Trabajo Social
Ideologías
1 Las ideologías.
Las ideologías constituyen conjuntos de creencias acerca de la deseabilidad de las relaciones humanas y de su organización política y social.
Su objetivo es implementar un cambio social a través de la activación de las dimensiones racionales y emocionales humanas. Las ideologías constituyen actualmente, mecanismos justificativos y racionalizadores de la igualación material interindividual.
La ideología nos ofrece una representación ideal de sociedad de relación interpersonal y añade unas recomendaciones sobre su consecución social y política.
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Conservadurismo.
Se caracteriza por una forma de pensar que se opone a cualquier tipo de cambio y modificación de aquello que constituye una tradición.
Sus compromisos están ante todo con los valores de individualismo y libertad. Cada cual tiene que actuar sobre la base de su propio plan de acción.
La sociedad avanza debido a las acciones de individuos; los fenómenos sociales tienen fundamentalmente una explicación individual.
En so axiología la igualdad queda jerárquicamente por debajo de la libertad, no se puede defender libertad e igualdad al mismo tiempo.
Apuestan por una economía de mercado, la cual necesita ante todo la libertad para su funcionamiento y eficiencia. La libre oferta y demanda del mercado es un mecanismo natural de selección de los m s aptos.
El mercado y la sociedad tienen intrínsecamente sus propios mecanismos de auto-regulación, el gobierno no tiene por que regular las relaciones económicas ni las sociales.
El Estado debe limitarse únicamente a marcar unas reglas de juego y después, dejar jugar libremente. Se posicionan en contra del Estado de Bienestar por varias razones: con el Estado de Bienestar los gobiernos utilizan a determinados grupos desfavorecidos para que les sean políticamente útiles, un sistema público de bienestar otorga excesivo poder a los burócratas y profesionales los cuales deciden sobre el bienestar de los demás. La ideología conservadora respeta el sistema democrático, porque es el mejor salvaguarda de la preciada libertad individual para ejercer el libre mercado.
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Liberalismo.
El gobierno debe intervenir en determinados momentos en la economía, rechazan políticas igualitaristas.
No creen que el mercado tenga mecanismos intrínsecos de auto-regulación, siguen pensando que el capitalismo es el mejor sistema económico descubierto siempre y cuando sea debidamente regulado.
Se decantan antes por la libertad que por la igualdad. La ideología liberar está actualmente m s interesada por el consenso que por el conflicto.
Las desigualdades sociales pueden reconducirse a través de una redistribución de la renta que instrumentalice un sistema impositivo.
El gobierno, desde su independencia, puede ayudar a preservar un tipo de sistema económico y social determinado. Aceptan el Estado de Bienestar porque las familias, los individuos o el mercado por s¡ solos no pueden eliminar la pobreza.. El Estado tiene la responsabilidad de llenar las lagunas del mercado, de abolir la pobreza, la ignorancia, la enfermedad.
El mercado no puede por s¡ solo solucionar el bienestar de todos, es peligroso que el Estado tenga en sus manos el monopolio del bienestar. El ideal sigue siendo una combinación mixta entre intervención privada, intervención pública y organizaciones sociales que actúen conjuntamente desde un criterio de máxima descentralización.
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Socialismo.
Esta ideología aspira a promocionar y equilibrar los valores de igualdad y libertad. Muestran un apoyo absoluto a los sistemas de bienestar.
Su objetivo es encontrar un m todo político, social y económico que nos haga a todos m s iguales sin herir ni restringir las libertades. Esta ideología apuesta por la igualdad, la libertad y la solidaridad.
El mercado no responde a la necesidad sino a la demanda. Apuestan por la igualdad desde una perspectiva ideológica humanitaria económica y sociológica.
El Estado debe ser el instrumento que garantice el respeto de los derechos necesarios para que todos seamos m s dignos, m s iguales, etc.
Para esta ideología el altruismo, la solidaridad, la cooperación, la competitividad y el individualismo son valores importante que no se pueden dejar de lado.
Altruismo, cooperación y participación constituye la trilogía desiderativa de los sistemas de bienestar que actúan mediáticamente en la consolidación y profundización de la cultura democrática. El gobierno tiene un papel amplio para esta ideología. Lo público deber primar sobre lo privado. La socialdemocracia instrumentaliza al Estado para el cambio.
Los servicios sociales no tienen que ser un recurso funcional reactivo a los procesos de industrialización, democratización, tecnologizaci¢n y conflictividad social sino que pueden constituir un recurso válido en el siglo XXI para incrementar el crecimiento económico y sobre todo social a partir de la inversión en capital humano.
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Marxismo.
Es el sistema de producción lo que en realidad moldea lo social, político y espiritual de la sociedad. Los valores se alcanzan desde acciones colectivas no individuales.
El comunismo se alcanza cuando todas las personas de la sociedad tengan cubiertas sus necesidades, cuando todos tengan las mismas oportunidades para conseguir igual salario y status y desaparezcan privilegios.
En el marxismo ortodoxo se mantiene que el Estado es un instrumento al servicio del capital y de la clase dominante. Entre los neomarxistas; la tesis del "Estado relativamente autónomo". Para los neomarxistas, el Estado, en las condiciones actuales, no llegar a ser nunca totalmente autónomo ni desquitarse de las ataduras estructurales e ideológicas del poder económico.
La clase trabajadora en términos marxistas, está más subordinada que nunca al mercado de trabajo y amansada ideológicamente con programas y prestaciones de servicios sociales.
Para los neomarxistas de hoy, el Estado de Bienestar a través de toda la legislación social sirve para amordazar el conflicto de clases; es un modelo que asegura y representa la propiedad privada, calcula recompensas sociales y políticas a la clase trabajadora a través de los sistemas de bienestar.
Los ejes m s importantes de la ideología marxista lo forman: el universalismo, la gratuidad de las prestaciones y servicios, la participación de usuarios, asociaciones y profesionales en la toma de decisiones de las políticas locales y la apuesta por programas de naturaleza preventiva.
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Feminismo.
La teoría política feminista sobre el Estado de Bienestar descansa sobre tres premisas: El Estado de Bienestar debe ir dirigido fundamentalmente a la solución de los problemas que padecen las mujeres, para comprender el Estado de Bienestar es preciso partir de un análisis central y no marginal del papel de la mujer y la subordinación de la mujer en la sociedad actual es un problema sistémico y estructural.
El feminismo liberal aduce, como causa principal de la subordinación de las mujeres, la injusta discriminación a que están sometidas que las priva de su derecho a la autorrealización y a la búsqueda de un propio interés derechos que si disfrutan los hombres.
Sus propuestas políticas dirigidas a cambiar la situación consisten en lograr la igualdad de oportunidades con los hombres a nivel de trabajo, educación y poder. El feminismo socialista dice que si el Estado es capitalista y no es cuestionado, nada cambiar porque la estructura capitalista esta íntegramente determinada por el hombre.
El feminismo radical dice que el Estado de Bienestar preserva un modelo de relaciones entre géneros que asegura el dominio del hombre. Para el feminismo liberal, el Estado de Bienestar ofrece la posibilidad de ampliar los derechos sociales y económicos de las mujeres.
El feminismo socialista concibe al Estado de Bienestar como un sistema social que debe estar en contra del sistema capitalista que explota a la mujer al hacer depender su trabajo del hombre a través del matrimonio.
Las distintas perspectivas feministas coinciden en señalar que el Estado de Bienestar raramente ha priorizado el bienestar de la mujer,; ha estado m s interesado en la desigualdad de clases y menos en las desigualdades que afectan a las relaciones entre personas.
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Ecologismo.
El ecologismo tiene dos vertientes contrapuestas; el ecologismo blando y el ecologismo duro. La postura del primero es que es necesario seguir manteniendo el crecimiento económico y el consumo, este debe alcanzarse respetando el medio ambiente. El radical le parece que incrementar el crecimiento económico y respetar el medio ambiente son dos fines incompatibles.
Los problemas sociales, la enfermedad y la discapacidad van a ser considerados como resultado de la propia naturaleza de las sociedades industriales y capitalistas. La crítica ecologista a la sociedad industrial contiene inevitablemente unas críticas a los servicios de bienestar que podríamos resumir en cuatro puntos: los servicios de bienestar de estas sociedades se plantean para hacer frente a los sistemas m s que a las causas de los problemas sociales, suponen un gasto público desmesurado y excesivo, implican niveles altos de tecnología asociados a un despilfarro de los recursos y a la destrucción ambiental y se basan en grandes unidades de organización que dificultan la independencia y la participación.
En definitiva, el ecologismo idealiza una sociedad ecológica, participativa, igualitaria y sostenible. Con relación a las prestaciones de la Seguridad Social, propone un esquema de garantía de ingresos mínimos que asegure el derecho de todas las personas a recibir unos beneficios.
Le da un importante papel a la política social, la cual debe ser financiada y administrada según los principios generales de igualitarismo, satisfacción de necesidades básicas para todos, participación pública y respeto por el ambiente.
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Anti-racismo.
El análisis marxista ant¡-racista enfatiza la necesidad de identificar los grupos que sufren discriminación institucional y hacia los que deben ir dirigidos los recursos.
El papel del Estado de Bienestar es ayudar a los grupos excluidos a hacer frente a las inevitables dificultades que experimentan para poder acceder a los servicios de bienestar . Los servicios de bienestar deben tener como objetivo la eliminación de la subordinación radical institucionalmente estructurada.
La perspectiva weberiana vincula la eliminación de las diferencias raciales con la lucha contra la desigualdad entre clases, plantea que la abolición del prejuicio y la discriminación es posible dentro de la sociedad capitalista.
2 Contra el pensamiento £nico.
2.1. La izquierda después del socialismo.
Existen indicios históricos para entender que el socialismo ha sido una de las fuerzas centrales en la etapa industrial de las naciones europeas. El socialismo occidental tenía tres características fundamentales: las nacionalizaciones, el pacto social que implicaba unas inmejorables relaciones entre partido y sindicato hermano y una política económica de expansión de la demanda denominada keynesianismo nacional.
Alguno de los nuevos ejes de la pertenencia a la izquierda política son: una concepción universalista del mundo contraria a la de los violentos y excluyentes, la sensibilización ante la cuestión social para evitar la marginación y la sociedad dual, el reparto del trabajo para reducir el paro , la emancipación de la mujer y la defensa de las minorías, la defensa de los derechos de la naturaleza...
El paro se considera el primer problema europeo. Esto es as¡ porque, ya no afecta solo a los inmigrantes, trabajadores no cualificados, jóvenes.. Afecta también al ámbito de la Universidad, los ejecutivos cualificados las clases medias, etc.
2.2. Debe ser conservadora la izquierda.
El principal instrumento de la acción de la izquierda es el Estado de bienestar. Cincuenta años después es necesario redefinir los límites del Estado de bienestar, ante esto hay tres posturas distintas: la de los thatcheristas, pretenden abolirlo, los conservadores de izquierda que quieren blindarlo sin cambio alguno y los reformadores que hacen del mantenimiento del Estado del Bienestar el centro de su actividad política lo que conlleva adaptarlo a las nuevas condiciones de vida de la población.
En Europa se discute si el Estado de Bienestar corre riesgo de desaparecer ante la presencia de nuevos problemas, fundamentalmente los nacidos de la caída del muro de Berlín y los fuertes movimientos migratorios, y si es preciso reformar las medidas protectoras de ese bienestar o hay que quedarse con las mismas.
El Estado de Bienestar adquirió sus perfiles actuales a partir del crash de 1929 y de la II Guerra Mundial, todo los ciudadanos tenía derecho a unas prestaciones como la educación, salario mínimo, cobertura de desempleo, sanidad. Cuando emergió la gran crisis fiscal del Estado surgieron problemas.
Al Estado de Bienestar casito le afectó mucho la caída del muro de Berlín. A los límites tradicionales del Estado del Bienestar hay que añadirles otros m s recientes, como son: la ampliación de las corrientes migratorias, la generalización del fraude y la competencia de los países del este europeo, del sureste asiático y de algunas naciones suramericanas o del norte de frica.
Ante esta situación se están confrontando tres posturas ideológicas en Europa: la de los ultraliberales que siguen las tesis de la señora Thatcher y que opinan que el Estado de Bienestar genera m s ineficiencias que beneficios por lo que hay que desmantelarlo. Los democristianos que participaron en el consenso de la posguerra, están en contra de hacer al Estado de Bienestar viable mediante profundos recortes quirúrgicos. Y por último, la izquierda socialdemócrata, cuya postura dominante es la de blindar el Estado de Bienestar.
Lo que ha dado a Europa su identidad política y su superioridad sobre otros sistemas ha sido una combinación de derechos humanos, democracia pluralista y protección social.
2.3. Qué es el socialismo.
En la ponencia marco del 33 Congreso se define el socialismo: es una apuesta por la autonomía y la libertad personales, y en este sentido somos herederos de los principios y valores del liberalismo político.
La izquierda parte de un modo de analizar racionalista, deductivo, la derecha se remite a la vida. La izquierda habla de derechos humanos y desarrolla sobre esta base un orden político estatal justo, la derecha evoca instituciones que son necesarias para dar apoyo al hombre.
Cuando la izquierda pone sus esperanzas en normas universalistas y confía en instituciones, la derecha habla de espacio y de territorio desarrolla la idea de nación. Cuando la izquierda sueña con la cosmópolis, la derecha confía en la polis.
Para Glotz el socialismo democrático se caracteriza por: la sensibilidad para la cuestión social, la emancipación efectiva de las mujeres, la protección de la naturaleza y de la vida, la limitación de la lógica del mercado y la lucha contra el nacionalismo.
Según Santesmases, el gran debate del socialismo se va a establecer entre los que reducen el socialismo a la consolidación del Estado de Bienestar y los que apuestan por una superación democrática del capitalismo. Los dos defienden el Estado social frente al neoliberalismo económico.
Para muchos socialistas el socialismo liberal no va más allá del liberalismo social mientras que para otros no sólo es organización social sino también organización democrática de la sociedad.
2.4. El irremediable final del siglo del bienestar.
El Estado de Bienestar nació a raíz del Crash de 1929 y de la II Guerra Mundial. Funcionó mientras la prosperidad posibilitó un aumento de la presión fiscal que compensase las desigualdades más extremas.
El Estado de Bienestar se compone, fundamentalmente de cuatro partes: los subsidios a los necesitados, derechos pasivos derivados de cotizaciones, servicios generales subvencionados o gratuitos y una legislación laboral basada en la seguridad.
Este modelo nació y creció sobre las base de algunas estabilidades que hoy no se sostienen: un equilibrio intergeneracional, matrimonios y unidades estables, estabilidad en la división del trabajo fuera de casa y dentro.
Las causas de la crisis son cuatro:
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El bloqueo de la coordinación keynesiana.
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Cambios en la estructura social: hay una creciente diferenciación de los intereses de los trabajadores y un proceso de segmentación que dificulta a los grupos de asalariados considerarse como una misma clase social.
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Cambio de valores y nuevos problemas de las alianzas políticas y sociales.
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La pérdida de la ofensiva del discurso político; en la ciencia económica el keynesianismo avanzado ha dejado su lugar a los monetarista.
La segunda vuelta del Thatcherismo.
El thatcherismo, es aquella doctrina a la que dio nombre Margaret Thatcher a partir de 1979, se asemeja a la Revolución francesa, fue derrotada por sus propios compañeros de viaje, los taries británicos, pero muchas de sus ideas emergen de vez en cuando con mucha fuerza. La señora Thatcher pretendió crear un nuevo conservadurismo que generase entusiasmo popular.
El thatcherismo es el fundamentalismo del pensamiento único. La liberalización del mercado produce una intensificación de la acción del Estado porque el mercado libre no surge espontáneamente en un marco de armonía sino que ha de ser impuesto como sistema de actividad económica.
Thatcher fracasó en el intento de desmantelamiento del Estado de Bienestar británico.
2.6. Las reformas del Estado de Bienestar.
En los años setenta el Estado de Bienestar empezó a dar síntomas de agotamiento. Se necesitaba reformarlo, para adecuarlo a unos nuevos tiempos en los que la presión demográfica era sustancialmente distinta que la de la posguerra.
La crisis fiscal del Estado de Bienestar fue aprovechada por los de la revolución conservadora para acabar con l, no lo consiguieron porque formaba parte de la conciencia ciudadana europea.
El mayor ataque al Estado de Bienestar se da a partir de 1979 cuando Thatcher ganas las elecciones en el Reino Unido. Thatcher no logró bajar sustancialmente el peso del Estado de Bienestar británico aunque s¡ empeorarlo.
Las reformas tienen distinto sentido en los países más desarrollados de Europa, que habían avanzado mucho en la política del gasto público que en España donde la formación del Estado de Bienestar es muy reciente y no ha alcanzado los niveles de los europeos.
2.7. Medio siglo sin Keynes.
KEYNES es el economista m s importante, el m s influyente y el m s leído del siglo XX.. La enseñanza m s profunda que nos dejó Keynes: la economía como ciencia de medios no de fines.
El keynesianismo nació para corregir los excesos de la acción del mercado. Limitaba la indignación y la capacidad de rebeldía de los ciudadanos, para que no mirasen hacia los sistemas socialistas en los que keynes no creía.
Keynes era conservador, pretendía mediante la acción de la política económica ayudar a sobrevivir al capitalismo; es decir lo contrario que Marx. Hizo al capitalismo m s humano y m s eficaz.
El keynesianismo, cuando desaparece el peligro del comunismo, que ya pasaba por momentos muy difíciles, se bate en retirada y hay muchos intereses e ideologías dispuestos a hacerle frente.
La gran lección de keynes fue considerar a la economía como una ciencia de medios, de instrumentos, nunca de fines. Los profesionales de la economía deben aplicar el m todo de la prueba y el error para adecuarse a los tiempos y las circunstancias.
Liberales frente a conservadores. Los liberales y conservadores apoyan el sistema de mercado competitivo, los liberales generalmente desean extenderlo en atención a la propia libertad individual los conservadores desean limitarlo para preservar la tradición.
El universo liberal y el nuevo conservadurismo defienden:
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Achicar el Estado es agrandar la civilización. La sociedad ser siempre capitalista y liberal.
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El liberalismo lleva a la democracia.
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El mercado lo resuelve todo del mejor modo posible.
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Siempre habrá desigualdades porque está en la naturaleza humana.
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El nacionalismo es una expresión retrógrada que debe desaparecer.
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La soberanía nacional es una supervivencia del pasado, está superada y en disolución
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Las privatizaciones son la solución. El capital extranjero es optimo; por tanto hay que desregular el sistema financiero.
Márgenes y límites del Estado de Bienestar.
Los principales países de la UE gastan en protección social m s que España, aunque nuestro país dedica cada vez más recursos a esta partida.
FELIPE González dice "Hay que profundizar la defensa de los principios de solidaridad que hemos venido en llamar Estado de Bienestar, modernizándolo y fortaleciéndolo porque está profundamente en crisis, ya que han ganado las tendencias neoliberales y las tendencias conservadoras. No se pueden ofrecer cosas que no se pueden dar, hay que estimular la responsabilidad.
Para el PP la lucha contra las corrupciones del Estado de Bienestar es una manera positiva de protegerlo contra los excesos de su ampliación; si no hubiera un fraude fiscal tampoco habría déficit público.
3 Informe 2003.
3.1. Economía global y Estado de Bienestar.
El modelo de Estado social de corte europeo está sometido en la actualidad a un proceso de transformación profunda como resultado, entre otros factores, de un nuevo modelo de desarrollo económico, social y cultural propiciado por la revolución tecnológica y la forma que adquiere el proceso de globalización, as¡ como por la aparición de nuevas necesidades sociales.
El Estado de Bienestar es uno de los grandes logros de la civilización europea. Europa para preservarlo necesita consolidarse como espacio político y social y no sólo económico, garantizando la eficacia de su papel como referencia cultural y de equilibrio en el mundo.
El Estado de Bienestar necesita reformarse en el esfuerzo y la responsabilidad, alejándose de la inercia, la rutina, el fraude y los buscadores de rentas. En España, durante los últimos cinco años de crecimiento económico la política del déficit cero se ha materializado en una reducción del gasto público y de las prestaciones sociales a un ritmo muy superior al de la media europea, hasta situar el gasto en protección social en el porcentaje del PIB m s reducido de toda la Unión Europea.
El presidente del Consejo Económico y Social asegura que la situación española se caracteriza por un alto grado de desarrollo social: el mantenimiento del ritmo de crecimiento del empleo, la reducción de la tasa de paro, la consolidación del sistema de seguridad social público y universal, la reforma de la educación, la consolidación de un patrón de consumo desarrollado y maduro.
En el empleo; el alto paro de jóvenes y mujeres, la dificultad de acceso a la vivienda, los problemas de gestión y coordinación en la sanidad.
España se encuentra, junto con Portugal y Grecia, en Investigación y Desarrollo en el peor lugar del ranking. La tasa de paro sigue siendo relativamente alta en relación con la UE.
Los niveles medios de estudios para la población entre 25 y 59 años son desfavorables frente a las medias de la UE. Son precisas reformas en las relaciones laborales, para dotar al mercado de trabajo de mayor flexibilidad. La política laboral, debe situar la flexibilidad y la estabilidad en el empleo como objetivos básicos y simultáneos.
En España, los índices de igualdad, sufren un importante retroceso. El índice de pobreza se sitúa por encima del 10 por ciento de la población. El crecimiento económico m s reciente no ha servido para reducir las desigualdades y combatir la exclusión social por lo que en esta materia se puede calificar de forma negativa la efectividad de las políticas públicas.
Según la Comisión Europea, los parámetros indicativos de la situación de un país para acceder a la sociedad del conocimiento son muy desfavorables para España. Para encaminar el Estado de bienestar hacia el siglo XXI es precisa una nueva agenda de políticas de inclusión e integración social, orientada a debilitar los factores que generan marginación en un contexto marcado por la erosión progresiva de los anclajes de la seguridad y el desarrollo de nuevos factores de riesgo social.
El desarrollo del Estado de Bienestar está vinculado a la existencia de una mayoría social dispuesta a mantenerlo e impulsarlo. Es importante conocer las opiniones y opciones de los ciudadanos españoles en relación con los impuestos y el gasto social, para evaluar su pensamiento y puntos de vista en relación con el futuro del Estado.
La actual redistribución de los ingresos públicos necesita una revisión, por motivos de equidad y eficiencia. Los impuestos se distribuyen de forma negativa y no favorecen un comportamiento socialmente productivo. Se considera que el IRPF no es, excepto excepciones, el instrumento adecuado para canalizar las políticas sociales y de incentivo económico, deber n instrumentarse por medio de los adecuados programas de gasto.
La evolución de los impuestos durante el año 2003 consolidar la tendencia de pérdida de peso de los impuestos directos en el conjunto del sistema de ingresos del Estado. En nuestro país, buena parte de la ejecución de las políticas básicas del Estado de Bienestar, educación sanidad servicios sociales, son competencia de las comunidades autónomas y las corporaciones locales.
3.2. Estado de Bienestar y socialismo de los ciudadanos.
La izquierda tiene como objetivo central ganar espacios democráticos para la ciudadanía y recuperar la dignididad del Estado y lo público tras el fracaso de la política conservadora de menos Estado y m s sociedad.
El Estado y el conjunto de sus niveles de gobierno tienen que asumir su responsabilidad de preservar y mejorar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. En Europa se consideran tres compromisos básicos de la socialdemocracia que son: el compromiso entre trabajo y capital, entre Estado y mercado, entre competencia y solidaridad.
Hubo un tiempo en el que la izquierda pensó que tenía la solución científica a los problemas sociales. Ahora es la derecha la que lo cree. La respuesta de la derecha ante cualquier problema social ha sido más mercado. Un diagnóstico simple y una solución simple e ineficaz.
El Estado de bienestar fue impulsado por partidos parlamentarios que en sus doctrinas defendían la superación del capitalismo a través de la revolución social.
El socialismo de los ciudadanos se preocupa intensamente de buscar nuevas vías de di logo con la sociedad y de abrir los horizontes de la participación política. Está empeñado de ampliar el espacio de las libertades individuales, haciéndolo compatible con la acción colectiva y los derechos sociales, desde la creencia de que así se alcanzar una sociedad m s libre y justa.
Para consolidar intereses privados dominantes los gobiernos conservadores utilizan muchas veces los poderes públicos. Este es uno de los mayores ataques a los derechos colectivos y a la libertad individual de las personas.
El socialismo de los ciudadanos reivindica el valor de lo público como el marco adecuado para la deliberación. La deliberación, la participación y la negociación son las que estimulan el compromiso ciudadano con lo público.
Es necesaria una ciudadanía activa que exija a sus representantes una fuerte voluntad de servicio y se reserve el derecho de disputar sus decisiones. El socialismo de los ciudadanos es un compromiso por la libertad individual y colectiva. El responsable último de las decisiones es el Estado.
El Estado debe garantizar que todos los actores relevantes para la solución de un problema son escuchados en condiciones de igualdad y debe crear un entorno donde cada una de las pretensiones de estos actores pueda encontrar espacios comunes de información y deliberación.
Un Estado de Bienestar profundamente renovado es una de las principales señas de identidad del socialismo de los ciudadanos. Para los socialistas la globalización ha de ser gobernada democráticamente. En la actualidad, la mejora en la gobernabilidad de la globalización y la consolidación de los procesos políticos y sociales de la integración europea son factores decisivos tanto en el desarrollo futuro del Estado de bienestar en los países m s desarrollados como en la creación de las condiciones necesarias de desarrollo con equidad en los países emergentes y del tercer mundo.
A partir de 1982 y durante trece años los sucesivos Gobiernos socialistas dieron vida efectiva al proyecto constitucional de Estado de bienestar a través de la universalización del derecho a la salud y a la educación, la política de pensiones y el desarrollo de los servicios sociales.
El Estado de bienestar español se encuentra profundamente debilitado por la falta de compromiso tangible con lo público por parte de los Gobiernos conservadores. El Gobierno central debe garantizar una regulación general favorable a la igualdad de oportunidades, establecer unos servicios y prestaciones mínimas comunes y aplicarse en los procesos de coordinación y vertebración del conjunto del sistema.
En la actualidad, el Estado de bienestar tiene su eje esencial de referencia en las Administraciones autonómicas y locales. Los recursos en educación, sanidad, pensiones, y servicios sociales son a veces insuficientes y en otros casos no se administran con la necesaria eficiencia.
España presenta un claro déficit social en comparación con los países más desarrollados de la Unión Europea. Es imprescindible alcanzar en España el grado de suficiencia financiera necesaria para garantizar una senda de estabilidad y equilibrio presupuestario a medio y largo plazo, apostando por una política activa de inversiones económicas y sociales que garanticen competitividad económica y seguridad para los ciudadanos.
El mayor reto del socialismo de los ciudadanos es compaginar crecimiento, competencia, productividad con redistribución e igualdad de oportunidades. Es necesario una política capaz de proteger a los desempleados cuando pierden su empleo y de ofrecer de forma eficaz nuevas oportunidades de empleo y formación.
El futuro del trabajo y del empleo en España y en Europa no puede ser una expansión general e indiscriminada del empleo precario. Es necesario un mercado de trabajo que ofrezca seguridad y promueva el compromiso eficiente de los trabajadores con sus empresas.
En política de vivienda el objetivo prioritario es favorecer el acceso a una vivienda digna para todos los ciudadanos. Los mayores problemas de acceso a la vivienda se concentran en sectores como los jóvenes, mujeres y familias monoparentales de menores ingresos, inmigrantes, etc.
Para los socialistas la educación es un instrumento generador de igualdad de oportunidades, de ahí que propugnen una educación de calidad para todos. El Estado de bienestar que se propone es un Estado gestionado en red, con múltiples actores cooperando para hacerlo eficaz y múltiples visiones complementándose para hacerlo democrático.
3.3. El camino abandonado.
Algunos autores advirtieron que socialismo significa esclavitud, hemos marchado constantemente en la dirección del socialismo. Individualismo es hoy una palabra mal vista, y ha llegado a asociarse con egoísmo. El individualismo del que hablamos contrariamente al socialismo y las demás formas de colectivismo, no está en conexión necesaria con ellos.
Los rasgos esenciales de aquel individualismo, que con elementos aportados por el Cristianismo y la filosofía de la antigüedad clásica se logró plenamente por primera vez durante el Renacimiento y ha crecido y se ha extendido después en lo que conocemos como civilización occidental europea son: el reconocimiento de las propias opiniones y gustos del hombre como supremos en su propia esfera y la creencia en que es deseable que los hombres puedan desarrollar sus propias dotes e inclinaciones individuales.
Quizá el mayor resultado del desencadenamiento de las energías individuales fue el maravilloso desarrollo de la ciencia, que siguió los pasos de la libertad individual desde Italia a Inglaterra y más allá.
El deseo de conocimiento del hombre quedaba ahogado cuando las opiniones dominantes obligaban a todos; se permitió que las creencias de la gran mayoría sobre lo justo y lo conveniente cerrasen el camino al innovador individual.
La ciencia hizo los progresos que en los últimos ciento cincuenta años han cambiado el mundo. Lo que el siglo XIX añadió al individualismo del período precedente fue tan sólo la extensión de la conciencia de libertad a todas las clases, y su difusión desde Inglaterra y Holanda a la mayor parte del continente europeo.
Al comienzo del siglo XX el trabajador había alcanzado en el mundo occidental un grado de desahogo material, seguridad e independencia personal que difícilmente se hubieran tenido en cien años antes.
En el liberalismo no hay reglas absolutas establecidas de una vez para siempre.
El liberalismo tenía que confiar en el gradual incremento de la riqueza que la libertad procuraba, tuvo que luchar constantemente contra los proyectos que amenazaban este progreso. Llegó a ser considerado como un credo negativo, porque apenas podía ofrecer a cada individuo m s que una participación en el progreso común.
El socialismo comenzó por ser una reacción contra el liberalismo de la Revolución francesa, ganó la aceptación general bajo la bandera de la libertad. Ahora casi nunca se recuerda que el socialismo fue en sus comienzos francamente autoritario.
El socialismo consideraba la libertad de pensamiento como el mal radical de la sociedad del siglo XIX y el primero de los planificadores modernos anunció que quienes no obedecieses a sus proyectadas juntas de planificación serían tratados como un rebaño.
Bajo la influencia de las fuertes corrientes democráticas que precedieron a la revolución de 1848 inició el socialismo su alianza con las fuerzas de la libertad. La democracia y el socialismo lo que tienen en común es una palabra igualdad.. la democracia aspira a la igualdad en la libertad el socialismo aspira a la igualdad en la coerción y la servidumbre.
La democracia extiende la esfera de la libertad individual, el socialismo la restringe. La democracia atribuye todo valor posible al individuo, el socialismo hace de cada hombre un simple agente.
El socialismo iba a traer la libertad económica, sin esta la ya ganada libertad política no tenía valor.
3.4. Individualismo y colectivismo.
Socialismo se usa para describir los ideales de justicia social, mayor igualdad y seguridad que son los fines últimos del socialismo. También significa el m todo particular por el que la mayoría de los socialistas espera alcanzar estos fines.
Socialismo significa abolición de la empresa privada y de la propiedad privada de los medios de producción y creación de un sistema de economía planificada, en el cual el empresario que actúa en busca de un beneficio es reemplazado por un organismo central de planificación.
Se denomina colectivismo a los m todos que pueden usarse para una gran variedad de fines y se considera al socialismo como una especie de este género. Lo que los planificadores demandan es la dirección centralizada de toda la actividad económica según un plan único que determine la dirección explícita de los recursos de la sociedad para servir a particulares.
La disputa entre los planificadores modernos y sus oponentes es acerca de cu l sea la mejor manera de actuar. La argumentación liberal defiende el mejor uso posible de las fuerzas de la competencia como medio para coordinar los esfuerzos humanos. Se basa en la convicción de que allí donde pueda crearse una competencia efectiva, ésta es la mejor guía para conducir los esfuerzos individuales.
El liberalismo económico considera superior la competencia porque es el único m todo que permite a nuestras actividades ajustarse a las de cada uno de los demás sin intervención coercitiva o arbitraria de la autoridad.
Es necesario que las partes presentes en el mercado tengan libertad para vender y comprar a cualquier precio y que todos sean libres para producir, vender y comprar.
Cualquier intento de intervenir los precios o las cantidades de unas mercancías en particular priva a la competencia de su facultad para realizar una efectiva coordinación de los esfuerzos individuales.
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Enviado por: | Adriana |
Idioma: | castellano |
País: | España |