“Un cuarto de luna no carece en realidad de nada; es lo que es. Carece de algo para una conciencia que espera o que pretende su acabamiento”. Jean Paul Sartre
Sartre nos plantea que la conciencia es algo sólo en la medida en que es conciencia de algo, en que es referencia a un ser distinto a ella. Por lo tanto, nos encontramos en un estado de permanente interrogación esperando que un ente nos diga, por sí mismo o por medio de otro, qué es y cómo es, a fin de determinarnos nosotros mismos respecto de aquel ente. A diferencia de las cosas que poseen un ser en sí, los seres humanos poseemos un ser para sí, poseemos una falta de ser, un no ser, que constituye un vacío de determinación a la espera de la respuesta objetiva, negatividad que se resuelve en el ser o en la nada, la respuesta del cuarto de luna, que al ser interrogado, siempre responderá cuarto de luna. Esta respuesta no cambiará, porque si interrogamos a la media luna, no estaremos interrogando al cuarto de luna o al cuarto de luna visto de otra manera, se interrogará simplemente a la media luna, porque es un ser en sí, como dijimos anteriormente, y no se ve afectado por los otros seres. Pero el ser para sí sabe que obtendrá siempre la misma respuesta del ser en sí, que será siempre cuarto de luna, por lo tanto no hay espera o duda. El cuarto de luna es cuarto de luna porque es cuarto de luna y no hay otra explicación. Este ser no es para algo, es por algo.
El cuarto de luna es un ser en sí que no hace dudar a la conciencia, porque deja claro desde un principio que su respuesta siempre será claro de luna, por lo tanto éste nunca hará que una conciencia dude o espere su respuesta.
Pero tenemos otro caso, una conciencia que está consciente de la relación que tiene el cuarto de luna con la luna, cuando interroga al cuarto de luna teniendo en mente que al cuarto de luna le faltan tres cuartos de luna se creará un vacío, y es aquí, en este preciso momento, cuando habrá distintas posibilidades de respuesta. La consciencia deberá ideárselas para encontrar una respuesta y sacar al ser del vacío, de la nada misma. La respuesta a la interrogación será que los otros tres cuartos no son vistos por el ser.