Filosofía y Ciencia


La República; Platón


RESEÑA BIOGRÁFICA:

Platón fue un ateniense nacido en el año 427 a.C. en el seno de una familia noble, fue educado en música y gimnástica. En el año 407 a.C. acaeció en la vida de este gran filósofo aquello que cambiaría su vida para siempre, conoció al que sería su maestro y mentor Sócrates, quien le impartiría clases durante aproximadamente ocho años, hasta que, condenado por perversión de la juventud, fue condenado a beber cicuta y no rehusando su condena murió acompañado de grandes amigos en su última cena. Platón no estuvo presente en los últimos momentos de su maestro, relatados en el Fedón; pero esta escandalosa injusticia debió ser para él el prototipo del acto contra el que debía luchar todo filósofo. Es por este hecho que este filósofo siempre atacará a la democracia como el peor régimen político pues fue bajo este modelo de gobierno donde acaeció el trágico suceso.

Luego de este suceso, por miedo a ser molestado por su condición de alumno de Sócrates decidió marchar y recorrer distintos lugares, entre los que se dice visitó Egipto o Italia, este último país con la intención de saber más acerca de Pitágoras. En uno de sus viajes va a parar a Sicilia y es bajo el dominio de los tiranos de Siracusa donde intenta poner en práctica su modelo de estado, llegando incluso a poner en peligro su integridad física, proyecto que resulto fallido.

Regresa a Atenas tras sus fracasos en Siracusa compra un gimnasio situado al noroeste de su ciudad y allí funda la Academia, que constituyó la primera escuela filosófica estructurada como universidad, con su estatuto, biblioteca, residencia de estudiantes, etc. En ella además de filosofía también se recibían clases de matemáticas, astronomía y física entre otras. Adquirió gran fama dicha escuela y de todos los rincones del Mediterráneo comenzaron a llegar estudiantes deseosos de seguir las enseñanzas del brillante filósofo al que hoy sometemos a estudio.

Platón muere en Atenas en el año 347 a.C. a la edad de 80 años, como se puede comprobar, fue un anciano muy longevo para su tiempo y hasta el día de su muerte permaneció al frente de la academia. A su muerte deja la dirección de la Academia en contra de todo pronóstico a su sobrino, lo que encolerizará a otro gran filósofo de la época y discípulo de éste, quien es creía ya poseedor de la plaza de director de la escuela filosófica de tanto renombre, Aristóteles, el cual acabará fundando el Liceo por despecho que será la gran sucesora de la Academia cuando esta entra en declive.

CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL:

En el terreno político podemos decir que Platón vivió en la época de declive de su polis natal, Atenas ya que luego de las guerras Médicas, en las que se aliaron griegos contra persas, esta polis se alzó con la hegemonía sobre todas las demás ciudades estado, lo cual dio lugar a fuertes enemistades con Atenas como fue el caso de Esparta. A partir de este enfrentamiento entre las dos polis más poderosas de la Grecia antigua tendrá lugar un conflicto denominado como la guerra del Peloponeso (duró 30 años) que concluyó con la victoria final de Esparta. Fue por deseos de la polis vencedora que se instauró un modelo oligárquico de gobierno a través del cual les fueron arrebatadas a los ciudadanos atenienses todos aquellos por los que habían luchado durante tanto tiempo. Se instauro lo que fue llamado el gobierno de los Treinta Tiranos, de entre los cuales Platón estaba destinado a ser un hombre de poder, poder que sin embargo rehusó. Un año más tarde un levantamiento militar devolvió a Atenas un régimen democrático que fue el encargado de condenar a Sócrates a beber cicuta por lo que, como ya se dijo en el apartado anterior, Platón nunca perdonará dicho acontecimiento y no aceptará nunca la democracia como un modelo político válido para su modelo de estado.

En cuanto al modelo de sociedad griega podríamos decir que se dividía en aristocracia, pueblo y esclavos. La aristocracia estaba formada por el sector rico y poseían mejores tierras, ganado y derechos. El pueblo estaba formado por los campesinos, los pastores y los artesanos, que gozaban de libertad y de derechos siempre y cuando fuesen ciudadanos atenienses. Los esclavos eran el sector social mas bajo caracterizado por hacer trabajos pesados y no tener derechos. Los tres grupos constituyan una sociedad basada en la familia con preferencia a los hombres y donde la mujer permanecía totalmente inactiva, carecía de derechos y libertades al igual que los esclavos.

La religión en le contexto histórico donde debemos situar a Platón era, como ya es conocido por todos, politeísta, basada en mitos donde el eslabón más alto de la cadena de los dioses eran Zeus y junto a el su mujer Hera.

Se dieron también grandes adelantos científicos durante el siglo V a.C. algunos de los cuales fue partícipe y descubridor el propio Platón como es el caso de sus destacados descubrimientos en astronomía junto con Sócrates ya que afirmaron que la Tierra giraba sobre su propio eje y que giraba alrededor del Sol y así mismo como ya es de suponer estos dos personajes tuvieron máxima importancia en el campo de la filosofía donde indagaron sobre temas como la moral o la ética sobre todo. En matemáticas podemos destacar a Pitágoras y en biología, física y metafísica a Aristóteles.

LA REPÚBLICA (RESUMEN)

Este es un libro en forma de diálogo donde se nos presenta a Sócrates, quien intenta hacer razonar durante un debate que ocupara toda la obra, a través de su método la mayéutica, a sus compañeros de conversación sobre el tema de la justicia a través del cual Platón nos expone su modelo de estado ideal. Al principio de la obra Sócrates junto con su amigo Glaucón es invitado por otros ciudadanos y se sobreentiende que a la vez amigos a pasar una velada en casa de uno de estos últimos lugar a donde se dirigirán todos ellos. Durante los diez libros que contiene La República se tocan como ya hemos dicho diversidad de temas que entroncan todos en la espina dorsal de la obra constituida por la justicia. Aparecerán resumidos a continuación.

LIBRO PRIMERO:

El debate que ocupará toda la obra comienza cuando Sócrates entabla conversación con el más anciano y así mismo dueño de la casa, sobre la vejez dilucidando finalmente que la ancianidad se hace dura si uno no quiere aceptarla y se contrapone a ella, pudiendo ser esta la época más apacible para el alma de cualquier ser humano donde uno cada día se ve menos sujeto a los placeres corpóreos dedicándose más a los de la razón y el conocimiento. Se dice además en esta introducción al verdadero conflicto, que ocupará el resto del discurso de Platón en boca de Sócrates, que teniendo fortuna se afronta con mayor facilidad la muerte pues prácticamente todas las deudas en su totalidad son inmensamente más fáciles de saldar cuando se es rico, como le ocurre al anciano con el conversa Sócrates.

Luego de esta breve introducción entra en escena Trasímaco quien increpa a Sócrates, mientras este divulgaba sobre la justicia con otros dos comensales, diciendo que la justicia es lo que conviene al más fuerte y es a través de esta afirmación como Platón va a aportar su visión particular de la justicia que estará fuertemente ligada al modelo de estado que nos propondrá posteriormente, así concluirá que la justicia es lo que hace que los gobernantes ofrezcan a los gobernados todo lo que necesitan, por tanto los justos serán gobernantes sabios y buenos que saben poner por encima de sus necesidades las necesidades comunes del pueblo y por tanto, en contrapunto con esta definición un gobernador injusto será aquel que actúe de forma egoísta pensando solo en su propio beneficio, pudiendo si es posible aprovecharse de cualquiera que este a su alcance para obtener mayores riquezas y privilegios.

Concluye Platón por boca de Sócrates al final de este primer libro que la justicia es la virtud a través de la cual podemos acceder a otras y así mismo dice que esta es harto provechosa ya que quien obra justamente acabara siendo tratado igualmente de forma justa, una sociedad justa trabaja mejor y por tanto la sociedad mejora.

LIBRO SEGUNDO:

En este segundo libro Glaucón y Adimanto, amigos de Sócrates, partidarios de la justicia, pero así mismo convencidos de que la injusticia es más práctica realizan conjuntamente un alegato que servirá para que el filósofo despliegue todas sus armas y consiga exponernos a partir de ahí tanto su visión de la justicia como su modelo de estado ideal.

Estos dos compañeros, que comparten convicciones, afirman que una persona es justa por conseguir una vida mejor después de la muerte ya que en la otra vida son premiados todos aquellos que han sabido mantenerse rectos y justos en la vida terrenal y no por otra cosa ya que en la práctica la justicia nada aporta a quienes la practican; consecuencia de esto es la práctica masiva de la injusticia ya que a través de ella se pueden obtener distintos bienes materiales, así como honra y otros privilegios. Glaucón y Adimanto argumentan también la facilidad con la que se puede llevar a cabo la injusticia y las satisfacciones que esta reporta ya que tiene consecuencias inmediatas, cosa que no ocurre con la justicia. Es más, el fin con el que se aplica esta, puede ser alcanzado igualmente por injustos ya que realizando sacrificios a los dioses estos serán perdonados de sus injusticias, salvando así mismo su posterior vida. Por estos hechos el justo debe enfrentarse a la tentación de la injusticia y soportar la humillación a la que es sometido de la mano de quien no es justo. Todo esto nos es ilustrado con el mito del pastor Giges concluyendo con que el justo no es justo por naturaleza sino porque no tiene otra salida.

Sócrates anonadado y sin saber como responder a tan contundentes afirmaciones, decide buscar el nacimiento de la justicia, el concepto de justicia en un estado y así mismo tal definición en un individuo para luego contraponerlo a la injusticia, que no ha de poseer otra cosa que lo contrario a la justicia, para conseguir dar finalmente un argumento capaz de concluir por que se debe ser justo aunque parezca reportar menor número de satisfacciones y mayor número de dificultades. Para ello y como cree más fácil buscar la justicia en conjunto para luego encontrarla en lo individual, comienza a constituir un estado bajo su punto de vista justo aplicando más tarde dicho concepto de justicia en un individuo en concreto.

Platón afirma que el estado aparece debido a la imposibilidad que presentan los seres humanos de subsistir por si solos. Nuestro estado será en un principio pequeño destinado a cubrir las llamadas necesidades básicas y en el se empleará cada ciudadano en una tarea, una única tarea para la que tenga mayor predisposición, de esta manera se entregará a su oficio en cuerpo y alma y lo realizara mucho mejor que si tuviese que realizar varias tareas o hacer algo que no fuese de su agrado. Aparecerá pronto la necesidad e importación de materiales de los que carecerá el estado que Sócrates y sus compañeros están realizando, por tanto se deberán producir excedentes utilizados como intercambio en otras ciudades, esto traerá como consecuencia la constitución de mercados, aparición de mercaderes, acuñadores de monedas y los que fueron denominados como asalariados. Por lo de pronto nuestro estado no es muy grande y la importancia del gobernante no es excesivamente grande, pero ahora asistiremos al crecimiento del proyecto y podremos observar como se hace indispensable la aparición tanto del gobernante como de un ejército.

Una vez complacidas las necesidades primarias de los habitantes, aparecerán las secundarias y con ellas los poetas, los músicos, los actores, etc. Por lo que el Estado se ve obligado a ampliar sus fronteras para albergar a esa gran cantidad de gente que ahora forma parte de sus ciudadanos. He aquí cuando se da paso a la aparición de la guerra y con ella a lo que Platón llamo los guardianes del estado, guerreros que deben concentrar en su alma a la vez fogosidad, que debe mostrar a los enemigos y tranquilidad con los ciudadanos de su Estado. Esto se conseguirá a través de la educación del cuerpo (gimnástica) y el alma (música) de este tipo de ciudadanos. Lo primero será educar el alma mediante dos tipos de discurso: Falso y Verdadero. Se empezará con el falso, o sea, los mitos. Los mitos deberán ser previamente filtrados y preseleccionados para que sean aptos para el guardián con el fin de evitar que estos teman a la muerte y que alberguen en su interior deseos de maldad o injusticia. En ellos deben aparecer dioses ejemplares, que no engañen ni traicionen y los escritores que no presenten a los dioses tal y como exigiría la ley, serán apartados de la sociedad.

LIBRO TERCERO:

En este libro se dirimirán los distintos aspectos referentes a la educación de los guardianes, a saber:

En lo referente a los textos los héroes deberán aparecer como ejemplos de templanza, virtud que debe poseer todo guardián, en ellos tampoco se podrá encontrar una mala imagen de Hades pues los guerreros no deben temer a la muerte.

En lo que a la dicción se refiere se conviene que si los soldados han de imitar a alguien esté este henchido de fuerza y pureza, nunca imitará a alguien débil y piadoso.

En la música las letras seguirás las pautas marcadas anteriormente, la armonía deberá imitar las voces adecuadas para la formación del guardián por lo que únicamente se utilizarán la “doria” y la “frigia” y se prescindirá de las que inciten a la embriaguez, a la pereza o al lamento por lo que solo tendrán cabida como instrumentos musicales cítara, siringa y lira. Los ritmos solamente deben adaptarse a la canción.

El amor que experimentaran en un principio los guardianes, y decimos en un principio porque más adelante Sócrates sugerirá un cambio, será moderado y de base paterno filial.

La educación de los guardianes, una vez ya se ha educado el alma, pasa por el gimnasio. En el gimnasio deberán fortalecerse y ejercitarse. Además deberán llevar una dieta sana y que sea útil para la campaña, por esto lo mejor será la carne asada ya que es lo que deberán acostumbrarse a comer cuando salgan en campaña, algo para lo que deben estar preparados en todo momento.

La medicina ya sea para el cuerpo (médico) o para el alma (juez) debe estar siempre presente en la sociedad. La medicina del cuerpo debe ser un derecho para todo ciudadano y las curas deberán ser rápidas. Los médicos del alma, así mismo, deberán ser personas justas y con vasta experiencia de la injusticia para así poder erradicarla mejor.

Llega ahora el momento de que el estado alcance su tercera y última fase de desenvolvimiento que se da cuando aparece la figura del gobernante, un guardián capaz de velar por el estado a través de la administración de sus leyes. La elección de este se llevará a cabo entre los mejores de los guardianes quienes estarán sometidos a duras pruebas y vigilados desde su niñez para observar cuan fuerte es su voluntad.

En el estado al que nos referimos habrá tres clases sociales, la de los gobernantes, guardianes y artesanos, labradores, etc. Se decidirá quien debe ocupar cada puesto según el metal del que este hecho su alma, oro para los gobernantes, plata para los guardianes y bronce para los demás. Sin embargo cabe destacar que nada importa el material del que este hecha el alma de unos padres pues su retoño podrá tener el alma de cualquier otro metal, por lo que cada quien ocupará el lugar al que pertenece independientemente de sus padres preservando así el equilibrio del estado.

En cuanto a lo que respecta al modo de vida de los guardianes estos carecerán totalmente de cualquier posesión, estarán destinados a vivir en comunas y nunca pasará por sus manos una moneda. Esto es necesario para conservar la pureza de su alma e impedir que esta pueda corromperse.

CUARTO LIBRO:

En este cuarto libro se acaba con la descripción del estado platónico y se define por primera vez justicia a partir del concepto de estado justo.

El estado que se nos presenta no podrá albergar entre sus muros situaciones extremas de riqueza o pobreza pues esto dará pie al abandono del trabajo por parte de las personas sea cual sea su clase social y esto no contribuirá más que a desnivelar al estado y a corromperlo.

Analizando ya por fin el estado llegamos a la conclusión de que esta compuesto por cuatro cualidades que lo hacen ser perfecto, la sabiduría, la valentía, la moderación y así mismo la propia justicia. La sabiduría viene dada pues el estado objeto de estudio es un estado sabio y por tanto prudente, esta virtud se refleja en gobernantes y guardianes, los artesanos no son prudentes y no tiene que serlo porque esto no va intrínseco en su naturaleza. El estado es valiente y fiel a sus principios en todo momento, no teme a nada pues su brazo defensor, los guardianes carecen de miedo puesto que nadie les ha enseñado a sentirlo. La moderación es la que hace que los habitantes del estado repriman sus deseos y lleven una vida recta y de acuerdo con la educación que se les ha proporcionado desde el estado. La última virtud y así mismo la mas importante es la justicia pues hará que cada miembro de la sociedad asuma su tarea y no invada terrenos que no le corresponden por naturaleza consiguiendo así la estabilidad y la no corrupción de dicho estado.

Como se dijo antes que haría Platón, una vez hubo conseguido la definición de ciudad justa, intentó extrapolar este concepto y ver si era posible concebirlo dentro de un solo individuo llegando a término afirmativo. Así pues el alma humana se compone de tres partes: Juicio, fogosidad y apetito. El juicio es el que gobierna el espíritu, la fogosidad guarda el cuerpo siempre bajo las ordenes de la razón y el apetito es la parte irracional del alma que solo busca la satisfacción de necesidades. No se debe caer a la merced del apetito, pues corrompería el alma, el juicio y la fogosidad deben saber mantener el equilibrio.

Las virtudes del alma humana son las mismas de las del estado: el alma es sabia porque está gobernada por la razón, es valiente porque la fogosidad preserva las ordenes de la razón, es moderada por el equilibrio interno y la justicia que al igual que al hombre hace que ninguna parte se entrometa en terreno de otra. Así nuestra alma al igual que el tipo de clase social al que e pertenecía en el estado estará compuesta a la vez por oro, plata y bronce y solo dependiendo de en que medida se halle este en nuestro interior deberemos pertenecer a una o a otra.

El Estado perfecto lo llamaremos monarquía o Aristocracia dependiendo del número de gobernantes.

LIBRO QUINTO:

En esta parte Platón plantea las funciones de la mujer en su estado que son exactamente las mismas que las del hombre. Efectivamente el género femenino es menos fuerte físicamente que el masculino pero esta igualmente dotado de capacidades para ejercer cualquiera que sea su función por naturaleza dentro del estado, así pues, una mujer con mayor cantidad de plata en su alma será una guardiana y vivirá en comuna con todos los hombres, si esto no fuese así el estado desequilibraría y comenzaría a corromperse.

A la hora de tener descendencia serán elegidos para procrear los hombres y mujeres de “mayor calidad” y así mismo los menos valerosos mantendrán relaciones con las mujeres menos destacadas en su oficio. Los niños serán entregados a las ayas para su cuidado y nadie sabrá nunca quien es el progenitor o el hijo de quien. Las mujeres serán seleccionadas desde los veinte hasta los cuarenta años y los hombres desde los treinta hasta los cincuenta y cinco. Todos los ciudadanos que superen estas edades serán libres de emparejarse con cualquiera, eso sí, de su generación. Pues al no saber quienes son sus hijos, quedaran prohibidas todas las relaciones entre generaciones o entre padres e hijos.

El estado quedara conformado en su totalidad como una comunidad donde todo es de todos y funcionará como un único individuo, todos llorarán las mismas penas y reirán con las mismas alegrías, es por ello que nunca se utilizarán términos de extraño para nombrar a alguien de dicho estado, puesto que todos serán hermanos, padres o hijos según la diferencia de edad que se lleven.

En el momento de la guerra los guardianes y sus hijos (consideramos hijos suyos todos los niños de naturaleza guardián y sus hijos por edad) irán juntos a la batalla. Los adultos lucharán y los niños se quedarán a salvo observarán y aprendiendo que habrán de hacer en próximas campañas cuando ellos sean adultos.

Podemos encontrar además dos tipos de guerras bien diferenciadas, las guerras civiles o disputas intestinas y las guerras contra bárbaros. En las disputas intestinas, dónde se batirán griegos contra griegos, no se quemarán las casas ni se tomarán esclavos. Sólo se cogerá el botín que será la cosecha del año. De los enemigos muertos sólo se arrebatarán las armas y este tipo de guerras siempre debe acabar en reconciliación.

En las guerras contra los bárbaros no habrá ningún problema en capturar a los enemigos como esclavos. Lo que no se debe hacer nunca (ni con griegos ni con extranjeros) es ofrecer en los templos con armas de los vencidos.

Este estado solo podrá ser constituido siempre que su gobernante sea un filósofo o tenga muy en cuenta la filosofía, entendiendo por filósofo al amante de la sabiduría, el que ama al conocimiento pero nunca se llena de éste, al contrario, el filósofo siempre se siente ansioso de aprender más. Hay que distinguir a los filósofos de los amantes de la opinión, pues estos segundos son los que participan en foros y debates como si fueran filósofos buscando realmente el espectáculo y no el conocimiento. Los amantes de la opinión no pueden apreciar una idea en sí, sólo ven una parte, por eso son amantes de la opinión, pues si no ven la totalidad del objeto sólo tienes una opinión.

LIBRO SEXTO:

En este libro se indaga sobre el concepto de filósofo y otras cuestiones referentes a la filosofía en cuanto tal.

Como ya se ha dicho antes el alma del filósofo está siempre dispuesta a conocer, debe ser mansa y moderada, no debe sucumbir ante los placeres corporales, además, es valiente puesto que conoce el valor de la vida y no teme a nada. Si observamos el alma del filósofo, vemos que es una persona justa. La memoria y la capacidad para aprender son los pilares del conocimiento.

Se da, dice Platón un concepto erróneo de la filosofía debido en gran medida a filósofos corrompidos que se han vuelto amantes de la opinión, pues o no han alimentado correctamente sus virtudes, b se han dejado arrastrar por la fama o han sido corrompidos por el dinero. Estos filósofos dan una falsa imagen de la filosofía ya que la gente ve en la gente ve en ella el arte para ayudar al político y `engañar' al pueblo.

Sin embargo los verdaderos filósofos son los que saben mantener su alma sana y justa y deberían dirigirse al público para explicar que la verdadera filosofía no es la practicada por los amantes de la opinión, sino que la auténtica filosofía sólo difunde la verdad y deberían dar a entender también que si los gobernantes fuesen filósofos en lugar de corruptos políticos, el estado mejoraría.

El bien es otro tema a tratar en este capítulo de la obra La República, y es un concepto que deben tener siempre presente los guardianes, pues sin el ninguna de sus enseñanzas serviría apenas de nada. Se define el bien como la luz que ilumina las verdades y si se carece de la idea de bien, entonces solamente se tendrá opinión sobre las demás ideas que conforman nuestro pensamiento. De ahí parte el símil de la línea Platón utiliza para encasillar a todos los objetos y esencias. En la parte izquierda de la línea podemos encontrar imágenes o copias de ideas, mientras que ala derecha encontraremos todo aquello que es realmente una idea, el mundo sensible queda supeditado a la parte izquierda. En la zona de la derecha encontramos primeramente los objetos geométricos y en la zona más a la derecha podremos encontrar ya realmente el mundo de las ideas.

SÉPTIMO LIBRO:

Llegados a este punto, el autor nos ilustra con el mito de la caverna el símil de la línea. En el mito se cuenta como un hombre que ha vivido siempre encadenado y sin poder girar ni una sola vez la cabeza, viendo mientras vivía en el fondo de la caverna únicamente sombras, es despojado de sus ataduras y obligado a andar. Pasará primeramente por otra sala en la que se encuentra una hoguera además de varia gente caminando con objetos sobre si mismos, que eran las sombras que el conseguía ver desde donde anteriormente se encontraba. Pasada esta sala debe emprender un largo y escarpado camino hacia la luz y una vez alcanza la superficie, sus ojos no pueden ver, cegados por tanta claridad, luz que desprende la idea de bien y a través de la cual ya puede observar y conocer todas las demás verdades olvidándose finalmente de la opinión. Si el ser humano liberado quisiese volver a entrar y contarles a sus compañeros lo ha vivido estos lo matarían tomándolo por loco.

Con esto nos muestra los diferentes grados de la línea, el fondo de la caverna donde se encontraba al principio del relato que sería el mundo de supersticiones, sombras y reflejos (eikasia), la segunda sala donde se encontró una hoguera y varios humanos transportando cosas se identifica con la opinión y las creencias (pistis), el escarpado camino que lo llevará a la luz no es otro el espacio que corresponde a los objetos geométricos (dianoia) y finalmente el exterior de la caverna donde ya consigue ver por fin la luz es el mundo ideal en el que alcanza por fin la verdad (noesis). Por todo esto es fácil entender que solo es apto para gobernar aquel que haya salido de la caverna y por tanto conocedor de verdad. Platón explica que los dos tipos de “conocimientos” del mundo sensible, conjetura y creencia, están englobados por la opinión, pues de ellos es lo único que podemos tener. De la misma manera, la inteligencia englobará a los conocimientos del mundo de las ideas, pensamiento discursivo y ciencia.

Se trata también el tema de la educación del filósofo que deberá practicar gimnasia y estudiar música cómo si de cualquier guardián se tratase. Los filósofos y guardianes también deberán entender en otras disciplinas, estas serán aritmética, geometría plana, estereometría, astronomía, armonía y como plato fuerte la dialéctica. Como dialéctica podríamos entender el estudio supremo, sin ella nunca llegaríamos a conocer el bien y por lo tanto, por vasto que fuera nuestro conocimiento en otras materias, sin el bien estos serían falsos. De las demás diremos que Platón pensaba que no se deben aprender mediante la interpretación de los sentidos; sino que será a través de la razón que debemos llegar a la esencia de las cosas. El aprendizaje de todas estas materias, salvando la dialéctica, tienen un fin militar.

Si un guardián recoge en sí todas las características del niño filósofo deberá seguir las pautas que marca el autor, que serán las siguientes:

Hasta los veinte años aprenderá las disciplinas anteriormente comentadas salvo la dialéctica, que la aprenderá a partir de la edad mencionada arriba cuando ya prescinda de la gimnasia obligatoria, además deberá aprender las cosas de una manera agradable para él, puesto que los castigos y obligaciones son para los esclavos. A los treinta años se volverá a seleccionar a los mejores y se les enseñará a prescindir de los sentidos y a usar sólo la razón. Cinco años más tarde deberán volver a “la caverna” y participar en lo militar y en cosas para formar a los jóvenes, adquiriendo así vasta experiencia. Luego, si a los quince años han sido justos y firmes, podrán acceder al cargo de gobernante. Y así, siempre que sea su turno, podrán gobernar el resto de sus vidas.

LIBRO OCTAVO:

El Estado al estar sujeto al gobierno de humanos no libres de la imperfección, también puede degenerarse. Si el gobernante descuida la natalidad y deja que haya procreación en malas épocas, nacerán guardianes necios e incultos. Luego aparecerá la unión entre personas de distinta clase y la inminente aparición de una carrera para la acumulación de riquezas. Una vez se entra en esta dinámica el estado degenera y pasa de la aristocracia a la timocracia, a la oligarquía, luego a la democracia y finalmente a la tiranía el peor de los gobiernos.

La timocracia será el gobierno de los hijos de los hombres justos de El Estado, por esto será la forma menos corrompida y aún conservará algunos rasgos del estado. Será este el gobierno de los hombres más fuertes y fogosos que buscarán honores como si de una guerra se tratara. Los hombres timocráticos se corromperán más y ya sólo querrán saciar su afán de riqueza. Cuando esto ocurra hablaremos del estado oligárquico donde el gobierno será para los más ricos. En este estado aparecerá una gran división entre los ricos, que vivirán sólo para la acumulación de bienes y pobres, privados de todos los derechos no podrán satisfacer necesidades y se verán condenados a la miseria. EL hombre oligárquico sólo satisfará sus necesidades más básicas para la supervivencia ya que su principal prioridad será la acumulación de capital. Por esto el estado oligárquico dejará las funciones gubernamentales por ser consideradas superfluas.

Entre los hombres pobres se irá conspirando contra los oligárquicos porque les tenían pisoteados. Llegará un momento que los pobres se rebelarán y sin mucho esfuerzo sacarán a los ricos del poder, pues estos debido a su afán para el lucro, no estarán preparados para la lucha. Cuando los pobres logren el poder estaremos hablando de un estado democrático. La democracia se caracterizará por la libertad que terminará en libertinaje pues cada uno será libre de hacer lo que guste acabando todos por prestar mayor atención a su alma apetitiva. Con el paso del tiempo el estado democrático sucumbe dejando en él sólo la anarquía. Pues ya no respetan ninguna ley ni se sienten atados a ninguna obligación. Es en esta situación, en el caos absoluto que existe entonces en la sociedad, donde los oligárquicos intentan mantener un gobierno estable pero los democráticos no respetan las leyes. En este caos, se elige a una persona y se la hace actuar como líder, y no solo como esto, al líder se le considera un salvador pues ha sacado al pueblo del caos en el que se encontraba, este hombre se presenta como alguien que purgará el estado de los enemigos del pueblo. Será entonces cuándo el estado se encontrará frente a un gobierno tiránico. El líder tiránico a primera vista es un populista y alguien que pretende ayudar. Al inicio, el hombre tiránico estará apoyado por todas las personas que lo habrán llevado al poder. A la larga el tirano irá apoderándose de todo el patrimonio del pueblo, promoviendo guerras para que sea necesario un hombre como él, aumentará los impuestos para anular cualquier tipo de conspiración en su contra, pues la gente deberá estar más pendiente de sobrevivir que e conspirar. Llegados a este punto, los que le subieron al poder también le odiarán y el tirano, carente de apoyos verdaderos, contratará en su séquito a personas necias que lo adularan sólo para recibir la correspondiente paga.

LIBRO NOVENO:

En este libro se abarcan tres temas, la formación de un gobernante tiránico, así como la superioridad de lo justo sobre lo injusto y la superioridad de la justicia frente a la injusticia.

El hombre tiránico será aquel al que durante los sueños se le aparezcan los deseos más amorales que ha tenido acallados durante toda su vida. Al haber nacido en la democracia, no ve ningún problema en saciar sus deseos innecesarios de carácter amoral y lo hará hasta tal punto de caer en la locura y la rabia, llevándolo a saciar de cualquier forma su apetito sin moral, y no tendrá ningún problema en robar, asesinar o cualquier otra cosa. Este comportamiento se extenderá por todo el estado aunque el más desdichado será el tirano, ya que la tiranía no permite amistad.

Platón nos demostrará supremacía de lo justo sobre lo injusto a trabes de tres pruebas:

En la primera vemos al tirano sujeto a la injusticia ya que por el hecho de estar supeditado a su apetito, se verá obligado a adular a sus esclavos para tener de ellos su favor, lo que le convertirá también a el mismo en un esclavo y en el más infeliz; pues el hombre del estado al haber escogido el camino de la justicia es más feliz y recibe mayores recompensas. Con ello concluimos que en esta primera prueba, referida a la nobleza del espíritu y a la felicidad, el justo supera con creces al injusto.

La segunda prueba analiza los placeres para cada parte del alma. A la razón se la vincula con el placer del aprendizaje, a la fogosa con los honores y a la apetitiva con los placeres carnales y las riquezas. Según sea la parte del alma que domina en las personas, tendremos al filósofo, al ambicioso o al amante del lucro respectivamente. Si recurrimos al razonamiento para saber cuales son los placeres más nobles, encontramos que son los pertenecientes al filósofo; lo mismo pasa si los analizamos desde la inteligencia o la experiencia. Por lo tanto, los placeres más agradables serán los referentes al hombre más justo, es decir al filósofo.

La tercera prueba se observa que el verdadero placer no es el del fin del dolor (con el que a veces se confunde), que es el que sienten los ambiciosos o los amantes del lucro; el verdadero placer es el de la esencia, y sólo los filósofos pueden acceder a él. Si clasificamos a las personas según su acceso al placer real, vemos que los filósofos son los que están más cerca, luego los ambiciosos y finalmente los amantes del lucro.

Trasladando esto a las formas de gobierno del estado, vemos que la forma de gobierno en la cual los mandatarios son los filósofos es la aristocracia, en la que gobiernan los ambiciosos es la timocracia y las gobernadas por los amantes del lucro son la oligarquía, la democracia y la tiranía. Por lo tanto el tirano, que es el hombre más injusto es también el más alejado del verdadero placer.

Acabamos de demostrar que lo anteriormente dicho que la práctica de la injusticia era más provechosa que la de la justicia, es falso. El injusto no podrá acceder al placer real y se verá esclavizado por su parte apetitiva; en cambio el justo que se subordina a la parte divina del alma, obtendrá el placer real, el conocimiento verdadero y gozará de una vida apacible en la tierra. Y respecto al injusto con apariencia de justo, aún las cosas le irían peor pues se corrompería aún más pero no gozaría de los placeres del raciocinio como si realmente se hubiera entregado a la justicia.

LIBRO DÉCIMO:

La parte final del libro comienza haciendo una reflexión sobre el arte mimético (de copiar). Se parte del principio de que para cada cosa existe una idea perfecta y verdadera a la par que eterna e inmutable. Cada idea ha sido concebida por el productor de la naturaleza y moldeada por el Demiurgo, quien esculpe las ideas tomando como patrón aquello ve en el mundo de las ideas, creando así objetos verdaderos y reales pues están hechos a partir de las verdaderas esencias. Aparece entonces el imitador y el trabajo que este haga con lo material a partir del trabajo del Demiurgo será irreal pues está hecho a partir de la opinión. Así podemos encontrar tres tipos de arte, el arte del productor de la naturaleza que es quien imagina las ideas, el arte del Demiurgo que es quien esculpe las ideas, y el arte del imitador que es evidentemente quien imita. El arte mimético sólo alimenta la parte inferior del alma, la sensorial. Por lo tanto se debe tener mucho cuidado con el arte mimético en el estado, pues podría llevar a que los ciudadanos se entregaran al cultivo de la parte inferior del alma. En cualquier caso, el arte mimético deberá ensalzar los valores más nobles del alma. De esto deducimos otra división del alma, la racional y la irracional. Siendo la primera la que busca el aprendizaje y la segunda la satisfacción de los placeres materiales.

Cuando hablamos de perdición y corrupción del alma no estamos hablando en absoluto de su destrucción pues es bien sabido que es inmortal, sin embargo y aunque el bien y el mal no consigan destruir nuestra alma si podrá ocurrir eso con nuestro cuerpo. Por último debemos saber el que practique la justicia tendrá una vida llena de los verdaderos placeres y recompensas y además los dioses compensan a las almas de los justos y castigan las de los injustos.

VALORACIÓN PERSONAL

Podemos decir de este libro que, es un libro de difícil compresión, aunque a pesar de esto su contenido sea sencillamente espectacular.

Encuentro algunos apartados del mismo extremadamente evolucionados para la época en la que fue escrito, como es el caso de la igualdad de hombres y mujeres en el estado conformado por Platón y al igual que el coincido que la vida del justo será quizá no en el momento pero a la larga mayormente compensado que el del injusto quien solo ganará peso para su alma y remordimientos de conciencia, es más el injusto bajo mi punto de vista nunca podrá sentir la satisfacción plena que siente el justo al lograr que se le reconozca algún mérito.

En cuanto al estado que Platón tenía la ilusión de conformar, me parece totalmente utópico, demasiado perfecto pues las personas no somos tan perfectas y nos dejamos dominar sin oponer resistencia.

A fin de cuentas podríamos decir que es un libro magnífico a pesar de la dificultad que suponer realizar un trabajo del mismo debido a que esta escrito en forma de diálogo.

LA REPÚBLICA

(Platón)

Tamara
Macenlle
González
2º Bach CCSS




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Enviado por:Arena
Idioma: castellano
País: España

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