Sociología y Trabajo Social


Suicidio en la infancia y adolescencia


COMPONENTES

.

1º EDUCACIÓN ESPECIAL

GRUPO B

ÍNDICE

  • MOTIVOS POR LOS CUALES SE HA ELEGIDO ESTE TEMA.

  • INTRODUCCIÓN.

  • CONTEXTO HISTÓRICO O ANTECEDENTES.

  • TENDENCIAS ACTUALES.

  • DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DEL SUICIDIO.

  • SUICIDIO: DEFINICIÓN GLOBAL.

  • SUICIDIO EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA.

  • CLASIFICACIÓN DE LA CONDUCTA SUICIDA EN LA INFANCIA.

  • SEGÚN LA INTENCIONALIDAD.

  • SEGÚN EL RESULTADO.

  • DATOS EPIDEMIOLÓGICOS.

  • CONCEPTO DE MUERTE.

  • CONDUCTA SUICIDA: CLASIFICACIÓN.

  • IDEAS SUICIDAS.

  • TENTATIVAS DE SUICIDIO (PARASUICIDIO).

  • SUICIDIO CONSUMADO.

  • CLASIFICACIÓN DEL SUICIDIO SEGÚN LA FORMA.

  • ETIOLOGÍA.

  • ETIOLOGÍA DE LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES.

  • FACTORES FAMILIARES.

  • FACTORES SOCIALES.

  • FACTORES PERSONALES O PSICOLÓGICOS.

  • FACTORES RELIGIOSOS.

  • FACTORES ESCOLARES.

  • ETIOLOGÍA DE LA CONDUCTA SUICIDA EN LA INFANCIA.

  • FACTORES QUE INCREMENTAN EL RIESGO DE SUICIDIO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES.

  • IMPULSOS FINALES PARA REALIZAR LOS ACTOS SUICIDAS.

  • ENFOQUES DE INTERVENCIÓN.

  • MEDIDAS BIOLÓGICAS.

    MEDIDAS PSICOLÓGICAS.

    MEDIDAS EDUCATIVAS.

    PREVENCIÓN:

    PRIMARIA.

    SECUNDARIA.

    TERCIARIA.

  • CASOS PRÁCTICOS.

  • CASO PRÁCTICO Y REFLEXIÓN SOBRE EL MISMO.

  • CASO PRÁCTICO Y REFLEXIÓN SOBRE EL MISMO.

  • DOCUMENTO DE PRENSA: SUICIDIO COLECTIVO.

  • DOCUMENTO DE PRENSA: DEPRESIÓN EN LAS IDEAS SUICIDAS.

  • VALORACIÓN GLOBAL DEL TRABAJO.

  • REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

  • MOTIVOS POR LOS CUALES SE HA ELEGIDO ESTE TEMA.

  • El suicidio es un tema que nos interesa, porque es una de las causas importantes de muerte en muchísimos países.

    Además, pensamos que es un problema al que se le presta poca atención, puesto que hay pocos recursos destinados a prevenir las muertes por esta causa.

    Nosotras opinamos que debe haber un cambio de mentalidad en esta sociedad, ya que hay que acabar con las ideas equivocadas respecto al suicidio; entre ellas podemos señalar las siguientes:

    • La gente que comete suicidio siempre deja notas escritas.

    • Quien comete suicidio es un psicópata o enfermo mental.

    • Sólo los psiquiatras pueden prevenir el suicidio.

    • Los niños no cometen suicidio, especialmente por debajo de los quince años.

    • La gente que habla de suicidarse nunca se suicida.

    Nuestro objetivo en este trabajo consiste en informar a la gente que estas ideas no son ciertas, para que contribuya también a la prevención del suicidio, tanto en niños como en adolescentes; hay que acudir en auxilio de aquel que desesperadamente pide ayuda.

    2. INTRODUCCIÓN

  • CONTEXTO HISTÓRICO O ANTECEDENTES.

  • Los suicidios son un fenómeno universal que ha estado presente en todas las épocas y culturas. Pero las actitudes de la sociedad frente a estos actos han sido controvertidas, ya que están condicionadas por las distintas valoraciones que se dan a nivel religioso, filosófico, intelectual o popular. Por ello, el suicidio ha sido un acto enaltecido o banalizado, ha sido muestra de valor y libertad o de cobardía y debilidad.

    En Oriente el suicidio es visto como un acto indiferente o elogiable, ya que la muerte sólo era un cambio de forma de existencia.

    En Europa los celtas escogían el suicidio para poner fin a sus vidas, ya que se glorificaba a los que se daban muerte voluntariamente.

    Los romanos, bajo la influencia del estoicismo (esencialmente es una filosofía de la libertad, o más bien, de la liberación), admitían muchas razones legítimas para su práctica.

    Sin embargo, desde el punto de vista filosófico, podemos señalar a un gran filósofo, San Agustín de Hipona, que consideraba el suicidio como un acto pecaminoso. El cristianismo aceptó, en los primeros siglos, que el suicidio era admisible en algunas circunstancias, pero esta opinión se fue modificando hasta asumir una actitud intransigente

  • TENDENCIAS ACTUALES.

  • Las tasas oficiales de muerte por suicidio varían de forma importante de unos países a otros. Las tasas mayores de suicidio corresponden a personas de más edad y a las de sexo masculino. Sin embargo, en los últimos veinte años están aumentando las muertes provocadas entre los jóvenes e incluso adolescentes.

    El suicidio existe desde que existe el hombre, teniendo en cada época y en cada sociedad significados bien distintos.

    En la actualidad podemos plantear dos posturas bien diferenciadas en torno al suicidio. Por un lado la que presenta el suicidio como una alternativa sensata a una vida en circunstancias intolerables; por otro, la concepción de la intensificación de la vida que afirma que las personas sucumben ante lo que consideran una coerción poderosa de su entorno para dejar de vivir.

    La complejidad de la conducta suicida y el afán por encontrar una explicación satisfactoria ha originado una diversidad de teorías, unas más centradas en los factores sociales causantes del suicidio, y otras en determinadas características personales y motivacionales, que, de alguna manera, puedan predecir los actos suicidas.

    En España el suicidio no es un fenómeno frecuente; sin embargo constituye actualmente un problema importante de salud pública que demanda una mayor atención, sobre todo en el campo de la prevención.

    El suicidio ha llegado a convertirse en la segunda causa de muerte entre el grupo que abarca de los quince a los veinticuatro años de edad.

    La valoración del suicidio a lo largo de la historia ha ido variando; ha dependido de aspectos culturales (tradiciones, creencias religiosas y políticas), y sociales (familia, estructuras económicas, etc.). No obstante, en la actualidad las actitudes hacia el suicidio son dispares y contradictorias. El suicidio es un tema abstracto que se filosofa, piensa y comenta, pero nunca una posibilidad de actuar en una situación concreta y con una persona específica. La amenaza del suicidio se personaliza, pasa de ser una abstracción a ser un tabú. Se niega la posibilidad de que pueda ocurrir y se oculta la verdad si ha ocurrido. Esta situación de oscurantismo que rodea las muertes autoprovocadas hace difícil la detección precoz, la prevención y el tratamiento del suicidio.

    3. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DEL SUICIDIO.

    3.1 SUICIDIO: DEFINICIÓN GLOBAL.

    En primer lugar, señalaremos la procedencia u origen del término suicidio. La palabra está formada por el pronombre latino sui y la terminación del término homicidio. Lo que distingue el suicidio del homicidio es que en el suicidio la muerte es el resultado de un acto voluntario; en el caso del homicidio el acto recae sobre el propio actor.

    En 1868 la Organización Mundial de la Salud (OMS), al no haber un acuerdo general sobre el significado de las palabras suicidio y tentativa de suicidio, empleó la expresión acto suicida para referirse a “todo hecho por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, cualquiera que sea el grado de intención letal y de conocimiento del verdadero móvil”.

  • SUICIDIO EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA.

  • C. R. Pfeffer (1886) da una definición en el ámbito de la infancia y la adolescencia; piensa que la conducta suicida puede ser definida como cualquier conducta autodestructiva que comporte el pensamiento consciente de causarse la muerte.

    Desde 1980 se ha objetivado que el suicidio es un fenómeno infrecuente en los niños menores de doce años, pero no son tan inusuales las amenazas de muerte, ideas o tentativas de suicidio, aunque todos estos aspectos se agravan a partir de la pubertad.

    Los suicidios y los intentos de suicidio son un permanente problema médico y social en todos los países. Los niños y los adolescentes que atentan contra su vida llegando a causarse la muerte alarman a la sociedad. Cada suicidio es una catástrofe.

  • CLASIFICACIÓN DE LA CONDUCTA SUICIDA EN LA INFANCIA.

  • SEGÚN LA INTENCIONALIDAD.

  • INTENCIÓN DE MORIR el niño suele verbalizar su deseo de morir; aparece en niños muy culpabilizados y con tendencias al autocastigo muy marcadas.

    CON BENEFICIOS SECUNDARIOS el niño la realiza para obtener algunos cambios en el entorno o para conseguir algo.

    CONDUCTAS DE RIESGO presentes en aquellos niños que se sienten “vivos” realizando acciones con un alto grado de peligrosidad para sus vidas y que suelen acabar en “accidentes”.

    SUICIDIOS CATÁRTICOS conductas que permiten poner fin a un estado de desazón interno o es una respuesta a una frustración que no se tolera. También se asemeja al suicidio impulsivo.

    SUICIDIO POR IMITACIÓN conductas de reproducción en las que el niño no prevé que si se realiza morirá. Normalmente obedece al deseo de recuperar algo perdido.

    3.2.1.2. SEGÚN EL RESULTADO.

    CONSUMADO la conducta lleva a la muerte

    FRUSTRADO no se ha producido la muerte, pero el sujeto quería morir.

    TENTATIVA DE SUICIDIO no se produce la muerte, pero el sujeto no quería realmente morir. Suele responder a un momento de impulsividad, a conductas de imitación, al deseo de castigar a alguien o a un chantaje para obtener algo.

    EQUIVALENTES SUICIDAS conductas potencialmente letales donde no existe un deseo de morir. Se suelen contabilizar como accidentes. Es importante el diagnóstico diferencial entre accidente y acto suicida, aunque es muy difícil, sobre todo en la infancia. En muchos caso depende exclusivamente de que el niño manifieste la intención de autolesionarse, aspecto éste que es muy complejo, porque el niño suele estar confuso, asustado, y los padres tienden a silenciar y desdramatizar el “accidente”.

  • DATOS EPIDEMIOLÓGICOS.

  • Los suicidios han sido estudiados desde el punto de vista estadístico, y sólo se han contabilizado los que han terminado en muerte.

    Año

    Nº suicidios población general.

    Nº tentativas población general

    No consta

    Nº suicidios infantiles

    Porcentaje suicidios infantiles respecto población general

    1994

    2028

    188

    128

    1

    0,049%

    1993

    2083

    199

    130

    2

    0,096%

    1992

    2070

    190

    112

    3

    0,12%

    1991

    2243

    224

    132

    4

    0,15%

    1990

    2012

    185

    102

    7

    0,3%

    Comentario a la gráfica.

    -1994: el único que hay era de un varón

    -1993: dos suicidios, los dos varones.

    -1992: 3 suicidios: dos de chicos y uno de chica.

    -1991: 4 suicidios, todos varones.

    -1990: 7 suicidios: 5 muchachos, 2 muchachas.

    Ello nos conduce a pensar que son los niños los más impulsivos y menos conscientes de la totalidad de su conducta, al igual que ocurre en la población general.

    Por métodos:

    -1994: el único varón se suicidó por asfixia;

    -1993: los dos chicos se suicidaron igualmente por asfixia.

    -1992: los dos varones utilizaron la asfixia; la chica se envenenó.

    -1991: un chico se suicidó con arma de fuego, otro por sumersión, otro por asfixia y el último precipitándose desde las alturas.

    -1990: 4 varones y una hembra se asfixiaron; y otro chico y una chica se precipitaron desde las alturas.

    Los métodos nos indican la seriedad de estas conductas. Las estadísticas del suicidio se consideran poco válidas por los siguientes motivos:

    -no tienen claro qué se conceptualiza y diagnostica como conducta suicida, sobretodo referida a la infancia y a la adolescencia.

    -hay pocos instrumentos válidos y fiables, y aparecen resistencias en los mismos profesionales a enfrentarse al tema.

    -se considera el suicidio como algo administrativo y jurídico y no como una conducta psicopatológica donde confluyen múltiples dimensiones y factores.

    -sentimiento de culpabilidad y vergüenza por parte de familiares y adultos de los que dependía el niño, quienes además de elaborar el duelo, tendrán que asumir la <<responsabilidad>> en la realización-inducción a la conducta suicida.

  • CONCEPTO DE MUERTE.

  • Hasta los cinco años el niño vive la muerte como una separación de algo que él quiere o como un hecho temporal: duerme, está de viaje...

    De los cinco a los nueve años podemos hipotetizar la existencia de un concepto de muerte real y otro fantaseado: el primero supone la conciencia de la separación definitiva de algo querido y produce cierto temor; el segundo sería la continuación de un concepto de muerte reversible y temporal. Así pues, hasta los nueve años ni la muerte ni el suicidio suponen un final definitivo. El muerto para el niño es alguien que no está, pero volverá, y, al ver que no regresa, puede despertar en el pequeño deseos de un reencuentro. Puede que no sea sólo el deseo de recuperar lo que se ha ido, sino el deseo de retener, castigar a los que le hacen daño...

    Para el suicida la angustia ante la muerte no existe, ya que ésta supone la liberación de lo que se está interponiendo en su felicidad, en su deseo; en algunos casos es una forma de escapar y conlleva el sentido y el deseo de una vida nueva, mejor que la presente.

    En lo que se refiere al suicidio consumado, es infrecuente antes de los doce años, pero existe. El suicidio en los niños menores de catorce años es poco conocido epidemiológicamente.

    El suicidio en la infancia y en la adolescencia puede ser un problema a nivel escolar provocado por el tema del fracaso académico.

    En cuanto al suicidio consumado, los varones se suelen suicidar más que las mujeres. Los hombres utilizan métodos violentos tales como armas blancas, ahorcamiento, armas de fuego, etc. Las mujeres prefieren métodos menos duros como la intoxicación por sustancias o el envenenamiento por gas.

    Numerosos investigadores señalan que entre las mujeres de cierta edad los actos suicidas son más impulsivos que reflexivos, y en algunas ocasiones tienen una intención chantajista.

  • CONDUCTA SUICIDA: CLASIFICACIÓN.

  • La conducta suicida sería el resultado de la interacción dinámica entre la personalidad del paciente, su estado afectivo y las circunstancias sociales. Podemos señalar la siguiente clasificación de la conducta suicida:

    3.3.1. IDEAS SUICIDAS: se refiere comúnmente a cogniciones que pueden variar desde pensamientos fugaces de que la vida no vale la pena vivirse, pasando por planes muy explícitos y bien meditados para matarse, hasta una intensa preocupación con imaginaciones autodestructivas.

    3.3.2 PARASUICIDIO O TENTATIVA DE SUICIDIO: el término parasuicidio ha sido utilizado para definir conductas que pueden variar desde lo que algunas veces se llama gestos suicidas o intentos manipulativos, hasta intentos serios pero con resultados no totales, que pretenden causar o realmente causan daño a sí mismo o que, sin la intervención de otros habría sido así; o bien, ingerir una sustancia en exceso de la dosis generalmente reconocida o prescrita a nivel terapéutico.

    3.3.3. SUCIDIO CONSUMADO: hace referencia comúnmente a cualquier muerte que sea el resultado directo o indirecto de un acto positivo o negativo llevado a cabo por la víctima, en el cual él o ella sabe o cree que producirá este resultado. Esta definición implica, por supuesto, primero, que el término suicidio se aplicaría sólo en caso de muerte; segundo, aceptar un riesgo que conduce a la muerte: si la secuencia causal indirecta puede ser especificada y fue intencionada, es suicidio; tercero, la conducta autodestructiva a veces se refiere como “erosión “ suicida, tal como las huelgas de hambre o el rechazo a tomar una medicación vital; si la muerte es el resultado final, debería ser considerada también suicida.

    Como comentario, podemos decir que los intentos de suicidio son más frecuentes entre las niñas.

    En la edad infantil es difícil decidir si es una cuestión de demostración o un intento serio de suicidio. A veces, el riesgo del suicida es, simplemente, un juicio equivocado.

    Los niños y adolescentes después de un intento de suicidio nos señalan que ellos no sabían realmente si querían matarse o no.

    Las ideas asociadas en torno a la muerte sólo se formarían a partir de los siete u ocho años, aunque en esta edad todavía son vagas.

    En cuanto al suicidio consumado, es infrecuente antes de los doce años, pero existe. Una de las razones para explicar las bajas tasas de suicidios en estas edades es la aceptación de que el niño no vive la muerte como un fin, por ello no puede plantearse el suicidio.

    El suicidio en los niños menores de catorce años es poco conocido epidemiológicamente.

    El suicidio en la infancia y adolescencia puede ser un problema a nivel escolar por el tema del fracaso académico.

    En cuanto al suicidio consumado, los varones se suelen suicidar más que las mujeres. Los hombres utilizan métodos violentos tales como armas de fuego, ahorcamiento, armas blancas, etc. Las mujeres prefieren métodos menos duros como la intoxicación por sustancia y el envenenamiento por gas.

    Numerosos investigadores señalan que entre las mujeres de cierta edad los actos suicidas son más impulsivos que reflexivos y, en algunas ocasiones tienen una intención chantajista.


    3.4 CLASIFICACIÓN DEL SUICIDIO SEGÚN LA FORMA.

    SUICIDIO CONSUMADO:

    • Según la estructura:

    + actos suicidas activos.

    + actos suicidas pasivos.

    + equivalentes suicidas.

    • Según el acto en sí:

    +actos suicidas reflexivos.

    +actos suicidas impulsivos ( en cortocircuito ).

    +actos suicidas con bajo nivel de conciencia.

    • Según el número:

    +acto suicida individual.

    +acto suicida doble.

    +acto suicida inducido o ampliado.

    +acto suicida colectivo.

  • ETIOLOGÍA.

  • 4.1. ETIOLOGÍA DE LA CONDUCTA SUICIDA EN ADOLESCENTES.

    4.1.1. FACTORES FAMILIARES familias rotas, niños que provienen de matrimonios rotos o divorcios, así como la muerte de uno de los padres; niños con padres que los maltratan con actitudes dictatoriales o con un comportamiento “superliberal”. Trastornos psiquiátricos en la familia; la mayoría de las madres con adolescentes suicidas tenían trastornos psiquiátricos y ellas mismas manifestaban ideas suicidas. La mala comunicación, conflictos con los padres, falta de amor, afecto y apoyo adecuado.

    4.1.2. FACTORES SOCIALES humillación; consumo de alcohol. El consumo de alcohol provoca una situación problemática en el sujeto, que tiende a ignorar sus roles y funciones dentro del ámbito familiar, ocupacional y social, y, por tanto son rechazadas por su familia y la sociedad. Esto les provoca sentimientos de minusvalía y frustración.

    Otros factores sociales:

    + consumo de sustancias nocivas.

    + tasa de desempleo en adolescentes.

    + abusos físicos o sexuales; embarazos no deseados; abortos provocados.

    + enfermedad física por accidentes previos.

    4.1.3. FACTORES PERSONALES O PSICOLÓGICOS.

    + Desesperanza deseo de escapar de algo que uno considera que es un problema insoluble y no tiene esperanza de que el alivio del mismo sea posible en el futuro. Parte de los elementos negativos hasta que lleva a un sentimiento general de desesperación y de falta de intención de vivir.

    + Ansiedad.

    +Depresión caracterizada por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefensión y desesperanza profundas. A diferencia de la tristeza normal, la depresión patológica es una tristeza sin razón aparente que la justifique, y, además grave y persistente.

    +Problemas amorosos abandono por parte de la otra persona.

    +Autoestima baja infravaloración de uno mismo, es decir, el individuo se siente inferior en cuanto a habilidades en comparación a los demás, y mantiene una actitud bastante indiferente ante la vida.

    +Concepto de muerte como algo temporal y agradable o también reversible.

    +Agresividad el niño percibe el mundo exterior como peligroso y amenazante, lo que le genera mayores agresividad y culpabilidad, por tanto aumenta la angustia persecutoria. Estas conductas agresivas incluyen tentativas de suicidio, accidentes, etc.

    +Estrés el niño en situaciones estresantes a las que no encuentra salida opta por el suicidio como única vía de escape. Entre adolescentes y jóvenes los estresores más comunes son los referentes a conflictos interpersonales, separaciones y fenómenos de rechazo.

    +Impulsividad en relación a la conducta suicida se ha conceptualizado como un rasgo característico de la personalidad al igual que la ausencia de planificación.

    +Imitación el niño ha tenido algún contacto directo con un suicidio (ya sea en su propia familia o un personaje admirado).

    4.1.4. FACTORES RELIGIOSOS.

    La influencia de un ídolo religioso, sobre todo en las sectas, induce al suicidio colectivo o individual. En el caso de los niños, los padres los inducen, la mayoría de las veces, a que se integren en una secta. Muchos adolescentes, debido al grado de sus problemas personales o contextuales, se sienten vulnerables y buscan el apoyo de estos grupos, que les pueden inducir al suicidio.

    4.1.5. FACTORES DE ESCOLARIDAD.

    El problema académico asociado al suicidio, se refiere a la presión académica y a la insatisfacción con el rendimiento alcanzado.

    4.2. ETIOLOGÍA DE LA CONDUCTA SUICIDA EN LA INFANCIA.

    4.2.1. LA CONDUCTA SUICIDA EN LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DE LA INFANCIA.

    El primer año de vida. El suicidio como falta de relación objetal y seguridad afectiva.

    Durante este primer año el recién nacido va a pasar de un estado de indiferenciación a reconocer e investir su primer objeto de amor. Toda la conducta del bebé se encamina a reducir la tensión y percibe a la madre como formando parte de sí mismo (narcisismo primario).

    La actitud afectiva de la madre (consciente e inconsciente) va a servir de orientación al bebé para que vaya diferenciando el mundo exterior-interior, se establezca la memoria, el pensamiento consciente y el principio de realidad; aparecen los mecanismos de defensa y va a pasar de la pasividad a la actividad dirigida, siendo la relación con la madre, el prototipo de la relación social posterior. Por tanto, la base de la seguridad del niño está en la actitud y en la relación que establecen madre-hijo. Si ésta es satisfactoria para ambos, no existirán desórdenes en el desarrollo psicológico del niño; por el contrario, si estas relaciones son impropias o insuficientes producirán trastornos ( vómitos, diarreas, enfermedades respiratorias; el desarrollo se estanca, retraso del desarrollo psicomotor...).

    En el niño pequeño (del año a cinco años).

    Según Bowlby (1985, 1993) el niño a partir de los 16 meses puede elaborar un duelo como consecuencia de la pérdida del objeto de apego (la madre) y que ante esta situación la reacción es:

    --protesta e intento de recuperar a la madre como sea; es la respuesta a la angustia de la separación.

    --desesperanza porque el objeto no vuelve, aunque sigue la espera: hay dolor y aflicción por la pérdida.

    --se pierde el interés por la madre y nacer el desapego emocional como defensa para enfrentarse a la ansiedad y el dolor.

  • FACTORES QUE INCREMENTAN EL RIESGO DE SUICIDIO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES.

  • + amenazas directas o indirectas: notas o cartas con amenazas suicidas o también cartas de despedida que son dejadas por ahí.

    + el incremento de frecuentes intentos suicidas y suicidios en la familia o anteriores intentos suicidas en el niño y adolescente.

    + las ideas concretas de cómo llevar a cabo el suicidio.

    + períodos de mutismo negativista como “quietud después de la tormenta”, pueden indicar un período de preparación de un acto suicida. Éstos suelen ser interpretados de forma equivocada por los padres como gestos reconciliadores después de un período de conflicto.

  • IMPULSOS FINALES PARA REALIZAR LOS ACTOS SUICIDAS.

  • + después de la muerte de una persona muy querida a la que se encuentre estrechamente unido hay un fuerte deseo para la reunificación. Estos niños actúan de acuerdo al lema: “querida mamá voy hacia ti”. Los actos suicidas se incrementan en los aniversarios de muerte y cumpleaños de la persona querida y deseada. El deseo de morir está compensado por el deseo de vivir, de ser salvado y reunirse con la persona amada.

    + un intento de suicidio es realizado para corregir la realidad. Su lema es: “ayudadme, estoy solo y soy infeliz”.

    +los actos suicidas son dirigidos agresivamente hacia fuera para ofender y atacar a una persona odiada y algunas veces todavía querida. Su lema es: “esto es lo que obtienes de mí matándome”.

    +los actos suicidas son algunas veces realizados para prevenir el miedo a la pérdida del objeto amado. Su lema es: “si me dejas, tú me matarás”.

  • ENFOQUES DE INTERVENCIÓN.

  • En primer lugar, cabe señalar que no todos los casos suicidas pueden ser tratados con un único tratamiento biológico, psicológico o social, es decir, no puede generalizarse. Las crisis suicidas pueden y deben ser asistidas. Debe comprenderse el acto y el lenguaje que emplean para manifestar sufrimiento o insatisfacción, ya sea causada por motivo biológicos, psicológicos y sociales, y, así poder prevenir la mortalidad suicida a través de unos factores que condicionan este acto y mejoran la intervención terapéutica.

    Medidas biológicas.

    Las medidas biológicas se aplican cuando hay un diagnóstico psiquiátrico severo o si los síntomas psicopatológicos presentes en la evaluación de la crisis suicida lo requiere.

    Es aconsejable que los familiares se responsabilicen del control y adquisición de los psicofármacos. Si persiste el riesgo suicida estará indicado el ingreso en un centro psiquiátrico hasta que se aprecie una mejoría en la psicopatología del sujeto o haya cedido la idea suicida.

    La asistencia a las personas suicidas requiere, por tanto, un trabajo en equipo de médico, psiquiatra, A.T.S., psicólogo y asistente social.

    Medidas psicológicas.

    En este tipo de medidas es el psicólogo el que interacciona con el sujeto que presenta esta conducta, mediante una serie de preguntas indirectas con la intención de que el sujeto reconozca, admita y afronte su problema.

    El psicólogo se verá apoyado por los familiares del sujeto y de su entorno.

    Medidas educativas.

    Una de la áreas de intervención será el desarrollo de programas de prevención del suicidio en las escuelas. El personal de la escuela es el que debe encargarse de cuándo un niño puede estar en crisis, en virtud de su contacto diario con el mismo, posibilitando la identificación de las posibles fuentes de estrés existentes. Los maestros deberán intentar estar al tanto de que los niños se enfrentan a difíciles situaciones familiares.

    Son programas que aspiran a prever el suicidio de los adolescentes. Dichos maestros deben de estar preparados para afrontar tales situaciones.

    Prevención.

    El tema de la prevención de conductas suicidas en la adolescencia entraña un nivel de dificultad tan elevado como la

    determinación misma del conjunto de factores que están implicados en dichas conductas.

    A pesar de que no existe un acuerdo generalizado sobre las funciones de cada uno de los niveles de prevención, se suele admitir comúnmente la división en tres tipos fundamentales: prevención primaria, secundaria y terciaria.

    • Hablamos de prevención primaria en suicidiología cuando nos referimos a la intervención previa a la aparición de la intención suicida misma. Algunas de las tareas que adquirirán gran relevancia en este nivel, serán las de realizar una adecuada educación para la salud y la detección de grupos de alto riesgo a los que deberán dirigirse fundamentalmente los esfuerzos en materia de prevención. La prevención primaria no debe ser entendida únicamente como la prevención de la tentativa de suicidio, sino que debe prevenir también la ideación misma.

    • La prevención secundaria vendría a centrarse en el paciente que ya ha cometido un acto suicida o está a punto de hacerlo (intervención en crisis). Las tareas prioritarias de este segundo nivel serían las de atender al paciente hasta garantizar la ausencia de peligro vital, o bien, la detección de aquellas personas que se encuentran en la antesala de la tentativa suicida, habiendo dado ya serios avisos y muestras de la intención que se está madurando. Otra tarea extraordinariamente importante es la de proporcionar un adecuado apoyo y seguimiento ante el riesgo de repetición implícito en cada suicida.

    • Por último, la prevención terciaria, se centra en el objetivo de aminorar los efectos del acto suicida fallido respecto a la calidad de vida y al bienestar subjetivo posterior. Implica prevenir o revestir las secuelas de la enfermedad, en otras palabras, la incapacidad. La prevención terciaria engloba todos aquellos modelos terapéuticos que facilitan una visión intersubjetiva más adecuada con la realidad, es decir, las psicoterapias y los programas de modificación de las relaciones sociales.

    6. CASOS PRÁCTICOS.

    6.1 CASO PRÁCTICO I

    Se trata de un joven de 19 años cuyos padres se habían separado recientemente como preludio a su divorcio. El muchacho se volvió, como consecuencia de esto, malhumorado y deprimido.

    Una tarde se encerró en su cuarto con un rifle 22 y amenazó con matarse. Un psicólogo logró hablar con el joven a través de la puerta cerrada y pensó que había establecido una relación: lo citó para que fuera a verle a su consultorio al día siguiente. Al no presentarse el paciente, el psicólogo llamó a su casa y se enteró que el muchacho seguía encerrado en su cuarto con el arma. De acuerdo con el psicólogo, este joven no había dado antes señales de conductas destructivas; progresaba normalmente en la escuela y no mostraba en su razonamiento ningún trastorno esquizofrénico.

    En este caso se puede observar que el factor o causa desencadenante del intento de suicidio fue el familiar, concretamente la separación de sus padres, separación que anticipaba el divorcio. Por tanto, el psicólogo trató de obtener la cooperación del padre, de la madre, de otros miembros de la familia, de los amigos, de un sacerdote, en realidad de todas las personas que pudieran ejercer alguna influencia sobre el joven. El objeto inmediato era persuadir al muchacho de que entregara el rifle y ponerlo fuera de su alcance. Después de esto, habría que intentar reanudar una relación terapéutica para que aceptara la situación y desapareciera la idea o tentativa del suicidio. Cabe señalar que este caso es una tentativa de suicidio y no un suicidio consumado.

  • CASO PRÁCTICO II

  • En Menorca el sistema más frecuente de explotación agraria es el de la aparcería según una modalidad peculiar por las que se establece un contrato entre el propietario del predio y el campesino (junto con su familia). El payés (denominado amo) puede contratar a jornaleros(missatges) que le ayuden en las faenas del campo; estos últimos contratos pueden hacerse por períodos, uno de los cuales es el “Sant Miquel a Nadal”(octubre a diciembre); cuando en un lloc (predio) ha de haber un cambio de amo, éste suele tener lugar a mediados de agosto. Pues bien, por estas fechas una pareja joven, recién casada, entra en un lloc muy cercano a una de las poblaciones de la isla, y a primeros de octubre comienza a trabajar asimismo en él un chico de 19 años contratado como missatge (jornalero). Al cabo de unos pocos días el muchacho trata de llamar la atención de madona, por la cual siente creciente atracción, sin que ella le corresponda ni tan siquiera se dé cuenta de lo que sucede. No ha transcurrido un mes y, aprovechando que el amo está faenando lejos de casa el muchacho se dirige a ella y se enfrenta con la mujer. En un primer momento intenta seducirla y llevarla a la cama, pero al ver que ella se niega en redondo, pretende forzarla; tiene lugar una pelea con agresión física pero, repentinamente, y sin haber llegado más allá de unos cuantos arañazos recíprocos, el muchacho la suelta y escapa corriendo. A la caída de la tarde regresa el marido, pero el mozo no se presenta: ambos llegan a la conclusión de que el miedo a las consecuencias de su acto le ha inducido a refugiarse en casa de sus padres. Dos días más tarde es hallado, ahorcado en una encina en los terrenos de la propia finca.

    Creemos que los factores que llevaron a este chico a suicidarse pueden ser los siguiente:

    --desengaño amoroso: ante la negativa de la mujer, la humillación de ser rechazado.

    --consecuencias de su acto: el temor a las represalias del marido y de la propia mujer; la pérdida de su trabajo; el miedo a la justicia...

    En conclusión, podemos decir que dentro de la conducta suicida este sería un suicidio consumado individual.

    ESPELUZNANTE CARTA-TESTAMENTO CONTRA LA DROGA DE UNO DE LOS JÓVENES SUICIDAS DE LISBOA

    Se llamaban Alice, Ricardo y Paule, tenían dieciséis, veintiuno y diecinueve años, respectivamente, y pusieron fin a sus vidas, en lisboa arrojándose al vacío, cogidos de la mano, desde un viaducto de una altura equivalente a un edificio de siete pisos, en la noche del pasado sábado.Eran toxicómanos y Ricardo dejó un dramático llamamiento contra la droga con el deseo de que sea difundido para evitar dramas como el suyo.

    A media tarde, los tres jóvenes se sentaron a la mesa de un café en la localidad de Serra de Minas, próxima a Sintra, y, cada uno por separado, comenzó a redactar una carta. Aunque no lo pareciese por sus risas constantes, su desesperación había llegado al límite. El pacto mancomunado para la muerte estaba sellado. Al menos esto es lo que afirman ahora los que los vieron, sin sospechar la tragedia que envolvía aquellas risotadas nerviosas y estridentes. Pero, tras aquel último y angustioso momento, ya con los pies colgando en el vacío, que se prolongaría durante dos interminables y dramáticas horas, se supo que el tormentoso deseo de seguir asiéndose a la vida estuvo a punto de ganar. Ante la incredulidad de quienes les observaban sentados sobre el abismo, alguien acertó a oir el ya inútil grito de Alice que, colocada entre sus dos amigos, demandaba desesperadamente socorro:<<¡Llamen a la Policía, que ellos quieren matarse!>>. Desgraciadamente, la llegada ocasional de un coche de este Cuerpo pareció servirles como de señal. Fue entonces cuando, cogidos de las manos, se les oyó contar: <<Una, dos y tres>>. Y se arrojaron, más que contra el asfalto, contra la conciencia de la sociedad portuguesa.

    <<Hoy es mi último día>>

    <<Hoy es mi último día -dejó escrito Ricardo, con el deseo de que su carta sea difundida. Mi problema fue la droga, que me trajo milloners de problema y me destruyó la vida. Soy una persona que intenta avisar a todos los jóvenes que piensan que la controlan: no es verdad. Dejad de consumirla. Aquí queda un “ejemplo”. Nadie prestó oído a estas tres muertes, tan largamente anunciadas, como reflejan, fielmente, los breves y amargos textos que Alice venía escribiendo desde el último septiembre y que eran otros tantos desesperados gritos de socorro que no obtendrían el eco tan urgentemente reclamado: <<No me siento bien en este mundo -manifestaba Alice en su terrible carta-testamento-, por eso voy a otro del que ya no podré volver... no estoy loca, pero no quiero vivir sin Ricardo y prefiero el suicidio>>. Y en el primer <<post scriptum>>: <<Recuerdo que yo no era toxicómana, pero encontré que morir de sobredosis era lindo>>. Y en el segundo y último: <<Lo que estoy escribiendo ahora, lo fue después de la tentativa de suicidio. Me inyecté un gramo de cocaína y no he muerto. Voy a tirarme desde este puente...>>

    (Diario ABC, jueves 8 de enero de 1996)

    6.3. DOCUMENTO DE PRENSA. SUICIDIO COLECTIVO.

    Los psicólogos detectan casos de depresión en niños de 2 a 5 años.

    Los niños en edad preescolar también están expuestos a sufrir depresiones de diversa consideración, según los últimos hallazgos que dio a conocer ayer en Murcia la catedrática de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Edelmira Doménech Llabería.

    Resaltó que estudios epidemiológicos han puesto de manifiesto que el 21% de los adolescentes han tenido ideas pasajeras sobre el suicidio, y en 9 de cada 10 intentos de suicidios, el joven se había planteado previamente esta posibilidad. La experta resaltó que las depresiones tienen una alta influencia en el incremento de conductas suicidas en adolescentes. Como medidas de protección para evitar la proliferación de depresiones en niños y jóvenes, entre otras medidas, la catedrática de Psicología propone fomentar el diálogo y la comunicación entre padres e hijos, incentivar en los niños y jóvenes el esfuerzo para conseguir algo y no darles todo hecho, y huir de un excesivo proteccionismo paterno

    Edelmira Doménech Llabería dijo que en un siglo se ha avanzado mucho en la salud física de los niños, pero muy poco en salud mental.

    (La Opinión), miércoles, 17 de noviembre de 1999.

  • DOCUMENTO DE PRENSA: DEPRESIÓN EN LAS IDEAS SUICIDAS.

  • Un estudio atribuye las causas a una predisposición genética y se manifiesta en que se vuelven muy irritables, no comen y no duermen.

    7. VALORACIÓN GLOBAL DEL TRABAJO.

    El tema de este trabajo ha resultado muy interesante. Con este trabajo hemos sabido que, aunque los niños no tienen un concepto preciso de lo que es la muerte, puede llegar a tener ideas o tentativas de suicidio.

    Este trabajo nos ha proporcionado el conocimiento de los determinados factores y rasgos que presentan los niños y adolescentes suicidas. Sabemos que a lo largo de nuestra carrera es infrecuente que nos encontremos a niños con este problema, sin embargo es importante conocer que existe en personas de edades tempranas y saber cómo actuar en el caso de que algún día se esté frente a ellas ya que sería muy triste que, aún teniendo el permiso de los padres, no supiéramos actuar ante tales situaciones con la rapidez que precisa un problema de tal calibre.

    A lo largo de la elaboración del trabajo nos hemos ido percatando de pequeñas curiosidades que pueden ser el presagio de un suicidio a corto plazo, así como el modo de prevenirlo.

    En conclusión, cabe señalar que ha sido muy difícil obtener información sobre el suicidio, debido al oscurantismo y silencio que éste enmarca. En primer lugar, os pusimos en contacto con psicólogos y con el centro Teléfono de la esperanza de Murcia, pero ni las aportaciones de los psicólogos eran suficientes, ni tampoco pudimos acceder a dicho centro, por más que lo intentamos, ya que no es posible revelar cualquier información y tampoco se nos permitió el acceso a una biblioteca de dicho centro. Al final nos decidimos a buscar información sobre libros y a unir cabos.

    8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    Victoria del Barrio, (1997). ¿Qué es la depresión infantil? (Ed) Depresión infantil. Barcelona, Ariel.

    Juan Estruch y Salvador Gardús (1982). El alcance de los suicidios. (Ed) Los suicidios. Barcelona, Herder.

    Paul-Louis Landsberg (1995). El problema moral del suicidio. (Ed) Ensayo sobre la experiencia de la muerte. El problema moral del suicidio. Madrid, Caparrós Editores.

    Edwin S. Shneidman y otros (1969). El centro de prevención del suicidio. N.L. Farberow y E.S.SHNEIMAN. México, La prensa de Médica Mexicana.

    Edwin S. Shneiman y otros (1969). Comparaciones estadísticas entre intentos de suicidios y suicidios consumados. N.L.FARBEROW y E.S.SHNEIDMAN (Ed). ¡Necesito ayuda! Estudio sobre el suicidio y su prevención. México. La prensa de Médica Mexicana.

    Robert E. Litman y otros. Valoración urgente de la potencialidad de autodestrucción. N.L. FARBEROW y E. S. SHNEIDMAN (Ed.) ¡Necesito ayuda! Estudio sobre el suicidio y su prevención. México. La prensa de Médica Mexicana.

    Enrique Rojas (1978). El suicidio. Los fenómenos nucleares suicidas (Ed.) Estudio sobre el suicidio. Barcelona. Salvat.

    Enrique Rojas (1978). El suicidio: concepto y delimitación. (Ed.) Estudios sobre el suicidio. Barcelona. Salvat.

    Enrique Rojas (1978). Factores predisponentes y desencadenantes del suicidio. (Ed.). Estudio sobre el suicidio. Barcelona. Salvat.

    Enrique Rojas (1978). Clasificación de los fenómenos suicidas. (Ed.) Estudio sobre el suicidio. Barcelona. Salvat.

    Enrique Rojas (1978). Algunos puntos básicos en la prevención del suicidio. Barcelona. Salvat.

    Erik J. de Wilde y otros. (1996) El suicidio en la adolescencia. Buendía J. (Ed.). Psicopatología en niños y adolescentes. Madrid. Pirámide.

    Buendía J. y otros (1996). Estrés y suicidio en la adolescencia. En Buendía J. (Ed.) psicopatología en niños y adolescentes. Madrid. Pirámide.

    Carlson, G.A. (1983). Depresión y conducta suicida en niños y adolescentes. En Cantwell, D.P. y Carlson G.A. (Ed.) Trastornos afectivos en la infancia y adolescencia.

    Blanca Sarró y Cristina de la Cruz (1991). Consideraciones generales. En Blanca Sarró y Cristina de la Cruz (Ed). Los suicidios. Barcelona. Martínez Roca.

    Blanca Sarró y Cristina de la Cruz (1991). Estadísticas y factores de riesgo en los actos suicidas. Idem.

    Blanca Sarró y Cristina de la Cruz (1991). Otros aspectos del suicidio. Idem.

    Blanca Sarró y Cristina de la Cruz (1991). Evaluación y estrategias terapéuticas de los actos suicidas. Idem.

    Rosa Marín Benet (1996). El suicidio infantil. (Ed.) Antrhopologica. Barcelona. Instituto de antropología de Barcelona.

    L. Zubia, M. Costa y otros (1991). Tentativa de suicidio en un hospital general. Estudio retrospectivo de los años 1987-1988. (Ed) Psiquis. Madrid. Alpe Editores S. A.

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    F. Rodríguez Pulido, J. L. Glez. y otros (1990). El suicidio y sus interpretaciones teóricas. (Ed.) Psiquis. Madrid. Alpe Editores S.A.

    F. Rodríguez Pulido, A. Sierra López y otros (1990). La prevención del suicidio (I): prevención primaria, secundaria y terciaria. (Ed.) Psiquis. Madrid. Alpe Editores S.A.

    F. Mª Ramírez Ortiz Y J.L. Carrasco de la Peña (1989). Modos de autoagresión en la tentativa de suicidio. (Ed.) Psiquis. Madrid. Alpe Editores S.A.

    J.M. Gutiérrez García y F.J. Molina Clemente (1996). El suicidio consumado en Murcia, 1990-1992. (Ed.) Anales de psicología. Murcia.

    Mª Teresa Miró Coll (1991). Depresión y suicidio en la adolescencia. (Ed.) Infad. Barcelona. PPU, S.A.



    CONDUCTA SUICIDA

    Ideas suicidas

    Parasuicidio

    o

    Tentativa de suicidio

    Suicidio consumado




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