Antropología Social y Cultural


La emergencia de las sociedades tecnológicamente avanzadas


Tema 1 Hacia un nuevo paradigma social. La emergencia de las sociedades tecnológicamente avanzadas.

  • IMPACTOS SOCIALES DE LOS CAMBIOS TECNOLOGICOS

  • Descubrimientos e innovaciones científicas dan lugar a nuevos estadios en la marcha de la sociedad: emergencia de las sociedades industriales, maquinaria...

  • Indicios de fin de sociedades industriales por nuevo impacto tecnológico.

  • Desde criterio de cambio tecnológico y utilización de la energía en los sistemas de producción:

    • -1ª revolución industrial: vapor y electricidad -fuerza física. 2ª RI: sistemas automáticos e inteligentes

    • otros consideran las RI según 1- vapor, 2º electricidad y petróleo 3º energía nuclear, automatización

    • Desde criterios que unen variables tecnológicas con corrientes nucleares del pensamiento económico (Adán Smith, y Ricardo, Marx y Shumpeter).

    • Sylos Labini: 1º fase poco influenciada por tecnología y en modelo de Adam Smith,, 2º de capitalismo competitivo, (innovaciones desde la tríada Shumperiana del inventor, el empresario y el banquero), 3ª capitalismo oligopolista con multinacionales impulsoras del cambio tecnológico.

  • Innovaciones en microelectrónica, biotecnología, nuevos materiales, nuevas fuentes energía influirán en maneras de vivir, trabajar, ocio, pensar y actuar. Se señala como la tercera gran transformación global.

    • 1º la neolítica con la agricultura: núcleos de población, propiedad privada acumulación de riqueza y poder político y religioso organizado

    • 2º la industrial. Surgimiento estados modernos, democracias, fascismos, secularización, derechos humanos, movimientos sociales consumo...

  • UN NUEVO MODELO DE SOCIEDAD

  • Sin acuerdo sobre su rasgo definitorio. En línea con la vieja idea de que la sociedad industrial no era el fin de la historia (Saint Simón, Marx, teóricos socialismos...). En S. XX ya se habla de sociedad post-industrial, poscapitalistas, o industriales desarrolladas y sus transformaciones emparejadas: Mas allá del consumo de masas ( W.W. Rostow), y con énfasis al impacto tecnológico.

    Múltiples caracterizaciones a la sociedad emergente: sociedad Tecnocratita, sociedad postmoderna, sociedad opulenta, nuevo estado industrial, sociedad telemática, sociedad superindustrial, tercera ola, segunda ruptura industrial, sociedad industrial tecnológica, sociedad-red, sociedad digital, Telépolis... No se define claramente y menos haciendo alusión a la etapa que se acaba.

    Concretar rasgos característicos de sociedad emergente:

    • SECTOR SERVICIOS. Sector con mas trabajadores y mayor incidencia en PIB (en 1998 62 a 72% en países desarrollados y >52% en resto). Contrasta con épocas de predominio de sector agrícola o industrial. Se supera el 80% si se incluye el componente de servicios de sector industrial. Críticos plantean otra organización más real de los sectores. Algunos incluyen un cuaternario propio de la prestación de servicios entre o a sectores. En todo caso se refleja un cambio del sistema productivo y una insuficiencia de las clasificaciones existentes.

    • SOCIEDAD DEL OCIO. Limitado concepto descriptivo en cuanto que no hace alusión al sistema productivo y se basa en el contraste con épocas en las que estaba sistematizado el tiempo de trabajo (s. Industrial) que son una pequeña parte de la historia.

    • SOCIEDAD DE LA INFORMACIN O INFORMACIONAL / SOCIEAD TECNOLOGICA O SOCIEDAD TECNOLOGICAMENTE AVANZADA..

    • La información como concepto emergente relevante para la productividad, la competitividad, la cultura y el poder. El control, procesamiento y comunicación de la información como eje de dominación por encima de la posesión de los medios de producción. Alain Toffler (la tercera Ola) ya lo propuso en los 80. Internet, móviles, industrias de la información, su impacto en economía y empresas, el funcionamiento de los mercados financieros...

    • La ingeniería genética se señala con un gran potencial de cambio así como la robótica y las nuevas herramientas aplicadas a nuevos campos (hogar, ocio...).

    • Impacto de nuevas fuentes energéticas (necesidades económicas y sociales)

    No se puede reducir la característica a lo informacional ya que se define desde una visión más global.

  • TECNOLOGIA Y SOCIEDAD

  • Algunos consideran la tecnología como la variable fundamental en la conformación de los sistemas de estratificación. Unicausal. (Lenski: en la evolucion de las sociedades con el aumento de la productividad la tecnología con mayor peso en la estratificación y distribucion de riqueza).

    La tecnología permite obtener mas bienes y recursos de la naturaleza llegando a modifica nuestra forma de relacionarnos con el medio y entre nosotros así como nuestra forma de pensar y actuar.

    Daniel Bell _ “El advenimiento de la sociedad post-industrial”: 5 planos de transformación de la tecnología:

  • el nivel de vida,

  • la racionalidad entendida de manera funcional: eficiencia, optimización y su incidencia en educación y formas,

  • Nueva sector social: ingenieros, técnicos, científicos- hegemónico

  • Revolución transportes y comunicaciones: nuevas interdependencias económicas y interacciones sociales- globalización, empresa-red, revolución informacional, en ocio, trabajo...

  • Modificación de la percepción del espacio, el tiempo y las formas de estructurar el análisis en el ocio, trabajo, y formación.

  • Esta innovación tecnológica no esta exenta de a ajustes conflictivos. Alteran equilibrios anteriores, cuestionan rutinas, modos de hacer y propician cambios en las correlaciones de fuerza.

    Desde sectores se “sacraliza” y se vuelve incuestionable lo relacionado con la revolución tecnología sin que se pueda abordar sus desajustes. (En contraste con anteriores cambios en los que se abordaban las desigualdades que generaban -s. Industrial)

  • EL PAPEL ESTRUCTURANTE DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA

  • Papel central de la tecnología en producción de bienes y servicios, flujos de información y comunicación, formas de comportamiento y organización social y política. La habilidad técnica como base del poder y la educación como acceso a ella (Daniel Bell).

    El potencial de cambio de la micro-informática, la biotecnología y la física quántica (nuevas formas de energía). El rápido progreso de al ciencia oculta la medida de su avance y su influencia social. Se calcula que en la ultima década se han tenido mas conocimientos científicos que en toda la historia de la humanidad (90% de todos los científicos están vivos).

    La creciente impregnación social de los avances científicos -impacto en la sociedad cada vez mas acusado-. Los tiempos de difusión -nuevos artilugios-cada vez más cortos. (más lentos el teléfono, electricidad, coche, muy rápido video, microondas, móvil, ordenador Internet...

    Densificación de las innovaciones científicas y aceleración y acortamiento de tiempos de aplicación generalizada llevan a la ciencia a ser un factor primordial de conformación social con intensidad y rapidez sin precedentes.

    Falta perspectiva comparativa del cambio por la rapidez y la habitación al cambio.

    Dinámica de cambio de los sistemas de producción, interacción, organización y pensamiento. Dinámica de cambio “normalizada y casi silenciosa, sin sorpresa ni reflexión en la conciencia colectiva que puede llevar a la necesidad de ajustes vitales y a conflictos. Ya fue traumático el cambio de las sociedades tradicionales a la industrial para aquellos que se desplazaron desde entornos rurales a urbanos. La perspectiva del cambio se abre con una visión temporal más amplia (varias décadas- fertilización, biotecnología informática...

  • NUEVAS TECNOLOGIAS Y NUEVAS DESIGUALDADES

    • Experiencia histórica demuestra que el cambio tecnológico siempre ha tenido fuerte impacto social.

    • Necesidad de prever escenarios de futuro. Investigaciones prospectivas sobre las innovaciones científicas de las próximas décadas a tener en cuenta en las reflexiones posibles y deseables de cambio social.

    • Freedman Dyson: Contrastando con los efectos beneficiosos para toda la sociedad de las innovaciones científicas de finales del XIX principios del XX (luz, telf, vacunas, antibioticos, radio tejidos sintéticos...) los impactos tecnologicos actuales se vislumbran desigualitarios. Dyson:“Las tres nuevas tecnologías -de la información, de la biotecnología y de la Neurotecnologia- son profundamente desbaratadoras... ofrecen riqueza y poder a las personas que posean habilidades para entenderlas y controlarlas”. Considera que generaran mas desigualdad, desplazaran habilidades más antiguas y no satisfaceran las necesidades básicas de la gente pobre. Las maquinas y ordenadores desplaza a los obreros y empleados no cualificados de sus trabajos. Solo se mantienen los trabajos mas especializados -educación superior-... - Se agranda la brecha entre ricos y pobres, entre adultos bien instalados y jóvenes excluidos.

    • Kaku: dos visiones del progreso científico: ocio, conocimiento, salud, nuevos empleos frente a discriminación genética, inseguridad, control social, falta empleo. Critico poder determinar si la revolución informática creara nuevos empleos que compensen los perdidos.

    • Se llega a especular con la posibilidad de que se refuercen las desigualdades con la manipulación genética de caracterización física de los humanos. genetocracia

    • Dyson: señala como conflictos mas graves en los próximos mil años las “batallas biológicas” entre concepciones diferentes de lo que debiera ser el ser humano.

    • Se reclama una harmonización entre el progreso científico y el progreso ético y social. Se precisan análisis prospectivos, reflexiones criticas y valoraciones sociales y éticas para esta “sociedad tecnológica avanzada”

  • LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA ERA TECNOLOGICA

    • Estamos en fases iniciales de un proceso de transición hacia estructuras sociales más complejas y variadas con una dimensión tecnológica mas prevalerte en la estructuración social

    • La dinámica de los cambios será más intensa y rápida que la de los otros dos grandes ciclos que la anteceden. La revolución neolítica abarca cientos de años, la industrial fue más lenta y aun sin abarcar todo el planeta es un salto exponencial en la experiencia vital de la sociedad. Ambas fueron un proceso concatenado de cambios.

    • Desde el análisis retrospectivo los cambios neolíticos son una evolución adaptativa a los ritmos de la naturaleza. Los cambios en del ámbito industrial son una adaptación social a los ritmos marcados por el maquinismo y la organización fabril. Los cambios del nuevo ciclo operan dentro de coordenadas de innovación mas profundas -ing. genética, física atómica... - con una capacidad de transformación del orden social mas allá de los descubrimientos incidiendo en el diseño mismo de la naturaleza.

    • Nos encontramos ante un nuevo paradigma de sociedad que implica una redefinición de nuestro papel como sujetos sociales y como seres productivos.

    • Las implicaciones van más allá de la sustitución de los modelos de trabajo de las sociedades industriales. El transito de la mecanización a la automatización ya fue en paso de gigante en la evolución de los sistemas económicos y sociales con cambios en los perfiles ocupacionales, identidades de clase y alineamientos sociales en el trabajo y su reflejo en la vida social.

    • La robotización supone aun un menor requerimiento de horas de trabajo humano y un cambio en la lógica productiva que conlleva una redefinición de los papeles sociales básicos y ocupacionales, económicos y de intercambio de mercancías y servicios definiendo un nuevo paradigma con nuevas reglas tanto en los ámbitos social, económico como político.

    • El cambio de las sociedades industriales a las tecnológicamente avanzadas parece más profundo y complejo que el realizado desde las agrarias a las industriales. Aun con alguno de sus rasgos insuficiente explicitados pueden distinguirse en las sociedades tecnológicas en sus fases iniciales:

    • Economía y mercados mundiales (globalización).

    • Conocimiento científico y su aplicación como factor de cambio y dinamismo social y económico. Recursos científico técnicos como variable económica central.

    • Nuevo papel del estado y de las grandes organizaciones (multinacionales) en el impulso de la investigación científica aplicada. Los costes hacen inviable la investigación en la PYME

    • Creciente utilización de robots que realizan tareas cada vez más complejas y sustituyen a obreros.

    • Mayor autonomía de la maquina reduciendo actividades manuales y transformando la relación del hombre con la maquina

    • Nuevas formas de organización del trabajo y producción flexible y fragmentada en empresas en red en un mondo mas comunicado en tiempo real y generando nuevas modalidades de trabajo: temporal, tiempo parcial, en casa...

    • Nuevo perfil de estructura social y ocupacional. Drástica reducción del sector agrícola (< 2 / 3% en algún país) y la industria (< 20 / 25 % ) y surgimiento de subsectores de trabajadores precarizados (temporalidad, bajos salarios)

    • Nuevas definiciones de los papeles laborales con segmentaciones marcadas por nuevas edites de tecnócratas, gerentes, programadores, especialistas con alto grado de calificación por un lado y por otro por sectores con cualificaciones obsoletas, más prescindibles dando lugar a polarización de los abanicos ocupacionales.

    • Tendencia a la reducción de la jornada de trabajo y a la expansión de los empleos a tiempo parcial

    • Nuevas manifestaciones de paro estructural de larga duración, subempleo, precarización laboral, vulnerabilidad social y pobreza. Especialmente entre jóvenes, mujeres, inmigrantes y excluidos.

    • Declive y desdibujamiento de las clases medias tradicionales cuyos valores de emulación están entrando en crisis (búsqueda de éxito, sacrifico, esfuerzo personal...). No pueden garantizar las mismas oportunidades a sus hijos y estos experimentan movilidad social descendente.

    • Mayor tiempo de ocio con desarrollo de pautas culturales teledirigidas, mas individualizadas y tecnológicas.

    • Crisis y desfase de los antiguos Estado - Mercado - Nación con emergencias de nuevas referencias políticas supranacionales con previsibles periodos de desajustes económicos y políticos y riesgos de vacíos de poder democrático en los ámbitos económicos relevantes.

    • Nuevas formas de poder y de influencia: Multinacionales, industrias de cultura y comunicación, nuevas tecnocracias sin elementos de ajuste en medioambiente, bienestar social, transparencia democrática...

    • Deterioro ecológico y de calidad de vida como consecuencia de la ausencia de contra-poderes efectivos a los criterios de mercado

    • Crisis de valores y problemas de incomunicación humana. Con los nuevos escenarios globales percibidos como algo frente a lo que no se puede hacer nada se genera fatalismo, pesimismo y frustración

    • Afirmación de identidades sociales de carácter microscópico y laxo con emergencia pautas culturales adaptados a los nuevos entornos sociales y científicos con fenómenos de fragmentación social, anomia, desajuste...

    Todos estos rasgos se sitúan en el contexto de sistemas económicos orientados en la producción de bienes de consumo y servicios influidos por las posibilidades de la revolución tecnológica abriendo la perspectiva de una nueva ola de productos domésticos altamente sofisticados.

    Tema 2 Los impactos sociales de la revolución tecnológica

  • Introducción

  • Las sociedades tecnológicas de nuestro tiempo están experimentando un conjunto de cambios en diferentes planos que están modificando las experiencias societarias en una medida de la que todavía es difícil hacerse una idea clara.

    Las vivencias de las nuevas generaciones están viéndose sometidas a condiciones y características bastante diferentes a las de sus mayores. Los cambios están afectando simultáneamente a las formas y las modalidades de realizar los trabajos y entender las actividades profesionales, a las oportunidades vitales y residenciales, a las identidades básicas,… Es decir, estamos ante transformaciones muy profundas de las formas de vivir y de participar en la sociedad.

    Un nuevo paradigma de sociedad que esta surgiendo de la mano de una revolución tecnológica que esta teniendo lugar en el marco de una globalización entendida bajo determinadas coordenadas políticas y culturales.

  • Un nuevo ciclo de la evolución social

  • Los cambios sociales que están teniendo lugar en la primera década del siglo XXI, obviamente, no se explican solamente a partir de factores tecnológicos, están incidiendo variables muy diversas, de carácter económico, técnico y también político, ideológico, cultural, geográfico, internacional, actitudinal, etc. Estamos ante un cambio importante de paradigma societario, el cual se esta viendo influido por unos procesos de innovación científico - tecnológica que conforman la tercera gran transformación global de lago alcance que se ha conocido en la historia de la humanidad: la revolución tecnológica. Las otras dos grandes transformaciones (R. Neolítica y R. Industrial) conllevaron cambios en múltiples planos de la sociedad, al igual que la revolución en curso.

    Por referir alguno de los aspectos significativos de estas transformaciones, en muy poco tiempo estamos encontrando como modificaciones de gran alcance las formas de entender y desarrollar el trabajo. Es decir, las nuevas generaciones no sólo se están encontrando problemas de paro, precarización laboral y de deterioro salarial, sino que muchos jóvenes se ven inmersos en nuevas tesituras valorativas y referenciales del trabajo que son propias de las economías altamente automatizadas y robotizadas de nuestro tiempo. Las robotizaciones, las informatizaciones, las deslocalizaciones, las fragmentaciones productivas, las nuevas lógicas de especialización y organización económica, en nuestros días se pueden constatar como un conjunto de cambios que están afectando a la manera de entender y practicar el trabajo en general y las actividades laborales concretas en particular.

    Es decir, hasta hace muy pocos años los jóvenes sabían qué querían ser, sabían a lo que aspiraban y lo que esperar, en sociedades que ofrecían puestos y posiciones razonablemente estandarizados y de claras de inserción socio-laboral. En cambio, en el nuevo tipo de sociedades emergentes todo es mucho más fluido, más impreciso e inestable. Las nuevas generaciones ya no están tan movidas hacia el trabajo, ya no tienen claras sus aspiraciones, ni sus posibilidades, se encuentran muy condicionados por las propias oportunidades que realmente existen, o se ofrecen, en los mercados laborales de nuestro tiempo, a partir de las exigencias funcionales de los nuevos modelos productivos.

    Cuando a todo esto se le añade una dinámica de paro juvenil, de precarización laboral e incluso de riesgos de exclusión social, el resultado no puede ser otro que una cierta perdida de capacidad de inserción societaria a partir del trabajo y de la ocupación, como tal. Lo cual se está traduciendo en una perdida de peso de las referencias identitarias de clase social, y más específicamente de la profesión.

    Elementos similares de complejidad pueden encontrarse también en otros ámbitos societarios menos conectados a los procesos de innovación técnico - productiva. En el terreno de las adscripciones político-idelogicas, por ejemplo, hay signos apreciables de evolución hacia mayores indefiniciones y retraimientos, como muestran los estudios sobre “La crisis del capital social”

    Finalmente, y aun sin agotar el tema, las complejizaciones también se están produciendo en el plano de las ideas, las creencias y las identificaciones sociales básicas, siguiendo la línea de la evolución en la que no sólo se pueden identificar mayores dudas, difuminaciones y perdidas de creencias tradicionales, sino que también se constata que, en general, los elementos de adscripción referencial fuertes y dotadas de mayores contenidos específicos, como la Nación, la Religión, las ideas políticas,… tienden a ser reemplazados por otros referentes identitarios más laxos, menos perfilados, como el grupo de amigos o las personas que tiene los mimos gustos,… Todo esto da lugar, obviamente, a que en el análisis sociológico cobren mayor relevancia variables de análisis hasta ahora no tenidas suficientemente en cuenta. como la generación, el grupo socio-cultural, etc.

    En conjunto, la evolución social parece que apunta hacia escenario en los que se tiende a poner simultáneamente en cuestión la validez y la eficacia práctica de muchas de las grandes referencias y agarraderas vitales en las que se sustentaban las sociedades establecidas hasta hace bien poco tiempo: el trabajo, la profesión, la familia, la autoridad vital, las perspectivas y aspiraciones de prosperidad y de mejora personal, la nación, las creencias,…

    2. La Conciencia Social de Los Cambios

    A partir del ciclo histórico de fe en la razón y el progreso que se abrió con la Revolución Francesa, en las sociedades occidentales el futuro se convirtió en una referencia que generalmente connotaba expectativas de mejora y avance, aunque con carencias y con necesidad de mejora. Esta percepción predominante en la conciencia colectiva de los pueblos occidentales parece que está modificándose de una manera paradójica en las sociedades tecnológicas avanzadas del siglo XXI.

    Por un lado, el ritmo de los cambios científico-tecnológicos ha llegado a ser tan intenso que la opinión pública se ha impregnado de la lógica de las innovaciones. Los ciudadanos esperan que continuamente se produzcan nuevos descubrimientos científicos y que los sistemas de producción continúen tecnificándose en alto grado.

    Esta interiorización y normalización de las perceptivas de cambio coincide, sin embargo, con la difusión de ciertas cautelas y recelos entre la población.

    Después de unas primeras etapas de euforia tecnológica, en las que era habitual que se diera una asunción bastante acrítica de "todo lo que viene", una parte de la opinión publica parece estar entrando en una fase más reflexiva y de consideración analítica y distanciada de las eventuales ventajas y desventajas, e incluso de los riesgos, que pueden producirse de la mano de algunas innovaciones.

    Por último, en lo que respecta a los avances científico-tecnológicos, en nuestra investigación también estamos intentando identificar aquellas innovaciones que los ciudadanos consideran que deben ser objeto de ciertas cautelas y limitaciones y aquellas otras que les gustaría que progresaran o que se propiciaran en mayor grado. Los deseos de avances más resaltados se refieren en primer lugar a los transplantes de órganos, en segundo lugar a la energía solar, y a continuación, a mayor distancia, a la ingeniería genética y las tecnologías de la información.

    En suma, se puede constatar que entre la opinión pública española se manifiestan temores, y se demandan límites, ante el desarrollo de la energía nuclear y la biotecnología en general, en tanto que a muchos ciudadanos les gustaría que hubiera más avances científicos y tecnológicos en lo concerniente a los transplantes de órganos y en energía solar. Estas parece que son, pues, las dos caras apreciativas del desarrollo científico-tecnológico en la conciencia social actual.

    3. Las previsiones científico-tecnológicas de los expertos.

    Los datos del Estudio Delphi sobre Tendencias científicos - tecnológicas (2005) permiten constatar que los expertos también tienen la percepción de que nos encontramos inmersos en un gran periodo de cambio, y que estamos ante un nuevo ciclo en el que se destaca la expansión de las posibilidades de la biogenética y de las ciencias de la vida en general.

    Las principales innovaciones científico-tecnológicas que los expertos estiman que tendrán lugar en los próximos 10 años, se relacionarán con avances en el conocimiento del Genoma Humano que permitirán establecer las relaciones entre los genes y sus funciones, con la investigación con células madres y con el desarrollo de la medicina preventiva.

    En un segundo bloque de innovaciones se mencionan la optimización de las técnicas de potabilización y desalinización del agua, los avances en nanotecnología y el desarrollo de la medicina regenerativa en general. En un tercer bloque, se refiere a desarrollos relacionados con la energía (fusión nuclear, motores eléctricos y de hidrógeno) y, nuevamente, un conjunto de avances conectados con las ciencias de la vida (curación del SIDA y el cáncer, conocimiento del cerebro humano, biotecnologías de la alimentación, clonación terapéutica, etc.).

    Entre las restantes innovaciones mencionadas se encuentran aquellas que tienen que ver con las tecnologías de la información y la comunicación. Lo que refuerza la apreciación de que los expertos jerarquizan claramente los diferentes tipos de avances en función de su diferente grado de desarrollo temporal, situando claramente a la Biotecnología en el frontispicio del futuro inmediato.

    La mayor prevalencia prospectiva que los expertos atribuyen a las innovaciones en ingeniería genética y en ciencias de la vida contrasta con las apreciaciones más ceñidas a lo inmediato de la opinión pública (micro-electrónica, revolución en las comunicaciones y robótica). Estas diferencias obedecen a los distintos niveles de información técnica y de conocimientos de ambos sectores, denotando, en cualquier caso, que la opinión pública española no tiene un nivel de información y de previsión adecuado sobre el ciclo de aplicaciones en genética que está por venir. Estas percepciones contrastan, en cierto grado, con el notable impacto que están teniendo en los medios de comunicación social avances como la secuenciación del Genoma Humano, los experimentos en clonación o las investigaciones terapéuticas con células madre.

    Es de destacar que los expertos que fueron consultados en el Estudio Delphi 2005 sobre tendencias científico-tecnológicas tienen percepciones bastante similares sobre las principales innovaciones que se van a producir en los próximos diez años, es decir, prácticamente todos ellos coinciden en resaltar la mayor prevalencia que tendrán las innovaciones relacionadas con la ciencias de la vida.

    4. Los impactos de los cambios tecnológicos.

    Considerando las previsiones formuladas sobre el curso de la revolución tecnológica, se puede comprender que los expertos auguren también consecuencias y efectos personales y sociales muy importantes.

    En lo que a las personas se refiere se considera que los principales impactos de las innovaciones científico-tecnológicas que tendrán lugar en los próximos años serán:

    1. Positivos: revolución vital y de calidad de vida

    • El aumento de la calidad de vida

    • La mejora de la salud

    • El mayor control de las enfermedades.

    • Una perspectiva de mejora de las condiciones de alimentación en los países más pobres, con sus correspondientes efectos prácticos en la prolongación de las edades medias de vida.

    • Otros impactos positivos; la expansión del ocio y el turismo, la mayor movilidad geográfica, la eliminación/superación de las barreras de comunicación, la mejor comprensión de la vida y del ser humano, la apertura de nuevos horizontes vitales y de nuevas experiencias, el abaratamiento de la energía y las mayores facilidades para interactuar con las máquinas y trabajar en los hogares.

    2. Negativos:

    • Aumento general de las desigualdades, sobre todo las que existen entre las personas que viven en los países pobres y los países ricos así

    • Una perspectiva de dependencia creciente de los seres humanos de las tecnologías de la vida cotidiana, así como una tendencia al enclaustramiento en las casas, con más individualismo y con una reducción de las relaciones interpersonales directas.

    • El aumento de los consumos energéticos, con las prácticas de consumismo desmedido, con la intensificación de las migraciones y con el crecimiento demográfico general.

    En el plano de la sociedad, los dos impactos que más se resaltan son:

  • Los cambios en las pirámides de población, con la previsión de un aumento del número de las personas mayores y, por otro, la reducción de la dependencia del petróleo.

  • La creciente globalización de la economía y la tendencia hacia la universalización y democratización de la información y el conocimiento.

  • Junto al envejecimiento de la población, la crisis del modelo de pensiones y el aumento de las desigualdades internacionales, otros impactos sociales previstos que pueden ser valorados en términos de incertidumbres y riesgos de tensiones son: el predominio creciente de los países tecnológicamente más avanzados, el encarecimiento de los servicios sanitarios, la superpoblación del Planeta, el aumento de los procesos migratorios, las transformaciones en la familia, la crisis de los sistemas políticos, la desestructuraci6n de las relaciones laborales y el mayor control de la sociedad y de las personas por parte de los grandes poderes y los Estados.

    En su conjunto, del total de impactos y consecuencias para la sociedad señalados, son un 40,7% factores generadores de incertidumbre y tensión, en contraste con un 30,8% de impactos valorables claramente como positivos y un 28,5% de carácter más neutro o genérico.

    En suma, las investigaciones ponen de manifiesto que los expertos formulan previsiones bastante claras y ordenadas sobre las innovaciones tecnológicas que van a tener lugar en los próximos 10 años y al mismo tiempo resaltan un conjunto de eventuales impactos sociales y personales, conectados con estas innovaciones que tendrán un carácter dual. Es decir, al tiempo que abren nuevas perspectivas esperanzadoras, también suscitan no pocas incertidumbres tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.

    Tema 3 Los impactos de la biotecnología humana sobre la familia. Tendencias de evolución en el nuevo siglo

  • Introducción

  • Cuando hace varias décadas se planteaban las bondades de la Biotecnologia humana, tampoco se olvidaban los riesgos de estas técnicas. Entre otras cuestiones se predecía que a principios del siglo XXI se dispondría de diagnósticos y terapias génicas para muchas enfermedades, que se producirían en laboratorio especies transgénicas y quimeras y se clonarian seres vivos.

    Estas previsiones acertaron y la revolución biotecnológica es en estos momentos una realidad. Así, tras la revolución científica de la física y de la química de los siglos XIX y XX, el siglo XXI es el siglo de la biotecnología. De forma que, en la primera década del siglo XXI, en lo que a la ciencia y la tecnología se refieren, existen pocos temas de tanta envergadura como los derivados de la biotecnología. La revolución biotecnológica trasciende la esfera científico- tecnológica e impacta, muy directamente, sobre las sociedades humanas.

    Son muchas ya las esferas de lo social afectadas por los avances y descubrimientos en Biotecnología, y ha dado lugar a consecuencias y problemas de diversa naturaleza. En este contexto si hay un ámbito en el que impacta la biotecnología de una forma directa es sobre la familia.

  • El binomio familia-biotecnología.

  • Analizar el binomio familia-biotecnología exige partir de la consideración de que las-familias son agentes estratégicos, que históricamente han estado sometidas a continuos procesos de cambio. La transformación de las formas familiares, en todo momento y lugar, ha seguido un proceso en el que ha intervenido, además de la propia dinámica familiar, factores científico-tecnológicos, además de demográficos, culturales, económicos y políticos. Entre los factores científico-tecnológicos destacan los avances médicos, que progresivamente, en los países más avanzados, han producido un decrecimiento de las tasas de mortalidad en todos los grupos de edad, una elevación de la esperanza media de vida, y un aumento de la calidad de vida entre las personas de mayor edad.

    En este contexto de grandes avances en el ámbito de la salud humana es en el que se sitúa la biotecnología, debiéndose diferenciar entre las técnicas de reproducción asistida y la ingeniería genética. No resulta arriesgado decir que uno de los ámbitos en donde ha incidido de manera más evidente es en la esfera familiar.

  • Impactos sociales de las técnicas de reproducción humana asistida sobre la familia.

  • La reproducción humana asistida nos sitúa ante técnicas como la inseminación artificial, fecundación in vitro, transferencia intratúbica de gametos, transferencia intratúbica de zigotos, inyección intracitoplásmica de espermatozoides, sus derivaciones y, eventualmente, a medio plazo, la clonación en sus diversas variantes, la "fecundación sintética", los cultivos de células madre embrionarias, etc.

    Desde que en el año 1978 nace el primer bebé probeta del mundo y en el año 1984, que vino al mundo tras permanecer en estado embrionario a -196° en nitrógeno puro, mucho se ha avanzado en el campo de la reproducción y variada ha sido también la casuistica a lo largo de estos años. De lo que no cabe duda es que su praxis ha contribuido a que la familia de nuestros días, en los países tecnologicamente más avanzados, ya no pueda ser definida en términos de una institución basada en la consanguinidad, con el objetivo de satisfacer entre otras la función sexual. Las familias de nuestros días son quizás más que nunca, espacios estratégicos de solidaridad y afectividad. Además, son más plurales en términos morfológicos y relacionales y es en el que hay que situar a estas técnicas y su futuro.

    Un futuro con gran proyección si consideramos que tanto la comunidad internacional especializada en reproducción, como la opinión pública española y los expertos en familia consultados a lo largo de la última década han planteado, reiteradamente, que se producirá un incremento considerable del número de parejas, mujeres y hombres estériles.

    Las razones que argumentan apuntan, fundamentalmente, hacia variables de orden social asociadas a los efectos de los nuevos estilos de vida y al aumento de la edad media en la que las mujeres tienen sus hijos. Estas técnicas ofrecen una alternativa para tener descendencia tanto heterosexuales/homosexuales, como a mujeres y hombres. Y la procreación de seres humanos pareciera hubiera devenido en un producto más del mercado, sujeto a las leyes de la oferta y la demanda, además de la existencia de "paraísos reproductivos”.

  • En un primer nivel de análisis hay que plantear que las viejas percepciones sobre la esterilidad/fertilidad se han visto afectadas, puesto que estos procedimientos han hecho posible vencer problemas hasta hace pocos años infranqueables. Por otro lado, el concepto demográfico de fertilidad se ha quebrado, ya que no existen límites biológicos para que mujeres menopáusicas tengan hijos.

  • Las técnicas de reproducción asistida alteran la especificidad tradicional de la familia de constituir una "comunidad de sangre" y estar organizada sobre una base conyugal. Los límites biológicos del grupo familiar se pueden traspasar, basta para ello con que se utilice material genético de donantes, dándose entrada a otros participantes coyunturales que no llegaran a ser miembros del núcleo familiar, pero que sin duda adquieren un gran protagonismo en el proceso. Se está produciendo una novedad que conviene destacar. La adopción ya no sólo diferencia entre la dimensión biológica y la social la maternidad y la paternidad, sino que adquiere nuevas dimensiones. La adopción se ha ampliado a fases muy incipientes de la vida humana. A diferencia de la adopción tradicional, las adopciones de material reproductivo (semen, óvulos, preembriones) o del individuo nacido de una madre subrogada no necesariamente conducen a la adopción de un bebé, pues el procedimiento puede no tener el éxito deseado. El tema adquiere un nivel de complejidad mayor en el caso de los preembriones crioconservados, tratándose de una de las posibilidades que mayor controversia ha tenido a lo largo de estas décadas de praxis de la reproducción asistida. Implica conceptualmente que haya individuos/familias en fase de vida latente y que, en cualquier momento se pueda proceder a su "resurrección".

  • Estas técnicas conllevan que conceptos sociales primarios cercanos e íntimos para los seres humanos como son la maternidad, la paternidad, las estructuras del parentesco y la propia concepción de familia se hayan visto afectados. En buena medida, ello se debe a que la vinculación biológica, que tanto peso ha tenido en nuestra cultura y que ha sido uno de los rasgos definidores de la familia, con las nuevas técnicas reproductivas ve reducida su fuerza a favor del favor del lazo socio-cultural y de la relación surgida de la convivencia y la afectividad entre el nacido y sus padres. La relación padre/madre/hijo/hija se ha trastocado, pues, desde nuestra tradición católica, los hijos eran vistos como una "bendición y un don de Dios" y venían al mundo "cuantos hijos Dios quería". En estos momentos, en los países más avanzados, la negada de los hijos es el resultado de la planificación y decisión privada de la pareja heterosexual/homosexual o de la mujer-hombre solo.

  • Concretaremos algunos de los principales efectos de las modernas técnicas reproductivas sobre la familia a partir de la variada casuística sociológica que ha ido apareciendo desde que en 1978 cuando nace el primer bebé probeta del mundo.

    • El caso que presenta menos complejidad, al tiempo que menor conflictividad desde el punto de vista social, ético, jurídico y personal es el de la inseminación artificial, fecundación in vitro y técnicas afines, empleadas en el ámbito de pareja heterosexual casada, que utiliza su propio material genético. No se plantean modificaciones formales que pudieran acontecer en el grupo familiar, que sigue siendo la "unidad reproductora", los derechos y deberes de sus miembros están garantizados por ley, de la misma manera que en una fecundación in vivo, y al hijo/a no le faltaría el referente materno y paterno. El esquema familiar se ajustaría al de una familia tradicional y el nacido disfrutaría de todos los derechos/deberes derivados de su condición y sería considerado un hijo natural. En situación similar estarían las parejas de hecho legalizadas que acudieran a estas técnicas para tener descendencia, resultando el esquema familiar idéntico. La situación se complejizaría si se precisará la intervención de donantes, resultando trastocado el esquema familiar si se compara con el anterior. Dos posibilidades que presentan un cierto nivel de conflictividad desde el punto de vista social, ético, jurídico y personal se concretan en la utilización de estas técnicas por parejas homosexuales de mujeres (casadas y parejas de hecho), que utilicen su propio material genético, recurriendo a bancos de semen y pareja homosexual femenina casada o pareja de hecho utilizara óvulos de donante.

    • La "fecundación post-mortem" En un caso así nos encontraríamos con una modalidad de familia monoparental, pues una mujer viuda utilizaría su propio material genético y el semen de su marido fallecido. Las oposiciones más fuertes a esta posibilidad afirman que significa trastocar los cimientos de la filiación tradicional, que se asienta en la idea de que los progenitores tienen que estar vivos y, por otra parte, que se está programando el nacimiento de un niño que va a venir al mundo intencionalmente sin padre ("los huérfanos intencionados").

    • Un tema de enorme interés y complejidad, desde el punto de vista sociológico, es el de la gestación por sustitución. Se trata de una de las derivaciones que mayores controversias suscitan. En ella la madre de "alquiler” presta su vientre a un matrimonio/pareja legal heterosexual, y sus servicios culminan con el nacimiento de un bebé. De lo que no cabe duda es que la gestación por sustitución impacta muy directamente sobre la familia y sobre las estructuras del parentesco, quebrando de raíz la conceptualización de familia en sentido tradicional.

    • Una técnica, por el momento no autorizada por ninguna de las legislaciones del mundo es la clonación reproductiva. Se trata del procedimiento cuyo objetivo es generar individuos clónicos. La eventual utilización de la clonación reproductiva en humanos produce inquietud, por las reservas éticas y morales asociadas a la generación en serie de personas supuestamente iguales. El niño nacido tras un procedimiento de de clonación genotípicamente sería idéntico al individuo del cual posee su carga genética, pero en realidad se trataría de otra persona. Sea como fuere con la clonación, la familia quedaría seriamente afectada, al desdibujarse las líneas parentales y genealógicas. Se eliminaría del proceso reproductivo a uno de los sexos, la reproducción en la especie humana sería el resultado de relaciones asexuadas, fruto de un proceso técnico-cultural, en donde bien la maternidad o la paternidad biológica dejarían de ser el referente de la transmisión de la vida, en un entorno en donde los seres humanos potencialmente estaríamos en disposición de generar vida sin límites. Por el momento, la clonación se sitúa más en el plano probabilístico que en el de la realidad más inmediata y habrá que ver cómo discurren los avances científicos y cuáles son los parámetros sociales y éticos vertebradores de las sociedades a medio y largo plazo.

    En consecuencia, a la luz de lo expuesto con anterioridad, a diferencia de la reproducción tradicional, en donde la conceptualización y figura del padre/madre, e incluso la filiación y las relaciones de parentesco están determinadas con claridad, las técnicas de reproducción asistida dan lugar a incertidumbres ante la imposibilidad de presentar desde nuestros parámetros culturales las nuevas posibilidades abiertas a la maternidad, la paternidad, a la definición de la filiación y a la consideración de las nuevas relaciones de parentesco surgidas.

  • Impactos de la ingeniería genética humana sobre la familia.

  • Los impactos de la ingeniería genética en humanos sobre la familia vamos a centrarlos fundamentalmente en los efectos derivados de la utilización de los diagnósticos genéticos y la terapia génica, pues la ingeniería genética humana, en general, repercute directamente sobre la familia, habiendo ya dado lugar a consecuencias y problemáticas concretas.

    Los diagnósticos genéticos pueden utilizarse en contextos clínicos y no clínicos. En contextos clínicos adopta dos modalidades: diagnósticos prenatales (en embriones o fetos) y diagnósticos parentales (individuos o parejas adultas); y dos variantes, en función de si se intenta diagnosticar una enfermedad hereditaria o una predisposición o susceptibilidad a desarrollar alguna enfermedad. En contextos no clinicos son utilizados, por ejemplo, en el ámbito laboral, por parte de aseguradoras, compañías médicas y entidades bancarias. La finalidad en este caso es '''disminuir'' los componentes de riesgo a la hora de hacer un seguro, conceder un crédito o proporcionar/mantener un trabajo.

    Uno de los temas más controvertidos en la aplicación de las técnicas de micromanipulación genética es la selección del sexo en la descendencia. La difusión sin restricciones de esta práctica podría llevar a alterar "artificialmente" el equilibrio de la población de uno y otro sexo, conforme a las preferencias coyunturales de padres, e incluso, a instancias extra-familiares, por ejemplo, por razones demográficas, económicas, sanitarias, laborales, etc. La mayor parte de las legislación que existen en el mundo sobre este tema permiten únicamente intervenciones de este tipo cuando median razones terapéuticas.

    En definitiva, la ingeniería genética aplicada al ser humano exigirá redefinir conceptos demográficos, replantear nuestra concepción de la medicina, establecer limitaciones racionales a sus usos y aplicaciones y entender que todo ello se traducirá también en nuevos modelos de relación y estructuraciones sociales y culturales diferentes a las que hasta ahora hemos conocido.

    Tema 4 Innovación tecnológica, crecimiento económico y automatización avanzada: paradojas de la globalización.

  • Introducción

  • En nuestras sociedades globalizadas, las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental, como motor de la innovación y el crecimiento económico, y como elemento característicos de las nuevas formas de consumo y ocio. La inversión en I+D+i se ha convertido en una cuestión estratégica para las políticas públicas, y el incremento de la productividad ligado al diseño, implantación y desarrollo tecnológico, se postula a menudo como una necesidad estructural que finalmente acabará generando más y mejor empleo. En la segunda mitad del siglo XX se han sucedido numerosos debates sobre la tecnología. En una primera fase, analizando la burocratización y artificialización de la vida social. En una segunda fase, la polémica se ha centrado en la valoración de los impactos positivos o negativos de innovación tecnológica: aquellos que destacan el papel neutro o positivo que juega la tecnología en la creación de empleo y la consolidación de un modelo de vida ligado a un salario estable, cualificado y seguro, frente a los investigadores que hacen hincapié en los efectos negativos sobre el volumen de empleo derivados de la transformación tecnológica, muy especialmente en el caso de los robots industriales y los sistemas automáticos.


    2.     Paradojas de la globalización.

    No es fácil establecer una correlación clara entre la evolución de las políticas tecnológicas y la inversión en I+D+i, y la evolución del mercado de trabajo, tanto en relación con el volumen de empleo cuanto con los nuevos perfiles que se demandan para obtener un puesto de trabajo.

    Una secuencia argumental muy cuestionada, pero muy utilizada, es la siguiente: la innovación tecnológica, y específicamente robotización y la automatización avanzada, conlleva una reorganización de la actividad productiva, y una reducción de la mano de obra necesaria, pero genera nuevos puestos de trabajo en otras áreas, y finalmente su impacto sobre el volumen de empleo global es positivo. El nivel de desempleo responde a otras variables, como la flexibilidad del mercado de trabajo, o las estrategias políticas y empresariales en un contexto sociopolítico determinado.

    En este debate sobre la relación entre tecnología y empleo, la robótica y la automatización avanzada juegan un papel clave, tanto por su impacto simbólico, como por su impacto real en el sector industrial, y progresivamente en el sector servicios. Podemos formular una triple paradoja que nos obliga a repensar los esquemas habituales de interpretación que utilizamos para analizar la evolución de nuestra economía tecnológica avanzada, reclamando nuevos análisis prospectivos en el área de la robótica y la automatización avanzada.

  • La primera paradoja es que un mayor crecimiento económico no tiene necesariamente como consecuencia un aumento consistente del empleo. Se diseña la actividad económica para obtener una mayor eficiencia con un menor coste de personal, cuestión clara en el área de la robótica Y los incrementos en la productividad no tienen el impacto positivo que, a priori, se supone sobre el aumento de la oferta de puestos de trabajo; de ahí que cada vez se postule una mayor tasa de crecimiento de la economía como paso previo para reducir el desempleo.

  • La segunda paradoja tiene que ver con los efectos de la globalización sobre la producción industrial, principal usuario de robots y sistemas automáticos. La reducción de empleo industrial (importante no sólo por el número de empleados: es muy relevante tomar en consideración las características de esos puestos de trabajo, normalmente con mayores salarios que en el sector servicios) en los países avanzados, se compensaría porque se crean un número similar o mayor de puestos de trabajo. Sin embargo, un análisis cuidadoso de los datos cuestiona esta supuesta dinámica compensatoria entre unos países y otros, y arroja dudas sobre la globalización económica y las estrategias de industrialización de las economías en desarrollo. Se ha llegado a describir la dinámica actual como un proceso de desindustrialización global: "una tendencia clara de la era de la globalización es que los empleos industriales han estado disminuyendo en gran parte de los países industrializados. Sin embargo, la imagen en los países en desarrollo ha resultado ambigua. Si bien se han producido incrementos en el empleo industrial en algunos países, entre los países que están perdiendo proporcionalmente empleos industriales se encuentran los países en vías de industrialización". Los principales factores que contribuyen a la reducción progresiva de los empleos en la manufacturación son tres: la mejora de la productividad, la innovación tecnológica y el desplazamiento hacia el sector servicios. Este proceso no sólo ocurre en los países industrializados: los procesos fabriles se diseñan desde su inicio para incorporar los mayores niveles de automatización y tecnología posible, independientemente del entorno físico en el que se instala la planta industrial. En este sentido, la paradoja con la que se enfrenta el discurso clásico sobre la 'migración' del empleo industrial desde los países avanzados a los países en vías de desarrollo es que "la desindustrialización se está produciendo en todo el mundo, con enormes reducciones de empleo en la manufacturación en algunos lugares sorprendentes. En contra de lo que cabría esperar, las pérdidas de puestos de trabajo han sido mayores en algunos de los países económicamente más dinámicos del Este de Asia, como China, Japón y la República de Corea"'.

  • La tercera paradoja tiene que ver con el sector servicios, que tiene un enorme peso en nuestras economías. La migración del empleo desde el sector industrial al sector servicios, y la transformación progresiva del sector servicios en un sector que integra a todos los demás, en el que se utiliza cada vez más intensivamente la tecnología, son dos hechos claves en las economías avanzadas. Sin embargo, no es el mismo tipo de empleo el que emigra, ni tienen los mismos salarios y las mismas condiciones contractuales los trabajadores en todos los sectores. El incremento del peso del sector servicios ha ido unido a un proceso de precarización del empleo y de f1exibilización sin límites que degrada las condiciones del trabajador e inaugura lo que se ha denominado el empleo débil. Las mayores demandas de cualificación, la inversión en I+D+i, y las mayores competencias y habilidades de los trabajadores, no tienen necesariamente como contrapartida algunas de las clásicas demandas de la población asalariada: una mejora real de los salarios, una reducción de la jornada de trabajo, y mayores garantías de seguridad en el empleo. En este contexto de interacción paradójica entre nuevas tecnologías, economía y sociedad, la robótica juega un papel relevante, en la medida en que su expansión en el sector servicios puede seguir una dinámica similar a la que ya se ha constatado en el sector industrial


  • 3.     Evolución el mercado de robots industriales y de servicios: el caso español.

    La expansión de robots y sistemas de automatización avanzados sus tendencias de evolución y sus posibles impactos son los objetos de estudio de nuestra investigación. La Robótica es una disciplina que se caracteriza por la convergencia de tecnologías, y por tener como objetivo la sustitución. de la fuerza de trabajo humana, creando una máquina con capacidad de aprendizaje y reprogramación de cara a afrontar diversas tareas, pudiendo ser utilizada en entornos de trabajo diferentes.

    Las sociedades tecnológicas avanzadas se encuentran inmersas en un proceso de robotización cada vez mayor, particularmente en Europa. La inversión aumenta año tras año y se instalan más robots. En la UE, por lo tanto también España, la evolución de las ventas en los últimos años, como el parque operativo de robots y las previsiones de evolución nos sitúan ante un escenario en el que la robótica industrial se expande vigorosamente.

    Los objetivos que justifican la inversión en robots, y que explican la expansión, son los siguientes: ahorrar en costes, aumentar la productividad, aumentar la calidad, mejorar la competitividad en un mercado global y realizar trabajos peligrosos para el ser humano. En este sentido, podemos destacar tres características básicas de la actual fase de expansión industrial de esta tecnología:

  • En primer lugar, el aumento de la inversión en robots y sistemas de automatización avanzada, que se prevé continuará en los próximos años.

  • En segundo lugar, el descenso notable del precio de los robots y el aumento de sus capacidades en función del avance tecnológico, es decir, que si se tiene en cuenta el avance de la calidad del robot, la disminución de su precio es todavía más acentuada.

  • En tercer lugar, como consecuencia lógica del incremento del parque de robots operativo en el sector industrial, el aumento de la densidad de robots por cada 10,000 empleados.

  • La robótica de servicios se ha ido configurando en los últimos años como un área con una elevada potencialidad de crecimiento. La evolución de las ventas y el parque de robots de servicios en funcionamiento confirman las previsiones que formularon los expertos en España, resaltando el crecimiento de robot de servicios profesionales y el incremento muy notable que se espera robots de uso personal.

    Si existe un área tecnológica en la que tiene sentido analizar las previsiones de los expertos, es la de robótica en el caso español: se trata de uno de los seis países que utiliza más intensivamente esta tecnología.


    4.  Prospectiva tecnológica y automatización avanzada: Estudio Delphi 2005.

    Los avances tecnológicos responden a una racionalidad científica, derivada de la lógica científico-tecnológica, y a una racionalidad social. Ambas se complementan y se reclaman mutuamente, en cuanto sólo en un contexto socioeconómico determinado se puede explicar el diseño, desarrollo y consolidación de una determinada tecnología. La tecnología posibilita que en torno a ella puede estudiarse el futuro probable que se deriva de la interacción entre ciencia-tecnología, economía y sociedad, y el futuro posible que se abre paso en función de la intervención de los seres humanos sobre ese 'futuro probable', para acelerarlo, cambiarlo o modificarlo. En la investigación prospectiva analizamos la evolución tecnológica y los impactos sociales de la tecnología robótica, en su doble condición de hecho y proceso social y diferenciamos las siguientes dimensiones básicas:

  • Los avances tecnológicos que van a permitir en los próximos años el diseño y puesta en funcionamiento de robots cada vez más potentes, que permitan superar las limitaciones actuales de esta tecnología (capacidad de aprendizaje y comportamiento inteligente, integración de sensores y manipuladores que permitan una mayor eficacia en la realización de todo tipo de tareas, y diseño adecuado para su integración en entornos no industriales, permitiendo una mayor prestación de servicios domésticos y de ocio a la población).

  • Se abordan niveles de automatización de tareas en el sector industrial, introduciendo un nivel de especificación mayor que en anteriores investigaciones (debido a la evolución de la tecnología robótica y la implantación de robots en más áreas de actividad). Las previsiones de los expertos en el sector servicios y de la agricultura nos muestran una fuerte tendencia hacia la automatización, en función de la cual hay que analizar la evolución del volumen de empleo en dichas áreas de actividad, y también la modificación de la forma de trabajar derivada de la implantación de sistemas automáticos y robotizados.

  • Se abordan las tendencias previstas por los expertos, y que se derivan del incremento de la robotización en los próximos años: la evolución del volumen de empleo, las características de los puestos de trabajo, la transformación de las organizaciones, y la evolución de los riesgos laborales en una sociedad que tiende a la automatización de cada vez más actividades del sector industria! y del sector servicios.

  • Junto a la previsión de eventos a corto, medio y largo plazo, y la previsión de tendencias de evolución del mercado de trabajo. Las características de los puestos de trabajo, y el modelo de organización emergente, se analizan los principales impactos que prevén los expertos en los próximos años.

  • UNA NUEVA GENERACION DE ROBOTS

    El diseño y desarrollo de robots tiene que ver siempre con las tareas a realizar, y con la capacidad de aprendizaje y reprogramación que les de una mayor versatilidad.

    Precisamente por ello, las tecnologías básicas cuya convergencia permite el diseño de robots cada vez más potentes tienen que ver con las capacidades que dotan de mayor polivalencia al ser humano: la visión, la inteligencia, la integración en un sistema de lenguaje natural, y la convergencia de todos estos avances, de tal forma que sea posible desarrollar robots con mayores habilidades, capaces de sustituir al ser humano en un mayor número de tareas.

    AUTOMATIZACIÓN DE TAREAS Y SUSTITUCIÓN DE TRABAJO HUMANO

    El análisis sociológico sobre los impactos de la tecnología debe evitar tanto el modelo de interpretación característico del determinismo tecnológico, cuanto los planteamientos radicales del constructivismo social aplicado a la tecnología. Ni la tecnología tiene una lógica ajena a lo social, ni la tecnología es un producto social ajeno a las condiciones de viabilidad que establece la lógica científica.

    El desarrollo tecnológico y cambio social están íntimamente relacionados, y las secuencias históricas previas, también en lo relativo a los avances científicos, constriñen el devenir futuro. Las previsiones de los expertos para los próximos años ponen de relieve que los robots industriales y de servicios van a expandirse cada vez más en diferentes ámbitos de actividad, hasta convertirse en una tecnología ampliamente utilizada en la producción de bienes y la prestación de servicios en las próximas décadas.

    • En el sector industrial, el robot es actualmente un producto maduro, ampliamente difundido, y con una versatilidad cada vez mayor.

    • En el sector agrícola, los expertos prevén una expansión importante de los sistemas automáticos y robotizados, en un entorno que presenta dificultades específicas: las labores de siembra y recolección exigen avances tecnológicos en movilidad, tacto y visión; y las labores de clasificación, envasado y almacenamiento permiten una automatización relativamente más fácil, pero también compleja en función del producto "agrícola de que se trate".

    • La construcción se ha convertido en los últimos años en el motor de la economía española, y presenta una utilización intensiva de la mano de obra. La expansión de los robots y sistemas automáticos en esta área de actividad exige solucionar limitaciones tecnológicas de primer nivel. La sustitución de empleo humano por empleo robotizado en la agricultura y la construcción, dos sectores que se caracterizan por un uso intensivo de la mano de obra humana, en un porcentaje entre el 10 y el 30% si se cumplen las previsiones, tendrá un impacto notable en la oferta de empleo disponible en dichos sectores, y pone de relieve la necesidad de establecer estrategias educativas que permitan aumentar la capacitación técnica de los trabajadores de estos sectores, para facilitar su movilidad laboral.

    • En el sector servicios, podemos diferenciar desde la perspectiva de la complejidad de la automatización de tareas, cuatro áreas en las que se prevé una fuerte automatización en los próximos años: 1. Las actividades relacionadas con seguridad, vigilancia y defensa. 2. La automatización de tareas en el sector sanitario, los robots de cirugía son ya parte cotidiana de la actividad profesional en numerosos hospitales. 3. En la industria turística, en el sector de la hostelería y el turismo se va a producir un fuerte proceso de automatización, lo que implica que aumentarán los prototipos de robots multifunción para realizar tareas en este ámbito.

    • En el sector educativo, investigación y desarrollo, también vamos a asistir a una incorporación de robots que los convertirán en un compañero de trabajo cotidiano.

    AUTOMATIZACIÓN AVANZADA y TENDENCIAS DE CAMBIO SOCIAL

    Las innovaciones científico-tecnológicas, los modelos organizativos y las características de los puestos de trabajo responden a una compleja interacción social, en la que no se detecta un único factor determinante, y en la que conviven, desde la perspectiva del análisis de los impactos de la ciencia y la tecnología, diversos modelos híbridos, en los que coexisten diversas tecnologías, modelos de organización y puestos de trabajo. En la investigación sobre tendencias de innovación científico-tecnológica (96/98), se preveía un modelo organizativo y tecnológico en el que la disminución del volumen de empleo industrial iría unida a un aumento de la inestabilidad, de la intensidad y del nivel de saturación experimentado por los trabajadores.

    Diez años después, nos encontrarnos en un modelo laboral caracterizado por la inestabilidad permanente, y las previsiones para los próximos años no prevén cambio alguno: el incremento de la automatización producirá un contexto similar al actual. Como señalaba un experto, "la inestabilidad en el empleo tenderá a ser creciente, pero debido a múltiples causas, no en función de los niveles de automatización alcanzados".

    Las tendencias de cambio en el horizonte del año 2015, relacionadas con 3 cuestiones básicas: la evolución de la oferta de empleo en un contexto de fuerte automatización en el sector industrial y en el sector servicios; las características de las organizaciones empresariales, específicamente la posibilidad de carrera profesional, la evolución de las remuneraciones, y la evolución de la conflictividad laboral; y las características de los puestos de trabajo, del tipo de empleo en los próximos años; la estabilidad contractual, la flexibilidad, la saturación, el control de la carga de trabajo y la movilidad funcional de los trabajadores, y la evolución de los riesgos laborales, específicamente los psicosociales, ligados a la implantación de nuevas tecnologías (y, específicamente, a la expansión de robots y sistemas automáticos de trabajo).

    AUTOMATIZACIÓN, DESEMPLEO Y TERCIARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA

    Una de las características de la evolución de la economía española en los próximos años, es la incorporación creciente de robots y sistemas automáticos de trabajo. En este contexto, las empresas con un alto nivel de robotización en el sector industrial tenderán a reducir su volumen de empleo.

    Las organizaciones tienden a configurarse en una estructura menos jerarquizada. con menos posibilidades de carrera profesional, y que evolucionan hacia un núcleo de empleados y directivos estable, estratégico para la organización, y una serie de círculos concéntricos de empleo subcontratado, en el que las condiciones de trabajo son muy diferentes. En un contexto de desregulación creciente, la inestabilidad contractual es internamente aceptada por los trabajadores como una característica inevitable del mercado de trabajo, y el nivel de conflictividad no se altera en función de la incorporación de nuevas tecnologías. La automatización no determina unilateralmente, pero sí influye en la evolución de las condiciones de trabajo. Ahora bien, el modelo que se está configurando en la sociedad europea, en la que se ha producido en los últimos 10 años un intenso proceso de robotización, se caracteriza por el empeoramiento de las condiciones de trabajo.

    La evolución de las condiciones de trabajo en la UE presenta las siguientes características: una mayor presencia de nuevas tecnologías, una mayor intensidad del trabajo, una mayor autonomía en el trabajo, y un aumento del número de trabajo que conlleva una gran tensión.

    IMPACTOS DE LA ROBÓTICA y LA AUTOMATIZACIÓN EN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

    Los análisis prospectivos tienen como finalidad aportar información cualificada sobre el futuro probable, por ello, se investigo sobre los impactos específicos que la robotización y la automatización avanzada tendrá en los próximos años: impactos específicos sobre la organización de las empresas, sobre las relaciones laborales, sobre la salud psíquica y física de los trabajadores. Junto a estas se estudiaron las principales ventajas y limitaciones, y el papel de las Administraciones públicas, en la evolución de los procesos de innovación tecnológica, específicamente en el ámbito de la robótica.

    Los cinco principales impactos sobre las empresas derivados de la expansión de la Robótica tienen que ver con la mejora de la productividad, derivada de una mayor calidad, una reducción de los costes, y una optimización de los procesos de producción. Una reducción de los puestos de mano de obra directa, en correspondencia lógica con la implantación de robots que sustituyen, por definición, dicha mano de obra directa.

    En este contexto de empresas que incrementan su productividad y su competitividad, los principales impactos sobre las relaciones laborales tienen que ver con tres cuestiones básicas: en primer lugar, la reducción de los riesgos laborales, uno de los objetivos tradicionalmente asignados a la robotización; en segundo lugar, un cambio en la forma de trabajar, derivado de la mayor interacción entre el ser humano y el robot, que conlleva una mayor demanda de cualificación (al trabajador humano), y dificulta por lo tanto el reciclaje del personal al que el robot sustituye; es decir aumentan los obstáculos que tienen los trabajadores menos especializados para encontrar empico. Y, en tercer lugar, la consecuencia de una mayor interacción ser humano-máquina, en la que disminuye el trato con otros trabajadores, es la expansión de una Cierta despersonalización.

    5.     Paradojas de globalización y escenario tendencial: perspectivas sobre robótica y automatización en el siglo XXI.

    En función de la información aportada por los expertos, puede elaborarse el escenario tendencial, lógico y probable, al que nos enfrentaremos en las primeras décadas del siglo XXI. Las afirmaciones altamente probables acerca del futuro, que forman una estructura o sistema, nos, permiten establecer los rasgos característicos de la sociedad del futuro.

    Ante la evolución tecnológica probable, los procesos sociales de adaptación, recreación y modificación de las tecnologías determinarán las características reales de la sociedad del futuro. Por ello, el horizonte de la previsión tecnológica y sus impactos sociales nos presenta una secuencia que aporta información, y que pone de relieve algunos de los problemas sociales a los que posiblemente tendremos que hacer frente en el futuro inmediato. El escenario tendencial que se deriva de las previsiones de los expertos para los próximos años nos sitúa ante una secuencia histórica con las siguientes características:

    • En los próximos diez años, la expansión de la robótica continuará con fuerza en el sector industrial, y aumentará de forma espectacular presencia en el sector servicios. En numerosas áreas de actividad, la agricultura hasta la construcción, la automatización de tareas alcanzará un porcentaje importante. Las innovaciones tecnológicas se integrarán en un modelo económico caracterizado por lo que se ha denominado la `inestabilidad permanente', que asimilará sin mayores problemas las potencialidades de la Robótica, sin que se prevea una reorganización del mercado de trabajo y de las organizaciones empresariales que pennita una redistribución más equitativa que se derivan de una economía más productiva y competitiva.

    • En el horizonte del año 2025, se prevé la utilización de robots capaces de integrar tecnologías que permitan automatizar un mayor número de tareas. La convergencia de los avances en inteligencia artificial, lenguaje, movilidad y visión harán posible la fabricación de robots mucho más potentes. En este escenario temporal aumenta la automatización de tareas en todos los sectores de actividad, y destaca especialmente nivel de incorporación de robots en el área de seguridad y defensa.

    • En un horizonte a largo plazo, tomando como referencia el año 2050, la presencia de robots será algo cotidiano y la relación ser humano-máquina se reforzará de manera muy notable. Si se alcanzan los niveles de automatización previstos, se redefinirá lo que se entiende por actividad humana, en un contexto en el que los robots pueden convertirse, en un compañero/a habitual en el ocio y en el trabajo.

    En este horizonte, se pueden reformular las tres paradojas.

    1. Hay que abordar la construcción social de nuestra economía teniendo en cuenta que la innovación tecnológica tendrá una importancia cada vez mayor, que las actividades susceptibles de ser reordenadas y automatizadas en el sector servicios tenderán a ser realizadas por robots (como ha ocurrido en el sector industrial).

    2. Que se va a abrir un debate social y político sobre cómo reconstruir la seguridad, la calidad y la cantidad de los puestos de trabajo en economías cada vez más tecnificadas. La experiencia de los últimos años pone de relieve tres tendencias: una reducción del empleo industrial y de servicios, una mayor productividad que implica mayores tasas de crecimiento para lograr una disminución real del desempleo, y una mayor convivencia con robots y sistemas automáticos en la vida cotidiana y el ocio.

    3. Todo ello, en un contexto en el que el único destino no es la precarización de las condiciones de trabajo y de nuestro estilo de vida. Los procesos en marcha no deben interpretarse como un destino inamovible: "deberían verse como una posible oportunidad para replantearse la política social, y, en este sentido, la investigación sobre los impactos de la robótica y la automatización avanzada nos permite ahondar en las tendencias de cambio posibles en nuestro tiempo histórico.

    Tema 5 Los sistemas de desigualdad social en las sociedades tecnológicas avanzadas

    1. ¿HACIA UN NUEVO SISTEMA DE DESIGUALDAD SOCIAL?

    Las tendencias previsibles de evolución hacia modelos económicos más abiertos e interdependientes, en los que se empleara una mayor cantidad de robot industriales y sistemas automáticos de trabajo, están dando lugar a nuevas plasmaciones de para estructural de larga duración, acompañadas de nuevas formas de asimetría social entre aquellos grupos sociales que o bien realizan tareas marginales, o bien se encuentran situados fuera del sistema establecido.

    La carencia de mecanismos precisos de influencia social, hace que estos grupos infra-posicionados en el mercado no puedan ser calificados propiamente como clases sociales en el sentido tradicional del concepto.

    De ahí que nociones como las de infraclases o excluidos resulten de utilidad en la medida en que permiten subrayar la naturaleza de nuevas formas de desigualdad social que apuntan hacia la configuración de sistemas generales de estratificación diferentes a los que han sido propios de las sociedades industriales.

    Las tres tendencias fundamentales que están enmarcando el surgimiento de un nuevo modelo de estratificación social en las sociedades tecnológicas son:

  • La mesocratización «difusa» de las estructuras sociales, como consecuencia del aumento de las ocupaciones propias de clase media y de una desmanualización de muchas de las tareas que antes realizaban obreros industriales y que ahora se efectúan mediante robots industriales y sistemas automáticos de trabajo, que en muchos casos reducen a los operarios a la condición de «supervisores» o <<vigilantes» de procesos de producción dotados de una considerable autonomía.

  • El paro estructural de larga duración y la precarización laboral, que tapona o limita las expectativas de trabajo -de calidad- de muchos jóvenes y de los sectores sociales con menos cualificaciones y oportunidades.

  • La configuración de grupos excluidos y postergados y de infraclases, definidas por su ubicación en la periferia del sistema económico.

  • En la medida en que estas tendencias persisten en el tiempo, y en la medida que se encuentran asociadas al nuevo paradigma organizacional de la producción, podemos considerar que el modelo de estratificación emergente forma parte de un nuevo paradigma social.

    Lógicamente, los análisis empíricos concretos y la propia dinámica de la evolución social obligan a introducir muchos matices en la presentación de un sistema bipolar de esta naturaleza, que en ningún caso debe entenderse como una nueva forma de introducir, con una presentación distinta, viejas concepciones sociopolíticas sobre un antagonismo dual simplista. De hecho, tanto la parte superior como la inferior del modelo configuran subsistemas de una complejidad considerable, con pautas propias de estratificación y jerarquizaciones sociales más o menos rígidamente establecidas.

    Por ello, en propiedad, habría que hablar más bien de conglomerados de clases, con estratificaciones internas y con perfiles diferenciados en lo que se refiere a las posiciones, las actitudes y los intereses, por ejemplo, de los trabajadores cualificados, los no cualificados, los activos de clase media, los pequeños propietarios, los profesionales y técnicos altamente especializados, los empleados de los servicios asistenciales, etc. Es decir, en la medida en que la última figura del gráfico 1 tiene un cierto perfil que se asemeja a una seta o un hongo, podríamos decir que en la realidad los nuevos perfiles de la estratificación no darían como resultado una sola pirámide-seta, sino una verdadera floración de múltiples setas y hongos, como ocurre en ciertas zonas boscosas después de un período de lluvias.

    Un sistema dual de esta naturaleza siempre se encontrará en una ¡situación de equilibrio social inestable y sus posibilidades de estabilidad y/o mantenimiento bajo condiciones de dominación dependerán básicamente de queja parte superior de la «pirámide social» continúe siendo más numerosa que la inferior, en cuyo caso se produciría bien un desequilibrio mecánico, si la mayoría satisfecha es muy amplia, o un equilibrio conflictivo si la mayoría es más ajustadas y los de abajo pugnan por defender sus intereses y mejorar sus oportunidades. A su vez, el equilibrio de un sistema de esta naturaleza dependerá también de la existencia de unos niveles aceptables de prestaciones sociales -Estado de Bienestar- que permitan «amortiguar» suficientemente las carencias de los sectores que tienen más carencias, en cuyo caso nos encontraríamos ante un «equilibrio amortiguado» o consentido.

    Lo que, a su vez, plantea la peliaguda cuestión de hasta qué punto la «mayoría satisfecha» será capaz de apoyar y mantener con sus impuestos iniciativas públicas de solidaridad social efectivas a medio plazo. A las posibilidades y a los riesgos de que esto no ocurra así se han referido algunos economistas ilustres en los últimos años.

    2. DEL SUJETO DÉBIL A LA DEBILIDAD DE LOS SUJETOS HISTÓRICOS

    Nuestros días oscurecimiento del papel se las clases como sujetos históricos se refuerza, como estamos viendo, a causa del propio devenir de la evolución social que está tendiendo a debilitar la posición de las viejas clases trabajadoras al tiempo que surgen nuevos sectores excluidos que presentan tal grado de fragmentación y de deterioro de sus posiciones y de sus posibilidades de acción colectiva, que se convierten en verdaderos sujetos sociales débiles y desdibujados.

    La clase obrera tradicional no sólo no se ha convertido en un grupo social mayoritario, sino que existe una tendencia hacia una progresiva reducción de sus efectivos. Ello no significa, sin embargo, que los diversos sectores de las calses trabajadoras, con toda su comlejidad, junto a las infraclases, los excluidos y otros núcleos en declive de las clases medias y diferentes gurpos de interes sectorial, no puedan conformar una base social de apoyos mayoritarios para que deteminadas fuerzas politicas puedan plantear y superar algunos dilemas aberrantes de taponamiento social, como los que aquí estamos analizando.

    De ahí, la relevancia creciente que adquiere el estudio sociológico de las infraclases y de la exclusión social, y lo paradójico que resulta, por tanto, que algunos analistas continúen abordando estas cuestiones con un caracter preferentemente residual y aislado de otras referencias estructurales, como una mera extensión, a veces, de los propios conceptos de marginación social o de pobreza.

    Como ya recalcamos en el capítulo seis, la frontera fundamental que marca las diferencias está en el propio sistema que, de acuerdo a la lógica del mercado establecida, deja fuera del núcleo central de oportunidades a quienes no necesitan o a quienes resultan «prescindibles», más allá del contexto social de procedencia.

    El problema de las infraclases, pues, es más bien el de su marginación o segregación del sistema como tal, su exclusión de la propia lógica de las relaciones económicas ordinarias. Exclusión a la que se puede llegar por razones de origen social, pero también por razones de movilidad social descendente, desempleo o edad (jubilados, jóvenes, con pocas oportunidades de empleo,…). se Trata, pues, de una dualidad que tiene raíces estructurales y que no coincide necesariamente ni se solapa mecánicamente con el sexo o el color de la piel, por más que la mayoría de los individuos de los grupos étnicos marginales puedan formar parte de las infraclases o los excluidos, sobre todo en determinados países.

  • LA DINÁMICA DE LAS DUALIZACIONES SOCIALES

  • Casi todas las teorías dualistas hayan sido sometidas a un contraste bastante duro con los hechos. La propia evolución social proporciona ejemplos bastante claros que muestran cómo los periodos de fuerte dualización social suelen ir seguidos por etapas en las que predominan sectores intermedios, en una perspectiva de continuas reacciones y reajustes sociales.

    Todos estos datos y tendencias revelan que nos encontrarnos ante un nuevo ciclo de transformaciones en los sistemas de estratificación social, en el que se dan nuevas plasmaciones de los antagonismos sociales. Los sistemas sociales emergentes no están evolucionando desde la multiplicidad anterior hacia una dualización simple y unívoca, sino hacia nuevas formas más complejas de estructuración social, en las que los rasgos dualizadores presentan manifestaciones muy variadas y heterogéneas.

    Los modelos de estratificación emergentes se caracterizan por una complejización de las dualizaciones sociales, con elementos en, entrecruzados de antagonismo que van desde los conflictos clásicos de raíz económica (entre empresarios-trabajadores y entre pobres-ricos), hasta las contraposiciones de raíz laboral (entre quienes tienen y no tienen un trabajo), pasando por los nuevos focos de contradicción de raíz generacional (entre jóvenes y adultos), por las diferencias de género (entre hombres y mujeres), de raza y cultura (emigrantes, minorías étnicas y raciales), sin olvidar los conflictos entre quienes «viven en la ciudad y el campo» y entre las «clases medias y la clase obrera»

  • NUEVAS FORMAS DE CONFLICTIVIDAD SOCIAL

  • La evolución de la sociedad industrial corrió paralela, años posteriores a la 2ªGM, al establecimiento de formas consenso y concertación que, a la par que amortiguaron el potencial de conflictividad social, dieron lugar a la aplicación de políticas que redujeron las desigualdades en los países más desarrollados. Sin embargo, la inflexión producida en las políticas sociales a partir de la década de los 60, condujo a una aminoración de los efectos niveladores y redistributivos y a un aumento de las desigualdades de renta e ingresos en los países más industrializados, al tiempo que las brechas desigualitarias internacionales se ensanchaban.

    En las últimas décadas del siglo XX se han desarrollo nuevas formas de desigualdad y diferenciación: entre trabajadores con distintos niveles de cualificación (el saber como factor de estratificación); entre quienes tienen un trabajo y no lo tienen (el puesto de trabajo como elemento definidor de condiciones ciudadanas diferentes) entre quienes tienen un empleo estable en actividades económicas con futuro y quienes trabajan a tiempo parcial o en la economía sumergida, o en sectores residuales y poco viables, etc. De manera particular, el aumento de las infraclases y los excluidos constituye, un importante elemento de desagregación que implica una transformación de los sistemas de estratificación social hasta ahora conocidos.

    Una de las principales consecuencias del aumento de la proporción de parados, de subempleados, de trabajadores precarios y de inactivos con dificultades de empleabilidad, así como de jubilados y pensionistas que sufren un deterioro en sus situaciones sociales, es que los factores potenciales de conflicto tenderán cada vez en mayor grado a tener una plasmación dual: por una parte, estarán los conflictos que se producirán desde dentro del sistema productivo (conflictos de clases tradicionales, afectados por los factores de cambio en la estructura de la población activa y las nuevas tensiones de salario- horario de los que tienen trabajo); y, por otra parte, los conflictos sociales (de indudable alcance económico también) que se plasmarán fuera del sistema productivo, a partir de las situaciones de carencia vividas por los parados, jubilados, «desasistidos», infra-empleados, jóvenes desplazados y marginados, minorías étnicas y raciales, etc.

    Las formas y procedimientos que estos sectores sociales pueden utilizar para plantear sus reivindicaciones y protestas contra el deterioro de su posición económica y social se encuentran bastante limitadas. En realidad no cuentan con vías institucionalizadas de expresión, ni con recursos eficaces de presión, como los que fueron surgiendo a través de la experiencia sindical en las sociedades. Por lo tanto, cualquier desarrollo eventual de presiones tenderá a producirse por cauces difíciles de regulación y de negociación. Lo que posiblemente dará lugar a una tentación muy grande de plantear los conflictos en la calle, buscando los mayores impactos posibles en la opinión pública, con todos los componentes añadidos de peligro de agresividad existentes en las situaciones vividas por sujetos sociales que saben que no cuentan con cauces efectivos reconocidos para una consideración adecuada de sus intereses.

    En este sentido, algunos de los problemas prácticos con los que se van a encontrar las sociedades tecnológicas estarán relacionados con las dificultades para consolidar un modelo de convivencia que no esté afectado por un alto grado de conflictividad social. Conflictividad que no sólo puede acabar resultando más antieconómica que el desmantelamiento o el recorte de los esquemas del modelo de Estado de Bienestar, sino que, sobre todo, puede ser peligrosamente tensionadora de la estabilidad social, y hasta amenazadora de la libertad.

    Anteriormente, en última instancia existían procesos que no ponían en cuestión el sistema industrial, incluso cuando proponían una organización económica alternativa fundada sobre otras bases y ello era así porque las sociedades industriales tenían un modelo de estratificación social que implicaba ciertas «oportunidades» personales y que generaba expectativas y esperanzas de cambio entre los sectores sociales menos favorecidos, bien fuera debido a la influencia de los «argumentos» facilitados por las interpretaciones que pronosticaban el aumento de la clase obrera hasta convertirse en el núcleo social hegemónico, bien a través de las políticas compensatorias y de reivindicación social que proporcionaban mecanismos institucionales de integración ínsitos en el verdadero corazón del sistema industrial, como eran los sindicatos.

    En suma, la emergencia de un tipo de sociedad tecnológicamente avanzada está conduciendo a una lógica en los sistemas de estratificación social que implicará una creciente complejización de las posiciones de clase y de las situaciones de desigualdad social, y que dará lugar a nuevos conflictos y tensiones, especialmente durante las fases de transición del viejo al nuevo modelo de producción.

    Durante las primeras etapas de la evolución está produciéndose una dualización en la dialéctica desigualitaria, con un factor estratificacional central que viene marcado por el lugar ocupado dentro o fuera del mercado «ordinario» y con una tendencia remarcada a que tenga una posición más subordinada -y deteriorada socialmente- un sector creciente de excluidos, caracterizados por rasgos cada vez más homogéneos: grupos de edad (los más jóvenes y los más viejos), mujeres, emigrantes, personas con menor nivel de estudios y cualificación, etc. Todos estos grupos -los parados y los jubilados fundamentalmente- podrán entrar en contradicción con los sectores laborales ocupados, que se encuentran dentro del mercado de trabajo y que cuentan con instrumentos de presión y de negociación más poderosos y eficaces para hacer valer sus intereses particulares.

    Por lo tanto, en una encrucijada sociológica de cambios tecnológicos, económicos y culturales tan intensos es fundamental que la transición se desarrolle sin grandes traumas, ni costes sociales. Por ello hay que evitar la cristalización de una estructura dual caracterizada por la existencia de una precarización laboral o un desempleo de larga duración para amplios sectores marginados y excluidos, por un lado, y el enclaustramiento de una mayoría social y política satisfecha e insolidaria, por otro. Una estructura social de esta naturaleza puede dar lugar a formas poco racionales -y difícilmente absorbibles- de conflictividad, que llegarán a ser tanto mayores y más intensas cuanto menor sea la disposición a mantener «políticas de solidaridad », y que pueden acabar engendrando fenómenos de «blindaje » de las clases medias, e incluso deslizamientos hacia posiciones autoritarias, si surgen temores de pérdida de status y de seguridad.

    En la hipótesis de evolución de los sistemas de estratificación, hay que tener en cuenta que, por mucho que crezcan las infraclases y los excluidos y por mucho que pueda aumentar la conflictividad social y extenderse los comportamientos delictivos y las nuevas formas de agresividad y violencia, los de «arriba», «las mayorías satisfechas», aunque dejen de ser mayoría, es muy posible que continúen teniendo más poder, más recursos, más iniciativa y más capacidad de organización, como para continuar pugnando por mantener las situaciones de dualidad social que les favorecen.

    La tendencia hacia el blindaje de los sectores más prósperos de las clases medias refleja un deslizamiento hacia vivencias de inseguridad creciente. En consecuencia, no debe desecharse la posibilidad de que en determinados contextos sociales estas vivencias sean un caldo de cultivo propicio en el que lleguen a germinar viejas o nuevas formas de autoritarismo e intolerancia que susciten preocupantes dilemas en el funcionamiento de nuestras democracias, incluso peligros de dualización política..

    Las posibilidades de evitar el riesgo de una dualización aguda y una antagonización sin horizontes pasan por una renovación del compromiso con las políticas activas capaces de superar cualquier curso inescrutable e inevitable en la historia. El ejercicio de las funciones compensadoras del Estado, el reforzamiento de un sistema de valores solidarios y el establecimiento de un nuevo compromiso social entre los principales agentes sociales, económicos y políticos, pueden ser tres de las piezas básicas en torno a, las que impulsar una política de progreso que evite el riesgo de que nuestras sociedades se dirijan hacia verdaderos callejones sin salida. No obstante, mientras no se alcancen los equilibrios políticos y los ajustes sociales necesarios, el nuevo compromiso se ha de sustentar en la convicción de que es imprescindible mantener e impulsar las políticas propias del Estado de Bienestar en la lucha contra las desigualdades y la marginación social.

  • LOS FACTORES EMERGENTES DE ESTRATIFICACIÓN SOCIAL

  • En las complejas sociedades tecnológicas emergentes los factores de estratificación social son muy heterogéneos. El lugar que cada uno ocupa, o puede ocupar, en las redes de asignación de rangos y posiciones de dependencia, de poder, de prestigio, de privilegio, etc., depende de varios elementos y no de una sola causa principal o básica. De igual modo, las trayectorias que pueden seguirse a lo largo de la vida serán cada vez más oscilantes e indeterminadas, variando las posiciones sociales alcanzadas en función del trabajo o la tarea que se realiza y de las condiciones en que se hace.

    Entre el conjunto de factores estratificacionales que se pueden identificar en el nuevo modelo histórico emergente hay que mencionar inicialmente, al menos, los siguientes:

    • Ser propietario o no.

    • Efectuar determinadas tareas o prestar servicios por cuenta propia, como autónomo.

    • Tener unas determinadas cualificaciones o competencias adquiridas, demandadas en mayor o menor grado por el mercado.

    • Realizar un trabajo normal seguro, bien pagado y en buenas condiciones en empresas con futuro, con diferentes niveles salariales según las cualificaciones y responsabilidades.

    • Trabajar en la Administración o en los Sectores Públicos.

    • Tener determinadas relaciones sociales o influencias y apoyos en el ámbito de grupos y sectores determinados.

    • Estar sub-empleado o tener un trabajo parcial, esporádico o en la economía sumergida o en sectores en declive.

    • Encontrarse en situaciones de paro cíclico, pero con algunas posibilidades de empleabilidad.

    • Encontrarse en paro de larga duración en condiciones de difícil empleabilidad por razones de edad, falta de cualificaciones, sexo, limitaciones fisicas, condiciones personales, etc.

    En este contexto, los factores que determinan las oportunidades personales o grupales en el sistema de estratificación social presentan matices diferentes a los que eran propios de las sociedades industriales, dando lugar a variables de posición, de origen y de orientación en las respuestas y en la defensa de los intereses. Los cuatro niveles de conformación de los factores de estratificación que referimos en dicho cuadro dan lugar inicialmente a cuatro grandes clases o grupos de referencia: las clases dominantes, las clases medias, las clases trabajadoras y las infraclases y excluidos, que se pueden ubicar a distintos lados de las fronteras sociales. Generalmente cada una de estas clases utilizan diferentes mecanismos e instrumentos en la defensa y afirmación social de sus intereses. Quizás uno de los aspectos más llamativos que destaca en el panorama es la inexistencia de instrumentos precisos y eficaces en la acción colectiva entre sectores sociales en expansión como las infraclases y los excluidos y las eventuales diferenciaciones y segmentaciones que están surgiendo respecto a determinados núcleos de las clases medias y de las clases trabajadoras. En su conjunto, las nuevas situaciones estratificacionales dan lugar a perfiles generales duales.

    Lo que ocurra en el futuro dependerá, lógicamente, del propio desarrollo de las identidades sociales de los grupos ubicables en las posiciones inferiores, así como de la manera en que perciban la estructura de desigualdades, su posición en ella y sus relaciones con otras clases sociales y sectores de clase.

    El devenir va a estar influido por muchas variables que en este momento es difícil precisar. Entre ellas, será determinante la capacidad, y la voluntad, política desplegada para prevenir y enmendar el riesgo de una creciente dualización social. También será fundamental la propia orientación de los diseños impulsados por las fuerzas políticas y sindicales representativas de los sectores que hasta ahora habían ocupado las posiciones más bajas de la pirámide social, es decir, las clases trabajadoras, y entre las que se hacen notar fenómenos de erosión social y precarización laboral que pueden aproximar objetivamente sus intereses y necesidades a las de los nuevos sectores postergados y excluidos.

    Quizás, uno de los aspectos más relevantes en los nuevos modelos estratificacionales es el gran número de posibilidades que existen respecto a las formas y condiciones de empleo, por lo que en este campo específico se están perfilando universos sociales muy diferenciados. De esta manera, la evolución socio-económica de los últimos lustros está poniendo de evidencia la importancia central que está adquiriendo la estratificación por el empleo, abriéndose brechas desigualitarias muy destacadas entre los que tienen ocupaciones de rango alto y medio, en las que se disfruta de condiciones laborales «normalizadas» e ingresos suficientes y regulares y, por otro lado, entre los niveles medios-bajos en los que se hacen notar los efectos de la precarización y, sobre todo, entre los más inferiores, en los que el riesgo de exclusión puede dar lugar a horizontes vitales bastante deteriorados.

    En suma, pues, en una aproximación esquemática a la definición de los factores de estratificación que operan en las sociedades tecnológicas emergentes podemos diferenciar, al menos, tres grandes referentes: la estratificación por la propiedad, la estratificación por el status y la estratificación por el empleo. Cada uno de estos ámbitos opera de una manera específica, a su vez interconectada con los otros dos, afectando especialmente a sectores y grupos sociales. En las sociedades actuales, como hemos visto, inciden realmente más factores de estratificación.

    Tema 6 Tendencias de exclusión social

    Uno de los problemas que se plantea a la hora de abordar cualquier situación social o de realizar un diagnóstico preciso es disponer de herramientas conceptuales precisas y rigurosas con las que poder referirnos a los diferentes aspectos de aquello que se estudia.

    La noción de exclusión social, precisamente, se ha convertido poco tiempo en un término de moda, porque tiene la virtud de referirse a un problema social que está afectando a un número creciente de personas de nuestros días.

    La Atenas clásica es identificada en la imagen colectiva de muchos ciudadanos como la cuna de la democracia. No sólo desde un punto de vista teórico, sino desde la óptica de la práctica aplicada, la ágora ateniense es vista casi como un paradigma perfecto de democracia. Sin embargo, laque muchas veces no se tiene suficientemente en cuenta es que los miembros de la polis que verdaderamente podían participar eran una minoría y que estaban excluidas las mujeres, así como los esclavos, es decir, los extranjeros, o emigrantes como hoy diríamos. Por ello, la Atenas clásica era más bien el ejemplo de una sociedad dual, de una comunidad dividida, en base a dos categorías humanas con estatutos jurídicos y sociales diferenciados y, por lo tanto, con posiciones de poder, prestigio y oportunidades de vida muy desiguales.

    La historia de la democracia, que marca una línea de verdadero progreso en la humanidad, ha consistido en buena medida en un intento de superar esta dualidad básica de condición, mediante la conquista de una serie de derechos universales que han permitido avanzar hacia una democracia política, primero, y social después.

    La noción de exclusión social, en esta perspectiva de largo alcance, hace referencia a una regresión en la lógica integradora e igualitaria que se ha extendido en los últimos lustros del siglo XX y que está afectando a la propia médula de la sociedad, de una manera, a veces, no suficientemente explicitada. De ahí su gravedad.

    1. LA LÓGICA DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL

    El término «exclusión social» es utilizado para referirse a todas aquellas personas que, de alguna manera, se encuentran fuera de las oportunidades vitales que definen las conquistas de una ciudadanía social plena en los horizontes de finales del siglo xx. Básicamente, se trata de un concepto cuyo significado se define en sentido negativo, en términos de aquello de lo que se carece. Es decir, la expresión «exclusión social» implica, en su raíz, una cierta imagen dual de la sociedad, en la que existe un sector «integrado» y otro «excluido». En

    Los orígenes del concepto moderno de exclusión social suelen ser situados a mediados de la década de los años setenta del siglo xx en el contexto de la cultura francesa!. Sin embargo, lo cierto es que algunas de las ideas subyacentes a las que se encuentra vinculado pueden rastrearse en la historia de la Sociología. Polaridades sociales, que asigna .posiciones en términos «dentro-fuera>~ fue enfáticamente subrayado por teóricos sociales como Carlos Marx.

    Así pues, aunque el fenómeno actual de la exclusión presenta rasgos específicos, debe situarse en la perspectiva general de los procesos de dualización y segregación que han existido a lo largo de toda la evolución procesos de dualización y segregación que han existido a lo largo de toda la evolución social. Procesos que aún en sus dimensiones particulares y microscópicas, forman parte de la lógica de los grandes alineamientos sociales, como las clases sociales, cuya dinámica forma parte de una dialéctica de «inclusión-exclusión» que ha ido adquiriendo diferentes plasmaciones en el tiempo, en función del propio curso social y económico.

    Es decir, la exclusión es un proceso *segregación social, mientras que las infraclases son grupos sociales o cuasi-clases formadas por las víctimas principales de dichos procesos de exclusión.

    Bibliografía para la preparación del tema: José Félix Tezanos, “Los impactos sociales de la revolución tecnológica” en José Félix Tezanos (ed.), Los impactos sociales de la revolución científico-tecnológica. Noveno foro sobre tendencias sociales, Madrid, Sistema, 2007,  cap. III, pp. 31-62.

    Bibliografía para la preparación del tema: Mª Rosario Sánchez Morales, “Los impactos sociales de la biotecnología humana sobre la familia” en José Félix Tezanos (ed.), Los impactos sociales de la revolución científico-tecnológica. Noveno foro sobre tendencias sociales, Madrid, Sistema, 2007, cap. V, pp. 127-150.

    Se realizan protocolariamente en los procesos de fecundación in vitro (diagnósticos preimpantacionales), habiéndose consolidado como una técnica de "control de calidad en los nacidos" en procesos de reproducción asistida. Los diagnósticos prenatales se realizan también en fetos. Nuestra sanidad la técnica más habitual la amniocentesis. Los diagnósticos prenatales introducen una dimensión de "control ·pecalidad" en los nacidos, y en consecuencia, en las familias.

    Es fácil entender la situación en la que quedaría una persona a la que se le diagnostica una predisposición o una probabilidad muy elevada de padecer una enfermedad para la que no existen alternativas terapéuticas (diagnóstico parental). También su familia quedaría afectada al compartir el mismo acervo genético, haciendo su aparición un tipo de familia "sana-enferma", con todos los efectos discriminatorios que ello tendría. Qué decir, asimismo, de las implicaciones que tendría si esta información confidencial, que afecta únicamente a los actores intervinientes, se realizara hacia contextos no clínicos. Se podría introducir en la vida diana un elemento de estigmatización social, que condenaría a las sanas desfavorablemente diagnosticadas y a sus familias a situaciones de extrema vulnerabilidad a la hora por ejemplo de acceder a un puesto de trabajo, de contratar una póliza médica o de seguros, sin valorar los efectos psicológicos.

    Bibliografía para la preparación del tema: Antonio López Peláez, “Innovación tecnológica, crecimiento económico y automatización avanzada: paradojas de la globalización” en José Félix Tezanos (ed.), Los impactos sociales de la revolución científico-tecnológica. Noveno foro sobre tendencias sociales, Madrid, Sistema, 2007, cap. XIII, pp. 355-399.




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    Idioma: castellano
    País: España

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