Geografía


Timor Oriental


INTRODUCCIÓN

Situado entre Australia e Indonesia, el territorio de Timor Oriental comprende la parte este de la isla de Timor, la dependencia de Oecusse, situada hacia el noroeste de la isla; la isla de Atauro en el norte, y el islote de Yaco, hacia el este.

Timor Oriental

Sociedad

  • Pueblo: El pueblo maubere es de origen melanesio y malayo. En 1975 vivían en el país cerca de 20.000 chinos, inmigrados en este siglo, y 4.000 portugueses. Amnistía Internacional calcula en 210.000 el número de víctimas de la ocupación Indonesia. Hay 6.000 refugiados mauberes en Australia y 1.500 en Portugal. 

  • Religión: la mayoría practica cultos tradicionales. Hay 30% de católicos. 

  • Idiomas: El tetum es la lengua nacional. Se hablan varios dialectos. La ocupación Indonesia ha prohibido el uso de estas lenguas en la enseñanza, y prácticamente toda se imparte en bahasa, la lengua Indonesia. Una minoría habla también portugués. 

  • Partidos políticos: El 31 de diciembre de 1988, el FRETILIN y la UDT formaron la Convergencia Nacionalista. 

HISTORIA

Mucho antes de la llegada de Vasco de Gama, tanto los chinos como los árabes conocían Timor como una fuente "inagotable de maderas preciosas, que eran trocadas por hachas, porcelanas, plomo y otros elementos útiles a los nativos.

La sociedad timoresa tradicional estaba formada por cinco grandes categorías: los liurari (jefes y reyes), los dato (nobles y guerreros, menos importantes), los ema-reino (plebeyos libres), los ata (esclavos) y por último los lutum (pastores nómadas).

La población resistió al colonialismo y se produjeron insurrecciones armadas en 1719, 1895 y 1959, todas ellas reprimidas. El territorio fue repartido en 1859 entre Portugal y Holanda. La parte oriental correspondía a los lusitanos, según un acuerdo ratificado en 1904. Sin embargo, la resistencia del pueblo maubere permitió que su cultura sobreviviera a cinco siglos de colonialismo. No tuvo igual suerte el bosque de maderas preciosas, en especial el sándalo blanco, que fue arrasado durante los primeros años por la superexplotación, en lo que constituyó un temprano desastre ecológico. A partir de entonces, el cultivo de café se transformó en la base de la economía.

Tardíamente con respecto a las colonias portuguesas en África, los independentistas se unificaron a mediados de 1970 y definieron el objetivo de luchar por la liberación nacional, agrupando en un vasto frente a las fuerzas políticas nacionalistas y varias organizaciones sociales.

En abril de 1974, cuando la lucha clandestina contra el poder colonial crecía y ganaba apoyo popular, se produjo la "revolución de los claveles, en Lisboa. La caída del régimen colonial en la metrópoli modificó sustancialmente la realidad política en Timor y permitió la legalización del movimiento patriótico. En septiembre se constituyó el Frente de Liberación de Timor Oriental Independiente (Fretilin).

El nuevo gobierno portugués prometió la independencia para la isla pero la administración colonial local promovió la creación de la Unión Democrática de Timor (UDT), partidaria del statu quo colonial y de una "federación con Portugal. Simultáneamente, el consulado indonesio en Dili estimuló a un grupo de timorenses a organizar la Asociación Popular Democrática de Timor (Apodeti), que proponía la integración de Timor a Indonesia.

Se inició entonces un período de pugna entre los intereses neocolonialistas portugueses, el anexionismo indonesio y los independentistas. En agosto la UDT intentó un golpe de estado, contra el cual el Fretilin proclamó la insurrección general armada. La administración portuguesa abandonó el país y, ya controlando todo el territorio, el 28 de noviembre de 1975 el Fretilin proclamó la independencia, creando la República Democrática de Timor Oriental. Sin embargo, ésta no fue reconocida oficialmente por Portugal, lo cual ha tenido importantes repercusiones políticas y diplomáticas, que se prolongan hasta ahora.

El 7 de diciembre de 1975, Indonesia invadió el territorio. Pocas horas antes el presidente norteamericano Gerald Ford había visitado Jakarta, donde posiblemente conoció y aprobó el plan expansionista del presidente Suharto. El Fretilin se vio obligado a replegarse de la capital, y de los puertos más importantes. El 2 de junio de 1976 la "Asamblea del Pueblo, integrada por miembros de la UDT y la Apodeti aprobó la anexión del país a Indonesia, como una provincia. Esta anexión no fue reconocida por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, para el cual Portugal sigue siendo formalmente la potencia administradora. Australia y Estados Unidos la reconocieron en 1977.

Por su parte, la República Democrática de Timor Oriental, estableció relaciones diplomáticas con numerosas ex colonias portuguesas y países socialistas.

En diciembre de 1978 murió en combate Nicolás dos Reis Lobato, presidente de la República y del Fretilin. Pese a este golpe, el movimiento de liberación reorganizó sus filas y continuó resistiendo. Según se ha denunciado, la política genocida aplicada por Indonesia en la isla ha costado la vida a casi un tercio de la población.

En 1978 el ejército indonesio reclutó a jóvenes timorenses, en un intento por enfrentar a los mauberes entre sí. Pero, obedeciendo las consignas del Frente, los timorenses se insubordinaron y se incorporaron al Fretilin. En 1982 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución exigiendo el retiro de las fuerzas de ocupación. En 1983 se firmó un cese de las hostilidades entre Xanana Gusmão, comandante en jefe del Fretilin, y el coronel Purwanto, jefe del cuerpo expedicionario. El presidente Suharto no reconoció el acuerdo y la guerra de guerrillas continuó.

La región es apreciada por sus riquezas naturales. En abril de 1985 se conoció en Lisboa la formación de un consorcio internacional para explotar las reservas de petróleo y gas natural en aguas territoriales fronterizas con Australia.

En 1988 un proceso de acercamiento entre el Fretilin y la UDT culminó con la creación de una organización común: la Convergencia Nacionalista. Esa unidad fue decisiva para que Portugal adoptara un papel activo en la cuestión timoresa. En el plano interno, el movimiento nacionalista reorganizó sus estructuras, adquirió un carácter nacional, no partidario, y Gusmão fue confirmado como comandante en jefe del ejército de liberación.

Ese mismo año Portugal logró que el Parlamento Europeo y la Comisión Europea adoptasen la tesis de la autodeterminación del pueblo maubere y la necesidad de alcanzar una solución negociada al conflicto, rechazando la ocupación Indonesia.

En octubre de 1989 la Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó una moción de condena a la ocupación y represión producidas en Timor Oriental por parte de Indonesia. Ese año se había desatado en la isla una creciente movilización popular, sobre todo en la capital Dili, donde los estudiantes salieron a las calles, incendiaron automóviles y destruyeron las casas de oficiales indonesios.

La entrada de corresponsales extranjeros fue prohibida y Dili quedó aislada del mundo: sus comunicaciones telefónicas con el exterior están cortadas y no hay ninguna representación diplomática.

Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Dili, en octubre de 1989, un grupo de jóvenes abrió una pancarta del Fretilin a veinte metros del estrado donde se celebraba la misa. Se calcula que de las 80.000 personas presentes en la misa, 13.000 eran miembros de las fuerzas de seguridad indonesias. De inmediato se desató la represión contra los estudiantes que coreaban consignas contra la ocupación. Los periodistas que cubrían la visita papal, a pesar de que se les quitó material gráfico y cámaras, pudieron informar al mundo de la situación que se vive en el país.

Desde entonces la represión ha ido en aumento. En las puertas de los hogares las familias son obligadas a colocar una lista con los nombres de los habitantes. Dicha lista puede ser verificada por la fuerzas de ocupación a cualquier hora del día. Miles de mujeres mauberes han sido esterilizadas en forma compulsiva. En las escuelas está prohibido el uso del tetum, idioma nacional. La política de transmigración aplicada por las autoridades indonesias, pretende reducir al pueblo maubere a una minoría dentro de su propia patria. Además, se han descubierto en distintos puntos del país fosas comunes con cadáveres que evidencian ejecuciones masivas por parte de las fuerzas de ocupación.

El 12 de noviembre de 1991, durante un masivo pero pacífico cortejo fúnebre que acompañaba al cementerio los restos de un joven estudiante asesinado, el ejército abrió fuego de ametralladoras sobre la multitud, matando a por lo menos 50 personas y ocasionando innumerables heridos. Conocido el episodio, el gobierno portugués instó a la CE con la cual Indonesia tiene un pacto comercial de preferencia por ser uno de los seis países firmantes de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) a cortar relaciones comerciales con aquel país y solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, criticando veladamente a este organismo por no asumir frente a Indonesia una actitud similar a la tomada contra Irak, cuando este país invadió Kuwait en agosto de 1990.

Una visita de parlamentarios portugueses a la isla, prevista para los primeros días de noviembre de 1991, fue cancelada a raíz de la negativa Indonesia a permitir el ingreso de un periodista australiano que acompañaba la delegación.

Dirigentes de la oposición han acusado a Estados Unidos, Australia, los Países Bajos, Japón y otros países con importantes intereses económicos en Indonesia, de colaborar con Jakarta en minimizar el genocidio y silenciar la prensa internacional.

A fines de 1991 se denunció en Portugal que Jakarta y Canberra firmaron un contrato con doce compañías para extraer unos mil millones de barriles de crudo en el mar de Timor. La lista de esas empresas es encabezada por la Royal Dutch Shell (capitales británicos y holandeses) y la estadounidense Chevron. Le siguen seis compañías australianas, la japonesa Nippon Oil y las trasnacionales Phillips Petroleum, Marathon y Enterprise Oil Company. Paralelamente, voceros del gobierno australiano anunciaron que no apoyarán la adopción de sanciones contra Jakarta.

En Timor, los líderes de la Convergencia Nacionalista exhortaron a Portugal a romper las negociaciones con Indonesia y a tomar medidas más severas para procurar una solución diplomática al conflicto, con la intervención de las Naciones Unidas. La Convergencia Nacionalista esperaba que al ocupar Portugal la presidencia de la CE, existirían mejores condiciones para presionar al gobierno indonesio, para que se cumplan las resoluciones de la ONU: retirada de tropas ocupantes y realización de un referéndum para decidir su futuro político.

En marzo de 1992 partió del puerto de Darwin, en Australia, la nave "Lusitania Expreso, transportando activistas por los derechos humanos de más de 23 países, y personalidades políticas portuguesas, entre las que se encontraba el presidente Ramalho Eanes. "La nave de la paz, partió con el objetivo de realizar en Dili un acto en conmemoración de la masacre de noviembre de 1991. Las autoridades indonesias anunciaron de inmediato que la embarcación sería desviada a una isla cercana, desde la cual sólo se permitió continuar viaje a algunos integrantes de la comitiva.

En marzo de 1992 zarpó del puerto de Darwin, en Australia,  el "Lusitania Expresso", transportando a activistas de los derechos humanos de más de 23 países y personalidades políticas portuguesas, como el presidente portugués Ramalho Eanes. Los ocupantes de "la nave de la paz" tenían como objetivo realizar un acto en conmemoración de la masacre de noviembre de 1991. Las autoridades indonesias desviaron a la embarcación a una isla cercana, desde donde se permitió continuar viaje sólo a algunos miembros de la comitiva.

En noviembre, Gusmão fue capturado por las tropas indonesias y reemplazado a la cabeza del Fretilin por Antonio Gomes da Costa, quien también fue detenido poco tiempo después. El 11 de marzo de 1993, la ONU alertó acerca de las violaciones a los derechos humanos y solicitó el acceso a Timor Oriental, que recién le fue otorgado al año siguiente. En agosto, la pena contra Gomes da Costa, inicialmente condenado a cadena perpetua, fue reducida a 20 años, tras una importante campaña internacional en su favor.

Informes de principios de 1994 provenientes de la isla  indicaron que todos los sábados los familiares de muertos, "desaparecidos" y presos, se reunían en la plaza principal de Dili para orar y protestar. En noviembre, unas 100 personas fueron detenidas tras una serie de manifestaciones populares. La tensión prosiguió y un año después, en octubre de 1995, entre 50 y 100 personas fueron arrestadas tras tres días de disturbios en Dili.

A principios de 1996, poco antes del séptimo encuentro de los cancilleres indonesio y portugués para encontrar una salida a la situación en Timor Oriental, Amnistía Internacional pidió que se dejara acceder libremente al país ocupado a los observadores de organizaciones de defensa de los derechos humanos. Otros informes especializados insistían en las desigualdades sociales entre ocupantes y ocupados, pese a las publicitadas inversiones que realizaba el gobierno indonesio en sectores como la educación.

En diciembre de 1996 el activista exiliado José Ramos Horta y el obispo católico Carlos Filipe Ximenes Belo recibieron en Oslo el premio Nóbel de la Paz correspondiente a ese año. Las autoridades indonesias intentaron boicotear la ceremonia, pero el problema de Timor Oriental ganó las primeras planas de la prensa mundial.

ANTECEDENTES

Después de 25 años terribles, por fin se están dando pasos que podrían acabar con el horror. Indonesia ha permitido la realización de un referéndum en agosto de 1999, para que los ciudadanos de Timor elijan entre la autonomía, dentro de Indonesia, y la independencia. Se da por sentado que si el voto es mínimamente libre, vencerán las fuerzas independentistas. El ejército de ocupación indonesio (EOI) actuó con rapidez para impedirlo. El método fue sencillo: organizaron fuerzas paramilitares para aterrorizar a la población mientras el EOI adoptaba una actitud de "negativa verosímil" que rápidamente fracasó ante la presencia de observadores extranjeros, quienes pudieron comprobar de primera mano que el EOI armaba y protegía a los asesinos.

Las milicias dirigidas por Indonesia han desatado una ola de atrocidades y asesinatos. Han matado a cientos de personas; muchas, en las iglesias en las que se habían refugiado; han quemado ciudades y han llevado a decenas de miles de personas a campos de concentración o a las montañas, donde, según se ha informado, miles de ellas han sido literalmente esclavizadas para que trabajen en la cosecha del café. "Los llaman desplazados internos", comenta una monja y cooperante australiana, "pero son rehenes de las milicias. Les han dicho que los matarán si votan a favor de la independencia". El número de desplazados se calcula en más de 50.000.

Naciones Unidas retrasó dos veces el referéndum por culpa del terror, que incluso ha alcanzado las oficinas y las caravanas de la ONU que llevaban enfermos para su tratamiento. Citando fuentes diplomáticas, de la iglesia y de las propias milicias, los medios australianos informan de que "se están acumulando cientos de modernos rifles de asalto, granadas y morteros, para utilizarlos si la opción autonómica resulta derrotada en las urnas", y advierten de que las milicias dirigidas por el ejército de ocupación pueden tomar violentamente el territorio si, a pesar del terror, se expresa la voluntad popular.

MENSAJE URGENTE PARA KOFI ANNAN

[Antonio Tabucchi]

Distinguido señor Kofi Annan, por la presente quiero enviarle un mensaje urgente. Aunque para eso, tenga que describirle una situación que usted, como secretario general de la ONU, conoce perfectamente, pero que no puedo presumir que sea conocida por los lectores de este periódico europeo [el Corriere della Sera] a través del cual me dirijo a usted.

En 1975, el territorio de Timor Oriental (la isla del mar de la Sonda, apocos kilómetros de Australia), en el momento en que Portugal reencontró la democracia y en el momento en que en un rápido y urgente proceso de descolonización retiró de la isla a sus autoridades administrativas y militares, fue inmediatamente invadido por el Ejército indonesio.

Isla de cultura antigua y con grandes recursos económicos, como el gas y el petróleo, Timor constituía un bocado exquisito para el dictador Suharto, asesino genocida, al que los países democráticos occidentales han apoyado interesadamente hasta su caída en desgracia, enviando a sus propios ministros de Exteriores y de Economía a discutir en sus propios jardines tropicales de petróleo y t-shirt.

En 1975, como usted sabe, comenzó el genocidio del pueblo de Timor, en su mayoría católico, lusófono como segunda lengua y, en cualquier caso, perteneciente a una remotísima civilización que no tiene nada que ver con el Estado islámico de Indonesia, surgido recientemente. El pueblo timorense reaccionó ante los invasores de la misma forma que, en los años 40, algunos países europeos supieron resistir y plantarle cara a la invasión nazi.

La ONU condenó por lo menos tres veces esta invasión militar, pidiendo la retirada de las tropas indonesias, aunque siempre se limitó al plano platónico, dado que nunca envió a aquel territorio contingente alguno de vuestras fuerzas de paz. Le aseguro que 100 de sus cascos azules habrían sido suficientes para desalojar a esos feroces militares indonesios, con el cuerpo lleno de anfetaminas y el espíritu repleto con la verdad del libro (no sé si verde, rojo o negro) del dictador Suharto, que estaban masacrando a una población inocente.

Usted sabe mejor que yo que, como escribí en Le Monde el pasado mes de julio, según estimaciones no oficiales, las víctimas del genocidio son cerca de 250.000. Son cifras avanzadas por Amnistía Internacional y que la ONU, que usted dirige, nunca desmintió. Ha creado usted tribunales internacionales para la antigua Yugoslavia y para Ruanda. ¿Por qué la ONU nunca creó un tribunal internacional para el genocidio de Timor?. ¿O es que los derechos humanos son menos importantes en el sureste asiático que en otras partes del planeta?.

Como usted sabe mejor que yo, el genocidio efectuado por Suharto, el señor indonesio que dispone de enormes cuentas corrientes en nuestros bancos europeos, ha sido amplio, profundo y sumamente cruel. Desde militares que rastreaban casas, fusilamientos masivos, bombardeos aéreos de aldeas y pueblos, hasta los pesticidas que han reducido las aldeas timorenses a la carestía y a la muerte por hambre de la población.

Sólo gracias a la tenacidad de un pueblo y de sus líderes (entre los que recuerdo al jefe de la resistencia Xamara Gusmao, al doctor Ramos Horta y al obispo Ximenes Belo, estos últimos premios Nóbel de la Paz en 1996), pero también gracias al coraje de Portugal que, al contrario de las grandes potencias económicas occidentales, tuvo la valentía de denunciar al mundo las masacres de Indonesia, este año, con los acuerdos de Nueva York, ratificados por la ONU y por usted mismo, Indonesia se vio obligada a aceptar la celebración de un referéndum popular sobre la independencia de Timor.

El resultado del referéndum, que usted mismo leyó en las televisiones de todo el mundo, hace pocos días, aportó un porcentaje del 78,5 % de los votos a favor de la independencia de Timor. Mientras usted anunciaba el resultado del referéndum, las milicias paramilitares, apoyadas por Yakarta (gentuza fascinerosa, subvencionada con unos cuantos dólares, unas cuantas anfetaminas, unas cuantas Coca-Colas y un fusil ametralladora), comenzaron a asesinar a la población. Las casas son destruídas; las iglesias católicas, incendiadas; vuestros mismos observadores, asesinados en la sede de la Unamet, esperan ser desalojados. En dili, el obispado de monseñor Ximenes Belo ha sido asaltado, una decena de personas fue asesinada y el obispo tuvo que refugiarse en las montañas.

Vuelvo a mi mensaje, señor Kofi Annan. ¿No le basta un solo genocidio?. ¿Espera que se repita otro?. ¿Es que la ONU necesita un replay para intervenir?. Tiene usted un deber único e irrenunciable, si quiere que su organización pueda gozar de la credibilidad de todos los ciudadanos del mundo. Dado que sus cascos azules no podrán estar en el lugar hasta dentro de uno o dos meses (siempre que Estados Unidos, China y el Fondo Monetario Internacional lo permitan), antes de que intervenga el Tribunal de La Haya  --que la ONU subvenciona para que persiga al asesino después de que ha comenzado su crimen--  sólo tiene usted una salida para seguir contando con la confianza del mundo.

Coja, hoy mismo, un avión de Naciones Unidas y váyase a Timor. Descienda en el aeropuerto de Dili y entre en la sede de la Unamet, cercada por los asesinos, y, una vez allí, siéntese sencillamente en una silla. Lleve consigo una cámara (si es posible de una de esas eficaces televisiones que nos hacían ver la Guerra del Golfo en directo) y dígale que filme para todo el mundo.

Es la única forma que tiene para hacernos creer a todos nosotros que la democracia y el voto democrático no son una farsa. Y usted, sentado en una silla, sin decir nada, lo estará proclamando a los cuatro vientos. El Papa ha estado últimamente en Indonesia, país cuyo islamismo le preocupa, sin dedicar, sin embargo, una sóla palabra a Timor. No haga usted lo mismo.

En este momento, señor Annan, su responsabilidad es incluso mayor que la responsabilidad moral del genocida de un pueblo. Si usted no va a Timor, les está diciendo a los jóvenes del próximo milenio que la ONU es una mascarada, que la democracia es una tontería y el voto democrático, una farsa. En el fondo, si usted permanece sentado en su oficina, estará enviando al mundo este mensaje: Señores, compren armas y tómense la justicia por su mano. Es un consejo de la ONU del fin de milenio.

[EL MUNDO, 8.Septiembre.1999]

6 de septiembre de 2000 (FIA) -- Fuerzas de paz de Naciones Unidas llegaron hoy a Indonesia procedentes de Timor Oriental para desalojar a personal de asistencia de la organización multinacional, luego que una multitud atacó la oficina de la ONU y mató a tres de sus trabajadores.

Milicianos pro indonesios y sus simpatizantes penetraron en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) en Arambua; testigos de estos hechos dijeron que los milicianos mataron a golpes a los trabajadores de la ONU y quemaron sus cuerpos en la calle.

Estos son los primeros civiles de la ONU asesinados en Timor. El edificio de la ONU fue incendiado por la multitud, enfurecida por la muerte ayer de un prominente líder miliciano.

26 de septiembre de 2000 (FIA).- Una patrulla de las fuerzas de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Timor Oriental, compuesta por militares portugueses, apoyados por guías locales se encontraron con un grupo de milicianos pro indonesios a tres kilómetros del poblado de Feriksare, cerca de Alas en la región central de la ex colonia portuguesa; tanto milicianos como los soldados de la ONU abrieron fuego. Hasta el momento no ha habido ningún reporte de bajas en alguno de los bandos.

“No creo que los milicianos entreguen voluntariamente sus armas y si lo hacen, será para cambiarlas por armas más modernas, así que lo sucedido no representa ninguna sorpresa”, aseguró Sergio de Miello, jefe de la misión de la ONU en la isla.

2 de febrero de 2001 (FIA).- Luego de resistir por 24 años la ocupación del ejército de Indonesia, la guerrilla de Timor Oriental, en el Pacífico Asiático, se convertirá en parte importante de la milicia de esta región.

En una ceremonia realizada en Dili, la capital, unos mil 700 miembros de las tropas rebeldes presenciaron el cambio de su bandera por la bandera de las Naciones Unidas, organismo que vigilará la transición del grupo armado.

8 de marzo de 2001 (FIA).- La violencia en Timor Oriental alcanzó anoche la segunda ciudad más importante, Baucau, horas después de un atentado fallido contra el líder timorense, Xanana Gusmao, según informó hoy un portavoz de Naciones Unidas.

Un grupo de manifestantes se parapetó tras barricadas hechas con neumáticos en llamas frente al mercado de Baucau y tiró piedras contra la policía antidisturbios, que respondió con gases lacrimógenos.

Además, una mezquita resultó incendiada, varios transeúntes heridos y tres vehículos de Naciones unidas dañados por el impacto de las piedras lanzadas por los manifestantes.

Se trata de uno de los disturbios más fuertes desde que las milicias pro indonesias desataron en 1999 una ola de violencia a raíz de un referéndum sobre la independencia de Timor Oriental, ex colonia portuguesa ocupada durante 23 años por Indonesia.

Fuentes de Naciones Unidas aseguran que estos nuevos incidentes no están relacionados con el arresto de tres miembros del partido independentista de Timor Oriental, que supuestamente estaban implicados en un complot para asesinar a Xanana Gusmao. Los tres individuos continúan bajo custodia de la ONU.

29 de agosto de 2001 (dpa).- En las primeras elecciones que se celebran en Timor Oriental se registraba este jueves una participación de decenas de miles de ciudadanos en la capital, Dili, con la presencia de autoridades de las Naciones Unidas y observadores.

El jefe de los observadores electorales de la Unión Europea (UE), Wolfgang Kreisel-Dorfler, se refirió a un transcurso pacífico de los comicios durante las primeras horas. Las personas son "muy, muy disciplinadas", indicó, y añadió que el ambiente entre los electores es excelente.

Horas antes del inicio de los comicios parlamentarios, se formaron largas filas de personas ante los colegios electorales, según testigos presenciales.

Justo dos años después de que la mayoría de los timorenses votara en un referéndum organizado por la ONU a favor de la independencia de Timor Oriental de Indonesia, tras 24 años de ocupación, ahora más de 400.000 personas están convocadas a elegir un parlamento funcional de 88 miembros, que deberá aprobar una constitución y fijar la fecha para las elecciones presidenciales.

Se calcula que el partido Fretilin obtendrá una clara victoria. Se trata del ala política del ex grupo guerrillero del líder de la independencia Xanana Gusmao.

Más de 9.000 efectivos internacionales de paz y policía civil se encuentran en estado de alerta durante las votaciones.

17 de abril de 2002 (FIA).- El héroe de la independencia y ex líder guerrillero Xanana Gusmao ganó las primeras elecciones presidenciales de Timor Oriental con un margen abrumador en el paso final de larga y sangrienta lucha del territorio para convertirse en nación el mes próximo.

Gusmao, cuyo éxito era esperado, obtuvo el 82,69 por ciento de los votos en los comicios del domingo frente a 17,31 de mucho menos carismático rival Francisco Xavier do Amaral, anunció el miércoles la Comisión Electoral Independiente.

"Ahora podemos decir por los resultados nacionales que Xanana Gusmao es el primer presidente electo de Timor Oriental", dijo a Reuters Carlos Valenzuela, funcionario electoral en jefe de la Comisión.

Timor Oriental se convertirá formalmente en la nueva nación del mundo el 20 de mayo, cuando las Naciones Unidas entreguen el poder a los gobernantes electos.

El jefe de ministros Mari Alkatiri, quien ha tenido a veces sus diferencias con el popular Gusmao, recibió de buen ánimo el resultado y trataba de dispersar los temores de que su partido Fretilin pueda ser una fuente de conflictos para el gobierno de Gusmao.

"He venido a felicitar a Xanana Gusmao. Lo hago de todo corazón, créanlo o no", dijo en una conferencia de prensa.

La nueva constitución de Timor Oriental determina un sistema de gobierno semipresidencial donde un presidente elegido puede destituir al primer ministro y vetar leyes, pero dentro de un marco de intensas supervisiones y equilibrio de poderes que hacen crítica la cooperación.

Alkatiri, quien depositó un voto en blanco en las elecciones del domingo, prometió trabajar con el ex líder guerrillero y mantener la democracia en medio de preocupaciones de que las diferencias entre ambos puedan crear problemas para el nuevo gobierno en los esfuerzos para reconstruir la traumatizada nación.

Timor Oriental, una ex colonia portuguesa, fue invadida y sometida por Indonesia en 1975.

Alkatiri, cuyas funciones actuales son equivalentes a las de un primer ministro, dijo que corresponde a su partido decidir si él se queda en el puesto.

Las Naciones Unidas están administrando el territorio desde una votación en agosto de 1999 para separarse de Indonesia, que generó una orgía de violencia de milicias proindonesias hasta la llegada de las tropas internacionales de pacificación.

18 de mayo de 2002 (FIA).- Timor Oriental se convertirá en el estado independiente más nuevo del mundo a partir de la medianoche del domingo.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el ex presidente estadounidense Bill Clinton y el primer ministro australiano John Howard estarán entre los dignatarios que asistirán a las celebraciones de la independencia.

La noche del festejo se encenderán cuando sea izada la bandera de Timor Oriental, una estrella blanca sobre fondo rojo, amarillo y negro.

En el acto prestará juramento el primer jefe de estado. Se trata de Xanana Gusmao, poeta y ex líder guerrillero, de 55 años, quien permaneció en prisión y arresto domiciliario durante seis años.

Gusmao, quien fue elegido presidente en elecciones supervisadas por la ONU.

Quizás quien más atraerá la atención del público será la presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, cuya carrera política se ha caracterizado por una oposición expresa a la independencia de Timor Oriental.

La inminente nueva nación ocupa media isla con una población de 800 mil habitantes, un trozo de tierra en un archipiélago de 4 mil 800 kilómetros de longitud, hogar de 200 millones de indonesios.

 

CONCLUSIONES

La Misión de la ONU en Timor Oriental se apresta a celebrar su tercer año nuevo en ese territorio que muy pronto será independiente.

UNTAET comenzó su mandato en noviembre de 99, enfrentando la gigantesca tarea de reconstruir un país en ruinas.

Timor Oriental registra una larga historia de colonización con 400 años de dominio portugués. Luego, cuando Portugal se retiró en 1975, sufrió una brutal ocupación de Indonesia que se prolongó por 25 años.

En la consulta popular efectuada por las Naciones Unidas en agosto de 99, y a pesar del clima de intimidación, los timorenses votaron de forma aplastante a favor de la independencia y tras los categóricos resultados gran parte del país resultó destruido por la milicia proindonesia.

Sergio Vieira de Mello, Administrador Transicional y Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas, plantea el desafío pendiente.

"El 20 de mayo del 2002 Timor se juntará a la comunidad de los estados independientes y entrará a Naciones Unidas como miembro de plena vigencia. El Secretario General recomendó y el Consejo de Seguridad aprobó la presencia de Naciones Unidas, militar, policial y civil después de la independencia para consolidar las instituciones todavía muy frágiles que hemos creado desde 1999."

20 de mayo de 2002.- Miles de personas se reúnen en estos momentos en Timor Oriental para celebrar su independencia.

Se está haciendo la declaración oficial, con lo que Timor Oriental se convierte en el país más nuevo del mundo.

Luego de tres siglos de colonialismo portugués, 24 de ocupación Indonesia y dos años y medio de administración por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), finalmente hoy se proclama un estado independiente.




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Enviado por:Microbito20
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