Literatura
Misericordia; Benito Pérez Galdós
Resumen de Misericordia
Benigna, o Benina, como se le conoce cordialmente, es la criada en una casa burguesa, de posición cómoda, Benina, sisa cuanto puede hasta que el cabeza de familia perece y dejan de llegar ingresos, pero sigue habiendo una vida lujosa y sin privaciones, con lo cual: “Quita y no pon, se acaba el montón.” Así que Francisca, como se llama la señora, necesita toda la ayuda de Benina para sobrevivir, y para esto, Benina mendiga a la puerta de la iglesia, a espaldas de su señora, pues para su señora Francisca era muy importante la imagen y el orgullo.
Para ayudar a su señora, deberá pasar por mil situaciones difíciles desde estar en cárcel, hasta ser apedreada por unos jóvenes, los cuales querían matar a su novio moro Almudena. Nina va a la cárcel por mendigar, pues estaba prohibido. Su inseparable amiga Francisca, se preocupa mucho, y justo entonces Francisca recibe una herencia millonaria, con la que llegan los problemas, pues contrata otra criada, y esta le intenta persuadir para convencerle que Nina no era buena persona, así que cuando esta llega con su novio, el moro, doña Paca se enfada con Benina y no le quiere contratar, le dará una cantidad de dinero cada día, y al final de la obra, y esto es lo curioso, no se reconcilia con su señora, sino que sigue con su novio, quien tiene lepra, y estará a su lado para ayudarle.
A lo largo de la obra encontramos muchas maneras de soñar en la riqueza, por ejemplo, el moro les dice como hacer para tener todo el dinero que quieran, pero claro, aunque no crean en esas tonterías, sí creen en la esperanza, y otro caso es doña Paca que también sueña una vez como recibía una herencia, lo cual se convertirá en realidad más adelante.
Benito Pérez Galdós
Vida de Benito Pérez Galdós
Benito, nació el 10 de mayo de 1843, en Las Palmas(Canarias), fue el décimo hijo de don Sebastián Pérez y de doña Dolores Galdós. Pertenecía a la clase media, de posición acomodada, el padre de Benito era teniente coronel, una de las más altas graduaciones para un militar, pero en cambio era Dolores la que gobernaba la familia Pérez Galdós, no solo con firmeza, sino con inteligencia practica, en lo que a economía se refiere.
Benito fue de notable estatura, moreno, tenía un misterioso bigote y aunque se le conocía como bastante atractivo, nunca fue muy mujeriego, y además era hombre de pocas palabras, y más dado a observar que a comentar lo que observaba. Tenía tres grandes aficiones: leer, escribir y dibujar,
Obra de Benito Pérez Galdós
Galdós escribió 77 novelas, algunas de hasta cuatro tomos, 22 obras de teatro que fueron publicadas, 200; entre artículos periodísticos, diarios, revistas, cuentos, memorias y discursos, y un número indeterminado de cartas.
La obra de Galdós se caracteriza por su marcado y nítido realismo. Él es un gran observador con toques geniales de intuición que le permiten reflejar tanto las atmósferas de los ambientes y las situaciones que describe como los retratos de lugares y personajes. Se sirve del lenguaje para identificar a sus personajes y esto ha hecho que muchas veces se le acuse de lo que no es. Usa un lenguaje ramplón cuando describe o habla un personaje ramplón. En cuanto a las voces de sus personajes, a menudo se burla de ellos, y pone en cursiva las frases hechas y las tonterías que dicen y se burla también de su lenguaje, el de los personajes, por ejemplo, aquí vemos como se ríe de los fallos lingüísticos de sus propios personajes, creados por él:
<Dígame, buen amigo: ¿ha visto por aquí ayer y hoy a un ciego moro que se llama Almudena?
Si, señora: halo visto… jablao con él - replico el gitano, mostrando dos carreras de dientes ideales por su blancura, igualdad y perfecta conservación, que destacaban dentro del estuche de los labios enormes y carnosos, de un violado retinto -. Le vide en la puente… díjome que moraba dende anoche en las casas de Ulpiano… y que… no sé que mas… Desapártese, buena mujer, que la bestia es mu desconsiderá y cocea…>
Sus novelas molestaron a políticos conservadores e incluso a la iglesia, porque don Benito desvelaba en ellas realidades humanas y sociales que se prefería permanecieran ocultas o al menos, sin mostrarse claramente, Galdós puso su pluma al servicio de la verdad, pero los estamentos mayores, como la Real Academia Española a la que pertenecía como miembro, no le entregaron el premio novel ya que sus componentes no estaba muy de acuerdo.
Estilo de Galdós en Misericordia
El texto resumiendo mucho, tiene diferencias en cuanto a la modalidad:
El tipo de letra es normal, o redonda cuando corresponde a los comentarios del narrador, también para las representaciones escuetas de acción, tiempo o para formas de estilo indirecto libre.
Se escribe en cursiva en aquellos momentos en los que la personalidad del personaje influye en su manera de hablar y hace variar su significado, por haber metido en él otros valores sentimentales y hacen ese léxico irrepetible y exclusivo de ese personaje, más aún, desde el punto de vista del autor tiene más facilidades para identificarse y esconderse detrás de los personajes.
Comillas: generalmente se utilizan al comenzar los diálogos y apuntan a que la mayoría nacen por necesidad, no son muy frecuentes los casos de monologo exterior.
Las comillas y guiones enmarcan los diálogos desde el momento en que hay respuesta a ese dialogo, pero en las narraciones y las descripciones, son la forma más frecuente en la novela.
En el plano fonético están presentes los fenómenos del habla vulgar y esto se ve en las frecuentes vacilaciones de las vocales átonas anteriores “e, i” con el cambio entre ellas, lo mismo que con la “o” y la “u”, otro efecto es la truncación de las vocales al principio de las palabras, pero también con las consonantes pasa algo parecido, se pueden ver palabras sin sus ultimas consonantes, confundir la “b” y la “g”: “golver” .
En el plana morfológico el fenómeno más frecuente e importante es añadir una “a” en las palabras para su refuerzo, y cambiar el superlativo -isimo, por -ismo, además el léxico vulgar esta escogido y cargado de sentimientos, los vulgarismos están tomados de las clases populares del sur de Madrid
El Madrid de Galdós
1897 será un año a destacar para Galdós y para la novela española pues Galdós entra en la Real Academia Española de la Lengua. Sobre estas fechas Galdós parte hacia el norte de España para documentarse sobre la guerra civil y las guerras carlistas, en este año Benito publicará Misericordia, no solo una de sus mejores obras sino también la desilusión ideológica, que había ido apagándose por el fracaso de sus objetivos.
Galdós es pintor de calles y plazas, comercios y barrios, por las páginas de las novelas de Galdós, pasa un Madrid muy rico, pero no es solo es espacio limitado, sino que él, nos da su visión de España, recorre toda Madrid, desde los elegantes barrios de Salamanca hasta barrios como Injurias, lleno de miserias.
Misericordia tiene parecido escenario que las demás obras de Galdós, como Fortunata y Jacinta, o Angel guerra, el escenario de Misericordia son los cafés, las tabernas, los figones y las miserables casas de dormir, las iglesias, los oratorios, los cementerios, Galdós dijo:<En Misericordia me propuse descender a las capas ínfimas de la sociedad matritense, describiendo y presentando los tipos más humildes, la suma pobreza, la mendicidad profesional, la vagancia viciosa, la miseria dolorosa, para esto tubo que emplear largos meses en observaciones y estudios directos naturales, visitando las guaridas donde se hospedaban los intrépidos soldados de la miseria…>.
El Realismo
En España
Si acudimos a un diccionario para conocer el significado de la palabra realismo, podemos encontrar esto, entre otros significados:- <Movimiento literario vigente en Europa, en la segunda mitad del siglo XIX, surgido tras el agotamiento del romanticismo y bajo el influjo del positivismo, el realismo pretendía reflejar en la obra literaria la realidad objetiva…>.
La aparición del realismo se puede decir que procede de la revista francesa Realisme en 1850 y en la utilización de este nombre para diferenciar la pintura de la realidad cotidiana de la del tema histórico. Los caracteres generales de la literatura del Realismo son:
El cambio de perspectiva en las formas de elocución: descripción más objetiva, narración más lógica y racional.
La transformación del protagonista, que ya no es forzosamente un ser humano excepcional, sino un hombre o una mujer corriente.
La intención social, sumada a la intención de producir arte útil.
Los temas extraídos de la realidad.
El cambio en el lenguaje literario, que abandona los recursos de expresividad exagerada.
El cambio de gustos del público hacia los géneros: menor atención al drama y la poesía, y la mayor afición a la lectura de la narrativa y artículos literarios.
En Misericordia
Dos planos hay en Misericordia, por una parte, la realidad tangible y existente desde el comienzo de la obra y en torno a la cual giran los personajes de Galdós, pero por otra parte, una realidad soñada, producto de la imaginación de estos personajes, incluso aveces es difícil saber seguro en que plano estamos, si en la realidad, o en la fantasía. Gustavo Correa, por su parte, ha dicho: <El entrecruzamiento de planos de la realidad soñada o inventada con los de la realidad concreta, y su fusión final con esta ultima constituye, así, la característica particular del mundo novelesco de Misericordia >.
Efectivamente, ante la miseria, Benina y su señora sueñan en herencias, que más tarde se convertirán en realidad, en parte, la finalidad de está acción es olvidar permanentemente el hambre que sufren y deben remediar urgentemente, otra razón puede ser que estaban acostumbradas a manejar mucho dinero y de repente se quedaron sin nada, con lo cual deben recordar, y añorar esa forma de vida.
La necesidad de crear a don Romualdo para mantener sus mentiras, y aceptar el proyecto del rey Samdai, esto es método infalible para encontrar dinero, pero Nina no cree, al principio<Y si es verdad que hubo reyes magos que traían regalos a los niños, ¿por qué no ha de haber otros reyes de ilusión que vengan al socorro de los ancianos, de las personas honradas, que no tienen más que una muda y una camiseta…> , pero luego está más indecisa; este, pueden ser otro ejemplo de la fantasía de Misericordia.
Estructura de Misericordia
La novela esta dividida en cuatro partes, pero todas tienen como centro o tema a Benina, su personaje principal, y si por alguna extraña razón no aparece este personaje, todos los demás giran sobre un acontecimiento que tiene origen en la criada. La primera de esas cuatro partes sería la que contiene los capítulos I- III, Galdós pone a disposición del lector el mundo de los mendigos madrileños. En la segunda parte (capítulos IV- XIX), el autor se detiene en los personajes mas importantes de la novela, para decirnos en tercera persona quienes son, esta parte acabaría en el capitulo XX, en el que Nina sale a mendigar para intentar conseguir algo de dinero con el cual pueda arreglar la pésima situación por la que pasa la familia. La tercera parte estaría en los capítulos XXI- XXIX, y en ella hallamos que es una exposición de cómo el hambre está en Madrid, aunque muchos no lo quieran reconocer, y como Nina debe repartir lo poco que consigue, entre su familia, y don Frasquito, quien está gravemente enfermo, y como es un amigo, tiene la obligación de cuidarle. La ultima parte (capítulos XXXII- XXXIX), componen el relato de la felicidad de doña Paca y familia por la herencia recibida, y este dinero, trae consigo: que las amigas discutan y Nina sea expulsada por haber tenido en secreto tanto tiempo su mendicidad.
Galdós se servía de recursos narrativos, por ejemplo, Galdós es el autor omnisciente, que mueve a sus personajes, hablando e incluso opinando a través de ellos en unas ocasiones, y condicionando al lector en otras, con comentarios que están al margen de la acción. En el capitulo III damos con un claro ejemplo de esto: <Almudena, del cual, por el pronto no diré nada más, sino que es árabe> .
Por último, don Benito, ofrece al lector una obra moralizante, no oculta su didactismo en frases como: <Ved aquí en qué paran las glorias y alturas de este mundo …> , está afirmación es innecesaria, pues el lector ya ha sacado sus propias conclusiones a través de la larga historia de Benina.
Otro aspecto interesante es la técnica empleada por Galdós para retratar física y moralmente a las personas, sus personajes al fin y al cabo, Galdós describe ampliamente a sus personajes y elementos importantes, se fija mucho en el rostro y especialmente en ojos, nariz y dientes.
Galdós, no tiene como costumbre continuar en un capitulo la drama del anterior, cosa que ha hecho en Misericordia, pero por ejemplo, en obras como Doña perfecta, no sucede esto, en un capitulo, se terminaba la drama y comenzaba otra totalmente nueva.
Los personajes de Misericordia
Personajes principales.
Benina:
Benina, natural de la Alcarria, es el personaje principal de la obra, pero destacamos que no es el primero en aparecer como es habitual, sino que Galdós deja actuar a sus personajes, y luego les describe ampliamente, por ejemplo en el caso de Benina, se le describe así:<Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada, ya por la vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen la edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas de cernícalo. Eran sus manos como la lavandera y aún conservaba hábitos de aseo. Usaba una venda negra bien ceñida en la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negros el manto y vestido, algo mejor apañaditos que los de las otras ancianas. Con este pergenio y expresión sentimental y dulce del rostro, todavía bien compuesto de líneas, parecía una Santa Rita de Casia...>. La técnica para retratar física y moralmente es la siguiente: Galdós describe ampliamente y detalladamente a sus personajes, pero no solo a los protagonistas, sino también a los secundarios e incluso a los que solo intervienen para ambientar mejor la obra.
Benina, antes buena cocinera y ahora mendicante por amor y caridad. Nina tiene casi sesenta años de trabajo y de ilusiones, de paciencia, de entrega… A diferencia de doña Paca, Benina es trabajo, fortaleza, fuerza de voluntad y ajetreo sin descanso. Nina debe forjar mentira tras mentira para que doña Francisca no se sienta humillada con su mendicante criada. Sisona, imaginativa, paciente y resignada, Benina se debe a los demás, además aunque su señora deseara incluso la muerte por no tener una vida con lujos, ella ama la vida por encima de todo, y esto queda reflejado en: <¿Quién piensa en la muerte? Eso, no; yo me conformo con esta vida, porque no está en mi mano el darme otra. Venga todo antes que la muerte, y padezcamos con tal que no falte un pedazo de pan, y pueda uno comérselo con dos salsas muy buenas: el hambre y la esperanza.>. Nina nunca poseyó riquezas, y por eso no se desespera ante su falta, y desea cambiar, pero tiene los pies en la tierra y sabe que los milagros no ocurren todos los días. La vida mendicante de Nina en la obra literaria se ve como un “vía crucis”, y este camino, es para ella una santificación, que deja a los demás personajes como secundarios.
¿Qué más puede hacer Nina que dar felicidad temporal por la que le vemos luchar a través de toda la novela?, pues Nina no muere al final, pero es porque todavía tiene que cuidar a Almudena, a su lepra, y quien sabe si deberá cuidar a más Pontes, al cual cuido una larga temporada, por estar enfermo.
Doña francisca.
Doña Paca y Ponte son, indiscutiblemente, los más completos representantes de la clase media. Doña Francisca ha pasado de la riqueza a la miseria, del piso elegante, a vivir de la mendicidad de su criada, doña Paca vive de los recuerdos que tiene de esa vida sin privaciones que su marido pudo darle, pero que ya no se puede permitir, y sueña el día en que sus recuerdos se junten con el presente en una sola dimensión, la vida del día a día.
Doña Francisca es una perfecta representante de un genero a extinguir, de una clase que vive hacia el exterior, lo importante es mostrar en la calle lo que tienes, y esto crea la destrucción, como su marido, que murió, cansado de intentar poner orden y que cuando este muere, no tardará en estropear toda su vida. Con un hijo ladrón que casará con la hija de una sastra y con una hija neurótica e igual que su madre con delirios de grandeza, no le quedará nada más a Francisca que Nina, por la cual come todos los días.
Pero lo define a doña Paca no es solo el orgullo y sus tontas apariencias de clase, ni su fracaso, ni sus celos infantiles; lo que hay en ella es una falta de voluntad tremenda y la cobardía, que le llevo al fracaso para llevarla después a la ingratitud y la crueldad con que trata a Nina, que le salvo de la muerte, que evito desahucios, gasta sus ahorros en su señora.
Triste personaje es doña Paca, triste y digno de lastima por su ceguera y su fragilidad, por su pantalla de gran señora y su pobreza interior, pero también triste el relato de una sociedad que vive en los salones, o palcos de teatro para presumir de lo que no tienen.
Frasquito ponte
Natural de Algeciras y hoy elegante fósil, es otro de la burguesía que frecuenta mucho los salones, las tertulias y casinos. Ponte se consagro a la vida social, y de ella ha obtenido el hambre y las desgracias que ahora posee. Hidalgo sin fortuna, don Frasquito conserva los gustos por la poesía y por el teatro romántico también, además tenía esa obsesión por llevar botas relucientes que le llevaran al mundo de las ideas, Ponte es un personaje pintado negativamente por Galdós, cursi y melodramático, le apasiona París, fiscal, este es Ponte.
Doña Paca ha vivido siempre del que dirán los demás, y como ella él solo es el culpable de su situación, sin embargo él sabe donde está el bien y el amor. Ponte convertirá en un ángel a Nina y con la acusación de ingratitud a Juárez, el ligero Ponte muere por una caída por las escaleras, mientras doña Francisca se queda con su dinero y con su conciencia. Ponte muere justo después de reprocharle a Paca que no podía dejarle a Nina en la calle y debería de acogerla en su casa, pues ella había sido la columna que había soportado el peso de todo cuanto tenía doña Francisca.
Almudena
Agarrado al brazo de Nina anda Almudena por las calles de Madrid, caballero de Arabia como de denomina Ponte. Galdós escribió de Almudena lo siguiente: <El moro Almudena, Mordejai, que parte tan principal tiene el la acción de Misericordia, fue arrancado del natural por una feliz conciencia. Un amigo, que como yo acostumbraba a flanear de calle en calle observando escenas y tipos, díjome que en el oratorio del caballero de Gracia pedía limosna un ciego andrajoso, que por su facha y lenguaje parecía de estirpe agarena. Acudí a verle y quedé maravillado de la salvaje rudeza de aquel infeliz, que en español aljamiado interrumpido a cada instante por juramentos terroríficos, me prometió contarme su romántica historia a cambio de un modesto socorro. Le llevé conmigo por las calles céntricas de Madrid, con escala en varias tabernas donde le invité a confortar su desmayado cuerpo con libaciones contrarias a las leyes de su raza.>.
Almudena es una de las criaturas de Galdós más problemáticas, igual que Nina, efectivamente, no queda nada claro su origen, y aunque Galdós le llame “el moro” a través de la obra, lo cierto es que Almudena, en ocasiones es moro y en otras hebreo, y al final de la obra es sefardí, cuando Nina le pregunta por su lugar de origen el responde: ”Ser eibrío”, además si a esto añadimos que los padres de este personaje se llaman Saúl y Rimna, que el comerciante amigo de la familia tiene por nombre Rubén Toledano y que Mordejai es mardoqueo podemos decir que su origen no está claro.
En el habla del moro encontramos varios tipos. Los rasgos más significativos son la diptongación en palabras que no lo hacen(conocier, quirier), la reducción de diptongos en palabras que lo deben tener(terra, goberno), el cierre de bocales, la no distinción genérica etc.
Personajes secundarios
Don Carlos
Despreciable personaje es don Carlos, que hace caridad con el producto de sus ilegales negocios, despreciable en sus gestos que pretenden dejar a los demás en segundo plano y se quedan en humillantes limosnas y despreciable también en sus palabras de consejo.
Estos son los cristianos que critica duramente Galdós, esta es la caridad que Benito no acepta, pues no resuelve nada. Por su vinculación a la clase media, don Carlos pretende ganarse el cielo con sus limosnas, pero doña Paca le deja bien claro que su opinión no es muy buena, y en la obra ella dice:<cree que repartiendo limosnas de ochavo, y proporcionándose por poco precio las oraciones de los humildes, podrá engañar al de arriba y estafar la gloria eterna, o colocares en el cielo de contrabando, o haciéndose pasar por lo que no es…>.
Don Romualdo
Por su vinculación a la clase media, don Romualdo, el clérigo testamentario, merece toda nuestra atención. Si a través de los relatos de Galdós podemos conocer a sus personajes, queremos llamar la atención del lector en la descripción de don Romualdo, la cual le gusta la buena mesa, pero se preocupa de los demás:<No estará de más señalar ahora la perfecta concordancia entre la persona del sacerdote y su apellido Cedrón, pues, por la estatura, la robustez y hasta el color, podía ser comparado a los caracteres de unos y otros, también hay concomitancias y parentescos. Talludo es el cedro, y además bello, noble, de madera un tanto quebradiza, pero grata y olorosa. Pues del mismo modo era don Romualdo: grandón, fornido, atezado y, la propio tiempo, excelente persona, de intachable conducta en lo eclesiástico, cazador, hombre de mundo en grado en que pueda serlo un cura, de apreciable genio, de palabra persuasiva, tolerante con las flaquezas humanas, caritativo, misericordioso, en suma, con los procedimientos metódicos y el buen arreglo que tan bien se avenían con su desahogada posición. Vestía con pulcritud, sin alardes de elegancia; fumaba sin tasa buenos puros y comía todo lo que demadaba el sostenimiento de tan fuerte osamenta y de musculatura tan recia. Enormes pies y manos correspondían a su corpulencia. Sus facciones bastas y abultadas no carecían de hermosura, por la proporción y buen dibujo; hermosura de mascarón escultórico, miguelangelesco, para decorar una imposta, ménsula o el centro de una cartela, echando de la boca guirnaldas y festones>.
Don Romualdo está muy lejos de la hipocresía, la intolerancia y el egoísmo del canónico, además Galdós fustigo a los clérigos y a la iglesia de su tiempo, porque para él ni la iglesia ni los clérigos cumplen la misión que tienen en realidad, esto quiere decir que en Misericordia podemos encontrar alusiones negativas de la iglesia.
“las antiguas”
A las antiguas se les reconoce a la Burlada, la seña Casiana y a Crescencia. Este nombre lo reciben por ser las más antiguas en los misterios de la mendicidad, dentro de una iglesia había una especie de clases sociales, y esta es la más importante, pues esta clase se rige por la antigüedad de las personas, por lo que estas tres personas tenían ciertas ventajas que las demás no tenía, y que no tendrían a no ser que las antiguas se fueran a otra iglesia o abandonaran el mundo de los vivos.
Conclusión
En resumen, la obra me ha gustado mucho, es decir, yo pesaba que iba e ser más aburrida, y se me hizo bastante corta, por otro lado no es la típica historia en la que al final se casan los protagonistas o se reconcilian, es una verdadera obra realista.
Otra cosa que me extraño fue lo de las clases dentro de la iglesia, y como uno que acabara de entrar era seriamente criticado por los demás, e incluso se puede ver, como había riñas entre las personas porque una decía que tenía oro en su casa, y la otra que si le vio en el restaurante cenando con sus hijos, y se ponían verdes unas o otras.
En este trabajo ha habido cosas que yo solía ponen nunca, como por ejemplo las notas a pie de página o los números de las preguntas, y aunque no ha sido nada difícil, era la primera vez que lo ponía en algún trabajo escolar.
Otra cosa importante a destacar es que aunque muchas veces he buscado información en libros, bibliotecas, enciclopedias, esta es la primera vez que busco información en Internet, y esto significa que la tecnología nos está invadiendo, dentro de 20 años nadie sabe como estaremos.
Bibliografía
-
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998.
-
Enciclopedia Microsoft Encarta `99
-
Libro de Literatura de los cursos y 4º de la E.S.O y 1º de Bachiller
-
Enciclopedia Salvat, tomo numero 14
-
Internet
-
Diccionario Vox, Madrid, 1989, página 463
-
Gran diccionario enciclopédico universal, tomo 12, página 1260.
Indice
1. Resumen de Misericordia
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, página 226
Este estilo se da cuando los personajes con los que se identifica el narrador están en el mismo uso lingüístico.
(Der. de figo, var. he higo) m. fonda o taberna de baja categoría.
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 15
Enciclopedia Salvat, tomo 14, pág. 3167
Realidad, ficción y símbolo en las novelas de Pérez Galdós: ensayo de estética realista, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1967, pág. 207
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 138
Nina es el personaje principal de esta obra, al cual se le conoce como Nina, Benina, o Benigna, como se llama ella en realidad, pero su nombre más usado es Benina y Nina
Debemos destacar que aunque Nina es la criada de la casa, no se le conoce como tal, sino como una amiga o incluso se puede ver en el papel de madre de Doña Paca, o Francisca, como es conocida, así que no nos puede extrañar ver la palabra familia haciendo referencia a Benina.
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 76
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 102
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 77
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 100
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 39
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 126
Benito Pérez Galdós, Misericordia, Madrid, Catedra, 1998, pág. 264
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