Historia


Esclavitud negra en América


APARECIMIENTO Y CONSOLIDACION DE LA ESCLAVITUD NEGRA EN AMERICA.

ANTECEDENTES MEDIEVALES.

Casi inmediatamente después del descubrimiento de América, muchos años antes que entre los europeos recién llegados comenzara a formarse la idea continental de las nuevas tierras descubiertas, se conocían apenas algunas islas del Caribe y unos pocos jirones de las playas continentales, en esos momentos llegaron los primeros esclavos negros al Nuevo Mundo.

La esclavitud era ya una institución social y económica conocida desde la antigüedad más remota. Había evolucionado partiendo de una forma posbélica de dominio a situaciones prémiales de dominio semieconómico, hasta llegar al dominio absoluto de un hombre por otro en el marco precapitalista de la sociedad de la baja Edad Media. Más que conocida, podremos decir que la institución, en la época de los grandes descubrimientos y de la iniciación de la expansión europea en el mundo. Es precisamente América la que da nueva forma y sentido a esta antiquísima forma de dominio del hombre por el hombre.

A pesar de que la antigüedad clásica la esclavitud había sido en varios momentos y lugares una forma sustancial de producción y un medio económico efectivo, la organización peculiar del alto medioevo pareció necesitar de esta forma de dominio y producción. Nunca desapareció, sin embargo, la tradición legal que la esclavitud había creado. En España encontramos en el siglo XIV, en el Código de las Siete Partidas, esta antigua tradición esclavista legal, herencia cultural románica, visigótica y arábiga.

Uno de los pilares de la expansión europea en el siglo XV fue la producción de metales preciosos y bienes exóticos basada en sistemas compulsivos de trabajo o simplemente en esclavos. En esos momentos, las dos potencias expansionistas por excelencia, Portugal y España, renovaban su experiencia esclavista, de tal manera que cuando llegaron a América existía un nuevo y poderoso interés por la esclavitud.

Las primeras experiencias colonialistas de España y Portugal tuvieron estrecha relación con el tráfico negrero, como que las Canarias y los Azores fueron una estación obligada entre la península y la costa africana atlántica. Verlinden ha señalado acertadamente la presencia de mano de obra negra en las plantaciones y trapiches azucareros de isla Madera en el siglo XV.

LOS NEGROS: LA POBLACION ESCLAVIZADA.

La población negra estaba construida por los esclavos capturados en las costas africanas y por sus descendientes, que no perdieron esa condición denigrante hasta muy avanzado el proceso independentista americano. El esclavo podía ser vendido, comprado y utilizado por su dueño, según la voluntad de este. Es sin duda, la más inhumana de las condicionasen que puede vivir una persona, porque supone la pérdida de algo tan propio como la libertad.

La introducción sistemática de mano de obra esclavizada obedeció a distintos factores: a la alarmante disminución del número de indios, a su inadaptación para ciertos trabajos y a la legislación protectora a favor de los indígenas.

VENTA DE ESCLAVOS.

Entre los múltiples avisos aparecidos en el telégrafo mercantil se destacan aquellos que ofrecen esclavos en venta. Minuciosos, precisos y detallistas, reflejan elocuentemente ciertas características de la sociedad virreinal:

Doña Josefa Caballo, quiere vender 2 esclavos suyos, marido y muger, con una hijita de pechos como de edad de 1 año en 800 ps. libres de escritura y alcabala, mozos, sanos, y libres de todo vicio; el marido en 350 ps. y la muger con la hijita en 450 ps. y esta es costurera, lavandera y planchadora.

D. Juan Mariano Ferrera, Maestro de primeras letras en el barrio de S. Juan, vende 1 Negro criollo de 22 años, es buen Peón de campo, en cantidad de 360 pesos libres.

'Esclavitud negra en América'

ECONOMIA DE EXPANSION Y MANO DE OBRA.

Aunque aun antes del descubrimiento de América existiera una coyuntura económica favorable a la esclavitud y un precedente legal abundante, no podríamos encontrar entera satisfacción en ese hecho como para explicarnos la presencia de los primeros negros en el Nuevo Mundo, ni mucho menos el gran incremento que la trata experimente de

La primera legislación americana sobre esclavos negros es nueve años posterior ala fecha del descubrimiento, lo que nos muestra que los grupos blancos y negros llegaron prácticamente al mismo tiempo. La legislación a que nos referimos son las Instrucciones dadas por la Corona en 1501, que prohibían la inmigración a las nuevas tierras de esclavos, judíos, moros y nuevos convertidos, limitándola sólo a los cristianos que hubieran nacido entre cristianos, es decir, a los que hubieran nacido en la Península.

Durante la segunda mitad del siglo XV los navegantes genoveses, portugueses y andaluces emplearon frecuentemente esclavos negros en las tripulaciones de sus naves. Tenemos, por otra parte, cierta certidumbre de que algunos de los caballeros que acompañaron a Colón, en su segundo viaje de carácter colonizador traían esclavos en su mesnada.

PUNTOS DE APOYO PARA SU CONSOLIDACION EN AMERICA

El rey de España y el Consejo de Indias otorgaron a los conquistadores un serie de garantías, regalías y excepciones estas se refirieron muchas veces a la esclavitud negra. Los conquistadores recibieron autorizaciones para introducir cantidades considerables de esclavos negros en sus gobernaciones.

Permisos para pasar a las Indias con un número de esclavos que fluctuaba entre tres y ocho se les dio a casi todos los funcionarios nombrados por el Consejo en el siglo XVI : virreyes, gobernadores, oidores, contadores, fundidores, dignidades eclesiásticas y hasta los simples párrocos. La mayoría de estos funcionarios les estaba vedado servirse de la población indígena para fines domésticos o comerciales. Aunque no pagaban derechos por su introducción y les estaba prohibido venderlos, esta última disposición casi nunca se cumplió, y constituía este mecanismo de entrada de negros una de las formas más seguras y baratas de mantener un pequeño mercado negrero, hasta en las regiones más impensadas del Nuevo Mundo.

El esclavo negro fue un objeto de comercio que llegó a todas partes con la conquista misma, no después de ella. En las huestes que pusieron sitio a la ciudad maravillosa de Tenochtitlán, en las que en un golpe de suerte y de audacia apresaron a Atahualpa, en las que atravesaron las cumbres de los Andes para llegar a los valles de Chile; en todas ellas se vendían y compraban esclavos negros, alternando el comercio y la guerra y con los actos de toma de posesión y las fundaciones de las primeras ciudades. Los armadores de estas expediciones de descubrimientos y conquistas incluían en sus bagajes a los esclavos negros que habían conseguido por privilegios reales y los vendían a elevados precios si la partida había resultado económicamente provechosa.

Los negros fueron declarados inembargables en varias circunstancias: por ejemplo, cuando eran indispensables para hacer producir un trapiche o una mina, y si la deuda que motivaba el embargo era a favor del rey. A los conquistadores se les podían embargar todos sus bienes con excepción de su cama, un caballo y dos esclavos. En Perú y en Chile una mina podía ser retenida por su actual usofructuario, si estaba poblada por ocho indios o cuatro negros.

Si la política general de corona española fue favorable a la esclavitud negra, hubo algunos actos ocasionales que incidieron aún más directamente en la consolidación de la esclavitud como una institución característica del período de la conquista; uno de los más importantes fue el otorgamiento de juros o anualidades en los primeros decenios del siglo XVI la corona española se vio a veces obligada a confiscar las remesas de dinero de particulares que llegaban a España desde las Indias en las flotas anuales. A cambio de estos préstamos forzosos pagaban un interés alto en juros. La particularidad de estos juros es que por muchos años se acostumbró a convertirlos en licencias para introducir esclavos negros en América lo que llegó a transformarlos en un buen negocio.

El sistema de juros vinculó directamente al los grandes conquistadores, a los hombres de empresa de la conquista, con la esclavitud negra. Los primeros conquistadores, en cada región de América, fueron también los primeros importadores de esclavos y los más importantes detentadores de la mano de obra negra.

LA ALIANZA ETNICA Y EL SENTIDO COLONIAL DE LA CONQUISTA.

Al parecer, todo estaba favorablemente condicionado en América para que la esclavitud negra fuese fundamentalmente en el panorama socio-económico: tradición, aptitud de las rutas comerciales, falta de mano de obra en algunos lugares del Nuevo Mundo, política económica de la metrópoli.

La esclavitud negra no es solamente un germen económico; implica mucho más desde los puntos de vista étnico, cultural y social. Podemos distinguir claramente entre esclavo negro como mano de obra y esclavo negro como compañero y auxiliar del conquistador.

Mientras los primeros núcleos europeos del Caribe pedían esclavos para que su trabajo asegurara un ritmo más activo de producción, en el resto del continente, otros grupos de negros participaban de las expediciones que descubrían y conquistaban. Sufrían, como los españoles, la resistencia de los aborígenes a la penetración; en cierto modo se sentían también invasores y conquistadores; hasta se creían con derechos especiales para usufructuar del triunfo y actuar como vencedores. La esclavitud negra estaba pasando por dos momentos diferentes: en regiones cercanas y en la misma época tenía dos significados y sentidos distintos.

Los esclavos negros que participaron en la conquista fueron fácilmente aliados y auxiliares de los españoles, y muchos de ellos obtuvieron su libertad por este hecho; otros alcanzaron a adquirir hasta la jerarquía de conquistadores y pudieron a su vez poseer esclavos.

Los primeros contactos entre indios y negros fueron siempre violentos, hasta tal punto que la primera legislación sobre esclavos negros que apareció en América trató de proteger a la población indígena de los abusos y crueldades de los negros. La aceptación de estos esclavos llevó hasta el matrimonio de conquistadores o hijos de ellos con esclavas mulatas y negras y de negros con hijas mestizas de conquistadores. De este modo, estos grupos, que podríamos llamar esclavos-conquistadores, se enriquecieron a través de granjerías económicas, encomiendas de indios, etc. pasaron a constituir puntos troncales importantes de la aristocracia señorial indiana y se diferenciaron claramente de los demás esclavos negros, que después llegaron en forma masiva como mano de obra.

La mentalidad de este empresario - conquistador estaba también adecuada para aceptar, patrocinar y usufructuar de la esclavitud negra, y la actitud premial y económica de la Corona favorecía esa inclinación a la esclavitud, por lo cual el conquistador compró esclavos negros aún sin necesitarlos. Hubo dos elementos que nunca faltaron en el bagaje los caballos y los negros esclavos.

EL ECUMENO Y LA CONCENTRACION DE ESCLAVOS NEGROS EN AMERICA.

EL ámbito geográfico por donde se extendió el esclavizo negro y aquellas regiones de America donde se localizó de preferencia , produciendo un paisaje humano hasta hoy característico y diferenciado. La historiografía no especializada tiende a dar una explicación simplista al hecho de que algunos países americanos carecen actualmente de concentraciones notables de negros puros o mestizos de color, y en ella se afirma simplemente, en lo que a ello se refiere , que el clima de tal o cual país o región era adverso a los africanos, o que era muy pobre en el periodo colonial.

La esclavitud se extendió rápidamente por todos los rincones y lugares de America al mismo ritmo de la conquista, ocupando la misma extensión que el ecúmeno europeo. La costumbre de completar las tripulaciones de los barcos con esclavos negros hizo que estos participasen también en los viajes de descubrimientos lejanos, como a la Oceanía, y a regiones que sólo fueron visitadas, pero no ocupadas en seguida, como el Estrecho de Magallanes.

Hasta los decenios intermedios del siglo XVI, los negros llegaron, como aliados y auxiliares de conquista, indistintamente a todos los lugares de América visitados y ocupados por los europeos. En los decenios finales del mismo siglo se comienza a notar una distribución más o manos característica de la densidad de la población negra y de su consiguiente mestizaje de color.

El clima, las bases económicas de cada región, las posibilidades de mano de obra y la política de España provocaba la disminución de la población indígena por eso esta fue reemplazada por negros.

La alta productividad de las tierras bajas, el interés por los monocultivos tropicales y la desaparición de los aborígenes de ellos, provocaron una migración forzada, en el siglo XVI, esta debió ser suspendida por una alta mortalidad, por la legislación proteccionista y la por la oposición de quienes perdían esa mano de obra en las zonas andinas altas hizo que no hubiera otra alternativa que empleara esclavos negros en forma masiva, que fue posible gracias al buen rendimiento económico del trabajo del trabajo de los negros y de los productores tropicales.

Los centros mineros en la colonia fueron solamente trabajados por negros. Estos centros, como Potosí y Huancavélica en el Perú, Zipaquirá en Colombia, estuvieron generalmente localizados en tierras altas y rodeadas de poblaciones densas y más protegidas que las demás del desastre demográfico que observamos en las antillas.

LAS AFROPORTEÑAS, 1750-1880

¿PARA QUE LAS TRAJERON?

Con los españoles que fueron llegando al actual territorio argentino vinieron también sus esclavos negros. En esos primeros tiempos llegaron muy pocas mujeres españolas pero ninguna africana. Esto produjo la relación sexual entre negros e indias, que dio origen a la “zamboización” -es decir, la mezcla afroamericana- y que se describía como producto de la violencia, de los bajos instintos y lujuria desenfrenada de los negros.

Con la colonización y cuando comenzó el proceso productivo, llegaron las mujeres negras. El motivo principal que se dio para su ingreso era casarlas con los esclavos negros y evitar así que siguieran atacando a las indias. Los jesuitas formaron verdaderas familias negras, uniendo a sus esclavos en “santo matrimonio”. Esta política matrimonial no fue promovida, por mercadarios y dominicos, y menos aún por los particulares, aunque se tratase de eclesiásticos.

Las negras esclavas, no sólo se unieron en “santo matrimonio” a los varones de su raza, sino que también estuvieron sexualmente a disposición de sus amos y de los hijos y parientes de sus amos, dando asó origen a una numerosa población mulata. Para algunos historiadores, las africanas se beneficiaban cuando se relacionaban sexualmente con sus amos blancos o con los parientes blancos, porque obtenían un mejor trato para sí como para sus hijos que de estas relaciones nacían. La promesa de libertad hecha a las esclavas a cambio de sus favores amorosos debió ser muy frecuente como también lo era su incumplimiento.

CENSOS, INDICES Y TASAS. EL MESTIZAJE.

Se produce durante un período una disminución del índice de masculinidad del grupo negro-mulato. En 1744 hay 115 por cada 100 mujeres, pero en 1778 sólo 86 por cada 100. Moreno consideró que podría deberse a que los esclavos varones fuesen destinados a la campaña, y a la posible preferencia, en las ciudades, por la mujer esclava. En 1822 disminuye muy abruptamente del número de varones negros a adulto y en 1827 sólo se registran 58 varones por cada 100 mujeres. Esto favoreció el mestizaje y el blanqueamiento de la población afroargentina.

LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA. PENAS Y CASTIGOS . EL PAPEL DE VENTA.

La justicia colonial, en lo que a protección de esclavos se refiere, se caracterizó por su ineficacia y la realidad social muestra un verdadero divorcio con las normas jurídicas. Esto se observa en numerosos casos en que las esclavas solicitaban la libertad o cambio de amo por malos tratos. Esto estaba contemplado en la Ley Novena, título VIII, Partida VII, que penaba al amo que hubiese ocasionado heridas mortales a su esclavo, y en la Real Cédula de 1789 y la reiteraba en el capítulo X para ese caso y, en otros de contusiones, heridas y mutilaciones, debía imponerse al amo “la pena correspondiente al delito cometido como si fuese libre el injuriado”; además, la pérdida del esclavo que podía cambiar de amo, pero que, se había quedado inválido tenía acceso directo a la libertad.

También en otras circunstancias las esclavas podían solicitar el papel de venta que les facultaba a buscar un nuevo amo, quien debía pagar al anterior el precio que aquel estipulase. Generalmente los precios establecidos eran excesivos y por lo tanto prácticamente imposible conseguir comprador. Por esto encontramos con mucha frecuencia largos expedientes donde la esclava considera que la tasación es muy alta, argumentando generalmente que vale menos porque se “ha desmejorado en el servicio” o porque por algún otro motivo ha sido sobrevaluado. En algunos casos las esclavas conseguían un crédito para comprar su libertad y se comprometían a pagarlo con su servicio personal al acreedor para la cual este las conchababa (unía) por una determinada suma con un “salario” con los beneficios que se les daba a los otros domésticos.

EL TRABAJO DE LAS NEGRAS.

El trabajo femenino esclavo era principalmente doméstico. Casi todas las lavanderas eran negras hasta muy avanzado siglo XIX, y también lo eran la gran mayoría de las amas de cría, las cocineras, las sirvientas y las planchadoras. Dentro del trabajo doméstico que se realizaba en el siglo XVII se en econtraban los que podríamos denominar oficios curiosos.

Los expedientes judiciales muestran la índole y la diferente categoría de trabajo realizados por la afroporteñas libertas o esclavas. Entre las destinadas a servicio doméstico la gama de actividades es tan amplia que va desde la que “sólo saben acarrear agua del río” o la que “criada en el campo de Córdoba se ejercita en labores rurales”.

Aparecen en estas causas “amas de cría” que trabajaban además en el campo. Otras que cosían ropa para sus amos o para afuera y se dedicaban a numerosas tareas para mantener a sus amas.

Las negras libertas o libres, se desempeñaban en el mismo tipo de tareas que cuando eran esclavas porque, se conchababan para el servicio doméstico, durmiendo o no en la casa donde trabajaban recibiendo un salario mensual al que se le agregaba la comida, la asistencia médica y la vestimenta.

CONCLUSIONES.

Las mujeres africanas llegaron, en menor cantidad que los varones pero a partir del último tercio del siglo XVIII los superaron en número y en precio en el mercado, eran capaces de desempeñarse en una muy amplia gama de actividades en el ámbito doméstico o trabajando fuera y aportando sus jornales a la economía de sus amos.

Si bien no todas las esclavas podían recurrir a una Justicia cara y discriminatoria y sólo algunas lo hacían, que representaban a una mínima porción de la población negra esclava o libre.

Se puede apreciar el prejuicio racial existente en esa sociedad que les atribuía una hipersexualidad que se materializaba en supuestas “indecencias” y “desvergüenzas, que las condenaba de antemano, lo que permite, acercarnos a la respuesta de porque han desaparecido de imaginario histórico-social.

LA TRATA DE ESCLAVOS Y SU ABOLICION EN EL SIGLO XIX.

El tráfico y comercio atlántico duró cuatro siglos y marcó la historia de la humanidad.

LOS COMIENZOS DE LA TRATA EN AMERICA.

América se había convertido en posesión española luego del descubrimiento. Las brillantes civilizaciones americanas fueron rápidamente sometidas a trabajos forzados y, sensibles a las nuevas enfermedades importadas de Europa, pronto padecieron un descenso demográfico de notable consideración. Fray Bartolomé de las Casas Obispo de Chiapas rogó a su majestad que se importasen negros a fin de sustituir la mano de obra indígena.

A principios del siglo XVII con el desarrollo de las grandes plantaciones y de la economía azucarera la trata americana alcanzó su apogeo; su interés radicaba en enriquecimiento de los traficantes y en la prosperidad colonial por una mano de obra segura.

LA ABOLICION DE LA TRATA.

Dentro de cad país existieron presiones para la abolición de la trata. En la década de 1810 Venezuela, México, Chile el Virreinato del Río de la Plata, Portugal, España, Francia pusieron legalmente fin al tráfico de esclavos.

CAUSAS DE LA DESAPARICION EN ARGENTINA DE LOS DESCENDIENTES DE ESCLAVOS.

Distintos factores suman para que los negros y mulatos, que a fines del siglo XVIII y comienzos del siguiente alcanzan en determinadas regiones del país la mitad o más de los habitantes, disminuyan a comienzos del siglo XX a proporciones insignificantes. En primer lugar la ausencia de una economía agrícola de exportación que requiera gran cantidad de mano de obra lo que trae aparejado el desinterés en proseguir el tráfico con posterioridad a 1810. A ello debemos agregar en los primeros momentos la desarticulación, con las conocidas razones bélicas de la tradicional ruta continental al alto Perú y a Chile y la interrupción de los contactos con el puerto de Montevideo, paso obligado para el desembarco de negros.

OTRO DE LOS FACTORES.

El 31 de mayo de 1810 se ordena el establecimiento de un batallón de esclavos considerándolo el gobierno indispensable para la salvación de Buenos Aires. La infantería negra constituye en determinados momentos más de una cuarta parte de las tropas regulares sin tener en cuenta aquellos que forman parte de la reserva. Paralelamente al ser enrolados los varones se produce un desequilibrio de los sexos que determina mayor mestizaje que suma otro factor, en el tiempo, el decrecimiento demográfico.

El proceso de la desaparición proseguirá en las distintas actividades bélicas del país. En los esteros del Paraguay lucha por última vez posteriormente regresan a Buenos Aires ya en aquellos años no superan los diez mil, finalmente en 1871 la fiebre amarilla cobra un gran número de vidas terminando con la mayor parte de los hombres de color.

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LA ESCLAVITUD EN ALGUNOS PAISES DE LATINOAMERICA.

CUBA.

En Cuba el régimen colonial esclavista instaurado por los colonizadores en el siglo XVI había creado una clase social constituida por los propietarios de las plantaciones y por los mercaderes de esclavos negros, que consolidó su situación en los siglos siguientes con el apoyo de los gobernadores y capitanes generales españoles que ejercían un poder absoluto en la isla.

Durante el mandato de José Masot hubo un levantamiento de negros que fue duramente castigado.

El presidente haitiano Nuñez, dueño ya del territorio, se esforzó por ganar la simpatía dominicana, a cuyo afecto abolió la esclavitud en parte del Este, obtuvo la colaboración política y administrativa de algunos criollos prominentes y nombró gobernador, con asiento en Santo Domingo, al destacado mulato haitiano Jerónimo Maximiliano Borgella.

EL SALVADOR.

Por iniciativa del diputado salvadoreño padre José Simeón Cañas (1767-1838), la Constituyente decretó el 27 de abril de 1824 la abolición de la esclavitud, no muy extendida, por suerte, en la antigua Capitanía.

Las doctrinas antiesclavistas y abolicionistas se desarrollaron principalmente a raíz de la Ilustración y de ciertas sectas disidentes.

En algunas ocasiones el esclavo era cruelmente castigado.

NICARAGUA.

La esclavitud fue restablecida por la ambición de Walker.

Los esclavos traficados eran utilizados en las plantaciones

BRASIL.

Para la extracción del oro los esclavos africanos eran la mano de obra utilizada.

Para la extracción y explotación de diamantes se estableció un sistema de contratas. En las minas de diamantes se realizaba el proceso de lavado.

El café asumió importancia comercial a mediados del siglo XIX. La empresa cafetera entonces requirió y utilizó en forma intensiva la mano de obra esclava. La zona donde se desarrolló activamente la explotación del café y esclavos fue el valle de Paraíba, al sur de Río de Janeiro. Como vemos las medidas legales no fueron efectivas contra el tráfico ilegal, ni redujeron la demanda, ni suprimieron el suministro de esclavos africanos. En este sentido nadie intentó siquiera poner fin a las guerras entre tribus y a las expediciones realizadas en el interior de Africa para el abastecimiento de esclavos.

LA MANO DE OBRA INDIGENA Y LA ESCLAVITUD.

En el siglo XVII se produjo un importante cambio en la economía hispanoamericana al establecerse grandes plantaciones de café, azúcar y cacao. El desarrollo de estas fue posible gracias a la importación masiva de esclavos negros desde Africa. Tal fue el volumen de la trata de esclavos, que los negros acabaron por sustituir casi completamente a la población indígena, de por sí ya bastante disminuida. En Brasil, las necesidades del sistema productivo donde la esclavitud era algo consustancial, se cubrieron de dos modos: con la importación de negros desde Africa y con la captura de indígenas del interior.

LA ESCLAVITUD EN ESTADOS UNIDOS.

Sin embargo, el país enfrentó una serie de dificultades en los años 1840 y 1850 que sólo se habrían podido solucionar satisfactoriamente con paciencia, buena voluntad y fríos cálculos: la organización de nuevas tierras del Oeste, la guerra contra México y, sobre todo el problema de la esclavitud. El “individualismo” solo podía empeorar, y así lo fue.

El cultivo del algodón y el tabaco en las plantaciones de los estados del Sur se basaba en la explotación de los esclavos negros. Este sistema había sido creado en el siglo XIX, gracias a las enormes utilidades que producía el cultivo del algodón que consumían las prosperas hilanderías de Lancashire y Nueva Inglaterra. Los hombres blancos de los estados algodoneros del Sur no podían siquiera imaginar que pudiesen vivir sin este sistema que les aportaba tanta riqueza pese a la creciente indignación que provocaba entre los blancos de los demás estados esta flagrante violación de los más elementales principios cristianos y democráticos. Poco a poco las diferencias llegaron a dominar y envenenar la política americana.

El problema estallo a raíz de los territorios usurpados a los indios. Los estados del Norte y del Oeste estaban decididos a que las tierras recién incorporadas de Kansas, Nebraska y otras solo deberían ser trabajadas por hombres libres. Sin embargo, temían que si competían abiertamente con el sistema de esclavitud, los agricultores libres podrían salir perjudicados por la falta de capital y mayores costos. Los estados del Sur, temían que si se prohibía extender la esclavitud a los nuevos territorios, ellos quedarían demasiado debilitados dentro de la Unión como para oponerse a la facción del Norte, que era partidaria a su abolición. La violencia entre las partes fue en aumento al considerar cada uno sus puntos de vista intransables.

El Sur, agrícola y exportador de materias primas, era asimismo una región en la cual existía la esclavitud de los negros. Los plantadores del Sur sostenían que no podían cultivar sus tierras, en aquel clima semitropical, sin los esclavos de color. El Norte, en pleno desarrollo industrial, y cada día menos agrícola, hacía pública su aversión por las prácticas esclavistas. Se luchaba, por saber si la esclavitud sería o no abolida en los Estados Unidos, si se permitiría o no a los nuevos Estados contar con esclavos, y se discutía al mismo tiempo sobre tarifas aduaneras, sobre proteccionismo y librecambismo. Las altas tarifas arruinaban a los propietarios agrícolas del Sur y enriquecían a las industrias del Norte. Y la inversa: las bajas tarifas facilitaban la prosperidad de las plantadores del Sur y paralizaban la expansión de los industriales del Norte. El motivo principal de tal pugna, que degeneró en guerra cruel, no fue el problema de la esclavitud que facilitaba mano de obra barata a los terratenientes sureños, por repugnante e inhumana que ésta pareciese en el Norte, más democrático. El verdadero motivo de la discrepancia fue más de orden económico que de moral: el Norte quería desarrollar una política proteccionista de su incipiente industria nacional, y el Sur, que vendía algodón a Europa, principalmente a la industria textil británica, pretendía venderlo sin trabas y con el menor precio posible de coste, y de ahí que fuera también partidario de una política librecambista favorable a sus intereses.

El esclavismo o el antiesclavismo sirvió de pretexto a dos políticas opuestas por razones económicas, por encima de todas las demás, lo cual no excluye el respeto y la admiración por cuantos en América y fuera de América se declararon partidarios de abolir dicha forma de explotación humana.

Desde 1831, la propaganda antiesclavista había adquirido una virulencia extraordinaria e inspirado múltiples libelos y relatos contra la esclavitud, entre los cuales la posteridad ha destacado la conocida novela de Harriet Beecher-Stowe La Cabaña del Tío Tom, cuyo eco ha llegado hasta nuestros días con Richard Wright y sus Hijos del Tío Tom. La esclavitud se consideraba como un delito contra las normas cristianas y los Derechos del Hombre y su mantenimiento un atentado contra los principios elementales de la Constitución. Tal estado de ánimo provocó una rebelión armada en Virginia (1831), sublevación que fue ahogada en sangre. Gran Breta abolió la esclavitud en todos sus dominios en 1834 y los europeos que llegaban a los Estados Unidos eran decididos partidarios de la supresión de esta servidumbre. Los abolicionistas intervinieron activamente en política y desde 1840 pusieron todo su empeño, en las elecciones presidenciales, en favor de los candidatos que apoyaban su doctrina.

De 1830 a 1860 se llegó a una serie de transacciones sin alcanzar, no obstante, una solución tolerable o un modus vivendi que ofreciera cierta estabilidad. Los acuerdos adoptados ni hicieron más que acentuar la discrepancia entre el Norte y el Sur y obstaculizar la creación de una nación norteamericana. El Sur, con objeto de encontrar campo libre para la expansión de la esclavitud, intentó proceder a la conquista de algunos territorios fuera de los límites de los Estados Unidos. Los territorios sobre los que el Sur pensó extenderse fueron Cuba y Nicaragua, y con tal motivo envió expediciones de filibusteros, ayudó la sublevación de los cubanos y entabló negociaciones con España para la compra de la isla antillana, sin resultado alguno, dada la oposición del gobierno de Madrid. Los deseos abolicionistas del Norte acabaron por crear en el Sur ciertos anhelos de independencia de la Unión. Así, en 1860 y bajo el impulso de Jefferson Davis, los Estados del Sur, principalmente la Carolina meridional, al observar que el Norte, en el terreno parlamentario y económico estaba en vías de ganar la partida, decidieron retirarse de la Unión el 20 de diciembre de 1860 y el 8 de febrero del año siguiente redactó en Montgomery (Alabama) una Constitución para el gobierno provisional de los Estados soberanos e independientes de Carolina del Sur, Georgias, Florida, Alabama, Misisippí y Luisiana. El principio fundamental de las regiones esclavistas: “el negro no es igual al blanco y se le puede reducir al estado de siervo”, fue reconocido legalmente.

EL OBJETIVO POLITICO DE LINCOLN.

“Mi objetivo supremo en esta lucha es la salvación de la Unión y no la protección o el aniquilamiento de la esclavitud. Si yo pudiera salvar la Unión sin libertar un solo esclavo, lo haría; y si pudiera salvar la Unión libertando a unos y a otros no, también lo haría. Lo que hago con respecto a la esclavitud y a la raza negra lo hago porque creo que contribuye a salvar la Unión. Y lo que dejo de hacer lo dejo de hacer porque no creo que pueda contribuir a salvar la Unión”.

La venta o subasta de esclavos era una actividad común en los estados del Sur. Utilizados para labores domésticas y agrícolas, sobre todo en plantaciones algodoneras, los esclavos negras eran tasados según sus capacidades físicas.

LA ABOLICION DE LA TRATA.

Desde el siglo XVII, cuando el derecho de poseer esclavos era indiscutido, se manifestaron algunas dudas acerca de la justicia del tráfico de esclavos.

En las colonias americanas del norte, una de las primeras luchas contra la trata de esclavos era indiscutido, se manifestaron algunas dudas acerca de la justicia del tráfico de esclavos.

En las colonias americanas del norte, una de las primeras luchas contra la trata de esclavos tuvo por protagonista a un grupo de cuáqueros de Germantown que se negó a comprar esclavos y que elevó en 1688 una protesta a la Asamblea Colonial; las medidas restrictivas aprobadas por éstas fueron vetadas por el Consejo Privado de Inglaterra. Cuando se firmó la Declaración de la Independencia (1776) la esclavitud era aun legal en la totalidad de las trece colonias.

La importancia norteamericana de esclavos se vio afectada a partir de 1790 por el temor de una insurrección al estilo de la de Haití (1791). Mientras los británicos sufrieron sólo algunas molestias a causa del lejano levantamiento, los plantadores del sur de Estados Unidos sintieron que sus propias vidas estaban en peligro por importar esclavos haitianos.

EL TRAFICO CONTINUA Y SE INTENSIFICA.

La expansión hacia el oeste (1840) que creó las nuevas plantaciones en la República de Tejas, y el desarrollo del telar mecánico por anillos (1828), fueron ejemplos de lo expuesto. Los plantadores del sur ávidos de mano de obra esclava la obtenían a través de los cargamentos enviados de contrabando desde Cuba; el tráfico entre ésta y Guinea se realizaba bajo el pabellón americano, de manera de no permitir a los británicos aprehender un buque en donde flameará aquél. El puerto de La Habana recibía los barcos con tripulación y bandera norteamericana, cuyos cargamentos estaban destinados a los comerciantes americanos establecidos en Cuba. Una parte de los esclavos quedaba en la isla y otra parte era exportada a los Estados algodoneros del sur. La demanda alcanzó su punto culminante después de mediados del siglo XIX.

CONCLUSION: los negros esclavos eran mejor tratados en América Latina ya que se los utilizaba para trabajo doméstico, en cambio en Estados Unidos se los utilizaba para el trabajo en plantaciones.




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Idioma: castellano
País: España

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