Historia


Porfiriato


PORFIRIATO

José de la Cruz Porfirio Díaz nació el 15 de septiembre de 1830 en Oaxaca, cursó estudios en el

Seminario Conciliar, se decidió por la carrera militar. El 2 de Abril de 1867, al frente de una columna

Militar tomó la ciudad de Puebla, el mismo año ocupó la capital de la República, el 9 de Noviembre de

1871 Profirió Díaz lanzó el “plan de la noria”. En dicho documento se planteaba “que ningún hombre

se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y esta será la ultima revolución”. Profirió Díaz se refu-

gió en E.U.A.; a la muerte de Benito Juárez, regresó a México para fijar su residencia en Veracruz.

Profirió Díaz se unió al plan de Tuxtepec. José María Iglesias, como presidente de la Suprema Corte

de Justicia de la nación, desconoció la reelección de Lerdo de Tejada y se trasladó a Salamanca. Se

convirtió en presidente rechazando el plan de Tuxtepec.

Las fuerzas porfiristas y lerdistas se trabaron en combate, el general Ignacio Alatorre fue derrotado

y su ejército dispersado. Las tropas victoriosas del general Díaz ocuparon la ciudad de México el 26

de noviembre y asumió la presidencia de México interinamente. José María Iglesias, al igual que

Sebastián Lerdo de Tejada, se refugiaron en E.U.A. Al lapso histórico comprendido entre 1876 y 1911

se le conoce como Porfiriato.

Los largos años de lucha dejaron diezmada a la nación. El régimen de Díaz logró detener el bandidaje.

Los grupos sociales adeptos al presidente de la República exigían estabilidad y seguridad. La dictadura

Se caracterizó por otorgar apoyo a los inversionistas mexicanos y extranjeros, sin tener en cuenta a los

Campesinos. Díaz pudó estabilizar la economía del país.

La guerra de Reforma, la intervención francesa y los diversos levantamientos contra Benito Juárez y

Lerdo de Tejada, trajeron consigo un ejército muy numeroso y bastante propenso a insurreccionarse.

Los altos mandos de las fuerzas armadas sentían que el poder político era un botín al cual tenían todo

El derecho. Díaz realizó una política de premiar a los diversos generales. Por medio de alianzas políticas

Y económicas, Díaz pudo introducir una nueva dinámica en el ejército y termino con los motines y

Levantamientos. El mantener un ejército unido y disciplinado fue la base de su gobierno dictatorial.

Durante la etapa porfirista se hizo más clara la existencia de desigualdades sociales, que agrupaban por

Un lado a la mayoría de la población obrera y campesina, que representaba 70% de la población

Económicamente activa, 29% lo conformaban pequeños propietarios (rancheros) y profesionales libe-

rales (médicos, licenciados, ingenieros, maestros). El otro 1% restante lo conformaba una minoría,

Representada por dos grupos a los que favoreció el porfiriato: la burguesía extranjera y la burguesía

Nacional. Los grupos favorecidos por el porfiriato fueron los terratenientes, los militares, la alta jerar-

quía eclesiástica, los banqueros y administradores de las compañías extranjeras. Para mantener este sistema de desigualdad social fue necesario disponer de un ejército antipopular.

Una vez que Profirió Díaz asumió el gobierno, planteó anular a los antiguos seguidores de Juárez. Mu-

chos De los antiguos juaristas e importantes de Díaz fueron desterrados; otros fueron ganados para la política porfirista. Otra forma de anular la resistencia de sus enemigos fue la represión física, como la

sublevación en Tlacotalpan y Alvarado, en Veracruz.

La oposisión mas franca al régimen de Díaz fue la revolucionaria. Publicaciones revolucionarias como

El diario del Hogar, El Amigo del Pueblo, La Alianza de los Obreros, El obrero y el hijo del Ahuizote,

eran clausurados y sus impresores detenidos. Todas estas publicaciones, de pleno enfrentamiento al

gobierno del dictador Díaz, eran consideradas en esa época como prensa de arrabal. La actitud repre-

siva en contra de las ideas de la oposición hicieron posible la irrupción violenta d las masas integradas

por miles de inconformes con la situación económica del país en 1910.

Desde antes de la llegada de Díaz al poder, las medidas reformistas permitían los despojos en contra

en contra de las comunidades indígenas para favorecer a los hacendados. En Puebla y Morelos se

realizaron huelgas de peones en 1880; también se rebelaron los Zapotecas en Juchitán, en 1881; el

levantamiento de los indios mayos en Sonora, en 1891; la rebelión de Tomochic, 1882. Para finales

del siglo XIX, la guerra que se ha dado en llamar guerra de castas tuvo como desenlace la represión.

La huelga estaba prohibida legalmente. El descontento social alcanzó tales proporciones que durante

el porfiriato estallaron 250 huelgas.

Después de 4 años de ausencia en el gobierno, Porfirio Díaz retornó a la presidencia en 1884 y no la

abandonó sino hasta 1911. Para conservar el poder, Díaz impulsó la central porfirista, la cual tuvo

como función postular al general Díaz para los siguientes periodos presidenciales.

El triunfo que Díaz obtuvo sobre sus enemigos políticos y militares estaba sustentado en el apoyo que

le proporcionaban algunos jefes locales. Esa ayuda, Díaz la retribuyó otorgando mandos militares, se

dictaron las leyes de colonización y se fundaron las “compañías deslindadoras”.

El gobierno de Díaz se apoyó en el ejército, que se denominó federal para distinguirlo de las tropas

locales o cuerpos rurales. Cada autoridad rural sostenía tropas llamadas cuerpos de rurales.

Las necesidades específicas de la gran industria internacional en plena expansión indujeron a los

consorcios imperialistas a poner sus ojos en los grandes recursos naturales. Las inversiones más

cuantiosas se canalizaron hacia el acaparamiento de tierras. Los capitalistas ingleses, holandeses,

franceses, alemanes y estadounidenses obtuvieron del gobierno de Díaz una serie de prebendas y

concesiones.

Como ejemplo de las prerrogativas que el general Díaz otorgó a los inversionistas extranjeros, se

puede tomar el de la construcción de las vías férreas.

Esta situación que se otorgó, se extendió en condiciones similares a la minería, el comerció, los

bancos, etc.

El hierro, el cobre, el cinc y las maderas preciosas eran productos que los países industriales requerían

para su desarrollo. En 1887, solo existían578 km de vías; en 1911, al abandonar la presidencia, la red

ferroviaria era de 24, 717 km.

El comercio interior estuvo supeditado al comercio exterior. El comercio fue monopolizado por extran-

jeros. Los principales productos eran textiles, mineros, etc.

La industria durante el porfiriato sirvió para acrecentar el poder y la influencia del capital extranjero.

Al finalizar el porfiriato, 77.4% de la población vivía en el campo; de este porcentaje, 96.9% pertenecía

a familias sin tierra y 1% de las familias poseía 85% de las tierras de cultivo.

Puebla, Monterrey, Guadalajara, Guanajuato, Pachuca, Tampico, Veracruz y el Distrito Federal,

fueron las principales ciudades cuya población aumentó durante el porfiriato, debido a la instalación

de fábricas e industrias. El despojo de las tierras que el régimen de Díaz llevó a cabo mediante la

aplicación de las Leyes de Baldíos.

A finales del siglo XIX, la poesía y la creación literaria tuvieron notoria influencia de la corriente

modernista. Los poetas y los novelistas del modernismo utilizaban un vocabulario de gran sonoridad.

En México, dentro de esta corriente afrancesada destacan, en la poesía: Manuel Gutiérrez Nájera,

Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo, José Juan Tablada, Luis G. Urbina, y Enriqueta Camarillo; en

la novela: Juan A. Mateos, Manuel Payno y Heriberto Frías.

La pintura mexicana del siglo XIX tuvo en José María Velasco a su más destacado representante. Sus

cuadros más famosos son La flora en el Valle de México, La Catedral de Oaxaca, La plaza de San

Jacinto, en San Angel, y su mejor obra, a juicio de los criticos , El Valle de México desde el cerro de

Guadalupe. José María Velasco no plasmó en sus cuadros la miseria, el hambre, y la injusticia.

Durante el porfiriato hubo mucho desarrollo tecnológico, cultural y educativo. En el ámbito tecnológico,

se hicieron más vías de ferrocarril, se introdujo el motor de combustión interna, iluminación eléctrica,

el nacimiento de la industria petrolera. En lo cultural, se introdujo el modernismo a México, se hizo el

Palacio de Bellas Artes, El Monumento a la Revolución, el cual iba a ser un palacio legislativo parecido

al que hay en Francia. Y en lo educativo, se hicieron muchas escuelas, hubo más alumnos pero aun así

el índice de analfabetismo era el 80.26% de la población.

A principio de siglo, en la ciudad de París, el obispo Ignacio Montes de Oca de Obregón hizo unas

declaraciones en las que afirmaba que en México las relaciones entre el gobierno y la iglesia eran

optimas y que incluso las leyes de reforma habían quedado sin aplicación.

Al conocerse lo dicho por el obispo, los liberales organizaron un congreso, el 5 de febrero de 1901,

se reunieron en San Luis Potosí los representantes de la mayoría de los clubes liberales de México.

Se acordó demandar reformas constitucionales. El gobierno porfirista por medio de sus cuerpos

policiacos desató de inmediato una intensa represión sobre los militantes liberales. En el mes de

septiembre de 1905, en San Luis Misuri se creo la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.

Este documento tenía algunas limitaciones . El programa de 1906 del Partido Liberal Mexicano se

convirtió en la bandera política de los diversos grupos de mexicanos que se oponían al gobierno del

general Díaz




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Idioma: castellano
País: México

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