Literatura
Lírica de inicios del siglo XX
LÍRICA DE INICIOS DEL SIGLO XX A 1939
Modernismo.
Se desarrolló gracias a un grupo de poetas americanos que se pueden considerar premodernistas y gracias al impulso creador de Rubén Darío, quien lo difundió en España.
Los temas más relevantes que podemos encontrar en los textos modernistas son:
· Exotismo y cosmopolitismo. Escapismo modernista en el espacio y/o en el tiempo y sentimiento de pertenencia a una cultura común cosmopolita.
· Simbología y mitología. Uso de símbolos y mitos clásicos para expresar el misterio humano.
· Indigenismo e hispanismo. Valoración de las culturas precolombinas frente a lo español, que evolucionará hacia una valoración de la cultura hispánica en oposición a la cultura anglosajona por el dominio estadounidense.
· Espiritualismo y erotismo. Exacerbación de sentimientos religiosos que recoge elementos cristianos, budistas, pitagóricos…; el amor y el erotismo aparecen sublimados en la idealización femenina, o bien en el hedonismo pasional.
En cuanto al estilo, los rasgos más característicos son:
· Sensualidad. Se busca la belleza de forma sensible mediante efectos sonoros, sinestesias, y el cromatismo de imágenes y adjetivos.
· Léxico. Utilización de cultismos, neologismos,…
· Innovaciones métricas. La importancia del ritmo responde a la necesidad de expresar vivamente los sentimientos, por lo que se renueva la métrica recuperando versos antiguos y de procedencia francesa.
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Rubén Darío (Nicaragua, 1867).
Está considerado como el primer y más importante poeta modernista. Gracias a sus colaboraciones periodísticas y a su amplia cultura literaria viajó por diversos países americanos y europeos, lo que le permitió entrar en contacto con los autores más importantes del momento y sintetizar las tendencias francesas e hispánicas con el decidido impulso de su estilo. Su arrolladora personalidad y su curiosidad insaciable por conocer los misterios de la vida a través del arte le empujaron a una vida bohemia en la que terminó siendo víctima de sus excesos, que le llevaron a la enfermedad y a la muerte en 1916.
En su producción literaria destacan tres de sus obras, que constituyen tres etapas en la evolución de su poesía:
· Azul (1888). Etapa modernista. Presenta una clara influencia del parnasianismo. Es un libro de poemas y cuentos en los que se aprecia la aplicación de técnicas francesas al español.
· Prosas profanas (1896). Estética modernista. Los poemas de este libro pueden agruparse temáticamente en tres bloques: poemas amorosos de ambientación irreal, poemas reflexivos sobre el amor y la muerte, y poemas sobre la creación poética.
· Cantos de vida y esperanza (1905). Es la obra cumbre. Muchos poemas mantienen los principios anteriores, pro aparece una importante novedad: la conciencia colectiva. Se acentúan la angustia vital y el desengaño.
Rubén Darío usa formas retóricas e infunde calidad musical. El enriquecimiento léxico de la poesía queda también patente. En su estilo destaca el uso de la metáfora, el simbolismo de los colores, la sintaxis impresionista,… Los temas son el erotismo, la preocupación social y el propio concepto de arte y poesía.
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El modernismo en España.
Los poetas más relevantes del Modernismo español son Manuel y Antonio Machado, Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez. Exceptuando a Manuel Machado, de adscripción exclusiva a la estética modernista, el resto de poetas participarán con diferentes grados de implicación en este movimiento. En la prosa modernista destaca la figura de Valle-Inclán.
Como precursores del Modernismo en España podemos citar al cordobés Manuel Reina (1856-1905) y al malagueño Salvador Rueda (1857-1933), este último, claro poeta de transición entre el Romanticismo y el nuevo estilo, muestra una abundante adjetivación colorista y sensual e imágenes sorprendentes, mezclando el pintoresquismo de lo andaluz con una entusiasta admiración por la naturaleza y el erotismo.
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Manuel Machado (Sevilla, 1874).
Conoció, junto con su hermano Antonio, el simbolismo francés en su viaje a París de 1899. Publicó varios libros de poemas y algunas piezas teatrales en colaboración con Antonio (La Lola se va a los puertos). Abandonó su vida bohemia de tertulias en cafés y correrías nocturnas al contraer matrimonio. A pesar de sus inicios liberales se adhirió a la sublevación militar del 36. Murió en Madrid en 1947.
En su obra podemos diferenciar varias tendencias: la poesía simbolista (Alma, Capricho); la poesía descriptiva parnasianista e impresionista (Museo, Apolo, La fiesta nacional); la poesía popular andalucista (Cante hondo), la poesía prosaica (El mal poema); la poesía reflexiva y melancólica (Ars moriendi) y la poesía religiosa y patriótica (Horas de oro).
De sus libros destacan Alma (1902), en el que junto con resonancias del fatalismo romántico, encontramos poesía simbolista, parnasianismo, técnicas impresionistas y el decadentismo como postura vital.
En su libro Los cantares (1907) y Cante hondo (1912) aparecen metros populares dentro del folclorismo de lo andaluz al que el poeta aporta técnicas impresionistas.
Generación del 98.
Ortega y Gasset acuñó la denominación de Generación del 98, expresión con la que se recogía al grupo inicial de Azorín, Baroja y Maetzu, más Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán.
El 98, al igual que el Modernismo, reacciona contra la literatura y propone una renovación de los géneros tradicionales:
· Novela. Destacan algunas figuras de transición entre el realismo naturalista y el modernismo finisecular que posibilitan los elementos narrativos tradicionales del realismo por una condensación en muy pocos personajes, en los que la trama se desarrolla internamente y se da un predominio abrumador del diálogo.
· Poesía. Se preocupa esencialmente por lo humano, pues mediante la poesía se accede a una nueva forma de conocimiento personal y universal.
· Ensayo. Es el género literario dominante, en una nueva concepción híbrida de narrativa, lirismo y expresión ideológica.
· Teatro. Sigue por un lado cauces comerciales, pero también intentos experimentales.
Características generales de la Generación del 98:
· Asimilación de las corrientes ideológicas irracionalistas y de las tendencias de renovación estética del fin de siglo.
· Preocupación por el porvenir de España en un plano idealista, no pragmático, que reflexiona sobre la necesidad de europeización de España y de españolización de Europa.
· Reivindicación del paisaje español como tema literario, sobre todo de Castilla.
· Reconocimiento del magisterio de Larra como precursor de la necesidad de la regeneración del país y admiración por su capacidad de crítica e independencia.
· Renovación de la lengua literaria.
· Actitud reflexiva del autor que le lleva a plantearse cuestiones existenciales.
Elementos temáticos:
· El inexorable paso del tiempo.
· La soledad necesaria para el encuentro del hombre consigo mismo.
· El sueño o creación de una realidad alternativa para superar la angustia vital.
· La actitud de desengaño y pesimismo.
· El sensualismo y el amor por los placeres, que invita a disfrutar de la vida bohemia.
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Antonio Machado.
Nació en Sevilla en 1875. En 1833 la familia se trasladó a Madrid, donde Antonio será alumno de Giner de los Ríos en la Institución Libre de Enseñanza. En 1899 acompañó a su hermano Manuel a París, donde se ganaron la vida elaborando traducciones. Allí conoció a Baroja, a Rubén Darío y a Oscar Wilde. Al regresar a Madrid, trabó amistad con Juan Ramón Jiménez, Unamuno y Valle-Inclán. En 1906 ganó la cátedra de francés del instituto de Soria. Allí se casó con la joven Leonor en 1909. Tres años más tarde, al morir Leonor, solicitó traslado a Baeza. Después obtuvo destino en Segovia (de 1919 a 1932) y un año después se instaló en Madrid. Cuando se inició la Guerra Civil, Antonio Machado puso su literatura al servicio de la causa republicana, por lo que tuvo que abandonar España en 1939. Poco después de instalarse en Francia, cerca de la frontera, murió en Colliure, donde reposan sus restos.
De su personalidad destaca la bondad, una gran coherencia vital y una firmeza ideológica compatible con la amistad, la ironía amable y la discreción.
Aunque principalmente cultivó la poesía, vertió sus reflexiones literarias en escritos en prosa breve de tipo ensayístico: Los complementarios (1912-1926), Juan de Mairena (1936). También escribió varias obras de teatro, casi todas en verso, en colaboración con su hermano Manuel: Juan de Mañara, La Lola se va a los puertos, La condesa de Benamejí…
Evolución poética. Tres etapas en las que el autor evoluciona desde un modernismo becqueriano y simbolista hacia un lenguaje poético más depurado y conceptual.
· Primera etapa. Periodo plenamente modernista con su primer libro, Soledades (1903), cuarenta y dos poemas de tono melancólico sobre los temas característicos del posromanticismo. Aparecen también los símbolos característicos de Machado (la fuente, el camino…). Con la publicación de Soledades, galerías y otros poemas (1907) encontramos una revisión del autor de su estética modernista y la aparición del paisaje castellano en los poemas añadidos.
· Segunda etapa. En 1912 se publica Campos de Castilla, que se ampliará en 1917, fecha en la que Machado ya había sufrido la muerte de Leonor y vivía las duras circunstancias políticas del momento. Son más de cincuenta poemas en los que el objeto poético se traslada desde el subjetivismo anterior a la realidad exterior. El paisaje se refleja como el marco real en el que transitan personajes o historias. Se produce una mayor confluencia ideológico-temática con el 98: el tema de España que se plasma en una mayor atención al paisaje y a los temas políticos y sociales.
· Tercera etapa. Encontramos la vertiente más filosófica y neopopular de Machado, Proverbios y cantares, Nuevas canciones, así como poesía amorosa, inspirada por un amor de madurez del poeta. Sus últimos poemas, Poesías de la guerra, expresan la dureza de la etapa de guerra y su breve exilio.
Características de su estilo:
· Economía métrica. Preferencia por el octosílabo, endecasílabo y alejandrino, con empleo tenue de recursos rítmicos. También se sirvió de estrofas populares. Machado trata de utilizar libremente las combinaciones que le parecen oportunas en cada composición.
· Llaneza. Facilita la comprensión: tono conversacional.
· Concisión. Frases nominales, esticomitia.
· Uso del símbolo.
· Imágenes connotativas.
· Adjetivación y color de efectos impresionistas. Epítetos, sinestesias…
· Uso de contrarios. Paralelismo, antítesis…
· El tiempo. Intenta apresar el discurrir en sus poemas mediante el empleo de formas durativas, deícticos temporales, uso de marcos espacio-temporales en las descripciones.
Novecentismo.
El término Novecentismo se emplea para referirse a una etapa de la literatura española (1914-1925), entre el fin de siglo y las Vanguardias, en la que a un grupo de escritores, entre los que se encuentran ensayistas (Ortega y Gasset o Eugenio D'Ors), novelistas (Gabriel Miró o Ramón Pérez de Ayala) y poetas (Juan Ramón Jiménez) se proponen acabar con los ideales estéticos que habían dominado en el siglo XIX.
Los rasgos que caracterizan este movimiento son:
· Sólida formación intelectual y científica. Muchos de los componentes del grupo se han formado en universidades europeas y poseen una preparación intelectual que les permite enfrentarse a la realidad con rigor y objetividad.
· Intelectualismo. En sus obras predomina la exposición de ideas, por lo que el género predominante en la época es el ensayo.
· Cosmopolitismo. Manifiestan en sus obras el gusto por lo universal, el rechazo de las expresiones locales y de cualquier forma de casticismo.
· Preocupación por España. Se proponen intervenir activamente en la vida política de España para modernizarla a través de la cultura y de la ciencia.
· Defensa del arte puro. Entienden que la finalidad del arte es primordialmente estética. Para ellos el arte es capaz de crear su propia realidad autónoma.
· Preocupación formal. Se observa un empeño por lograr una obra bien hecha.
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Juan Ramón Jiménez (Huelva, 1881).
Consagró su vida a la creación de una obra poética que lo ha convertido en uno de los grandes renovadores de la lírica del siglo XX y en el maestro de varias generaciones.
Él mismo diferenció tres etapas en la evolución de su obra poética:
· Primera etapa (1900-1915). Incluye sus primeros libros de poemas entre los que destacan: Arias tristes (1903), Jardines lejanos (1904), Elejías (1908), La soledad sonora (1911) y Poemas mágicos y dolientes (1911). Estas obras sitúan al autor en la línea de la poesía modernista: adjetivación brillante, musicalidad, empleo de la sinestesia, evocación de ambientes melancólicos y de paisajes en los que el poeta proyecta su estado de ánimo.
· Segunda etapa (1916-1936). En los libros que corresponden a esta etapa se observa el abandono definitivo de la estética modernista y la evolución hacia la poesía pura: eliminación de lo anecdótico y de lo sentimental, depuración expresiva y predominio de lo conceptual. Los títulos más representativos de esta segunda etapa son Diario de un poeta recién casado (1917), Eternidades (1918), Piedra y Cielo (1918), Poesía (1923) y Belleza (1923).
· Tercera etapa (1936-1958). En la última etapa se agrupan los libros escritos durante el exilio Animal de fondo y Dios deseado y deseante (1949), obras en las que el poeta manifiesta el gozo del hallazgo de lo eterno, lo infinito o lo invisible. En esta etapa destaca el poema Espacio (1954), un largo poema en prosa en el que los efectos rítmicos se consiguen mediante recurrencias fónicas o sintácticas y en el que se suceden metáforas sorprendentes o de imágenes visionarias.
Las vanguardias.
En las primeras décadas del siglo XX proliferan en Europa una serie de movimientos artísticos que buscaban la renovación estética a partir de la ruptura con todo el arte anterior. La palabra con la que se denomina a estos movimientos, vanguardia, hace referencia al carácter combativo de estos movimientos posicionados en la primera línea.
Los movimientos de vanguardia empiezan a surgir un poco antes de la Primera Guerra Mundial, viven su apogeo en los años 20 y desaparecen en la década de los 30. Presentaban las siguientes características comunes:
· Formación a partir de manifiestos, obras de carácter teórico en las que se explican los principios estéticos del movimiento.
· Rechazo de toda la estética anterior y especialmente del simbolismo.
· Carácter elitista: los vanguardistas proponen un arte alejado de los gustos populares, dirigido a una minoría.
· Exaltación de la imaginación creadora y defensa de la autosuficiencia del arte, que aparece desvinculado de la realidad.
· Defensa a ultranza de la experimentación y de la renovación de las formas artísticas.
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Las vanguardias europeas.
El futurismo.
Es un movimiento vanguardista de origen italiano encabezado por Filippo Tommaso Marinetti, que se dio a conocer en 1909 mediante la publicación del Manifiesto del futurismo.
Los rasgos más destacados de este movimiento son:
· Rechazo de la estética simbolista.
· Exaltación de la acción, las máquinas modernas y la velocidad.
· Empleo de recursos tipográficos y de signos matemáticos.
· Destrucción de la sintaxis mediante la eliminación de elementos de relación.
· Supresión del adjetivo.
· Búsqueda constante e imágenes sorprendentes.
El cubismo.
Surge en las artes plásticas en 1907 con Las señoritas de Avignón de Picasso y que en literatura se desarrolla entre 1917 y 1920. El cubismo literario tiene como máximo representante a Guillaume Apollinaire, creador del caligrama, un tipo de poema que por su disposición gráfica es también un dibujo.
Los aspectos más relevantes de la estética cubista son:
· Presentación de fragmentos superpuestos en forma de collage.
· Eliminación de los signos de puntuación.
El cubismo influyó en algunos de los poetas del 27, especialmente en Gerardo Diego en su obra Manual de espumas (1924).
El dadaísmo.
Surge durante la Primera Guerra Mundial en la ciudad suiza de Zurich. Su principal promotor fue Tristan Tzara, autor del Manifiesto Dadá (1918). En este manifiesto se recogen las destructivas propuestas del movimiento:
· Deseo de destruir el arte y la literatura creados por la sociedad burguesa, por considerarlo agotado y decadente.
· Defensa de lo absurdo y lo irracional.
· Desarrollo de una creatividad que se exprese al margen de cualquier norma.
El surrealismo.
Surge en Francia en el año 1924 cuando André Bretón publicó su primer manifiesto. Este nuevo movimiento de vanguardia, basado en las teorías de Freud y del marxismo, intenta superar el nihilismo destructivo del dadaísmo a través de la búsqueda de un nuevo lenguaje que permita la expresión del mundo subconsciente.
Se emplea el arte como medio de liberación de los sentimientos reprimidos. El acceso al mundo subconsciente permite al individuo alcanzar un conocimiento de una realidad al que no se accede mediante la razón.
Empleo de la técnica de la escritura automática para conseguir liberar el contenido del subconsciente.
Trajo consigo una renovación expresiva y favoreció la rehumanización de las expresiones artísticas.
El surrealismo llegó a España hacia 1925 y fue recibido con entusiasmo por pintores como Salvador Dalí, cineastas como Luis Buñuel o poetas como Federico García Lorca.
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Las vanguardias hispánicas.
El creacionismo.
Surge en 1918 impulsado por el poeta chileno Vicente Huidobro y por los poetas españoles Gerardo Diego y Juan Larrea. La estética creacionista se basaba en la idea de que el poeta ha de ser el creador de nuevas realidades y no se debe limitar a imitar la realidad.
Sus rasgos más destacados son:
· Eliminación de lo anecdótico y lo descriptivo.
· Yuxtaposición de imágenes sorprendentes, que solo tienen sentido dentro del propio poema y a partir de las cuales el poeta crea su nueva realidad.
El ultraísmo.
Aparece en España en 1918. Recoge las aportaciones de las vanguardias europeas y del creacionismo. El autor más destacado es Guillermo de Torre.
Sus características son:
· Rechazo del sentimentalismo y de la estética modernistas.
· Gusto por los objetos.
· Defensa del carácter autónomo del arte.
· Empleo de nuevas disposiciones tipográficas.
· Empleo del verso libre.
· Creación de neologismos y gusto por el empleo de palabras esdrújulas.
· Protagonismo de la metáfora y de la imagen.
Generación del 27.
El grupo poético del 27 reúne a una serie de poetas que asumieron la renovación expresiva propuesta por las vanguardias sin renunciar a la herencia de la tradición literarias española de la que eran profundos conocedores.
Entre los numerosos componentes del grupo destacan por la brillantez de su obra: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso.
Aunque cada uno de los poetas del 27 muestra en sus obras un marcado carácter personal y un estilo propio, es posible señalar una serie de rasgos reconocibles en la mayoría de ellos:
· Se proponen renovar la poesía, para lo que asumen principios estéticos de las vanguardias, aunque sin rechazar la tradición literaria española.
· Empleo de la metáfora.
· Utilización de una métrica variada.
· Preocupación por los aspectos formales de la poesía.
Evolución.
En la obra poética de los autores del 27 se observa una evolución desde una poesía pura y deshumanizada hacia una poesía que se hace eco de los problemas del ser humano en su dimensión individual o social. Se pueden distinguir tres etapas:
· Predominio del arte nuevo. Abarca los primeros años de la generación y aparece marcada por la influencia de las vanguardias y de la poesía pura. Son los años en los que los poetas empiezan a publicar sus primeros libros, influidos por Juan Ramón Jiménez y por la estética gongorina y vanguardista.
· La rehumanización. Se inicia un progresivo abandono de la poesía entendida como un juego estético y una mayor presencia de contenidos humanos, lo que da lugar a la aparición de una poesía neorromántica o de compromiso social y político.
· La dispersión. Al estallar la Guerra Civil el grupo se dispersa y sus componentes continúan su evolución personal en solitario. García Lorca ha muerto asesinado; Alberti, Cernuda, Salinas y Guillén continuarán su obra en el exilio y sólo quedan en España Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego, que se convertirán en los maestros de sucesivas generaciones de poetas.
Tendencias.
· La poesía pura. El ideal poético de la poesía pura influye en la etapa inicial de casi todos los miembros del grupo. Pedro Salinas y Jorge Guillén. Características:
- Empleo de un lenguaje conciso y reducido a lo esencial.
- Supresión de la anécdota, de lo descriptivo y de lo sentimental.
- Tendencia a la abstracción y a lo intelectual.
- Predominio del sustantivo y ausencia de verbos.
- Simplicidad sintáctica.
- Formas poéticas breves y versos de arte menor.
· La poesía vanguardista. La huella del futurismo se observa en numerosos poemas de Fábula y signo (Pedro Salinas, 1931), y son considerados ultraístas y creacionistas los libros de Gerardo Diego titulados Imagen (1922) y Manual de espumas (1924).
· Surrealismo. Aunque ninguno de los poetas del 27 practicó la escritura automática se observa la influencia de la estética surrealista en obras de Alberti (Sobre los ángeles), Cernuda (Los placeres prohibidos), García Lorca (Poeta en Nueva York) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios). Características:
- Empleo del verso libre y del versículo.
- Paralelismo.
- Símbolos, metáforas e imágenes irracionales.
- Asociaciones Insólitas entre las palabras.
- Lenguaje no comunicativo.
- Hermetismo.
- Poemas largos.
· Neopopularismo. La poesía tradicional y el folclore popular sirvieron de fuentes de inspiración para algunos poetas del 27, especialmente para Alberti (Marinero en tierra, 1925) y Federico García Lorca (Canciones, 1927; Romancero, 1924 y Poema del cante jondo, 1931). Características:
- Formas métricas tradicionales.
- Rima asonante.
- Recursos expresivos propios de la lírica tradicional.
- Aparente sencillez expresiva.
- Símbolos tradicionales.
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Grandes poetas del 27.
Pedro Salinas (1891-1951).
Nació en Madrid y fue profesor de Literatura Española en varias universidades españolas y extranjeras. Tras la Guerra Civil se exilió en Estados Unidos, donde continuó su trabajo como escritor y como profesor hasta su fallecimiento. Destacan tres etapas:
· Primera etapa (1923-1931). Incluye sus tres primeros libros, Presagios (1924), Seguro Azar (1929) y Fábula y signo (1931).
· Segunda etapa (1933-1938). La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (escrito entre 1936 y 1939, pero publicado posteriormente).
· Tercera etapa (1940-1951). En su obra del exilio destacan El contemplado (1946) y Todo más claro (1949) dentro del cual destaca el poema Cero.
Jorge Guillén (1893-1984).
Nació en Valladolid y recibió una amplia formación intelectual dentro y fuera de España. Fue profesor de Literatura Española en Murcia, Sevilla, Oxford y París y, tras la Guerra Civil, se exilió en Estados Unidos, donde siguió trabajando como profesor. Tras la muerte de Franco regresó a España y residió en Málaga hasta su muerte.
· Cántico (iniciado en 1919 y ampliándose hasta 1950) es su obra fundamental y más representativa de la poesía pura.
· Clamor (1957), se observa una evolución hacia una poesía deshumanizada.
· Homenaje (1967), es el libro más largo.
Gerardo Diego (1896-1987).
Nació en Santander y fue catedrático de instituto en varias ciudades españolas, hasta que en 1939 se instaló en Madrid, donde vivió hasta su muerte. El rasgo más característico de su poesía es la variedad. Cultivó tanta poesía vanguardista como la poesía de corte clásico.
· Imagen (1922), Manual de espumas (1924) escritas bajo el influjo del ultraísmo y del creacionismo.
· Poesía de inspiración clásica: Versos humanos (1925).
Federico García Lorca (1896-1936).
Nació en Fuente Vaqueros (Granada). En 1919 se trasladó a estudiar a Madrid y se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde trabó amistad con Salvador Dalí y Luis Buñuel y entró en contacto con otros poetas del grupo del 27. En 1929, tras una crisis personal, viajó a Estados Unidos, donde permaneció hasta 1930. Destaca como poeta aunque también se dedicó al teatro. Además de escribir obras dramáticas, desde 1932 dirigió el grupo universitario «La Barraca», con el que difundió el teatro por los pueblos de España. Murió fusilado en Granada.
· Neopopularismo: Canciones (1927), Romancero gitano (1928), Poema del cante jondo (1931), obras inspiradas en la poesía tradicional castellana, el folclore andaluz y el cante jondo.
· Estética surrealista: Poema en Nueva York (1929).
· Tradición de los sonetistas españoles: Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935), Sonetos del amor oscuro (que no se dieron a conocer hasta 1984).
Luis Cernuda (1902-1963).
Nació en Sevilla y se dedicó a enseñar Literatura Española en varias universidades, primero en Europa y después en Estados Unidos. Murió en México.
· Primera etapa. Evolución desde una poesía pura y clasicista hacia una poesía influida por la estética surrealista. Perfil del aire (1927), Égloga, elegía y oda (1928), Los placeres prohibidos (1931). En 1936 reúne todos los libros bajo un solo título: La realidad y el deseo.
· Segunda etapa. Se inicia con la Guerra Civil y el exilio. Se agudiza el tono nostálgico y elegíaco. Las nubes (1940), Desolación de la quimera (1962).
Rafael Alberti (1902-1999).
Nació en Puerto de Santa María (Cádiz). En 1917 se trasladó con su familia a Madrid, donde se inicia en sus dos vocaciones artísticas: la poesía y la pintura. En 1925 le conceden el Premio Nacional de Literatura por su obra Marinero en tierra. Su compromiso político con el régimen republicano le obligó a abandonar el país en 1939. Durante los años que duró su exilio vivió en Argentina e Italia y no regresó a España hasta 1977. Murió en su pueblo natal.
· Poesía neopopular: Marinero en tierra (1924).
· Poesía neogongorina: Cal y canto (1929).
· Influencia del surrealismo: Sobre los ángeles (1929), Sermones y moradas, Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.
· Poeta social: El poeta en la calle (1935).
· En el exilio: Entre el clavel y la espada (1941), A la pintura (1948).
Miguel Hernández (1910-1942).
Nació en Orihuela (Alicante) en el seno de una familia humilde. Desde niño fue pastor y su afición por la lectura de los clásicos fue la única base de su formación como poeta. Durante la Guerra se alistó como voluntario en el ejército republicano y tras la derrota fue detenido y encarcelado. Murió de tuberculosis en una prisión de Alicante.
· Poesía neogongorina: Perito en lunas (1933).
· Elementos simbólicos: El rayo que no cesa (1936).
· Tono combativo: Viento del pueblo (1937).
· Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941).
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Enviado por: | Leti |
Idioma: | castellano |
País: | España |