24/01/00.

Doctrinas políticas y sociales II.

Mientras que la cooperación simple en términos generales deja inalterado el modo de trabajo del individuo, la manufactura lo revoluciona desde los cimientos y hace presa en las raíces mismas de la fuerza individual de trabajo. Mutila al trabajador convirtiéndolo en una aberración al fomentar su habilidad parcializada, sofocando en él, multitud de impulsos y aptitudes productivos. Al igual que en la cooperación simple, el cuerpo actuante del trabajo es en la manufactura una forma de existencia del capital.

En la manufactura el obrero es dividido, transformado en mecanismo automático impulsor de un trabajo parcial. Si en un principio el obrero vende su fuerza de trabajo al capital por que él carece de los medios materiales para la producción de una mercancía, ahora es su propia fuerza de trabajo individual la que se niega a prestar servicios si no es vendida al capital. La inteligencia, habilidad y voluntad desarrollada por el campesino y artesano de la cooperación simple, aunque sea en pequeña escala su producción, ahora son necesarias únicamente para el taller en su conjunto.

La reflexión y la imaginación están sujetas a error, pero el habito de mover la mano o el pie no dependen ni de una ni otra. En lo tocante a las manufacturas su perfección consiste en desmembrarse del espíritu, de tal manera que se puede considerar al taller como una maquina cuyas partes son hombres. “ El espíritu de la mayor parte de los hombres, dice Adam Smith, se desenvuelve necesariamente a partir de sus funciones diarias, alguien que pasa toda su vida ejecutando unas pocas operaciones simples, se vuelve tan estúpido e ignorante como es posible”.

La uniformidad de su vida destruye incluso la energía de su cuerpo y lo imposibilita de utilizar su fuerza con vigor y perseverancia en cualquier otro terreno que no sea el que esta acostumbrado a trabajar. Lo recomendable para las consecuencias de la división de trabajo decía Smith, era la instrucción del pueblo por parte del estado aunque en dosis prudentemente homeopáticas. Pero tal atrofia intelectual y física es inseparable incluso de la división de trabajo, ya que tal división es vista como un hecho natural. Pero el periodo manufacturero lleva mucho mas adelante esa escisión social entre los ramos de trabajo, y por otra parte hace presa por vez primera en las raíces del individuo y suministra por vez primera el material e impulsos necesarios para la patología industrial.

Subdividir a un individuo es asesinarlo, la subdivisión del trabajo es el asesinato de un pueblo. La división manufacturera del trabajo genera la gradación cualitativa y proporcionalidad cuantitativa de procesos sociales de producción, ósea determina la organización del trabajo social, y desarrolla así, a la vez, una nueva fuerza productiva social de trabajo.

Para Platón, la división del trabajo dentro de una comunidad deriva de la multilateralidad de las necesidades y de la unilateralidad de las dotes del individuo, el criterio fundamental es que el trabajador debe adaptarse a la obra y no al revez. La organización jerárquica de los obreros implica una organización del trabajo social, la utiliza para producir mas mercancías con la misma cantidad de trabajo teniendo como consecuencia el abaratamiento de estas y la aceleración de la acumulación de capital.

A consecuencia de la separación entre los ramos de la producción social, se producen mejor las mercancías, los diversos impulsos y talentos de los hombres escogen los campos de acción que les convienen, y sin limitación es imposible hacer algo importante en ningún campo. Producto y productor mejoran gracias a la división del trabajo. De todo ello se desprende que se producirá mas y mejor si cada individuo hace solamente una cosa, para la cual tenga mas habilidad y con el tiempo ir aumentando su experiencia y su habilidad y por lo tanto su productividad, esto en plena libertad y oportunamente gracias a su talento natural sin tener que preocuparse por cualquier otra actividad. La etapa manufacturera establece, además de la jerarquización de obreros, una separación simple entre obreros calificados y no calificados, ya que la influencia preponderante de los primeros hace que el numero de los últimos se mantenga muy restringido.

En la medida en que la fuerza muscular es mermada por la introducción de las maquinas, se facilita la contratación de mujeres y niños quienes son menos fuertes pero más ágiles. El valor de la fuerza de trabajo estaba determinado por el tiempo necesario para mantener a la familia obrera y no el tiempo necesario para mantener a un obrero individual. Al emplearse a todos los miembros de la familia, la maquinaria distribuye el valor de la fuerza de trabajo del hombre en toda la familia, desvalorizando el trabajo de él.

La maquinaria amplia el material humano de explotación. El obrero se convierte en tratante de esclavos al momento de vender la fuerza de trabajo de su familia. De esta manera la comunidad obrera fue en aumento al reemplazar el trabajo masculino por el femenino y sobretodo el adulto por el infantil. “ Tres muchachas de 13 años, ganando de 6 a 8 chelines semanales, han reemplazado a un obrero de edad madura, cuyo salario semanal era de entre 18 y 45 chelines”.

Las repercusiones fueron varias debido al afán explotador del capitalista y las necesidades de cambalacheo de los padres, mercados públicos donde niños de 9 años en adelante se alquilaban ellos mismos a las fabricas, contratos semanales, es decir: trabaja esta semana, té pago y a ver si te ocupo la próxima semana, adopciones por parte de algunas mujeres, para después alquilar a los niños por 2 o hasta 6 chelines a la semana. Niños vendidos por sus propios padres para que se convirtieran en maquinas de deshollinar, el obvio deterioro físico de niños y adolescentes y mujeres a quienes las maquinas someten a la explotación. Enorme mortalidad, degradación moral, prostitución, devastación intelectual, contratistas que alquilan cuadrillas.

Mas tarde con las cláusulas educacionales se pretende obligar a los capitalistas a dejar que los niños sean educados, con maestros a veces analfabetas, en condiciones deplorables, sin material didáctico, etc.

Las maquinas son el medio más poderoso de acrecentar la productividad del trabajo, esto es, reducir el tiempo de trabajo necesario para la producción de una mercancía, convirtiéndose por este hecho, en el medio más poderoso de prolongar la jornada de trabajo mas allá de todo limite natural. Generan en el capitalista la tendencia propia de mayor acumulación de capital y de explotación. Dada la introducción de una costosa maquina sé esta forzando a la naturaleza humana para que rinda mucho mas de lo que le permite su fuerza media.

La productividad de la maquinaria se halla como hemos visto, en razón inversa a la magnitud del componente del valor transferido por ella al producto; cuanto más prolongado sea el periodo en que funciona, mayor será la masa de productos en los que se distribuya el valor añadido por ella y tanto menor la parte de valor que agregue a cada mercancía; por lo tanto es evidente que el periodo vital activo de la maquinaria este determinado por la extensión de la jornada laboral.

La maquina produce plusvalía al desvalorizar la fuerza de trabajo y abaratar las mercancías, además de que transforma el trabajado empleado por el poseedor en trabajo potenciado. Defeca ganancias extraordinarias, y explota al máximo a sí misma mediante la prolongación de la jornada de trabajo, dejando al capitalista mayor acumulación de riqueza y productos que serán desplazados ahora en mas mercados a mejores precios. Ya que la plusvalía surge de la parte variable del capital, una vez dada la extensión de la jornada laboral, la tasa de plusvalor se determina por la proporción en que la jornada laboral se subdivide en trabajo necesario y plustrabajo.

Como se ve, el empleo de la maquina para la producción de plusvalor implica una contradicción inmanente, puesto que de los dos factores del plusvalor suministrado por un capital de magnitud dada, un factor, la tasa del plusvalor, sólo aumenta en la medida en que el otro factor, el numero de obreros, se reduce.

El desgaste material de la maquina es de dos tipos, uno deriva de que se la use, desgaste normal por el uso, el otro es por que no se la use, tal como la espada inactiva que se derrumba en la vaina. Además del desgaste material esta el desgaste moral, pierde valor de cambio en la medida en que se puede reproducir maquinas del mismo modelo a menor precio, o aparecen a su lado, maquinas mejores que compiten directamente con ella, por lo tanto se desvaloriza.

Cuanto más breve sea el periodo en que se reproduce su valor total, tanto menor será el riesgo de desgaste moral y cuanto más prolongada sea la jornada laboral, tanto mas breve será dicho período.

La desmesurada prolongación de la jornada laboral, provocada por la maquinaria suscita una reacción de la sociedad amenazada en sus raíces vitales y una jornada laboral normal limitada legalmente. Es evidente que con el progreso de la maquinaria y al acumularse la experiencia de una clase especial de obreros mecánicos, aumenta de manera natural la velocidad y con ella la intensidad del trabajo. En general el método de producción de plusvalía relativa consiste en poner al obrero mediante el aumento de la fuerza productiva del trabajo, en condiciones de producir mas, con el mismo gasto de trabajo y en el mismo tiempo. El mismo tiempo de trabajo agrega al producto global el mismo valor que siempre. La reducción de la jornada laboral, con el impulso que imprime al desarrollo de la fuerza productiva y a la economización de las condiciones de producción, impone a la vez un mayor gasto de trabajo en el mismo tiempo, una tensión acrecentada de la fuerza de trabajo.

El primer efecto de la jornada laboral reducida obedece a la ley, sin embargo se aumento la regularidad, uniformidad, ordenamiento, continuidad y energía en el trabajo. La reducción crea la condición subjetiva para la condensación del trabajo, o sea la capacidad del obrero de desplegar mas fuerza en un tiempo dado, la maquina deviene en las manos del capital en un medio objetivo y empleado de manera sistemática para arrancar mas trabajo en el mismo tiempo. Ocurre esto de todos modos mediante el aumento en la velocidad de las maquinas, ampliación en la escala de la maquinaria que debe vigilar el mismo obrero, o del campo de trabajo de este ultimo.

Los perfeccionamientos en las maquinas reducen su volumen, aumentando la velocidad y eficacia, amplían la movilidad gracias a perfeccionamientos constantes. El trabajo de quienes se ocupan en los procesos fabriles es actualmente tres veces mayor que cuando se iniciaron tales operaciones. La maquinaria ha ejecutado una tarea que reemplaza la musculatura del hombre pero también ha aumentado el trabajo de los hombres regidos por su terrible movimiento. Se observo también que el obrero pagado a destajo despliega el esfuerzo máximo, en tanto puede mantener la misma intensidad de trabajo, además de que el lugar de trabajo y el ambient5e debe ser lo mas sano posible para que el obrero se sienta a gusto en su trabajo y de lo mejor de sí en este.