Colegio Del Verbo Divino

Departamento F. Cristiana

Prof.: Hermano Arturo Astorga

“La Tirana, mucho más que sólo una fiesta popular”

Alumno:

4°D

La Fiesta de La Tirana.

La Fiesta de la Tirana es la celebración religiosa más grande del norte grande y una de las más importantes a nivel nacional, más de veinte mil personas son los que se encuentran año tras año en la localidad del mismo nombre.

Como es tradicional en el mes de julio, Iquique paulatinamente comienza a despoblarse y todos enfilan el rumbo hacia La Tirana, localidad ubicada a casi 90 kilómetros al sur oriente de este puerto.

El pueblo, cuya población durante el año, no sobrepasa los mil habitantes, comienza a vivir un ritmo desenfrenado con los bailes religiosos, quienes por más de diez días rinden homenaje a la Virgen del Carmen o a "La Chinita" como se le conoce en la zona.

En la noche comienzan a vivirse momentos muy emotivos cuando los primeros bailes hacen su ingreso al templo, saludando a la Virgen a los sones de bombos, trompetas, pitos, matracas, vistiendo trajes multicolores.

La ubicación del pueblo de La Tirana se encuentra en la pampa del tamarugal a 1.010 metros de altura y a 84 kilómetros del puerto de Iquique. En el se procesaban, antiguamente, los minerales de plata de huantajaya. Su población permanente alcanza a unos doscientos habitantes, que, en los días de la fiesta se incrementa sobre los veinte mil.

En la tirana y otras fiestas del norte chileno y boliviano, se manifiesta una gran fantasía y notable poder creador en la organización, un tanto caprichosa, de bailes no tradicionales, bailes inventados año tras año, de carácter un poco carnavalesco. Cada baile o compañía depende, en su organización, de un alférez protector, cacique o dueño, que tiene la responsabilidad económica de la hermandad y atiende, en buena parte, a los gastos que demandan el traslado del baile al lugar de la fiesta, la renovación de los trajes, el adorno de la imagen y los estandartes, la alimentación, el alojamiento de los bailarines, entre otras cosas.

Pero por sobre todo, el baile de la tirana es un encuentro con la magia y el misterio de la fe sencilla, de una multitud que aun disfruta del asombro y de poder expresar sus emociones.

Es increíble, además, el ver cómo no sólo un pueblo sino que mucho más que eso seguir un fin, un ideal, una fe en común. Ver cómo una tradición sigue adelante sin que el tiempo la apague, como pasa con muchas cosas hoy en día que uno se engaña pensando que son más importantes y que en verdad no lo son. Algo que en mi vida yo siempre he admirado es ver a las personas que van a jugárselas por algo. Y es así, ya que por lo general las personas que asisten a esta fiesta son muy humildes y, como sabemos, el lugar donde se realiza esta fiesta está en un sector alejado, esto obliga a las personas a ahorrar para poder asistir a este encuentro. Esto es algo que debemos aprender, ya que muchas veces, como lo es mi caso, dejo cosas de lado porque tengo que hacer otras cosas. Y es esto, la dedicación, lo más importante de toda la fiesta, y es el verdadero motivo por el cual yo elegí esta en particular. Porque fiestas de religiosidad existen, han existido y seguirán existiendo, pero tener la oportunidad de observar esta es algo muy grande. Ya que lo más importante de todo aquí no es los vestuarios, ni tampoco la preparación, sino es el fin, la fe que hace que todos los años se reúnan más de veinte mil personas en un lugar para celebrar algo, y en verdad lo deja a uno pensando si lo que hace uno como cristiano es suficiente, porque ve a estas personas tan preocupadas por todo que lo deja a uno pensando si es que sería capaz de esto. Por mi parte tuve la oportunidad de estar presente ahí el año pasado y podía ver la dedicación, el esfuerzo y a la vez las ganas y el espíritu de seguir con todo eso. Es algo que en verdad yo, por mi parte, admiro mucho.

Aquí he puesto algunas fotos de la fiesta para poder ambientarse mejor: