Literatura


Novela española a partir de 1939


TEMA 8

LA NOVELA ESPAÑOLA A PARTIR DE 1939

1. CONTEXTO HISTÓRICO

Después de la Segunda Guerra Mundial los EEUU y la URSS pasaron de ser aliados a enemigos con el fin de extender su hegemonía naciendo así un poder bipolar que alumbraría un nuevo orden mundial, presidido por la “Guerra fría”. Estos enfrentamientos fueron la causa de la división de Europa en dos bloques -occidental y oriental-, así como de los innumerables conflictos que estallaron en los años 50 en Corea, Vietnam, África.

La reconstrucción económica de las naciones europeas occidentales -excluida España por su régimen dictatorial- se llevó a cabo de acuerdo con el “Plan Marshall” diseñado por los EEUU. A dicha recuperación contribuyó el Tratado de Roma 1957 que sentó las bases de la UE. La desaparición del bloque soviético reforzó la hegemonía de los EEUU.

En nuestro país, el final de la Guerra Civil abre paso a la dictadura del General Franco hasta 1975. La Guerra Fría va a servir para que Franco refuerce su posición en el exterior.

La puesta en marcha de un “Plan de estabilización” supone la industrialización del país, la apertura a la inversión extranjera, el fomento del turismo y la emigración del campo a las grandes ciudades.

La muerte de Franco supuso el fin de la dictadura. Restaurada la monarquía con el rey Juan Carlos I España busca una salida democrática. Se inicia el periodo de la transición, en el que se consiguió pasar pacíficamente del autoritarismo a la democracia. España sufrió los embates de una prolongada crisis económica, la actividad violenta de organizaciones terroristas y la tentativa de un golpe de estado instigado por los restos del franquismo. Ingresamos en la UE y en la OTAN, se incorpora a la escena internacional y se moderniza.

2. TENDENCIAS

1. La novela existencial

2. El realismo social

3. Nuevos procedimientos narrativos

4. La novela de los 70

3. DÉCADA DE LOS 40. LA NOVELA DE POSGUERRA

3.1 Características

La narrativa más importante de la década está representada por la novela existencial. Hay dos temas: la incertidumbre de la existencia y la dificultad de comunicación entre los hombres. Los personajes tienen conductas violentas y sus vidas de desenvuelven en ambientes urbanos. La mayoría están concebidas como reconstrucción del pasado de los personajes. El espacio tiende a la reducción- prisiones, hospitales- y el tiempo también se comprime- horas, días-. Los personajes imponen el uso del lenguaje coloquial.

3.2 Autores

Camilo José Cela desempeña un papel decisivo en el resurgir de la novela de posguerra con “La familia de Pascual Duarte” calificada de tremendista por la violencia acumulada en sus páginas es un prototipo de la narrativa existencial. “La colmena” es la novela que lo consagra como novelista. Nos ofrece una visión caleidoscópica de la sociedad española de posguerra. La prosa de Cela se distingue por la riqueza de su léxico y la singularidad de su estilo acerado.

Miguel Delibes en su obra narrativa, que tiene como marco Castilla y sus gentes, se advierte una evolución. Una de sus obras más tempranas “La sombra del ciprés es alargada” está escrita en la corriente de la narrativa existencial. En “El camino” los aspectos sociales cobran más importancia. “Cinco horas con Mario” es una novela formalmente muy novedosa y donde la critica social adquiere un grado extremo.

Carmen Laforet autora de “Nada” primer premio Nadal de novela, que en el momento de su publicación causó un gran impacto.

Torrente Ballester hace su aparición al margen de la literatura existencial cuya obra difícilmente clasificable experimenta con el tiempo una gran evolución. “La saga/fuga de J.B.” se puede incluir dentro de la novela estructural. Se trata de una novela fantástica y a la vez intelectual que recrea la historia de una imaginaria quinta capital gallega.

4. LOS AÑOS 50. EL REALISMO SOCIAL.

4.1. Características

Se entiende por realismo social la tendencia representada por los narradores de la Generación del medio siglo, cuyo propósito es dar testimonio de las condiciones de vida de los españoles bajo la dictadura.

Cabe diferenciar dos orientaciones estéticas: la objetivista-que refleja en las novelas el comportamiento externo y las palabras de los personajes, nos presenta la novela como si fuera un documento, y la del realismo crítico-que proyecta su ideología sobre los personajes y hace más explícita la denuncia social.

La estructura del relato es lineal. Las descripciones son poco abundantes pero tienen un papel predominante en la presentación de los ambientes. La acción se desarrolla en un corto espacio de tiempo. En muchas de estas novelas aparecen personajes colectivos, junto a este personaje hay uno representando al colectivo social. El diálogo ocupa un papel dominante.

4.2. Narradores objetivistas

Rafael Sánchez Ferlosio es autor de tres novelas “Industrias y andanzas de Alfanhuí”,El Jarama” y “El testamento de Yarfoz”.

Ignacio Aldecoa escribió “El fulgor y la sangre”.

Carmen Martín Gaite aborda en sus novelas el problema de la inserción del individuo en la sociedad y el problema de la incomunicación. Su novela “Entre visillos”.

4.3. Narradores del realismo crítico

Juan Goytisolo: “la isla”, “Juan sin tierra”.

Juan Marsé: “Encerrados con un solo juguete”.

Ana María Matute constituye por sí misma una tendencia narrativa la del realismo lírico, “Pequeño teatro”.

5. LOS AÑOS 60. LA NOVELA ESTRUCTURAL.

5.1. Los nuevos procedimientos narrativos

5.1.1 Los grandes innovadores

Se produce un importante giro en la narrativa que supone una drástica renovación de fondo y forma. Contribuyen el nacimiento de la novela hispanoamericana, el conocimiento de la narrativa extranjera y la voluntad de renovar el lenguaje. Como resultado aparece la novela estructural.

5.1.2 Su influencia en la novela española

Procedimientos de estructuración: la novela se organiza en secuencias separadas por espacios en blanco, no por capítulos. El argumento se relega a un segundo plano y en él se da caída a lo fantástico y lo onírico.

Punto de vista: las historias se suceden según la técnica del contrapunto. Cuando los personajes son numerosos, se acude a la técnica caleidoscópica.

Diálogos y monólogos: pierde peso el diálogo a favor del estilo indirecto libre y del monólogo interior que permite al lector abismarse en la conciencia íntima del personaje.

Las descripciones: son a través de los monólogos internos.

Personajes: reciben un tratamiento individualizado, tienen una personalidad problemática y buscan su identidad. Fracasan.

Renovación estilística: hay constantes saltos temporales del presente al pasado (flash back) justificados por la necesidad de recuperar la memoria. El relato comienza de manera abrupta (in medias res) y tiene un final abierto a una hipotética continuación. El lenguaje incorpora todos los registros del habla y parodia textos de diversa procedencia.

La nueva novela y el lector: el lector va a leer para información y conocimiento.

5.2. Los nuevos caminos

5.2.1 Luis Martín Santos: escribe “Tiempo de silencio” una novela que atiende al modelo de la novela estructural. Su estilo lindo con un barroquismo contrapesado puntualmente por la ironía, la parodia y el esperpentismo. Es una novela que apunta directa y despiadadamente a la alineación y frustración que sufre el hombre contemporáneo.

6. LOS AÑOS 70.

6.1. Características

Surge una nueva promoción de narradores que se suman al proceso de renovación emprendido por la novela estructural. Estos narradores siguen experimentando con las posibilidades del lenguaje de la novela en dirección de alterar sus elementos constitutivos, al punto de desembocar en lo que se llama “antinovela”

6.2. Autores

Francisco Umbral: “las ninfas”

Manuel Vicent: “El anarquista coronado de adelfas”

Manuel Vázquez Montalbán: “Yo maté a Kennedy”

Eduardo Mendoza: “La verdad sobre el caso Savolta”

Juan José Millás:Papel mojado

Javier Marías: “Corazón tan blanco”

7. LOS ÚLTIMOS NARRADORES DEL SIGLO XX

En el contexto de lo que se denomina la era posmoderna los narradores que empiezan a publicar a partir de los años 80 continúan el camino abierto por los anteriores y cada uno de ellos sigue una trayectoria individual. Se alejan de las tentativas experimentales, volviendo a la forma tradicional de narrar, al realismo. Lo que se percibe en este panorama de la narrativa española es una amalgama de tendencias y géneros en torno a diversos temas.

José Luis Sampedro: “Octubre, Octubre”

Álvaro Pombo: “El metro de platino iridiado”

Adelaida García Morales: “El sur”

Soledad Puértolas: “Queda la noche”

Luis Landero:Juegos de la edad tardía”

Arturo Pérez Reverte: “El club Dumas”

Antonio Muñoz Molina: “El jinete polaco”, “Sefarad”

Almudena Grandes:Las edades de Lulú”

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Enviado por:EnAnA
Idioma: castellano
País: España

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