Sociología y Trabajo Social


Relaciones entre psicología social y trabajo social


INTRODUCCION

Existe un axioma bien conocido en el que los seres humanos son definidos como “animales sociales”. Viven en sociedades, grupos y culturas. Organizan de forma natural sus vidas en relación con otros seres humanos y se encuentran influidos por su historia social, instituciones y actividades.

A lo largo de toda la historia de la humanidad, las sociedades que forman los humanos siempre han presentado todo tipo de problemas y desigualdades. Smigel (1971) dice que el hombre nunca ha estado libre de problemas sociales.

De hecho, hasta en las sociedades más primitivas existen practicas y condiciones que dan lugar a una falta de armonía con los valores sociales. Estas sociedades nunca hablaran del problema social como algo científico, pero en todas ellas, existirán definiciones de los sufrimientos y desigualdades que presentan.

Merton y Nisbet (1976) afirman que en toda sociedad se produce una combinación de dos elementos, el fatalismo y el activismo.

La diferente proporción entre ellos, será el factor que determine la actitud de esa sociedad ante los problemas sociales.

En un extremo estarán las sociedades que piensan que los problemas sociales se producen a causa del fatalismo, ante el cual no se puede plantear una solución. En el otro, estarán aquellas otras en las que existe una filosofía de activismo social, de utilización de los controles humanos para actuar sobre el universo social. Estas ultimas perciben los problemas sociales como algo solucionable si se ponen los medios adecuados para combatirlos.

Dos actividades destacan entre los medios que dispone una sociedad para intentar solucionar sus problemas sociales: La Psicología Social y el Trabajo Social.

Antes de intentar relacionar ambas es necesario delimitar el concepto de “problemas sociales”, ya que ambas ciencias, en definitiva, se van a enfrentar a ellos.

1/ EL PROBLEMA SOCIAL.

1.1. Problemas sociales, problemas sociológicos y condiciones sociales.

Para poder definir el concepto de problema social es preciso diferenciarlo antes de los problemas sociológicos y de las condiciones sociales.

Así, el problema sociológico, es la explicación de cualquier irregularidad social empleando teorías sociológicas. Se puede afirmar que un problema sociológico es algo teórico. Es el producto de la aplicación de técnicas científicas de la Sociología sobre una determinada realidad social.

Las condiciones sociales son los elementos que provocan la aparición de un problema social, por lo tanto se puede afirmar que el problema social surge como consecuencia de determinadas condiciones sociales.

A diferencia de los anteriores el problema social sería identificado como un “fragmento de la conducta social que produce una fricción publica o una miseria privada y que requiere una acción colectiva para solucionarse” (Worsley, 1978, p.11).

1.2. Características del problema social

Las características que permiten identificar la existencia de un problema social fueron recogidas por Sullivan et al. (1980).

1/ En primer lugar debe de existir un consenso en la sociedad sobre la determinación de cual es el problema social. Un problema social solo será tal, si la opinión publica lo considera como tal.

2/ Debe, además, poderse identificar a los grupos sociales que definen la existencia de un problema social ya que son los que poseen intereses en su solución.

3/ Los valores sociales son determinantes para comprender la causa por la que una sociedad define un problema como social. Estos, hacen referencia a las preferencias personales y a las prioridades de los diferentes grupos sociales. Son los estándares establecidos por los miembros de los diferentes grupos que especifican las necesidades, las actitudes y los bienes deseables.

Importante es añadir que las prioridades son distintas en cada uno de los grupos sociales que configuran una sociedad, por lo que a menudo existe conflicto de valores. La solución depende de la adecuada priorización de estos.

4/ Los problemas sociales poseen una identificación distinta de los problemas personales ya que aquellos son cuestiones publicas. Un ejemplo perfecto seria la distinción entre el hecho de que una familia se enfrente a un problema de desempleo y la existencia de un gran numero de parados en una sociedad.

1.3. Definición de problema social.

El mismo Sullivan et al. (1980) ofrece una de las definiciones más rigurosas y completas:

“Existe un problema social cuando un grupo de influencia es consciente de una condición social que afecta a sus valores, y que puede ser remediada mediante una acción colectiva”.

  • Procesos psicológicos y problemas sociales

  • Teniendo presente todo lo anterior, se aprecia que los problemas sociales son algo mas bien colectivo y de carácter sociológico, pero todos ellos llevan aparejados las vivencias personales de los individuos que los padecen.

    Seidman (1983 y 1984), recoge una serie de premisas y procesos que definen el problema social pero que implican vivencias personales de los sujetos:

    1/ Individualismo. Esta tendencia esta centrada en la persona, en la atribución interna de causalidad y, por tanto, en la culpabilización de la víctima. Con ello se hace responsable a los individuos de sus propios problemas, olvidando los antecedentes y los contextos económicos, sociales y políticos.

    2/ Un único estándar: El proceso de culpabilizaron de la víctima es consecuencia de un conjunto de procesos sociales en las que las instituciones trabajan hacia la socialización en función de un único patrón.

    Aquellas personas que no estén conformes con las reglas son consideradas como desviadas.

    3/ Pragmatismo y racionalidad: En la sociedad occidental estiman estos dos valores tanto en el ámbito personal como organizacional e institucional. Por lo tanto, las relaciones sociales se encuentran basadas en el intercambio ya que existe una tendencia a invertir en valores tangibles y monetarios, existiendo una orientación hacia la oferta y la demanda así como hacia una sociedad capitalista.

    4/ Generalización desde ejemplos extremos: Las ideas de una sociedad sobre las causas y soluciones de los problemas sociales se basan en las imágenes de las personas mas involucradas en los mismos. Estas llegan a la sociedad a través de los medios de comunicación social que recogen solo a los individuos mas involucrados, ofreciendo una visión sesgada de la realidad.

    5/ Problematización y supraextensión: Se trata del proceso de transformación de las dificultades en problemas. La aplicación de esta practica a los servicios públicos recibe el nombre de “Problematización”, Este concepto, viene a definir las actividades de los individuos y de las instituciones a la hora de organizar y aplicar un particular sistema de clasificación y tratamiento de los problemas sociales.

    6/ Uniformidad de soluciones: la mejor forma de explicar esta premisa es plantearse la siguiente pregunta: ¿Cuánta gente inocente ha sido encarcelada para que se pueda controlar a un pequeño numero de individuos potencialmente peligrosos? (Monahan).

    Como se puede apreciar, en el hecho social básico de los problemas sociales, se produce todo un proceso psicológico. La Psicología Social estudia y analiza científicamente dicho proceso.

    2/ PSICOLOGIA SOCIAL.

    La Psicología Social es una de las ramas fundamentales de la moderna ciencia de la Psicología General.

    Anteriormente, se ha afirmado que todos los seres humanos pertenecen a grupos sociales y viven dentro de ellos. En ocasiones piensan y actúan colectivamente como miembros de esos grupos.

    La aparición de esa “nueva mente'' hará que los teóricos, se cuestionen la necesidad de una nueva ciencia que la estudie, o si por el contrario las leyes o principios de la Psicología General podían ser útiles en el intento de comprenderla.

    2.1. El nacimiento de la Psicología Social.

    La vida de la Psicología como ciencia, comienza en la segunda mitad del siglo XIX. Formalmente se reconoce su inicio en el año 1879 al fundar Wilhelm Wundt el primer laboratorio de Psicología en Leipzig, Alemania.

    Surge esta ciencia, al aplicar los nuevos métodos de la fisiología experimental a los problemas de la conciencia y la percepción humana, que hasta entonces eran dominio de los filósofos.

    Desde sus comienzos la Psicología General muestra interés por los productos y actividades colectivas de la vida mental que constituyen los cimientos de la sociedad, estos no se desarrollaran hasta principios del siglo XX,

    La investigación experimental sobre Psicología Social comienza en sentido estricto en los años 20 y 30 del presente siglo de la mano de W. McDougall, E.A.Ross y F. Allport.

    2.2. La “mente del grupo”.

    Desde el principio, los teóricos de la nueva ciencia, se enfrentaron al problema de reconocer y delimitar la existencia de una nueva mente.

    Al observar a cualquier grupo social (por ejemplo los manifestantes de una huelga) desarrollando una actividad colectiva, se puede apreciar que este actúa como si existiese una sola conciencia o mente directriz. Esta, sería capaz de controlar las acciones de los individuos que forman el grupo, de tal manera que este actuase como un superorganismo único, mostrando pautas sistemáticas y organizadas de conducta en un plano colectivo.

    La Psicología Social surge dentro de la Psicología General en un intento de explicar científicamente a esa “mente de grupo'', diferente y separada de las mentes de los miembros individuales que componen el grupo social. Los teóricos de la nueva ciencia van a explicar su existencia desde tres puntos de vista diferentes, en definitiva, postulan desde tres tesis diferentes a esa mente nueva.

    2.2.1. La tesis de la mente grupal.

    Esta idea surge de un grupo de teóricos preexperimentales (Le Bon 1896; McDougall, 1920 y Freud, 1921) que defendía que en los grupos o colectivos, los individuos eran poseídos por una mente de grupo que transformaba de forma cualitativa su psicología y su conducta.

    Así, Le Bon (1896), basándose en la conducta de la “muchedumbre'' durante la revolución francesa llega a una serie de conclusiones. Los individuos que forman las masas daban lugar a la aparición de una mente grupal que era diferente de la mente normal del individuo.

    Esta nueva mente reflejaba las cualidades fundamentales, compartidas e inconscientes de la “raza'', provocando la perdida de la personalidad consciente del individuo, que se sumergía en el grupo, prevaleciendo el inconsciente racial.

    La “mente grupal'' seria la que haría que la masa actuara por instinto, se moviera por emociones, encontrándose liberada de vida racional y civilizada y por supuesto seria inferior desde un punto de vista intelectual.

    Aparte de las razones anteriores, Le Bon añadía una serie de mecanismos psicológicos mediante los cuales se producía la aparición de la nueva mente:

    • La Desindividuación.- Es el proceso por el cual el ser humano pierde su yo individual en la muchedumbre y con ello el sentido de la responsabilidad personal de sus acciones.

    • El contagio.- Otro proceso, los sentimientos y acciones se extienden por la muchedumbre con ayuda de la imitación mutua: los miembros de la masa se parecen mas entre si, (refiriéndose a la conducta), y pierden sus diferencias personales.

    • La sugestión.- Sería la base del contagio: la disposición de los miembros de la masa a influirse mutuamente debido a la existencia de una sumisión irracional y emocional de la muchedumbre.

    La psicología moderna, rechaza tanto el concepto de mente grupal en un sentido literal como por supuesto, la idea de una “mente de raza''.

    Sin embargo, tanto la idea de “desindividuacion'' como la de la influencia social dentro de la muchedumbre, siguen siendo, desde un punto de vista teórico, objeto de una activa investigación en el trabajo experimental actual.

    Así, ciertas tendencias modernas consideran que la conducta individual es un reflejo relativamente pasivo de fuerzas históricas y culturales.

    Del mismo modo, se afirma que la psicología individual no es mas que una construcción puramente social: las leyes de la Psicología son epifénomenos de procesos sociales (Gergen, 1973).

    Es decir, las uniformidades sociales de la conducta social se explicarían en base de degradar la mente individual y de atribuir influencia causal a alguna entidad directamente colectiva.

    2.2.2. Individualismo.

    En la década de los años 20, F. Allport (1924) defiende la teoría conductista del aprendizaje.

    Rechaza no solo la idea de una mente grupal, sino que, además, niega la existencia de todo tipo de realidad grupal.

    Para él, solo los individuos son reales, y, por tanto, los conceptos grupales, son meros resúmenes de las actividades de cada miembro del grupo.

    En definitiva, la interacción de los diferentes individuos que forman la colectividad, no provocaría la aparición de algo diferente o especial. Es decir, el grupo social simplemente sería la suma de sus miembros individuales, o si se prefiere, las características de un grupo social, simplemente son la suma de las características individuales de cada miembro del grupo.

    A pesar de lo anterior, no niega que los individuos se comporten de forma diferente dentro de un grupo social. Ahora bien, la explicación reside para él, en el hecho de que toda conducta, se produce en función de un aprendizaje de respuestas discriminativas a condiciones estimulares concretas, en función de la experiencia que tiene el organismo de las consecuencias de sus acciones. Por lo tanto si las condiciones estimulares cambian, también lo harán las respuestas individuales.

    En definitiva, las otras personas que forman un grupo social, no son mas que estímulos sociales, ante los que una persona determinada, que pertenece a ese mismo grupo social, ha aprendido a responder de forma apropiada, exactamente igual que aprenden a portarse en ambientes no sociales. Las modificaciones son solo conductuales, nunca psicológicas.

    La implicación de estas tesis, esta clara. Para Allport, la Psicología Social no existe. Las leyes del aprendizaje que gobernaban la conducta individual o asocial eran las mismas que explicaban la interacción social. Por ello, las mismas leyes de la Psicología General que investigan las interacciones no sociales, (por ejemplo la interacción no social entre el organismo y su ambiente físico), son completamente adecuadas para explicar la interacción social.

    Pero Allport, después de cuarenta años de investigación y tesis, cambia de opinión. La aparición de una nueva corriente teórica, (la Psicología de Gelstalt), que adoptaba el punto de vista cognitivo en oposición al conductismo que él propugnaba, provoca que Allport admita finalmente la existencia de una pautación social en la interacción social que influía en las reacciones individuales. Esta, no se encontraba contenida dentro de los individuos que interactuaban. En definitiva, reconocía la existencia de una mente diferente que emergía del grupo social.

    A pesar de ello en la psicología contemporánea, algunos investigadores siguen, tanto implícitamente como explícitamente, defendiendo las tesis del individualismo. Suponen, que los principios de la conducta asocial, se pueden aplicar de forma mas o menos directa a las conductas y percepciones sociales, de tal forma que esos principios no están influidos por la vida social.

    2.2.3. Interaccionismo.

    La tercera respuesta se produce en los años treinta y cuarenta. Surge el punto de vista cognitivo de la conducta social

    Aparece en Alemania una escuela de pensamiento, la Psicología de la Gestalt, que rechaza la idea de que la conducta este compuesta por una serie de conexiones elementales estimulo-respuesta (el conductismo).

    Sus postulados sugieren que el mundo que se percibe esta organizado en pautas con sentido, es decir, en estructuras (las Gestalten).

    Estas estructuras, prevalecen sobre los estímulos de que están compuestas en dos sentidos:

    -1/ Las propiedades que se perciben de esas unidades, están determinadas por la pauta o el sentido del que son parte, (por ejemplo, como cuando el sonido de una nota musical esta influido por la melodía de la que forma parte).

    Esto provoca que la organización de los elementos de un sistema produzca unas propiedades del sistema que son superiores y que no se pueden encontrar en los elementos aislados que forman dicho sistema. (Él todo es mayor que la suma de sus partes).

    -2/ Las personas reaccionan ante esas pautas que organizan el mundo, y no ante estímulos elementales aislados. Es decir, las reacciones de las personas ante el mundo se producen en función del significado que le han dado mediante los procesos de cognición activa. En definitiva, las reacciones de las personas ante el mundo social, se producen en función de cómo perciben comprenden o interpreten dicho mundo.

    Las teorías de la escuela alemana aportan dos ideas básicas para la Psicología Social:

    Primera: La interacción de grupo entre individuos produce procesos y productos psicológicos que son diferentes de la Psicología del individuo e irreducibles a ella. Es la perspectiva no reduccionista de la Psicología grupal.

    Segunda: La teoría psicológica que comienza a prevalecer es la de la cognición, desplazando aquellas que se basaban en la conducta y el aprendizaje.

    Desde el punto de vista cognitivo, se rechaza la existencia de una mente grupal ya que los procesos psicológicos residen solo en los individuos. Sin embargo, se reconoce la existencia de una psicología de grupo distintiva.

    Es decir, las mentes individuales resultan cualitativamente modificadas por medio de la vida en grupo.

    A esta relación entre individuo y grupo se le denomina interaccionismo ya que supone la existencia de una psicología de grupo que surge de la interacción entre los procesos psicológicos individuales y la vida social.

    Esta interacción social, da lugar a nuevos tipos de propiedades psicológicas que transforman las mentes individuales en mentes socialmente estructuradas.

    Por medio de ella, los miembros del grupo crean productos colectivos (normas sociales, valores, estereotipos, objetivos, creencias...), los cuales son internalizados por los individuos, creando estructuras y fuerzas sociopsícologicas en la cognición individual.

    Definitivamente, la mente individual no se forma en aislamiento sino en interacción social.

    Sherif (1936) es un ejemplo pionero en la investigación interaccionista.

    En un estudio sobre la creación de las normas sociales, y aplicando las tesis de la Gestalt (básicamente, “el todo es mayor que la suma de sus partes'') defendió que cuando dos personas interactuan entre si, dentro de un sistema cerrado, se convierten en un sistema funcional total, desde un punto de vista preceptivo y conductual, produciendo nuevas “propiedades del todo''. Estas, (valores, eslóganes...) prevalecen sobre las respuestas individuales y las modifican.

    En definitiva la perspectiva interaccionista acepta que la psicología individual se caracteriza por regularidades sociales, pero no la reduce a un epifénomeno social. La Psicología individual produce la vida social a la vez que es transformada por ella, sin negar la realidad o la influencia causal, ni de la mente ni de la sociedad.

    En este sentido, aunque ha crecido y menguado en diferentes momentos, en cuanto a ser el eje central de la investigación, está el corazón intelectual de la Psicología Social como ciencia distintiva.

    2.3. El principio organizador especifico de la Psicología Social: El concepto de Interacción.

    Una forma habitual de limitar el campo de estudio de la Psicología Social consiste en decir que esta debe de centrarse en analizar la relación entre el individuo y la sociedad. Es decir, en las interacciones que surgen dentro del binomio individuo-sociedad.

    La Psicología Social actual, se caracteriza por sufrir un reduccionismo que proviene tanto de la Psicología General como de la Sociología.

    La reducción psicológica se basa en establecer una igualdad entre estímulos físicos y estímulos humanos. De este modo la interacción solo seria una simple respuesta al estimulo que forma el comportamiento del otro. Es decir, al individuo que participa en una interacción, solo se le reconoce como propiedad especifica, el ser un poco más complejo que otros objetos físicos, pero no se admite que introduzca una diferencia cualitativa en la interacción.

    Desde el punto de vista psicológico, la Psicología Social solo estudia las pequeñas variaciones que el contexto social introduce en sus leyes y principios generales.

    Desde el campo de la Sociología, en cambio, el reduccionismo niega toda autonomía al individuo, ya que este depende totalmente de la cultura o a la estructura social. El individuo no existe, solo es lo que la sociedad le trasmite, le impone o le permite.

    Aquí, las interacciones constructivas de los individuos no son tenidas en cuenta. La Psicología Social estudiaría las leyes generales que imperan en el plano macrosocial, y su tarea seria ver como se aplican estas leyes en situaciones “micro''.

    Estos reduccionismos, han provocado que el concepto de interacción social, que es el principio especifico de la Psicología Social y, por tanto, el objeto de su estudio, tenga múltiples significados. De entre todos, se destacan cuatro perspectivas distintas, dependiendo del punto de vista desde donde se analice.

    2.3.1. La interacción como relación causa-efecto.

    En esta perspectiva, la interacción es considerada como un intercambio de información unidireccional.

    Se trata de una forma de interacción en la que solo una de las partes se muestra activa, (aquella que emite, sujeto A), al tiempo que la otra sirve de reflejo del efecto de aquella, (sujeto B).

    Maisonneuve (1968), define que se produce este tipo de interacción cuando “ una unidad de acción producida por un sujeto A interviene como estimulo de una unidad de respuesta en otro sujeto B y viceversa”.

    Aplicada al binomio individuo-sociedad, la incógnita es determinar quien es producto de quien.

    Cuando la orientación es psicológica, se afirma que el producto de la interacción lo determina el funcionamiento psicológico del individuo.

    En cambio desde la perspectiva sociológica se sigue insistiendo que el individuo solo es tal, cuando se inserta en una sociedad.

    Sin embargo, en esta tesis, mas que hablar de interacción, seria más correcto hablar de causación; (el primer polo es la causa del segundo y este es copia y producto del primero); ya que en realidad se trata de una simple impronta de una parte sobre la otra.

    En todo caso, lo correcto sería precisar que es una interacción de naturaleza unidireccional.

    2.3.2. La interacción como afiliación.

    Desde este punto de vista, la interacción se produce entre dos o más individuos y que estos se unen entre sí para alcanzar una serie de metas y satisfacer un conjunto de necesidades que solos no podrían o no sabrían como hacerlo.

    La idea fundamental es que existe en el ser humano una tendencia básica a afiliarse a los demás, a salir de su aislamiento para satisfacer ciertas necesidades.

    La interacción en este caso queda reducida a sus aspectos mas materiales y se hablara siempre de ella cuando coincidan en el espacio y en el tiempo varios individuos que se necesiten entre sí.

    Esta valoración, esta basada, en el supuesto básico de que el individuo vive al margen de los condicionamientos sociales cuando están físicamente aislados de los otros individuos; y viceversa, prescinden de las normas que regulan sus comportamientos individuales cada vez que sé reúnen con otros individuos.

    En definitiva, la segunda perspectiva viene a decir que la Psicología General, estudia el individuo; la Psicología Social a unos pocos individuos que están en interacción y la Sociología las masas.

    2.3.3. La interacción como unidad psicosocial.

    La tercera perspectiva, concibe la relación entre individuo y sociedad como una bidireccionalidad.

    Aquí la interacción, no es la suma de las partes sino que integra y crea nuevas pautas de comportamiento, (se podría definir como una perspectiva constructivista).

    Desde este punto de vista, entre la sociedad y el individuo se producen constantes ajustes y desajustes que implican no solo una causalidad reciproca sino unas pautas de acción que van mas allá del efecto de un sujeto sobre otro y que dependen del sistema que engloba esas interacciones.

    Es decir, cuando la sociedad se inserta en el individuo, este ya tiene en él otra sociedad que le protege; y, viceversa, cuando el individuo va a crear una sociedad ya hay otro individuo que la creo antes.

    Este concepto de interacción, se distingue claramente de los anteriores.

    La interacción en este caso, se refiere a situaciones y hechos en los que el resultado no esta determinado con anterioridad a la interacción. Al contrario, es durante y a través del proceso cuando se entrelaza lo individual con lo colectivo, lo personal con lo social; y se confrontan unos valores y una visión de la realidad con otros. Por ello se observa en los individuos procesos tanto de integración como de diferenciación.

    En definitiva, en la interacción desde el punto de vista de la unidad psicosocial, las dos partes intervienen al mismo tiempo, imponiendo su propia posición y, a la vez, recibiendo la del otro u otros.

    Así, la Psicología Social surgiría como respuesta a la necesidad de estudiar las repercusiones de los conflictos provocados por la diversidad de presiones sociales y las oposiciones a las normas y valores dentro de un mismo ámbito sociocultural.

    En definitiva la existencia de una realidad social, es la que impone limites, tanto a la Psicología General como a la Sociología definiendo el ámbito de la Psicología Social.

    2.4.Objeto de estudio de la Psicología Social.

    Las diversas formas de plantear el concepto de “interacción'' y las reducciones asociadas a ella, han provocado que exista un cierto confusionismo dentro y fuera de la disciplina sobre el objeto de su estudio.

    Lewin (1939), reconoce la dificultad de establecer los criterios que definen a la Psicología Social, debido a la gran cantidad de asuntos que debe abordar.

    Ahora bien, si tenemos en cuenta el concepto de interacción como unidad psicosocial, el objeto de estudio de la Psicología Social estaría en la investigación de las normas, valores, expectativas y comportamientos.

    El motivo de ello, es que son estos los factores, los que aseguran una diversidad y diferenciación social, situando a los individuos y, definitiva a los sistemas sociales, en un conflicto frente a la uniformidad social deseada.

    El doble proceso de la interacción como unidad psicosocial, desborda los marcos de la Psicología General y de la Sociología y solo puede ser objeto de una autentica Psicología Social.

    Este punto de vista, explicaría las razones del por qué, el desarrollo de la Psicología Social coincide en el tiempo con el reconocimiento de la existencia de dos procesos: el de la diversidad y el de la uniformidad social.

    Moscovici (1970), establece la existencia de una Psicología Social Tripolar, que estudiaría:

    1/ La forma de inscribirse la realidad social en el individuo.

    2/ La forma en el que el individuo trata de inscribir en otros, esa realidad social interiorizada.

    3/ El proceso por el cual, los objetos a través del proceso de interacción adquieren un nuevo significado. Este, plasma la visión de los individuos y constituye el medio de compartir con los demás una realidad que a partir de entonces se denomina psicosocial.

    3/ TRABAJO SOCIAL.

    3.1. Concepto.

    Dar una definición de trabajo social es difícil.

    Esto es debido, primero, a que el contexto se encuentra mal definido, en segundo lugar, a que el rol de la trabajadora social es a la vez diverso y difuso y finalmente a que el cliente o usuario, normalmente es ignorado pese a ser una pieza fundamental.

    Desde un punto de vista histórico, se distinguen cuatro etapas, lo cual permite comprobar la diversidad de conceptos que a lo largo del tiempo han identificado al Trabajo Social:

    1. Beneficencia-caridad publica: Llega hasta el siglo XIX. Su base es religiosa o filantrópica, y el objeto es cuidar enfermos, dar comida a los indigentes y recoger a los niños abandonados.

    2. Asistencia Social: Desarrollada a lo largo del siglo pasado. Se basa en la acción subsidiaria y trata de cubrir las necesidades básicas del individuo.

    3. Servicio Social: Entre la segunda mitad del siglo pasado y la primera mitad de este siglo. Existe una primacía de los derechos sociales.

    4. Trabajo Social: Desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. Hace referencia a planteamientos reformistas del Estado y de las instituciones del bienestar social.

    En la actualidad, existen dos concepciones distintas del Trabajo Social.

    3.1.1. Concepción del Trabajo Social como Mantenimiento Social.

    M. Davis (1934), basándose en la teoría de sistemas de Howe (1992), propone una concepción del trabajo social desde supuestos funcionalistas y empiristas, surgida de la practica y de la investigación; por oposición a las teorías de cuño sociológico y que están basadas en alguna ideología.

    Define el rol del trabajador social partiendo del rechazo de dos mitos: considerar al trabajo social como propio de una ideología de izquierdas y a las trabajadores sociales como terapeutas.

    El trabajador social se sitúa en una posición intermedia entre la sociedad y las personas marginadas realizando una política de reconciliación entre el individuo y la sociedad. Gráficamente, se podría considerar al trabajador social como un “mecánico que engrasa'' la comunidad, realizando una labor de mantenimiento de la sociedad.

    El trabajador social, puede, por tanto, ejercer, dependiendo del estado y la viabilidad política y económica de la sociedad, labores de control social o labores terapéuticas. Incluso puede llegar a ser incomodo para los gobernantes, ya que estos normalmente lo van a asociar con situaciones sociales poco rentables políticamente.

    El Trabajo Social, para Davis, se encuentra dentro de la política social del Estado o de la Administración Local. Esto implica que el Trabajo Social no puede continuamente enfrentar a las bases de la sociedad con el poder económico o social, ya que precisamente, estos poderes son los que le han permitido existir.

    Esta teoría es cuestionada por las posiciones radicales próximas a Leonard (1975), que ven en ella una forma de mantenimiento del dominio de las clases poderosas sobre las desfavorecidas.

    3.1.2. Concepción del Trabajo Social como Construcción Social.

    La otra concepción del Trabajo Social, es de M. Payne (1991), y se basa en las ideas de Berger y Luckman (1968), sobre la dialéctica entre naturaleza y mundo social.

    Sostiene que el Trabajo Social, es una realidad ya que existe; las teorías en que se expresa esa realidad, han sido hechas por seres humanos que, a su vez, se expresan en esa realidad. Por lo tanto solo se puede comprender que es Trabajo Social en el contexto cultural y social de los participantes. Las diferentes culturas presentan diferentes modelos y concepciones del Trabajo Social, y esos modelos no son intercambiables.

    Existen tres elementos claves en la construcción del Trabajo Social:

    • El Trabajador Social: Es la persona que conforma y controla el trabajo social como una profesión.

    • El Cliente: Es la persona que busca o recibe ayuda del Trabajo Social.

    • El Contexto: que es el ambiente historico-social donde se desarrolla el Trabajo Social.

    Además, Payne, reconoce a cuatro factores que influyen en el desarrollo del Trabajo Social:

  • Tanto la practica como la teoría del Trabajo social se encuentran influidos por fuerzas sociales que no van paralelas ni al desarrollo académico, ni a la praxis de la profesión.

  • Las fuerzas anteriores, (la política, las necesidades sociales...), están condicionadas por las percepciones políticas y publicas de las necesidades personales y sociales, así como por las formas en que se organizan los servicios para atender las necesidades.

  • La capacidad y la competencia del trabajador social, se ven afectadas por la organización de los servicios y de las agencias, así como por la legislación, la capacidad económica y por las técnicas de gestión con las que cuenta la organización.

  • El Trabajo Social forma parte de un conjunto de profesiones con las que es preciso analizar como se relaciona, ya que muchos de esos grupos sociales e instituciones están en conflicto actual o potencial.

  • Como se puede ver, los principales argumentos en que se apoya Payne, para definir Trabajo Social son, que es una actividad construida socialmente, que es complejo, que varia según las diferentes culturas, que es parte de un conjunto teórico y que es una profesión.

    En definitiva, el trabajo social según Payne, es una actividad construida socialmente por el trabajador social, el cliente y el entorno, cada uno de los cuales, a su vez, es construido socialmente por las expectativas, modelos de conducta y normas culturales.

    3.2. Las Teorías en el trabajo social.

    La elección de objetivos y métodos en el Trabajo Social dependen de la explicación del problema de la persona y de su situación, así como del acierto en la consecución de objetivos parciales en la practica.

    Por ello, cada uno de los caminos seguidos en la explicación de lo que sucede alrededor de un trabajador social se convierte en una teoría.

    Las teorías, enfoques o modelos activan las analogías que pueden usarse para ordenar, describir y definir los fenómenos.

    Las teorías suministran definiciones del trabajo, del mundo sobre si mismo y lo hacen inteligible.

    Construir la teoría es construir la realidad. En su construcción, se siguen los siguientes pasos:

    • Describir

    • Explicar

    • Predecir

    • Controlar

    Las teorías han aportado al Trabajo Social las bases para una profesión unificada, la facilitación marcos de actuación para la practica y la integración de los métodos.

    En Trabajo Social, las dos disciplinas que participan mayoritariamente en la elaboración de las teorías, son la Psicología y la Sociología.

    La influencia de la Sociología se nota en las teorías que abordan problemas sociales, (radical, marxista, feminista) mientras que la Psicología influye en aquellas que se centran mas en los problemas del individuo: La explicación psicoanalítica, la teoría conductista, la teoría de sistemas o enfoque sistemático y las teorías cognitivo conductuales.

    3.2.1 La explicación psicoanalítica.

    Es la primera explicación importante que adopta el Trabajo Social, esto hace que casi todas las teorías que aparecen posteriormente, le sean tributarias.

    Los autores más relevantes son Freud y alguno de sus seguidores como Anna Freud, Melanie Klein, Hamilton o Hollis.

    El psicoanálisis proporciona una comprensión del yo y de la personalidad que es muy útil para la practica del Trabajo Social ya que puede ayudar a los trabajadores sociales en la comprensión de la vida de sus clientes y en sus relaciones con ellos.

    Cuatro conceptos del Psicoanálisis han sido particularmente desarrollados en el Trabajo Social:

    • El determinismo.

    • El desarrollo psicosexual.

    • Los desordenes de personalidad.

    • La estructura del yo.

    Del mismo modo, también son desarrollados los mecanismos de defensa, la ansiedad, el inconsciente, el super ego, la reprensión, el rechazo y la resistencia.

    Ahora bien, el modelo psicosocial o de diagnostico con base en la teoría psicodinamica sigue su propio desarrollo en el Trabajo Social:

    Así, Brearly (1991) reduce los conceptos a tres: El self y el significado para otras personas; la experiencia pasada y presente, y la realidad interior y exterior.

    Otros autores como Fairbairn (1952), ponen el énfasis en las repercusiones que tienen las experiencias infantiles en la formación de un mundo interior.

    Todos estos desarrollos son aplicados en el Trabajo Social y son dirigidas a:

  • Las familias, para su comprensión.

  • A los niños maltratados.

  • A la vida de la organización.

  • En el desempleo.

  • Las criticas más frecuentes a la teoría psicodinamica son las de no ser verificable, favorecer los estereotipos masculinos y la dominación sobre la mujer. Además, es cuestionada por ser un modelo medico, estar dirigida a personas cultas, correr el riesgo de dejar a al trabajador social sin saber ayudar en la practica, y llevar a este a un terreno psiquiátrico del que normalmente ha huido.

    En definitiva, el psicoanálisis puede ayudar a los trabajadores sociales en la comprensión de la vida de los clientes y en sus relaciones con ellos. Sin embargo, el Trabajo Social no es una forma de psicoterapia.

    Establecer los limites entre el psicoanálisis y la psicoterapia ha provocado no pocas dificultades y problemas.

    3.2.2. Teoría Conductista.

    Es la mas positivista de todas las teorías del Trabajo Social.

    El Trabajo Social conductista consiste en aumentar el repertorio de conductas deseables y disminuir las indeseables para llevar una vida más satisfactoria. Diferentes conductas pueden ser adaptativas en diferentes contextos.

    Destacan tres métodos para llevar a cabo esta idea:

    • Condicionamiento clásico

    • Condicionamiento operante.

    • Aprendizaje social.

    Las técnicas conductistas para el trabajo social están indicadas con presos, jóvenes con problemas, jóvenes en residencias, niños con problemas de larga duración. Así como para familias con graves problemas, aisladas y poco motivadas para el cambio, padres con niños con problemas de personalidad y familias con algún familiar esquizofrénico que precise integrarse en la sociedad.

    Para los trabajadores sociales, los programas de intervención conductista presentan varias ventajas como por ejemplo obligarles a manifestar sus presupuestos teóricos y compartirlos con el cliente.

    Pierson (1994) afirma que las técnicas conductistas son una forma de ingeniería social basada en una visión instrumental de la naturaleza humana. El asesoramiento es la forma mas típica de influencia del conductismo en el Trabajo Social.

    La evaluación del método conductista le lleva a las siguientes conclusiones:

  • No ofrece un método universal al Trabajo Social.

  • Encaja mal la modificación de conducta con determinadas practicas culturales.

  • Es tributario de un paternalismo profesional como consecuencia de la aplicación de técnicas de intervención breves.

  • Escartin (1992), destaca la importancia que esta oferta da a la influencia del ambiente.

    Payne (1991), afirma que puede ser mas restrictivo que interactivo o imaginativo, destacando el interés por aprendizaje social.

    Para Howe (1991), las trabajadoras sociales desconfían del conductismo y lo ven como mecánico, manipulativo y maligno.

    Como critica, se afirma que plantea problemas éticos por la manipulación del cliente y el uso que se hace de ella en el control político.

    3.2.3. Teoría Social de Sistemas o el enfoque sistemático.

    Esta teoría surge originariamente no como tal, sino como un intento de unificación de las diversas teorías y dependiendo del autor, es contrapuesta a la teoría psicodinamica y al conductismo o complementaria de la primera.

    La Teoría Social de Sistemas es un desarrollo de la Teoría General de Sistemas que postula que todos los fenómenos pueden ser organizados como conjuntos o entidades.

    Partiendo de lo anterior, el sistema social es definido como un complejo de elementos o componentes directa o indirectamente relacionados por conexiones causales, de tal forma que cada uno de los componentes esta relacionado con una mas o menos estable dirección durante un periodo de tiempo concreto.

    Las principales contribuciones al Trabajo Social son tres:

    • Suministra las bases para unificar la profesión

    • Ofrece una teoría abierta y permeable para la practica.

    • Facilita la integración de los métodos de caso, grupo y comunidad, así como de las disciplinas en las que se basa el Trabajo Social.

    La Teoría Social de Sistemas se aplica a la depresión, maltrato infantil, la relación trabajador social-cliente, e influye explícitamente en la terapia familiar, en el Trabajo Social Comunitario y en el Trabajo Social Residencial.

    C. Payne (1990), afirma que puede producir cambios estratégicos en la practica como menos atención al caso individual y más al grupo o comunidad y utilizar estrategias validas, no residuales.

    Los problemas que observa en esta teoría son:

  • Es más descriptiva que explicativa, si bien no es prescriptiva por lo que tiene difícil comprobación empírica.

  • Es una teoría sobreinclusiva, pues no todo es importante.

  • Da mucha importancia a la integración de las partes y rechaza el conflicto.

  • La entropía y la comparación con sistemas físicos o biológicos no suele ser aplicable a lo social.

  • Usa un lenguaje técnico y complejo.

  • Es general, por eso no es aplicable al caso particular.

  • Howe (1987), afirma que la teoría en parte es conductista y trata a los hombres como organismos determinados por la biología y el entorno

    Los marxistas critican esta teoría de conservadora y por ofrecer pocos análisis del sufrimiento de la gente. Los tradicionalistas por su parte afirman que se aparta de las raíces de la ayuda individual y convierte al trabajo social en burocráticos y a los servicios sociales en agencias de empleo.

    3.2.4. Teorías cognitivo conductuales.

    Estas teorías cobran fuerza en la década de los ochenta, a la vez que en Psicología y en terapia surge el interés por lo cognitivo.

    Sostiene que la conducta esta guiada mas por el pensamiento que por el inconsciente o los conflictos. Pretende situar a la conducta social lejos de al visión mecanicista de la conducta, explorando la capacidad del pensamiento humano para modificar y controlar la influencia de los estímulos sobre la misma.

    En este caso, el yo'', tiene tres actividades importantes:

    • Adaptación

    • Estabilización

    • Intenciones de adaptación.

    Además, la percepción representa un papel importante, ya que la adaptación esta influida por la autopercepción.

    Como se puede observar, esta visión de la percepción, une la explicación psicológica y la social, ya que incluye en ambas la adaptación. No solo es un suceso personal, sino que también tiene consecuencias sociales y transaccionales. La adaptación tiene efectos en el mundo exterior y también en el “yo''.

    La teoría del aprendizaje social, insiste en que la gente aprende de las situaciones sociales observando y modelando conductas.

    Esta teoría tiene tres partes interconectadas:

  • Una filosofía social

  • Una teoría de la personalidad

  • Técnicas con las que modificar la conducta.

  • Los elementos comunes a las terapias cognitivo-conductuales son:

  • Comienzo de la terapia con un plan racional bien elaborado.

  • El aprendizaje de los objetivos que el cliente puede utilizar para funcionar de forma más efectiva en su vida diaria

  • La insistencia de que el cliente use de forma independiente su experiencia.

  • El cliente aprende a atribuir la mejora de su humor al incremento de su experiencia, que es lo que intenta el terapeuta.

  • Resumiendo, las teorías cognitivo-conductuales, suponen que a las personas se las entiende mejor cuando caminan hacia sus objetivos, construyen su visión de la realidad a partir de lo que han aprendido y se benefician de la adaptación, que es un mecanismo para manejar el mundo en que se mueven.

    Estas teorías son útiles para personas con enfermedad mental o padres con dificultades para orientar la conducta de sus hijos, y se puede aplicar en grupo o individualmente.

    Es aplicable a las depresiones, al control de la ansiedad, a los problemas de pareja y a la drogadicción.

    Goldstein (1982, 1986), divide los elementos del yo en tres grupos:

    • Autoconcepto

    • Autopercepción

    • Intenciones del yo (yo intencional).

    Dryden y Scott (1991), opinan que esta teoría es breve, ampliamente aplicable, muy estructurada, relativamente fácil de aprender y relativamente efectiva.

    3.2.5 Criterios en la elección de Teoría.

    Las teorías son mas que simples modelos de Trabajo Social porque reflejan las tensiones sociales, los diferentes puntos de vista.

    El problema de utilizar un criterio para elegir la teoría adecuada es la dificultad existente para manejar un numero tan grande de teorías dentro del Trabajo Social.

    Un criterio podría ser el respaldo empírico de las Teorías. Sin embargo, mas que investigar la confirmación lo que se ha hecho en Trabajo Social es evaluaciones de programas sociales, lo cual no responde al criterio de verdad científica.

    Además, hay que añadir que las investigaciones realizadas en las ciencias de donde provienen las teorías, no son aplicables al Trabajo Social. Así, si se toma como ejemplo el Psicoanálisis, se puede comprobar que efectivamente tiene aspectos beneficiosos en la terapia, pero el trabajo social solo utiliza su punto de vista, no la terapia.

    El interés, se centra en ver como las ideas utilizadas en la practica del Trabajo Social pasan a formar la base de esa disciplina.

    Así, las diversas teorías pueden utilizarse con diferentes propósitos.

    Unas cubren el conjunto de la practica y se aplican al Trabajo Social individual, residencial o de grupo. Serian las psicodinamicas, conductistas, de sistemas, cognitivas, ecológicas.

    Otras, por el contrario, admiten otras perspectivas, métodos e incluso teorías. Son las de sistemas y las ecológicas.

    Payne (1991), afirma que existen tres tipos de teorías:

    • Especificas, como la de la comunicación

    • Generales, que también sirven de guía. En este grupo se puede señalar la humanista, la existencial la radical... y las teorías generales de la Psicología.

    • De aplicación, que unen ideas y practica.

    Howe, insiste que cada teoría tiene su tiempo y lugar, señalando dos tendencias:

  • La mayoría de las teorías siguen el paradigma funcionalista

  • Aumenta el numero de teorías que prescinden del funcionalismo.

  • Además, el continuo cambio social puede dar lugar a nuevos enfoques teóricos.

    Señalar finalmente que el paradigma básico del Trabajo Social tiene su origen en la teoría psicodinamica y la ética humanista, pero se ha hecho independiente, camina de forma autónoma y esta a mucha distancia de ellas.

    4/ LAS RELACIONES ENTRE TRABAJO SOCIAL Y PSICOLOGIA SOCIAL.

    Como se puede deducir del presente trabajo, las relaciones entre las dos disciplinas, son múltiples y abarcan tanto, el plano teórico como la practica profesional.

    4.1 Relaciones Teóricas.

    4.1.1 Breve historia sobre la influencia de la Psicología

    Desde sus orígenes el Trabajo social se ve influido por la Psicología.

    Los primeros teóricos, aun insistiendo en la importancia de la influencia de los factores ambientales en el individuo, dirigen sus acciones al cambio de este, para lograr su adaptación a la sociedad. Parten del supuesto de que la reforma social solo podía hacerse individuo por individuo.

    Este planteamiento, beneficiaba lo psicológico, favoreciendo la adopción del punto de vista psicoanalítico, que más tarde evolucionaría hacia la psicología del “yo” y hacia corrientes mas del tipo psicosocial.

    Esta línea de actuación, se prolonga hasta después de la II Guerra Mundial, provocando en el trabajador social, una doble identificación con la persona que atendía y con la institución que le contrataba.

    De esta forma, el trabajador social, se sitúo al lado de la Psicología, ampliando su campo de intervención. Esto, provoco la consolidación de la profesión, y la introducción de esta dentro de la personalidad y sus patologías.

    En esta época, la Psicología influye marcadamente a través del Psicoanálisis, cuya huella se percibe claramente en la obra de los teóricos del Trabajo Social.

    La consecuencia de esta influencia, es la adopción por parte de la profesión, de ciertos modelos y conceptos, que tuvieron un influjo perturbador, al impedir que esta desarrollara sus propios paradigmas, hipótesis y teorías. Estos le hubieran proporcionado, de acuerdo con el método científico, su propio cuerpo de conocimiento, lo cual provocaría que su trayectoria fuera distinta de la actual.

    Algunos autores, intentan separar el rol del trabajador social del rol del psicólogo, ya que consideran que se dirigen a entidades diferentes, el mundo exterior y el mundo interior de la persona. Lo cierto es que ambas entidades no están ni separadas ni son estáticas.

    4.1.2. Relaciones.

    Trabajo Social y Psicología Social, actúan juntos y con bases comunes. Los modelos de intervención en Trabajo Social, provienen, en gran parte, de la Psicología Social, de sus modelos teóricos, y sirven para normalizar las conductas de las personas atendidas e invalidar las que son contrarias al orden social.

    Se pueden señalar como relaciones teóricas entre ambas, las siguientes:

    • El Trabajo Social posee una sólida cultura psicológica, de tal forma que sus practicas se apoyan fundamentalmente en las descripciones psicológicas a las que dirige su acción.

    • Las descripciones de la personalidad son psicológicas.

    • La ideología que fundamenta esas practicas esta marcada por una sobreestimacion de los determinismos psicológicos en detrimento de los factores ambientales y de las circunstancias de la situación.

    • Si bien es cierto que en las fuentes de los modelos de Trabajo Social, intervienen otras ciencias, la mayoría son psicólogos.

    4.1.3 Psicología de la Intervención Social.

    Se denomina así, a la Psicología Social aplicada a los Servicios Sociales y al Trabajo Social.

    Sus marcos referenciales son elaboraciones tanto de la Psicología Social como de la Psicología Comunitaria que se vera mas adelante.

    La Psicología de la Intervención Social, tendría como primer antecedente en su marco teórico referencial, la denominada investigacion-accion, con la pretensión manifiesta de superar la dicotomía entre teoría y practica profesional.

    Los presupuestos en los que se basa fundamentalmente son:

  • El sentido positivo del cambio.

  • La movilidad social

  • Establecimiento de condiciones para limitar y compensar las desigualdades sociales, potenciando la igualdad de oportunidades y la justicia social.

  • La intervención social se centra en cuestiones sociales que se plantean dentro de los sistemas sociales complejos y dinámicos.

    Su objetivo, es la resolución de problemas del sistema social, y, a través de él, la de los individuos que lo forman, aplicando estrategias y técnicas que dan como resultado inmediato, el cambio social, y como resultado ultimo, el cambio personal.

    Se podría diferenciar los siguientes tipos de intervención psicosocial:

    • Tipo generalista, que sería aquella que se inspiraría fundamentalmente en la Psicología y en el Trabajo Social comunitario.

    • Tipo plural, en relación con las características de cada sector, (tercera edad, minusvalías, familia e infancia), lo cual implica, que cada caso requiera, bien una intervención clínica, bien una intervención psicoeducativa.

    • Uno de gestión de recursos y de aplicación de conocimientos y técnicas de la Psicología Organizacional.

    • Algunos autores señalan la existencia de una Psicología Social aplicada a la resolución de problemas de desajuste social, marginación y desigualdad, que estaría muy vinculada a los programas de Trabajo Social.

    Sánchez (1990) define a la intervención psicosocial como, “la intervención o acción social de efectos psicológicos, previsibles desde un modelo teórico, realizada por medio de estrategias o técnicas fundamentales psicosociales, como la dinámica grupal o el cambio de actitudes, y/o que se aplican sobre variables o procesos del nivel social relacional (interfluencia, interacción o comunicación) o grupal.

    Cualquier intervención psicosocial debe prever actividades diversificadas y simultaneas que abarcan cinco dimensiones:

  • El propio sujeto

  • Su ambiente

  • La organización del servicio

  • La comunidad social en su conjunto

  • El marco politico-institucional.

  • 4.2. Relaciones Practicas.

    La práctica tanto del trabajador social como del psicólogo se considera una forma de intervención.

    Este concepto se puede definir como una actividad de unos sujetos para cumplir una función o lograr unos objetivos.

    Se aprecian las siguientes coincidencias dentro de la intervención, tanto en Psicología como en Trabajo Social:

    • El sujeto de la intervención para la Psicología coincide con el objeto, mientras que en Trabajo Social el sujeto es la realidad Social, pero en ultimo termino se concreta en el sujeto individual y/o colectivo.

    • Las actividades se convierten en técnicas, estrategias y programas encaminados a modificar conductas o representaciones mentales, restringiendo o liberando condiciones y posibilidades de sujetos y contextos, y dirigidos o controlados de una forma autónoma o heterónoma, todo lo cual es también común a Psicología y Trabajo Social.

    • En cuanto al objetivo de la intervención es el cambio de la situación que da origen a la intervención, para lo cual se reducen las demandas o se incrementan los recursos, hacia lo que tienden tanto la Psicología como el Trabajo Social.

    Una de las realidades, donde mejor se aprecia las relaciones existentes en la practica, entre la Psicología Social y el Trabajo Social es en la entrevista.

    Se podría definir como una conversación, pero con un carácter limitado, es decir, con una finalidad especifica.

    Toda entrevista precisa ser conducida psicológicamente, teniendo en cuenta factores y reglas que emanan de la relación entre entrevistador y entrevistado, y de la situación o contexto en que se produce.

    Las características generales de la entrevista psicológica son:

  • Comunicación verbal y no verbal.

  • Cierto grado de estructuración

  • Finalidad especifica

  • Situación asimétrica

  • Proceso bidireccional con interfluencia entre entrevistado y entrevistador.

  • Adopción de roles específicos, no de superior a inferior, sino diferentes, por parte de los interlocutores.

  • 5/ CONCLUSION.

    Algunos autores, desde la Psicología Social, establecen

    una clara distinción entre esta y el Trabajo Social.

    Mientras la primera, seria una disciplina científica, el Trabajo Social no tendría un status definido como tal, al no tener tradición como disciplina científica, ni tener un objeto definido.

    Lo cierto es que el Trabajo Social y la Psicología Social actúan juntos y con bases comunes. Los modelos de intervención en Trabajo Social provienen en gran parte de la Psicología, de sus modelos teóricos.

    El Trabajo Social, esta marcado por una sólida cultura psicológica, y sus practicas se apoyan, en gran parte, en las descripciones psicológicas a las que dirige su acción.

    Estas, en definitiva son las profundas relaciones que unen ambas disciplinas.

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    Idem. 4

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    Enviado por:Juan Carlos Ruiz Eneko
    Idioma: castellano
    País: España

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