La vida de Lazarillo de Tormes

Editorial Castalia Didáctica

En un principio el padre era molinero pero, cuando Lázaro tenía ocho años, fue apresado por robar. Más adelante, se convierte en sirviente de un caballero y, como él, perece en una batalla contra los moros.

La madre, viuda, para mantener a Lázaro, lavaba la ropa de los moros y mantenía relaciones con uno de ellos del que, finalmente, tiene un hijo.

2. Su primer amo es un ciego. Lázaro comenta que con este amo perdió su inocencia infantil. ¿Cómo ocurrió?

Su amo le dijo que se acercara a una estatua con forma de toro y que pusiese el oído cerca. Lázaro, inocente, así lo hizo y, en ese mismo momento, el ciego le empujó la cabeza y Lázaro se dio un golpe con la piedra.

Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo:

• Lázaro, llega el oído a ese toro y oirás gran ruido dentro dél.

Yo simplemente llegué, creyendo ser ansí; y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:

- Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.

Y rió mucho la burla.

Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. (pág. 69)

3. Enumera todas las historias que le suceden estando con el ciego.

• Golpe contra el toro de piedra de Salamanca.

• Robo de la comida que el ciego guardaba en un fardel.

• La jarra de vino.

• Las uvas.

• Cambio de la longaniza por el nabo.

• Golpe del ciego contra el poste.

Tiene una estructura circular porque empieza con una historia en la que Lázaro sale perjudicado y la última historia es la venganza del pícaro con una treta que mantiene un claro paralelismo con la primera.

El relato no nos proporciona suficientes datos para hacernos una idea exacta del físico del ciego, pero Lázaro destaca que era una persona muy inteligente con un rostro humilde y una nariz larga y afilada.

En el plano psíquico, Lázaro nos lo presenta como una persona egoísta y que se aprovecha de la gente para sacarle dinero.

..., desde que Dios crió el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio era un águila: ciento y tantas oraciones sabía de coro; un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía resonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto, que con muy buen continente ponía cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos como otros suelen hacer. (pág. 70)

Su segundo amo es un clérigo muy avaricioso y cruel, pues castiga a Lázaro cruelmente cuando se entera de que este le roba la comida.

Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para éste como un Alejandro Magno, con ser la mesma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la laceria del mundo estaba encerrada en éste. (pág. 84)

Además es muy desconfiado. Cuando celebraba Misa, en lugar de atender a ella, está pendiente de que los fieles no hurten alguna moneda.

Cuando al ofertorio estábamos, ninguna blanca en la concha caía que no era dél registrada: el un ojo ten a en la gente y el otro en mis manos. Bailábanle los ojos en el caxco como si fueran de azogue. Cuantas blancas ofrecían tenía por cuenta y acabado el ofrecer, luego me quitaba la concheta y la ponía sobre el altar. (pág. 86)

Se comporta igual que con su primer amo: intenta aprovecharse de él todo lo que puede, obligado por la necesidad y el hambre. Es una persona muy inteligente para la edad que tiene y también muy desafortunado por los dos amos que le han tocado.

Mas como el hambre creciese, mayormente que tenía el estómago hecho a más pan aquellos dos o tres días ya dichos, moría mala muerte; tanto , que otra cosa no hacía en viéndome solo, sino abrir y cerrar el arca y contemplar en aquella cara de Dios, que ansí dicen los niños. Mas el mesmo Dios, que socorre a los afligidos, viéndome en tal estrecho, trujo a mi memoria un pequeño remedio: que, considerando entre mí, dije: “ Este arquetón es viejo y grande y roto por algunas partes, aunque pequeños agujeros. Puédese pensar que ratones, entrando en él, hacen daño a este pan .Sacarlo entero no es cosa conveniente, porque verá la falta el que en tanta me hace vivir. Esto bien se sufre.” (pág. 90)

Actúa de una manera diferente que con los otros amos ya que mientras los anteriores tenían comida pero no la compartían, el hidalgo pasa hambre y es Lázaro el que sale a mendigar por las calles y lo mantiene el tiempo que permanece con él.

Sentéme al cabo del poyo, y porque no me tuviese por glotón, callé la merienda. Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y, disimuladamente, miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba aquel pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. (pág. 109)

No, como he señalado antes, Lázaro se apiada de él porque ve que, aunque quisiera, no podría darle de comer y por ello, además de prestarle sus servicios como criado, mendiga para los dos.

“ Este - decía yo - es pobre, y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquéllos es justo desamar, y aquéste de haber mancilla.” (págs. 110-111)

Con el primer amo, Lázaro pierde la inocencia y aprende a desconfiar incluso de sus seres más cercanos, de los que le acompañan en sus andanzas. A partir de esta experiencia, Lázaro deja de ser un niño y se convierte en un joven pícaro.

Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que , como niño, dormido estaba. Dije entre mí: “Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues sólo soy, y pensar cómo me sepa valer” (pág. 69)

Con su segundo amo, aprende a robar y a engañar y aguza el ingenio para poder subsistir y no morir de hambre.

Con el hidalgo, su tercer amo, Lázaro comprende que hay personas que también pasan necesidades y aprende a compartir lo poco que tiene. Sevirle supone para Lázaro sentir compasión y caridad hacia los demás, aunque su situación sea tan mala como la de ellos.

Contemplaba yo muchas veces mi desastre, que escapando de los amos ruines que había tenido, y buscando mejoría, viniese a topar con quien no sólo no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía más. Y antes le había lástima que enemistad. Y muchas veces, por llevar a la posada con que él lo pasase, yo lo pasaba mal.(pág. 110)

Pienso que fueron prohibidos porque representan una dura crítica a la Iglesia de la época. Sus personajes eclesiásticos son descritos como personas pecadoras, crueles y poco cercanas a los valores cristianos que deberían transmitir.

Tratado II : De la taberna nunca le traje una blanca de vino, mas aquel poco que de la ofrenda había metido en su arcaz, compasaba de tal forma, que le turaba toda la semana. Y por ocultar su gran mezquindad, decíame:

• Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me desmando como otros.

Mas el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios que rezamos, a costa ajena comía como lobo, y bebía más que un saludador. (págs. 86-87)

Tratado IV : Hube de buscar el cuarto, y éste fue un fraile de la Merced, que las mujercillas que digo me encaminaron. Al cual ellas le llamaban pariente. Gran enemigo del coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera, amicísimo de negocios seglares y visitar. Tanto, que pienso que rompía él más zapatos que todo el convento. Éste me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida; mas no me duraron ocho días, ni yo pude con su trote durar más. Y por esto, y por otras cosillas que no digo, salí dél. (págs.122-123)

Critica la falsedad de las bulas y la falta de cultura de la sociedad que cree todo lo que predica el buldero.

La aprendió del escudero que creía que la honra se aprecia en el aspecto externo no en el interior de las personas. Por ello para ser una buena persona hay que vestirse bien.

Fueme tan bien el oficio, que al cabo de cuatro años que lo usé, con poner en la ganancia buen recaudo, ahorré para me vestir muy honradamente de la ropa vieja. De la cual compré un jubón de fustán viejo y un sayo raído, de manga tranzada y puerta, y una capa que había sido frisada, y una espada de las viejas primeras de Cuéllar. Desque me vi en hábito de hombre de bien dije a mi amo se tomase su asno, que no quería más seguir aquel oficio. (págs. 135-136)

Lázaro piensa que consiguió todo lo que podía esperar de la vida porque es un personaje ya degradado por todo lo que ha vivido y no le importa pasar por la infidelidad de su mujer con tal de sacar provecho para sí. Identifica “lo bueno” con “lo provechoso”. Adecua la moral a su conveniencia.

La obra critica la sociedad de la época pero sobre todo censura las actitudes de los religiosos. Puede entenderse de dos formas: como una obra cómica que busca tan solo el entretenimiento del lector o como una obra que, utilizando la ironía y la sátira, intenta reflejar la realidad del entorno social de Lázaro.

16. La obra cumple las características de la novela picaresca. Ejemplifica con elementos de la obra cada uno de los rasgos de la picaresca.

Características de la novela picaresca:

• Es un relato autobiográfico.

• Presenta el esquema de una carta hablada, dirigida a un personaje poderoso:

Pues sepa Vuestra Merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nascimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tomé el sobrenombre, [...] (pág. 65)

• El relato es la explicación de una situación final, aceptada por el protagonista.

Mas yo de un cabo y mi señor de otro, tanto le dijimos y otorgamos que cesó su llanto, con juramento que le hice de nunca más en mi vida mentalle nada de aquello, y que yo holgaba y había por bien de que ella entrase y saliese, de noche y de día, pues estaba bien seguro de su bondad. Y así quedamos todos tres bien conformes. (pág. 140)

• La historia tiene un desarrollo lineal y cronológico, desde el nacimiento del pícaro hasta su estado “actual”.

• Como autobiografía, presenta una perspectiva única: el punto de vista de Lázaro adulto: los hechos se presentan siempre como pasados, es la explicación que Lázaro da a Vuestra Merced sobre su situación actual.

• El narrador ha seleccionado a su gusto los episodios que recuerda y nos relata:

Para esto le hacía burlas endiabladas, de los cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo. (pág. 71)

• Lázaro es hijo de padres sin honra:

Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo cual fue preso, y confesó, y no negó, y padesció persecución por justicia. (pág. 65)

Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos, por ser uno dellos y vínose a vivir a la ciudad y alquiló una casilla y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena; de manera que fue frecuentando las caballerizas. (pág. 66)

• Relato itinerante:

Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados. (pág. 84)

• Fortuna pendular:

Vuestra Merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conoscer de todo en todo la fortuna serme adversa. Allí se me representaron de nuevo mis fatigas y torné a llorar mis trabajos; allí se me vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que, aunque aquel era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor. (pág. 101)

17. Opinión personal de la obra.

El estilo de la obra es sencillo, intenta reflejar el estrato social del que procede el protagonista y para ello utiliza un lenguaje claro y directo. Por tanto, el nivel de lengua es coloquial no culto.

Narra la historia de un niño, de cómo se convierte en adulto y de la influencia que en la formación de su personalidad tienen los comportamientos de cada uno de sus amos.

Lázaro está marcado y casi predestinado a ser infeliz en la vida debido a su procedencia aunque a los ojos de Lázaro este destino no se cumple porque consigue su objetivo: bienestar económico aun a costa de su dignidad personal. Esta es quizás una de las críticas más duras hacia la hipocresía de la sociedad de la época que permitía a los clérigos actuaciones como las que nos relata Lázaro a lo largo de la novela. Incluso al final, Lázaro debe soportar la vergüenza de la infidelidad de su mujer a cambio de la tranquilidad de ver asegurado su futuro y de una mejora social ficticia.

Creo que el autor consigue su propósito de censurar estas actitudes que sólo generaban hambre y pobreza y que obligaban a los humildes a no salir nunca de la miseria porque era imposible ascender en la escala social.

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