado.

TEMA 7. EL EXTREMO ORIENTE DURANTE LA GUERRA FRIA

En el extremo Oriente, la descolonización produjo conflictos que se relacionaron con la confrontación de las dos grandes superpotencias.

Japón realizó una transformación decisiva

India prolongó su experiencia de la etapa colonial, en forma democrática

China dio una nueva dimensión geográfica a la revolución comunista y

Fue en Extremo Oriente, el único lugar del mundo en que las dos superpotencias se enfrentaron militarmente de modo directo.

LA DESCOLONIZACIÓN EN ASIA. INDIA, LA MAYOR DEMOCRACIA DEL MUNDO. LA PRIMERA GUERRA DE INDOCHINA

La descolonización del sureste asiático, fue consecuencia de la derrota japonesa, pero también la voluntad indígena.

En 1945 sólo Tailandia era independiente, pero a la altura de 1957, habían nacido diez nuevos Estados.

En India, los antecedentes del movimiento independentista eran antiguos. Existía un peculiar sistema de diarquía. Reservaba para los británicos determinadas competencias, y dejaba el resto en manos de autoridades locales, elegidas por un censo equivalente al 10% de la población. Gracias a este procedimiento pudo formarse el Partido del Congreso que dominaba las asambleas locales.

La guerra dió a India una mayor conciencia nacional.

En el momento de la máxima expansión japonesa, Nehru pidió la independencia, y la participación del Ejército indio contra el Eje.

Las opiniones de Gandhi pudieron ser tenidas en cuenta en lo referente a la secularización de las instituciones, pero no sobre la comunidad campesina ni sobre ordenación de las labores artesanales indígenas.

El Partido del Congreso, deseaba el mantenimiento de una fuerte unidad.

Los musulmanes agrupados en una Liga, no se quisieron convertir en una minoría política y religiosa. De ahí la reivindicación de un Pakistán independiente.

En el verano de 1946, los incidentes entre musulmanes e hindúes desembocaron en una auténtica guerra civil. Los británicos tomaron la decisión de retirarse, y la independencia fue proclamada en Agosto de 1947, favoreciendo al mismo tiempo la partición en dos unidades políticas independientes: por un lado India como Estado laico, y por otro Pakistán, formado por una porción oriental, y otra occidental. Pero la delimitación de fronteras resultó por completo imposible.

Principalmente estaba en disputa especialmente grave Cachemira.

India nació oficialmente con la proclamación de una Constitución en Enero de 1950. Establecía como novedad la implantación del sufragio universal.

Bajo la dirección de Nehru, India intentó jugar un creciente papel mundial, situándose a la cabeza del neutralismo y del anticolonialismo. Aunque permaneció en la Commonwealth, rechazó la ayuda norteamericana, así como pertenecer a la red de pactos que la superpotencia occidental iba elaborando.

Tambien la descolonización se hizo presente en otros países.

Birmania obtuvo la independencia en 1948, negándose a cualquier vinculación con la Commonwealth, pero muy pronto tuvo que enfrentarse a una guerra civil por la existencia de una activa guerrilla comunista.

En Indonesia, el partido nacionalista de Sukarno, no había dudado en colaborar durante la guerra con los japoneses, quienes le concedieron la independencia en el momento de ser expulsado del archipiélago.

También en Indochina lo sucedido durante la guerra resultó de importancia decisiva.

En Marzo de 1945, liquidada la presencia francesa por los japoneses, fue proclamada la República de Vietnam. La Francia gaullista, no dudó en enviar una fuerza expedicionaria para reconducir la situación: su propósito era que quedara convertida en un Estado, independiente, pero dentro de la Unión Francesa. Pero para ello era imprescindible reconquistarla.

En Marzo de 1946 se llegó a un acuerdo en Indochina entre los beligerantes, y en Septiembre de 1946, Ho Chi Minh, el líder vietnamita y el gobierno francés firmaron un tratado de ratificación.

Francia intentó en 1948 la creación de un estado vietnamita al que prometió la independencia total, bajo la fórmula monárquica del emperador Bao Dai, nunca aceptado.

En Enero de 1950, Ho Chi Minh consiguió el reconocimiento por parte de los soviéticos y chinos, logrando además importantes victorias militares.

El alto mando francés tomo la decisión de convertir Diem Bien Phu en base de resistencia. Sin embargo, se vieron rodeados por fuerzas del general Giap, y a comienzos de Mayo de 1954 la posición cayó.

Para entonces, la mayor parte de la financiación de la guerra había pasado a estar en manos norteamericanas.

Al armisticio no se llegó hasta Julio de 1954. De acuerdo con él Vietnam quedó dividido en dos por el paralelo 17º.

China había dotado de medios militares a los vietnamitas y había acabado convenciéndoles de que limitaran su esfera de dominio al paralelo 17º.

Francia había acudido a esta guerra sin perspectiva de futuro.

EL TRIUNFO DE LA REVOLUCION EN CHINA

A partir de verano de 1946, el Kuomintang se lanzó a una serie de ofensivas militares contra las bases comunistas en el centro y en norte de China. Pero la corrupción acabó con él.

Los apoyos de Mao procedían del campesinado en su mayor parte, los cuadros fueron reclutados entre estudiantes y antiguos miembros del Kuomintang, así como sectores de la burguesía.

Tibet fue ocupado en 1951 y el ejército chino llevó allí una represión cercana al genocidio.

Mientras, se había conseguido una cierta normalización. En 1951, se lograba llegar a una tasa de inflación de sólo el 15%

La República Popular China, fue formalmente establecida en Octubre de 1949.

Existía para el Partido Comunista Chino un modelo a aplicar: el estalinista. La aparente paradoja consisten en que un partido llegado al poder a partir de sus propias fuerzas, se dedicara a imitar a un modelo extranjero.

Pero en el caso de China brilló por su ausencia una policía política mas o menos independiente del poder.

Mao servía de árbitro permanente entre las diferentes tendencias, observando en general, las reglas de la dirección colectiva. La base dirigente comunista estaba formada por personas valiosas, que en ocasiones se habían enfrentado a él. Caso de Chu En Lai.

En dos decisiones fundamentales consiguió acertar: LA GUERRA DE Corea, proporcionó seguridad y estabilidad a China, y LOS RESULTADOS de la colectivización, fueron positivos.

Se llevó a cabo la revolución, y también en China el terror tuvo un papel fundamental, y también se ejerció a través de purgas internas, alcanzando entre 1953 y 1953 al 10% de los militantes.

En el Ejército, muchos oficiales fueron ejecutados, pero los de más alta graduación, fueron empleados para la “educación del pueblo”.

El nuevo liderazgo de los pueblos se entregó a los campesinos pobres o medios. Los mayores propietarios eran obligados a realizar arrepentimiento público, cuando no ejecutados. La radicalización se produjo a partir del estallido de la guerra de Corea.

Trescientos millones de campesinos pobres accedieron a la propiedad o acrecentaron su parcela. A continuación se produjo un esfuerzo de colectivización.

Deng fue acusado de desviacionismo por Mao, como consecuencia de haber querido adoptar un camino mas pausado.

Algo parecido se hizo en distintas ciudades; juicios públicos, y establecimiento de comités de barrio dedicados a inspeccionar el comportamiento de la población.

En 1952 el 80% de la industria pesada y el 40% de la ligera se hallaban ya en manos del Estado.

En 1953 comenzaron a aplicarse los planes quinquenales. La ayuda soviética no supuso más del 3% de la inversión pero a menudo resultó muy fecunda.

En lo que respecta a la política exterior, Mao consideró que precisaba de la colaboración de la Unión Soviética, y en Febrero de 1950 se firmó un tratado entre China y la URSS. Pekín, aceptaba la cesión de Mongolia Exterior, y recibía a cambio una ayuda de 300 millones de dólares en 5 años.

A partir de 1956, con la llegada de Kruschev pareció abrirse una etapa óptima.

China tardó en decidir su propia intervención en Corea, pero cuando la invasión fracasó y los norteamericanos parecieron llegar a sus fronteras, Mao se mostró partidario de la confrontación con ellos.

La guerra de Corea, costó a China 800.000 bajas, y un gasto equivalente al 40% del presupuesto, pero consiguió organizar un ejército moderno y establecer una influencia firme sobre Corea.

El de Indochina fue otro conflicto que China no creó, pero le sirvió para fortalecer su sistema de protección.

En ambos el adversario fue Estados Unidos.

En Junio de 1950 el despliegue de la flota norteamericana evitó el desembarco en Taiwán.

En relación con el resto de los países asiáticos, muy pronto China empezó a diseñar una política propia.

Con India se establecieron relaciones cordiales en 1950, pero en el momento del ataque a Corea, se produjo un acercamiento a Pakistán.

China mantuvo la neutralidad cuando la URSS apoyó a India en el conflicto sobre Cachemira.

En Malasia, la guerrilla comunista estaba muy relacionada con China.

A Mao, la constatación de que la colectivización del campo había sido un éxito, le hizo adoptar una mayor exigencia respecto a la industria.

Aunque Mao de ninguna manera estaba dispuesto a seguir a las masas, nunca dejó de tenerlas presentes.

En lo único que parecía clara la evolución del pensamiento de Mao es en que China había dependido en exceso de la imitación de los soviéticos, y empezó a aceptar las enseñanzas del pensamiento tradicional chino.

Además repudió el modo en que Kruschev llevó a cabo la desestalinización.

“SOPORTAR LO INSOPORTABLE”. JAPÓN BAJO LA OCUPACIÓN NORTEAMERICANA

En el verano de 1945, Japón estaba en ruinas. La mayor parte de las casas destruidas por las bombas incendiarias, Seis millones de soldados, habían sido desmovilizados, y al mismo tiempo los colonos japoneses en Corea y Manchuria, trataban de volver al archipiélago.

Pero era necesario “soportar lo insoportable”, es decir, ser ocupado por un invasor.

Los siete años de ocupación norteamericana, constituyeron una experiencia única. Nunca un país desarrollado se había atribuído la misión de reeducar a otro también desarrollado. Pero tuvo éxito. Los norteamericanos habían elaborado planes, por lo que no se vieron obligados a improvisar. El régimen establecido fue severo, pero constructivo. Transcurrido ese periodo, Japón se había transformado decisivamente.

La depuración alcanzó a un número importante de antiguos políticos, pero ya a fines de los cincuenta, tres de ellos ejercieron la presidencia del Gobierno.

Un número importante de militares fue ejecutado como consecuencia de atrocidades cometidas durante la guerra.

Japón debía pagar reparaciones, pero no estaba en condiciones de hacerlo. Sólo los prisioneros de los soviéticos, cumplieron esa misión con sus trabajos forzados.

En 1947 una ley obligó a dividir las empresas a las que se atribuía excesivo poder económico.

El Emperador, se libró de cualquier proceso de depuración, multiplicó sus declaraciones de aceptación de la derrota, admitió la incautación de las 9 décimas partes de su fortuna, y asumió plenamente una Constitución que le dejó sin poderes. Esta disposición de Hiro Ito fue la puerta esencial para llevar a cabo la democratización del país.

El Emperador, perdió su carácter divino y se convirtió en símbolo del Estado.

El poder Legislativo quedó configurado en dos Cámaras, la Baja, de más poderes.

El Poder Judicial, dispuso de un Tribunal Supremo.

Igualación de derechos entre el hombre y la mujer, pero todavía durante mucho tiempo el matrimonio de las hijas convenido por los padres siguió siendo un uso social.

El shintoismo dejó de ser una religión de Estado.

Unas 2.000 personas eran propietarias del 20% de la tierra cultivable. Se procedió a una redistribución, lo que contribuyó a detener el desarrollo del movimiento socialista en el campo.

Fue sobre todo la guerra fría la que redujo a un tercio el peso de la afiliación sindical extremista.

La mayoría de los cambios hubiera sido irrealizable sin la existencia de unas sólidas tradiciones comunitarias previas.

En un plazo razonable de tiempo se produjo la recuperación económica, en lo que también jugaron un papel importante los norteamericanos.

La recuperación industrial se basó en una mejora de la producción, y se fundamentó en la industria ligera y la textil, para más tarde pasar a otras nuevas. El desarrollo industrial, se vió favorecido por una mano de obra numerosa y bien formada.

Ya en 1955 Japón había recuperado el nivel de la preguerra, y al mismo tiempo el crecimiento demográfico se redujo al 1% anual.

En 1950, menos del 5% de los hogares disponía de lavadora. En 1960, Japón ya era la primera sociedad de consumo de Asia. En 1962 casi la totalidad de los hogares disponían de lavadora.

Los primeros coches utilitarios elaborados por fábricas japonesas, hicieron acto de presencia en el mercado a finales de los cincuenta.

Al mismo tiempo, se producían profundos cambios sociales.

También progresó la urbanización. En los años sesenta, Tokio alcanzó los once millones de habitantes, convirtiéndose en la ciudad mayor del mundo.

La presencia norteamericana siguió constituyendo un problema, mientras que se sentía gran admiración por el mundo europeo occidental, y los soviéticos suscitaban una extraordinaria prevención.

Los japoneses, apasionados por la lectura, convirtieron a los tres principales órganos de prensa en protagonistas de primera importancia en la vida social y política.

Pero las reservas de agua descendieron a niveles alarmantes.

La vida política del Japón de la posguerra fue de estabilidad. Los antiguos partidos, en los medios provinciales y rurales conservaron su influencia, mientras los intelectuales y las masas obreras adoptaban una posición crítica contra la política oficial.

Las primeras elecciones, en 1946 dieron continuidad. Más del 80% de los parlamentarios eran hombres nuevos.

De los 8 primeros años de la posguerra Yoshida gobernó durante 7, siempre partidario de hacerlo sin poner en peligro las relaciones con los países anglosajones.

Se llegó a un acuerdo de paz con los Estados Unidos, ratificado en 1952, pero no lo firmaron ni la URSS ni China ni India.

Por el acuerdo se mantenía a Japón, tributario de la ayuda norteamericana, mientras que Estados Unidos adquirían el derecho a disponer de un gran número de bases.

En 1958, los sectores más conservadores, habían propuesto el restablecimiento de parte de los poderes del Emperador y la creación de una fuerza de defensa.

El promotor fue principalmente Kishi que gobernó entre 1957 y 1960.

Kishi trató de excitar el sentimiento nacionalista, reclamando un cambio en el Tratado con Estados Unidos. Ambos gobiernos acordaron firmar un nuevo tratado, y lo hicieron en 1960. Mientras tanto las relaciones se vieron envenenadas por multitud de incidentes respecto a las bases. Especialmente graves al hacerse explosionar una bomba atómica en Bikini.

El nuevo tratado, relativamente favorable al Japón, que veía en su texto reflejada por dos veces su renuncia a la guerra, le permitía mantener un nivel de gasto limitado.

Yoshida firmó la paz con Taiwán y concluyó con Birmania el problema de las reparaciones. Sus sucesores lo hicieron con Filipinas e Indonesia.

Buena parte de tales pagos fue hecha en bienes de equipo, lo que permitió a los japoneses introducirse en un mercado en que pronto se hicieron hegemónicos.

Durante mucho tiempo la URSS se opuso a la normalización exterior de relaciones con Japón, debido al contencioso sobre las islas Kuriles.

Tras iniciar los contactos en 1954, dos años después se llegaba a un acuerdo que suponía acabar el estado de guerra y establecer relaciones diplomáticas entre Moscú y Tokio, pero sin la firma de un tratado de paz. Pese a ello Japón ingresó en la ONU en 1958.

Con respecto a China, Japón mantuvo la posición de que era preciso separar la política de la economía, y cuando las relaciones entre la URSS y China se agriaron resultó posible establecer misiones económicas.

LA GUERRA DE COREA

Este acontecimiento pudo producir una conflagración mundial.

No produjo una profunda conmoción moral en Estados Unidos.

Lo que habían previsto los aliados respecto a Corea, era la desaparición de la colonización japonesa.

La ocupación por parte de dos aliados (URSS y Estados Unidos) de sistemas tan diferentes, tuvo como consecuencia la división en dos áreas de influencia, separadas por el paralelo 38º.

Corea quedó dividida en dos partes.

La ONU decidió la formación de un gobierno provisional después de la celebración de unas elecciones. Pero sólo se celebraron en el Sur, dando la victoria a Syngman Rhee.

En el norte se proclamó la República Popular de Corea. A mediados de 1948 los soviéticos retiraron sus fuerzas. Inmediatamente lo hicieron los norteamericanos.

Quedaron enfrentadas dos Coreas, la del norte muy militarizada, y en la del sur, un gobernante autoritario propició una vida política escasamente democrática. El Ejército surcoreano estaba poco preparado desde el punto de vista material. Las unidades norteamericanas más próximas estaban situadas en Japón y contaban con munición para 45 días de combate.

En este panorama estalló un conflicto, causado por la situación de guerra fría.

La responsabilidad corresponde a los soviéticos, pero Stalin no estuvo sin embargo dispuesto a intervenir por sí mismo sino que se sirvió de Mao.

El Secretario de Estado norteamericano, Acheson, cometió la imprudencia de declarar públicamente que Corea, quedaba fuera de su radio de defensa.

El 25 de Julio de 1950 se produjo la invasión con unos 90.000 soldados norcoreanos, apoyados por centenar y medio de tanques soviéticos, pretextando haber sido agredidos por los surcoreanos. En un principio, la invasión obtuvo victorias, pero pronto se produjo la reacción, no sólo de los norteamericanos, sino de las propias Naciones Unidas.

Quince países enviaron efectivos a combatir a Corea, y otros cuarenta, ayuda humanitaria. Desde un principio el mando fue puesto en las manos del general norteamericano Douglas MacArthur.

La decisión norteamericana se vió respaldada por el descubrimiento de que los norcoreanos torturaban y ejecutaban a los prisioneros.

Al mismo tiempo, la presión de China sobre Taiwán, sirvió para acrecentar el temor de que el comunismo tratase de realizar una gran expansión sobre Asia.

La situación militar cambió radicalmente cuando Mac Arthur desembarcó en Inchon el 15 de Septiembre de 1950. Un ataque repentino y decidido a la retaguardia enemiga. El ejército norcoreano dejó de ser un instrumento de combate eficaz. Se planteó entonces detener las operaciones de combate en el paralelo 38º o proseguirlas. Para Mac Arthur, como para Rhee, era esencial destruir al ejército enemigo, y llevar a cabo la reunificación del país. No se le obligó a otra limitación que evitar atacar China.

La ONU votó mayoritariamente la reunificación de Corea, y para casi el 66% de los norteamericanos, detenerse en el paralelo 38º era adoptar una actitud de apaciguamiento frente al comunismo. A comienzos de Octubre de 1950, los norteamericanos traspasaron el paralelo 38º, y la China de Mao, por boca de Chu En Lai, declaró su disposición a reaccionar e impedirlo. No podía dejar que Corea del Norte se borrase del mapa.

Unas 56 divisiones chinas de voluntarios fueron utilizadas a continuación en la guerra. Su presencia inicial pasó desapercibida, pero pronto fue patente que esos soldados podían ser muy peligrosos.

Además, aviones MIG soviéticos empezaron a aparecer en el cielo, produciéndose los primeros combates masivos de aviones a reacción. Uno de los descubrimientos más recientes es que estaban pilotados por rusos.

La reacción de Mac Arthur fue nerviosa y desproporcionada. Hubiera debido ser cesado. Muy pronto se quejó de que no se le dejara bombardear al enemigo en China. Llegó a considerar “inmoral” que se le dieran este tipo de instrucciones, y debía ser quizá partidario de la utilización del arma atómica.

Pero los laboristas británicos, aliados esenciales, se mostraron rotundamente opuestos a esta posibilidad.

Ante la potencia del ataque chino y norcoreano, volvió a caer Seúl en Enero de 1951, y hasta Marzo la situación no se restableció en torno al paralelo 38º. En ese momento tuvo lugar el definitivo enfrentamiento entre MacArthur y su presidente Truman.

En Abril de 1951, fue relevado Mac Arthur, y objeto de un recibimiento apoteósico pero efímero en los Estados Unidos.

La última ofensiva china y norcoreana se produjo entre finales de Abril y Mayo de 1951, luego el frente se estabilizó y en Junio, el representante soviético ante la ONU propuso la firma de un armisticio.

En Julio de 1953 se llegó al establecimiento de la frontera en torno al paralelo 38º.

La cuestión más discutida en las conversaciones posteriores a 1951 fue el asunto de los prisioneros. Una parte de los norcoreanos, no quiso volver a su país.

Rhee les integró en la vida civil de Corea del Sur.

Aproximadamente 1.400.000 norteamericanos sirvió en aquél conflicto y de ellos 33.600 murieron en combate, pero otros 20.000 por enfermedades o accidentes. La guerra dejó un cierto sentimiento de insatisfacción, pues los Estados Unidos no habían ganado de forma clara.

Fracasaron rotundamente las operaciones de Inteligencia.

Por el contrario, la Aviación norteamericana testimonió su absoluta superioridad, perdiendo sólo 78 aviones frente a muchos millares de su enemigo.

Se demostró que un ejército cuyo nivel de armamento era muy inferior, podía enfrentarse con éxito a otro superior.

De ahí que años después, la estrategia aplicada en Vietnam fuese muy distinta.

TEMA 8. ESTADOS UNIDOS. DE EISENHOWER A KENNEDY

A partir de 1955, las dos superpotencias enfrentadas y sus ideologías, parecieron dispuestas a aceptar la común presencia en el mundo.

La coexistencia nunca dejó de ser competitiva.

Hubo varias ocasiones (Berlín, Cuba...) en que fue objetivo el riesgo de holocausto nuclear.

Cada uno de los contendientes estaba convencido de la bondad de su sistema político, económico y social.

La descolonización varió la composición de la ONU, y creó un nuevo campo de competición para las superpotencias.

Las sucesivas presidencias del general Eisenhower y Kennedy, pueden ser consideradas como por completo heterogeneas, cuando en realidad no lo fueron.

Nació una civilización del consumo que habría de extenderse a toda la superficie del globo. Pero esta etapa acabó por generar su autocrítica.

LA PRESIDENCIA DE EISENHOWER

Una encuesta en 1962 situó a Eisenhower en el puesto 21º entre los presidentes norteamericanos. Veinte años después era el 9º.

Puede explicarse porque había sido una persona capaz de unir el país y ser modelo de seguridad y serenidad.

Eisenhower apareció como un padre benéfico, con altura intelectual.

Daba la sensación de ser poco asiduo al trabajo, pero probó su altura en una carrera militar en la que sobre todo, se dedicó a tareas de Estado Mayor.

Como presidente, dirigió tanto la política interior como la exterior con mano firme.

Era en realidad más hábil, ambicioso y egoísta de lo que podía pensarse. Poseía grandes conocimientos de política exterior, muy superiores a los de Truman.

La línea fundamental de la política interna, estuvo al margen de lo que querían los políticos republicanos.

En más de una ocasión pensó la posibilidad de formar un tercer partido, que se situaría entre los dos tradicionales.

Su popularidad era tal, que ganó las primarias sin ser candidato ni pertenecer al partido republicano.

Como compañero de candidatura, Eisenhower tuvo a Richard Nixon, político profesional, ducho en habilidades maniobreras.

En el verano de 1955, Ike, tenía la aprobación de nada menos que el 79% de la opinión pública. Dejó caer la posibilidad de que no se presentaría para un segundo mandato. Cuando en Septiembre de 1955 sufrió un ataque al corazón, el Secretario de Estado, John Foster Dulles, jugó un papel político mucho más importante que el de Nixon.

Los demócratas, convirtieron la campaña de 1956 en televisiva, pero el electorado ratificó su confianza al general.

En 1958 estallaban los primeros disturbios raciales, y esto, junto con el lanzamiento del Sputnik, pareció romper por vez primera la habitual complacencia norteamericana.

En 1960 fue derribado un avión espía que volaba sobre la URSS. Existía la convicción de que era necesario un relevo generacional.

Eisenhower, en cuestión de política interior, siempre estuvo dispuesto a reformas moderadas. Quiso reducir el presupuesto de Defensa.

El gasto social creció en torno al 50%.

En política exterior, resulta oportuno señalar el giro que dio a la norteamericana. No hizo caso a McCarthy porque pensó que lo que buscaba era publicidad en prensa, y lo que acabó con el senador fue su intento de investigación de actividades subversivas dentro del Ejército.

La política exterior de la época, consistió en una sucesión de crisis con la URSS, en las que Eisenhower siempre supo evitar el peligro de un conflicto mundial.

Logró con rapidez el armisticio de Corea.

Lo sucedido en Indochina en el momento de la derrota de Francia, le llevó a defender la teoría del dominó. Las grandes decisiones las tomó siempre el presidente.

Eisenhower aceptó la estrategia de la respuesta masiva, porque tenía mucho que ver con la confianza en la técnica, y el deseo de evitar grandes ejércitos profesionales.

En 1955 puso en marcha la primera central nuclear comercial

Otro rasgo importante de la política exterior es la utilización de los servicios secretos.

Los golpes de la CIA, beneficiaron siempre a intereses capitalistas norteamericanos.

Pero con el paso del tiempo, este tipo de operaciones resultó más dudoso: Cuando en 1956 se produjo la sublevación en Hungría, Eisenhower declaró que la intervención norteamericana era improcedente, pero la CIA, había contribuido a atizar la subversión. En el caso de Cuba, la CIA preparó el derrocamiento de Castro.

LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y LOS NUEVOS ESTILOS DE VIDA

Durante los dos mandatos de Eisenhower la prosperidad económica siguió siendo el rasgo más destacado. Optimismo generalizado que tuvo también un resultado demográfico.

Durante la década de los cincuenta, la inmigración siguió siendo débil.

En 1960 se alcanzó una edad de 69 años de edad media de vida.

En 1955 se anunció el descubrimiento de la vacuna de la polio.

En 1950 el número de suburbanitas era ya de 35 millones, y en 1970 72 millones, fenómeno que hizo desaparecer las grandes salas de exhibición cinematográfica.

La prosperidad económica, contribuyó a crear una civilización de consumo. El propio diseño de los automóviles, o incluso el decisivo papel de los mismos en esa civilización, nos pone en contacto con una época a la vez dinámica, ostentosa y materialista.

Símbolo también muy importante fue la televisión.

Extraordinaria difusión e importancia de la publicidad.

Esta civilización del consumo, trajo consigo una revolución de los comportamientos.

En 1948, Alfred Kinsey publicó su encuesta sobre el comportamiento sexual masculino, que revelaba la discrepancia existente entre las convenciones y la realidad del comportamiento de los norteamericanos. Presentación desinhibida de datos estadísticos, que reveló una preocupación por una cuestión tabú. El interés despertado, reveló un mundo inesperado.

Signo de la civilización de consumo fue también la felicidad identificada con el hedonismo sexual, cuyo símbolo femenino fue Marilyn Monroe en perpetua duda sobre sus capacidades como actriz.

En los inicios de su carrera, Monroe había aceptado posar desnuda. Los derechos de esas fotos fueron adquiridos por Hugh Heffner, joven que quería lanzar una revista masculina. En 1954, la revista Play Boy, había alcanzado una tirada de 100.000 ejemplares. Heffner quiso aparentar además, un modelo de vida refinada. Los contenidos no se limitaban a mujeres desnudas.

Otro signo de la revolución sexual: La investigación sobre un producto que impidiera la concepción. La “píldora”. El descubridor fue un médico llamado Gregory Pincus, para tratar los desarreglos menstruales, pero en 1960 apareció como contraconceptivo. En 1963, mas de 2.300.000 norteamericanas la tomaban regularmente.

Al mismo tiempo, la mujer modificaba su concepción respecto al papel que le correspondía en la sociedad. Los políticos tardaron en darse cuenta del cambio acontecido. Eisenhower tan solo nombró una embajadora y un cargo ministerial femenino.

El feminismo ha de ponerse en relación con un momento de la vida de la mujer en que disponía de mucho tiempo, porque en la casa había aparecido ese menaje que simplificaba las tareas.

A mediados de los años cincuenta, se produjeron revolucionarios cambios en la música popular. El protagonista decisivo del cambio fue sin duda Elvis Presley.

James Dean, protagonista de Rebelde sin causa, presagió la futura y próxima rebelión juvenil.

LOS PROBLEMAS DE UNA SOCIEDAD OPULENTA

La década de los cincuenta, en especial su fase final, trajo también la aparición de problemas. El principal, la segregación que la minoría negra sufría. En el sur, perduraba la segregación tradicional.

En algunos estados se negó el voto a los indios hasta comienzos de los cincuenta.

Sólo en 1959 se permitió la admisión legal de los braceros mexicanos, cuya presencia se había hecho imprescindible para la recolección en California.

En estas condiciones surgió el movimiento de los derechos civiles.

El juez Warren jugó un papel decisivo en ella. Durante la guerra, había colaborado en los planes de internamiento de los japoneses que vivían en Estados Unidos. Eisenhower lo nombró para el Tribunal Supremo. Él mismo hubiera podido ejercer una influencia importante con una apelación a que se admitiera la igualdad entre las razas, pero no lo hizo, aunque consiguió hacer desaparecer la segregación en el Ejército. Eisenhower nunca hizo una declaración en el sentido de que la segregación racial era inaceptable.

En 1954, el Tribunal Supremo, presidido por Warren, decidió de forma unánime en contra de la segregación en las escuelas públicas, señal de apertura.

La propia población negra tomó la iniciativa en la defensa de sus derechos. A fines de 1955 una mujer negra de cierta edad se negó a sentarse en las filas de atrás de un autobús, y ceder su asiento a un blanco. A partir de este caso se puso en marcha un boicot a los autobuses segregados. La lucha supuso la aparición de un líder: Martín Luther King.

La protesta negra a finales de los cincuenta fue de una magnitud extraordinaria.

Cuando se produjeron graves incidentes el presidente se vió obligado a enviar 1.100 paracaidistas a Little Rock, y a federalizar la Guardia Nacional de Arkansas. Pero la lucha estaba destinada a ser larga y dura: En 1962 no había niños negros en las escuelas a las que acudían niños blancos en Mississippi, Alabama y Carolina del Sur.

A partir de 1960, empezaron las sit-in, sentadas en los lugares en que existía discriminación. Una oleada de idealismo movilizó a la juventud a favor de una causa justa.

Pero al mismo tiempo aparecieron signos de disconformidad también con respecto a la propia esencia de la vida norteamericana. Los beatnicks nacieron en torno a la Universidad de Columbia en Nueva York. Querían llegar a una nueva visión utilizando la droga.

Bob Dylan convertiría en famosas dos canciones suyas, que señalaban la distancia existente entre jóvenes y mayores. Incluso en el cine fue perceptible un marcado cambio de mentalidad. También en el mundo de la literatura y del ensayo.

La novela Peyton Place, vino a ser algo así como la demostración de que también el sueño americano, podía ser un fracaso.

La inquietud de finales de los cincuenta se extendió también a las relaciones exteriores.

Los éxitos de la URSS en los primeros momentos de la carrera espacial parecieron argumentar a su favor. Eisenhower se negó a aumentar los gastos de defensa, pero legó a sus sucesores un mundo tenso, sobre todo en Cuba y Vietnam.

La CIA acabó con el Gobierno de Indonesia, y trató de asesinar a Lumumba y a Castro.

LAS ELECCIONES DE 1960. KENNEDY Y LA “NUEVA FRONTERA”

En las elecciones de 1960, ambos candidatos eran en realidad centristas. En el partido Republicano, Richard Nixon, vicepresidente con Eisenhower, cercano a la maquinaria del partido, pero situado algo a la izquierda respecto al presidente saliente.

Eisenhower “ninguneó” a Nixon, diciendo que no recordaba ningún hecho en que la intervención de Nixon hubiera sido relevante. El derribo de un avión espía norteamericano durante la campaña, contribuyó a dar la impresión de que este país estaba perdiendo la batalla con la URSS.

Kennedy, no había sido un senador con una trayectoria muy brillante. Católico, necesitó ganar las primarias para convencer a su propio partido, pero dispuso de la ventaja de los inmensos recursos de su familia.

Al obtener la victoria, en las primarias, Kennedy supo convencer a Johnson, candidato del Sur, para que compartiera candidatura a la presidencia como vicepresidente.

El debate en televisión entre Nixon y Kennedy le dio la victoria al segundo, pero quienes lo hubiesen seguido por radio sacaron la impresión de quien vencía era Nixon.

Kennedy fue un excelente estratega. Supo atraerse a los demócratas del sur, mas conservadores, y al mismo tiempo actuó muy hábilmente al identificarse con King, cuando éste fue detenido en plena campaña.

Los años sesenta estaban destinados a convertirse en punto de referencia como tiempos conflictivos, pero optimistas. Entre 1961 y 1965, 26 defensores de los derechos civiles murieron en reivindicación pacífica de sus ideas. Pero los sesenta fueron además la época de crecimiento ininterrumpido más larga de la historia de Norteamérica.

En 1967 se produjo el primer trasplante de corazón.

En 1961 nació la Xerox Corporation, destinada a modificar la forma de llevar a cabo los negocios en el futuro.

John F. Kennedy, quedó en la memoria como recuerdo de una época optimista, y su equipo, donde se encontraba su hermano Robert, significó una importante rebaja de edad en la media respecto a la anterior Administración.

Nada en Kennedy se entiende sin tener en cuenta su procedencia familiar, y en particular de su padre. Fue éste quien le inculcó un afán de lucha y le llevó a plantear para su hijo un futuro como presidente. Para ello contó desde muy pronto con vínculos estrechos con los profesionales de la política, que controlaban el voto irlandés. Pero Kennedy mostró también indudables capacidades propias. Valentía, rasgo manifiesto de su personalidad. Atractivo personal, que le situó en las cotas más altas del aprecio de los norteamericanos. También entre los intelectuales.

Kennedy se sirvió principalmente de personas jóvenes, que eran principalmente académicos. No hubo entre sus colaboradores patrones de empresas. Fue el primer presidente que aceptó ruedas de prensa en directo.

Una parte del estilo kennediano, nació del lenguaje de sus discursos, con un mensaje de exigencia a los ciudadanos que requería de ellos, qué podían hacer y no qué podían esperar de la Administración, y aseguraba que no se omitiría ningún esfuerzo en defensa de la libertad.

Sin embargo en política interior su balance, no fue ni mucho menos bueno. Fracasó al tratar de conseguir un seguro de salud, y de crear un Departamento de Asuntos Urbanos. También al tratar de obtener ayuda federal para la educación. Sus recortes de impuestos, favorecieron a menudo a los más ricos.

Su política económica mantuvo el crecimiento en un momento de general prosperidad.

Puede decirse que si fracasó en política interior, fue porque no le interesaban los problemas domésticos.

Sin embargo, aunque sólo hizo aparecer algunas pequeñas reformas, Johnson, conseguiría verlas aprobadas cuando Kennedy fue asesinado.

El mayor test por el que pasó Kennedy fue el relativo a las relaciones raciales: para él se trataba de una cuestión que podía proporcionarle votos, pero también quitárselos. A pesar de que con su llamada a King, había conseguido el 70% del voto negro, ya presidente, cuando un conocido cantante negro acudió a la Casa Blanca, con su esposa nórdica, lo consideró como una ofensa a los electores del sur. Sólo a regañadientes introdujo una vaga y mínima referencia a los derechos civiles de la minoría negra en el discurso inaugural. Ahora bien, cuando esta cuestión acabó por aparecer en la primera línea del panorama político interno, acabó por adoptar una actitud más decidida.

En 1961, empezó a producirse la ofensiva de los activistas en contra de la segregación en los autobuses.

En realidad, la segregación resultó mucho más importante para Robert Kennedy, que multiplicó por cinco el número de jueces de color.

Ambos Kennedy actuaron de manera muy cauta, y probablemente no sintieron verdadera pasión por estas cuestiones.

El ideal para los Kennedy hubiera sido resolver estas cuestiones pactando con los políticos sureños, blancos por supuesto.

Sólo en 1963 Kennedy llegó verdaderamente a darse cuenta de que en la cuestión de los derechos civiles, estaba implícito un interrogante moral que implicaba que los Estados Unidos, podían estar dejando de cumplir los propios principios en que se basaban.

La iniciativa la tuvieron los propios activistas. En Enero de 1961, un veterano de guerra, John Meredith, consiguió matricularse en una Universidad de Mississippi, hasta entonces vedada.

En 1963, King decidió iniciar la ofensiva antisegregacionista en Birmingham, la ciudad más segregada. Los incidentes, acabaron con la aparición de la violencia por parte de las fuerzas del orden.

Mas decisivo resultó que las actuaciones violentas del orden, fueran retransmitidas por televisión. Sólo en ese momento, multitud de norteamericanos fueron conscientes de lo que significaba la discriminación.

Los incidentes, movieron a Kennedy a tomar una posición decidida y sin contemplaciones. En agosto de 1963 tuvo lugar la gran manifestación de Washington. El discurso de King, fue un hito (el del sueño)

Kennedy no tuvo mujeres en su Gabinete, y aunque creó una Comisión para abordar el problema de la discriminación, no se dedicó a ello en absoluto.

A Kennedy le atraía mucho más la política exterior.

Aunque en su etapa se gestaron iniciativas como la “Alianza para el Progreso”, una especie de voluntariado para que los jóvenes norteamericanos ayudaran a los países en desarrollo, al mismo tiempo la CIA, siguió realizando operaciones encubiertas. El dictador dominicano Trujillo, fue asesinado con armas procedentes de ella.

Por otro lado, Kennedy siempre presentó a un mundo bipolar, con el Bien y el Mal luchando en el escenario internacional. Con el transcurso del tiempo su lenguaje se matizó en un sentido más favorable a llegar a acuerdos con la URSS.

Era consciente de que no había en realidad “missile gap” favorable a los soviéticos.

No mostró la propensión al control del gasto militar de Eisenhower.

Tuvo un interés especial por la contrainsurgencia como método de combate de la subversión comunista.

La actitud de Kennedy ante la invasión de Cuba en Bahía de Cochinos, puede ser parcialmente exculpada, porque el desembarco se produjo cuando llevaba en la Casa Blanca sólo 77 días, y Eisenhower no le había informado.

La CIA fue la gran defensora de la operación. En el propio equipo de Kennedy hubo dudas respecto a la operación.

La información fue pésima.

Los desembarcados se encontraron con una brigada adversaria dotada de tanques rusos.

Hubo hasta 33 planes para asesinar a Castro, que sólo con el asunto de los misiles, pudo dejar de preocuparse del empleo sobre él de tales procedimientos.

En cuanto a esta crisis, Kennedy demostró al mismo tiempo firmeza y frialdad, y además, habilidad al enfrentarse a una ocasión en que el holocausto nuclear, estuvo cierta y manifiestamente real. Se ha dicho que debió intentar previamente una solución diplomática. Pero no se habría disuadido a Kruschev de lanzarse a nuevas aventuras. La postura adoptada por el presidente norteamericano, le supuso una gran victoria internacional.

Lo mismo cabe decir del lanzamiento al espacio del astronauta John Glenn, en Febrero de 1962, o de su actitud respecto al Muro de Berlín.

Sin embargo, no fue capaz de prever las consecuencias de los acontecimientos en Vietnam, que pasaron muy desapercibidos. Incluso la colaboración norteamericana en Laos, en una guerra “secreta” pesó mucho más en la opinión pública norteamericana.

El presidente creía en la teoría del dominó.

Es posible incluso que, de haber dispuesto de un segundo mandato, hubiera cambiado la política respecto a China, pero el asesinato en Dallas en Noviembre de 1963, hace imposible saber lo que hubiera acontecido.

Con respecto a este hecho, todo hace pensar que se trató de un acto aislado, sin que detrás hubiese una conspiración.

En el informe Warren, lo único que se omitió fue que la CIA y el FBI, habían seguido conspirando contra Castro, tras el desembarco en Bahía de Cochinos, pero de ningún modo puede decirse que lo sucedido fuese una consecuencia de la guerra fría, sino de la actuación de un perturbado.

El asesinato afectó enormemente a la vida de los norteamericanos.

Kennedy fue uno de los padres de una presidencia que iba más allá de lo que prescribía una Constitución, y proclive a adquirir demasiados compromisos exteriores.

Kennedy dejó el recuerdo de su fase final, mucho más activa en política interior y mucho más madura en la exterior.

TEMA 9. LOS SUCESORES DE STALIN. KRUSCHEV

En la Unión Soviética produjo una gran sensación de vacío la desaparición de Stalin.

Quienes ejercieron el poder en la URSS hasta mediada la década de los ochenta, pertenecieron a una generación que llegó al mismo en la época de Stalin. Su desaparición equivalía a la de su época.

Sus sucesores no pretendieron reproducir sus rasgos, sino modificarlos sin alterar la esencia del sistema.

Las decisiones fueron mucho más colectivas.

Ahora no resultó posible mantener el ascetismo de consumo, sino satisfacer los intereses del consumidor.

Estos factores sirven para explicar el reformismo soviético de esta etapa, pero la URSS siguió siendo una dictadura ideológica.

Las políticas posestalinistas entre el comunismo de guerra represivo y brutal y la NEP (política económica)

El deseo de eludir que la producción disminuyera evitaba el exceso de presión, y propiciaba la tolerancia hacia un cierto pensamiento crítico, cierta descentralización de la economía y la búsqueda de una cierta distensión internacional.

Las etapas conservadoras, se caracterizaron por detener esa tolerancia, pero cada etapa de NEP resultó irreversible

KRUSCHEV. LA CONQUISTA DEL PODER

De entre los herederos de Stalin no hay personalidad más interesante que Kruschev. Respiraba sinceridad.

Fue quien por primera vez denunció los males del estalinismo, pero su política exterior se caracterizó por ser a menudo agresiva, a punto de llevar el mundo al borde del holocausto nuclear.

Muy afable, con rudeza campesina, aunque liquidó, incluso físicamente a Beria.

Osado, hasta límites increíbles en la URSS. Ambiguo en la valoración de su antecesor. Stalin había sido “un gran hombre”, pero al mismo tiempo, también un déspota.

Kruschev fue enérgico, expeditivo y carente de dudas en cuanto lo que hacía en relación con la línea del partido.

Su formación se basó en cursos por correspondencia.

Era ya antes de la guerra mundial una de las diez personas más relavantes del Partido, como responsable de organización en Ucrania. Una vez producido el estallido de la guerra, dirigió las deportaciones de lituanos y eslovacos hacia el Oeste.

Su carácter jovial le ayudó a tener éxito.

Fue un asistente habitual a las cenas de Stalin, y eso resultó más importante para otorgarle un papel de relevancia que los éxitos que pudiera tener en la resolución de los problemas de vivienda en la capital.

Victoria de Kruschev sobre Beria. Tuvo la valentía personal y política de animar la resistencia contra una persona que significaba un peligro objetivo para todos los sucesores de Stalin, debido al inmenso poder que le proporcionaba el control de la policía política.

Beria ha quedado con la imagen de torvo verdugo. No sólo tenía el control de la policía política, sino que poseía una habilidad considerable y una imaginación que le hizo llevar la iniciativa política en los primeros momentos del posestalinismo.

Molotov. Sus posibilidades habían quedado mermadas por el servilismo.

Malenkov. Parece haber sido el más reformista, pero eso le debilitó ante los militares.

La primera parte de la política tras Stalin, con Beria todavía en el poder, fue de aperturismo. Se empezó a denunciar el culto a la personalidad. Se suprimía el departamento que llevaba los juicios políticos, y quedaban desmentidos algunos de los casos más flagrantes. Por primera vez dio la sensación de que los intereses de los ciudadanos, eran tomados seriamente en consideración.

A la muerte de Stalin, todavía había 4 millones de soviéticos en campos de concentración o prisiones, y dos millones y medio de deportados en Siberia. Kruschev se encargaría de poner en marcha medidas de gracia.

Empezó a plantearse la lucha por el poder. El primero en caer fue Beria, juzgado cuando ya había sido ejecutado.

La victoria de Kruschev le dio un poder político excepcional.

El segundo paso de Kruschev fue librarse de Malenkov. En este caso utilizó el argumento más conservador. La declaración de que una guerra nuclear significaría el final de la vida humana o que disminuyeran las inversiones en industria pesada, pusieron a los militares en contra de Malenkov.

Kruschev, para actuar contra Molotov, se sirvió de planteamientos reformistas. Le reprochó haberse opuesto al Tratado de Paz con Austria, y de dificultar la reconciliación con Yugoslavia.

Molotov fue acusado también de mantener una posición no leninista.

Cuando al final, en Junio de 1957 Kruschev había conseguido librarse de sus adversarios, inició una campaña de reformas, pero mostró también las maneras de un dictador.

LA DENUNCIA DEL ESTALINISMO

El momento decisivo de Kruschev, que fue fundamental para comprender la Historia del régimen soviético, tuvo lugar durante el XX Congreso del PCUS, en Febrero de 1956: Fueron denunciados los crímenes de Stalin.

Lo máximo que había llegado a decirse de él, es que había olvidado los principios de colegialidad.

Kruschev, propuso una especie de confesión que borrara los pecados colectivos. Logró que le apoyaran los más jóvenes.

La famosa intervención, parece que fue decidida en el último momento. Kruschev, no hizo alusión a lo sucedido en los años veinte o treinta, como si eso resultara justificable.

Las revelaciones fueron recibidas con un helado asombro.

La actitud de Kruschev fue demostración de su valentía, pero también de que no supo extraer las últimas consecuencias del terror. Hubo en la decisión de Kruschev un movimiento del corazón de una persona impulsiva y generosa.

El contenido del informe fue oído por los delegados en sesión cerrada y de él se dio conocimiento a las delegaciones extranjeras.

Pero llegó a ser conocido en el mundo occidental, a través de Varsovia, y fue publicado por el Departamento de Estado norteamericano. En el mundo comunista señala un hito.

Nunca, estando Kruschev en el poder, los soviéticos admitieron que el texto publicado en Occidente fuera auténtico.

La importancia de la desestalinización fue diversa en las distintas zonas comunistas. En Georgia, llegaron a producirse motines.

El propio Kruschev, hizo desaparecer la documentación relativa a las ejecuciones en los bosques de Katyn, pero en cambio, el impacto en el mundo intelectual fue perdurable.

En 1954, Pasternak en Doctor Zhivago, sometía a la propia revolución de 1917 a una profunda crítica. Obtuvo el Premio Nobel en 1958, que no pudo recibir personalmente por la oposición de las autoridades.

Kruschev alimentó también el surgimiento de una oposición hacia su persona. Sus frecuentes ausencias de Moscú, dieron a sus opositores la posibilidad de confabularse contra él.

En el Comité, la mayor parte de los asistentes tomaron una actitud partidaria del Secretario General. Logró imponerse con dos tercios de los votos. Inmediatamente los derrotados fueron marginados. Fueron expulsados Malenkov, Molotov y Kaganovich.

Más tarde el propio Kruschev fue acusado de “culto a la personalidad” y esta expresión parece plenamente justificada.

Asumió también, desplazando a Bulganin, el cargo de Primer Ministro, y el de Presidente del Consejo de Defensa, suprema autoridad militar de la URSS. Había concentrado la totalidad del poder en sus manos.

Entre 1958 y 1960 fue genuinamente popular.

Kruschev tuvo un claro designio y programa reformistas. Fue Malenkov quien defendió dar mayor importancia a las industrias de consumo. Kruschev se opuso, porque necesitaba tener el poder de los militares a su lado, aunque después adoptó buena parte de las posiciones de Malenkov.

Kruschev, pudo haber tenido una especie de complejo de inferioridad con respecto a Occidente, mientras que su planteamiento ideológico le llevaba a considerar que el enfrentamiento con el capitalismo era inevitable, y que la victoria le correspondería finalmente al comunismo.

De ahí que prometiera, convencido, que en un plazo muy breve de tiempo superaría a Estados Unidos, y a todos los países capitalistas. Lo manifestaba sinceramente.

LA POLÍTICA DEL REFORMISMO

Kruschev fue tan activo y trabajador como imprevisible, y en ocasiones desgraciado en los resultados. Así en la política económica, Kruschev hizo pública su voluntad de conquistar para la agricultura las tierras vírgenes de Kazajstán y del sur de la Siberia rusa. Se cultivaron 25 millones de Hectáreas, pero inmediatamente se planteó el problema de la sequedad y de la erosión.

El máximo de la producción agrícola se alcanzó entorno a 1958, pero desde 1963 hubo que recurrir a la importación de trigo.

La política industrial de Kruschev fue tan decidida como la agrícola, pero tuvo más cuidado por el temor a los militares, que de ninguna manera querían poner en peligro la supremacía de la industria pesada.

Éxitos muy visibles en lo relativo a la carrera espacial, a partir de 1957 con el lanzamiento del Sputnik, primer satélite artificial, y el lanzamiento del primer hombre al espacio; Yuri Gagarin en 1961.

La realidad es, sin embargo, que la industria espacial, no representaba el verdadero estado del conjunto de la economía soviética.

En la evolución económica del mundo el predominio pasó del acero y el carbón a los plásticos, la electrónica, las industrias del hogar y consumo, la informática...

A mediados de los sesenta, el sistema económico soviético, había llegado hasta el máximo de sus posibilidades.

Durante el liderazgo de Kruschev, se establecieron la fijación de una edad de retiro, reducción importante de la jornada laboral, modificación de las condiciones de vida de la mujer, y se duplicó el número de metros cuadrados accesibles a los ciudadanos en la vivienda.

Pero la presentación augurando la inmediata victoria del comunismo, carecía por completo de fundamento.

Un aspecto muy interesante de la política interna de Kruschev, es el referido a la cultural. La desestalinización, produjo algo semejante a la opinión pública. Se elevó el nivel de tolerancia. Al final de la era Kruschev, puede decirse que había nacido una cultura de la disidencia. Pero él rompió muy pronto con las novedades intelectuales.

La política exterior de Kruschev, se caracterizó por su tono movido e imprevisible. Le hizo rozar el holocausto nuclear. Sin embargo, un fondo de buena intención y de realismo, le llevó a evitar in extremis esa catástrofe.

Su diplomacia fue habitualmente agresiva. Fue ingenioso y espontáneo, pero también vulgar.

El ejemplo más característico es su visita a la ONU en 1959, cuando se dedicó a golpear con su zapato su pupitre para protestar por la intervención de un dirigente occidental.

El resultado de sus iniciativas fue mayoritariamente negativo. La política extranjera de Kruschev, partió de un movimiento comunista internacional unido tras la URSS, y concluyó con un Estado soviético humillado y con una real fragmentación del comunismo, ya irreversible.

Los tres problemas capitales derivaban de sus relaciones con China, Alemania y los Estados Unidos.

China era demasiado grande para aceptar el predominio de la URSS. Además iniciaba una etapa de grandes experimentos. Mao era imposible que aceptara lecciones.

En 1962, consciente de que era imposible un acuerdo, Kruschev retiró todos sus consejeros de China.

Buena parte de los reproches de la China maoísta a Kruschev, nació de los deseos de éste por lograr la normalización de las relaciones con la Yugoslavia de Tito.

Respecto a Alemania, Kruschev amenazó con que, o bien se firmaba un Tratado de paz definitivo, o bien los soviéticos lo suscribirían con la Alemania oriental, y a continuación le cederían la soberanía sobre las vías de acceso a Berlín, lo que supondría asfixiarla.

Kruschev no pensaba mas que en lograr una moneda de cambio que le hubiera dado la capacidad de controlar el supuesto deseo de los norteamericanos de dar el arma atómica a la Alemania Federal.

Al menos consiguió que la Alemania del Este controlara su propia frontera aun con la vergüenza del muro de Berlín, lo que agravó de manera muy considerable las relaciones entre el Este y el Oeste.

En el caso de Cuba, y con respecto a los Estados Unidos, la URSS estaba en muy manifiesta inferioridad nuclear y relativa a los misiles. Kruschev quería llegar a la paridad, y encontró en la instalación de los misiles en Cuba el procedimiento menos costoso y más rápido para lograrlo.

La decisión fue adoptada por la URSS sin consultar a Castro.

A partir de un determinado momento, toda la dirección soviética estuvo informada y aprobó el proyecto.

No obstante, Kruschev supo dar marcha atrás, cuando percibió el peligro de un desenlace bélico. Las cartas que por aquél entonces envió a Kennedy, fueron probablemente más personales que las que recibía del presidente norteamericano.

En cambio, la población soviética ni siquiera fue informada.

Cuando Kruschev fue expulsado del poder, una parte de la acusación consistió en decir que se había arriesgado mucho, y que finalmente, había cedido también mucho.

La URSS iba a crecer en su producto industrial a un ritmo de un 10% anual. En 1980 llegaría a superar a los Estados Unidos en PIB, porvenir radiante que supondría la superación de la dictadura y el comienzo de una nueva etapa histórica. Los alojamientos y los transportes, por ejemplo, serían ya gratuitos.

De todas las propuestas de funcionamiento del Partido, la que preocupaba más a los dirigentes fue la de que no podrían presentarse mas que a tres reelecciones, y después perderían el status obtenido.

El poder del líder quedaba asentado con firmeza pero el de la clase dirigente, quedaba en peligro, y en la práctica se establecía un sistema de rotación en el poder inaceptable para la dirección soviética.

En la URSS todo el que aspirara a puestos de responsabilidad, debía ingresar en el Partido, antes de cumplir los treinta años. Quedaba así formada una clase dirigente burocrática que, en la posterior generación, careció ya del ímpetu revolucionario, y que tendió a arrellanarse en un conformismo conservador, que triunfó en la etapa Breznev.

LA CAÍDA DE KRUSCHEV

En la etapa final de su vida, Kruschev acostumbraba en exceso a sorprender a los dirigentes con decisiones poco consistentes y escasamente meditadas. En una de sus ausencias, mientras en Octubre de 1964 disfrutaba de dos semanas de vacaciones, el Presidium decidió su sustitución.

La ofensiva fue dirigida por Suslov, principal ideólogo del Partido.

Breznev, que estaba destinado a sustituir a Kruschev, no parece haber desempeñado un papel relevante, porque carecía de iniciativa, preparación y brillantez.

Lo que interesaba a la clase dirigente era una persona que representase su voluntad de dirección colectiva y muy conservadora.

Las acusaciones dirigidas contra Kruschev se basaban en que había erigido un culto a la personalidad en su beneficio, había cometido errores graves en la dirección de política económica, tomó decisiones demasiado rápidas y obró con manifiesta ausencia de prudencia.

Kruschev, no fue un perseguido, pero vivió el resto de su vida en una vivienda modesta, con temor a que se produjera una nueva exaltación de la figura de Stalin.

Gran trabajador, Kruschev fue también un hábil táctico, y dejó su país mejor de lo que le había encontrado.

TEMA 10. DESESTALINIZACION Y MAOÍSMO

Tras la desaparición de Stalin, el impacto de lo sucedido en la URSS tuvo un doble efecto.

En la Europa del Este, la desestalinización abrió el camino a unas vías de comunismo algo más teñidas con la especificidad de cada país.

En China, se produjo un movimiento de identificación con el pasado estalinista, y acabó provocando una irreversible fragmentación del comunismo.

DESESTALINIZACION EN LA EUROPA DEL ESTE. LA REVOLUCIÓN DE HUNGRÍA 1953-1956

Ninguno de los gobiernos anticomunistas de esta parte del mundo encarceló y ejecutó a tantos comunistas como los de inspiración estaliniana entre 1949 y 1953. (Es decir que los gobiernos estalinistas mataron más comunistas que los anticomunistas).

Pero no fue sólo la represión el rasgo definitorio. También la transformación de la economía nacional se sujetó a las exigencias de la URSS de Stalin.

En Checoslovaquia, el porcentaje de comercialización con la URSS creció del 6 al 38% del total.

En todos se produjo una industrialización masiva y rápida, incluso en aquellos que carecían de materias primas, como el caso de Hungría.

La excepción, Yugoslavia. Tito mantuvo un estricto control policial del país, semejante al del estalinismo, y aceptó ayuda norteamericana.

En política exterior, trató de aproximarse a Grecia y Turquía, pero al final se decidió por un acuerdo con los países del Tercer Mundo.

Los años cincuenta, fueron pacíficos entre las entidades nacionales que componían la federación yugoslava.

Tras la muerte de Stalin, se apreció en la Kominform una propensión a modificar la política en tres sentidos.

Aceptar la peculiaridad yugoslava

Criticar a Stalin y

Exportar la dirección colectiva.

Como los estalinianos no aceptaron siempre esos cambios, se tendió a menudo a multiplicar las tensiones e incluso se favoreció un cierto grado de “desatelitización”

La muerte de Stalin, fue seguida en toda la Europa del Este por protestas de la clase obrera, por ejemplo en Bulgaria, Checoslovaquia y Hungría, pero especialmente dura en Alemania Oriental.

En Julio de 1952 el Partido Socialista Unificado, había optado por la militarización de los trabajadores. Con ello el número de los emigrados, alcanzó la cifra de 300.000 personas.

En Junio de 1953, la política del Partido, prometía menos presión sobre las Iglesias, más preocupación por las industrias de consumo, y menor control censor en la cultura, pero perduró la industrialización masiva y compulsiva.

Después, el Partido Socialista Unificado, hizo una profunda purga, suprimió la exigencia de multiplicar el esfuerzo de trabajo y consiguió el abandono de las fuertes reparaciones de guerra.

Alemania Oriental ya no volvió a ser tratada como un objeto de intercambio.

En Checoslovaquia, la dirección siguió siendo estalinista, aunque de carácter colegiado. La presidió Novotny.

En Hungría, el estalinista Rakosi, tuvo que compartir el poder con Imre Nagy. Una situación complicada que acabó con la marginación del segundo.

En Rumanía Gheorgiu Dej mantuvo el estalinismo, pero al mismo tiempo inició una vía nacional.

En Bulgaria Chervenkov perdió el poder. En cambio Hoxha lo mantuvo, y fue el origen de la adopción de una senda específica.

Kruschev, sólo estaba dispuesto a reconocer la independencia de los países que la hubieran conquistado por ellos mismos.

Los yugoslavos entendieron que los soviéticos admitían el policentrismo, y por lo tanto que ellos habían triunfado.

Para todos estos países, el cambio de la política soviética, respecto a Yugoslavia, implicaba un giro político de primera magnitud, porque su legitimidad, en buena medida se fundamentaba en el repudio a Tito.

La Kominform, fue abolida en 1956

En Hungría, las purgas, habían sido especialmente brutales durante la etapa estalinista.

Polonia disponía a su favor de un peso demográfico y una tradición de resistencia que disuadía de intervenciones exteriores, pero en cambio, dependía más de los soviéticos para mantener sus fronteras. Los acontecimientos más importantes se produjeron en Hungría pero no pueden entenderse sin una previo análisis de los antecedentes previos polacos.

En Polonia, jugó un papel decisivo el nacionalismo, durante 1956. El nivel de vida tendía a empeorar: En 1955 la renta real estaba un 36% por debajo de la de 1949. Los intelectuales defendían un socialismo diferente, con vuelta a las fuentes del marxismo-leninismo, hostilidad a la censura, y un socialismo con rostro polaco. Esto último les pudo hacer confiar en Gomulka, condenado en la época de Stalin.

En abril de 1956, Ochab, de una línea parecida a la de Kruschev, puso en marcha una amnistía.

Al poco tiempo, por vez primera en un parlamento del área socialista se produjo una discusión a fondo. La difusión del discurso de Kruschev en el XX congreso del PCUS, tuvo una especial relevancia, y desde Polonia se difundió a Occidente.

El estallido posterior estuvo motivado por las duras condiciones de vida, con manifestaciones que pedían “paz y libertad”, la expulsión de los rusos y la liberación del cardenal primado Wyszinski.

Los soviéticos en un primer momento, adoptaron medidas puramente represivas, pero una parte prefirió una solución de apertura, readmitiendo a Gomulka en el Partido y tolerando que pudiera llevar a la práctica el programa anteriormente intentado.

Kruschev, acabó aceptando que Gomulka se hiciera cargo de la dirección del partido. Las rápidas concesiones que éste hizo en materia religiosa, le permitieron controlar la situación.

Gomulka pensó que era mejor un reformismo suave que la invasión soviética. Fue posible introducir una cierta autonomía en los contactos con Occidente, tolerancia cultural, liberalización en el Parlamento y reformas económicas.

En Polonia el Partido estableció una línea propia al mismo tiempo que evitaba romper con la URSS.

Pero Gomulka se descubrió mucho menos prometedor. A principios de los sesenta, había desaparecido gran parte de los cambios. Sin embargo, nunca hubo un nuevo ataque al mundo católico.

Tampoco se volvió a intentar la colectivización rural.

En Hungría es posible percibir una relajación del estalinismo, que luego se frustró volviendo al punto originario. Como en Polonia, existían fundamentadas quejas: La bauxita que se extraía de sus minas para la URSS en realidad era uranio. La agricultura dependía también de los intereses soviéticos.

La desestalinización, obtuvo un rápido éxito, luego demostrado ficticio.

Rakosi, siguiendo los deseos de Moscú, aceptó dejar el puesto de Primer Ministro a Nagy, que prometió una relajación general de los controles. Pero los acontecimientos de Berlín, hicieron que Rakosi recuperara el poder en 1955, y logró la sustitución de Nagy que quedó en reserva, como una especie de Gomulka húngaro.

La política que siguió Rakosi fue de simple vuelta al estalinismo. Pero todo iba en su contra en el propio mundo soviético.

Rakosi tuvo que mostrar una pequeña concesión en el campo cultural, preludio de la revolución.

La admisión de la inocencia de Rajk, acusado por Rakosi, acabó por liquidar la credibilidad política de éste, pero la expulsión definitiva, se produjo como consecuencia de la directa intervención soviética.

El liderazgo pasó a Gerö, en realidad en sentido contrario al deseado por la población. De nuevo la intelectualidad desempeñó un papel decisivo. Los restos de Rajk fueron objeto de un homenaje y Nagy fue readmitido en el Partido.

De modo espontáneo aparecieron banderas nacionales a las que se había quitado el símbolo identificativo de la democracia popular de raíz soviética, y se produjo el derribo de una estatua de Stalin. La indecisión de las autoridades contribuyó a que la protesta creciera. Gerö hizo una declaración por radio que exasperó a las masas populares. Gerö y el embajador Andropov, llamaron a los soviéticos, que colocaron al frente del Gobierno y del Partido a Nagy y Kádar respectivamente.

Los manifestantes pidieron armas.

Una delegación soviética llegó desde Moscú para tratar de encauzar la situación. Nagy, prisionero de su propia indecisión, tras alabar a los manifestantes, hizo desaparecer su imagen de Gomulka húngaro, al mismo tiempo que creaba una profunda desconfianza en los rusos. Trató de ampliar el Gobierno, y admitir el multipartidismo, pero no dejó claro que fueran a producirse elecciones libres.

Mientras, aparecieron consejos obreros pidiendo un sistema multipartidista, la liberación del cardenal primado Mindszenty, y la retirada del ejército soviético.

El 25 de Octubre de 1956, hubo una dura lucha en Budapest. Nagy anunció que negociaría con los soviéticos.

El 28 de Octubre obtuvo que los soviéticos se retiraran, pero el verdadero poder no lo detentaba Nagy sino los Comités que habían pedido la expulsión de los soviéticos, que el 31 de Octubre decidieron intervenir.

El 1 de Noviembre se formó un nuevo Gobierno. Nagy anunció la retirada de Hungría del Pacto de Varsovia y pidió ayuda a la ONU.

El 3 de Noviembre de 1956, 6.000 tanques soviéticos invadían Hungría, que resistió hasta el día 10.

Nagy y sus seguidores se refugiaron en la embajada de Yugoslavia, se le prometió que podía salir, pero cuando lo hizo se le capturó y envió a Rumania, donde posteriormente fue ejecutado.

Unas 350 personas fueron ejecutadas.

200.000 huyeron al extranjero, el 2% de la población total. Entre los que emigraron, había muchas personas preparadas, e incluso el 40% de los mineros.

Las consecuencias económicas fueron importantes.

La revolución fue completamente espontánea.

Si Polonia había demostrado que una sociedad podía permanecer viva a pesar del comunismo, Hungría testimonió que el comunismo podía ser derribado.

El policentrismo se convirtió en la doctrina central del comunismo. Lo que produjo la proliferación de posturas diversas fue la pluralidad de reacciones adoptadas por los diferentes partidos nacionales.

En la política exterior mundial se produjeron pocos cambios.

Se creó la conciencia de que Occidente no intervendría en Europa del Este y de que los soviéticos en cambio, sí lo harían.

Pero otra cosa fue lo sucedido en la opinión pública occidental. Los partidos comunistas de Gran Bretaña, Suiza y Dinamarca sufrieron una grave crisis. En Francia, el mundo intelectual, que apoyaba al partido comunista, se desvinculó de él.

El partido comunista italiano, perdió una décima parte de sus afiliados.

En la propia Hungría, Kádar, sucesor de Nagy, intentó llevar a cabo dos políticas distintas: La represión de los recalcitrantes y la negociación con los elementos considerados como recuperables.

CHINA. EL “GRAN SALTO ADELANTE” Y LA CONTROVERSIA SOVIÉTICO-CHINA

Mediados los años cincuenta, se planteó en China aplicar o no el modelo soviético.

La revolución comunista china, había sido también una revolución nacional y tuvo prestigio entre los medios intelectuales y en una parte de las clases medias y burguesas.

A partir de ese periodo, ese capital se dilapidó. Por primera vez se cuestionó la unidad alrededor de Mao.

El “Primer Salto Adelante”, proceso desencadenado desde el verano de 1955 hasta el verano de 1956, consistió en un brutal movimiento de colectivización rural. En su origen estuvo una decisión personal del dirigente supremo.

La situación china era muy distinta a la rusa: mientras que en la URSS podía considerarse que existía una sobreproducción agrícola, ese no fue nunca el caso de China.

En ésta la afiliación al partido comunista era fundamentalmente rural y no urbana.

Hasta Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, considerados luego como moderados y poco propicios al radicalismo se alinearon con Mao. En 1957 el 99% de la producción había ya pasado a poder del Estado.

Pero antes hay que señalar dos hechos importantes.

1 En la primavera de 1956 una campaña de “consolidación”, una pausa para restablecer la confianza de aquellos sectores que habían apoyado la revolución únicamente como “nacional”. Momentos en los que existió un mayor grado de libertad de prensa.

2 En Septiembre de 1956, el VIII Congreso del PCC, supuso que Mao perdiese relevancia en la dirección del partido.

El poder de Mao disminuyó porque apareció la figura de un Secretario General y porque además, en adelante habría cuatro vicepresidentes. Mao, como reacción se lanzó a una nueva ofensiva.

Se produjo una auténtica explosión persecutoria durante la primavera de 1957. En Junio- Julio se crearon por toda China unos “Comités de lucha Antiderechista”, equivalente a una purga general. Unos 400.000 “derechistas” fueron enviados al mundo rural a trabajar. Los profesionales del mundo jurídico y los estudiantes fueron los más afectados. Con ello la revolución comunista rompió con uno de los aliados de origen: el mundo intelectual.

Se inició en 1958 el denominado “Gran Salto Adelante”, que concluyó en un tremendo fracaso para millones de chinos. Desde ese año, el maoísmo se instaló de forma definitiva en el poder político, y la Historia china, se rigió casi exclusivamente por los impulsos de Mao.

El “Gran Salto Adelante”, fue muy costoso en vidas humanas, consistió en una campaña de comunistización y de productividad de una intensidad inusitada, que acabó con una hambruna de magnitud colosal.

Es muy posible que las consecuencias del “Pequeño Salto Adelante”, ya hubiesen sido negativas.

El ambiente enrarecido de los años 1956 y 1957, contribuye a explicar el estilo movilizador, casi militar.

Mao se lanzó por una senda frenética, sin tener en cuenta las consecuencias más esperables. La movilización tenía la incumplible misión de conseguir superar en el campo económico a Inglaterra en el plazo de tres años y a Estados Unidos en quince.

El “Gran Salto Adelante” empezó por una purga.

El segundo paso consistió en la creación de “comunas populares”, que concentraban cada una unas 5.000 familias. El contacto entre hombres y mujeres estaba estrictamente reglado. El objetivo era conseguir la máxima producción en un plazo muy corto de tiempo.

Pero los proyectos no se limitaron al campo agrícola. Se trasladaron al industrial.

El punto álgido del “Gran Salto Adelante” se produjo en el momento en que se pretendió crear toda una amplia red de pequeños altos hornos rurales, destinados a producir acero a partir de cualquier pedazo de metal. Resultados cómicos y delirantes.

Se pretendió realizar cruces entre algodón y tomate, para producir algodón rojo, el “cultivo profundo” de la tierra o la eliminación de los pájaros.

Se fomentó la dedicación de los campesinos a producir cualquier trozo de metal inservible, fabricando automóviles de madera con el objeto de ahorrar metal.

Pero el “Gran Salto Adelante” se prolongó hasta el invierno de 1960.

Por desgracia para China, la cosecha de 1958 fue excepcionalmente elevada, por lo que los dirigentes creyeron que se había producido un cambio a causa de sus directrices, y en consecuencia autorizaron cualquier consumo sin almacenar. Eso explica que los campesinos fueran inducidos a producir acero.

Las primeras llamadas de atención procedieron de un mariscal, pero en Abril de 1959 Mao le atacó con dureza, identificándolo con el supuesto “revisionismo” de Kruschev. Eso tuvo como consecuencia que fuera sustituido por Lin Biao como Ministro de defensa.

Mao pretendió que a fin de siglo China produjera una tonelada de acero por habitante y año.

Al final la realidad se impuso.

Mao interpretó como culpables del desastre a la traición de la URSS, y de una parte de sus colaboradores, aunque por el momento desapareció del primer plano de la política.

El “Gran Salto Adelante”, dejó una huella muy negativa y profunda en la sociedad china. El hambre se había enseñoreado de todo el país.

Las cosechas de 1959 y 1960 fueron especialmente malas, pero la causa más decisiva del desastre reside en la imposición de un esquema ideológico a la realidad económica.

Decenas de millares de personas huyeron del hambre hacia Hong Kong.

Durante un decenio no se publicaron estadísticas.

En 1962 el Lama del Tibet, acusó a los chinos de haber producido un auténtico genocidio en su país.

La magnitud del desastre también se puede constatar haciendo mención a los valores de producción. Las cifras de 1957 no se volvieron a alcanzar hasta 1976. En general se puede decir que la economía china perdió entre cinco y diez años.

Entre 1961 y 1962 se produjo un giro hacia una política económica menos delirante. Se tradujo en una situación generalizada de pragmatismo, momento en que Deng Xiaoping dijo que la agricultura privada era tolerable si suponía la ampliación de la producción.

El deshielo tuvo lugar también en otros terrenos como el de la cultura.

POLÍTICA EXTERIOR. EL CONFLICTO CHINO SOVIÉTICO HASTA 1963

China durante este periodo no sólo paso por graves turbulencias internas, sino también en sus relaciones exteriores.

En la primavera de 1956 preveían la construcción de ferrocarriles y de cincuenta fábricas por medio de financiación por la URSS, y en 1957 se llegó a aceptar la ayuda para la fabricación de armas atómicas.

Los desacuerdos surgieron a raíz de las críticas de Kruschev a Stalin en 1956. A fines de 1957 y a partir de ese momento, los caminos seguidos por los comunismos soviético y chino fueron radicalmente diferentes.

En 1958 Kruschev debió hacer un viaje a China para explicar a sus dirigentes su participación en la crisis del Líbano.

En el XXI Congreso del PCUS, Kruschev criticó la experiencia de las comunas populares chinas, denunció el Tratado sobre experiencias nucleares y apoyó a India en su conflicto con China.

La URSS optó definitivamente por considerar a China como un país aventurero que ponía en peligro la estabilidad mundial.

En 1960, la confrontación ya fue directa. Chinos y soviéticos tenían una visión antagónica acerca de la correlación de fuerzas existente. Pero aun así hubo esfuerzos por conservar la unidad.

En 1961 hubo todavía tres tratados entre la URSS y China.

Pero en China se tuvo la sensación de que Kruschev no había sido capaz de enfrentarse a los norteamericanos en Cuba.

En 1963 el mundo comunista había quedado definitivamente dividido en dos.

A partir de 1963 una preocupación fundamental en China fue Vietnam, a la vez por temor a la penetración americana y soviética.

En Medio Oriente y sobre todo en África, China empezaba también a tener una cierta influencia.

Mao afirmó en 1964 que allí existía una “excelente situación revolucionaria”. Pero toda la política exterior se vió profundamente afectada por la “revolución Cultural”

TEMA 11. LA COEXISTENCIA Y SUS CRISIS

Stalin desde 1952, dió señales de querer negociar con los occidentales.

Cuando en Marzo de 1953 se produjo el fallecimiento del líder soviético, los cambios se aceleraron. El término “deshielo”, puede describir la situación producida.

En política exterior, la buena voluntad y la normalización, rehabilitación de Tito, relaciones diplomáticas de la URSS con Israel, firma del armisticio en Corea... son algunos de los eventos en testimonio de esa buena voluntad.

La URSS en 1954 puso fin al estado de guerra con Alemania, y con respecto a Austria, aceptó la retirada de todas sus tropas mientras permaneciera como país neutral.

Finlandia logró un cierto mayor grado de autonomía.

En el verano de 1955, se produjo una reunión en la cumbre en Ginebra, y aunque no hubo ningún avance, sí fue posible detectar un nuevo clima, el llamado “espíritu de Ginebra” descrito como “coexistencia”, pero matizada, empleando un adjetivo adicional: “competitiva”.

Los soviéticos respondieron a la integración de la Alemania Federal en la OTAN, con la creación del Tratado de Varsovia, y reconociendo la plena soberanía de la República Democrática Alemana.

La coexistencia tenía, por tanto, límites.

En Septiembre de 1955 Adenauer visitó la URSS. Siempre le preocupó que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, pudiesen ponerse de acuerdo entre sí sin tener en cuenta a los alemanes.

La etapa que siguió confirmó esta tendencia a la coexistencia.

Los años entre 1955 y 1962 deben ser descritos como de coexistencia competitiva. Además, la descolonización cumplió una segunda etapa, en especial en África, y se produjo la declaración de los países del Tercer Mundo. Con ello las grandes superpotencias debieron enfrentarse a un nuevo panorama.

La aventura del espacio exterior, los nuevos países independientes o la competición respecto a los logros económicos se convirtieron en otros tantos campos de confrontación.

En el mundo comunista, la intervención soviética en Hungría, no debe hacer olvidar que a partir de los años sesenta se hizo cada vez más palpable la diferenciación entre los diversos países comunistas.

Fue más importante el desacuerdo entre la Unión Soviética y la China de Mao.

En el mundo Occidental, la novedad más importante es la actitud autónoma que empezó a tomar Francia, pero De Gaulle no tuvo la menor duda respecto a su alineamiento con Occidente. Fue uno de los escasos gobernantes capaces de darse cuenta del papel que les tocaría protagonizar en política internacional.

Exactamente igual que el británico Macmillan. Estas actitudes provocaron que en adelante, las decisiones en política internacional no pudieran ser adoptadas simplemente por el acuerdo entre las superpotencias.

Por otra parte, Europa empezó a configurarse como una unidad en lo económico.

ESTRATEGIAS DE LA CONVIVENCIA: EL EQUILIBRIO DEL TERROR

La tesis de la “contención” partía de la posibilidad de que convivieran dos sistemas antagónicos.

En cambio, el sistema soviético, siempre se había autoconsiderado incompatible con el capitalismo.

Las fronteras entre los dos sistemas en Europa, habían quedado fijadas, por más que Berlín volviera a estar sobre el tapete.

Subsistía la conflictividad entre las dos Chinas. En el verano de 1958 surgieron temores de que la China comunista pudiera ocupar Taiwán.

En Medio Oriente y África, parecía que las áreas de influencia estaban mucho menos delimitadas y por tanto cada una de las superpotencias podría obtener más ventajas.

El movimiento descolonizador, ofrecía mejores oportunidades.

Kruschev mismo lanzó la tesis de la coexistencia pacífica. Era posible la convivencia entre sistemas distintos, y también llegar por caminos diversos al socialismo.

Estos eran momentos en que la economía soviética todavía crecía a buen ritmo. Su avance en materia de armamento o en la carrera espacial eran evidentes. Primer satélite artificial y primer hombre en el espacio (1957 y 1961 respectivamente).

Cuando los soviéticos amenazaron a Francia e Inglaterra con motivo de su intervención en Suez, su amenaza no podía menospreciarse.

Kruschev iniciaba una política de viajes al extranjero, pero no todas sus iniciativas iban a concluir en éxitos de la distensión.

El lenguaje empleado por Dulles, Secretario de Estado con Eisenhower (el roll-back, o respuesta masiva), en la práctica, quedaba limitado a dar respuestas asimétricas y no siempre por completo disuasorias frente a la amenaza adversaria. La política de Dulles no resultaba ni imaginativa ni flexible.

Los Estados Unidos no comprendieron la división del mundo comunista, y por tanto tampoco se dedicaron a fomentar sus debilidades. Más inconcebible es que ni siquiera entendieran la aparición del Tercer Mundo.

La política estratégica seguida por Kennedy, significó algún cambio. Una de las ideas básica, la superioridad norteamericana, se estaba viendo en peligro ante el incremento de la potencia militar soviética. Ello le llevó al incremento del presupuesto de Defensa, y al de armas nucleares en particular, pero frente a la “respuesta masiva” la administración demócrata propuso la “respuesta flexible”, que suponía un variado conjunto de armas y métodos. Al mismo tiempo fue mucho más condescendiente con los países que, llegados a la independencia, se proclamaban neutrales.

Perentoria la negociación respecto al arma nuclear. Ambas potencias estaban llegando a lo que se llamó “Mutual assured destruction” (MAD) es decir; la capacidad mutua de causar tantos males al adversario, que careciese de sentido tratar de emprender un conflicto. (por otra parte las siglas MAD coinciden con la palabra inglesa que significa loco).

La iniciativa de abordar un desarme nuclear la tuvo la Unión Soviética, que en 1957-1958 propuso la desnuclearización de la Europa Central (donde por cierto su superioridad en armas convencionales era manifiesta).

Pero sólo después de la crisis de los misiles en Cuba, hubo alguna posibilidad de llegar a acuerdos concretos.

NUEVAS PERSPECTIVAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES. LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA

Se produce la puesta en marcha de una realidad nueva: la Europa unida.

Fue Jean Monnet, presidente de la CECA quien percibió que el impulso europeo, no podía proceder de una colaboración militar, sino económica, y apoyó la existencia de una presión popular, para que Europa acabara realizando ese gran proyecto histórico.

La conferencia de ministros de la CECA de Junio de 1955, decidió el relanzamiento de Europa por el procedimiento de crear instituciones comunes, que facilitaran la organización de un mercado único, y la creación de un organismo de cooperación en energía nuclear.

Se crearon así el EURATOM y el Mercado Común, que contó con un Consejo de Ministros y una Comisión. El primero sería el encargado de adoptar decisiones, siguiendo la regla de la unanimidad, a partir de propuestas de la Comisión.

Los comisarios serían expertos nombrados por los Gobiernos, pero no los representarían.

Tras seis años, se aplicaría el principio de mayoría simple en lugar de la unanimidad.

También se preveían una Asamblea y una Corte de Justicia.

Los tratados fueron firmados en Roma en Marzo de 1957.

Con el transcurso del tiempo quedó prevista la desaparición de fronteras para capitales y trabajadores.

El EURATOM tuvo como objetivo proporcionar a Europa energía a buen precio, consiguiendo un mayor grado de independencia en materia energética. Pero el EURATOM resultó un fracaso. Francia pensó que era necesaria una absoluta independencia, para poder así construir su bomba atómica.

Durante los primeros meses de vida, las nuevas instituciones europeas, tuvieron que enfrentarse con graves problemas. Los prejuicios de los nacionalismos eran todavía muy grandes. Pero, además, Gran Bretaña, que había renunciado a formar parte del Mercado Común, intentó que se creara una amplia zona de libre cambio que incluiría al conjunto de los países de OECE como alternativa al Mercado Común.

Cuando se demostró inviable, los británicos crearon la Asociación Europea de Libre Comercio en Noviembre de 1959, pero muy pronto, se hizo patente que el Mercado Común llevaba ventaja por su mayor coherencia de propuesta.

Mientras tanto, el jefe del gobierno del Sarre, en 1952, había pretendido, muy de acuerdo con el espíritu del momento europeizar esa región.

La evolución política indujo a la República Federal Alemana, a la adhesión.

Al mismo tiempo Francia imponía como condición previa que se formara el Ejército Europeo, que ella misma acabó descartando.

Sarre se unió desde el punto de vista político a Alemania a partir de comienzos de 1957, y en el terreno económico a partir de 1960. A cambio, Francia obtuvo carbón procedente de esa región y la canalización del Mosela.

NUEVAS PERSPECTIVAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES. LA EVOLUCION DE LA ONU

En los años finales de los cincuenta y primeros sesenta, se produjo no sólo la aparición de la coexistencia pacífica competitiva, sino la generalización del proceso de descolonización.

La ONU, en adelante, se centró en gran medida en esta cuestión.

Los países del Tercer Mundo hicieron que se oyeran otras voces.

Aunque las grandes potencias conservaran el poder de veto, en la Asamblea, los países independizados recientemente junto con aquellos que lo habían sido durante la primera oleada de la descolonización, tuvieron mayoría.

El Secretario General de la ONU, desempeñó un papel creciente, y sobre él la influencia de los países del Tercer Mundo fue cada vez más importante. En un principio los Secretarios Generales fueron escandinavos. Precisamente en una misión de paz, Hammarskjöld perdió la vida, y fue sucedido por el birmano U Thant. Persona de un país del Tercer Mundo.

La ONU acabó liberándose del papel excesivo que había tenido en Congo, y envió fuerzas de interposición a Chipre.

U Thant, superó las críticas que había recibido de dos de las potencias permanentes del Consejo de Seguridad. La URSS le acusó de sesgar la actuación de la ONU a favor de Occidente. También Francia llevó a cabo frecuentes críticas.

Muy pronto se hizo patente que la llegada a la Asamblea General de los países procedentes de la reciente emancipación, no iba a impedir ni los actos de fuerza, ni la resolución de los conflictos al margen de la ONU.

Pero sobre todo, la Organización fue marginada por las dos grandes superpotencias, en cuanto a la cuestión más candente: el desarme nuclear.

A partir de 1950, la URSS se retiró de las comisiones relativas a desarme, justificándolo por el hecho de que en la ONU no estuviese representada la China de Mao.

COEXISTENCIA Y CONFLICTO: LA CRISIS DE BERLÍN

En las crisis se empezó a gestar una nueva forma de relación entre las dos superpotencias que evitó un enfrentamiento en guerra.

Hubo tres ocasiones.

La primera la guerra de Suez en 1956.

La segunda la crisis de Berlín entre 1958 - 1963

La tercera la crisis de los misiles soviéticos en Cuba en 1962

Berlín se había convertido en permanente punto de fricción entre la URSS y los Estados Unidos.

La capital alemana constituía el mejor testimonio de la voluntad de los occidentales de mantener una defensa decidida de la libertad.

La existencia misma de esta ciudad tendía a poner en cuestión la validez de los principios comunistas. En quince años, tres millones de alemanes del Este habían logrado cambiar de zona merced al estatuto de Berlín.

Para enfrentarse a este problema el líder soviético se lanzó a un ejercicio de amenazas y de presiones.

En todo ello representó un papel muy importante la Autoridad de la Alemania Oriental, siendo posiblemente causante dicha Autoridad de la construcción del Muro.

La cuestión de Berlín, fue replanteada en Noviembre de 1958.

Para el dirigente del PCUS, Berlín debía quedar simplemente incorporado a Alemania del Este o internacionalizado bajo la supervisión y control de la ONU. Daba a las autoridades occidentales un plazo de seis meses para aceptar. De no hacerlo, la URSS firmaría un tratado de paz con la Alemania Oriental, que de esta manera tendría el control de todas las vías de acceso a Berlín.

La contrapropuesta occidental de tratar de resolver globalmente el problema de Alemania, tampoco proporcionaba ninguna vía de salida al conflicto.

El posterior viaje de Kruschev a Estados Unidos, permitió una disminución de la tensión, y la convocatoria de una conferencia de las máximas autoridades de las cuatro potencias vencedoras. Sin embargo, se produjo un nuevo fracaso cuando el Secretario General del PCUS exigió antes a los norteamericanos que pidieran excusas por haber empleado aviones espías sobrevolando el territorio soviético.

La crisis sobre Berlín llegó a su apogeo a mediados de Agosto de 1961, cuando las Autoridades del Este de Alemania, tomaron la decisión de establecer un muro de división entre las dos zonas. En adelante, la circulación entre ambas, quedó imposibilitada por completo.

A lo largo de la frontera entre las dos Alemanias, se tomaron idénticas precauciones.

Lo sucedido acabó siendo relativamente satisfactorio para ambas superpotencias.

Kennedy acudió a Berlín a levantar acta de los males del comunismo, y a garantizar un apoyo que no significaba un riesgo nuclear, y al mismo tiempo demostraba que Kruschev no quería la guerra y que sus amenazas eran bravatas.

Kruschev, por su parte, había logrado dar satisfacción a los alemanes orientales sin poner en peligro la paz mundial.

Pero tuvo otras consecuencias:

Los dirigentes británicos, que siempre habían sido partidarios de llegar a acuerdos con los soviéticos, vieron confirmados sus planteamientos.

De Gaulle, pensó que la URSS no hacía otra cosa que desviar la atención de sus problemas internos. En adelante, su política consistió en fomentar su relación con la Alemania Federal.

COEXISTENCIA Y CONFLICTO: LA CRISIS DE CUBA

Probablemente la crisis cubana es la que resultó más grave.

Castro decidió alinearse con el comunismo. A partir de ese momento, todos los partidos comunistas del mundo fueron inducidos a apoyar sin fisuras la Revolución cubana.

El desembarco en Bahía de Cochinos, en 1961, pésimamente preparado, enturbió sobremanera el horizonte internacional.

Pero, además, no desaparecieron las operaciones tendentes a derrotar o incluso a asesinar a Castro, organizadas por la CIA y el FBI.

En ese momento Kennedy presentó su iniciativa “Alianza para el Progreso”: Ayuda de 20.000 millones de dólares, en apoyo de un idealismo a favor de los países no desarrollados, especialmente en Iberoamérica, por parte de Estados Unidos.

La iniciativa en el planteamiento de la crisis de los misiles soviéticos instalados en Cuba, debe atribuirse en exclusiva a Kruschev, que intentaba lograr mediante la instalación de misiles de medio alcance, una ventaja comparativa con respecto al balance estratégico nuclear preexistente.

El Gobierno norteamericano nunca tomó en serio lo que consideraba bravatas de Kruschev sobre la posibilidad de instalar misiles soviéticos en Cuba. Pero la confirmación de que se estaban realizando tales instalaciones, se obtuvo el 16 de Octubre de 1962 al revelarse las fotografías de un avión espía U2.

Desde ese momento empezó a actuar una célula de crisis del Gobierno norteamericano.

Lo sucedido equivalía a la violación por los soviéticos de la doctrina Monroe, que vetaba cualquier intervención extraña en el Nuevo Continente.

Tomada la decisión de actuar se planteaba la posibilidad de llevar a cabo un bombardeo sin preaviso o establecer un bloqueo marítimo de la isla, que adoptaría la denominación de “cuarentena”. Fue esta opción la elegida.

El 22 de Octubre de 1962, Kennedy anunció al mundo la decisión por televisión. Uno de cada cinco norteamericanos pensó que la guerra mundial era ya inevitable.

El 24 de Octubre de 1962 empezó a funcionar la “cuarentena”. Kruschev dirigió una primera carta a Kennedy: Se mostraba dispuesto a desmantelar los misiles a condición de que Estados Unidos hiciese una promesa formal de que Cuba no sería invadida.

Una nueva carta del líder soviético, incluía una demanda adicional de que los misiles Júpiter instalados en Turquía, a su vez fuesen desmantelados.

De estas dos cartas el presidente norteamericano sólo respondió a la primera. La promesa de no invadir Cuba, podía hacerse.

El 28 de Octubre de 1962, la crisis había sido superada, y los soviéticos empezaban a desmontar sus misiles.

Ambos contrincantes procuraron evitar la confrontación final.

Los norteamericanos sufrieron el derribo de dos aviones U2. Además modificaron sucesivamente el perímetro en que tenía lugar la “cuarentena”, con el deseo de evitar la conflictividad.

Los soviéticos tuvieron que enfrentarse con la airada reacción de Castro, partidario incluso, de un ataque nuclear.

Si los norteamericanos hubiesen llevado a cabo el bombardeo preventivo, hubieran encontrado la respuesta nuclear de los soviéticos, que disponían ya de cabezas activas en Cuba.

La conclusión más importante es que la disuasión nuclear había funcionado.

Además el diálogo entre las superpotencias era necesario y posible. A partir de entonces se instaló ya el “teléfono rojo” directo entre el Kremlin y la Casa Blanca.

Castro pareció querer evitar el compromiso con cualquiera de las partes cuando se produjo la división del mundo comunista entre la URSS y China. Finalmente se decidió por apoyar a la URSS, aunque estaba personalmente más próximo a Mao. Pero la economía cubana fue en adelante, fuertemente subvencionada por los países del área soviética.

Los soviéticos estaban mucho más interesados entonces por lograr que los partidos comunistas de todo el mundo se alinearan con sus posturas, que en la eventualidad de creación de zonas guerrilleras en puntos neurálgicos de Hispanoamérica.

Las peores relaciones entre los soviéticos y Castro se produjeron en 1967 -1968, cuando el líder cubano se había lanzado a la promoción de focos guerrilleros rurales con ayuda de revolucionarios iberoamericanos, como Che Guevara.

La URSS, que quería anudar una relación económica con los países del área no pudo secundar esa actitud.

TEMA 12. EUROPA, ESTABILIDAD Y PROGRESO

Entre la mitad de la década de los cincuenta y el comienzo de los sesenta, fueron años de aparente estabilidad y progreso en la Europa Occidental.

Francia, pareció encauzar sus instituciones hacia una mayor solidez.

Gran Bretaña todavía no en decadencia económica

Alemania e Italia entre los países más desarrollados.

FRANCIA. EL RETORNO DE DE GAULLE

En Francia, las elecciones generales de 1956 dieron la impresión de que todos los partidos eran demasiado antiguos y estaban superados.

Al mismo tiempo, la situación política era muy inestable por la situación de Argelia, respecto a la cual existía una manifiesta indecisión en cuanto a la forma de resolver el problema.

En el campo económico, la coyuntura era en cambio muy distinta. Ni en la Belle Epoque, el crecimiento francés alcanzó las cotas que estaba teniendo.

Pero la gran debilidad de la IV República fue el funcionamiento de sus instituciones políticas: un enorme vacío que llevó al poder a De Gaulle, con sólo ofrecerse.

La mentalidad en que se había formado De Gaulle, era la de la Francia derrotada, agravada por haber sido prisionero de la guerra de 1914. De ahí su nacionalismo.

De trayectoria militar impecable. Fue el único en prever el papel del blindado en la guerra del futuro. Conciencia histórica, grandeza de juicio, sentido del gesto e, incluso calidad literaria.

Pero desde su retirada en 1947 no había hecho otra cosa que alejarse de la mayoría de los franceses.

Se apoyó en un gabinete de tecnócratas, como Pompidou, encargados de poner en marcha las decisiones principales políticas y administrativas.

El problema permanente era la posibilidad de una “diarquía” con un Presidente y un Primer Ministro de distintas significaciones políticas.

La primera parte del gobierno de De Gaulle, hasta 1962, año de la independencia de Argelia, estuvo dedicada a esta cuestión.

Muchos partidarios de una Argelia francesa, daban por descontado que mantendría la presencia de Francia allí.

Pero a partir de 1959, habló ya de autodeterminación e incluso de una “República argelina”.

La subversión de los partidarios de la colonización produjo repulsa e incluso miedo en la población francesa. En Abril de 1961 hubo un intento de golpe de estado en Argel.

En Marzo de 1962 se produjo la independencia de Argelia. La coexistencia de las dos comunidades resultó imposible.

De Gaulle, hizo del fracaso una victoria, presentando las concesiones al adversario como audaces propuestas propias.

GRAN BRETAÑA. CONSENSO Y DECADENCIA

Entre 1955 y 1964, Gran Bretaña daba la impresión de prosperar desde el punto de vista económico.

A pesar del caso Suez, conservaba un papel muy relevante en la política internacional. Apariencia, sin embargo, engañosa.

El Primer ministro, Anthony Eden poseía una larga experiencia, pero cuando llegó a ocupar el poder, demostró poca capacidad para el liderazgo.

Hipersensible, poco hábil para seleccionar colaboradores y dubitativo excepto en política exterior, pero en éste campo tenía una opinión anticuada, y se entrometió en la labor de sus ministros.

Su reacción ante la nacionalización de Suez, fue histérica. Era imprescindible llegar a un acuerdo con Nasser, u obtener el pleno apoyo norteamericano.

Suez, fue un desastre diplomático que potenció a Nasser.

El embajador británico ante la ONU, se había convertido en un paria, interpretó que su país había pasado de ser una potencia de primera clase a serlo de tercera.

Harold Macmillan era un excelente político profesional, de personalidad fascinante, con experiencia, que parecía augurarle el éxito.

Apodado “supermac”.

En las elecciones de 1959 obtuvo una victoria personal, pero en su etapa final, pareció demostrar incapacidad de darse cuenta de la verdadera situación de Gran Bretaña, de la que decía “nunca nuestro pueblo estuvo mejor”, cuando en 1959 Gran Bretaña había tenido que solicitar su primer préstamo al Fondo Monetario Internacional, por vivir manifiestamente por encima de sus posibilidades.

Los mejores éxitos de Macmillan se produjeron en política exterior. Pero también supuso por Gran Bretaña la aceptación de un papel subordinado.

Quiso crear una fuerza nuclear propia, pero para ello dependía de los norteamericanos desde el punto de vista tecnológico.

En cambio, y a diferencia de Francia, Gran Bretaña se liberó de su imperio con notable habilidad y dignidad. Macmillan fue capaz de darse cuenta del grado de conciencia nacional adquirido por los pueblos africanos. Un problema adicional que se planteó fue el de la inmigración. Un cuarto de la población mundial tenía derecho a vivir en Gran Bretaña.

El gobierno Macmillan no estuvo de acuerdo en el establecimiento de una tarifa aduanera del Mercado Común hacia el exterior, pero estuvo dispuesto a una zona de libre comercio.

Gran Bretaña ejerció una especie de liderazgo mundial renunciando a la bomba atómica, movimiento popular muy extendido.

La imagen de “supermac” se deterioró a comienzos de los años sesenta, por sucesivos escándalos, sobre todo para la época: Homosexualidad de un alto cargo, que uno de los ministros compartiese prostituta con un diplomático soviético, y ello le relacionase con tramas de espionaje, etc.

Cuando Macmillan renunció a presentarse de nuevo a las elecciones, el partido conservador erró en la elección de sucesor. Wilson, en cambio, presentó una identificación con la modernidad. Los resultados de las elecciones fueron para los laboristas, aunque sólo por 200.000 votos.

Pero Gran Bretaña estaba perdiendo la batalla de la competitividad económica, sin que sus dos grandes partidos advirtiesen la situación que se estaba presentando. A un periodo de inmovilismo conservador, siguió otro de inmovilismo laborista.

EL FINAL DE LA ERA DE ADENAUER EN ALEMANIA

En Alemania, los años finales de Adenauer, confirmaron el buen resultado de la estabilización del país.

En 1955, consiguió en un viaje a Moscú que fueran devueltos unos 10.000 prisioneros alemanes. El establecimiento de relaciones con la URSS era para él paso imprescindible en la normalización.

Los alemanes occidentales, paradójicamente se beneficiaban del apoyo a la educación dado en la Alemania Oriental, ya que la población más formada, acababa pasando a la Alemania Federal.

Fueron problemas de política exterior los que dividieron a la coaliión de Adenauer.

Por su parte, el SPD no opuso ningún obstáculo al Mercado Común, lo que facilitó el desarrollo económico. La tasa de crecimiento sobrepasó el 7% anual.

En cambio el SPD se opuso tenazmente a la nuclearización.

El tema crucial en la política interior alemana fue el relativo a la Defensa.

En política exterior el avance hacia un cambio de posiciones, fue lento, pero Brandt, convertido en un símbolo después que apareciera el Muro de Berlín, no dudó en afirmar que Alemania tenía necesidad de la protección de la OTAN. En 1961, el SPD estaba firmemente anclado en Occidente.

La relación entre Adenauer y De Gaulle fue de importancia fundamental. El acercamiento resulta una paradoja, si tenemos en cuenta que la zona de ocupación francesa, había sido la más rigurosa para la población, y que los franceses desde un principio se habían tratado de anexionar el Sarre, pero la coincidencia personal entre Adenauer y De Gaulle en multitud de aspectos de la política exterior, superó esas posibles diferencias, aunque tales coincidencias lo eran por motivos diferentes.

Para Adenauer, los norteamericanos debían seguir siendo el pilar esencial de la defensa de Alemania.

En su partido hubo siempre una tendencia atlantista.

Era esencial disponer de una fuerza nuclear europea, ya que Alemania no la podía tener propia.

Para De Gaulle, el tratado de 1963 evitaba que Alemania se entregara a Estados Unidos. Para Adenauer, evitaba que Francia pactara con Rusia. Así se generó el eje franco-alemán.

A finales de 1962 Der Spiegel lanzó una serie de ataques a Strauss, dirigente de la CSU, y pieza fundamental del gobierno. Tales ataques pusieron en cuestión incluso la honorabilidad de Strauss, y aunque eran carentes de fundamento, ello provocó que en adelante los liberales se negaran a gobernar con Strauss.

Adenauer, entonces, en Octubre de 1963 dejó el poder a Erhard.

Adenauer, había realizado una de las labores de gobierno más encomiables de la Historia, y dejaba a su país integrado en el mundo occidental, moralmente recuperado, creciendo económicamente y reconciliado en buena medida con la Humanidad.

ITALIA EN TIEMPOS DEL MILAGRO

En el periodo entre 1953 y 1958 hubo inestabilidad, multiplicada porque en la Democracia Cristiana, se hicieron presentes hasta cinco corrientes distintas. El partido, bajo Fanfani, se organizó gracias a sus vínculos con la Acción Católica. Tras la desaparición de De Gaspieri, se produjo un relevo generacional.

La preocupación social se acentuaba, lo que llevó a la “apertura a sinistra”

Los comunistas experimentaron una primera crisis como consecuencia de la invasión soviética de Hungría. Togliatti, acuñó entonces la llamada “vía italiana al socialismo”.

La Democracia Cristiana, sustituyó a su líder, para hacer más amplio el espectro abarcado por el partido, siendo Giovanni Gronchi quien llevó a los demócrata-cristianos por esta fase de transición.

Por otro lado, quedaba claro el alineamiento de Italia en el mundo occidental. La política de De Gaspieri se identificó muy pronto con él, alineándose desde 1949 con la OTAN, desde 1952 con la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), de la que surgió el Mercado Común, cuyo tratado fundacional se firmó precisamente en Roma en 1957.

En Octubre de 1954, se solucionó la cuestión de Trieste. El reparto con Yugoslavia, se hizo atendiendo a la frontera lingüística y étnica.

Precisamente el Mercado Común es una de las razones que permiten explicar el desarrollo económico de Italia de los años cincuenta, calificado de “milagro”.

La tasa anual de crecimiento fue superior a la alemana, y sólo inferior en todo el mundo a la japonesa.

Toda una serie de precondiciones contribuyeron a hacer posible el despegue italiano:

1.- Un periodo de reconstrucción en el que se combatió la inflación y estabilizó la moneda.

2.- Aportación de la ayuda norteamericana a través del Plan Marshall, lo que permitió iniciar la reconstrucción.

3.- La reforma agraria desarrollada en algunas zonas del sur, aunque el verdadero cambio agrícola se produjo con la emigración del campo a la ciudad.

4.- Mano de obra barata

5.- El papel del Estado en este proceso, contribuyendo a crear la infraestructura necesaria en el sur, pero también las empresas públicas procedentes del intervensionismo fascista. El IRI (equivalente italiano al INI español), era la segunda empresa europea.

6.- Grandes empresas privadas dedicadas a la exportación

El resultado de todo ello fue impresionante. El cambio más espectacular estuvo constituido por las modificaciones en la distribución de la población, singularmente la emigración hacia otros países.

Mientras tanto se producían cambios importantes en la Italia política. Retroceso de las tendencias de extrema derecha, y lo más significativo: la influencia de los sectores de izquierda en el seno del primer partido, la Democracia Cristiana, que ampliaba así su espectro político.

TEMA 13. LA CULTURA DE LA POSGUERRA

1945 supuso también en lo cultural, partir de unos principios radicalmente nuevos: angustia, insatisfacción, absurdo,... temas que se hicieron presentes en la creación literaria.

Se ha podido así hablar de la “literatura de los escombros”.

En Alemania, al mismo tiempo que se empezaba a producir una recuperación económica, tuvo lugar también una reconstrucción en la vida cultural.

Figuras literarias de la posguerra, formaron parte de la llamada “generación escéptica”. Criticó con frecuencia una Alemania demasiado provinciana, despreocupada de los males de los que había sido culpable en el pasado.

El filósofo Karl Jaspers, abordó el problema crucial de la responsabilidad moral ante la ocupación del poder por los nazis. Para él resultaba necesaria una purificación colectiva.

El historiador Fischer publicó “Los fines de la guerra de la Alemania imperial” en 1961, criticando la voluntad expansionista de su país en 1914, como si fuera inherente a la esencia de Alemania.

La cultura italiana tuvo un último baluarte en el neorrealismo. Su expresión tanto en la cinematografía (De Sica, Rosselini, Visconti) como en la literatura e incluso en la pintura, coincide con una influencia muy destacada del marxismo en el mundo intelectual italiano.

A partir de los años sesenta, y mucho más de los setenta, se produjo un cambio tendente a favorecer una innovación vanguardista.

En la literatura británica, también la experiencia del pasado inmediato se traslució en la elección de las temáticas.

Graham Green evocó los bombardeos de Londres, la guerra fría o la desaparición del colonialismo en otras tantas obras.

El teatro del absurdo fue expresión de angustia pero también de crítica (Beckett).

Pero donde la relación entre la creación cultural y la experiencia de la vida pasada y reciente fue más directa fue en Francia.

Jean Paul Sartre hizo del “compromiso” un elemento central de su creación literaria y filosófica. No había sido el héroe de la resistencia que pretendió, pero había obtenido sus primeros éxitos literarios durante la guerra, y desde 1945 dispuso de una revista: “Le temps modernes” como portavoz de su pensamiento.

Albert Camus, que había participado más en la resistencia, parecía exclusivamente un escritor y periodista. Su repudio a las “revoluciones definitivas”, su prevención hacia el comunismo, y su visión de la democracia resultan hoy muy vigentes.

Los comunistas se atribuyeron ser el “partido de los fusilados”. La revista inspirada por ellos, proporcionaba listas de las personas que debían ser purgadas.

En el mundo católico, la revista Esprit, se declaró revolucionaria. El comunismo le parecía un aliado.

La posición liberal con Raymond Aron a la cabeza, consideraba inaceptable combatir a los fascistas y no hacerlo igualmente a los comunistas.

Desde 1950 el mundo del liberalismo intelectual, contó con una organización: el Congreso por la Libertad y la Cultura. Su órgano principal fue la revista Preuves, pero hubo otras como Encounter. Ambas recibieron subvención norteamericana, como “Les lettres françaises” la tuvo soviética.

Muy pronto la polaridad de la vida intelectual francesa se centró en Sartre y Aron. El primero, del PCF, no quiso aceptar la existencia de los campos de concentración soviéticos.

Por su parte Aron publicó en 1955, “El opio de los intelectuales”, dotando con ello al anticomunismo de legitimidad intelectual.

En las artes plásticas, la capital mundial dejó de ser París y pasó a serlo Nueva York.

En la obra de los grandes artistas plásticos de la posguerra también el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial, jugó un papel importante.

Tres rasgos a destacar:

En primer lugar la difusión de un arte hasta el momento poco comprendido.

En segundo lugar, el traslado del centro de gravedad a Nueva York, aunque París conservó buena parte de su prestigio.

En tercer lugar, el mantenimiento de una experimentación constante.

El “arte otro” o informalismo se fundamentaba en el existencialismo, y tuvo una localización europea.

Fautrier y Dubuffet se caracterizaron por la condición semiescultórica (“matérica” se dijo) de sus cuadros.

Mathieu, utilizó el “dripping” (dejar caer la pintura sobre el lienzo)

Fontana quería incorporar una tercera dimensión real a sus cuadros, para lo cual les hacía agujeros y rajas.

El expresionismo abstracto, arte típicamente norteamericano, utilizó siempre la pintura para dar rienda suelta a sus estados de ánimo. Jackson Pollock usó del “dripping” en grandes formatos.

En los años sesenta el “pop art” surgió a la vez en Nueva York y en Londres. Fue una reacción del lenguaje intelectual y elitista del expresionismo abstracto. El “pop” se nutrió de elementos del mundo cotidiano. Se perciben influencias del movimiento Dadá y del surrealismo. El primero utilizó objetos del entorno cotidiano, mientras que el segundo pintó banderas o latas de cerveza.

Warhol se dedicó a objetos de consumo, pero también a retratos de personajes, o a “desastres” como accidentes automovilísticos, sillas eléctricas...

El nuevo realismo francés significó una reivindicación del detritus, subrayando los aspectos más desagradables.

Klein, utilizó mujeres desnudas impregnadas de pintura, como “pinceles vivientes”, produciendo manchas en el lienzo por puro azar sobre superficies planas.

César creó “compresiones” con materiales de desecho de automóviles, prensados.

En pleno auge del “pop”, surgió una corriente abstracta y geométrica, denominada “minimal art”

El “happening” no pretendía ser una representación sino una vivencia sin principio ni fin.

El número de opciones neovanguardistas resulta casi inagotable.

El denominado “arte povera” utiliza siempre materiales con la intención de provocar al espectador.

Al mismo tiempo, hubo numerosos “artistas” en solitario sin que puedan ser englobados en corriente alguna.

En cuanto a la arquitectura, se puede establecer cierto paralelismo con la pintura.

Grandes valores se refugiaron en los Estados Unidos. Allí surgió la utilización de nuevos materiales como el aluminio, o nuevas técnicas constructivas como las cortinas-pared, carentes de función sustentante.

Mientras tanto en Europa el finlandés Alvar Aalto, renovó la arquitectura pública.

El llamado “brutalismo” aceptó que los materiales fueran vistos, y las tuberías externas.

LA IGLESIA CATÓLICA

Dos pontificados muy distintos cubren la etapa.

El cardenal Pacelli, Pío XII, de carácter tímido, reservado y deseoso de contentar a todos. Difícilmente establecía relaciones de confianza. A pesar de que procurara proteger a los judíos, no hizo declaración alguna denunciando la barbarie nazi, en cuanto a su persecución.

De su pontificado es de destacar la proclamación del dogma de la Asunción de María.

Estuvo en manifiesta confrontación con el peligro comunista. Real y justificada, puesto que la mayoría de los primados estaban presos y era torturados en los países de Europa del Este. Así se llegó a la excomunión de los fieles inscritos en partidos comunistas, proclamada en 1949.

El pontificado de Pío XII, tuvo un aspecto muy positivo en la apertura hacia otras Iglesias.

El Papa había defendido la legitimidad de la lucha para la descolonización, como también la idea de la construcción de una Europa Unida. Fue un pontificado con una Iglesia más integrada en las realidades sociales de la época, y más influyente.

Sin embargo Pío XII mantuvo una actitud muy recelosa respecto a la Nueva Teología, y en 1953 - 1954 se prohibió la experiencia de los sacerdotes obreros.

En el cónclave de Octubre de 1958 para nombramiento de sucesor de Pío XII, participaron 51 cardenales, de los que 24 tenían más de 77 años.

El elegido fue el cardenal Roncalli, Juan XXIII.

Otros Papas han sido estimados o admirados, pero éste fue querido.

Elegido con 78 años, todos pensaron que sería un Papa de transición, pero muy pronto anunció que crearía 23 cardenales más, y dejó muy clara su actitud nada conformista.

Tuvo, además, un programa definido: El concepto de “signo de los tiempos”, suponía superar el conservadurismo.

En Enero de 1959 convocó un Concilio con ese propósito. El Concilio fue toda una exigencia, pues existía una fuerte crisis interior. Por vez primera en siglos, la Iglesia no se reunía para condenar, sino para reflexionar sobre sí misma y renovarse.

De sus 8 encíclicas, merecen la pena citarse Mater et magistra y Pacem in terris.

La promoción de la mujer, la socialización, la organización política de las comunidades...serían signos indicativos de la presencia de Dios sobre la Tierra.

Encíclicas dirigidas a todos los hombres de buena voluntad y no sólo a los católicos, quienes se debían dedicar a defender los derechos de la persona humana y no sólo los de la Iglesia. Reconocer el signo de los tiempos, fue el objetivo del Concilio Vaticano II.

TEMA 14. LA SEGUNDA FASE DE LA DESCOLONIZACIÓN

En 1945, un solo estado de Asia del sudeste era independiente: Siam, pero en la segunda posguerra mundial la emancipación de la región se convirtió en general.

La segunda oleada de la descolonización tuvo como protagonistas África del Norte. Luego África Negra. Estos nuevos países tenían como rasgos comunes el subdesarrollo y el crecimiento económico. En 1952 el demógrafo francés Alfred Sauvy empleó la expresión Tercer Mundo para designarlos.

Modificaron la composición de las Naciones Unidas, al mismo tiempo que se convirtieron en causa de competición entre el Este y el Oeste.

Los Occidentales se equivocaron al considerar que los nacionalistas del Tercer Mundo eran comunistas.

Éstos también lo hicieron al considerar que un aliado ocasional se había convertido en baza decisiva para el triunfo de sus tesis.

LA CONFERENCIA DE BANDUNG DE 1955

El Tercer Mundo necesitaba adquirir conciencia de sí mismo. Empezó a lograrlo con la Conferencia de Bandung de Abril de 1955, que fue un éxito.

Pronto fue posible apreciar hasta tres tendencias entre los asistentes:

Una prooccidental (Japón, Filipinas, Vietnam del Sur, Laos, Tailandia, Turquía, Pakistán, Etiopía, Libia, Líbano, Irak, Irán...)

Otra estrictamente neutralista: (Afganistán, Birmania, Egipto, India, Indonesia, Siria...)

Y una tercera comunista: (China, Vietnam del Norte)

Todos coincidieron en la condena al colonialismo “en todas sus manifestaciones”

El “no alineamiento” o “coexistencia pacífica”, fue el segundo tema en importancia. Para los más neutralistas, la misión histórica de los países que acababan de alcanzar la independencia era situarse entre los comunistas y los Occidentales.

Nehru, defendió, como base de acción el “Panch Shila”, los cinco principios incluidos por India y China en el acuerdo al que habían llegado por el Tibet, modelo de lo que debieran ser las relaciones internacionales respecto a:

la integridad territorial y a la soberanía,

no agresión,

no ingerencia,

reciprocidad y

coexistencia pacífica.

Los países occidentalistas propusieron los “siete pilares de la paz”, que incluían el derecho a la defensa individual o colectiva.

La mediación para lograr una solución o fórmula aceptable por todos la propuso Chu En Lai, con la fórmula de los “siete pilares”, una vez que Pakistán declarara no agredir jamás a China.

La Conferencia coincidió con una oleada de emancipaciones coloniales.

El encuentro de Nasser, Tito y Nehru en Julio de 1956, permitió promover los principios de “no alineamiento” y “coexistencia”.

El reavivamiento del nacionalismo árabe, y una nueva actitud de la Unión Soviética en Oriente Medio contribuyen a explicar los acontecimientos que tuvieron lugar en esta parte del mundo, espectacular victoria sobre los colonizadores de antaño.

LA GUERRA DE SUEZ Y SUS CONSECUENCIAS

En Septiembre de 1955 Egipto y Checoslovaquia, anunciaron un acuerdo, por el que el segundo se comprometía a entregar al primero armamento moderno, pagado por éste con algodón y otro pago aplazado en el tiempo.

Fue habitual que aquellos países del Tercer Mundo que no obtenían lo que deseaban de una superpotencia, inmediatamente se dirigiesen a la otra.

Pero sobre todo, el acuerdo supuso presencia soviética en Medio Oriente.

En Marzo de 1954, el general Negib, había sido desplazado de la dirección política de Egipto, y sustituido por Gamal Abdel Nasser, decidido adversario de Israel, al que quería hacer desaparecer.

Convertido en uno de los motores esenciales del movimiento de países no alineados, Nasser obtuvo de los británicos la evacuación total de su país, incluido el canal de Suez.

Gran Bretaña y Estados Unidos, habían discrepado respecto a Nasser, la primera, contraria al líder egipcio, de acuerdo con su visión colonialista.

Los segundos, interesados en detener el peligro comunista, pero en realidad no les interesaba otra cosa que la libertad de circulación por el canal de Suez.

Para el primer ministro británico, Nasser, había cometido un robo.

Al mismo tiempo, Nasser pretendió de los norteamericanos la financiación para la construcción de la presa de Asuán, proyecto de primera magnitud para Egipto, pero el secretario de Estado norteamericano Foster Dulles, no fue partidario de apoyar la petición, y además en la forma de negarse, resultó innecesariamente ofensivo al aludir a la incapacidad egipcia para afrontar el pago.

El 26 de Julio de 1956, Nasser anunció la nacionalización del canal de Suez, argumentando que era necesaria para obtener financiación con destino a la presa de Asuán. El canal, siguió funcionando de modo normal, pero la tensión internacional creció.

En el proceso negociador que se abrió a continuación, Gran Bretaña y Francia, veían en peligro sus aprovisionamientos petrolíferos, que dependían en un 90% del canal.

Además, conceptuaban a Nasser como un dictador.

Una conferencia Internacional en Londres, para actuar diplomáticamente, fracasó.

El Consejo de Seguridad de la ONU, volvió a tratar el caso, sin alcanzar solución.

En ese ambiente se produjo un acuerdo franco-británico para intervenir militarmente. Al acuerdo se sumó Israel, al que se empleó como pretexto, argumentando que su ataque en dirección al Sinaí, ponía en peligro la libre navegación por el canal.

A partir del 22 de Octubre de 1956, sin grandes problemas, los israelíes ocuparon la mayor parte del Sinaí. Franceses y británicos, sólo consiguieron conquistar una parte del canal. La operación militar anglo-francesa estuvo mal concebida, y peor ejecutada.

En cualquier caso, el 5 de Noviembre de 1956, la URSS amenazó a Gran Bretaña y a Francia, mientras que Estados Unidos también les presionaba, y la Asamblea general condenaba la agresión a Egipto.

El resultado es que al día siguiente, se detuvieron las operaciones militares. Ingleses y franceses se retiraron a fines de año, y en 1957 lo hizo Israel.

Por los mismos días tenía lugar la sublevación de Hungría.

La guerra de Suez, tuvo repercusiones muy profundas sobre las relaciones internacionales, porque supuso un acto de presencia de las naciones no alineadas surgidas de la descolonización, y porque tuvo una importante repercusión sobre el resto de las potencias.

Los Estados Unidos, hubieran podido hundir las cotizaciones del algodón, principal recurso de Egipto, con sólo sacar al mercado sus inmensas reservas, pero emplearon su poder contra un aliado sempiterno (Gran Bretaña). Los británicos quisieron conservar su influencia en Medio Oriente, pero el resultado fue el opuesto.

Es muy posible que lo sucedido en Suez, tuviera una importante repercusión en la política exterior de Francia, que debió tratar de aumentar su relevancia mundial procurándose el arma atómica.

La Unión Soviética, consolidó su prestigio dentro del mundo árabe.

La situación de Oriente Medio, tras la guerra de Suez, supuso un nuevo escenario de confrontación.

En Enero de 1957 el presidente Eisenhower hizo una declaración para “llenar el vacío” dejado por la influencia franco-británica, tratando de impedir que lo llenase la URSS: Por una parte concedió una importante ayuda en la región, y por otra hizo una advertencia a la URSS.

Pero la confrontación en esta parte del mundo, se convirtió en una constante. La URSS se apoyó en Egipto y Siria. Estados Unidos en Jordania y Arabia Saudita, además de mantener su apoyo a Israel.

En Febrero de 1958, Siria se asoció con Egipto constituyendo la República Árabe Unida (RAU) de vida efímera, pues dejó de existir en 1961.

Como respuesta, Jordania e Irak constituyeron una “Unión Árabe” de carácter federal, aunque también desapareció en Julio de 1958.

En 1963, dos golpes militares instalaron al partido Baas en Siria e Irak, aunque en versiones muy distintas.

Líbano, país plural, cuyas instituciones se mantenían en equilibrio, merced a una gran prosperidad económica, recién fundada la RAU, quedó sometido a la presión de Siria, que siempre había tenido pretensiones territoriales sobre él.

El nuevo presidente libanés, abandonó la línea prooccidental, recomponiendo su equilibrio, aunque de modo inestable.

LA DESCOLONIZACIÓN DEL NORTE DE ÁFRICA

Entre 1955 y 1962, se produjo la descolonización del Norte de África.

En 1955, el continente no tenía mas que Libia, Liberia, Etiopía, Egipto y Sudáfrica como países independientes, y éste en plena ruptura con la Commonwealth por el “apartheid”.

Pero en el nuevo clima mundial, relacionado con la Conferencia de Bandung, la mayor parte del continente africano logró la independencia. En África del Norte, desde antes de 1955.

La llegada a la independencia, fue traumática en especial en el caso de Argelia.

Túnez y Marruecos, tenían el estatuto de “protectorados”, lo que implicaba una autoridad nacional propia, lo que confería cierta ventaja para poder propiciar una evolución pacífica.

En Argelia, la existencia de una fuerte comunidad europea, muy enraizada, introducía complicaciones.

Los tres países tenían en común que en cualquier caso la Administración francesa nada hizo para retirar el Imperio.

En Marruecos, el sultán Mohamed ben Yusef, se había entrevistado en 1943 con Roosevelt, quien ya le prometió el apoyo en el momento de la independencia.

Pocos meses después, Balafrei, personaje cercano al sultán, reunió en el “partido” Istiqlal las diversas tendencias dentro del nacionalismo marroquí. A comienzos de 1944 este partido pidió la independencia.

Hubo entonces varios líderes nacionalistas detenidos.

En 1945 la situación parecía controlada por las autoridades francesas, pero el sultán hizo una gran alabanza de la Liga Árabe, en 1947, demostrnado una ambigüedad muy característica.

Siempre se negó a cualquier acuerdo de co-soberanía.

La política de las sucesivas autoridades francesas, siempre militares, fue permanentemente dura, instando al sultán a que condenara el Istiqlal.

En Túnez, la ocupación por Alemania e Italia, supuso una situación peculiar. El partido de Habib Burguiba que durante la guerra se había manifestado como prooccidental, se presentó como una alternativa modernizadora.

En Argelia, la posición de las autoridades resultaba distinta. Tras la victoria, estaban dispuestas a reconocer el papel de las autoridades indígenas durante la guerra, en los “protectorados”, pero no en el caso de Argelia. Por ello en Mayo de 1945 hubo violentos incidentes, seguidos de una dura represión.

En Argelia, el resultado de la colonización era nefasto. El 90% de los argelinos era analfabeto, y por ejemplo había 165 médicos argelinos.

La Liga Árabe, había sido un elemento amplificador, y órgano de propaganda de los movimientos nacionalistas.

En el verano de 1951, los países árabes independientes decidieron llevar a la ONU el asunto de Marruecos, y algo después el de Túnez.

En Marruecos la colaboración entre parte de las autoridades francesas, los colonos y autoridades locales indígenas, logró la deposición del sultán, y su sustitución por un sobrino: Mohamed ben Arafa, mientras que España todavía seguía administrando su zona en nombre del sultán depuesto.

En el verano de 1955, Francia decidió el retorno del monarca, y permitir el acceso de Marruecos a la condición de Estado, aunque con unos lazos permanentes con Francia. En Marzo de 1956, Marruecos proclamó su independencia, bajo la monarquía de Mohamed V, que empezó rompiendo su promesa de llegar a una institucionalización democrática. Su hijo Hassan II, se mostró más dispuesto a ello, pero ya en 1962.

En Túnez la política colonial francesa se caracterizó por una serie de súbitos cambios de rumbo.

Desde finales de 1951, hubo frecuentes tumultos y detenciones de dirigentes nacionalistas, entre ellos el propio Habib Burguiba.

En Junio de 1952, los tunecinos rechazaron un sistema de co-soberanía, y en 1954, Mèndes France proclamó la disponibilidad francesa para conceder la independencia, reservándose política exterior y Defensa.

En el verano de 1955, después de tres años de exilio, Burguiba regresó a Túnez, de quien Francia reconoció la independencia unos días después de hacerlo con Marruecos. En Julio de 1957 Túnez se proclamó República independiente.

El caso de Argelia, fue una auténtica tragedia. En 1947 el Gobernador General, tenía el poder ejecutivo, mientras que el legislativo quedaba comprendido entre el Parlamento francés y una Asamblea argelina.

En la noche de Todos los Santos de 1954, una facción de uno de los partidos nacionalistas argelinos, dirigida por Ahmed ben Bella y apoyada por Egipto, desencadenó una rebelión que en tres años se había implantado ya sólidamente. La sublevación revistió extrema brutalidad. Los franceses, recurrieron a la tortura y al NAPALM mientras los argelinos respondían con el degüello y las bombas sobre los franceses.

En la agenda de la ONU, la cuestión argelina quedó inscrita desde 1955. Pero en todo caso se alcanzó un brutal terrorismo.

De Gaulle, esbozó una sucesión de soluciones que se inició con una promesa de desarrollo económico, unida a la incorporación al Parlamento de 60 diputados de Argelia, y siguió por la mano tendida a la rebelión, la asociación, la autodeterminación, y finalmente una propuesta de Argelia nacionalista.

Argelia muy pronto fue considerada por él como una carga de la que Francia tenía que librarse.

En Enero de 1960 hubo una semana de barricadas en Argel, y en Abril de 1961, un directorio de cuatro generales intentó hacerse con el poder.

El referéndum celebrado en Enero de 1961, dejó las manos libres a De Gaulle para enfrentarse con el conflicto argelino. Fue ya posible establecer algún contacto con el FLN.

Finalmente se llegó a los acuerdos de Evian en Marzo de 1961. Por ellos Francia reconocía la independencia de Argelia, que se convirtió en una realidad en Julio de 1962.

El empleo del terrorismo por parte del sector más militante de los colonos franceses a partir de la llamada OAS (Organisation de l'Armée Secrete) hicieron imposible la reconciliación entre colonos y colonizados.

ÁFRICA NEGRA DESCOLONIZADA

En 1957 había todavía muy pocos países independientes en África Negra.

La idea de una asimilación de las poblaciones autóctonas a la metrópoli, nunca constituyó una verdadera alternativa. El proceso de emancipación se hizo por procedimientos de negociación y habitualmente sin el empleo de la violencia. No obstante, la presencia de importantes minorías blancas en determinadas colonias, prolongó el proceso.

La primera Ghana, que alcanzó la independencia en 1957 con la incorporación de Togo.

En 1960 la logró Nigeria

En 1961 Sierra Leona

A finales de 1961 la logró Tanganika, que incorporó en 1964 la isla de Zanzíbar, dando lugar a Zimbawe

En 1962 Uganda

La descolonización más conflictiva fue la de Kenya, donde existía una importante minoría blanca, y donde la guerrilla del Mau-Mau llevó a cabo cruentas acciones, y donde existía un partido político dirigido por Jomo Kenyata. En 1958 se le otorgó una autonomía.

Kenya alcanzó la independencia a finales de 1963, en unas condiciones que, dados los precedentes, sorprendieron por la estabilidad y moderación. Jomo Kenyata gobernó con prudencia.

Rodesia y Nyassalandia, constituyeron una federación de África Central, en que el claro papel preponderante le correspondió a la minoría blanca. Pero la fórmula resultó inviable.

El conjunto de la federación se dividió en tres estados.

Rodesia del Norte, en 1962, se independizó con el nombre de Zambia

Nyassalandia en 1963 se independizó como Malawi

En 1964, contra la voluntad británica, Rodesia del Sur se declaró independiente como Rhodesia.

Pero el caso más sangrante del dominio del colonizador lo constituyó Sudáfrica. La política del “apartheid” partía de la necesidad de un “desarrollo separado” de razas, y el tratamiento lleno de paternalismo cristiano de la blanca sobre la negra.

Dos leyes prohibieron los matrimonios interraciales, e incluso las relaciones sexuales entre etnias.

Quedó minuciosamente regulada la clasificación racial, y la separación racial absoluta en los lugares públicos. El “apartheid”, apreciable entre la población afrikaaner de origen holandés y de religión calvinista. Lo característico fue la conversión en normas legales de unas actitudes que sólo parecían dejar como solución una ruptura traumática.

Contra esta situación hizo su aparición en 1912 el Congreso Nacional Africano, que fue prohibido y su principal dirigente, Nelson Mandela, encarcelado de por vida. La represión tuvo como consecuencia la aparición de la acción terrorista.

Camerún y Togo se convirtieron en independientes tras un periodo de autonomía previa.

El retorno del general De Gaulle al poder en 1958, no supuso una marcha atrás, con la experiencia de lo sucedido en Indochina y en Argelia, el general dió la posibilidad de optar por la secesión o la pertenencia a la comunidad francesa. En Septiembre de 1958 se llevaron a cabo referéndum en todos los territorios coloniales franceses de la zona de África negra. Sólo la Guinea de Sekú Turé, rechazó la posibilidad de integración y alcanzó la independencia.

Pero a partir de 1960 la “comunidad cultural francófona” fue alcanzada por la ola de nacionalismo, y se convirtieron en independientes Senegal, Sudan, Madagascar, Costa de Marfil etc.

Como consecuencia de la ola descolonizadora en el África británica, y en la francesa, Bélgica concedió de forma brusca la independencia a Congo en Junio de 1960.

Congo quizá fuese la colonia africana más rica, gracias a sus reservas minerales, originalmente “finca” privada del rey Leopoldo II. La mayor concentración de riqueza correspondía a Katanga, en el sur.

Sólo con la visita del rey Balduino en 1955 se pensó en la posibilidad de un plan a medio plazo que tuviera como resultado final la independencia.

En 1958 hubo una consulta electoral municipal, pero en colegios separados de indígenas y europeos, y en 1959, ya se habían producido graves desórdenes públicos.

Sólo el movimiento de Patrice Lumumba era una fuerza política unitaria. Al radicalismo de este dirigente, hubo que sumar la incomprensión absoluta de las tropas belgas. Pero, además, Katanga se declaró independiente bajo la dirección de Moisés Tschombé. La intervención pronta del ejército, dirigido por Mobutu, complicó la situación, y ésta se agravó aún más cuando se produjo la internacionalización del conflicto.

La ONU reclamó la retirada de las tropas belgas, y su sustitución por “cascos azules”. La propia Secretaría General, fue objeto de un violento ataque soviético, y en Febrero de 1961 Lumumba fue asesinado.

Fueron las fuerzas de la ONU quienes consiguieron estabilizar la situación haciendo desaparecer la secesión de Katanga.

El Congo sólo alcanzó la completa estabilización cuando en 1965 se hizo con el poder el general Mobutu.

TEMA 15. LA DISTENSIÓN

En la etapa central de los años sesenta y el comienzo de los setenta, la coexistencia fue un hecho.

El esfuerzo por impedir riesgos, tuvo como consecuencia que se iniciaran los acuerdos bilaterales en materias estratégicas, a pesar de que en ese mismo momento se estaba produciendo la guerra de Vietnam.

La llamada “Revolución de 1968” en ninguna parte obtuvo éxito. En cambio, en esos años el Gobierno soviético daba muestras de esclerosis, y, además, tenía lugar una auténtica revolución durante los años sesenta, que se refería más que a la política, al modo de vida.

No hubo tan sólo una distensión, sino varios fenómenos sucesivos.

La dura confrontación en torno a 1962 respecto a Cuba y Berlín, y su resolución mediante acuerdo, supuso una nueva era en las relaciones entre las dos superpotencias.

Lo que parece contradictorio en esta situación de práctico duopolio es que vino acompañado de una crisis en las alianzas de los dos adversarios-compañeros.

A partir de 1973, la etapa de la distensión dejó paso a un recrudecimiento de la guerra fría. En ese momento, ya había concluido la guerra de Vietnam.

EL DUOPOLIO SOVIÉTICO - NORTEAMERICANO Y SUS ANTAGONISTAS

La URSS se lanzó a una carrera para conseguir hacer desaparecer las diferencias con la otra superpotencia.

Los Estados Unidos, a pesar de estar involucrados en la guerra de Vietnam, ofrecieron una imagen mejor de sus capacidades técnicas, como demuestra la llegada de un hombre a la Luna en Julio de 1969, y el lanzamiento de un laboratorio espacial en 1973.

Las armas bélicas empleadas eran principalmente de tres tipos:

Los IRBM (Intermediate Range Balistic Missile), misiles de alcance intermedio.

Los ICBM. (Intercontinental Balistic Missile), misiles de alcance intercontinental, capaces de alcanzar el territorio de la otra potencia desde suelo propio.

Los SLBM. (Submarine Launched Balistic Missile), misiles lanzados desde submarinos nucleares como plataforma, capaces de situarse en cualquier punto del mar, incluso bajo los polos.

La ventaja norteamericana estribaba en la potencia y precisión de esas armas, así como en la capacidad y número de bombarderos estratégicos, mientras que la ventaja soviética tenía su soporte en armas y fuerzas convencionales.

En esa situación los soviéticos optaron por incrementar su poder militar.

El Secretario de estado norteamericano, Robert Mac Namara, definió la situación con el término Mutual Assures Destruction = (MAD = Loco).

Los avances científicos permitían (o eran generados por) la introducción de novedades armamentísticas. El AntiBalistic Missile (ABM) podría ser un carísimo sistema que permitiera proteger el territorio de las superpotencias, con lo que ambos arsenales perdían su poder disuasorio.

El MIRV (Multiple Independently Targeted Return Vehicle), permitió a través de un solo misil cargado con varias ojivas nucleares alcanzar una pluralidad de objetivos.

El mutuo reconocimiento de la paridad permitió la “distensión” o incluso la “gran distensión”. A la coexistencia competitiva, sucedió un grado de relajamiento.

De esa paridad procede el “linkage” equivalente a vinculación o enlace: La URSS podía por ejemplo tener la seguridad de recibir alimentos americanos si no trataba de ser expansionista.

El linkage suponía también no inmiscuirse en las respectivas zonas de influencia.

Pero mucho antes, en 1959 las superpotencias habían acordado la desmilitarización de la Antártida o el teléfono rojo de comunicación directa y bidireccional Moscú <-> Washington, y por el Tratado de Moscú, se prohibían las pruebas nucleares en la atmósfera.

Con medidas de este tipo, se daban pasos para establecer un cerrado club de naciones nucleares, cosa que no aceptaron las naciones que estaban deseando pertenecer a él, y necesitaban realizar ensayos. Tales son los casos de China y Francia.

Toda una serie de tratados encaminados a prohibir el arma nuclear, o las biológicas, testimoniaron la voluntad de las superpotencias de ponerse de acuerdo, más que en el desarme en la limitación.

El acuerdo denominado SALT1 (Strategic Arms Limitation Talks), muy importante, negociado desde 1968 y suscrito en 1972, comprometía a ambas superpotencias a no montar sistemas ABM mas que en dos zonas de sus respectivos países.

Se gestó el procedimiento de las “cumbres” como medio de relación entre los dirigentes.

En Mayo de 1968 se realizó la primera visita de un presidente norteamericano a Moscú (fue Nixon)

Incluso se llegaron a sentar las bases de un nuevo acuerdo SALT2, que establecía un límite máximo de lanzadores de misiles, que se negociaba en 1972. Pero el cambio de coyuntura internacional impidió que se completase el acuerdo.

En este ambiente, se produjo un cambio sustancial en la política comercial norteamericana. A partir, sobre todo, de 1969, pero desde antes, el intercambio comercial USA-URSS se incrementó. Los soviéticos pudieron solucionar el abastecimiento de grano, y recibieron del adversario, además, tecnología.

A este duopolio le surgieron competidores. En el mundo occidental, De Gaulle reconoció a China en 1964 y se retiró de la OTAN en 1966.

Pero las discrepancias de fondo, se produjeron en torno a la crisis monetaria provocada por la debilidad del dólar, como consecuencia de la guerra de Vietnam, y la incapacidad norteamericana de atender, en un clima de polarización interna a sus gastos militares exteriores. De ahí las dos devaluaciones del dólar, de 1971 y 1973, que conmocionaron las divisas europeas, y fueron una de las bases de la crisis económica de este año.

Otro adversario al duopolio USA-URSS, hubiera podido ser la China comunista, pero sin embargo tanto ésta como la Unión Soviética estaban más preocupadas por sus mutuas discrepancias.

A fines de 1969 la China de Mao obtuvo ya dos votos de diferencia a su favor para ingresar en la ONU: Los intentos norteamericanos para que se admitieran las dos Chinas, fracasaron, y en Octubre de 1971, China ingresó en las Naciones Unidas y, además, como miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Chinos y norteamericanos, habían mantenido ya contactos indirectos, pero a finales de 1971, Kissinger, Secretario de Estado, viajó a Pekín, y estableció el comienzo de una relación que tomó por sorpresa a los soviéticos.

La política exterior china, consistió en adelante en enfrentarse a los intereses soviéticos.

LA DISTENSIÓN EN EUROPA: LA OSTPOLITIK Y LA EUROPA DE LOS NUEVE

La Ostpolitik es la aplicación concreta de la distensión al caso europeo, y específicamente al alemán.

Fue Brandt quien tomó la decisión de tratar de precisar los intereses específicamente alemanes de cara al Este. Un “cambio a través del acercamiento”

Bahr, era partidario no sólo del reconocimiento de fronteras y el statu quo, sino también de la renuncia al uso de la fuerza y de importantes reducciones de armas.

La primera decisión importante, se refirió a un contrato con Moscú para la obtención de petróleo y gas, a cambio de tubos. La URSS obtenía tecnología punta a cambio de materias primas.

Para Kissinger, el aspecto más inquietante de la Ostpolitik, podía producirse cuando los occidentales no pudieran romper una vinculación económica estable con el Este.

En 1970 se produjeron entrevistas entre Willy Brandt y Spot, Primer Ministro de la RDA.

Desde un principio la Ostpolitik consistió en cesiones por parte de la Alemania Federal y dureza por parte de la Oriental, aunque a largo plazo resultara desastrosa para ésta.

La primera reunión de carácter político, y no económico, también tuvo lugar con los soviéticos: ambas partes declararon como su objetivo más importante la paz y la distensión.

El acuerdo con Polonia, inmediatamente después, reconoció como frontera la línea Oder-Neisse.

Para los alemanes occidentales, resultaba absolutamente esencial la cuestión de Berlín, y en Septiembre de 1971 se llegó a una fórmula. Los occidentales aceptaron que Berlín no fuese considerado como un Land de la Alemania Federal y que no se celebrase en adelante allí la elección presidencial. Por su parte la URSS y los alemanes orientales, estuvieron de acuerdo para dar todas las facilidades de circulación entre los dos Berlín.

Los dos Estados se reconocieron mutuamente, con lo cual la República Democrática Alemana, a su vez fue reconocida por numerosos otros Estados, y admitidas en la ONU las dos Alemanias.

Los intercambios comerciales entre las dos Alemanias se multiplicaron por seis en 10 años.

El mayor grado de cercanía entre las dos Alemania, acabó por deslegitimizar el régimen de la RDA.

La Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, celebrada en Agosto de 1975 consagró la situación heredada de la Segunda Guerra Mundial.

La no ingerencia, la inviolabilidad de fronteras y la renuncia a la violencia, obviamente beneficiaba a los soviéticos.

Pero la defensa de los derechos humanos, de la libre circulación de las personas y de las ideas, jugó a la larga a favor del bloque occidental, y tuvieron un papel muy importante en la caída del comunismo quince años después.

Mientras, en el ámbito de la Comunidad Económica Europea, había quedado fijada una etapa dedicada a los productos industriales. Una segunda etapa, dedicada a los mercados agrícolas requirió de negociaciones. Significaba también una política agraria europea, fijación de precios comunes y la creación de un Fondo de financiación y garantía agrícola.

Pero aún se registraron pasos más lentos en cuanto a una construcción de la Europa política.

En 1965, los órganos supremos de la CECA y del EURATOM se fusionaron en un único Consejo y Comisión como órganos supremos.

La sugerencia de Kennedy de estimular el comercio mediante una rebaja de tarifas aduaneras, llevó a aplicar, a partir de 1968 un acuerdo que convirtió a la CEE en el principal socio comercial de Estados Unidos.

En 1972 se fijaron las paridades entre las diferentes monedas europeas y el límite de sus márgenes de fluctuación; además se decidió también la creación de un sistema común en el terreno fiscal.

El éxito indudable del Mercado Común tuvo como consecuencia que numerosos países aspirasen a integrarse en él. La CEE suscribió tratados de asociación con Grecia, Turquía, Malta y España.

Se abrió la posibilidad de admitir nuevos miembros de pleno derecho. Desde 1967 Gran Bretaña, fue de nuevo candidata.

Pero sólo con la dimisión de De Gaulle, y la victoria de los conservadores en Gran Bretaña fue posible seguir el camino de la integración completa.

El tratado de adhesión se firmó en 1972. No lo suscribieron sólo los británicos, sino también Dinamarca, Irlanda y Noruega, aunque ésta acabó retirándose al consultar en referéndum a la ciudadanía. La Europa de los Seis (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, se había convertido en la Europa de los Nueve.

EL TERCER MUNDO EN LA HORA DE LA DISTENSIÓN

En 1973 la ONU tenía 135 miembros; 25 pertenecían al grupo occidental, 12 al soviético y el resto “no alineados” de distintas especies.

El movimiento de los países no alineados, aunque nació con un inmenso impulso, no llegó a cuajar en una única y firme posición.

Para tratar de fijarla, se convocó una conferencia en Belgrado por Nasser, Nehru y Tito, pero no consiguió reunir mas que a 25 países.

Sucesivas conferencias fueron espaciándose, preocupándose cada vez más por los aspectos económicos.

Entre los no alineados, muy pronto hubo diferencias de carácter político, organización social y económica. A menudo tenían algún grado de coincidencia con alguno de los dos bloques (caso de la Cuba de Castro).

Ni la Commonwealth ni la “Organización común africana y malgache” (OCAM) supuso otra cosa que un cierto grado de influencia muy moderado, por parte de la potencia colonizadora.

Las únicas organizaciones que en las relaciones internacionales pudieron considerarse como factores efectivos fueron los foros de carácter general.

La Organización de la Unidad Africana (OUA) de ninguna manera hizo avanzar a este continente, pero contribuyó a hacer desaparecer conflictos bilaterales.

En Iberoamérica, la Organización de Estados Americanos (OEA), jugó un papel semejante.

En todo caso, la enorme diferencia de renta fue percibida como una injusticia y un motivo para la acción.

Los países descolonizados, exportadores de materias primas, a menudo comprobaron cómo los términos del intercambio resultaban manifiestamente desfavorables, lo que se denunció como “neocolonialismo”.

Esta situación tuvo un doble resultado:

En primer lugar, los países que producían materias primas trataron de agruparse para defender los precios. Lo consiguieron en el caso de una materia prima concreta, el petróleo. En especial Venezuela inició una escalada de reivindicaciones, y en algún caso este hecho provocó un conflicto internacional. Cuando las grandes compañías de Estados Unidos, Gran Bretaña u Holanda, trataron de reducir el precio del petróleo en 1960, los países productores reaccionaron creando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya estrategia fue incrementar sus derechos y luego llevar a cabo la nacionalización de los yacimientos.

Durante la década de los sesenta se produjo una cierta disminución de la ayuda otorgada por las potencias desarrolladas. Conflictos como la guerra de Vietnam contribuyen a explicarlo.

La ayuda francesa fue fundamentalmente técnica

La británica económica y financiera

La norteamericana principalmente económica, pero también militar

Se concentraron en países que consideraron en peligro de “convertirse” al comunismo

La ayuda soviética, por su parte consistió en préstamos a bajo interés, a grandes proyectos industriales, y también al puro asesoramiento técnico en diversos campos.

Fue canalizada principalmente por países de la Europa del Este.

La primera conferencia de la ONU sobre el desarrollo y el comercio, tuvo lugar en Ginebra, en 1964 y no pasó de una recomendación de dedicar el 1% del PIB de los países industrializados a los que estaban en desarrollo. (Objetivo aún incumplido hoy en que se habla de llegar a alcanzar el 0'7%)

La segunda conferencia de la ONU, pretendió que la ayuda se llevara a cabo a través de preferencias aduaneras

La tercera sirvió para constatar el fracaso de las iniciativas anteriores, y propuso concentrar la ayuda en los 25 países más pobres.

Mientras la distensión aumentaba entre los grandes, los países del Tercer Mundo, se convertían en peones de confrontación de las superpotencias.

La intervención de los Estados Unidos en Santo Domingo en 1965, fue anunciada por el presidente Johnson haciendo alusión a que se producía “con repugnancia” y para proteger a los extranjeros.

En otoño de 1967 murió “en combate” Che Guevara

La victoria electoral del socialista Allende en Chile, también dió pié al intervencionismo norteamericano, mediante subvenciones a los grupos políticos derechistas. Finalmente un golpe de Estado en Septiembre de 1973 derribó y asesinó a Allende.

En cuanto a África, los conflictos derivaron del carácter artificial de las fronteras.

El conflicto que produjo mayor derramamiento de sangre tuvo lugar en Nigeria con la secesión de Biafra (1967-1970). Como tantos otros países también éste era producto de la artificiosa separación de etnias, culturas y religiones.

MEDIO ORIENTE. DE LA GUERRA DE LOS SEIS DIAS A LA DEL KIPPUR

La guerra de Suez, tuvo como consecuencia el establecimiento de los “cascos azules” a lo largo de la frontera egipcio-israelí. Pero de ninguna manera pudo considerarse una paz. Fue una pausa temporal empleada en lograr firmes aliados que les proporcionasen armas.

A mediados de los años sesenta, los israelíes habían iniciado sus grandes proyectos de irrigación, con agua traída del mar de Galilea, lo que indicaba su voluntad de permanencia.

Desde finales de 1966, Siria se convirtió en el principal promotor de la beligerancia contra Israel.

A mediados de 1967, el Gobierno de El Cairo, pidió a la ONU la retirada de sus fuerzas de interposición y unos días después impedía el tráfico marítimo israelí, a través del estrecho de Tirán.

El 5 de Junio de 1967 se produjo una ofensiva israelí, en respuesta que sorprendió a los egipcios.

La aviación israelí redujo a la nada a la egipcia, y en tan sólo tres días se habían instalado a las orillas del canal de Suez.

Mientras, la ofensiva israelí en contra de Jordania, acabó con la ocupación de la totalidad de Jerusalén y Cisjordania. El rey Hussein aceptó la derrota.

El 9 de Junio, los israelíes lanzaron una nueva ofensiva, esta vez contra Siria, en los altos del Golán.

El día 10, el Estado de Israel, controlaba casi cinco veces mayor superficie que la que había conseguido tras la primera guerra, y siete veces más que la que le correspondió en el reparto realizado por la ONU.

El resultado fue tan humillante para los árabes que incitaba a buscar la revancha.

Israel se encontró con la complicación de tener que administrar a tanta población árabe como había embolsado (alrededor de 1.000.000 de personas).

En cuanto a la ONU, aprobó unánimemente la famosa resolución 242, pero de contenido muy impreciso: No se sabía si ordenaba a Israel la retirada de todos los territorios ocupados o no. De cualquier forma ni Israel desalojó territorio alguno (incumplió cualquier interpretación de la resolución 242) ni los países árabes aceptaron arreglo alguno.

Lo peor de la guerra de los seis días es que desestabilizó todavía más la situación difundiendo la violencia.

Pero la pésima novedad esencial fue el cambio producido en los países árabes. En 1964 había sido creada la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cuyo líder fue Yaser Arafat. La nueva organización, de ninguna manera aceptó la existencia del Estado de Israel, y adoptó una estrategia guerrillera terrorista, a partir de los países árabes de la zona, especialmente Jordania. Este país se vió sometido a las represalias israelíes, y la OLP se convirtió en un Estado dentro de otro Estado. En Septiembre de 1970, Hussein utilizó el ejército jordano para restablecer el orden en los campos de refugiados en la llamada operación “Septiembre Negro”. La represión contra la OLP demonizó la figura del monarca a los ojos árabes más radicales.

Los palestinos, se refugiaron ahora en el Líbano, y tendieron a convertirse de nuevo en Estado dentro de otro Estado.

Un comando terrorista palestino atacó en Munich al equipo olímpico de Israel en Septiembre de 1972.

En Irak, un golpe de estado en 1968 supuso la victoria del sector más radical del Baas cuyo dirigente principal era Sadam Hussein, que estableció un Tratado con la URSS y nacionalizó los pozos de petróleo de su país en 1972

En Siria, otro golpe de Estado llevó al poder a Afeed el Assad que mantuvo unas relaciones estrechas con la URSS.

Kuwait, había logrado la independencia en 1961.

A partir de 1968 el resto de los Emiratos árabes se independizaron, y formaron Bahrein, Qatar y los Emiratos Árabes Reunidos, a los que hubo de sumarse Omán, nunca colonizado, y que ingresó en la ONU en 1971. Todas entidades políticas pequeñas en superficie y demografía, pero de gran importancia por sus recursos energéticos, especialmente petrolíferos.

Los kurdos, al norte de Irak, aparecieron como uno de los componentes fundamentales de este país o como una minoría oprimida.

Mientras tanto el sucesor de Nasser, Anuar el Sadat, ratificó y amplió las relaciones de Egipto con la URSS.

Pero en Julio de 1972 Sadat ordenó que los muy importantes consejeros soviéticos, abandonasen el país.

Sadat anunció la unión con Siria y Libia, por otra parte unidad política imposible como ya había sucedido con la RAU.

Israel estaba con frecuencia involucrado en operaciones contra palestinos en territorio libanés.

Mientras tanto los países árabes iban recuperando su unidad.

El ataque de sirios y egipcios a Israel el 5 de Octubre de 1973, un día de fiesta a la vez para árabes y judíos, constituyó una sorpresa total para éstos. Los egipcios consiguieron ocupar el lado oriental del canal de Suez, mientras que los sirios penetraban en el Golán.

Sin embargo, una semana después los israelíes pasaban a la ofensiva, y otra semana más tarde estaban ya a 30 Km de Damasco, y habían conseguido una fuerte penetración al oeste del canal de Suez, a unos 70 Km de El Cairo.

El fuerte apoyo norteamericano en material, había tenido este resultado.

Los Estados Unidos, pero también la URSS contribuyeron a evitar la total derrota de los árabes: Los primeros pusieron en alerta sus fuerzas nucleares. Los segundos amenazaron directamente a Israel.

El 22 de Octubre el Consejo de Seguridad de la ONU decretó un cese de las operaciones.

Israel, había vencido de nuevo, y ocupaba unos 1.660 Km cuadrados más en Egipto y unos 600 en Siria.

La Guerra del Kippur, tuvo consecuencias importantes desde varios puntos de vista.

Aunque los vencedores fueran los israelíes, se había demostrado su vulnerabilidad. Los árabes habían perdido ya el complejo de inferioridad, lo que facilitaba que las negociaciones pudieran llegarse a realizar.

La distensión permitió, gracias al acuerdo entre las superpotencias, evitar el choque directo.

Pero fuera de la ONU.

Kissinger, consiguió sentar las bases para un posible Tratado de paz entre Egipto e Israel.

Pero el resultado más inmediato de la guerra es que los países productores de petróleo utilizaron como arma de guerra la elevación de los precios del crudo, y con ello desencadenaron una crisis económica de importancia trascendental.

La distensión, acabó concluyendo. Los años que vinieron supusieron la reanudación de la conflictividad.

TEMA 16. ESTADOS UNIDOS: EL TIEMPO DE LA POLARIZACIÓN

El asesinato de Kennedy en Noviembre de 1963, conmocionó a Estados Unidos y al mundo.

Las previsiones constitucionales, se cumplieron sin problemas.

Johnson, se había arrepentido de haber aceptado la vicepresidencia, pero cumplió perfectamente con su deber, demostrando una habilidad y una percepción política excepcionales.

LYNDON B. JOHNSON Y EL LIBERALISMO NORTEAMERICANO

Johnson fue un demócrata en relación estrecha con Roosevelt. Fue líder demócrata del Senado. No fue buen orador, pero era capaz de manejar a las personas. Dió la mejor prueba de su manejo del Legislativo, al asegurar que podía convertir los proyectos de Kennedy en Leyes. Consiguió llevar a cabo medidas de reforma con las que el propio Kennedy, había fracasado ante el Congreso.

Tuvo siempre un sincero deseo de reforma social, y una enorme capacidad de trabajo.

Hubo un gran crecimiento económico en el periodo 1964 - 1966, y Johnson consiguió que ese crecimiento fuera en beneficio de todos.

Durante su presidencia, la minoría negra pasó del 54 al 60% de la renta de los blancos, y el número de familias en el umbral de la pobreza disminuyó en casi un 50%.

El nuevo presidente empezó a desarrollar su tarea reformista pronto y con decisión.

La Ley de derechos civiles, pretendía la desaparición de la discriminación racial, pero fue también el comienzo para la desaparición de las diferencias de género.

Con este impulso inicial, resultaba ya muy probable la victoria electoral en las elecciones de 1964.

El candidato republicano, Goldwater, era un reaccionario dispuesto a oponerse a la ley sobre los derechos civiles, y durante la campaña cometió todos los errores posibles, como declarar que el niño no tenía derecho a la educación o que le parecía muy bien lanzar bombas atómicas en Vietnam.

Johnson, eligió como compañero de candidatura a Humphrey, prestigioso por su reformismo social. Con estas premisas, la victoria demócrata fue abrumadora.

El clima hacia las reformas, era patente en el Legislativo y también en el Judicial.

Presidido por Warren, creó una conciencia de derechos que faltaban en los norteamericanos.

Los principales avances se refirieron a la minoría negra. En seis Estados se pasó a incrementar el número de electores de color, por medio de la Ley sobre los derechos del voto.

En 1968, en la Convención demócrata de Mississippi, el Estado más segregacionista, había ya negros, y a mediados de los sesenta, en las elecciones al Congreso en Estados del Sur, empezaron a ganar negros.

En educación se triplicó el gasto federal.

Más importante fue la introducción de un programa de salud pública.

Aún así en el comienzo de los años ochenta, el 15% de los ancianos norteamericanos carecían de seguro médico.

Se produjo otro cambio en las leyes de inmigración.

Todas estas acciones no deben hacer olvidar que Johnson fue un presidente respetado pero no amado.

Sus relaciones con los medios de comunicación fueron siempre malas, a diferencia de su predecesor Kennedy.

Johnson tuvo una marcada tendencia al optimismo exagerado. Muchas de las reformas parecían insuficientes a quienes deberían estar muy satisfechos porque eran los destinatarios de ellas.

Al mismo tiempo, hubo un inesperado y súbito crecimiento de los republicanos en el sur, que se convirtió en republicano, y dió la sensación de poder alterar el balance político del país. A mediados de 1965 empezaron a surgir problemas:

Disturbios en Los Ángeles

Fuerte grado de polarización que se produjo con la guerra de Vietnam

...

Johnson, en cuanto a Vietnam, como nuevo presidente, podía haber roto con los compromisos de su predecesor, pero su política fue idéntica, con la visión de que las cesiones ante el adversario serían suicidas. Pero muchos norteamericanos llegaron a pensar que la guerra en Vietnam era la “guerra de Johnson”, un conflicto lejano, provocado y mantenido por la insensatez de un político megalómano.

No era en absoluto entusiasta de la contención en Vietnam.

Por otro lado, ni buscó nuevos conflictos, ni los rehuyó.

A la tenacidad de los norvietnamitas, respondió con una escalada intervensionista, que tuvo escaso resultado bélico, pero acabó por deteriorar su imagen.

En un primer momento, a lo largo de 1964 y 1965 resistió la presión, en un momento en que incluso los sindicatos estaban dispuestos a apoyar la intervención en Vietnam. Johnson acabó encerrado en un callejón sin salida.

Tanto los bombardeos, como el incremento de tropas norteamericanas, no sirvieron en Vietnam del Norte, mas que para acrecentar y reforzar la decisión de combatir.

Kennedy había iniciado su presidencia con 685 norteamericanos en Vietnam. Johnson elevó la cifra a un millón. Pero no sirvió de nada.

Johnson, ni siquiera consideraba necesaria la guerra. Su fe en los medios técnicos parecía eximirle de hacerlo. Ball, uno de los opositores iniciales a la escalada en Vietnam, acabó asegurando que enviar más tropas allí era como someter a un tratamiento de bomba de cobalto a un enfermo de cáncer terminal. Aunque las tropas lucharon bien, los soldados siempre fueron extraños, luchando en una tierra desconocida por una causa que no comprendían.

Es probable que ante la opinión pública, lo decisivo no fuera el temor de perder la vida, sino la absoluta incomprensión de la guerra y la aparente imposibilidad de ganarla.

De este modo se deterioró brutalmente la imagen de Johnson.

El momento decisivo fue la ofensiva del Tet en 1968, derrota militar para el Vietcong, pero gran victoria de cara a la opinión norteamericana. La protesta en contra de la guerra quedó estrechamente vinculada a las demandas en el interior.

Otros presidentes muy criticados - incluso Nixon - consiguieron rehabilitar su imagen, mientras que ese no fue el caso de Johnson.

La intervención en Santo Domingo, fue muy criticada por ser una respuesta desproporcionada a un peligro comunista en realidad inexistente.

Johnson dió orden de detener cualquier atentado contra Castro.

Respecto a Vietnam, ya nada quedaba de la solidaridad internacional. No sólo De Gaulle, sino también los británicos se mantuvieron muy alejados de las políticas norteamericanas.

LA POLARIZACION DE LA SOCIEDAD NORTEAMERICANA

Lo decisivo de la segunda mitad de los sesenta, fue lo sucedido en la sociedad norteamericana.

Vietnam proporcionaba una adicción sin proporcionar solución ni siquiera a medio plazo.

El desempleo descendió en 1969. En realidad Vietnam se convirtió en el catalizador de una situación que tenía un trasfondo social y cultural.

El número de norteamericanos entre 18 y 24 años, había crecido en un 50% como consecuencia de “baby boom”.

El 44% de los jóvenes acudía a la Universidad, pero allí eran tratados como menores de edad.

Se percibía una creciente distancia generacional.

El empleo de procedimientos que se situaban más allá de la protesta pacífica apareció al menos como una posibilidad. Los SDS (Students for a Democratic Society) triplicaron sus afiliados en 1966, y los nuevos jóvenes activistas no temían a los comunistas. Criticaron la política de Vietnam. Los jóvenes lo hicieron por la inmoralidad de la causa o por las armas empleadas.

Se hizo creciente la tendencia entre los protestatarios a sumarse a grupos de defensa de sus propios derechos. Gran parte de la llamada “revolución de los derechos” se había producido por causa de la acción de los tribunales.

En 1963 apareció el libro “La mística femenina”, biblia del feminismo. Esta reivindicación logró un éxito fulgurante.

En 1966 nació “National Organization od Women” (NOW, pero también ahora) que defendió los derechos de la mujer. El feminismo fue una de las herencias más relevantes e irreversibles de todas.

La protesta violenta pareció conseguir un éxito súbito y espectacular entre la minoría negra.

Las escenas de un tumulto inicial, proyectadas por la televisión, parece que provocaron la intervención de los que las veían.

El “black power” pareció justificar la actuación mediante la violencia. En 1967 nacieron los “panteras negras”. 19 de sus miembros fueron abatidos por la policía.

El reto al orden establecido estuvo provocado también por la aparición de comportamiento asocial. La tasa de homicidios se dobló entre 1963 y 1970.

En vez del escape individual del alcohol, de la generación anterior, los jóvenes se dedicaron al colectivo de la marihuana.

Súbita reaparición de nacimientos ilegítimos.

La década de los sesenta acabó favoreciendo a la derecha. El crecimiento del conservadurismo se produjo en el terreno intelectual.

En 1964 sólo un 34% de los blancos pensaba que los negros estaban pidiendo demasiado y demasiado aprisa. Dos años después eran ya el 85%.

Pero el máximo de polarización en la sociedad norteamericana se produjo en 1968. Cada mes vió acontecimientos que resultaban por completo imprevisibles. Uno de ellos fue la ofensiva del Tet en Vietnam.

La televisión ponía de manifiesto la brutalidad y la identificación de Estados Unidos, con causas que nada tenían de democráticas.

La muerte de Martín Luther King en atentado, en Abril de ese año, supuso el final de un liderazgo claro y pacífico de la minoría negra. Como consecuencia se produjo un violento estallido en todo el territorio de los Estados Unidos.

Por otra parte King se había convertido en un crítico de la presencia norteamericana en Vietnam.

La protesta negra, dejó de estar centrada en el sur y en los derechos civiles. En octubre de 1968 la protagonizaron los atletas negros en las olimpiadas.

Johnson, obsesionado por la protesta en su contra, hizo que unos 7.000 norteamericanos fuesen investigados por la CIA. Pero lo que le indujo a no participar en la carrera electoral de 1968 fue la conciencia clara de que estaba en evidente peligro la unidad del pueblo norteamericano.

Mientras tanto, las Primarias, habían testimoniado la grave situación dentro del Partido Demócrata. La discrepancia llevó a la candidatura del senador Eugene Mac Carthy, intelectual enigmático y arrogante. Su profetismo moral, le hizo rozar la victoria contra el propio Johnson en algunas de las Primaria iniciales.

Robert Kennedy era el único capaz de unir al Partido Demócrata. Hablaba de la necesidad de una “revolución en libertad”, de que el peligro comunista nacía de personajes como Batista y no como Castro, y se había convertido en un defensor de los chicanos. Pero en Junio, fue asesinado.

La convención de los Demócratas en Agosto fue un desastre. Acudieron toda clase de elementos contraculturales, produciendo graves incidentes.

Finalmente los candidatos fueron Wallace, Nixon y Humphrey. La campaña fue la primera con alta tecnología televisiva.

Aunque por pocos votos, los ciudadanos eligieron contra los Demócratas al Republicano Richard Nixon.

LA PRESIDENCIA DE RICHARD NIXON

En 1968 Nixon era un “superviviente”. Si triunfó fue porque dijo hablar por la gran mayoría de los norteamericanos que deseaban ley y orden. Pero tras cinco años y medio de presidencia, la abandonó de modo ignominioso.

Nixon, de procedencia humilde, candidato a la vicepresidencia a los 39 años. Fue blanco de tempranas críticas por utilizar procedimientos de financiación política poco justificados.

Eisenhower le utilizó pero no apreció sus puntos de vista ni su personalidad.

Era incapaz de verdaderas amistades, duro no sólo en su carrera política sino en su forma de enfocar la vida, capaz de mentir y de utilizar a las personas, obsesionado por el poder, reunía todos los defectos.

Pero también virtudes. Tuvo una determinación de hierro, memoria, voluntad de aprendizaje, y enorme capacidad de trabajo.

Se sentía “físicamente” enfermo ante extremistas como Goldwater. Apoyó las leyes de derechos civiles, y tuvo entre sus colaboradores a demócratas reformistas en lo social.

Flexibilidad en el terreno económico.

Si pudo adoptar estas actitudes, fue por tener a su lado a Agnew.

Desde muy pronto utilizó la CIA y el FBI contra sus adversarios.

Entre sus colaboradores es preciso hacer mención de Henry Kissinger. Dotado de prestigio intelectual y de capacidad para las relaciones públicas, Kissinger tuvo también arrogancia hasta la megalomanía. Su punto de vista fue siempre el de un realista en materia de relaciones internacionales.

Muy buen negociador, alcanzó a lo largo de su carrera grandes éxitos diplomáticos.

Kissinger pensaba que existía un exceso de moralismo en la política norteamericana. Eso le hizo aceptar e incluso multiplicar las operaciones encubiertas y los procedimientos tortuosos.

De estos dos personajes, el decisivo fue Nixon. A él cabe atribuir la política exterior norteamericana del momento, es decir, la apertura a Asia y en concreto a China.

Nixon y Kissinger, supieron adaptar la política a un panorama nuevo que era el de la paridad en potencia nuclear, y la consiguiente necesidad de contactos muy estrechos. De ahí la voluntad de contrapesar a la URSS con China y el deseo de poner en estrecha relación todos los escenarios mundiales.

Pero el realismo de estos personajes incluyó también los bombardeos de Camboya, en manifiesta violación no sólo del derecho internacional, sino de las propias normas constitucionales norteamericanas, y la prolongación de los de Vietnam, en la confianza de que tanto la URSS como China no provocarían por ello una guerra mundial. Uno de cada tres muertos norteamericanos de esta guerra, se produjo durante la presidencia Nixon.

Si los acuerdos de limitación de armamentos a los que se llegó con los soviéticos fueron positivos, la diplomacia de Nixon y Kissinger se caracterizó por una carencia de resultados efectivos.

La presidencia de Nixon coincidió con la última fase de polarización social y política norteamericana.

A mediados de los setenta, algunos de los objetivos de la revolución de los derechos civiles parecían ya alcanzados.

Al mismo tiempo, la Administración Nixon se caracterizó por una utilización de procedimientos tortuosos e ilegales contra sus adversarios políticos.

La mentalidad seguía cambiando: en 1969 todavía el 74% de las mujeres estaba en contra del sexo prematrimonial. Tres años después, sólo el 53%.

En Junio de 1969 los homosexuales del Greenwich Village neoyorquino protestaron por el maltrato policial. En 1974 la Asociación Americana de Psiquiatría, hizo desaparecer la homosexualidad del catálogo de enfermedades.

En 1973 el Tribunal Supremo reconoció el derecho al aborto.

Surgió la mentalidad ecologista.

En 1970 aparecieron los primeros ensayos que señalaban un límite al crecimiento económico mundial.

A la altura de 1972 Nixon no tenía, ni mucho menos, garantizada su reelección, pero venció arrolladoramente. El nuevo mandato de Nixon se inició con los mejores auspicios.

Pero en el momento en que Estados Unidos estaba retirando sus tropas de Vietnam, Watergate empezó a poner fin a la Administración Nixon.

Watergate, fue “un allanamiento de morada de tercera clase” que, de entrada, demostraba la estupidez de quien lo propuso. Pero desafortunadamente Watergate surgió en un momento electoral, lo que hizo que Nixon ordenara encubrirlo.

Pero la verdadera cuestión estuvo en si Nixon tomó medidas legales o ilegales para evitar que las culpas recayeran sobre él.

Nixon se sintió más aislado. Agnew acusado de corrupción como consecuencia de su anterior actuación como Gobernador, tuvo que dimitir.

La Casa Blanca se resistió a entregar las cintas de las grabaciones de Watergate, y acabó haciéndolo.

Este acontecimiento tuvo lugar en el preciso momento en que Kissinger, ya convertido en rival de Nixon, recibía el premio Nobel de la Paz, por el papel jugado en la negociación con los norvietnamitas, cuando no había hecho sino aplicar la política de Nixon.

Sobre éste y su Administración recayeron numerosas acusaciones. Las grabaciones entre los colaboradores sirvieron para descubrir numerosas conjuras en su entorno.

El presidente trató Watergate como “política pura y simple”, es decir: ni siquiera se planteó la moralidad de lo que habían hecho sus colaboradores.

En una docena de ocasiones se utilizó dinero de procedencia tortuosa para cubrir las responsabilidades.

La Administración Nixon demostró ser la menos decente y respetuosa con el espíritu de la ley en toda la Historia de Estados Unidos del siglo XX.

El lado positivo de Watergate consistió en que supuso una elevación de la exigencia moral en la vida pública.

La prensa desempeñó en todo ello un papel de primera importancia.

Nixon finalmente, dimitió en agosto de 1974.

En realidad el asunto Watergate resultó más importante en la Historia de Estados Unidos que el propio Nixon.

El Legislativo, tomó algunas disposiciones para transformar el sistema político:

Ley de poderes de Guerra

Ley sobre financiación de campañas electorales

Ley sobre la libertad de información.

Pero sobre todo, se elevaron los niveles de exigencia al respeto a la verdad.

Nixon, cinco años después, comenzó a publicar libros sobre la política exterior norteamericana. Desde entonces, en una medida u otra, ha sido consultado por todos los presidentes norteamericanos.

En 1974, cuando Nixon abandonó la presidencia, la situación resultaba crítica. No se habían percibido aún los efectos beneficiosos de Watergate y a su estela, se debe sumar la elevación producida por la crisis del petróleo.

En 1975 se produjeron simultáneamente un descenso del PIB y un crecimiento del desempleo.

Durante los años siguientes la economía presentó el fenómeno conocido como “stagflation” es decir; la coincidencia en desempleo e inflación en valores de dos cifras, hecho inédito tan nuevo como depresivo.

TEMA 17. LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA

FRANCIA LA V REPÚBLICA: DE DE GAULLE A POMPIDOU

La definición final de la V República, tuvo lugar una vez concluída la guerra de Argelia. De Gaulle emprendió, además, una redefinición del régimen. Propuso la elección directa del Presidente.

Característica de la V República, fue que el presidente tenía un “dominio reservado”, mientras que el primer ministro era sólo la persona encargada de llevar a la práctica las políticas marcadas por el presidente.

La oposición quedó impotente.

El socialismo sufrió una crisis.

La derecha no gaullista, prácticamente desapareció.

Sólo con el tiempo, hubo intentos de construir una izquierda no comunista.

Mientras tanto, tenía lugar la Edad de Oro del crecimiento en Francia, pero en realidad ese fue el resultado de lo sucedido en la etapa anterior.

En el periodo 1959-1970 Francia creció por encima de Alemania, aunque muy lejos de Japón.

Por entonces Francia era el cuarto exportador del mundo.

El conjunto de la sociedad experimentó un cambio. Los diferentes factores que se daban, dieron lugar a la aparición de una sociedad de consumo.

Los sindicatos se transformaron.

Los salarios crecieron un 50% en moneda constante, durante la República gaullista, de modo que a finales de los años sesenta, un 15% de los franceses poseía una segunda residencia.

Simultáneamente, la política exterior proporcionó un nuevo puesto a Francia en el conjunto de las naciones.

Lo más peculiar de esta política, fue que Francia no aceptó una OTAN bajo hegemonía norteamericana. Los Estados Unidos le habían denegado a De Gaulle la ayuda para el desarrollo de su programa nuclear. En consecuencia, De Gaulle, se negó a aceptar la suspensión de las pruebas nucleares en la atmósfera, en lo que coincidió con China, y finalmente abandonó la OTAN desde el punto de vista militar, pero apoyó a Estados Unidos cuando se produjo la instalación de los misiles en Cuba por los soviéticos.

La política gaullista significó la constitución de una fuerza nuclear y una determinada actitud ante Europa. La crisis de Suez, aceleró la producción del arma. En 1960 se hizo explosionar la primera bomba atómica francesa. En 1967 navegó su primer submarino nuclear, pero el número de soldados disminuyó.

Sobre Europa, característica la negativa a la entrada británica, pero sin embargo, finalmente aceptó la concepción predominante. Su amistad con Adenauer, originó el eje París-Bonn.

Intentó establecer una línea directa con Moscú, y en 1964 reconoció a la China comunista.

Por otro lado acabó aceptando los principios de la autodeterminación y de la descolonización.

Con las colonias, De Gaulle fue un fracasado en lo esencial, pero una persona que dejó tras sí una importantísima herencia, que consiguió que una potencia media desempeñase un papel de superpotencia. Aún así su imagen se deterioró con el paso del tiempo.

En las elecciones legislativas de Marzo de 1967, los gaullistas todavía conservaron la mayoría.

La crisis de 1968, resultó una sorpresa. Entre los estudiantes universitarios se intercalaron grupúsculos izquierdistas. Las huelgas, nacidas en la base de forma espontánea, propagadas por contagio, paralizaron el país, sin señalar una senda concreta.

De Gaulle presentó la alternativa de “o reforma o desbarajuste”. El 30 de Mayo de 1968, una manifestación cuidadosamente preparada, le dió una victoria también en lo psicológico, pero nada más triunfar, sustituyó al primer ministro.

En el referéndum de 1969, consultando sobre la reforma del Senado, De Gaulle, fue derrotado, y entonces dimitió.

La sucesión del general, constituyó una prueba para el régimen. La derecha supo unirse en torno a un Pompidou que hizo de la apertura su programa.

Georges Pompidou, discreto, disponible y a menudo más prudente y reflexivo que De Gaulle, se caracterizó por la preocupación por la economía.

Pompidou eligió como primer ministro a Chaban Delmas cuyo programa fue definido como una propuesta de “nueva sociedad”.

Combinadas las políticas del presidente y del primer ministro, supusieron una mejora de las relaciones con el Parlamento, pero no hubo un cambio importante.

Pompidou fue el principal responsable de las políticas económica y exterior, y levantó la barrera a la presencia de Gran Bretaña en Europa.

Hasta 1971 la política de Delmas y Pompidou obtuvo positivos resultados, pero el Gobierno se vió favorecido, principalmente, por la práctica ausencia de una oposición. Hasta 1971 no surgió la figura de Mitterrand, nuevo líder socialista, que ya desde Junio de 1972 tuvo un programa conjunto de izquierda, aunque en las legislativas de 1973, la izquierda presentó un programa poco concreto.

La presidencia de Pompidou, debe considerarse como una herencia de su etapa como primer ministro. Consiguió hacer perdurar las instituciones, y mantener la política exterior.

Los revolucionarios del 68, prevenían contra el peligro de enamorarse de la tasa de crecimiento, pero en la etapa 1968-1973 Francia fue capaz de doblar sus exportaciones, aumentó su producción, consiguió el crecimiento industrial más alto del mundo e hizo avanzar fuertemente su nivel de vida, y el factor principal que mantuvo el crecimiento, fue la apertura hacia el exterior.

En los años de Pompidou, la población urbana creció, e igualmente la sociedad del bienestar.

En 1974 ya el 80% de los hogares disponía de televisor. En 1973 dos tercios de los franceses se iba de vacaciones. Cambiaban también las pautas culturales: Ahora lo que predominaba era la ausencia de identificación partidista.

En otro orden de cosas en 1970 aparecieron las primeras “sex shops”

La política cultural francesa, tuvo una gran trascendencia en todo el mundo.

GRAN BRETAÑA: EL GOBIERNO LABORISTA Y EL PARÉNTESIS CONSERVADOR

El año 1964 supuso un corte con la desaparición del largo gobierno de los conservadores.

Harold Wilson, había emergido como figura de la izquierda del laborismo, con brillante pasado universitario, energía y eficiencia.

Con el paso del tiempo dió la sensación de ser demasiado oportunista y calculador.

Su gabinete estuvo caracterizado por el contrapeso entre las distintas tendencias del laborismo.

Lo fundamental fue el modo de encararse con los problemas económicos. El Gobierno se negó a devaluar la moneda y dió preferencia a medidas sociales como el incremento de las pensiones, y grandes bajadas en los presupuestos de Defensa.

La nueva etapa, pronto se encontró con dificultades. En política exterior la izquierda del laborismo se opuso a la guerra de Vietnam, y surgieron problemas en las relaciones con los Estados Unidos.

El problema más grave fue el de Rodesia.

Otro problema general era el exceso de compromisos exteriores que mantenía Gran Bretaña.

La grandes dificultades surgieron de la evolución económica, pues finalmente, Wilson en 1967 tuvo que recurrir a una devaluación de la libra de más de un 14% que llegó, además, demasiado tarde. Esas dificultades se trufaron con conflictos con los sindicatos. La conflictividad laboral en Gran Bretaña sólo era superada por la de Italia. El intento de congelar los sueldos para contener la inflación fracasó.

Con los sindicatos se llegó a una fórmula de acuerdo, que resultó ficticia porque suponía una posible intervención de la dirección de los sindicatos contra las huelgas no oficiales.

En otros aspectos, la gestión de Wilson fue más positiva. Fomentó la intervención estatal en algunos sectores económicos clave.

La reforma en la cámara de los Lores, fue detenida por la acción coincidente desde la derecha y desde la izquierda.

Pero la mayor innovación fue la producida en el campo cultural y moral:

Cambio de la mayoría de edad a los 18 años

Nuevas leyes sobre el aborto, el divorcio y la homosexualidad

Abolición de la pena de muerte

Modificaciones en el servicio militar.

Respecto a la integración en la Comunidad Económica Europea, Wilson pensó inicialmente en una mera asociación, pero luego se decidió por la pertenencia plena.

La insatisfacción del electorado con su gobierno, fue pronto muy grande, pero cambios políticos más espectaculares aparecieron por el surgimiento de los nacionalismos, que pedían mucho más de lo que era posible alcanzar.

La británica era una sociedad estancada en una falsa sensación de optimismo, nacida de olvidar a sus competidores. Lejos de enfrentarse a los problemas reales, Wilson se limitaba a culpar a “los financieros del continente”.

La sustitución del líder conservador por Heath, supuso un cambio importante en la dirección de ese partido, y una oposición más firme desde el punto de vista político a Wilson.

El programa conservador, se centró en las relaciones industriales, la disminución de los impuestos y el europeísmo. Con él los conservadores vencieron a Wilson.

Heath, hijo de un carpintero, fue populista, y tuvo una preparación profunda y consistente. Navegante a vela y director de orquesta - buen director por cierto- parecía un hombre del Renacimiento, pero en el poder pronto resultó muy insatisfactorio.

Los conservadores habían prometido el desmantelamiento de la política de intervensionismo, pero acabaron por mantenerla.

El aspecto decisivo se refiere a su confrontación con los sindicatos. Hacer huelga podía llegar a ser delito. La confrontación supuso que el número de conflictos se cuadruplicase en el primer trimestre de 1971.

En política exterior, la principal cuestión fue la pertenencia al Mercado Común, que finalmente se aprobó.

Pero en cambio el problema del Ulster adquirió la suficiente gravedad como para dominar la política británica. En Irlanda del Norte, existía un Parlamento, con considerable autonomía, pero la existencia de una policía protestante, provocó incidentes y en Agosto de 1969 fue necesario desplazar unidades militares de interposición entre protestantes y católicos.

Para combatir el terrorismo llegaron a introducir la fórmula de internamiento sin juicio, y procedimientos inaceptables.

Al final de 1973 la factura del petróleo se había cuadruplicado. En el caso de Gran Bretaña la cuestión se trasladó a la minería, que originó una dura protesta de los mineros contra el cierre de los pozos.

Llegó a haber una reducción del abastecimiento de electricidad a las empresas.

Las nuevas elecciones de 1974 dieron de nuevo la victoria a Wilson y los laboristas.

Heath pudiera haber sido un gran primer ministro, dada su preparación, diez años antes, o quizá diez después de la época en que le tocó vivir.

ALEMANIA DE ERHARD A BRANDT: LA OSTPOLITIK

En el momento de la dimisión de Adenauer, se acusaba al canciller de haber restaurado el capitalismo, pero había conseguido un sistema democrático estable, y un gran impulso restaurador de la economía y la recuperación de Alemania.

Su sucesor, Erhard, político cosmopolita, que siempre buscaba una solución de consenso, con prestigio en el terreno económico.

El punto de partida respecto a Adenauer fue la apertura hacia el Este. Schröder a su lado como ministro de exteriores era la segunda persona de la nueva CDU.

Por su parte Egon Bahr defendió el comercio con la otra Alemania.

Otra importante cuestión fue la apertura de relaciones con Israel.

Alemania experimentó pronto el malestar estudiantil. En 1961, la construcción del Muro, tuvo un resultado paradójico en la Universidad de Berlín. En vez de rechazar el marxismo, se comenzó a interesar por él.

Pero en la cultura, el malestar precedió al estudiantil.

La sociedad de consumo estaba perfectamente implantada, y era en gran medida, obra del canciller. Su atlantismo, le hacía oponerse al pacto con Francia.

Pero Erhard, aparte de sus éxitos económicos supuso un cambio de estilo de Gobierno, mucho menos autocrático que el de Adenauer.

La política interna se centró sobre la reforma electoral.

Se gobernó con Strauss y con Schiller, y el crecimiento anual se situó en 1968 - 1969 entre el 7 y el 8%, la inflación había disminuido y Alemania albergaba más de dos millones de trabajadores extranjeros.

Otra cuestión importante fue la de la reforma de las Universidades. Los estudiantes radicales, pretendían llevar a cabo una oposición extraparlamentaria que definían como de democracia directa, en realidad anarquista. Una estudiante llegó a abofetear al canciller, y recibió flores por ello.

Los nuevos ideólogos proclamaron frente a una sociedad del placer y de consumo una sociedad de realización. Una parte de los estudiantes se encaminó hacia la acción violenta. Baader, Ensslin y Meinhof, los líderes del terrorismo, procedían del mundo universitario. En prisión los tres optaron por suicidarse.

En las elecciones de 1969 Brandt dió lugar a la alternancia. En el gobierno de Berlín había llevado una gestión financiera poco responsable, y además se sentía demasiado atraído por los jóvenes radicales de su partido. Pero la llegada la poder significaba un cambio con respecto al pasado.

Su política respecto al Este fue realista, y facilitó una penetración económica de la Alemania Occidental, que contribuyó poderosamente a la caída posterior del Muro, pero sólo pudo realizarse con la vista en el largo plazo, y a base de cesiones, por lo que se llegó a decir que el SPD, había concedido a la Alemania Oriental, demasiado y demasiado rápido.

Finalmente el Tratado de Moscú y el Tratado de Varsovia fueron ratificados en Mayo de 1972, y el Tratado entre las dos Alemanias en Diciembre de 1972.

La apertura hacia la inmigración, supuso que el número de extranjeros residentes en Alemania Federal alcanzase el 8% de la población, pero eso tuvo consecuencias excelentes para la demografía de Alemania, su economía, y la de los países exportadores de mano de obra.

Otro problema fue el de la seguridad interior frente al terrorismo.

En cuanto a la política económica, las reformas sociales dejaron a Alemania mal protegida respecto a la futura y próxima crisis del petróleo.

En la elección de 1972, Brandt había obtenido un gran éxito personal, pero en el congreso de su partido se produjo la pérdida del poder. En él se aprobó un plan a largo plazo que supondría la socialización de todas las empresas. Brandt se opuso a esa tendencia radical, pero a finales de 1973 parecía la imagen de la debilidad, mientras su oponente del PSD, Schmidt era la estrella ascendente. Acabó por producirse la dimisión de Brandt.

ITALIA: LOS AÑOS DEL CENTRO-SINISTRA

A mediados de los años cincuenta el sistema político italiano, se podía considerar perfilado. El peso específico del PCI, marcó el sistema político italiano. Siguió pretendiendo hasta los años setenta una voluntad de “hegemonía” de acuerdo a las tesis de Gramsci. Pero éste era sólo el primero de los rasgos de la política italiana. Más importante fue que las características del segundo partido del país, suponían una real imposibilidad de alternancia, lo que hacía que siempre la política italiana tuviera como eje a la Democracia Cristiana, pero las posibilidades de maniobra eran reducidas porque resultaba también inviable una modificación de la Constitución.

Esta explicación resulta precisa para entender el “centro-sinistra”, desde los años finales de la década de los cincuenta a los finales de los setenta.

En el caso de la Democracia Cristiana, las dificultades provinieron fundamentalmente de los medios clericales relacionados con el Vaticano. Por eso, ha de ponerse en relación con Juan XXIII, que había expresado sus buenos deseos respecto al congreso celebrado en Venecia por los socialistas.

Amintore Fanfani, presidió tres Gobiernos, entre 1958 y 1962. Fanfani había sido el propugnador de la fórmula del acercamiento a la izquierda, y acabó siendo desplazado por Aldo Moro. Importa recalcar que en la DC se impuso el centro-sinistra, pero la izquierda del centro-sinistra ya había demostrado que en no pocas materias (escuela, divorcio, organización regional,...) tenía diferencias importantes con el centro de la Democracia Cristiana.

El carácter novedoso de la nueva fórmula política, quedó muy pronto cuestionado, pues los factores contradictorios eran muchos. El resultado fue la práctica del “no gobierno”: apenas hubo iniciativas parlamentarias.

Resulta de interés hacer mención del papel desempeñado en la Italia de la época por el PCI. La coalición del “centro-sinistra” lo aislaba, pero también lo legitimaba como receptor de los deseos del cambio.

Por otro lado, después de la muerte de Togliatti en 1964, no dejó de ofrecerse como posible elemento aglutinador de una mayoría alternativa, aprovechando cualquier ocasión para distanciarse de Moscú. Esa política le resultó provechosa.

La llamada “revolución del 68” tuvo en Italia una particular significación. La protesta estudiantil fue muy temprana, pues se produjo ya en 1967 aunque tuviera los mismos orígenes que en otros países (Universidades incapaces para la cantidad de alumnos que accedían a ellas), muy pronto hubo derivaciones de la protesta en el mundo laboral, y de su presión sobre el empresariado y el mundo político. Aparición del terrorismo. Formación de las “Brigadas Rojas” en 1970.

Los años más inestables fueron los transcurridos entre 1968 y 1972; luego, tras el impacto de la crisis económica de 1973, hubo un nuevo recrudecimiento de la actividad terrorista.

El sistema político, experimentó a partir de entonces un giro hacia la derecha. Las figuras más importantes eran ya Rumor, Colombo y Andreotti, bajo el cual se produjo un retorno a la fórmula de los cuatro partidos de la época De Gaspieri.

El espectáculo del golpe de Estado en Chile, tuvo como consecuencia la enunciación, por Enrico Berlinguer, de la tesis del “compromiso histórico”. Dirigida principalmente a la Democracia Cristiana, por la cual era necesario obtener apoyos más amplios que los de los partidos de izquierda, para provocar un cambio sustancial en la política italiana: Un cambio de Gobierno duraba una media de dos meses, y la única impresión de cambio parecía proceder de los comunistas.

Sin embargo, la máxima aproximación al poder del PCI se produjo bajo los gobiernos de Andreotti. En ellos, ni estuvieron en el poder ni tampoco en la oposición. Para hacer posible esta fórmula, se recurrió a las sutilezas de la política italiana: el Gobierno se apoyaba en la “no desconfianza” de la mayoría de las fuerzas políticas, que se abstenían.

Empezaron a surgir escándalos políticos, relativos a la financiación de los partidos.

Pero fue un factor inesperado el que produjo el brusco cambio. En la primavera de 1978 fue secuestrado por las “Brigadas Rojas”, Aldo Moro durante casi dos meses, hasta acabar apareciendo asesinado en un callejón de Roma.

El PCI se había convertido en el principal guardián de la estabilidad. Los resultados de las elecciones inmediatamente posteriores al asesinato de Aldo Moro, evidenciaron una importante disminución del voto comunista, mientras que el socialista crecía.

La elección de Sandro Pertini, como presidente de la República, contribuyó a dar la impresión de que el Partido Socialista, podía convertirse en una alternativa.

Aparte de la nacionalización de la industria eléctrica, y unos intentos, -muy pronto olvidados- de planificación, no se produjo un cambio sustancial en la política económica durante la “centro-sinistra”, aunque el crecimiento, sin embargo, prosiguió

Resulta significativo que, gracias a la emigración del medio rural, desapareciese el problema agrario.

La crisis de la energía fue particularmente grave, con una inflación de dos cifras y detención del crecimiento económico, con devaluación de 1/5 de la lira en 1976.

El déficit público era muy superior al de países del entorno, mientras los salarios crecían por encima de lo que lo hacía la productividad.

Por otro lado subsistían las diferencias entre el Norte y el Sur

La aprobación del Estatuto de los Trabajadores, el divorcio, la objeción de conciencia, el voto a los 18 años y el aborto constituyen un testimonio de revolución cultural, con el creciente papel de la mujer y la reducción de la familia media a tres personas.

TEMA 18. EL SISTEMA SOVIÉTICO: ESTANCAMIENTO Y EXPANSIÓN EXTERIOR

La etapa Kruschev, se caracterizó por una inquieta apariencia de renovación. En la etapa posterior se produjo la consolidación de un régimen gerontocrático.

La evolución de la Europa del Este, es explicable por la fuerza de las armas soviéticas.

LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA SOVIÉTICO

Leónidas Breznev, fue una “personalidad impersonal”

La URSS, durante su mandato parecía haber alcanzado una estabilidad que la alejaba a la vez de las purgas estalinistas y de la actividad populista y efervescente de Kruschev. La designaron con el término “socialismo maduro”.

Breznev fue un hombre de suave apariencia, poco decidido, y cuyo acto más heroico fue tomar parte en la defenestración de Kruschev.

Frente a la desestalinización, fue siempre partidario de publicar artículos de alabanza a Stalin.

Hombre con mentalidad de funcionario convencional, pero sus papeles fueron siempre precisos y concretos, caracterizado por la capacidad de trabajo, la constancia y la ausencia de cosas extraordinarias en su vida.

Las personas que tuvieron un papel más importante en su entorno, como Kosyguin, Podgorny y Suslov, prosperaron en la época de las grandes purgas estalinistas. Breznev lo hizo al amparo de Kruschev.

Durante la segunda guerra mundial, Breznev fue comisario político y coronel.

En 1950 se convirtió en primer secretario del PC en Moldavia.

En 1952, nombrado miembro suplente del Presidium del Comité Central. Kruschev le rescató para uno de sus grandes proyectos, la colonización de las “tierras vírgenes” a partir de 1954, que fue un pronto fracaso.

El nuevo estilo de Gobierno, habría de basarse en el “análisis crítico”, la “objetividad”, los “métodos racionales”, las decisiones “no improvisadas” y la “dirección colectiva”, que se concretó en el hecho de que una persona no pudiese acumular el cargo de Secretario General del PCUS y Primer Ministro.

La sucesión de Kruschev fue posible sin que fuera acompañada de su extinción física. Él mismo había establecido que no sería eliminado el adversario.

Breznev supuso el paso de la dictadura individual a la colectiva. A la “nomenklatura” se le aseguró no sólo la vida, sino la conservación del puesto y el avance en su carrera. No hubo bajo su mandato ni purgas ni denuncias.

Su tendencia natural fue presentar como ideales supremos la estabilidad y la paz.

El secretario de Breznev fue Chernenko, destinado luego a dirigir el sistema soviético.

Pero pese a los principios declarados, Breznev asumió los altos cargos de la jerarquía política soviética, incluyendo los de carácter militar.

El aspecto más peculiar fue la referencia a sus capacidades militares e intelectuales. La Historia de la evolución de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, podría haberse escrito sin diferencia alguna si no hubiera existido Breznev, pero recibió más condecoraciones que el mariscal Zhukov, e incluso en 1979 recibió el Premio Lenin, por el supuesto valor literario de sus memorias.

El mandato de Breznev, parece haber estado caracterizado por una ausencia real de conflictividad interna.

Se dio una influencia creciente de la KGB y del Ejército

En el último Congreso que Breznev presidió, no se dió acceso a la prensa extranjera, porque sus fuerzas físicas, no estaban como para poder pronunciar el discurso.

El régimen, otrora revolucionario, se había convertido en una burocracia gerontocrática.

Durante la etapa de Breznev se produjo una nueva Constitución en 1977, que permitía someter a unas ciertas reglas las relaciones entre el ciudadano y el poder. Pero esto no quiere decir la implantación de un auténtico Estado de Derecho.

El PCUS era una máquina burocrática que alcanzaba ya 19 millones de afiliados. El 70% eran cuadros pertenecientes a la Administración. El peso de ésta era cada vez mayor. Setenta ministerios dedicados a las ramas más diversas de la industria. La “nomenklatura” venía a ser de 750.000 personas.

Algo característico fue también la aparición de un movimiento contestatario: la oposición política fue en exclusiva la de los medios de cultura. Las medidas para reprimir esta oposición no fueron ya estalinianas, pero tampoco blandas: se recurrió a la emigración-deportación y a las clínicas psiquiátricas.

En 1974 Solzhenintsin publicó Archipiélago GULAG, y pasado algún tiempo fue expulsado de la URSS. En 1968 Sajarov ingresó en estos medios opositores, y en 1980 acabó sometido a una Residencia en Gorki.

Breznev, siguió la línea establecida por Kruschev en superar el “ascetismo de consumo” de la época de Stalin, para atender las expectativas de la población, desde la reducción del servicio militar al aumento de la renta por habitante.

De todos modos, en el principio de este periodo hubo todavía medidas reformistas. Los precios pagados a los koljoses por el grano y el ganado fueron mayores y se toleró el cultivo privado, pero todavía, una mala cosecha tenía como consecuencia una crisis de aprovisionamiento.

La distensión hizo posible la compra de grano en contrapartida al petróleo o las reservas auríferas acumuladas por Stalin.

Todavía en 1985 la agricultura ocupaba a casi un 40% de la población.

Hubo también proyectos de reforma en el campo industrial, pero sin materializarse.

En 1962, el soviético Liberman sugirió la introducción del beneficio empresarial, y la posibilidad de quiebra.

Aganbeguian, posteriormente importante en la “Perestroika”, criticó el exceso de centralización y de gasto militar.

Kosyguin, defendió la flexibilización del cumplimiento de objetivos por la empresa.

Pero nunca se pensó en que existiera libertad de precios, fundamental en una economía de mercado.

La “Primavera de Praga”, liquidó las modestas experiencias en este terreno.

La revolución industrial con el auxilio del terror político, ya no podía obtener los resultados previstos. La economía soviética, mostraba en los años setenta su incapacidad para llegar a los nuevos campos de desarrollo industrial como la electrónica, los plásticos, la industria de consumo o la informática.

Ya a partir de Kruschev, empezó a tolerarse la economía negra. Incluso se introdujo la pena de muerte para los delitos relacionados con esta materia, pero en época de Breznev, la economía “fantasma” se convirtió en un pilar, y junto a ella adquirieron importancia las “mafias”.

El Estado soviético, se consideraba obligado a mantener un rastro de ilusión revolucionaria, identificada con la expansión militar.

Por primera vez, en 1971 - 1975 la producción de bienes de consumo sobrepasó a la de la industria pesada.

Desde 1956 se abandonó el sistema de trabajo que vinculaba a la persona con el puesto de trabajo. Y a mediados de los años sesenta se introdujo la semana de cinco días.

Por todo el conjunto, se trata de una época que merece pasar a la Historia con el distintivo de “estancamiento”

EL IMPERIALISMO PRUDENTE DE BREZNEV

El rasgo fundamental de la política exterior soviética en esta etapa consistió en la sustitución de la impulsividad de Kruschev por la prudencia de Breznev, que deseó un acuerdo con Occidente, pero ello no supuso un cambio en la visión decididamente antagónica del mundo capitalista.

Esto explica el fuerte incremento del presupuesto soviético de Defensa a partir de 1965. Finalmente la URSS consiguió la equiparación militar con los Estados Unidos.

El almirante Gorchkov creó una Marina capaz de intervenir en cualquier punto del globo, dotada de submarinos nucleares.

Precisamente el gasto militar, elevadísimo, contribuye a explicar el estancamiento económico.

También la KGB, reformada y puesta a punto por Andropov, logró una fuerza creciente.

Hasta aproximadamente 1969, la política exterior soviética, no experimentó un cambio significativo.

Los dirigentes soviéticos eran escépticos acerca de influir en los países descolonizados. En alguno de ellos (Indonesia), les supuso derrotas que implicaron importantes deudas impagadas.

En Oriente Medio, Sadat dejó de apoyar a las dictaduras revolucionarias, como Irak y Siria, lo que demostró la influencia soviética en la zona como muy volátil.

En cambio, la guerra de Vietnam le proporcionó a la URSS ventajas apreciables, por los graves errores cometidos por los norteamericanos, de los que el peor fue no haber percibido que Vietnam del Norte, jugaba con el antagonismo de las dos potencias comunistas, tratando ( y consiguiendo ) apoyo de ambas.

En cuanto a la ocupación de Checoslovaquia en 1968 como la de Hungría en 1956, demostró el papel absolutamente fundamental que la URSS atribuía a su glacis defensivo en la Europa Oriental.

La intervención en Checoslovaquia, fue en realidad colectiva: Desde los inicios de 1968 estuvo la dirección soviética muy preocupada por la llegada al poder de Dubcek y en Abril, pensó ya en desplazarle. El grave problema consistió en saber qué se iba a hacer después.

Dos años antes de morir Breznev, estuvo próximo a lanzar a la URSS a una aventura todavía peor en Polonia, pero la dirección soviética decidió esperar y eso permitió que Polonia pudiera evolucionar en el sentido en que lo hizo.

Los dirigentes de Solidaridad, abandonaron la idea de que el régimen comunista pudiera cambiar y también la de que fuera posible enfrentarse a él.

Quizá el tamaño y la población de Polonia, y el hecho de estar la URSS involucrada en Afganistán explican que no hubiera intervención en Polonia.

La distensión fue, desde el punto de vista soviético el correlato del reconocimiento de que había llegado a la paridad militar con Estados Unidos, aparte de un procedimiento para tratar de aislar a China.

La Conferencia Internacional de Helsinki, vió al mismo tiempo el reconocimiento de la división de Alemania. A partir de ese momento también les resultó posible a los disidentes de la URSS denunciar que ésta incumplía el Convenio sobre Derechos de la Persona.

Para la dirección soviética, la distensión tuvo también como consecuencia positiva el estrechamiento de las relaciones comerciales y la importación de capitales y de tecnología occidental.

Durante la segunda mitad de la década de los setenta se produjo una nueva e importante expansión soviética, principalmente en África.

El intervencionismo se llevó a cabo a través de la Cuba de Castro. Tuvo especial importancia en las antiguas colonias portuguesas.

Cabe preguntarse cuáles fueron las razones que hicieron que Breznev se embarcase en esta expansión. En parte, en la esencia fundacional de la URSS, pero no debe desdeñarse un deseo de contrapesar los problemas internos con éxitos exteriores.

Los dirigentes afganos, pidieron la presencia soviética. Afganistán no fue mas que un intento fallido de solucionar un problema surgido dentro de lo que ya se consideraban las fronteras de la zona de influencia soviética.

EUROPA DEL ESTE EN LA ÉPOCA DEL REVISIONISMO. LA PRIMAVERA DE PRAGA

En el marco internacional, la URSS sufrió las derrotas de Cuba en 1962 y de la guerra de los Seis Días en 1967 en Medio Oriente.

En Europa del Este se había experimentado la necesidad de un cierto policentrismo.

Yugoslavia reunió en 1961 a los países no alineados. La posición desempeñada por Tito, líder del movimiento, no le impidió visitar los Estados Unidos en 1963.

El acontecimiento político más importarte fue la expulsión del dirigente principal de la policía política, el serbio Rancovic, la tercera personalidad del régimen.

Una reforma económica a partir de 1965, “la segunda revolución yugoslava” abrió la economía hacia el exterior, liberalizó los precios y dio mayor autonomía a las empresas, pero también introdujo la inflación, el paro y la emigración.

Mientras tanto, el turismo empezaba a cambiar de modo fundamental la mentalidad de los yugoslavos.

Pero se planteó un problema mayor: el relativo a la organización territorial del Estado. En Croacia y Eslovenia, nació un deseo de diferenciación.

Desde 1970 se planteó la posibilidad de elaborar una nueva Constitución en la que los poderes federales quedarían limitados al campo militar. Los dirigentes más liberales eran los más federales, pero el ejército lo controlaban los serbios.

En Albania se recibió mal el policentrismo. A fines de 1961 se aprovechó el deterioro en las relaciones entre la URSS y China, para establecer buenas relaciones con ésta y romperlas con la URSS.

También en Rumania las relaciones con la URSS fueron a peor. Los rumanos habían hecho todo lo posible por evitar los contactos con Hungría, pero tras la retirada de las tropas soviéticas de la vecina nación en 1958, adoptaron una actitud de independencia en política exterior.

Cuando Ceaucescu en 1965 accedió al poder, mantuvo idéntica política.

Después de la Guerra de los Seis Días, Rumania fue el único Estado de Europa del Este que no tuvo inconveniente en mantener relaciones con Israel. Además las estableció también con Alemania Federal.

En Bulgaria, tras la desestalinización se produjo un cambio en el liderazgo que tuvo como consecuencia una dirección doble y compartida (Zhivkov y Yugov). El primero triunfó teniendo un régimen dictatorial, y un vínculo muy estrecho con la política soviética.

En Alemania Oriental, la dependencia de la URSS fue también muy estrecha.

En Hungría, se produjeron después de 1956 los cambios más decisivos. Kádar disolvió cuantos organismos hubieran podido causar problemas de disidencia.

Además el propio partido introdujo los debates y el voto secreto en las reuniones.

En Enero de 1968 Nyers introdujo el “Nuevo Mecanismo Económico” que implicaba tolerancia con la empresa privada, y una nueva estructura de la economía húngara que, volcada a la exportación, resultó muy positiva.

Hungría sólo era superada en el terreno económico por Alemania Oriental y Checoslovaquia.

En Polonia, Gomulka, siguió siendo ante todo un autoritario incapaz de mejorar las perspectivas económicas de su país y de satisfacer mínimamente los intereses nacionalistas. En cambio lanzó una fuerte persecución antisemita. Pero en 1970, la protesta acabó con él.

La esperanza de los reformistas de Checoslovaquia, aumentó. El principal responsable político, Novotny. El declinar del crecimiento económico, creaba un incentivo para que tuviera lugar un cambio político. De esta forma, en 1967 más de 250.000 checoslovacos pudieron visitar el extranjero.

Pero la política se endureció, sin embargo, y eso tuvo consecuencias muy negativas, en especial para Novotny. En 1967 Breznev no le apoyó, y acabó abandonando el poder, ocupado en ese momento por los comunistas en su totalidad.

Alexander Dubcek, había sido el peor enemigo de Novotny. De una honestidad ingenua. La relativa libertad de prensa que había hecho posible en Eslovaquia se convirtió en una especie de discusión popular permanente. Dubcek asentó su poder en 1968 entre Enero y Abril. Se produjo una amplia introspección crítica, y ello conllevó la denuncia de un general corrupto, Sejna, que huyó a Estados Unidos.

La prensa pudo publicarse sin censura.

El programa de acción, redactado en Abril, defendía la descentralización económica, la prevalencia de la forma nacional en la vía al socialismo, las libertades, siempre que aceptaran el modelo socialista, etc.

En política exterior suponía pocos cambios.

La religión pudo ser practicada con mayor libertad.

Se planteó la posibilidad de que se reconociesen otros partidos.

Aparecieron los consejos obreros en las empresas.

La Primavera de Praga, produjo toda una efervescencia social muy prometedora.

Fuerte reacción de los elementos soviéticos. Breznev, obligó a Dubcek a cambiar un discurso pronunciado ante él.

En Mayo hubo un primer plan para una invasión, y se celebraron unas maniobras militares intimidatorias.

La dirección soviética trató de obtener una rectificación en Checoslovaquia, mediante argumentos sentimentales por Breznev, y por la pura fuerza (Kosiguin). El caso preocupaba en la dirección soviética, precisamente por la resistencia colectiva y unida en la dirección checoslovaca.

En Junio de 1968 se publicó, estando abolida la censura, el “manifiesto de las dos mil palabras”, que especulaba con la posibilidad de defenderse en caso de una invasión soviética.

En Julio, los dirigentes de los demás partidos comunistas de la Europa del Este, dirigieron un escrito conjunto a la dirección de Checoslovaquia. Dubcek se negó a aceptar la carta.

Tito y Ceaucescu, visitaron Checoslovaquia, pero eso fue interpretado desde Moscú, como un riesgo de formación de una liga danubiana heterodoxa.

Finalmente, el 20 de Agosto, se produjo la invasión de Checoslovaquia por un poderosísimo ejército soviético.

El Presidium del Partido Comunista Checoslovaco, repudió la agresión en un manifiesto difundido por radio. Aun habiendo obtenido un éxito militar incuestionable, los soviéticos no habían alcanzado el triunfo.

Dubcek hizo entonces un llamamiento asegurando que las tropas soviéticas se retirarían y continuarían las reformas. Pero los soviéticos a su vez aplicaron una vez más la estrategia del salami, dividiendo a los dirigentes reformistas.

En Enero de 1969 el estudiante Jan Palach se prendió fuego en protesta por la continuación de la ocupación. Era un signo evidente de que los jóvenes ya no estaban por la reforma, sino por unos cambios mucho más profundos.

En Abril de 1969, Husak sustituyó a Dubcek en la dirección del partido, del que fue expulsado en 1970, y al que se encomendó un modesto trabajo como guarda forestal. A continuación se produjo una purga no brutal, y lenta, a iniciativa de los propios dirigentes checoslovacos.

Pero la normalización, iniciada por Dubcek acabó imponiéndose.

La invasión se explica porque los dirigentes checoslovacos y Breznev, vivían ya en galaxias diferentes.

El comunismo checoslovaco era popular en 1968, y después de la Primavera de Praga, dejó de serlo.

Desapareció por completo la rusofilia.

La invasión mereció la condena generalizada de todos los partidos comunistas de los países occidentales, actitud que precedió a lo que se designó como “eurocomunismo”.

A largo plazo, las consecuencias serían más decisivas. El comunismo, desde 1968 había dejado de ser un área intelectual, para convertirse en un puro problema de poder.

TEMA 19. EXTEMO ORIENTE: ENTRE LA CRISIS Y EL CRECIMIENTO

LA GUERRA DE VIETNAM

La presencia norteamericana en Vietnam, no puede atribuirse a imperialismo económico. Indochina podría haber sido importante para Francia por sus materias primas en los años cuarenta, pero eso había perdido su sentido en los años sesenta.

Lo que caracterizó la posición norteamericana fue “una buena causa” inicial. Como escribe Kissinger, “todo se inició con las mejores intenciones”.

El problema de Vietnam, era un conflicto que relacionaba nacionalismo con un pasado colonial. Estados Unidos no quiso firmar los acuerdos de Ginebra de 1954. Tales acuerdos tuvieron como resultado que se internacionalizó la paz pero sin ningún sustrato de garantía efectiva.

Fue el nacionalismo, y no una directriz de Moscú, lo que produjo la sublevación allí.

Vietnam del Sur, tenía 14 de los 25 millones de habitantes del país, y la mayor parte de los recursos alimenticios, pero nunca tuvo conciencia de ser una nación.

Si los Estados Unidos tenían que luchar por el sudeste asiático, limitando el avance comunista, lo debían hacer por Vietnam del Sur. Su presidente, Ngo Dinh Diem, mantuvo a 50.000 personas en la cárcel. Al principio, produjo la sensación de ser un gestor eficaz, pero acabó por exasperar a sus aliados. Fue derrocado en Noviembre de 1963, con el apoyo del propio embajador norteamericano.

Cuanto más aumentaba la presencia norteamericana en Vietnam más insistían desde Washington en la reforma política.

El sucesor de Diem, fue un personaje, simplemente cómico.

Cuando surgieron dificultades, los mismos que habían sugerido la acción, ahora sugerían la retirada.

Johnson había dicho que no era su intención enviar a muchachos norteamericanos a luchar a miles de kilómetros haciendo algo que deberían hacer los propios vietnamitas. Pero las circunstancias favorecieron que aumentara la intervención. El incidente del buque “Maddox”, atacado por los norvietnamitas, superó la prueba parlamentaria, y Johnson ya no necesitó subterfugio alguno para intervenir más en Vietnam.

Pero los bombardeos no fueron suficiente para romper la resistencia adversaria, gracias a la ayuda soviética.

Los norvietnamitas, enviaron tropas regulares a combatir al sur, y no tenían ningún problema para infiltrarse a través de la frontera oeste.

Mientras tanto, los aliados occidentales, no mostraban interés alguno por la guerra de Vietnam.

La oposición inicial a la política de Johnson, provino de los militares. Por otra parte, nunca se pensó en la posibilidad de emplear el arma atómica.

Desde 1967, hubo más norteamericanos contrarios a la intervención que favorables a ella. En esto influyó la idea de que se estaba llevando a cabo una guerra errada.

En Enero de 1968 los norvietnamitas, llevaron a cabo la ofensiva del Tet, que supuso una derrota total para ellos, pero una abrumadora victoria psicológica.

El mayor daño, fue causado por la imagen de un general sudvietnamita, ejecutando de forma sumaria a un Vietcong. La guerra fue definitivamente impopular en Estados Unidos.

En realidad, nunca hubo una genuina iniciativa de paz de los vietnamitas. Los soviéticos no querían presionarles demasiado para evitar que cayesen en los brazos de los chinos.

Sólo en Octubre de 1968 se iniciaron conversaciones de paz. Los sudvietnamitas se negaron a participar.

Se necesitó un largo periodo de tiempo para que los Estados Unidos lograsen desembarazarse del problema de Vietnam, y se hizo con gran trauma. Su opinión pública, pedía dos cosas absolutamente contradictorias: poner fin a la guerra sin capitular.

Nixon había defendido llevar a cabo un programa de vietnamización, mientras reducía sus efectivos.

La invasión de Camboya en 1970 no sirvió para otra cosa que para trasladar al interior de ese país los santuarios guerrilleros, pero les hizo a los norteamericanos, además, incrementar su presencia militar y política en la zona.

En 1971, los sudvietnamitas, intervinieron también en Laos.

En Marzo de 1972 se llevó a cabo una invasión por tropas regulares de Vietnam del Norte. Se produjo entonces una escalada de bombardeos estadounidenses.

Mientras tanto tenían lugar en París las negociaciones entre norvietnamitas y norteamericanos, que encontraron en ellos un enemigo absolutamente implacable, sin ningún interés en llegar a un acuerdo, y sin preocuparse por sus propias bajas.

El acuerdo se alcanzó en 1973, pactando el abandono de los norteamericanos, la formación de un Gobierno provisional, y elecciones.

Los sudvietnamitas, pretendieron un número disparatado de cambios en lo ya pactado.

Mientras, en Laos, los norvietnamitas, no hacían nada parecido a lo pactado, lanzando ataques que motivaron sucesivos bombardeos norteamericanos.

En la práctica, lo acordado no sirvió para otra cosa que para establecer un plazo antes de reanudar los combates, ya sin la participación de los Estados Unidos.

El presidente Thieu, llegó a controlar el 85% de la población del Vietnam del Sur, pero en 1974 todo apoyo de sus antiguos aliados, había desaparecido. El resultado fue el desmoronamiento moral de Vietnam del Sur

En Abril de 1975 los Khmers rojos se apoderaron de Camboya. El ataque realizado a continuación por los norvietnamitas, constituyendo una victoria total, supuso una sorpresa absoluta porque la ofensiva gruesa estaba preparada para un año más tarde.

El ataque en guerrillas, aunque forma primitiva de lucha, demostró plena efectividad en ese terreno. Los norteamericanos subestimaron la capacidad de los norvietnamitas. No siempre los medios técnicos son capaces de producir el desenlace de un conflicto bélico. Así se aprecia, sobre todo, en lo que respecta al arma aérea.

En tierra, las tropas norteamericanas se impusieron allá donde combatieron en condiciones normales, pero su inconveniente principal fue siempre la desmoralización.

Una cuarta parte de las bajas norteamericanas fueron causadas por trampas, entre el 15 y el 20% por “fuego amigo”. El consumo de drogas se generalizó entre los soldados.

Estratégicamente, los norteamericanos, siempre estuvieron a la defensiva.

Vietnam, quedó convertido en una dictadura comunista, que ejecutó de forma inmediata a algunas decenas de miles de personas.

Fue también, pese a la ayuda soviética uno de los 12 países más pobres del mundo pero con un ejército que proporcionalmente era el cuarto.

En Camboya, entre el 15 y el 25% de la población fue eliminado por los que ahora ocupaban el poder.

Mac Namara, en un libro, enumeraba hasta 11 causas de lo sucedido, incluyendo el desconocimiento del país, la falta de percepción del peligro que tenía el adversario (una forma de minusvalorarlo), o la desconsideración de la fuerza del nacionalismo.

La lección más importante, fue que una democracia debe guardar siempre unos requisitos a la hora de intervenir en un conflicto exterior y que debe actuar con moderación.

CRISIS DEL ESTADO EN CHINA: LA “REVOLUCIÓN CULTURAL”

La “gran revolución cultural proletaria” fue uno de los acontecimientos más extraordinarios del siglo XX, pero en realidad fue una tragedia, aunque no tan grave como el “Gran Salto Adelante”.

La “Revolución cultural”, fue obra de Mao, y su error monumental en los últimos años de vida. Creó tan sólo caos y desorden.

En 1966 aparecía en lontananza la posibilidad de una guerra civil.

El hecho es que un partido comunista que había experimentado una grave crisis en el “Gran salto Adelante”, se obligó a sí mismo a una purga, que destruyó su dirección. Solamente se explica por la existencia simultánea de una dirección cada vez más dividida, y un régimen cada vez más esclerotizado.

Mao, al final del “Gran Salto Adelante”, criticó muchas de las medidas adoptadas. Se referían a la vuelta a la agricultura privada, los sistemas educativos, la Medicina, y la reaparición de temas tradicionales de la cultura.

El juicio de Mao es que el peligro, no era una amenaza desde fuera, sino el triunfo del revisionismo.

Los aliados de los que se sirvió fueron tres:

  • El Ejército

  • Un grupo de intelectuales radicales, dirigidos por Jian Qing, su propia mujer

  • Una masa de estudiantes y jóvenes propicios a la acción

La “Revolución Cultural” se inició con un movimiento de educación socialista, que pretendía combatir las tendencias “oportunistas” y las tendencias “capitalistas”.

Mao promovió una verdadera guerra de exterminio. Los “equipos de trabajo” depuraron a un 4% de los cuadros.

Los miembros de la jerarquía seguían siendo los mismos: Mao Chu En Lai y Liu Shaoqi.

La “revolución cultural”, parece que estuvo promovida por discrepancias en el seno de ese equipo.

Mao, apoyado por el Ejército, dirigido por Lin Biao, al suprimir los grados militares, hizo desaparecer el poder de quienes estuvieron a su frente.

Los primeros enfrentamientos políticos, se produjeron a raíz de denuncias contra determinados dirigentes.

En Mayo de 1966 empezaron a surgir los “dazibaos” o periódicos murales en la Universidad de Pekín, denunciando el oportunismo. Mao, de nuevo en el primer plano de la actualidad, fue fotografiado nadando, y según la prensa oficial, cuatro veces más rápido que el record del mundo. Había proclamado que no debía existir ninguna construcción sin destrucción . Muy pronto, las casas de los intelectuales considerados “oportunistas” fueron asaltadas.

El elemento más sorprendente estuvo constituido por trece millones de “guardias rojos” enarbolando el libro rojo de citas de Mao.

Teóricamente se dedicaban al intercambio de experiencias revolucionarias, pero en realidad se lanzaron a todo tipo de acciones insensatas.

En el verano de 1967, China estaba al borde de la guerra civil, y el propio Mao empezó a no decantarse siempre por las soluciones maximalistas. Trató de seguir un propósito constructivo a través de la formación de comités revolucionarios locales.

Lo único positivo que puede decirse de Mao, es que trató de controlar la revolución en su peor momento.

Entre 1967 y 1971 se pretendió una estabilización política basada en el Ejército, “pilar fundamental”

Chu En Lai, contribuyó también con su capacidad de negociación a consolidar el poder político.

La ley suprema del partido era mantener la fidelidad al pensamiento de Mao. Lin Biao, su más próximo compañero de armas, debía heredar su poder.

Los años entre 1968 y 1970 fueron de predominio casi absoluto de Lin Biao.

La revolución había sido política y no económica. Ahora se imponía una reconducción hacia el incremento de la producción. A finales de 1970 unos cinco millones y medio de “guardias rojos” fueron trasladados al campo con el propósito de dedicarse a tareas agrícolas.

Lin Biao, parece que quiso acelerar la sucesión, pero fue eliminado, y en 1971 el Partido consolidaba su predominio sobre el Ejército.

La “revolución cultural” dejaba una herida sangrante. Liu Shaoqi y Den Xiaoping fueron duramente atacados, e incluso un ministro golpeado hasta la muerte. Liu fue apaleado y murió en prisión.

Desde el punto de vista económico, China no sufrió graves secuelas. El impacto fue mayor en los medios intelectuales.

Tres millones de personas fueron obligadas a cursos de reeducación.

La “Revolución Cultural”, a largo plazo, sirvió para inmunizar contra algo semejante.

Mientras tanto, la disputa entre la China comunista y la URSS se centró en tres cuestiones:

  • El carácter socialista o no de las sociedades respectivas

  • La posesión del armamento nuclear

  • El problema de las fronteras

En adelante, las autoridades chinas afirmaron que el maoísmo era el marxismo-leninismo del tiempo actual

China en el Tercer Mundo, había conseguido acercarse a algunos países africanos, e intervino también cada vez más decididamente en Vietnam

Pero a partir de 1966, China entró en otra dimensión, cuando la política exterior pasó a ser controlada por los “guardias rojos”. Con eso se arruinó todo lo que había conseguido cara al exterior en la etapa precedente.

En 1966, los locales diplomáticos soviéticos, fueron frecuentemente rodeados por “guardias rojos”. En Febrero de 1967 el personal soviético consiguió salir de sus edificios, sólo gracias a la ayuda de los diplomáticos de otros países.

La invasión soviética de Checoslovaquia, de 1968, les valió ante los chinos ser calificados de “socialimperialistas”. Muy pronto se llegó a un choque entre Estados.

En Marzo de 1969 hubo ya enfrentamientos militares

EL MODELO DE DESARROLLO JAPONÉS

En la segunda mitad de la década de los cincuenta, el crecimiento económico de Japón había sido espectacular.

A partir de 1960, desapareció por completo la posibilidad de una reacción de marcha atrás. Lo que predominó fue una preocupación por la gestión económica

El primer ministro, Ikeda, de los liberal-demócratas, defendió una política autodesignada como “modesta”: “doblar la renta japonesa en 10 años”. Consiguió el objetivo en algo más de cinco, y la economía siguió creciendo.

Sin embargo, el nivel de vida equivalía a la mitad del de Europa del Norte, y la cuarta parte del de Estados Unidos.

Japón poseía la mitad del tonelaje marítimo mundial, era el tercer país en producción de acero y de vehículos de motor, y el segundo en electrónica.

A comienzos de la década de los setenta, era ya el primer constructor naval, el primer constructor de motos, aparatos fotográficos y televisores, el segundo en automóviles, acero y fibras sintéticas.

La forma en que se produjo el crecimiento convierte el caso de Japón en absolutamente peculiar.

Un rasgo muy decisivo fue la intervención del Estado. El MITI, Ministerio de Tecnología, controló los intercambios con el exterior, y centralizó el empleo de las divisas, pero también limitó la entrada de capital extranjero, contribuyó a la racionalización, incentivó por procedimientos fiscales, reglamentó la concurrencia interna...

Buena parte de los avances industriales se debieron a la renovación del aparato productivo.

En otros casos una utilización extraordinariamente inteligente de lo inventado fuera.

Los excelentes resultados se debieron a aprovechar al máximo unas posibilidades mínimas.

Sólo comerciando con zonas lejanísimas pudo Japón superar su carencia de materias primas.

Otro rasgo muy importante, es la existencia de un peculiar mecanismo para evitar el conflicto social. A partir de los años sesenta se expandió el sistema de empleo para toda la vida, que permitía una excepcional fidelidad a la empresa, de cuyo progreso se beneficiaban los trabajadores.

Gracias al sindicalismo y sus “ofensivas de primavera” progresó excepcionalmente el nivel de vida. Pero al mismo tiempo, los trabajadores, no tuvieron un sistema de protección social suficiente. De ahí la necesidad de un fuerte ahorro popular, rasgo muy característico de la economía japonesa. Ésta siguió teniendo inconvenientes graves: La agricultura ocupaba a la mitad de la población en los años cincuenta, y llegaba al 14% en 1972.

La introducción de arroz extranjero estaba simplemente prohibida. Aun así, tuvieron problemas alimenticios, y el nivel de vida en general, seguía siendo muy inferior al de los países desarrollados.

Quizá el aspecto más grave fue la escasa preocupación por el medio ambiente.

La concentración de población en torno a tres grandes urbes; Tokio-Yokohama, Osaka y Nagoya, supuso que un tercio de la población viviese en el 1% del territorio.

Los movimientos religiosos se caracterizaron por el sincretismo y la simplicidad de su mensaje.

Las mujeres, también organizaron movimientos de autodefensa, a pesar de que el 80% aprobaran la diferenciación entre los papeles de los sexos. Pero la defensa del aborto y de la píldora contribuyó a crear una creciente presión social de cambio.

La oposición más violenta se encuentra en los movimientos terroristas. Las protestas contra la base de Okinawa y la derivación terrorista de la protesta, protagonizaron la vida japonesa a comienzos de los setenta. No obstante, esos movimientos no pasaron de arañar la superficie del devenir político, caracterizado por una profunda estabilidad. La influencia social del Partido Liberal-Demócrata se erosionó, pero su poder político se robusteció. Reposó siempre en el clientelismo.

Si examinamos el caso de las grandes ciudades, el voto socialista retrocedió, mientras que crecía el Partido Comunista y un nuevo partido: el Komeito, nacido de la relación con Soka Gakkai, grupo religioso de procedencia budista, interesado en la moralización de la política.

El Partido Comunista creció, sobre todo, en el mundo profesional.

Por otro lado, la peculiar estructura del partido Liberal-Demócrata, le permitía acoger en su seno las demandas de grupos de presión corporativistas.

En política exterior, la relación con Estados Unidos siguió siendo el centro de gravedad.

En 1961 Japón solucionó el problema de sus deudas con los norteamericanos, y en 1963 fue admitido en la OCDE.

Perduraban los malentendidos. Okinawa era una base esencial para la presencia norteamericana en Extremo Oriente. En 1967, tras haber demostrado Japón su alineamiento con los norteamericanos en Vietnam, Sato, la gran figura política del momento, consiguió que los norteamericanos aceptasen el debate sobre el archipiélago. Durante la presidencia Nixon, se decidió que Okinawa sería devuelta en 1972.

Cuando los norteamericanos se acercaron a la China comunista, la reacción de los japoneses fue más allá llegando al reconocimiento diplomático de su poderoso vecino, como único gobierno legal. A pesar de ello, les fue posible mantener las relaciones económicas con Taiwán.

En 1971, los Estados Unidos suspendieron la convertibilidad del dólar e impusieron dificultades a todas sus importaciones. En adelante, la limitación mas o menos voluntaria de la agresividad comercial japonesa en Estados Unidos, jugó un papel decisivo en la relación entre ambos países.

Un último aspecto se refiere a la evolución del Ejército japonés. Las fuerzas de autodefensa, aparecidas en los años cincuenta, ya eran aceptadas por la opinión pública, e incluso un ministro, Nakasone, estaba dispuesto a que Japón pidiese el arma atómica y fabricara su propio avión de combate.

El cisma entre la URSS y China, hizo que la primera se interesara mucho por Japón. Pero más importante resultó la relación entre Japón y el resto de Asia. Japón, ya antes dedicaba un 1% del PIB a la ayuda al desarrollo, y en 1960 superó esa cifra.

En 1965 reconoció como única Corea a la que tenía como capital Seúl, y en 1969 su comercio con ella era superior al que Corea del Sur mantenía con Estados Unidos. Japón realizaba el 70% de sus exportaciones hacia países asiáticos y del Pacífico.

Por medios no violentos, había conseguido una influencia superior a la lograda en plena Guerra Mundial.

TEMA 20. GRANDES CAMBIOS SOCIOCULTURALES

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO. LOS TREINTA AÑOS GLORIOSOS

Una realidad, y todo un mito. La crisis de los años treinta, dió la sensación de poder provocar un fuerte estancamiento. La crisis de los productos energéticos a partir de 1973 interrumpió un proceso que en algún momento parecía imposible de detener.

Entre 1945 y 1973 habían sido los “treinta años gloriosos” del desarrollo económico.

El producto material se multiplicó por 2'5 entre 1950 y 1968. Además, la producción industrial se triplicó y la agrícola se multiplicó por 1'5.

El PIB por habitante creció más que en ninguna otra etapa de la Historia humana.

Las tasas de paro, nunca llegaron al 10% en las economías occidentales, cuando en los años treinta habían alcanzado el 30 y 40%. En Europa el paro, durante los años cincuenta no llegó al 3%.

También la inflación alcanzó un valor socialmente tolerable.

El crecimiento no implica que el puesto de cada país se mantuviese a lo largo del periodo. Destaca el retroceso en ese ranking, sufrido por Gran Bretaña.

Para explicar el volumen de crecimiento, hay que considerar:

En primer lugar, que las consecuencias de la guerra fueron superadas a un ritmo muy diverso en los distintos países, pero en todo caso rápido. La reconstrucción de Europa, fue una consecuencia de la ayuda exterior, aunque también de la propia voluntad, pero, además, el Plan Marshall fue mucho mejor utilizado que la ayuda concedida después de la Primera Guerra Mundial. En todo caso, la tarea de poner en marcha de nuevo el aparato productivo, se inició antes de la llegada del Plan.

En segundo lugar, la puesta en marcha de un nuevo orden económico mundial eficaz. El sistema monetario internacional, no reposaba sólo en el oro, sino sobre las divisas de un valor reconocido: por excelencia el dólar.

La combinación de la eficacia de los dos aspectos, según los pensadores del Plan, aseguraba que se elevase la renta de los países incluidos en él, aproximadamente cinco veces más que el valor de la ayuda. Eso eliminaría cuellos de botella, facilitando dólares para evitar el hundimiento del comercio y finalmente los países ayudados, acabarían por emprender políticas económicas responsables. Todas estas previsiones se cumplieron.

El GATT condenó los aranceles discriminatorios.

El Plan Marshall, había convertido al dólar en instrumento esencial del comercio internacional. Sólo posteriormente, en la época de la guerra de Vietnam, entró en crisis.

El motor del crecimiento fue sin duda Estados Unidos, pero también las diversas crisis, como la de la Corea, sirvieron para estimular la inversión. El crecimiento fue ante todo industrial.

Los factores que explican el extraordinario crecimiento económico son varios. Entre ellos cabe destacar:

. Políticas económicas puestas en marcha.

Se consagraron siempre a favorecer un alto nivel de demanda y empleo.

Más importantes fueron los estímulos al desarrollo, a causa del progreso en el comercio mundial. El mayor porcentaje en este incremento lo obtuvieron los países desarrollados, dentro de una economía de mercado

Liberalización de los intercambios alcanzados mediante acuerdos globales

. Desarrollo de la ciencia.

Entre 1956 y 1965, los Estados Unidos recibieron unos 35.000 investigadores y científicos de los que unos 15.000 eran procedentes de Europa.

El 60% de las innovaciones tecnológicas importantes entre 1945 y finales de los sesenta, procedieron de empresas estadounidenses.

Sin embargo, en relación con el PIB, los porcentajes dedicados a la investigación en sectores ajenos a la defensa en Alemania, Japón y Holanda, excedían ya en 1975 a los de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Tres cuartas partes de la financiación se centraron en los sectores eléctrico y electrónico, químico, maquinaria y medios de transporte.

El perfeccionamiento de los procesos productivos a través de la automatización, permitió que el número de horas empleadas para producir 1.000 marcos en Alemania fuera algo más de 200 en 1950 y bajase hasta 85 en 1964. Quienes estuvieron por delante en este proceso fueron los fabricantes de automóviles.

Lo más espectacular fue la revolución de la microelectrónica. Una computadora denominada ENIC, construída en la década de los cuarenta, con un coste de varios millones de dólares, pudo ser reemplazada en 1978 por una microcomputadora que valía menos de 100 dólares, aunque calculaba 20 veces más deprisa, era 10.000 veces más segura, consumía 56.000 veces menos energía, y ocupaba 300.000 veces menos espacio.

. Movilidad laboral.

A partir de los años sesenta, las necesidades de mano de obra encontraron respuesta en el Viejo Continente, gracias a la emigración, emitida por Italia, Grecia, España, Portugal, Turquía y Yugoslavia, por ese orden. Estos países se convirtieron en reserva de mano de obra de las naciones más desarrolladas de Europa.

. Inversión.

De finales de los cincuenta a 1970, el flujo mundial se triplicó.

Los problemas derivados del crecimiento fueron varios: el desempleo, especialmente al comienzo de los cincuenta, la inflación, los desequilibrios de la balanza de pagos y los presupuestarios, pero ninguna de estas realidades puso en peligro el crecimiento.

Transformación del capitalismo, que se encaminó al logro del pleno empleo, y se debió al grado de intervención del Estado, que resultó muy variado en cada uno de los países.

Otro cambio importante en el capitalismo fue la transformación de las empresas en el sentido de creciente concentración, diversificación de la producción e internacionalización.

Los “años gloriosos”, fueron también de transformación social. Difusión del accionariado de las empresas. Nuevo papel del Estado en la vida económica. Ahora surgió el llamado “Welfare State o “Estado del Bienestar”, que fue un sistema generalizado, unificado y simple de protección con una sola cotización, uniforme, que exigía la creación de un servicio público único.

Se concretó en los diversos países de manera peculiar y característica.

Finalmente, la mejora de las condiciones de vida, tuvo como consecuencia la formación de una sociedad de consumo, a partir de la segunda mitad de la década de los sesenta.

Lo característico de esta época fue que no sólo se difundieron y fueron aceptados como básicos bienes y servicios de consumo en el pasado inexistentes, sino que las comodidades llegaron al entorno rural.

Los ciudadanos, tenían mejores expectativas de todo tipo y, además, disponían de mayores recursos y más tiempo para dedicarse al ocio.

Claro está que esta civilización del consumo y del ocio, constituía una realidad sólo para una parcela de la Humanidad. Los países del Tercer Mundo estaban muy lejos de ella, como igualmente lo estaban determinadas capas sociales dentro de los propios países desarrollados.

Quizá el mayor inconveniente de la situación respecto a los países del Tercer Mundo, llegó en que la mejora empezó en ellos con la mejora de la sanidad, y esto supuso una explosión demográfica. El desmesurado incremento de la población contribuyó a impedir la acumulación de capital que hiciera posible el despegue.

LA REVOLUCIÓN DE LOS SESENTA Y SU HERENCIA

Los años sesenta fueron de crucial importancia. El periodo realmente comprende de 1958 a 1974, y en él los cambios no tuvieron que ver con los políticos, sino con una revolución en la cultura que contribuyó a crear una nueva sensibilidad.

Tampoco puede decirse que esa revolución fuera consecuencia de la llamada “contracultura” poco creativa en ideas, que dejó un rastro epidérmico.

Lo que hubo fue una transformación y permeabilización de la sociedad que la cambió de forma sustancial. Este proceso fue obra de empresarios en busca de conseguir sus propios intereses.

Los marxistas radicales, pretendieron que iba a producirse algo que no existió, y en cambio desdeñaron aquello que transformó lo más importante: las condiciones de vida, las libertades personales, las relaciones familiares.

La superación de las figuras excesivamente paternales de Eisenhower, Juan XXIII, o De Gaulle, fueron otros tantos puntos de partida para situaciones anquilosadas. El comienzo de los sesenta coincidió con unos años de esperanza casi ilimitada. Es necesario partir de esta realidad para interpretar la revolución estudiantil de 1968 - 1969. Los ideólogos revolucionarios de entre esas fechas lograron un éxito tan fulgurante como efímero.

La liberación sexual quedó instalada como una realidad irreversible. La idea de Marcuse que la propugnaba, al mismo tiempo que la desaparición del capitalismo, quedó totalmente desmentida. También la consideración generalizada de los estudiantes como revolucionarios.

En realidad la revuelta estudiantil partió de preocupaciones que se referían a las costumbres.

Lo que caracterizó en realidad a 1968 fue la misma extraordinaria difusión del movimiento. Si tuvo difusión e impacto especial en Francia, se debió a que tenía la organización social y política más esclerotizada del momento.

Cuando se iniciaron los acontecimientos, pudo haber un momento de coincidencia entre los estudiantes protestatarios y la izquierda tradicional, pero los estudiantes quemaron los coches que los obreros industriales deseaban comprar.

Entre los estudiantes, en algunos predominó una especie de “vulgata” marxista que desembocaría en la eclosión terrorista. Los años de esperanza, se habían convertido en años de rabia.

La revolución de las costumbres fue mucho más decisiva y duradera.

No debe olvidarse que la ampliación de la mayoría de edad y de edad electoral a los 18 años, se consiguieron en este momento.

La subcultura británica no consistió sólo en música popular. El periodo 1960 - 1963, fue también el gran momento de Carnaby Street, Mary Quant y de la minifalda.

En 1970 se estaba empezando a producir una transición de los valores materialistas a los posmaterialistas; siempre se da más valor a aquello de lo que se carece. Pero además este fenómeno no se detendría.

La civilización juvenil del “rock” sin duda fue universal. El término originariamente estaba relacionado con el acto sexual. Esto es importante, porque uno de los rasgos de esos años es la permisividad. El fenómeno aparece en muchas manifestaciones de mayor o menor importancia. Una de ellas es la desaparición de la censura.

Los procedimientos de contraconcepción se difundieron en todo el mundo.

Todo este cambio se entiende en el marco de otro más amplio de transformaciones en las relaciones de raza y sexo.

Los cambios en relación con la raza, ni se produjeron sólo en los Estados Unidos ni en relación sólo con la raza negra, sino también en relación con los inmigrantes de procedencia asiática o africana en Gran Bretaña.

Otro fenómeno muy característico de los años sesenta fue la mercantilización de la belleza, considerada como un componente obligado del éxito. A partir de este momento se atribuyó a la apariencia personal una importancia creciente. Muy característico fue la insistencia en una imagen juvenil y aniñada. De ahí derivó un modelo de belleza femenina, que sólo era posible con exagerados métodos de adelgazamiento.

El cambio más trascendental y duradero fue el que se produjo en la condición de la mujer. Fueron las mujeres que habían participado en las protestas de los sesenta quienes se lanzaron a un activismo de género. A partir de 1968 proliferaron los ataques de las activistas a los premios de belleza femenina.

Desde 1967 se liberalizaron las leyes del aborto en todo el mundo desarrollado.

La liberalización del divorcio se logró, en general, más fácilmente. En Mayo de 1974 tuvo lugar el referéndum sobre el divorcio en Italia donde triunfó, constituyendo una demostración de hasta qué punto los políticos se habían separado del pueblo: los democristianos habían anunciado los peores desastres en el caso de la aprobación, cuando en realidad la propia sociedad lo admitía como una realidad.

Martin Luther King, habló de un “extremismo creativo”.

Marcuse, había trabajado para el Gobierno norteamericano, pero acabó hablando del “totalitarismo democrático” de los Estados Unidos.

Pero su influencia no tardó en desvanecerse.

En las artes plásticas al final de los sesenta hubo infinidad de manifestaciones que tenían puntos comunes, como por ejemplo, el gusto por el espectáculo, el interés más por el concepto que por la representación del mismo, el uso de la tecnología o el tono contracultural.

En cambio, fue mucho más duradera la preocupación por el entorno. En Francia, por ejemplo, se construyeron una decena de ciudades nuevas, de las que cinco estaban en las cercanías de París. También fue de importancia creciente la remodelación interior de las grandes urbes.

La permisividad sexual, tuvo su correlación en la pujanza de la pornografía, cuya difusión se hizo en contra de la reivindicación de la mujer.

Por otro lado, la droga se instaló como una moda cultural duradera.

El debilitamiento de la autoridad, trajo como consecuencia la proliferación del delito.

LOS CAMBIOS CULTURALES A PARTIR DE LOS SETENTA

En los años sesenta, no existió una lineal identificación de la fórmula creativa con la expresión literaria ni una simplificadora identificación del mundo literario comprometido con el consumismo.

Los dos grandes intelectuales franceses optaron en 1968 por posiciones en absoluto antitéticas.

Sartre se entusiasmó.

Aron se mostró nervioso.

Sartre declaró que lo que le interesaba de los estudiantes es que llevaran la imaginación al poder.

Aron se arriesgó a calificar lo sucedido como un psicodrama.

Los tiempos posteriores al 68 fueron de “izquierdismo”, proliferación de grupos minúsculos de significación ultrarrevolucionaria en el mundo intelectual francés.

Sartre alabó la violencia de los estudiantes, y propuso una tensión revolucionaria permanente. Para él, un elector entrando en un colegio electoral, equivalía a un traidor en potencia.

Foucault, profeta de la violencia terrorista, se convirtió en punto de referencia del izquierdismo

Pero el comienzo de los setenta, vió aparecer iniciativas en la derecha. En algún caso, incluso fórmulas intelectuales: etnocentrismo.

Gran acontecimiento cultural fue la publicación de “Archipiélago Gulag” de Solzhenitsin en 1974, que revelaba la verdad de los campos de concentración de la URSS.

Ya a finales de los setenta se dibujaba un acercamiento de posturas entre Aron y Sartre, en una común declaración de intelectuales a favor de los vietnamitas que huían de su país.

En 1984 se pudo decir que había desaparecido ya el intelectual oráculo. En adelante, el intelectual se dedicaría a una labor crítica, más que a la defensa de un ideario revolucionario.

Lo ocurrido en Francia, podría trasladarse a lo ocurrido en otros lugares.

Los años posteriores al 68 vieron aparecer las tendencias posmodernas en el arte. Todas ellas se caracterizaron por recurrir a una especie de cita fragmentaria de tendencias del pasado. Lo buscado no era ya la originalidad vanguardista.

Las denominaciones que pueden citarse son el neoexpresionismo alemán, y la transvanguardia italiana.

Existe una cierta arquitectura posmoderna caracterizada por la vuelta parcial a la tradición constructiva.

El carácter instantáneo de la comunicación, ha posibilitado un trasvase generalizado de influencias, un “eclecticismo mundial”.

También en la literatura hubo entre el final de los sesenta y el comienzo de los setenta, una sensación de ruptura. Se empezó a recuperar el público perdido a causa del experimentalismo de vanguardia.

Parece volver la novela tradicional, incluso la histórica.

Otras opciones son una literatura femenina, basada en experiencias muy peculiares, o la biografía que contiene una buena parte de ficción.

LA IGLESIA CATÓLICA

Los puntos de referencia son el Concilio Vaticano II y el Papa Pablo VI.

En 1962, poco antes del comienzo de las sesiones, aparecieron algunos temas que habrían de centrar las discusiones conciliares: la participación de la Iglesia en la búsqueda de una Humanidad mejor, la renovación (“aggiornamiento”) de las estructuras, la presentación del mensaje de la Iglesia, o la preparación del camino de la unificación con los no cristianos.

Juan XXIII probablemente pensó que se trataría de un encuentro no conflictivo, y quedó sorprendido por el vendaval polémico desatado.

El nuevo Papa, fue mucho más consciente del peligro de acabar sin un resultado preciso y de la necesidad de imprimir una dirección al Concilio. Para él los objetivos debían ser:

  • Definición más clara de la Iglesia

  • Su renovación

  • Tender un puente hacia el mundo contemporáneo y

  • Dirigir la mano a los “hermanos separados”

El Concilio, poco a poco pasó a ser protagonizado por las preocupaciones intelectuales de la teología centroeuropea.

La figura de Pablo VI, está estrechamente vinculada al Vaticano II.

Le tocó dirigir una de las etapas más difíciles del catolicismo e incluso soportar que contra él se dirigiesen las pasiones de las dos grandes tendencias en que el catolicismo quedó dividido.

Persona de gran finura intelectual y amplia cultura.

De sus encíclicas, la “Populorum pregressio” acuñó el concepto de “civilización del amor”

En la “Octogesima adveniens” afirmó que la Iglesia, no tenía una “palabra única”, es decir; una solución universal en materias sociales, aunque sí unos principios esenciales.

El Papa, descubrió una nueva dimensión misionera de su labor pastoral, y visitó Palestina, India, Colombia, Filipinas y Australia.

En la ONU, presentó a la Iglesia como “experta en humanidad” y ofreció su concurso de cara a una paz universal.

Con el Patriarca ortodoxo, se entrevistó en Jerusalén y en Estambul, y se levantaron las respectivas excomuniones.

Inició la apertura hacia el Este, y Yugoslavia, fue el primer país comunista que estableció relaciones diplomáticas con el Vaticano.

La “Humanae vitae” acerca de la contraconcepción y el matrimonio, tuvo como resultado su enfrentamiento con la mayoría del mundo moderno.

Su pontificado, fue menos popular que el precedente, pero uno de los más complejos e interesantes de la Historia.

Los documentos conciliares supusieron una profunda renovación litúrgica, pero también de la propia estructura de la Iglesia.

La “Lumen gentium” supuso la aparición de las conferencias episcopales.

La “Dignitatis humanae”, ofreció una doctrina en relación con la libertad religiosa.

La “Gaudium et spes” trató de definir lo que la Iglesia podía aportar al mundo y recibir de él.

La Iglesia católica, había experimentado una profunda renovación.

TEMA 21. LA CRISIS DEL PETRÓLEO Y SUS CONSECUENCIAS

1968 supuso la aparición de una nueva mentalidad. Eclosión de movimientos terroristas, aparición del ecologismo, del feminismo...

Pero las verdaderas tormentas llegaron cuando se planteó la crisis económica y se frenó la política mundial de la distensión.

Como resultado inmediato de la guerra del Yom Kippur, la crisis económica, de amplitud y efectos desconocidos, dominó el escenario mundial. La situación económica afectó tanto a la política interna como a las relaciones exteriores.

La distensión se prolongó durante los años finales de la década de los setenta, facilitada por la pasividad de los norteamericanos y las aparentes ventajas logradas por los soviéticos. Pero la URSS acabó por arruinarla iniciando una reedición de la guerra fría.

En 1973, un proceso que parecía progresivo y lineal, se vió interrumpido con estrépito. Las tasas de crecimiento anual, se habían mantenido positivas en los países desarrollados, variando desde el 3% británico al 11% japonés. Pero ese panorama optimista, desapareció.

La crisis, aun cuando fue bastante brusca, tiene unos antecedentes: desorden del sistema monetario internacional, causado por la caída del dólar, provocado por la decisión de Nixon de desligar la moneda norteamericana del patrón oro, con origen en la situación difícil de Agosto de 1971 en la guerra de Vietnam.

Las principales monedas del mundo flotaron, en un ambiente de inestabilidad.

Pero lo decisivo fue la sorpresa causada por las sucesivas elevaciones del precio del petróleo, la guerra de Yom Kippur y la caída del sha de Irán.

En 1971 los precios del petróleo eran negociados por las grandes compañías. Pero en 1973 ya no era así. El consumo de petróleo, había aumentado de forma tan notable que era ya el primer producto energético mundial.

Las reservas descubiertas cada año, eran inferiores al consumo mundial. Por otra parte los grandes países industrializados, a excepción de Estados Unidos y la URSS, eran grandes consumidores de energía, pero no la producían. Gran Bretaña y Noruega empezaron a hacerlo con ocasión de la crisis.

Las grandes compañías exportadoras, fueron nacionalizadas.

Durante 1972 los países productores de materias primas, intentaron presionar sobre los consumidores, elevando los precios, pero fue el petróleo, la única materia prima que influyó en la economía mundial.

La política internacional, contribuyó de modo poderosísimo a acentuar el efecto.

El 16 de Octubre de 1973, en un momento en que la guerra árabe-israelí no estaba concluída, los países de la OPEP tomaron la decisión de que el precio del barril pasara de 3 a 5 dólares. Al día siguiente decidieron establecer un sistema de embargo para aquellos que parecían apoyar por completo a Israel, como Estados Unidos y Holanda. También optaron por reducir la producción hasta que Israel abandonase los territorios ocupados.

Pero este sistema de limitación acabó por dañar a los propios productores. En Diciembre de 1973, los países de la OPEP decidieron elevar el precio del barril a casi 12 dólares, sin que esta subida significase el fin del proceso: el precio se multiplicó por 4 en 1973-1974, y continuó subiendo hasta hacerlo en un 150% en 1979.

La “revolución blanca” del sha, la posterior revolución iraní y la guerra entre Irán e Irak, contribuyeron de manera decisiva a que el precio del petróleo llegase a alcanzar los 34 dólares por barril en 1984 (En 11 años, el valor se había multiplicado por 11'1).

El impacto de este incremento, resultó variado, pero siempre grave. La factura del petróleo, pasó a ser hasta el 5% del Producto Nacional en algunos países desarrollados.

La inflación se multiplicó

Todas las economías se vieron obligadas a planes de austeridad.

A lo largo de 1975, los países que crecieron lo hicieron de modo inapreciable.

Las empresas tuvieron numerosas dificultades.

El paro se incrementó.

Se llegó a la época de “stagflation” en que se dieron simultáneamente decrecimiento de un 10 o 20% como mínimo, y tasa de inflación de más del 10%. Desapareció la sensación de que se podía salir de la crisis, y el aspecto en que resultaba más manifiesta fue la tasa de paro, que alcanzó primero el 5% en 1974-1975 en los países de la OCDE, pero llegó a 10% en 1980 - 1982.

A mediados de los años ochenta, el 30% de los puestos de trabajo industriales desaparecidos como consecuencia de la crisis, aún no había sido recuperado.

A partir de la crisis, hubo el doble fenómeno de terciarización de la industria, y de industrialización de los terciarios.

Pero es necesario hacer mención también de la incidencia de la crisis en los países no desarrollados.

Una parte de ellos inició la industrialización, si poseían recursos para ello (caso de Arabia Saudita).

Los países productores de petróleo, no se mantuvieron unidos: Irán y Libia, trataron de aprovechar al máximo el incremento de los productos petrolíferos. Otros como Arabia, actuaron con mayor prudencia.

Pero los países carentes de petróleo, y pobres, vieron cómo su situación se agravó todavía más.

Para responder a la crisis, los países occidentales idearon varios procedimientos:

Los Estados Unidos, propusieron la existencia de una Agencia Internacional de la Energía, que agrupara a los países consumidores de petróleo frente a los productores. La fórmula no fue aceptada por Francia.

Una conferencia celebrada en Cancún en 1981, pretendió establecer un nuevo marco de relaciones entre países desarrollados y no desarrollados.

Quizá más prácticos fueron los acuerdos Lomé I y Lomé II entre los países desarrollados de la CEE y los no desarrollados de África, Caribe y Pacífico, que establecían una ayuda financiera al desarrollo.

Los grandes países desarrollados, establecieron un acuerdo de concertación a partir de 1975, consistente en la celebración anual de reuniones a las que asistirían los cuatro europeos más importantes desde el punto de vista económico (Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia), Estados Unidos, Japón y Canadá (G7).

Pero en general puede decirse que los países afectados recurrieron a mecanismos más o menos proteccionistas.

En la Conferencia de Jamaica, de 1976, ya no hubo precio oficial del oro, y quedaron legalizados los precios de las divisas, flotantes.

La ponderación del sistema atribuyó al dólar el 30% del total, manteniéndose así la supremacía financiera de Estados Unidos.

Otro sector de las soluciones procedió de las iniciativas individuales de cada gran potencia.

En 1979 el Director de la Reserva Federal Norteamericana, impulsó la decisión de atacar la inflación por limitación de la masa monetaria, por la vía de un incremento sin precedentes de los tipos de interés. De esta manera los capitales afluyeron a Estados Unidos e hicieron subir el curso del dólar.

Este hecho obligó a todos a adoptar políticas de austeridad. Las economías desarrolladas llegaron al fondo de la depresión. Las del Tercer Mundo, vieron aumentar su carga financiera, y para evitar la bancarrota, tuvieron que recurrir a las grandes instituciones financieras internacionales, que les obligaron a medidas de austeridad incluso dramáticas.

Por otro lado, el incremento del precio del petróleo, tuvo como consecuencia el hallazgo de nuevas formas de energía, el descubrimiento y explotación de nuevos campos petrolíferos, que salieron al mercado buscando competir con los del área de la OPEP, a menor precio. Así los campos de Alaska, Mar del Norte, y México.

La crisis provocó una nueva división internacional del trabajo.

Nuevas industrias de comunicación, informática y otras, surgieron como alternativa a las industrias perdidas o disminuídas.

También contribuyó a la aparición de la crisis del Estado del Bienestar, surgida al padecer la crisis las Haciendas públicas.

Aparecieron también riesgos de corporativismo y clientelismo.

Finalmente afloraron repercusiones de carácter político.

En Alemania, el tiempo de crisis creado por la banda Baader-Meinhof, fue al comienzo de los setenta, y en 1977 tuvo lugar el asesinato del presidente de los patronos.

En Italia, en 1978 apareció Aldo Moro asesinado por las “Brigadas Rojas”

El mundo de la democracia occidental, podría estar entrando en una crisis difícil de superar. Con el paso del tiempo, ésa misma agravará la situación económica de los países de Europa del Este.

Fue el llamado “eurocomunismo”, la novedad ideológica que apareció cercana a representar una alternativa más nueva a la política vigente. El efecto de la invasión de Hungría en 1956, fue ya importante. La de Checoslovaquia de 1968 produjo mucha mayor insatisfacción.

La URSS trató de mantener la relación con los “partidos hermanos”, pero ya no fue posible. Con contadas excepciones, los partidos comunistas de los países democráticos estaban a años luz de quienes ejercían el poder en la Europa Oriental. Les resultaban inaceptables tanto el internacionalismo proletario que equivalía a servir a la política soviética, como el socialismo realmente existente, o la función dirigente del PCUS.

El eurocomunismo, nació en Italia y fue dirigido por Enrico Berlinguer. El PCI, aceptaba ya entonces, en 1976 el Mercado Común y la pertenencia a la OTAN, e incluso un compromiso histórico con la Democracia Cristiana.

En posiciones similares, aunque mucho menos importante, se situaba el PCE.

El eurocomunismo, estableció un nexo entre socialismo y democracia, y se ofreció como una vía equidistante del Este y del Oeste, demostrando querer librarse de la hipoteca estalinista.

El comunismo nunca pudo ofrecer un ejemplo de un solo país, que, siendo comunista hubiera acabado por democratizarse.

Una de las consecuencias de la crisis de mediados de los setenta, fue el comienzo de una oleada de democratizaciones en las dictaduras de la Europa mediterránea. En estos países, (Grecia, Portugal, España), había existido una cierta tradición democrática.

Se produjo en primer lugar y en grados variables, un proceso de transfiguración económica, pero más importante resultó el proceso de quiebra de la legitimidad de las dictaduras.

Influyó el cambio producido a partir del Concilio Vaticano II, jugando el Ejército un papel contradictorio; positivo en el caso de Portugal, y negativo en Grecia y España.

Ya en los años ochenta, la tendencia favorable a la democratización se había desarrollado como para que al final de la década se produjera el derrumbamiento del comunismo.

TEMA 22. ESTADOS UNIDOS: DE WATERGATE A LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

LOS ESTADOS UNIDOS EN PROCESO DE CAMBIO: LA SOCIEDAD DE LOS SETENTA

En los Estados Unidos, la década de los setenta fue, tras la efervescencia de la etapa anterior, de transición, muy marcada por la sensación de que Alemania, había perdido su orientación.

Ahora parecía primar el éxito inmediato, dejando en la cuneta a un importante sector de la sociedad. A esta situación se llegó por la súbita paralización del crecimiento económico.

Los demócratas consiguieron su mayoría política más amplia en 1974 y en 1980 la lograron los republicanos. Esos cambios tan bruscos se explican por una conciencia generalizada de desafección hacia el sistema.

Los Estados Unidos experimentaron una profunda transformación económica, en el mismo momento en que se desencadenaba la crisis. ( y quizá como una de las razones de su desencadenamiento).

El gasto provocado por la guerra de Vietnam, unido a la voluntad de mantener las conquistas sociales, produjo un cambio fundamental.

El embargo y luego la elevación del precio del crudo, hizo ver a los norteamericanos que ya no dominaban la economía mundial. Durante toda la década de los setenta, el crecimiento no pasó del 1%, y Alemania y Japón pasaron a convertirse en un peligro competitivo.

También se habían producido cambios sociales importantes, muchos positivos, pero algunos hacían aparecer protestas en una parte de la sociedad.

Una de las herencias de la década de los sesenta, fue la evolución del papel social de la mujer. No había cambiado sólo la conciencia sino también la realidad de los respectivos papeles sociales.

La institución familiar sufrió los embates de este cambio de actitudes. El divorcio creció en los sesenta, y en torno a 1980.

Al mismo tiempo, la mujer desempeñaba un papel cada vez más relevante.

Pero también ha de tenerse en cuenta la “feminización de la pobreza”; hogares con sólo una mujer divorciada, o una soltera con hijos. En 1980 dos tercios de los clasificados como pobres eran mujeres.

Durante la presidencia de Carter, por primera vez, el embajador de Estados Unidos ante la ONU fue un negro, pero la mejora principal no tuvo nada que ver con la política, sino con la educación. Entre 1960 y 1977 el número de estudiantes negros se multiplicó por cinco. Pero por desgracia, también los jóvenes de color, tuvieron una tasa de paro del 50%.

Mientras un 35 o 45% de los negros derivó hacia formas de vida de la clase media, un 30% lo hizo hacia una pobreza más profunda. Para esas personas, la ayuda social, se había convertido en una necesidad absoluta.

La llamada “Nueva Derecha” norteamericana, adquirió un tono muy vinculado a la religión, recogiendo del pasado unos planteamientos estrictamente liberales, pero durante toda la década de los setenta, vino acompañada también por el desarrollo del cristianismo evangélico.

Los cambios no se limitaron a la aparición de esta derecha religiosa, sino que afectaron a muchos otros terrenos. Se pasó de una adscripción partidista firme, a otra mucho más laxa. El republicano Sur, o la demócrata Costa del Pacífico, cambiaron su significación política.

Woody Allen, afirmaba en 1973, entre irónico y serio, que el sexo y la muerte, eran las únicas preocupaciones dignas de interés.

La democratización de la educación, había conducido a una degradación de lo enseñado.

El panorama de los que cambiaron de mentalidad debe completarse con los que lo hicieron desde la izquierda en materia de política exterior. Algunos de los pensadores más conocidos norteamericanos dentro del mundo conservador, procedían de la extrema izquierda.

La situación de los negros, mejoró más en la época de posguerra que en la siguiente.

Los años centrales de los setenta, y los primeros ochenta, presenciaron cambios profundos y muy significativos, al margen de las adscripciones partidistas de quienes desempeñaron el protagonismo en la vida pública.

EL MALESTAR POLÍTICO NORTEAMERICANO: DE NIXON A REAGAN

La herencia de Nixon, también gravitó de forma pesada sobre sus sucesores. Gerald Ford, llegó a la presidencia con una reputación de decencia, pero inmediatamente perdonó a Nixon. Le tocó presidir la retirada de Vietnam.

Pronto transmitió la impresión de que era un personaje gris, y se convirtió en moneda corriente juzgarle extremadamente limitado desde el punto de vista intelectual.

Pero tenía virtudes objetivas: no era tortuoso, y fue capaz de formar un equipo de Gobierno compacto y que funcionó bien.

Jimmy Carter, el candidato demócrata que triunfó en la elección de 1976, tenía un talante moral y populista. Su promoción a candidato supuso un intento de moralización de la política exterior norteamericana, y una inmaculada pulcritud en el comportamiento del Ejecutivo en política interna.

Persona muy decente, de gran inteligencia, pero a veces de sorprendente ingenuidad, y enorme dedicación al trabajo, Carter reconoce haber sido ridiculizado por demostrar demasiado su amor hacia su mujer. Leía diariamente con ella la Biblia en castellano, para mejorar su conocimiento de los idiomas.

Ninguno de los candidatos de 1976 fue bueno. Carter obtuvo los votos de aquellos para quienes la preocupación fundamental era encontrar empleo. Ford, atrajo a los que temían la inflación. Ambos problemas tenían similar envergadura.

Carter, fue por completo incapaz de influir en el Congreso y ese factor resulta siempre de primera importancia para la labor realizada por un presidente norteamericano.

Los enfrentamientos entre el Secretario de Estado y el asesor de Seguridad, mucho más propicio a una postura dura respecto a los soviéticos, se tradujeron en frecuentes filtraciones a la prensa.

Cuando se planteó el problema de los precios de la energía, no planteó soluciones

En política exterior, el balance es negativo: La política respecto a Irán, fue dubitativa y contradictoria.

El secuestro de los rehenes capturados por los seguidores de Jomeini en la embajada norteamericana de Teherán, proporcionó una visión de la presidencia definida por la indecisión. Sólo una quinta parte de los norteamericanos estaba de acuerdo con la política seguida respecto a Irán, cuestión en la que, aparte de producirse un intento fallido de liberación de los rehenes, concluyó con los iraníes humillando a la presidencia del país más poderoso del mundo, al negarse a liberarlos hasta que Carter abandonó la Casa Blanca. Este hecho, junto con la invasión de Afganistán por la URSS en Diciembre de 1979, provocaría un importante cambio en la política exterior norteamericana.

Cuando en aquél 1979 Deng Xiaoping visitó los Estados Unidos, no dudó en lanzar acusaciones a los norteamericanos por no haber parado a tiempo los pies a los soviéticos.

En las elecciones de 1980, un 40% de los votantes de Reagan, no eran conservadores, sino personas que pensaban que había llegado el momento de cambio. Reagan era más apropiado para mantener una postura dura frente a los soviéticos.

Ronald Reagan, a pesar de la simplicidad de su posición política, imprimió un sello durante los años ochenta, hasta un grado comparable al de Franklin Roosevelt, su héroe político.

Reagan era de origen humilde y problemático, niño infeliz. Trabajó de salvavidas, locutor radiofónico y actor cinematográfico de escasa calidad.

Poseía gran capacidad para las relaciones públicas, y se convirtió en dirigente del sindicato de actores, lo que le llevó a enfrentarse con los comunistas.

Reagan sabía aprenderse su papel, y dejarse dirigir, virtudes suficientes para que iniciara una carrera política, dentro del Partido Republicano. Apoyó a Goldwater y en 1966 decidió convertirse en gobernador de California.

Su etapa como gobernador, fue positiva, limitando el gasto público.

También se dio a conocer por una política de orden público en una Universidad como la californiana que padeció singularmente, el clima revolucionario de los años sesenta.

A lo largo de su presidencia, siempre se mostró capaz de decir algunas frases sobre el excesivo papel del Gobierno en la vida de los ciudadanos, pero careció de verdadero programa en materias concretas.

A su escasa preparación, sumó su escasa dedicación. No estaba mínimamente al día en algunas cuestiones que debía haber dominado.

Sus colaboradores, debieron acostumbrarse a proporcionarle minimemorias de tan sólo una página.

Sin embargo, gracias a que tenía muy pocas ideas, pero gran capacidad para comunicarlas, al explicarlas resultó casi siempre, muy convincente.

Muy a menudo eran la consecuencia de una honesta y sincera preocupación de una persona que no podía definirse como especialista en nada. Por otro lado, Reagan tenía a su favor un sentido del humor y la suficiente seguridad como para bromear siempre.

Reagan era un solitario que no confiaba mas que en sí mismo o en su mujer, y ésta no dudaba en consultar a los astrólogos.

Como Carter, también Reagan fue incapaz de superar la división en su propio Gabinete.

Para hacer un balance de la presidencia de Reagan hay que considerar el conjunto de su permanencia en el poder.

Coincidió con la actitud de la Nueva Derecha en materias morales, como el control de natalidad o el aborto. También redujo los programas sociales, mientras que aumentó el presupuesto militar nada menos que en el 41%.

En economía, para Reagan era posible reducir los impuestos, hacer crecer el presupuesto militar y conseguir un presupuesto equilibrado.

El verdadero rector de la política económica fue una persona que carecía de puesto en el Gabinete: Stockman, quien pronto percibió estas contradicciones, y sobre todo el hecho de que a Reagan principalmente le interesara la política; es decir, unos cuantos slogans.

En el segundo año del mandato, el paro alcanzó el 11%, aunque la inflación se quedó en el 6%.

En política exterior Reagan dio un nuevo sentimiento de orgullo a los norteamericanos, pero carecía de un programa, aunque transmitió su creencia firme en la superioridad moral de sus ciudadanos.

En Octubre de 1983, en una sola semana se enfrentó con dos situaciones que en condiciones normales, hubieran afectado gravemente a la credibilidad de cualquier presidente: Un atentado en Líbano, que causó la muerte de 240 marines, y una invasión de la isla caribeña de Granada, que le enfrentó con aliados tan firmes como Margaret Thatcher.

Pero comunicó con tal espontaneidad lo sucedido que todo le fue perdonado. Además, el activismo en política exterior parecía justificado.

TEMA 23. LA PLURALIDAD DE EUROPA

FRANCIA: LA V REPÚBLICA CON ALTERNATIVA POLÍTICA

En las elecciones de 1974 (tras la muerte de Pompidou) Mitterrand lideró la candidatura aparentemente conjunta de los socialistas y los comunistas pero que fue superada por la candidatura conservadora de Giscard.

Giscard, llevó a cabo una serie de reformas que pudo aprobar, paradójicamente, con los votos de la izquierda, como por ejemplo la ley de divorcio, del aborto o la rebaja a 18 años de la mayoría de edad.

En cambio, ni la reforma de la educación ni la de la televisión, pueden calificarse de decisivas y eficaces. Algo parecido debe decirse de las reformas de empresa.

En el plano económico tuvo que enfrentarse a la crisis del petróleo que provocaba una fuerte inflación y problemas sociales. En 1976 nombró primer ministro, a Barre, consiguiendo con sus medidas superar la crisis, mucho mejor que los Estados Unidos y el resto de los países europeos, ofreciendo al final del mandato un balance positivo.

Anteriormente el puesto de primer ministro, había sido ocupado por el joven Chirac, con quien Giscard mantuvo un pulso interno, uno como Presidente y el otro como dirigente del partido.

Chirac acabó convirtiéndose en 1977 en Alcalde de Paris.

Giscard fracasó en su intento de crear la UDF (Unión por la Democracia Francesa) y a pesar de la crisis de los gaullistas, que no llegaron a enfrentarse directamente, ganó las primeras elecciones europeas con Simone Veil a la cabeza de la UDF.

La segunda fase de la presidencia de Giscard estuvo ausente de reformas reales.

Afectado por algunos escándalos, perdió popularidad.

En política exterior se caracterizó por el europeísmo.

Quiso erigirse en gendarme de África.

Durante su presidencia, se preocupó por el patrimonio.

En 1981 tanto la derecha como la izquierda se presentaban a las elecciones divididas. Tras la primera vuelta, los comunistas apoyaron a Miterrand y Chirac a Giscard, obteniendo la victoria al PSF.

Mitterrand disolvió el Legislativo, como había prometido.

Era Mitterrand quien tomaba las decisiones importantes.

Durante el primer período de su presidencia Mitterrand adoptó medidas de calado. Se crearon 55.000 empleos públicos, se aumentó el salario mínimo, se disminuyó el horario laboral, se aumentaron las vacaciones y se rebajó a 60 la edad de jubilación. A nivel económico se procedió a la nacionalización de numerosas empresas, llegando a estar el 40% del PIB bajo control estatal.

Otras reformas fueron la disminución de competencias de los prefectos, la división de Paris en 20 municipios y la abolición de la pena de muerte.

La crisis económica, que obligó a devaluar el franco hasta 3 veces, el aumento del paro y la impopularidad de algunas leyes, hicieron que el PSF perdiese popularidad y consecuentemente, las elecciones municipales y europeas, obligando a Mitterrand a tomar un nuevo rumbo a partir de 1984.

GRAN BRETAÑA: EL RETORNO DE LOS LABORISTAS Y EL COMIENZO DE LA ERA THATCHER

El resultado de las elecciones de 1974 en Gran Bretaña fue consecuencia, más que de una victoria de la oposición, a una derrota del Gobierno.

Wilson, candidato laborista, con una buena relación con los sindicatos y aprovechando la división de la derecha, consiguió una amplia mayoría.

Wilson propuso crear parlamentos en Escocia y el País de Gales, se realizó un referéndum sobre la cuestión europea, ganando un sí rotundo y se enfrentó con el problema económico de la pérdida de confianza en la Libra.

Mientras los conservadores se reorganizaban sustituyendo a Heath por Thatcher, que se convertía en alternativa segura al laborismo.

Healey escribió como ejemplo de disfunción el proyecto del Conconde, destinado a dar servicio a los muy ricos, con los impuestos de los más pobres.

En 1976 Wilson se retiraba y era sustituido por Callaghan, que tuvo que enfrentarse a problemas complicados, como la devolución, es decir; la recuperación de poderes en los parlamentos escocés y galés, el conflicto con los sindicatos, el Ulster y Rhodesia.

Ante la decadencia que se respiraba en Gran Bretaña, Thacher, antítesis del espíritu del 68, procedente de la clase media provinciana, metódica y religiosa, logró ganar las elecciones.

Llevó a cabo una política conservadora que disminuía los impuestos y acrecentaba el gasto público en educación, vivienda, sanidad, fuerzas del orden y Defensa y se endurecían las relaciones con el IRA.

Pero lo más característico de la Thatcher, fue su estilo taxativo, con agresividad.

A su servicio tenía un populismo nacido de haber ejercido como ama de casa, que le dió capacidad para atraerse a la mayoría del partido.

Su dureza respecto al IRA, le hizo permitir que 10 personas muriesen en huelga de hambre.

En política exterior mostró poco interés, pero dejó claro su talante antieuropeísta.

El conflicto con Argentina en las Malvinas le devolvió la popularidad perdida.

Los argentinos cometieron el error de no aceptar la propuesta de Haig, que suponía doble nacionalidad y administración tripartita.

Thatcher, acabó obteniendo la conclusión de que la guerra había sido beneficiosa, porque le había dado a Gran Bretaña confianza en sí misma.

LA ERA SCHMIDT EN ALEMANIA (1974-1982)

Schmidt llegó al poder con la celebración de los 25 años de la RFA. Su gobierno, significó estabilidad y previsibilidad, aunque tuvo que enfrentarse a la gran crisis económica y el resurgimiento del terrorismo.

Durante este período hay que destacar la aparición de los verdes, que en 1978 - 1979 se configuraron como una unidad, que representaba la actitud de los más jóvenes

Los actos terroristas (secuestro del dirigente de la CDU, asesinato del presidente de la patronal, secuestro de un avión etc) obligaron a un endurecimiento de la legislación, que permitiera hacer frente a estos problemas. Llegado el año 1980, el terrorismo había sido aniquilado.

Schmidt, que creía que la distensión era una obligación moral, era consciente del peligro que suponía para Alemania el sistema bipolar.

La RDA por su parte, endurecía las medidas en contra de la emigración de sus ciudadanos hacia Occidente.

En Diciembre de 1981, Schmidt visitó a Honecker, y poco tiempo después, de que se firmara un contrato por el que los alemanes occidentales cedían tecnología punta a la URSS, tuvo lugar la proclamación del estado de sitio en Polonia.

Estas actitudes, que Schmidt justificaba en aras de la distensión, hicieron que sus choques con Estados Unidos fueran frecuentes.

ITALIA ENTRE LA ESCLEROSIS Y LA TRANSFORMACIÓN

La Italia de los años ochenta, es un permanente conflicto entre las posibilidades de renovación y el inmovilismo. Las primeras, nacidas de la existencia de una sociedad dinámica. Las segundas, el producto de las peculiaridades de un sistema político que había alcanzado ya sus límites.

Durante la década de los 80 el crecimiento económico fue espectacular, sobrepasando incluso el de Alemania, pero también el paro había aumentado y la inflación se hacía difícil de controlar. Una parte de este crecimiento se debe a la economía sumergida ubicada principalmente en el Centro y Norte de Italia, que pretendían escapar de la fiscalidad de un Estado que debía cubrir las necesidades del Sur, el cual sufría un claro retraso económico.

Por otro lado el crecimiento de los salarios, era más rápido que el de la productividad.

En el terreno político, en 1979 el PCI perdía la mayoría gubernamental, creada por el sistema de voto de “no desconfianza”.

Desde 1978, el Partido Socialista, que tuvo como principal figura a Craxi, se ofreció como eje de una coalición gobernante con la Democracia Cristiana.

A ésta, la privó de la existencia en el Consejo, e impedía la llegada al poder de los comunistas.

Además de Pertini, las figuras identificadas con este momento son Spadolini, republicano y el propio socialista Betino Craxi. Spadolinini se convirtió en Presidente de la Democracia Cristiana

Spadolini, conseguía en las elecciones de 1983 reforzar la posición de su partido en detrimento de los socialistas.

A partir de 1984, en busca de la estabilidad y de un gobierno fuerte, Craxi presidió sucesivos gobiernos de una amplia coalición de centro, el pentapartito, siendo signo evidente de los tiempos que el socialista Craxi no ponía en cuestión la economía de mercado, y tampoco significaba ningún cambio relevante de la política exterior.

Durante este período se aprobó la separación de la Iglesia y el Estado y la ley del aborto.

El terrorismo seguía golpeando a la democracia. Sin embargo, la policía consiguió poco a poco la desarticulación de las tramas fascistas, y gracias a los arrepentidos de las Brigadas Rojas, también de este movimiento.

Pero existían otros problemas: la corrupción. La Italia de los años ochenta era la del éxito de Benetton o Armani, pero también de la logia masónica U2, o los sobornos de la compañía norteamericana Lockheed

Mientras en el Norte la industria progresaba, en el Sur se permanecía sujeto al sistema clientelar, bajo el control de la Mafia y la Camorra.

EUROPA DEL NORTE. EL MODELO SUECO

Con escasa población y sin contar con instituciones realmente originales, los países nórdicos se caracterizan por un fuerte sentido comunitario que permite clasificarlo como un sistema original propio, calificado como “Modelo Sueco”.

El feudalismo no existió más que en Dinamarca, donde fue abolido en 1788 caracterizándose por ser sociedades igualitarias desde tiempos remotos.

La supremacía del Parlamento sobre el rey quedó establecida entre el siglo XIX e inicios del XX y el sufragio universal y femenino también fue establecido prontamente con el sistema proporcional, que garantiza la representación y disminuye el fraude electoral.

Todos estos datos, pueden conducir al error de pensar que los países nórdicos tuvieron un pasado idílico. Pero su prosperidad, exigió esfuerzos.

Después de 1946 Noruega condenó a 46.000 personas por colaboracionismo. Fue el país más duro en la represión de ese fenómeno

Caracterizado por el consenso, el modelo sueco se convirtió en un ejemplo a seguir para los países subdesarrollados o para las democracias que empezaban a serlo a mediados de los 70.

Para entender la peculiaridad de este modelo hay que partir de una consideración política internacional.

Para Suecia, la integración económica significaba una rebaja considerable de su nivel de vida.

Finlandia hubiera puesto en peligro sus compromisos son los soviéticos.

Noruega, en cambio, tenía frontera con la URSS y eso le llevó a integrarse en la OTAN.

También hubo diferencias en el aspecto de Defensa.

Cuando llegó el momento de enfrentarse a la posibilidad de un ingreso en el Mercado Común, la opinión se dividió aunque la integración finalmente se impuso.

En política exterior el caso de Finlandia fue peculiar. Nunca fue ocupado por los soviéticos ya que expulsó ella misma a los alemanes.

Pero Finlandia padeció las consecuencias de su derrota frente a la URSS, teniendo que pagar reparaciones.

En 1952 cuando hubo satisfecho la totalidad de sus reparaciones de guerra pudo deshacerse de las bases soviéticas.

Cuando se produjeron los acontecimientos de Checoslovaquia, su presidente se negó a viajar a Moscú. No hubo sumisión.

El comercio con la URSS, no obstante, permitió duplicar la renta en 1960, y convertir a Finlandia en un país industrializado. Pero en la ONU, Finlandia no condenó la invasión de Hungría.

En el terreno político el hecho de que el ejecutivo estuvo en manos de un partido minoritario, normalmente el socialdemócrata, la existencia de sindicatos unitarios, partidos agrarios luego convertidos en centristas, y con dos bloques semejantes en fuerza hizo que se consolidara la tendencia a buscar acuerdos y consenso. Las decisiones más conflictivas eran tomadas utilizando como recurso el referéndum.

En Suecia se introdujeron grandes reformas sociales entre 1945 y finales de los 50: seguro de enfermedad, vacaciones para los trabajadores, pensiones etc., lo que supuso un fuerte aumento de los impuestos para poder financiar las mejoras.

En los 70 se modificó la Constitución, reduciendo el Parlamento a una sola cámara y no dejando al rey mas que funciones ceremoniales.

Los países nórdicos no estuvieron exentos de pobreza en el pasado, pero gracias a una revolución industrial en que la educación de la población contó más que los recursos, se consiguió el desarrollo en una economía volcada en un elevado porcentaje en la exportación.

Lo más significante del modelo nórdico es la política social, como puede advertirse en que la distancia entre los sueldos más altos y más bajos en Francia, es triple de la que existe en los países nórdicos, lo que confirma su igualitarismo.

También hubo una fuerte política contra el paro, una política social basada en la solidaridad, e incluso inversiones a través de un fondo administrado por los sindicatos.

Lo fundamental en el sistema de relaciones sociales, ha sido siempre la negociación antes que la legislación.

La crisis económica de los 70 también afectó a los países nórdicos y el modelo empezó a declinar.

Suecia y Suiza, fueron ambas neutrales en la guerra mundial; la primera dotada de más recursos, pero la moneda las separó: con el paso del tiempo una corona valía 6 veces menos que un franco.

El modelo nórdico siempre fue discutido, y siempre prestigioso. Hoy sigue vigente, basado principalmente en el consenso, siendo en el campo de lo social donde siempre fueron pioneros (derechos de la mujer, aceptación de la multiculturalidad...)

PORTUGAL. DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA

Oliveira Salazar, estuvo en el poder 36 años.

Antiguo seminarista y profesor de Economía en Coimbra, procedía de los medios católicos. El poder no lo conquistó sino que le fue entregado.

La constitución de 1933 previó un ejecutivo bicéfalo pero los poderes le correspondían al Jefe del Gobierno.

En los años de mayor influencia del fascismo, se crearon algunos organismos de masas, como la Legiao o la Mocidade, pero siempre carecieron de un aspecto totalitario propiamente dicho.

Salazar logró fácilmente la desmovilización de los monárquicos, y de los católicos, pero le costó mucho más enfrentarse con los militares y con la derecha radical. Portugal salió enriquecido de la crisis de la Segunda Guerra Mundial.

Salazar tomó la decisión de que hubiese elecciones, e incluso que se presentasen otros partidos, pero la oposición acabó por retirarse.

Mantuvo una actitud reticente con respecto al nuevo orden mundial, hasta el punto de no renunciar a la ayuda del Plan Marshall.

A diferencia de España, Portugal, no permaneció aislado en la posguerra. El régimen quedó estabilizado con oscilaciones políticas mínimas.

En 1959 suprimió la elección directa del Presidente de la República.

A mediados de los años cincuenta, aparecieron los movimientos independentistas de las colonias, y se planteó el problema de Goa con India. En los años sesenta, empezaron los movimientos guerrilleros, pero Portugal pudo bandearse temporalmente amenazando con retirarse de la OTAN y negar las bases de las Azores. Además se tomaron medidas reformistas en el orden colonial, se posibilitaron las inversiones extranjeras en ellas, pero en Angola, Portugal hubo de emplear su ejército, y el 40% de su presupuesto, en una guerra que emprendía convencido de la imposibilidad de victoria.

Mientras tanto, la policía política actuó de forma creciente.

El propio Caetano dimitió del rectorado de la Universidad de Lisboa por la forma de actuar la policía.

En 1968 Salazar sufrió un derrame cerebral y fue sustituido por Caetano, de talante más reformista, pero no le dejaron mucho margen de maniobra.

La guerra colonial y la crisis económica hicieron que la oposición se uniera y que el ejército expresara su descontento provocando la caída del régimen en abril del 74 con un golpe militar incruento.

La transición a la democracia, resultó muy complicada. El Movimiento de las Fuerzas Armadas, adquirió una clara preeminencia. Las nacionalizaciones, la presión sobre la prensa, y la cercanía de un sector del Ejército al partido comunista, hicieron temer que la antigua dictadura de derechas, pasase a ser una dictadura de izquierdas.

Sólo en 1986 los militares tuvieron un status semejante al del resto de los países democráticos accidentales.

TEMA 24. EL FINAL DE LA DISTENSIÓN

La crisis económica internacional provocada por el encarecimiento del petróleo produjo la sensación de crear unas nuevas condiciones en la política internacional.

Además, se estaba produciendo una gigantesca redistribución de la riqueza mundial

Las Naciones Unidas se hacían eco del desequilibrio económico mundial y propugnaban un nuevo orden internacional y se tomaban modestas iniciativas para superar la distancia entre países desarrollados y subdesarrollados.

A pesar del ambiente internacional de distensión, cuyo punto culminante fue la conferencia de Helsinki, la URSS aumentaba su presencia en conflictos periféricos y el fundamentalismo musulmán ponía en peligro las Monarquías árabes.

LA CRISIS DE LAS RELACIONES ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS Y LA CARRERA DE ARMAMENTOS

Desde la mitad de la década de los setenta hasta los años centrales de los ochenta el mundo pasó por una nueva fase de tensión internacional.

El asunto Watergate y la derrota en Vietnam provocaron un replanteamiento en la política internacional de los EEUU.

Desde un principio se vió en la distensión sólo una paz relativa, pero sin evitar la competencia entre las dos superpotencias.

Esta política entró en crisis por los que les reprochaban la falta de principios y los procedimientos utilizados, principalmente por la CIA, y por la derecha que encontraba la actitud frente a la URSS demasiado acomodaticia.

En realidad, los Estados Unidos estuvieron muy lejos de desarmarse. Pasaron de tener 1.700 ojivas a 7.000.

Sólo en el conflicto árabe-israelí parecía que los EEUU conservaban la iniciativa diplomática.

Durante la presidencia de Carter los soviéticos fueron desorientados por la política de defensa de los derechos humanos que ellos consideraban agresiva. La derrota en Irán y la crisis de los rehenes en la embajada de Teherán ayudaron a dar una imagen de incertidumbre y ambigüedad del gobierno norteamericano.

Reagan incrementó el abismo de distancia entre las dos superpotencias.

Durante los últimos años de Breznev, hasta finales de 1982, la relación entre los dirigentes de las superpotencias era cada vez más distante, y la URSS llevaba a cabo una expansión extraordinaria de su influencia en el mundo.

En Angola y Etiopía, utilizando a los cubanos como fuerzas interpuestas, y a países del Este, para ayudar a movimientos revolucionarios, o para reconstruir Vietnam.

Pero también se aproximó a Libia y Argelia.

Los soviéticos, no sólo mantuvieron de forma férrea el glacis defensivo en sus manos, sino que en Afganistán demostraron estar dispuestos a ampliar la frontera.

Hasta países que tenían una estructura puramente tribal, como Yemen del Sur, se decían “de orientación socialista” tras pactar con la URSS.

Incluso los soviéticos tuvieron la esperanza de que China dejase de ser un problema para ellos con la ayuda de Estados Unidos.

A partir de mediados de los 70, se instauró un lenguaje mucho más duro entre las dos potencias; se congelaron acuerdos comerciales, escasearon las reuniones en la Cumbre, y acuerdos anteriores encontraban dificultades para llevarse a cabo.

Hasta 1985 no hubo reuniones en la Cumbre. Los norteamericanos se negaron a participar en los juegos Olímpicos de Moscú en 1980, a lo que respondieron los países del área soviética, haciendo lo mismo en los de Los Ángeles en 1984.

La conferencia de Helsinki fue el momento culminante de la distensión.

La animosidad de los países occidentales frente a la URSS crecía, reprochándoles el intentar sacar beneficios unilaterales, al mismo tiempo que pretendían mantener los beneficios obtenidos en el pasado con respecto al comercio de cereales y a las transferencias tecnológicas.

El mayor peligro en relación con la URSS derivó del incremento de su potencia nuclear. El acuerdo SALT había supuesto la limitación del número de los misiles intercontinentales pero con posterioridad a él los soviéticos se lanzaron a una modernización a marchas forzadas de sus armas, por medio de misiles con cabezas múltiples triplicando así el número de ojivas nucleares de que disponían. En Europa Oriental se instalaron 330 misiles SS20 que podían alcanzar toda Europa, desarrollándose la posibilidad teórica del desdoblamiento en Occidente (decoupling), entre Norteamérica y Europa, de modo que los países europeos se desligaran de los Estados Unidos y se plegaran a la contemporización e incluso mediación con la URSS.

En Junio de 1979 Carter y Breznev llegaron a un acuerdo sobre la limitación de armamentos conocido como SALT II. Su contenido preveía la limitación de misiles intercontinentales (ICBM), de cabezas múltiples (MIRV) y de localizaciones en el subsuelo.

El tratado suponía el freno a la proliferación de los mismos, pero muy pronto, el propio Senado norteamericano se opuso a ratificar ese pacto.

A este fracaso hubo que sumar dos más:

Las conversaciones que desde 1973 estaban teniendo lugar en Viena, sobre la reducción de fuerzas convencionales en Europa, concluyeron en fracaso.

Las relativas a las fuerzas nucleares intermedias, de Noviembre de 1981 en Ginebra, tampoco llegaron a ningún resultado, sino que produjeron de forma indirecta un incremento de armamento.

El despliegue de los SS20 soviéticos, requería una respuesta de los países democráticos.

Tras numerosas discusiones en la OTAN se llegó a la llamada “doble decisión”, que consistía en ofrecer a la URSS el acuerdo sobre el desmantelamiento de sus nuevas armas desplegadas en el teatro europeo o por el contrario, modernizar el armamento nuclear de la Europa democrática.

La victoria electoral de los democristianos de la CDU, permitió el despliegue de los misiles en Alemania. Pero tuvo como consecuencia que los soviéticos se negaran a entrar en cualquier discusión que supusiera la reducción de armamento y se enrarecía aún más la relación entre los dos bloques (intervención soviética en Nicaragua y apoyo norteamericano a los disidentes soviéticos).

El paso siguiente fue la IDS (Iniciativa de Defensa Estratégica) de Reagan, un sistema para evitar ser alcanzados por los misiles adversarios, que creaba recelos tanto a la URSS, amenazada por los avances tecnológicos norteamericanos, como a los europeos, que veían en ello el desarrollo del decoupling, dejando protegidos sólo a los Estados Unidos.

La URSS puso en adelante como condición esencial para cualquier acuerdo de desarme, la desaparición de la IDS, al mismo tiempo que los países europeos se daban cuenta de la necesidad de aumentar su arsenal.

Durante este período aumentaron los presupuestos militares en todo el mundo, siendo EEUU y la URSS los principales proveedores de los países no productores.

LOS PROBLEMAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA EUROPA UNIDA

La grave crisis existente en el terreno económico complicó la construcción de una Europa de parados.

El terrorismo jugó un papel de primera línea en Alemania y en Italia. Contra él apenas hubo una acción combinada.

La Europa de los 9 de 1973, tenía planteado cómo, llegar en un corto plazo a la unión económica y monetaria, pero se vieron desplazados ante la actitud dispersa de los diferentes países ante la crisis.

Italia y Dinamarca, pusieron en práctica medidas proteccionistas.

Gran Bretaña intentó renegociar su tratado de adhesión.

En 1979 entró en funcionamiento un “sistema monetario europeo”. El ECU, destinado a permitir la estabilización de los intercambios. El ECU venía a ser una especie de “cesta de monedas” cuya composición reflejaría el papel de cada una de ellas en el conjunto de la economía comunitaria.

A pesar de las crisis, se produjeron algunos avances importantes. Se empezó a hablar de la posibilidad de tener una política exterior común, se institucionalizaron la reuniones y se creó el Consejo Europeo, que tomó la decisión de constituir un Parlamento y éste fue elegido, aunque de momento no tenía un papel decisorio, pero produjo una creciente voluntad de control de las instancias ejecutivas de la Comunidad.

Pese a todas las dificultades se caminaba por la senda de la unificación política y se ampliaron fronteras. La desaparición de las dictaduras mediterráneas permitió que en 1981 se incorporara Grecia y en 1985 Portugal y España.

En Diciembre de 1985 los diez países miembros llegaron a un acuerdo para revisar el Tratado de Roma y establecer en 1992 un espacio económico sin fronteras eliminando las barreras que pudiesen existir en materias como la circulación de personas, mercancías, servicios y capitales.

Estados Unidos y la Comunidad Europea, se presentaron mutuos reproches de deslealtad y desarrollo de políticas económicas proteccionistas. También hubo tensiones en el campo de Defensa.

Todos los países europeos, fueron partidarios, mucho más que Estados Unidos, de mantener relaciones con la Unión Soviética, a pesar de la quiebra de la distensión.

Entre los norteamericanos se manejaba la queja de que la Ostpolitik les fue comunicada y no consultada.

Entre los europeos, la IDS creó una profunda desconfianza.

Europa, tuvo su propio proyecto tecnológico sobre materia semejante (“Eureka”)

Existieron otras diferencias en cuestiones de política exterior, como en el conflicto árabe-israelí, por la actitud pro palestina de algunos países europeos.

AFRICA: ENTRE EL MUNDO OCCIDENTAL Y LA INFLUENCIA SOVIÉTICA

La sucesiva descolonización de los países africanos generó nuevas esperanzas. Se concretaron en el cambio de algunos nombres de países y ciudades adaptándolos a la realidad física y a la lengua indígena, se eligió el bilingüismo para reivindicar sus propias raíces introduciendo lenguas indígenas aparte de las europeas, y se exaltaron los líderes de la independencia.

Sin embargo las diferencias étnicas y la precariedad económica hicieron que se desembocara en conflictos políticos (golpes de estado) y en guerras civiles, evolucionando la mayoría de países hacia un sistema presidencialista de partido único, siendo los partidos de los países democráticos meras representaciones de los diferentes grupos étnicos y culturales.

Las guerras civiles fueron un factor importante de inestabilidad. Resultaron especialmente sangrientas las de Congo y Biafra, ambas por la lucha de etnias.

Tampoco la situación económica respondió a las esperanzas despertadas.

En el plano económico y a pesar de un relativo crecimiento en los años 60, no se consiguió superar el subdesarrollo.

El crecimiento demográfico (mejoras higiénicas y médicas) y la fuerte urbanización y emigración interna hacia las ciudades dejaron los sectores productivos sin recursos humanos a lo que se sumaron los factores naturales, como la sequía, y un progreso de la industria demasiado lento.

El acelerado proceso de urbanización tuvo resultados graves. En su mayor parte el crecimiento del sector terciario, relacionado con el medio urbano, llevó a una saturación inconveniente para el conjunto del aparato productivo.

Muchas materias primas, habían reducido su precio casi a la mitad.

Dos sequías catastróficas en los países del Sahel y Etiopía, redujeron estas zonas a una extraordinaria pobreza.

Proliferaron los regímenes militares aumentando de forma exagerada los presupuestos de Defensa. Hubo enfrentamientos fronterizos pero a menudo los conflictos derivaban de diferencias étnicas.

En 1981 existía ya un subsistema que ligaba Congo, Angola, Mozambique y Etiopía al mundo socialista, y que prometía una extrema inestabilidad.

Un detonante fue el hecho de que tras el cambio de régimen en Portugal en Abril de 1974, se independizaran sus antiguas colonias. Los movimientos independentistas, gran parte de los cuales, ya habían recibido ayuda de los países socialistas, siguieron recibiéndola.

Todavía era mayor la influencia comunista en aquellos territorios que reivindicaban la igualdad racial: República Sudafricana, Rodesia y Namibia.

Ante la intervención cubana en Angola, los Estados Unidos se limitaron a una modesta ayuda económica a los adversarios del MPLA (Movimiento para liberación Angola). Fue ésta la primera ocasión en que una ofensiva soviética, no recibía respuesta, y Angola se declaró de “orientación socialista”

África posee importantes recursos naturales, como por ejemplo Uranio. El logro de las bases de África, supone para quien lo obtenga el control de las rutas mundiales de petróleo.

La importancia estratégica del continente africano y su riqueza en yacimientos minerales generaron finalmente inquietud en los países Occidentales que terminaron por intervenir o al menos intentarlo, en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la discriminación racial, principalmente en la Republica Sudafricana.

Si la Administración Carter fue de condena al apartheid, en cambio la de Thatcher se mostró demasiado benevolente con el Gobierno blanco. Los intereses estratégicos, primaban sobre cualesquiera otros, y ambas administraciones tuvieron muy en cuenta que la penetración soviética en ese país, hubiera sido nefasta para cualquiera de ellos. Ese mismo temor, proporcionaba al Gobierno sudafricano algún apoyo exterior en el mundo Occidental.

El Gobierno de Sudáfrica, multiplicó la creación de Estados indígenas en apariencia independientes. El Ejército sudafricano, establecía entre tanto una especie de cordón sanitario para evitar las penetraciones guerrilleras.

Sólo la caída del comunismo, haría viable la transición.

La persistencia de conflictos territoriales, la ausencia de cualquier tipo de organización regional capaz de arbitrar entre las Naciones y la existencia de regímenes nacionalistas contribuyen a explicar este resultado.

Los Gobiernos nacionalistas de Argelia y Libia, con abundantes recursos energéticos, demostraron una decidida voluntad de emplearlos en una política exterior muy activa.

El abandono del Sahara por parte de España, en beneficio de Marruecos, creó un conflicto en esta zona, enfrentando a Argelia con éste último.

La desestabilización, consecuencia del fin de la distensión, tuvo en todas partes graves inconvenientes pero de forma especial en África sin que se llegara a dar una solución a los graves problemas objetivos - subdesarrollo y discriminación racial -que padecía el continente.

Ni siquiera se percibía en el horizonte una posible solución.

AMERICA LATINA. ENTRE IRREDENTISMO Y REVOLUCIÓN

Desde comienzos de la década de los 60 se planteó una alternativa al liderazgo norteamericano

La reivindicación argentina sobre las Malvinas creó un grave conflicto especialmente, cuando Estados Unidos se decantó por la posición británica.

La política norteamericana en tiempo de Carter empezó a dar más importancia a los derechos humanos y se retiraron los apoyos económicos a las dictaduras de derechas (Chile, Argentina).

El Tratado de Panamá, de Junio de 1978, durante la presidencia Carter, supuso la cesión de la zona del Canal, bajo bandera norteamericana, a Panamá.

A finales de los 70, el recrudecimiento de la tarea subversiva por parte de los cubanos, tuvo consecuencias en el Caribe y América Central. En Jamaica y Granada se instauraron gobiernos pro cubanos que fueron derrocados, por las urnas en Jamaica y por las armas, norteamericanas en Granada.

En Nicaragua los revolucionarios sandinistas derrocaron la dictadura de Somoza con ayuda de Norteamérica. Las formas, poco democráticas, del nuevo gobierno provocaron la aparición de la “contra”. En el Salvador y en Guatemala aparecieron también grupos guerrilleros y Estados Unidos vió en la situación de inestabilidad de la zona, un peligro para sus intereses. La desconfianza del ejecutivo norteamericano frente a una posible vietnamización del conflicto, hizo que no se concediera ayuda a la “contra”.

Tampoco la actuación del grupo de Contadora (un grupo de países democráticos de la zona, que pretendió servir de intermediario), consiguió nada especial. Hubo que esperar a la caída de la URSS para que se produjera una evolución política en Nicaragua.

El conflicto de las islas Malvinas, en Abril de 1982, tiene sus antecedentes:

Antigua posesión española, ocupada por los argentinos durante una docena de años, se convirtió en británica en 1833.

En 1982 los argentinos, gobernados por una dictadura declinante, convirtieron la cuestión en una prioridad absoluta, hasta el punto de recurrir a la fuerza, en la convicción de que los británicos no reaccionarían.

La ocupación de las islas tuvo lugar en los primeros días de Abril, y todos los esfuerzos por lograr una solución pacífica, fracasaron.

A mediados de Junio de 1982 los británicos ocuparon de nuevo las islas en una operación de guerra que tuvo carácter peculiar. Los procedimientos bélicos fueron una mezcla de modernidad y tradicionalismo.

Inglaterra hundió un crucero argentino, merced al empleo de un submarino nuclear, pero sólo consiguieron sobrevivir a los ataques de la Aviación de Argentina, porque la mitad de las bombas arrojadas por ésta no hicieron explosión.

Cuando los argentinos emplearon armamento moderno, misiles de fabricación francesa, consiguieron hundir un destructor británico.

Desde el punto de vista de la estrategia Occidental, la guerra de las Malvinas fue una verdadera catástrofe.

Una de las consecuencias de la derrota argentina fue la caída de la dictadura en 1984, dentro del proceso democratizador (“tercera oleada”) universal que tuvo lugar por estas fechas.

TEMA 25. POLÍTICA Y RELIGIÓN: MEDIO ORIENTE

A la crisis económica de este período hay que sumar las dificultades surgidas del enfrentamiento de las dos potencias, los problemas del Tercer Mundo, que tras la descolonización no consiguió los resultados positivos que esperaba, la incapacidad de los países no alineados de mantenerse unidos y un nuevo factor, la peculiar relación entre religión y política.

RELIGIÓN Y POLÍTICA: EL FUNDAMENTALISMO EN MEDIO ORIENTE

En el 76 fue elegido Carter como presidente de los EEUU, en el 77 por primera vez ocupó el puesto de primer ministro elegido israelí una persona no perteneciente al laborismo sino a un partido religioso, en el 78 salió elegido en el cónclave como Papa Juan Pablo II y en el 79 regresó Jomeini a Irán. Si todos estos acontecimientos tienen un elemento común que los identifica, todavía es posible multiplicar los ejemplos para cubrir la totalidad del mundo e, incluso, hasta cierto punto la totalidad de las religiones.

En el mundo católico, el papado de Juan Pablo II significó una Iglesia más homogénea, articulada y dirigida desde arriba que la del pasado. Esta unidad la convierte en más autoritaria y centralista, más desacomplejada, más directamente activa en la vida social o política y, al mismo tiempo, más tendente a situar en sordina a algunas instituciones surgidas del Concilio Vaticano II.

En el Medio Oriente encontramos un panorama muy distinto pero coincidente, en la manifestación del creciente papel de lo religioso en la vida política y en la organización y en el restablecimiento de valores tradicionales junto al empleo de medios modernos para lograrlo.

El propósito inicial del fundamentalismo fue reconciliar al Islam con la ciencia y, además, lograr la unificación de todos los ritos musulmanes.

Los años 70 constituyeron una década bisagra para todo lo relativo a las relaciones entre religión y política, pues si hasta entonces había dado la sensación de que triunfaba la secularización de las sociedades islámicas, en el 75 la situación comenzó a cambiar y se volvió a los valores religiosos como fundamentadores de la organización de la sociedad.

La visión fundamentalista del Islam consiste en considerar que al avance técnico occidental se puede contraponer la superioridad moral propia. Los escenarios sociales con los que siempre se encuentra el fundamentalismo remiten a un crecimiento demográfico fuerte y a un proceso acelerado de modernización con decisivo impacto en la urbanización de la sociedad.

El fundamentalismo no es una realidad característica del mundo tradicional sino de una modernización a ultranza acompañada de un régimen autoritario y actúa como un mecanismo de rechazo frente a una situación de desagregación de una sociedad provocada por esa rápida transformación. Los fundamentalistas han obtenido su éxito en buena medida gracias a sus organizaciones de beneficencia social y solidaridad.

El fundamentalismo ha logrado su impacto a través de dos procesos sucesivos: la islamización desde arriba, mediante un proceso revolucionario, y también desde abajo gracias a la conversión de unas masas que actúan en una estructura política que no aceptan.

MEDIO ORIENTE: EL CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ

A mediados de los 70 en el Mediterráneo Occidental la conflictividad se vió aumentada por el hecho de que la situación estratégica había cambiado merced a dos factores: la existencia de una mayor paridad en el peso relativo de las dos superpotencias después de establecida la presencia de la Flota soviética y la actitud de algunas potencias árabes revolucionarias.

La composición étnica y cultural de Chipre se mantenía en equilibrio con una compleja Constitución que contenía una serie de apartados que no eran revisables y otros que necesitaban una mayoría muy cualificada para serlo. En el 74 el presidente Makarios propuso que los griegos que encuadraban las fuerzas militares dejasen de hacerlo, lo que provocó un golpe de estado apoyado por el gobierno helénico y el desembarco de la flota turca.

Ambos países, pertenecientes a la OTAN, estuvieron a punto de enfrentarse en un conflicto armado. Grecia abandonó la OTAN hasta 1980. A finales de 1974 Makarios recuperó el poder pero le fue imposible restablecer la situación constitucional. Turquía acabó reconociendo una República turca del Norte de Chipre en el 83; aunque fue el único país que lo hizo, en la práctica la unidad política de la isla no volvería a reconstruirse.

También Libia pareció contribuir a debilitar la tradicional hegemonía occidental en el Mediterráneo. Convertida en una potencia poderosa por sus recursos petrolíferos y durante algún tiempo cercana a la URSS, sospechosa de auspiciar movimientos terroristas, fue bombardeada por los EEUU en el 86.

A pesar de todos los conflictos, el centro de gravedad de la tensión internacional en el Oriente Medio, era el enfrentamiento entre Israel y los países árabes.

Desde 1956 había sido lugar preeminente de la confrontación entre las grandes potencias que prodigaron su apoyo militar y diplomático a sus aliados regionales.

La guerra supuso la elevación de los precios del petróleo y el alineamiento de los países árabes contra Israel. Pero la presión a través de los productos energéticos duró poco; En realidad, el gran cambio producido en la panorámica internacional de la región fue el desplazamiento de Egipto desde una actitud de cerrada oposición al Estado de Israel y a los norteamericanos hasta convertirse en colaborador de los segundos y firmar la paz con el primero.

A este resultado se llegó gracias a la coincidencia de Kissinger y Sadat. El primero fue un hábil negociador de conflictos en caliente mediante una diplomacia de pequeños pasos que evitaba que un momento de grave tensión local se convirtiera en guerra universal; el segundo se dio cuenta de que a Egipto no le interesaba mantener una situación de conflicto sin solución y sujeta a los avatares palestinos.

En los años sucesivos Sadat presionó a Washington para conseguir un acuerdo satisfactorio para su país con los israelíes.

Carter, heredero de la política de Kissinger, inició la aproximación a una solución por el procedimiento de pedir que Israel tuviera fronteras defendibles pero se retirara de una parte de los territorios ocupados y reconociera que la OLP representaba, por lo menos, a una parte considerable de los palestinos.

Sadat demostró su determinación en un viaje a Jerusalén, lo que le costó la dimisión de sus propios responsables en política exterior. Ante el parlamento israelí afirmó que los antiguos antagonistas estaban de acuerdo en dos cosas: la necesidad de garantías recíprocas y la evidencia de que la guerra anterior debía ser la última.

Occidentalista, impaciente y anticomunista, su interés primordial radicaba en recuperar el Sinaí pero chocó con una fuerte oposición interna a la hora de seguir este rumbo.

En septiembre de 1978 Beguin, primer ministro israelí, y Sadat llegaron a un acuerdo de paz. Egipto recuperaba los territorios perdidos en 1967 pero se veía aislado entre los países árabes, pro soviéticos y conservadores, que lo excluían de la Liga Árabe trasladando la capital de la misma a Túnez.

La paz firmada entre Egipto e Israel no solucionó el problema con los palestinos.

Egipto sólo buscaba desligar sus intereses de los palestinos.

En 1977 ganó las elecciones israelíes Menahen Beguin, líder del Likud. Beguin, que había participado en atentados terroristas contra los británicos, pronto dejó claro su propósito de incorporar Gaza y Cisjordania al Estado de Israel.

Por otro lado aumentaban las distancias entre los dirigentes políticos israelíes y el contexto internacional. En 1974 Arafat intervino por vez primera en la ONU en defensa de la instauración del Estado Palestino; ya no se hablaba, por tanto, tan sólo de la cuestión de los refugiados.

Los Estados Unidos se decían partidarios de una patria palestina que incluyera Cisjordania. La comunidad Europea llegó a más pidiendo que al proceso de paz se incorporara la OLP; Mientras tanto, perduraba el terrorismo propiciado por esta organización.

Menahen Beguin, tras firmar la paz con Egipto, como para compensar cesiones anteriores, trasladó la capital israelí a Jerusalén (1980), se anexionó el Golán y fomentó la colonización judía en los territorios ocupados, en parte por razones estratégicas pero también con un propósito de ampliación de la tierra reclamada de forma permanente.

El episodio más sangriento se daría en el Líbano. Modelo de convivencia entre musulmanes y cristianos, que compartían el poder, se vió desequilibrado por el creciente aumento demográfico de los musulmanes y por la llegada de los palestinos expulsados de Jordania. En 1975, tras un desfile de las fuerzas palestinas en Beirut, fue asesinado un líder musulmán por parte de las “Falanges” cristianas y desde este momento ya resultó inviable un Estado que acabó por diluirse en una comunidades autónomas que combatían entre sí.

A partir de 1976 las potencias vecinas intervinieron mediante actos de fuerza para defender sus intereses o para intentar una paz precaria. Por su parte, Israel, que había llevado a cabo operaciones de castigo en el Sur del Líbano en junio de 1982, realizó una operación militar - Paz en Galilea - que afirmó querer desalojar al adversario palestino.

Pero aunque ésos eran los objetivos declarados, pronto se ampliaron pretendiendo establecer un poder fuerte en Líbano. Después de prometer que la operación no tendría más que un carácter limitado, llegaron hasta Beirut y se enfrentaron con la Aviación siria a la que redujeron a la impotencia. Pronto la operación provocó la profunda desunión en la propia opinión pública israelí.

Israel logró el abandono del Líbano por la OLP pero no la reconstrucción de este Estado. A los pocos meses fue asesinado el dirigente cristiano encargado de llevar a cabo este proceso, Gemayel, y los falangistas libaneses asaltaron dos campos de refugiados palestinos provocando una verdadera masacre. Este acto fue fuertemente condenado por los propios israelíes.

La relación israelí con los norteamericanos empeoró mucho, y los países occidentales que intentaron intervenir sufrieron actos terroristas. La no resolución del conflicto palestino había tenido como consecuencia el traslado de la crisis a un país vecino que había sido ejemplo de convivencia. Líbano no se recuperaría de esa situación sino mucho tiempo después cuando empezó a encauzarse la situación en el conjunto de Oriente Medio.

LA REVOLUCIÓN ISLÁMICA EN IRÁN

La Revolución Islámica que en 1979 puso fin al régimen del sha fue un movimiento subversivo popular y la primera vez que el uso político del Islam desempeñaba un papel primordial y aun exclusivo.

Las diferencias entre los chiítas y los sunitas estriban principalmente en la visión diferente de ambos del papel que los dirigentes religiosos deben tener en el campo político.

Para los chiítas es obligada la necesidad de presencia de los hombres de religión en la vida política.

Sin embargo para los sunitas las autoridades religiosas nacidas de la política desempeñan un papel conformista y de sumisión al orden establecido.

El chiísmo, convertido en fórmula religiosa en Irán desde el siglo XV, constituye, dados sus planteamientos, un potencial contrapoder frente al mundo oficial. La monarquía iraní intentó desde los años 20 una laicización, semejante a la producida en Turquía, al mismo tiempo que intentaba mantener una vinculación personal con la religión, procurando así conseguir la estabilidad del país y la propia.

El origen de la Revolución islámica que derrocó al sha estuvo en su propio éxito. La “revolución blanca” supuso la redistribución de las tierras (un tercio era del clero), la nacionalización de los bosques, la participación de los asalariados en los beneficios de la empresa y la liberación de la mujer, incluyendo la concesión del voto.

La clave de esta revolución fue la redistribución de la tierra y, por tanto, el enfrentamiento con los religiosos: en 1964 fue expulsado Jomeini por su actitud opositora. Pero los problemas que se derivaron de estos cambios fueron importantes. Los beneficios de la exportación del petróleo fueron mal repartidos y las iniciativas megalómanas del sha fueron mal recibidas.

La introducción de las modas y formas occidentales produjeron un cambio importante en la sociedad iraní pero no llegó a ser completo. El sha perdió la legitimidad. Los tradicionales no le apoyaban, por su enfrentamiento con los chiítas, los nacionales patrióticos tampoco, por su acercamiento excesivo a los occidentales, y los demócratas, su mejor activo, terminaron también retirándole su confianza. Sólo le quedó el ejército.

La liberación iniciada en 1976 fue demasiado rápida, contradictoria e incoherente. Los intentos de establecer una monarquía constitucional fracasaron y los motines y manifestaciones en las calles hicieron que el sha abandonara el país dejando el gobierno en manos de un dirigente occidentalista y socialdemócrata, Bakhtiar, cuya autoridad solo duró 10 días.

El 11 de febrero de 1979, después de dos días enteros de motines y combates, la población sublevada, junto con militares y guerrilleros favorables, tomó por completo Teherán. Dos años antes, sin embargo, no existía ninguna oposición organizada en Irán.

Un artículo contra Jomeini tuvo como consecuencia la aparición de los elementos religiosos en la lucha política, y cuando volvió al país, a inicios de Febrero, dejó claro su objetivo de crear una república de inspiración divina.

Tres grandes grupos podían considerarse como triunfantes como consecuencia de la revolución:

Los liberales, intelectuales occidentalizados y socialdemócratas que estaban emparentados con la herencia de Mossadeq, los izquierdistas, pertenecientes al Partido Comunista Tudeh o a grupos más radicales y, en fin, los religiosos chiítas.

De todos ellos, fue el tercero el que predominó, aunque ocupara un poder restringido a tan sólo la ordinaria administración o la gestión económica. Por otro lado, en algún momento dió la sensación de que en el contexto de una estrategia mundial la Revolución islámica podía favorecer los intereses de la URSS; Pero pronto se prohibieron las huelgas, por cualquier motivo, y Jomeini declaraba a la URSS como “el pequeño Satán” (el gran Satán eran los Estados Unidos).

Se procedió a elaborar una nueva constitución por un grupo de expertos islámicos muy próximos al Partido de la Revolución Islámica cuyo prólogo anunciaba como objetivo de Irán: “la expansión de la soberanía divina en el mundo”. Irán se alineó con entusiasmo con la causa Palestina y Arafat visitó el país en 1979.

El gobierno iraní evolucionó durante los primeros años de los 80 hacia posiciones más radicales. La invasión de 1980 contribuyó a acrecentar la influencia del sector más integrista.

El papel de los “hombres religiosos” se extendió a todos los dominios, políticos, económicos, sociales y culturales. A pesar del importante papel jugado por la mujer en la revolución, su situación se vio relegada, siguiendo los preceptos musulmanes, a mera hija o esposa, con obligación de llevar el velo y obedecer, sin derecho a protesta.

En lo económico la revolución tuvo un primer periodo socializador, en gran parte motivado por el deseo de controlar la situación económica, pero a partir de 1982 se produjo una cierta normalización. La hacienda pública dependía de los ingresos derivados del petróleo, pero su disminución llevó a que se realizaran algunas de las propuestas industriales de la época del sha.

Jomeini murió en el 1989 dejando una herencia de la que el mundo todavía no se ha librado.

LA INVASIÓN SOVIÉTICA DE AFGANISTÁN

Afganistán fue, desde el siglo XIX, un estado dibujado en el plano como si fuera una realidad pero sin límites naturales claros y una especie de asociación de etnias de vida a menudo muy conflictiva sin que ninguna de ellas tuviera una mayoría o una fuerza suficiente para imponerse a las demás. Desde 1919, tras la revolución de octubre, la URSS reconoció la independencia de Afganistán y mediando ayudas económicas situó este país en su órbita de influencia. Se creó el Partido Democrático Popular, equivalente de un partido comunista, mientras seguía siendo una monarquía, con alguna apariencia constitucional a medida que pasaba el tiempo.

Después de una fuerte sequía a comienzos de los 70 que pudo haber provocado varios millares de muertos, en el 73 hubo un golpe de estado liderado por Daoud, primer ministro, con la ayuda de los soviéticos y el apoyo de un sector del PDP, proclamándose la república. El carácter autoritario y nacionalista de Daoud así como su deseo de independencia hizo reaccionar a la URSS, provocando una revolución y subiendo al poder Taraki, que por otra parte chocaba con los preceptos más tradicionalistas del país. Taraki fue derrocado y asesinado por Amin, su segundo.

Las propias tropas soviéticas atacaron el palacio presidencial de Amin y le ejecutaron.

La intervención de la URSS en Afganistán fue interpretada, a pesar de que este país figuraba entre los de influencia soviética, como una transgresión de las reglas no escritas y al espíritu de la distensión.

Las consecuencias internacionales de la invasión fueron mucho más allá de lo que la URSS había previsto. Su actuación fue condenada por la ONU y por los países islámicos. Cuba perdió credibilidad entre los no alineados por manifestar su apoyo, y los juegos olímpicos sufrieron un fuerte boicot. A todo ello se sumaron las represalias económicas (disminución de trigo enviado por Estados Unidos, y de tecnología occidental). Lejos de olvidarse la invasión afgana, provocó también la condena de países hasta entonces aliados, como la India.

Con todo ello la situación afgana no consiguió estabilizarse y los grupos opositores que iban desde el tradicionalismo al más exacerbado integrismo, pronto contaron con ayuda importe de los norteamericanos y de los chinos.

Las consecuencias de esta guerra fueron graves, tanto para la URSS como para Afganistán, en perdidas humanas. A nivel político representó la primera derrota soviética desde 1945.

El régimen de Babrak Karmal, impuesto en el momento de la invasión, pudo sobrevivir en las ciudades pero sólo algún tiempo y luego se impuso un integrismo que perdura hasta la actualidad.

LA GUERRA IRÁN - IRAK

El 22 de septiembre de 1980 el Consejo de mando de la Revolución, el supremo órgano del Partido Baas y del Estado Iraquí, ordenó “dar golpes disuasorios a los objetivos militares iraníes”. Con ello comenzó una guerra que acabó por complicar la situación en el Medio Oriente.

Toda una lista de factores hizo que el enfrentamiento fuese inevitable: las disputas históricas sobre los derechos fronterizos, un atentado a Sadam Hussein atribuido a los iraníes, el deseo de recuperar una parte del Chatt-el-Arab cedida a los iraníes a comienzos de 1975 en el tratado suscrito en Argel, la amenaza iraní que estaba apoyando la sublevación kurda de Irak, la influencia de los chiítas, la disputa por el liderazgo de los países árabes, tras la expulsión de Egipto y la debilidad supuesta de Irán tras la Revolución.

Sadam Hussein, seguro de su superioridad, pretendió llevar a cabo una guerra relámpago, hacerse con posiciones iraníes y controlar los pozos petrolíferos de su vecino, lo que le convertiría en equivalente a Arabia Saudí.

Pero el ejército iraní estaba menos desarticulado de lo que pensó Irak, y se juntaron las fuerzas demográficas superiores a un entusiasmo religioso de defensa de su país que pusieron en graves dificultades el ejército y la economía iraquí.

Ante la imposibilidad de ganar en el campo de batalla, iraníes e iraquíes se dedicaron a bombardear las ciudades del adversario sin el menor inconveniente para alcanzar la población civil. Además, deseosos de estrangular la capacidad económica enemiga, atacaron a los petroleros provocando la internacionalización del conflicto.

La intervención norteamericana fue ambivalente, apoyando, según transcurría el conflicto, a uno u otro de los contendientes.

Las pérdidas humanas fueron, por ambos lados, de una brutalidad inusitada. En 1980 Jomeini aceptaba una resolución de la ONU que imponía la paz. Pero ésta fue precaria en grado sumo: la posterior guerra del Golfo no puede entenderse sin estos antecedentes.

TEMA 26. EXTREMO ORIENTE: ENTRE EL DESARROLLO Y LA CRISIS

De todos los escenarios mundiales, sin duda durante esta época el Extremo Oriente fue el más aparentemente contradictorio.

La mayor confrontación bélica, Vietnam, no encontró en la derrota de Norteamérica los resultados que se esperaban. Otros conflictos como el coreano o los que nacieron entre la URSS y China se sumaron al de Vietnam.

En contraposición, China consiguió emprender el camino de la normalidad, Japón supo superar su crisis de una forma brillante, la India conseguía, a pesar de sus dificultades, un cierto crecimiento económico y otros países de la región surgían en el panorama económico internacional con inusitada e inesperada fuerza.

LA SUCESIÓN DE MAO EN CHINA (1969 - 1982)

El objetivo de Mao con la “revolución cultural” había sido crear una sociedad que, aunque fuera pobre, fuera igualitaria y menos burocrática que el modelo estalinista. Esta revolución supuso un largo periodo de tensiones políticas y también una importante crisis económica. Aunque pudiera pensarse lo contrario, las políticas económicas de ese momento fueron basadas en el modelo estalinista adaptado a China.

A pesar de la poca preparación de Mao en materia agrícola, fue en este sector donde intervino de forma más directa. La crisis provocada por el “gran salto adelante” fue más profunda que la “revolución cultural” que fue temporal.

A partir de 1969 la sucesión de Mao fue la principal preocupación política de China. En el Congreso de ese mismo año Mao designaba a Lin Biao su sucesor, dándole más protagonismo al ejército, aunque éste receló siempre de Chu En Lai (primer ministro). En Marzo de 1969 hubo un gran enfrentamiento con los rusos que dió paso a las relaciones con los Estados Unidos.

En febrero de 1971 Lin Biao puso en marcha un golpe en que se incluía el asesinato de Mao. Fracasó a causa de la contraofensiva llevada a cabo por Chu, que inmediatamente depuró el politburó de los partidarios de Lin.

Deng, que había sido apartado de la vida política, fue rehabilitado pero no fue nombrado primer ministro, este cargo fue para Wang, que formaba parte de la banda de los cuatro, pero debido a su incapacidad efectiva Deng fue nombrado viceprimer ministro, puesto muy importante dada la enfermedad terminal de Chu. Deng señaló como su programa la estabilidad y las llamadas cuatro modernizaciones, orientadas a mejorar la producción y la actitud del ejército

En Enero de 1976 murió Chu. Mao prefirió nombrar a Hua Guofeng en vez de a Deng, ya que ello significaba entregarle la herencia política de forma definitiva.

En Julio de 1976 murió Mao y “la banda de los cuatro” intentó hacerse con el poder pero fueron detenidos y Hua asumió el poder siendo Deng relevado de todos sus cargos.

El apoyo silencioso de los cuadros del partido que se oponían a la revolución cultural hizo que Deng se hiciera con el poder de forma definitiva entre 1978 y 1979.

Deng era un hombre trabajador, prudente y modesto que representaba la victoria del pragmatismo. El problema que pronto se le planteó fue el de que una parte de la sociedad pronto pidió ir más lejos de una pura rectificación pragmática. En el llamado “muro de la democracia” los estudiantes expresaron sus inquietudes y sus peticiones.

En Marzo de 1979 Deng enumeró los cuatro principios inmutables de la República Popular - la vía socialista, dictadura del proletariado, pensamiento de Mao y liderazgo del PC - y, al tiempo, se revolvió en contra de las peticiones del “muro de la democracia”.

A pesar de las profundas y sucesivas conmociones políticas la situación se enderezó hacia la estabilidad. En los últimos meses de 1980 e inicios de 1981 se produjo el juicio de “la banda de los cuatro” y la viuda de Mao hundió, por primera vez, la memoria de éste para defenderse, y el nombre de Mao dejó de ser referencia obligada.

En el campo económico se produjo una importante transformación. La reforma empezó por el campo en 1979-1982, y se extendió al mundo urbano entre el 1980-1984.

Se impulsó la importación de tecnología extranjera y se fomentaron los incentivos a la producción.

Se abandonó definitivamente la economía estalinista y se dedicaron a los bienes de consumo y de exportación.

Se desmontó el sistema de comunas agrarias, aunque la propiedad de la tierra siguió siendo del Estado.

Desde comienzos de los 80 se abandonó el control de los mercados rurales y en 1983 fue desmantelada la agricultura colectivizada. A partir de 1984 se introdujeron reformas más importantes que suponían una combinación entre el factor de mercado y un control estatal, en cierta forma remota, como en Japón en los sesenta.

La reforma produjo un cambio sustancial a favor del mercado.

Con estas medidas China se situó en un ritmo de desarrollo semejante a los “booms” de Japón, Taiwán y Corea.

Todos estos cambios supusieron una mayor revolución que la cultural o el gran salto adelante, siendo aceptada por la inmensa mayoría de la población.

JAPÓN O EL ARTE DE ABSORBER LAS CRISIS. LOS “CUATRO DRAGONES”

Tanaka, sucesor de Sato, tuvo que afrontar, por un lado la fuerte repercusión de la crisis del petróleo, y por otro la inestabilidad política a consecuencia de las diferencias surgidas en el seno del propio partido Liberal Demócrata.

En 1970-1971 el Yen fue revaluado y en 1972 las protestas de las industrias norteamericanas hicieron que Nixon impusiera a Japón una apertura propia y unas limitaciones bruscas a su relación comercial con Estados Unidos.

Sin embargo, el panorama político estaba destinado a cambiar, como consecuencia de la superación de la crisis económica. El primer choque petrolero supuso una grave crisis pero también el reforzamiento de la unidad y el consenso nacionales en materia de política económica. De este modo Japón consiguió cuadruplicar el ahorro energético de Estados Unidos y disminuir, gracias a la energía nuclear y a la solar, su dependencia del petróleo. El crecimiento se realizó principalmente gracias a las exportaciones, en especial de automóviles.

Japón supo mantener su nivel de crecimiento y a las ya clásicas quejas de los países desarrollados en contra de la política económica japonesa, se sumaron otras como la colusión entre la Administración y la Justicia en perjuicio de los competidores extranjeros. Pero Japón reaccionó aceptando la limitación voluntaria de las exportaciones y nombrando para el interior del país una especie de defensor del empresario extranjero. Otro problema que se planteó fue el déficit presupuestario debido a la ausencia de una imposición indirecta capaz de solucionarla.

La economía japonesa se igualó con la de Alemania, Francia y Gran Bretaña. Se volcó hacia las industrias emergentes, abandonando la industria pesada y el ahorro siguió siendo superior al de Estados Unidos. Gracias a las inversiones en Indonesia y Corea del Sur Japón se convirtió en un país rentista y la primera potencia financiera mundial.

El desarrollo económico también fue debido a la peculiar forma de llevar las empresas, caracterizadas por el espíritu de solidaridad y un gasto módico en lo social. En 1990 Japón prometió incrementar sus inversiones sociales y favorecer el consumo interno a expensas del ahorro.

Japón pasó de ser visto con admiración a ser visto como gran amenaza.

A finales de siglo se produjo un cierto cambio en la sociedad, se volcó en el consumismo pero también envejeció, lo que produjo cierta penuria en mano de obra y se flexibilizó el mundo laboral.

En política siguió, a pesar de que en los años 70 parecía que la izquierda tomaba fuerza, la hegemonía de Partido Liberal Demócrata que consiguió también el apoyo del Komeito, partido del electorado flotante que se había apoyado en una secta religiosa y que consiguió ayudas para programas sociales aceptando la política exterior de los liberales.

Las relaciones de Japón con Estados Unidos sufrieron en los 70 ciertas dificultades; conflicto de Vietnam, diferencias comerciales, apoyo de Japón a Palestina ...., pero estas fueron superadas y el papel japonés en política exterior fue creciente, sobre todo con China y los países del ASEAN.

En el Extremo Oriente se consolidó una nueva realidad y se empezó a hablar de países semiindustrializados o nuevos países industrializados, que basaban su economía en los productos manufacturados y su exportación en vez de financiar su industrialización con la exportación de materias primas, como era habitual. En general, la protección social de los trabajadores fue siempre escasa, los salarios bajos, existieron en ellos zonas comerciales especiales y el Estado intervino mucho más que en una economía liberal propiamente dicha.

Estos países (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong-Komg) fueron denominados “los cuatro dragones” y sus características fueron: gran concentración de población urbana, aumento constante del PIB y de la tasa de crecimiento, gobiernos autoritarios con escasa participación democrática (hasta el fin de la guerra fría), precariedad laboral (que no evolucionó hasta los 70 con sensibles mejoras) y desarrollo económico basado en la industria electrónica y la exportación.

EL BALANCE AMBIVALENTE DE LA INDIA

En 1991 todavía un 74% de la población india vivía en el campo, lo que parecía identificarla con los países más subdesarrollados. Lo característico de India ha sido siempre, sin embargo, en primer lugar, la existencia de un modelo secularizado de democracia occidental y, en segundo, un sistema económico que ha permitido un crecimiento importante, aunque muy lejano al de Japón y los “cuatro dragones”. Con oscilaciones, ha hecho posible la convivencia entre la propiedad colectiva y la privada de los medios de producción.

El mapa político estuvo dominado por el Congreso, partido que se caracterizó por dar cabida a diferentes tendencias en su propio seno, capaz de pactar en diversas direcciones y relacionado con un Estado fuerte que, a su vez, influía de forma destacada en una sociedad poco estructurada. La oposición, fácilmente controlable, no consiguió superar al Congreso, a pesar de que en Mayo de 1963 el Congreso sufrió una derrota en elecciones parciales.

A la muerte de Nehru en 1964 le sucedió Indira Gandhi que se caracterizó por el populismo, el autoritarismo y la voluntad socialista.

Gandhi tuvo que hacer frente a la oposición de una parte de su propio partido e incluso al Tribunal Supremo por la decisión de nacionalizar los 14 grupos bancarios más importantes del país.

La India era caldo de cultivo de conflictos internos y la política populista y socialista dejó paso al autoritarismo (estado de urgencia entre 1975 y 1977) dando, cada vez más, la impresión de que el país estaba bajo el dominio de una familia.

En las elecciones de 1977 el Congreso perdió frente al Partido Janata, resultado de la unión entre el Partido Socialista y el principal de los nacionalistas.

En su ideario y programa había un fuerte componente de fundamentalismo hindú. Ambos partidos, el Congreso y el Janata, tuvieron problemas internos y escisiones y en 1980 el Congreso logró recuperar posiciones. En 1982 el Congreso tuvo que hacer frente a los problemas de separatismo, lo que hizo insistir en la especificidad hindú.

En 1984 Indira Gandhi fue asesinada y se produjeron grandes disturbios con miles de muertos.

Le sucedió Rajiv Gandhi, uno de sus hijos que no estaba suficientemente preparado y que perdió las elecciones de 1989 frente a Singh, que tuvo que hacer frente al creciente fundamentalismo religioso.

En 1991, tras el asesinato de Rajiv Gandhi, el Congreso volvió a ganar las elecciones, esta vez con Marasimha Rao al frente, y la India se lanzó por un nuevo camino, la liberalización económica, que presidió la vida pública durante la primera década de los 90.

En economía la India se centró en la industria pesada y, teniendo que resolver el problema del hambre, en el abastecimiento de grano (con ayuda sobre todo de Estados Unidos).

La revolución verde solucionó parte de los problemas alimenticios de la población, pero el aumento del presupuesto de Defensa en los años 60 y el aumento desmesurado de la población provocaron una disminución progresiva del PIB, perdiendo posiciones en la economía mundial.

A partir de 1981 la situación económica mejoró, sobre todo a consecuencia de las inversiones extranjeras, pero no logró alcanzar el ritmo del resto de los países de la zona.

En política exterior, la India estuvo siempre a la cabeza de los países no alineados, a pesar de sus vinculaciones con la URSS provocadas, principalmente, por el deseo de compensar la creciente influencia del otro gigante demográfico, la China.

LOS CAMBIOS DE LA POLÍTICA INTERNACIONAL EN EXTREMO ORIENTE

A partir de finales de los 70 la política internacional del Sudeste Asiático sufrió una gran transformación. Los principales factores fueron la desaparición de la presencia norteamericana, el expansionismo de Vietnam, las nuevas relaciones diplomáticas entre EEUU, China y Japón, el papel jugado por India y la formación de nuevos países.

Con el fin de la guerra de Vietnam se formaron tres nuevos países de régimen comunista, se deshizo la SEATO y cuando parecía que todo el sector se volcaría hacia el bloque comunista se formó la ASEAN (Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas y Singapur), organización bajo la premisa de la neutralidad y la cooperación económica que gravitó de forma inevitable hacia Estados Unidos consiguiendo un importante crecimiento económico.

Un factor fundamental para que el comunismo no consiguiera la expansión prevista, fue el equilibrio que tuvieron que mantener las dos grandes potencias en el sector: Vietnam y Laos, en la orbita de la URSS y Camboya, con el apoyo de China.

Los conflictos llevaron a enfrentamientos bélicos y las fuerzas chinas no consiguieron limitar el papel imperialista de Vietnam que, con ayuda de los soviéticos, se convertía en una especie de gendarme político-militar de la región.

La situación bélica tuvo consecuencias desastrosas para la economía, tanto de Vietnam como de Camboya, y se produjo una alta emigración en ambos países.

Las diferencias de doctrina entre la URSS y China, así como los conflictos fronterizos, llevaron a China hacia un acercamiento diplomático a Estados Unidos, que se visualizó, sobre todo, cuando la URSS invadió Afganistán y los chinos se mostraron muy pragmáticos tolerando que Estados Unidos mantuviera estrechas relaciones con Taiwán.

A partir de los 80, desaparecidos Breznev y Mao y con el endurecimiento de Estados Unidos hacia el bloque soviético, las relaciones entre la URSS y China mejoraron sensiblemente.

Japón mantuvo siempre una política exterior basada en sus intereses económicos y comerciales, con buenas relaciones con China que, con el tiempo, fueron ampliadas a otros países, a la vez que asumía mayores responsabilidades en materia de Defensa.

La India heredó el aura neutralista de Nehru, aunque los conflictos con China y Pakistán la acercaron a la URSS, haciéndole perder parte de credibilidad.

En Corea el conflicto entre el Norte y el Sur siguió latente. El Norte tenía la supremacía militar, invirtiendo más medios económicos y humanos en materia de Defensa, mientras que a nivel económico el Sur superaba al Norte, con una industrialización y un desarrollo muy superior.

Otro conflicto abierto era el de Taiwán. Mientras China parecía dejar para un futuro remoto la solución del contencioso, Taiwán empezó a plantearse la eventualidad de olvidar una reivindicación sobre el continente, que había estado en el origen mismo de su gestación como realidad política, y optar por la independencia, cosa que no podía ser permitida por China.

TEMA 27. LA CRISIS DEL SISTEMA SOVIÉTICO

El estancamiento de la URSS quedó desdibujado ante la mirada de los observadores por la simple razón de que la realidad de una difícil situación económica interna quedaba oculta tras la apariencia de una expansión exterior que parecía indicar potencia y capacidad de enfrentarse al futuro. Sólo a partir del 85 la caída con estrépito del sistema soviético ha permitido rastrear esa crisis previa en los datos objetivos de la realidad, cuyos factores más importantes fueron la incapacidad de enfrentarse con una nueva civilización tecnológica así como la obsolescencia económica.

UNA CLASE DIRIGENTE GERONTOCRÁTICA

Los últimos años de Breznev se caracterizaron por un vacío de liderazgo. Sus dificultades físicas y psicológicas debidas a su avanzada edad (igual que el conjunto de dirigentes del politburó), el culto a la personalidad y la formación de una especie de mafia económica dominada por su familia, hizo que no escuchara las señales de alerta de Andropov, que buen conocedor de la realidad de la URSS veía el peligro de la crisis del sistema, sobre todo en el campo económico.

Andropov pretendía una vuelta a los procedimiento de movilización popular del período inicial revolucionario para lograr así un mayor grado de disciplina y de cumplimiento de los planes, pero Breznev no estaba en condiciones de protagonizar esta política.

El otro hombre fuerte era Chernenko, que ejercía el poder como secretario y se encargaba de la rutina del poder.

A la muerte de Breznev tomó el poder Andropov, con 68 años. En el 67 se había hecho cargo de la dirección de la KGB, imprimiéndole una nueva forma de actuación. Abandonando la brutalidad de sus antecesores convirtió la KGB en una especie de “inspección general” del sistema soviético con procedimientos más sofisticados que en el pasado.

Andropov fue siempre considerado como una persona enigmática que hacía pocas apariciones en público, no gritaba y era, a la vez, temido y respetado. Su liderazgo siempre fue más bien tolerante, poco conflictivo y eficiente y su capacidad de trabajo prodigiosa, pero todo ello no permite en absoluto que fuera un reformador liberal, tal y como fue descrito por algunos observadores occidentales.

Su mayor preocupación era la crisis económica y la corrupción arraigada en el sistema. Procuró combatirlas intentando reforzar la producción y haciendo un llamamiento a la disciplina. A pesar de su preocupación y de sus intentos, la situación no logró ser mejorada.

En política exterior protagonizó un cierto cambio por el procedimiento de dejar entrever que estaba de acuerdo en admitir la retirada de Afganistán. Pero los cambios efectivos fueron escasos. Sus intentos de acercamiento a China fracasaron porque se le pedía la retirada de la URSS de Afganistán, de Vietnam de Corea y Mongolia. Siguió procurando armas a algunos países árabes, y la carrera de armamento siguió su curso.

Su estado de salud no le permitió dedicarse plenamente a su trabajo y su mandato sólo duró 15 meses.

Andropov moría en febrero del 84 y le sucedía Chernenko de 72 años. Chernenko, a pesar de haber sido el hombre de confianza de Breznev y de haberse ocupado de los principales temas y problemas durante el mandato de éste, era un hombre bastante mediocre sin fuerza espiritual o física. A pesar de las reticencias de algunos dirigentes del Partido consiguió, a base de pedir la unidad de todo el equipo dirigente, llegar al poder y ejercerlo de forma conservadora y sin hacer el menor intento por cambiar nada a pesar de que no podían ocultarse ya los signos de crisis.

Burócrata sin una gran preparación ni méritos (el más destacado era el haber sido la mano derecha de Breznev), carecía de prestigio y carisma (aunque se esforzaron en seguir la política del culto a la personalidad). Tomó gusto a la política exterior, donde intentó encontrar el reconocimiento y el respeto del que carecía a nivel interno. Su mandato duro 13 meses sin que hubiera hecho ninguna aportación importante o resuelto problema alguno.

LA CRISIS DEL SISTEMA SOVIÉTICO

En el momento del funeral de Andropov, en febrero de 1984, los retratos de la ceremonia constituyeron una buena prueba de la crisis del sistema soviético. La clase dirigente estaba formada por los mismos personajes que habían vivido y protagonizado la historia soviética del siglo XX y su media de edad superaba los 70 años. Era una generación con una biografía formidable, de procedencia humilde y escasa formación que difícilmente podía ser considerada como prometedora para el futuro de la humanidad. Esto explica la brevedad de los sucesores de Breznev. El cambio no llegaría hasta la toma del poder por Gorbachov, más joven, preparado y consciente de los problemas internos y externos de la URSS.

A pesar del aumento del consumo que se produjo durante la época Breznev, las condiciones económicas de la población eran precarias: problemas de abastecimiento de las ciudades, viviendas exiguas y de malas condiciones, nivel de vida por debajo no sólo de los países occidentales sino incluso de los países del Este, poco o nulo desarrollo de infraestructuras etc. a lo que se sumó una evolución negativa de la demografía, (descenso de la natalidad e incremento de la mortalidad).

Llegados los 80 el crecimiento económico de la URSS había disminuido estrepitosamente. Las necesidades de consumo de la población habían hecho descender las inversiones y la productividad, incluso la industrial, no consiguieron subirse al tren de la nueva revolución industrial y tecnológica y, habiendo sido uno de los países con más producción de grano, se vieron obligados a importar grandes cantidades de trigo para cubrir las necesidades.

A nivel político la URSS, que acogía casi 90 nacionalidades, vió como las tendencias nacionalistas y separatistas empezaban a tomar forma. En un estado tan amplio y heterogéneo las diferencias entre unos y otros podían ser abismales. La hegemonía rusa, demográficamente hablando, también retrocedía, principalmente a favor de los musulmanes que se convirtieron en el segundo grupo étnico a finales del siglo.

El sistema político, sólido en apariencia, también se había transformado. Se convirtió en una dictadura burocrática y en cierto modo desideologizada, menos movilizadora, con tendencia a arbitrar soluciones pactadas sin que eso supusiera la existencia de un pluralismo real.

EL DECLINAR DEL SOCIALISMO EN EUROPA DEL ESTE

La reacción soviética al reformismo surgido como consecuencia de la etapa de Kruschev en la Europa del Este consistió en un endurecimiento que duró hasta mediados de los setenta y que implicaba una especie de derecho de intervención de la URSS en la política interna de estos países. Para la política exterior de la URSS seguía siendo absolutamente central tener la situación perfectamente controlada en este glacis defensivo.

Europa Central y del Este se caracterizaba ya en los años 70 por haber vuelto a su diversidad tradicional y a su particularismo histórico a lo que se sumó la eclosión de las tendencias nacionales, siempre muy fuertes en algunos de estos países, la influencia de occidente (principalmente a través del turismo), la persecución de minorías raciales, en especial en Rumania y Bulgaria, y un desfase económico entre la Europa Occidental y la sovietizada.

A nivel político hubo un declinar del monolitismo, del culto a la personalidad e incluso de la represión. El Partido, carente de ilusiones revolucionarias, se había convertido en un instrumento de gestión y había tolerado que otras instancias, como las Asambleas Legislativas, recuperaran cierto protagonismo. La “nomenklatura” carente de propiedad y de capacidad de transmitir por herencia sus privilegios pero monopolizadora del poder político, estaba mucho más desprestigiada que en la Unión Soviética frente al conjunto de la sociedad. En gran medida se debía al desarrollo de una “cultura de resistencia”, principalmente entre los intelectuales.

La falta de inversión en las nuevas tecnologías y la innovación hicieron fracasar el comunismo de consumo y los préstamos del mundo occidental no fueron utilizados para reestructurar la economía sino para evitarla, provocando que cuando se produjo la crisis económica, los desprestigiados gestores políticos se sintieron totalmente incapaces de solucionarla.

La evolución concreta en cada uno de estos países fue la siguiente

  • En Checoslovaquia la purga del partido no revistió los caracteres brutales de otras épocas pero la depuración fue incluso más brutal en los medios intelectuales y universitarios, mientras los diversos cuerpos de seguridad incrementaban sus efectivos incluso hasta el 90%. Husak incrementó la dureza represiva mediante la redacción de un nuevo código criminal e intentó compensarlo aumentando el consumo privado en un 35% gracias a la disminución de las intervenciones de Checoslovaquia en el Tercer Mundo. La disidencia se centró en un grupo minoritario de intelectuales y en la cultura popular, vinculada al Jazz o el rock, que no sólo contribuyó a la importación de modas extranjeras sino también a la difusión de los derechos humanos.

  • Hungría superó el endurecimiento gracias a un conjunto de reformas económicas introducidas de forma sucesiva por Kádar y su equipo pero a partir del 72 hubo una detención de este proceso. Un grupo de intelectuales que lo había defendido y que lo quería radicalizar perdió a continuación sus puestos y pasó a la oposición. La posibilidad de viajar al exterior, de presentarse varios candidatos a las elecciones del partido, y la tolerancia con el sector privado en la agricultura ofrecían cierto confort a la población. A nivel económico el crecimiento porcentual era superior que el del resto de los países y sólo a partir de la crisis del petróleo su economía se vio más afectada.

  • En Yugoslavia Tito había conseguido una cierta estabilidad y paz entre las diferentes nacionalidades que la integraban. La redacción en el 74 de una nueva constitución y el hecho de que las repúblicas autónomas tuviesen derecho a veto sobre la legislación ayudaron a mantener este equilibrio, aunque no completamente exento de incidentes y fricciones. La desaparición de Tito y las grandes diferencias económicas entre los componentes más dinámicos - Croacia, Eslovenia- y los más retrasados - Kosovo, Macedonia- serían el inicio de nuevas reivindicaciones.

  • En Bulgaria se introdujo una cierta reforma económica en los 60 pero después de la Primavera de Praga se difuminó cualquier pretensión de seguir por este camino. Siempre presidida por Zhivkov, Bulgaria fue el país de Europa del Este mejor tratado por los soviéticos.

  • En Rumania Ceaucescu siguió con su línea de independencia. Condenó la invasión de Checoslovaquia, visitó China, criticó la invasión de Afganistán y de Camboya, recibió la visita de Nixon y viajó a los Estados Unidos. Rumania se declaraba un Estado “multilateralmente desarrollado”, terminología semejante a “Estado socialista maduro”. A nivel económico lo que tuvo más incidencia en el futuro del país fue la decisión de aumentar la capacidad de refino petrolífero para lo que se endeudó con el exterior. El resultado, que no era positivo, se agravó con el terremoto del 77 y, ante la prioridad de cumplir con las deudas exteriores, se redujo brutalmente el nivel de vida del país.

  • Albania era semejante a Rumania en el culto a la personalidad y la paranoia de sus dirigentes quienes, a partir del 74, impulsaron un nuevo endurecimiento. En la segunda mitad de los setenta se produjo una ruptura con China por la disminución de la ayuda económica y por su acercamiento a los norteamericanos, lo que convirtió a Albania en un país por completo aislado con un mínimo nivel de desarrollo.

  • En Alemania del Este Ulbricht se vió desplazado en el 71 por Honnecker. Fueron los soviéticos los que convencieron a la dirección del partido de que aceptara las ofertas de apertura de la Alemania Occidental; gracias a ellas la Alemania del Este ingresó en la ONU en el 73. La mejora del nivel de vida fue patente, entre otros motivos debido a la ayuda más o menos directa de Alemania Occidental, pero en el 76, cuando se pusieron en marcha los acuerdos de Helsinki, unas 100.000 personas pidieron abandonar Alemania del Este, lo que demostraba la fragilidad de este Estado. La crisis multiplicó por diez la deuda de Alemania Oriental a pesar de los subsidios indirectos que recibía de la otra Alemania.

POLONIA: LA CRISIS DE “SOLIDARIDAD”

Los cambios más decisivos para Europa del Este, el conjunto del sistema soviético y también para la evolución del mundo se produjeron en Polonia.

Los disturbios y protestas a causa de la subida de precios en el 70 provocaron la caída de Gomulka y la toma del poder de Gierek, de estilo más directo y negociador.

Gierek dominó la política polaca durante una década con un estilo peculiar, que incluía las consultas a la clase obrera en las propias fábricas cuando había un conflicto y la aceptación de que se empezara a reconstruir el castillo de Varsovia, símbolo de la independencia polaca. Realizó una leve purga en el partido, prometió el acceso a la propiedad de la tierra a los agricultores y restableció buenas relaciones diplomáticas con el Vaticano

Gracias a las concesiones a los campesinos y a los préstamos occidentales, entre el 71 y el 75 los salarios reales se incrementaron un 40%. Pero la deuda exterior se quintuplicó aumentando, evidentemente, la dependencia económica con Occidente, llegando a ser un peso insoportable.

Mientras tanto, la sociedad polaca se veía capaz de imponerse al Partido Comunista, y la Iglesia y los intelectuales consiguieron suprimir de la constitución del 75 cláusulas sobre el papel dirigente del partido y sobre la naturaleza de las relaciones entre Polonia y la URSS. Pero las protestas continuaron y la masa obrera, mejor asesorada y organizada no podía ser reprimida con métodos muy duros sin comprometer las ayudas exteriores.

La disidencia católica, por su parte, nunca fue conducida al colaboracionismo. Con el nombramiento de Wojtyla como Papa en el 78 y su visita a Polonia al año siguiente se despertaron sentimientos de orgullo nacional y de convencimiento de la sociedad de su capacidad para enfrentarse al Estado.

La crisis económica seguía creando grandes dificultades, y la sociedad civil se organizó para resistir ante el poder político de forma civilizada, evitando las manifestaciones violentas. Se reclamaban, entre otros puntos, la formación de sindicatos libres, pero también la retransmisión de la misa, la reforma de la censura y la erección de un monumento en recuerdo de los muertos de 1970.

De esta manera llegó en el 80 la fundación de “Solidaridad”. Era la primera revolución obrera genuina desde la Commune de Paris de 1871. Se convirtió en un fenómeno mediático y de gran fuerza, lo que impidió que se produjesen ataques y represalias por parte de la URSS. Tras ser legalizada, “Solidaridad”, consiguió una mayor repercusión mediática y social, ganándose el apoyo del 90% de la población.

A lo largo del 81 “Solidaridad” fue mostrando posiciones más radicales mientras que en la dirección del Estado el general Jaruzelski iba adquiriendo cada vez más importancia.

Tras haber utilizado por primera vez métodos policíacos para combatir la huelga, Jaruzelski en la noche del 13 de diciembre impuso el estado de sitio aludiendo a que lo había hecho para evitar males mayores (evidentemente, la invasión soviética).

En Enero del 82 “Solidaridad” fue ilegalizada, pero no perdió fuerza. La Europa del Este soportó muy mal la tormenta democrática de la “Solidaridad” polaca. Empezaron a ser conscientes de su deterioro económico y tecnológico, mientras la gerontocracia soviética carecía de iniciativas políticas y de capacidad económica para reconducir la situación.

La totalidad de Europa del Este pasaba una profunda crisis a mediados de los 80. La punta de lanza de la posible transformación era la efervescente Polonia pero tan sólo un profundo cambio en la URSS podía hacer posible que se llegara a dar una solución a los cada vez más consistentes deseos de transformación en su glacis defensivo.

TEMA 28. ESTADOS UNIDOS: DE SUPERPOTENCIA A HEGEMÓN

Desde su intervención y victoria en la 2º Guerra Mundial, los Estados Unidos se convirtieron en la primera potencia mundial, pasando, tras la caída del sistema soviético, a ser la única gran potencia.

Su potencial científico, tecnológico, económico, y sobre todo su supremacía militar, convierten a Norteamérica en el gran poderoso a quien nadie puede enfrentarse con posibilidades de victoria. Es por ello que las decisiones de los gobiernos norteamericanos influencian el funcionamiento y actividad en el resto del mundo y en todos los sectores.

La actitud de los estadounidenses respecto a los problemas mundiales oscila entre el aislacionismo, el multilateralismo y el unilateralismo.

El aislacionismo, es decir, la opción por no implicarse en los asuntos mundiales a no ser que resulte inevitable, tiene una larga tradición en Estados Unidos y conserva sus adeptos, pero resulta difícilmente aplicable en un período histórico caracterizado a la vez por la globalización y por la hegemonía norteamericana. En todo caso los atentados del 11 de Septiembre de 2001 vinieron a reforzar la convicción mayoritaria de que Estados Unidos no puede permanecer al margen de los problemas mundiales, si no quiere que éstos terminen por afectarle gravemente en su propio territorio.

El multilateralismo, es decir la formación de alianzas y la cooperación con otros países para enfrentarse a los problemas comunes, ha sido la opción básica de los gobiernos estadounidenses a partir de F. D. Roosevelt, pero ha tenido siempre un límite. En realidad no puede esperarse que el Estado más poderoso se someta a decisiones colectivas.

Los Demócratas han sido en términos generales más multilateralistas que los republicanos.

George W. Bush, ha sido el menos multilateralista de los presidentes de los Estados Unidos, de los últimos tiempos.

Las diferencias ideológicas entre republicanos y demócratas, sobre todo en política exterior, en cuanto al Estado de Bienestar o la promoción de ciertos valores morales, se han acrecentando, siendo los Demócratas los que se acercan más a las posiciones compartidas por la mayoría de países europeos.

La divisoria en la evolución cultural, puede situarse en 1968 con el impacto de la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles de los negros y la revolución de las costumbres. A partir de entonces los Demócratas perdieron el importante apoyo que tenían en los Estados del Sur.

A un largo período de hegemonía Demócrata ha sucedido otro de hegemonía Republicana. Bill Clinton y G. Bush son los únicos presidentes que lograron ganar dos elecciones seguidas en los últimos años.

El primero, Demócrata, porque supo situarse en posiciones más centristas y el segundo, Republicano, por radicalizar su política conservadora.

El actual presidente es un heredero de Ronald Reagan, el primer exponenete de la nueva derecha conservadora en Estados Unidos.

Clinton es un hombre del Sur, al igual que Jimmy Carter. Su origen les permitió contrarrestar parcialmente el predominio Republicano adquirido en el Sur cuando el apoyo Demócrata a la lucha por los derechos civiles de los negros, llevó a muchos Demócratas conservadores a abandonarlo.

Clinton, dotado de una enorme capacidad de trabajo, gran inteligencia, mucha simpatía y oratoria brillante, desarrolló en su mandato un programa coherente de política interior.

Pero Clinton tuvo que gobernar con una mayoría parlamentaria Republicana.

Esta situación provocó que no se aprobara el proyecto de extender la cobertura sanitaria a todos los ciudadanos y que los Republicanos tratasen de imponerse al presidente obligándole a reducir el gasto público, sobre todo en lo social y sanitario.

Los Republicanos siguieron teniendo mayoría en el Congreso, obligando a llegar a acuerdos bipartidistas. En política interior Bill Clinton obtuvo buenos resultados en lo económico, eliminando el enorme déficit público acumulado por las anteriores administraciones republicanas. Se llevó a cabo una importante reforma administrativa y social, que favorecía a quienes estaban dispuestos a trabajar, combinando los principios de responsabilidad individual y solidaridad colectiva.

En política internacional, Clinton dio un gran impulso al libre comercio, en particular para lograr la aprobación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) entre Canadá, México y los propios Estados Unidos.

Consideraba como uno de los grandes objetivos de su presidencia conseguir que Estados Unidos se adaptara a las nuevas condiciones de una sociedad global basada en las tecnologías de la información.

En cuanto a política exterior, Clinton gobernó en un momento de relativa paz. Terminada la guerra fría y con la amenaza terrorista yihadista todavía poco dibujada, la paz fue solo perturbada por algunos conflictos locales que no parecían importantes para la seguridad norteamericana.

Su mayor fallo, y el de la comunidad internacional en su conjunto, fue el de haber sido incapaz de hacer nada por poner fin al horrendo genocidio que asoló Ruanda en 1994. Jugó un papel importante en la solución del conflicto irlandés, sin lograr resultados con el palestino-israelí.

Su intervención tardía en la antigua Yugoslavia, en Bosnia y Kosovo, llevó a que fueran resueltos mediante el decisivo argumento de la fuerza militar americana.

Durante los últimos años del gobierno Clinton fue cuando fraguó la amenaza del terrorismo internacional, inspirado por el salafismo yihadista.

A pesar de que Clinton insistía en sus discursos sobre la importancia de esta amenaza, su actuación fue poco decidida y acertada. Consistió en el bombardeo de una fábrica farmacéutica de Sudán, cuya vinculación con Bin Laden, y con la producción de armas químicas y biológicas nunca se ha probado, y de un campamento de Al Qaeda en Afganistán.

La última etapa de la presidencia de Clinton fue marcada por el escándalo de sus relaciones con una becaria de la Casa Blanca, y el acoso que sufrió por parte de los Republicanos, utilizando las nuevas tendencias de lucha política: desarrollo del puritanismo, el odio ideológico hacia el adversario, de la justicia como instrumento para acabar con el adversario político etc.

A pesar de todo Clinton terminó su mandato con un alto índice de popularidad.

Resulta más dificil evaluar la presidencia de George W. Bush. El balance de su primer mandato, ha sido negativo, pero los resultados electorales muestran que la mayor parte de sus conciudadanos, piensa lo contrario.

El primer triunfo de George W. Bush fue muy polémico y ajustado, consiguiendo la victoria por un mínimo de votos. La mayoría Republicana en el Congreso le permitió llevar a cabo una política más radical y conservadora, ligada al fundamentalismo religioso, del que se deriva la oposición a la investigación sobre células madre procedentes de embriones, que muchos científicos consideran crucial.

En temas económicos Bush siguió el ejemplo de Reagan. Recortó los impuestos favoreciendo a los más ricos, y aumentó el gasto militar. El superávit logrado por Clinton se esfumó convirtiéndose en un abultado déficit.

Bush no presenta ningún interés por los temas relacionados con la ecología, lo que le llevó a rechazar el protocolo de Kyoto, destinado a frenar el calentamiento terrestre.

El gran tema que ha marcado la política exterior de los EEUU han sido los atentados del 11-S (11 de Septiembre de 2001), con todas sus consecuencias (invasión de Irak).

Bush consiguió revalidar su presidencia en las elecciones del 2004. Los tres grandes componentes del conservadurismo estadounidense, que han dado a Bush la reelección presidencial y una cómoda mayoría en el Congreso son, el tradicionalismo religioso, la oposición a la modificación de los impuestos y la actitud beligerante en política exterior.

Los dos temas más importantes han sido la lucha contra el terrorismo y la cuestión de los valores morales, dejando en un segundo plano los temas económicos y sociales.

TEMA 29. IMPLOSIÓN Y FRAGMENTACIÓN DE LA URSS. LA NUEVA RUSIA

Con una clase dirigente envejecida, la URSS vió, cómo en la población, alentada por los sectores más intelectuales y en ciertos momentos con el apoyo de los sectores religiosos (Polonia, Alemania), se producía una transformación, con efecto dominó, hacia la democratización.

La URSS, fue una de las dos superpotencias. La nueva Rusia, el país más importante de los 15 resultantes de la fragmentación de la Unión Soviética, sigue ostentando ese papel de superpotencia, tan sólo en el aspecto militar, por su armamento nuclear, pero en términos generales no es mas que un gran país, de nivel de desarrollo medio, con cierta influencia internacional, pero con graves problemas internos.

Ni la economía de mercado, ni la democracia, funcionan todavía de manera satisfactoria.

La línea divisoria de la Europa actual no se sitúa en el antiguo telón de acero, sino en la frontera de los países que han logrado completar la transición del comunismo a la democracia y la economía de mercado, incorporados ya a la UE o a punto de serlo, y aquellos cuya incorporación ni siquiera se ha planteado, como ocurre con Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

Rusia y Ucrania, se encuentran entre los pocos países del mundo cuyo PIB en 2002 era inferior al de 1990.

La desigualdad social ha llegado a ser grande en Rusia, y se mantiene en niveles moderados en Ucrania y Polonia.

Los tres países tienen una tasa de fertilidad bajísima, y una esperanza de vida que en Polonia, se ha elevado ligeramente, mientras que ha descendido en Rusia y Ucrania.

La combinación augura declive demográfico.

La transformación política de la Europa del Este también fue un acontecimiento de política internacional. Para la URSS, la Europa Central y Balcánica había sido hasta entonces un glacis de protección.

La URSS hacía compatibles los deseos contradictorios de que aquellos países tuvieran una vida propia y, al mismo tiempo, una absoluta identificación con su política.

La Perestroika constituyó un vasto empuje de Rusia hacia el mundo occidental.

Este objetivo tuvo una prioridad absoluta.

Lo que parece que pensaron los líderes soviéticos es que acabaría por producirse una cierta convergencia política y social entre los dos sistemas.

Pueden distinguirse dos períodos muy claros en la evolución de la política exterior soviética. Desde 1985 al verano de 1988, lo que hubo por parte soviética fue inmovilismo. Gorbachov manifestó una clara preferencia por los dirigentes menos conservadores de la zona.

A partir del verano del 88, se produjo un cambio en la política exterior soviética. La prioridad absoluta de Gorbachov era ya un desbloqueo de la situación entre Este y Oeste.

En el debate interno del PCUS resultaron manifiestas actitudes cada vez más permisivas respecto a una decadencia de la influencia propia en la zona.

En Polonia, “Solidaridad”, tras su legalización, fruto de largas y duras negociaciones, obtuvo entre el 60 y el 70 % del voto. Con una actitud prudente, tanto por parte de los vencedores como de los vencidos, se formó el primer gobierno no comunista en Polonia desde 1945.

En Hungría hubo una actitud reformista, que vió en la Perestroika una oportunidad inédita. Tras los funerales de Nagy, el héroe de 1956, se inició el proceso de cambio.

Como en Polonia, los comunistas perdieron las elecciones. A estas alturas, la socialdemocratización era ya considerada como una posibilidad aceptable incluso por la propia URSS de Gorbachov. De ahí la interpretación de Grosz: no fueron los países del Este los que provocaron el hundimiento de la URSS, sino exactamente al revés.

Cuando Krenz recibió el poder de la Alemania del Este, en 1989, y ante una situación económica muy difícil, empezó a plantearse la posibilidad de abrir las fronteras al oeste, aunque sólo fuera un mes al año.

La caída del muro de Berlín fue decidida porque las propias masas la impusieron.

La actitud complaciente de la URSS hizo que Kohl viera viable la unificación de Alemania y propusiera un plan de 10 puntos tendentes a llevarla a cabo. Gorbachov se daba cuenta que no había ya nada que hacer y que perdía uno de los pivotes de su política exterior, acogiendo el hecho con sangre fría y sin señales de reacción inmediata.

En Bulgaria se produjo una especie de Perestroika por mimetismo, inaugurando un tipo de transición muy distinta de la que se había llevado a cabo en Europa Central, en el sentido de que permanecieron en el poder los mismos que lo habían ejercido hasta entonces.

En Checoslovaquia la URSS, recordando los episodios del 68, descartó toda intervención.

En Rumania, Ceaucescu fue derrocado y ejecutado por la propia clase dirigente, que tomó el poder, no cambiando prácticamente nada, ya que siguieron en el poder los mismos que lo habían ejercido hasta el momento.

Al hundimiento del comunismo en la Europa del Este siguió de forma inmediata una modificación del status estratégico de la zona. Todos los países del Pacto de Varsovia pidieron y obtuvieron la retirada de las ropas soviéticas.

En Rusia, Yeltsin fue elegido presidente en junio de 1991. Consiguió frenar un golpe de estado en Agosto del mismo año, y en Diciembre acordó con los presidentes de Ucrania y Bielorrusia la desaparición de la Unión Soviética.

Impulsó la transición hacia una economía de mercado.

Chechenia declaró unilateralmente la independencia y Yeltsin intentó recuperar la situación original mediante una intervención militar en 1994, pero el conflicto reapareció en 1999.

En 1998 se produjo una gravísima crisis económica.

En 1999 la precaria salud de Yeltsin le hizo dimitir y dejar como presidente interino a Vladimir Putin, persona con un cuarto de siglo de experiencia en los servicios secretos. Putin ganaría las elecciones del 2000 y del 2004.

Putin, conserva una gran popularidad, a pesar de sus formas un tanto totalitarias, ha demostrado su capacidad de dirigir el país, consiguiendo que los llamados oligarcas, que a partir de las privatizaciones realizadas por Yeltsin habían creado grandes imperios empresariales y mediáticos, y que se beneficiaron de la rampante corrupción que se estaba produciendo, se vieran forzados a reconocer el poder de Putin tras el procesamiento de algunos de ellos.

Tras el asalto terrorista de una escuela en Beslan durante 2004, Putin ha anunciado una reforma por la que los dirigentes regionales no serán elegidos, sino designados.

La marcha de la economía ha sido muy satisfactoria a partir de 1999, gracias en parte a la estabilidad política y también al auge del sector petrolero y energético en general.

Sin embargo, los pequeños empresarios siguen encontrando muchas dificultades.

En el plano exterior, Putin ha tratado de reforzar la influencia rusa en los Estados surgidos de la antigua URSS.

TEMA 30. LA CRISIS DE IRAK

Cuando a finales de 1990 todos los observadores tenían la mirada puesta en Europa, se produjo la invasión de Kuwait por Irak.

El fracaso del conflicto de Irak con Irán había dejado a Irak en una situación económica precaria y el pequeño país vecino disponía de unas reservas petrolíferas excepcionales que, pareciendo una presa fácil, pretendía controlar para aumentar sus recursos.

Además, para Irak, Kuwait era una reivindicación antigua, originada en 1961, fecha en que logró su independencia tras haber sido un protectorado británico.

Sadam se equivocó en la valoración sobre la incidencia internacional de la invasión y sobre la posible intervención de Estados Unidos. Pero con la ocupación de Kuwait Irak pasaba a controlar el 20% de los recursos petrolíferos mundiales y empezaba a ser una amenaza militar, aunque si bien la gran cantidad de armamento acumulado por Irak no se traducía en eficacia y posibilidades bélicas de este país.

En un principio los Estados Unidos no tomaron en serio las amenazas de Sadam, basándose sobre todo en la fragilidad e inestabilidad de esta país que no pasaba por el mejor momento económico.

Cuando Irak pasó a la acción directa, los Estados Unidos decidieron la intervención, erigiéndose en una especie de gendarme internacional.

El presidente Bush consiguió los votos necesarios en el Congreso, el apoyo de la ONU, e incluso la aprobación de la URSS, reuniendo en torno a sí una gran coalición a nivel internacional, con colaboraciones a cambio de algunos créditos y ayudas económicas.

Irak, confiado en sus posibilidades militares y temiendo por su credibilidad a nivel interno, reservó sus mejores tropas para mantener el control interior de su país, y mientras tanto hizo varios gestos que querían parecer tentativas de salida pacífica.

Con un ejercito dotado con las mejores y más modernas armas, la coalición (con una abrumadora mayoría norteamericana) llevó la ofensiva en dos fases. Una primera destinada a bloquear la capacidad de respuesta irakí con ataques aéreos, y una segunda con una ofensiva terrestre. La superioridad técnica de los aliados y la falta de acierto en las decisiones estratégicas militares de Sadam, le obligaron a reconocer su derrota con grades perdidas humanas.

Sadam, que terminó reconociendo la independencia de Kuwait en 1994, siguió en el poder recomponiendo parcialmente su ejército lo que suponía un peligro en la zona y generaba recelos a nivel internacional.

Las consecuencias más positivas de la guerra del Golfo pueden situarse en la apertura del proceso de paz en Oriente Medio.

Para la OLP, que se había entregado a los iraquíes, su derrota en el conflicto supuso algo muy parecido a situarse al borde del suicidio. Por otro lado, los Estados Unidos habían conseguido acercarse a un adversario tradicional como era Siria y, sobre todo, descubrieron la posibilidad de que la inestabilidad persistente en Medio Oriente por culpa del conflicto árabe-israelí pudiera solucionarse.

TEMA 31. EL FORTALECIMIENTO DE LA UNIÓN EUROPEA

En 1995, se produjo una nueva ampliación de la Unión Europea, con la incorporación de Austria, Finlandia y Suecia (La Europa de los 15). Pero el gran paso se dio en 2004 con la entrada de otros diez países, ocho de los cuales, habían formado parte del mundo comunista.

Los diez nuevos miembros son Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Lituania, Estonia, Letonia, Chipre y Malta y, además, a fines de 2004 se acordó la entrada en negociaciones con Turquía y Croacia.

Esto supone que la Europa Unida, se ha extendido hasta las fronteras de Rusia y Ucrania, y que se han incorporado a ella, países con niveles de vida mucho más bajos que los iniciales de los socios fundadores.

El gran aumento del número de miembros, dificulta la toma de decisiones. Se trata de un desafío considerable, pero también de un enorme logro histórico.

En cuanto a la profundización, el primer gran paso se dio con el Tratado de Maastricht de 1992 con el que el proceso de integración dejó de circunscribirse a lo económico.

En 1999 doce Estados adoptaron el EURO, como moneda común

El tercer gran paso, en 2004, lo constituye la elaboración de una Constitución, aprobada por todos los países miembros, pero pendiente de ratificar en los respectivos ámbitos interiores. El proceso representa un momento decisivo. Momento adecuado para hacer balance de los logros y dificultades de la Europa Unida.

Seis grandes cuestiones se plantean.

  • Los valores europeos

  • El modelo social

  • Crecimiento económico

  • Problema demográfico

  • Políticas exterior y de defensa

  • Democracia europea

Europeos y norteamericanos comparten básicamente el mismo sistema de valores, cuyo origen se encuentra en la cultura grecolatina y en la concepción de los derechos humanos.

Existen, sin embargo, diferencias.

La sociedad norteamericana es más religiosa, y la europea más secular.

Los estadounidenses confían más en la responsabilidad individual, mientras que los europeos lo hacen en la solidaridad a través de la acción del Estado.

En política exterior, los estadounidenses son más propensos a actuar por su cuenta, mientras que los europeos lo son al logro de pactos multilaterales.

Estas actitudes europeas, se han plasmado en el Estado del Bienestar, en que es función del Estado asegurar a todos los ciudadanos unos niveles satisfactorios de educación, atención sanitaria, seguro de desempleo, y pensiones de jubilación. Esto implica un elevado gasto público.

El modelo social europeo, presenta sin embargo un nivel de paro muy superior que el de Estados Unidos, por estar ligado a unos mercados de trabajo excesivamente rígidos, resultado de un intento de proteger a los trabajadores frente a la pérdida de su puesto de trabajo. En contraste Estados Unidos se caracteriza por una gran movilidad laboral.

El crecimiento económico es más moderado en Europa que en Estados Unidos.

El PIB de Estados Unidos es muy superior, pero si se considera el PIB por habitante, la tasa estadounidense se sitúa por debajo de Polonia, Holanda, España, Portugal, Gran Bretaña, Grecia, Suecia y Hungría. La tasa de PIB por habitante es más adecuada para medir el grado de bienestar, en tanto que el PIB bruto, lo es para la medida de la economía.

Particularmente reveladores son los datos de la esperanza de vida al nacer. Estados Unidos presenta un valor inferior a la mayoría de los países europeos occidentales.

Los europeos, han reducido el número de horas trabajadas, en relación con Estados Unidos.

Pero el talón de Aquiles de la Unión Europea está en el envejecimiento de la población, que supone una creciente dificultad para mantener el Estado de Bienestar.

La tasa de fertilidad, se ha reducido en casi todo el mundo, pero en Europa más, hasta niveles preocupantes, y dentro de ella especialmente en Italia, España y Polonia. Esto en parte es resultado de la emancipación femenina y de la incorporación de la mujer al trabajo. Pero no sólo de ello.

El dinamismo demográfico de Estados Unidos, depende en buena medida de la aportación de los emigrantes, y este asunto, se ha convertido también en tema destacado en Europa, en el debate político, especialmente en los países-frontera meridional.

La combinación de estos factores, implica que Europa, debe acometer reformas, pues si no, se generarán tensiones.

El acuerdo de mantener reducido el déficit público ha entrado en crisis al ser incumplido por dos países centrales, como son Alemania y Francia. A pesar de ello la confianza internacional en el EURO se mantiene, como se demuestra su fuerte apreciación ante el dólar.

Pero la Unión Europea, no es ya solamente una unión económica. Ninguna potencia europea puede aspirar a tener por sí sola una relevancia ante conflictos mundiales, como por ejemplo el que se mantiene en Próximo Oriente. Los países europeos se ven reducidos a apoyar o criticar a Estados Unidos, pero carecen de los recursos necesarios para desarrollar una política propia.

La Unión Europea no pretende ser un Estado, sino un sistema por el que un conjunto de Estados democráticos cooperan manteniendo su propia identidad.

Por ello el órgano fundamental de la Unión es el Consejo, en el que los jefes de Estado y de Gobierno, se reúnen para adoptar decisiones comunes y relevantes.

Sin embargo, la Unión ha ido adquiriendo muchos de los atributos de Estado: Moneda común, Banco Central, burocracia coordinada, un embrión de fuerzas armadas, un tribunal, un parlamento, una bandera y, si se ratifica, una Constitución. Pero lo que no existe es una identidad europea.

La mitad de los europeos, sólo habla su lengua materna, y la dificultad lingüística hace difícil la aparición de medios de comunicación paneuropeos.

La supresión de fronteras, tampoco ha dado lugar a una apreciable movilidad laboral.

El verdadero gobierno de la Unión, lo ejerce el Consejo, que no es un órgano supranacional, sino interestatal, pero la Comisión Europea, representa un papel destacado.

Una de las experiencias más extraordinarias del mundo actual, se está llevando a cabo en medio de la casi indiferencia popular.

TEMA 32. TRANSICIONES DE LA EUROPA DEL ESTE. LAS CRISIS BALCÁNICAS

El conflicto producido en la antigua Yugoslavia encuentra su origen en el hundimiento del comunismo y en el choque de aspiraciones nacionalistas contrapuestas que resulta un fenómeno muy frecuente en los últimos años. Ni la ONU ni la OTAN tuvieron fácil su intervención en el conflicto y la incapacidad de Europa de intervenir directamente sin ayuda de los EEUU puso en evidencia la necesidad de sentar las bases de una política exterior y de seguridad común europea.

El estado Yugoslavo, destruido en la Segunda Guerra Mundial, consiguió su unidad y reconstrucción gracias a Tito que, como dirigente del partido comunista, consiguió estabilizar un sistema federal formado por 6 repúblicas dotadas de amplia autonomía. Tras la muerte de Tito, con el desmoronamiento del sistema comunista y una fuerte crisis económica, volvieron a resurgir los discursos nacionalistas que cuestionaban la unidad yugoslava.

Con este discurso Slobodan Milosevic, dirigente de la República Serbia consiguió ganar las elecciones. En 1989, Serbia suprimió la autonomía de Kosovo, que siendo una provincia serbia estaba habitada por una mayoría albanesa musulmana.

Lo sucedido comenzó a inquietar a los dirigentes de Eslovenia y Croacia, que habían iniciado reformas democratizadoras.

En Croacia, ante el avance del nacionalismo, comenzó a movilizarse la minoría serbia que deseaba integrarse en Serbia. En estas circunstancias las instituciones comunes yugoslavas de volvieron inoperantes y las fuerzas armadas adoptaron mayoritariamente posiciones favorables al nacionalismo serbio.

Durante los años 90 se combatió sucesivamente en Eslovenia (1991), Croacia (1991 y 1995), Bosnia (1992-1995) y Kosovo (1998-1999).

La guerra de Bosnia fue la más sangrienta. Srebrenica fue tomada por los serbios que produjeron una matanza atroz tras haber sido declarada zona segura por la ONU dos años antes. Esto provocó entre otras cosas, que las fuerzas de la OTAN entraran en combate, por primera vez en su Historia, con la autorización expresa de la ONU.

Mientras que la guerra de Kosovo supuso una intervención armada de la OTAN sin autorización previa de la ONU y dirigida contra un estado soberano; la nueva Yugoslavia de Milosevic, en razón de la negativa de éste a dar a un problema interno una solución que garantizara la estabilidad en la zona.

La lucha armada comenzó cuando Eslovenia y Croacia declararon su independencia en 1991.

En Eslovenia no hubo casi combates, pero el enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno croata y las milicias serbias fue muy cruento.

El alto el fuego significó la separación de las regiones de mayoría serbia, que no fueron recuperadas por los croatas hasta 1995 tras reanudar la guerra.

En 1992 fueron reconocidas internacionalmente la independencia de Eslovenia y de Croacia.

Serbia y Montenegro se mantuvieron unidas en una pequeña Yugoslavia.

Macedonia y Bosnia optaron por la independencia.

En Bosnia estalló el conflicto entre las tres unidades étnico-religiosas: musulmanes, croatas (católicos) y serbios (ortodoxos).

Los musulmanes y los croatas votaron la independencia pero los serbios se levantaron en armas e iniciaron una campaña de “limpieza étnica”.

La capital de Bosnia, Sarajevo, fue sometida a un largo asedio al que puso fin la intervención de fuerzas internacionales.

Los esfuerzos internacionales bajo el manto de la ONU consistieron en:

* Despliegue de fuerzas de pacificación,

* Embargo de armas a los contendientes,

* Sanciones a Serbia y Montenegro por su apoyo a los combatientes serbios de Bosnia,

* Creación de un tribunal internacional para los crímenes de guerra,

* Prohibición de vuelos sobre Bosnia,

* Declaración de varias ciudades bosnias como áreas seguras y

* Autorización a la OTAN para emplear la fuerza aérea con objeto de replicar a ataques.

En 1995 se produjo por los serbios, la toma de 350 rehenes de las fuerzas de pacificación de la ONU y la matanza de Srebrenica, lo que provocó la reacción internacional liderada por el presidente Clinton.

Los esfuerzos de la aviación de la OTAN, junto a la ofensiva coordinada de croatas y musulmanes llevaron a la firma de los acuerdos de Dayton, en Estados Unidos, por los presidentes de Serbia, Croacia y Bosnia.

La solución acordada en Dayton suponía que el gobierno central de Bosnia tendría unas atribuciones muy limitadas, quedando el país integrado por dos entidades autónomas: una federación croata-musulmana y una república serbia. La OTAN debía garantizar la aplicación de los acuerdos, que siguen vigentes, pero la situación continúa siendo muy frágil.

Milosevic, había logrado aparecer en Dayton como garante de la paz, pero quedaba por resolver el conflicto en Kosovo, que continuaba reivindicando su antigua autonomía con la acción de una guerrilla albano-kosovar; el ejercito de Liberación de Kosovo.

Milosevic, lejos de intentar llegar a un acuerdo pacífico, pretendió aplicar el mismo sistema que en Bosnia, la “limpieza étnica”, pero esta vez la OTAN no esperó y, sin el acuerdo del consejo de Seguridad procedió a realizar ataques aéreos e 1999.

Milosevic terminó cediendo y Kosovo se situó bajo control internacional, aceptando la ONU los hechos consumados.

Milosevic fue juzgado por el Tribunal Internacional para los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia.

En la actualidad Kosovo sigue formando parte de Serbia y Montenegro sin que la población albano-kosovar acepte esta situación, mientras siguen las tensiones étnicas.

TEMA 33. LA GLOBALIZACIÓN

LA GLOBALIZACIÓN

De acuerdo con la definición del Fondo Monetario Internacional, la globalización consiste en la creciente interdependencia económica de los países del mundo, causada por el incremento del comercio mundial y de los flujos de capitales y por la, cada vez más rápida, difusión de la tecnología.

El resultado es una creciente competencia entre las empresas a nivel internacional, que sólo pueden prosperar si logran ser competitivas internacionalmente.

Todo ello es, en parte, resultado del progreso tecnológico, que por un lado abarata los transportes y las comunicaciones, y por otro ha adquirio un ritmo tan acelerado, que una economía que se cerrara a las innovaciones internacionales, quedaría pronto atrasada.

La globalización tiene un componente casi irreversible: el progreso tecnológico, y otro que no lo es: la apertura de fronteras al comercio internacional.

La imagen que de la globalización transmiten los medios de comunicación es muchas veces negativa. Se la acusa de reducir la soberanía, de perjudicar los intereses de los trabajadores de los países desarrollados, sometidos a la competencia de otros países con salarios más bajos, de sacrificar a los países pobres, a los que impide adoptar aquellas políticas que les beneficien para contribuir a su desarrollo y de representar la dominación mundial de las organizaciones económicas y de las grandes empresas.

DESARROLLO HUMANO Y GLOBALIZACIÓN

El mundo del comienzo del siglo XXI se sigue caracterizando por la extrema desigualdad.

El desarrollo se puede medir de diversas maneras

Producto Nacional Bruto (PNB) por habitante, que es conveniente medir de acuerdo con la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), es decir: teniendo en cuenta la cantidad de bienes que se pueden comprar con la misma cantidad de divisa.

O se puede tomar en consideración la esperanza de vida media. Los países más desarrollados, tienen una esperanza de vida de casi 80 años y un PNB de acuerdo al PPA de más de 20.000 dólares.

Los países menos desarrollados, tienen una esperanza de vida de unos 40 años y un PNB de acuerdo al PPA de 1.000 dólares.

No basta constatar el abismo que existe. Hay que contemplar el fenómeno con perspectiva histórica.

El avance ha sido muy notable, sobre todo en países de desarrollo medio como Indonesia, Vietnam, Egipto o Marruecos, pero la esperanza de vida ha descendido incluso, en Rusia y Ucrania (por hundimiento del comunismo) y en varios países de África subsahariana (por SIDA).

Otra forma de medida es la que ofrece el Índice de Desarrollo Humano (IDH) establecido por la ONU, que combina datos de producto por habitante, esperanza de vida y nivel educativo.

Un historiador de la Economía, ha calculado ese índice para varios momentos del pasado, lo que permite una visión bastante precisa a lo largo del siglo XX.

El IDH en Rusia o Brasil, es hoy superior al que tenían hace un siglo Estados Unidos o Gran Bretaña.

Todo esto indica que la extendida impresión de que tales condiciones se están deteriorando cada vez más, no se corresponde con la realidad, salvo en los países más afectados por el SIDA.

La revista Foreing Policy viene publicando anualmente un índice que no toma solamente aspectos económicos, sino que incluye la medida en que un país está conectado con el resto del mundo, a través de los contactos personales, del uso de internet y la cooperación política internacional.

La conclusión es evidente: los países más desarrollados son también los más comunicados y globalizados

LA LIBERALIZACIÓN ECONÓMICA

La globalización ha ido de la mano de la liberalización económica.

La libertad de los agentes económicos para perseguir sus propios intereses, exige que la propiedad esté debidamente protegida, que los contratos se cumplan y que exista un clima de confianza.

Una medida del avance de la liberalización se encuentra en los informes anuales de Economic Freedom of de World, que interrelaciona datos del sector público, garantías jurídicas, estabilidad monetaria y trabajo.

Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda encabezan la clasificación.

Estado del bienestar y libertad económica, no son incompatibles.

Es considerable el avance de la libertad económica en el mundo durante las dos últimas décadas del siglo XX.

Entre los países en que el proceso de la liberalización ha sido mayor, se encuentran algunos muy desarrollados, como Gran Bretaña, y otros de desarrollo medio como Brasil.

La Rusia poscomunista, tiene un grado muy bajo de libertad económica, mientras que un país del Estado del Bienestar, clásico como es Alemania tiene un índice elevado.

La influencia de la liberalización sobre el crecimiento económico es en general, positiva.

La ventaja de la liberalización económica es que permite a los agentes económicos especializarse.

Ello ocurre también en el ámbito del comercio internacional, clave de la globalización.

A veces se tiende a suponer que el comercio internacional es un juego de suma cero, con lo que países de economía menos productiva, deberían protegerse.

La teoría económica, sostiene lo contrario: Un país siempre saldrá ganando si se abre al exterior y se especializa en los sectores en que mejores resultados puede obtener, con lo cual el intercambio comercial, promueve el desarrollo de todos.

China, India y Bangladesh han experimentado una importante liberalización, pero otros países que también han liberalizado sus economías, han obtenido resultado mucho peores, como Nigeria y Kenia.

Ello demuestra que hay que tener en cuenta otros factores. Entre ellos cabe destacar los conflictos internos y la elevada incidencia del SIDA.

GLOBALIZACIÓN, SOBERANÍA NACIONAL Y ESTADO DEL BIENESTAR

En cuanto al supuesto declive del Estado del Bienestar como consecuencia de la globalización, es necesario hacer alguna observación:

En primer lugar, los ingresos de los Gobiernos no sólo no han disminuido sino que han aumentado.

En segundo lugar, las diferencias entre unos países y otros siguen siendo muy considerables.

La globalización, no obliga a los Gobiernos a hacer una política de reducción del gasto público.

Una política que no impulse la competencia, se traduce en una reducción de la competitividad, pero ciertos tipos de gasto público, ciertamente la mejoran. Ello ocurre con las inversiones en infraestructuras, o en educación.

En conclusión: no es que la soberanía nacional haya desaparecido, sino que en los últimos años los Gobiernos han optado por políticas liberalizadoras debido a sus favorables efectos económicos.

A menudo se argumenta que los países están perdiendo capacidad de regular su propio mercado laboral, debido al fenómeno de la deslocalización.

Esto se traduce en la pérdida de puestos de trabajo mejor pagados en los países desarrollados, y en la creación de puestos de trabajo peor pagados en los países menos desarrollados. El fenómeno no es, sin embargo, muy intenso porque en realidad, la mayor parte de la inversión exterior directa, se dirige hacia otros países desarrollados.

Con todo, es cierto que la deslocalización destruye puestos de trabajo en algunos países y los crea en otros.

La globalización hace que los países desarrollados se especialicen cada vez más en sectores de alta tecnología, con lo que crece el número de puestos de trabajo cualificados, mientras que se pierden empleos de menor cualificación.

Los consumidores, se benefician del abaratamiento, y también se benefician las economías de los países en desarrollo, que aumentan sus exportaciones. Lo más polémico resulta en los trabajadores de los países en desarrollo.

El salario medio pagado por las empresas multinacionales en los países de bajos ingresos, era el doble de los salarios medios en los mismos países, y el crecimiento económico tiende a producir un incremento salarial.

Las grandes empresas multinacionales, tienen un campo de acción auténticamente global, pero su importancia y poder son, a menudo, exagerados.

LOS PAISES EN DESARROLLO

El gran desafío del siglo XXI se plantea en los países en desarrollo. Uno de los terrenos en que esto resulta más evidente, es en la alimentación.

Hoy el problema ha desaparecido, casi totalmente, en los países desarrollados, pero sigue presente en muchos otros.

La falta de peso por causa de la desnutrición, representa el mayor factor de riesgo para la salud mundial. En los países en desarrollo los dos factores que le siguen en riesgo son la práctica del sexo no seguro, que incide en la difusión del SIDA, y las malas condiciones en el suministro del agua, el saneamiento y la higiene.

Ninguno de estos factores resulta importante en los países desarrollados, donde los principales factores de riesgo son el tabaco, la hipertensión arterial y el alcohol.

Un 20% de los habitantes del mundo no desarrollado, sufre desnutrición, lo que pone en riesgo no sólo su salud actual, sino su futuro. La desnutrición favorece el desarrollo de enfermedades y además, impide un crecimiento corporal adecuado, limitando las posibilidades para ganarse la vida, de modo que la desnutrición no es una consecuencia de pobreza, sino también un factor generador de pobreza. Lo más grave es que afecta de manera irreverible al desarrollo del cerebro.

Algunos de estos problemas tienen, sin embargo, un remedio relativamente fácil, como la difusión del consumo de sal yodada, la alimentación mediante leche materna... de modo que para combatir la desnutrición, resulta esencial la educación.

Por último, no hay que olvidar la importancia de los factores políticos. Una prensa libre, puede dar la señal de alarma en el inicio de una hambruna.

Los factores que más incidieron en las tendencias globales de crecimiento, se pueden agrupar en cuatro bloques:

1 condiciones generales

2 geografía física

3 política gubernamental

4 cambio demográfico

Los países en crecimiento, presentan tasas de desarrollo más altas que los desarrollados.

Los rasgos geográficos más relevantes son el emplazamiento costero y el clima templado.

Dentro de los aspectos políticos, el crecimiento se ve favorecido por la apertura al mercado mundial, prudencia en la política fiscal, Estado de Derecho, y limitación de la corrupción.

Respecto al cambio demográfico, la reducción de la natalidad en países como China ha sido importante.

El factor geográfico sigue manteniendo su importancia. Poco se puede hacer por variarlo, aunque sí algo.

La difusión de la democracia, favorece el avance del Estado de Derecho, aunque la corrupción sigue siendo un obstáculo importante.

El descenso generalizado de la natalidad, está creando una situación nueva.

La corrupción afecta tanto a los países desarrollados como a los en desarrollo, pero resulta más grave en éstos. La forma más típica consiste en el soborno a las autoridades para obtener un contrato.

Las consecuencias más graves son para el país en desarrollo, en el que las decisiones de inversión no se toman por sus beneficios potenciales, sino por los ilegales que puedan reportar a los dirigentes.

Transparency International, publica un índice de percepción de la corrupción, basándose en datos de encuestas y cuestionarios. Los países escandinavos, y los desarrollados de tradición protestante, aparecen como los menos corruptos, junto con Singapur.

En cuanto a cuestiones demográficas, se ha producido tanto un considerable aumento de la esperanza de vida, como una caída de la natalidad.

En el pasado, una elevada tasa de natalidad, resultaba indispensable para la supervivencia del grupo, debido a lo elevadas que eran las tasas de mortalidad. Habiéndose reducido ésta, la disminución de la natalidad, viene a restablecer el equilibrio. Pero en los casos concretos de los distintos países, la situación está lejos de ser equilibrada, y se traduce en un envejecimiento de la población, que resulta perjudicial para el desenvolvimiento económico.

En el África subsahariana, las tasas se mantienen muy elevadas, de manera que resulta difícil que el crecimiento económico se mantenga por encima del demográfico.

Por último, en los países en que sólo recientemente se ha reducido la natalidad, una gran masa de población adulta joven, tiene dificultades para encontrar empleo satisfactorio.

A pesar de todos estos obstáculos, bastantes países en desarrollo, están obteniendo crecimiento económico muy importante.

La brecha entre ricos y pobres, en principio parece que se está cerrando, debido al elevado crecimiento que presentan los países menos desarrollados y más poblados; China e India, pero habría que establecer si la desigualdad está o no aumentando en el interior.

Los distintos estudios apuntan hacia un descenso de la pobreza, pero en todo caso, lo que resulta difícil de sostener es que la globalización la esté generando.

LAS ORGANIZACIONES ECONÓMICAS INTERNACIONALES

En la regulación de la economía mundial, juegan un papel muy importante tres organizaciones internacionales

Fondo Monetario Internacional (FMI)

Banco Mundial (BM) y

Organización Mundial de Comercio (OMC)

Las dos primera instituciones, fueron creadas al final de la segunda guerra mundial, mientras que la OMC lo fue en 1995.

Las políticas económicas promovidas por el FMI y el BM, se han basado en el llamado “consenso de Washington” que propone:

  • Estímulo al comercio exterior

  • Eliminación de déficits fiscales

  • Reducción de los subsidios estatales a las empresas

  • Liberalización de las actividades financieras

  • Privatización de las empresas

  • Protección de los derechos de propiedad

En realidad, los capitales de que disponen son relativamente pequeños, pero su aval, inspira confianza a los inversores privados.

Las tres instituciones son formales, pero en la regulación de la economía desempeñan un papel fundamental las reuniones periódicas del G7, a las que se invita a Rusia, lo que constituye en la práctica el G8. En la reuniones no se adoptan decisiones formales, pero representan un importante instrumento para coordinar los puntos de vista de los Estados con mayor peso.

EL MOVIMIENTO ANTIGLOBALIZADOR

A partir de la reunión de la OMC en Seattle de 1999, fue frecuente que las sucesivas reuniones de estas instituciones internacionales, dieran lugar a masivas manifestaciones de protesta, especialmente de jóvenes que trataban de aprovechar la concentración periodística, para dar a conocer sus puntos de vista.

Desde 2002 las manifestaciones, han dado paso a foros de debate alternativos.

El movimiento antiglobalizador, agrupa tendencias y organizaciones muy diversas, pero no hay una alternativa clara a la economía de mercado, y es probable que las tendencias anticapitalistas, no desaparezcan nunca.

La economía de mercado ha triunfado porque es eficaz en generar riqueza, pero genera también una desigualdad que choca con ese deseo de solidaridad puesto de manifiesto en el más profundo espíritu del foro antiglobalización.

TEMA 34. LA SOCIEDAD POSMODERNA

La desaparición de las reglas corrientemente admitidas hasta tiempos recientes, ha generado una época de inseguridades y peligros, que el ensayista francés Alain Minc, ha descrito como una nueva Edad Media.

La revolución de 1968, nacida con propósitos libertarios, tuvo el inesperado resultado de promover el individualismo y el liberalismo.

Lo primero que resulta característico del fin de siglo es la desaparición de las interpretaciones omnicomprensivas de la vida humana.

El que de forma más evidente ha experimentado este resultado es el marxismo, pero algo parecido ha sucedido con todo.

En definitiva, resulta correcto decir que el fin de siglo ha sido también el de la cultura de la revolución, entendiendo por tal un acto por el que se provoca un cambio radical que transforma el conjunto de la existencia de quienes lo experimentan.

Esta realidad ha tenido como consecuencia la desaparición del intelectual, como sacerdote e intérprete de esta religión revolucionaria, y su sustitución por el intelectual como resistente frente al poder político. Tanto como decir, la victoria de Camus sobre Sartre, triunfo del liberalismo democrático sobre el marxismo.

Después de Archipiélago Gulag de Solzhenitsin, habían surgido en el panorama literario francés, jóvenes como Glucksmann y Lévy que condenaron el totalitarismo comunista. Eso ha producido un sentimiento de limitación del ser humano, de su capacidad de entender y de hacer.

En el terreno de la política, la democracia es tan sólo un régimen en el que periódicamente pueden ser sustituidos los que gobiernan. En el terreno de la cultura, el sentido de la limitación tiene que ver con el llamado “pensamiento débil”.

En política, lo característico del fin de siglo sería la “tercera vía”.

El voto motivado por la clase social, se ha visto reducido a la mínima expresión, y las fronteras de fidelidad por cualquier otra razón, son también imprecisas.

La novedad de la “tercera vía socialdemócrata” se caracteriza por la aceptación de la globalización, y el repudio de instrumentos habituales en la política socialdemocrática, como las nacionalizaciones.

Ha desaparecido prácticamente la violencia revolucionaria, pero surge la violencia gratuita provocada por la marginalidad.

La sociedad de fin de siglo se caracteriza por ser “humorística” como se prueba en uno de sus símbolos fundamentales: Woody Allen.

Ha desaparecido el humor grotesco y crítico, y ha sido reemplazado por el humor irónico y distante.

En arte, la época posmoderna, viene a ser una crítica de la modernidad, incluso de las innovaciones aportadas por la vanguardia. Se ha hecho patente una segunda revolución individualista. Esta actitud, tiene mucho que ver con la evolución experimentada en Estados Unidos.

Supone un repudio de todas las soluciones políticas, pero también una defensa beligerante de los modos de vida como derecho de las personas.

Tocqueville decía que en el mundo democrático los hombres se sacrifican difícilmente los unos por los otros, pero muestran una compasión general hacia todos los miembros de la especie humana.

En el mundo actual se presencia una emergencia del voluntariado, que parece chocar con el individualismo.

Esto supone la “vuelta de Dios”, pero un Dios mucho más interpretable al gusto del consumidor.

No se ha producido un retorno de la moral, en el sentido de la religión tradicional. Lo actual es mas bien la moral del camaleón basada en la adaptación a las circunstancias, y sobre todo al criterio propio.

En el caso concreto del resurgimiento de la familia y de los valores relacionados con ella, también es perceptible esta actitud. Las actitudes contrarias al divorcio, han quedado reducidas a la mínima expresión, y en cambio, se ha impuesto como solución la familia a la carta.

La de fin de siglo es una ciudadanía fatigada no sólo por el general desinterés hacia la política, sino por el mínimo porcentaje de personas dispuestas a sacrificar la vida por la patria o los grandes principios.

Esta sociedad, también puede ser caracterizada por la peculiar y ambigua relación que mantiene con los medios puestos a su disposición.

En el mundo occidental se permite un consumo que ha digerido la crítica a la opulencia.

Para algunos, el acto de telever, está cambiando la naturaleza del hombre con empobrecimiento de la capacidad de entender.

La televisión convertiría en emotiva la política, de la misma manera que los sondeos inventarían opiniones que no existen.

Los nuevos tiempos, parecen esencialmente paradójicos.

TEMA 35. LAS CONSECUENCIAS DEL “11 S”

LA YIHAD TERRORISTA: EL “ENEMIGO LEJANO” Y EL “ENEMIGO CERCANO”

Los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, de una magnitud desconocida hasta entonces, pusieron de manifiesto que, incluso el corazón de la primera potencia mundial era vulnerable ante el terrorismo.

Existen dos interpretaciones. Una partiendo del hecho de que los terroristas internacionales, son hoy todos musulmanes, concluye que se trata de un choque de civilizaciones.

La otra, partiendo de que el origen se halla en países en desarrollo, tiende a interpretar el terrorismo como una forma de lucha contra un orden internacional injusto.

No tienen ni por qué ser únicas ni tampoco excluyentes.

Los primeros teóricos de la yihad, egipcios, postularon la necesidad de combatir fundamentalmente al “enemigo cercano”; es decir, Estados musulmanes supuestamente infieles.

El fracaso de esta tesis, supuso que se impusiera la visión de Al Qaeda, propugnando el combate contra el “enemigo lejano”, es decir; los Estados no musulmanes.

De acuerdo con una perspectiva muy divulgada en Occidente, la injusticia social, genera rebeldía, y en cambio las creencias religiosas, tienen escasas implicaciones. Pero el problema es que esto, difícilmente permite entender el islamismo.

Un caso extremo fue el régimen talibán.

La comprensión del fenómeno yihadista terrorista, requiere efectuar un análisis más específico. La ideología que inspira ese terrorismo es el salafismo yihadista. El término salafismo, alude a los primeros seguidores de Mahoma, y se utiliza para designar un movimiento que pretende devolver el islam a la pureza de sus raíces, rechazando las innovaciones de origen occidental, y también toda la cultura que los musulmanes han venido elaborando desde el momento fundacional.

Su atractivo se basa en su simplicidad, y es especialmente atractivo para los jóvenes desarraigados de su cultura de origen por la emigración.

Puesto que desprecia todo debate teológico, se presta especialmente a la formación autodidacta.

Los salafistas pueden recurrir a dos vías: dawa (predicación) y yihad (combate).

Esto supone pasar de una lucha por un objetivo político a una lucha global, en la que la importancia máxima se halla en el hecho mismo del combate, y no en la estrategia política.

De acuerdo con una encuesta del año 2004, el 11% de los turcos, el 45% de los marroquíes, el 55% de los jordanos y el 65% de los pakistaníes, tienen una opinión favorable de Bin Laden.

De ello cabe deducir, que en muchos países musulmanes, hay un caldo de cultivo favorable para la difusión de la teoría yihadista. Entre los factores que pueden contribuir a ello, podemos destacar tres:

  • El problema de la superabundancia de jóvenes, y la falta de perspectivas ante la que se encuentran.

  • Los protagonistas de la yihad global, son jóvenes musulmanes que residen en Occidente. La radicalización se está produciendo en los países occidentales. Por tanto el radicalismo yihadista resultaría atractivo para aquellos jóvenes que no se sienten integrados en la sociedad en que viven.

  • La percepción de que el islam se siente acosado. Palestina o Irak, resultan particularmente significativos a estos efectos. Se trata de una forma de victimismo.

  • En cuanto a la estructura organizativa, su principal característica parece ser la flexibilidad. Grupos locales, que en determinado momento han entrado en contacto con la red global que tiene como núcleo Al Qaeda.

    Se han detectado cuatro redes:

    • La estructura central de Al Qaeda

    • La red árabe del próximo Oriente

    • La red magrebí y

    • La red del sudeste asiático

    Los miembros carecen de vínculos entre sí.

    La gran aportación del núcleo central de Al Qaeda, ha sido la integración de un gran número de grupos locales en una lucha global. La facilidad de comunicaciones, ha simplificado esa tarea de integración.

    El mensaje de Al Qaeda, constituye sobre todo una llamada a matar y morir. El terrorista yihadista parece interesado más por alcanzar el supuesto martirio que por contribuir a una precisa estrategia política.

    GEORGE W. BUSH Y LA “GUERRA CONTRA EL TERROR”

    Los atentados del 11 de Septiembre de 2001 tuvieron una extraordinaria repercusión en Estados Unidos. Un ataque semejante, tenía que conducir a la prevención de nuevos atentados. La respuesta del presidente George W. Bush, ha sido la llamada “guerra contra el terror”. Implicaba la necesidad de que Estados Unidos, actuara de manera más enérgica en los asuntos internacionales. Esto ha supuesto superar la reticencia a intervenir militarmente. Y también de hacerlo, si era necesario, al margen de los organismos internacionales.

    Una nueva doctrina militar basada en el uso de la tecnología más avanzada, permitiría obtener resultados sin tener que recurrir a envíos masivos.

    Un concepto clave es el de la guerra preventiva.

    Dos riesgos a los que la Administración Bush presta una atención especial son las armas de destrucción masiva, y el apoyo de determinados Estados a grupos terroristas.

    Bush empleó en 2002 el término “eje del mal” para referirse a Irak, Irán y Corea del Norte.

    Oriente Medio representa un escenario crucial, una región altamente conflictiva, cuya estabilidad es esencial para la economía mundial (petróleo), en la que se hallan situados dos de los tres estados del “eje del mal”, y próximo a un gran aliado de Estados Unidos, cual es Israel.

    La guerra de Afganistán, tuvo lugar a finales de 2001 y se tradujo en una fácil victoria. El régimen radical islamista de los talibán, albergaba, parece ser, a Bin Laden, y la intervención norteamericana, pudo interpretarse como respuesta a los atentados del 11 de Septiembre de 2001.

    Bastaron los ataques aéreos para abrir el camino a los combatientes de la Alianza del Norte. El propio Bin Laden, si se encontraba en Afganistán, asi como muchos de sus seguidores, pudieron, no obstante huir.

    A partir de entonces, Afganistán se ha pacificado lo suficiente como para permitir unas elecciones en 2004.

    Mucho más polémica ha resultado la guerra de Irak.

    El sistema de sanciones impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU, estaba realmente perjudicando al pueblo irakí, sin impedir que Saddam Hussein siguiera adelante con sus planes.

    Los grandes argumentos empleados por Bush: el de la producción de armas de destrucción masiva, y el de los presuntos vínculos del régimen irakí con la red terrorista de Al Qaeda, nunca llegaron a probarse, e incluso respecto a las armas de destrucción masiva, hoy sabemos que los servicios de inteligencia norteamericanos, tenían muy escasa información al respecto, que los indicios, escasos, disponibles fueron magnificados por el Gobierno de los Estados Unidos, y que en realidad, tras la guerra de 1991, las inspecciones de la ONU a Irak, habían interrumpido su producción.

    Pero finalmente, Bush optó por iniciar la guerra en la primavera de 2003, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad, con el único apoyo militar efectivo de Gran Bretaña, y el apoyo casi simbólico de España y Polonia, así como otras colaboraciones aún menores, de otros países. Ello supuso una marcada división en el proceder de la Unión Europea.

    La enorme superioridad tecnológica norteamericana, condujo a una rápida conquista del país, pero la posguerra ha resultado muchísimo más difícil.

    Irak se halla atenazado por una insurgencia que tiene sus bases en la población sunní, minoritaria pero políticamente dominante.

    Las acciones se combinan con atentados terroristas dirigidos contra los extranjeros, y contra la población local, especialmente chiíta.

    Irak se ha convertido en el punto focal de la yihad global.

    El futuro es muy incierto.

    TEMA 36. NUEVA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS

    Tras los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001, la Administración norteamericana llevó a cabo una importante renovación en los principios de su estrategia nacional, que distaba mucho de los presupuestos avanzados por Bush y Rice durante la campaña electoral, clásicamente republicanos, con un fuerte componente aislacionista, y muy focalizados en el área del Pacífico y Latinoamérica.

    Se había criticado a Clinton por tratar de “construir naciones” y, ahora, un gobierno republicano demandaba la reconstrucción de regiones completas.

    La nueva estrategia, fue bien recibida en términos generales, en el Capitolio. No se percibía como la estrategia de Bush, sino como la que la Nación necesitaba.

    Es muy significativa de esos días una obra publicada en el año 2003, America Unbound. La tesis de los autores es que la estrategia era demócrata. Bush se había encontrado con que los principios de su propia estrategia, resultaban inútiles ante la amenaza del terrorismo islamista, y se había visto en la necesidad de echar mano de los de su rival.

    En Julio de 2006, podemos afirmar que existe una gran tensión en la política norteamericana en relación con la estrategia nacional y a su política exterior. Republicanos entre sí, Demócratas entre sí y Republicanos frente a Demócratas se encuentran duramente enfrentados.

    ESCUELAS Y PARTIDOS: LOS REPUBLICANOS

    Los partidos políticos norteamericanos, no son expresión de un pensamiento único, sino de un conjunto de escuelas y visiones.

    Estas escuelas no son radicalmente distintas entre sí, sino que comparten creencia y estrategias en diferente medida.

    La escuela NEOCONSERVADORA ha sido la que más influencia ha ejercido en el diseño de la estrategia nacional. Ellos son los preservadores del “Legado Truman”. Aquél presidente estableció los principios fundamentales de la estrategia norteamericana tras la declaración de la guerra fría. No gozó en su tiempo de gran autoridad, sufrió la crítica de los especialistas académicos, y sólo con el tiempo se reconoció su labor.

    La denominada Doctrina Truman, parte de la “contención” elaborada por Kennan. Se fundamentaba en la idea de que la seguridad de los Estados Unidos, dependía de que en Europa Occidental, arraigase la democracia, porque sólo ésta, derrotaría al fanatismo comunista. El mismo argumento de la estrategia norteamericana de hoy.

    La escuela neoconservadora se impuso porque fue capaz de dar respuestas a problemas concretos.

    Para los realistas, como Rumsfeld y Rice, la victoria no iba más allá de la derrota militar del enemigo. Pero ¿cómo se derrota a unos terroristas que han decidido inmolarse?

    Los neoconservadores ganaron la batalla de las ideas, pero carecieron de recursos humanos y de influencia suficiente para controlar su ejecución. Fueron clásicos realistas como Donald Rumsfeld desde el Pentágono o Condoleezza Rice desde el Consejo de Seguridad Nacional los encargados de esta misión. Una parte de la escuela realista reconoció carecer de respuestas ante un nuevo entorno estratégico.

    El caso más representativo de esta disociación de posiciones lo encontramos en la gestión de la crisis de Irak.

    Bush estableció como objetivos la victoria militar, la reconstrucción y la implantación de un régimen democrático.

    Sin embargo, el plan de acción de Rumsfeld, primó la victoria militar, estableciendo un mínimo contingente para garantizar la reconstrucción económica y política.

    Este hecho, estuvo precedido de fuertes tensiones con los mandos del Ejército y con significadas personalidades en el Capitolio. Rumsfeld no estaba tan interesado en el día después de la victoria, y no estaba dispuesto a distraer soldados en cometidos no estrictamente militares.

    Por su parte Rice no forzó un cambio en las posiciones de Rumsfeld, y el resultado ha sido un plan de acción descompensado.

    En el ámbito diplomático hallamos algo semejante.

    Tradicionalmente, el servicio exterior de cualquier gran país, tiene una visión propia de la realidad internacional, y de la política que consecuentemente se debe desarrollar.

    El choque entre diplomáticos de carrera y jefes de Gobierno o ministros, es un hecho habitual en las democracias modernas.

    El Departamento de Estado es mayoritariamente demócrata y multilateralista, y cualquier política que vaya en contra de su propia visión, encontrará resistencia.

    Rice se comprometió a ejecutar una política neoconservadora con medios realistas. Parecía dar a entender que se medirían bien las fuerzas y los tiempos, pero no fue así. Rice olvidó que debía hacerlo a través del Departamento de Estado, que tenía y tiene sus propias ideas.

    Rice ha mejorado mucho las relaciones con Europa y se ha empleado a fondo en trabajar en el Consejo de Seguridad para establecer consensos. Sin embargo, ha sido absolutamente inútil a la hora de implementar la nueva estrategia nacional, ante crisis de gran calado como son las de Corea del Norte e Irán. Se ha primado el multilateralismo por encima de la eficacia.

    Lo relevante es que Estados Unidos, colabora con los demás Estados en hallar una solución consensuada.

    En estas circunstancias no puede extrañar que las más ácidas críticas hacia Rumsfeld, y recientemente también hacia Rice, provengan de los medios neoconservadores, que en todo momento han exigido un mayor contingente militar en Irak y una política exterior más decidida.

    En las filas republicanas, realistas y neoconservadores, mantienen sus diferencias, también plapables entre los miembros conservadores del Capitolio, y entre los formadores de opinión.

    Las diferencias en el seno del partido republicano se exacerban ante las dificultades para poner fin a la presencia de tropas norteamericanas en Irak; ante la falta de liderazgo de un presidente aquejado del conocido “síndrome del pato cojo”, es decir; en su segundo (y último) mandato y ante unas elecciones que resultará más probable perder que ganar, puesto que lo ganaron todo en las anteriores.

    ESCUELAS Y PARTIDOS: LOS DEMÓCRATAS

    En cierta ocasión el embajador español Antonio Garrigues, se encontraba charlando con Julio Andreotti durante una recepción.

    Eran los tiempos en que el tamaño del PCI impedía la normal y saludable alternancia de las fuerzas políticas en el gobierno. Nuestro embajador se sintió obligado a hacer referencia al desgaste por la permanencia en el poder. Andreotti le espetó: no lo crea usted señor embajador. Lo que desgasta es estar en la oposición.

    Andreotti es un perfecto ejemplar de una de las subescuelas realistas: la cínica. Garrigues parecía tener en mente la sentencia liberal católica: “el poder corrompe. El poder absoluto, corrompe absolutamente”. Garrigues se movía en el terreno de los valores y de la ética. Andreotti se ceñía al ámbito del poder.

    Los principios rectores de la estrategia norteamericana eran Demócratas. Reivindican el concepto de preemptive action, porque los Demócratas lo han practicado a lo largo del tiempo. Clinton lo hizo en más de una ocasión, siempre sin el consentimiento del Consejo de Seguridad. Para los Demócratas resultaba evidente que los intereses nacionales, nunca se supeditarían a la posibilidad de llegar a un acuerdo en el seno del Consejo de Seguridad.

    La clave de esta discusión radica en saber si esta política históricamente ligada al partido Demócrata, sigue o no vigente en sus filas.

    La primera generación de neoconservadores eran miembros del ala izquierda del Partido Demócrata, pero el Partido Republicano, en época de Ronald Reagan, asumió sus postulados y los recogió. Desde entonces lo sustancial del legado Truman es republicano, y no patrimonio Demócrata.

    Ante el descalabro histórico del Partido Demócrata tras la presidencia de Carter, y el auge de las corrientes liberales, sólo representativas de sectores urbanos, el Partido trató de moderar sus posiciones. Bill Clinton era un centrista. No formaba parte de los sectores más tradicionales, coincidentes con la posición de los neoconservadores, ni de los más liberales.

    Con Clinton se mantuvo en pié parte del discurso tradicional, se asumió la responsabilidad de Estados Unidos en la expansión de la democracia, se mantuvo el vínculo entre seguridad nacional y democracia, y se enmarcó todo ello en la globalización liberal.

    El problema de Clinton residía en que su discurso era marcadamente retórico.

    Eran mayoritariamente multilateralistas. Querían conseguir esos fines a través de la colaboración internacional en el marco de los organismos internacionales.

    Pero esa previa disposición a ceder, llevó a una cadena de claudicaciones.

    Clinton ganó por su personalidad, por su atractivo y magnetismo, pero mientras tanto su partido continuó dividido, y tras su retirada el Partido Demócrata no es mas que una vaga coalición de grupos y personalidades.

    En el Partido Demócrata, encontramos figuras como Liberman, que defienden que Estados Unidos se encuentran en guerra y que la invasión de Irak, fue necesaria, junto con otros muchos que niegan ambas cosas.

    Es muy representativa la política seguida por la senadora Clinton, firme candidata a lograr la nominación por su partido para la lucha electoral por la presidencia. Ha sacado conclusiones de las pasadas elecciones y de la fallida estrategia de Kerry.

    La senadora ha tratado de adoptar una posición moderada, ha buscado la compañía de dos figuras claves en el Capitolio: John McCain y Joseph Liberman, y desde luego ha defendido la guerra de Irak.

    Los resultados de su calculada, pero no sincera, estrategia han sido malos, pues no consigue atraer el voto republicano, y entre los Demócratas encuentra más oposición que simpatía.

    Los multilateralistas o centristas pierden posiciones frente a los liberales, más dispuestos a acusar a Estados Unidos de todo lo negativo y a ejecutar una política exterior pasiva.

    A los problemas de la senadora Clinton se suman los del senador Liberman para conseguir imponerse en las primarias, frente a un candidato liberal.

    A menudo se ve en la prensa que un sondeo da un índice de popularidad muy bajo al presidente Bush, pero lo que no indica es que el índice de popularidad del Partido Demócrata es más bajo todavía. Es decir; los norteamericanos no están de acuerdo con su presidente, pero tienen peor concepto de la oposición.

    CONCLUSIONES

    La profunda división que se encuentra hoy en el debate norteamericano, se basa en la falta de arraigo de la estrategia enunciada en 2002 por Bush. En su propio partido hay diferencias importante sobre cómo ejecutarla.

    En el Demócrata el problema es mayor. La desunión impera en un momento en que la unidad resulta fundamental.

    Harry Truman sufrió un acoso semejante al de Bush, pero logró al final que sus ideas fueran aceptadas.

    Europa Occidental, sin ser capaz de adoptar una posición propia, se siente muy distante de la estrategia norteamericana.

    El antinorteamericanismo crece, en especial entre la izquierda europea, pero más llamativo resulta que los argumentos que emplea procedan de los propios Estados Unidos.

    La crisis programática de la izquierda europea tras la disolución de la Unión Soviética, y la crisis del Estado del Bienestar, les ha llevado a tomar del movimiento liberal norteamericano, muchas de sus nuevas ideas.

    TEMA 37. EXPANSIÓN DE LA EUROPA DE LOS 25. DEL EURO A LA CONSTITUCIÓN

    SE CONSIDERA ABSORBIDO EN EL TEMA 31

    TEMA 38. EXTREMO ORIENTE: CHINA, JAPÓN Y LOS TIGRES ASIÁTICOS

    A comienzos del siglo XXI, tres de las cuatro economías mayores del mundo son asiáticas. Si medimos el PIB de acuerdo con la paridad del poder adquisitivo (PPA), China, Japón e India ocupan los puestos segundo, tercero y cuarto de la clasificación mundial.

    China ha tenido las tasas de crecimiento económico más elevadas del planeta. De mantenerse ese ritmo, y es perfectamente posible, tendría el mayor PIB del mundo dentro de quince años. A ello se suma que la economía china se ha abierto extraordinariamente al exterior.

    China e India, son dos gigantes demográficos, que en conjunto representan un tercio de la población mundial.

    Japón, es un país muy desarrollado. Los otros dos de desarrollo medio. Japón se ve ya afectado por los problemas de envejecimiento, India tiene una natalidad relativamente elevada y China una posición intermedia, en que la natalidad se ha frenado por la intervención gubernamental.

    Por otra parte Japón es una de las sociedades más igualitarias del mundo, mientras que en China, las desigualdades han aumentado mucho.

    CHINA: UNA ECONOMIA EN EXPANSIÓN

    El inicio del gran desarrollo económico chino se produjo tras la muerte de Mao, cuando a finales de los años setenta Deng Xiaoping, comenzó a impulsar las reformas liberalizadoras.

    La modernización económica, nunca puso en cuestión el férreo control del país por el Partido Comunista. En 1989, Deng optó por la represión brutal de un movimiento de protesta similar a los que tenían lugar en Europa.

    Jiang Zeming, entre 1989 y 1993 asumió los tres puestos clave de la dirección del país: Secretaría general del PCC, la Presidencia de la República, y la de la Comisión militar.

    La política de Jiang, se ha centrado en impulsar el desarrollo económico de China, a través de la gradual adopción de la economía de mercado, apertura del mercado internacional, y prestando escasa importancia a los efectos colaterales, como el incremento de la desigualdad social, o el deterioro del medio ambiente. El respeto de los derechos humanos no está garantizado y China tiene pendiente una reforma política.

    La eliminación de las distorsiones impuestas por el maoísmo y la adopción de una política económica adecuada han permitido a China aprovechar su enorme potencial.

    Goza, además, de una ventaja competitiva: salarios más bajos.

    Pero China posee también una población instruída, unas infraestructuras básicas aceptables, y un amplio mercado interior, y sobre todo, una política económica que le ha permitido integrarse en el mercado internacional.

    China es ya el tercer país exportador del mundo y el principal productor de una amplia gama de productos de consumo, aunque no de la mejor calidad.

    Su grado de apertura al exterior es verdaderamente insólito. La entrada de capital extranjero, atraído por el vasto mercado interior chino, y por los bajos costes de producción, ha sido muy importante. Una cuarta parte de la producción industrial procede de proyectos de colaboración entre industrias chinas y extranjeras.

    A su vez, el capital chino juega un importante papel en Estados Unidos y está contribuyendo a mantener su doble déficit fiscal y de cuenta corriente.

    El reconocimiento internacional de que China se está convirtiendo en una auténtica economía de mercado se ha producido con su ingreso en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001. Esto le obligará a abrir al exterior sectores todavía muy cerrados, como la banca, los seguros, las telecomunicaciones o la agricultura.

    Pero todo esto no significa que China, un país todavía de desarrollo medio, no tenga problemas económicos, sociales y políticos. De ellos el más importante es enfrentarse a una pavorosa reconversión industrial. La banca estatal, está a su vez lastrada por préstamos a empresas estatales insolventes. El sector agrícola tampoco es próspero, y dos tercios de la población reside en áreas rurales, lo que supone un gran freno al mercado interior.

    Casi todo el desarrollo económico chino se ha concentrado en las áreas urbanas costeras, como Shangai y Hong Kong.

    Los problemas sociales son también graves. Las desigualdades están alcanzando valores altísimos, existe desempleo urbano, pero en las áreas rurales hay un enorme exceso de mano de obra, que se infrautiliza.

    Las autoridades se esfuerzan en frenar el éxodo rural, para evitar los cinturones miserables en las grandes ciudades, y eso conduce a una emigración ilegal, aceptando los que consiguen llegar al área urbana empleos irregulares.

    Hay dificultades en la sanidad, la educación y las pensiones, y en el campo los trabajadores carecen de todo tipo de servicios gratuitos.

    La corrupción está muy extendida

    En el terreno político, China, anclada en el régimen de partido único, tiene desventaja respecto a India.

    No hay indicios de que en China vaya a surgir una política nacionalista agresiva, aunque los sentimientos nacionalistas son fuertes.

    Taiwán, formalmente, sigue siendo parte de China. Los dirigentes de Taiwán no se deciden a dar el paso de la independencia, y los de Pekín acumulan armamento para una eventual intervención, que tendría la oposición de los Estados Unidos. Es posible que el conflicto se evite. El retorno de Hong Kong a China, en 1997, manteniendo sus propias instituciones, parece haber sido un éxito, y a la vez una esperanza de solución para Taiwán.

    Últimamente, Jiang ha cedido todos sus cargos a Hu Jintao, lo que ha supuesto el cambio de dirección política menos conflictivo de la Historia de China.

    JAPÓN Y LOS NUEVOS DRAGONES DE ASIA

    A finales de los años 80 algunos analistas, mostraban incluso preocupación por el creciente poderío de Japón. Las empresas japonesas mostraban una gran capacidad de innovación tecnológica, y sus exportaciones industriales no dejaban de conquistar mercados. La estrecha cooperación entre las empresas industriales, la banca y el gobierno, era vista como una de las bases de la potencia japonesa.

    Contrastaba con la escasa competitividad de las empresas que trabajaban para el mercado interior.

    La estabilidad política estaba garantizada por la continuidad del Partido Liberal Democrático

    La gran crisis bursátil de 1990 puso en cuestión esta idílica imagen. Los bancos se encontraron con un enorme volumen de préstamos a empresas insolventes. Pero lo más grave es que las reformas necesarias no se acometieron ni con rapidez ni con energía. La estrecha relación entre el mundo político y el empresarial, se revelaba ahora como un obstáculo.

    Las tasas de crecimiento de Japón durante los años noventa, fueron muy bajas.

    Por otra parte ya no era Japón la única economía desarrollada en Asia oriental. La habían conseguido Corea de Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur.

    Japón, Singapur y Hong Kong, tienen un producto por habitante muy elevado, y una esperanza de vida altísima.

    Por otra parte los dragones asiáticos tienen su punto débil en la baja tasa de natalidad.

    Estos países han logrado en poco tiempo, ponerse a la altura de los más desarrollados de Occidente, y la apertura económica de China les sitúa ante un gran mercado.

    A comienzos del siglo XXI, Japón está superando los problemas de los noventa. Mantiene su estrecha relación con Estados Unidos, considerada indispensable frente al creciente poderío de China y a la inquietante amenaza que supone la carrera de armamento emprendida por Corea del Norte.

    INDIA: EL SEGUNDO GIGANTE

    Con casi tantos habitantes como China, India es mucho más heterogénea. Un mosaico de etnias, lenguas, religiones y castas.

    Menos desarrollada que China, tiene sobre ésta la ventaja de un sistema democrático consolidado.

    India fue gobernada casi ininterrumpidamente por el Partido del Congreso, artífice de la independencia.

    La hegemonía del Congreso desapareció al ascender el Partido Janata, que tiene un fuerte componente de fundamentalismo hinduista. Pero se ha producido una proliferación de partidos inspirados por una confesión religiosa o una casta, de modo que India no camina hacia un bipartidismo, porque esa proliferación obliga al Gobierno a la formación de pactos y coaliciones.

    El otro gran cambio de la política india, ha sido el progresivo abandono del estatalismo y el proteccionismo, que en su momento condujeron al país a tasas de crecimiento muy bajas.

    A partir de 1991, Narasimha Rao se encontró en graves dificultades económicas al frente del Gobierno, teniendo que depender del apoyo externo de los comunistas. En tales circunstancias su ministro de Finanzas, fue capaz de impulsar una serie de medidas liberalizadoras que dieron un fuerte impulso a la economía.

    El Janata, se dio a conocer por su intento de reconstruir el templo del dios Rama, sobre cuyas ruinas los musulmanes construyeron una mezquita, asaltada y destruída por turbas hinduistas dando lugar a terribles enfrentamientos intercomunitarios.

    La tensión entre hindúes y musulmanes se complica por la rivalidad de India con Pakistán por el conflicto de Cachemira. Es especialmente inquietante el que los dos países son potencias nucleares.

    Cachemira es el único estado indio de mayoría musulmana en el que se ha desarrollado en los últimos tiempos, un movimiento rebelde apoyado por Pakistán, que ha cometido numerosos actos terroristas.

    Tras un atentado en el año 2001 ambos países han estado muy cerca de la guerra, pero el primer ministro indio, lanzó una iniciativa de paz y entendimiento en 2003, favorablemente acogida por el presidente pakistaní Musharraf.

    En las elecciones de 2004, Sonia Gandhi, representante del partido del Congreso, venció al Janata, pero estalló entonces una campaña dirigida contra ella por ser italiana de nacimiento. Finalmente ella misma renunció a formar gobierno, y encomendó la tarea a Singh, el arquitecto de las reformas económicas de 1991.

    El éxito de estas reformas, basadas en la reducción de las tarifas aduaneras, en la privatización de algunas empresas estatales, y en la simplificación de la regulación empresarial, ha producido una gradual elevación de la tasa de crecimiento económico.

    Particular atención ha merecido el desarrollo de las tecnologías de la información.

    Empresas extranjeras se han visto atraídas por la existencia de jóvenes indios bien formados, y con perfecto dominio del inglés, que pueden ser contratados por salarios mucho más bajos que los de Occidente.

    Sin embargo, la gran mayoría de los indios se ganan la vida en el sector agrario o en la venta callejera, con unos ingresos bajísimos.

    Las infraestructuras siguen siendo deficientes

    El mercado laboral es muy rígido.

    La corrupción política es tremenda.

    El sector público tiene un importante déficit, y la inversión extranjera directa es muy reducida.

    TEMA 39. ISLAMISMO E INTEGRISMO

    NATURALEZA Y CAUSAS DE LOS CONFLICTOS ACTUALES

    El final de la guerra fría despertó muchas esperanzas de paz mundial. Nadie suponía entonces el terrorismo internacional.

    Se creía, además, que el final de la guerra fría supusiese también una menor incidencia de los conflictos de los países en desarrollo.

    Era de esperar que las potencias occidentales no siguieran respaldando a regímenes autoritarios, corruptos y ferozmente represivos, cuyo único mérito estribaba en su anticomunismo. Era posible que, bajo la égida de la ONU, la comunidad internacional fuera capaz de intervenir eficazmente en conflictos, por la vía de la mediación y, excepcionalmente, por la fuerza.

    Tales esperanzas sólo se han cumplido parcialmente.

    Ciertamente, los países desarrollados no están amenazados por ningún ejército extranjero, aunque sí por el terrorismo. Y en algunas regiones del mundo, como América Latina, los conflictos se han hecho mucho menos frecuentes. Pero la paz mundial se ha visto amenazada por más de 40, lo suficientemente graves como para poder ser definidos como guerras.

    Otros surgieron como consecuencia del hundimiento del comunismo, y más concretamente de la desintegración de Yugoslavia y de la Unión Soviética.

    La guerra puede definirse como un enfrentamiento armado que produce anualmente mil o más muertes en combate.

    El número más alto de conflictos se dio en 1992, pero a partir de entonces, la tendencia ha sido descendente.

    En Europa todas las guerras del periodo han surgido en la antigua Yugoslavia o en la antigua Unión Soviética, y son resultado de la desaparición del orden político legitimado por la ideología comunista. Pero todos han sido también el resultado de conflictos étnicos, a veces diferenciado por rasgos religiosos.

    En 2004 el único de estos conflictos que sigue activo es el de Chechenia.

    El último de los conflictos americanos, el de Guatemala, concluyó mediante un acuerdo.

    En Perú el Gobierno logró derrotar a la guerrilla de Sendero Luminoso, y el único conflicto grave, activo es el de Colombia, donde las guerrillas izquierdistas de las FARC y el ELN y las derechistas de Autodefensa, disponen de importantes fuentes de financiación procedentes del narcotráfico, del secuestro y la extorsión.

    El número de conflictos ha aumentado en la década de los noventa en el África subsahariana. Con excepción de la guerra entre Eritrea y Etiopía, surgida de una disputa fronteriza, todos los demás han sido guerras entre civiles, que en general han surgido de dos factores:

    º Rivalidad entre grupos étnicos

    º Estados fallidos, es decir; un Estado que se muestra incapaz de cumplir sus funciones básicas.

    Los conflictos en África del Norte, el Próximo Oriente y Asia Central, reciben una especial atención en los medios de comunicación. Se trata de un área que tiene una relevancia estratégica excepcional por lo que supone para la exportación y movimiento del crudo petrolífero.

    El caso de Cachemira, tiene una importancia internacional, ya que enfrenta a India y Pakistán.

    La localización de los conflictos ofrece una clara indicación: la gran mayoría tienen lugar en países en desarrollo.

    El Banco Mundial, estima que la probabilidad de que en los próximos cinco años surja un conflicto armado civil en un país, es inversamente proporcional a su PIB por habitante.

    Otro equipo de estudiosos, ha identificado un factor demográfico en la aparición de conflictos, que surge cuando el porcentaje de jóvenes adultos resulta extremadamente elevado. Pero la mayor propensión de los varones jóvenes a la violencia, representa una constante universal.

    Al margen de factores ideológicos, hay motivos para suponer que seguirán surgiendo con frecuencia conflictos armados en los países en desarrollo.

    La correlación se refiere a nuevos conflictos, no al mantenimiento de los actualmente existentes.

    LAS FRONTERAS DEL ISLAM. PALESTINA, CHECHENIA Y CACHEMIRA

    En 1993 el politólogo norteamericano Samuel Huntington, publicó un célebre artículo. Su tesis era que acabada la época del choque de ideologías, se entraba en la del choque de civilizaciones. Es decir; como consecuencia del enfrentamiento de las grandes culturas milenarias.

    La guerra de Yugoslavia, podría interpretarse como un choque de civilizaciones. La occidental, representada por los croatas, la islámica representada por Bosnia y la cristiana ortodoxa (Serbia). Pero muchos otros conflictos no pueden interpretarse de esa manera.

    El Islam, tiende a chocar con Occidente. Ahora bien; el terrorismo yihadista, parte de la incompatibilidad entre el mundo islámico y el mundo de los infieles, y preconiza el enfrentamiento total contra Occidente.

    Grupos guerrilleros y terroristas luchan en nombre de poblaciones musulmanas contra los rusos ortodoxos en Chechenia, contra los judíos en Palestina, contra los hinduistas en Cachemira y contra los filipinos católicos en Mindanao.

    Más bien se trata de conflictos locales, en los que el componente religioso no es mas que una casualidad accesoria.

    La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), no nació de una ideología islamista sino nacionalista.

    La propuesta de Al Qaeda consiste en agrupar todas estas facciones en una lucha planetaria, pero el gran objetivo de Al Qaeda, no es la derrota de Occidente, sino el sometimiento de todos los países musulmanes a un nuevo califato islamista.

    Papel particularmente relevante es el representado por el conflicto entre Israel y los palestinos, por su impacto en la opinión pública mundial.

    Que un puñado de judíos, haya podido crear un Estado en tierras que fueron árabes, representa una humillación, y el hecho de que Israel tenga el pleno respaldo de Estados Unidos le convierte en la punta de lanza del imperialismo occidental.

    Una de las esperanzas surgidas del fin de la guerra fría es que este conflicto se solucionase.

    Vencedor en la guerra del Golfo, George Bush utilizó toda la influencia que había adquirido en la región, para impulsar una negociación. Un primer paso se dio con la Conferencia de Madrid de 1991.

    El acuerdo firmado en 1993 bajo el patrocinio de Clinton, suponía por parte de los palestinos, el reconocimiento del Estado de Israel, y por parte de los judíos el reconocimiento del derecho de los palestinos al autogobierno.

    A partir de ahí se desarrolló un largo y complejo proceso de materialización de los acuerdos, cuyo paso más importante fue una retirada de los israelíes de Gaza y Cisjordania, que hizo posible el establecimiento de una autoridad palestina reconocida. En 1996 Yasser Arafat, fue elegido por sus conciudadanos como su primer presidente.

    El proceso de paz implicaba renuncia, pero para los extremistas de uno y otro bando, eso suponía una traición. Rabín fue asesinado en 1995 por un extremista judío.

    Las organizaciones islamistas palestinas, especialmente Hamas, lanzaron una ofensiva terrorista en las principales ciudades israelíes.

    En 1999, Clinton utilizó toda la influencia de Estados Unidos para que se lograra un acuerdo final. Arafat no estaba dispuesto a ceder, y optó por recurrir de nuevo a la presión violenta.

    Un provocativo gesto simbólico del líder del Likud, Ariel Sharon, una visita a la explanada de las mezquitas de Jerusalén, sirvió de pretexto para el lanzamiento de la llamada Intifada de Al Aqsa, en el año 2000. Pero a diferencia de la primera intifada de 1987, ésta consistió en terrorismo suicida, a lo que respondió el Gobierno Sharon con duras represalias.

    Arafat, quedó aislado en su cuartel general hasta su muerte.

    Un conflicto, todavía más sangriento es el de Chechenia.

    Chechenia no tuvo en la época comunista el status de república, pero a pesar de ello, declaró unilateralmente su independencia en 1991.

    Boris Yeltsin, optó en 1994 por la actuación militar, y tras dos años de guerra, se llegó en 1996 a un acuerdo de tregua, que se rompió en 1999, como consecuencia de una cadena de atentados, no reivindicados.

    Se produjo una segunda intervención militar rusa, que condujo a la ocupación de la mayor parte del territorio.

    Tras una dura represión acompañada de sucesivas violaciones de los derechos humanos, continúan las acciones terroristas.

    La más despiadada tuvo lugar en 2004 cuando un grupo terrorista se apoderó de una escuela en la región de Osetia del Norte, y terminó provocando la muerte de centenares de niños.

    La situación parece en cambio estar mejorando en Cachemira, territorio de población mayoritariamente musulmana, incorporado a la Unión India.

    Cachemira quedó dividida tras la primera guerra entre India y Pakistán en 1949, sin que se haya llegado a ningún acuerdo entre ambas partes acerca de las fronteras definitivas.

    Últimamente los más activos son grupos islamistas con base en Pakistán, empleando los elementos cachemires métodos terroristas, en tanto las fuerzas indias han sido acusadas de violación de los derechos humanos.

    El conflicto de Cachemira, ha crecido en intensidad desde 2001, pero un acuerdo entre India y Pakistán ha devuelto la tranquilidad a las áreas fronterizas, de modo que un tratado definitivo, no parece actualmente imposible.

    TEMA 40. NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA EN AMÉRICA LATINA

    Durante los últimos años, en la gran mayoría de los países latinoamericanos, se ha consolidado la democracia, y efectuado reformas para liberalizar la economía. Pero el crecimiento económico ha sido modesto y la desigualdad social sigue siendo muy alta.

    Por ello son pocos los hispanoamericanos que se sienten satisfechos por el funcionamiento de la democracia y la economía de mercado. Pero a pesar de ello no se ha perdido la confianza en la dirección adoptada.

    La mayoría de los países de Hispanoamérica tienen un grado de desarrollo medio. Sólo Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay, Cuba, México y algunos pequeños estados caribeños tienen un alto nivel de desarrollo humano.

    En el otro extremo, Haití.

    Las diferencias en esperanza de vida, no son muy grandes.

    En cuanto al PIB por habitante, las diferencias son mucho más marcadas, pues en el 2002 oscilaba entre los 2.500 dólares de Nicaragua y los más de 10.000 de Argentina.

    Pero el problema es que son pocos los que tienen un ritmo elevado de crecimiento. Con datos de los años 90 Chile y la República Dominicana eran los que más crecían (en torno al 4%), Ecuador con crecimiento nulo, y Paraguay y sobre todo Haití con crecimiento negativo en torno al -3%.

    En el caso de Argentina, país de los más desarrollados, el crecimiento ha sido bajísimo.

    Durante la década de los 90 la mayor parte de los Estados, tomaron medidas para liberalizar su economía, pero ello no se ha traducido en un descenso considerable del porcentaje de pobres, y si éste se ha reducido algo, no ocurre lo mismo con el número absoluto.

    El crecimiento demográfico ha pasado del 3% anual en los años 1990 - 1995 al 2,5% en 2000 - 2005, y se prevé una reducción mayor. Ello es el resultado de una caída generalizada de la tasa de fertilidad, que presenta importantes diferencias, no sólo de país a país sino entre grupos sociales. Más elevada en los grupos indígenas, que en buena medida permanecen al margen del desarrollo.

    La maternidad de las adolescentes, suele tener connotaciones negativas, especialmente cuando se produce fuera de las relaciones regulares.

    Desde el punto de vista político, el hecho más relevante ha sido, en los últimos años, el afianzamiento de la democracia, que implicó la ampliación del derecho al voto, la práctica de elecciones libres y limpias, y el fundamento electoral de los poderes legislativo y ejecutivo. Sólo Cuba y Haití pueden considerarse como no libres. Otros países como Colombia, afectada por el único conflicto armado que subsiste en el continente, son clasificados como parcialmente libres.

    En conjunto, América Latina ha entrado en el siglo XXI con unas bases sólidas, pero quedan muchos problemas por resolver.

    TEMA 41. EL TERCER MUNDO. ENTRE LA ESPERANZA Y LA PARÁLISIS

    EL ÁFRICA SUBSAHARIANA

    El Sahara constituye la gran frontera natural de África. Los países situados al norte de él, forman parte del mundo árabe.

    Al sur, confluyen las tradiciones africanas, con influencias occidentales y también islámicas.

    Los límites son, en cualquier caso imprecisos.

    África subsahariana es a la vez la región más pobre del mundo y la que menos ha progresado. El PIB por habitante es muy bajo o bajísimo, en todos los países, con la excepción de Sudáfrica, pero en muchos de ellos el crecimiento ha sido nulo o negativo.

    Es el resultado de que el modesto crecimiento de la economía, no ha sido suficiente para compensar el elevado crecimiento demográfico. Tasas elevadas que tienden, además, a mantenerse.

    Pero el dato más trágico es el de la esperanza de vida, que en varios países se ha reducido, como consecuencia de la pavorosa extensión del SIDA.

    Los factores que frenan el desarrollo del África subsahariana son varios, que interactúan, lo que les convierte en más graves, pero hay cuatro que importa sobre todo analizar.

    • La debilidad de las estructuras jurídico - políticas

    • Los conflictos internos

    • Cierre de los mercados exteriores

    • Impacto del SIDA

    Antes de la colonización el continente estaba dividido en miles de pequeños reinos y jefaturas tribales. Con su retirada, los colonizadores dejaron tras sí unas fronteras artificiales, y unas instituciones calcadas de las de las metrópolis, sin haber preparado unas élites nativas válidas para hacerlas funcionar.

    No es extraño que en esas circunstancias la democracia no pudiera funcionar. Muy pronto surgieron por doquier regímenes autoritarios, y la corrupción se hizo endémica.

    Las tendencias dirigistas se impusieron en el terreno económico, pero la creciente reglamentación estatal de las actividades económicas, sirvió para crear oportunidades de soborno. El principal objetivo de los políticos era mantenerse en el poder y enriquecerse.

    Si eran derribados, no se producía una transición normal, sino que los que habían ocupado el poder, si no conseguían escapar, eran asesinados, y quien ocupaba después el poder, continuaba con la misma tónica anterior.

    En los últimos años, algo han cambiado las cosas y empieza a ser habitual un relevo democrático, y que un gobernante, si pierde el poder, lo haga como resultado de una elección, sin que ello le cueste la vida.

    África tampoco ha permanecido al margen de la tendencia mundial de liberalización económica.

    Pero su desastrosa situación financiera ha obligado, además, a numerosos gobiernos subsaharianos a aceptar las recomendaciones del FMI, con tal de obtener nuevos préstamos.

    Se ha reducido el déficit fiscal, se han privatizado algunas empresas públicas, y se han eliminado obstáculos al sector privado.

    Pero el resultado ha sido, sin embargo, poco satisfactorio. El problema de fondo es que una mayoría de Estados africanos, siguen careciendo de los fundamentos que les permitan desarrollar una economía de mercado.

    La gran mayoría de las propiedades inmobiliarias, no está registrada legalmente. Millones de campesinos son propietarios de sus tierras, pero al no tener sus títulos en regla, no pueden utilizarlos como garantía para solicitar un préstamo, y ni siquiera están seguros de no perderlas si emigran.

    La ausencia de un sistema legal eficaz, dificulta enormemente la actividad económica. Obtener los permisos necesarios para poner en marcha un negocio, resulta complicado y caro, en parte por los sobornos que se han convertido en imprescindibles, como un trámite más.

    Tales son los obstáculos en tiempos de paz.

    Pero los problemas se complican por la frecuencia de conflictos armados.

    Si se tiene en cuenta el criterio de que una guerra es un conflicto armado en que se producen mil o más víctimas al año en combate, en la década de los cincuenta hubo una sola guerra en el África subsahariana, en los sesenta, cuatro, en los setenta nueve, en los ochenta once y en los noventa quince.

    Dos de estas últimas han sido especialmente graves: la de Ruanda (genocidio contra la población tutsi en 1994) y la de la República Democrática del Congo (compleja guerra civil en que han intervenido tropas de Ruanda, Uganda, Angola y Zimbawe en 1997).

    Los primeros años del siglo XXI han sido algo menos conflictivos, pero la miseria y el mal gobierno provocan la guerra.

    El mundo desarrollado, tiene una importante cuota de responsabilidad en los problemas africanos. La ayuda al desarrollo no es muy grande, y la inversión de capital extranjero, muy escasa, porque la inseguridad jurídica y la inestabilidad política, son un fuerte obstáculo al desarrollo de los negocios.

    Las principales inversiones proceden de compañías petroleras y mineras, pero también el negocio de los teléfonos móviles está en expansión, pues no dependen del lento tendido de cables de red, y ofrecen un gran medio de conexión para millones de personas.

    También hay mercado para pequeños lujos, como las bebidas refrescantes. Coca Cola es el mayor empleador privado en África.

    El gran obstáculo al desarrollo en África es el cierre de fronteras a los productos procedentes del Tercer Mundo, en general. La importante liberalización del comercio mundial, que ha tenido lugar en las últimas décadas, no ha llegado a los productos agrícolas ni a los textiles, sectores intensivos en mano de obra.

    A ello se suman las ingentes subvenciones que los países más desarrollados conceden a su producción agrícola.

    En África, donde la mayoría de la población trabaja en el campo, las exportaciones agrícolas son cruciales.

    Por último el SIDA es en África mucho más destructivo que en cualquier región del planeta. El problema es más grave sobre todo en los países de África Oriental y meridional.

    Puesto que la vía de contagio es allí principalmente heterosexual, la enfermedad afecta sobre todo a las mujeres.

    El SIDA y la desnutrición se refuerzan mutuamente. Los enfermos rinden menos en el trabajo, ganan menos, y se alimentan peor. Los individuos seropositivos son más propensos a desarrollar la enfermedad, si concurre la desnutrición.

    Los efectos económicos y sociales, son tanto más graves, cuanto que afecta sobre todo a personas en edad laboral.

    El SIDA ha provocado ya un retroceso en la esperanza de vida.

    Para hacer frente a la amenaza, es importante que se difundan las medidas preventivas adecuadas, pero el uso del preservativo es rechazado por consideraciones religiosas y ancestrales, sin que las campañas de educación emprendidas hayan dado el resultado apetecido.

    Pero la difusión de las medicinas paliativas, requiere de una gran ayuda internacional, adecuando los precios a los afectados africanos, que actualmente les resultan inasumibles.

    Pocos son los gobiernos que, como el de Uganda, se han lanzado a una campaña de información.

    No todo ha sido negativo en África, un gran éxito fue la democratización de la República Sudafricana, que se ha transformado pacíficamente en una democracia multiétnica.

    La iniciativa del cambio la tomó Frederik de Clerk, presidente de 1989 a 1994, que inició el diálogo con el Congreso Nacional Africano de Mandela, quien ha sido el gran héroe de la transición, vencedor de las primeras elecciones multirraciales, celebradas en 1994.

    No obstante, la nueva Sudáfrica no está carente de problemas. Aunque es la economía más desarrollada del continente, buena parte de la población sigue viviendo en la pobreza, y la incidencia del SIDA es altísima, así como los niveles de criminalidad.

    EL CASO ESPECIAL DE RUANDA

    En Ruanda, en cien días fueron asesinadas más de medio millón de personas, en uno de los peores genocidios de la Historia.

    En Ruanda, como en Burundi, se distinguen dos grandes grupos étnicos, los mayoritarios hutus y los minoritarios tutsi. Éstos integraban la aristocracia dominante.

    Mantuvieron el poder en Burundi, pero fueron desplazados en Ruanda por los hutus.

    En ambos países el grupo dominante utilizó la violencia para mantener su poder.

    En 1990 una guerrilla tutsi, el Frente Patriótico de Ruanda, invadió el país desde sus bases en Uganda, y sus éxitos en combate llevaron en 1993 a un acuerdo de paz.

    La ONU envió una pequeña fuerza bajo el mando de un general canadiense.

    Pero fue cobrando fuerza una tendencia racista dispuesta a acabar con los tutsi. Los racistas hutus se hicieron con el control del gobierno, asesinaron a los políticos moderados, y lanzaron un llamamiento para que la población hutu se lanzara a la matanza de tutsis que habían iniciado las milicias.

    Los genocidas demostraron, sin embargo, ser pésimos combatientes, y fueron barridos por las guerrillas del Frente Patriótico de Ruanda (tutsi).

    Francia desplegó tropas en el suroeste del país en una acción muy polémica, porque facilitó la salida de muchos genocidas.

    El régimen instaurado por los vencedores, liderado por Paul Kagame, se ha esforzado por eliminar del lenguaje público toda referencia a la distinción de etnias entre ruandeses, y además, ha iniciado la ardua y lenta labor de procesar a los genocidas.




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    Enviado por:Jose F Fernandez Tejeda Vela
    Idioma: castellano
    País: España

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