Filosofía y Ciencia
Hegel
C.HEGEL
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LOS PRINCIPIOS DEL SISTEMA
El concepto fundamental de la filosofía: el verdadero infinito.
El concepto fundamental de la filosofía hegeliana es, pues, el concepto de lo infinito. Y el problema clave: la relación de lo finito con lo infinito.
La filosofía y la religión poseen un objeto común. Ambas tienen como objeto la verdad, y precisamente en el sentido más elevado: Dios es la verdad, y solamente él es la verdad. Ambas se ocupan del ámbito de lo infinito, sobre la Naturaleza y el espíritu humano, en sus relaciones mutuas y en su relación a Dios como a su propia verdad
Hegel quiere abordar filosóficamente el problema de lo Infinito-finito.
Hegel buscará conceptuar cómo en lo Infinito se comprende todo y se reconcilia todo. ¿Cómo concibe Hegel ese Infinito en el que todo se reconcilia?
El Infinito como <Totalidad>
Los antecedentes inmediatos de Hegel son Kant, Fichte y Schelling. A Kant le reprocha haber introducido un profundo dualismo en la realidad: materia-forma, fenómeno-número, ser-deber ser.
En efecto, para él lo Infinito no está más allá de lo finito, ni es algo vacío e indeterminado: lo Infinito contiene en sí lo finito. O también: lo Infinito no es trascendente, sino inmanente a lo finito. Por eso, los seres particulares -lo finito- no son sino <momentos> de lo Infinito. El Infinito es, pues, el Todo o la Totalidad de lo real.
De aquí se sigue que sólo <lo verdadero es el todo>. Sólo es verdad la totalidad. Algo es <verdad> sólo en la medida en que se integra en la Totalidad.
Lo finito, en cuanto tal, es <no verdadero, simplemente ideal>, es decir, algo <abstracto>. Para Hegel <concreto> tiene el sentido etimológico de una totalidad que crece y se desarrolla, conteniendo dentro de sí sus partes, diferenciaciones o determinaciones. Lo <abstracto> es una parte o <momento> separado del Todo. Sólo la Totalidad concreta es la Verdad (sólo <Dios> es la Verdad)
Igualmente <concepto> tiene en Hegel el sentido etimológico de com-prender, tomar-con, es decir, aprehender en su totalidad. El concepto es, pues, la captación totalitaria de <lo concreto>. Ahora bien, como lo concreto es algo que se desarrolla, de ahí que para Hegel lo Infinito esté en movimiento: es <devenir>.
El Infinito como <Devenir>
En la época de Hegel la filosofía de Spinoza tuvo en Alemania una profunda penetración. También Spinoza hablaba de una Substancia infinita que lo comprendía todo en sí misma. Se podría, pues, pensar que el Infinito de Hegel no es, quizá, sino la Substancia de Spinoza.
Al contrario -dice Hegel-, hay que concebir la Substancia como algo vivo y en movimiento, como un proceso que se desarrolla; y que, además, se desarrolla por internas contradicciones. El Infinito, pues, no está dado desde el principio, sino que es el resultado final de un proceso. Lo cual supone introducir también en el Infinito el concepto de finalidad (contra el mecanicismo de Spinoza)
Hegel expresa todo esto diciendo que el Infinito es Sujeto o, también, Espíritu. Algo, pues, que no sólo se desarrolla y posee vida, sino que tiene como término de su devenir la plena autoconciencia de sí mismo.
El devenir de lo Infinito hace que surja la contradicción en su interior. En efecto, <devenir> es siempre devenir algo distinto (devenir <otro>) de lo que es en sí
(como pura esencia) Y eso <otro> sirve de <meditación> para que lo que hasta entonces sólo era <en sí>, pueda llegar a ser también <en sí y para sí>, tomando conciencia de sí
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mismo, convirtiéndose en autoconciencia. Así es como sujeto y objeto pueden llegar a coincidir plenamente.
El Infinito como <Razón>
El Todo, la realidad, no es sino el despliegue del espíritu. En consecuencia, el espíritu <pone> o crea la totalidad de la realidad. Tres consecuencias importantes que constituyen, quizá, los aspectos más característicos del hegelianismo:
<Todo lo racional es real; y todo lo real es racional>: lo real es plenamente racional desde el principio; la realidad y la racionalidad están en devenir: su plenitud y coincidencia sólo será el resultado final del proceso de la realidad.
El <deber ser> y el <ser> coinciden en cada momento del proceso, el cual es un proceso necesario (por ser racional)
La función de la filosofía no es adelantarse a la realidad, ni decir cómo debe ser el mundo, sino comprender la realidad, justificarla, <ponerse en paz con ella>. Esta intención hará aparecer a Hegel como filósofo <conservador> y será especialmente criticada por Marx.
Todavía Hegel emplea otro término para designar al Infinito: la Idea. El término está tomado, de Platón y Kant, pero con una significación distinta. La Idea no es algo <separado> de este mundo (Platón), ni un puro <ideal> (incognoscible y limitativo) de la razón (Kant) Es el Infinito en devenir, La Razón y el Espíritu. En Hegel, pues, Razón, Espíritu e Idea son términos sinónimos. Y los tres expresan la Totalidad infinita y real.
El Infinito como <conciliación de contrarios>
Hegel no quiso eliminar las contradicciones de la realidad, sino asumirlas y comprenderlas. Negar el dolor sería ignorar el mundo. La contradicción permite explicar el devenir y el movimiento. Por esta razón. Hegel formula una concepción dialéctica de la realidad, y en ella se inspira su propio método.
LA DIALÉCTICA
La dialéctica es en Hegel, simultáneamente, una concepción de la realidad (una <ontología>) y el método de la ciencia (una <lógica>) Ambos aspectos son inseparables. Todo proceso real es dialéctico; la razón, pues, debe proceder también dialécticamente.
La dialéctica como <ontología>
Como ontología, la dialéctica significa esto: una concepción de la realidad como un proceso circular -en tres <momentos>. Cuyo motor es la contradicción. Al ser lo Infinito una Totalidad, nada está aislado, sino que todo está en relación; pero precisamente en relación de oposición y no de identidad. Así es como el Todo se encuentra en movimiento y devenir.
Los tres <momentos> del proceso dialéctico son expresados con términos muy diversos, que corresponden a las expresiones de Fichte tesis-antítesis-síntesis:
Primer momento: Tesis. Posición. Estar <en sí>. LOGOS.
Segundo momento: Antítesis. Negación o Contradicción. Ser <para sí>. NATURALEZA.
Tercer momento: Síntesis. Negación de la negación. Ser <en y para sí>. EMPIRICO.
El paso de un <momento> a otro es del siguiente modo: lo que está <en sí> (en la inmediatez de estar en lo que <es>), sale de sí y se niega a sí mismo en lo <otro>. Se <aliena>, se escinde, se objetiva. El tercer momento es la reconciliación de los dos momentos anteriores. La antítesis no es suprimida, sino reconciliada, superada, llevada hacia adelante.
La dialéctica como <método>
La dialéctica, como método, consiste en descubrir y seguir racionalmente el movimiento de la Idea, de modo que la razón y la realidad expresen su verdadera coincidencia.
LA FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU
La Fenomenología muestra las etapas del recorrido del Espíritu universal -que se encuentra en la Humanidad- hasta llegar a la plena autoconciencia de sí mismo. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
son etapas ya recorridas;
son etapas necesarias;
el paso de una etapa a otra se realiza dialécticamente, es decir: en cada una de ellas el Espíritu experimenta una escisión y un desgarramiento que le obligan a dar el salto hacia la etapa siguiente.
La Fenomenología, por tanto, posee una estructura histórica, no es una exposición <sistemática> en el sentido clásico. Realmente, es la <Odisea> del Espíritu: su regreso trágico y doloroso a su verdadera <patria> después de un largo período de <extranjería> o <alienación> en lo otro. A partir de figuras de carácter histórico, cada una de las cuales refleja un momento de la historia de la Humanidad como comunidad política, religiosa o cultural.
Espíritu absoluto. Reencuentro definitivo del Espíritu consigo mismo a través de
el arte, la religión, y el saber absoluto o filosofía. El espíritu absoluto (última parte de la Fenomenología) a través del arte, la religión (que Hegel distingue de la <fe>) y la filosofía. Así se reconcilia el Espíritu consigo mismo y alcanza su unidad y libertad.
EL <SISTEMA> HEGELIANO
Lógica. La Idea en sí misma.
Filosofía de la Naturaleza. La Idea se hace extraña a sí misma en la Naturaleza.
Filosofía del Espíritu. La Idea vuelve sobre sí misma (autoconciencia)
Espíritu subjetivo
Espíritu objetivo
Espíritu absoluto:
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Arte (Absoluto en lo sensible)
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Religión (id. En la representación)
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Filosofía (id. En el concepto)
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La filosofía de la Historia
La Filosofía de la Historia es, pues, la culminación de la Filosofía del Derecho, e, incluso, de todo el sistema hegeliano.
La última parte del sistema -el Espíritu absoluto- expresa cómo el Espíritu infinito (Razón o Idea) llega a la autoconciencia de sí mismo y a su absoluta libertad a través del Arte, la Religión y la Filosofía. En el Arte se manifiesta mediante la intuición y la imagen, y Hegel hace ver que el Arte se ha desarrollado dialécticamente a través de tres formas históricas: arte simbólico, clásico, romántico (o cristiano) La Religión es la manifestación del Espíritu en el sentimiento y la representación, y sus formas históricas son la religión natural, religiones de la libertad, religiones de la individualidad espiritual y la religión absoluta. La Filosofía es la plena autoconciencia del Espíritu en el concepto, en el pensamiento puro y libre; Hegel parece haber pensado que su filosofía era la culminación de toda filosofía.
La Historia, pues, tiene un <sentido> y sólo puede comprenderse teológicamente desde el concepto de fin.
Así, en la Historia, finalidad, racionalidad, deber-ser y necesidad, coinciden. La historia discurre dialécticamente, y todo lo que sucede, sucede necesariamente. La Historia universal es el <juicio> o la justificación universal de todo acontecimiento. El fin inmanente es la auto manifestación o autoconciencia del Espíritu.
La Historia universal el despliegue de la conciencia de la libertad. Lo único que le interesa a la filosofía es el esplendor de la Idea que brilla y se refleja en la Historia universal.
Sólo los Estados tienen realmente historia, en cuanto son ellos los que encarnan, en su <Espíritu del pueblo>, el Espíritu universal. Hegel descubre la Historia universal como el dominio sucesivo del <mundo> y del <espíritu> oriental, griego, romano y -finalmente- germánico.
Ampliación (Resumen) Págs.229-230 Spinoza: Por Substancia entiendo aquello que es en sí y se concibe por sí: esto es, aquello cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. El concepto <substancia> es únicamente aplicable a Dios: Dios es la única substancia (conclusión implicada en el cartesianismo) La substancia no es concebida como <substrato> inerte, sino como causalidad y fuerza.
La Substancia, o Naturaleza, es, por tanto, activa y creadora.
Ampliación Alienación Pág.342: la alienación representa, en realidad, el segundo momento de la dialéctica hegeliana: el momento de la negación, la objetivación y el desgarramiento del <sí mismo>. Pero momento necesario si se quiere llegar a la autoconciencia, y si se quiere que el Espíritu se ponga en movimiento.
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Enviado por: | Nicolás De Canterbury |
Idioma: | castellano |
País: | España |