Estética
Ultrasonido
Introducción
En el año 1883 Galton investigo los límites de la audición humana fijándola de 20Hz a 20000Hz, a partir de esta premisa se comenzó a investigar en temas relacionados con el ultrasonido.
En 1880 fueron los Curie los que descubrieron la piezoelectricidad, y en el siglo XIX Lippman y Voigt experimentaron con el efecto piezoeléctrico aplicable a la generación de frecuencias ultrasónicas.
En realidad, en el siglo XX fue cuando se produjeron los grandes avances en el estudio del ultrasonido, especialmente en lo relacionado con aplicaciones de acústica, subacústica, medicina e industria.
El sonido se produce por vibraciones mecánicas de la materia, compresiones y descompresiones periódicas del medio, a través del cual se propagan con un movimiento ondulatorio, a una velocidad determinada a partir del generador que las origina.
Estas compresiones y dilataciones siguen un ritmo determinado que representa la frecuencia. Según la rapidez en la sucesión de los impulsos, es mayor o menor el espacio entre los mismos, variando la longitud de onda.
Son todas aquellas vibraciones sonoras con una frecuencia superior a 16.000 Hz, aunque en terapia se utilizan frecuencias de oscilación entre 500.000 y 3.000.000 de ciclos por segundo (500 KHz - 3 MHz).
Las ondas sonoras son producidas por la vibración de la materia y por tanto sólo se propagarán a través de aquellos medios que posean un cierto grado de elasticidad, ya que las partículas resisten la deformación y continúan manteniendo el movimiento oscilatorio. Según el medio de que se trate, la velocidad de propagación del sonido es diferente. Dado que la frecuencia de oscilaciones de una onda determinada es constante, y que la velocidad de propagación varía según el medio, se deduce que la longitud de onda también varía en los diferentes medios.
Las ondas se desplazan con más facilidad en unos medios que en otros, según la posibilidad y rapidez de deformación del material de que está compuesto el medio. Esta propiedad se denomina impedancia acústica (similitud entre los medios) característica. Las ondas transcurren con más facilidad por un medio que tenga una elevada impedancia acústica.
Cuando una onda encuentra en su recorrido un medio distinto al que utilizaba para desplazarse, pueden provocarse fenómenos de:
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REFLEXIÓN: La onda regresa a partir de la superficie del nuevo medio, siendo el ángulo de reflexión igual al ángulo de incidencia. Los tejidos blandos y los geles de acoplamiento que se emplean para hacer el tratamiento, tienen impedancias acústicas semejantes, por lo tanto la reflexión que se produce es mínima. En zonas excesivamente velludas pueden introducirse burbujas de aire que provoquen desviación y reflexión de las ondas sónicas, por lo que debe rasurarse la zona. El hueso tiene una impedancia acústica mucho más elevada que los tejidos blandos, de ahí que la reflexión a este nivel sea importante, sobre todo si el cabezal no está en continuo movimiento. Este fenómeno puede cambiar el campo sónico, produciendo un importante aumento de temperatura en la zona, que ocasiona el denominado dolor perióstico.
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DIVERGENCIA: Las ondas sonoras divergen a partir de un punto, de forma que el haz ultrasónico se abre a partir de ese punto, abarcando una zona más extensa, pero con menor intensidad. A medida que la frecuencia aumenta la divergencia disminuye y las ondas con frecuencias de 1.000.000 de ciclos por segundo son prácticamente
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ABSORCIÓN: Cuando un haz de rayos atraviesa un medio, algunos se absorben con la consiguiente reducción de la intensidad. El coeficiente de absorción de cada material indica el grado de conversión de la energía en su seno y depende de su contenido proteico y de colágeno. La absorción depende también de la frecuencia del U.S. que se aplique y es mayor a 3 MHz que a 1 MHz.
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TRANSMISIÓN: La onda no absorbida puede continuar desplazándose en el nuevo medio. Si incide en la superficie con un ángulo recto continúa con la misma dirección, pero si incide con un ángulo distinto, cambia de dirección (refracción). La intensidad y dirección de la desviación que sufren los rayos dependen de las velocidades relativas en los medios. Cuando mayor sea la diferencia de velocidad, mayor será el ángulo de la desviación sufrida por los rayos. El haz reduce su intensidad a la mitad de la intensidad inicial cuando atraviesa una determinada distancia que recibe el nombre de penetración, profundidad media o capa de hemirreducción. Se llama profundidad de penetración a la distancia a la cual la intensidad del haz ultrasónico queda reducida al 10 % de la inicial y se considera el límite terapéutico a partir del cual ya no pueden esperar efectos apreciables. Esta distancia es de unos 12 cms. para frecuencias de 1 MHz y de 4-5 cms. para frecuencias de 3 MHz.
Fundamento Físico
Para producir ondas de ultrasonidos con fines terapéuticos se utilizan porcelanas de titanio o de bario, a los que se aplica una diferencia de potencial que provoca una distorsión de la porcelana.
En un generador de ultrasonidos se aplica a la porcelana una corriente alterna de alta frecuencia producida por un generador. La frecuencia de la corriente es la misma que la frecuencia natural de la porcelana. Frente a la porcelana hay un diafragma metálico que puede vibrar debido a la oscilación de la porcelana. Las ondas ultrasónicas se emiten desde el diafragma, que constituye la superficie del cabezal de tratamiento.
La emisión se mide en watios por cm2 de la superficie del cabezal.
Frecuencia: Son las comprendidas entre 800 KHz y 3 MHz.
Cuanto mayor sea la frecuencia, menor es la penetración, por lo que las frecuencias más elevadas se utilizan para tratar estructuras superficiales, mientras que las más bajas se utilizan en el tratamiento de estructuras profundas.
En la emisión continua predomina el efecto térmico, por lo que se aplica cuando se desea un efecto de diatermia localizada.
Cuando se aplica periódicamente, entre un impulso y otro hay un tiempo que facilita la dispersión del calor, potenciándose el efecto mecánico con acción analgésica, antiinflamatoria y antiedematosa.
En la emisión pulsada, el tiempo de impulso varía entre 0.5 mseg., 1 mseg. o 2 mseg. La pausa se ajusta al tiempo de impulso elegido.
Dosis: La dosis a recibir depende de la potencia de emisión y de la superficie de radiación eficaz. La dosis se expresa en watios / cm2.
Se recomienda iniciar el tratamiento con dosis bajas (0.5 W / cm2) y aumentarlas progresivamente según la respuesta. El límite de la potencia de aplicación es de 2 W / cm2 cuando se trabaja en emisión continua y a 3 W / cm2 cuando se trabaja en emisión pulsada.
Efectos Fisiológicos
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Efectos mecánicos: La sonorización produce sobre el organismo una serie de presiones y descompresiones que confieren un movimiento oscilatorio de las partículas intra y extracelulares, se produce un efecto mecánico de micromasaje.
Se produce también un fenómeno de cavitación, observado con dosis superiores a 1 W / cm2, que consiste en la formación de cavidades huecas en líquidos y tejidos vivos sometidos a intensas fuerzas de tracción. Estas cavidades desaparecen al cesar la fuerza de tracción, pero mientras existen, aparecen en su vecindad concentraciones muy altas de energía y pueden llegar a converger, produciendo la destrucción de estructuras subcelulares. Este factor mecánico produce un aumento en la permeabilidad de las membranas celulares con la consiguiente aceleración del intercambio de fluidos, favoreciendo los procesos de difusión y mejorando el metabolismo celular. Se favorece la liberación de adherencias.
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Efectos térmicos: La energía mecánica absorbida por los tejidos se transforma en energía térmica ya que el organismo opone una resistencia al movimiento mecánico, por lo que se genera calor. Esto contribuye a la estimulación del metabolismo celular y de la circulación sanguínea, favoreciendo la hiperemia.
El U. S. calienta fundamentalmente las interfases tisulares.
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Efectos químicos:
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Hiperemia, por aumento de la circulación sanguínea en la zona tratada.
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Aumento de la permeabilidad de las membranas celulares.
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Se produce una despolimerización de las moléculas grandes de modo que disminuye la viscosidad del medio.
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Efecto analgésico y de relajación muscular, en parte por el efecto térmico y en parte por acción directa de los ultrasonidos sobre los mecanismos contráctiles y las fibras nerviosas.
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Sobre los tejidos superficiales produce un aumento de la permeabilidad y la elasticidad. Supone un estímulo trófico que acelera la regeneración y cicatrización de úlceras, heridas, etc.
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Produce una elevación del umbral de dolor a nivel de las terminaciones nerviosas libres.
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Sobre bacterias se ha observado que se produce una acción destructiva, también se produce la inactivación de virus y otros microorganismos.
Hidrolipoclasia ultrasónica
Se realiza mediante inyección de solución fisiológica estéril (o agua destilada) a nivel subcutáneo en el seno de la grasa para producir un hinchamiento por ósmosis de los adipocitos.
Esto debilita la membrana adipocitaria y por el impacto del ultrasonido provoca el estallido de la célula grasa, produciendo la lipólisis.
El volumen usual es de 50 a 100 ml, pudiéndose usar más, pues se elimina por orina; se inyecta con aguja simple, a menos de 3 cm de profundidad, en área de 20 por 20 cm.
Luego se aplica ultrasonido continuo de 3 MHz con gel, en intensidad de 3 watts por cm 2, aproximadamente 3` en forma concéntrica o excéntrica.
La Carboxiterapia
La Carboxiterapia es la introducción de CO2 en estado gaseoso en el tejido celular subcutáneo, con acción lipolítica directa, vasodilatación y aumenta la oxigenación por efecto Bohr (el CO2 tiene más afinidad que el oxígeno en la hemoglobina).
Modalidad de aplicación
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Modo constante o continuo: Se refiere a una emisión ultrasónica ininterrumpida en el tiempo. Este tipo de emisión produce calor constante en el tejido no pudiendo enfriarse hasta quitar la emisión, por tanto si elevamos la potencia se corre el riesgo de producir quemaduras. Esta modalidad no es utilizada en los equipos de alta potencia.
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Modo pulsado: Es una terapia de efecto no térmico debido a lapsus entre cada emisión ultrasónica. La emisión pulsada permite descender la temperatura que provocan las ondas ultrasónicas en los tejidos entre las fases de emisión. Esto permite que podamos aplicar mayores potencias de emisión ultrasónica sin causar daños por temperatura en los tejidos.
Tiempos de aplicación
Oscila entre 5 y 20 minutos en función de la forma de aplicación, extensión de la zona y patología a tratar.
El tratamiento puede realizarse en días alternos o a diario, hasta un máximo de 20 sesiones, con un periodo de reposo de 1 a 2 meses, si fuere necesario retornar al tratamiento.
En aplicaciones móviles la duración de la sesión es de 5” - 10” para zonas concretas, pudiendo llegar a los 20” si la zona es muy extensa.
Precauciones
No realizar terapias en embarazadas. No realizar terapias a pacientes con cardiopatías o a pacientes epilépticos. No realizar terapias sobre ulceras, heridas o zonas donde pueda considerarse riesgoso.
Luego de cada terapia desinfectar la superficie metálica del cabezal retirando primero los residuos de Gel y luego pasando algodón humedecido en alcohol isopropílico al 70%.
Verifique siempre los parámetros de Energía Ultrasónica y Modo de pulso antes de cada tratamiento.
El equipo no debe utilizarse en presencia de mezcla anestésica inflamable con aire, con oxigeno o con óxido nitroso.
Indicaciones
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Mesoterapia y Ultrasonido: Se aplica Energía Ultrasónica para potenciar el efecto de la Mesoterapia.
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Ultrasonido solo: Se aplica con Gel lipolítico, obteniéndose buenos resultados en piel de naranja y en pequeñas adiposidades localizadas.
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Hidrolipoclasia Ultrasónica: Se aplica Energía Ultrasónica luego de la infiltrar medios líquidos.
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En lipoescultura ultrasónica externa: Se aplica Energía Ultrasónica luego de infiltrar la solución de Klein. Esto debilita el adiposito facilitando el proceso de la lipoaspiración.
Contraindicaciones
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Epífisis de crecimiento
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Embarazo
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Ojos
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Testículos
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Ovarios
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Marcapasos
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