Economía y Empresa


Planes y Fondos de Pensiones


  • LOS PLANES DE PENSIONES

  • 1.1 CONCEPTOS:

    Antes de profundizar en el tema, vamos a explicar una serie de conocimientos básicos para entender de lo que vamos a hablar posteriormente.

    EL ACTIVO Y EL PASIVO:

    Tomando ejemplos para poder explicarnos, los activos de un individuo incluyen la casa, el mobiliario de ésta, las cuentas corrientes en los bancos, los activos financieros (por ejemplo, las acciones que posea) y el dinero en efectivo. También se pueden incluir los planes de pensiones que, sin duda, afectan al comportamiento económico de las familias. También hay pasivos como la hipoteca de la casa o el pago a plazos del coche o de otros bienes, así como otras obligaciones financieras, como puede ser el pago del impuesto sobre la renta.

    Cuando se trata de una empresa, la composición de sus activos y pasivos es muy diferente. Entre los activos de una empresa destacan sus fábricas y maquinaria, sus existencias inventariadas de materias primas y productos semiterminados —es decir, aquellos que todavía están inmersos en el proceso de producción— y los bienes finales pendientes de distribución. También hay que añadir las deudas pendientes de cobro, por ejemplo, el cobro de bienes vendidos pero no cobrados, o el cobro de intereses por activos financieros. Pero las empresas valdrán más de lo que representa la suma de los anteriores activos porque, por el hecho de ser una compañía en funcionamiento, tendrá una clientela fija y un nombre conocido que les permitirá vender más que una recién creada. A este activo intangible se le denomina `fondo de comercio'. En la columna donde se reflejan los pasivos en el balance aparecerán las obligaciones que tendrá dicha empresa: pagos a proveedores y otras obligaciones financieras, como por ejemplo es el pago de impuestos. Además, en tanto en cuanto haya emitido deudas para lograr más capital (es decir, bonos que no son parte del capital social o los depósitos que tienen los bancos) adquiere obligaciones para pagar a los tenedores de los bonos o a los propietarios de cuentas corrientes y otros depósitos bancarios.

    Desde el punto de vista del país, de nuevo, los activos y pasivos serán distintos. El balance de un Estado no consistirá en la simple suma de los balances de los individuos y las empresas. Entre los activos de un país hay que incluir el capital nacional, como son las edificaciones públicas (bibliotecas, palacios reales, oficinas ministeriales, etcétera), las infraestructuras públicas de transporte o los recursos naturales (minas, bosques, etcétera) que no aparecerán en el balance de ninguna entidad. También se puede sostener que, puesto que uno de los activos más importantes de un país es su potencial de trabajo, habrá que contabilizar éste de alguna manera. Por supuesto, las obligaciones y pasivos de empresas e individuos de un mismo país se anulan entre sí —la obligación que tiene una persona de pagar determinada cantidad a otra será un activo de esta última. Pero un país puede contar con activos (físicos o financieros) en otro país y los extranjeros pueden disponer igualmente de activos en el país (físicos o financieros). Por lo tanto, la riqueza nacional habrá de considerar los pasivos netos de un país frente a otros.

    EL ACTUARIO:

    Actuario o Promotor de seguros, persona que, utilizando técnicas de estadística, probabilidad, y de finanzas, resuelve problemas relacionados con los seguros, pensiones de jubilación, estudios sobre la población y otros temas vinculados a los anteriores. Las estadísticas de mortalidad y los cuadros de probabilidad relacionados con ésta, los accidentes, enfermedades, incendios y pérdidas industriales son creados y analizados por los actuarios. Basándose en estas cifras se establecen las tarifas de los distintos seguros y sus cláusulas, como por ejemplo la cantidad de dinero que debe mantenerse en reservas para hacer frente a las posibles reclamaciones. El principal supuesto del que parten los actuarios es que la frecuencia con la que se han producido los hechos en el pasado puede ser útil para predecir o evaluar la probabilidad de que se repitan en el futuro.

    Las técnicas actuariales, además de servir en el campo de los seguros, son utilizadas también por los organismos oficiales encargados de regular la industria de los seguros y para prever las necesidades de recursos de la Seguridad Social, la sanidad y los planes de pensiones. En el reciente campo de la investigación relacionada con el análisis de las operaciones de organización también se utilizan estas técnicas. La utilización de potentes computadoras y el proceso de datos también ha dado origen a numerosas aplicaciones de las técnicas actuariales.

    Jubilación, momento en la vida de una persona en que cesa de trabajar y comienza a percibir una pensión. El cese de la actividad laboral o empresarial puede deberse a la edad o imposibilidad física del trabajador. En la mayoría de los países, la edad de jubilación es de 65 años. Sin embargo, en los países más industrializados se tiende cada vez más a anticipar la edad de jubilación; esto ha provocado un aumento de las suscripciones de planes de ahorro y de pensiones a nivel privado.

    La jubilación está perdiendo su clara delimitación frente a las demás fases de la vida (infancia, adolescencia y edad adulta). El hecho de que en numerosos países se desarrollen programas de actividades para la tercera edad, en los que se desempeña un nuevo periodo de aprendizaje, ha hecho que varios autores hablen de una `segunda infancia'. Por otro lado, la mejor calidad de vida y las mayores expectativas de vida han llevado a algunos autores a distinguir la tercera edad de la `cuarta edad', etapa que hoy hace referencia a aquellas personas con edades muy avanzadas que sufren un mayor deterioro físico y psíquico.

    TITULOS VALORES

    Títulos valores, término utilizado en economía y en las finanzas con dos significados: por una parte, designa algo dado por un prestatario a la persona que presta para asegurar un préstamo, es decir, algo que el prestador puede vender y así recuperar el dinero adeudado si el prestatario no devuelve lo prestado; por otra, designa una participación en los fondos propios (el activo menos el pasivo) de una empresa.

    Los valores eran en un principio los documentos (llamados también título-valor) que probaban la posesión de una propiedad o los ingresos que podían ser utilizados como garantía subsidiaria para un préstamo. Hoy día, el término valores se utiliza por lo general para hacer referencia a acciones rentables o a bonos que se comercian sobre el capital (finanzas a largo plazo) o en mercados monetarios (finanzas a corto plazo).

    En las últimas dos décadas se ha producido un considerable incremento de la inversión en valores debido al hecho de que las empresas han optado cada vez más por aumentar sus finanzas a través del mercado de valores en vez de hacerlo solicitando un préstamo a un banco o a otro intermediario financiero. Como resultado de ello, el mercado de valores se ha convertido en algo bastante diverso y sofisticado. Puede que los bancos hayan perdido parte de su tradicional negocio como entidades prestadoras, pero se ven beneficiados por el hecho que el riesgo que conlleva conceder un préstamo se reparte ahora en una mayor gama de entidades financieras, con lo que les resulta rentable ocuparse del tema de los valores.

    A medida que la inversión en valores ha ido creciendo lo ha hecho también el mercado de los llamados derivados, que son en realidad activos derivados de otros activos. Por ejemplo, una opción (el activo derivado) de comprar una acción (el activo original) a un cierto precio en cualquier momento hasta una fecha específica establecida en el futuro. En este caso, operan dos mercados: uno para el activo original y otro para el activo derivado. Aquellos que comercian con opciones apuestan sobre el precio de la acción de la que han adquirido una opción de compra. Si el precio de la acción sube en una proporción superior al coste de la opción, pueden obtener un beneficio. En teoría podría haber derivados de derivados, como, por ejemplo, en el caso de una posibilidad para adquirir una opción a comprar una acción. En la práctica, existe una preocupación real de que una excesiva concentración de derivados pueda minar el mercado de los valores originales.

    EL PRESTAMO

    Préstamo, en finanzas, es la cesión de una cantidad de dinero. En sentido amplio hace referencia a la cesión de cualquier tipo de propiedad. La devolución del préstamo se puede garantizar (hipotecando una casa, por ejemplo) o puede no estar respaldada por ningún bien o documento. Por lo general, los préstamos están regulados por una serie de condiciones que establecen, entre otros, el plazo de devolución y los tipos de interés. Cualquier persona puede conceder o solicitar un préstamo; sin embargo, existen algunas limitaciones legales en ciertos casos, por ejemplo, cuando una empresa concede un préstamo a uno de sus directivos.

    Los préstamos pueden tomar diversas formas. Muchas empresas se financian con préstamos a largo plazo o emitiendo acciones que, de algún modo, representan un préstamo que conceden los accionistas. Los gobiernos también se financian emitiendo bonos a largo plazo, estableciendo un tipo de interés fijo, con un vencimiento determinado y durante todo el periodo de vigencia del bono. A lo largo del tiempo pactado se pueden intercambiar en el mercado de valores, donde su precio oscilará dependiendo de muchas variables, entre las que se incluyen los tipos de interés de otros activos financieros. Por ejemplo, si estos tipos han disminuido, el precio de los bonos aumentará, porque rendirá un tipo de interés superior al que prevalece en ese momento en el mercado. Pero el precio del mercado también depende de la fecha de vencimiento y de las garantías. En Estados Unidos aparecieron por primera vez los denominados bonos basura o chatarra (junk bonds) que son aquellos que rinden un alto tipo de interés pero sin ninguna garantía; sólo se pagará ese interés si la inversión en la que se coloca el dinero obtenido mediante la venta de esos bonos tiene resultados positivos. Es muy habitual que el capital que ha pedido prestado una empresa aparezca reflejado en su contabilidad en la banda de los pasivos. Uno de los factores que analizan los inversores para valorar una compañía es la proporción de deudas sobre el capital social. Cuanto mayor sea esta proporción mayor será el endeudamiento financiero de la empresa. Los inversores también ponen especial atención a la proporción de las ganancias que deben ser empleadas para pagar los préstamos financieros.

    Los tipos de interés que se pagan por los préstamos dependen de la relación de las fuerzas del mercado en el momento en que se concede. Sin embargo, los gobiernos pueden establecer créditos 'blandos' (con tipos de interés menores que los del mercado y plazos de amortización más largos) a empresas o para ciertas actividades que desean desarrollar y promover. La Asociación Internacional de Fomento, perteneciente al Banco Mundial, se ocupa de otorgar créditos blandos a los países menos industrializados.

    1.2 Pensiones de jubilación:

    Las Pensiones de jubilación, provisión para el pago de cantidades mensuales a las personas mayores. Las primeras pensiones de jubilación que pudieron obtener los trabajadores se dieron en Francia a principios del siglo XIX, en Inglaterra en 1812 y en Alemania en 1873. El sistema de pensiones se extendió a otros países europeos y a Estados Unidos a comienzos del siglo XX.

    Actualmente existen cuatro tipos de sistemas de pensiones. El más importante es el sistema público, que predomina en casi 130 países como parte del sistema de seguridad social. La financiación de este sistema es muy variada: por regla general, parte de los beneficios concedidos por el Estado del bienestar provienen de los impuestos, con cargo a los presupuestos generales y el resto procede de las cotizaciones a la seguridad social que realizan los empresarios y/o los trabajadores, que pagan una cuota en proporción a su salario. El segundo tipo de sistema es aquel que está financiado por completo por los empresarios, algunas veces gracias a pequeñas contribuciones de los trabajadores, destinadas a los empleados que han trabajado para el empresario durante un determinado periodo de tiempo; incluye pensiones financiadas tanto por los empresarios privados como por las instituciones públicas. La mayoría de las grandes compañías tienen este tipo de sistema de pensiones, muchas veces garantizados por los sindicatos gracias a la negociación colectiva, u ofertados como un pago adicional que, al no estar sujeto a imposición ninguna, resultan más baratos que si se incrementara el salario de los trabajadores. El tercer tipo de pensiones deriva de fondos establecidos por sindicatos, empresas y otras instituciones, a favor de sus miembros. Suelen ser fondos cuantiosos y están administrados por un actuario que decide cuánto se ha de pagar y en qué plazos, y por un experto financiero encargado de garantizar el crecimiento del fondo a largo plazo. El cuarto sistema es el de pensiones privadas en su totalidad, en el que cada trabajador se encarga de cotizar a un fondo de pensiones privado con el fin de garantizarse una renta mínima cuando alcance la edad de retiro. Se puede hablar también de un sistema mixto, en el que se entremezcla el sistema público y el privado.

    Las leyes impositivas suelen contemplar desgravaciones fiscales tanto para los pensionistas como para los planes de pensiones. Estos planes de pensiones están, a veces, incluidos en el sistema sanitario de la seguridad social o en los seguros de vida.

    Los planes de pensiones públicos suelen adoptar dos fórmulas. Por un lado, existe el sistema de reparto: todos los trabajadores activos cotizan un porcentaje de su salario al sistema de pensiones, creándose de esta forma un fondo que se reparte entre todos los pensionistas. Por otro lado, existe el denominado sistema de capitalización: todos los trabajadores cotizan un porcentaje de su salario al sistema de pensiones; el fondo creado se va invirtiendo en activos financieros, capitalizándose. Cuando los trabajadores alcanzan la edad de jubilación se reparte entre ellos la cantidad abonada más los intereses obtenidos a lo largo de los años. En España, hoy, existe una fuerte polémica porque la dinámica poblacional está haciendo inviable la continuidad del sistema de reparto, que es el que se halla en vigor, por lo que se plantean dos alternativas: asumir un sistema de capitalización, lo que resultaría muy costoso para los trabajadores en activo, o pasar a un sistema privado, que se considera muy insolidario porque aquellos trabajadores que están en paro no pueden financiarse un plan de pensiones privado. En Chile, durante la dictadura del general Pinochet, se pasó de un sistema de pensiones público basado en el sistema de reparto a un sistema privado, en el que cada trabajador se responsabiliza de garantizarse una renta mínima para su jubilación.

    Con el crecimiento de la esperanza de vida en los países industrializados, el pago de los sistemas de pensiones se hace cada vez más caro. Por ello, el pensamiento económico moderno tiende a fomentar el cambio desde el sistema de pensiones público hacia una gestión de las pensiones promovida desde el sector privado, porque se considera que éste podrá administrar el sistema de una forma más eficiente. Las relaciones económicas internacionales favorecen a los países con presupuestos equilibrados, por lo que todos los gobiernos desean reducir gastos e impuestos, y ello agrava aún más la problemática de los pensionistas, cuyo número, en cambio, no deja de crecer. Además, los países en vías de desarrollo son demasiado pobres como para poder soportar la carga de un sistema de pensiones público, debiendo dejar a las personas mayores a cargo de sus familias. Por ejemplo, en Singapur, que no cuenta con un sistema de planes de pensiones público, se ha dictado una ley que obliga a las familias a mantener a sus ascendentes.

    2. PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS

    2.1 NORMATIVA Y REQUISITOS

    • Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social (B.O.E. del 29/6).

    • Real Decreto 357/1991, de 15 de marzo, por el que se desarrolla en materia de pensiones no contributivas la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, por la que se establecen en la Seguridad Social prestaciones no contributivas (integrada en el R.D. legislativo anterior), (B.O.E. del 21/3).

    • Real Decreto 118/1998, de 30 de enero, por el que se modifica el R.D. 357/1991, de 15 de marzo, en cuanto a comprobación de los requisitos para el derecho a Pensión No Contributiva del sistema de la Seguridad Social (B.OE. del 18/2).

    La Ley 26/1990, refundida en la Ley General de la Seguridad Social, extendió el derecho a las pensiones de la Seguridad Social, por jubilación e invalidez, a todos los ciudadanos, aunque no hayan cotizado o lo hayan hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva, y carezcan de recursos suficientes.

    La pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos en situación de jubilación y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios.

    Pueden ser beneficiarios de la Pensión no Contributiva de Jubilación los ciudadanos españoles, nacionales equiparados y de la Unión Europea; respecto a los nacionales de otros países, se estará a lo dispuesto en los Tratados, Convenios, Acuerdos o instrumentos ratificados, suscritos o aprobados al efecto, o en virtud de reciprocidad tácita o expresamente reconocida, con residencia legal en España que cumplen los siguientes requisitos:

  • Carecer de ingresos suficientes
    Existe carencia cuando las rentas o ingresos de que se disponga, en cómputo anual, sean inferiores a 586.740 ptas. anuales.
    No obstante, si son inferiores a 586.740 ptas. anuales y se convive con familiares, únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su Unidad Económica de Convivencia, sean inferiores a las cuantías que se recogen en el siguiente cuadro, según caso:

  • Convivencia sólo con su cónyuge y/o parientes consanguíneos de segundo grado:

    • Nº de convivientes = 2 - 997.458 ptas./año

    • Nº de convivientes = 3 - 1.408.176 ptas./año

    • Nº de convivientes = 4 - 1.818.894 ptas./año

    • Si entre los parientes consanguíneos con los que convive se encuentra alguno de sus padres o hijos:

      • Nº de convivientes = 2 - 2.493.645 ptas./año

      • Nº de convivientes = 3 - 3.520.440 ptas./año

      • Nº de convivientes = 4 - 4.547.235 ptas./año

    • Específicos de la propia Pensión no Contributiva de Jubilación

    • a) Edad: Tener sesenta y cinco o más años.

    • b) Residencia: Residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.

    • La Pensión no Contributiva de Jubilación es incompatible con la Pensión no Contributiva de Invalidez, con las Pensiones Asistenciales (PAS) y con los Subsidios de Garantía de Ingresos Mínimos y por Ayuda de Tercera Persona de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) , así como con la condición de causante de la Prestación Familiar por Hijo a Cargo Minusválido.

      2.2 ACTUALIZACION DE LAS PENSIONES PARA 2001

      La Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2001 establecen un incremento en la revalorización de las pensiones no contributivas del 4,01%, que incluye el 2,1% de desviación del IPC del año anterior

      La cuantía de las pensiones no contributivas ha quedado fijada en 586.740 ptas. íntegras anuales, que se abonan en 12 mensualidades más dos pagas extraordinarias al año.

      La cuantía individual actualizada para cada pensionista se establece, a partir del citado importe, en función de sus rentas personales y/o de las de su unidad económica de convivencia, no pudiendo ser la cuantía inferior a la mínima del 25% de lo establecido.

      Las cuantías básicas son las siguientes:

      Cuantía ANUAL MENSUAL

      -------------- ------------------------------ --------------------------

      Íntegra 586.740 ptas. 3.526,38 Euros 41.910 ptas. 251,88 Euros

      Mínima 25% 146.685 ptas. 881,59 Euros 10.480 ptas. 62,99 Euros

      -------------- ------------------------------ --------------------------

      Cuando dentro de una misma familia conviva más de un beneficiario de pensión no contributiva, la cuantía máxima anual conjunta es la siguiente:

      Nº Beneficiarios PTAS/AÑO EUROS/AÑO

      ---------------------------------------------------

      2 997.458 5.994,84

      3 1.408.176 8.463,31

      ---------------------------------------------------

      2.3 REGULARIZACION PARA LOS YA PENSIONISTAS EN 2000 Y REVISION DE LAS PENSIONES

      Dado que el incremento real experimentado por el Índice de Precios al Consumo en el período noviembre/1999-noviembre/2000 ha sido superior al previsto en un 2,1 %, todos los que eran ya pensionistas a 31 de diciembre de 2000, percibirán una cantidad equivalente a la diferencia entre la pensión percibida en 2000 y la que les hubiese correspondiendo de aumentar la cuantía percibida, durante el indicado ejercicio, en el 4,1 %, una vez deducido de aquello un 2 %.

      El uso adecuado de los recursos públicos debe quedar garantizado, por ello los pensionistas están obligados a:

      • Comunicar al Organismo que gestiona su pensión las variaciones en su convivencia, estado civil, residencia, recursos económicos propios y/o familiares, y cuantas otras puedan tener incidencia en la conservación del derecho o en la cuantía de su pensión.

      • Presentar anualmente declaración de sus rentas o ingresos y de los de su unidad familiar de convivencia e impreso-formulario que a ese fin se le remita por el Organismo Gestor de su pensión.


      Conforme a los datos declarados por los pensionistas y los disponibles por la Administración se procede a la regularización de los importes percibidos en 2000 y se establece el importe de la pensión a percibir en el año 2001, si la revisión diera lugar a la modificación de la cuantía actualizada inicialmente.

      Los importes que resulten indebidamente percibidos por el incumplimiento de las citadas obligaciones tienen que ser devueltos por sus perceptores.

      Las Administraciones Públicas tienen el deber y el derecho de establecer los mecanismos de control oportunos para evitar cualquier utilización indebida de las prestaciones sociales, controles que se efectúan tanto con carácter previo al reconocimiento de la pensión como con posterioridad periódica y anualmente.

      El Registro de Prestaciones Sociales Públicas en el que se inscriben todas las pensiones públicas, incluidas las no contributivas, es un instrumento básico de la gestión pública de protección social al posibilitar el seguimiento y control permanente del derecho a las prestaciones y sus percepciones.

      El derecho a seguir percibiendo una pensión no contributiva se extingue cuando se deja de reunir alguno de los requisitos exigidos para su reconocimiento.

      3. SISTEMA SANITARIOS:

    • INTRODUCCIÓN  

    • Seguridad Social (sistema sanitario) o Asistencia sanitaria, sistema de seguros dirigido por el Gobierno que proporciona recursos financieros y servicios médicos a las personas impedidas por enfermedad o por accidente. Los sistemas de seguridad social existen en muchos países, en especial en Europa occidental y América Latina.
      Los sistemas sanitarios se coordinan a menudo con otros mecanismos de seguridad social como programas de pensiones, de subsidio al desempleo y de compensaciones laborales.

      LA HISTORIA  
      El primer país que instauró un sistema sanitario a escala nacional fue Alemania. El canciller alemán príncipe Otto von Bismarck obtuvo la promulgación de una ley de seguro obligatorio por enfermedad en 1883, que era sostenido por el Estado. Diferentes tipos de seguridad social se implantaron en el siglo XIX en otros países de Europa como Austria-Hungría, Noruega en 1909, Suecia en 1910 y Gran Bretaña y Rusia en 1911. Después de la II Guerra Mundial, el crecimiento de los sistemas sanitarios europeos fue amplio, aunque la cantidad del subsidio, las condiciones para ser cubierto, el tratamiento de los asegurados y las medidas respecto a la maternidad también variaban mucho. En España y en la mayoría de los países de América Latina, siguiendo los impulsos modernizadores y sociales de los países más avanzados de Europa, se implantaron sistemas de Seguridad Social desde comienzos del siglo XX.
      En España, la Seguridad Social se ha ido desarrollando y mejorando a través de los distintos regímenes: la dictadura del general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, la II República Española y el régimen del general Francisco Franco, pero ha alcanzado un carácter universal (que cubre las necesidades asistenciales y atiende a la salud de los españoles), tras la llegada al poder del Partido Socialista Obrero Español en 1982.
      En América Latina hay países como México, Uruguay, Argentina, Chile, Colombia y otros que han mantenido y desarrollado sistemas de seguridad social a pesar de los problemas surgidos como consecuencia de los cambios de régimen político y de las orientaciones económicas y sociales. Se han establecido convenios bilaterales, entre España y la mayoría de los países de América Latina, para el reconocimiento mutuo de los derechos y las prestaciones.

      4. INFLACION DEFLACION DE LOS PLANES DE PENSIONES

      Inflación y deflación

      4.1 INTRODUCCION:

      Inflación y deflación, en Economía, término utilizado para describir un aumento o una disminución del valor del dinero, en relación a la cantidad de bienes y servicios que se pueden comprar con ese dinero.

      La inflación es la continua y persistente subida del nivel general de precios y se mide mediante un índice del coste de diversos bienes y servicios. Los aumentos reiterados de los precios erosionan el poder adquisitivo del dinero y de los demás activos financieros que tienen valores fijos, creando así serias distorsiones económicas e incertidumbre. La inflación es un fenómeno que se produce cuando las presiones económicas actuales y la anticipación de los acontecimientos futuros hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la oferta disponible de dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la oferta disponible está limitada por una escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos aumentos persistentes de los precios estaban, históricamente, vinculados a las guerras, hambrunas, inestabilidades políticas y a otros hechos concretos.

      La deflación implica una caída continuada del nivel general de precios, como ocurrió durante la Gran Depresión de la década de 1930; suele venir acompañada por una prolongada disminución del nivel de actividad económica y elevadas tasas de desempleo. Sin embargo, las caídas generalizadas de los precios no son fenómenos corrientes, siendo la inflación la principal variable macroeconómica que afecta, actualmente, tanto a la planificación privada como a la planificación pública de la economía.

      4.2 TIPOS DE INFLACIÓN:  
      Cuando la subida de los precios sigue una tendencia gradual y lenta, con una media anual de unos pocos puntos porcentuales, no se considera que esta inflación sea una seria amenaza para el progreso económico y social. Puede incluso llegar a estimular la actividad económica: la sensación de que la renta personal está creciendo por encima de la productividad puede estimular el consumo; la inversión en la compra de viviendas puede aumentar, al anticiparse la apreciación futura de los precios; la inversión de las empresas de negocios en fábricas y maquinaria puede crecer, puesto que los precios aumentan por encima de los costes, y los individuos, las empresas y los gobiernos que piden prestado descubren que pagarán los préstamos con dinero que tendrá un menor poder adquisitivo, por lo que tendrán un mayor incentivo para pedir dinero prestado.

      Más preocupante resulta el crecimiento de la inflación que implica mayores subidas de precios, con medias anuales entre el 10 y el 30% en algunos países industrializados, e incluso del cien por cien en algunos países en vías de desarrollo. La inflación crónica tiende a perpetuarse, aumentando aún más a medida que las distorsiones económicas y las expectativas pesimistas se van acumulando. Para hacer frente a esta inflación crónica se frenan las actividades normales de la economía: los consumidores compran bienes y servicios para evitar los precios futuros; la especulación sobre la propiedad aumenta; las empresas se centran en inversiones a corto plazo; los incentivos para ahorrar, adquirir pólizas de seguros, planes de pensiones, o bonos a largo plazo son menores puesto que la inflación erosiona su rentabilidad futura; los gobiernos aumentan sus gastos corrientes anticipándose a menores ingresos en el futuro; los países que dependen de sus exportaciones pierden ventajas competitivas en el comercio internacional, lo que les obliga a emprender medidas proteccionistas y controles de la unidad monetaria arbitrarios.

      Bajo su forma más extrema, los aumentos persistentes de los precios pueden convertirse en lo que se denomina hiperinflación, provocando la crisis de todo el sistema económico. La hiperinflación que se produjo en Alemania tras la I Guerra Mundial, por ejemplo, provocó que la cantidad de dinero en circulación aumentara más de siete mil millones de veces, y que los precios se multiplicaran por más de diez mil millones en 16 meses antes de noviembre de 1923. Otros ejemplos de hiperinflación son los fenómenos que se produjeron en Estados Unidos y en Francia a finales del siglo XVIII; en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y en Austria tras la I Guerra Mundial; en Hungría, China y Grecia tras la II Guerra Mundial; y en algunos países en vías de desarrollo en los últimos años. Esta situación fue particularmente intensa en algunos países de América Latina, como México, Argentina o Brasil, a partir de la década de 1960. Cuando se produce una hiperinflación, el crecimiento del dinero y de los créditos aumenta de forma explosiva, destruyendo los vínculos con los activos reales y obligando a volver a complejos acuerdos de trueque. A medida que los gobiernos intentan hacer frente a los pagos de los programas de gasto incrementados, expandiendo la demanda, la financiación inflacionista de los déficit presupuestarios distorsiona la estabilidad económica, social y política.

      Una forma de inflación de importancia histórica fue la que se produjo en la época del bimetalismo y del patrón oro que consistía en la deflación monetaria cuando el gobernante reducía la cantidad de metal precioso que llevaban las monedas. Esta actuación permitía asegurar al Estado beneficios a corto plazo, puesto que éste podía utilizar la misma cantidad de metales preciosos para acuñar más monedas, pero, a largo plazo, esto aumentaba el nivel general de precios debido a la ley de Gresham según la cual "el dinero malo desplaza al bueno". Estas deflaciones monetarias solían deberse a los esfuerzos bélicos de los gobiernos, lo cual explica parcialmente la correlación de la inflación con la inestabilidad política. La entrada de plata en Europa proveniente del Nuevo Mundo en el siglo XVI también se asocia con los aumentos graduales de los precios que se produjeron en aquella época, cuando el valor de los metales preciosos tendía a disminuir, pero esta teoría no es aceptada de forma general. En la actualidad, los gobiernos hacen lo mismo cuando emiten más dinero del necesario, o cuando, de cualquier otra forma, modifican el valor del dinero.

      4.3 HISTORIA: 
      Los ejemplos de inflación y deflación son numerosos a lo largo de la historia, pero no hay registros fiables para medir las oscilaciones de los niveles de precios antes de la edad media. Los historiadores económicos afirman que los siglos XVI y XVII fueron periodos con alta inflación a largo plazo en Europa, aunque las tasas medias anuales del 1 o 2% son tasas despreciables en relación con las actuales. Los principales cambios se produjeron durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, cuando los precios aumentaron a tasas medias del 8,5% mensual y durante la Revolución Francesa, cuando los precios aumentaron en Francia a tasas del 10% mensual. Estos breves periodos inflacionistas eran seguidos de largos periodos en los que se alternaban las inflaciones y deflaciones a nivel internacional, siempre vinculadas a hechos económicos o políticos concretos.

      En relación con los patrones de inflación que se han dado a lo largo de la historia, el periodo posterior a la II Guerra Mundial se ha caracterizado por niveles de inflación relativamente altos en muchos países y, desde mediada la década de 1960, se ha mantenido, en casi todos los países industrializados, una tendencia hacia la inflación crónica. Por ejemplo, desde 1965 hasta 1978, el índice de precios al consumo en Estados Unidos se ha situado en una tasa media anual del 5,7%, con un máximo del 12,2% en 1974. En Gran Bretaña, la inflación también alcanzó un máximo en 1974, a raíz del alza de los precios del petróleo, que aumentaron a una tasa superior al 25%. Otros países industrializados padecieron alzas similares en sus niveles de precios, pero algunos países como Alemania Occidental (actualmente parte de la reunificada República Federal de Alemania) consiguieron impedir que se produjera una inflación crónica. Debido a la actual integración de las economías de la mayoría de los países, la disparidad de inflaciones refleja la relativa eficacia de las distintas políticas económicas nacionales.

      Esta tendencia inflacionista desfavorable consiguió revertirse en casi todos los países industrializados a mediados de la década de 1980. Las políticas fiscales de austeridad y las restrictivas políticas monetarias emprendidas a principios de la década, se combinaron con las drásticas caídas de los precios del petróleo y de los precios de los bienes para lograr que las tasas medias de inflación descendieran hasta el 4%. Los países de América Latina, en su mayoría, experimentaron tasas de inflación crecientes a partir de la segunda mitad de la década de 1950. La variación anual del índice de precios al consumo sufrió violentos cambios en países como Argentina; desde el año 1975 hasta finales de 1980 pasó de un 43,5% a un 178,3%; México en el año 1982 llegó a tener una inflación del 58,9%; Perú, a partir de 1978, tuvo una inflación creciente alcanzando el 75,4% en 1981; Brasil llegó al 105,6% el año 1981.

      4.4 CAUSAS:  
      La inflación de demanda es aquel fenómeno que ocurre cuando la demanda excede a la oferta, forzando el aumento de los precios y de los salarios, así como el coste de los materiales, los costes de funcionamiento y los financieros. La inflación de costes se produce cuando los precios aumentan para poder hacer frente a los costes totales manteniendo los márgenes de beneficios. Se puede generar una espiral inflacionista cuando las instituciones y los grupos de presión reaccionan ante cada nueva subida de precios. Se producirá una deflación cuando se consiga revertir la espiral inflacionista.

      Para poder explicar por qué cambian los determinantes de la oferta y demanda los economistas han llegado a establecer hasta tres tipos de teorías: del lado de la demanda, la teoría cuantitativa del dinero y el nivel agregado de los ingresos; y las variables de productividad y costes del lado de la oferta. Los defensores del monetarismo piensan que los cambios en el nivel de precios reflejan las fluctuaciones de la cantidad de dinero disponible, cantidad que se suele definir como la cantidad de dinero en efectivo en circulación más los depósitos bancarios. Defienden que, para mantener el nivel de precios estable, la oferta de dinero tiene que aumentar a una tasa constante y coherente con la capacidad productiva real de la economía. Los detractores de esta teoría afirman que las variaciones en la oferta de dinero son una respuesta y no la causa de las variaciones en el nivel de precios.

      La teoría basada en el nivel agregado de ingresos está fundamentada en la obra del economista británico John Maynard Keynes, publicada en la década de 1930. Según la teoría keynesiana, o keynesianismo, las variaciones de la renta nacional determinan las tasas de consumo e inversión; así pues, el gasto público llevado a cabo por el gobierno, así como sus políticas impositivas, deben estar encaminadas a mantener en su totalidad los niveles de empleo y el máximo nivel de producción posible. Por lo tanto, la oferta monetaria debe ajustarse para financiar el nivel deseado de crecimiento económico y para evitar las crisis financieras y los altos tipos de interés que frenan tanto el consumo como la inversión. El gasto público y las políticas impositivas pueden utilizarse, según esta teoría, para impedir tanto la inflación como la deflación, al ajustar la oferta a la demanda.

      La tercera teoría se centra en las variables del lado de la oferta relacionadas con la disminución de la productividad. Estas variables incluyen la tasa de inversión de capital a largo plazo y el desarrollo tecnológico; las variaciones en la calidad y edad de los trabajadores; el cambio de actividades productivas; la rápida proliferación de regulaciones gubernamentales; la inversión en actividades no productivas en lugar de en actividades productivas; la creciente escasez de determinadas materias primas; los desarrollos políticos y sociales que reducen los incentivos para trabajar; y varias distorsiones económicas relacionadas con problemas monetarios y de comercio internacional, con aumentos elevados de los precios del petróleo y con desastres naturales que reducen las cosechas a escala mundial. Estos temas relacionados con la oferta son importantes a la hora de diseñar políticas monetarias y fiscales.

    • EFECTOS:

    •  Los efectos de la inflación y la deflación son varios y cambian a lo largo del tiempo. Normalmente, la deflación es debida a una caída en la producción y a un aumento del desempleo. Los menores precios debidos a la deflación pueden llegar a aumentar el consumo, la inversión y el comercio exterior, pero sólo si se corrigen las causas fundamentales que provocaron el inicio de la deflación.

      Al principio, la inflación provoca un aumento de los beneficios, puesto que los salarios y los demás costes se modifican en función de las variaciones de precios, y por lo tanto se alteran después de que los precios hayan variado, lo que provoca aumentos en la inversión de capital y en los pagos de dividendos e intereses. Puede que el gasto de los individuos también aumente debido a la sensación de que más vale comprar ahora porque después será más caro; la apreciación potencial de los precios de los bienes duraderos puede atraer a los inversores. La inflación nacional puede, de forma temporal, mejorar la situación de la balanza comercial si se puede vender la misma cantidad de bienes a mayores precios. Los gastos del gobierno también aumentan porque suelen estar explícita, o implícitamente, relacionados con las tasas de inflación para mantener el valor real de las transferencias y servicios que proporciona el gobierno. Los funcionarios también pueden prever la inflación y por lo tanto establecer mayores necesidades presupuestarias previendo unos menores ingresos impositivos reales debido a la inflación.

      Sin embargo, a pesar de estas ganancias temporales, la inflación distorsiona la actividad económica normal; cuanto menos regular sea la tasa de inflación, mayor serán estas distorsiones. Normalmente, los tipos de interés reflejan la tasa de inflación esperada; cuanto mayor sea ésta, más altos serán los tipos de interés y más aumentarán los costes de las empresas, además de disminuir los gastos de consumo y el valor real de los bonos y las acciones. Los mayores tipos de interés en las hipotecas y el aumento del precio de los alquileres disminuye la tasa de construcción de viviendas. La inflación disminuye el poder adquisitivo de los ingresos y de los activos financieros, por lo que reduce el consumo, sobre todo si los consumidores no pueden, o no quieren, acudir a sus ahorros o aumentar el volumen de sus deudas. La inversión de las empresas también disminuye a medida que la actividad económica se reduce, y los beneficios son menores porque los trabajadores demandan un aumento de sus salarios mediante cláusulas que obligan a los empresarios a defender a los trabajadores de la inflación crónica mediante subidas salariales automáticas en función del aumento del coste de la vida. Los precios de casi todas las materias primas responden rápidamente ante señales inflacionistas. Los mayores precios de los bienes que se exportan pueden disminuir las ventas en el exterior, creando déficit comerciales y problemas en los tipos de cambio. La inflación es uno de los principales determinantes de los ciclos económicos que provocan distorsiones en el nivel de precios y de empleo, así como una incertidumbre económica a nivel mundial.

      Los efectos de la inflación sobre el bienestar individual dependen de muchas variables. Aquellas personas que tienen ingresos relativamente fijos, sobre todo cuando pertenecen a los grupos de menores ingresos, están muy afectadas por la creciente inflación, mientras que aquellas que tienen ingresos flexibles pueden mantener su nivel de bienestar e incluso mejorarlo. Aquellas personas cuyos ingresos provienen de activos con valores nominales fijos, como las cuentas de ahorro, las pensiones, las pólizas de seguros y los instrumentos financieros a largo plazo padecen una pérdida de riqueza real; sin embargo, aquellos activos cuyo valor es variable, como la propiedad inmobiliaria, las obras de arte, las materias primas y los bienes duraderos pueden experimentar subidas de precios iguales o superiores al alza del nivel general de precios. Los trabajadores del sector privado exigirán que sus contratos laborales lleven cláusulas de ajuste que permitan que sus salarios no padezcan la subida del coste de la vida. Los prestatarios suelen beneficiarse de los efectos de la inflación, mientras que los prestamistas pierden dinero, ya que los préstamos hipotecarios, personales, comerciales y públicos se pagarán con un dinero que tendrá menor poder adquisitivo y los tipos de interés aumentarán después de que los precios se hayan incrementado. La toma de decisiones económicas, tanto pública como privada, puede depender de un factor psicológico inflacionista.

    • MEDIDAS DE ESTABILIZACIÓN:

    •  Cualquier intento serio de atacar la inflación implicará dificultades y riesgos, siendo además un proceso largo porque las medidas restrictivas tienden a reducir la producción y el empleo antes de que se hagan patentes los beneficios. Por otra parte, las medidas fiscales y monetarias expansivas tienden a aumentar el nivel de actividad económica antes de que aumenten los precios. Estos riesgos económicos y políticos explican por qué predominan las políticas expansionistas.

      Las medidas de estabilización anulan los efectos de la inflación y la deflación al restablecer el nivel normal de actividad económica. Para que sean efectivas, estas medidas tienen que ser permanentes y no solamente ajustes temporales que, a menudo, no consiguen más que agravar las variaciones cíclicas. El requisito indispensable para luchar contra la inflación implica que la cantidad de dinero y de créditos crezca a una tasa estable en función de las necesidades de crecimiento de la economía real y financiera. Los bancos centrales pueden determinar, a largo plazo, la disponibilidad de dinero y créditos controlando las reservas financieras necesarias, y con otro tipo de medidas. La restricción monetaria durante las recesiones cíclicas permite la recuperación financiera. Sin embargo, las autoridades monetarias no pueden imponer la estabilidad económica si la inversión y el consumo privados siguen creando presiones inflacionistas o deflacionistas, o si el resto de la política económica entra en contradicción con la política monetaria anti-inflacionista. El gasto público y la política impositiva tienen que ser coherentes con la actuación monetaria con el fin de lograr estabilidad y evitar excesivas oscilaciones en la política económica.

      Concretamente, los gobiernos tienen que financiar sus enormes déficit presupuestarios o bien pidiendo prestado o bien emitiendo dinero. Si se adopta esta última medida, las presiones inflacionistas aparecen inevitablemente. La única forma de lograr que las medidas de estabilización sean efectivas es manteniendo una política monetaria y fiscal estable y coordinada.

      También es necesario emprender medidas desde el lado de la oferta para luchar contra la inflación y evitar los efectos de estancamiento económico debidos a la deflación. Entre las posibles medidas a tomar desde el lado de la oferta se encuentran las medidas incentivadoras del ahorro y la inversión; mayor gasto para el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías; la mejora de las técnicas de gestión y de la productividad del trabajo a través de la educación y las prácticas laborales; mayores esfuerzos para mantener estable el valor de las materias primas y para desarrollar nuevos recursos; y la reducción de la excesiva regulación gubernamental.


      Algunos analistas recomiendan la aplicación de políticas de rentas para luchar contra la inflación. Estas políticas abarcan desde las imposiciones gubernamentales sobre niveles de precios, salarios, rentas y tipos de interés hasta los incentivos fiscales, o simplemente recomendaciones hechas por el gobierno. Algunos afirman que la intervención del gobierno podría complementar las principales medidas económicas monetarias y fiscales, pero los críticos de esta postura señalan las ineficiencias de los anteriores programas de control en los países desarrollados. Entra en lo posible que las futuras medidas de estabilización se basarán en coordinar las políticas monetarias y fiscales y en aumentar los esfuerzos desde el lado de la oferta para mantener la productividad y desarrollar nuevas tecnologías.


      Todos los temas relacionados con la inflación, la deflación y las políticas asociadas con estas problemáticas están adquiriendo mayor importancia debido a la creciente movilidad de la inversión y a la especulación de los mercados internacionales que cada vez están más interrelacionados, sobre todo en las últimas décadas del siglo XX. Dado que las finanzas internacionales pueden cambiar el valor de una moneda en cuestión de minutos, o llevar a un país a la crisis económica, la gestión empresarial está adquiriendo un papel relevante a la hora de lograr la estabilidad económica.

    • SEGUROS

    • INTRODUCCIÓN:

    • Seguros, en Derecho, acuerdos contractuales para que el asegurador compense al asegurado por la pérdida debida a un acontecimiento fortuito. El asegurador obtiene recursos acumulando pequeñas contribuciones de quienes quieren protegerse del riesgo de sufrir un daño aleatorio, creando así un fondo que permite recompensar a aquellos que sufren el daño. Las contribuciones se denominan primas. El contrato de seguros consiste en una póliza que especifica los términos estipulados entre las partes, por la cual el asegurador se compromete a indemnizar al asegurado una determinada cantidad en función de la prima desembolsada.

      5.2 PÓLIZAS DE SEGUROS: 
      El contrato de seguros implica cierta aleatoriedad, es decir, el hecho asegurado debe ser posible pero incierto durante un periodo de tiempo, y no dependerá de la acción del asegurado o del asegurador. Por lo general, los riesgos asegurados deben ser susceptibles de cuantificación y su realización debe estar sujeta a las leyes estadísticas, de forma que se pueda calcular la prima a pagar. Además de que el hecho asegurado sea aleatorio, el asegurado debe tener interés en que no se produzca, es decir, sufrirá una pérdida material si el hecho ocurre. Si el asegurado no tuviera un interés personal en no sufrir el riesgo, la póliza se quedaría sin contenido y el contrato sería especulativo. Este tipo de situación ocurriría, por ejemplo, si una persona asegurara contra incendios la casa de un tercero.

      5.3 PROTECCIÓN:
      Los seguros desempeñan un papel primordial en las economías modernas, proporcionando medios adecuados para reemplazar la pérdida o destrucción de bienes materiales y garantizando un poder adquisitivo mínimo en caso de enfermedad, accidente o defunción. Además, las enormes reservas de capital que necesitan las empresas de seguros para hacer frente a los pagos por indemnización se invierten, por lo que constituyen una fuente de financiación para que la industria aumente sus inversiones o sus bienes de capital.

      Las compañías aseguradoras amplían de forma constante su ámbito de competencia asegurando a las personas ante nuevos riesgos. En años anteriores era normal que los seguros de vivienda no protegieran contra catástrofes como los terremotos, las guerras, el riesgo de explosión nuclear o de radiación y otros acontecimientos similares. Sin embargo, durante la década de 1980 las compañías aseguradoras han ampliado su cobertura, por lo que ahora se pueden cubrir casi todos los riesgos posibles.

      5.4 CLASES DE SEGUROS: 
      Las pólizas de seguro suelen cubrir el riesgo de robo, accidente de automóviles y espionaje industrial. Algunos seguros especializados, como el seguro de vida o el seguro marítimo, son tan específicos que constituyen un área independiente, con sus propias reglas. También pueden cubrir el pago de un crédito o garantizar la posesión de una propiedad, y otros más específicos cubren los daños a cristales, maquinaria y calderas, ascensores, animales y otras propiedades, así como los daños a la propiedad causados por rayos, vendavales, tornados, granizadas, tormentas, plagas, pestes, bombardeos, explosiones e inundaciones. Muchas pólizas de seguros son mixtas, es decir, que cubren al mismo tiempo varios tipos de riesgos.

    • CLASES DE COMPAÑÍAS ASEGURADORAS:

    •  Hay muchas clases de compañías aseguradoras; éstas pueden ser sociedades anónimas, mutualidades, asociaciones, corporaciones sin ánimo de lucro, organizaciones de riesgo compartido, hermandades y empresas gestoras de planes de jubilación. Las compañías aseguradoras que son sociedades anónimas pertenecen a los accionistas que adquieren el capital de la empresa comprando acciones y perciben beneficios en forma de dividendos. Las mutualidades no emiten acciones y se financian con las aportaciones derivadas de las primas; estas empresas son propiedad de los socios corporativos que comparten tanto las pérdidas como las ganancias de la sociedad. Una asociación consiste en un acuerdo sin ánimo de lucro mediante el cual un grupo de personas afectadas por un mismo riesgo se comprometen a indemnizarse mutuamente en caso de sufrir pérdidas.

      Las organizaciones aseguradoras de riesgo compartido, un tipo de organización patentado por la conocida empresa británica Lloyd's, se componen de una serie de individuos que se comprometen a aceptar parte del riesgo aportando una parte de la prima, por lo que se reparten tanto las pérdidas como las ganancias, dependiendo de la aportación que han realizado. Las corporaciones sin ánimo de lucro son cooperativas de seguros que aseguran a sus miembros y suscriptores; este tipo de corporaciones tienen prohibido la distribución de dividendos o beneficios y están exentas del pago de impuestos; suelen dedicarse a todo tipo de seguros médicos. Las hermandades son sociedades anónimas sin ánimo de lucro y sin capital social cuyo objetivo es asegurar a sus miembros y a los beneficiarios de éstos; las hermandades surgieron a partir de movimientos religiosos, caritativos o filantrópicos. Los planes de jubilación suelen ser fondos constituidos por los trabajadores de una empresa para crear seguros de vida, seguros médicos y pensiones para ellos.

      Además de estas compañías aseguradoras privadas, el sector público de casi todos los países también proporciona esta clase de servicios. Entre los ejemplos más destacados hay que mencionar la Seguridad Social y la sanidad pública. Aunque en muchos países esta cobertura es parcial, por lo que los individuos tienen que realizar parte de la aportación, permite evitar los problemas de riesgo moral; es decir, si todo el riesgo está cubierto, el asegurado tiene pocos incentivos para ser precavido y evitar que se produzca el siniestro, lo que encarece los costes de las compañías aseguradoras.

      5.6 REASEGUROS:  
      Para evitar hacerse cargo de todos los riesgos, las compañías aseguradoras recurren al reaseguro, es decir, pagan una prima a otra empresa de seguros para que ésta cubra parte del riesgo. Es un mecanismo que permite compartir los riesgos para que las compañías de seguros cumplan con las obligaciones contraídas hacia sus clientes. Al reasegurar parte del riesgo, la empresa aseguradora garantiza la disponibilidad de fondos para hacer frente a grandes indemnizaciones. Esto ha fomentado el aumento de la especulación.

      6. SEGUROS DE VIDA

      6.1 INTRODUCCIÓN:

      Seguro de vida, cuando una compañía aseguradora asume el riesgo de muerte del tomador del seguro. A diferencia del seguro sobre la propiedad, el riesgo que cubre un seguro de vida se produce siempre y es total. El elemento de incertidumbre reside en saber cuándo acontecerá la muerte. La mortalidad está sujeta a las leyes de la probabilidad, por lo que las primas de los seguros de vida se calculan basándose en las estadísticas de mortalidad, que indican el número medio de personas que mueren al año en cada grupo de edad y sexo. El técnico que realiza estos cálculos, el actuario, determina la cantidad que se debe pagar anualmente en concepto de prima en función de cada grupo de edad y sexo, para que el principal (la totalidad de las primas) más los intereses percibidos igualen a la indemnización que habrá que pagar a los beneficiarios del seguro. El pago del principal anual se denomina prima neta. A ésta se suma una cantidad adicional para cubrir los gastos y contingencias que deba afrontar la aseguradora, obteniéndose así la prima bruta, que es la que paga el tomador del seguro o asegurado.

      6.2 HISTORIA:
      El primer tipo de seguro de vida que se conoce son los pagos por enterramiento que las sociedades religiosas grecorromanas proporcionaban a sus miembros. Ni estas sociedades religiosas, ni ningún sistema pre-moderno de pagos por defunción utilizaban cálculos actuariales. Se solían financiar a posteriori, es decir, los supervivientes sufragaban los costes del funeral una vez que estos habían sido pagados. Por ello, a veces no había fondos suficientes para cubrir todas las necesidades.

      El sistema de anualidad de Lorenzo Tonti, banquero nacido en Italia que creó este sistema en París en el siglo XVII, aunque de hecho se trataba de una forma de especulación, suele considerarse como el primer intento de utilizar las leyes de la probabilidad y el principio de la esperanza de vida para fijar las anualidades. Con este sistema, se constituían asociaciones de individuos que al margen de su edad, creaban un fondo de contribuciones equitativas para cada miembro. El total se invertía, y al final de cada año el interés obtenido se repartía entre los supervivientes. El último superviviente recibía el interés logrado ese año y la totalidad del principal. Los modernos sistemas de seguros de vida han logrado gran popularidad. Destacan sobre todo en Irlanda, Bélgica, Países Bajos, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón. En estos países la cuantía total invertida en pólizas de seguros de vida supera a veces la renta nacional total.

      6.3 CLASES DE SEGUROS DE VIDA:
      Los seguros de vida se pueden clasificar de diversas formas. Una primera clasificación se establece en función del tipo de prima que se paga: prima ordinaria, prima de débito y prima mutua o conjunta. El seguro de vida ordinario puede a su vez dividirse en seguro de vida completo, limitado, de fondos y a plazos. El seguro de vida de débito se subdivide en ordinario e industrial. La clasificación en función del tipo de contrato puede ser a plazo, completo o universal. El seguro de vida también se puede dividir en participativo y no participativo, dependiendo de si el asegurado recibe parte de los beneficios obtenidos por la empresa aseguradora.

      6.4 SEGURO DE VIDA ORDINARIO:
      El seguro de vida ordinario paga a los beneficiarios o bien una suma fija o bien una cantidad mensual; también suelen utilizarla las empresas asegurando a un alto ejecutivo. Las primas se pagan con carácter periódico. Con la excepción del seguro de vida ordinario a plazo fijo, los seguros ordinarios permiten al tomador pedir dinero prestado en caso de emergencia o para aprovechar determinadas oportunidades financieras especialmente beneficiosas. Normalmente se requiere superar un examen médico para poder contratar este tipo de seguros. Casi todas las pólizas ordinarias establecen unas primas estables de forma que las primas que se pagan durante los primeros años superan el valor de rescate del seguro. Esto no es, de hecho, un recargo, sino que intenta compensar los mayores costes de los últimos años de vida, cuando la tasa de mortalidad es mayor.

    • SEGURO DE VIDA COMPLETO:

    • Este tipo de pólizas aseguran el pago del valor facial de la póliza al fallecer el asegurado. Las primas se pagan anualmente mientras el asegurado está vivo; este tipo de seguro difiere de las pólizas de pago limitado y de los fondos. El valor efectivo de la póliza, inferior al valor facial, se paga al vencer el contrato, o cuando éste rescinde.

      Todas las pólizas con valor efectivo, ya sean completas, de fondo, o de pago limitado, tienen un valor que no se pierde aunque el tomador rescinda el contrato. Estos beneficios permiten al asegurado recuperar el valor de rescate y rescindir la póliza, obtener un adelanto de parte del valor de rescate o cambiarla por una póliza a plazo fijo. Una cláusula sobre préstamos permite al asegurado tomar prestado parte del principal en cualquier momento, aunque con determinadas limitaciones.

    • SEGURO DE VIDA DE PAGO LIMITADO:

    • Este tipo de póliza es una subclase de la anterior y permite el pago de las primas durante un número de años limitados (diez, veinte o hasta que se cumplan los 65 años) a no ser que el asegurado fallezca antes. La póliza permanece en vigor salvo que el asegurado desee rescindirla. Dentro de este tipo de pólizas está la póliza de prima única. Las primas que se pagan por las pólizas a plazo fijo son superiores a las primas ordinarias porque el periodo de pago es menor.

    • FONDOS:

    • Estas pólizas se pagan a la muerte del asegurado o en una determinada fecha de vencimiento si el asegurado no ha fallecido. La prima suele pagarse desde la fecha de emisión hasta la fecha de vencimiento, pero se pagará una determinada cuantía durante un tiempo limitado o, a veces, se paga una cantidad única de una sola vez. Las primas de fondos son elevadas debido al gran valor efectivo que hay que acumular en un periodo de tiempo relativamente breve. Los fondos combinan la modalidad de cuenta de ahorro con el seguro, y pueden utilizarse para cubrir gastos de educación, de hipotecas o servir como una pensión tras la jubilación.

    • SEGURO A PLAZO FIJO:

    • Esta póliza sólo rinde beneficios si el asegurado fallece antes de una fecha concreta. En caso contrario el contrato se da por finalizado a no ser que se renueve. Dado que la prima que se paga por este tipo de pólizas sólo cubre el coste de protección durante el plazo prefijado, estas pólizas no tienen valor de rescate efectivo. El asegurado podrá renovar el seguro sin pasar un nuevo examen médico. Sin embargo, la prima aumenta con cada renovación puesto que se calcula en función de la edad del asegurado a la hora de renovar el contrato.

      Las pólizas a plazo fijo suelen ser suscritas por el cabeza de familia para tener un seguro adicional cuando los hijos son menores. Este tipo de pólizas suelen incluir una cláusula que permite transformarlas en pólizas de seguros de vida completos. El seguro de vida de crédito es un seguro a plazo fijo que garantiza el pago de un préstamo solicitado para una compra importante, por ejemplo al adquirir un automóvil a plazos. Suele ir disminuyendo a medida que el préstamo se abona. Protege tanto al asegurado como al prestamista para poder pagar la deuda en caso de fallecimiento.

    • SEGURO DE VIDA UNIVERSAL:

    • Permite al tomador del seguro decidir el tipo de prima que quiere pagar (tanto la cuantía como la frecuencia) y, por tanto, la cantidad que recibirán los beneficiarios a su muerte. En este tipo de pólizas se estipula o bien el pago de una determinada cuantía periódica o bien el pago de una suma total fija. El asegurador cobra los costes generales y los costes derivados del fallecimiento del asegurado pero le paga a este último los intereses obtenidos, que suelen ser equivalentes a los intereses pagaderos por una hipoteca o por los bonos a largo plazo. Si las condiciones cambian a lo largo del tiempo, el tomador del seguro tiene derecho a variar las condiciones del contrato.

    • SEGUROS DE DÉVITO:

    • Existen dos tipos. El primero, denominado ordinario, se creó para asegurar a trabajadores con rentas bajas. Las primas se cobran a domicilio. Por lo demás, tienen las mismas características y cobertura que los seguros de vida ordinarios. El seguro de vida industrial también está concebido para asegurar a los trabajadores del sector industrial con menores rentas. Las primas se pagan de una forma periódica.

    • SEGUROS DE VIDA MUTUOS:

    • Suelen pagarse en función de un margen de beneficios estipulado en los acuerdos de la negociación colectiva, como distribución de beneficios a los empleados. Permite asegurar a una serie de personas pertenecientes a la misma empresa, sociedad u organización. Es un tipo de seguro muy utilizado en Japón, debido a la tradición japonesa de trabajar siempre para la misma empresa; casi todas las empresas aseguradoras japonesas ofrecen este tipo de pólizas.

      Se establece a partir de un contrato tipo, y cada asegurado recibe un certificado donde se especifica la cantidad asegurada que se le pagará al beneficiario que él decida. Tanto el empresario como el trabajador pagan una parte de la prima, aunque a veces el empresario asume todo el coste; la cantidad asegurada suele ser proporcional a la antigüedad y al salario. Dado que este tipo de pólizas implica una compra al por mayor tiene menores costes, por lo que los tomadores de la póliza pagan menores primas. No suele requerirse examen médico. Los seguros mutuos pueden convertirse en un seguro de vida individual en el supuesto de abandonar la empresa.

      6.12 POLIZAS COMBINADAS:
      La variedad de pólizas disponibles permiten diseñar seguros de vida a la medida, en función de las necesidades particulares del asegurado. Se suele combinar el seguro de vida completo con el seguro a plazo fijo, cubriendo normalmente el periodo en que los hijos del matrimonio son menores. De forma análoga, existe una póliza de protección de hipotecas que permite pagar la hipoteca sobre una propiedad; en este caso, la prima suele disminuir según se amortiza la hipoteca. En estos dos supuestos el seguro de vida completo sigue en vigor cuando finaliza el seguro paralelo a plazo fijo.

    • LOS BONOS

    • 6.1 INTRODUCCIÓN:  
      Bonos, instrumento de crédito legal mediante el cual se adquiere el compromiso de pagar una cantidad prefijada en una fecha concreta, cuando se cumplan determinados requisitos.

      6.2 UTILIDAD DE LOS BONOS:  
      Los bonos que se emplean en las finanzas son instrumentos financieros reflejados en un documento escrito en el que se estipula que el emisor adeuda al tenedor una determinada cuantía por la que le pagará ciertos intereses, además del principal, en determinadas fechas preacordadas. Esta clase de bonos suelen ser emitidos por grandes empresas y por los gobiernos, como medio de emitir deuda pública que les permita financiarse a corto y largo plazo. El término bonos se suele utilizar para reflejar una emisión de deuda a corto plazo, mientras que para las emisiones de deuda a medio plazo se emplea el término pagaré, y a largo plazo el de obligación. Las emisiones de deuda se realizan acudiendo a intermediarios financieros, que pueden ser bancos o cualquier otro tipo de brokers (intermediarios financieros que trabajan a comisión por cuenta ajena). El comprador de los bonos puede quedarse con ellos y cobrar los intereses acordados, o venderlos a un tercero. Los bonos emitidos por las empresas suelen estar respaldados por una hipoteca sobre las propiedades de la empresa en algunos casos, pero en otros están respaldados por otro tipo de garantías pignoraticias o pignoradas.
      Los bonos emitidos por el Estado no están garantizados, pero el comprador se siente seguro al conocer la capacidad recaudadora de los gobiernos; sin embargo, el éxito de la emisión depende de la confianza que tengan los inversores en la estabilidad del Gobierno emisor.

      A continuación vamos a definir las acciones, ya que engloban en significado con la de los bonos, y su utilidad es muy parecida.

      Las Acciones (economía), en economía y en finanzas son participaciones que otorgan el derecho de propiedad sobre una empresa. Representan, por lo tanto, cada una de las partes en que se puede dividir el capital social de una empresa.

      Las acciones pueden ser nominales (aparece el nombre del propietario de la acción) o al portador. Su compraventa se negocia, cuando cumplen ciertos requisitos, en los mercados de valores. Por ejemplo, en España, estos requisitos son los siguientes: en los dos años anteriores a su salida en Bolsa, tres si no son consecutivos, la empresa tiene que haber repartido dividendos de, al menos, el 6% entre sus accionistas; cada tres meses habrá que proporcionar un informe sobre el estado financiero de la empresa y sobre los cambios que afecten a la cuenta de explotación, y hay que contar con un mínimo de títulos negociados y que exista una demanda efectiva para las acciones. En los países latinoamericanos las características son similares.

      También se pueden distinguir las acciones según sean ordinarias o preferentes. Éstas últimas confieren a sus titulares determinados privilegios que no disfrutan los tenedores de acciones ordinarias, como es el hecho de percibir unos dividendos predeterminados sobre los beneficios de la empresa. Por el contrario, las acciones ordinarias percibirán dividendos sólo cuando así lo considere conveniente la junta directiva de la empresa en cuestión. Los propietarios de acciones individuales son los propietarios últimos de la empresa; cuando ésta se liquida, el remanente se distribuirá entre este tipo de accionistas.

      La tenencia de acciones, ya sean ordinarias o preferentes, otorgan un derecho de preferencia cuando se produce una ampliación de capital, lo que se denomina derecho de suscripción preferente. Cuando se ejerce este derecho, al producirse una ampliación de capital, la acción antigua se denomina acción ex derecho. Por otra parte, no todas las acciones conceden el derecho a voto: para que un determinado accionista pueda tener derecho a voto tendrá que poseer un mínimo de acciones estipulado en los estatutos de la sociedad.

      La aparición de las acciones surgió a partir de finales de la edad media, cuando las empresas empezaban a crecer y un individuo particular no podía reunir todo el capital necesario para poder emprender grandes actividades. La ventaja fundamental de las acciones consiste en que permiten acceder al ahorro de otros agentes económicos. Otra ventaja importante deriva del hecho de que el accionista no responde con sus bienes particulares ante las pérdidas de la sociedad, por lo que sus pérdidas sólo se reducen a la cantidad que haya invertido para comprar las acciones.

      8. Fondos Inmobiliarios

      8.1 INTRODUCCIÓN:  
      Fondo mutuo de inversión mobiliaria, puesta en común de capitales privados con el fin de realizar una inversión adquiriendo acciones, bonos y otros instrumentos financieros. Entre estos últimos destaca la deuda pública emitida por el Estado, títulos valores, pagarés de empresas y certificados de depósito bancarios. La principal característica de los fondos de inversión es que se trata de un instrumento financiero de ahorro colectivo, gestionado por profesionales que garantizan una gestión adecuada invirtiendo en activos financieros rentables de las mayores corporaciones, o en deuda pública de los Gobiernos que ofrecen más garantías.

    • CLASES DE FONDOS: 
      Hay gran cantidad de fondos de inversión pero podemos distinguir, en función de su rentabilidad, cuatro tipos fundamentales. En primer lugar cabe destacar los fondos de renta fija. Estos fondos no dan una rentabilidad fija, sino que invierten el dinero en activos financieros a corto y medio plazo (menos de 18 meses) cuya rentabilidad sí es fija, creando una cartera de activos con distintos rendimientos, dependiendo de la evolución de los tipos de interés a corto y medio plazo. Según vencen los activos contratados se van adquiriendo otros, por lo que la rentabilidad del fondo varía con los tipos de interés que ofrecen los activos contratados. En segundo lugar podemos mencionar los fondos de renta variable, que son fondos que invierten en activos financieros sin una rentabilidad determinada, sino que su valor depende de los valores bursátiles de los activos donde se invierte el dinero del fondo. Estos fondos adquieren sobre todo acciones y participaciones de empresas que cotizan en Bolsa. En tercer lugar están los fondos mixtos, que combinan activos financieros de los dos fondos anteriores, por lo que la cartera de activos está compuesta por acciones y participaciones, o bonos y obligaciones, tanto del Estado como de empresas privadas. Hay un cuarto tipo de fondos de inversión: los denominados fondos garantizados, en los que se asegura una rentabilidad mínima a cinco, siete o más años, aunque los activos en que se ha invertido el fondo no hayan producido ese beneficio. El dinero invertido en el fondo no se puede retirar antes del plazo fijado, bajo pena de una fuerte penalización. A partir de lo anterior podemos realizar una nueva clasificación de fondos, entre los que podemos distinguir aquéllos en los que se puede retirar el dinero del fondo en cualquier momento y aquéllos en los que hay que dejar de modo obligatorio el dinero en el fondo durante un periodo mínimo. Por otra parte, hay fondos cuyo número de participaciones son fijas: se determina una cantidad de participaciones en el fondo que se ponen a la venta; cuando éstas se acaban no pueden entrar más partícipes hasta que no se retire un socio o se creen nuevas participaciones. Otros fondos, sin embargo, son fondos abiertos: el fondo crece cuando entran nuevos socios que aportan más dinero. Por último, ha de señalarse que los fondos tienen una serie de costes. Algunos fondos cobran a los partícipes todos los costes que se señalan a continuación, y otros fondos sólo cobran algunos de estos costes, por lo que el inversor debe estudiar con precaución estos índices antes de decidirse por uno u otro. Entre los costes de los fondos hay que destacar la comisión de apertura, la comisión de mantenimiento, la comisión sobre beneficios y la penalización por retirada parcial o total de la aportación al fondo. El tratamiento fiscal de los fondos depende de la legislación del país en que se emiten. Los fondos pueden emitirlos bancos, instituciones de ahorro o entidades financieras. Hay también empresas privadas que ofrecen fondos de inversión a sus trabajadores. Por otra parte, nada impide que una serie de individuos particulares se asocien de forma privada para invertir en Bolsa o en otros activos financieros, creando así un fondo de inversión privado. Todos los países que poseen un sistema capitalista poseen, con variantes mínimas legisladas, estos tipos de fondo de inversión.

    • 8.3 IMPUESTOS INDIRECTOS:

      Impuestos indirectos, tributos que gravan la producción nacional, la venta, y el consumo de bienes concretos. Los impuestos indirectos pueden ser, bien de cuantía fija, aumentando en una misma cantidad el precio de todos los bienes que gravan, o bien un porcentaje del precio inicial, por lo que aumentará más el precio de los bienes más caros. En definitiva, el peso del impuesto lo sufre el consumidor final, que es el que está obligado a pagar los bienes más caros. Se trata, por tanto, de un impuesto sobre el consumo.

      La primera vez que se aplicó este impuesto fue en Inglaterra en 1643. Se trataba de una medida provisional tendente a paliar las dificultades financieras transitorias del gobierno. Sin embargo, el éxito de la medida, debido a los elevados ingresos que se obtuvieron, hizo que se mantuviera, pasando a ser una medida permanente, que pronto se fue extendiendo por otros países de Europa y del resto del mundo.

      Con la creación de la Comunidad Económica Europea a finales de la década de 1950, los países firmantes crearon un impuesto indirecto común sobre el consumo, que denominaron Impuesto sobre el Valor Añadido o Agregado (IVA). En la actual Unión Europea, el IVA sigue siendo el principal impuesto indirecto; es un gravamen que se establece como porcentaje del precio final, al que se aplican tres tipos de porcentaje: el reducido (4%) que se aplica a los bienes de primera necesidad (por ejemplo, alimentos), el 7% (vivienda) y el normal (16%).

      9. PLANES DE PENSIONES CONTABLEMENTE ANALIZADOS

      Contabilidad

      9.1 INTRODUCCIÓN:

      Contabilidad, proceso mediante el cual se identifica, mide, registra y comunica la información económica de una organización o empresa, con el fin de que las personas interesadas puedan evaluar la situación de la entidad. La teneduría de libros se refiere a la elaboración de los registros contables, por lo que es la que permite obtener los datos, ajustados a dichos principios contables, utilizados para evaluar la situación y obtener la información financiera relevante de una entidad.

      Cuando se lleva a cabo una contabilidad personal se suele utilizar un sistema simple mediante el cual se van registrando las cantidades de los gastos en columnas. Este sistema refleja la fecha de la transacción, su naturaleza y la cantidad desembolsada. Sin embargo, cuando se lleva a cabo la contabilidad de una organización, se utiliza un sistema de doble entrada: cada transacción se registra reflejando el doble impacto que tiene sobre la posición financiera de la empresa y sobre los resultados que ésta obtiene. La información relativa a la posición financiera de una empresa se refleja en el llamado balance de la empresa, mientras que los resultados obtenidos por la empresa aparecen desglosados en la cuenta de pérdidas y ganancias. Los datos que reflejan los cambios en la estructura financiera de la empresa y la situación de sus ingresos. El estado de liquidez se refleja en el informe económico-financiero de la empresa, en una memoria a parte. Esta información financiera permite estudiar los resultados obtenidos en el pasado al tiempo que permite realizar prospecciones y proyectos para planificar el crecimiento y la actividad en el futuro.

      9.2 LA HISTORIA:
      Los métodos utilizados para llevar a cabo la contabilidad y la teneduría de libros, creados tras el desarrollo del comercio, provienen de la antigüedad y de la edad media. La contabilidad de doble entrada se inició en las ciudades Estado comerciales italianas; los libros de contabilidad más antiguos que se conservan, procedentes de la ciudad de Génova, datan del año 1340, y muestran que, para aquel entonces, las técnicas contables estaban ya muy avanzadas. El desarrollo en China de los primeros formularios de tesorería y de los ábacos, durante los primeros siglos de nuestra era, permitieron el progreso de las técnicas contables en Oriente.

      El primer libro contable publicado fue escrito en 1494 por el monje veneciano Luca Pacioli. A pesar de que la obra de Pacioli, más que crear, se limitaba a difundir el conocimiento de la contabilidad, en sus libros se sintetizaban principios contables que han perdurado hasta nuestros días. Se publicaron otros libros contables durante el siglo XVI en italiano, alemán, holandés, francés e inglés, en los que aparecían por primera vez los conceptos de activo, pasivo e ingresos.

      La Revolución Industrial provocó la necesidad de adaptar las técnicas contables para poder reflejar la creciente mecanización de los procesos, las operaciones típicas de las fábricas y la producción masiva de bienes y servicios. Con la aparición, a mediados del siglo XIX, de las corporaciones industriales, propiedad de accionistas anónimos y gestionadas por profesionales, el papel de la contabilidad adquirió aún mayor importancia.

      La teneduría de libros, parte esencial de cualquier sistema completo, ha ido informatizándose a partir de la segunda mitad del siglo XX, por lo que, cada vez más, corresponde a los ordenadores o computadoras la realización de estas tareas. El uso generalizado de los equipos informáticos permitió sacar mayor provecho de la contabilidad utilizándose a menudo el término procesamiento de datos, y actualmente el concepto de teneduría ha caído en desuso.

      9.3 LA INFORMACIÓN CONTABLE:  
      La información contable se puede clasificar en dos grandes categorías: la contabilidad financiera o contabilidad externa y la contabilidad de costos o contabilidad interna. La contabilidad financiera muestra la información que se facilita al público en general, y que no participa en la administración de la empresa, como son los accionistas, los acreedores, los clientes, los proveedores, los sindicatos y los analistas financieros, entre otros, aunque esta información también tiene mucho interés para los administradores y directivos de la empresa. Esta contabilidad permite obtener información sobre la posición financiera de la empresa, su grado de liquidez (es decir, las posibilidades que tiene para obtener con rapidez dinero en efectivo), y sobre la rentabilidad de la empresa.

      La contabilidad de costos estudia las relaciones costos-beneficios-volumen de producción, el grado de eficiencia y productividad, y permite la planificación y el control de la producción, la toma de decisiones sobre precios, los presupuestos y la política de capital. Esta información no suele difundirse al público. Mientras que la contabilidad financiera tiene como objetivo genérico facilitar al público información sobre la situación económico-financiera de la empresa, la contabilidad de costos tiene como objetivo esencial facilitar información a los distintos departamentos, a los directivos y a los planificadores para que puedan desempeñar sus funciones.

      9.4 CONTABILIDAD ESPECIALIZADA:  
      De las diversas áreas de la contabilidad especializada, hay tres de especial relevancia: auditoría, fiscalidad, y la contabilidad de las organizaciones sin ánimo de lucro. La auditoría consiste en la evaluación, por parte de un auditor independiente, de los datos financieros, los registros contables y los documentos de la empresa, así como de otro tipo de documentación sobre la empresa que permita verificar la validez de sus registros contables. Las grandes empresas y las empresas públicas suelen, además, tener un equipo de auditores para que evalúen las cuentas, pero a veces se ocupan más de controlar la eficiencia operativa y de la administración que de verificar la veracidad de los datos contables.

      El segundo área especializada de la contabilidad se refiere a la fiscalidad (véase Impuesto sobre la renta). La preparación de las declaraciones de la renta impositiva requiere la recogida previa de información, y la presentación de los datos de una forma coherente; para ello, tanto los individuos particulares como las empresas contratan a profesionales especializados, o contadores públicos nacionales, para hacerles la declaración de la renta, tanto de personas físicas como de sociedades. Sin embargo, las reglas que determinan cómo se han de pagar los impuestos rara vez coinciden con la teoría y práctica de la contabilidad. Los reglamentos impositivos surgen a partir de leyes dictadas por políticos, son interpretadas por los tribunales y reguladas por determinadas instituciones administrativas. Sin embargo, la mayor parte de la información necesaria para calcular la base impositiva suele utilizarse también en la contabilidad, pública y privada, de las empresas. Muchas técnicas son comunes a las dos áreas.

      Un tercer área de contabilidad especializada está constituido por la contabilidad específica de las organizaciones sin ánimo de lucro, como las universidades públicas, los hospitales, las iglesias, las fundaciones, los sindicatos y las asociaciones patronales, y las agencias especializadas de los gobiernos. Estas organizaciones difieren de las empresas de negocios en que reciben recursos sin prestar a cambio un servicio específico, es decir, sus recursos no proceden de proporcionar un bien o un servicio a un individuo en concreto; además, son organizaciones sin ánimo de lucro y por lo tanto no tienen intereses particulares. Por ello, estas organizaciones llevan un registro contable distinto, así como criterios de medición y cuentas financieras diferentes.

      9.5 INFORMACIÓN FINANCIERA: 
      De forma tradicional, la función de la información financiera debía permitir a los propietarios conocer la evolución de sus empresas. Pero cuando las responsabilidades de la administración fueron comúnmente relegadas a personal contratado, la información financiera adquirió una orientación más administrativa, es decir, se trataba de reflejar ante los propietarios la administración llevada a cabo por los agentes o administradores. El objetivo consistía pues en demostrar el grado de eficacia con el que se estaban gestionando los activos de los propietarios, tanto basándose en el mantenimiento del capital como en la generación de beneficios.

      La generalización de las corporaciones, la aparición de grandes corporaciones multinacionales y la generalización de la contratación de gestores o administradores profesionales, con propietarios cada vez más anónimos y alejados de su empresa, dio un nuevo giro a la orientación de la información financiera.

      Aunque la orientación administrativa no ha desaparecido, la información financiera está hoy mucho más encaminada a informar a los inversores. Dado que tanto los inversores privados como los inversores institucionales consideran que la propiedad de acciones es tan sólo una alternativa más para su inversión, exigen tener una información más a largo plazo que la que proporcionaba el concepto clásico de información administrativa. Puesto que los inversores utilizaban las cifras financieras para predecir los resultados de sus decisiones de inversión y desinversión, la contabilidad se orientó a facilitar este tipo de información. Una de las consecuencias más importantes de este cambio fue el crecimiento de la información que podía proporcionar la contabilidad financiera.

      Un claro ejemplo de este efecto es el hecho de que a partir de entonces proliferaran las memorias que ampliaban la información otorgada por la contabilidad financiera. Estas memorias desagregan y amplían la información de la contabilidad financiera. Por lo general, una memoria explica los métodos contables aplicados cuando existen otros métodos alternativos que también podían haber sido utilizados, o cuando debido a la naturaleza específica del negocio desarrollado por la empresa es necesario aplicar métodos distintos a los utilizados de forma habitual.

      En las memorias también se ofrece información sobre operaciones de menor importancia, pasivos, planes de pensiones, evolución del precio de las acciones, operaciones en el exterior e información detallada sobre deuda a largo plazo (como tipos o tasas de interés y fechas de vencimiento). Las empresas cuyo capital está repartido entre muchos accionistas también suelen presentar una memoria que incluye información sobre ingresos trimestrales, precio medio trimestral de las acciones, evolución de éstos, e información sobre el volumen de ventas y de los beneficios obtenidos en cada uno de los sectores en los que opera la empresa.

    • PRINCIPIOS DE CONTABILIDAD:

    •  En la contabilidad actual se parte de un sistema de supuestos, doctrinas, axiomas y convenciones englobados en lo que se denomina "principios contables generalmente aceptados". Muchos de estos principios han tenido una lenta evolución a lo largo de la historia y tan sólo los últimos avances contables realizados en décadas recientes están reflejados en las leyes. A continuación se exponen algunos de los principios contables más comunes.

      El principio de empresa en funcionamiento afirma que la gestión de la empresa tiene una duración ilimitada por lo que los principios contables restantes no irán encaminados a valorar los activos y el valor del patrimonio de la empresa como si éstos fueran a ser vendidos de un modo total o parcial.

      El principio de prudencia afirma que sólo deberán contabilizarse los beneficios realizados a la fecha de cierre del ejercicio; sin embargo, las pérdidas posibles, aún sin ser ciertas, se contabilizarán desde que se considere que se pueden producir.

      El principio de registro establece que los hechos económicos deben registrarse cuando nazcan los derechos u obligaciones que dichos hechos originen. Cuando no se trate de una transacción de la empresa con el exterior se registrarán sólo cuando se haya producido el auténtico consumo del activo.

      El principio de precio de adquisición exige que todos los bienes y derechos se contabilicen por su precio de adquisición o coste de producción. Este principio deberá aplicarse siempre, salvo que alguna ley establezca excepciones de forma explícita, en cuyo caso deberá redactarse una memoria en que se especifique la aplicación de dicha excepción.

      El principio del devengo establece que la imputación de ingresos y gastos deberá hacerse en función de la corriente real de bienes y servicios con independencia de cuándo se produzca la corriente monetaria o financiera.

      El principio de correlación de ingresos y gastos afirma que el resultado del ejercicio estará constituido por los ingresos de dicho periodo, menos los gastos del mismo realizados para obtener los primeros, así como por los beneficios y quebrantos no relacionados de forma clara con la actividad de la empresa.

      El principio de no compensación impide que se equilibren las partidas del activo y del pasivo del balance, ni las de gastos e ingresos que integran la cuenta de pérdidas y ganancias establecidas en los modelos de cuentas anuales. Por ello, habrá que valorar por separado los elementos integrantes de las distintas partidas del activo y el pasivo.

      El principio de uniformidad establece que, una vez adoptado un criterio para la aplicación de los principios contables, entre todas las alternativas posibles, deberá mantenerse dicho criterio a lo largo del tiempo hasta que se alteren los supuestos que motivaron la elección del criterio en cuestión.

      El principio de importancia relativa sostiene que podrá admitirse la no aplicación estricta de algunos de los principios contables, siempre y cuando la importancia relativa en términos cuantitativos de la variación que tal hecho produzca tenga una trascendencia escasa y, en consecuencia, no altere el resultado de las cuentas anuales.

      El principal objetivo: la imagen fiel consiste en que, en caso de conflicto entre principios contables obligatorios, deberá prevalecer el que mejor conduzca a que las cuentas anuales expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa. No obstante, el principio de prudencia tendrá un carácter preferencial sobre los demás.

      Por otra parte, los principios y normas de contabilidad generalmente aceptados son todos aquellos que aparecen en los códigos de Comercio y leyes mercantiles, en el Plan General de Contabilidad (España), o Manual de Contabilidad (México), en las normas de desarrollo que, en materia contable, establezcan en su caso los institutos de Contabilidad y Auditoría de Cuentas o de Contadores Públicos, y la demás legislación que sea aplicable de modo explícito.

      9.7 EL BALANCE:

      De las dos figuras contables tradicionales, el balance refleja la situación de la empresa, mientras que la cuenta de pérdidas y ganancias muestra el resultado de la actividad. El balance proporciona información sobre los activos, pasivos y neto patrimonial de la empresa en una fecha determinada (el último día del año natural o fiscal). A la izquierda, en la hoja del balance, aparecerán los activos de la empresa, ordenados de menor a mayor liquidez. En el lado derecho se reflejarán los pasivos de la empresa, ordenados de menor a mayor exigibilidad. El neto patrimonial refleja lo que queda de la empresa tras compensarse activos y pasivos. (Por ejemplo, un edificio constituye un activo de la empresa valorado en 10.000 dólares. La cuantía pendiente de pago de la hipoteca, de 3.000, constituye un pasivo para la empresa. El neto patrimonial sería, en este caso, de 7.000 dólares).

      Los activos se pueden dividir en activo circulante e inmovilizado. El activo circulante viene determinado por aquellos activos que pueden hacerse líquidos (convertirse en dinero) con relativa rapidez (menos de un año); estos activos incluyen el dinero en caja, las cuentas corrientes, los pagos pendientes, los productos almacenados y las inversiones a corto plazo en acciones y bonos. El inmovilizado está constituido por los activos físicos de la empresa —terrenos, edificios, maquinaria, vehículos, equipos informáticos y mobiliario. En el inmovilizado también se incluyen las propiedades que tiene la empresa en otras y activos intangibles como las patentes y las marcas registradas.

      Los pasivos son las obligaciones de la empresa hacia terceros, como pueden ser los acreedores y los empleados. El pasivo exigible a corto plazo viene determinado por lo que hay que pagar en un periodo inferior al año, incluyendo salarios, impuestos, préstamos a corto plazo y el dinero adeudado a los proveedores de bienes y servicios. El pasivo exigible a largo plazo está constituido por las deudas con plazo de vencimiento superior al año, como los bonos, las hipotecas y los préstamos a largo plazo. Mientras que el pasivo representa las obligaciones de la empresa con terceros, el capital social de la empresa refleja la inversión de los propietarios para adquirir los activos de la organización. Cuando la empresa pertenece a una sola persona o a un reducido número de individuos, en el balance puede aparecer el porcentaje de cada individuo sobre el capital social. Cuando la organización se constituye en sociedad anónima, el balance refleja el capital social total, es decir el capital al que tienen derecho los accionistas, desglosado en dos grandes categorías: (1) el capital desembolsado por los accionistas y (2) las reservas creadas a partir de los beneficios no distribuidos generados por la actividad de la empresa.

    • LA CUENTA DE PÉRDIDAS Y GANANCIAS:

    •  La cuenta de pérdidas y ganancias refleja el resultado obtenido a partir del desarrollo de la actividad de la empresa en un plazo determinado, ya sea el trimestre o el año, reflejando los ingresos, gastos y pérdidas y beneficios obtenidos durante ese periodo por la empresa. Los ingresos reflejan las cantidades obtenidas por la venta de los bienes o servicios producidos por la empresa, mientras que los gastos reflejan todas aquellas transacciones que hacen posible que la empresa desarrolle su actividad, por lo que en ellos se incluyen los salarios, los alquileres, el pago de intereses y los impuestos.

    • LA MEMORIA:

    •  En la memoria aparece detallada información que no se puede obtener extrayéndola del balance ni de la cuenta de pérdidas y ganancias. En primer lugar, la memoria deberá describir el objeto social de la empresa y la actividad o actividades a las que se dedique.

      En segundo lugar, la memoria reflejará las bases de presentación de las cuentas anuales (balance y cuenta de pérdidas y ganancias). En esta parte de la memoria se deberá justificar el porqué se han aplicado criterios distintos a los establecidos por los principios contables y por qué se han aplicado principios contables no obligatorios. Además, se deberá justificar el cambio de criterios aplicados y el cambio de estructura de las cuentas reflejadas. Asimismo, si se ha procedido a agrupar cuentas será necesario detallar en la memoria esta agregación. Por último, la memoria reflejará los elementos que estén integrados en varias partidas distintas.

      9.10 TENEDURÍA DE LIBROS Y CICLO CONTABLE: 
      La contabilidad moderna consta de un ciclo de siete etapas o pasos. Los tres primeros se refieren a la teneduría de libros, es decir, a la compilación y registro sistemáticos de las transacciones financieras. Los documentos financieros constituyen la base de la contabilidad; entre estos documentos cabe destacar los cheques de banco, las facturas extendidas y las facturas pagadas. La información contenida en estos documentos es trasladada a los libros contables, el diario y el mayor. En el libro diario se reflejan todas las transacciones realizadas por la empresa, mientras que en el mayor se reflejan las transacciones que afectan a las distintas partidas contables, por ejemplo, caja, bancos, clientes, proveedores, etcétera.

      10.1. Primer paso  El registro de cada transacción en el libro diario constituye el punto de partida del sistema contable de doble entrada. Con este sistema se analiza la estructura financiera de una organización teniendo en cuenta el doble efecto que toda transacción tiene sobre dicha estructura (una compra de bienes constituye, por un lado, un aumento del activo, pero también refleja una disminución del mismo al reducirse la cantidad de dinero disponible). Por ello, toda transacción tiene una doble vertiente o dimensión, una el debe (que aparece a la izquierda) y otra el haber (que aparece a la derecha). Esta doble dimensión afecta de distinta forma a la estructura financiera. En función de su naturaleza, una partida contable puede disminuir con el debe e incrementarse con el haber, y otra puede aumentar con el debe y disminuir con el haber. Por ejemplo, la compra de bienes al contado aumenta la cuenta de bienes (siendo un débito) y disminuye la cuenta de caja (crédito). Sin embargo, si el bien se compra a crédito se creará una cuenta de pasivo, y en el libro diario aparecerá una nueva partida, incrementándose la cuenta de bienes (débito) y aumentándose la partida que refleja el pasivo (crédito). El reconocimiento de la obligación de pagar a los empleados aumentará la partida contable de salarios (siendo un débito) y aumentará el pasivo (crédito). Cuando se paguen los salarios se producirá una disminución en la cuenta de caja (crédito) y disminuirá el pasivo (débito).

      10.2. Segundo paso  En la siguiente etapa del ciclo contable las cantidades reflejadas en el libro diario se copian en el libro mayor, en el que aparece la cuenta concreta de cada partida contable. En cada cuenta aparecen los débitos a la izquierda y los créditos a la derecha, de forma que el saldo, es decir el crédito o el débito neto, de cada cuenta puede calcularse con facilidad.

      Cada cuenta del mayor puede a su vez desglosarse, es decir, en cada cuenta se pueden diferenciar distintos aspectos. Por ejemplo, en la cuenta de clientes se pueden desglosar, uno a uno, los clientes de la empresa, pudiéndose saber así cuánto ha comprado cada uno de ellos. Por analogía, la cuenta de salarios se puede desglosar en función de cada trabajador.

      10.3. Tercer paso  Una vez reflejadas todas las transacciones en el mayor se procede a obtener el saldo -deudor o acreedor- de cada cuenta. La suma de todos los saldos acreedores debe ser igual a la suma de todos los saldos deudores, pero con signo contrario, ya que cada transacción que genera un crédito provoca, al mismo tiempo, un débito de la misma cuantía. Este paso, al igual que los siguientes, se produce al concluir el año fiscal. En cuanto se han completado los distintos libros, finaliza la parte de teneduría de libros del ciclo contable.

      10.4. Cuarto paso  Finalizadas las etapas correspondientes a la teneduría de libros, el contable o contador público procede a ajustar una serie de cuentas con el propósito de resaltar hechos económicos que, aunque no se han producido de forma convencional, sí representan transacciones ultimadas. A continuación destacamos algunos de los casos más comunes: ingresos pendientes de pago (por ejemplo, intereses a cobrar que todavía no se han hecho efectivos); gastos pendientes (por ejemplo, salarios del mes corriente que todavía no se han satisfecho); ingresos percibidos con antelación (por ejemplo, cuando se recibe la cuantía de una suscripción por adelantado); gastos que se realizan de una forma anticipada (el pago de la prima de un seguro de riesgo); la depreciación (que es el reconocimiento de que el coste de una máquina debe amortizarse a lo largo de los años de vida útil de dicha máquina); inventarios (valoración de los bienes almacenados y verificación de que la cantidad almacenada coincide con la que se deriva de las cuentas); e impagados (que consiste en declarar una serie de cuentas pendientes de pago como de dudoso cobro, de forma que se reconozca el posible quebranto en el futuro).

      10.5. Quinto y sexto pasos  Una vez realizados los ajustes anteriores, el contable o contador público realiza un primer balance de comprobación de saldos, adaptando éstos a los ajustes anteriores (paso quinto). Cuando se han actualizado todos los saldos se procede a redactar el balance y preparar la cuenta de pérdidas y ganancias (paso sexto). Los saldos de las distintas cuentas proporcionan la fuente de datos para la contabilidad financiera y de costes de la empresa.

    • Séptimo paso  El último paso consiste en cerrar las cuentas anuales, transfiriéndolas a la cuenta de pérdidas y ganancias de forma que, aquellas cuentas que corresponden tan sólo a la actividad anual se anulan unas a otras, de forma que los créditos y débitos del siguiente año fiscal reflejen en exclusiva la actividad de ese año.

    • REGLAMENTOS Y PATRONES:  

    • La contabilidad está muy bien delimitada y suele proceder con unos métodos y técnicas muy bien definidas. Por ello, muchos países (como Estados Unidos, España o México) cuentan con un Plan General o Manual Contable que permite adecuar la contabilidad a las nuevas técnicas empresariales y que se desarrollen de manera homogénea las distintas técnicas contables alternativas. Esto debe responder a los cambios socioeconómicos, a la evolución de las leyes y a la aparición de nuevas técnicas de producción y comercialización. Sin embargo, lo que no se ha conseguido es la creación de un cuerpo teórico homogéneo para el desarrollo de la contabilidad en un plano internacional, por lo que existen importantes diferencias entre la información que proporciona la contabilidad de las empresas en un país con la que se puede obtener en otro distinto. Estas diferencias dificultan en sumo grado las comparaciones de empresas a escala internacional.

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    Enviado por:Rubén Ortiz
    Idioma: castellano
    País: España

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