Economía y Empresa


PADE (Plan Andaluz De Desarrollo Económico)


ÍNDICE

  • INTRODUCCIÓN............................................................................ 2.

  • RECORRIDO HISTÓRICO............................................................. 3.

  • PADE 1991/1994.............................................................................. 5.

  • A) Evaluación interna.

  • Territorio.

  • Población.

  • Recursos Naturales.

  • Producción.

  • Infraestructuras y equipamientos.

  • sectores productivos.

  • B) Evaluación externa.

  • PADE 1995/1998............................................................................ 75.

  • PADE HORIZONTE 2000............................................................. 77.

  • CONCLUSIÓN............................................................................... 91.

  • BIBLIOGRAFÍA............................................................................ 92.

  • I. INTRODUCCIÓN

    La decidida apuesta por la planificación se basa, por un lado, en el convencimiento de que una estrategia que pretenda dar una respuesta eficaz a los retos y necesidades de Andalucía, debe articularse de forma plurianual, y, por otro, en la necesidad de establecer las bases adecuadas de coordinación y compromiso que requieren las intervenciones del sector público en un horizonte de medio plazo. De igual forma, el Plan Económico se evidencia como el instrumento más apropiado para mejorar la eficacia de las medidas estructurales de política económica y establecer un marco que favorezca la complementariedad de las acciones públicas y privadas y la creación de empleo. Asimismo, la pertenencia de España a la Unión Europea viene a incidir en la necesidad de contar con instrumentos planificadores en la política económica, ya que el acceso a los fondos estructurales europeos requiere la existencia de Planes de Desarrollo Regional (PDR) para la concreción de los Programas Operativos que establecen el Marco de Apoyo Comunitario. Por otra parte, iniciativas vertebradotas como la planificación de las infraestructuras y el desarrollo rural, constituyen también un elemento estratégico para articular y equilibrar el desarrollo económico y social en el territorio de Andalucía.

    Por lo que nosotras hemos realizado, más q un diagnóstico de un Plan de Desarrollo económico, un diagnóstico de aquellos planteamientos dedicados a realidad económica andaluza. Desde el primer plan que puede considerarse relevante para la actualidad, hasta el último Plan Andalucía Horizonte 2000. Ya que consideramos, que se hace necesario observar cuales fueron los planteamientos iniciales, y en que medida se cumplieron. Para confrontar el Plan que actualmente está en vigor con aquellas actuaciones no desarrolladas. Y no sólo ver cuales son las Potencialidades y Estrangulamientos de la actual economía andaluza, y cuales de éstos provienen de una perseverancia en el tiempo.

    En este análisis, de índole económico andaluz, se muestra un diagnóstico del plan 1991-1994, comparado con el análisis del Plan Andalucía Horizonte 2000. Haciendo mención de cuáles son los objetivos, prioridades y estrategias de, no sólo estos dos planes, sino también del Plan Andaluz de Desarrollo económico 1995-1998.

    II. RECORRIDO HISTÓRICO DE LA PLANIFICACIÓN ECONÓMICA ANDALUZA.

    La planificación como instrumento de acción política no es nueva en la Comunidad Autónoma, puesto que ya existe una tradición consolidada en la elaboración de planes regionales desde el inicio del proceso autonómico. Esta práctica es consecuencia de una opción política fundamentada en la dinámica de descentralización político-administrativa, y en la vocación de superación de los problemas andaluces, pese a las limitaciones competenciales y presupuestarias existentes en aquellos primeros momentos de la Comunidad Autónoma.

    Los antecedentes de la forma en que se concibe actualmente la planificación en Andalucía se remontan al primer Gobierno andaluz, con la elaboración del Plan Económico para Andalucía 1984-1986 (PEA 84/86). El PEA 84/86 orientó las actuaciones de la Administración andaluza derivadas del proceso de traspaso de competencias administrativas que se estaba produciendo en aquella etapa.

    En 1987, finalizado el período de ejecución del PEA 84/86, el gobierno resultante de la segunda legislatura acometió la elaboración de un segundo plan, que dio continuidad al ejercicio de la planificación: el Programa Andaluz de Desarrollo Económico 1987-1990 (PADE 87/90). La experiencia planificadora tuvo su continuación con el Plan Andaluz de Desarrollo Económico 1991/1994 (PADE 91/94), cuyas metas finales eran la consecución de un crecimiento sostenible y equilibrado, y la mejora de la calidad de vida y de la distribución de la riqueza, estableciendo una estrategia que tenía como referente inmediato el escenario que se abría con el nuevo Tratado de la Unión Europea.

    La incorporación de España a la CEE vino a reforzar la necesidad de contar con instrumentos planificadores en la política económica, ya que el acceso a los fondos estructurales europeos requería la existencia previa de Programas de Desarrollo Regional (PDR). Así pues, un nuevo motivo se unía a los que impulsaron la elaboración del PEA para continuar con la planificación. El ejercicio de planificación que ha supuesto la elaboración de los distintos PDR ha ido adaptándose, en las sucesivas etapas, a las distintas exigencias de las reformas de los fondos estructurales. Fruto de ello ha sido la elaboración de tres PDR que culminan con la realización del PDR 94/99 y de los Programas Operativos que desarrollan el Marco de Apoyo Comunitario 94/99.

    De forma simultánea se han ido desarrollando otras iniciativas planificadoras de carácter territorial impulsadas por la administración andaluza, que han sido innovadoras en la medida en que han conseguido integrar en un proyecto común la participación de la administración local, regional, estatal y comunitaria. En este sentido, no solamente hay que destacar los programas operativos que tienen su origen en la reforma de los fondos comunitarios de 1988, sino también otras experiencias de acción territorial impulsadas por la Junta de Andalucía.

    La actividad planificadora de la Junta de Andalucía se completa con la realización de un conjunto de planes y programas de carácter sectorial y horizontal, que profundizan en los objetivos y estrategias diseñados en los planes regionales, convirtiéndose estos en elementos centrales de la planificación andaluza. Entre ellos cabe destacar el Programa Industrial para Andalucía, el Plan de Desarrollo Integral del Turismo de Andalucía (Plan DIA), el Plan Andaluz de Vivienda y Suelo, el Plan de Servicios Sociales, el Plan de Desarrollo Rural, el Plan de Modernización del Sector Pesquero Andaluz, el Plan de Bienes Culturales, el Plan Forestal, el Plan de Medio Ambiente, el Plan Andaluz de Salud, el II Plan Andaluz de Investigación, etc. Estos planes, tanto sectoriales como horizontales, constituyen un vasto ejercicio de planificación en Andalucía.

    III. PADE 1991/1994

    OBJETIVOS DEL PADE 1991-1994.

    El PADE (1991-1994) propone un Crecimiento sostenible y equilibrado, junto con la Mejora de la calidad de vida y de la distribución de la riqueza. Pero la planificación no puede comprenderse aislada en los plazos temporales que marca cada PADE, sino que es un esfuerzo continuado de ajuste y coordinación de las acciones públicas.

    El crecimiento sostenible solo puede lograrse si éste se apoya en las potencialidades de la región, en una modernización competitiva de las empresas y en el aprovechamiento delas oportunidades que surjan en el contexto comunitario. La contribución del sector público será la creación del medio necesario para el desarrollo de las actividades económicas en muy diversos aspectos como infraestructuras, formativos, incentivadores, de nuevas actividades y de la renovación de las existentes, innovación tecnológica y gerencial... El sector público activará y complementará el sistema empresarial en su mejora de competitividad.

    Se pretenderá impulsar las actividades nuevas o de futuro con las nuevas actividades industriales emergentes, la nueva agricultura de elevado potencial de demanda y la oferta turística de calidad y nuevos servicios de ocio y cultura, tecnológicos y de asistencia a las empresas. También se pretende proyectar una producción regional capaz de concurrir en precio y cualidades con la foránea.

    Al igual que el crecimiento sostenible, el crecimiento equilibrado no puede apoyarse solamente en la expansión de un reducido grupo de actividades por importante que sea su peso relativo. El modelo de crecimiento polarizado, característico de las etapas anteriores ha conducido a la coexistencia de espacios de gran dinamismo junto con otros de carácter regresivo. Por tanto se pretenderá orientar la ubicación de algunas actividades hacia las zonas de baja densidad industrial.

    Pero el PADE 1991-1994 también tiene otra meta, la mejora de la calidad de vida de la población y de la redistribución de la riqueza.

    Los objetivos del Plan Andaluz de Desarrollo económico 1991-1994, son:

  • Integración territorial.

  • Recuperación y preservación del medio ambiente.

  • Articulación del sistema productivo.

  • Fomento de la inversión productiva.

  • Desarrollo y modernización tecnológica.

  • Facilitar el acceso de la producción regional a los mercados.

  • Adecuación y mejora de la formación de los recursos humanos.

  • Integración en el mercado de trabajo de los colectivos con dificultades.

  • Impulso al desarrollo local.

  • Mejora del sistema de comunicaciones.

  • Mejora de otras infraestructuras y de desarrollo urbano.

  • Mejora de las condiciones sanitarias de la población y de los servicios de salud.

  • Facilitar el acceso a la vivienda.

  • Extensión, ampliación y mejora de la protección social.

  • Preservación del patrimonio cultural y potenciación de la oferta y del acceso a la cultura.

  • ESTRANGULAMIENTOS Y POTENCIALIDADES REFERIDOS EN EL PADE 1991-1994.

    La posición geográfica de Andalucía presenta tanto ventajas como dificultades. Una de las ventajas es la localización de esta entre el Atlántico y el Mediterráneo y como punto de unión entre Europa y África, a esto se le suma el pertenecer a la Comunidad Europea. La apertura de nuevas vías de transporte entre Andalucía y el Algarve portugués implican una posibilidad de revitalizar la región. Las dificultades que presenta su posición geográfica es su perificidad respecto a los principales centros europeos de actividad económica, a esto se le suma el desplazamiento hacia el Este de los ejes de crecimiento económico.

    En cuanto a la estructura productiva andaluza y su carácter primario que justifica el predominio de actividades generadoras de escaso valor añadido es otra debilidad a tener en cuenta. Aunque el sector primario andaluz también presenta potencialidades importantes para su desarrollo, las cuales están muy relacionadas al impulso de la industria agroalimentaria, con una mayor presencia en los procesos de manipulación y transformación de los productos.

    Hay también posibilidades de desarrollo agrario a través de determinados cultivos no excedentarios y con un potencial alto de demanda, cultivos extratempranos de calidad, para los que Andalucía cuenta con una situación privilegiada dentro de la CEE. Que permitirían ampliar los mercados.

    Uno de los principales estrangulamientos del desarrollo económico en Andalucía el insuficiente desarrollo de las actividades industriales en la región y la polarización de las mismas alrededor de sectores tradicionales muy vinculados a los recursos naturales y de escaso valor añadido.

    En cuanto al sector servicio, varios factores (innovación tecnológica, internacionalización de la economía y la externalización de los servicios por parte de las empresas industriales) hacen posible plantear la existencia de un cierto potencial de desarrollo en algunos servicios, como servicios profesionales de determinada cualificación, servicios personales y otros servicios.

    Los recursos naturales constituyen por otro lado una reserva potencial para el desarrollo de la economía andaluza, aunque la mayoría de ellos están sometidos a una fuerte presión, debido a la especialización característica de la estructura productiva andaluza. Es decir, los recursos naturales están condicionados a la adopción de un modelo de desarrollo que asegure un uso más eficiente de dichos recursos, garantizando su regeneración y preservación.

    Existe una numerosa proporción de población joven, permitiendo así la capacidad de esta para la adaptación ante los cambios y nuevas actitudes socioeconómicas. Existen importantes déficit de formación paliados en los últimos años mediante una importante inversión en capital humano, que como resultado ha tenido una elevación del nivel de estudio de la población, especialmente de la femenina. La evolución de la población alfabetizada es satisfactoria, aunque la débil capacitación profesional en los niveles medio y básico constituyen la restricción más notoria en este terreno.

    Se puede apreciar también una insuficiente oferta de técnicos en la región adecuadas a los requerimientos de la demanda. A este problema se le intenta hacer frente con la implantación de nuevas especialidades universitarias (telecomunicaciones, informática, caminos, canales y puertos).

    La ausencia de una clase empresarial suficientemente consolidada y en general el escaso espíritu empresarial de la población andaluza, se constituye en otra de las principales limitaciones de la región.

    Las deficiencias para la comercialización de los productos andaluces son otro de los obstáculos que condicionan el desenvolvimiento de la economía regional. La carencia de recursos financieros bastante para el desarrollo de la región son una de las causas, y también consecuencias de las debilidades y desequilibrios del tejido productivo andaluz.

    Las restricciones al desarrollo andaluz derivan también de las carencias u deficiencias en la dotación de infraestructuras y equipo capital no directamente productivo; redes de transporte y comunicaciones, equipamiento urbano, servicios sanitarios, educativos, culturales...

    Las redes de transporte y comunicaciones juegan un papel fundamental en la articulación e integración del territorio en el cual se ubican. En Andalucía, la red de transportes presenta unas características que permiten calificarla como escasa para una adecuada articulación socioeconómica de la región y su integración con los espacios económicos más próximos.

    Andalucía presenta notorias carencias, cuantitativas y cualitativas, en cuanto a dotaciones de equipamientos básicos, lo cual implica un obstáculo para el desarrollo de la región. Las insuficientes infraestructuras culturales y educativas, los deficientes equipamientos de servicios sanitarios y sociales...

    Andalucía durante los últimos años a avanzado en cuanto a infraestructuras básicas, que propiciarán una mayor y mejor articulación interna y externa de la región. También existen desequilibrios internos en la distribución de las infraestructuras y equipamientos básicos, lo cual determina un territorio caracterizado por un alto grado de heterogeneidad interna.

    En cuanto a la utilización de tecnologías avanzadas existen graves carencias, así como un reducido número de empresas generadoras de innovación, lo cual constituye otro elemento de bloqueo en el desarrollo económico. Aunque el nivel tecnológico es insuficiente éste está sufriendo transformaciones crecientes de considerable importancia. Uno de los instrumentos básicos para ello es la constitución de complejos tecnológicos industriales y de medios de innovación. En cuanto a la investigación aplicada, el principal problema radica en la escasa participación de las empresas privadas, destacando la gran concentración del esfuerzo investigador en las universidades y otros centros públicos, si bien desconectados en general del sistema productivo.

    EVALUACIÓN INTERNA

    I. ORIENTACIÓN DEL TERRITORIO Y DESARROLLO URBANO

    La Ordenación del Territorio se configura como una política de carácter horizontal, objeto integrar, articular y compatibilizar espacialmente las diferentes políticas sectoriales.

    El proceso de desarrollo de las últimas décadas ha originado además graves disfuncionalidades en la organización del territorio.

    Ponen de manifiesto la necesidad de favorecer un modelo de organización territorial integrador, para el conjunto de la región.

    Ordenación del Territorio, definir el papel que cada núcleo urbano debe representar en el conjunto de la región y las condiciones que cada uno debe reunir para lograr un aumento de los estándares de bienestar y calidad de vida de toda la población.

    Prestará mayor importancia a los problemas de las grandes ciudades andaluzas con objeto de que las mismas no sólo den sentido al entramado funcional del sistema regional, sino que contribuyan, asimismo, a articular el tejido urbano andaluz con el resto de España y Europa.

    Diagnostico de las principales disfuncionalidades del modelo de desarrollo territorial y urbano

    Los problemas que obstaculizan el desarrollo y que en síntesis se expresan a continuación:

    • Inadecuada estructuración del sistema de asentamientos.

    • Tendencia hacia el desequilibrio del sistema urbano.

    • Insuficiente desarrollo de las comunicaciones.

    • Concentración de los déficit de equipamientos sociales en las áreas más regresivas del sistema urbano y en las periferias de las áreas urbanas.

    • Presencia de problemas asociados al desarrollo urbano.

    Esta debilidad y desarticulación del sistema urbano andaluz se encuentra estrechamente relacionadas con la propia desarticulación sectorial de su base productiva. Las transformaciones económicas durante las últimas décadas no han afectado de manera uniforme a toda la región.

    Los elementos que determinan este proceso son principalmente: la localización concentrada de los sectores dinámicos impulsores del desarrollo económico, la escasa difusión del desarrollo económico a los sectores tradicionales, la escasa difusión del desarrollo económico en el entorno territorial de los centros y áreas dinámicas.

    Influyen decadencia de un gran número de cabeceras comarcales que no se han industrializado y terciarizado suficientemente.

    La lenta transición desde las estructuras agrarias tradicionales a sistemas agroindustriales modernos, la escasa cualificación del mercado de trabajo y las deficiencias en el dinamismo empresarial que sustrae oportunidades de inversión en nuevas iniciativas.

    Proceso de crecimiento urbano y económico ha supuesto además la aparición de rupturas del equilibrio ambiental, agravando viejos problemas históricos y haciendo emerger otros nuevos. Cabe citar:

    • El deterioro de la calidad de las aguas superficiales en numerosos cauces de la región, así como la explotación excesiva y la contaminación de los acuíferos.

    • La trasgresión del límite adecuado desde el punto de vista ecológico y agronómico de la frontera entre el uso agrícola y forestal.

    • El deterioro y canalización de los ecosistemas y paisajes litorales.

    • El deterioro del medio ambiente atmosférico en los principales encalves urbano-industriales.

    La superación de estos problemas requiere, la definición del modelo regional, de sus estructuras y sistemas más básicos, la identificación del papel que corresponde a cada tipo de área y a cada zona concreta y la definición de políticas específicas para cada zona del territorio, utilizando para ello los mecanismos del planeamiento territorial y urbanístico, así como los de coordinación de las políticas sectoriales.

    Planificación de la Comunidad Autónoma en los últimos años determinan una primera aproximación al modelo territorial de Andalucía y en su optimización y coherencia con los objetivos básicos de la Comunidad.

    Proceso de intervención sobre el territorio con su notable esfuerzo en la mejora infraestructural y dotacional, incorporación de nuevos instrumentos y figuras de planificación.

    El marco normativo e instrumental presenta notables deficiencias cuya resolución resulta indispensable para la actuación ordenada de las administraciones públicas en el territorio. Destacan:

    • Inexistencia de una estructura jurídico-normativa específica para la regulación de la ordenación del territorio, permite la vinculación e interrelación entre las diferentes actuaciones e instrumentos de planificación con repercusión en la ordenación territorial.

    • Ineficiencia de los mecanismos y estructuras administrativas, de coordinación y cooperación de las instituciones y agentes responsables de la definición y realización de políticas y actuaciones con incidencia territorial.

    • Ausencia de un auténtico modelo integrador de organización del territorio a escala regional, que apoye la consecución de un desarrollo económico y social duradero, y el mantenimiento de los equilibrios ambientales.

    • Carencia de planeamiento urbanístico en numerosos municipios y adecuación no siempre suficiente del actualmente vigente.

    • Negativa incidencia de actuaciones no enmarcadas en objetivos de planificación en ámbitos de cierta trascendencia territorial y urbanística, como son los centros históricos, las áreas de interés ecológico-ambiental o el litoral.

    • Falta de estructura y medios municipales, técnicos y económicos para llevar adelante la gestión del planeamiento existente o la redacción del adecuado.

    Caracterización espacial

    Diferenciación del espacio regional, expresada en las Bases para la Ordenación del Territorio de Andalucía, en tres grandes áreas:

  • Las áreas dinámicas, aglomeraciones urbanas y la práctica totalidad de los ámbitos funcionales del litoral, configuran una estructura territorial con una importante función económica asociada a los sectores industrial, comercio, transportes y agricultura, dotación de centros administrativos de servicios e infraestructuras.

  • Las áreas estancadas, la práctica totalidad de las campiñas del Valle del Guadalquivir y las Depresiones Béticas, pautas de población de claro estancamiento demográfico, funciones económicas basadas preferentemente en la transformación y comercialización de productos agrarios y otros de primera necesidad, y con un mayor desarrollo de actividades industriales y terciarias en las áreas con mayor potencialidad.

  • Las áreas marginales asociadas geográficamente a los ámbitos de montaña de la región con excepciones como los ámbitos y centros de Ronda. Pozoblanco, Ubrique, Máchale, Peñarroya y La Carolina, que evolución demográfica negativa y progresivo envejecimiento de la población, ciudades de escasa centralidad fuetes déficit en servicios y dotaciones de carácter supramunicipal, economía de base agrícola tradicional, muy débil industrialización y en general sin potencialidad económica.

  • El Planeamiento territorial y urbanístico:

    • Se han puesto las bases para la dotación de instrumentos de planificación territorial y de coordinación en determinadas áreas o materias.

    • En lo que respecta a la política urbanística se puede considerar que los grandes municipios están dotados de planeamiento urbanístico, y éste en general es adecuado a la realidad de los mismos.

    • En otro escalón de municipios en las zonas interiores y especialmente en las de montaña otras con características de áreas deprimidas, es donde la carencia de planeamiento o la adecuación del mismo se hace más agudo.

    Objetivos finales y operativos

    Objetivos en materia de ordenación del territorio

    • Contribuir a la mejor ordenación del territorio andaluz, propiciando el desarrollo económico y el equilibrio entre las distintas partes de Andalucía.

    • Integrar el territorio andaluz internamente y mejorar su articulación con el exterior mediante las políticas de ordenación territorial, la planificación y ejecución de las estructuras de comunicación de responsabilidad autonómica y la organización del sistema regional de transportes.

    • Regular, mediante las políticas territoriales y urbanísticas, los usos del suelo adecuados al desarrollo regional y al óptimo aprovechamiento de las potencialidades de desarrollo endógeno y local, favoreciendo un crecimiento económico territorialmente equilibrado y respetuoso con el patrimonio cultural y con las condiciones naturales y ambientales de cada lugar.

    • Actuar selectivamente sobre las Unidades Territoriales y Sistemas Regionales que conforman significativamente la estructura territorial andaluza.

    • Contribuir a la corrección de las desigualdades territoriales en condiciones de bienestar y calidad de vida.

    • Hacer acorde todos estos objetivos con una política de respeto y mejora de la calidad medioambiental y de preservación y conservación de los espacios naturales de la Comunidad Autónoma.

    • Posibilitar el pleno ejercicio de la competencia en materia de ordenación territorial.

    • Contribuir a un mayor conocimiento del territorio andaluz.

    • Definir un modelo de organización territorial de la región que sirva de marco de referencia para la integración de las políticas económicas y sectoriales, y de apoyo a la consecución de un desarrollo económico y social duradero y al mantenimiento del equilibrio ambiental.

    • Potenciar la función social de las grandes ciudades andaluzas como centros articuladores de primer orden en el sistema urbano de Andalucía, y mejorar su accesibilidad y los servicios propios de su rango urbano para la población propia y la de sus áreas de influencia.

    • Contribuir al desarrollo de su dinamismo económico y a la difusión al resto del territorio andaluz de sus procesos de modernización y crecimiento socioeconómico y cultural.

    • Dotar a la Comunidad Autónoma de la Cartografía adecuada a sus necesidades tanto en lo que se refiere a cartografía básica como a la derivada, temática e histórica.

    Objetivos en materia de urbanismo

    • Garantizar la continuidad espacial en la planificación urbanística, de manera que no se produzcan disfuncionalidades entre los diversos planeamientos municipales y las planificaciones territoriales y sectoriales.

    • Consolidar la configuración del urbanismo como función pública compartida entre las distintas administraciones concurrentes y no tanto como un problema de jerarquía.

    • Contribuir a la constitución del urbanismo como un conjunto integrado de compromisos efectivos entre todos los agentes para su ejecución.

    Orientaciones estratégicas

    Orientaciones estratégicas en ordenación del territorio

    • Instrumentación jurídico administrativa de la política de ordenación del territorio, estableciendo los instrumentos, órganos y mecanismos de coordinación y cooperación que permitan la vinculación e interrelación de los aspectos territoriales de las políticas sectoriales y del planeamiento urbanístico.

    • Profundizar en la labor de conocimiento de los elementos, estructuras y sistemas territoriales básicos, mediante la elaboración de estadísticas, cartografía y estudios territoriales y demás medios técnicos e instrumentales de apoyo a la planificación territorial.

    • Formular políticas territoriales a escala regional.

    • Definir la función territorial de los centros regionales y ciudades medias de Andalucía, y potenciar los procesos de ordenación de las aglomeraciones urbanas.

    • Desarrollar instrumentos de planificación territorial en ámbitos subrregionales.

    Orientaciones estratégicas en materia de urbanismo

    • Intensificación de la dimensión horizontal de la función urbanística.

    • Impulso de planes estratégicos de desarrollo urbano con el fin de adaptar las ciudades andaluzas a las exigencias urbanas que demanda una sociedad moderna.

    • Potenciación y desarrollo de la intervención de la Administración Municipal en los procesos urbanísticos.

    • Obtención de referencias adecuadas a la ordenación urbanística municipal, en ámbitos significativos del territorio andaluz.

    • Apoyo efectivo a los procesos de ejecución del planeamiento urbanístico.

    • Ajuste y clarificación del marco jurídico urbanístico general a las circunstancias actuales.

    II. POBLACIÓN

    Andalucía en 1900 contaba con 7.100.160 habitantes de derecho, un 10.2% superior a la de 1981 y un 15.8% a la de 1975. A partir de 1981 el crecimiento de la población residente en Andalucía supone unas tasas superiores a la media nacional. Esto es debido al cambio de signo de los saldos migratorios, positivos desde los años setenta (busca de trabajo más un flujo de inmigración creciente).

    Desde los años setenta hay una aproximación entre las tasas de natalidad andaluza y española, aunque sus ritmos de reducción mantienen la diferencia de unos tres puntos. Hay que tener en cuenta también la evolución del número medio de hijos por mujer, se observa que la tasa de fecundidad en Andalucía ha experimentado un importante descenso en los años ochenta, aunque un importante desfase temporal respecto a España.

    Como consecuencia de esto y de una tasa de mortalidad coincidente, la tasa de crecimiento vegetativo de la población andaluza se mantiene superior a la nacional en unos tres puntos, pero solamente explica una parte del crecimiento de la población.

    NATALIDAD

    MORTALIDAD

    C. VEGETATIVO

    AÑO

    ADN ESP

    AND ESP

    AND ESP

    1975

    20.4 18.7

    8.2 7.9

    12.2 10.4

    1981

    17.1 14.1

    7.8 7.8

    9.3 6.3

    1984

    15.4 12.3

    7.7 7.8

    7.7 4.5

    1987

    13.5 10.9

    7.8 8.0

    5.8 2.9

    FUENTE: INE. Movimiento natural de la población.

    Hay que resaltar también la influencia que ejerce el flujo inmigratorio ya que es el causante de la diferencia entre el crecimiento total entre los años 1981 y 1986, unos 349 miles de habitantes, y es debido al crecimiento vegetativo, unos 254 miles. El saldo de emigración es positivo hasta el período 1975-1981 que se registra negativo. Durante la época pasada Andalucía se ha convertido en una región de inmigración.

    El crecimiento de la población entre los años 1981-1989 permanece estable, excepto en Málaga cuya participación asciende en un uno por ciento.

    PERÍODO

    1981

    1989

    PROVINCIA

    Total % %CAP. PR

    Total % %CAP. PR

    Almería

    410.831 6.4 34.3

    461.237 6.6 34.5

    Cádiz

    988.388 15.3 15.9

    1.081.139 15.4 14.5

    Córdoba

    720.823 11.3 38.9

    765.517 10.9 39.8

    Granada

    758.618 11.8 32.5

    806.406 11.5 32.9

    Huelva

    418.584 6.5 30.5

    446.994 6.4 31.1

    Jaén

    639.821 9.9 15.0

    659.939 9.4 16.3

    Málaga

    1.025.609 15.9 49.0

    1.203.724 17.1 46.1

    Sevilla

    1.478.311 22.9 47.7

    1.594.329 22.7 42.0

    Andalucía

    6.440.985 100.0 34.1

    7.019.285 100.0 36.6

    Podemos señalar que no hay diferencias de importancia con respecto al conjunto nacional en cuanto a la concentración en las capitales, aunque ésta es irregular si consideramos las distintas provincias.

    Otro rasgo que caracteriza el comportamiento de la población andaluza en los últimos años es la tendencia hacia despoblamiento de los municipios de menor tamaño, aunque se mantiene el peso demográfico de los grandes pueblos y de los centros comarcales.

    MUNICIPIOS

    1981

    1986

    1989

    1989 (ESPAÑA)

    Menores de 5000

    15.8

    14.2

    14.4

    16.4

    De 5.001 a 20.000

    25.2

    24.2

    23.4

    19.8

    De 20.001 a 50.000

    15.3

    14.8

    16.3

    12.6

    De 50.001 a 100.000

    8.4

    9.6

    8.2

    9.1

    Más de 100.001

    35.3

    37.2

    37.7

    42.1

    Hay que destacar también, la creciente localización de la población en núcleos próximos a capitales, generando grandes áreas metropolitanas.

    En los años 1970 a 1986, también se ha producido una modificación en la estructura de la población por edades, teniendo como consecuencia final, un crecimiento importante de la población potencialmente activa unido a un mayor grado de envejecimiento de la población, pero hay que añadir que este proceso es menos acentuado en Andalucía que en el conjunto de España.

    EMPLEO

    La tasa de actividad ha experimentado en Andalucía una notable expansión en los últimos años, reduciéndose el diferencial con la correspondiente tasa española a sólo unos dos puntos en 1990. esto es debido a las mejores perspectivas de encontrar un empleo, dada la expansión de la actividad económica, y por el notable crecimiento de la tasa de activad de la población femenina. Esto, junto con el relativamente elevado crecimiento vegetativo en Andalucía y la inversión del signo tradicional de los saldos migratorios desde finales de los sesenta, explica un crecimiento de la población activa en Andalucía.

    Continúa creciendo el peso de los ocupados en el sector servicios, que se aproxima al 60% del total y el empleo en la construcción aumenta en los últimos años hasta superar el 12%. Existe una reducción acusada del empleo en la agricultura y su consiguiente pérdida de peso relativo, con lo que el empleo industrial será el segundo en importancia.

    El sistema productivo andaluz ha sido crónicamente incapaz de absorber a la población activa y el importante crecimiento de está, esto conlleva a la evolución del desempleo. El número de parados en Andalucía ha ido creciendo hasta el tercer trimestre de 1987, donde alcanzó su máximo histórico con 742.000 parados. Desde ese momento el paro inicia un camino decreciente de manera que en los últimos años se ha reducido tanto el volumen como la tasa de paro, aunque todavía se mantienen unos niveles altos.

    En cuanto a la cualificación de la población andaluza desde 1975 se ha producido una elevación del nivel de estudios, especialmente entre las mujeres. Este crecimiento a dado lugar a una importante reducción en el nivel de analfabetismo de los andaluces. También se están reduciendo las diferencias formativas entre hombres y mujeres.

    La corrección de los desequilibrios del mercado de trabajo andaluz: la lucha contra el desempleo.

    El desempleo sigue constituyendo en Andalucía el obstáculo más importante para la mejora del bienestar económico delos andaluces. Aunque la evolución general del desempleo en Andalucía y en España, en términos absolutos, presenta ciertas similitudes, se aprecian también importantes diferencias:

    • Su crecimiento del 81 al 84 es más intenso en Andalucía que en España.

    • Mientras que en España alcanza máximo en 1985, en Andalucía continúa creciendo hasta 1987.

    • Una vez iniciado el descenso diminuye con más intensidad en Andalucía que en Europa.

    Relacionando la creación de empleo y disminución del desempleo en Andalucía, la creación de empleo que se produce a partir de 1985 no cristaliza en disminución del desempleo hasta 1988, y además muy ligeramente. En España a partir de 1985 se inicia también la disminución del desempleo. El paro comienza a disminuir en Andalucía con dos años de retraso con respecto a España, a pesar de que se comienza a crear empleo un año antes.

    El análisis de las características básicas del desempleo en nuestra región muestra la importancia del desempleo femenino, juvenil y de larga duración. Hay q resaltar también que cerca del 30% de los desempleados no cuentan con un certificado de estudios, lo que se ve agravado en las zonas rurales y en el caso delas mujeres. Las intervenciones para la reducción del desempleo tienen que actuar sobre ambos factores, el desempleo y el empleo.

    Acciones orientadas a incrementar la oferta de empleo en Andalucía:

  • Acciones genéricas

  • Acciones específicas; Programas de fomento de empleo y apoyo a la contratación para los colectivos más desfavorecidos, como:

    • Programas de fomento de empleo de jóvenes menores de 25 años, tanto por Escuelas de Empresas y Cooperativas Juveniles, en colaboración con las Corporaciones Locales.

    • Programa de apoyo a la contratación de trabajadores desempleados de larga duración por las Administraciones Públicas y Entidades de interés social.

    • Apoyo al establecimiento de emigrantes retornados o hijos de éstos como trabajadores independientes.

    • Apoyo a la contratación de trabajadores disminuidos en Centros Especiales de Empleo, así como en empresas.

    • Continuar la labor de promoción de empleo en el medio rural intensificando las labores de las Unidades de Promoción de Empleo y de los Agentes de Empleo Local, dotándoles de los medios adecuados.

    • Participación en los Programas e iniciativas de la Comunidad Europea dirigidas a luchar contra el desempleo y a promover acciones de empleo positivo.

    Acciones centradas sobre la demanda de empleo: La Formación Profesional Ocupacional orientada a facilitar la inserción en el mercado de trabajo.

    La adecuación de las cualificaciones profesionales a las cambiantes necesidades de la oferta de empleo, difícilmente puede ser desempeñada por la formación reglada por varias razones:

    • La experiencia demuestra que las previsiones acerca de las necesidades del mercado de trabajo en materia de cualificación sólo funcionan a corto plazo.

    • Se va progresivamente abriendo paso la idea de que la formación reglada debe proporcionar antes de aprendizajes específicos de utilidad dudosa, el desarrollo de capacidades y actitudes generales que faciliten ulteriores aprendizajes específicos y la adquisición de conocimientos y habilidades transferibles de un contexto a otro.

    Las líneas de actuación prioritarias en este terreno se concretarán en.

    • Adaptación de la cualficación de los desempleados a las exigencias de los avances económicos y productivos, apoyando su inserción laboral con programas de orientación profesional.

    • Atención prioritaria a aquellos colectivos con mayores dificultades a la hora de encontrar un empleo.

    • Desarrollo de Programas de Formación Ocupacional especialmente en área rural.

    • Desarrollo de una política coordinada con los organismos oficiales y con todos aquellos agentes sociales y sectoriales con incidencia sobre las actuaciones formativas, al objeto de no duplicar acciones y economizar recursos.

    • Participación en las iniciativas Comunitarias en materia de formación ocupacional.

    • Fomento de actividades de orientación profesional que faciliten al desempleado las tareas de búsqueda de empleo y o las posibilidades que le ofrezca el autoempleo.

    • Utilización de los instrumentos necesarios para una más correcta ejecución de los objetivos marcados en todo lo relativo a análisis del mercado de trabajo andaluz, análisis de las necesidades formativas y seguimiento y evaluación de las acciones.

    La lucha contra las desigualdades sociales como estrategia contra el desempleo.

    Es necesario establecer la conexión entre pobreza y desempleo, y en cómo un determinado contexto social y familiar reproduce continuamente desventajas sociales que hay que superar para comenzar a tener posibilidades de inserción en el mercado de trabajo. Desventajas que se transmiten generacionalmente y que van desde usos, modos y costumbres que no están en sintonía con las exigencias del mundo empresarial, hasta el fracaso escolar. Las políticas dirigidas a combatir el paro no deben centrarse solamente en la mejora de la competitividad de los individuos aislados, sino también en la elaboración de estrategias orientadas a reforzar las situaciones de las familias o grupos sociales más desfavorecidos y orientadas a evitar la acentuación de las desigualdades sociales.

    La revalorización de los recursos humanos andaluces.

    La formación reglada.

    El principal recurso con el que cuenta una sociedad para lograr unos niveles altos de desarrollo es indiscutiblemente su capital humano. El logro de este objetivo requiere contar con los efectivos humanos necesarios tanto en número como en cualificación.

    La nueva Formación Profesional debe ser:

      • Dinámica, para adaptarse a los rápidos avances científicos y tecnológicos que están produciendo profundos cambios en la organización de la producción de bienes y servicios y en la demanda y configuración de la demanda del mercado de trabajo.

      • Abierta, integral y continua de los aprendizajes que proporcione la suficiente formación de base y que posibilite los cambios en las figuras profesionales demandadas por el sistema productivo.

      • Flexible, para adaptarse a su entorno, ya que el enfoque territorial y la imbricación de la Formación Profesional con las posibilidades de desarrollo regional y local son determinantes.

      • Participación, por razones de eficacia técnica y legitimidad social. La FP debe ser valorada y reconocida por el sistema productivo y creíble por los trabajadores respecto de la demanda de cualficación que les posibilite encontrar trabajo.

      • Amplia y diversificada.

    Dado que la educación y la formación son en la actualidad el trámite necesario a través del cual una sociedad obtiene los niveles de cualificación necesarios para alcanzar mayores cotas de desarrollo, las acciones en este campo estratégico estarán encaminadas a incrementar las tasas de escolaridad en enseñanzas medias y universitarias. En los factores de desigualdades existentes es donde se sentarán fundamentalmente los objetivos y los programas de actuación en materia de educación, con los objetivos de mejorar la calidad de la enseñanza y la lucha contra las desigualdades en materia educativa.

    El Plan Andaluz de Universidades, en relación a las inversiones, se ha orientado a la consolidación de los campus existentes y hacia la creación de campus por grandes áreas.

    • Almería: Humanidades y de CC. Sociales y Jurídicas, comedor, instalaciones deportivas, servicios generales.

    • Cádiz: Complejo de CC. Del Mar, adaptación del Hospital de Mora para sede de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, ampliación y adaptación de la Facultad de Derecho.

    • Córdoba: Creación del Campus Agroalimentario.

    • Granada: Campus de CC. De la Salud, nuevas instalaciones deportivas para los estudios técnicos.

    • Huelva: La sede de la Facultad de CC. Sociales y Jurídicas y la adaptación de los Cuarteles para sede de la Facultad de Humanidades y CC. De la Educación instalaciones deportivas.

    • Jaén: Construcción del nuevo aulario y del edificio departamental de CC. Sociales y Jurídicas. Urbanización del campus, y construcción de instalaciones deportivas y servicios generales.

    • Málaga: Complejo de CC. De la Educación, Económico-Jurídico, complejo Tecnológico y Centro de Estudios Turísticos.

    • Sevilla: Campus Universitario de Humanidades del Norte de la Cartuja y del Campus Tecnológico de la Cartuja e instalaciones de la Nueva Universidad de Sevilla.

    La formación ocupacional.

    La formación ocupacional tiene una función ligada de forma más directa e inmediata a la adecuación entre la demanda y la oferta de trabajo debe ser respuesta rápida y dirigida a suministrar a los demandantes de empleo las cualificaciones necesarias para obtener un puesto de trabajo y a satisfacer las necesidades de los ofertantes de empleo mediante su incidencia formativa sobre los ocupados.

    El resto no sólo consiste en un aumento de los recursos destinados a la formación ocupacional, sino también a un incremento de la calidad de las acciones formativas y sobre todo en que constituyan una respuesta certera a las necesidades de las empresas y de los formados. Las acciones en este campo se centrarán de forma preferente en:

    • Programas destinados al reciclaje de los trabajadores.

    • Programas de Formación Ocupacional que proporcionen la cualificación necesaria a la mano de obra dedicada a la mejora de las redes de comunicación y telecomunicaciones en Andalucía.

    • Programas de Formación Ocupacional dirigido a los trabajadores de las PYMES y en colaboración con las Asociaciones Empresariales.

    • Programas de Formación Ocupacional a desarrollar en los parques tecnológicos.

    La mejora de las condiciones de trabajo.

    Las actuaciones de la Administración Autonómica en este campo se orientarán hacia:

    • La mejora de los servicios de actuación directa en la materia.

    • Realización de planes preventivos en sectores económicos que presentan una elevada siniestralidad y desarrollados en le marco de la concertación y el diálogo con los agentes sociales de Andalucía.

    • Desarrollo de actuaciones de fomento a través del establecimiento de ayudas económica a las empresas para la elaboración y puesta en práctica de planes preventivos, realización de inversiones en materia de condiciones de trabajo y ayudas a investigación.

    Investigación y desarrollo tecnológico.

    La innovación tecnológica está provocando una reestructuración de largo alcance en los sectores productivos, desde la mitad de la década de los setenta. Así, las actividades económicas productoras de nuevas tecnologías son las de mayor crecimiento de la industria mundial.

    La clave del desarrollo tecnológico es la existencia de un Tejido Tecnológico Productivo, para lo que lo esencial no es sólo la innovación, sino la adecuada conexión, dimensión y complementariedad entre investigación, adaptación, producción y utilización de las tecnologías, así como la existencia de recursos humanos e infraestructuras productiva y de comunicaciones adecuadas al nuevo medio tecnológico.

    Desde esa perspectiva, la política regional en este terreno, se ha orientado en las siguientes direcciones:

    • Creación de las infraestructuras adecuadas para facilitar los asentamientos de empresas tecnológicamente avanzadas.

    • Apoyo al desarrollo de empresas ya existentes ubicadas en sectores avanzados o a la instalación de otras de nueva planta con el objeto de asegurar la presencia de actividades de futuro aprovechando sus efectos de difusión tecnológica.

    • Apoyo a la difusión de tecnología entre empresas locales, a través de la propia financiación de la incorporación e tecnología en los procesos productivos o con la creación de centros específicos de enseñanza y aplicación de una tecnología.

    • Apoyo a la investigación pública y privada prioritaria en los distintos campos de las nuevas tecnologías en base a los objetivos propuestos en el Plan Andaluz de Investigación.

    • Mejora de la formación reglada y no reglada adecuándola a la demanda del tejido tecnológico-productivo, ya que a pesar de los esfuerzos realizados la realidad demuestra que el efecto difusor de las empresas tecnológicamente avanzadas puede agorarse en una mejora del nivel de cualificación técnica del personal ocupado en ellas.

    Las restricciones principales para la difusión de las nuevas tecnologías son las derivadas del riesgo financiero, de las necesidades de formación avanzada y de las infraestructuras necesarias. Por tanto, es necesario generar un vínculo estrecho de cooperación entre los centros públicos de I+D y la empresa privada para permitir la creación de un tejido tecnológico que aún no existe.

    Por otra parte, la incorporación al cambio tecnológico requiere la articulación de objetivos a largo y corto plazo, así como la definición de líneas prioritarias de I+D y su difusión en le sistema económico. Para alcanzar estos objetivos, el Gobierno Andaluz delimitará sus posibilidades de actuación combinando la participación directa en la realización de aquellos proyectos que se consideren prioritarios para potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Las medidas concretas a adoptar serían las siguientes:

    • Crear y desarrollar una FP Superior que, en línea con las reformas propuestas en la LOGSE forme los técnicos necesarios para las nuevas tecnologías.

    • Incrementar el potencial científico y de investigación de las Universidades andaluzas, en la línea trazada por el Plan Andaluz de Investigación, incentivando la articulación de la investigación con las empresas.

    • Acentuar la especialización de líneas de investigación y formación de tercer ciclo entre las distintas universidades.

    • Potenciar la coordinación de recursos a través de la creación de centros y servicios de I+D de ámbito regional.

    • Construir medios de innovación tecnológico-industrial, de diversos tipos, en los que se concentre territorialmente buena parte del potencial de tecnología aplicada de Andalucía, tanto procedente de centros de I+D de empresas privadas como de organismos públicos de investigación.

    También es necesario concentrar esfuerzos apostando por algunas líneas de investigación y de tecnología que parezcan, a la vez, estratégicamente decisivas y realizables en base a la situación y a las posibilidades futuras de Andalucía, Los criterios de selección de estas líneas prioritarias de intervención son fundamentalmente tres:

    • La evolución futura de la economía mundial y la proyección de las tecnologías que son y serán estratégicas para competir en el futuro.

    • Dentro de la perspectiva así trazada, establecer líneas de investigación cuyas aplicaciones sean fundamentales para la modernización y competitividad del tejido tecnológico existente en Andalucía.

    En la actualidad se proponen las siguientes líneas prioritarias de investigación y de desarrollo tecnológico:

      • Área de Agroalimentación.

  • Tecnología de alimentos y agroindustrial relacionadas con la transformación y conservación de alimentos frescos.

  • Agricultura de zonas áridas, desertización y recursos forestales.

  • Aplicaciones de la biotecnología a la agricultura.

      • Área de Recursos Naturales.

  • Fisiología y genética molecular de microorganismos de interés biotecnológico.

  • Toxicología.

  • Inmunología.

      • Área de Recursos Naturales.

  • Acuicultura.

  • Tecnología de agua.

  • Tecnologías medioambientales.

      • Área de Humanidades.

  • Tecnología de conservación del patrimonio arquitectónico, mobiliar, arqueológico, etnográfico y documental.

  • Tecnologías avanzadas para el desarrollo de industrias educativas y culturales.

      • Área de Tecnologías de la Producción.

  • Energías renovables (solar y eólica9

  • Nuevos materiales (cerámicos, composites y polímeros)

  • Tecnología de residuos.

      • Área de Tecnologías de la Información.

  • Tecnología del sofware.

  • Microelectrónica.

  • Telecomunicaciones.

  • Los principales esfuerzos de atracción de empresas deberían centrarse en las siguientes; Sofware informático, Telecomunicaciones, Componentes micro-electrónicos de aplicación industrial, componentes electrónicos par la industria automotriz, componentes micro-electrónicos para la aeronáutica, semiconductores, industria agroalimentaria de tecnología avanzada y equipos audiovisuales avanzados ligados a las industrias culturales.

    Dado el atraso tecnológico de la economía andaluza y la posible limitación a las políticas autónomas de incentivos a partir de 1993, lo prioritario es intensificar la inversión en la modernización del tejido productivo andaluz a través de los presupuestos regionales y captando inversión pública comunitaria y nacional para Andalucía.

    La Política de Incentivos a la modernización tecnológica tendrá en cuenta los siguientes criterios de selección:

    • Actividades con fuertes ligazones horizontales en la economía andaluza para amplificar el impacto económico y tecnológico de la inversión.

    • Actividades tecnológicamente avanzadas que generen aumentos de productividad y una cultura tecnológica en el entorno.

    • Inversiones que utilicen intensamente los recursos ocioso andaluces.

    • Inversiones que posibiliten la modernización de sectores tradicionales con importante peso relativo en la economía andaluza.

    • Inversiones que no generen impactos negativos.

    La política regional deberá tener un carácter selectivo, por lo que las propuestas concretas de actuación deben centrarse prioritariamente en:

    • Atracción de empresas líderes en microelectrónica a nivel mundial, que incluyan actividades de I+D.

    • Apoyo a una industria auxiliar que satisfaga los requerimientos de calidad y diseño de las grandes empresas.

    • Apoyo a la creación o localización de PYMES dedicadas a la fabricación de maquinaria y de procesos tecnológicamente avanzados, que incorporen componentes microelectrónicos de complejidad media.

    Para evitar que las fuentes de generación de tecnología no se conviertan en enclaves en un tejido productivo atrasado, se contemplen dos medidas:

    • Colaboración en la creación de un Centro de Asesoramiento Tecnológico encargad de articular los resultados de la investigación realizados por los diferentes centros públicos y privados, con el tejido productivo.

    • Junto a dicho Centro, que sería de investigación aplicada, es necesario desarrollar una red capilar de centros de difusión tecnológica.

    RENTA

    Es uno de los indicadores más utilizados para determinar el nivel de bienestar económico de una población.

    Existen dos rasgos sobresalientes en la evolución de la renta familiar disponible por habitante andaluza: Un moderado acercamiento al nivel medio nacional, aunque está a una distancia significativa, y en segundo lugar un aumento de la diferencia relativa entre la RFD y el PIB por habitante, también en su comparación con los correspondientes valores nacionales. Las dos diferentes etapas de actividad del pasado decenio se muestran de nuevo al observar el peso de la RFD andaluza dentro del total nacional, con una leve recesión inicial y un crecimiento desde 1985. Sin embargo resulta insuficiente para acercar sustancialmente la RFD per cápita al nivel medio nacional, en consecuencia con las diferencias de partida y la mayor tasa de crecimiento de la población andaluza, lo que significa que Andalucía continúa ocupando el penúltimo lugar entre las regiones españolas.

    La evolución de la distribución funcional de la renta en la región ha seguido pautas similares a las del conjunto del país. Tiene lugar una reducción de la participación de las rentas de trabajo hasta igualarse a la nacional y un crecimiento, mayor en Andalucía, de las rentas mixtas, que suponen ya más de una cuarta parte de la renta total. Por su parte, son también crecientes las rentas de capital.

    En definitiva, la característica fundamental es la progresiva pérdida de importancia de las rentas de trabajo frente a las restantes.

    Distribución Funcional de la Renta 1979-1987.

    ANDALUCÍA

    ESPAÑA

    1979 1983 1987

    1979 1983 1987

    Rentas de trabajo

    66.3 66.3 57.8

    64.3 63.3 57.8

    Rentas mixtas

    22.7 25.7 28.3

    21.3 23.2 24.5

    Rentas de capital

    8.7 9.3 10.6

    11.3 8.2 14.2

    Rentas del Sector Público

    2.3 1.7 3.3

    3.1 2.5 3.5

    RENTA TOTAL

    100.0 100.0 100.0

    100.0 100.0 100.0

    III. RECURSOS NATURALES

    La preocupación por los problemas medioambientales es producto de los recursos naturales vitales para la humanidad. El avance de la desertización, la destrucción de la capa de ozono, el efecto invernadero, el avance de la desertización y, en general, un agotamiento de los recursos naturales causado por su utilización no planificada, son algunos de los fenómenos que amenazan seriamente las condiciones de habitabilidad de nuestro planeta, evidentes de forma generalizada, y dramática en algunas regiones.

    Esta situación es consecuencia de una concepción del medioambiente como un bien libre de disponibilidad limitada. Esta forma de actuar conduce a una pérdida de potencialidad de los sistemas productivos y pueden producirse catástrofes ecológicas irreversibles.

    La presentación programática del PADE 91-94 integra al medio ambiente formando parte de un proceso integral que compatibiliza el crecimiento económico con el respeto al medio físico.

    Gestión del Ecodesarrollo.

    El ecodesarrollo requiere:

    • Elevar el grado de conocimiento acerca de los bienes ambientales y las condiciones y limitaciones de las actividades de producción y consumo.

    • Desarrollar nuevas técnicas de información sobre recursos naturales.

    • Disponer métodos de evaluación económicas de las externalidades no deseables.

    • Determinar nuevos parámetros económicos y jurídicos relacionados con la contaminación atmosférica, hídrica...

    • Aplicar la normativa ya existente relativa a la evaluación de impactos de determinados proyectos sobre el medio ambiente.

    El sistema de Información Ambiental de Andalucía se constituye como un instrumento fundamental para la gestión del ecodesarrollo. Integra bases de datos georreferenciadas de diversa naturaleza. LA actualización y ampliación habrá de consolidarse y será una herramienta impresci8ndible en la planificación regional y en la gestión de los recursos naturales. Esta actuación habrá de complementarse con otras, como:

    • La definición de un índice de calidad ambiental, indicador sintético de la evolución de la situación y calidad del medio ambiente andaluz.

    • El desarrollo legislativo del proyecto autonómico de “Evaluación de Impacto Ambiental”.

    Corrección y superación de los déficit medioambientales.

  • Gestión de Residuos:

  • Según el IV Programa Comunitario de Medio Ambiente el 80% de los residuos que se producen son reutilizables o reciclables en forma de nuevas materias primas o de energía; evitando daños y lograr un ahorro de materia prima y energía mediante su transformación. Las líneas orientadoras serán las siguientes:

    • Residuos industriales: Realización de un inventario exhaustivo y control de la generación e instalación de una planta de tratamiento de residuos tóxicos o peligrosos.

    • Residuos agroganaderos: Los residuos plásticos generados por la agricultura intensiva, creando servicios de recogida para su posterior eliminación o reciclado, para lo que se ubicarán sendas plantas de tratamiento en Andalucía oriental y occidental.

    Se fomentarán aquellas iniciativas que tiendan a aminorar la generación o mejorar la gestión de los residuos originados por las distintas actividades humanas que tienen lugar en la región.

  • Calidad de aguas y depuración de vertidos:

  • El estudio “El agua en Andalucía” establece un marco general de actuación y señala unas directrices para la protección y la gestión del agua. Por tanto se abordarán acciones encaminadas a:

    • Extensión de la planificación del abastecimiento y saneamiento urbanos.

    • Control y saneamiento de vertidos de origen industrial, agrícola y minero.

    • Delimitación de los perímetros de protección y uso de acuíferos.

    • Mejora del control urbanístico.

  • Protección a la atmósfera:

  • Algunas actividades arrojan al aire sustancias tóxicas o peligrosas que pueden provocar la contaminación de la atmósfera y perjudicar monumentos, edificios, la salud humana etc. Para paliar esta situación se hace necesario:

    • Inventariar las categorías de emisiones y fuentes principales.

    • Utilizar las tecnologías más perfeccionadas para combatir la contaminación.

    • Mejorar el sistema de control y extender la homologación de las redes de vigilancia.

    • Fomentar la utilización de tecnologías limpias.

    • Incentivar las iniciativas privadas de reducción de emisiones.

    Gestión de los espacios naturales protegidos.

    De acuerdo con la Ley de Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, un 17% del territorio andaluz queda afectado por alguno de los regímenes de protección establecidos correspondiendo su administración y gestión a la Agencia de Medo Ambiente de la Junta de Andalucía. Su planificación ha de combinar la preservación de la naturaleza con la dinamización de las estructuras socioeconómicas equilibrando los objetivos de uso y conservación. En este sentido la figura de Parque Natural la convierte en adecuada para aplicar una orientación socioeconómica en la planificación de la utilización de los recursos naturales. Sin embargo, es necesaria una integración de las instituciones implicadas en la gestión de estos territorios, así como organismos privados. Otro tipo de integración es el que tiene lugar a través del Comité de Acciones Integradas para el Ecodesarrollo, órgano de representación de los distintos Centros Directivos de la Junta de Andalucía y de los responsables de las diversas políticas sectoriales. La planificación del ecodesarrollo en las zonas protegidas se basa en un esquema compuesto por cuatro bloques interrelacionados; el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, Planes Rectores de Uso y Gestión de cada parque, Planes de Desarrollo Integral y Programas de Fomento. En los dos primeros se sientan las bases de actuación mediante una primera evaluación de los recursos y necesidades de cada zona, mientras que en los dos restantes se definen y establecen las actuaciones pertinentes.

    Ordenación de los recursos forestales.

    En el Plan Forestal Andaluz se establece lograr la compatibilidad del mantenimiento de producciones de los montes con la restauración y protección del medio natural. Cuyos objetivos son:

    • Lucha contra la desertización y mejor conservación de los recursos hídricos, suelos y cubierta vegetal.

    • Restauración y protección de ecosistemas.

    • Defensa contra incendios, plagas y enfermedades forestales.

    • Asignación adecuada de los usos del suelo y racionalización del uso de los recursos naturales renovables.

    • Harmonización del uso social, recreativo y cultural del monte con su conservación.

    Para ello se realizarán Planes de Ordenación de Recursos Naturales para definir los terrenos de vocación forestal. El Plan Forestal requiere de importantes inversiones de la Administración Central y Autonómica.

    Protección de la flora y la fauna.

    La protección de determinadas zonas es imprescindible para la conservación de los recursos florísticos y faunísticos, pero no es suficiente. Son necesarias medidas de protección de regulación de actividades cinegéticas y de pesca. En lo referente a la flora la Ley de Inventario de Espacios Naturales Protegidos demarca el conjunto de Parques Naturales de la Región en los que la AMA tiene prevista la creación de “Jardines Botánicos”. Por otra parte, la nueva Ley de Patrimonio Histórico y el Plan General de Bienes Culturales contemplan la figura de Jardín Histórico como espacio a proteger y rehabilitar por su valor cultural, también se avanza en la protección de los hábitats naturales.

    Por último, la defensa de los recursos piscícolas se ha de centrar en el control de la sobreexplotación de especies en el litoral, el acotamiento y control de la pesca deportiva en aguas continentales, el establecimiento de programas de vigilancia costera sobre técnicas de pesca y el acondi8cionamiento de arrecifes artificiales para delimitar zonas protegidas y permitir el desarrollo de recursos pesqueros.

    Educación Ambiental.

    La conservación del entorno mediante actuaciones correctoras o medidas reguladoras tiene un alcance limitado si no se avanza en el grado de concienciación y corresponsabilidad de la sociedad. La concepción de un medio ambiente de capacidad regenerativa ilimitada se manifiesta en cualquier contacto de los individuos con el medio natural. Es conveniente incidir en los más jóvenes, de forma que el respeto al medio llegue a formar parte de la cultura social de Andalucía. Las orientaciones generales serán:

      • Incorporar la educación ambiental en los currículos escolares.

      • Aumentar la colaboración y comunicación entre grupos juveniles, asociaciones ecológicas y la Administración.

      • Fomentar el empleo juvenil en ocupaciones relacionadas con la protección y recuperación del medio natural.

    Las acciones a abordar han de abarcar los siguientes aspectos:

  • Educación ambiental en los centros de enseñanza.

  • Formación Ambiental en Espacios Naturales.

  • Juventud y Medio Ambiente.

  • Educación ambiental en el medio urbano.

  • Campañas con actividades de diseño y distribución de material divulgativo.

  • Investigación ambiental y cooperación externa.

    Las grandes líneas de la investigación medioambiental pueden sintetizarse en; un suministro de datos científicos y técnicos que sirvan a la reducción de la contaminación y para una gestión racional del medio ambiente y los recursos naturales; una identificación de los problemas, preparando políticas preventivas, atendiendo a los procesos de investigación tecnológica que puedan tener aplicación en Andalucía.

    Muchos problemas del medio ambiente no pueden solventarse debido a su carácter internacional o mundial, por lo que se hace necesario tratarlo a distintos niveles. Las actuaciones de cooperación externa se dirigirán hacia una participación creciente, incluyendo contribución financiera en proyectos, convenios y protocolos internacionales para la protección ambiental.

    IV. PRODUCCIÓN.

  • SECTOR PRIMARIO

  • El sector primario andaluz sigue siendo un sector de importancia en la economía regional.

    En Andalucía se genera más de la cuarta parte del valor añadido bruto agrario español. Sin embargo en comparación con el nivel medio de la CE la productividad aparente de la agricultura andaluza es sólo un 79% (un 56% para España, frente a 253% de Holanda o 229% de Dinamarca).

    Otro rasgo destacado es la dualidad en cuanto a número y tamaño, esta dualidad conlleva a una muy elevada proporción de trabajadores asalariados dentro de la ocupación total, a diferencia de lo que sucede en otras regiones del país.

    La característica general y determinante es la heterogeneidad de los espacios agrícolas andaluces, tanto por la propia extensión de la comunidad como por las diferentes condiciones edafológicas, climáticas e hídricas que existen y que se manifiesta en la diversidad de aprovechamientos del suelo.

    En Andalucía se da una acusada especialización agrícola, casi el ochenta por ciento de la producción final agraria, frente al quince por ciento de la ganadera y al dos por ciento de la forestal.

    De 1986 a 1990 se registra un crecimiento continuado de la Producción Final Agraria -PFA-, un descenso relativo y una recuperación del crecimiento. Este comportamiento se deriva del que ha tenido la Producción Final Agrícola, ya que la ganadera se mantiene estable en los últimos años y la forestal tiene un peso muy escaso.

    El crecimiento de la PFA y sobretodo el establecimiento de precios acordes con los principios de la PAC, han originado una cierta recuperación de la Renta Agraria.

    Ininterrumpido crecimiento de los Gastos Fuera del Sector (semillas, fertilizantes y fitosanitarios) para la mejora de la productividad de las explotaciones.

    Los índices de precios medios percibidos por los agricultores han sido superiores a los de 1985, pero con una evolución dispar consecuente con su aproximación a los precios comunitarios y/o con la situación excedentaria de determinadas producciones.

    Las ayudas del FEOGA Garantía y Orientación ascendieron. Sin embargo, el nive4l de ayudas en relación con el número de ocupados o con la superficie cultivada es sustancialmente inferior al de otras agriculturas comunitarias, no precisamente menos productivas.

    La diferente evolución de los cultivos, derivada en gran parte del ajuste a las condiciones que impone la PAC, determina modificaciones en su aportación a la Producción Final Agrícola.

    Todo ello se sitúa exclusivamente en el terreno de la producción agrícola, separada del conjunto del complejo agroindustrial, donde evidentemente varía la importancia relativa de cada producto en función del grado de transformación o elaboración a que es sometido dentro del territorio andaluz.

    A lo largo del decenio ha habido modificaciones en las superficies cultivadas, algunas de ellas significativas, y generalmente del mismo signo que España, pero de diferente intensidad.

    Dentro de la Producción Final Ganadera también hay cambios, así durante el período 86/90 los valores medios anuales son superiores a los del período 82/85, que habían superado ligeramente los del 78/81. Esto se debe a la producción de porcino.

    En líneas generales se en el período 1986/90 un continuo descenso de la participación del ganado vacuno y ascienden el ganado ovino.

    La Producción Final Forestal, ha seguido una tendencia creciente, aunque con oscilaciones.

    Continúa el proceso de transformación de la agricultura andaluza: el grado de mecanización y la utilización de fertilizantes y fitosanitarios es creciente, la superficie de regadío ha aumentado y tiene lugar una reorientación de los cultivos, adecuándose progresivamente al marco que supone la PAC.

    El sector pesquero andaluz, ocupa el segundo lugar en importancia en el conjunto nacional, destacando especialmente los puertos de la provincia de Huelva.

    Los factores que más han condicionado a la flota pesquera andaluza en la última década son el sobredimensionamiento, antigüedad y restricciones en las capturas. Y desde el ingreso de España en la CE, el sector pesquero andaluz está realizando un intenso proceso renovación de sus estructuras, impulsado en buena medida por las ayudas Comunitarias.

    B) INDUSTRIA.

    Hay que destacar una debilidad relativa de la industria que a mediados de la década de los ochenta aportaba un 19% al PIB andaluz cuando en el total nacional esta cifra era casi de un 29%. Entre los principales rasgos negativos están: la concentración espacial, los niveles reducidos de diversificación productiva, el elevado grado de extraversión y la escasa articulación del tejido productivo como consecuencia de la gran presencia de industrias de enclave, el predominio de las actividades básicas y las vinculadas a recursos primarios, la dimensión inadecuada y subóptima de la mayoría de las empresas y el escaso capital tecnológico.

    Durante la primera mitad de la década el peso de las actividades industriales dentro del total permanece bastante estable. A partir de éste y vinculada a la expansión general de la actividad, la industria andaluza crece a tasas superiores a la nacional lo que da lugar a que el IPIAN crezca.

    Hay que destacar el dinamismo de la “construcción naval”, “industrias de minerales no metálicos”, “maquinaria y equipos”...

    La participación en el VAB industrial de los distintos subsectores y su comparación con España pone de manifiesto la importancia de las industrias ligadas a recursos naturales y las de primera transformación, que ha sido creciente hasta 1986. La naturaleza de la industria se muestra de nuevo en los cocientes de especialización, donde alcanzan valores superiores a la unidad las actividades energéticas y extractivas, la química y especialmente la alimentación.

    Con la evolución del índice de producción industrial, la situación se ha modificado en algunos aspectos en relación a 1986, aunque persisten las principales características y aquellas actividades de demanda creciente y donde se están produciendo las principales transformaciones productivas a escala mundial tienen todavía una presencia escasa en nuestra región.

    El proceso de crecimiento industrial se ha visto acompañado de una intensificación en la inversión, tanto en nuevas industrias como en la expansión de las existentes, yen el que tiene un cierto peso la de origen exterior.

    La orientación de la inversión extranjera hacia la industria ha sido creciente.

    La actividad industrial se distribuye muy desigualmente en el espacio, dando lugar a importantes aglomerados industriales con diverso grado de especialización.

    No existen diferencias sustanciales, en general en cuanto a la relación entre Valor Añadido Bruto y Valor de la Producción en las distintas provincias. La industria andaluza es escasamente generadora de valor añadido en comparación de la nacional y parece comprobarse que el crecimiento habido en el IPIAN se ha visto acompañado por una mejora cualitativa de la generación de VAB en la región.

    En lo referido a la construcción, podemos decir que la aportación de ésta al PIB regional y su participación en el empleo total permiten considerar a este sector como una cierta especialización de la economía andaluza.

    También en este sector se manifiesta una doble tendencia, en Andalucía al igual que en España, se ha producido un descenso progresivo de la actividad durante el primer quinquenio, una recuperación de las cifras iniciales en 1987 y una clara expansión en años posteriores.

    Las obras públicas experimentan una recesión hasta 1984, a partir de ahí se suman una mayor actividad inversora de la Administración central y el inicio de las obras propias de la Administración autonómica. Las obras públicas han sido determinantes en la expansión de la construcción en los últimos cinco años (carreteras y las obras públicas particularmente).

    En lo referido a la vivienda, por el contrario ha mantenido gran estabilidad durante el decenio.

    Un punto ha destacar es el marcado descenso el número de viviendas de oficial, esto puede ser debido a que en el Cuatrienal de Vivienda 84/87, donde se establecía que las inversiones públicas en la materia habían de ser progresivamente decrecientes y además orientadas, en parte, hacia la rehabilitación.

    En general podemos decir que existe todavía una demanda creciente a medio plazo en el conjunto del país y naturalmente en Andalucía. También decir que la estabilidad de la construcción de viviendas en el decenio permite afirmar que ha sido la obra pública la generadora de la expansión de este sector.

  • SERVICIOS.

  • La economía andaluza se caracteriza por un alto nivel de terciarización. En 1990 constituía el sector de mayor importancia relativa en Andalucía.

    Durante la última década, se ha incrementado la participación del sector en la producción y el empleo regional, consolidándose la terciarización de la economía andaluza.

    La estructura interna del sector en Andalucía guarda un gran paralelismo con la española, caracterizándose por una escasa diversificación, destacando dos ramas: Servicios Públicos y Servicios Comerciales.

    Los servicios comerciales registran un importante crecimiento de su actividad en los últimos años.

    Por otro lado, el incremento de los niveles de renta disponibles, el proceso de creciente urbanización, la incorporación de la mujer al trabajo... han significado un cambio en los hábitos de compra del consumidor español y andaluz, produciéndose una acentuada inclinación de la demanda hacia las grandes superficies comerciales. Aunque en Andalucía aún existe un uso masivo de la tienda tradicional, del mercado de abastos y de los mercadillos ambulantes del consumidor andaluz.

    Por otro lado, las actividades de Hostelería y Restauración, muy vinculadas al sector turístico, justifican en buena medida la importancia del sector terciario en Andalucía ya que el turismo andaluz representa el 15.1% del PIB regional y genera algo más del 11% del empleo andaluz.

    V. INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS

    Las infraestructuras tienen un carácter público que normalmente no son suministradas por el mercado y, que de serlo, no lograría una asignación eficiente de recursos. La provisión de estos bienes económicos queda en la esfera de las decisiones poderes públicos, instrumento muy importante de las políticas económica regional.

    Las administraciones públicas realizaron en Andalucía un programa de inversiones en infraestructuras que alcanza carreteras, y todas las infraestructuras y a las obras hidráulicas y a la infraestructura energética. El nivel de dotación de las mismas en Andalucía resulta actualmente inferior a la media del conjunto español y más bajo que la media europea.

    El PADE 91-94 reconoce el papel decisivo de las infraestructuras en el desarrollo regional de Andalucía y las carencias y obstáculos actualmente las mismas que oponen el progreso socioeconómico de la Comunidad Autónoma. Por ello las políticas de infraestructuras eliminan los problemas que impiden avanzar en el desarrollo de Andalucía.

    Carreteras.

    Las infraestructuras que funcionan en forma de red tiene características especiales; insustituibilidad, indivisibilidad, inmovilidad y polivalencia. La infraestructura varia contribuye directamente a la mejora relativa de las ventajas de situación, de aglomeración y estructura sectorial, condicionan el crecimiento potencial de la economía y su desarrollo, incidencia clara sobre la localización de las industrias.

    El objetivo de disminuir las limitaciones que le impone su condición geográfica de región periférica, se deben corregir, prioritariamente, los obstáculos a la accesibilidad hacia el exterior, reducir los costes de transportes y facilitar el desplazamiento de las personas.

    Las Diputaciones son titulares de determinados tramos de la Red Interior, la mejora de las conexiones con el exterior queda bajo la responsabilidad de la Administración Central, afectando a los grandes ejes viarios que conectan en sentido radial la región con el centro de España y con el eje mediterráneo. La articulación interna, corresponde a las administraciones autonómicas y local: disponiendo la red principal y secundaria en la planificación andaluza.

    Directrices y objetivos de la política de carreteras

    Las orientaciones estratégicas han sido establecidas en las Bases para la Ordenación del Territorio y en el Plan Territorial de Carreteras para Andalucía.

    Las directrices básicas de la política de carreteras para el período de vigencia del PADE 91-94 serán: contribuir a la mejor ordenación del territorio, propiciando el desarrollo económico y el equilibrio entre los distintos espacios de Andalucía: e integrar el territorio internamente y con el exterior.

    Los objetivos se concretan en:

  • Mejorar la accesibilidad interna y el sistema de relaciones exteriores de la Comunidad Autónoma.

  • Aumentar los niveles de servicio y de seguridad de las carreteras. Las actuaciones se instrumentarán mediante cinco programas.

  • Desarrollo de los ejes principales de articulación.

  • Construcción de las redes básicas e intercomarcal.

  • Actuaciones sobre la red secundaria

  • Corrección de los estrangulamientos de tráfico de la red a su paso por núcleos urbanos.

  • Conservación y explotación de carreteras.

  • Actuaciones y previsiones de la Administración Central

    El Plan General de Carreteras para el período 1984-1991, plantea las siguientes directrices, objetivos y actuaciones (hasta 1993).

    Segundo Plan de Carreteras 1992-1999; directrices

    • Dotar a las carreteras de la Red Estatal con las características necesarias para hacer realidad la integración europea.

    • Gestionar la Red Estatal con criterios de rentabilidad y eficacia de forma que actuando en toda ella, se obtenga el máximo aprovechamiento del patrimonio viario existente y una mejora creciente de la seguridad de circulación.

    • Proporcionar la adecuada continuidad de la Red Estatal en los núcleos de población, mejorando el acceso a los mismos y las conexiones con otros medios de transportes.

    Programas de actuación.

    Las actuaciones de PGC 84-91 y las propuestas para el período 92-93 prevén lo siguiente:

    • Autovía Madrid-Andalucía.

    • Corredor Levante-Andalucía.

    • Corredor Levante-Andalucía por la costa.

    • Actuaciones en el medio urbano, garantizar la continuidad y el nivel de servicio adecuado de los itinerarios a su paso por las poblaciones de más de 50.000 habitantes.

    • Actuaciones puntuales los accesos a Sevilla con el objetivo de la EXPO'92.

    Ferrocarril

    Directrices y objetivos de la política

    El modelo territorial andaluz actual pone de manifiesto la obsolescencia de la red ferroviaria debido a los siguientes cambios:

  • Se ha consolidado la franja litoral como principal de crecimiento y concentración poblacional, urbana y económica de la región, manteniéndose su falta de conexión transversal.

  • Se ha incrementado el papel dominante en el sistema urbano y productivo regional de los centros subregionales.

  • La política comunitaria va dirigida a la consecución de los siguientes objetivos:

  • La mejora y racionalización del trazado de la futura red ferroviaria europea.

  • La conexión de los principales centros urbanos y económicos a través de líneas de alta velocidad.

  • La potenciación del ferrocarril como medio de transporte en las áreas metropolitanas. Estrategias para una mejor integración de la red ferroviaria en Europa:

          • Adaptación de las líneas ferroviarias principales al ancho europeo.

          • Creación de una línea de alta velocidad de conexión con Europa: el eje Barcelona-Madrid-Sevilla.

          • Mejora del trazado de la red, que afecta a la región andaluza específicamente a través de la creación de un nuevo enlace con Madrid.

    La política de intervención del PADE 91-94 es la siguiente.

  • En relación con la Articulación Exterior. Mejorar la articulación de todos los centros subregionales con el nuevo enlace con Madrid, por Brazatortas.

  • En relación con la Articulación Interior: mejorar el eje transversal Sevilla-Málaga-Granada y estudiar su conversión en línea de alta velocidad: y la conexión progresiva de la franja litoral de las provincias de Cádiz, Málaga, Granada y Almería. Las medidas inversoras contenidas en el PADE 91-94 se reducen a dos programas de actuación:

          • Programa de mejora de transporte ferroviario.

          • Programa de mejora de la red arterial ferroviaria de grandes poblaciones.

    Previsiones de la Administración Central

    El Plan de Transporte Ferroviario 1987-2000. Este Plan se concreta en una serie de actuaciones dirigidas a los siguientes objetivos; resolver los problemas de saturación de la red; potenciar el servicio de cercanías y mejorar la calidad y seguridad del servicio.

    Desde el punto de vista regional, el Plan de Transporte Ferroviario tiene una incidencia importante sobre Andalucía. El eje Madrid-Sevilla contiene una fuerte potencial reequilibrador, ya que una de las ventajas meramente sectoriales derivadas de un mercado con buenas perspectivas, con el equipamiento en infraestructuras de zonas atrasadas, también el aprovechamiento integral de todas las posibilidades de este eje exigirán mejoras en las comunicaciones de la propia región andaluza, con un enorme potencial en cuanto a generación y atracción de tráfico.

    Entre las ventajas de este eje se encuentran las siguientes:

    • Mejora decisivamente las comunicaciones entre dos regiones de grandes dimensiones geográficas e índices de riqueza entre los más bajos del Estado español, a la vez que las integra con el núcleo más desarrollado de Madrid.

    • El proyecto no sólo afecta a las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla-La Mancha, sino que al incidir también en la actual línea Madrid-Badajoz-Lisboa, constituye una importante aportación a la región de Extremadura.

    • Su complementariedad con el tramo Huelva-Sevilla y con la construcción del puente sobre el Guadiana en Ayamonte, mejorará las comunicaciones con el sur de Portugal.

    Puertos

    Directrices y objetivos de la política de puertos

    Los puertos andaluces están localizados en la encrucijada de varias rutas internacionales, que conectan África y Europa occidental, América del norte y Europa meridional y la fachada atlántica europea y el Mar Mediterráneo. Lo cual ofrece al sistema portuario, regional la posibilidad de actuar como punto de ruptura de los tráficos de diferentes escalas territoriales, internacionales, nacionales, regionales y locales.

    La estrategia de intervención del PADE 91-94 se apoya en:

  • Fomentar la especialización de cada puerto en las funciones para las que presenta mayores ventajas, evitándose una competencia interna.

  • Solucionar las carencias del sistema portuario andaluz en cuanto a la conexión intermodal con otros medios de transportes.

  • Los puertos de interés general se identifican a la luz del criterio de existencia de tráfico comercial, quedando fuera de los mismo aquellos puertos cuya actividad exclusiva es el atraque de la flota pesquera o las actividades náutico-deportivas. Estos últimos, son los que administra la Comunidad Autónoma, incluido el puerto de Garrucha con actividad comercial.

    La política de infraestructura portuaria autonómica, se plantea los siguientes objetivos:

  • Completar el sistema portuario andaluz, la adecuación de sus infraestructuras y dotaciones y nuevos puertos o ampliación de los existentes.

  • Coordinar el diseño y aplicación de la política portuaria con la ordenación del territorio y el planeamiento urbanístico, integrado el sistema portuario en las estructuras territoriales y urbana que le dan soporte.

  • Aumentar la eficacia en la gestión del especio y las instalaciones portuarias.

  • Las orientaciones giran. En relación con los puertos pesqueros, y los esquemas de Ordenación de Puertos, con la finalidad de conocer las necesidades de ordenación usos de espacios vacantes e infraestructuras, a la mejora y ampliación de infraestructuras e instalaciones de muelles, diques, urbanización, abastecimientos y lonjas, nuevos puertos: náuticos-deportivos, nuevas zonas portuarias y a ampliar la oferta, de tipologías y distribución territorial.

    La instrumentación de la política anterior se realizará a través de tres programas de actuaciones:

    • Programa de mantenimiento y construcción de infraestructuras portuarias pesqueras.

    • Programa de mantenimiento y construcción de infraestructuras portuarias náutico-deportivas.

    • Programa de dragados y grandes reparaciones en puertos.

    Actuaciones previstas por la Administración Central del Estado

    Puertos comerciales andaluces, cuya competencia no ha sido transferida a la Comunidad Autónoma, las previsiones de demanda de servicios portuarios determina a grandes rasgos el volumen de inversión desde una perspectiva cuantitativa.

    En 1984 el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo elaboró un Plan de Puertos con horizonte a corto y medio plazo, referido a los puertos de interés general de competencia exclusiva de la Administración Central su finalidad era la coordinación de la red portuaria entre los diferentes regímenes jurídicos de administración existentes y el objetivo básico lograr la adecuación a nivel del sistema portuario y de cada puerto en particular, de la oferta portuaria prevista a largo plazo y de la demanda de servicios.

    El programa de inversiones públicas 1989-92 se dirige a la ejecución de nuevas infraestructuras, conservación de la infraestructura y superestructura. Nuevos elementos de carga y descarga; mantenimiento de las instalaciones y medios auxiliares y, a las necesidades de explotación en función de la demanda.

    Infraestructura del trasporte aéreo

    En el Mediterráneo la función de enlace con el exterior la cumplen principalmente los aeropuertos de Madrid, Roma y Atenas. Deben destacarse como nudos internacionales de enlace aeropuertos fundamentalmente de tráfico turístico.

    En este grupo se incluye Málaga. Las cifras de tráfico indican un sobredimensionamiento de la red de aeropuertos andaluces, que hace pensar que no es necesario ampliar la actual oferta, sino mejorar las dotaciones existentes.

    La construcción de un sistema de autovías que conecte todos los centros subregionales de la región con los aeropuertos existentes, para cubrir la ausencia de este infraestructura en los siguientes centros subregionales:

    • Huelva.

    • Cádiz y Algeciras.

    • Jaén.

    También hace referencia a la puesta en funcionamiento de un servicio aéreo de tercer nivel para servir al tráfico regional, conectando aeropuertos andaluces entre sí y con aeropuertos de otras regiones.

    Las previsiones de la Administración central para el período de 1989-92 destacan las inversiones en Andalucía, dirigidas a los aeropuertos internacionales de Sevilla y Málaga con motivo de los acontecimientos del 1992.

    Infraestructura hidráulica

    La instrumentación de la política de aguas está distribuida entre las distintas administraciones, en virtud del reparto actual de competencias entre las mismas.

    La efectiva integración de la planificación hidrológica-hidráulica con la económica, ambiental y territorial tendrá en cuenta tres consideraciones esenciales en Andalucía:

  • El agua es un bien escaso y limitado, tanto naturalmente como en su régimen de regulación artificial.

  • La disponibilidad efectiva de agua se lega íntimamente con muchas de las actividades y sectores económicos.

  • El agua es un recurso cada vez más deteriorado en la región, hasta el punto de que no es infrecuente su inutilización efectiva para las demandas más exigentes; consumo, humano y regadío.

  • Los objetivos de la política del agua son por tanto:

  • Aumentar la disponibilidad de los recursos en términos de eficacia y equidad territorial y social.

  • Proteger los recursos regulados ya existentes, en especial la capacidad de embalses de cabecera.

  • Mejorar la eficacia en el uso y la gestión de los recursos hídricos en las diferentes demandas urbanas y productivas.

  • Corregir las situaciones de riesgo en relación al agua, en especial los daños por avenidas.

  • Aumentar la calidad de recurso.

  • En relación con las aguas superficiales y la protección de recursos en cabecera, se precisa un tratamiento con medidas específicas, cuya estrategia de acción se orienta sobre todo en:

    • Aplicación de programas de restauración agrohidrológica con el objetivo de controlar los procesos erosivos, actuando en todas las fuentes en que éstos se producen. Se coordinarán las acciones en el marco de los planes comarcales o de cuenca, dentro del Plan Forestal Andaluz y los planes de cuenca de las Confederaciones Hidrográficas.

    • El establecimiento de normativa urbanística especial en las zonas de cabecera, acorde con el objetivo de controlar los procesos erosivos y preservar la calidad de los recursos hídricos.

    A partir de éstos se establecen las siguientes prioridades de actuación: Cuenca Media y Alta del río Genil: Cuenca del Gudalhorce. Las cabeceras del Guadalete y Guadalcacín: las cuencas de los ríos Verde de Marbella y Grande de Adra -en la cuenca Sur- y Quiebrajano en la Cuenca del Guadalquivir, las cabeceras de Sierra Morena, especialmente los embalses de Aracena, Retortillo y Rumblar; y finalmente los cursos de los ríos Guadalén, Guadalmellato, Yeguas y Viar y para la mejora de la calidad de las aguas superficiales, la situación actual presenta dos tipos de zonas en las que la intervención es prioritaria:

    • Áreas con especiales requerimientos de calidad, por la trascendencia territorial de los procesos de deterioro.

    • Áreas con usos potencialmente contaminantes, en los que la resolución de los problemas de deterioro escapa a una intervención puntual por focos.

    Entre las subcuencas se encuentran: la Cabecera del Gualhorce-Guadalteba; la Cabecera media del río Genil; río Guadalete, cuencas de los ríos Tinto y Odiel, Cabeceras de los ríos Viar, Bembézar, Guadiato y Jándula, y el río Guadimar.

    La protección de los recursos hidropotables del ciclo captación -consumo-vertido exige priorizar las inversiones de saneamiento ambiental hacia aquellos núcleos urbanos con especiales problemas, en relación con la ordenación y protección de acuíferos, la política hidráulica dirigirá sus actuaciones hacia:

    • Resolver los problemas de ordenación de la explotación del recurso en aquellas zonas de gran intensidad de uso.

    • Establecimiento de medidas especificas de protección ambiental para los acuíferos que sufren procesos de degradación y contaminación.

    • Implantación de medidas precautorias que eviten procesos de sobreexplotación futuros.

    • Control urbanístico con objeto de señalar el régimen de usos, compatibilidades y limitaciones, acordes con el objetivo de preservación.

    • Trasvase de recursos superficiales desde zonas interiores excedentarias.

    • Potabilización del agua del mar y su utilización para riego y abastecimiento.

    • Mejora de las redes del suministro y, especialmente, en las técnicas de riego.

    La continuidad de la política hidráulica, se concretará en el PADE 91-94 con un conjunto de instrumentos dirigidos a la consecución de los siguientes objetivos:

    • Racionalización del uso y gestión del agua.

    • Mejora en calidad la oferta para el abastecimiento urbano.

    • Proteger el dominio público hidráulico y adecuarlo a los usos sociales y urbanísticos.

    • Prevenir los riesgos de avenida y aumentar las medidas de protección contra inundaciones.

    • Atención a las exigencias que imponen las Directivas comunitarias en materia de saneamiento de aguas.

    • Completar el marco institucional de la Administración andaluza en materia hidráulica y desarrollar el ordenamiento normativo.

    Las acciones de los objetivos anteriores se instrumentarán en ocho programas.

  • Programa de Abastecimiento a poblaciones.

  • Programa de Protección de Aguas Litorales.

  • Programa de Protección de las Aguas Continentales.

  • Programa de Protección de Espacios Naturales.

  • Programa de Salubridad y Calidad Ambiental.

  • Programa de Defensa y Encauzamientos Urbanos.

  • Programa de Infraestructuras Hidráulicas y Regadíos.

  • Actuaciones de carácter normativo y de planificación.

  • Infraestructuras energéticas

    La situación del sector energético andaluz, está caracterizada por dos notas:

  • Alta intensidad energética del Producto Interior Bruto (PIB)

  • Alto grado de dependencia exterior.

  • La conjunción de esos dos factores da como resultado una alta vulnerabilidad de la economía andaluza frente a los cambios en los precios del petróleo.

    El Plan Energético Nacional (1983-92) se propone reducir la vulnerabilidad de la economía, disminuyendo la dependencia del petróleo y diversificando el abastecimiento de fuentes de energía primaria, mejorar la eficiencia del consumo de energía, mediante el ahorro y conservación y minimizar la absorción de recursos en la producción energética final. Disminuyendo la participación del petróleo, hasta situarla por debajo de un 50% de la energía primaria utilizada, incrementado paralelamente la participación de otras fuentes, también la necesidad de estimular el consumo de energías renovables y establecer como objetivo condicionante la preservación del medio ambiente.

    La política energética del PADE 91-94 asume los planteamientos del PEN y establece los siguientes objetivos:

  • Estimular el ahorro energético en todos los sectores.

  • Diversificación de las fuentes de energía.

  • Extensión y refuerzo de las infraestructuras de transporte.

  • Mediante la realización de tres programas de actuación:

  • Programa de ahorro y diversificación energética.

  • Programa de apoyo a las energías renovables.

  • Programa de extensión de las infraestructuras de transporte y distribución de gas natural.

  • Programa de electrificación rural.

  • Telecomunicaciones

    La red de telecomunicaciones de una región y su nivel tecnológico condicionan la distribución geográfica de su actividad económica e influyen en su grado de competitividad y modernización, ya que los procesos de decisión en los sectores productivos exigen cauces de información rápidos y eficaces.

    Las competencias de Andalucía se dirigen a dos tipos de actuaciones:

  • Programa Comunitario STAR que, permite el acceso de las regiones menos favorecidas a los servicios avanzados de telecomunicaciones.

  • En virtud de la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones, se pretenden infraestructuras de telecomunicaciones para la Exposición Universal de Sevilla, desarrollo del Plan Nacional de Telecomunicaciones; redes de televisión, comunicaciones por satélite y control del espectro radioeléctrico.

  • Controlando con infraestructuras y servicios de comunicación suficientes y que mantengan una evolución adecuada.

    Las inversiones de Telefónica en Andalucía durante los últimos años en infraestructuras de telecomunicaciones está permitiendo un notable avance en este ámbito. Las actuaciones en marcha se orientan hacia los siguientes aspectos:

    • El núcleo de telecomunicaciones determinado por: la central Cartuja 1 la Central Internacional Sevilla-Pineda, el Complejo de Comunicaciones por satélite de Carmona, y el conjunto de medios de transmisión constituido por sistemas digitales sobre fibra óptica, que permiten su enlace entre sí con los nudos en la red nacional localizados en Sevilla, y con las centrales internacionales digitales.

    • La red andaluza de fibra óptica, máximo exponente de las telecomunicaciones regionales con eje en Antequera y con proyección hacia toda la región.

    • Explotación del servicio de telefonía móvil TM450, completando la cobertura de este medio en su versión TM900.

    • Ampliación de la red de telefónica regional, teléfonos con públicos a los núcleos rurales con más de 50 habitantes.

    POLÍTICA DE EQUIDAD TERRITORIAL

    Las desigualdades territoriales en materia de desarrollo y bienestar económico, son consecuencia de la propia dinámica del mercado y de la conveniencia de las características de cada zona para generar o atraer actividades productivas.

    El bienestar de los ciudadanos se va afectado por insuficiencias generales, cuantitativas y cualitativas, de los servicios públicos, inadecuada distribución territorial.

    Desigualdades en el bienestar social. El acceso a los servicios de interés público.

    • Son múltiples los factores que potencialmente inciden en la conformación del bienestar social de los ciudadanos de un territorio dado.

    • También la utilización de un índice global presenta el inconveniente de considerar compensables factores que en realidad no tienen por qué serlo.

    A pesar de esta dificultad para concretar el grado de bienestar social en un indicador único, se admiten de forma general tres categorías de factores que tienen un impacto sustancial y directo sobre este concepto. El estado del sistema físico ambiental, el nivel de acceso de los ciudadanos a los servicios de interés público y, además un conjunto de problemas sociales de diversa naturaleza, pobreza, marginación, drogadicción, discriminación, etc.

    A pesar de todas las dificultades y de la ausencia de información actualizada a este respecto, hay indicios en nuestra Comunidad para afirmar la existencia de importantes deficiencias en los niveles de bienestar social de la población, y de forma especialmente notoria, en las importantes disparidades territoriales en lo, referente tanto a la calidad del medio ambiente, las posibilidades de acceso a los diferentes servicios ya mencionados y, a la mayor concentración de problemas de índole social en determinadas zonas.

    La mejora del bienestar social de los ciudadanos andaluces, la corrección de las importantes desigualdades territoriales existentes a este respecto, deban recibir una atención prioritaria en el Plan Andaluz de Desarrollo Económico, por tanto, el acceso a los servicios de interés público, debe ser enfocado como un derecho de la publicación, las actuaciones de tipo político deben orientarse a proporcionar unos servicios que, se distribuyan de forma equilibrada demográfica y territorialmente.

    Existen importantes deficiencias tanto en lo relativo a la calidad como la cantidad de determinados servicios, son las siguientes:

    • Uno de los principales déficit se presenta en el terreno de la sanidad pública, insuficiencias en materia de Centros de Salud, la oferta sanitaria del SAS no es completamente eficiente, las carencias en cuanto a la dotación de Residencias para la Tercera Edad.

    • Casi la cuarta parte de las poblaciones padece algún tipo de restricciones, en el suministro de agua, a lo que se suma la precariedad de las redes de distribución y saneamiento de un número significativo de localidades.

    • La tasa regional de escolaridad en enseñanzas medias en todavía lejana del nivel perseguido, con elevadas diferencias entre los valores correspondientes a distintas áreas de territorio.

    • La actual red de comunicaciones andaluza no permite lograr la articulación socio-económica de la región y la necesaria conexión entre los espacios económicos más cercanos.

    • Dentro del sistema de transportes públicos existen todavía zonas insuficientemente atendidas, e incluso adunas que carecen por completo de este servicio.

    • Núcleos de población, que carecen completamente de servicio telefónico.

    La estrategia por el bienestar social debe basarse:

    • La política a seguir debe basarse en el establecimiento de unos niveles mínimos satisfactorios y perseguir su implantación en todo el territorio andaluz.

    • Las insuficiencias desde el punto de vista del bienestar social son independientes del grado de desarrollo o bienestar económico relativo de la zona a la que se hace referencia.

    • Previo el estudio y la identificación de los problemas más importantes para emprender posteriormente el desarrollo de acciones y medidas puntuales que permitan su superación.

    Objetivos y estrategias en materia de equidad territorial

    Las actuaciones a desarrollar en el marco del Plan Andaluz de Desarrollo Económico 1991-1994 en materia de equidad territorial seguirán las siguientes líneas principales:

    • Profundizar en el análisis de las desigualdades territoriales en materia de desarrollo y bienestar económico y en materia de bienestar social desde la óptica de los ámbitos básicos definidos en las Bases de Ordenación del Territorio.

    • Las actuaciones a emprender en materia de equidad territorial han de desarrollarse a partir de la idea de que las deficiencias en los múltiples indicadores de desarrollo y bienestar económico y bienestar social, que se pueden identificar no deben ser considerados como compensables entre sí.

    • Las actuaciones en materia de equidad territorial se encuentran subsumidas en otros programas de actuación en materia de Recursos Naturales. Infraestructuras, Recursos Humanos, Servicios Sociales, Incentivos Económicos, Acciones en materia industrial.

    • También garantizar no un utópico desarrollo igualitario del territorio andaluz, sino en la reducción de las diferencias intrarregionales en lo referente a los niveles de bienestar económico y sobre todo social aumentando las posibilidades de acceso a los servicios públicos y a la Administración.

    En función de todo lo anterior::

    • Se concluirán los estudios pertinentes para determinar con rigor el nivel de desarrollo social y económico por ámbitos funcionales.

    • Se realizarán Programas de Actuación durante los años de vigencia del PADE, comenzando por las comarcas más necesitadas y de menor nivel de desarrollo relativo.

    • Estos programas de Actuación serán integrados y comprenderán acciones favorecedoras a un desarrollo económico.

    VI. SECTORES PRODUCTIVOS

  • AGRICULTURA.

  • Las agriculturas andaluzas continúan aportando una fracción significativa del PIB de la región, la producción agraria y su desarrollo tecnológico medio es también superior a la media española, son datos que reflejan la importancia del sector.

    La integración en la Comunidad Europea ha supuesto un mejor conocimiento de la realidad agraria andaluza dentro de un contexto más competitivo.

    Problemas de la agricultura andaluza: una productividad y un desarrollo tecnológico inferiores a los de sus competidores europeos; la carencia de un complejo agroindustrial fuerte y que trascienda la primera transformación del producto; la existencia de amplias áreas marginales en el interior de la región en situación de declive económico, despoblamiento y, en su caso, desertización; una población activa agraria con un elevado porcentaje de salarización y una elevada tasa de desempleo.

    Andalucía necesita una reforma de las estructuras, el incremento de la rentabilidad y eficiencia de las explotaciones, una adecuada política de investigación y uso de la tecnología y la mejora de la comercialización e industrialización para provocar una reducción de la población activa agraria.

    Este proceso de cambio debe enfrentarse al reto que supone la anunciada reforma de la PAC, en la que el mercado y la competencia van a jugar un papel muy importante. Con esta medida la Comunidad Europea pretende dar respuesta, por una parte, a la propia crisis presupuestaria y, por otra, a los compromisos negociadores de la Comisión en la Ronda Uruguay del GATT.

    Teniendo en cuenta este doble condicionante, la Comisión plantea la reforma de la PAC a partir de unas medidas que presuponen que las medianas y grandes explotaciones son competitivas en el ámbito internacional, no precisando, por tanto, de subvenciones vía precios ni de ayudas directas. Su repercusión en Andalucía es evidente: este tipo de explotaciones representa la mayor parte de la superficie cultivada.

    El objetivo de la política agraria para el período 1991/94 es la mejora de la competitividad en las agriculturas andaluzas para adecuarlas a los cambios de la PAC.

    La estrategia de la racionalización técnico-económica de la producción agraria se basa en aprovechar las ventajas comparativas de la región para fomentar aquellos productos no excedentarios en el mercado comunitario que cuentan con una elevada relación calidad-precio y un potencial de demanda alto.

    Para las producciones excedentarias se apoyará la reestructuración y reconversión de aquellas que se vean afectadas por las modificaciones de la PAC o por las nuevas tendencias de consumo surgidas en los mercados.

    En materia de comercialización la estrategia será de apoyo a la concentración de la oferta y al fomento de la calidad.

    La estrategia de racionalización técnico-económica se plasmará para los diferentes sectores de la actividad agraria en las siguientes medidas de actuación:

  • Los Cereales. Prever que la política restrictiva de la PAC se acentúe en los próximos años.

  • Los Aceites Vegetales .Controlar que la aplicación progresiva en España de los precios y ayudas al nivel comunitario pueda desencadenar aumentos de la producción de aceite de oliva y girasol.

  • La Cid y el Vino. Los excedentes estructurales en este sector han impulsado a la Comisión a elaborar una estrategia de arranque de plantaciones con elevadas subvenciones.

  • El Algodón. Es la alternativa productiva en los regadíos a los cereales y la remolacha, amenazados por la política restrictiva de la PAC. El principal problema es el de estabilizador aplicado a este cultivo. Las Organizaciones de Productores han solicitado el aumento de la cantidad máxima garantizada por tratarse de un producto con reducido grado de autoabastecimiento en la Comunidad.

  • La Remolacha y el Azúcar. Se somete a una reestructuración que debe tener la adaptación productiva y la mejora tecnológica como principal objetivo, fomentando la concentración y tecnificación de las explotaciones.

  • Las Frutas y Hortalizas. Estos son los productos que están sometidos a los mayores desequilibrios en el mercado comunitario, debiéndose cuidar del modo más meticuloso posible su expansión en Andalucía.

  • Por tanto, se potenciarán:

    -Los cultivos extratempranos de calidad, los cultivos de primor, los cultivos subtropicales, los cultivos hortícolas industriales y los cultivos biológicos.

    -La introducción de variedades y técnicas de producción óptimas.

    -La adecuada manipulación, selección, envasado y capacidad de frío, así como la formación de canales de distribución consolidados en el mercado exterior e interior.

    -La formación de la nueva industria conservera en las zonas de mayor potencial productivo.

  • La Ganadería.

  • a/ El Sector Lácteo. Los fuertes excedentes en la producción láctea comunitaria hacen inevitable la profunda reestructuración del sector. La reducida cuota lechera adjudicada a España, unida a la potencialidad de expansión de la ganadería de leche en el norte, puede provocar problemas interregionales. La ganadería que puede tener futuro en Andalucía es aquella vinculada al consumo de los piensos y forrajes situados en los regadíos próximos.

    b/ El Sector Cárnico. Tampoco en la ganadería de carne, igualmente sobredimensionada en la Comunidad Europea, dispone Andalucía de ventajas comparativas respecto al resto de España. Mejores expectativas cabe esperar del ganado ovino y caprino. Las ayudas comunitarias a través de las primas por cabeza, unidas a las ayudas de las zonas desfavorecidas y de montaña. La producción de cerdo ibérico no tiene ni tendrá problemas de mercados y precios. La ganadería avícola presenta problemas de rentabilidad mientras no superen los problemas de producción de piensos.

    c/ El Sector Forestal. La política en este sector está plasmada en el Plan Forestal Andaluz. Para su mejor cumplimiento se redactarán los planes de ordenación de recursos naturales en todo el territorio forestal andaluz.

    En cuanto a la estrategia de potenciación del desarrollo rural se integra en la política estructural de la Comunidad Europea. Las actuaciones que acompañan a esta estrategia, tendrán efectos positivos tanto en la generación de empleo como en el mantenimiento de las rentas en las áreas marginales.

    Dicha estrategia pivotará sobre tres ejes: la mejora de la estructura del medio rural, la optimización en la gestión de los recursos territoriales y el aumento de la formación.

    Para la Mejora de las Estructuras del Medio Rural la estrategia se centrará en lograr una mayor interrelación de las actuaciones contenidas en la estrategia de racionalización técnico-económica de la producción agraria con las políticas tendentes a la mejora de las estructuras del medio rural. Basándose en ello se articulan las siguientes medidas de articulación:

  • Desarrollo de la Reforma Agraria.

  • La aplicación de la Ley de la Reforma Agraria a diez comarcas con fuertes problemas estructurales, entre los que destacamos la deficiencia en las infraestructuras agrarias, la insuficiente diversificación de las producciones y un fuerte desempleo agrario.

  • Modernización de los Regadíos.

  • El agua es un factor esencial en la viabilidad de la agricultura andaluza, siendo necesario optimizar su aprovechamiento (embalses).

    Se elaborará un Plan de Modernización de los Regadíos que deberá ser compatible con el resto de acciones en materias de explotación de los recursos hídricos y protección del medio ambiente y acorde con la prospectiva de evolución de los cultivos de regadío en el marco de la PAC.

  • Mejoras de la Infraestructura rural.

  • Los caminos rurales contribuyen a dinamizar el desarrollo rural. Sobre la base de ello se concluirá la elaboración del Plan de Caminos Rurales, cuyo eje principal, aunque no única base de sustentación, serán las propias vías pecuarias, que se irán recuperando para el uso público.

    Para la Optimización de la Gestión de los Recursos Territoriales deben posibilitar una acción sobre el territorio que articule su explotación racional con las políticas de la Comunidad Europea en desarrollo rural.

    Para el Aumento de la Formación Agraria deberá vincularse a los procesos de ajuste que afectarán a los distintos sectores productivos para adaptarse a la reforma de la PAC, lo que supondrá un proceso de reestructuración de las empresas agrarias y agroalimentarias tendentes a la obtención de productos de calidad. En consecuencia, se fomentará:

    -La formación del personal.

    -Las líneas de curso de formación básica.

    -Los recursos de especialización en áreas específicas.

    -la difusión de la técnicas agrarias a través de las Agencias de Extensión Agraria, mediante la experimentación, las demostraciones y las jornadas técnicas.

    2.LA PESCA

    Los objetivos perseguidos por la Comunidad Económica Europea para la mejora y adaptación de las estructuras del sector pesquero son:

    -Adaptación de la flota pesquera a las posibilidades de captura previsible a medio plazo.

    -Renovación y modernización de la flota pesquera.

    -Fomento de iniciativas que permitan absorber o acomodar las unidades extractivas excedentarias que operan dentro y fuera de las aguas comunitarias.

    -Conservación y explotación racional de los recursos.

    -Desarrollo de la acuicultura.

    -Equipamiento y mejora de las infraestructuras de puertos y lonjas.

    -Mejora de las instalaciones de conservación y mantenimiento de los productos.

    -Potenciación del asociacionismo pesquero-

    -Impulso de la formación pesquera.

    Las estrategias y actuaciones de la política pesquera para:

    *Estructuras pesqueras:

    -Apoyo a la construcción y modernización de embarcaciones pesqueras.

    -Ayudas a la financiación.

    -Incentivos para el fomento del asociacionismo.

    * Ordenación pesquera, dirigidas a la conservación de los recursos, se enmarcan en tres aspectos fundamentales:

    -Ordenación del sector pesquero.

    -Control e inspección pesquera (para impulsar aspectos como la regulación del arrastre de fondo)

    -Arrecifes artificiales (instalación de estos).

    -Acuicultura: se continuarán las acciones tendentes a mantener e incrementar su desarrollo.

    * Comercialización de Productos Pesqueros, se ralizarán las siguientes actuaciones:

    • Equipamiento y mejora de gestión de las lonjas. Su modernización y mecanización resultan imprescindibles para adecuarlas a las nuevas reglamentaciones técnico- sanitarias y adaptarlas a las necesidades estadísticas que generan estos Centros de Contratación.

    • Mejora de la gestión de centros de contratación.

    *La Formación pesquera.

    Adquiere una especial transcendencia, por la adaptación y modernización de las estructuras que se están realizando en los momentos actuales, sin olvidar el grado de importancia que la formación implica sobre la seguridad de vida humana en el mar. Las líneas de actuación se dirigirán a proporcionar a la población pesquera las titulaciones y grado de cualificación que precisan, así como la introducción de nuevas tecnologías de la industria pesquera.

  • INDUSTRIA.

  • 3.1. Potenciación y diversificación de la industria andaluza.

    En Andalucía la industria es el sector que menos crece y, además, el úni¡co que lo hace por debajo de su equivalente a nivel nacional.

    Existen importantes desequilibrios internos de Andalucía ppor tanto hay una clara dibilidad industrial y la necesidad de una estrategia correctora al respecto. Aunque para aumentar el grado de desarrollo de Andalucía resulta necesario la modernización de todos sus sectores.

    Hay que centrarse exclusivamente en el sector servicios que comporta importantes limitaciones en una región de la debilidad industrial andaluza. Las actuales características de la economía andaluza y las peculiaridades de su proceso de desarrollo, invitan a pensar que, para aprovechar la evolución favorable de los últimos años, resulta absolutamente indispensable que se produzca un intenso proceso de cambio estructural basado en un proceso sostenido de industrialización.

    Respecto a la industria, su elevado valor estratégico obliga a concederle un protagonismo destacado. Frente a la posibilidad de una economía agraria y de servicios, este Plan Andaluz de Desarrollo Económico apuesta por situar a Andalucía en la futura división internacional del trabajo como un espacio económico capaz de producir bienes manufacturados competitivos y se opta por una economía industrial, por ser la que tiene un mayor potencial para generar efectos modernizadores en el conjunto del sistema productivo andaluz.

    La estrategia genérica se formula para alcanzar el objetivo de un mayor grado de desarrollo industrial, han de conducir hacia una mayor potenciación y diversificación de la estructura productiva de la industria andaluza. Estas acciones permitirían el cumplimiento de dos objetivos:

    - Reducir la mayor sensiblidad de la economía andaluza, ante los ciclos económicos.

    • Lograr una menor dependencia de otras economías para el suministro de bienes intermedios, generando de este modo una mayor integración del tejido productivo, lo que, en último término permitiría un mayor desarrollo de la industria.

    Para poder diversificar es fundamental la identificación previa de aquellas agrupaciones en las que esto es realmente posible. Las agrupaciones industriales en las que Andalucía tiene mayores oportunidades de mejora posiciones relativas dentro del contexto nacional y, con esto, lograr mayores niveles relativos de industrialización, son precisamente aquéllas en las que Andalucía cuenta con menores ventajas competitivas, existiendo por tanto enormes dificultades para la creación de una industria autóctona o basada en nuestro potencial endógeno. La estrategia se tiene que concentrar en la atracción de empresas que ya cuentan con estas ventajas y tienen superadas e imponen fuertes barreras de entrada. Se trata de perseguir un diversificación basada en una estrategia de desarrollo exógeno en sectores que contribuyan a la integración del tejido productivo, y a una mayor estabilidad de la economía regional.

    Se llevarán a cabo acciones puntuales que puedan mejorar la posición competitiva y apoyar proyectos concretos, que tengan viabilidad económica y sean considerados de interés por permitir la consecución de otros objetivos sociales o territoriales.

    Como actuación complementaria es vital adoptar medidas tendentes a la preservación de las ventajas competitivas de los sectores en los que grado de especialización de Andalucía es mayor y que se enfrentan con riesgos que pueden tener importantes repercusiones por el peso que tales agrupaciones tiene en la economía de nuestra región.

    La estrategia genérica es la de Potenciación y Diversificación Industrial, estrategia que ha de articularse en base a tres estrategias específicas: Estrategia de racionalización; Estrategia de desarrollo exógeno; y Actuaciones puntuales.

    Factores de suma importancia para la potenciación de la industria en Andalucía son: el logro de una mejora sustancial en materia de accesibilidad a la zona en términos de infraestructura de transportes, de redes y equipos de telecomunicación adecuadas, calidad de los servicios a las empresas, potencial de investigación y enseñanza superior, flexibilidad de las relaciones institucionales empresa y Administración, y minimización de los costes de acceso a la información.

    Existen estrategias especificas como:

  • Agrupaciones de peso en Andalucía, para las que se propone una estrategia de racionalización con el objetivo de preservar las ventajas competitivas con las que cuenta nuestra región: la industria agroalimentaria. Los aspectos más destacables que van a condicionar el futuro de este sector en Andalucía son:

  • El alto grado de atomización de las empresas agroalimentarias andaluzas en relación a las empresas nacionales y europeas.

  • Sólo una parte de los productos agroalimentarios se comercializan a larga o incluso media distancia del centro de producción.

  • El hecho de la creciente internacionalización de la industria en los últimos años. Esta estrategia de internacionalización se debe a que esta es la única forma de crecer dada las limitaciones de los mercados próximos tanto en expectativas de crecimiento como en territorio.

  • Las preferencias actuales de los consumidores se orientan hacia productos percibidos como de calidad superior más prácticos y de gran variedad.

  • Las preferencias actuales de los consumidores se orientan hacia productos percibidos como de calidad superior más prácticos y de gran variedad.

  • Agrupaciones para las que se propone una estrategia de desarrollo exógeno. Esta estrategia de desarrollo exógeno comportará:

        • La articulación de las iniciativas exógenas con el conjunto del tejido productivo andaluz.

        • El seguimiento de las iniciativas exógenas incentivas para que sus efectos multiplicadores en el terreno económico, tecnológico y de empleo se produzcan realmente en el territorio.

        • La armonización de la necesidad de consolidar los núcleos industriales emergentes de Málaga, Sevilla, Bahía de Cádiz y Linares-Baeza, con el logro de un mayor equilibrio territorial, llevando a otros espacios aquellas industrias que no exigen economías externas.

    Material Eléctrico y Electrónico. Esta agrupación tiene un escaso grado de desarrollo en nuestra región. No obstante, en los últimos años se aprecia un mayor dinamismo dentro de la agrupación en Andalucía en los campos concretos de la Microelectrónica, la Informática y las Telecomunicaciones. Ante esta situación la política más adecuada con respecto al rector en Andalucía es la de fomento.

    Material de transporte. Esta agrupación ha tenido una evolución muy positiva en los últimos años, por lo que la estrategia lógica para el nivel de agregación que estamos utilizando es la de asegurar una continuidad en el crecimiento

    Maquinaria y equipo. de acuerdo con la situación de la agrupación, la estrategia más adecuada es también la de asegurar una continuidad en el crecimiento.

  • Acciones puntuales en la industria andaluza.

  • Apoyo a proyectos concretos con independencia de la agrupación a la que están referidos. Se trata de acciones que se orientarán desde la Administración Autonómica, a través de los medios o instrumentos que tiene a su disposición.

  • Acciones tendentes a la racionalización de agrupaciones de escaso peso en Andalucía, con el objetivo de mejorar sus posiciones competitivas. Se trata de acciones concretas a desarrollar en agrupaciones con un escaso peso en Andalucía, tanto en el VAB como en empleo.

  • 3.2. Energía.

    La problemática energética desde la óptica de la producción se caracterizan por la importancia del petróleo tanto en lo que es transformación como en lo que es la producción de energía eléctrica. Ello da lugar a los dos problemas fundamentales:

    -Contaminación atmosférica.

    -El fenómeno de fuentes de producción de energías alternativas a las que conllevan uso de combustibles fósiles.

    Los grados de libertad de la Administración autonómica en este terreno son bastantes restringidos por una política energética nacional a la que corresponde establecer las cuestiones fundamentales en materia de aprovisionamiento de materias energéticas, planificación y explotación de los sistemas primarios de producción y transporte de energía. En el seno de este marco restrictivo los objetivos han de orientarse hacia:

    1. El ahorro energético en todos los sectores.

  • La diversificación de fuentes de energía.

  • La electrificación de zonas rurales infradotadas.

  • La extensión de la infraestructura gasista de transporte a todos los centros importantes de consumo del territorio andaluz y de las redes de distribución de gas natural en las zonas abastecidas por gaseoducto.

  • Los programas de actuación, dentro del ámbito de la administración Autonómica son los siguientes:

  • Fomento de la utilización de las energías renovables.

  • Apoyo a la extensión de la infraestructura gasista.

  • Apoyo al ahorro y la diversificación energética.

  • Promoción de la electrificación del medio rural.

  • 3.3. Minería.

    Minerales no Metálicos y canteras constituye una agrupación de escaso peso en Andalucía. Los rasgos más característicos de la Minería Andaluza en lo relativo a minerales no metálicos y canteras son:

        • Su fuerte vinculación a la evolución del sector de la construcción.

        • Su fuerte dependencia del transpote.

        • La reducida dimensión de las exploatciones.

    Sus mayores problemas giran en torno a la productividad y modernización se su aparato productivo. Por ese motivo las actuaciones deben de ir orientadas a la mejora de los aspectos anteriores. Aunque hay que señalar que su importancia en nuestra región no obstante es escasa, ya que supone tan solo el 1.29% del VAB industrial andaluz y por otra parte su peso o importancia en materia de empleo es escaso también y se cifra en un 1.52% del empleo industrial total de la región

    Los objetivos y estrategias en estas agrupaciones son las siguientes:

        • Desarrollo de la franja pirítica como potencial básico del sector minero andaluz.

        • Investigación y Ordenación de las explotaciones en el sector de rocas ornamentales.

        • Impulsar el conocimiento y aplicación de otros recursos minerales.

        • Aplicación de nuevas tecnologías de teledetección.

        • Mejorar la seguridad laboral de las explotaciones.

    Los programas de actuación asociados a los objetivos anteriores en el sector se concretan en :

        • Aprovechamiento de recursos mineros.

        • Investigación geológica de los recursos mineros.

        • Promoción y desarrollo minero.

        • Corrección de impacto ambiental en extracciones mineras.

        • Infraestructura geológico-minera de Andalucía.

        • Plan de seguridad minera.

  • COMERCIO

  • El sector de la distribución comercial se encuentra inmerso en un profundo proceso de transformación que se manifiesta en una serie de direcciones -organizativa, tecnológica, estructural, etc.- a cuya consolidación y modernización contribuirá de manera muy notable el Mercado Único. En la medida en que las empresas andaluzas participen de estas corrientes que se vislumbran para el sector y acometan los procesos de modernización y renovación necesarios para incorporarse a las mismas, los resultados del proceso serán más o menos favorables para la economía regional.

    A partir de las modificaciones en curso y de las perspectivas de futuro apuntadas y de la política instrumentada en los últimos años, se definen los Objetivos de la Política Comercial para el período 1991-1994, que se concretan fundamentalmente en:

    • Mejorar la competitividad de las empresas andaluzas.

    • Mejorar la cualificación profesional del empresario andaluz.

    • Prospección y consolidación en nuevos mercados exteriores.

    Con ello, se establecen tres líneas estratégicas:

    • Dirigidas a la mejora de la competitividad.

    Incorporación de nuevas tecnologías aplicables al sector y la realización de un importante esfuerzo inversor.

    Mantener líneas de fomento del asociacionismo y de la integración comercial, que permitan la supervivencia de aquellas pequeñas y medianas unidades comerciales.

    Apoyar la transformación de los equipamientos comerciales colectivos tradicionales con formas de ventas más acordes con los hábitos de compra del actual consumidor andaluz.

    • Dirigidas a la mejora de la cualificación profesional.

    Es una necesidad básica para alcanzar a los restos que los tiene planteados, actuando en la triple vertiente de:

    Mejorar la cualificación profesional del sector.

    Formar a jóvenes que puedan incorporarse a este mercado de trabajo.

    Implicar, para estas necesidades formativas, a las organizaciones e instituciones empresariales y sindicales.

    • Dirigidas a competir en los mercados exteriores.

    Para lo cual se apoyará el asociacionismo y de incentivará el importante papel de las Cámaras de Comercio en esta línea estratégica.

    En cuanto a las medidas de actuación, los objetivos planteados y las líneas estratégicas a seguir precisan instrumentos:

    • Ayudas a la inversión en activos fijos.

    Va dirigida a ayudar a las pequeñas y medianas empresas comerciales andaluzas a adecuar sus estructuras a las necesidades del mercado, mediante subvenciones a fondo perdido. Esto es para fomentar la modernización y transformación de las estructuras comerciales.

    Se apoyan las inversiones que pretenden:

    Transformar la actividad comercial hacia formas modernas de venta y gestión.

    Crear o desarrollar estructuras comerciales asociadas, cuyo objeto sea mejorar las condiciones de compra y de comercialización de las empresas integradas.

    Ampliar las redes de distribución.

    • Fomento del asocianismo comercial.

    Se establece una serie de ayudas encaminadas al análisis concreto de las diferentes realidades del sector de la distribución comercial, así como a la promoción y modernización del comercio tradicional.

    • Programas de formación comercial.

    Se articulan las medidas dirigidas a la mejora de la cualificación profesional de los elementos personales del comercio. Las ayudas se materializan a través de subvenciones a la realización de programas formativos desarrollados por dichos agentes sociales y empresariales.

    • Mejora y modernización de los equipamientos comerciales colectivos.

    Durante las anteriores legislaturas, se ha realizado un importante esfuerzo para dotar a los Municipios de las instalaciones comerciales idóneas, acción que tendrá su continuidad en el PADE 91-94.

    • Análisis del sector comercial.

    El sector de la distribución comercial mantiene constante dinámica de cambio, que obliga al estudio permanente para ir adecuando las diferentes medidas a aportar a la problemática existente. Por ello, en la anterior legislatura se abordó la elaboración del Censo de Establecimientos Comerciales en Andalucía, como herramienta básica para su posterior explotación y análisis de la realidad comercial andaluza.

    • Adecuación a las normativas (técnicas, sanitarias, etc.) exigidas por la aplicación de la Acta Única.

  • TRANSPORTES.

  • 5.1. Caracterización sintética y rasgos del sector en Andalucía.

    La importancia de esta actividad para el conjunto de la economía andaluza no proviene sólo de la magnitud de las cifras, sino que sobretodo su valor estratégico se deriva de la vital trascendencia de ese servicio para el resto de las actividades económicas de la región. Cabe diferenciar:

    • Transporte público regular de viajeros por carretera.

    La situación actual de esta modalidad de transporte se configura en torno a las siguientes cuestiones:

        • Red de servicios muy determinadas por la demanda y ejes viarios potentes. Por otro lado las extensas áreas rurales y de baja densidad de población se encuentran insuficientemente atendidas.

        • La elevada atomización y antigüedad del parque móvil.

        • La insuficiente información existente sobre movilidad y la descoordinación entre los servicios interurbanos y el transporte urbano.

        • La existencias de deficiencias en cuanto a infraestructuras adecuadas de acceso al transporte.

    En Andalucía se aprecia una mejora importante en las comunicaciones entre grandes centros urbanos mediante servicio coordinados y modalidad de “bus directo”; igualmente se han ampliado y mejorado las dotaciones de infraestructuras de acceso al transporte y el parque móvil está en un proceso de modernización.

    • Transporte de mercancías.

    En este subsector deben señalarse un conjunto de deficiencias estructurales que dificultan la racionalización del mismo:

        • La atomización empresarial.

        • La flota presenta problemas de envejecimiento y el nivel técnico empresarial es reducido.

        • La existencia de desequilibrios entre oferta y demanda.

        • La insuficiencia de información sobre generación de cargas y flujos de mercancías.

    • Transporte por ferrocarril.

    El sistema ferroviario de Andalucía conecta a las principales ciudades andaluzas, y sirven tráficos puntuales de mercancías de carácter comarcal.

    Este sistema presenta, de una parte, limitaciones de trazado y capacidad en la conexión con el resto del Estado por Extremadura y Despeñaperros, que solo dispone de vía única y adolece de problemas derivados de la orografía que atraviesa y antigüedad de su trazado. No disponiéndose de enlace ferroviario con Levante y Portugal.

    Además, de otra parte, la red ferroviaria andaluza presenta diversos problemas que dificultan su contribución a la mejora de las comunicaciones intra regionales. La comunicación transversal es insuficiente. Son apreciables, insuficiencias en la calidad de la red y estrangulamientos importantes sobre la trama urbana de grandes ciudades.

    La participación del transporte ferroviario en los flujos de mercancías con origen y/o destino es reducida, en parte debido a la escasez de puntos de intercambio entre las redes de comunicación por carretera y por ferrocarril. Y en segundo lugar, decir, que en general los desplazamientos de viajeros de cercanías el transporte ferroviario tiene escasa participación.

    En cuanto a la evolución reciente y futura de esta forma de transporte en nuestra región hay que citar los cambios previstos con la construcción de la línea de alta velocidad Sevilla- Madrid y la introducción del ancho de vía europeo.

    5.2. Objetivos y estrategias.

    Dentro del PADE 1991-1994, la política de transporte perseguirá los siguientes objetivos finales y operativos:

    • Finales:

        • Integrar el territorio andaluz internamente y mejorar su articulación con el exterior mediante la organización del sistema regional de transportes.

        • Contribuir a la corrección de las desigualdades territoriales en condiciones de bienestar y calidad de vida mejorando los servicios públicos de competencia autonómica.

        • Mejorar la eficacia administrativa y la capacidad de gestión para proporcionar un mejor servicio a los ciudadanos andaluces.

        • Hacer acorde estos objetivos con una política de respeto y mejora de la calidad medioambiental y de preservación y de conservación de los espacios naturales de la Comunidad Autónoma.

    • Operativos.

        • Establecer un sistema común de transporte regional.

        • Mejorar las condiciones en que se realiza el transporte en Andalucía.

        • Organizar las relaciones de transporte en el interior de la región andaluza de acuerdo con los criterios generales de ordenación de territorio.

        • Desarrollar las comunicaciones de Andalucía con las regiones y ámbitos territoriales exteriores.

        • Desarrollar la cooperación entre la Administración Pública y el sector privado en la gestión del transporte.

    La estrategia delineada para el logro de los objetivos fijados gira entorno a las siguientes orientaciones:

        • Planificar las actuaciones de la Junta de Andalucía en materia de transporte por ferrocarril.

        • Organizar la red regional de transportes regular inteurbano de viajeros por carretera.

        • Desarrollar el sistema de instalaciones de acceso al transporte público por carretera y la red de centro de transporte por mercancía.

        • Gestionar el transporte de viajeros y mercancías por carretera.

        • Potenciar la inspección del transporte.

        • Desarrollar el marco jurídico regulador del transporte.

    5.3. Instrumentos.

    Los instrumentos a poner en práctica estarán constituídos básicamente por las siguientes acciones:

  • Programación para la organización de la red regional del transporte interurbano viajeros por carretera.

  • Definición del modelo deseable de red de transporte regular de viajeros por carretera de Andalucía y planificación de su desarrollo.

  • Revisión de las concesiones de transporte público regular de viajeros por carretera y adaptación a lo previsto en la LOTT en relación con la convalidación o sustitución de la misma.

  • Redacción del Plan Andaluz de Transporte por Carretera.

  • Programa de instalaciones de acceso al transporte.

  • Cooperación en la planificación, construcción o acondicionamiento de estacioes de autobuses.

  • Cooperación en la planificación y construcción de apeaderos y refugios.

  • Cooperación en el mantenimiento y gestión de estaciones, apeaderos y refugios.

  • Programas para la organización del transporte de mercancías.

  • Formulación de planes de centros de transportes de mercancías.

  • Otras actuaciones de promoción del sector.

  • Programas en la red arterial ferroviaria (RAF) de grandes ciudaes.

  • TURISMO.

  • 6.1. Las claves actuales d la dinámica turística en el contexto socio-económico general.

    La estrategia de satisfacción de la demanda turística se ha basado, globalmente, en el paradigma sol/ playa y en el viaje y la instancia, o circuito organizado (paquete turístico), sobre la base de precios altamente competitivos, bajo el supuesto de contratación masiva. El destino por excelencia más adecuado de esta estrategia ha sido y es el mediterráneo: aproximadamente 1/3 de los flujos turísticos mundiales.

    Pero España y Andalucía han perdido competitividad globalmente como destino turístico, fundamentalmente porque van camino de configurarse en estructura cada día menos eficientes según el modelo convencional.

    Se manifiesta el agotamiento del modelo masivo o, si se prefiere, la disminución de los ritmos explosivos de crecimiento de la demanda turística extranjera, asociada a una sobreoferta que resulta de la respuesta sobredimensionada de mercado a esos ascensos cuantitativas en la entrada de turistas y a lógicas inmobiliario-turísticas, ha traumatizado la actividad de los destinos clásicos, como son España y Andalucía. Es en esta coyuntura donde emergen con fuerza los nuevos competidores y los nuevos productos turísticos.

    6.2. Características del sector turístico andaluz: magnitudes básicas y problemática actual.

    La importancia del Turismo en Andalucía a través de cuatro parámetros: su aportación a la estructura turística española; la oferta andaluza; la demanda en Andalucía; y la distribución territorial y tipológica del turismo en la región.

  • La aportación regional andaluza al turismo español. La dimensión del turismo en Andalucía es menor o igual a su aportación en población y territorio al Estado español. Así, siendo la tercera Comunidad Autónoma en cuanto a aportación del turismo sobre el PIB regional ofrece más valor añadido a la estructura turística nacional que Baleares y Cataluña.

  • La primera matización es la mayor distancia de la región andaluza respecto a los emisores tradicionales. Pero ello no lo explica todo:

        • Nuestros clientes y competidores nos están identificando progresivamente como un destino desarrollado menos exótico y más europeo.

        • La pérdida de competitividad relativa.

        • No así en los tramos intermedios, cuantitativos y menos sofisticados de la demanda. Aquí la competitivadad andaluza es normal.

    Andalucía es menos dependiente del turismo organizado que la media española, por su mayor especialización en turismo residencial. Tal apreciación choca con una capacidad de accesibilidad e infraestructura peor que los ratios nacionales, a pesar de los notables logros alcanzados. Actualmente, los nuevos flujos turísticos demandan un mayor nivel europeo de servicios, lo que hace que el transporte turístico, en su amplio sentido sea uno de los aspectos más negativos en las muestras para detectar el grado de satisfacción de los turistas que llegan a Andalucía.

    En este sentido, la comunicación mediante autovías con la Meseta y Levante permitirá la conexión con la red de autopistas europeas.

    Otro estrangulamiento en materia turística, es el de las infraestructuras de servicios generales y específicos.

  • La oferta turística andaluza. La verdadera realidad del turismo español en general se asienta en las ofertas oficiales, tanto las de alojamiento como complementarias al servicio turístico, y aquellas que se califican como extraoficiales o alegales, ni mucho menos bien conocido, que incluye los apartamentos turísticos no declarados y, en otra dimensión las residencias vacacionales o secundarias y otras modalidades particulares asociadas a turismos específico, como el de Golf o puertos deportivos.

  • En cualquier caso, analizando el subsector hotelero cabe señalar como sus rasgos básicos que:

        • Es mayoritariamente de categoría media-baja.

        • Son empresas de tipo medio.

        • Presenta un fuerte desequilibrio territorial.

    Las denominadas ofertas complementarias que se han convertido en claves de la modernización de la actividad y parte importante en su proceso deseado de cualificación.

    En Restauración, la normativa turística exclusivamente ampara a los establecimientos encuadrados en las categorías de Restaurante y Cafeterías. Esto subsector ha sufrido una evolución inversa a la tendencia observada en hotelería.

    Los nuevos rumbos turísticos se orientan a una mayor diversificación en materia de ofertas complementarias. Salvo las asociadas al golf y los deportes náuticos, adolecen una gran atomización, escasa o nula comercialización o, cuando esta se da, su competitividad decae por los elevados precios.

    Casinos, Palacios de Congresos, Instalaciones recreativas, Parques Temáticos, Cotos de caza y pesca, Instalaciones Deportivas, Museos y Monumentos, Estaciones Termales, etc, están llamados a ser parte central de la oferta turística andaluza- en cuanto a turismo específicos- si se logra su empaquetamiento turístico, o si se presentan como productos cuya oferta “in extenso” a un territorio marca medioambiental, como son las posibilidades que concurren en los espacios naturales andaluces.

  • La demanda turística en Andalucía. Sobre el turismo extranjero, la cifra de los últimos ejercicios arroja una cantidad de visitantes que roza los cinco millones. No obstante, es conveniente anotar que las previsiones no son optimistas, ya que se nota una inflexión actual después de un sostenido crecimiento de la demanda extranjera desde inicios de los ochenta.

  • Los turistas vacacionales extranjeros, con estancias medias muy superiores se localizan en una franja fuertemente estacional, concentrándose en julio, agosto y septiembre. Respecto a su procedencia, se aprecia un claro dominio de británicos, seguidos de turistas del Benelux, Alemania, Francia e Italia y, en menor cantidad, escandinavos, norteamericanos,...

    Por lo que respecta al turismo nacional, ha mantenido un paulatino crecimiento en sus viajes a Andalucía. En conjunto, para Andalucía, los viajeros vacacionales de los españoles se acercan a los tres millones y medio, con una estancia media superior a la de los extranjeros, que se ha venido reduciendo durante los últimos años.

  • La distribución territorial y tipológica del turismo andaluz. Prácticamente se ha venido argumentando sobre la espacialidad del hecho turístico andaluz y sus características tipológicas: el turismo litoral, especialmente costasoleño, supone el 75% de la demanda- oferta de Andalucía, y se basa mayoritariamente en el producto barato de vacaciones largas bajo el sol.

  • El turismo litoral andaluz ofrece un alta complejidad de formas e integración espacial. Una heterogeneidad que es capaz de satisfacer todo el arco de demandas posibles pero que, por su falta de planificación sectorial y urbanística y por la ocupación desgraciada y abusiva del capital turístico medioambiental, ha originado toda suerte conflictos: desde el puramente ecológico, pasando por la ausencia de equipos complementarios e infraestructuras, hasta las tensiones suscitadas por recursos como agua y suelo.

    Andalucía posee diversificación del turismo:

        • Turismo de circuitos histórico- artísticos.

        • Turismo rural.

        • Turismo verde.

        • Turismo de negocios y Congresos.

        • Turismo deportivo.

    6.3. Objetivos, estrategias e instrumentos de la política turística.

    A) Objetivos clave de la política turística.

  • Valoración del turismo.

  • Planificación operativa.

  • Promoción estratégica.

  • Ordenación del Territorio Turístico.

  • Regulación sectorial.

  • Modernización de la oferta.

  • Cualificación sectorial.

  • Diversificación de los productos.

  • B)La estrategia de la política turística. Uno de los temas pendientes del turismo andaluz es comprender que esta actividad pervive por un entramado de relaciones económicas, sociales y políticas, que sobrepasan con mucho las competencias de la administración turística regional. Esta puede entender o sensibilizar a otras administraciones y agentes sociales en tres espacios de acción:

        • El marco de referencia del producto, dependiente de las administraciones.

        • El contexto de las propias actividades empresariales.

        • La estrategia de la promoción y comercialización del turismo andaluz.

    Tales contextos de actuación de los objetivos sectoriales deben plasmarse en tres líneas estratégicas sobre el territorio turístico:

        • Cualificación en su conjunto de las áreas más saturadas de oferta de alojamientos, mediante la optimización, sustitución y renovación de sus componentes.

        • Expansión de nuevos espacios turísticos o remodelación de los ya consolidados.

        • Fomento de esa nueva concepción de la oferta sobre la base de reducción de la estacionalidad, extendiendo, al período de ocupación.

    Estrategias adecuadas a las tendencias funcionales que aparecen trazadas sobre la actividad turística a medio plazo:

        • Promoción y comercialización del producto.

        • Cambio tecnológico, sobre el producto y sobre la captación de la demanda.

        • Consenso sobre la oferta alegal y residencial.

        • Inversión social y en capital fijo turístico.

    C)Instrumentos de la política turística regional. El esquema general de la política turística que se propone para Andalucía, se complementa con la mención de los instrumentos que deben permitir el logro de los objetivos específicos planteados.

    1. Programas generales.

        • Creación de la Empresa Pública de Turismo de Andalucía.

        • Organización dentro de un Centro de Estudios de alto nivel.

        • Redacción y gestión del Plan Integrado del Turismo de Andalucía.

        • Generación de oferta de alojamientos y equipamientos de titularidad pública, en las zonas y segmentos donde la inversión privada sea renuente.

        • Potenciación del Municipio Turístico.

  • Programas Territoriales.

        • Programa de dotación de infraestructuras básicas y servicios especializados en las zonas turísticas.

        • Articulación de Planes Territoriales Turísticos.

        • Profundización, renovación y gestión de los Programas de Desarrollo Integrado del Turismo Rural y aplicación del Programa de turismo medioambiental Andalucía Natural.

        • Derogación, en Andalucía, de la ley de Centros y Zonas de Interés Turístico Nacional y adecuación de tales áreas a la legalidad urbanística.

        • Creación de figuras sectoriales de planificación.

  • Programas sectoriales.

        • Convenio con el IFA y con otras Administraciones, para instrumentar una política de renovación de la oferta reglada existente.

        • Redefinición de los criterios de aplicación de las ayudas previstas en la Ley de Incentivos Regionales según los objetivos de la política turística regional.

        • Incentivos de la generación de oferta complementaria y de ocio que pueda originar flujos turísticos propios.

        • Coordinación con la Administración central y con los Programas Europeos en las estrategias convenientes para la promoción y modernización del sector, así como para la modernización de la normativa turística.

        • Programa global de Acción Formativa.

  • Programas Normativos y Reguladores.

        • Regulación de la oferta alegal.

        • Programa general contra la competencia desleal.

        • Redacción de normativa clasificadora para los nuevos productos turísticos.

        • Revisión de la normativa sectorial andaluza.

        • Constitución formal de la Mesa del Turismo andaluz.

  • Programas de Promoción y Comercialización.

        • Intensificación del programa par incrementar los flujos turísticos.

        • Promulgación de la Ley de Entes Provinciales de Promoción turística.

        • Diversificación de los sistemas de promoción exterior.

        • Ampliación de la red pública de servicios receptivos y de acogida.

        • Coordinación de los órganos sectoriales de comercialización.

    7. EL SECTOR FINANCIERO.

    7.1. Principales rasgos característicos del sector financiero.

    Constituye un factor de primera magnitud, se trata de un sector cuyo funcionamiento está condicionado en buena medida por decisiones que se escapan al ámbito regional.

    Al igual que el resto de España, el Sector Financiero está sometido en Andalucía, desde hace años, a un importante proceso de liberalización de sus actividades.

    El sector financiero en Andalucía se caracteriza por los siguientes rasgos:

        • Inexistencia de entidades de carácter regional en el subsector bancario.

        • Escasa implantación de la Banca Pública en el pasado.

        • El subsector de Cajas de Ahorros constituye, sin duda, el ámbito donde adquieren mayor sentido las posibles actuaciones de la Administración Autónoma.

        • Desigual comportamiento de las Cajas Rurales y Las Cooperativas de Créditos.

        • Falta de dinamismo de las Sociedades de Garantía Recíproca.

    7.2. Objetivos y estrategias.

    En concordancia con lo anterior las estrategias formuladas en el PADE 1991/1994 se establecen procurando alcanzar los siguientes objetivos:

    • Dimensión adecuada de las Entidades Financieras que operan en Andalucía.

    • Canalización de recursos financieros hacia la Comunidad Autónoma Andaluza.

    • Clarificación de competencias y fórmulas de cooperación respecto a la Administración Central y Banco de España.

    • Lograr un mayor grado de eficacia a nivel operativo de las Entidades Financieras andaluzas.

    • Adecuación de la política de inversiones de las instituciones financieras a las necesidades de la Comunidad Autónoma.

    Las estrategias propuestas deben concretarse en el ámbito institucional y son las siguientes:

    • Incremento de la importancia del crédito oficial y una mayor coordinación en la concesión del mismo.

    • Lograr la participación de la Banca Privada en el proceso de canalización de flujos financieros hacia Andalucía.

    • La política financiera del Gobierno Andaluz debe articularse preferentemente a través de las Cajas de Ahorros.

    • Vincular a las Cajas Rurales con los proyectos relacionados con el sector primario del Gobierno Andaluz, potenciando los Convenios de intermediación con estas entidades.

    • Fomentar el proceso de fusiones, ya iniciado, de las Sociedades de Garantía Recíprocas, dotándolas de una mayor autonomía financiera, posibilitando su saneamiento, expansión y concesión de avales sin deteriorar su solvencia.

    • Por último, las diseñadas en relación con el Sector Financiero contemplan, también, el apoyo a la constitución de Sociedades de Promoción de Empresas y de Sociedades de Capital Riesgo, como elementos dinamizadores del Sistema Financiero en Andalucía.

    EVALUACIÓN EXTERNA

  • TENDENCIAS

  • Las nuevas tecnologías.

  • En la década de los 80, se ha registrado un enorme avance de un a serie de tecnologías a las que se ha calificado como nuevas no tanto por la generación de descubrimientos científicos inéditos, como por la novedad que está suponiendo de rápida transformación de los conocimientos científicos en resultados aplicables ala establecimiento de nuevos métodos de producción y a la obtención de nuevos productos y servicios y, en definitiva, al asentamiento de una nueva estructura tecnológica.

    Los avances tecnológicos están produciendo un proceso de redistribución industrial y de servicios y , como consecuencia del mercado de trabajo. Las industrias tradicionales o menos novedosas están pasando a desempeñar un papel más secundario e, influidas por las nuevas tecnologías.

    Andalucía, se ve potenciada ya que las nuevas tecnologías de la información posibilitan en mayor medida deslindar geográficamente las actividades de I +D de las de la producción, esto puede facilitar la descentralización de las actividades económicas, pero también es posible que ocasione una concentración del poder económico.

    El impacto que las nuevas tecnologías están teniendo en la economía y en la sociedad en general, es y será extraordinariamente importante. Hasta tal punto que estamos asistiendo a la aparición de un nuevo sistema tecnológico que tiene efectos vitales sobre el conjunto de la economía y que define algunas de las direcciones fundamentales de la economía internacional:

    • Efectos sobre la estructura industrial y la división internacional del trabajo.

    • Efectos en el entrono empresarial.

    • Efectos sobre la producción y el empleo.

  • Tendencia de la Economía Internacional.

  • Casi todas las tendencias de la economía mundial apuntan en la misma dirección: la movilidad internacional de los factores reproductivos (trabajo y capital). Este fenómeno es la consecuencia de la globalización de la economía mundial y de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información a toda una serie de actividades y transacciones económicas.

    Las nuevas tendencias de la economía internacional y la alta movilidad de los factores productivos se aprecia cómo un país de desarrollo intermedio o una región de bajo nivel relativo de desarrollo, como serían los casos español y andaluz, respectivamente, si quieren atraer factores productivos con los cuales incrementar e impulsar su crecimiento económico han de reunir una serie de requisitos:

    • Estabilidad política y laboral.

    • Un sistema tributario que propicie el ahorro y facilite los procesos de inversión.

    • El control de los desequilibrios macroeconómicos básicos, tanto internos, como externos.

    • Dotación idónea de infraestructuras y equipamientos básicos.

    • Poseer o en caso contrario, fomentar un conjunto de características que favorezcan la localización de iniciativas empresariales en el país o en la región.

    El fenómeno de la alta movilidad de los factores productivos afectará decisivamente, ya ocurre así, a países como España y a regiones como Andalucía, que reúnen una serie de ventajas para constituirse en polos de atracción pero también registran un conjunto de desventajas, que de no subsanarse puede dificultar el desarrollo económico en el marco de una economía altamente internacionalizada, máxime si tenemos en cuenta dos hechos: el horizonte del Mercado Único Europeo y el surgimiento de un conjunto de países que se van a convertir en demandantes de fondos prestables con los que financiar sus procesos de reformas económicas.

  • HACIA UN MERCADO INTERIOR.

  • El Acta Única Europea, en vigor desde julio de 1987, venía a completar y modificar los Tratados europeos existentes, con la finalidad de lograr un gran mercado sin fronteras internas, a principio de 1993, en el cual se asegure la vieja espiración presente en el Tratado de Roma sobre la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales.

    La Comisión Europea, a través del Informe Cecchini, apuntaba a la realización del mercado interior como el factor clave para la prosperidad y el futuro de las Comunidades Europeas.

    La consecución del mercado interior ha de ser fundamental para el futuro de la Comunidad, pues servirá de elemento catalizador e impulsor de la puesta en marcha de otras metas que se prevén en el Acta Única Europea: la unión económica y monetaria, la cohesión económica y social, el desarrollo tecnológico...

    El camino a recorrer hasta finales de 1992 debe consistir en eliminar el conjunto de obstáculos físicos, legales y administrativos.

    Estos obstáculos parecen afectar de forma desigual a lo sectores productivos. Los factores productores de bienes se ven especialmente perjudicados por los obstáculos en frontera, etc.

    Las ventajas que supondrá para las empresas el logro del mercado interior estribará en una importante reducción de costes. Para los ciudadanos existirá una mayor libertad de circulación y de elección para los consumidores.

    Los riesgos que supone la existencia de un mercado interior se centrarían en:

    • Quiebra de empresas y las pérdidas de empleos correspondientes, en las áreas geográficas y sectores que no sean capaces de afrontar unos niveles mayores de competencia.

    • Mayor concentración de mercados, que en algunos caso puede ser no deseable.

    • También se puede llegara conflictos políticos, económicos y sociales, producidos por la mayor libertad existente con este tipo de mercado.

    3. EL COMERCIO INTERNACIONAL.

    Las negociaciones destinadas a una significativa liberalización multilateral del comercio mundial, conque debería haber terminado la Ronda Uruguay del GATT, han tenido que posponerse reiterativamente ante la falta de acuerdo entre los intereses de los Estados Unidos y la C.E.

    Las negociaciones de la Ronda de Uruguay han sido y son laboriosas, centrándose los escollos en las siguientes materias:

    • La nueva política comercial de los Estados Unidos ha sido objeto de múltiples razonables críticas.

    • Otro problema que ha estancado las negociaciones ha sido el de las medidas de protección agraria aplicadas por la C.E.

    III. PADE 1995/1998

    PLAN DE DESARROLLO PARA ANDALUCÍA 1995/1998

    La planificación del desarrollo de la Comunidad Autónoma de Andalucía, además de ser un instrumento a favor del cual abogan disposiciones recogidas en el Estatuto de Autonomía, en la propia Constitución Española y en otras disposiciones de la Unión Europea, encuentra su justificación fundamental en el carácter estructural de los problemas de la economía regional.

    De este modo, una vez finalizada la vigencia del Plan Andaluz de Desarrollo Económico 1991-1994, se considero necesario acometer la realización de un nuevo Plan de Desarrollo que dé coherencia al conjunto de actuaciones sectoriales y horizontales de la Junta de Andalucía, constituyéndose, por tanto, en un marco de referencia para la racionalización de la acción de Gobierno, e indicativo para la iniciativa privada. Asimismo, el Plan de Desarrollo 1995-1998 aspiro a ejercer una influencia activa sobre el sector privado, en el sentido de incentivar sus decisiones de forma que contribuyan a los objetivos generales que se consideren deseables para Andalucía, dentro de los cuales adquiere especial importancia la creación de empleo.

    Con la colaboración del Plan de Desarrollo para Andalucía, que concluyó en el primer semestre del 1995, se establecieron las bases estratégicas y operacionales para consolidar el crecimiento económico ya iniciado, así como el avance en la mejora de la base productiva y la ordenación del territorio, todo ello en el marco de un modelo de desarrollo sostenible donde se estableció como garantía la preservación de los equilibrios medioambientales y territoriales, junto con la redistribución de la renta a través de la creación de empleo y del mantenimiento de las políticas de bienestar social, mediante el impulso de la economía productiva, con la intervención y presencia decidida del sector público.

    Con el objetivo de dotar el sistema de planificación de una mayor participación social que lo hiciera más eficaz, se reforzó la participación efectiva de los agentes económicos y sociales en el proceso de elaboración del Plan de Desarrollo. A tal fin, en el plazo de un mes desde la firma de este Pacto se constituyó un Grupo de Trabajo integrado por las partes firmantes del mismo. Al mismo tiempo, se propuso perfeccionar todo el proceso de planificación-programación-presupuestación. Para ello fue fundamental impulsar las actividades de seguimiento del Plan, puesto que la elaboración de un plan representa sólo el inicio del proceso. En este sentido, se propiciaron los estudios de los efectos del Plan sobre la realidad andaluza, con el objeto de efectuar a tiempo las correcciones pertinentes.

    V. PADE HORIZONTE 2000

    PLAN ECONÓMICO ANDALUCÍA HORIZONTE 2000

    Andalucía, desde la perspectiva socioeconómica, en esta última década del siglo XX, no sólo se asiste a una recuperación de los ritmos de crecimiento tras la recesión de los primeros años 90, sino sobre todo a los profundos cambios de la economía mundial y el sistema de relaciones de producción e intercambios, especialmente los que afectan al contexto inmediato andaluz, España y la Unión Europea.

    Las transformaciones que ha experimentado la Comunidad Autónoma en el pasado más reciente y la persistencia de importantes retos en la sociedad y en la economía andaluza, reclaman una actualización del proyecto político que representaba el anterior Plan de Desarrollo Económico para Andalucía. Por ello, el Gobierno andaluz ha decidido formular este nuevo Plan Económico- Andalucía Horizonte 2000.

    Uno de los aspectos más relevantes para el desarrollo futuro de Andalucía es el creciente proceso de globalización y regionalización de la economía mundial, que está determinando una nueva realidad en la que los factores de producción gozan de mayor facilidad para moverse a través de las fronteras, lo que pone de manifiesto la necesidad de un fortalecimiento de la cooperación entre los distintos países y el desarrollo de estrategias integradas.

    Junto a la tendencia hacia la globalización de los mercados, el nuevo escenario de la economía mundial está determinado por la incidencia de los cambios tecnológicos, organizativos y gerenciales en el sistema productivo, lo que requiere cada vez más sustentar el desarrollo de un territorio en sus ventajas competitivas, en contraste con estrategias anteriores basadas en las ventajas comparativas. Esta nueva situación adquiere una gran importancia para el desarrollo económico, ya que la movilidad de los factores, la innovación y la capacidad del sistema para adaptarse a los cambios obliga a considerar como factor clave para mejorar la competitividad, el ajuste a lo que se denomina la nueva ''sociedad de la información''.

    Los cambios señalados acompañan y determinan una dinámica espacial en la Unión Europea en la cual influyen dos fuerzas de distinta dirección: por un lado, las economías de aglomeración provocarán una concentración de las actividades en los centros más dinámicos y una tendencia más acentuada hacia la especialización regional de la producción; por otro, surgen impulsos económicos basados en las ventajas competitivas, con tendencias descentralizadoras que pueden actuar como estímulos para las áreas periféricas.

    En otro orden de cosas, el progreso económico y social debe tener necesariamente en cuenta una serie de factores que constituyen requerimientos para el diseño de las políticas públicas, tales como el desarrollo sostenible o los desafíos que se plantean respecto al Estado del Bienestar, junto con la necesidad de elevar el nivel de empleo.

    El desafío más importante para la Comunidad Autónoma andaluza reside en la generación de empleo. Andalucía cuenta con potencialidades ciertas que, de aprovecharse adecuadamente, pueden permitir consolidar un nuevo proceso de generación de empleo. Entre ellas, se pueden destacar su dinamismo social e institucional; la capacidad de adaptación de su tejido empresarial a la evolución de los mercados; las posibilidades que ofrece el desarrollo de algunas ramas productivas de futuro junto a la competitividad de muchos de sus subsectores tradicionales; el nivel alcanzado en las dotaciones de infraestructuras -incluyendo infraestructuras de calidad en investigación y desarrollo-; su localización geográfica; sus atractivos para la localización de las inversiones exteriores, etc.

    Estos acontecimientos exigen no sólo una especial atención de las Administraciones Públicas en defensa de los intereses regionales, sino que también requieren una participación activa de los agentes económicos y sociales de Andalucía, convirtiéndose, por tanto, el futuro del desarrollo andaluz en un desafío común que reclama un esfuerzo conjunto para aprovechar las potencialidades existentes y superar las limitaciones que se plantean. En esta tarea colectiva, el Gobierno andaluz quiere utilizar la planificación con la finalidad de marcar una dirección sólida y duradera al proceso de desarrollo, ofreciendo perspectivas claras y propiciando un entorno sin incertidumbres.

    El ejercicio planificador en Andalucía se ha mantenido desde el inicio del proceso autonómico, estando actualmente en marcha diversas figuras de planificación de carácter sectorial y territorial. Este hecho hace aún más necesario, si cabe, disponer de un referente común y actualizado del modelo de desarrollo para Andalucía. Dicho modelo se concreta en este Plan Económico - Andalucía Horizonte 2000.

    Desde la perspectiva operativa, este Plan refuerza aún más su enfoque estratégico respecto de los planes anteriores. Este enfoque acentúa el establecimiento de la estrategia de desarrollo regional de forma que se centra en la definición del sentido de las actuaciones sobre la programación individual, la importancia de la participación de los agentes económicos y sociales, la ejecución eficaz y eficiente en todo el proceso de planificación, y la adaptación del Plan a los cambios internos y externos de la región, lo que debe conferir una adecuada flexibilidad al ejercicio de planificación.

    En el entendimiento de que este proyecto es una empresa de todos, que constituye un importante instrumento para articular y cohesionar a la sociedad andaluza y para conseguir el avance en su desarrollo económico y social, el Gobierno andaluz se ha planteado, desde un primer momento, reforzar la participación de los agentes económicos y sociales de la región en la elaboración del Plan, como está recogido en el Pacto por el Empleo y el Desarrollo Económico de Andalucía, firmado por la Junta de Andalucía, Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Unión General de Trabajadores (UGT-A) y Comisiones Obreras de Andalucía (CCOO).

    La elaboración de este Plan, dada su complejidad, ha requerido un notable esfuerzo de entendimiento y colaboración, así como el establecimiento de mecanismos institucionales de participación.

    De este modo se definió un proceso de planificación que ha servido para aunar los esfuerzos que se necesitaban en la tarea de afrontar los problemas y desafíos, y encontrar la respuesta mejor entendida por todos. Para ello, se han instrumentado unos órganos de consulta y debate: la Comisión de Planificación de Andalucía, un grupo de trabajo con los agentes económicos y sociales, y un Comité formado por expertos de reconocido prestigio.

    La redacción definitiva del Plan ha sido realizada por la Consejería de Economía y Hacienda, en un proceso de elaboración en el que se fueron incorporando las sucesivas contribuciones de los órganos establecidos, así como las aportaciones de las diferentes Consejerías y otros organismos de la administración autonómica implicados en la posterior ejecución del Plan. Dicha participación, ha enriquecido la percepción de la realidad interna y externa de Andalucía, lo que, a su vez, ha conducido a conformar más sólidamente la imagen del futuro que se desea para Andalucía.

    El discurso central del nuevo Plan, -la generación de empleo y la competitividad del tejido productivo regional en un modelo de desarrollo equilibrado, solidario y sostenible-, viene a reforzar la actuación del Gobierno en relación con el Pacto por el Empleo y el Desarrollo Económico de Andalucía, donde se establece que la idea fundamental del nuevo Plan es que el avance del desarrollo andaluz favorezca la generación de empleo.

    De este modo, dentro del objetivo final del Plan Económico Andalucía Horizonte 2000, la mejora de la capacidad de generación de empleo del sistema productivo regional es un componente principal. Para alcanzar este objetivo prioritario, y dado el marco competencial de la Comunidad Autónoma de Andalucía, el Plan se centra en las políticas estructurales necesarias para favorecer la actividad productiva, potenciar el crecimiento y propiciar la solución de los desafíos actuales de la economía andaluza. En esta dimensión, las estrategias diseñadas para estimular el proceso de crecimiento económico andaluz se sustentan en mejorar la competitividad de la economía andaluza, diversificar su producción y lograr un mayor desarrollo comercial.

    El reto de la competitividad se deriva de la internacionalización y globalización de la economía. En este nuevo marco, las estrategias empresariales y las políticas públicas pueden influir considerablemente sobre la producción, que deberá estar basada en criterios tales como la calidad y la diferenciación de los productos, la innovación y su capacidad para ser exportada. Deben considerarse parte de esta estrategia las actuaciones encaminadas a modernizar y hacer más competitivas las empresas, a desarrollar su cooperación exterior, a promover su desarrollo tecnológico y productivo, en especial de las PYMES, a mejorar la formación de los recursos humanos y a potenciar las infraestructuras de carácter económico, sobre todo de aquellas que puedan comprometer el desarrollo regional, como es el caso del agua. Asimismo, se considera que es básico impulsar las políticas industriales activas que favorezcan el desarrollo de nuevas actividades y la competitividad de las existentes, y consoliden la presencia de las empresas foráneas radicadas en Andalucía, mejorando los atractivos de localización.

    La ampliación y diversificación productiva, por su parte, supone la existencia de una base productiva más amplia y articulada, de manera que puedan aprovecharse mejor los impulsos de las empresas y sectores que avanzan, especialmente de aquellos que ocupan una posición estratégica.

    Asimismo, se pretende concentrar esfuerzos en la superación de los desafíos estructurales de los sectores productivos, especialmente en la agricultura (adaptación a la PAC y el irregular régimen pluviométrico), la pesca (modernización y reestructuración) y la industria (ampliación del tejido industrial, reconversión y competitividad).

    Por último, es de fundamental importancia un mayor desarrollo comercial de las empresas andaluzas, con el fin de alcanzar nuevos mercados para la producción regional y mantener la competitividad en aquellos otros mercados que han alcanzado su madurez.

    Estas estrategias se refuerzan con otras orientaciones de marcado carácter social, que responden también a problemas sentidos por los andaluces, conformando una respuesta adecuada a estas demandas sociales que son esenciales para la sociedad actual y que han ido arraigando en la región: la solidaridad social, el equilibrio territorial, la preservación del medio natural y la conservación del patrimonio histórico y cultural común. En consecuencia, se ha optado por un modelo de desarrollo solidario, equilibrado y sostenible.

    • Desarrollo solidario, por cuanto se defiende, no sólo el mantenimiento de los logros sociales conseguidos en Andalucía, sino su ampliación para aquellos colectivos más desfavorecidos.

    • Desarrollo equilibrado, porque debe tenderse a una adecuada vertebración territorial de las actividades, de manera que los beneficios del desarrollo alcancen a toda la población.

    • Desarrollo sostenible en el sentido de compatibilizar y armonizar el crecimiento económico con el respeto al medio natural y la conservación del patrimonio histórico y cultural.

    Dentro del Plan Económico Andalucía Horizonte 2000, este modelo de desarrollo solidario, equilibrado y sostenible, tiene su reflejo en las distintas políticas del Plan, que se articulan en torno a dos ejes estratégicos y tres requerimientos del modelo, a partir de los cuales se formulan los objetivos del mismo. El primer eje hace referencia a la valorización de los factores productivos: el tejido empresarial, los recursos humanos, la tecnología y las infraestructuras de apoyo a la actividad productiva. El segundo eje estratégico se dirige hacia las políticas de sectores productivos que configuran la estrategia de ampliación del tejido productivo, modernizando las actividades existentes y estimulando la implantación de otras nuevas. Se trata de las políticas del complejo agroalimentario, industrial, minería, comercio y turismo.

    Este conjunto de políticas dirigidas a potenciar el desarrollo económico andaluz se complementan con el establecimiento de tres requerimientos que deben entenderse como objetivos intermedios del proceso y, por tanto, como principios rectores del mismo, con incidencia tanto económica como social, que afectan al conjunto de políticas del Plan, y que dan lugar a una programación específica de actuaciones. El primero de estos objetivos intermedios hace referencia a los aspectos más sociales del desarrollo. Está dirigido a hacer efectivo el principio de solidaridad y se concreta en una programación específica en materias tales como: educación, salud, políticas sociales destinadas a colectivos específicos, vivienda, cultura y deporte. El segundo objetivo tiene como finalidad específica el desarrollo regional equilibrado desde la perspectiva espacial y da origen al establecimiento específico de actuaciones en materia de ordenación del territorio y urbanismo, cooperación con las CC.LL. y desarrollo rural.

    El tercer objetivo se orienta a hacer efectivo el principio de desarrollo sostenible y da lugar al establecimiento de políticas específicas de medio ambiente.

    Realizar una clasificación como la expuesta en categorías diferenciadas de políticas del Plan no significa que los efectos de cada una de ellas dejen de colaborar más o menos intensamente a la consecución de los otros objetivos que conforman el modelo de desarrollo regional establecido.

    No obstante, se ha optado por realizar esta clasificación para obtener una percepción más clara de los objetivos que se pretenden alcanzar con el Plan Económico Andalucía Horizonte 2000.

    El conjunto de políticas que configuran el proyecto andaluz de desarrollo para los próximos tres años tiene en cuenta el análisis realizado de las principales tendencias de la evolución de la sociedad y la economía, no sólo andaluza, sino también en relación con su contexto de referencia exterior.

    Así, se ha entendido que debía partirse de un análisis de los principales desafíos y potencialidades de Andalucía y de la evolución de aquellas sociedades más próximas con las que Andalucía comparte un proyecto común y un modelo de sociedad. Sobre esta base, se ha edificado un proyecto para Andalucía. Con todo ello, se ha pretendido que los objetivos y la estrategia que se plantean en el nuevo Plan sean realistas con la situación actual de Andalucía y con las tendencias del contexto exterior, respondiendo a las demandas sociales y afrontando los problemas más sentidos por los andaluces, especialmente el desempleo y la necesidad de converger con otras sociedades más avanzadas del entorno más inmediato, tanto en los aspectos económicos como sociales.

    SITUACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL ANTE LA QUE SE ENCUENTRA EL NUEVO PADE H2000

    Las condiciones económicas que se prevén durante el período de vigencia del nuevo Plan serán diferentes de las que se dieron durante el período de vigencia del PADE 91/94. El cambio de tendencia del ciclo económico, la progresiva liberalización del comercio internacional como consecuencia de los acuerdos adoptados en la Ronda de Uruguay, las mayores exigencias de consolidación presupuestaria y el establecimiento de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria son las diferencias más importantes entre los dos períodos señalados.

    En el contexto exterior, las transformaciones que se están produciendo en la economía mundial, derivadas de la dinámica existente hacia la globalización de la producción y los mercados, las crecientes transformaciones en los sistemas y métodos de producción y las cada vez mayores exigencias sociales, se convierten en desafíos para el Plan Económico Andalucía Horizonte 2000.

    La adaptación a las nuevas condiciones del contexto exterior, así como la superación de los desequilibrios internos exige una especial atención del sector público, de la misma manera que requiere una participación activa de los agentes económicos y sociales que operan en Andalucía, convirtiéndose, por tanto, el desarrollo económico y social en un desafío común, que reclama un esfuerzo conjunto para aprovechar las potencialidades existentes y resolver los retos que se plantean.

    En esta tarea de todos, el Gobierno andaluz quiere utilizar la planificación para liderar un proyecto social y económico, con la finalidad de marcar una dirección sólida y duradera al proceso de desarrollo andaluz, que oriente su acción de gobierno y que movilice e impulse las actuaciones de los agentes económicos y sociales y de la sociedad en general.

    El Plan Económico Andalucía Horizonte 2000 representa un compromiso para el Gobierno andaluz y una orientación para la sociedad en su conjunto. Dentro del mismo, se establece la orientación estratégica de sus actuaciones, al mismo tiempo que se concibe como un instrumento flexible para dar respuestas inmediatas a las nuevas situaciones y problemas que se vayan detectando, de modo que permita el ajuste de su ejecución concreta a las condiciones económicas de cada momento. En este sentido, el Plan Económico - Andalucía Horizonte 2000 constituye, para el Gobierno andaluz, un instrumento que le permite responder a los cambios, despejar las incertidumbres y orientar la toma de decisiones para potenciar o paliar los efectos de determinadas tendencias.

    Por otra parte, resulta de especial importancia que en el proceso de planificación participen los agentes económicos y sociales, de modo que se incorporen al proyecto de transformación de la realidad económica y social de Andalucía que representa el Plan. Dicha participación se instrumenta, en primer lugar, por un Comité de Expertos; en segundo lugar, mediante el Grupo de Trabajo integrado por las partes firmantes del Pacto por el Empleo y el Desarrollo Económico de Andalucía; en tercer lugar, mediante la Comisión de Planificación de Andalucía; y, en cuarto lugar, a través del Parlamento de Andalucía, órgano al que le corresponde la aprobación del Plan. Esta participación se eleva a la categoría de principio rector en la formulación del Plan.

    Estas notas señaladas caracterizan un enfoque del Plan inspirado en la planificación estratégica que pretende, fundamentalmente, establecer objetivos y propuestas selectivas de políticas estructurales enmarcadas en una estrategia global de desarrollo económico y social, contando con la participación de los actores sociales.

    Estas consideraciones implican que el Plan se concibe como un conjunto de políticas y actuaciones, horizontales o sectoriales, orientadas hacia los objetivos y estrategias planteados. De este modo, los distintos planes y programas actualmente en marcha han de quedar adecuadamente integrados en el diseño y en la instrumentación del presente Plan.

    Por tanto, el Plan Económico Andalucía Horizonte 2000 se sustenta en un modelo de planificación que participa de un enfoque estratégico, que se fundamenta en cuatro orientaciones principales:

    • Establecimiento de una estrategia de desarrollo regional.

    • Relevancia de la participación de los agentes sociales y económicos en el proceso.

    • Énfasis en la ejecución eficaz y eficiente en todo el proceso de planificación, capaz de alcanzar los objetivos fijados con el menor coste para la región.

    • Adaptación del ejercicio de la planificación a los cambios que puedan producirse.

    El modelo adoptado permite establecer un proyecto global para la Comunidad Autónoma que pretende movilizar a la sociedad andaluza con la finalidad de conseguir los objetivos propuestos, y con la capacidad suficiente para adaptarse a las circunstancias cambiantes del entorno. En coherencia con este planteamiento, la planificación del desarrollo andaluz se basa en un conjunto de principios rectores no jerarquizados:

    • Participación Institucional en la Planificación, conforme a lo señalado en el artículo 71 del Estatuto de Autonomía. Con ello se incorporan al proyecto de transformación que supone el Plan los actores sociales, de modo que se establece un compromiso para la acción y se promueve la cooperación entre las instituciones públicas y la iniciativa privada. Los órganos básicos para instrumentar esta participación han sido, el Grupo de Trabajo específico para esta finalidad, recogido en el Pacto por el Empleo y el Desarrollo Económico de Andalucía, que se halla integrado por los distintos agentes económicos y sociales, la Comisión de Planificación de Andalucía, un Comité de Expertos y el Parlamento.

    • Articulación del Desarrollo Regional. Este principio supone que el Plan constituye un referente global para otros programas sectoriales, horizontales y territoriales de la Junta de Andalucía y sirve, asimismo, de información para aquellos que se puedan desarrollar por otros niveles de la administración. Por otro lado, también se pretende que constituya un elemento de referencia para la actuación de los agentes económicos, sociales e institucionales.

    • Adaptación. Este principio confiere flexibilidad y estabilidad al Plan, permitiendo rectificar el diseño de los programas y de las líneas estratégicas, en virtud de los cambios que se vayan produciendo por la aparición de acontecimientos no previstos, en orden a mantener el cumplimiento de los objetivos y propuestas selectivas de políticas. Para ello, será fundamental impulsar las actividades de seguimiento, evaluación y control del Plan, que permitirán adaptar las estrategias y las políticas a la situación económica general. Dicha adaptación se instrumentará a través de un seguimiento periódico del Plan y mediante la potenciación de los mecanismos de coordinación de políticas.

    • Operatividad. Significa que el Plan establece una guía de acción realizable en su horizonte temporal, lo que supone que los objetivos son viables, las estrategias pertinentes y las líneas de actuación las más adecuadas para afrontar los retos del desarrollo andaluz. En este sentido, el conjunto de las políticas diseñadas conforman un proyecto único, cuya eficacia no puede ser entendida con la exclusión o debilidad de algunas de sus políticas. La garantía de operatividad del Plan descansa en su preponderancia estratégica y en la formulación del proceso para su elaboración, en el que han intervenido una serie de órganos, que con sus aportaciones respaldan su aplicación.

    ACTUACIONES DE LA ECONOMÍA ANDALUZA

    En lo que se refiere a la escasez del recurso agua, la caracterización hidrológica del territorio andaluz como parte integrante de la llamada ``España seca'' se traduce en que en un año normal el balance global, entre los recursos y la demanda, es deficitario. Al déficit estructural se le añadió el pasado período de sequía iniciado en 1991, el cual supuso un duro golpe para la agricultura y puso de relieve el carácter estratégico, de primer orden, de la utilización del recurso, que la actual coyuntura de abundancia de lluvias no debe hacer olvidar.

    El decidido esfuerzo inversor realizado en los últimos años por el conjunto de las Administraciones Públicas ha supuesto avances notables en la cobertura de los servicios, en el nivel medio de las dotaciones por habitante y en la calidad del agua. Resulta evidente que estas actuaciones han significado la superación de determinados estrangulamientos históricos.

    Pero esto no es suficiente, ya que los problemas hidráulicos no pueden resolverse únicamente con la acción inversora. Es necesario continuar el camino de cambio de la cultura en torno al problema del agua y su escasez como recurso, lo que requiere un esfuerzo continuado en el tiempo y sostenido por el conjunto de la sociedad, dada la clara implicación de numerosos agentes públicos y privados en la gestión y utilización del recurso, expresiones de un conjunto de intereses diversificados que afectan a todos los niveles de la sociedad.

    En lo que se refiere al mercado de trabajo, el principal elemento de preocupación es la creación de empleo. En apartados anteriores se ha expuesto la problemática específica del mercado de trabajo en Andalucía. Destacan como conclusiones más importantes, para conseguir más y mejor empleo:

    - La necesidad de corregir las deficiencias formativas de la población.

    - La ampliación y diversificación de la base productiva, en la que los agentes públicos y privados tienen una importante cuota de responsabilidad.

    En relación con la modernización que se está produciendo en el sistema productivo, los desafíos planteados en Andalucía se concentran con especial intensidad en el complejo agroalimentario, el sector industrial y el sector turístico.

    En cuanto al complejo agroalimentario, no debe olvidarse que Andalucía es en términos relativos, una región con una importancia destacada de este sector en su estructura productiva. Tal afirmación se apoya en dos cifras básicas: la participación del sector primario en la formación del VAB andaluz y el peso de la población agraria en el conjunto de su población ocupada. Sus principales macromagnitudes indican una mayor productividad que la media española y un elevado peso en el conjunto de la agricultura española.

    Es cierto que factores ambientales, productivos y estructurales proporcionan una buena base para la práctica de una agricultura rentable en Andalucía, que bajo ningún concepto debe ser minusvalorada. Pero, al mismo tiempo, el sector agrario andaluz presenta unas características estructurales y productivas que es preciso corregir y mejorar, para adaptarse eficientemente a sus principales desafíos, que son: resolver los déficit y utilización eficiente del recurso agua, la PAC y los acuerdos del GATT.

    De otra parte, es necesario destacar en la estructura del empleo agrario el predominio del trabajo por cuenta ajena, así como una menor presencia en relación con otras regiones españolas y europeas de explotaciones agrarias familiares, que son las que definen la agricultura europea y que han orientado muchas de las políticas agrarias comunitarias.

    Dentro del Complejo Agroalimentario destaca la importancia de la industria agroalimentaria por su aportación al valor añadido, a la ocupación industrial y a las exportaciones regionales. No obstante, este sector deberá afrontar como principales retos: superar las desventajas competitivas que para las empresas agroalimentarias andaluzas supone su menor tamaño respecto a las empresas foráneas que se han ido implantando en el mercado nacional, incrementar su capacidad para desarrollar nuevos productos de calidad, mejorar la comercialización y obtener canales de financiación adecuados para hacer frente a la modernización productiva y la renovación tecnológica que demanda el sector.

    La compleja situación por la que atraviesa el sector pesquero andaluz exige su modernización, centrada en la modernización de las estructuras pesqueras y del proceso de comercialización, la formación de los profesionales, la regeneración y explotación sostenible de los caladeros del litoral andaluz, la investigación sobre nuevos recursos, la consolidación y el relanzamiento de la acuicultura, y la mejora de la competitividad de la industria transformadora de productos pesqueros.

    En el sector industrial se percibe una especial preocupación por los desplazamientos de la actividad industrial realizados por determinadas empresas transnacionales —los denominados procesos de deslocalización—, así como por la situación de determinadas empresas abocadas a crisis coyunturales debidas a los procesos de reconversión que sufren.

    En este sentido, los retos estriban en incrementar la producción y el empleo industrial, aumentar la articulación y vertebración industrial, y mejorar la competitividad de las PYMES industriales. Todo ello sin olvidar la imprescindible colaboración entre los distintos agentes económicos y sociales y la Junta de Andalucía, de tal forma que se alcance el necesario consenso para abordar la situación de aquellas empresas que, siendo viables y teniendo un papel significativo dentro del tejido empresarial andaluz, ya sea por los puestos de trabajo que mantienen o por su interés regional, atraviesan una situación difícil.

    El sector turístico mantiene un alto valor estratégico en el desarrollo económico de nuestra región, dada su dimensión y su capacidad para generar empleo y contribuir positivamente a la balanza de pagos. Para afrontar los nuevos retos y las necesidades futuras del sector, se requiere el aumento de la calidad de los productos, servicios y destinos turísticos, la diferenciación de los productos, la mejora de la estructura empresarial y la eficacia de la política de promoción y acceso a los nuevos mercados. A estos retos fundamentales para el desarrollo del nuevo modelo de planificación turística, hay que añadir cuatro de carácter instrumental: la estabilidad en el empleo, la formación de los recursos humanos, la coordinación con las políticas no turísticas que inciden sobre esta actividad y la incorporación integral de los aspectos medioambientales al conjunto de la oferta turística andaluza.

     POTENCIALIDADES DEL SISTEMA REGIONAL

    El análisis realizado de la economía andaluza desemboca en la constatación de las principales potencialidades con que cuenta Andalucía para sustentar su desarrollo económico en los próximos años.

    Desde una perspectiva social e institucional, Andalucía tiene un dinamismo muy relevante, que le permite afrontar los nuevos desafíos señalados. A este mayor dinamismo ha contribuido, en gran parte, la construcción del Estado de las Autonomías, que ha supuesto que las instituciones públicas tengan una mayor influencia y responsabilidad en la orientación de las decisiones sociales y económicas de la Comunidad Autónoma. Pero también ha sido consecuencia de una mayor vertebración social en Andalucía, en la que las organizaciones empresariales y sindicales han adquirido un protagonismo relevante.

    Íntimamente relacionado con lo anterior, se han producido transformaciones significativas en las actitudes y valores sociales de la población andaluza respecto a la adopción de iniciativas productivas, que pueden resultar favorables para el impulso de la actividad económica regional. De este modo, hay que destacar cómo Andalucía ha adquirido un mayor protagonismo dentro y fuera del Estado. Se ha superado la imagen de una región estancada en su desarrollo, para convertirse en un espacio económico con claras expectativas de crecimiento y progreso.

    Su localización geográfica le confiere una situación estratégica para beneficiarse de los crecientes flujos comerciales con los países ribereños del Mediterráneo y de África en general, así como con la zona sur de Portugal. Por otro lado, su pertenencia a la Unión Europea se convierte en un gran activo, tanto por permitir el acceso a un mercado amplio, como por las ventajas derivadas de la participación en sus instituciones.

    El sector primario refleja claras posibilidades para su desarrollo, por una parte, en relación con la industria agroalimentaria, sobre todo, en aquellas actividades que pueden generar mayor valor añadido mediante nuevos procesos de manipulación y transformación de los productos. Por otra, existen también potencialidades de desarrollo agrícola a través de determinadas producciones con un potencial alto de demanda, como son los cultivos extratempranos de calidad, los cultivos de primor, los cultivos subtropicales, los cultivos hortícolas industriales y la agricultura biológica, debido a las excepcionales condiciones productivas de algunas zonas y a la pertenencia a la Unión Europea, en la medida en que constituye un mercado amplio y con capacidad de compra de productos de alta calidad.

    En relación con el sector industrial, superada la crisis de los primeros años delicados, a pesar de que todavía persisten algunos efectos de la misma, existen evidentes potencialidades, especialmente en el complejo industrial agroalimentario y en ciertos grupos industriales consolidados en las ramas de energía, de materiales de construcción y del transporte, que se han venido mostrando muy dinámicos en etapas expansivas del ciclo.

    Asimismo, Andalucía dispone, desde un pasado muy reciente, de algunas infraestructuras de investigación y desarrollo de calidad, que posibilitan la consolidación de actividades tecnológicamente avanzadas de producción, de investigación (Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga, Isla de la Cartuja en Sevilla), con una recepción favorable por parte del sector privado. Su aprovechamiento podría propiciar un desarrollo económico con efectos positivos en el tejido industrial andaluz. De este modo, en la actual etapa de expansión económica internacional, el sector industrial andaluz está consolidando sus complejos industriales y alcanzando un crecimiento que puede incrementar su mayor participación relativa en la producción regional. Para ello, es imprescindible mejorar la competitividad empresarial, la eliminación de cuantas ineficacias la desvirtúan y el desarrollo de las iniciativas públicas y privadas que coadyuven a potenciarla.

    En el sector servicios se constata la existencia de un cierto potencial de desarrollo de servicios tales como: servicios profesionales de determinada cualificación (ingeniería, audiovisuales, asesoramiento, etc.), servicios personales (sanidad, educación y otros servicios sociales), servicios a las empresas (informáticos, servicios de seguridad...) y, especialmente, de los servicios relacionados con el ocio y actividades culturales y recreativas, dada su conexión con la actividad turística y su creciente demanda.

    En cualquier caso, las ventajas relativas en cuanto a climatología y riqueza paisajística hacen de Andalucía un centro turístico indiscutible y, en este sentido, las posibilidades de crecimiento que ofrece el sector en todas sus vertientes siguen siendo estratégicas. El turismo seguirá siendo una actividad decisiva para el desarrollo económico andaluz a condición de diversificar y ampliar adecuadamente su oferta, atender cuidadosamente el impacto en el medio ambiente y la puesta en valor de la riqueza cultural y monumental de Andalucía.

    La riqueza, diversidad y distribución territorial de los factores culturales representan un activo de primer orden, no suficientemente valorado, para el impulso de las actividades productivas, como el turismo, y el desarrollo de las áreas rurales. Las actuaciones en la restauración del patrimonio y las infraestructuras culturales se traducen en un apoyo a las PYMES andaluzas que operan en estas actividades, facilitan el desarrollo del turismo cultural, impulsan la investigación en materias humanísticas y tecnológicas, y, en definitiva, afecta a la creación de empleo. Todo ello, significa una opción para un modelo de desarrollo solidario, que refuerza las señas de identidad de Andalucía y que pretende difundir los efectos de las actuaciones en todo el territorio, especialmente en el mundo rural.

    En lo que atañe a los factores productivos, en primer lugar hay que destacar que Andalucía se configura como una región con recursos naturales diversificados, que representan una reserva potencial para su desarrollo. No obstante, buena parte de estos no cuentan con un uso eficiente o están sometidos a una fuerte presión como, por ejemplo, la explotación intensiva en muy diversas formas que soporta el suelo. Por tanto, estas ventajas naturales demandan un modelo de desarrollo que asegure un uso más racional de los mismos, prevea su regeneración y garantice su preservación. Por otro lado, algunas ramas productivas de aparición reciente, como la acuicultura y las energías alternativas, disponen de un medio físico especialmente favorable. Estas actividades deberían alcanzar un grado de desarrollo más significativo.

    En cuanto a los recursos humanos, Andalucía cuenta con una elevada proporción de población relativamente joven, —el 23% de los andaluces pertenece al grupo de edad de menores de 15 años cuando en España o la Unión Europea esta cifra es del 19%—, con una escolarización infantil prácticamente total y una población universitaria semejante a la media europea, lo que permite presumir una creciente capacidad de adaptación ante los cambios y la formación de nuevas actitudes socioeconómicas. A esto se une la aparición de un segmento de empresas que ha sabido superar las duras condiciones impuestas por la necesaria adaptación de la economía y que está en condición de afrontar los retos de la competitividad y la confrontación de mercados.

    En relación a los recursos financieros, frente a experiencias históricas pasadas, se constata en los últimos años un proceso acumulativo de capital que es consecuencia de un cambio en los flujos financieros, que si bien antes originaban un drenaje del ahorro regional hacia el exterior, ahora el nivel de inversión que se destina a Andalucía es superior a su capacidad interna de ahorro.

    En ello influye el hecho de que la Comunidad Autónoma de Andalucía posee grandes atractivos para la localización de inversiones exteriores, tanto por su calidad de vida, como por factores más estrictamente económicos (costes salariales, dotación de infraestructuras, recursos humanos, apoyos públicos, y su situación estratégica). En efecto, Andalucía se mantiene como la tercera región española en lo relativo a las inversiones directas extranjeras, después de Madrid y Cataluña, con un peso en el total nacional en torno a un 5% en los últimos años.

    Asimismo, la distribución y tamaño de los asentamientos poblacionales en Andalucía constituyen un factor favorable para progresar en una ordenación adecuada de las actividades económicas y sociales. La dotación de infraestructuras y equipamientos es uno de los factores que explica el desarrollo económico de una región y determina sus potencialidades futuras. En la actualidad, el nivel de la dotación de infraestructuras en Andalucía, fruto del considerable esfuerzo realizado en los últimos años, aún sin ser suficiente, permite contar con bases para afrontar con garantías de éxito los retos del nuevo siglo, ya que propician una mejor y mayor articulación interna y externa de la región y confiere mayor competitividad al territorio.



    {PADE}


    VI. CONCLUSIÓN.

    Con la realización de este ejercicio analítico, hemos percibido las escasas diferencias existentes entre los PADE descritos anteriormente. Las cuales las podemos englobar en la dirección de los objetivos. El PADE 1991-1994 presta una mayor atención a la problemática enfocada en el ámbito de RRHH. Mientras que el PADE Horizonte 2000, presenta un mayor interés por los Sectores Productivos. Esto puede ser debido a que; las debilidades sociales andaluzas, que eran objeto para 1991 han conseguido ser fraguadas, mientras que los sectores productivos siguen siendo un ámbito económico del cual aún no se ha conseguido llegar a una solución práctica.

    Es de destacar que los objetivos fundamentales de estos PADE desvelan una clara evolución hacia la economía global, y hacia el sistema económico basado en la acumulación de riquezas. Todo ello bajo un planteamiento cúspide, el alcance del Estado de Bienestar. Este planteamiento fue objetivo en el PADE 1991-1994, bajo la búsqueda del crecimiento sostenible equilibrado y la mejora de la calidad de vida, junto con una homogénea distribución de las riquezas. Siendo en le PADE H2000, el desarrollo económico y social favorable a la generación de empleo.

    En lo que respecta a una igual meta, podemos destacar la atención de ambos PADE sobre la mejora de las infraestructuras, de las instituciones, del tejido empresarial y desarrollo urbano. Junto a la mejora de los recursos humanos. Otro objetivo que tiene en común ambos planes es el de la articulación del sistema productivo, la superación de los desafios estructurales, el incremento potencial de demanda y desarrollo de actividades, . La conservación del patrimonio, mejora de la calidad ambiental, protección de los recursos naturales, mejora de la protección social, el impulso al desarrollo rural y la integración en el mercado de trabajos de los colectivos con dificultades, siguen siendo realidades sociales que aún no se han conseguido mediar, y por ello siguen siendo descritas como objetivos en el PADE H2000.

    Lo cual nos lleva a deducir que se continua en la pretensión de llegar a un desarrollo y progreso solidario, equilibrado y sostenible; en el área de lo social. Conjunto a una situación productiva más competitiva, comercial y con una mayor diversificación de actividades.

    A nivel personal, este trabajo nos ha llevado a la obtención de un mayor conocimiento de algo que nos pertenece, y que como tal, no es razonable su desconocimiento. De hecho consideramos, que resulta imposible tener un mínimo conocimiento de cualquier otra entidad autonómica, si verdaderamente no tienes una pequeña aproximación a la que te engloba. Por ello escogimos la comunidad autónoma andaluza. Pero aún sigue siendo paradójica la situación, analizamos una realidad económica para conseguir una meta de la que aún se mantiene en debate. Quizás deberíamos preguntarnos si queremos entrar en un mercado de economía global, o seguir manteniendo nuestra unanimidad.


    VII. BIBLIOGRAFÍA

    Plan de Desarrollo Económico 1991-1994. Junta de Andalucía. Conserjería de Economía y Hacienda.

    www.junta-andalucía.es/ Página web de la Junta de Andalucía.


    91




    Descargar
    Enviado por:Airom
    Idioma: castellano
    País: España

    Te va a interesar