Filosofía y Ciencia


Ortega y Gasset


ORTEGA Y GASSET

  • SIGNIFICADO DE LOS SIGUIENTES TÉRMINOS, EXPRESIONES Y ENUNCIADOS.

  • TÉRMINOS:

    • Vida:

    Para Ortega la realidad radical es “mi vida”, la vida de cada cual. Este concepto de “vida” será tan novedoso que implica un nuevo concepto de ser y un nuevo concepto de realidad, la cual implica a su vez una reforma radical de su filosofía.

    Ortega supera el idealismo con el descubrimiento de la vida individual como realidad radical, y el filosofar como hecho vital, no como mera teoría.

    Vida para Ortega es lo que somos y lo que hacemos, es, de todas las cosas la más próxima a cada cual. No existe otra realidad más indubitable, cualquiera, incluso la del pensar, siempre supone de antemano otra realidad que le fundamenta: nuestra vida.

    Esta filosofía no trata de ser una mera descripción de la vida sino que tras el concepto de vida se esconde una teoría de la realidad, un nuevo concepto de “realidad radical” distinto al antiguo (realista) y al moderno (idealista).

    • Vivencia:

    La vida individual de cada hombre no se reduce a su vivir biológico, sino también a lo que hace y a todo lo que le va sucediendo. Cada ser humano es así una confluencia de realidades subjetivas y objetivas, de obras que realiza, de relaciones que establece... Por eso dirá que todo “son contenidos de mi vida”. Ella es, por tanto, el conjunto de “actos y sucesos que nos toca vivir”, esto es, de vivencias.

    • Perspectiva:

    La perspectiva es una condición gnoseológica de lo real. La estructura de lo real se nos presenta perspectivamente, desde unos puntos de vista determinados que a su vez, necesitan integrarse desde múltiples facetas o caras de la realidad.

    La verdad que el hombre puede conseguir nunca será una verdad plena, completa. El hombre a través de su conocimiento solo reflejará de la realidad un punto de vista determinado y desde una distancia concreta, o lo que es lo mismo, desde una perspectiva.

    La perspectiva a pesar de ser única e intransferible (en mi perspectiva), no aspira en modo alguno a absolutizar el mundo desde esa perspectiva, sino que como sabe

    precisamente que el mundo es pluralidad de perspectivas, se tendrá como un punto de vista más.

    La perspectiva individual es el único modo de apresar la realidad. Dos puntos de vista sobre la misma no pueden coincidir, pero pueden complementarse. La única forma por tanto de acercarse a la realidad del mundo, será multiplicando las perspectivas y asumiendo esa irreductible multiplicidad.

    • Circunstancia:

    Ortega expresa con la categoría de circunstancia esas posibilidades que tiene el hombre para decidir en cuanto que tiene libertad para ello, esas posibilidades no son en absoluto ilimitadas, para que haya decisión tiene que haber a la vez limitación relativa. El mundo vital es esencialmente circunstancial y dentro de la circunstancia ha de decidirse el hombre asumiéndola plenamente. Así dice Ortega: “No soy totalmente libre, estoy limitado por mi circunstancia vital”.

    • Subjetivismo:

    El subjetivismo entiende que no es el objeto sino la naturaleza o estado del sujeto lo que debe determinar el valor del conocimiento o de cualquier otro acto.

    • Objetivismo:

    Para los filósofos realistas lo que realmente existía era el mundo cósmico donde el hombre es una cosa más en ese mundo. Esta posición se puede considerar como la posición naturalista de la conciencia.

    Esta razón realista o naturalista sirve siempre y cuando su objeto de conocimiento sea cosa (ej. El movimiento de los astros), pero no en el momento en que aborda el tema de la vida humana.

    Para Ortega el hombre no es una cosa, es falso hablar de la “ naturaleza humana “, ya que la vida humana no es un objeto: “ el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia “.

    • Realismo:

    Para los filósofos realistas es todo aquello que realmente existía, era el mundo cósmico donde el hombre era sólo una cosa más del mundo Esta posición se puede considerar como posición naturalista de la conciencia (movimiento de los astros) .

    • Ideas:

    En general significa cualquier representación intelectual u objeto del pensamiento. En sentido más preciso significa la especie única que se localiza en la multiplicidad de objetos: por ejemplo, la idea de árbol en todos los árboles, etc. En sentido general no es entendido del mismo modo.

    Cada hombre está obligado a forjar sus propias ideas. Estas son el resultado de la responsabilidad intelectual de cada cual. Las ideas se oponen a las creencias. Pero cada hombre y cada generación están obligados a forjar sus propias ideas y vivir a partir de ellas.

    • Creencias:

    Las ideas como hemos dicho en el punto anterior se oponen a las creencias, que son convicciones que recibimos de otros, de las generaciones anteriores, de las que no somos responsables. Pero cada hombre y cada generación están obligados a forjar sus propias ideas y vivir a partir de ellas. De hecho, el hombre puede alienarse o perder su identidad personal por dos caminos: viviendo sólo de las creencias heredadas, o dimitiendo de su personalidad para vivir de acuerdo con lo que diga o piense la gente, colectividad anónima e irresponsable.

    • Raciovitalismo:

    El Raciovitalismo de Ortega consistirá en afirmar que el conocimiento es de naturaleza racional y que la vida constituye su tema central. No es pues una nueva teoría de la razón, sino simplemente el reconocimiento del hecho que la razón se halla siempre arraigada en la vida.

    El Raciovitalismo o la doctrina de la razón vital desconfiará solamente de ciertas interpretaciones dadas a la razón; Ortega no va contra la razón sino contra el racionalismo. El concepto tradicional de razón es abstracto, impreciso, utópico, si existe razón esta tendrá que ser la razón concreta. Ortega desconfía de la reducción de la razón a razón física, pura y mantiene que toda razón es razón - vital.

    La razón vital funciona desde el sujeto en su totalidad y nunca como un entendimiento desarraigado del sujeto. Pero además, la razón vital funciona desde el sujeto en toda su circunstancia y por tanto desde su determinada realidad social e histórica, por ello la razón vital es a la vez razón histórica porque la vida es esencialmente temporeidad.

    Vida e historia vienen a constituir en nuestro filósofo una misma cosa puesto que como el mismo afirmó: “ el hombre no tiene naturaleza sino historia “. El hombre es un ser infinitamente plástico cuya característica principal es precisamente no “ser “ nada definitivo, sino “ir siendo”, es decir la vida del hombre es historia.

  • EXPRESIONES:

    • Ser significa vivir:

    Los idealistas contrapusieron a la naturaleza el espíritu. Pero este fue otro error que comenzó en la interpretación eleática del ser tratando las realidades (cuerpos o no) como si fuesen ideas, conceptos. En suma, el error del idealismo, lejos de distar del error del realismo, no es sino la misma equivocación: tratar las cosas o las ideas como identidades fijas y estables. Ortega propone una dura crítica a este concepto de “ser”, pues la vida humana, la realidad radical, es todo menos estático y fijo. En Ortega se ve un representante típico del fracaso de la Metafísica en nuestro siglo. Escribe Ortega “No digamos que el hombre es, sino que vive”.

    • Vivir es también mundo:

    Este apartado lo explica en una de sus categorías o atributos que establece para la vida. Vivir es, ante todo, encontrarse en el mundo. El mundo no es la Naturaleza como creían los antiguos, sino que es lo vivido como tal. Esta es pues la primera categoría de la vida: yo en el mundo (ni el yo aislado que decía Descartes, ni el Dios del cosmos como anunciaban los griegos). Tomo conciencia de mi coexistencia con el mundo o circunstancia.

    • Vivir es vivirse:

    Esto lo explica como el primer atributo de la vida en su libro.

    Vivir es sentirse vivir, es tener conciencia de lo que se vive. Nada de lo que hacemos sería nuestra vida si no nos diésemos cuenta de ello. Todo vivir es por tanto, vivirse.

    • La vida es saberse:

    Decimos “nuestra vida” porque, además de ser ella nos damos cuenta de que es y de que es tal como es.

    Al percibirnos y sentirnos tomamos posesión de nosotros, y este asistir perpetuo y radical a cuanto hacemos y somos diferencia el vivir de todo lo demás.

    En este apartado hace una aclaración del “loco” que no se sabe a sí mismo, no se pertenece, no se siente consciente. No se siente poseído para sí, es igual que la alienación, por eso lo critica y dice que la vida es saberse -es evidencial.

    • La vida es siempre imprevista:

    La segunda categoría del vivir es ocuparse de algo. En ese encuentro de mi yo con el mundo me descubro haciendo algo con las cosas, y las cosas a su vez me dificultan o facilitan ese hacer. La vida por tanto es un quehacer que comprende todo tipo de actividad

    Todo hacer es ocuparse de algo para algo. Estamos ocupados en algo gracias a una finalidad. La vida no está nunca prefijada ni prevista, es posibilidad y problema.

    Yo decido hacer lo que hago. Nada se nos da por hecho, por eso la vida es un decidir antes que un hacer. Vida es anticipación y proyecto.

    Si decido es porque tengo “ libertad para “, es decir puedo escoger. El poder de decisión dependerá siempre de que haya o no posibilidades frente al que tiene que decidirse.

    • La vida es futurición:

    La último categoría es la temporeidad. En la raíz misma de nuestra vida hay un atributo temporal: la vida es futurización, decidir lo que vamos a ser.

    Esta categoría juega un papel muy importante y a dos niveles:

    • Nivel Ontológico: la sustancia de la vida es el tiempo, el cambio, el continuo dinamismo de la perspectiva

    • Nivel Gnoseológico: toda noción referente a la vida específicamente humanan es función del tiempo histórico.

    La vida es tiempo, está anclada en el instante presente, en el ahora, pero la vida es una operación que se hace hacia delante, hacia el futuro; pero esa posibilidad de proyección hacia el futuro es posible gracias al pasado que sirve de brújula para orientarse hacia el futuro. El pasado, el presente y el futuro están comprendidos en el ahora.

  • ENUNCIADOS:

    • “La verdad radical es la coexistencia de mí con el mundo”.

    Tras el concepto de vida se esconde una teoría de la realidad, un nuevo concepto de “ realidad radical “ distinto al antiguo (realista) y al moderno (idealista).

    Vivir es, ante todo, encontrarse en el mundo. El mundo no es la Naturaleza como creían los antiguos, sino que es lo vivido como tal. Esta es pues la primera categoría de la vida: yo en el mundo. Tomo conciencia de mi coexistencia con el mundo o circunstancia.

    Esto expresa Ortega con la categoría circunstancia. El mundo vital es esencialmente circunstancial y dentro de la circunstancia ha de decidirse el hombre asumiéndola plenamente.

    • Vida es lo que somos y lo que hacemos”.

    Ortega en una parte su libro: “¿Qué es vivir?” establece la búsqueda hacia el significado de la palabra “vivir”.

    En esta búsqueda no lo quiere definir con términos biológicos, ya que para él mi vida no es lo que pasa en mis células como no lo es lo que pasa en mis astros.

    Dice que no hay que buscar lejos, las verdades fundamentales tienen que estar siempre a mano porque sólo así son fundamentales. Las que es preciso ir a buscar es que están sólo en un sitio, que son verdades particulares, localizadas. Vida es lo que somos y lo que hacemos: es, pues, de todas las cosas la más próxima a cada cual.

    • “El mundo es inseparable de nosotros”.

    Nuestra vida, no es sólo nuestra persona sino que de ella forma parte nuestro mundo. Lo que nuestra vida sea depende tanto de lo que sea nuestra persona como de lo que sea nuestro mundo.

    Vivir es hallarse frente al mundo, con el mundo, dentro del mundo, sumergido en su tráfago, en sus problemas, en su trama azarosa. Pero también viceversa: ese mundo, al componerse sólo de lo que nos afecta a cada cual, es inseparable de nosotros. Nacemos junto con él.

    • “Vivir es convivir con una circunstancia”.

    El mundo es lo que nos afecta. Y vivir es hallarse cada cual a sí mismo en un ámbito de temas, de asuntos que le afectan.

    Así, la vida se encuentra a sí misma a la vez que descubre el mundo. No hay vivir si no es en un orbe lleno de otras cosas, sean objetos o criaturas; es ver cosas y escenas, amarlas u odiarlas, desearlas o temerlas. Todo vivir es ocuparse con lo otro que no es uno mismo, “todo vivir es convivir con una circunstancia”.

  • PUNTOS MÁS IMPORTANTES DEL PENSAMIENTO DE ORTEGA.

  • Los dos pensadores más representativos de la filosofía española, son precisamente los que ocupan este tema: Unamuno y Ortega. Con Ortega y Gasset, la filosofía española alcanza plenitud de rigor y expresión.

    Una de sus pretensiones fue la de acercar la filosofía a la vida, a la calle, al hombre y éstos a la filosofía. Esta situación se explica en parte, porque España adolecía de tradición filosófica en comparación con otras naciones europeas.

    Las características fundamentales de esta filosofía españolas son:

    • Una filosofía de la necesidad

    • Una filosofía de la vida como realidad radical

    • Una filosofía militante, cercana al público

    • Una filosofía no ceñida a temas específicos, sino interesada y aplicada a toda realidad.

  • El concepto orteguiano de la filosofía

  • En las lecciones de “ ¿ Qué es la filosofía ¿ “, el punto central en torno al cual se mueve su pensamiento es la confirmación de que el pensar filosófico aspira al conocimiento del “ todo “, de lo que, de un modo u otro, es?

    Ortega define la filosofía como “ el conocimiento del Universo o de todo cuanto hay “ (obsérvese que no dice todo lo que existe, sino todo lo que hay y esa matización se debe a que haber es más amplio que existir).

    El filósofo se sitúa ante su objeto en una actitud distinta a la de cualquier otro pensador: ignora cuál es su objeto (que es “ lo que hay “) y si este es cognoscible.

    La filosofía no nace por razón de utilidad, pero tampoco por capricho. La filosofía es “ constitutivamente necesaria al intelecto “ y tiene como nota radical el afán de buscar la verdad del todo como tal.

    Este deseo de conocer es común a todas las épocas de la filosofía porque es una actitud natural y espontánea de la mente humana. Las diferencias entre los filósofos surgen cuando interpretan la realidad de ese Universo:

    • Para el Mundo griego la realidad indudable era el ser cósmico, el cosmos

    • Para los idealistas la conciencia, la subjetividad.

    Para Ortega la realidad radical es “ mi vida “, la vida de cada cual. Este concepto de “ vida “ será tan novedoso que implica un nuevo concepto de ser y un nuevo concepto de realidad, la cual implica a su vez una reforma radical de la filosofía.

  • Crítica y superación del realismo y el idealismo

  • Ortega se ha enfrentado con el pasado de la tradición en su afán por innovar la filosofía.

    Superar el pasado filosófico implica:

  • Conocerlo, asimilarlo y conservarlo

  • Añadir conceptos nuevos que expliquen los antiguos (ej. Concepto de ser y realidad).

  • Ortega dividió la historia del pensamiento en dos grandes periodos: EL Realismo (desde el siglo V hasta el siglo XVII) y el Idealismo (desde Descartes hasta comienzos del siglo XX).

    Ambas posturas son incompletas para nuestro autor por lo que era necesaria una crítica:

    • Para los filósofos realistas lo que realmente existía era el mundo cósmico donde el hombre es una cosa más en ese mundo. Esta posición se puede considerar como la posición naturalista de la conciencia. Esta razón realista o naturalista sirve siempre y cuando su objeto de conocimiento sea cosa (ej. El movimiento de los astros), pero no en el momento en que aborda el tema de la vida humana. Para Ortega el hombre no es una cosa, es falso hablar de la “ naturaleza humana “, ya que la vida humana no es un objeto: “ el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia “.

    • Para los filósofos idealistas la existencia de ese mundo se volvió problemática. Lo único problemático es mi pensamiento y como mi yo es donde se apoya, lo único indubitable es el yo; El mundo aparece como posible creación mía. Ortega señala que el error del idealismo fue convertirse en subjetivismo al señalar que las cosas dependen de que yo las piense, de mi subjetividad.

    En parte Ortega aceptó la tesis idealista que sostiene que soy yo quien piensa las cosas y en ese sentido las cosas dependen de mí (ej. El idealismo Trascendental de Kant), pero no aceptó la reducción de las cosas a meros contenidos de mi conciencia. Cuando yo pienso me doy cuenta de dos realidades distintas pero relacionadas: que yo pienso y lo pensado, lo cual lo concibo como algo diferente a mí. Esto le permite escapar del subjetivismo, y de esta manera impone el raciovitalismo.

    Ortega piensa que las dos posturas anteriores son incompletas ya que el mundo no existe sin una conciencia que los piense, lo mismo que el pensamiento no existe si no es pensamiento de algo.

    La postura de Ortega quiere ser superadora de las anteriores. El dato radical del Universo no es, pues, ni la existencia del mundo, ni la existencia del yo, sino la coexistencia del yo con el mundo. La verdad es que existo yo con mi mundo y en eso consiste la realidad radical que es mi vida, la vida de cada cual.

    Los idealistas contrapusieron a la naturaleza el espíritu. Pero este fue otro error que comenzó en la interpretación eleática del ser tratando las realidades (cuerpos o no) como si fuesen ideas, conceptos, En suma, el error del idealismo, lejos de distar del error del realismo, no es sino la misma equivocación: tratar las cosas o las ideas como identidades fijas y estables.

    Ortega propone una dura crítica a ese concepto de “ ser “, pues la vida humana, la realidad radical, es todo menos estático y fijo.

    En Ortega se ve un representante típico del fracaso de la Metafísica en nuestro siglo. Escribe Ortega “ No digamos que el hombre es, sino que vive “.

  • El concepto de vida como realidad radical

  • Al invalidar el concepto estático de ser, ya no nos sirven los conceptos tradicionales de ser y existir. Ortega supera el idealismo con el descubrimiento de la vida individual como realidad radical, y el filosofar como hecho vital, no como mera teoría. La filosofía ha de convertirse en reflexión sobre la vida, pero no entendida en sentido abstracto sino entendida de forma personal, como reflexión sobre “ mi vida “, “ nuestra vida “.

    Ahora el principal problema de la filosofía es establecer lo que es la vida y sus categorías.

    Vida para Ortega es lo que somos y lo que hacemos, es, de todas las cosas la más próxima a cada cual. No existe otra realidad más indubitable, cualquier tipo de realidad, incluso la del pensar, siempre supone de antemano otra realidad que le fundamenta: nuestra vida.

    Esta filosofía no trata de ser una mera descripción de la vida (cosa que ya había hecho la fenomenología, muy conocida por Ortega) sino que tras el concepto de vida se esconde una teoría de la realidad, un nuevo concepto de “ realidad radical “ distinto al antiguo (realista) y al moderno (idealista).

    Las categorías son las propiedades que todo ser real, simplemente por serlo trae consigo y contiene, aparte de sus demás elementos diferenciables.

    Aristóteles ofrecía diez categorías: Substancia, Cualidad, etc. Ahora bien, las categorías de las que hablaba Aristóteles estaban referidas al ser.

    Al invalidar Ortega el sentido tradicional del concepto de “ser “, base de esa filosofía, este lugar lo pasa a ocupar “ el vivir “. Por otra parte las categorías definen la vida, pero no la vida en general, no la “ otra vida “, sino que Ortega entiende por categorías de la vida “ los conceptos que expresas el vivir en su exclusiva peculiaridad “

    Las categoría o atributos que Ortega establece para la vida son las siguientes:

  • Vivir es, ante todo, encontrarse en el mundo. El mundo no es la Naturaleza como creían los antiguos, sino que es lo vivido como tal. Esta es pues la primera categoría de la vida: yo en el mundo. Tomo conciencia de mi coexistencia con el mundo o circunstancia.

  • La segunda categoría del vivir es ocuparse de algo. En ese encuentro de mi yo con el mundo me descubro haciendo algo con las cosas, y las cosas a su vez me dificultan o facilitan ese hacer. La vida por tanto es un quehacer que comprende todo tipo de actividad

  • Todo hacer es ocuparse de algo para algo. Estamos ocupados en algo gracias a una finalidad. La vida no está nunca prefijada ni prevista, es posibilidad y problema.

  • Yo decido hacer lo que hago. Nada se nos da por hecho, por eso la vida es un decidir antes que un hacer. Vida es anticipación y proyecto.

  • Si decido es porque tengo “ libertad para “, es decir puedo escoger. El poder de decisión dependerá siempre de que haya o no posibilidades frente al que tiene que decidirse.

  • Por otra parte, esas posibilidades no son en absoluto ilimitadas, para que haya decisión tiene que haber a la vez limitación relativa. Esto expresa Ortega con la categoría circunstancia. El mundo vital es esencialmente circunstancial y dentro de la circunstancia ha de decidirse el hombre asumiéndola plenamente.

  • La último categoría es la temporeidad. En la raíz misma de nuestra vida hay un atributo temporal: la vida es futurización, decidir lo que vamos a ser. Esta categoría juega un papel muy importante y a dos niveles:

    • Nivel Ontológico: la sustancia de la vida es el tiempo, el cambio, el continuo dinamismo de la perspectiva

    • Nivel Gnoseológico: toda noción referente a la vida específicamente humanan es función del tiempo histórico.

    La vida es tiempo, está anclada en el instante presente, en el ahora, pero la vida es una operación que se hace hacia delante, hacia el futuro; pero esa posibilidad de proyección hacia el futuro es posible gracias al pasado que sirve de brújula para orientarse hacia el futuro. El pasado, el presente y el futuro están comprendidos en el ahora.

  • La vida como perspectiva

  • La perspectiva es una condición gnoseológica de lo real. La estructura de lo real se nos presenta perspectivamente, desde unos puntos de vista determinados que a su vez, necesitan integrarse desde múltiples facetas o caras de la realidad.

    La verdad que el hombre puede conseguir nunca será una verdad plena, completa. El hombre a través de su conocimiento solo reflejará de la realidad un punto de vista determinado y desde una distancia concreta, o lo que es lo mismo, desde una perspectiva.

    La perspectiva a pesar de ser única e intransferible (en mi perspectiva), no aspira en modo alguno a absolutizar el mundo desde esa perspectiva, sino que como sabe precisamente que el mundo es pluralidad de perspectivas, se tendrá como un punto de vista más.

    La perspectiva individual es el único modo de apresar la realidad. Dos puntos de vista sobre la misma no pueden coincidir, pero pueden complementarse. La única forma por tanto de acercarse a la realidad del mundo, será multiplicando las perspectivas y asumiendo esa irreductible multiplicidad.

  • Razón vital - Razón histórica:

  • Ortega ha sido un filósofo encuadrado en el Vitalismo por su especial reflexión sobre la vida, sin embargo este se encuentra relativizado con la aportación del Historicismo (dilthey).

    Contra la abstracción del racionalismo y contra las interpretaciones biologistas y exclusivamente intuitivistas del vitalismo, Ortega mantiene que el conocimiento aunque siendo racional, está arraigado a la vida.

    El Raciovitalismo de Ortega consistirá en afirmar que el conocimiento es de naturaleza racional y que la vida constituye su tema central. No es pues una nueva teoría de la razón, sino simplemente el reconocimiento del hecho que la razón se halla siempre arraigada en la vida.

    El Raciovitalismo o la doctrina de la razón vital desconfiará solamente de ciertas interpretaciones dadas a la razón; Ortega no va contra la razón sino contra el racionalismo. El concepto tradicional de razón es abstracto, impreciso, utópico, si existe razón esta tendrá que ser la razón concreta.

    Ortega desconfía de la reducción de la razón a razón física, pura y mantiene que toda razón es razón - vital.

    La razón vital funciona desde el sujeto en su totalidad y nunca como un entendimiento desarraigado del sujeto. Pero además, la razón vital funciona desde el sujeto en toda su circunstancia y por tanto desde su determinada realidad social e histórica, por ello la razón vital es a la vez razón histórica porque la vida es esencialmente temporeidad.

    Vida e historia vienen a constituir en nuestro filósofo una misma cosa puesto que como el mismo afirmó: “ el hombre no tiene naturaleza sino historia “. El hombre es un ser infinitamente plástico cuya característica principal es precisamente no “ser “ nada definitivo, sino “ir siendo”, es decir la vida del hombre es historia.

  • COMPARA LA CONCEPCIÓN QUE ORTEGA TIENE DE LA FILOSOFÍA CON LA DE ARISTÓTELES.

  • El concepto orteguiano de la filosofía

    En las lecciones de “ ¿ Qué es la filosofía ¿ “, el punto central en torno al cual se mueve su pensamiento es la confirmación de que el pensar filosófico aspira al conocimiento del “ todo “, de lo que, de un modo u otro, es.

    Ortega define la filosofía como “ el conocimiento del Universo o de todo cuanto hay “ (obsérvese que no dice todo lo que existe, sino todo lo que hay y esa matización se debe a que haber es más amplio que existir).

    El filósofo se sitúa ante su objeto en una actitud distinta a la de cualquier otro pensador: ignora cuál es su objeto (que es “ lo que hay “) y si este es cognoscible.

    La filosofía no nace por razón de utilidad, pero tampoco por capricho. La filosofía es “ constitutivamente necesaria al intelecto “ y tiene como nota radical el afán de buscar la verdad del todo como tal.

    Este deseo de conocer es común a todas las épocas de la filosofía porque es una actitud natural y espontánea de la mente humana. Las diferencias entre los filósofos surgen cuando interpretan la realidad de ese Universo:

    • Para el Mundo griego la realidad indudable era el ser cósmico, el cosmos

    • Para los idealistas la conciencia, la subjetividad.

    Para Ortega la realidad radical es “ mi vida “, la vida de cada cual. Este concepto de “ vida “ será tan novedoso que implica un nuevo concepto de ser y un nuevo concepto de realidad, la cual implica a su vez una reforma radical de la filosofía.

    Concepto de filosofía para Aristóteles.

    Según Aristóteles, la sabiduría es una ciencia sobre ciertos principios y causas. Y, puesto que buscamos esta ciencia, lo que deberíamos indagar es qué causas y principios es ciencia la sabiduría.

    Y, entre las ciencias, pensamos que es más Sabiduría la que se elige por sí misma y por saber, que la que se busca a causa de sus resultados, y que la destinada a mandar es más Sabiduría que la subordinada.

    El conocimiento más difícil para los hombres es el de las cosas más universales (pues son las más alejadas de los sentidos).

    Las ciencias son tanto más exactas cuanto más directamente se ocupan de los principios.

    La ciencia que considera las causas es también más capaz de enseñar (pues enseñan verdaderamente lo que dicen las causas acerca de cada cosa.

    La sabiduría es la ciencia que busca lo más escible, y esto son los primeros principios y las causas (pues mediante ellos y a partir de ellos se conocen las demás cosas, no ellos a través de lo que les está sujeto).

    Es la más digna de mandar la que conoce el fin por el que debe hacerse cada cosa.

    Según Aristóteles, los hombres desde tiempos pasados buscaban el saber por saber, sin ningún interés, estos lo hacían porque querían, y disfrutaban de ello. Según él el más feliz es aquel que puede tirarse toda una vida dedicada a contemplar, sin necesidad de comer.

    La felicidad es el fin de todo lo humano. La felicidad no es un modo de ser, pues de otra manera podría pertenecer al hombre que pasará la vida durmiendo o viviera como una planta, o al hombre que sufriera las mayores desgracias.

    La felicidad se ha de colocar entre las cosas por sí mismas deseables y no por causa de otra cosa, la felicidad se basta a sí misma, y las actividades que se escogen por sí mismas son aquellas de las cuales no se busca nada fuera de la misma actividad. Tales parecen ser las acciones de acuerdo con la virtud.

    La actividad más preferible para el hombre será la que está de acuerdo con su propio modo de ser, y para el hombre bueno será la actividad de acuerdo con la virtud.

    La felicidad no está en la diversión, pues sería absurdo que el fin del hombre fuera la diversión y que el hombre se afanara y padeciera toda la vida por causa de la diversión.

    La vida feliz se considera que es la vida conforme a la virtud y esta vida tiene lugar en el esfuerzo.

    La felicidad está en actividades conforme a la virtud.

  • La condición raciovitalista del hombre en ortega y la concepción naturalista y teológica del hombre en Aristóteles . Diferencias

  • La ética Aristotélica El alma humana

    • El hombre es para Aristóteles un compuesto substancial de cuerpo y alma El alma es la forma substancial del cuerpo. En este sentido ella es ente- lequia del cuerpo. Entelequia quiere decir «realiza­ción cumplida de la potencia» (Mct. 1050a 23). En este sentido el alma es aquello que organiza y dirige hacia su cumplida realización, de manera unitaria, las diversas partes y funciones del ser vivo. En el alma humana se encuentra una parte vegetativa y otra sensitiva (propias de las plantas y animales). Pero en el hombre el alma racional unifica a las de­más, sin por ello anularlas.

    ORTEGA .El punto de vista la perspectiva.

    Todo ser humano nace y vive en un mundo concreto que limita y condiciona sus posibilidades intelectuales, morales, educativas etc Todos conocemos las cosas desde nuestra personal situación y a través de un punto de vista, el nuestro, no coincidente con el de los demás En efecto «La realidad no puede ser contemplada sino desde el punto de vista que cada uno ocupa, fatalmente, en el universo» Esto quiere decir

  • LA ALINEACIÓN POR EL TRABAJO EN MARX y LA ALINEACIÓN DE LA VIDA PERSONAL POR LA GENTE EN ORTEGA . DIFERENCIAS.

  • La alienación en el trabajo se produce porque el hombre no goza con el producto de su trabajo. En tanto que el hombre trabaja, va creando de si lo mejor que tiene, va creando un mundo extraño y poderoso, mientras que él, por el contrario, va empobreciéndose en sus cualidades. La creatividad va a consistir fundamentalmente en la donación a la materia, por parte del trabajador, de sus mejores cualidades humanas. El conjunto de todas estas cualidades, sobreañadido a la estricta ma­terialidad, determinará el valor del objeto y también la alienación del sujeto. Así aparece en el ciencia económica el concepto de plus­valía. De ahí que el objeto resultante del tra­bajo y del esfuerzo humano, al mismo tiempo que tiene el valor de la materia, tiene el valor de plusvalía, que, según el pensamiento marxista, ha sido «colocado ahí» por el esfuerzo del trabajador. El capitalista será quien se aproveche de esa plusvalía, cuando en rigor tal valor añadido correspondería al trabaja­dor.

  • ¿QUÉ RECHAZA Y QUÉ ACEPTA ORTEGA DEL VITALISMO Y DEL RACIONALISMO?

  • Ortega se ha enfrentado con el pasado de la tradición en su afán por innovar la filosofía.

    Superar el pasado filosófico implica:

  • Conocerlo, asimilarlo y conservarlo

  • Añadir conceptos nuevos que expliquen los antiguos (ej. Concepto de ser y realidad).

  • Ortega dividió la historia del pensamiento en dos grandes periodos: EL Realismo (desde el siglo V hasta el siglo XVII) y el Idealismo (desde Descartes hasta comienzos del siglo XX).

    Ambas posturas son incompletas para nuestro autor por lo que era necesaria una crítica:

    • Para los filósofos realistas lo que realmente existía era el mundo cósmico donde el hombre es una cosa más en ese mundo. Esta posición se puede considerar como la posición naturalista de la conciencia. Esta razón realista o naturalista sirve siempre y cuando su objeto de conocimiento sea cosa (ej. El movimiento de los astros), pero no en el momento en que aborda el tema de la vida humana. Para Ortega el hombre no es una cosa, es falso hablar de la “ naturaleza humana “, ya que la vida humana no es un objeto: “ el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia “.

    • Para los filósofos idealistas la existencia de ese mundo se volvió problemática. Lo único problemático es mi pensamiento y como mi yo es donde se apoya, lo único indubitable es él yo; el mundo aparece como posible creación mía. Ortega señala que el error del idealismo fue convertirse en subjetivismo al señalar que las cosas dependen de que yo las piense, de mi subjetividad.

    En parte Ortega aceptó la tesis idealista que sostiene que soy yo quien piensa las cosas y en ese sentido las cosas dependen de mí (ej. El idealismo Trascendental de Kant), pero no aceptó la reducción de las cosas a meros contenidos de mi conciencia. Cuando yo pienso me doy cuenta de dos realidades distintas pero relacionadas: que yo pienso y lo pensado, lo cual lo concibo como algo diferente a mí. Esto le permite escapar del subjetivismo, y de esta manera impone el raciovitalismo.

    Ortega piensa que las dos posturas anteriores son incompletas ya que el mundo no existe sin una conciencia que los piense, lo mismo que el pensamiento no existe si no es pensamiento de algo.

    La postura de Ortega quiere ser superadora de las anteriores. El dato radical del Universo no es, pues, ni la existencia del mundo, ni la existencia del yo, sino la coexistencia del yo con el mundo. La verdad es que existo yo con mi mundo y en eso consiste la realidad radical que es mi vida, la vida de cada cual.

    Los idealistas contrapusieron a la naturaleza el espíritu. Pero este fue otro error que comenzó en la interpretación eleática del ser tratando las realidades (cuerpos o no) como si fuesen ideas, conceptos, En suma, el error del idealismo, lejos de distar del error del realismo, no es sino la misma equivocación: tratar las cosas o las ideas como identidades fijas y estables.

    Ortega propone una dura crítica a ese concepto de “ ser “, pues la vida humana, la realidad radical, es todo menos estático y fijo.

    En Ortega se ve un representante típico del fracaso de la Metafísica en nuestro siglo. Escribe Ortega “ No digamos que el hombre es, sino que vive “.

  • LA CONCEPCIÓN DE VIDA EN ORTEGA Y EN NIETZSCHE.

  • Vida para Ortega:

    Para Ortega la realidad radical es “mi vida”, la vida de cada cual. Este concepto de “vida” será tan novedoso que implica un nuevo concepto de ser y un nuevo concepto de realidad, la cual implica a su vez una reforma radical de su filosofía.

    Ortega supera el idealismo con el descubrimiento de la vida individual como realidad radical, y el filosofar como hecho vital, no como mera teoría.

    Vida para Ortega es lo que somos y lo que hacemos, es, de todas las cosas la más próxima a cada cual. No existe otra realidad más indubitable, cualquiera, incluso la del pensar, siempre supone de antemano otra realidad que le fundamenta: nuestra vida.

    Esta filosofía no trata de ser una mera descripción de la vida sino que tras el concepto de vida se esconde una teoría de la realidad, un nuevo concepto de “realidad radical” distinto al antiguo (realista) y al moderno (idealista).

    Vida para Nietzsche:

    Nietzsche considera que lo real es la vida. Esta es la realmente real paradojando a Platón.

    Tal elemento tiene una consideración biológica, no metafísica.

    La vida es inexpresable e inabarcable y por tanto no reducible a objetos de la ciencia. Por esta razón es también incognoscible en cuanto que no admite distinción entre sujeto- objeto de conocimiento. Sólo es realizable por aquel que llega a comprender tal acontecimiento.

    Pero la vida es al menos intuible, se trata de una intuición estética sólo alcanzable por el artista. De aquí que Nietzsche sustituya el filósofo por el artista, ya que sólo a través del ejercicio lúdico de su actividad (arte) puede alcanzar cierta comprensión de lo vital. La tarea del artista es desenmascarar toda aquello que tradicionalmente ha venido ocultando a la vida.

    Establece dos categorías del arte:

    • Lo apolíneo: ordenado, coherente, racional, proporcionado, bello.

    • Lo dionisíaco: símbolo de la ebriedad, el desorden y la desmesura.

    De esta manera se reconoce el enfrentamiento entre lo estético trágico frente a lo estético bello. Nietzsche llegará a pensar que Apolo mismo no es nada más que Dionisios disfrazado.

    El autoengaño racional a que la vida se somete sólo es rasgado por medio de la música y tragedia. Fue la admiración que sintió en su primera época por Schopenhauer y Wagner lo que le llevó a tal consideración.

  • EXPLICA QUE PAPEL DESEMPEÑA LA CIRCUNSTANCIA EN LA FILOSOFÍA DE ORTEGA.

  • Ortega expresa con la categoría de circunstancia esas posibilidades que tiene el hombre para decidir en cuanto que tiene libertad para ello, esas posibilidades no son en absoluto ilimitadas, para que haya decisión tiene que haber a la vez limitación relativa. El mundo vital es esencialmente circunstancial y dentro de la circunstancia ha de decidirse el hombre asumiéndola plenamente. Así dice Ortega: “No soy totalmente libre, estoy limitado por mi circunstancia vital”.

  • SU OBRA:

  • Ortega y Gasset es una de las figuras cumbres de la intelectualidad española del presente siglo. Con su labor divulgadora de las principales culturales del momento y con su propio pensamiento personal, definido, si no por la objetividad, si por el rigor y elegancia de su exposición y por su sugestiva originalidad, Ortega se presenta como uno de los hombres que más han contribuido a la renovación del panorama español. También ha contribuido en la formación del lenguaje castellano con la aportación de más de tres mil términos, muchos de ellos recuperados del Quijote, términos que estaban en desuso.

    Dentro de un estilo caracterizado por la claridad y la belleza formal, así como por el empleo constante y siempre adecuado de la metáfora, que lo presenta no solo como un feliz recurso literario sino también como un eficaz recurso para facilitar la comprensión de las ideas expuestas. La amplia producción ensayista de Ortega incluye una amplia multiplicidad de tema, de las que constituyen un ejemplo representativo de ocho volúmenes de artículos que sobre un sinfín de materias aparecen reunidos en su libro “El Espectador”. Sus obras tratan sobre todo de tres temas principales: la historia, la estética literaria y artística y la filosofía.

    Al primer campo pertenecen dos ensayos relativos a España y a Europa: España invertebrada (1921) y La rebelión de las masas (1930) en las que se ponen de relieve el espíritu elitista de Ortega y su desconfianza frente a la gran masa del pueblo, al señalar que la razón de la crisis española y europea se halla en “la carencia de minorías egregias” y en “el imperio imperturbado de las masas”.

    En el terreno de la estética se incluye “La Deshumanización del Arte” (1925), en la que Ortega analiza el arte nacido a raíz del primer conflicto mundial y elogia sus notas definitorias (deshumanización o antisementalismo; tendencia a la estilizaron deformadora y fuga de la realidad; carácter lúdico; y configuración como arte de minorías)

    En el campo de la filosofía, “El tema de nuestro tiempo” (1925), representa una aportación trascendental al pensamiento occidental del siglo XX. En esta obra, además de exponer la teoría del perspectivismo según la cual todas las concepciones del mundo son igualmente validas pues la verdad es subjetiva y depende del enfoque desde el que se examinen las cosas, se rompe con él “yo” y la “razón vital” y la relación del “yo” con su circunstancia como realidad radical del hombre.

    La idea del principio en Leibniz, es la mas extensa y densa de cuantas escribió Ortega, y ocupa un puesto central de su producción filosófica. El tema de esta obra es el examen de los modos de pensar que en la tradición filosófica y científica se vienen practicando.

    “Toda filosofía innovadora descubre su nueva idea del ser gracias a que antes ha descubierto una nueva idea de Pensar, es decir, un nuevo método intelectual antes desconocido”. Mediante su análisis critico esclarece las cuestiones más radicales -que es principio, que es verdad, que es teoría- en la historia del pensamiento filosófico occidental.

    Su fama internacional se ha debido sobre todo a su libro: La rebelión de las masas, tal rebelión estriba en el rechazo de toda norma superior, en especial el respeto por las elites y el desprecio por la inteligencia. Se rechaza así la guía ejemplar de los mejores y se pierde en las masas toda noción del deber y de servicio. Además no se ofrece nada alternativo porque es una “mera negación, que oculta un efectivo parasitismo. El hombre-masa está aún viviendo precisamente de lo que niega y otros construyeron o acumularon.”

  • IDEAS PRINCIPALES DE ORTEGA .

  • 1.— Las filosofías interpretan las cosas y la realidad desde puntos de vista no idénticos. Unas se proponen conocer lo que las cosas «son» y por qué «son»: otras atienden a lo que «valen», otras a lo que significan para la «conciencia», otras las interpretan por sus fines, etc. Ortega insiste en que la filosofía debe caracterizarse por entender que el yo es vida, antes que pensamiento o cualquier otra cosa. Esto supone que ni las cosas son inde­pendientes de mí, ni se pueden reducir a lo que yo quiera hacer de ellas.

    2.— Vivir significa «coexistir», esto es, damos cuenta de que no estamos solos, que dependemos de las cosas y de los demás. Esto nos obli­ga a reconocer nuestra falta de suficiencia y, por tanto, nuestra coexisten­cia. Coexistencia que no estática, sino dinámica, en cuanto que el yo actúa en las cosas y las cosas en el yo. Pero esto se realiza en virtud de que soy, antes que nada, vida.

    3.— La vida no puede reducirse a lo que somos, aunque su parte biológica es el fundamento de todo lo demás. Pero, en la vida humana, lo biológico no es suficiente: ella es, sobre todo, lo que hacemos. La vida, por tanto, consiste en nuestras vivencias, en lo que en cada momento rea­lizamos, en lo que nos proponemos, en lo que nos va pasando. Eso supo­ne que la vida consiste en sentirse vivir, en percibirla como proyecto que se va realizando por la convivencia con las cosas y los otros, que no per­tenecen a mi propio ser.

    4.— Como proyecto, la vida es, lo inacabado, lo que no está hecho, lo que todavía no nos ha llegado y nos está llegando a cada momento. Es lo imprevisto. En este sentido es el futuro. A su vez, es decisión para ir proyectando nuestra propia libertad y resolviendo los problemas de cada momento. Es, en consecuencia, lo que queremos ser.

  • RESUMEN DEL TEXTO DE ORTEGA: ¿QUÉ ES FILOSOFÍA?. (PÁG 258- 266).

  • LECCIÓN X.

    Ortega expone que ha encontrado una nueva realidad radical distinta de las expuestas anteriormente, esta nueva realidad es la vida.

    • La realidad de la vida.

    Ser significa vivir, por tanto intimidad consigo y con las cosas. La existencia de las cosas como existencia independiente de mí problemática, por esto abandona la tesis realista de los antiguos.

    Para Ortega la existencia de las cosas es dependiente de mí, es mi pensarlas; esta es la porción firme de la tesis idealista.

    Niega la segunda tesis ya que dice que las cosas dependen de mí, son pensamientos en el sentido de que son contenidos de mi conciencia, de mí pensar, estados de mi yo. Para Ortega esto es un contrasentido.

    El idealismo afirma: existe sólo pensamiento, sujeto, yo. Pero Ortega dice que si existe sujeto, existe objeto, si existo yo que pienso, existe el mundo que pienso. Por tanto la verdad radical es la coexistencia de mí con el mundo.

    Existir es primordialmente coexistir -es ver yo algo que no soy yo, amar yo a otro ser, sufrir yo de las cosas.

    • El ser indigente.

    El único ser indubitable que hallamos es la interdependencia del yo y las cosas -las cosas son lo que son para mí, y yo soy el que sufre de las cosas-, por lo tanto, el ser indubitable es, no el suficiente, sino “el ser indigente”.

    Se da cuenta que lo que decía anteriormente de que la verdad radical es la coexistencia de mi con el mundo es incorrecto, ya que el mundo es lo que está siendo para mí, en dinámico ser frente y contra mí, y yo soy el que actúo sobre él.

    Esta realidad que consiste en que yo vea un mundo, lo piense, lo ame, etc., es lo que se denomina “vivir”, “mi vida”, “nuestra vida”.

    • ¿Qué es vivir?.

    En este apartado establece la búsqueda hacia el significado de la palabra “vivir”.

    En esta búsqueda no lo quiere definir con términos biológicos, ya que mi vida no es lo que pasa en mis células como no lo es lo que pasa en mis astros. La vida es lo que somos y lo que hacemos, es pues de todas las cosas la más próxima a cada cual.

    Los atributos de la vida.

  • Vivir es sentirse vivir, es tener conciencia de lo que se vive. Nada de lo que hacemos sería nuestra vida si no nos diésemos cuenta de ello. Todo vivir es vivirse.

  • Decimos “nuestra vida” porque, además de ser ella nos damos cuenta de que es y de es tal como es.

    Al percibirnos y sentirnos tomamos posesión de nosotros y este asistir perpetuo y radical a cuanto hacemos y somos diferencia el vivir de todo lo demás.

    Hace en este apartado una aclaración del “loco” que no se sabe a sí mismo, no se pertenece, no se siente consciente. No se siente poseído para sí, es igual que la alienación.

  • Vivir es encontrarse en el mundo: El mundo es lo que nos afecta. Y vivir es hallarse cada cual a sí mismo en un ámbito de temas, de asuntos que le afectan.

  • Así, la vida se encuentra a sí misma a la vez que descubre el mundo. No hay vivir si no es en un orbe lleno de otras cosas, sean objetos o criaturas; es ver cosas y escenas, amarlas u odiarlas, desearlas o temerlas. Todo vivir es ocuparse con lo otro que no es uno mismo, “todo vivir es convivir con una circunstancia”.

    Nuestra vida, no es sólo nuestra persona sino que de ella forma parte nuestro mundo. Lo que nuestra vida sea depende tanto de lo que sea nuestra persona como de lo que sea nuestro mundo.

    Vivir es hallarse frente al mundo, con el mundo, dentro del mundo, sumergido en su tráfago, en sus problemas, en su trama azarosa. Pero también viceversa: ese mundo, al componerse sólo de lo que nos afecta a cada cual, es inseparable de nosotros. Nacemos junto con él.

    c) La vida es lo imprevisto: La segunda categoría del vivir es ocuparse de algo. En ese encuentro de mi yo con el mundo me descubro haciendo algo con las cosas, y las cosas a su vez me dificultan o facilitan ese hacer. La vida por tanto es un quehacer que comprende todo tipo de actividad

    Todo hacer es ocuparse de algo para algo. Estamos ocupados en algo gracias a una finalidad. La vida no está nunca prefijada ni prevista, es posibilidad y problema.

    Yo decido hacer lo que hago. Nada se nos da por hecho, por eso la vida es un decidir antes que un hacer. Vida es anticipación y proyecto.

    Si decido es porque tengo “ libertad para “, es decir puedo escoger. El poder de decisión dependerá siempre de que haya o no posibilidades frente a las que tiene que decidirse.

  • La vida es decisión y problema personal: la vida es un problema que necesitamos resolver sin que quepa transferir la solución a otro ser, quiere decirse que no es nunca un problema resuelto, sino que, en todo instante, nos sentimos como forzados a elegir entre varias posibilidades.

  • Somos arrojados a la vida para fabricarla. Nuestra vida es nuestro ser, pero este ser no está predeterminado, sino que necesitamos decidirlo nosotros, tenemos que decidir lo que vamos a ser.

    Conclusión: vivir es decidir lo que vamos a ser. Vivir es lo que decidimos ser o decidimos hacer en el mundo.

    Si nuestra vida es decidir lo que vamos a ser, quiere decirse que en la raíz misma de nuestra vida hay un atributo temporal: decidir lo que vamos a ser, por tanto, el futuro.

    La vida es futurición, es lo que aún no es.




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    Enviado por:Alberto
    Idioma: castellano
    País: España

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