Filosofía y Ciencia
Karl Marx
KARL MARX (1818-1883)
1. CONTEXTO FILOSÓFICO
1.1. HEGEL. MÉTODO DIALÉCTICO
El idealismo absoluto de Hegel es el último gran sistema filosófico especulativo. Su propósito es encontrar la relación entre Naturaleza y Espíritu elaborando una teoría sobre la realidad en su totalidad.
Hegel parte del concepto fundamental de Idea o Razón infinita, que es lo realmente existente y verdadero. Es lo absoluto, la totalidad, la autoconciencia o pensamiento que se piensa a sí mismo; supone la unión de lo ideal y lo real, de lo infinito y lo finito.
Pues bien, la realidad es el proceso por el cual esta Idea se realiza a sí misma. Tanto la realidad como el conocimiento son, según Hegel, dialécticos, es decir, están formados por un conjunto de contradicciones, una lucha de contrarios que generan un progreso, un desarrollo. Toda dialéctica y por tanto toda realidad está formada por tres momentos: la afirmación de una realidad o Tesis, la negación de esa tesis o Antítesis, y la superación de la antítesis o negación de la negación que se denomina Síntesis, que surge de la anterior lucha de contrarios y que recoge los aspectos más positivos de las realidades anteriores. A partir de aquí comienza otra vez el ciclo, originándose una nueva tesis, etc. Y de esta manera explica Hegel la realidad.
También es importante considerar en Marx la influencia de la Concepción hegeliana de la historia. La historia es el autodespliegue de la racionalidad, del espíritu y de la idea, que intenta autoconocerse y manifestarse a través del hombre y las diferentes culturas y sociedades.
Hegel defiende que la historia es plenamente racional, puesto que es en sí misma la razón, que se va realizando progresivamente.
La racionalidad, el espíritu y la idea se manifiestan en las culturas, en los hombres, sobre todo en aquellos individuos más destacados a lo largo de la historia, y también en el Estado, puesto que en él se da la libertad de todo individuo y el fin último de la historia es la realización de la libertad del espíritu.
Las manifestaciones del espíritu son cada vez más perfectas, y así explica Hegel la noción de progreso. Hegel considera tres momentos de la historia que son manifestaciones del espíritu o de la razón y que constituyen los tres momentos característicos de la dialéctica: el mundo oriental (tesis), el mundo grecorromano (antítesis) y el mundo germánico (síntesis), que considera como el más desarrollado y perfecto, donde se manifiesta de forma más clara la racionalidad, el espíritu.
En resumen, el idealismo hegeliano afirma:
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La realidad es la Idea, la Razón, el Espíritu.
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La Idea o el Espíritu Absoluto determina e incluso origina las diferentes formas de realidad.
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La realidad es un sistema racional, ya que es la Razón la que se manifiesta dando lugar a la realidad. “Todo lo real es racional y
todo lo racional es real.”
La influencia de mayor importancia que Marx recibirá de Hegel es la concepción de que tanto la realidad como el conocimiento siguen un proceso dialéctico.
1.2. FEUERBACH. MATERIALISMO HUMANISTA
La filosofía hegeliana originó dos corrientes de pensamiento contrarias.
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La derecha hegeliana o viejos hegelianos, cuyos representantes son conservadores que utilizan la especulación de Hegel como justificación de la religión: afirman que es la manifestación más importante del espíritu, de la idea. Además pretenden mantener toda la estructura social, el sistema político, la cultura, etc.
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La izquierda hegeliana o nuevos hegelianos, son progresistas que utilizando el método dialéctico se plantean una reforma radical del hegelianismo. Consideran que la religión es un invento humano: el hombre crea a Dios y no al revés. Además interpretan la historia en función de las necesidades humanas (como hará Marx).
Feuerbach criticó a Hegel denunciando que su filosofía no era más que una teología racionalizada. Esta crítica, que supone un enfrentamiento entre materialismo humanista e idealismo absoluto, se puede resumir en estos puntos:
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La base o punto de partida de la realidad no puede ser la Razón, Idea o Espíritu como afirmaba Hegel, sino lo sensible, la naturaleza material.
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La teología es una antropología; la religión constituye la esencia del hombre, pero el centro de la teología, Dios, como dijimos, no es sino un producto o invención del hombre.
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La alienación religiosa, es la enajenación del hombre en Dios, ya que nos quitamos cualidades propias y se las atribuimos a Dios, y así nos alienamos. La solución de Feuerbach a la alienación es eliminar a Dios para recuperar esas cualidades propias atribuidas a él. Esto se realiza mediante un materialismo en el que lo importante es la naturaleza y el hombre con sus cualidades al completo.
La influencia de mayor importancia que Marx recibirá de Feuerbach es el concepto de alienación religiosa, aunque Marx además considerará como principal la de carácter económico.
1.3. LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA
Estos autores van a considerar que la economía es una ciencia positiva independiente de la sociología.
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Adam Smith en su obra “La riqueza de las naciones”, va a hacer la primera exposición científica de la Economía Política. Smith afirma que los intereses económicos individuales coinciden con el interés de la sociedad. Por tanto se basa de dejar al individuo en total libertad para conseguir sus intereses, ya que éstos van a dar lugar al bienestar de la colectividad en general. El Estado no debe intervenir en la actividad económica ya que esto puede resultar perjudicial para la economía. De esta manera Smith funda el liberalismo económico o capitalismo, que se basa en el individualismo, el egoísmo y los intereses propios, pero que va a generar el bienestar de todos.
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Robert Malthus, famoso por haber planteado los problemas del crecimiento de la población con respecto a los medios de subsistencia. Afirmó que la población tiende a crecer geométricamente mientras que los recursos económicos sólo lo hacen en proporción aritmética. Ante esta situación, exige el control preventivo de los nacimientos.
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David Ricardo, cuyos análisis se centran en la teoría del valor, la relación entre el salario del trabajador y la ganancia del capitalista. Hay dos clases de valores económicos: el valor de uso, en el que se basaban los trueques primitivos y el valor de cambio, que es el dinero, en el que se basa el capitalismo. Ricardo cree que lo que determina el salario es el valor del trabajo, y fija el “salario natural” del trabajador, que es el mínimo suficiente para que éste subsista, y no más, porque se provocaría un aumento de la población y por tanto un aumento de la mano de obra, con lo que vuelven a bajar los salarios.
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Stuart Mill, resume y unifica las teorías de los anteriores autores. Expone que las leyes de la producción son leyes naturales, pero las de la distribución dependen de la voluntad humana, y por tanto, son modificables y perfeccionables. Además apoya el liberalismo económico propuesto por Smith, en el que el Estado no debe intervenir en la actividad económica.
Marx criticará permanentemente la justificación del sistema burgués del liberalismo económico o capitalismo realizada por los teóricos de la Economía política.
1.4. EL SOCIALISMO UTÓPICO
Los pensadores del socialismo utópico, frente a los males de la sociedad capitalista proyectan una sociedad ideal, fraternal, solidaria y libre de conflictos sociales, políticos y económicos que en realidad resulta utópica. Presentarán varios modelos. Los pensadores más importantes de esta corriente son:
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Saint - Simón, propugna un socialismo utópico de carácter religioso y cristiano, mediante la organización de una sociedad fundamentada espiritualmente en un nuevo cristianismo propulsor de la fraternidad universal. No es posible el igualitarismo, la riqueza debe distribuirse según las capacidades. Es una mejora de las condiciones de vida de los obreros desde un humanismo cristiano (por caridad y compasión).
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Charles Fourier, es un comunista utópico que quiere eliminar la propiedad privada y organizar la humanidad en comunidades llamadas “ falansterios”, grupos no demasiado numerosos donde los individuos podrían desarrollar al máximo sus capacidades y alcanzar la mayor felicidad desarrollando un trabajo variado. Aunque no habría un igualitarismo total, todos serían propietarios y las desigualdades fundamentales serían suprimidas. Esta influencia será aceptada y tomada como positiva por Marx.
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Robert Owen, consideraba que era preciso poner fin a la situación de injusticia y regenerar el mundo. Para ello propone una mejora de la legislación laboral y la creación de comunidades obreras autosuficientes. Así impulsó el movimiento obrerista y el cooperativismo, en el que el trabajo es de todos y los beneficios se reparten por igual.
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Joseph Proudhon, propugna el anarquismo, la otra gran corriente junto con el comunismo del movimiento revolucionario del proletariado. Proudhon está en contra de la propiedad de los medios de producción no derivada del trabajo propio (“la propiedad exclusiva es un robo”). La sociedad debe tender hacia una situación de completa libertad, con la eliminación de toda autoridad y del Estado.
2. EL CONCEPTO DE ALIENACIÓN EN MARX
El concepto de alienación es clave en la teoría de Marx, y proviene de la filosofía de Hegel que continúa en Feuerbach con el concepto de alienación religiosa. La filosofía de Marx quiere ser ante todo una antropología, un humanismo, que consiste en una profundización en el ser del hombre en su situación real e histórica y una solución eficaz y revolucionaria a dicha situación. Para ello debemos partir de la concepción marxiana sobre el hombre para llegar al análisis de su situación de alienación.
2.1. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE
El hombre para Marx es un ser material o empírico, cuya esencia reside en su exterioridad, es decir, en sus relaciones sociales con los demás hombres y con la naturaleza, que le proporciona los medios de subsistencia. Estas relaciones no son fijas, sino que están sometidas a transformaciones históricas, y se determinan por las formas de trabajo y de producción.
La esencia del hombre es el trabajo, es lo que lo define y diferencia del resto de los animales. En el trabajo el hombre manifesta su ser y su libertad, de tal forma que quien no trabaja no es reconocido como persona pues no ofrece nada a los demás. Las relaciones productivas, formas de trabajo o modos de producción son al mismo tiempo condicionantes y condicionados, es decir condicionan al hombre y son condicionados a su vez por él.
Todo ello determina el carácter social del hombre: “la sociedad determina y condiciona al hombre en cuanto hombre, y ésta a su es producida por él”.
2.2. SITUACIÓN DEL HOMBRE: LA ALIENACIÓN
La condición del hombre en la sociedad capitalista es caracterizada por Marx como alienación. El sujeto de esta alienación es el hombre real, el obrero. La propiedad privada capitalista, al tomar como suyos los productos del trabajo humano en el que el obrero se ha realizado, hace que éste quede alienado, sea propiedad de otro, haciéndose el mismo cosa, mercancía.
Por tanto la alienación en Marx es de carácter económico, causada por la propiedad privada capitalista de los medios de producción y la sufre el obrero. Podemos distinguir varias manifestaciones de la alienación económica.
1º) En los productos del trabajo o en los objetos producidos. El obrero se objetiva, se realiza en los productos de su trabajo. El sujeto se hace objeto en esos productos. Sin embargo, esos productos del trabajo no le pertenecen al obrero, le son extraños porque no es su dueño. Por tanto la alienación en este aspecto consiste en que esos productos pasan a manos del capitalista y se convierten en algo exterior, independiente y extraño al obrero.
2º) En el acto de la producción (acto del trabajo) ya que en el sistema capitalista el trabajo es forzado, no libre o voluntario. Es un medio para obtener un salario y satisfacer las necesidades existenciales básica, y no un fin en sí mismo como debería ser. Por lo tanto el obrero no se desarrolla libremente en el trabajo, sino que es una actividad extraña, obligada, no asumida voluntariamente. No es gozo sino castigo.
3º) Con respecto a los demás hombres (enajenación del hombre con respecto del hombre o alienación social). El trabajo debe ser una actividad en común, social. En la fábrica capitalista, por el contrario, es una actividad individual. Hay una división del trabajo, cada obrero hace una sola tarea, va a lo suyo, a obtener una salario que necesita para sobrevivir, y los demás hombres les son extraños en el proceso productivo.
4º) Respecto a la naturaleza. La naturaleza es un medio de subsistencia, es la materia, el objeto de su actividad vital y productiva. El hombre debe vivir de la naturaleza, su vida debe estar ligada y depender de ella. “Es el cuerpo orgánico del hombre”. Pero esta naturaleza le es ajena, extraña, no le pertenece, porque es propiedad privada del capitalista.
La solución a toda la alienación económica consiste en cambiar la estructura económica y sobre todo eliminar la propiedad privada.
La alienación económica da lugar a las otras formas de alienación:
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La alienación social, por la que los hombres quedan divididos en clases sociales antagónicas condenadas al enfrentamiento.
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La alienación política, que establece la división entre “sociedad” y “Estado” en la que éste domina a aquella.
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La alienación filosófica e ideológica. La religión es el opio del pueblo, que promueve en los explotados la resignación de permanecer en la miseria con el “cebo” de una recompensa en una vida supramundana. Las filosofías idealistas o seudo-materialistas que falsean la realidad interpretándola según los intereses de las clases dominantes y explotadoras.
3. LA CRÍTICA A LAS IDEOLOGÍAS
El concepto de ideología y la crítica a las ideologías son piezas claves para comprender la concepción materialista de la historia, que es el pensamiento central de Marx. Va a criticar a todas las concepciones ideológicas que justifican la situación de alienación en que vive la humanidad.
Considera como ideología cualquier conjunto de ideas producto de la mente humana, que suponen una deformación de la superestructura ideológica justificadora de los diversos modos de producción histórico - sociales que se han sucedido. Abarca los campos jurídicos, políticos, artísticos, filosóficos y religiosos en los que el hombre ha interpretado la realidad.
Para Marx las ideologías son deformadas, falsean la realidad, interpretándola según los intereses de las clases dominantes y explotadoras. Constituye un instrumento de poder con el que mantener la situación de explotación y engañar a las clases trabajadoras.
3.1. ORIGEN DE LAS IDEOLOGÍAS
En un periodo primitivo, el hombre se encuentra sometido a fuerzas naturales que no conoce; entonces las sacraliza y establece una relación religiosa con la naturaleza: es la religión natural. Por tanto ya el hombre primitivo comienza a desarrollar una ideología de carácter religioso sobre las fuerzas naturales. Esta funciona a base de mitos, creaciones de la mente humana para intentar explicar las cosas que desconoce o no entiende.
Las ideologías propiamente dichas nacen con la división del trabajo, ya que así unos se dedican al trabajo manual y otros al intelectual, y estos últimos crean teorías o formas de conciencia que hacen que los demás hombres tomen como real lo que es producto de su imaginación.
3.2. DEFORMACIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS
Las ideologías falsean la realidad de dos maneras:
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La ideología política presenta al Estado (teóricamente) como el árbitro de las diferencias entre los ciudadanos, pero en realidad el Estado es un instrumento de opresión en manos de la clase dominante. Los ciudadanos (en teoría libres e iguales según la ley) en realidad “disfrutan” de una soberanía, libertad e igualdad puramente formales que no alcanzan al hombre real y concreto.
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La ideología filosófica y religiosa está aún más alejada de la realidad: pertenecen al mundo de lo imaginario, de lo abstracto. La diferencia entre la filosófica y la religiosa se limite a que est última es más primitiva y menos evolucionada.
3.3. FUNCIONALIDAD DE LAS IDEOLOGÍAS
La división del trabajo y la propiedad privada constituyen el fundamento de la existencia de las ideologías. En la sociedad clasista la ideología que predomina es la de la clase dominante, que al poseer los medios de producción, elabora una teoría acerca de la sociedad y del hombre, justificando así sus interese, el modo de producción de existente, y su dominio de explotación sobre los proletarios. Cuando la clase explotada toma conciencia de su situación, elabora una nueva ideología (en este caso positiva) que justifica la lucha y revolución de los explotados y un nuevo modelo de sociedad.
La ideología religiosa tiene una doble función:
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Promover en los explotados la resignación a la miseria en que viven. Es el opio del pueblo que hace que se conforme con su sufrimiento con la esperanza de una recompensa en una vida supramundana.
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Justificar la explotación que la clase dominante lleva a cabo.
3.4. DESAPARICIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS
Las ideologías desaparecerán cuando no haya una sociedad clasista ni tampoco propiedad privada. La ideología religiosa, según Marx, irá desapareciendo paulatinamente a medida que el proletariado vaya tomando conciencia de clase explotada y descubra que la religión es un instrumento de poder de las clases dominantes, un mecanismo de la sociedad capitalista.
3.5. CRÍTICA DE MARX A ALGUNA IDEOLOGÍAS
Crítica al idealismo de Hegel.
Marx admira a Hegel pero va a criticar radicalmente su sistema, de tal manera que va a asumir su método dialéctico, pero lo vuelve del revés materializándolo (inversión total).
Según la interpretación de Marx, Hegel, partiendo de la Idea, pretendía justificar la realidad. Para Marx, la realidad no es la Idea, sino la Naturaleza y el Hombre real y concreto. Lo absoluto no es la Idaea, sino la Materia. De aquí surge la principal crítica, y es que para Marx la filosofía no debe ser meramente especulativa, sino práctica. Abordar la realidad no puede quedarse en mera ideología, sino que hay que llevar a cabo transformaciones de las condiciones reales de vida de la humanidad, es decir, eliminar la explotación de los capitalistas.
Para Hegel es normal la existencia de clases sociales explotadas y de la propiedad privada ya que la realidad es racional porque procede de la razón. Evidentemente, Marx criticará enérgicamente esta idea.
Por otro lado, Marx considera que el método dialéctico constituye la ley del desarrollo de la realidad histórica. La historia es un desarrollo evolutivo e inevitable de distintos modos de producción y de la lucha de clases. Marx considera que la sociedad capitalista dará paso inevitablemente a la comunista, que supone la superación de todas las anteriores sociedades contrapuestas.
Crítica al materialismo de Feuerbach.
Marx coincide con Feuerbach en la necesidad de criticar a Hegel y de invertir su concepción y en la reivindicación frente al idealismo del hombre real y existente.
Sin embargo Marx va a criticar determinados puntos del humanismo materialista de Feuerbach. En primer lugar, sólo tiene en cuenta la alienación religiosa, no la económica, que es la fundamental.
Además considera que la filosofía de Feuerbach es también una ideología, porque se limita a la especulación contemplativa sin abordar de una manera práctica y transformadora la situación real de explotación que vive el hombre, lo que lo convierte en otra forma de idealismo.
Por otro lado, según Marx, Feuerbach realiza un análisis en que prescinde de la historia y de las relaciones que la caracterizan, y además lo hace de modo mecánico y no dialéctico. Admite una esencia general humana que corresponde a un hombre irreal y no se refiere al hombre concreto con sus relaciones sociales e históricas y sus problemas reales. Por último, conserva como positivo el sentimiento religioso, justo al contrario que Marx.
Podríamos resumir las críticas de Marx a Hegel y a Feuerbach con una de sus citas: “Los filósofos se han limitado a interpretar al mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.”
Crítica a la economía política clásica.
El pensamiento de Marx, además de una antropología y una concepción de la historia, incluye una teoría de la sociedad y de la economía. Para Marx la comprensión de la realidad económica y su desarrollo es fundamental, y va a criticar de manera radical a los autores de la economía política clásica para llegar a la verdadera comprensión de esa realidad.
Marx sostiene que la ciencia de la economía es, en principio, valiosa, pero se convierte en una ideología al tratar de justificar el sistema capitalista de explotación, falseando así la realidad.
Smith afirmó que la esencia de la propiedad privada es el trabajo humano. Ricardo trató sobre el valor de los productos del trabajo, definiendo como valor económico el valor que tiene una mercancía. Hay dos tipos de valores: valor de uso y valor de cambio. El valor de uso es el valor que tiene una mercancía para su poseedor, según la necesidad que le satisfaga, por lo que se considera subjetivo. El valor de cambio es el que tiene una mercancía con respecto a otras, este valor es el característico de los productos del trabajo en el capitalismo y es el que genera la riqueza.
Para Marx es más importante el valor de uso, que él denomina valor natural o real, ya que es estable y además sirve para satisfacer una necesidad. Por el contrario, el valor de cambio, que Marx llama valor de mercado, genera la acumulación de capital (plusvalía) e incluso da lugar al fetichismo, que es una “adoración” de las mercancías y del dinero, dándole más importancia al valor de cambio que al de uso.
Según Marx, el valor de un bien cualquiera está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirlo. De esta manera, en teoría, el capitalista debería pagar a los obreros según el trabajo realizado, pero de esta manera no le quedaría margen de ganancia, así que compra la fuerza de trabajo del obrero, pagándola como si fuera una mercancía cualquiera, de manera que los salarios sólo son suficientes para el mantenimiento del obrero y el de su familia.
Como el trabajador produce un valor que es superior al que recibe como salario, se produce un excedente de valor de la mercancía sobre su coste de producción, y queda en manos del capitalista en perjuicio del trabajador. A este fenómeno se le denomina Plusvalía. Esta se puede producir también de otras maneras: bajar los salarios cada vez más y no los precios de los productos del trabajo, utilizar mano de obra barata o utilizar máquinas.
Marx argumenta que en la sociedad capitalista tiene que producirse necesariamente una plusvalía, ya que es una consecuencia de la estructura económica capitalista. La plusvalía explica el proceso de acumulación del capital en unos pocos, que se hace posible por la acumulación de pobreza en el proletariado explotado como mera mercancía.
La ley básica del capitalismo es comprar lo más barato posible para vender más caro y generar así plusvalía, beneficio añadido.
4. LA TEORÍA MATERIALISTA DE LA HISTORIA
La concepción marxiana de la historia, llamada materialismo dialéctico, constituye el núcleo básico y central del pensamiento de Marx.
La afirmación fundamental es que la base real de toda la historia y sus diferentes sociedades es la infraestructura económica que va a determinar la superestructura ideológica y las instituciones socio-políticas.
Por tanto Marx considera que el análisis histórico de cualquier sociedad debe comenzar por el estudio de su infraestructura económica, ya que “los cambios en las condiciones materiales de existencia son el fundamento de los cambios sociales e históricos”.
La infraestructura económica es la base real de toda sociedad. Para Marx la noción de trabajo y producción es fundamental. El hombre es un productor de sus medios de subsistencia, de tal manera que su desarrollo, su situación real y el proceso por el que ha llegado a ella sólo pueden ser entendido mediante esa producción de los medios de subsistencia. El trabajo y la producción tienen un marcado carácter social, se dan dentro de unas condiciones sociales determinadas históricamente. Según esto, Marx afirmó que la infraestructura económica consta de dos partes:
1º) Proceso de producción (trabajo), formado por los diferentes elementos que constituyen el proceso productivo: materia bruta y materia prima (son los bienes materiales de la sociedad), fuerza de trabajo (es la energía humana aportada por los trabajadores), medios de producción (herramientas y maquinaria de las fábricas) y productos elaborados, que tienen un valor de uso y un valor de cambio, convirtiéndose si se les aplica el segundo en mercancías.
2º) Relaciones de producción: se dividen a su vez en dos clases.
- Relaciones técnicas de producción: se denomina así a los distintos tipos de procesos de producción que se pueden encontrar en una sociedad: individual (trabajo artesanal), cooperativo simple (en el que todos trabajan y controlan ese trabajo, como la caza primitiva), cooperativo complejo (es específico del capitalismo, se da en las fábricas y en él intervienen agentes directos de producción (los obreros) y agentes indirectos (controladores del proceso productivo o capataces).
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Relaciones sociales de producción: se dan dos tipos.
Explotador / explotado: se da en las sociedades clasistas y donde existe la propiedad privada. Los explotadores son los dueños de los medios de producción y de los productos del trabajo, y viven a costa de los explotados, que sólo poseen su fuerza de trabajo. Esta relación se corresponde con el proceso de producción cooperativo complejo.
Colaboración recíproca: se da en sociedades no clasistas en las que la propiedad los medios de producción y los productos del trabajo son comunes, de todos. Esta relación se corresponde con el proceso de producción cooperativo simple. Esto tendría lugar, por ejemplo, en la sociedad comunista.
Sobre la infraestructura económica se levanta la superestructura ideológica, formada por las ideas jurídicas, políticas y religiosas, así como las instituciones socio-políticas que reglamentan el conjunto de la sociedad.
La historia y los cambios que se dan en ella son de naturaleza dialéctica, ya que en las sociedades se producen conflictos que se resuelven por medio de cambios fundamentales en la estructura económica. Estas contradicciones históricas se manifiestan en la lucha de clases, necesaria para que haya progreso histórico. Estas clases son antagónicas y están enfrentadas por el poder. Según Marx, la historia progresa hacia una sociedad sin clases.
Los modos de producción que se han sucedido en la historia, y que surgen por la lucha de clases del anterior, son:
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La comunidad primitiva: La base de este régimen de producción es la propiedad común. Los medios de producción y los productos obtenidos pertenecían a todo el colectivo social. Por lo tanto las relaciones técnicas de producción son de cooperación simple, y las sociales de colaboración recíproca.
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El régimen esclavista: Es ya una sociedad clasista donde las relaciones sociales eran de explotadores y explotados. El propietario ejercía un dominio completo sobre las fuerzas productivas. El esclavo es un mero instrumento del amo, que no sólo es propietario de los medios de producción sino también del productor, es decir, del esclavo.
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El régimen feudal: Las relaciones sociales son similares al del modo esclavista. El propietario tiene propiedad completa sobre los medios (la tierra) y, en parte, sobre el trabajador. Estas relaciones se establecían por medio de un contrato de servidumbre feudal.
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El régimen capitalista: se basa en la propiedad privada de los medios de producción por parte de los burgueses, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La única propiedad del trabajador es su fuerza de trabajo, que se ve obligado a vender como una mercancía a cambio de un salario que sólo le permite subsistir. Es por tanto una sociedad clasista de explotación cuya relación técnica de producción es de cooperación compleja.
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El régimen socialista: al que se accederá mediante la revolución proletaria con la eliminación de las clases sociales. El modo de producción se basa en un régimen de propiedad común. Las relaciones de dominio y explotación se sustituyen por las de cooperación simple (técnica) y recíproca (social), y el hombre y el trabajo dejan de estar alienados.
La concentración del capital en pocas manos y el empobrecimiento progresivo del proletariado, dan lugar a una tensión dialéctica que inevitablemente se superará mediante la lucha de clases. Para conseguir la transformación a una sociedad sin clases, el comunismo, hay que pasar por las fases del proceso revolucionario:
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Etapa democrática: se caracteriza por la dictadura del proletariado como consecuencia de la toma del poder político de los trabajadores. Según Marx, debe durar el menor tiempo posible.
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Etapa socialista: tiene carácter económico, pues en esta etapa se fomenta el desarrollo de los medios de producción, de la riqueza social, y se tiende a la abolición gradual de las clases sociales antagónicas.
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Etapa comunista: representa la culminación del proceso revolucionario y se caracteriza por la abolición de la propiedad privada, desaparición total de las clases sociales y la extinción del Estado como defensor de los intereses de un grupo contra los demás (esto es conflictivo y puede derivar en el anarquismo). Entonces, la sociedad funcionará por fin bajo el lema marxiano: “cada uno según su capacidad y a cada uno según sus propias necesidades”.
“Hay gente tan sumamente pobre que sólo tiene dinero”
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Enviado por: | Santiago Martín |
Idioma: | castellano |
País: | España |