Parece cierto decir que el mundo actual esta lleno de odio y falto de amor, pero no es totalmente así. La verdadera situación que vive en el corazón de los hombres de la actualidad es la del desamor. Esta situación no es propiamente dicha de odio, aunque pueda conducir a éste, porque el odio aunque negativo y frío es un sentimiento hacia otra persona, mientras que el desamor es esa falta de sentimiento, esa desconsideración de la otra persona.
Los hombres de hoy en día viven aislados de las relaciones, carecen de ellas porque no consideran a los demás como personas, ellos no son nadie para nadie y nadie es alguien para ellos, por eso tienden a reducirlos a la nada.
“Los demás no son nada para mí, no me importan ni me preocupan y por ello puedo utilizarlos sin fijarme en su entidad personal.”
Esta situación de desamor que impera actualmente viene favorecida también por el desarrollo tecnológico al que nos hemos visto enfrentados. Los adelantos tecnológicos nos han ido aislando cada vez mas, nos han ido reduciendo el espacio a un “yo” rodeado de cosas que puede utilizar a nuestro antojo. Antes para conseguir lo que querías tenias que relacionarte con otra persona, ahora con apretar un simple botón o hacer una llamada telefónica ya tienes lo que quieres. Eso es lo que creemos que podemos hacer con las demás personas, que nosotros mismos ni siquiera consideramos como personas, creemos que podemos utilizarlas para nuestro beneficio como utilizamos las maquinas que tan útilmente nos han servido hasta ahora.
Pero las relaciones con los demás no solo se han reducido sino que también se han enfriado, el mundo en que vivimos ahora es un mundo en el que impera el cainismo, un mundo en el que se han creado unos ideales de paz, justicia y amor que no somos capaces de llevar a cabo porque nos estamos volviendo fríos y faltos de sentimiento nos estamos dejando llevar por el desamor. Nos hemos aislado de tal manera que pensamos que solo nosotros existimos y nos refugiamos en el anonimato. Este anonimato existencial es el que nos ha reducido a un numero, a una cifra, ya ni siquiera somos nombrados, nuestra identidad se ha perdido de tal manera que ya no importamos a nadie.
Quizá este planteamiento sea algo exagerado, es verdad que el desamor esta extendido y que invade los corazones de muchos, pero también hay que decir que el amor es una característica propia del hombre, el amor forma parte del hombre y por ello todo hombre tiende a amar y ser amado, distinguiendo entre distintos tipos de amor. Todos los hombres en nuestro interior tendemos
a tener ese sentimiento llamado amor; todos tendemos a tener amigos, es decir a cultivar la amistad; a enamorarnos, es decir al enamoramiento; y el amor resulta para nosotros, la mayoría de las veces, el camino para la felicidad que todo hombre busca como meta en la vida.
Puede parecer difícil afirmar que el amor forma parte de todo hombre debido a la crueldad que suele caracterizar a éste y también debido a la maldad del mundo en que vivimos, pero habría que afirmarlo porque; sin el hombre, ¿para qué tendría que existir el amor? El amor por tanto existe porque existe el hombre y es, al fin y al cabo, una característica de éste.
El verdadero filósofo ve con optimismo y esperanza el futuro porque sabe que el hombre tiene esa predisposición para el amor como ya he aclarado antes. Lo que debe aclarar un buen filosofo es el concepto de amor, ya que esta palabra puede llevar a duda. Tiene que distinguir por tanto lo que en este tema llamamos amor, enamoramiento y amistad.
El amor seria el concepto más amplio, no solo existe el amor entre dos personas o hacia una persona, como pasaría con el enamoramiento, sino que el amor va mas allá. El amor sería esa inclinación libre hacia algo o alguien que nos atrae por su belleza y bondad. Las características del amor serian:
La gratitud y el misterio. El amor es gratuito no amas por esperar algo a cambio, amas porque amas y no hay mas explicación. Pero esta gratitud en el amor ha sido suplantada por un interés que viene dado por la sociedad mercantil en que vivimos. También es verdad que cuando no eres correspondido y no recibes el amor que esperas a cambio de tu amor te sientes frustrado, esto no posee unas raíces mercantilistas, la reciprocidad es consecuencia misma del amor.
El amor también es una labor de construcción, tanto de la persona amada como de uno mismo. Deseas construir a la otra persona dándola toda la felicidad posible y por ello realizas una labor de autoformación ya que tú eres ese bien que le dará la felicidad. El hombre en el amor intenta hacerse bueno para entregarse a la persona que ama.
El amor de los hombres es un amor necesitado (menesteroso). Lo que quiero decir con esto, es que para amar necesitamos ser amados, necesitamos haber sido antes un punto de llegada del amor,
es decir, el amor se nos tiene que haber dado para que nosotros seamos capaces de amar libre y totalmente.
Para concluir tengo que decir que el amor, aunque como ya he dicho es propio y característico del hombre, no es nada fácil de mostrar porque el amor consiste en entregarse al amado, al amigo o al enamorado y esto no resulta nunca fácil para nadie.