Literatura


La Celestina; Fernando de Rojas


  • CONTEXTO HISTÓRICO

  • 1. Elementos y actitudes medievales y renacentistas:

    La “Tragicomedia de Calisto y Melibea”, más comúnmente conocida como La Celestina, fue escrita en el siglo XV, época de transición entre las artes caducas de la Edad Media y las renovaciones humanistas.

    La Celestina procede de la inspiración en una comedia latina medieval: Panphilus, que cuenta como un caballero enamora a su dama gracias a las ardides de una vieja. También está inspirado sin duda por el Libro del Buen Amor, de Juan Ruíz, el Arcipreste de Hita.

    En la obra se tratan los tres temas medievales fundamentales: el amor, la fortuna y la muerte. Pero estos temas no están tratados con una clara estructura jerárquica. Podríamos decir que el tema del amor puede ser el principal pero sin embargo nunca encontraremos una separación con los otros dos, y mucho menos una subordinación de estos.

    El cambio con respecto al arte medieval lo encontramos ya en una descripción de la forma de ser y actuar de los personajes. Cada personaje se labra su propio destino y fin, independientemente de su cuna y rango social.

    Por primera vez el mundo de la nobleza y de los privilegios se entremezcla con el de la subordinación y los plebeyos. Los criados, a diferencia de los de los textos anteriores a esta obra, tienen vida propia y no están totalmente sometidos al amo, como si de objetos se trataran. Aquí su vida se entrecruza con la de sus señores, atreviéndose incluso a darles consejos o increparles su conductas. Hay momentos en los que parece que más que dominar Calisto a Sempronio es éste el que domina al noble. Tanto aquí como en el trato con Celestina observamos sin dificultad unas relaciones más modernas basadas en el intercambio de dinero y nunca en una estructura de nobleza-plebe feudal, en la que la unión criado-señor no le representaba ningún beneficio al trabajador.

    Además los nobles amantes son egoístas e individuales, se habla sin ningún pudor de relaciones sexuales así como de hechizos mágicos o labores de alcahuetas. Hay una sexualidad más reprimida que exaltada y nunca se habla de que Melibea y Calisto se fueran a casar, como hubiese sido normal en las épocas anteriores.

    A pesar de que aparecen una gran cantidad de referencias a Dios, Cristo y a citas de la Biblia, se encuentra paganismo en la obra. No tienen una conciencia cristiana ya que sus actos no se adecuan a lo que se tendría que esperar de ellos. Incluso Calisto en el primer acto llega a decir que él no es cristiano, el es “melibeo”.

    Así que parece que el autor intenta desbancarse de todo lo de su época, siguiendo unos valores innovadores y modernos pero sin embargo no puede evitar un final totalmente medieval: los pecadores mueren. Esto, unido al prólogo donde nos quiere decir que él no fue el artífice de la idea de la novela, nos puede hacer pensar en un final más obligado por el miedo a la vida y a la censura que por propia convicción idealista.

    2.La Celestina y la sociedad del siglo XV

    La Celestina está ambientada en los últimos tiempos del siglo XV, fue publicada en 1499, en pleno momento histórico llamado Prerrenacimiento. En Italia ya habían triunfado las ideas humanistas que comenzaron a sustituir a todo lo que era la vida medieval, ya no sólo en las facetas artísticas, como la literatura, sino en todas las facetas de la vida y de la sociedad.

    En cuanto a la política en el año 1469 se casaron los Reyes Católicos y con su reinado se conseguirían dos de los hechos que más han engrandecido a nuestro país. Con su matrimonio se unieron no las dos grandes coronas peninsulares, pero sí que cada uno de los monarcas podían participar en la política del otro reino. Se terminó la Reconquista al caer Granada en 1492 y cuando muere Isabel se produce la esperada unión de casi toda la Península (el reino de Navarra fue conquistado en 1512). Así quedaba la península en manos del reino de Portugal, que no se pudo incorporar, y de la recién nacida España. El otro hecho fundamental de la historia fue el descubrimiento, en ese mismo año 1492, cuando un marinero llamado Cristóbal Colón descubrió unas nuevas tierras agrupadas en un continente llamado América, aunque él pensara que era la India.

    Este continente llamado América trajo una serie de consecuencias para la península hispánica y sus habitantes. Sobre todo consecuencias económicas ya que vinieron un montón de riquezas y nuevos estilos de alimentos de las nuevas tierras. También en relación con la sociedad ya que una gran cantidad de habitantes se convierten en colonos americanos y otras personas en parte del ejército que necesita España para seguir conquistando tierras a los indígenas.

    En estas épocas los enfrentamientos nobiliarios son constantes porque las diferentes casas nobles no desean perder su protagonismo.

    Se produjo un auge de la burguesía urbana en estos tiempos que produjo un cambio en el sistema de valores. Ellos no compartían ni el profundo espíritu cristiano ni ese amor por lo caballeresco o el amor cortés, sino que aumentan el interés por la vida terrenal, las posesiones materiales, por la vida más allá de la muerte.

    Esta ciudad burguesa es la que mejor queda retratada en el libro. Casi toda la obra se desarrolla en las casas de Calisto, Melibea o Celestina o en la calle. Otras situaciones que aparecen es el huerto de Melibea, donde se producen todos los encuentros de los amantes, y la iglesia.

    Junto a esta burguesía urbana, ocupada en la burocracia estatal, la empresa o el saber, conviven artesanos, jornaleros, criados y aprendices. También pervivían minorías étnico-religiosas musulmanas y judías. Los Reyes Católicos decidieron expulsar a todos los judíos que no se convirtieran a la religión cristiana (de ahí su sobrenombre de católicos), algo que resultó desastroso para la corona de Aragón, pues estos se dedicaban a la artesanía, al comercio y a otras profesiones liberales, pero no tanto en Castilla ya que allí la mayoría de las clases altas judías se quedaron. Sin embargo, los conversos seguían marginados por las leyes y rechazados por la sociedad, que levantó barreras con el concepto de limpieza de limpieza de sangre y el de cristianos viejos.

    Todo esto se observa en la obra. El autor refleja una degradación del orden social de su tiempo. Los nobles amantes son egoístas y sensuales. Melibea miente en todas sus acciones y lo criados y Celestina, engañan y viven de ese hurto. Sin embargo Melibea quiere disimular su amor y los que viven esta forma de vida tan mundana y liberal son los representantes de las clases bajas. Esto muestra el conflicto que hay en España entre las nuevas ideas nacientes y las tradiciones.

    En el lenguaje, del que hablaremos más delante de una forma más detallada, se muestra también con mucho realismo la sociedad de la época. Compre remarcar que, al ser una obra dramática, toda la descripción de los personajes se nos muestra por medio de las conversaciones entre ellos.

    Sin embargo, también es necesario recordar que se varían algunos rasgos de lo que sería normal en los personajes de la época para ajustarlos a la historia y poder hacer un guión coherente y entretenido. Por ejemplo, no era general que una persona de la categoría social de Celestina hablara con tal elocuencia, al igual que los criados, que pueda acceder tan fácilmente a convencer a Melibea o que Calisto sea tan desvergonzado al principio de la novela al hablar con su amada.

    3. Usos y costumbres de la época.

    Como ya hemos dicho la sociedad de la época está completamente representada y, por tanto, podemos observar ciertas costumbres.

    Ya no sólo hay diferencias entre los distintos grupos sociales sino también entre la misma nobleza. Entre las normas que nadie discute en la época se encuentra la de la marginación de las mujeres de las clases altas. Calisto sale de casa cuando quiere y a donde quiere mientras que Melibea el lugar más lejano de su habitación donde la podrías encontrar es en la iglesia en la misa obligada, si quiere tomar el aire se irá a su huerto.

    Calisto, según algunas reglas de lo denominado como amor cortés, tenía muy pocas posibilidades de acceder a hablar con Melibea y por ello necesita la actuación de una alcahueta, e incluso ella, si no tuviera el consentimiento de Alisa, madre de Melibea, tampoco podría haber accedido.

    Estaba muy extendido acudir a putas para pasar el rato. Había casas, que incluso podían ser negocios familiares, muy frecuentadas por gentes de todas condiciones sociales. Muchos incluso se hacían pareja de una de estas prostitutas para tener acceso gratis al sexo.

    La gente se conocía en toda la ciudad, e incluso más lejos de ella. Tener unas buenas influencias podía ser muy importante para determinados oficios, hechos o deseos. Sempronio conocía a Celestina y eso fue lo que consiguió ponerla de parte de Calisto, aunque no con muy buenas intenciones. O esta, probablemente, si no fuera amiga de la criada de Melibea, no habría conseguido pasar la aprobación de Alisa, para llegar a Melibea.

    Con la novela también podemos ver, por ejemplo, las unidades monetarias, como la blanca, las formas de vestir u otras curiosidades de la época. Por ejemplo podemos saber lo que utilizaban las mujeres para engalanarse: “gorgueras, garvines, franjas, rodeos, tenazuelas, alcohol, albayalde y solimán”.

    4. El tema picaresco.

    La picardía está presente a lo largo de toda la novela. Ya sólo una resumen breve del argumento te lo haría ver. Estudiando la obra muy a groso modo vemos que Calisto se da cuenta de que necesita la picardía o la astucia de Celestina para conquistar a Melibea.

    En la obra se muestra un sentido en el que parece que sólo triunfan los que manejan con habilidad la astucia mezclada con malas artes. Triunfó la misión de Celestina de hacer que Melibea cayera rendida a los pies de Calisto y triunfó la alianza de ésta con Sempronio y, posteriormente, Pármeno, para engañar a Calisto. Aunque también cabe remarcar que no es un triunfo total ya que la función moralista de la obra hace que mueran todos al final. Pero, a pesar de ello, nos muestra una época en la que solo los listos y avispados llegan a lograr sus cometidos, pero no se puede ser tan ambiciosos como los protagonistas.

    Sin embargo la falta de observación y su capacidad de fiarse de los demás del noble le lleva a dejarse embaucar por seres de una clase inferior. Así lograr tus objetivos no viene sólo marcado por la clase social o las posesiones sino por tus cualidades interiores y tu capacidad de manipular a una sociedad muy ingenua.

    Me destacó una inmensidad la primera vez que dialoga la alcahueta con la chica. La engaña de una manera asombrosa. Primero la piropea y luego le intenta sacar el tema para conocer su predisposición respecto a Calisto y, cuando se da cuenta de que lo odia, la engaña con que lo único que necesita es un hilo o cordón para curarle el dolor de muelas.

    5. El tema de la hechicería

    La hechicería aparece varias veces en la obra y además juega un papel fundamental porque es gracias a ella que Celestina consigue el dominar a su antojo el amor de Melibea.

    El autor ve la magia, en este caso magia negra, como una práctica bastante empleada que no tiene nada de extraño. Esto se ve, por ejemplo, en que un tema como ese en una sociedad como la que podría ser de hoy en día acapararía casi toda la trama de la novela y, sin embargo, no ocurre así.

    En la Edad Media estaba totalmente extendido el uso de prácticas mágicas o de algo que se creía que así era, normalmente timos y engaños a una persona ingenua, de esas que sobraban en la sociedad medieval. Así en el libro todos sabían de las prácticas mágicas de Celestina, y no sólo no la acusaban a morir en la hoguera sino que además les compraban sus trucos. Lo sabían Sempronio y Pármeno, la criada de Melibea que se ríe cuando la ve romper el cordón, etc...

    En el libro se dice exactamente que Celestina tenía seis oficios que conviene saber: labrandera, perfumera, maestra de hacer afeites y de hacer virgos, alcahueta y un poquito de hechicera.

    Muy destacado en este tema es el monólogo que tiene Celestina con el diablo antes de ir por primera vez a casa. Lo hace para conseguir su favor de cara a la conversación que va a tener con Melibea. Es enorme y lleno de piropos y palabras de ruego y alabanza a Plutón, rey de los infiernos en la antigua Grecia.

    Celestina tenía un montón de trastos de hechicería en la casa. Probablemente la diferencia existente entre brujería y hechicería le habría salvado la vida un montón de veces a la alcahueta. Bruja era aquella persona que mantenía relaciones con el diablo mientras que la Celestina tan sólo usaba rituales y objetos para ganarse el favor del maligno. Para el catolicismo exacerbado de aquella época la segunda era una opción mucho menos grave que la primera, así que no solían ser condenadas a la hoguera hechiceras, sólo las denominadas brujas. Sin embargo aún así se llevó castigos menores ya que Pármeno cuenta que fue tres veces emplumada, es decir, castigada untándola con miel y cubriéndola posteriormente con plumas.

    Yo defiendo la postura de que las brujas y hechiceras sólo fueron una manera de enriquecerse o bien de beneficiarse de algo. Las magas eran tan sólo personas inteligentes que, al ser tan escasas en esa sociedad, eran consideradas superiores y manipulaban a la plebe. Las brujas eran una forma de los poderosos para librarse de personas molestas, que las acusaban de brujas o para intentar mostrar al pueblo que eran capaces de defenderlos.

    6. El sentido de Dios en la Celestina

    La Celestina, como obra escrita en la Edad Media, aunque sean los últimos años, conserva un espíritu religioso. Además de lo que ya hemos hablado sobre el sentido del final, que es para defender a los que obran de una buena manera frente a los malvados, podemos ver que Dios está presente aún en la vida cotidiana pero, como ya hemos dicho, no es igual que en la Edad Media. Es una sociedad católico-profana porque Dios está presente pero no domina la vida de las personas ni mucho menos. Parece más una vida en la que hay que parecer cristiano, no serlo.

    Como ya dijimos, Calisto llega a decir que no es cristiano, sino tan solo Melibeo, adorador de Melibea.

    Lo más curioso es que en una simple conversación se rompe el mandamiento de “No utilizar el nombre de Dios en vano” en numerosas ocasiones. Nombran a Dios, a cristo, a los santos y a sus acciones en numerosas ocasiones. Un ejemplo es una conversación entre Pármeno y Celestina en el primer acto en el que ella dice: “...sin otro testigo sino Aquel que es testigo de todas las obras y pensamientos, y todos los corazones y entrañas escudriña” o “... que ha placido a Aquel que todos los cuidados tiene y remedia las justas peticiones, t las piadosas obras endereza...”

    Por otro lado está claro que todos los personajes frecuentan la misa y recibieron una pequeña educación católica porque se conocen la Biblia poco menos que al dedillo.

  • LENGUAJE Y ESTILO

  • 1. La lengua en La Celestina

    Una obra dramática se basa en el diálogo y por tanto el lenguaje toma un papel predominante en la historia. Nosotros conocemos a los personajes por las conversaciones que mantienen entre ellos. También por la forma de hablar podemos conocer muchas de las características de cada personaje.

    Cada personaje habla de una manera especial y eso le proporciona mayor credibilidad a la obra y el argumento.

    No hay que olvidar que la obra llega en un momento de madurez y por ello los diferentes movimientos culturales y literarios confluyen en ella purificados. Así se aúnan la tendencia culta y la popular y esto determinará en gran medida su lenguaje y estilo.

    Se pueden distinguir, en efecto, un lenguaje culto y latinizante, cargado de artificios, y un habla popular lleno de refranes y de expresiones vivaces. Sin embargo, la separación no es nítida; el uso de los diferentes registros del lenguaje no corresponde de forma absoluta a los estamentos sociales distintos, sino que se entrecruzan ambas tendencias, dependiendo no sólo del emisor, sino también del interlocutor y del asunto tratado. No obstante, hay que apreciar una clara tendencia a la diferenciación. Por ejemplo Celestina engloba los dos tipos esenciales de lenguaje que aparecen en la obra. El lenguaje culto lo utilizará cuando hable con Calisto o Melibea utilizando palabras cultas y cierta retórica. El lenguaje popular lo utilizará con el resto de personajes, lleno de refranes, exclamaciones y dichos populares. La variedad del lenguaje en la obra llega hasta tal punto que, dependiendo de con quien hable, variará la extensión de diálogo. Por ejemplo cuando habla con Melibea la alcahueta suele soltar largos parlamentos y la otra contesta con réplicas breves, vivaces y sentenciosas. Mientras que cuando habla con los de su clase suelen ser diálogos rápidos, realistas y costumbristas.

    En La Celestina la técnica del diálogo se manifiesta con suma perfección, pudiéndose distinguir diferentes tipos según la intención del autor: monólogos caracterizadores y ambientadores, diálogos oratorios y diálogos breves de una gran riqueza.

    2. Observaciones léxicas y sintácticas

    La obra está escrita en una prosa artística y elegante de imitación latina en la que predomina el curso lento en que consistía en que cada oración finaliza con dos palabras llanas.

    Las variedades discursivas utilizadas son el diálogo y el monólogo, además como técnica dialógica destaca el aparte. Los monólogos son utilizados por los personajes para expresar sus temores o sus pretensiones ocultas. Los autores consiguen una sutileza en la captación de la sicología de los personajes. Algunos parlamentos se convierten en monólogos porque no tienen respuesta del interlocutor. Éste diálogo es muy extenso, de carácter oratorio, mediante el que los personajes expresan sus ideas y sentimientos. Tienen una retórica muy elaborada; las argumentaciones y la exposición se expresan mediante oraciones compuestas por numerosas proposiciones subordinadas, expresiones latinizadas, argumentos complicados y fórmulas expresivas amplificadoras. En la Celestina abundan los refranes, sentencias y dichos en los que la mayoría de los pensamientos que reflejan son ajenos al autor. Su función no es sólo enseñar, también sirven para la caracterización de los personajes y para destacar la ironía.

    En el léxico, La Celestina está repleta de latinismos, y de ciertas palabras que se habían integrado en el habla popular y que vuelven a tener un significado original, a las que se les da el nombre de latinismos semánticos. En la tendencia popular destacan los vocablos arcaizantes: “físico” (por médico).

    Las preposiciones cuando van delante de un pronombre obtienen valor partitivo. La conjunción “pero” equivale a “sino” y “porque” se emplea con valor final.

    Los verbos indican la inestabilidad del sistema en el siglo XV, en el que no había una norma culta y estructurada de verdad que conocieran todos los autores. Abundan las formas verbales antiguas del futuro y del condicional, además de los perfectos e imperfectos populares y otras formas conjugadas. Las formas antiguas y las modernas se alternan. Los infinitivos y participios aparecen a veces sustantivados y se plantean diferencias con el sistema moderno.

    Además de destacar los tiempos más utilizados también conviene hablar de las diferencias entre estos y los actuales. Por ejemplo cambia las formas en el condicional “ternía” (por tendría); o en el futuro: “verná” ( por vendrá).

    Los gerundios suelen llevar una preposición “en” delante: “en comiendo”, “en yendo”.

    Los pronombres personales aparecen delante de los infinitivos y si aparecen enclíticos, suele haber asimilación. Los que aparecen detrás de los infinitivos cambian su forma: “traérgela” (por traérsela), “cobrallo” (por cobrarlo), “pensallo” (por pensarlo), “poseellas que esperallas” (poseerlas que esperarlas).

    En el uso del adjetivo hay preferencia del antepuesto sobre el empleo del sobrepuesto.

    Hay algunas palabras con un significado especial: “ál” (otra cosa).

    Algunas palabras cambian letras o las añaden, es muy común alguna “x” que no empleamos en nuestros tiempos: “coxquean” (por cojean), “ximio” (por simio).

    En ciertos casos emplea sustantivos como si fueran adverbios: “inmérito” (por inmerecidamente), “especial” (por especialmente).

    3. Selección y clasificación de recursos estilísticos

    Como ya hemos dicho se diferencia un lenguaje vulgar y un lenguaje culto en la obra y, por tanto, para estudiar los recursos estilísticos habrá que buscarlos de una manera diferente en cada uno de estos dos tipos de lenguaje.

    En el lenguaje culto se emplean citas a escritores latinos y algunas de sus obras. Se usan un montón de figuras retóricas para lograr que los personajes alcancen unos recursos expresivos y de persuasión. Se diferencian dos tipos de figuras: las de dicción, que sirven para embellecer el estilo y agradar al lector, como la anáfora (repetición de una o varias palabras al comienzo de cada verso), la exclamación, la gradación (sucesión de palabras o frases que van creciendo o decreciendo en significado o fuerza expresiva), la paranomasia (explotación de la semejanza fonética de dos palabras) y la similicadencia (utilizar al final de dos o más oraciones palabras de sonidos semejantes o en el mismo accidente gramatical); y las de pensamiento, cuya función es la de incitar la participación del lector en el proceso conceptual del texto, como la antítesis (contraponer frases o palabras de significación contraria), la descripción, los ejemplos, la personificación, la sentencia y la sinonimia (utilizar términos sinónimos o de significado parecido para reforzar la expresión).

    En el lenguaje popular vulgar nos encontramos ironía, insultos, comparaciones coloquiales, connotaciones, proverbios y, sobre todo, refranes.

    Existen un montón de refranes, tantos que nombrarlos todos sería ocupar una cantidad de folios enormes. Algunos ejemplos podrían ser estos:

    • Por mucho que madrugue, no amanece mas ayna. En la traducción al castellano moderno es: no por mucho madrugar amanece más temprano. Eso significa que hay cosas que no pueden avanzar sin esperar, que debe respetarse el tiempo que tarde algo y por mucho desearlo no se producirá antes.

    • Ni es todo oro lo que amarillo reluze. Equivale a: no es oro todo lo que reluce. Da a entender que las apariencias nos pueden engañar, que aunque veamos que algo reluzca (nos llame la atención) no tiene por que ser valioso.

    • Sobre dinero no ay amistad. La intención es dejar claro que los negocios y la amistad no deben mezclarse, que todos anteponen un buen dinero a un buen amigo.

    • Un solo acto no haze habito. Semejante a: una golondrina no hace verano o una flor no hace primavera. Significa que no debemos generalizar, que un hecho aislado no tiene las mismas consecuencias que una sucesión o repetición de hechos.

    • Vale más solo que mal acompañado. Sencillamente es mejor hacer las cosas solo que con otros que puedan hacerlas más difíciles.

    • Otros se ganan por malos y yo me pierdo por bueno. Ahí lo que se pretende demostrar es que a veces la honradez puede no ser beneficiosa, aunque a la larga acostumbra a serlo.

    • Jo, que te estriego, asna coja. Refrán que se emplea para rechazar las alabanzas inoportunas.

    Los apartes, propios de la comedia romana, son utilizados también casi exclusivamente por las clases bajas. Intentan expresar una opinión sobre algún personaje que no quiere que sea oída. Hay dos tipos: en uno el interlocutor no oye nada de lo que el personaje dice; en el otro el interlocutor capta algo de lo que el personaje comenta y exige que lo repita en voz alta, así que el personaje reproduce el aparte con variaciones de manera que deja de ser ofensivo o irónico. Esto forma una especie de juego conceptual.

    4. Entresacar frases y sentencias que reflejen lecturas e influencias que ha recibido el autor

    A pesar de que La Celestina es una novela que rompe con todo lo establecido, es de sentido común pensar que el autor tuvo alguna influencia anterior. En lo que es la forma de la obra Rojas empleó el modelo de la comedia humanística así como algún estilo de la comedia romana que tanto había estudiado.

    Pero en lo que son citas específicas descubrimos que conoce perfectamente muchas obras clásicas. Empezando por la Biblia podemos encontrar una alusión a Nembrot, hijo de un rey bíblico babilónico cuyo nombre era sinónimo de cazador infatigable.

    Además de este tipo de religión también se conoce todo lo relacionado con la teología griega. Nombra a Pasife, hija legendaria del Sol; el juicio en el que Paris hace de árbitro de la hermosura entre Venus, Minerva y Juno. Además ya hemos hablado en el apartado de la magia del monólogo de Celestina con Plutón, que es rey de los infiernos en la mitología griega.

    Conoce otros autores clásicos griegos como Séneca y utiliza una frase suya: “los peregrinos tienen muchas posadas y pocas amistades, porque en breve tiempo con ninguno no pueden firmar amistad”.

    Y también latinos como Ovidio. Nombra a Tisbe, los desgraciados amantes de “La Metamorfosis”. Viendo la túnica de su amante ensangrentada por un león, y creyéndola muerta, Píramo se suicida. Tisbe, al encontrar a su amante muerto, también se mata.

    5. Selección de cultismos y frases en las que aparecen claramente la influencia latina

    Ya hemos dicho que una de estas influencias latinas en “La Metamorfosis” de Ovidio.

    Además no debemos olvidarnos que es una época en la que no está tan desarrollado el lenguaje como en la actualidad y por tanto conserva un mayor parecido con el latín, nuestra lengua madre, que ahora. Un ejemplo es una expresión que aparece en el primer acto: Plebérico corazón en la que el sufico -ico tiene el significado de posesión y por tanto equivale a: el corazón de Pleberio.

    Guión

    I. Contexto histórico

  • Elementos y actitudes medievales y renacentistas

  • La Celestina y la sociedad del siglo XV

  • Costumbres y usos a través de la Celestina

  • El tema picaresco

  • El tema de la hechicería

  • El sentido de Dios en la Celestina

  • II. lenguaje y estilo

  • La lengua en La Celestina

  • Observaciones léxicas y sintácticas

  • Selección y clasificación de recursos estilísticos

  • Entresacar frases y sentencias que reflejen lecturas e influencias que ha recibido el autor

  • Selección de cultismos y frases en las que aparecen claramente la influencia latina

  • Bibliografía

    Gran enciclopedia Larousse - Editorial Planeta

    Contexto, lengua y literatura - Editorial S.M.

    Comentario sobre el amor en el mundo de los criados - Julia Aranzuzu

    Ficha de lectura de La Celestina - Daniel Llorente Ruiz

    Lectura: La Celestina - Edición de Bruno Mario Damián - Cátedra (Letras Hispánicas)




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    Enviado por:Jorge González Domínguez
    Idioma: castellano
    País: España

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