Historia


Tartesos


Introducción

La Edad del hierro en la península ibérica esta eclipsada por un pueblo del que poco se sabe, y que quizá por este sentido ha atraído a multitud de estudiosos españoles o foráneos, este pueblo son los Tartessos del griego:, latín: Tartessus. Se sabe de este pueblo por las multitudes referencias en textos grecolatinos como en la Historia de Herodoto, o incluso aparece en al Biblia en libro de los reyes. Poco se sabe de este pueblo solo que su industria orfebre fue destacable y que fue el atractivo de su orfebrería lo que atrajo a fenicios y griegos gracias a lo cual tenemos testimonios de esta civilización, a pesar de estas fuentes no son muchos los datos arrojados sobre esta civilización que al parecer se desarrollo en el sur de Portugal y la zona de Cádiz. Muchos son los interrogantes que todavía quedan por desvelar: ¿existió realmente una ciudad con el nombre de Tartessos? ¿Cuál fue su ubicación? ¿Cuál fue su relevancia en la península ibérica? ¿Y en el ámbito internacional? ¿Cuál es su origen?

Realmente lo único que se sabe a ciencia cierta es la existencia de la civilización, lo demás son especulaciones, las pocas informaciones sobre esta civilización son contradictorias lo que no permite un conocimiento amplio sobre esta civilización. La opinión mas extendida es que son gentes indígenas que comenzaban a desarrollarse cuando recibieron la influencia de los colonizadores fenicios, lo que hizo destacar la a esta civilización sobre todas las demás de la península ibérica, el resto de civilizaciones no alcanzaron el mismo grado de desarrollo por que no recibieron la influencia de los fenicios unos de los pueblos mas avanzados de la época. Así pues se expondrán las diferentes teorías sobre la ubicación de la civilización, el origen de la misma, lo poco que se conoce de la lengua tartessica, de su sociedad, sistema de gobierno, su economía, y su arte profundamente influenciado por el arte fenicio.

Fuentes históricas sobre Tarsessos

En la Biblia aparecen referencias a un lugar llamado 'Tarshish', también conocido como 'Tarsis' o 'Tarsisch'. «En efecto, el Rey Salomón tenía naves de Tarsis en el mar junto con las naves de Hiram. Las naves de Tarsis venían una vez cada tres años y traían oro, plata, marfil, monos y pavos reales. Antiguo Testamento, Libro de los Reyes I, 10-22». En la actualidad, no se cree que Salomón se refiriera a Tartessos, sino que se refería al puerto de Aqaba, en la península del Sinaí.

En un texto del Profeta Ezequiel (siglo VI a.C.) se comenta que Tiro comerciaba con Tarsis y en este caso es posible que sí se refiera a Tartessos, puesto que Fenicia ya había contactado con ellos.

En la estela de Assarhaddon (siglo VII a.C.) aparece el nombre de Tarsis, pero no se puede referir a Tartessos porque los Asirios no tuvieron ninguna relación con el Mediterráneo Occidental.

Los poetas griegos Anacreonte y Estesícoro nombran a Tartessos al referirse al rey Gerión.

Cuando el viajero Pausanias visitó Grecia en el siglo II a.C.. Vio dos cámaras en un santuario de Olimpia, que la gente de Elis afirmaba realizadas con bronce tartesio.

Herodoto, habla sobre el rey Argantonio y de las relaciones de Tartessos con Grecia.

Plinio y Justino hablan de Tartessos, pero de manera confusa e imprecisa.

Muchos creyeron (todavía se cree en la actualidad) que la Atlántida de Platón se refería a Tartessos. Otras teorías afirman que se refería al mundo Minoico de Creta, o a Chipre, o a Israel, o a Irlanda, o a Iberia y Marruecos a la vez, o incluso a Indonesia, entre otras hipótesis

En el tratado entre Roma y Carthago del año 348 a.C., se hace mención a " " (Mastia de los Tartesios), ciudad que posiblemente se refiere a la actual Cartagena, que marcaba el límite que podía alcanzar Roma en la península Ibérica.

Origen

Se puede decir que Tartessos es la aculturación de las gentes indígenas por parte de los fenicios. Esta teoría se apoya en las cronologías de colonización y en los restos arqueológicos, como cerámicas de retícula bruñida, de barniz rojo y las representaciones religiosas, que claramente hacen referencias a diosas orientales como Astarté, apreciando que las letras t-r-t se parecen claramente a Tartessos, e identifican el origen de esta civilización a esta Diosa. Han aparecido otras representaciones de dioses como Baal o Melkhart (que bajo su forma de toro aparece representado en numerosas ocasiones).

Los navegantes del Egeo llegan a occidente hacia el quinto milenio a. C. aunque no sepamos con exactitud lo que pudo ocurrir

Se establecieron en el sudeste peninsular pero no se sabe con exactitud su procedencia. Se encontraron con una población autóctona, bastante menos desarrollada tecnológicamente que ellos. Eran la cultura de “Los Millares” y posteriormente ”El Argar”.

Estas dos culturas autóctonas  fueron parte importarte de la aparición del complejo tartéssico. Aunque se situaban más por el sudeste de la península (Almería) la zona del Guadalquivir ofrecía unas mayores riquezas naturales (agricultura, ganadería, minería) que atraían también a inmigrantes de Europa central y provocaban en la zona tartéssica una unificación no sólo comercial sino incluso de tendencias artísticas.

Los fenicios influyeron de forma notable en la civilización tartésica. Hay  autores que creen que estos sometieron a los tartesios hasta que recuperaron su libertad en el 720 a. C. Pero las principales teorías apuntan a que los fenicios sólo tenían ánimo de comerciar sin atender a la guerra. Las principales aportaciones fenicias son el aprendizaje de algunas artesanías, una magnífica mentalidad del comercio, el trabajar los metales y la salazón de pescado importante para los largos viajes.

La influencia griega es difícil de describir puesto que los fenicios tenían muy bien guardado el secreto y localización de Tartessos lo que provocó en los griegos una especie de mito sobre Tartessos; por eso podemos decir que sus colonizaciones fueron mitológicas y carecían de interés. No obstante sus posibles aportaciones serían nuevos cultivos (vid y olivo), el gusto por los animales domésticos (gato o la gallina), la difusión del arado, la orfebrería y los tejidos, el uso de la moneda para transacciones comerciales y el paso de una economía auto-abastecedora a una monetario con salidas al exterior.

Sistema de gobierno

Su forma de gobierno era la monarquía y poseían leyes escritas en verso en tablas de bronce desde tiempo inmemorial, Herodoto habla de 6000 versos sería para blindar las leyes quien las hiciese, ya que si cambia una ley, enseguida se nota su discordancia con el resto de los versos, aunque no se han encontrado pruebas físicas de ello. Eran monarquías como las del resto del Mediterráneo, con sede en una ciudad desde la que controlaba todo el territorio. Los fenicios propiciaron que toda la concentración del poder fuera sobre un rey, ya que de esa manera les resultaba más fácil establecer intercambios comerciales. Se puede dividir la monarquía de Tartessos en dos grandes grupos, los reyes mitológicos y los reyes históricos:

Reyes mitológicos

Gerión: Primer rey mitológico de Tartessos. Según la leyenda, era un gigante tricéfalo, o al menos con tres cuerpos, que pastoreaba sus grandes manadas de bueyes a las orillas del Guadalquivir. El mito dice que una de las doce pruebas de Heracles era el robo de los bueyes de Gerión. También dice la leyenda que Gerión era el gigante mítico que mató Heracles y sobre el que construyó la Torre de Hércules, en La Coruña.

Norax: Nieto de Gerión, conquistó el sur de Cerdeña, donde fundó la ciudad de Nora

Gárgoris: Cuenta la leyenda que fue el rey más antiguo que gobernó a los Tartessos A él se atribuye el descubrimiento de la miel y la invención de la apicultura. Fue el antecesor de Habis, famoso legislador y descubridor de la agricultura.

Habis (Habidis): A este monarca mitológico del pueblo Tarteso se le considera el descubridor de la agricultura. Estableció siete grupos sociales y eximio a los nobles de realizar trabajos manuales por considerarlo indigno. Fue el creador de uno de los ejércitos más veloces. Su mito se trasmitió a través de Trogo Pompeyo, del historiador romano Justino. Cuenta la leyenda que era hijo de Gárgoris y la hija de éste, con la que tuvo relaciones sexuales. Por esta razón su propio padre le quiso matar, pero logró sobrevivir a todas las brutalidades a las que fue sometido. Su capacidad de supervivencia le llevó al trono y desde éste enseñó a los hombres a cultivar las tierras para obtener alimentos.

Sobre estos dos últimos monarcas se escribió la Tragicomedia de Gárgoris y Habis, que menciona un sistema social basado en la explotación del hombre por el hombre, nacido tras el descubrimiento de la agricultura.

Reyes históricos

Argantonio. Primer rey del que se tienen referencias históricas. Último rey de Tartessos. Vivió 120 años según Herodoto, aunque algunos historiadores piensan que puedan referirse a varios reyes conocidos por el mismo nombre. También dice Herodoto que su reinado duró 80 años. Propició el comercio con los griegos foceos, que crearon varias colonias costeras durante su reinado.

Por los textos podemos deducir que era un tirano, que vivía en una organización de casta en la que los esclavos eran la clase más baja.

La actitud de Argantonio con los pueblos extranjeros era extraña debido a la permisividad y en especial a la generosidad con la que los trataba. Como ejemplos de esta generosidad tenemos el caso de los fecenses que al llegar a Tartessos se hicieron rápidamente amigos del rey, habiéndose hecho amigos de el, este los exhorto a abandonar la Jonia y que se establecieran en su país donde quisieran y después, no habiendo conseguido convencerles y tratándolo de liberarlos de los medos les dio recursos para construir un muro que circundaba la ciudad; para construir el muro muy generosamente les dio grandes piedras muy bien ajustadas. Otro ejemplo de su generosidad fue el caso de los foceos que se hicieron amigos de Argantonio y al volver a su ciudad tenían suficiente plata como para construir una muralla y esto no sin haberles ofrecido el establecerse en su reino.

Sin embargo a pesar de esta "amabilidad" con los extranjeros el reino de Tartessos alcanzo unos territorios extensísimos.

Ubicación

Hay distintas teorías acerca de la ubicación de Tartessos la más extendidas es que se sitúa en la actual Cádiz, expongo las distintas teorías para dar los distintos puntos de vista que a lo largo de la historia han dado los estudiosos sobre el tema.

EL RIO TARTESSOS NO ERA EL GUADALQUIVIR, SINO EL TINTO.
Una de las tendencias mas afincadas en el estudio de tartessos es la del localismo. Distintas ciudades y comarcas del suroeste peninsular se disputan el asentamiento de la capital de Tartessos. La tesis onubista se agarra a la riqueza metalúrgica de las fuentes del Río Tinto para defender que el Tartessos no es el Guadalquivir sino el Tinto, que el sinus tartessico no es la marisma del Guadalquivir sino la Ría de Huelva, que las bocas del río Tartessos no son brazos sino fuentes, que la isla de Tartessos sería la de Saltés, etc.

Puntos a favor:
- Hay testimonios historiográficos de la fundación de un herakleion tirio en la isla de Saltés.
- Hay abundantes restos arqueológicos griegos en Huelva que se remontan incluso a la Edad del Bronce.
- Desde el mar la Ria de Huelva es tan ancha y preeminente como al del Guadalquivir.
- El poblado tartessico del cerro de San Pedro en Huelva capital.
- Huelva esta a la distancia a la que Estrabón sitúa Tartessos de Cádiz.
- Las fuentes literarias que dan ubicaciones más próximas a Cádiz o Sevilla son fuentes muy posteriores a la desaparición de Tartessos.
- La proximidad de Huelva como salida marítima al metal de la zona de Río Tinto.

Puntos en contra:
- El río por antonomasia de la costa atlántica andaluza (el que configura el vértice del Golfo de Cádiz, el que organiza el interior de Andalucía, el de mayor caudal) es el Guadalquivir. Llamar Tartessos al Tinto cuando tiene justo al lado otro río de tamaño parecido es negar la posibilidad, admitida desde antiguo, de que el Tartessos configuraba el país y le daba nombre.

- El tesoro del Carambolo, el tesorillo de Evora, los candelabros de Lebrija, son restos arqueológicos emblemáticos que se han localizado en la misma ribera del Guadalquivir
- Las reconstrucciones paleogeograficas de la costa atlántica andaluza demuestran que la diferencia de antigüedad de los materiales del fondo del bajo Guadalquivir y las tierras que lo circundan son constantes desde el VI milenio a.c. hasta la época romana, y que durante la mayor parte de ese periodo el río desembocaba a la altura de Coria del Río, y el golfo resultante entre esta población y Sanlucar de Barrameda era perfectamente navegable
- La comarca del bajo Guadalquivir tiene un poblamiento autóctono continuado desde el Calcolítico, su densidad de población siempre ha sido mayor que la de Huelva (especialmente la orilla oriental del Río), y en ellas se asientan tantas y tan antiguas poblaciones como Sanlucar de Barrameda, Jerez, Mesas de Asta, Lebrija, Trebujena, Las Cabezas de San Juan, Dos Hermanas, Sevilla, Camas, Santiponce, Carmona, Alcala del Río, San Juan de Aznalfarache, Coria del Río, etc., todas ellas poblaciones de fundación anterior a la dominación romana, y algunas, de fundación u ocupación fenicia.
- En los inicios y mediados del I milenio a.c., se podía alcanzar desde las minas de Huelva o bien a través de la desembocadura del Tinto-Odiel, o bien a través de la desembocadura del Guadiamar. De hecho en estos contornos se ha encontrado uno de los mayores enclaves tartessicos, las ruinas de Tejada la Vieja.

-TARTESSOS ESTABA EN EL PARQUE NACIONAL DE DOÑANA.
Esta es una hipótesis que agrada a muchos aficionados al tema, bien por la belleza romántica de un lugar prácticamente virgen, bien por la esperanza de encontrar una especie de El Dorado entre los pinares del Coto.

Puntos a favor:
-Decenas de miles de hectáreas donde la prospección arqueológica y la actividad humana han sido muy livianas.
-Algunos restos como la calzada de la Algaida y algunas referencias en fuentes tardías de que en las inmediaciones a la orilla oriental de la desembocadura del Guadalquivir pudiese haber algunos enclaves turdetano-tartesios.

Puntos en contra:
- La juventud del litoral oriental onubense. La punta de Malandar se cierra al mar ya en tiempos históricos, el arroyo de la rocina era en tiempos tartessicos una ría salada, el Guadiamar desembocaba en el mar a la altura de Aznalcollar, la marisma de Doñana era mar abierto, y la marisma de Hinojos un enclave marismatico de escasa profundidad.
- La falta de relieves apreciables en toda la zona. De haber existido una ciudad en un asentamiento que 25 siglos atrás era mucho mas húmedo y cenagosos lo lógico es que estuviese asentado en alguna loma o cabezo, pero toda esta zona precisamente destaca por su bajo perfil orográfico, cosa lógica en terrenos jóvenes producto de la deposición fluvial y el avance dunar.

- EL GUADALQUIVIR Y EL GUADALETE ESTUVIERON CONECTADOS EN LA ANTIGÜEDAD.
Esta teoría la defienden todos aquellos que se afanan por ubicar la isla de Cartare donde, supuestamente, se asentaría Tartessos. Nada más fácil que unir los cursos del Guadalete y el Guadalquivir ya proximos a la desembocadura para que surja una isla en el delta.

Puntos a Favor:
- Estrabón menciona que los turdetanos utilizan los esteros en pleamar para adentrarse hasta las poblaciones ribereñas del Betis, y que existen canales artificiales entre ambos ríos.
- El lecho actual de ambos ríos está por debajo del nivel del mar a mediados del I milenio a.c.
- En el entorno de Mesas de Asta, y entre medio de ambos ríos, hay un complejo de lagunas y marismas que en los inviernos lluviosos deja poco terreno por cubrir.

Puntos en contra:
- No se han encontrado vestigios (y sería relativamente fácil encontrarlos) de canalizaciones suficientemente grandes como para dejar pasar barcazas.
- Todas las rutas propuestas para esos supuestos canales o esteros naturales son materiales del Terciario, y por tanto cientos de miles de años anterior a la época tartessica.

- TARTESSOS ES UNA CIVILIZACION IMPORTADA DEL MEDITERRANEO ORIENTAL.
La falta de literatura (o la imposibilidad de descifrarla) en los estados y culturas del Mediterráneo occidental, ha provocado un vacío historiográfico que ha llevado, quizás con demasiada frecuencia, a dar explicaciones orientalistas todos los procesos históricos de envergadura desarrollados en Europa Occidental. Como no podía ser menos, Tartessos también ha sufrido esa crisis de miedo a lo occidental.

Puntos a Favor:
- Los primeros indicios de elementos que se puedan definir como tartessicos o pretartessicos aparecen en la transición entre el segundo y el primer milenio a.c., una época de crisis general en el Mediterráneo (Hundimientos de hatti, Micenas, Invasiones de los Pueblos del Mar, expansión de la cultura de los campos de urnas, etc.), lo que pudo provocar grandes migraciones hacia la periferia.
- Los topónimos asociados en esta época al Bajo Guadalquivir -Tartessos y Tharsis- son mencionados en fuentes griegas y hebreas, y en su etimología podría caber un origen oriental.
- Aparentemente hay un lapso cultural entre la cultura argarica y tartessos que dificulta la posibilidad de una continuidad cultural.
- Entre los pueblos del mar hay una nación llamada "teresh" que podría ubicarse en Libia, y que algunos sugieren podría ser una variación fonética de Tharshisch.
- Numerosos asentamientos del interior del Valle del Guadalquivir tienen una posible etimología semita: Sevilla, Coria del Río, Lebrija...
- Hay mitos de la edad del bronce griego que insisten en viajar al occidente (Heracles, Perseo...) y restos arqueologicos que testimonian, si no la presencia de micénicos en España, sí de objetos micénicos.
- El nombre de Tartessos, el de su mas famoso rey (Argantonio), la relación excesivamente desprendida con Kolaios de Samos primero y con los focenses después, caben dentro de lo que podría ser normal entre el rey de una colonia y los habitantes de la metrópoli.

Puntos en contra:
- Los aspectos materiales de la cultura tartessica son originales. Guarda las similitudes lógicas con otras culturas de su misma época, pero no hay evidencias claras de colonización cultural, ni siquiera fenicia.
- Las denominaciones de Tartessos son siempre extranjeras, por lo que desconocemos su nombre en la propia lengua tartessica y su filiación lingüística.
- Si bien no hay una continuidad cultural con el bronce del levante si parece posible una vinculación al bronce atlántico (ruta del estaño, estelas de guerrero, etc.), especialmente del centro y sur de Portugal.
- La falta de testimonios escritos etruscos, iberos, celtas, punicos o libios, impiden tener más información de una cultura autóctona.
- La pobreza material del bronce final y la explosión suntuaria del periodo orientalizante casa más con una cultura autóctona que se sofistica con el comercio de metales que con el de una cultura importada.

Sociedad

La sociedad tartesica estaba basada en una monarquía autoritaria, donde la mayoría de la población se encontraba trabajando en minas, la ganadería o el campo. Las élites no tenían poder sobre estas gentes, pero sí sobre su trabajo. Las clases superiores se asentaban en un poder militar, como se puede observar en algunas necrópolis, donde los ajuares más ricos lo tienen tumbas con estelas con armas guerreras. La sociedad estaba dividida en varias clases sociales: príncipes, sacerdotes, comerciantes, hombres libres (campesinos, artesanos, comerciantes, marineros) y esclavos.

Los fenicios además de importar el arte y parte de su cultura trajeron su religión que fue asimilada por la cultura Tartessica. Claro ejemplo de ello es la Diosa Astarte, que como ya se a citado anteriormente tiene una curiosa coincidencia con el nombre dado a esta cultura, Tartessos. Las figuras de esta diosa son múltiples como la encontrada en Galva (Granada) donde la diosa se encuentra en un trono con efigies, y sobre las piernas de la diosa un gran recipiente, esta figura tiene su origen en Siria. El trono es el prototipo de las gemas finicias del museo de Beirut. Esta imagen se importa y aparece en el Tesoro de Carambolo donde aparece esta figura desnuda (VIII aC) en el pedestal de esta figura se encuentra la escritura mas antigua de occidente. En Castulo (Jaen) se encuentra otra imagen de esta diosa esta vez en un caldero de bronce donde hay imágenes de la diosa Astarte en el borde del caldero (VII aC) lo que demuestra la excelencia de la metalurgia, en esta piezaza diosa Astarte aparece con una flor de loto en la cabeza. Mas importantes son las tres figuras de la misma diosa en Barrueco (Salamanca), Castilfrio de la Sierra (Ávila) y Cádiz, donde aparece una figura femenina con varios pares de alas y con flores de loto y discos en el vientre como adorno. Importaron más dioses como Corno Bas, figura encontrada en estuches de oro en Cortijo de Evora donde algunas partes de sus cuerpos están representadas con hilos granulados.

También copio los ritos religiosos y de enterramiento como el de Almuñecar, primer hallazgo de este tipo de enterramiento en occidente, en este tipo de enterramiento se han encontrados en las tumbas platos y vasos muy posiblemente los usados en el banquete fúnebre.

Economía

La base fundamental de la economía de Tartessos era la agricultura, la ganadería y la pesca. Sin embargo, la riqueza por excelencia fueron los metales, especialmente el oro, la plata y el estaño. Cuando las minas del Sinaí cayeron en desuso, los fenicios buscaron metales en esta zona. Su principal fuente de riqueza era la plata para la acuñación de monedas. Se especializaron sobre todo en el cultivo de cereales, usando las técnicas importadas de los fenicios, sin olvidar las huertas y los frutales. La ganadería era muy importante, especialmente para consumo interno. El comercio fue la base de su economía y, a cambio de los metales, recibieron joyas y otros productos manufacturados. Este trueque fue muy importante, ya que facilitó el intercambio de aspectos culturales y religiosos. En este cuadro se resumen las características de la economía tartessica.

Agricultura -Base junto a la ganadería de la economía tartésica

-Cereales, leguminosas, hortalizas, frutales, vid y olivo.

Ganadería -Zona baja de las marismas grandes rebaños de toros y yeguas.

-Apicultura

-La pesca aunque en mayor grado los extranjeros que los indígenas.

Metalurgia -Oro y plata.

-La utilización del oro es paralela a la del cobre.

-El uso de la plata es una de las notas más sobresalientes.

-Encontramos vasijas de plata.

-Cobre y estaño proceden principalmente del área

Occidental.

-El estaño y oro se obtenían por lavado y decantación.

-Cobre y estaño debido a demanda oriental tienen mayor volumen.

-Los moldes solían ser de arenisca o del mismo bronce.

-Utilización de instrumentos (hachas, escoplos, cinceles).

-Hierro sustituye cobre en fabricación de armas (espadas, puñales, alarbadas).

-Cerro del Salomón plata y menos cobre.

Comercio -El comercio de metal riqueza más notable.

-Los fenicios comerciaban con metal en forma de lingotes (facilita transporte).

-Jarras de formas pirriforme (altas, elegantes, asa).

-Gadir (industria pesquera y de salazón).

-Focenses (cambio de metal y productos industriales por aceite e industria artística).

Arte en Tartessos

En el arte tartésico no debemos solo analizar un periodo cronológico sino que debemos estudiar el y los periodos anteriores: Bronce Medio en Andalucía. Hay una ausencia de restos de este periodo en los grandes yacimientos tartésicos de esos niveles. Se conoce mucho mejor la zona oriental y sudeste (Agar, Millares.

Entrando ya en la cultura tartésica hay dos periodos:

Periodo geométrico, que coincide con el bronce final y abarca desde el 1200 al 750 a.C.

Periodo orientalizante: la cultura tartésica se empapa de elementos orientales provenientes principalmente de los contactos fenicios y foceos. Coincide con la I Edad del Hierro y abarca desde el año 750-550 a.C.

La desaparición de la cultura tartésica no impide que muchos de los asentamientos que se formaron incluso en el periodo geométrico sigan estando habitados en el momento en el que surge la otra gran cultura en esta zona la cultura turdetana, que dentro de los pueblos ibéricos serán los que tienen una mayor carga de elementos orientales.

Periodo geométrico

En el ámbito de la arquitectura y los poblados la información es exigua al carecer de necrópolis. Lo que si se va a ver es el surgimiento de nuevos poblados que se escogen para ocupar lugares estratégicos (promontorios, alto de colinas), pero además sigue un criterio: proximidad a las fuentes económicas y a los puntos de salida de los recursos.

Otra característica será que son construcciones muy sencillas. En un primer momento no se conoce ningún amurallamiento. Surgirán en la cultura tartésica a finales del periodo geométrico (finales del VIII). No hay planificación urbana. Surgen de la aglomeración de pequeñas cabañas de planta circular, de cimientos realizados con piedra, paredes mediante tapial y cubiertas sencillas debido a la estructura simple de techura vegetal. El suelo es de tierra batida o apisonada. Hay dos tipos de poblados, unos muy pequeños dedicados exclusivamente a la actividad minero-metalúrgica (San Bartolomé de Almonte y Chiflón), y otros más grandes como el Cabezo de San Pedro.

Los elementos defensivos aparecerán en el siglo VIII, como es el caso de la muralla de Carmona y Escacena. Están constituidos por dos lienzos de piedra, escasamente labrados y con relleno de piedras y arena. El lienzo de la muralla exterior casi siempre en talud, y recibe como refuerzo pequeñas construcciones de muretes. A distancias regulares suelen existir bastiones, que en un primer momento son circulares y luego trapezoidales.

El aterrazamiento del Cabezo de San Pedro hecho a base de piedras, muy poco labradas, en forma de talud, y que tiene como soporte un pilar hecho a base de piedras dispuestas a soga y tizón, es otra de las grandes construcciones. Aterrazamiento Talud pilar Las llamadas estelas de los guerreros son otro de los elementos de este periodo. Son monumentos en piedra dura que llevan grabados en una de sus caras una serie de motivos iconográficos con información sobre la cultura material. Se manejan dos teorías: que son estelas funerarias o que son hitos en las rutas interiores del territorio. Suelen tener forma rectangular. Aparecen grabados en la parte superior y media, pero rara vez llegan a ser grabados hasta el final de la estela. Se agrupan en tres tipos en función de la iconografía presente. El más sencillo son aquellos que presentan como motivo central un escudo con una escotadura en V. Ese motivo suele estar flanqueado con grandes espadas y largos lazos. Un segundo tipo es el que además de lo anterior viene acompañado por otros elementos: carros, espejos, etc., que se disponen normalmente rodeando al escudo. Un tercer tipo es aquel que presenta una figura humana. Cuando esto sucede, la figura ocupa el lugar donde se sitúa el escudo. Junto a la figura humana se representan los mismos elementos anteriores, incluso algún elemento musical.

Cuando el escudo acompaña a la figura humana esta aparece con un casco con cuernos, igual a la figura de los guerreros de los grabados de los pueblos del mar. El escudo también se representa como elemento significativo de etnia o grupo social, el mismo lenguaje iconográfico que en el mundo micénico-egeo. El yacimiento de la ría de Huelva nos muestra las mismas espadas que las de las estelas (bronce final), se fabrican únicamente en bronce. El bronce se utilizará a mediados del periodo orientalizante.

El otro elemento a utilizar es la cerámica. La encontramos de dos tipos diferentes:

Formas abiertas:Suelen realizarse a mano y con torno lento de alfarero.Dos tipos de decoraciones:

Tosca: mediante ungulaciones (con la uña)

Bruñida: fundamentalmente en el exterior, aunque en algunas ocasiones en el interior. Suelen utilizarse mucho las formas geométricas, como por ejemplo la retícula bruñida. Normalmente son de color grisáceo o pardo. Las pastas son algo más depuradas que las utilizadas para las toscas que no tienen decoración bruñida.

Cerámicas con decoración pintada:

Fabricadas con torno lento. Las pastas son claras, de color anaranjado. La decoración se realiza mediante pintura aplicada sobre la superficie exterior. Son de formas cerradas. La pintura suele ser roja o anaranjada oscura y los motivos suelen ser geométricos. Empiezan a aparecer aproximadamente en el siglo IX a.C.:, y aparecen totalmente configuradas, sin ensayos propios. Este es otro de los elementos utilizados para entender que son imitaciones de otras cerámicas del mediterráneo, en concreto las geométricas griegas

Son todavía muy pocos los elementos de la cultura material conocidos para elevar la hipótesis de la sociedad tartésica de este periodo geométrico. Lo que si parece claro es que hay un cambio, una ruptura con el bronce medio. Lo que está claro es la llegada de elementos culturales nuevos, premediterráneos y que todavía están muy presentes elementos culturales propios que caracterizan esta cultura como autóctona. A partir del siglo VIII y con el asentamiento de las colonias fenicias en las costas andaluzas, esta cultura recibe un nuevo aporte, fenicio en un primer momento y griego después. (Fuentes literarias, hallazgos en Huelva de cerámica griega, etc.) Este periodo que llega hasta el siglo VI es el llamado periodo orientalizante. La gran diferencia es que, aunque llega hasta su perfección, pierde originalidad al copiar elementos orientales en todos los niveles.

Las excavaciones en las necrópolis tartesias nos permiten también obtener gran número de informaciones. Los anteriores poblados aumentan en tamaño y surgen nuevas zonas de hábitat, hay un notable auge demográfico. Se va a sustituir el tipo de vivienda. De las antiguas cabañas pasamos a las casas de planta rectangular. Este tipo de vivienda es un aporte fenicio. Aparece por primera vez un trazado urbanístico. En los poblados hay diferenciación de áreas destinadas a distintos fines. El tipo de material es el mismo: cimientos a base de piedra; paredes de adobe, techumbre vegetal; pero la diferencia es que las viviendas tienen en su interior paredes revestidas con pintura, y los suelos no son de tierra batida sino que están revestidos con material, en muchos casos, de tipo vegetal. Las antiguas murallas se refuerzan con nuevas construcciones, bien mediante bastiones trapezoidales, bien mediante contrafuertes. Se conocen por primera vez edificios catalogables como edificios públicos (p.ej. Cancho Roano, donde se encuentra un palacio-santuario con zonas destinadas al culto).

Cancho Ruano se encuentra en Badajoz, no en ningún núcleo de la cultura tartésica. Se viene fechando en el siglo VI a.C. no coincide con el inicio del periodo orientalizante sino con los momentos de mayor apogeo. El nivel de abandono se fecha en el siglo IV. a.C. Su planta es cuadrada, con 20 m de fondo y casi 21 m de anchura. Se levanta sobre una plataforma de piedras con paredes de adobe. La fachada principal se retranquea y, justo delante, el pavimento se realiza mediante mármol de color azul. Esta zona ha dado gran cantidad de materiales cerámicos, entrada al área de sacrificios y ofertas. Hay una crujía central, con dos muros de carga y un pilar que sustenta gran parte de la techumbre. Dicha crujía sería el espacio sagrado del edificio.

Entre los hallazgos más espectaculares se encuentran los dominados obeloi o asadores, unas finas varillas de hierro utilizadas en los ritos sagrados y que cuentan con un concepto pre-monetal. Los obeloi en el mundo griego se utilizaron antes que la moneda en los intercambios comerciales. Muchos de estos obeloi fueron depositados en los templos como ofrenda. Los obeloi estaban fabricados de hierro. También ha aparecido gran cantidad de cerámica griega. Es en este momento del siglo VI cuando llega la influencia focense a la zona onubense. Para la población indígena son considerados como objetos llamativos. El otro punto de información serán las necrópolis. Las necrópolis tartésicas solo se conocen para este periodo. Las primeras se fechan en el siglo VII a.C. Se caracterizan por un tipo de enterramiento sencillo: fosa excavada en la tierra, en cuyo interior se deposita una urna funeraria que recoge parte del ajuar funerario y las cenizas del individuo. Todo ello se cubre mediante un túmulo. Este tipo de enterramientos lo tenemos constatados en dos necrópolis Cruz del Negro y Alcantarilla.

Un segundo tipo lo tenemos constatado en Setecilla. Aquí se produce un cambio. A parte de tener tumbas exactamente iguales, es la primera vez que el foso es sustituido por una cámara funeraria, de planta rectangular o cuadrangular, y de mampostería. El sistema de cubrición es el mismo: túmulo. Se empieza a ver una diferenciación ajuares, unos ostetnosos con armas unos y con cerámicas y objetos sofisticados otros. Este tipo de tumba es de aportación fenicia. Las tumbas de cámara son muy normales en los enterrameintos fenicios. Serán precedentes de enterramientos en el mundo ibérico.

Un tercer tipo es el que tiene planta funeraria de mampostería rectangular o cuadrangular, pero sin cubrición de túmulo (elemento indígena). Lo único que se diferencia de las fenicias es que éstas están hechas con cantería en lugar de mampostería. Un ejemplo de éste es la necrópolis de La Joya, donde comienza a utilizarse el rito de inhumación en lugar del de cremación. Ello se debe al aporte fenicio.

Periodo orientalizante

CERAMICA

Cada vez se van haciendo más extrañas las producciones típicas del periodo anterior. Por un lado porque incorporan una nueva tecnología (torno rápido de alfarero frente a las hechas a mano o en torno lento) que permiten un mejor acabado y paredes más finas. Se incorporan repertorios decorativos; surgen los motivos figurativos: animalísticos, a menudo de tipo fantástico/oriental y florales de tipo oriental también. Nuevos acabados en las paredes exteriores, como el engobe (barro con óxido), que sustituyen a la típica decoración bruñida del principio anterior. También se produce una importación de cerámicas extranjeras fenicias y griegas. Al mismo tiempo se empiezan a producir imitaciones de esas cerámicas, no solo en cuanto acabado sino también en cuanto a las formas.

ORFEBRERIA

La orfebrería del bronce final de las zonas próximas al núcleo tartésico se caracterizan por repetir una misma forma, normalmente torques. Son elementos exclusivamente elaborados en oro. La diferencia de este tipo de joyería con la tartésica es muy evidente por varios motivos:

Los fenicios habían desarrollado una tecnología propia de su cultura, muy compleja: Utilizan repertorios decorativos muy amplios realizados mediante distintas técnicas, bien mediante la filigrana (finos hilos de metal), el granulado (pequeños granos metálicos), el repujado (la lamina metálica por la parte interior diseñando los motivos decorativos que se quieren mostrar por la otra cara), el troquelado (la decoración se realiza mediante un troquel y mediante presión se graba dicho motivo).

Se combinan todas ellas en una misma pieza. Comparativamente con la orfebrería anterior exclusivamente de oro, ahora lo característico son las aleaciones.

Es muy difícil distinguir las producciones que aparecen en la Península y las que son fruto de las importaciones fenicias. Se confunden tanto las imitaciones de orfebres indígenas, la producción de orfebres fenicios coloniales o la importación. Cuando estamos ante una producción colonial o indígena, en sus joyas a veces encontramos un cierto gusto autóctono. En este campo se va avanzando gracias a los análisis métalo gráficos

Entre las producciones artísticas más características están las que se encuentran en los tesoros del Carambolo y de la Aliseda. Destacan como elementos más repetitivos las placas articuladas, los brazaletes, un tipo de pendiente (las arracadas) que se caracterizan porque son pendientes de gran tamaño y con decoración que rodea un cuerpo liso, como un fleco decorativo. Otra forma típica son las diademas, que se caracterizan junto los anillos, ya que se acompañan de aditamentos de piedras preciosas o semipreciosas. Son diademas muy elaboradas. Combinan placas articuladas con decoración floral, con colgantes que sirven de adorno (simples esferas, flores de loto, etc.). En los anillos se usan esas piedras preciosas o semipreciosas, sobre todo en los anillos giratorios. Menos típicos son los collares con colgantes. Es el tipo de joyería más sencilla en el que combinan menor número de técnicas.

METAL

También en el trabajo del metal destaca esta cultura en la elaboración y decoración de los bocados de caballo, o en los elementos relacionados con la ganadería. Uno de los más conocidos es el famoso bronce con una figura femenina y que, a modo de ala, salen unos protomos a modo de ave (diosa Astarté fenicia, diosa de la fecundidad en el mundo oriental y diosa Tanit en el mundo púnico). El aporte orientalizante ha calado en toda la sociedad tartésica. Con las necrópolis podemos hacer una lectura social: los dominantes (con ajuares muy ricos); los soldados o militares (con espadas) y las clases bajas (ajuares pobres). También se puede ver una lectura social en los lugares de hábitat.

La epigrafía tartessica

Cuando se habla de escrituras peninsulares se hace una diferencia entre las llamadas escrituras coloniales: ya configuradas al llegar a la Península. Estas son: griega, fenicia, púnica y latina. Escrituras paleohispánicas o indígenas, que se utilizan exclusivamente en la península y que tienen su origen en la península. Podemos citar a la tartésica, meridional, ibérica, celtibérica. También podemos hablar de tipos intermedios de escrituras: lenguas mixtas: aquellas que utilizan un sistema de escritura importado para una lengua diferente:

Grecoibérica: letras griegas para escribir lengua ibérica.

Libiofenicia o neopúnica: caracteres púnicos en lengua indígena. La denominación libiofenicia se utilizó mucho en el siglo XIX para una escritura que se utiliza en la península Ibérica una vez destruida Cartago (s. II a.C.). Se utilizó en una serie de ciudades de la costa andaluza en las colonias fenicias. Solo aparece en algunas monedas: topónimos y personas.

EPIGRAFOS TARTESICOS

La mayoría de los hallazgos se encuentran en el Alentejo portugués y son más escasos en la zona de Extremadura, Sevilla y Córdoba. Más recientemente ha habido un hallazgo en la costa mediterráneo-levantina (Saladares). Las escrituras hispánicas tienen signos alfabéticos y silábicos. Son escrituras semisilábicas o semialfabéticas. El origen de esta escritura es bastante oscuro. Se tienen pocos documentos fechados en época anterior al siglo VIII/VII a.C. un segundo problema es que la documentación es muy repetitiva. La mayoría de los documentos epigráficos son:

a) Grafitos en cerámica con un número de signos muy escaso.

b) Inscripciones funerarias. También hay algunos obeloi (asadores), una tablilla de aprendizaje (un signario) y poco más, de ahí que la información sea muy escasa. En los grafitos solo hallamos marcas de alfarero y marcas de propiedad.

El área tartésica conoció la escritura. Tan sólo una sociedad avanzada de la vida urbana es capaz de crear una forma de expresión escrita lo que nos muestra lo avanzada política y socialmente que estaban los Tartessos.

En la escritura de los pueblos iberos la de Tartessos es la más antigua. De su fase primera sólo nos quedan grafitos en cerámica y estalas más modernas.

Cronológicamente las opiniones son muy dispares, Gómez Moreno la sitúa en el segundo milenio a. C. y la razón fundamental es que su silabismo no se encuentra en el sistema fenicio ni en sus derivados. El profesor Tovar ha señalado una fecha en torno al año 700 a. C. apuntando a que sea invención de un hombre genial que creo el sistema en la Bética. El profesor Maluquer en su catálogo de inscripciones ibéricas, concluye que son tardías y que empieza en el Sur entorno al siglo VI.

Sabemos que los tartesios conocían un sistema de escritura de carácter semisilábico, que conforme a la tradición arcaica del Mediterráneo se escribía de derecha a izquierda.

Las dificultades derivadas de la escritura misma y de la irregular distribución de la epigrafía conocida hacen que el proceso sea muy lento.

El problema de descrifar el lenguaje tartésico no es el poder leer el texto, sino el tener las bases, como un diccionario, para descifrar esa lengua. Para salvar esta segunda dificultad, Gómez Moreno aportó una referencia metodológica, que permite una aproximación al conocimiento de los conjuntos epigráficos.

Yacimientos

Tesoro de Carambolo

A poco más de un par de kilómetros de Sevilla, después de atravesar Triana y en los inicios del Aljarafe, unos pequeños cerros, a los que llaman carambolos, se elevan casi un centenar de metros sobre las aguas del Guadalquivir.

El profesor Juan de Mata Carriazo y Arroquia una de las máximas autoridades en la investigación tartessica describe el yacimiento como: "El tesoro está formado por 21 piezas de oro de 24 quilates, con un peso total de 2.950 gramos. Joyas profusamente decoradas, con un arte fastuoso, a la vez delicado y bárbaro, con muy notable unidad de estilo y un estado de conservación satisfactorio, salvo algunas violencias ocurridas en el momento del hallazgo".
Este valiosísimo tesoro muestra un exquisito trabajo de orfebrería se encuentra celosamente guardado en la caja fuerte de un banco. Diversas técnicas fueron empleadas en su ejecución: fundido a la cera perdida, laminado, troquelado y soldado. Algunos elementos, debido a las concavidades que presentan, tuvieron que llevar incrustaciones de turquesas, piedras semipreciosas o de origen vítreo.

Una de las joyas más destacadas, que presenta una decoración floral bastante distinta del resto del tesoro, consiste en una cadena doble con cierre decorado, de la que penden siete de los ocho sellos giratorios originales. Estos sellos, que en su origen podrían haber servido para marcar propiedades, sellar contratos, o acreditar un control administrativo, se clasifican como correspondientes a la época tartésica orientalizante y se cree que podían haber dejado de tener su función original como sellos y haberse convertido posteriormente en mera joya de adorno

Tesoro de Aliseda

Está constituido por numerosas piezas: objetos de oro, entre los que cabe destacar una diadema completa y parte de otra, brazaletes, un torque, un cinturón formado por diversas placas, dos arracadas o pendientes, piezas de collar, un cuenco, sellos giratorios, sortijas y anillos, además de otros elementos menores.

Entre las piezas de plata destacan: un braserillo y restos de recipientes; de bronce: un espejo; de piedra: un posible afilador, de vidrio: una vasija completa, y fragmentos cerámicos. La complejidad decorativa de los ejemplares de oro, las técnicas de filigrana y repujado, la existencia de detalles ornamentales figurados, convierten a este tesoro en el máximo exponente de la orfebrería oriental importada en el Mediterráneo occidental. La fecha de fabricación habría de fijarla hacia el 625 a. C. Se trata de uno de los conjuntos arqueológicos más representativos del período orientalizante peninsular y de la cultura tartésica, que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

Cancho Roano

La construcción original tartésica, data al menos del siglo VI adC, pero el edificio fue ampliada y modificada en siglos posteriores. Es el conjunto tartésico mejor conservado de la península Ibérica. Un yacimiento sin duda excepcional y único, tanto por su forma, su tamaño y su estado de conservación así como por los objetos encontrado

Desaparición

¿Cuáles son las causas que provocaron el declive de esta cultura? Están íntimamente relacionadas con el debilitamiento del comercio fenicio en las costas andaluzas, aproximadamente alrededor del 600 a. C. Se observa el abandono de muchas de las ciudades y necrópolis fenicias y si no se abandonan en su totalidad se reconvierten. Son razones de tipo político. Los fenicios estaban interesados en la explotación de las minas de metales que eran muy demandados por Oriente, en concreto por el imperio asirio. Esas relaciones comerciales entre las colonias del occidente y los fenicios se interrumpieron debido a la presión asiria y a la interrupción del comercio. Ello provoca un declive en una de las economías básicas de la cultura tartésica. Tartessos tiene dificultades para dar salida a esos metales. Este vacío se intenta solucionar planteando relaciones comerciales con los griegos. La gran profusión de cerámica griega en todos los yacimientos onubenses es estratos fechados entre el 580 y el 550 a. C. Confirman arqueológicamente este dato. Este establecimiento queda interrumpido por una nueva política que surge: los púnicos o cartagineses. Cartago intenta hacerse dueña del comercio. Su gran rival son los griegos. Impiden todo comercio por la zona del estrecho, la zona de salida del metal de las minas tartésicas. Al mismo tiempo, la estrategia política cartaginesa es diferente. Tiene unos intereses militares muy claros. Habrá un desplazamiento de establecimientos púnicos hacia la zona levantina (fundación de Cartagena o Cartago Nova), que poco a poco se extienden y conquistan Tartessos.

Conclusión

Como conclusión de la cultura tartessica decir que a pesar de los numerosos datos aportados y otros muchos que han sido obviados es mucho lo que falta por descubrir sobre una cultura que despertó el interés de numerosos arqueólogos, historiadores y filólogos que intentaron descubrir los distintos misterios sobre esta civilización, pero con el tiempo el interés por este tema ha ido disminuyendo, los estudiosos del tema siguen intentando dar luz sobre un cultura de la que muy poco se sabe a ciencia cierta sino que la mayoría de lo que se sabe son especulaciones. La mayor dificultad que se encuentran los estudiosos además de la falta de datos contrastados es que los pocos datos que hay son contradictorios por lo que cada especialista da su propia versión sobre el tema, quizás lo que se debería hacer seria la unificación de criterios para resolver las numerosas lagunas sobre la civilización tartessica como la escritura y la lengua, o la verdadera ubicación de Tarsis o mas aun si realmente existió una ciudad con este nombre o si tartessos fue un conjunto de pueblos con un mismo gobierno o la hegemonía de una ciudad sobre los demás pueblos de alrededor.

Bibliografía:

Libro “Los Tesoros perdidos del reino de Tartessos” de Jose Maria Blázquez. Biblioteca Cervantes Virtual

Paginas Web consultadas:

www.wikipedia.org

www.artehistoria.com

www.elrincondelvago.com

Imágenes de satélite de Google Earth

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Enviado por:Keke
Idioma: castellano
País: España

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