Filosofía y Ciencia
Pensamiento griego
Naturaleza, hombre y sociedad en el pensamiento griego
Naturaleza y Logos de la filosofía presocrática
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El Gran Problema de los primeros filósofos griegos: LA FISIS.
El término de fisis expresaba naturaleza, como equivalente a Universo.
Los griegos han contemplado que la naturaleza (fisis) estaba constituida por un conjunto de seres individuales de muy distinto tipo. Tales se plantea la siguiente cuestión:
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¿Se puede reducir todo este conjunto de seres a uno solo? ¿Podemos estar formados por una misma sustancia?
Esta es la cuestión que constituye el problema de la fisis. La posibilidad de reducir la naturaleza a un origen común o principio en griego arjé.
De ahí la pregunta si tiene la fisis un arjé común, que implica lo siguiente:
La posibilidad de que lo que aparece distinto e incluso opuesto, no lo sea.
La posibilidad de que, haya que desconfiar de nuestros sentidos como fuentes de conocimiento entre lo verdadero y lo falso.
La posibilidad de que bajo el aparente flujo de lo real, haya algo indestructible e inmutable, un arjé imperecedero.
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La Escuela de Mileto.
Es la primera escuela filosófica que aparece en la historia. Sus representantes son Tales, Anaximandro y Anaxímenes.
A través suyo, penetraron en Grecia elementos importantes del pensamiento, la ciencia y la técnica de Mesopotamia y Egipto, con los que ellos estaban en contacto.
Ellos introdujeron la geometría egipcia y la aritmética babilónica, iniciaron la geografía y la historia, la filosofía y la cosmología. Iniciaron la especulación racional libre.
Tales de Mileto
¿De dónde salen las cosas? ¿Cuál es el origen del universo? Aunque no escribió nada, sus opiniones nos han llegado a través de escritos posteriores, fundamentalmente de Aristóteles.
La más famosa tesis es el principio (arjé) de todas las cosas es el agua. Todas las cosas surgen del agua y, por lo tanto, están constituidas esencialmente de agua. Los motivos son:
El agua es el elemento que parece encontrarse en mayor cantidad;
El único elemento que se nos presenta en los tres estados de agregación de la materia: sólido, líquido y gaseoso;
Todos los procesos vitales necesitan agua;
Podría decirse que el agua está animada, llena de vida y movimiento.
Otra tesis atribuida a tales es la que la tierra forma un disco aplanado que flota en el agua. Encima de la tierra se eleva la cúpula semiesférica del cielo.
Anaximandro
Para él el agua es sólo una de las sustancias materiales que vemos. Tiene que haber algo por debajo del agua, más fundamental que ella, que sea el verdadero origen de las cosas. Este principio es para Anaximandro la materia infinita (Ápeiron = lo indeterminado, lo ilimitado), o sea, la cantidad infinita de materia, de la cual se originan todas las cosas y en la cual todas se disuelven, cuando termina el ciclo que tienen impuesto por una ley necesaria. Lo concibe como una materia en la que aún no se han diferenciado los elementos y que, así, además de infinita es indefinida (indeterminada).
Se plantea el problema del proceso por el cuál las cosas se derivan de la sustancia primordial. Es la separación. La sustancia infinita está animada por un movimiento eterno, en virtud del cual se separan de ella los contrarios. Por medio de esta separación se engendran infinitos mundos.
El nacimiento es como la separación de los seres de la sustancia infinita. La condición es que es inevitable volver a la unidad. También el mundo está destinado a desaparecer.
La forma de la tierra: es un cilindro que gravita en medio del mundo sin sostenerse en ningún sitio porque hallándose a igual distancia de todos los extremos del mundo, no hay razón para que caiga hacia un sitio más bien que hacia otro, y por tanto no necesita soporte para sostenerse
Anaxímenes
El concepto de ápeiron es demasiado abstracto. La explicación de los procesos de cambio mediante la “separación de los contrarios” resultaba demasiado metafórica.
Anaxímenes considera el aire el origen y el sustrato universal de todas las cosas, Sustancia infinita y dotada de movimiento eterno.
Da una explicación comprensible de cómo a partir de la sustancia única pueden formarse todas las cosas. Las diferencias cualitativas deben poder ser explicadas como diferencias cuantitativas de la sustancia única. Su idea básica consistía en que el aire se vuelve tanto más duro y pesado, cuanta mayor cantidad de él se encierra en el mismo espacio. Cuando el aire se dilata se calienta y se convierte en fuego. Cuando el aire se contrae o condensa, se convierte finalmente en piedra (viento, nube, agua, hielo, tierra).
Heráclito
Todo cambia constantemente, todo pasa, todo muere, nada es estable, nada permanece. No debemos dejarnos llevar por la apariencia de estabilidad que nos ofrecen las cosas si no van acompañados por una adecuada reflexión.
Sostiene una oposición entre el conocimiento sensible y el conocimiento racional. El único conocimiento que lleva a la verdad es el ofrecido por la razón. Esta naturaleza siempre cambiante tiene un principio o arjé, el fuego, del que todo surge y al que todo volverá. Las transformaciones del fuego siguen dos vías:
Vía descendente: el fuego se convierte en aire, agua y finalmente en tierra.
Vía ascendente: tierra, agua, aire, fuego.
Estas transformaciones son regulares, constituyen una sinfonía que eternamente se conforma a una partitura, a una regla o ley, el LOGOS, que gobierna todos los cambios. Esta ley o logos constituye la verdadera estructura de la realidad. De esta manera el universo es algo ordenado y no caótico.
El alma es una parte del cosmos, y por ello es de naturaleza ígnea y permanece modificándose, experimentando en sí misma la tragedia del devenir y la contradicción. La misión del alma es conocer el LOGOS universal, pero también penetrar en sí misma. El alma sobrevive a la muerte y se une definitivamente al fuego cósmico.
Pitágoras y la Escuela Pitagórica
Nació en Jonia, en la isla de Samos, trasladándose a Italia (Magna Grecia). Funda una secta filosófic0-religiosa: hombres, mujeres y niños viven en comunidad de bienes, manteniendo un riguroso ascetismo, dedicados a la purificación y cultivo de sus almas y guardando secreto de las doctrinas profesadas. Se gana la enemistad del pueblo. La secta consiguió má tarde volver y restableció su influencia en las ciudades de la Magna Grecia.
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La Secta pitagórica: es el ideal del nuevo modo de vida, que consistía en una series de prácticas que incluían la música y el aprendizaje de los dichos y doctrinas del maestro que debían guardar silencio. La Secta tomó parte de la vida política del sur de Italia, logrando hacerse con el poder de varias ciudades. Cada adepto entregaba sus bienes o partes de ellos a la cofradía. La filosofía pitagórica es difícil de conocer. No escribió nada. Su práctica del secreto y del silencio no facilitada el conocimiento de sus doctrinas. No obstante se filtró suficiente de las doctrinas de la secta como para que fueran conocidas y tomadas muy en serio en toda la Hélade.
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La Teoría pitagórica de los números: afirma que el número es el principio (arjé) de todas las cosas, ya que éstas pueden ser formuladas numéricamente. Las diferencias entre los cuerpos vienen dadas por datos que son traducibles en relaciones y representaciones geométricas. El orden de lo real, la realidad, es mensurable (medible). Todo el universo aparece completamente regulado y en un preciso orden, sólo accesible a la razón; es una combinación armoniosa y concordante de números. El arjé significando que los fenómenos naturales pueden reducirse a número.
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La Doctrina pitagórica del alma: los pitagóricos hicieron una diferenciación clara y rotunda entre el cuerpo, material, y el alma, inmaterial, de origen celeste y superviviente a la muerte del hombre. Les permitió fundar una moral basada en recompensa y castigos posteriores a la vida del hombre. Junto a todo esto se encuentra la dualidad/oposición entre cuerpo y alma, con la idea de que el cuerpo es una cárcel para el hombre.
Las doctrinas pitagóricas de la preexistencia, inmortalidad y transmigración son las que con más seguridad se pueden atribuir a Pitágoras mismo. El Universo entero está vivo y su alma es divina. Las almas individuales son fragmentos del alma divina/universal caídos a la Tierra y encerrados como en cárceles en los cuerpos en que se encarnan. El alma aspira a unirse con la divinidad, pero normalmente a la muerte del cuerpo el alma se vuelve a reencarnar en otro cuerpo.
El alma aspira a romper el ciclo de reencarnaciones y volver a su origen. Para ello tiene que prepararse y purificarse. Se impone un camino de purificación, que comprende: la práctica ascética, el trabajo espiritual, principalmente la filosofía y la matemática, por medio de las cuales el hombre se abstrae de lo sensible/corporal y se espiritualiza; el cultivo de la música.
Para los pitagóricos la filosofía consiste en un medio de purificación del alma y, en definitiva, en un modo de vida que nos acerca a la divinidad.
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La Astronomía pitagórica: la escuela negó que la Tierra estuviera inmóvil en el centro del universo (tesis geoestática); sino que la Tierra giraba alrededor de un fuego central, que para el antiguo pitagorismo no era el sol, ya que éste también revolucionaba alrededor de dicho fuego. En el siglo III Aristarco de Samos defendió la tesis heliocéntrica.
Parménides
Escribió su poema titulado Perí físeos (Sobre la Naturaleza), que consta de tres secciones: un prólogo y dos partes. Se explica los dos posibles caminos que se pueden seguir en la vida. En la primera parte se expone el “Camino (vía) de la Verdad”; en la segunda, expone el camino equivocado, que es el “Camino de la Opinión”. Contrasta los dos caminos y señala que el primero es el más perfecto (es el que nos lleva a la verdad). El primer camino es el único posible, ya que nos lleva a la verdad.
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Vía de la Verdad: el ser es y no puede no ser (es imposible que no sea).
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Vía de la Opinión: el ser no es y el no-ser es .
El conocimiento que obtenemos por los sentidos no es fiable, sino falaz y engañoso. El conocimiento racional, el que obtenemos por la razón (vía de la verdad), es el único camino para llegar a la verdad y nos dice que esta multiplicidad mutable y mutante de seres que nos ofrecen los sentidos en una vana apariencia. La Vía de la Verdad nos dice que el ser es y es imposible que no sea y el no-ser no es y es imposible que sea. Debajo de la multiplicidad de seres hay que afirmar la existencia de un ser uno (único), eterno, imperecedero, continuo, indivisible, finito e inmóvil. Las dos ideas que son fundamentales:
La oposición entre el conocimiento sensible y el conocimiento racional.
El conocimiento racional como único camino para llegar a la verdad. La verdadera realidad sólo es captable por la razón. Sobre la base de este conocimiento surge la idea del devenir y de la multiplicidad mundana.
Como hemos visto anteriormente el Ser según Parménides es:
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Inengendrado e Indestructible (eterno): el Ser no puede comenzar, puesto que tendría que proceder de algo que es, o de la nada. También es imposible que el ser se destruya, ya que nada que es puede pasar a no-ser.
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Único: no puede haber varios seres porque la multiplicidad supone discontinuidad. Si nada hay, hay no-ser, y esto imposible. No puede haber lo que no es. El ser es todo uno.
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Inmóvil: señalemos su inmovilidad (el Ser es inmóvil): el ser es el todo, y nada hay fuera de él en que pueda moverse. La contraposición entre el ser de Parménides y la concepción del mundo como devenir/cambio continuo que tiene Heráclito.
Empédocles
Al igual que Parménides, Empédocles sostiene que el Ser no puede ni nacer ni perecer; sin embargo quiere explicar la apariencia del nacimiento y de la muerte recurriendo a la mezcla y disolución de las cosas mezcladas. El ser es inmutable (principio de todo) no es pues una sustancia única: se compone de elementos que son cuatro: fuego, agua, aire y tierra. Habla de las “cuatro raíces de todas las cosas”. Están animadas por dos fuerzas opuestas: Amor (filia), que tiende a unirlas, y la Discordia (neíkos), que tiende a separarlas. Con su alternancia, se sucede las fases del ciclo cósmico.
Una fase en que domina el Amor en la cual todos los elementos son un todo uniforme, una divinidad que goza de su soledad. La acción de la Discordia introduce la separación de los elementos, y forma nuestro mundo actual. Al pasar a dominar la Discordia forman cuatro masas homogéneas. Pero entra de nuevo en acción el Amor y se forma de nuevo el mundo actual. Es todo un ciclo circular en torno a las dos fuerzas opuestas.
Anaxágoras
Acepta el principio de Parménides de la sustancial inmutabilidad del ser. Nada nace ni perece, antes bien, cada cosa se compone de cosas ya existentes o se descompone en ellas.
Al igual que Empédocles, admite que los elementos son cualitativamente distintos unos de otros; pero a diferencia sostiene que tales elementos son partículas invisibles que se llama semillas (spérmata) y cualitativamente heterogéneas, a las cuales Aristóteles llamó homeomerías.
Las dos características son:
Infinita Divisibilidad: no se puede llegar a elementos indivisibles.
Infinita Agregabilidad: no se puede llegar a elementos con la agregación de semillas a un todo máximo.
Tampoco se llega a un elemento simple, es decir, a un elemento “no cualitativamente homgéneo” que sea sólo formado por un elemento.
Originariamente las semillas estaban mezcladas desordenadamente entre sí y constituían una multitud infinita. Luego interviene la Inteligencia (Nous), que es la fuerza universal que impulsa a la primitiva masa caótica de homeomerías para que se produzcan en ella torbellinos en los que se realicen los agregados homeoméricos que son los seres de la naturaleza. El Nous está completamente separada de la materia constituída por las semillas.
Demócrito
El primer defensor del atomismo: toda la naturaleza está constituída por uniones de átomos. Así entienden el ser como “lo lleno” y el no-ser como “lo vacío”. Lo lleno está formado por un número infinito de elementos que son invisibles a causa de la pequeñez de su masa. Deben ser indivisibles. La diferencia entre los átomos no es cualitativa, porque son cualitativamente homogéneos, indestructibles, infinitos en cantidad e inalterables. Los átomos estaban en el vació con movimiento natural rectilíneo, pero al chocar entre sí se produjeron uniones de átomos. Todo el proceso de agregación y disgregación de los átomos se realiza por leyes ineludibles e inmutables.
Se requiere el segundo principio: el vacío. Explica la multiplicidad, ya que es lo que separa a los átomos; y explica el movimiento, porque si no hay vacío no puede haber choques ni desplazamientos. Todo se explica, pues, exclusivamente, por “lo lleno” y “lo vacío”, sin necesidad de recurrir a fuerzas ajenas a la misma materia.
II
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Enviado por: | Nicolás De Canterbury |
Idioma: | castellano |
País: | España |