Arte


Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid)


INTRODUCCIÓN: La sociedad y el arte del siglo XX

Si la contemplación de cualquier obra de arte requiere cierto esfuerzo por parte del espectador, esa dificultad se ve aumentada al contemplar el arte de nuestro tiempo.

En otros momentos históricos la sociedad se identificó más fácilmente con las manifestaciones artísticas de su época. El siglo XX es tan complejo y tan disperso que la comprensión de los fenómenos artísticos resulta aún más difícil. Nuestro mundo se ha visto desbordado por unos sucesos vertiginosos acaecidos en un espacio temporalmente corto. Progreso, industrialización, avances tecnológicos, ideológicos, guerras, sustitución de la escala de valores tradicionales, etc. Todo ha sucedido de forma tan acelerada que su análisis y su asimilación no han sido sencillos. Por ello las reacciones por parte de la sociedad han sido también diversas y rápidas; dentro de este contesto debemos situar al arte surgido a su vez como solución, alternativa, reacción o simple reflejo de todos estos procesos.

Es frecuente que escuchemos en medios de opinión que el arte está en crisis, aplicando el termino "crisis” como un matiz peyorativo, cuando en realidad no es exactamente así. Todos los estilos artísticos a lo largo de la Historia, el Renacimiento, el Barroco,... “entraron en crisis” en un momento determinado y las innovaciones o cambios propuestos como alternativas tuvieron, como ocurre hoy, sus detractores.

El Impresionismo, cuyas imágenes actualmente nos resultan tan familiares, causó estupor entre sus contemporáneos que sólo acertaban a ver manchas de color; o el caso de Van Gogh, tan incomprendido en su corta vida y en su arte: paradójicamente hoy es un clásico de la pintura. Crisis no supone, por tanto, deterioro o pérdida de calidad o autenticidad, sino revisión de los planteamientos estéticos ya agotados.

La misma falta de perspectiva que la sociedad puede manifestar en un momento determinado para comprender en su totalidad un fenómeno político o social cuando está inmersa en él, es aplicable al arte que le es coetáneo e innovador. La falta de “comprensión” que sufrió el Greco en el siglo XVI, o los impresionistas del siglo XIX, es la que en muchos casos sufren los artistas contemporáneos. Estamos tan implicados y reflejados en el arte actual que la falta de distancia en el tiempo nos impide ser objetivos ante situaciones artísticas que se desarrollan tan rápidamente como los acontecimientos que las inspiran.

A ello se añade el lastre que arrastramos en cuanto a educación estética se refiere y que dificulta, en cierto modo, una mentalidad abierta, al margen de los gustos personales, que nos permita reconocer los valores auténticos, en un momento en el que las artes visuales atraviesan un período muy especial. No podemos enfrentarnos al arte contemporáneo con los esquemas ni las formas de análisis que utilizamos para el arte del pasado: “pincelada suelta” o “paleta cálida” constituyen un lenguaje que se adapta bien a Velázquez o a los

pintores de la escuela veneciana del siglo XVI, pero no tiene sentido ante “Las señoritas de Avignon” de Picasso o ante un cuadro de Piet Mondrian. Los parámetros habituales no son aplicables al arte contemporáneo y nuestro contacto con él debe producirse con una mentalidad y una actitud distintas, como distinta es la disposición de nuestro ánimo y de nuestros oídos según tengamos previsto escuchar a Mozart o a los Beatles.

Una buena solución sería que desde momentos tempranos nos habituáramos a los lenguajes artísticos. Si lo pensamos detenidamente, numerosas imágenes, músicas o elementos publicitarios podrían resultarnos más chocantes que muchas propuestas artísticas de nuestra época, y sin embargo las aceptamos con mayor naturalidad porque televisión, radio y vallas publicitarias nos han acompañado desde nuestra infancia y nos han familiarizado con sus “mensajes”; mientras que el arte nos parece algo más propio de museos que de nuestra vida diaria. Las obras modernas suscitan nuestra incomprensión porque, en una sociedad eminentemente consumista, no le encontramos utilidad o función. Si un retablo gótico cumple su función en el ábside de un templo, que a su vez posee también una utilidad religiosa, o una fuente de espléndidas esculturas barrocas se integra en el urbanismo, ¿por qué no ha de ocurrir lo mismo con un mural de autor contemporáneo en un aeropuerto o con la arquitectura de un estadio olímpico?.

El artista no va necesariamente por delante de la sociedad, sino que esta inmerso en ella, se impregna y la refleja, es su espejo. Las transformaciones del arte actual son paralelas a las que acontecen en nuestra civilización; por lo tanto es lógico que el artista se “inspire” en la industria, en la ciencia, en la psicología, en la técnica y en todo lo que le rodea: no puede crear al margen de lo que ve y siente a su alrededor. Su entorno que es el nuestro, está saturado de elementos artificiales producidos por la industria, la maquina y la tecnología. El artista está reflejando, en definitiva, un mundo de carrocerías, plásticos, luces, telas metálicas, hormigón, chatarra y vidrio. La contemplación de sus obras no debe llevarnos a esbozar una sonrisa irónica, sino más bien a reflexionar sobre nuestro mundo como ellos, los artistas, han hecho al crear.

EL MUSEO Y SU HISTORIA

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Los objetivos de esta institución son promover el conocimiento y el acceso del público al arte moderno y contemporáneo en sus diversas manifestaciones, así como favorecer la comunicación social de las artes plásticas. La colección del museo se centra en los artistas españoles del siglo XX y en los artistas y movimientos internacionales que mantienen vinculaciones y correspondencias con aquéllos.

En 1980 acometió la restauración y remodelación del edificio del antiguo Hospital General de Madrid, que había sido adquirido en 1977 por el Estado y declarado Monumento Histórico Artístico. Proyectada e iniciada su construcción por José de Hermosílla y luego, con Carlos III, por Francisco Sabatini, albergo hasta 1965 el Hospital Provincial de Madrid, también conocido como el Hospital de San Carlos. De las obras de acondicionamiento se encargó primero el arquitecto Carlos Fernández Cuenca y desde Julio de 1980 Antonio Fernández Alba. Abierto al público en 1986, como Centro de arte Reina Sofía con el fin de desarrollar un amplio programa de exposiciones temporales, en 1988 se constituyó por real decreto como Museo Nacional. Son sus órganos rectores el patronato y el consejo asesor.

El museo cuenta con un completo centro de documentación, accesible al público desde Noviembre de 1990 y que con sus 80.000 volúmenes representa la biblioteca más extensa de España entre las especializadas en el arte contemporáneo.

Desde 1989 acoge las muestras del Centro Nacional de Exposiciones del Ministerio de Cultura, entre las que cabe mencionar: Referencias. Un encuentro artístico en el tiempo (Eduardo Chillida, Antonio Saura, Antoni Tapies); Miró, escultor (1986)Cy Twombly 1987; Colección Sonnabend (1988); Art Minimal en la colección Patsy y Raymond Nashes (1988); Lucio Muñoz (1988); Philip Guston (1989); Gustavo Torner (1991); André Breton (1991); y cuatro direcciones: Fotografía Contemporánea Española, ciclos de cine y conciertos de música.

La subdirección se encarga de dirigir la elaboración del inventario y el catálogo de ola colección del museo, así como de realizar los planes de actuación para la conservación de las obras y los programas de investigación y perfeccionamiento profesional del personal científico del museo. Los departamentos sectoriales confeccionan el inventario y el catálogo de fondos y atienden a su conservación, llevan a cabo investigaciones, emiten los informes científicos que le son solicitados y organizan o colaboran en la realización de exposiciones temporales. Los departamentos de restauración proponen los tratamientos para la consolidación o restauración de las obras del museo y rigen la actividad de los talleres. Los departamentos de documentación y difusión prestan servicios de consulta y asesoramiento a los profesionales, investigadores y al público en general, organizan el archivo de la documentación artística y científica generada por el museo y elaboran programas divulgadores en torno a la colección y las exposiciones temporales.

En Julio de 1987 nació la Asociación de Amigos del Centro de Arte Reina Sofía, constituida por las siguientes entidades: Banco de Bilbao Vizcaya, Banco Pastor, Arthur Anderssen, Colecciones de Arte, Comercial Dorna,Constructura Continental, Chase Manhattan Bank España, Electra de Jallas , Sociedad General Azucarera de España, Unión Eléctrica-Fenosa, ,etc.

Esta asociación respondía al propósito de apoyar las actividades del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y adquirir obras de arte. Conforme a sus estatutos, los miembros se comprometían a ceder en préstamo o depósito, por un plazo de cinco años, los fondos artísticos de los que fuesen propietarios, para exposiciones propias o de otras instituciones y siempre que tuviesen consideración de interés para ambas entidades. También contrajeron la obligación de respetar la integridad de la colección, por lo que si algunos de los miembros querían enajenar una obra durante el periodo en que se encontrase cedida al Centro de Arte Reina Sofía, se establecía un derecho de tanteo a favor de los amigos y, en segundo lugar, del Centro. Por último, se comprometían a tener en cuenta las recomendaciones del Centro de Arte Reina Sofía en lo que se refiriese a las adquisiciones. De esta forma, además de colaborar en algunas de las iniciativas llevadas a cabo por el Centro de Arte Reina Sofía, la asociación logró reunir bajo el asesoramiento de Antonio Bonet Correa, Julián Gallego y Simón Machán Fiz una colección de unas 130 obras, con los mejores nombres de la plástica española contemporáneas, tanto de los vanguardias históricas como de los artistas más jóvenes. En 1989 se expuso en el Centro de Arte

Reina Sofía una selección de esta colección. Más tarde, la asociación se desligó del Centro constituyéndose como Colección de Arte Contemporáneo.

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PABLO PICASSO Y “EL GUERNICA”

EL PINTOR: Pablo Picasso

Pintor español, nacido en Málaga el 24 de Octubre de 1881. Gustavo Coquiot es uno de los críticos que con más imparcialidad ha tratado al discutido artista. Ya en 1914 señalaba el periodo azul, del pintor, debido a su enamoramiento súbito por las obras del Greco; el periodo rojo, en el que produjo los mejores retratos, y por fin el periodo negro, recibe la revelación de los cubos, los cuadrados y los triángulos...“Picasso tiene extraordinaria virtuosidad; lo ignora todo; se lo asimila todo, pero nada queda en él” El mismo critico, en 1923, asegura que “no debe cambiar nada en sus apreciaciones y, casi diez años después, en 1932 y en ocasión de una exposición de conjunto de las obras de Picasso, en la cual había 200 cuadros ejecutados desde 1900 hasta 1932, toda la crítica ratificó sus anteriores cualidades, conviniéndose generalmente en que la obra del pintor es “terreno de incesantes discusiones, pero también de incesantes progresos” Francisco Lehel incluye a Picasso entre los productores del arte patológico, y lo califica entre los “simultaneistas” que dibujan dos o más figuras, la una sobra la otra. La confusión que de ello resulta sobrepasa todas las otras locuras. Aparte de su simultaneísmo, cuyo misticismo es alucinante, Picasso ha experimentado toda clase de caprichos con un virtuosismo que pasma. Igualmente ejecuta decoraciones de teatro que inspiran a los arquitectos. Uno de los caprichos experimentados por Picasso es la escultura, unas veces en bronce, modelando bustos como meros esbozos.

EL CUADRO: “El Guernica”

Málaga, 1881 - Mougins, Francia, 1978

Guernica, París, 1 de Mayo - 4 de Junio 1937. Oleo sobre lienzo.

Material: antes de hacer el fabuloso cuadro del Guernica paso por diferentes fases. Se hicieron diferentes prostscriptos hasta llegar al cuadro que hoy conocemos. Los prostscriptos son:

- Cabeza de una mujer llorando con un pañuelo, 13 de Octubre de 1937. Tinta

y óleo sobre lienzo.

- Madre con niño muerto, 22 de Junio 1937. Grafito, barra de color y óleo

sobre lienzo.

- Cabeza de una mujer llorando con pañuelo, 22 de Junio de 1937. Oleo sobre lienzo.

- Cabeza de una mujer llorando, 26 de Junio de 1937. Grafito, barra de color y óleo sobre lienzo.

Significado histórico: Al principio de los años treinta Picasso retomó con fuerza la vieja temática taurina. Pero no se enfrentó al asunto desde la óptica optimista y folclórica demandada normalmente por los entusiastas de la “fiesta nacional”, sino que enfatizó lo que pervive en ese espectáculo de los rituales sangrientos de la remota antigüedad. El toro era un símbolo de la fuerza instintiva de la naturaleza, no contaminada por las convenciones de la civilización. Picasso convertía también al caballo en una metáfora sexual: su horrible muerte en la plaza, corneado por la fiera, parecía aludir al orgasmo. El amor y la muerte, pues, hermanados en representaciones de una enorme fuerza expresiva.

En estos años Picasso se mantuvo muy próximo a los surrealistas, y coincidió con ellos en su deseo de buscar una nueva moral que afirmase la legitimidad de los impulsos básicos del ser humano. En 1936 la política francesa se radicalizó y Picasso tomó partido por el Frente Popular. El alzamiento militar en España terminó empujando al genio hacia los acontecimientos históricos de este mundo. Indignado contra el fascismo ejecutó obras militantes como dos grabados conocidos con el nombre de Sueño y mentira de Franco. Sus claras simpatías hacia la República se hicieron más patentes cuando aceptó pintar una gran obra para el pabellón de la República Española en la Exposición Universal de París de 1937.

Picasso eligió como tema el bombardeo por los aviones nazis de la indefensa población vasca de Guernica. Todos los elementos de su iconografía anterior (toro, caballo, guerrero, pájaro, mujeres y niños) volvían a estar presentes, pero de un modo nuevo. Lo que había servido par aludir a las fuerzas oscuras del inconsciente, representaba ahora a la libertad aniquilada por la brutalidad del franquismo. En este cuadro se conciliaban al fin la vanguardia artística y la político-social.

La guerra civil española y la segunda guerra mundial acentúan tal expresionismo, como queda patente magistralmente en el Guernica, 1937, alegoría general de los problemas de la guerra, la destrucción y la muerte y de la esperanza en la libertad. Su pintura, comprendida, dura y agresiva, se va suavizando desde 1945 sin que el lenguaje experimente una evolución esencial. Su actividad, no obstante, no cesa hasta su muerte, pasados los 90 años, con una copiosa producción que, si no aporta innovaciones, tampoco repite.

Análisis :”Guernica” es un cuadro de formato horizontal, en el que hay seres animales (ave encima de la mesa, caballo y toro) junto a personas (cuatro mujeres y un niño) con un lenguaje esquemático y arquetípico de una naturaleza dolorida, resaltada por las deformaciones morfológicas que producen una tensión de anatomía trastocada: gigantismo de órganos corporales - pies, manos, brazos, rodillas -, sustitución de lenguas, orejas y senos, por instrumentos punzantes y afilados. Con una reducción del color que le confiere el carácter dramático al conjunto; la figura del caballo es imposible concebirla si Picasso no hubiera ejercitado el análisis de las formas en el cubismo. Todo lo que está sucediendo en el cuadro es antinatural, y aunque se llama Guernica y nos remite a un asunto conocido, se podría llamar Hiroshima o Vietnam (pues no hay nada que indique que eso que está pasando ahí sucediera en Guernica), dado lo universal de su protesta.

Esta obra ha sido manipulada y utilizada como símbolo por todas las ideologías políticas y probablemente no lo suficiente mirada, y una pintura es para verla y es, ante todo, un vehículo de comunicación.

Significado del cuadro: La composición está distribuida a manera de tríptico, cuyo lateral derecho está ocupado por la visión del incendio de un edificio en llamas de la cual una mujer se arroja con los brazos en alto y gritando, y una figura femenina agachada en actitud de correr hacia el centro del lienzo. El panel central está ocupado por el caballo y la mujer de la lámpara, entre las patas del caballo moribundo, aparece el cadáver desmembrado de un guerrero que aún lleva una espada rota, y en el panel izquierdo, aparecen una mujer con un niño muerto en sus brazos, que se antepone a un toro que contempla la escena con aire triunfal. Entre la cabeza de éste y la del caballo vuela un pájaro con el pico entreabierto. Preside el conjunto el ojo de la noche cuya pupila es una bombilla eléctrica. Pero esta disposición es solo una manera de ordenar una estructura compleja realizada con dispositivos triangulares. El más visible es el del caballo, cuyo vértice es la lámpara. Su base, el cuerpo caído del guerrero, cuyos lados están apuntados por líneas dispersas (dientes y cola de caballo). Produce la impresión de que la escena tiene lugar en un escenario teatral: la mitad izquierda ofrece un fondo de cortinajes y tablas que contrastan con el incendio de la derecha.

En el Guernica de Picasso, cada figura es un símbolo evidente:

- Mujeres y niños: víctimas de la guerra.

- Guerrero caído: soldados muertos.

- Toro: brutalidad/muerte.

- Caballo: pueblo.

Que se complica por ambivalencias:

- Junto a la cabeza del guerrero hay una herradura (símbolo de la suerte).

  • Por encima del puñal tiene aferrada una rosa.

Renuncias

- No hay color: solo negro, blanco y gris.

- La luz presenta un único centro focal (la lámpara), parece que surge de los cuerpos, ya que asemejan estar iluminados por la cabeza y las manos, donde se concentra la expresión del sufrimiento.

- El espacio es plano y los toques de profundidad se reducen a los ángulos superiores y al embaldosado.

Todo se pone en tensión, en violencia expresiva de los detalles -pezuña aplastante, lengua afilada del caballo, para denunciar el suceso.

SURREALISMO

En el periodo de entre guerras, grandes senderos hacen que el espíritu del artista mire hacia dentro, pues el espectáculo exterior era desolador. Un modo de buscar en el interior, hacia el espíritu, da como resultado un Arte Abstracto, puro y geométrico, cuyos representantes pueden partir de cero y crear un nuevo orden.

El otro camino interior es hacia lugares recónditos del pensamiento humano, en los que explorando lo irracional, y evadiéndose de lo inmediato, recurren a la asociación de imágenes con la pretensión de sacar a la vez otra realidad.

El surrealismo es una corriente literaria creada por André Bretón en 1924, en torno a una revista llamada “Literature”, órgano de difusión de escritos de Dadá y poesías de Apollinaire, Lautremont, Paul Eluard, Soupault y Aragón. Con el transcurrir del tiempo, la palabra surreal va tomando cuerpo y consistencia, para caracterizar las diversas manifestaciones que van surgiendo. El concepto había sido acuñado por vez primera por Apollinaire en 1917. La frase de Lautremount “bello como el encuentro fortuito entre un paraguas y una máquina de coser en una mesa de disección” es significativa de los derroteros por los que va discurriendo el movimiento. Bretón que había estudiado medicina, se interesa por los métodos de terapia psicoanalítica que Freud había aplicado a los supervivientes de la guerra, así como por su obra “La Interpretación de los Sueños”, (publicada en 1900) y proyecta estas técnicas a la creación artística como un campo en el que podría aportarse luz a dimensiones desconocidas de la mente humana.

Todos hemos desarrollado un dibujo automático al juguetear inconscientemente con un lápiz y un papel mientras hablamos por teléfono o escuchamos una explicación. En este caso, la mano dibuja por automatismo.

Poco más tarde van teniendo acogida en el Surrealismo las artes plásticas. La novedad del surrealismo consiste en conceder a la realidad contemplada en el estado subconsciente e irracional más valor y verdad que a la percibida en el estado de vigilia. Representan una realidad liberada de la lógica, por tanto el cuadro poseerá una motivación psicológica en la que nada ni nadie debe coartar la libertad creadora.

Sus temas están basados en el mundo del ensueño, de la pesadilla y de las obsesiones mentales. Los objetos se transforman al variarse sus proporciones respecto al ambiente en que se sitúan y se crean conjuntos insólitos por la serie de objetos dispares situados en un contexto ambiental que únicamente se da en el mundo de la mente.

En las veladas organizadas por los surrealistas era práctica usual inventarse juegos en los que intervenía el azar o la casualidad. El más conocido es el “cadáver exquisito” que toma la palabra de la frase: “El cadáver exquisito beberá el vino nuevo”. El juego consiste en lo siguiente: cinco personas en torno a una mesa donde cada una apunta en un papel una palabra, sin que las demás la vean: el primero escribe la que corresponde al sujeto, el siguiente el adjetivo que define al sujeto, el tercero el verbo, el cuarto el complemento y por último otro adjetivo. Además del ejemplo que da nombre al juego, el mismo sistema se utilizaba para dibujar por fragmentos un personaje.

DALÍ Y “EL GRAN MASTURBADOR”

EL PINTOR: Salvador Dalí

Pintor español, nacido en Figueras el 11 de mayo de 1904. Cursó el bachillerato en su ciudad natal y en 1921 marchó a Madrid para estudiar en el Prado, y obligado por sus familiares, en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado. En 1918 había comenzado a pintar impresionismo; aprobar los cursos de la Escuela y llegó a obtener premios, hasta que en 1924 fue expulsado de la Escuela por un año, y en 1926 lo fue definitivamente el 20 de Octubre del mismo año. Cultivó durante este tiempo y fuera de la Academia el cubismo de Severini y el purismo de Ocefant y Jenneret. Tomó parte en la Exposición de Artistas Ibéricos (Madrid Junio de 1925). En Mayo de 1924 fue encarcelado por cuestiones políticas durante 30 días, completamente incomunicado en la cárcel de Figueras, Presentó su primera exposición individual en Barcelona (Galerías Dalmau, el 14 de Noviembre de 1925) y concurrió luego a la Exposición de Arte Catalán organizada por Heraldo de Madrid (Madrid 15 de Enero de 1926.) Durante su permanencia en Madrid vivió en la Residencia de Estudiantes y formando parte del grupo García Lorca, Buñuel Centeno, María Luisa, Ernestina, Vicens, etc. A su regreso a su ciudad natal y a Cadaqués, preparo su segunda exposición individual (Galerías Dalmau, Enero de 1927). Marchó más tarde a París, donde visitó a Picasso, y a Bruselas, para estudiar en los Museos. Reclamado para el servicio militar, durante el tiempo que lo hizo público sus primeros artículos en Lamic de les Arts, tomó parte en la Exposición de Salón de Tardor y pinto el decorado de Mariana Pineda. En 1929 entro en contacto con el grupo surrealista y consiguió canalizar en la pintura la tensión provocada por sus temores. Los temas en los que el pintor insiste en este periodo son el pavor al contacto fisico con el sexo contrario y la obsesión por la muerte y la putrefacción.

La teoría de la paranoia crítica defendida por su autor como método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativo-crítica de los fenómenos delirantes, y se convertirá en su método de trabajo habitual.

El surrealismo soy yo; Todo mi arte consiste en concentrar con la más implacable precisión, las imágenes de lo irracional que proceden de mi paranoia. Materializo en lo concreto las formas del delirio.

Labro principalmente su fama en EE.UU., entre 1940 y 1950 y, a partir de su viaja a Roma con motivo del Año Santo, viene cultivando preferentemente temas religiosos, siempre con espíritu original.

Con gran número de sus obras, fundo en Figueras un Teatro-Museo que lleva su nombre y que fue inaugurado en 1974. En 1972 recibió la medalla de oro del Mérito en las Bellas Artes, y al año siguiente se le nombró miembro de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

EL CUADRO: ”El gran masturbador”

Material utilizado: Se trata de un óleo sobre lienzo pintado durante el verano de 1929

Significado del cuadro: Este tema, escasamente representado en la pintura, es un motivo recurrente en la obra daliniana. La escena, cargada de erotismo, remite a acontecimientos de la vida del pintor, que en 1929 empieza su relación con Gala.

Aquella mujer despertó una intensa y súbita pasión en el joven pintor, a la cual correspondió ella tomándolo bajo su “protección” y facilitando su introducción en el núcleo parisino del surrealismo. Gala habría de ser para Dalí su gran amor, pero también una eficaz secretaria y asesora, tanto en los grandes dilemas intelectuales y morales del momento, como en las minucias prácticas de la vida.

Tras un breve idilio, Gala regresó a París dejando solo a Dalí, hasta que este se reunió con ella en el otoño de aquel mismo año. Durante este intervalo de tiempo pintó El Gran Masturbador. Dalí se representó a sí mismo, como un ser blando, casi amebiforme, con los ojos cerrados y una prominente nariz reposando sobre el suelo. Un anzuelo con el sedal roto engancha su cuero cabelludo. ¿Alude a la captura abandonada momentáneamente por su “pescadora”? Los paseos por la playa de ambos amantes son recordados mediante los cantos rodados y conchas marinas que se encuentran sobre la cabeza del artista. Hay otros símbolos de fácil desciframiento en la iconografía daliniana, como el león (las pasiones), o el saltamontes con hormigas en el vientre que alude a la detumescencia, el amor destructor, implícita en la temática de la obra. Más obvio es el significado de ese rostro femenino, muy art noveau, acercándose a un ente masculino fragmentario que emerge en la parte superior derecha del cuadro. Aquí está ya plenamente desarrollada la poética daliniana de lo duro del entorno arquitectural o paisaje natural frente a lo blando y delicuescente de las figuras, cuyo proceso de transformación (y confusión) conecta con las premisas del “método paranioco-crítico” sobre el cual teorizará Dali muy poco después.

EL CUBISMO

Orígenes y primeros ensayos: En la historia del arte moderno es hoy una realidad lo que en 1907 no era más que una fórmula. Cómo nació la palabra cubismo lo relata Guillermo Apollinaire, con ocasión de una exposición celebrada en Bruselas. Los lienzos de Picasso, Braque, Gleizes, Leger y Juan Gris provocaron la crítica de Matcisse, quien vivamente sorprendido por el aspecto geométrico de aquellas pinturas, en que los artistas quisieron expresar con gran pureza la realidad esencial de las cosas, pronunció en sentido burlesco la palabra “cubismo”.

Formación de la escuela: El cubismo, según asegura Juan Metzinger, se formó ante las lagunas que había en el impresionismo, y fue, en opinión de Fernando Léger y de Jacobo Villón, una reacción contra el expresionismo, pero reacción sobre todo técnica, como observa Andrés Chote, para quien el cubismo no era otra cosa que la continuación del impresionismo en plan diverso.

La manifestación de los llamados Favves en 1906, 1907 y 1908 no es, en efecto, otra cosa que un “preámbulo del cubismo” conforme asegura Apollinaire; pero fue Enrique Matisse quién proclamó la doctrina positiva del nuevo cenáculo reduciendo el motivo a algunas inclinaciones sumarias de carácter más bien alusivo que expresivo para poder dar a la disposición de los elementos del arabesco todas las libertades que le parecieron necesarias. Así, en tanto que el futurismo se aplicaba a manifestar la complejidad caótica de las sensaciones primarias, el cubismo, obligado, para distinguirse de él, a precisar sus concepciones. Se dedico a buscar las leyes de un nuevo orden.

Una serie de acontecimientos diversos crearán el “caldo de cultivo” propicio para la aparición de un movimiento de vanguardia que implica la mayor ruptura en la representación pictórica: el Cubismo.

En 1904 se exponen cuarenta y dos cuadros de Cezánne en el Salón de Otoño de París. En 1905 se celebra una exposición de Sevrat, en 1907 se organiza una retrospectiva de Cezánne y la publicación de las cartas de Cezánne dirigidas a Emile Bernard, en las que se refiere al tratamiento que hay que hacer de la Naturaleza partiendo de la idea de que todo se puede reducir al cilindro, el cono y la esfera, favorecen el ambiente de cambio.

Por otro lado, el descubrimiento del arte primitivo y africano, considerado como ”objetos curiosos” hechos por salvajes y reducidos a museos etnológicos, comienza a ser valorado en su simplicidad y en su fuerza como un verdadero arte cuyo lenguaje exclusivo no estaba condicionado ni contaminado por la civilización occidental. Para los africanos, la Naturaleza es una cosa y la expresión artística otra: no tratan de reflejar la realidad desde un punto de vista naturalista, sino que al trabajar un trozo de madera les interesa sobre todo la idea-

Se abandona el modelado, la profundidad se anula el espacio y las figuras se aplastan, fundiendose.

Los desnudos, formados por líneas picudas y ángulos, se convierten en una salvaje agresión cuestionando el concepto de belleza tradicional, por desnudos que no implican ningún sentido erótico, y los rostros sintetizan la visión frontal y lateral en una sola imagen.

JUAN GRIS Y “LA CANTANTE”

EL PINTOR: Juan Gris

Seudónimo de José Victoriano González Pérez (Madrid 1887 - París 1927) pintor español. Asistió, por breve tiempo, a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Antes de marchar a París, publicó varios dibujos de tendencia modernista en varias revistas españolas (“Madrid cómico” “Blanco y Negro”) y alemanas (“Jugend” y “Simplicissimus”). Llegó a París pobre; Picasso le ayudo y le introdujo en el cubismo, movimiento del que se convirtió en uno de sus principales representantes. Conoció a Apollinaire, Braque, Max Jacob, André Salmon y otros. Desde 1908 hasta 1911 envió dibujos a la revista catalana “Papitu” y colaboró también en algunas francesas. En la primera etapa de su pintura se observa la descomposición del objeto - sin llegar al extremo del cubismo analítico- y a una gran austeridad cromática. A raíz de la exposición de su cuadro Homenaje a Picasso en el Salón des Indépendants de París (1912), el marchante Kahumeiler le propone un contrato en el que Gris le cede la exclusividad de su obra. Interesado por la técnica del “papier colle” vive en Colliure al lado de Matisse y Marquet (1914). Entre 1913 y 1915 se observa en sus obras un gusto por la textura. Léonce Rosemberg fue su marchante de 1915 a 1920. Durante este último año se manifestaron los primeros síntomas de la enfermedad que iría minando su delicada salud, la tuberculosis. La fase del “cubismo sintético” del que es el más riguroso y coherente seguidor se inició con la serie Pierrots en 1918, y se desarrolló en toda su obra posterior, no muy abundante dada su corta vida. Al elegir su seudónimo, Gris, definió no sólo la tonalidad predominante de su primera pintura -a la que también incorporo colores puros- sino también el carácter elegante que emana de la discreción y sobriedad de este color, patente en sus obras. Sus temas constantes fueron naturalezas muertas, retratos de estudio psicológico y paisajes transformados mentalmente. Objetos a los que llega mediante un análisis deductivo que, si bien se inspira en Cézanne, persigue un objeto opuesto; “Cézanne de una botella hace un cilindro, yo parto de un cilindro para crear un individuo de un tipo especial; de un cilindro yo hago una botella, una cierta botella”. La profundidad desaparece y el espacio se integra con los diversos objetos representados y crea un “plano plástico”.

EL CUADRO: “ La cantante”

Oleo sobre lienzo, 1926.

Depósito de la colección de Arte de Telefónica, 1992.

Material utilizado: un gran surtido de colores va combinando entre las líneas y cuadros.

Significado del cuadro: Se ve a una mujer con un traje rojo. Con una mano grande que destaca sobre lo demás. Una partitura y al fondo detrás de ella una valla. La cara es marrón y los ojos los tiene como cerrados o por lo menos no le ha dibujado la esfera. Tiene el pelo corto y rizos le cuelgan sobre la cara.

El fondo de la pared es muy representativo a través de líneas formando cuadros. Cada uno es de un color: marrón, amarillo, granate, azul y verde. Entre estos cuadros esta dibujada la figura y debajo casi a la mitad se observa como un suelo simulando las tablas de cualquier otro. En la parte derecha son más oscuros simula mejor la madera y en el lado izquierdo da un tono más suave.

EL REALISMO

El siglo XX, sin embargo, aún cuenta con una vieja guardia de la pintura tradicional, soporte de una clientela que no se entrega tan fácilmente a las audacias de los “istmos”. Seria absurdo no reconocer la fuerza de este elemento de contrapeso, lo mismo que acontece en la escultura.

En España, el equivalente del movimiento expresionista se manifiesta de varios modos. Una línea tremendista, de critica social, arraiga en pintores de múltiples tendencias y diversa calidad. José María López Mezquita (1883-1953), con obras famosas como Cuerda de presos, encarna bien esta dirección. Otra veta muy fructífera, relacionada muchas veces con la anterior, es la “regionalista”: los artistas ligan sus inquietudes a la problemática nacional o regional, reflejando la miseria local, la explotación con sus mecanismos concretos, y el mundo sórdido de las supersticiones populares. El más característico representante de esta línea es, quizá, el gallego Alfonso Rodríguez Castelo (1886-1950), que demuestra en sus escritos y en sus dibujos que ha comprendido bien la problemática de la lucha de clase. Merced a su actividad política concreta (fue diputado en las Cortes de la República) se nos aparece como un ejemplo de artista “militante”, puesto al servicio de los intereses populares. José Gutiérrez Solana (1886-1945) denuncia, en cambio, situaciones más abstractas y generales, ligadas a fenómenos antropológicos y culturales seculares. Pinta, con una paleta sombría, disfraces, personajes de los bajos fondos, locos y procesiones siniestras. Es un expresionista típico, mucho más cercano que sus otros compatriotas a los artistas europeos de la misma tendencia. Su influencia sobre Ignacio Zuluaga (1870-1945) no parece haber sido excesiva. Este conserva los rasgos costumbristas de Solana, pero su paleta es más brillante, y su visión de los tipos populares menos dramática y desgarrada.

SOLANA YLA TERTULIA DEL POMBO”

EL PINTOR: Solana

(Madrid 1886 - 1945) pintor español. Comenzó a pintar muy joven como forma de exteriorizar sus pasiones secretas y siguió estudios en la Escuela de San Fernando de Madrid. De carácter excéntrico y solitario se interesa por la temática popular madrileña en su faceta más suburbial, obra que le conduce hacia un peculiar expresionismo donde lo macabro y lo grotesco transcriben toda la fuerza agresiva de una cruel realidad. En la serie de escenas y costumbres madrileñas (1912 - 1918), de estilo directo y amargo, el autor reflexiona sobre su propia existencia confundiendo su experiencia con la de los paisajes y ambientes humildes de la ciudad. En las fiestas populares castellanas descubrió el sentido ritual del mundo primitivo que siempre le cautivó. Su paleta posee un violento cromatismo resaltado por la dureza negra de los contornos.

Participó activamente en las muestras colectivas del círculo de Bellas Artes y exposiciones nacionales en Madrid, Fue también un destacado autor literario, con una obra relacionada con la ideología de la Generación del 98. El mundo alucinante, esperpéntico, denso y terrible de este autor estuvo presente en la exposición del pabellón Español en París en 1937: El desolladero (1924), La procesión de la muerte (1930), y Máscaras de pueblo (1935).

EL CUADRO: “La tertulia de Pombo”

Oleo sobre lienzo, Madrid 1920.

Significado del cuadro: Solana se inspira en las pinturas negras de Goya. Modela sus figuras con gruesos trazos y se complace en los colores más tenebrosos. Su afán por resaltar lo feo y desagradable reconoce su ascendencia romántica. Es el pintor de Madrid, su lugar de nacimiento, y abandona el centro de la capital para sumergirse en la vida suburbana. Como hombre del 98, investiga, asimismo, las esencias de lo popular, pero sólo en su vertiente desagradable. Su pintura es una crónica de la España del 98: pobreza, prostitucion, rutina y enquistamiento. Igual que Zuloaga, escoge sólo una parte de la verdad, pero conocer su pintura es imprescindible para construir la historia de la España del primer tercio del siglo. Viejas costumbres, como el entierro de la sardina, la echadora de cartas, los ciegos vendedores de coplas, tertulias de café, etc., han quedado plasmadas en sus lienzos.

Este lienzo, se diferencia del resto de su “obra negra” por la realización de un retrato de amigos; por ello es más equilibrado y sosegado, destacando la penetración psicológica de los personajes. Está inspirado por la tertulia de los sábados de este café, en la madrileña calle de Carretas, cerca de la Puerta del Sol, por donde pasaron entre 1915 y 1936 incontables artistas y escritores de todo el mundo. Actuaba de oficiante Ramón Gómez de la Serna (de pie, en el cuadro), que fue además el principal cronista pombiano en libros como Pombo (1918) y La sagrada cripta de Pombo (1924).

OBRA DE LIBRE ELECCIÓN

Muchacha en la ventana, Salvador Dalí

Oleo sobre cartón piedra, 1945

Significado del cuadro: Dalí utiliza una pincelada larga y lisa, con una luz clara y serena, suave y homogénea, sin grandes contrastes.

En los colores destaca por una homogénea gama de colores azules, verdes y ocres.

Son colores matizados bastante ocres y tierra.

Mientras la muchacha, la ventana y el paisaje son colores de gama fría, las paredes y el encarnado de las piernas son marrones más cálidos.

Se trata de una composición sencilla, geométrica y lineal, pero en el que la muchacha no está en el centro, sino desplazada hacia la derecha, dejando el lugar central al paisaje.

Un paisaje perfectamente dibujado y definido que es el verdadero protagonista del cuadro.

Retoma el tema de Matisse en cuanto a utilizar las ventanas abiertas como pretexto para mostrar un paisaje en relación con la figura retratada.

VALORACIÓN PERSONAL

Para mí visitar museos de arte moderno se trata de una maravilla. Te puedes sumergir en un mundo de fantasía, de colores, una imaginación que toma cuerpo en la obra del artista.

Así, la cuarta planta es la que más me ha gustado, cuadros en los que sólo vemos una mancha negra sobre un fondo blanco, o la utilización de madera, redes metálicas superpuestas, e incluso pistolas, brazos de muñecos, zapatos etc.

El arte moderno es el arte de nuestro siglo y creo que para poder aceptarlo hay que educarnos a ello, cuando en realidad todo el mundo está mucho más acostumbrado a un Velázquez, fácil de entender, cercano, directo, que a un Picasso, más complejo y menos habitual.

COLECCIÓN PERMANENTE, la cuarta planta.

La segunda parte de la Colección Permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía está situada en la cuarta planta. Como complemento y continuación del montaje de la primera parte, que se presenta en la planta segunda, los contenidos de esta segunda parte se centran en los autores y movimientos comprendidos entre el final de los años cuarenta y los primeros años de la década de los ochenta. La instalación finaliza con una sala destinada a la rotación de los fondos de las colecciones del Museo que no son mostradas de manera permanente.

Las primeras salas hablan de la figuración y primeros grupos de vanguardia. El primer intento cohesionado de romper el panorama cultural tras la guerra civil se produce en torno a un nuevo concepto de paisaje. (Una de las figuras más destacadas es Juan Manuel Díaz Caneja) Después se ofrece una muestra de los grupos más innovadores de la época: Dau al Set y Pórtico, que ponen de manifiesto la influencia ejercida en estos grupos por algunos artistas internacionales.

En las salas siguientes encontramos la abstracción en España. El panorama de la época en el que se mezclan las estéticas francesa y americana, como ejemplo algunas de las obras de José Guerrero, Esteban Vicente, Casamada, o José de Oteiza y Eusebio Sempere en abstracción geométrica.

Respecto al vanguardia española se ha pretendido ofrecer un panorama del desarrollo del arte en España durante los años sesenta y primeros setenta. Así como su interrelación con los movimientos y artistas europeos, ya sea para marcar su paralelismo, su mutua influencia, e incluso, en algunos casos la anticipación de nuestros creadores. Aparecen autores como el madrileño grupo El Paso, Gustavo Torner, Antonio Saura, Jean Dubuffet (una de las figuras centrales del movimiento europeo tras la segunda guerra mundial) o el escultor Eduardo Chillida.

La complejidad y diversidad estilística fueron rasgos característicos del desarrollo artístico durante los años sesenta. Un periodo sometido a constante revisión histográfica y critica. En el marco español fuertemente influido por los movimientos americanos y europeo occidentales, coexisten tendencias diferentes, entre las que se establecen un profundo dialogo, en muchas ocasiones polémico y siempre condicionado por la especial situación política y cultural en que se encontraba España. Así aparecen varias esculturas, espacios fonográficos... donde se permite apreciar las estrechas conexiones, y también notables diferencias entre la pintura más cercana al Arte Pop y a la Narración figurativa, que irrumpe en nuestro país a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, como por ejemplo la obra de Luis Gordillo.

Una pintura de Barnett Newman de 1967 cierra el recorrido anterior y abre las nuevas tendencias. Una selección de las manifestaciones surgidas en los Estados Unidos durante las ultimas décadas. La transformación del objeto artístico mediante la utilización de productos manufacturados, materiales industriales, instalaciones de tubos fluorescentes, etc. Son rasgos característicos de todos estos artistas: Dan Flavin, Donald Judd, Barnett Newman. También aparecen los últimos trabajos de Pablo Palazuelo.

Por último en la sala rotativa esta concebida como un espacio temporal en un contexto de la colección permanente y en ella se irán exhibiendo, con una periodicidad de unos nueve meses los fondos del Museo de cronología más reciente, o bien los que, por cualquier otra razón, no estén instalados de forma permanente en la planta cuarta.ÍNDICE

ENTRADA Y PLANO Pag 1

ÍNDICE Pag 2

INTRODUCCIÓN Pag 4

HISTORIA DEL MUSEO Pag 7

COLECCIÓN PERMANENTE Pag 10

PICASSO Y EL GUERNICA Pag 13

CUBISMO Pag 18

  • Juan Gris Pag 21

  • La cantante Pag 23

SURREALISMO Pag 24

  • Salvador Dalí Pag 26

  • El gran masturbador Pag 28

REALISMO Pag 30

  • Solona Pag 32

  • Tertulia del Pombo Pag 33

OBRA DE LIBRE ELECCIÓN

  • La muchacha asomada a la ventana. Pag 35

VALORACIÓN PERSONAL Pag 37

BIBLIOGRAFÍA Pag 38

BIBLIOGRAFÍA

Enciclopedia universal ilustrada Espasa

El arte del siglo XX

Manuel Martínez Bragaguolo

Enciclopedia del arte Salvat

Historia y geografía de tercero de BUP Anaya

Enciclopedia Microsoft ® Encarta ® 97

Historia del arte de COU Anaya

Historia del arte de secundo de bachillerato McGraw-Hill

Museo centro de

arte moderno

Reina sofia




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Enviado por:Sara Sanchez
Idioma: castellano
País: España

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