Geografía


Geografía urbana


TEMA 2: LA CIUDAD PREINDUSTRIAL

Los modelos de ciudad que se vean, serán ciudades occidentales o europeas.

Es un periodo muy dilatado, ya que se entiende que existe ciudad desde que hay excedentes agrícolas o ganaderos, las más inmediatas son las del “creciente fértil”, en el Próximo Oriente (Siria, Babilonia...). Desde este momento la ciudad se puede alimentar y se pueden intercambiar productos entre las ciudades.

Sistema de producción.

Va ligado a la tecnología y las fuentes de energía del momento que se basan en la fuerza humana o animal, y más tarde en la hidráulica (molinos o ruedas). El sistema de producción reinante es el artesanal, manufactura hecha a mano, pero el fundamento económico es el sector agro-silvo-pastoril (agricultura, selva-bosque, pastoreo), actividades como la explotación del campo, leña y recolección, pastoreo o pesca. Por lo tanto se trata de actividades primarias, complementadas con cierta minería (canteras), que entraría en este sector, y la actividad artesanal (transformación de materias primas en bienes y productos manufacturados).

Sistema de regulación.

Determinado, al menos en los últimos siglos de este periodo, por el control de los gremios, sobre todo en la artesanía. Cada oficio es rígido y jerárquicamente organizado, regulado y controlado por un gremio especializado (Real Gremio de los Paños de Alcoy). Se establecía una escala de categorías, desde aprendiz a maestro gremial, el propio gremio tenía el poder de excluir y todo el que no estaba afiliado a este no podía ejercer el oficio. Los gremios también se encargaban de controlar la calidad de sus productos y de sus empleados.

Sistema de distribución.

 en idioma asirio designaba el concepto de ciudad, es la mínima expresión de lo que inicialmente representaba una encrucijada de caminos.

Esto significa que muchas de las primeras ciudades nacen en función de la actividad de intercambio de productos, personas o excedentes. Las actividades comerciales son factores claves en las ciudades preindustriales, ya que las que se situaban entre los caminos se convertirían en las más vigorosas. (Vía Strata en la época de los romanos o el topónimo Llosa en el País Valenciano)

Muchas ciudades nacen como “ciudades-etapa”, puntos de parada, de estacionamiento o descanso a lo largo de las rutas. Ciudades que se sitúan en itinerarios muy transitados, que se van alineando a través de rutas.

Otra posición privilegiada son las encrucijadas entre caminos, se convierten en un punto importante de paso e intercambio y se crea una ciudad.

La posición entre dos regiones de economía complementaria y que sirve de puente e intercambio entre ambas, es otra forma de creación de ciudad. Son los denominados “puntos de ruptura de carga”; por ejemplo la ciudad de Viena era un puente entre los Alpes y el valle, hasta ella se llegaba por “caminos carreteros” y a partir de ahí había que utilizar “caminos de herradura”, lo que provocaba la construcción de fondas, posadas, cuadras...

Las ciudades portuarias, con radas y abrigos naturales (`Abras') que daban lugar a los puertos, provocaba la formación de un transpaís que soportaba la función de los puertos. Desde este punto las mercancías podían distribuir los productos que llegaban, evitando también obstáculos como cadenas montañosas. Es lo que se denomina “hinterland” o área de influencia terrestre de un puerto. Los puertos son los más claros ejemplos de “puntos de ruptura de carga”.

MODELOS DE CIUDAD - FORMAS DEL PLANO.

El más frecuente es el plano irregular, no obedece a ningún trazado preconcebido, es un origen y crecimiento de la ciudad absolutamente espontáneo. Este es el denominado plano orgánico, ya que se asemeja a un ser vivo.

Cuando este plano está perfectamente adaptado al relieve e impuesto por este, se habla de plano geomórfico, característico de las ciudades medievales, principalmente en la Baja Edad Media.

Plano concéntrico:

Se caracteriza por la existencia de un lugar central (plazas, hitos como castillos o catedrales) y del que parte el sistema viario a partir de los radios, estas calles radiales se van complementando con otras más o menos concéntricas.

A su vez en este tipo de ciudad se dan 2 modelos.

  • Orgánico concéntrico.

    • Se produce por el crecimiento de la ciudad, pero teniendo en cuenta barreras como las murallas. El primer sector parte del lugar central y las calles radiales desembocan en las puertas, al crecer los arrabales hay que construir una nueva muralla, desapareciendo la anterior y quedando en su lugar lo que se conoce como ronda o coso. Las calles se amplían hasta llegar a las nuevas puertas y así sucesivamente.

    • Otro modo es la ciudad montada sobre un cerro (`tossal') la radioconcentricidad viene determinada por la isohipsas, los radios tiene menos importancia (pendientes o escalinas), mientras que las calles concéntricas son las más relevantes.

    • Concéntrico planificado.

    • Típico de la época Renacentista y Barroca. Desde un punto central, aparecen calles concéntricas y radiales, son ciudades amuralladas con baluartes de defensa donde desembocan las calles, también lo hacen en los puntos intermedios de los mismos. (ejemplo la ciudad de Palmanova, cerca de Venecia.

      Plano lineal:

      Existencia de un camino o línea que ha determinado una morfología de crecimiento urbano muy particular, no planificado, casual, que es el inicio de la ciudad. Los alemanes lo conocen como “Strassedorf” (Strasse - calle y Dorf - pueblo). Ciudades en el Camino de Santiago como Burgos. Frente a este tipo de crecimiento, existe otro que es la ciudad lineal planificada, que se apoya en la importancia de las infraestructuras viarias y la necesidad de articular la ciudad según los medios (son ciudades del s. XIX).

      Plano regular en cuadrícula:

      Recibe el nombre de plano hipodámico (de Hippodamos de Mileto, “primer urbanista” conocido)

      Este plano se trasladará a Roma, se localizaba el campamento (Castrum), que en principio era temporal o itinerante, pero que acababa siendo convertido en ciudades o colonias romanas. También se le denomina plano ortogonal (ángulos rectos).

      Esta fórmula grecorromana fue abandonada durante la Alta Edad Media (s. XII), que prescinde de este tipo de plano regulado y aparecen los planos irregulares (ya vistos anteriormente).

      A partir del s. XI, durante el periodo cultural artístico del románico, se da un intento de vuelta a los orígenes romanos y resurgen los planos regulares. Dos son los focos donde se da el surgimiento de este modelo de plano:

      • En el sur de Francia, en la región de Aquitania, al sur de Burdeos (“ruta de las Bastidas”). Es una zona que está en la guerra secular entre las coronas de Inglaterra y Francia, siendo Aquitania una posesión inglesa.

      • El Midi francés en lugares como Languedoc o Provenza, donde se daba una inestabilidad bélica y social importante, por la herejía de los cátaros o albigenses.

      Toda esta inestabilidad hace que los condes y monarcas vayan creando nuevos asentamientos de tipo `bastidas', de inspiración grecorromana.

      Son ciudades fortificadas para la defensa y colonización, se trata de asentar elementos urbanos en zonas no urbanizadas anteriormente. Alguna bastida nació como puerto militar y estratégico como Aigües Mortes cerca del delta del Ródano.

      Desde ahí el fenómeno bastida penetrará en nuestra península por dos rutas:

      • Camino de Santiago, orlado por villas y ciudades de nueva creación (s. XII y principalmente s. XIII). En la actualidad, la gran mayoría de las ciudades del País Vasco son de este origen, ya que entonces era un lugar ruralizado y con poblamiento disperso, sin existencia de ciudades. Se crean ciudades de nueva planta, planificadas, como el caso de Vitoria - Gasteiz.

      • País Valenciano, durante la época de Jaume I y Jaume II, cuando se crea una red de bastidas para repoblarlas de cristianos, ya que se trataba de una zona sin interés para el resto de la península, por situarse en un extremo de la misma. Casos como Vila - real o Castelló de la Plana.

      Siguiendo con la difusión del plano en cuadrícula, durante el Renacimiento (Mediterráneo y Europa) aparecen pocas ciudades nuevas, pero si abundará este modelo en América, exportando desde España. Todas las ciudades respondían a un modelo de plano en cuadrícula, exportado principalmente a partir de la última bastida creada en España bajo el reinado de los Reyes Católicos. Casos como Santa Fe, que era un antiguo campamento que se incendió y se reconstruyó en piedra o el Puerto de Santa María en Cádiz.

      Durante el Barroco, tampoco se fundarían muchas ciudades, pero sí ciudades palatinas o palaciegas. El un modelo particular, con tres elementos clave en lo que respecta al palacio y uno a la ciudad en sí. La fachada se ha de magnificar y verse desde toda la ciudad, por lo que a partir de la plaza de armas (donde se celebran desfiles o reciben embajadores) se abren tres vías, es lo que se denomina Tridente; detrás del palacio se construyen jardines, caminos, masas arbóreas... En cuanto a la ciudad, se pone al servicio del Señor y se organiza de manera rectilínea entre las vías del Tridente.

      El plano en cuadrícula será adoptado en el s. XIX para los ensanches (Cerdà en Barcelona).

      TEMA 3: LA CIUDAD INDUSTRIAL. 1ª ETAPA.

      Periodo que incluye desde la Revolución Industrial hasta más o menos 1909 (Ford inventa la cadena de montaje) y 1914 (I Guerra Mundial), es decir, aproximadamente durante todo el s. XIX.

      Sistema de producción.

      Un gran paso adelante es la innovación tecnológica que se basa en las nuevas fuentes de energía (carbón, hulla y el vapor). Se da un gran impulso de la minería, extracción de carbones y, especialmente, la de hierro; junto con ello las lanzaderas del despegue industrial (take off) y productos emblemáticos son el textil y la siderurgia (hierro y acero). También se innova en los medios e instrumentos de producción, aparece la maquinaria, que sustituye al trabajo manual, lo que significa.

      • Producir más volumen.

      • Innovación de productos. Uno de gran presencia en los paisajes urbanos fue el vidrio, antes únicamente presente en algunas partes como las ventanas góticas, placas de vidrio engarzadas por tiras de plomo, y que ahora son grandes láminas de cristal de poco peso.

      • Desde el punto de vista espacial, la inserción de la maquinaria dentro de los edificios (contenedores arquitectónicos); son fábricas de componente vertical (en contraposición con las fordistas que son de componente horizontal). Las fábricas se concentran en puntos concretos, bien en las propias ciudades o en espacios nuevos, creándose así nuevas ciudades, hay una polarización del trabajo industrial que provoca un momento de gran proliferación de nuevas ciudades y máximo proceso de crecimiento urbano. Aparecen los denominados “Pays Noirs” y “Black Countries”, que son regiones dedicadas a la extracción de carbón.

      Se entra así en el denominado “Factory System”, que rompe con el sistema espacial de producción anterior (s. XVII - XVIII y principios s. XIX), que era un sistema de producción artesanal conocido como “Putting - out System”, es decir, los gremios dispersaban las fases de producción por los entornos rurales (Alcoy en el cardado e hilado de la lana). Ahora este trabajo se elimina y se introduce en las fábricas, y surgen así los movimientos “luditas” en Inglaterra, cuando el campesinado ataca a las fábricas y al nuevo enfoque industrial.

      Otra consecuencia es el éxodo rural y crecimiento en las zonas más urbanas, el campesinado busca en las ciudades nuevos trabajos. Los latifundistas cerraron sus fincas y las dedicaron a pastos (“enclosures”), lo que provoca que el campesinado se quede sin medios de subsistencia y aumente así dicho éxodo, a su vez favorecido por la eclosión de los tendidos ferroviarios.

      A partir de este momento las carreteras acusan esta situación y no pueden competir con el tren. Tan sólo un medio de transporte es capaz de hacerlo, son los barcos que circulaban por ríos navegables y canales; principalmente para el transporte de producto pesado. Este factor es importante sobre todo en zonas como Inglaterra o las cuencas mineras belgas o flamencas, que junto a la disponibilidad de carbón, disponían también de una amplia red de ríos y canales.

      La estación de ferrocarril comienza a tener importancia desde el punto de vista urbano, se construye dentro o junto a la ciudad, y esta al crecer la deja en una zona céntrica, generando a su alrededor zonas industriales.

      La revolución del transporte, también incluye a los puertos y estuarios, localizaciones idóneas para el crecimiento urbano e industrial.

      En el plano terrestre el perfeccionamiento de diligencias, correos, y los tranvías, primero tirados por caballos y luego por locomoción a vapor y eléctrica (a partir años 80) y creación del metro a partir de 1860 (Londres). Son progresos que influyen en el modo de concebir y hacer ciudad (Cerdà tras visitar Nimes, se quedó admirado con los ferrocarriles).

      Sistema de regulación.

      Presidido por el capitalismo industrial, el cual expandió la relación de la producción del capitalismo por el mundo, es la segunda oleada de globalización.

      Son las colonias de poblamiento en zonas templadas de América y Oceanía y las de explotación en las áreas tropicales, la extracción de materias primas y alimentos y la exportación manufacturera. Es el momento de la configuración y auge de compañías y sociedades capitalistas (mercantiles, ferroviarias o financieras), que median la relación metrópoli - colonia.

      Supuso el triunfo de una nueva clase social, la burguesía que será el protagonista del desarrollo industrial y del transporte, del comercio y las finanzas. Es el principal agente activo en los procesos urbanizadores, realizando pequeñas y grandes reformas urbanas o ensanches.

      Es una ruptura respecto al sistema social estamental (anteriormente la sociedad se dividía en clero, nobleza y clases populares), y ahora es la burguesía quien toma tanto el poder político como el poder económico. La iniciativa privada es la protagonista absoluta en busca del lucro y del negocio, lo que impide que exista regulación y acabar con los gremios que establecían las normas, así como con la intervención del estado; es el momento claro de Liberalismo que se da en la primera mitad del s. XIX. Esto trae cambios respecto a la idea de la propiedad, sobre todo la del suelo, que pasa a ser privada totalmente, sin frenos ni cortapisas, propiedad absoluta.

      Sistema de distribución.

      El “Factory System” multiplica el uso de las máquinas, por lo tanto hay que dar salida a los nuevos formatos y técnicas de venta.

      Paralelamente a la acentuación de la segregación social del proceso urbano, se da un mayor separación espacial de la actividad comercial. Retroceden los locales propios de la era preindustrial (en una misma planta coexistían el artesano que manufacturaba productos en la trastienda y, en la parte exterior de la planta se vendían dichos productos). También se da una separación entre un comercio más banal y corriente, a menudo tipo bazar, típico de los barrios obreros, y el comercio más especializado y dedicado sólo a una gama de productos, más selectos, que busca instalarse en los distritos burgueses (ensanches, gran vía...).

      En Inglaterra, hacia 1830, se da una operación de cirugía urbana en el centro de Londres, es la creación del eje Regent's Street (en honor a la regencia británica que promovió esta operación). Se planifica la planta baja para la actividad comercial de manera sistemática, desde el punto de vista arquitectónico, más diáfana y no muy dividida. Esto sucede en París, a mayor escala, a partir del 1850, cuando el Barón de Haussmann realiza una gran operación urbana y sistemáticamente aparecen en los bulevares y plazas estas plantas de orientación comercial.

      Asimismo surgen formatos comerciales que tendrían un gran desarrollo:

      • Aparición de los pasajes o galerías (“Arcades” en inglés), entre dos casas y que comunican dos calles públicas; es un espacio privado dedicado a tiendas o restaurantes y cubiertas a base de hierro y vidrio (materiales ligeros que permiten el paso del sol). Un ejemplo es el Pasaje Comercial Amérigo en Alicante, inaugurado en 1852.

      • Creación y expansión de mercados municipales o de abastos, que únicamente existían en grandes urbes. Un claro ejemplo es el Covent Garden en Londres, que se ha convertido en una zona con otro tipo de comercio, grandes superficies comerciales, ocio, espacios lúdicos.... Hoy en día forman parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad, se rehabilita manteniendo su arquitectura y, o bien funciona como mercado (Valencia o Alicante), o bien pasa a otros usos (actividades culturales), como el Mercado del Pescado de Madrid que se ha convertido en zona especializada en antigüedades.

      • Invención de almacenes por secciones (en torno a 1852), por parte de un comerciante parisino que tenía un establecimiento normal en la esquina de una calle (`Le Coin de Rue'), con una técnica de venta tradicional. Rompió con esto y creo el “Bon Marché”, que pasó de la técnica del mostrador a la de preselección o venta asistida (paso intermedio entre la primera y el Self - service). Son lugares típicos de la burguesía y locales donde se ofrece la moda.

      La cultura del almacén por secciones, se dividirá en dos categorías, los grandes almacenes y los almacenes populares, con menor surtido y para gente con menor poder adquisitivo.

      Otras novedades técnicas que se darían en este periodo son:

      • En 1881, un pastelero berlinés inventó la distribución por teléfono, gran novedad del momento.

      • En 1887, el propio “Bon Marché” idea de venta por catálogo, con 1500 artículos y con derecho a reclamar.

      Destacar que es el momento que se afirman los estados - naciones, auge del nacionalismo; se están construyendo los Imperios, y burguesía amplía las relaciones de intercambio internacional y transcontinental. Es por ello que se crea la Gran Exposición Universal, siendo la primera la de 1851 en Londres, para la que Paxton crea el recinto expositivo, que sería una gran obra arquitectónica con cubierta de hierro y cristal. Paxton ganó la propuesta ya que su construcción (“Cristal Palace”) no destrozaba el parque, en el que iba a ser situado el exposición, ni sus olmos. Dicho parque era un gran recinto natural cedido por la realeza, que se situaba en la ciudad y hoy en día queda permanente en plena urbe (“Hyde Park”).

      El Poblamiento, Proceso de urbanización. El Urbanismo.

      Un prototipo de gran crecimiento de ciudades son las ciudades mineras (“Company o Coke Towns”), son sociedades formadas por compañías mineras que, a su vez, fundaban el poblado, situaba servicios (cantina, tiendas...) y localizaban las ciudades para atraer y albergar a los nuevos trabajadores. El agua se canalizaba y se construían canales, también se construían ferrocarriles, vagones y vías para la extracción y transporte del carbón.

      Es una doble explotación de la ciudad, se daban bajos salarios a los trabajadores, mientras que el sistema de cantinas y tiendas era una segunda fuente de ingresos para las compañías que monopolizaban el comercio.

      En la mayoría de las grandes ciudades, y en alguna nueva, aparecen alrededor de las fábricas lo que se denomina “slums”, barrios obrero - industriales con viviendas de materiales baratos, pero cara de adquirir, habitats hacinados, viviendas insalubres y muchas veces compartida por varias familias. Estas condiciones dieron lugar a que una geógrafa francesa, Beaujeu - Garnier, las bautizase como “ciudades mortíferas”, donde se acumula gran número de mano de obra, con jornadas laborales que incluían a mujeres y niños. Por lo tanto, se puede decir que la riqueza europea se forjo de esta miserable manera.

      A esto se sumó Karl Marx y Friedrich Engels, propulsores del marxismo, que se basan en estos barrios o “slums” para sus críticas a la sociedad, centrándose en Manchester, que entre 1760 y 1800 duplica su población, hecho sin precedente. En 1830 llegó el ferrocarril, en 1850 la ciudad alcanzaba los 70000 habitantes y a finales de siglo censaba los 400.000.

      Con el paso del tiempo, fueron mitigándose estas condiciones. Por un lado por la propia burguesía advertida por las revoluciones que se sucedieron desde finales del s. XVIII y durante el s. XIX (Revolución Francesa, la de 1830, 1848 o la de Francia de 1870/1) y, por otro, por la acción de los sindicatos que aglutinan a las fuerzas obreras para cortar el abuso del capital.

      Asimismo, de forma minoritaria, hubo un sector de la burguesía que reaccionó por concienciación de la situación obrera. Uno de estos pioneros fue el británico Robert Owen (“Socialismo Utópico”, más reformista, frente al “Socialismo Científico” de Marx y Engels, más revolucionario), que propone la construcción de nuevas ciudades industriales, en contacto con el campo y la Naturaleza, donde el obrero pueda desarrollar un doble valor, vivir de modo más saludable en un régimen de vida más colectivo. Otro de los destacados fue Fourier, creador de los Falansterios, inspirado en las Falanges romanas y como símbolo de haz, unión y colectividad. Eran ciudades organizadas en torno a un gran patio central, rodeada de fábricas, residencias de los obreros y servicios (comedor colectivo).

      Estas propuestas fueron trasladadas a América, a finales del s. XIX - principios del s. XX, como el caso de Blasco Ibáñez que junto a un grupo de agricultores valencianos fundó una comuna de este tipo en Argentina.

      Las realizaciones urbanísticas vendrán inspiradas y construidas por la nueva clase social emergente, la burguesía realizaba una inversión en el espacio urbano y con ello ganaba dinero. Es el momento del despegue de la especulación del suelo urbano, pero en una burguesía ilustrada, “a favor de la sociedad”, pensando en el bien de la ciudad y sus ciudadanos.

      Se dan los grandes hitos en la transformación de las capitales, macrociudades heredadas del pasado, que notan los empujes de la industrialización y donde la burguesía incentiva reformas y soluciones a los problemas.

      Dos grandes ciudades fueron los estandartes del momento, París y Viena, pero se dio un precedente con anterioridad, de forma más parcial, que fue la urbanización de Regent's Street y Regent's Park; una cirugía urbana proyectada por John Nash, arquitecto, en 1813, y realizada entre 1820 - 30. Consistió, de una parte en acondicionar y adecuar Regent's Park (coto cedido por la burguesía), y, de otra, trazar una ancha avenida desde Park Square. Se construyó un crescent, acondicionando viviendas de cara al pequeño parque y construyendo una avenida que partía desde el mismo.

      Quien dio las órdenes, empujó el proyecto e hizo expropiaciones fue el Regente del reinado de la Reina Victoria, quedándose con la propiedad del suelo y edificios nuevos. Actualmente continúa siendo propiedad de la monarquía, y oficinas y comercios pagan un alquiler.

      Asimismo, por primera vez los bajos de los edificios estaban diseñados para albergar comercios y negocios, mientras que anteriormente se proyectaban los edificios sin pensar en esto, los bajos eran una vivienda más. Este elemento se copió sistemáticamente en París.

      PARÍS

      Las grandes reformas tuvieron lugar a partir de 1853 y se prolongaron durante 25 años. Napoleón III nombró Prefecto del Sena al Barón de Haussman, le encarga el urbanismo y le da carta blanca. Éste presenta su gran proyecto de reforma y lo vende con grandes argumentos:

      • Mayor gloria del Imperio Francés de modo absolutista.

      • Necesidad de higienizar, la salubridad frente a una ciudad congestionada e inhabitable del Medievo, callejones húmedos, casas obsoletas, poca luminosidad que favorecía la aparición de epidemias y aumento de la mortalidad.

      • Una ciudad funcional, con grandísimas densidades de tráfico (jinetes, carruajes, primeros tranvías) que congestionaban las vías urbanas. Se trata de abrir nuevas vías y ejes directrices que canalizaran el tráfico urbano, levantar edificios modernos y funcionales con capacidad para acoger a la burguesía y las funciones conectadas con su demanda (comercio de lujo, servicios como cafés restaurantes que eran lugares de debate, nuevas salas para el ocio). Una nueva funcionalidad que se acomodaba a la modernización.

      • Quizá uno de los más destacados fue el hecho de que Haussmann diseñó el trazado y anchura de los nuevos bulevares para poder acoger un determinado número de carros de combate, en ambas direcciones. Así poder acabar con el entresijo de calles que favorecían la creación de barricadas (todas las revoluciones a partir del s. XIX son urbanas, anteriormente se iniciaban en espacios rurales) y frenar la oposición del pueblo. Del mismo modo, se amplían calles y plazas y se destruye gran parte de la trama medieval. Este argumento fue uno de los que más tuvo en cuenta Napoleón III para aceptar el proyecto.

      Haussmann es un conservador en cuanto a los modelos arquitectónicos y urbanos, su plano, en estrella, se inspira en el Barroco, la ciudad palatina y buscando la perspectiva final, destacando los monumentos emblemáticos.

      Expropia los flancos de las avenidas y construye edificios destinados a la burguesía, sujetos a una normativa; en función de una homogeneidad se daban un mismo estilo de fachada y un mismo volumen. Los edificios eran catalogados como neoclásicos “a la francesa”, rematados por mansardas, el último piso se retrotrae respecto a la fachada y se remata con ventanas o buhardillas.

      La acción urbanística de Haussmann, no sólo se limita a una cirugía urbana (“desventramento”) de la ciudad medieval, sino que, junto con su ayudante (Alphand), diseña un sistema integral de verde urbano, gran red de parques, jardines y arbolados en los bulevares; para el desponjamiento y embellecimiento de la capital. Asimismo se dieron una serie de innovaciones en las infraestructuras, en los equipamientos y servicios urbanos, de las que incluso hoy en día vivimos de ellas.

      • Atención a las “vísceras” de la ciudad, al suelo; se realizó una red de canales y túneles subterráneos para la acogida de alcantarillado, tenida de aguas, redes de gas o iluminación pública.

      • Creación de un sistema coherente de iluminación pública, por primera vez, hecho de enorme trascendencia para alargar la vida parisina y para disminuir la inseguridad que provocaba las calles estrechas y escasa luz.

      • Sistema de aceras, hecho nuevo hasta el momento (sólo Roma o Pompeya). Era aceras anchas, bien pavimentadas por el interés de la ciudad moderna de disociar los dos tipos de comunicación enfrentados (sistema de tráfico rodado y sistema de tráfico peatonal)

      • Mobiliario urbano, Haussmann promovió la disposición de los quioscos y las llamada “torres de Morris” (postes donde se anuncian actividades, productos o servicios con carteles).

      • Bancos públicos o farolas.

      Estas innovaciones se difundieron rápidamente por el resto de Europa.

      VIENA.

      Su esquema urbano, a mediados del s. XIX, era de un casco medieval en el centro, rodeado por potentes cinturones de murallas con baluartes, que rodeaban toda la ciudad por el glacis, espacio donde hay prohibición total de construir, para evitar así la invasión casa por casa, siendo ésta la estrategia defensiva para frenar los ataques otomanos. Los arrabales quedaban más allá del glacis, así como las villas y palacios que buscaban los bosques.

      En los años 50 del s. XIX, reina Francisco José I, en la época en la que el Imperio Turco no implicaba peligro, sino que era el propio poder austrohúngaro quien invadía. Por esto, se elimina el cinturón defensivo en una acción de cirugía urbana, no sobre la ciudad que ya era un espacio construido.

      Fue una operación conocida como “Ring”, apareciendo una enorme ronda sobre la que gravitan varios tipos de uso del suelo. Una parte de este suelo, de propiedad pública, se vendió a la iniciativa privada, que construyó edificios para acoger a la burguesía y a la aristocracia. Con los fondos recaudados de la venta se constituyó un fondo para cubrir los costes de transformación del Ring, donde se dieron dos tipos de usos:

    • Construcción de numerosos edificios públicos y constitucionales, que actualmente forman parte de la zona más monumental de la ciudad. Su arquitectura responde a los gustos historicistas del momento, impuestos por Francisco José I, como el caso de la Nueva Catedral Neogótica, el Nuevo Parlamento u ópera en varios estilos.

    • El resto constituye un cuasianillo verde, que esponja un nuevo espacio urbano.

    • REFORMAS INTERIORES.

      Del plano geométrico y los planes de alineación (anteriores o coetáneos a los ensanches) a la Gran Vía (posterior a los ensanches).

      La burguesía de la Revolución Industrial promovió la remodelación, echando lo viejo y mejorándolo, al amparo de las ideas higienistas y nuevas exigencias de la movilidad urbana, del tráfico y las nuevas funciones. Durante el s. XIX y las primeras décadas del XX se van plasmando los planes de reforma interior, que, a su vez, se basaban en instrumentos técnicos de intervención sobre la ciudad, tales como planos geométricos y alineamiento; era una cirugía urbana más o menos contenidas y definidas. Esto se apoyó en leyes que ponían leves límites al “Sagrado Derecho de la Propiedad” que constituyó la burguesía en la Declaración de los Derechos Humanos (“la propiedad es intocable”). Era la época en que las ideas comunistas comenzaban a aflorar, y la burguesía pretendía de este modo seguir con el control.

      La primera ley, en España, fue la Ley de Expropiación Forzosa en 1836, que sólo autorizaba a expropiar aquellos terrenos que iban a ser dedicados a espacio público urbano (plazas, jardines...).

      La segunda, en 1879, permitía la expropiación de dos bandas paralelas de suelo y hacer nuevos edificios, de una máxima anchura de 20 m. Eran leyes para la construcción y ejecución de las Grandes Vías, una de las primeras fue aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona en 1881 (actualmente la Vía Laietana).

      Planos geométricos.

      Fue un instrumento técnico con capacidad de regulación global y genérica sobre la ciudad preexistente. Hasta el momento, mitad del s. XIX, los ayuntamientos sólo podían disponer de las ordenanzas sobre las alineaciones de calles y plazas específicas. Sin embargo, en 1846 el Estado asume y dicta disposiciones para el levantamiento de los planos geométricos de grandes poblaciones, y en 1848 se obliga a las capitales de provincia y finalmente, en 1859, a los pueblos con más de 8000 habitantes.

      En plano geométrico incluía la realidad urbana preexistente, pero también el nuevo espacio proyectado fuera del casco urbano. En intramuros se contemplaba la operación de tejidos preexistentes, en forma de apertura de calles.

      Planes de alineación.

      Se dispusieron porque los planos geométricos, salvo en grandes ciudades con economía boyante, no se llevaban a la práctica o no se cumplía la ley por ser proyectos muy ambiciosos. En 1853 se publican unas bases sobre la alineación de calles, a principio con aplicación en Madrid, pero con trascendencia general. Se interviene, también, en cascos preexistentes, especificándose la anchura de las calles, por la movilidad o higiene, trazados rectos, geometrización de las manzanas, se busca racionalizar el viario urbano. Se trataba de esponjar la ciudad, abrir calles más anchas y plazas, aprovechando, en muchos casos, las desamortizaciones eclesiásticas.

      Hicieron que las ciudades del pasado experimentaran, durante la segunda mitad del s. XIX y principios del XX, considerables modificaciones como retranqueos o aperturas de callejones sin salida.

      Gran Vía.

      En su inmensa mayoría son realizadas en el s. XX, como herencia del urbanismo de Haussmann. Supuso unir la ciudad histórica con la ciudad extramuros, con los ensanches, basándose en una idea de centralidad. Como no es funcional, hay que dotar al caso histórico de mayor actividad para que pueda competir con las avenidas y bulevares de los ensanches. Por otro lado, es una zona de mayor higienidad y salubridad donde se dotaba a la burguesía de nuevos edificios, así como aumentar la centralidad de las ciudades.

      Para cumplir los objetivos de la Gran Vía, se concentra como una arteria viaria con una anchura de unos 15 - 20 m., rectilínea o formando una línea quebrada de ángulos modestos, que saja la ciudad histórica, marcando los contrastes viarios. A estas Grandes Vías, acudieron las actividades más especializadas, las bancas, las sedes de principales empresas, los teatros, cines o el comercio de lujo.

      Hubo retraso en la ejecución de los planes de Gran Vía, como en Valencia, que se demoraban o quedaban en ensanche de calles. Tardíamente uno de ellos se acometió tras la Guerra Civil, popularmente conocido como la Avenida del Oeste. Sin embargo, la mentalidad urbanística en 1960 había cambiado, respetando el legado histórico; por lo que está inacabada.

      ENSANCHE.

      Forma parte del urbanismo de la burguesía, conociéndose con este término en España, mientras que en Europa se conoce de otra manera. Destaca el ensanche de Idelfons Cerdà en Barcelona, una ciudad proyectada constantemente en el aspecto urbanístico.

      Se trata de definir una ciudad nueva hecha por y para la burguesía, yuxtapuesta junto con la ciudad antigua, construidos en zonas no urbanizadas de la ciudad (extramuros). El ensanche termina con un viejo modelo de ciudad preindustrial “cerrada” y pasa a un nuevo paradigma de ciudad “abierta”. Al no haber murallas, el sistema defensivo se basa en cuarteles, muchos de los cuales ocupaban antiguos conventos desamortizados.

      A finales del s. XVIII se dan unos precedente o factores en forma de medidas para mejorar las malas condiciones que la ciudad industrial había dejado en las ciudades (hacinamiento o poca higiene) y que explican la necesidad de los ensanches.

      La Real Pragmática de 1787, que promulgaba cambiar la ubicación de los cementerios de intramuros, junto a los conventos, por razones de higiene pública y salubridad; se trata de civilizar los enterramientos. De este modo, quedaron espacios de suelo vacantes que suponía, a su vez, un esponjamiento urbano. Esta orden se repite durante las primeras décadas del s. XIX en municipios reticentes por falta de fondos.

      Las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos, a partir de 1836, pondrán en manos de los ayuntamientos, la burguesía o aristocracia la subasta de bienes de la Iglesia, muchos de ellos espacios interurbanos. Se hace uso de estos con diversas utilidades, lo que supone un esponjamiento de la ciudad tradicional, crecimiento, apertura de calles o plazas, construcción de edificios públicos o nuevas viviendas o adaptación de conventos en ayuntamientos, equipamientos urbanos, escuelas o mercados.

      Debido a la urbanización en la industrialización (s. XIX) se da una congestión, básicamente horizontal, de la ciudad. Ahora se construye en altura y se “hiperaprovecha” cualquier espacio vacío, únicamente dejando un pequeño patio interior para ventilar y entrada de la luz. Esto significa que los ensanches suponían un rechazo de la ciudad anterior.

      Se produce un derribo sistemático de murallas durante casi un siglo, desde la de Burgos (1831) hasta la de Pamplona (1920).

      En 1842 se establece la libertad de alquileres, lo que despierta un mayor interior de la burguesía por revalorizar tierras y solares para construir viviendas

      El primer plan ensanche data de 1859, se proyecta para Barcelona y su autor es Idelfons Cerdà, asentando las bases de la primera ciudad; poco después se plantea el ensanche de Madrid (de Castro).

      Los ensanches surgen con determinadas características básicas:

      • Es una ciudad mesocrática, para la clase media, que significa un éxodo, en muchas ciudades, de la burguesía, desde el casco histórico a los ensanches, la nueva ciudad. Se da una bipolaridad, el casco histórico para clases más populares y el ensanche para las más altas.

      Esto produce una fuerte segregación social, dos bloques sociales en distintos espacios, comienza un mayor proceso de degradación social y funcional en el casco histórico de las ciudades en detrimento de los ensanches.

      • El ensanche surge por un conjunto global, de conjunto, acompañado por un plano, por normas de edificación y, en algunas ocasiones, previendo equipamientos.

      • Es una mezcla de iniciativas públicas y privadas.

      En todo ensanche se distinguen tres etapas:

    • Un proyecto en el que interviene la iniciativa pública. El Ayuntamiento saca el plan del ensanche a concurso y junto con la Administración Central aprueba el más conveniente.

    • Ejecución de las obras de urbanización e infraestructuras; corresponde al Ayuntamiento correr con los gastos (ayudas estatales).

    • Edificación que asume la iniciativa privada, para obtener beneficios, ya que la burguesía se enriquece con estas actividades. Una de las grandes fuentes de riqueza para las familias burguesas es la especulación de terrenos y la construcción en la época del ensanche.

    • Objetivos del ensanche:

      • Dotar a la población de nuevas viviendas.

      • Diseñar una ciudad de baja densidad, espaciosa, con higiene y calidad de vida

      • Preocupación por la movilidad urbana y el tráfico. Se basa en un modelo ortogonal, de calles más anchas, donde se introducen una serie de novedades para facilitar la circulación:

      • Chaflanes; cada intersección se convierte en una pequeña plaza con mayor visibilidad, que desaloja el tráfico.

      • Jerarquización del viario e introducción de una vía más ancha.

      • Diagonal; calle que cruza en ángulo la trama, no adecuándose a la misma.

      • Conexión interurbana, se trata de lograr una buena conexión con la estación de ferrocarril, que pasa a ser la “puerta” de la ciudad (el visitante es lo primero que ve). Por ello se cuida el diseño de las estaciones y se conecta mediante una vía del ensanche. Se busca optimizar la nueva ciudad y el casco antiguo.

      TEMA 4: LA CIUDAD INDUSTRIAL. 2ª ETAPA. (De 1910/14 a 1945/50).

      Si en el s. XVII la gran innovadora fue Inglaterra con la Revolución Industrial, en esta época será EE.UU. La primera fecha referente es en torno a 1909 / 10, cuando Henry Ford instala su cadena de montaje para el lanzamiento del modelo “T” de Ford, primer modelo con este revolucionario sistema.

      Este hito supone dar el primer gran paso hacia la “Sociedad de Consumo”, gran parte de la población estadounidense entraría en esta sociedad.

      Energía ligada a la producción.

      A principios del s. XX, el acontecimiento crucial fue el despegue de una nueva fuente de energía como el petróleo (combustible fósil líquido). Contribuyó a alterar sustancialmente los procesos económicos, urbanos o industriales, contribuyó también al carácter puramente americano y al nacimiento de los grandes imperios económicos, los denominados Trust o Cárteles (multinacionales).

      Se descubren grandes campos petrolíferos en Texas o en California (Texaco, Gulf o Esso) y mediante una agresiva promoción, era un producto totalmente desconocido, se dio una triple convergencia de intereses. Las partes beneficiadas eran los extractores y distribuidores de petróleo, los fabricantes de automóviles y las grandes empresas de obras públicas e inmobiliarias. Se crea un “Highway Lobby”, un grupo de presión cuyo principal objetivo era presionar a los gobiernos para la construcción de infraestructuras viarias (autovías, carreteras o grandes autopistas), promover el uso de vehículos a motor y el beneficio económico.

      Se dio un notable disparo en el consumo del petróleo en EE.UU., de 6 millones de barriles en 1900 a 100 millones en 1910 y alcanzando los 300 en 1920. La demanda de energía fue importante para los dos mercados del momento, carbón y petróleo, pero éste último obtenía mayores ganancias gracias al ferrocarril, que pasó de las locomotoras a carbón a las locomotoras a fuel. Este nuevo elemento también penetró en los altos hornos, en la industria textil, en la calefacción de los hogares y se benefició de la expansión del parque automovilístico. Por lo que paso a convertirse en el “oro negro”.

      Desplaza al carbón porque era más barato:

      • Tenía mayor facilidad de ser transportado, más eficaz y barato, mediante oleoductos (“pipe - lines”) y buques cisterna, mientras que el carbón recurría a trenes.

      • Gran eficacia en la organización del proceso, desde la extracción hasta la distribución, pasando por el refinado.

      La expansión del petróleo se dio, en gran medida, por la concentración del negocio de uno de los personajes más destacados, John Rockfeller, que creó una enorme imperio llamado Standard Oil Company. Empleó en método de Dumping (vender a coste menor que el de producción), para arruinar a sus competidores, ya que tenía un gran poderío económico, llevándolo a casi monopolizar el mercado.

      En 1911 el gobierno de EE.UU. impulsó que se votara en el Parlamento la primera ley “anti - trust”, fue la ley Sherman para acabar con el monopolio de Rockfeller, lo que le obligó a fragmentar su empresa. De esta segregación surgieron varias empresas, entre ellas Esso, Mobil y Standard Oil of California, que junto con Texaco y Gulf y otras no americanas como la Shell (Holanda) y BP (Inglaterra), fueron conocidas como las “Seven Sisters”. Éstas llegaron a un acuerdo en 1930 que institucionalizó un cártel integrado por pactos entre las empresas.

      La otra innovación fue la electricidad, una forma de energía, que se puede crear a partir de dos fuentes cinéticas, como el agua o el viento y también a partir de la combustión del carbón o el fuel.

      Los progresos de la energía fueron firmes a partir de 1880 y sus aplicaciones se multiplicaron, apareciendo en el transporte en los tranvías eléctricos. Se crea una nueva industria de bienes y productos desconocidos, como el caso de los electrodomésticos vinculados a este tipo de energía; que hacen de los hogares una nueva unidad de consumo. La producción de electrodomésticos también se sumó al sistema de cadena de montaje, lo que supuso una estandarización y abaratamiento.

      Tecnología y sistema de producción.

      Comienza el sistema fordista, con el automóvil y los electrodomésticos, que coexistió con los sistemas del Factory System de industrias tradicionales que se sumaron, en parte, al nuevo sistema.

      Ford instaló este nuevo sistema en las fábricas de Detroit, sistema iniciado teóricamente por Taylor, que explicó que todo proceso factible de producción debería segmentarse en diferentes áreas o fases productivas, logrando así la mayor especialización y eficacia en cada una de ellas. Ford acogió la idea, pero uniendo las distintas partes de cada fase, ideando la cadena de montaje; se trata de obreros autómatas completamente especializados en una pequeña acción. Las fábricas fordistas tendrán una disposición horizontal, ocupando mucho terreno para establecer los procesos y fases, formado así la cadena de montaje. Este hecho es un hito fundamental en la historia urbana.

      Sistema de distribución.

      El comercio había sido tradicional, hasta la aparición de las grandes superficies comerciales las actividades eran inerciales, no cambiaban. En esta etapa surgen novedades, es el comienzo de una tendencia hacia la concentración de las empresas de distribución, son los “chains stores” o almacenes en cadena; concentración empresarial donde las ingentes demandas de comercio permite fijar precios sin competencia y arrasar en el mercado.

      Se dan avances en los métodos de venta, aparece la figura del viajante de comercio, que visita a los mayoristas y minoristas desde la fábrica para encajar los productos. Aparecen nuevas técnicas de marketing, con un gran despliegue como elemento clave para forzar las ventas. La publicidad en 1939 consumía más de la mitad de la industria de las artes gráficas y cubría entre el 50 y el 75% de las páginas de prensa o espacios de radio. El cambio más radical fue el de los sistemas de venta a crédito y a plazos, con apogeo a partir de 1945, que provocaba un aumento en el consumo, incluso antes de tener el dinero.

      Algunos hitos importantes se dieron durante este periodo. En 1910 la General Motors (USA) crea la primera versión de una franquicia, es el concesionario de automóviles. En 1916, en Memphis, se crea una nueva figura de formato de venta, el supermercado, y a partir de ahí las grandes cadenas de supermercados, así como se introduce una nueva técnica de venta, que es el Self- Service, con dos aspectos a destacar:

      • Satisfacción para el comerciante, que ahorra espacio, sirviéndole de almacén.

      • El consumidor realiza la faena del dependiente.

      Estos nuevos formatos de consumo quedaron acantonadas en EE.UU., en Europa se comenzaron a dar a partir de los años 50 - 60, mientras que en España bien entrados los 60.

      En 1923 se abre el Country Club Plaza, en Kansas City, el primer “mall” o centro comercial planificado. Son estructuras suburbanas, que necesitan mucho suelo, mucho espacio, por lo que se localizan fuera de las ciudades, más accesibles gracias a los automóviles. Son centros abiertos, conjuntos de edificios alrededor de una plaza.

      El fenómeno de los “mall” tuvo su apogeo a partir del año 45, en el fordismo.

      Sistema de regulación.

      Respecto a la fase anterior, de liberalismo fuerte en lo económico, ahora se van introduciendo tímidamente medidas regularizadoras de intervención en la economía desde el poder. Destacando algunos hitos, precedentes que tuvieron su despegue final en el fordismo.

      • A finales del s. XIX se asienta en Alemania con el canciller Von Bismarck, que inició un sistema estatal de protección a la clase trabajadora, un origen de la Seguridad Social

      • En EE.UU., el presidente F. D. Roosevelt se vio obligado, por la crisis financiera y económica tras el Crack del 29 que provocó una importante depresión en América del Norte durante los años 30, a plantear en programa New Deal (nuevo trato con la sociedad americana). Se inspiró en las teorías de Keynes, que afirmaba que la mejor manera de evitar las crisis cíclicas que afectaban a la economía americanas, era con la intervención del Estado. De hecho este fue uno de los factores clave para la recuperación.

      Propuso que el Estado asumiera el papel de creador de empleo, directamente a través de obras públicas o de ayuntamientos, o indirectamente a través del dirigismo. También que hubiera una aumento en la protección social.

      Este proyecto tuvo su apogeo tras 1945, cuando las democracias europeas, en vista del empuje del comunismo, adoptó estas teorías.

      Fue un plan ejemplar, ejecutado y proyectado por la Tennessee Valley Authority (TVA), que determinó la ordenación y planificación del territorio en toda cuenca hidrográfica, regulación de los cursos fluviales mediante un sistema de presas y pantanos, obras públicas. Lo que se pretendía era evitar riadas y desbordamientos, que hubiera agua para los ríos y producción de energía hidroeléctrica para atraes industrias. Así se crearían nuevos pueblos, asentamientos para albergar a la mano de obra y nuevas actividades que realizar.

      MODELO URBANO.

      Las acciones urbanísticas supusieron la culminación a los proyectos de finales del s. XIX y primera parte del XX, mientras que durante esta etapa se sientan las bases de lo que, en pleno fordismo, explotará como urbanismo del movimiento moderno o urbanismo y arquitectura, de un modo racionalista y funcionalista.

      A finales del s. XIX aparecen dos importantes innovaciones, la ciudad lineal y la ciudad jardín.

      La Ciudad Lineal.

      Es una aportación del madrileño Arturo Soria y Mata, que en 1882 propone su ciudad lineal. En esta propuesta incorpora las preocupaciones higienistas, se preocupaba por el problema de la congestión de las ciudades heredadas (hacinamiento) e incorporaba también la preocupación, muy especial, del transporte y las comunicaciones.

      Su proyecto está caracterizado por la linealidad de las infraestructuras básicas de transporte, que debían articular el tejido urbano. La percepción del problema de Soria es anterior al automóvil, por lo que estaba pensado en función del ferrocarril y el tranvía.

      Concibe la ciudad lineal como una larga franja urbanizada, cuyo eje principal es una larga avenida de unos 500 m. de anchura, por la cual discurría el tranvía y los otros medios de transporte; simultáneamente servía de asiento para los equipamientos y servicios urbanos (conducción de aguas, red de alcantarillado, iluminación, etc). A lo largo de esta gran franja lineal y a intervalos regulares, cerca de las estaciones y apeaderos, se localizaban los principales servicios colectivos como hospitales, escuelas, iglesias u organismos de la Administración. A un lado y a otro de la avenida se disponía de una doble banda de edificación residencial, pero de baja densidad, de apuntaba a las casas unifamiliares, con jardín o patio interior. Soria tenía un lema “para cada familia una casa y en cada casa un jardín”.

      Se pretende adecuar lógicamente el urbanismo a los nuevos medios de transporte, veloces y masivos, producto de la Revolución Industrial, y también se perseguía una descongestión de las ciudades compactas y tradicionales, de modo que la ciudad entraría a interactuar con el campo y la Naturaleza.

      Arturo Soria y Mata intentó llevar a la práctica su propósito, creando una compañía por acciones, la Compañía Madrileña de Construcción, con el fin de construir en la periferia de Madrid una circunferencia lineal que circunvalase la capital. El proyecto quedó frustrado, pero se llegó a construir a 7 Km. del centro de la ciudad una avenida de 5'2 Km, que se extendía desde la carretera de Aragón hasta el Pilar de Chamartín (hoy en día es el barrio “ciudad lineal”). Tras esto no hubo viabilidad económica y el proyecto se paró.

      Actualmente esta ciudad ha quedado absorbida por la expansión de Madrid, hasta el punto que ha quedado relativamente céntrica, lo que ha supuesto un gran incremento en el valor del suelo, demoliendo las viviendas unifamiliares construidas por Soria a principios del s. XX, y edificando bloques en altura.

      De este modo, no se respetó un hito del urbanismo, a pesar de no tener una amplia repercusión, si hubo actuaciones de tipo lineal, sobre todo por urbanistas soviéticos. Uno de ellos fue Milyutin en ciudades como Volvogrado, donde supone un barrio en las afueras, y en Magnitogorsk, una ciudad creada bajo este modelo. Cuando el Soviet toma el poder en Rusia, se dio una enorme polémica entre cambiar el urbanismo o continuar con un sistema concentrado, herencia del capitalismo. Se opta por un modelo “desurbanista” durante los primeros años de la Revolución Rusa, tomando como referencia la ciudad lineal, tratando de modernizar las condiciones de vida en los asentamientos rurales, concentrando a la población en espacios con servicios y acomodados a las necesidades del s. XX (luz o agua). De este modo se crean nuevas ciudades (Agrogorod en ruso).

      Asimismo en Suecia con Sven Dahl o el mismo Le Corbusier adoptaron el concepto de linealidad.

      Arturo Soria y Mata fue más lejos, y concibió un plan megalómano que según estas tramas se deberían unir las grandes ciudades preexistentes.

      La Ciudad Jardín. (“City Garden”)

      En Inglaterra siempre había habido una tradición por la cual un ciudadano prefería un hábitat unifamiliar (Cottage). A ella se acogió Ebenezer Howard, que publicó, por primera vez en 1898 y que después reeditó en 1910, una obra que tituló “Cities of Tomorrow”.

      El punto de partida de Howard es el rechazo de la ciudad industrial, siendo consciente también del abandono del campo británico tras los dos siglos de éxodo rural. Para él la contradicción ciudad - campo debía eliminarse, ambas debían integrarse para formar una nueva civilización y llegó a concebir una estructura de nuevas ciudades a escala regional, vinculadas entre sí por el ferrocarril. Estas ciudades responderían a dos tamaños, las mayores con un tope de 52000 habitantes y las menores de 32000, éstas últimas serían la mayoría.

      Cada núcleo compartiría una superficie de 2400 ha., 400 de las cuales serían ciudad y las 2000 ha. restantes serían agrícolas y ganaderas. Cuando hubiera presión demográfica no se contempla que la ciudad crezca, sino que se cree una nueva ciudad del mismo modelo. Estas ciudades se proyectaron con un estilo de vida más saludable, con más trabajo, con abundantes zonas verdes, se favorecerían las relaciones sociales y se proponía que el suelo fuese propiedad pública o de tenencia comunitaria.

      El plano de la ciudad jardín es radioconcéntrico, en donde se ubica un gran parque central, foco desde el cual parten 6 vías radiales. Este parque está rodeado por los edificios públicos, ayuntamientos y servicios que forman un primer anillo de servicios. En el segundo anillo se ubica el comercio, denominado por Howard como el “Christal Palace”. En sucesivos anillos exteriores aparecen 5500 parcelas de 240 m2, cada una para la construcción de viviendas unifamiliares, lo que supone que la densidad de población sea de 175 hab. / ha.

      En cuanto a los ejes radiales se ubicaban los servicios más primarios como escuelas o capillas. En la corteza exterior, en contacto con el campo, se localizaban las industrias y fábricas para no molestar y el último anillo sería agrícola para el abastecimiento de la ciudad.

      Es un modelo de vida de pequeña burguesa, en rechazo o huída a la ciudad industrial, más aún por el hecho que esta solución excluía al proletariado. La creación real estuvo a cargo de grupos de pequeños inversionistas que adelantaban capital para adquirir los terrenos, lejos de las grandes ciudades, y donde se construían las infraestructuras básicas. Este capital era amortizado luego con la venta de las parcelas y las tasas sobre las actividades desarrolladas (comercio o industria) a modo de impuestos.

      La ubicación rural era posible gracias al ferrocarril, próximo a estos terrenos.

      La teoría de Howard fue llevada a la práctica para la creación de ciudades como Letchworthy en 1903 y de Welwyn en 1920. En ellas había un predominio de áreas verdes, separación entre las vías primarias y secundarias, aislamiento de viviendas unifamiliares y una disociación entre los usos del suelo (zonificación).

      Lo más importantes fue que la idea de las ciudades jardín pasó inspirar la creación de multitud de suburbios y urbanizaciones periféricas adosadas a las ciudades existentes. No se trata de ciudades completas, sino de barrios.

      Este ha sido el modo de expansión básica de las ciudades anglosajonas (EE.UU., Inglaterra, Australia o Sudáfrica)

      El otro campo de influencia se expresará en las realizaciones urbanísticas que tendrán lugar en Inglaterra a partir de la II Guerra Mundial, se trata de las “New Towns”, con precedentes en EE.UU. (Dadburn).

      Aparecen tras el Acta Parlamentaria británica de 1943, es la “ley Abercombrie” que pretende sistematizar la descongestión de las grandes ciudades británicas, empezando por Londres y siguiendo en otras como Manchester o Glasgow

      El modelo de descongestión inspiró a otras grandes ciudades europeas, desde Moscú hasta ciudades holandesas, para dejar de crecer desorbitadamente, poniendo límites.

      La Historia de la penetración de las ciudades jardín en España comenzó en las primeras décadas del s. XX; un ejemplo es el lema de Cerdà, “urbanizar el campo y ruralizar la ciudad, algo parecido fue propuesto por Soria. En 1900 las relaciones del País Vasco con Gran Bretaña favorecieron que Bilbao fuera la primera en acoger las ideas de Howard, no en ciudades sino en barrios como Algorta, Neguri o Las Arenas.

      TEMA 5: LA CIUDAD FORDISTA, 1945 - 1973 / 75.

      Se trata de una época de producción gigantesca y masificada, “todo va a ser grande”, en un momento con una sociedad de consumo de masas, de grandes superficies y de ciudades macrogigantes (grandes metrópolis). La manzana será en Open planning en altura.

      Sistema de producción.

      Se da el apogeo del sistema ideado por Taylor, fragmentar la producción en fases para lograr la máxima productividad) y Ford en 1909 aplicaría a sus fábricas por primera vez, ideando de este modo la cadena de montaje. El lugar donde se localiza esta división interna se conoce como “la gran fábrica fordista”, de dimensión básicamente horizontal, que requiere mucho terreno y que busca el suelo extenso y barato fuera de la ciudad, bien comunicado y accesible (es la época de los automóviles). Las fábricas buscan los suburbios y las periferias de las metrópoli, apareciendo así la figura de los polígonos industriales (algo propio del “zoning”).

      Durante el fordismo se acelera y se culmina la deslocalización de la industria, propiciada por la propia desurbanización de las ciudades, apareciendo extensas áreas suburbanas, muy típicas del poblamiento del fordismo. Por este motivo es la época también del auge de los medios de transporte y del progreso de las grandes infraestructuras de la comunicación. Esta periferización influye asimismo en la distribución comercial, que nace ahora como forma de asentamiento en la periferia.

      Esta fase coincide con el mayor porcentaje de ejecución de trabajo industrial dentro de la fábrica, lo que no excluye a que determinadas tareas o áreas geográficas se desarrollen en espacios más amplios y locales. Un ejemplo es la Terza Italia, entre la Lombarda y el Mezzogiorno, que se industrializó a partir de una industria más local gracias a recursos endógenos; o incluso el Valle del Vinalopó. Esto se conoce como Putting - out system.

      El fordismo conoció el mayor porcentaje de trabajadores fijos y permanentes, acogidos, en su mayoría, a los sistemas.

      Sistema de regulación.

      Es la época del llamado “Capitalismo Monopolista”, con un centro en EE.UU., un cortejo en Europa occidental, Japón, Canadá o Australia y una periferia en los países del Tercer Mundo.

      En los flujos de mercancía rige un intercambio desigual entre las relaciones centro - periferia; del Tercer Mundo se sustrae la energía, las materias primas o los alimentos y llegan productos manufacturados o maquinaria.

      Los antecedentes de este sistema se dan en la Alemania de Bismarck o Keynes.

      El Estado se convierte a partir de 1945 en la primera gran empresa, destacando principalmente por el hecho de suministrar empleo y ofrecer trabajo; la Administración y la burocracia se acrecientan y el Estado interviene en la producción (actualmente se produce todo lo contrario, se tiende a la privatización).

      En Europa se dio de un modo destacado, ya que había una socialdemocracia general que temía la llegada del creciente comunismo del momento, por lo tanto era una forma de contrapesar este movimiento, mientras que en EE.UU. de una manera menos desarrollada.

      El Estado consolida una gran pilar para sostener el sistema capitalista - fordista, es el llamado Welfare State o Estado de Bienestar. El Estado “protector” o “paraguas” que intenta suavizar los desequilibrios sociales que suponía el sistema de liberalismo capitalista, es decir un reparto de riquezas, pero de un modo reformista, no revolucionista. Pero realmente está apuntalando el sistema, para que no se caiga.

      El Estado costea gratuitamente o subvenciona una amplia gama de servicios públicos colectivos en campos trascendentales como la sanidad, educación (pilares que hoy en día también están en crisis) o el transporte colectivo. Se generaliza un sistema directo de protección social que engloba desde los subsidios de paro hasta las pensiones o jubilaciones. Gracias a este Welfare State la masiva producción fordista podrá encontrar más fácilmente salida al mercado, podrá ser consumido, potenciando así la sociedad de consumo.

      Al tener las necesidades básicas cubiertas provoca un gran excedente de capitales que antaño estaban guardados (la sociedad ahorraba dinero para el futuro porque no existía este sistema) y que ahora se pueden gastar.

      Por lo tanto todas estas acciones del Estado tratan de apoyar al sistema capitalista - fordista para luchar contra el comunismo.

      El otro gran pilar es el sistema de crédito, se da una reorganización del sistema bancario para dar créditos a la población que, junto con el hecho de no tener la necesidad de ahorrar, originan una sociedad de consumo.

      Sistema de distribución.

      Las grandes innovaciones en el campo del comercio se orientan hacia la creación y consolidación de un sistema de gran distribución, todo se hace en gran medida, que gana terreno al comercio tradicional típico de las épocas anteriores.

      La gran distribución se hace necesaria para corresponderse con la masiva producción de la época fordista, se trata de dar salida a ese gran volumen de mercancías. Se inventan nuevas técnicas y formatos de distribución:

    • Nuevas técnicas de venta:

      • La técnica del Self - Service ya se había inventado en 1916, pero fue olvidada, es en esta época cuando se recupera y cuaja con éxito en 1937 en EE.UU., pasando a Francia y a Europa durante este periodo.

      • Paralelamente se da el proceso de concentración financiera y empresarial de la producción; una, cada vez mayor, cuota de mercado va a ser absorbida por las grandes empresas poseedoras de un gran número de establecimientos (sucursales). El resultado es la cadena comercial (Chain Stores). Una familia de éxito son las cadenas franquiciadas, donde una sociedad prestigia una marca, la explota y cede su concesión a los franquiciados.

      • Sigue funcionando el comercio tradicional, pero tiene que asociarse y concentrarse físicamente dentro de los “malls”, creando asociaciones de comerciantes en los distritos y los barrios, así como, asociarse funcionalmente para crear sus propias centrales de compras para abastecerse a precios más baratos.

    • Nuevos formatos de distribución:

    • Hay que tener en cuenta una fórmula antigua (1850 aproximadamente) como es el almacén por secciones, que, a partir de 1945, cobró gran importancia. Anteriormente, hacia 1880, se había abierto el primer almacén popular, pero entró en crisis.

      El formato del almacén por secciones fue perfeccionado en EE.UU., especialmente por la empresa Sears Roebruck. Son establecimientos de los espacios urbanos, en el caso de España se localizaban, especialmente, es los ensanche del s. XIX, buscando la accesibilidad y la disponibilidad de los solares. El resto de las grandes fórmulas comerciales tienen preferencia en espacios periurbanos:

      El hipermercado, que nace en época fordista, es de origen francés, de la empresa Carrefour (`encrucijada') en 1963 y se ubica en los suburbios de suelo periurbano, necesitando una máxima accesibilidad, por lo tanto son los cruces de los caminos los mejores lugares.

      Diez años después llega a España, instalándose en Costa Brava catalana, mientras que el segundo establecimiento se ubica en la Costa Blanca (Alicante), por lo tanto buscan espacios turísticos. Lo que se busca con los hipermercados es la “compra fuerte”.

      Con escasos antecedentes, pero consolidado a principios del fordismo, está el “mall”, que son grandes establecimientos multitiendas, planificados, donde en su interior conviven grandes y medias superficies, el comercio de franquicia y el pequeño comercio. Integran el comercio con el ocio y los servicios.

      Hacia 1923 aparece el primer mall, es el Country Plaza en Kansas City, relacionando el término `country' con un espacio abierto en el campo, fuera de la ciudad y `plaza', lugar de encuentro o de mercado, de origen español. La palabra mall también hace referencia a grandes avenidas en ciudades como Londres o Washington.

      Durante la II Guerra Mundial y, a partir de 1945, surge una primera generación de malls, pero abiertos; son edificios aislados e independientes. Finalmente llega la creación de del primer mall cerrado, todo dentro de un mismo contenedor arquitectónico, que se inventa en 1954. Es el Northland Center en Detroit (la capital del automóvil en EE.UU.), el término `northland' no indica su ubicación periurbana hacia el norte.

      Poblamiento o urbanismo fordista.

      El paradigma por excelencia de poblamiento fordista es la metrópoli, la ciudad gigante que no sólo es una ciudad, sino que es un espacio central que tutela e influye sobre un área (área metropolitana). Se extiende por los mecanismos y los procesos de suburbanización (extensión periférica de la ciudad) gracias al automóvil y las infraestructuras.

      La metrópoli se erige como el modelo de poblamiento más eficiente, desde un punto de vista funcional y estratégico, porque es esta gran concentración se consiguen las economías de aglomeración urbana: la industria o las empresas de servicios encuentran un vasto mercado laboral (mano de obra en todos los puestos), gran mercado de consumidores, interacción y sinergia entre diversas actividades que se encuentran en las metrópolis (servicios, ramas industriales), talleres complementarios y auxiliares para no tener todo dentro de la empresa. La metrópoli dispone de todo un sistema de comunicaciones y transporte y en ella convergen las principales redes carreteras y autopistas.

      Esas economías de aglomeración complementan las economías de escala de la gran fábrica fordista.

      La ciudad funcional.

      Prescindiendo de antecedentes más lejanos como Mondrian en Holanda o el constructivismo ruso, los maestros del movimiento moderno son los arquitectos de la escuela de la Bauhaus en Alemania, y muy especialmente Walter Gropius y Mies Van der Rohe. El segundo argumentaba “menos es más”, se trata de simplificar al máximo, hacer la arquitectura racional, estructural, sin ornamentos, sin concesiones a la estética del pasado, que se acomode a los nuevos materiales como el vidrio o el cristal. Ambos idearon el “muro - cortina”, la pared que todo es cristal.

      La principal figura de este movimiento moderno es el suizo Le Corbusier, que trabajo casi toda su vida en Francia. Fue una importante personalidad, con capacidad para transmitir sus ideas a través de sus estudios y textos. Hizo un plan - reforma para ciudad como Barcelona o París, aunque no se llevaron a cabo.

      Desde los años 20 se realizaban los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) y para el año 1934 estaba previsto uno en Atenas. Durante las Navidades del año 33, un buque cargado de arquitectos que se dirigían hacia el festival trataron ya muchos temas que se recopilaron en el mismo. Fue el inicio de lo que se conoció como “La Carta de Atenas”, que a pesar de suscitar muchos debates y consensos, no se hizo oficial hasta el año 1943, casi en el fordismo.

      La Carta de Atenas afirma que el modernismo parte de la tajante negación de la validez de la ciudad heredada, se trata de crear una nueva ciudad y, de acuerdo con el espíritu de la época, Le Corbusier hablará de la “ciudad máquina”, que tiene que responder como tal.

      Son 4 los objetivos:

    • Habitar. La vivienda es el componente básico de la ciudad; son bloques multiviviendas y un entramado en Open planning.

    • Trabajar. La producción determina 3 tipos de asentamientos:

    • Agrícolas.

    • Industriales, en disposición lineal para mejorar la conexión entre el hábitat del trabajador y la fábrica.

    • Actividades terciarias, con carácter radioconcéntrico, es decir, polarizadas en el área de la ciudad.

    • Cultivar el cuerpo y el espíritu revalorizados. Necesitan espacios libres repartidos por la ciudad: juegos, deporte, jardines, zonas verdes privadas en las manzanas o incluso el “verde de la azotea o terraza”, es decir, zonas verdes por toda la ciudad.

    • El comercio y los servicios se localizan en lo que se denominó la “bandeja comercial”.

      Tanto el Open planning en altura (modernismo) como el Open planning en forma de chalet (mundo anglosajón) potencian la aparición de los malls o centros comerciales.

    • Circular. Tener movilidad es un tema que ha exacerbado la práctica del movimiento moderno, una de las bases de la Carta de Atenas es la zonificación de los usos del suelo, por lo que la función circulatoria prima para unir cada una de las zonas. Se segregan el tráfico, se jerarquiza el viario, se prohíbe la mezcla de peatón y vehículo, diseñándose vías para cada tipo de circulación, con modelos diferentes.

    • En cuanto al orden y entramado urbano se rompe con la manzana cerrada para:

      • Conjugar la concentración urbana con lo que se idea el Open planning en altura, gran diferencia con la ciudad difusa del mundo anglosajón.

      • Significa que las funciones dejan de distribuirse en la trama urbana para ser sometidas a una compartimentación consciente.

      El término funcional nos dice que la estructura y trama urbana deben adecuarse a función, la forma no es operativa, hay que sustituirla. El funcionalismo promueve la disgregación del suelo, se consolidan los polígonos industriales. En Europa continental todos planes posteriores al año 1945 responden a estos presupuestos del movimiento moderno.

      Esto implica la exageración del uso de automóvil, que acabará con la idea de calle (la “no calle” o la “calle ha muerto” que decía Le Corbusier), que es sustituida por el vial, un carril monofuncional para acoger al tráfico rodado, excluyendo a los peatones.

      Destacar también en este periodo los polígonos de viviendas o áreas residenciales, en francés llamados grand esemble. Son viviendas construidas rápidamente, de una forma barata para acoger al éxodo rural, que distorsiona la idea de Le Corbusier, ya que no incluyen zonas verdes, algunas zonas se dejan sin pavimentar o no hay lugares para el ocio (en Alicante espacios como San Blas o Virgen del Remedio).

      TEMA 6: LA CIUDAD POSTFORDISTA.

      Sistema de producción.

      Se da a partir de 1973 / 74, con la primera crisis del petróleo y junto con otras materias primas que también se encarecieron. Todo el sistema de producción anterior entra en crisis y se comienza una desindustrialización, parejo al proceso de tercialización de la economía. La industria, cada vez más, incorpora más servicios (“servicios a las empresas”), la mano de obra manufacturera disminuye rápidamente y en los procesos tiene más peso la componente terciario - industrial. Las empresas necesitan más gente para las ventas, marketing y publicidad, capitalización o seguros; también ocurre con el comercio que incorpora cada vez más ocio y servicios.

      La consecuencia de la crisis es la necesidad que tiene la empresa para adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos sistemas. A partir de ahí se inventa y se generaliza un nuevo sistema de producción que se llamará postfordista, pero que será más conocido como “sistema de producción flexible” y que supondrá una especie de recuperación del putting - out system. El sistema consiste también en ahondar en la vieja propuesta de Taylor (adaptada por Ford en su cadena de montaje) de fragmentar o seccionar el proceso productivo, separándolo en fases o tareas antes de llegar al bien final.

      Sin embargo, la novedad flexible es que, mientras que estos procesos con Ford se realizaban básicamente en el interior de la gran fábrica fordista (división interna del trabajo), ahora se van a escindir cada una de esas tareas en una unidad de producción distinta y separada del resto, generalmente mucho más pequeña (talleres, naves, fábricas...). Es una división externa en la que “La Comercial” reparte y distribuye en una red de contratas y subcontratas las distintas tareas, que son estructuradas por la cúpula empresarial.

      El sistema organizativo de producción consiste en el “just in time”, producir justo a tiempo, al ritmo que marca en cada momento la demanda; y por el lado de esta se da una novedad que enlaza con el sistema. Es la lectura en scanner de los códigos de barras, que permiten también ir recogiendo los datos totales de la venta diaria. Esta información se manda a los almacenes para saber que productos hace falta en cada momento, del mismo modo se envía a las fábricas para produzcan en función de las necesidades. Para las empresas es muy beneficiosos ya que elimina los stocks (capital inmovilizado)

      Ventajas de este sistema.

      • Estas unidades están especializadas en una tarea concreta, por lo que suelen ser muy eficaces.

      • Al ser pequeñas, no dependen de un gran contenedor arquitectónico, son muy versátiles y fácilmente adaptables.

      • De cara a la empresa matriz, las ventajas también son importantes. El antiguo fabricante es ahora “La Comercial”; el empresario cierra la fábrica fordista, despide a la plantilla y ya no asume la fabricación. A lo sumo asume una fase inicial (capital, I+D, parte del diseño y parte de las materias primas) y una fase final (recoger la mercancía procesada en esa red para empaquetarla, a veces en la antigua fábrica, ponerle la imagen de marca y comercializar).

      Todo el proceso intermedio lo realiza mediante la contratación y subcontratación, llegando incluso al trabajo a domicilio o pequeños talleres. Esta red se va adaptando flexiblemente a los nuevos cambios de demandas y modas, el empresario se ahorra dinero en el contenedor, en superficie (incluso en sus antiguas fábricas), en mano de obra. Por lo tanto todo son ventajas para él. Sin embargo, no todos los sectores se adhirieron.

      Deslocalización y descentralización local.

      Esto se dio por un doble fenómeno:

      • La industria se tercializa y hay más gente trabajando en servicios para ella.

      • En primer lugar son los sectores maduros de la industria los que se deslocalizan a países del Tercer Mundo o a las periferias como Europa del Este, sobre todo tras la caída del muro de Berlín.

      Se da una pérdida de importancia espacio - tiempo, ya que no es relevante la condición de la distancia para la localización de la industria. “La Comercial” diseña los productos, pero se manufacturan en esta periferia o en el Tercer Mundo.

      Los sectores punteros (cemento, siderurgia o textil) tienen una tecnología fácilmente asumible por los países del Tercer Mundo. Por ello los productos más contaminantes que los países desarrollados no quieren tener en su territorio, se transportan a estos nuevos espacios; es el caso de EE.UU. con el cemento o la química pesada.

      También se han deslocalizado, sobre todo en el montaje, la nueva industria electrónica hacia el Sudeste Asiático (“Dragones Asiáticos” o los NPI), para la fabricación de chips o pequeños artefactos. La mano de obra es más barata, muy dúctil y muy capacitada para I+D o la microelectrónica (de hecho gran parte de los trabajadores del Silicon Valley en California son de origen oriental).

      Sistema de distribución.

      Se apoya en un marketing empresarial, publicidad y en estrategias para aumentar el consumo, lo que se busca es magnificar la “sociedad de consumo”. También respecto a este hay cambios; si en el fordismo se daba el consumo familiar como base, ahora el marketing se dirige a aumentar el consumo personalizado. Corre paralelo con la nueva producción, produciéndose una ruptura de la fabricación seriada, homogénea y estandarizada en grandes series, la producción flexible significa que se puede variar con rapidez y facilidad el producto, siempre en función de la moda que impone ese marketing.

      La producción flexible es enormemente variada sobre un mismo producto y es lo que hay que vender, por lo que la publicidad hace hincapié en personalizar el consumo y diferenciarse de los demás. Es por lo que el comerciante busca nuevos “nichos de consumo”, que más que diferenciarse por la clase social (fordismo), es por el estilo de vida.

      A estos factores se les suma también otros que favorecen ese aumento de consumo, como es la proliferación de viviendas (hogares unipersonales o bipersonales), mientras que en el fordismo lo hacía la vivienda familiar, sumado a la segunda residencia. Del mismo modo se da un aumento en el consumo debido a los equipamientos necesarios para todas estas nuevas viviendas. Todo ello conforma el concepto de “calidad de vida”

      Cronología de las innovaciones.

      El primer hito, que preanunció lo que pasaría más tarde, fue la aparición en EE.UU. en 1964 del primer mall intraurbano en San Francisco, que fue el Guirardelli Square, en una antigua fábrica rehabilitada para ello. Esta fue la primera reacción contra la evasión del comercio de centro de ciudad y la desertización de actividades que se está produciendo.

      El segundo fue en 1976 en Boston, donde aparece el concepto y la idea del Festival Center (en el waterfront de la ciudad), que marca un hito, ya que son los primeros en integrar en su seno dos funciones, el comercio y el ocio. Han ido unido a la revitalización de ciertas partes del centro urbano, fragmentadas durante el fordismo.

      En la década de los 80 se van proliferando los fenómenos de recuperación de los frentes marítimos en las ciudades portuarias, con la renovación y reutilización de muelles, almacenes o fábricas. Las más famosas operaciones se inician en EE.UU. (en Boston o Baltimore) y después se difuminarían por el resto del país y Europa. El modelo para esta transformación son las operaciones que se realizan en los inner harbour de las ciudades, como es el caso de Baltimore que fue realizada por Rousse, quien levantó un enorme complejo con varios equipamientos (ocio, hostelería, comercio o actividades de tipo cultural como museos). De ahí que también se conozca como Rusificación.

      En 1985 surgen también en EE.UU. los Retail Parks (parques de actividades), que son una especie de vuelta a los malls abiertos, con varios edificios que recogen actividades cada uno (ocio, comercio, hostelería...) y ubicados en la periferia.

      En España se bautizaron como parques comerciales y cuando estos eran planificados solían llevar estos componentes: junto a un hiper o supermercado, 2 ó 3 medias superficies especializadas (Akí o Toys'R'us) y un tercer elemento lúdico - recreativo, que en la costa, normalmente son parques acuáticos.

      En los años 90, el ocio es definitivamente el gran imán, hasta el punto que los malls fueran pensados como focos de ocio para atraer a la población y van hacia las megaestructuras. Uno de los primeros fue el West Edmonton Mall, enorme complejo en las praderas canadienses, fuera del ámbito de las grandes ciudades, pero con gran atractivo, incluyendo capillas de gran cantidad de religiones o un lago con minisubmarinos.

      Sistema de regulación.

      Se da una desregulación económico - social en el marco del capitalismo global, encabezado por EE.UU., Japón y Europa. Hay una caída general de fronteras, una apertura como consecuencia de esa desregulación, que significa el libre comercio, es decir, profundizar en una nueva división internacional del trabajo y aparecen zonas que se especializan en determinadas producciones.

      Continúa el auge de las grandes corporaciones internacionales y se habla de los grandes centros de decisión que están muy focalizados en las ciudades globales, que tienen poder sobre el mundo porque acumulan gran poder financiero, de sedes o centro de telecomunicaciones. Algunas de estas ciudades son Nueva York, Tokio, Londres o París.

      Estas decisiones son tomadas por personas totalmente ajenas en lugares muy lejanos y afectan a los ciudades que son tratados como auténticos consumidores.

      La desregulación postfordista supone una tendencia global hacia el Estado mínimo, es decir, minimizar la intervención de la economía pública, únicamente valen las políticas neoliberales (leyes de mercado). Se produce una desmantelación del estado de bienestar (Welfare State) o protector impuesto durante el fordismo, sobre todo por las sociodemocracias europeas de Holanda, Gran Bretaña o Escandinavia, que se hacían cargo de los subsidios de paro, servicios casi gratuitos (sanidad o educación) o de las pensiones.

      Es una época donde prima el recorte del gasto social y la privatización de todo (por ejemplo en España muchas empresas eran pública hace una décadas), hay un deterioro del empleo y una desregulación (contratos basura, empleo temporal...). Se produce lo que se conoce como una “taiwanización” de occidente, esos “dragones” del Sudeste Asiático emergente no tienen derechos sociales para sus trabajadores ni regulación del trabajo, incluso en muchos hay regímenes dictatoriales. No se favorece al obrero, por lo que la mano de obra resulta barata.

      Por otro lado, a este oriente se le ha tachado y acusado de realizar un “dumping” social, la empresa vende por debajo del coste de producción, bien para eliminar stocks o para eliminar a la competencia (algo similar a la competencia desleal). Abaratan, desde nuestro punto de vista, el precio del producto a base de explotar a sus trabajadores para poder competir con occidente. Pero realmente es una visión algo hipócrita, ya que es occidente y Japón quines invierten allí, conociendo las condiciones, por lo que también se benefician de la precaria situación de sus trabajadores.

      Como consecuencia se produce una progresión y dualización de nuestra sociedad, donde se da una erosión de las clases medias y una aumento de los extremos; por un lado una élite cada vez más rica y poderosa y por otro, unas bases de ciudadanía cada vez más amplia que se va empobreciendo según la media. Esto produce una fractura y bipolaridad dentro de las sociedades; como ejemplo, el sector del empleo, donde aparece un sector formal con salarios aceptables, y otro informal y sumergido. Aparte de la gran multitud de parados.

      Una reacción contra la globalización es el despertar de los localismos y nacionalismos (“piensa en global y actúa en local”).

      Sistema de poblamiento y ciudad.

      El paradigma por antonomasia del fordismo había sido la metrópoli, que sufrió una crisis y decadencia durante el postfordismo, desde principios de los años 70, aunque en EE.UU. había comenzado ya a finales de los 60. Esta crisis fue inherente a un proceso consistente en que las antiguas economías de aglomeración (las empresas se situaban en la metrópoli, muchas ventajas externas, equipamientos, mano de obra, mercado...) ahora derivan en problemas, de hecho se habla de deseconomías de escala.

      • Se produce una tendencia a la congestión del tráfico, con sus correspondientes gastos, pérdidas de tiempo y, por lo tanto, pérdida de accesibilidad a las empresas.

      • Contaminación por tráfico, déficit ambiental; de los que han surgido leyes restrictivas, normas (Planes de Ordenación Urbana) que restringen la localización en la ciudad de ciertas actividades molestas y contaminantes, y les obliga a situarse fuera de la metrópoli.

      • Carestía del suelo, cada vez más caro (vivienda, industria, servicios, oficinas...).

      • Presión impositiva de las haciendas. Las haciendas locales no son capaces de soportar todos los aspectos que engloban las inmensas metrópolis, muchas veces por falta de dinero. Esto provoca que aumente la presión sobre los ciudadanos y las empresas, por lo que éstas huyen de estos espacios por el gran gasto que supone.

      • Mano de obra es más cara en la gran ciudad.

      Así se produce una generalización a la descentralización de actividades, éxodos de industria, comercio, oficinas o servicios; cuya consecuencia también influye en la propia demografía, ya que las grandes ciudades o dejan de crecer o su población disminuye en los últimos años desde aproximadamente 1970. Cuanto más grande es la ciudad, más parón demográfico, mientras que las pequeñas son las que más crecen.

      De este modo, se está configurando un nuevo sistema de población, que reproduce la red empresarial del sistema de producción flexible. También influye en la difusión de la riqueza y desarrollo del país, para configurar un sistema de poblamiento bien distribuido en el territorio y bien equilibrado y armónico.

      La Gran Metrópoli sigue detentando la cúpula del poder financiero y el asentamiento de las principales sedes de las grandes compañías y corporativas y una parte del terciario superior. Sin embargo, la metrópoli ha perdido industria de manera generalizada, porque se descentraliza a la periferia y el Tercer Mundo; la industria es atraída por los eslabones de población, quedando en la Gran Metrópoli el I+D (en universidades o laboratorios), pero cada vez en menor medida.

      Las fases de trabajo que requieren mayor especialización y tecnología van a parar a ciudades o ciudades medias, mientras que las fases que necesitan más mano de obra y poco cualificada van a ciudades medias y pequeñas, e incluso al mundo rural. Incluso el I+D se deslocaliza y aparecen, exnovo y edoc, las tecnópolis (como Silicon Valley, un complejo de laboratorios, fábricas, institutos, etc., para la investigación de temas relacionados con la Informática). Estas tecnópolis deben encontrar un lugar con condiciones ambientales y topográficas favorables, ya que sus trabajadores de alto `standing' buscan tranquilidad, huyendo de las masificaciones de las grandes ciudades.

      El terciario de oficinas se está deslocalizando hacia las afueras de la ciudad, pequeñas y medianas, que atraen los grandes parques comerciales y de ocio (shopping center, parques lúdicos, multisalas de cine...); que van restando cuota de mercado a las actividades ancladas en las metrópolis.

      Estas ciudades medianas, en muchas ocasiones, son antiguos pueblos o ciudades pequeñas que han ido acogiendo las nuevas empresas, oficinas y, sobre todo, actividades terciarias, se convierten en ciudades conocidas como `Edge City' o `Magnet Town'. Compiten con el centro de negocios, servicios y comercio de la Gran Metrópoli (como el Down Town de Londres o el CBD de EE.UU.) y absorben parte de su mercado.

      En Madrid podemos encontrar dos `edge cities' que son Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, al NE de la ciudad y que han atraído gran cantidad de modernas actividades. También se conocen como “metrópoli regional en red” o “ciudad policéntrica”.

      La ciudad.

      Más que un modelo de ciudad, hay que hablar de unas tendencias hacia donde se debería ir, son propuestas de un urbanismo concienciado, inquieto e inconformista.

      Dentro de estas tendencias hay que hablar del redescubrimiento de la ciudad, si en el fordismo se dio prioridad a la rururbanización, con un aumento de la periferia y un abandono de la ciudad; ahora se produce un empuje de esta. Este empuje va paralelo al movimiento de la “calidad de vida” y la gente asocia la ciudad con elementos que la aumentan (teatros, servicios, comercio...), prefiere vivir en posición de centralidad, revalorizándose así la ciudad tradicional y el modo de vida urbano, en detrimento del suburbio.

      Como consecuencia, se da un énfasis en reconquistar los centros históricos abandonados durante el fordismo. En el postforismo se produce un doble proceso, por un lado una gentryficación espontánea, y por otro, una rehabilitación integral de los centros históricos por parte de iniciativas públicas.

      Se redescubre el “espíritu eterno” de la `polis' griega, la ciudad mediterránea o centroeuropea como paradigma ideal. Es una ciudad compacta (“reurbanización contra la urbanización”). Incluso en EE.UU., paradigma de la ciudad difusa y laxa, desde hace unos 20 años aparece un nuevo concepto como es el “New Urbanism”, que propone una mayor compacidad. Se asocia con un urbanismo para clases medias o altas, por lo que no se propone la vivienda en bloque de pisos, sino viviendas unifamiliares en medianera, con un pequeño jardín y con pórtico (muestra de la vuelta a los modelos arquitectónicos clásicos norteamericanos; es una arquitectura retro de edificios neocoloniales o neogeorgianos, estilos de los s. XVIII y XIX, son casas con pórtico, columnas y frontón). El pórtico también se entiende como un espacio de relación entre lo privado de la vivienda y lo público de la calle.

      Se cuida mucho el espacio público, el “verde” ya no es privado, se vuelve al jardín público para buscar la ciudad compacta, que evita los desplazamientos largos. Los espacio públicos también intentan evitar el dominio del transporte privado, se potencia los desplazamientos en autobús, bicicleta o peatonal.

      Son trazados irregulares, curvilíneos, aceras anchas, calles peatonales anchos, carriles bici, etc. El dominio del automóvil excluye a gran parte de la población que está fuera de éste, es la “población cautiva” (mujeres, niños o ancianos), para los que hay que crear más comercio cercano.

      En la actualidad las tendencias se dan de manera muy puntual

      Por otro lado están las “Gates Cities” o ciudades blindadas, pensadas generalmente con el “new urbanism” y diseñadas para poca población (decenas de miles de habitantes), con un centro accesible (autobús o peatonal).

      La sostenibilidad es otro de los aspectos que defiende este nuevo urbanismo, la ciudad difusa puede ser sostenible. La ciudad justa o ciudad sostenible quizá sea una tendencia utópica.

      TEMA 7: LOS CENTROS HISTÓRICOS.

      Se da principalmente en Europa occidental y España.

      Componentes de los centros históricos europeos.

      En primer lugar hay que estudiar el tejido urbano, los centros generalmente, a excepción de algunos planos como las bastidas que incluso también se ven determinados por este, tienen un callejero irregular, anárquico, estrecho y poco adaptado al tráfico rodado y a las modernas funciones. A ello hay que sumarle un parcelario también pequeño, irregular y generalmente formado por una parcela gótica, inadecuada e inservible para las nuevas actividades urbanas (comercio de mediana y gran superficie).

      Sin embrago, hay una ventaja de estos centros históricos, que es la centralidad, están en una posición más o menos céntrica dentro del contexto de la ciudad moderna, que hace que valor de cambio supere el valor de uso, lo que explica la especulación.

      En segundo lugar está la edificación, el parque inmobiliario que se caracteriza porque durante el fordismo el casco histórico sufrió un fuerte abandono de la clase burguesa, de los inversores y una huída de sus actividades. Los edificios e infraestructuras sufrieron la obsolencia, desuso y degradación; se optó por la destrucción y reedificación, que era mucho más barata que la rehabilitación, lo que supuso grandes consecuencias para el patrimonio.

      La población de los cascos históricos se caracterizaba en el pasado, sobre todo en el fordismo, por la mezcla social, sin embargo ahora se caracteriza por:

    • Pérdida de densidad, aparecen viviendas obsoletas y abandonadas.

    • Pérdida de las clases medias y de matrimonios jóvenes, que se van a los polígonos de viviendas. Este vacío provoca el aumento del número de viviendas unipersonales y bipersonales y el mayor índice de vejez de toda la ciudad en los cascos históricos.

    • Se da un proceso de inversión - sucesión (estudiado en la escuela de Chicago con Burguess, H. Hoyt o Witrh), oleadas de inmigrantes que van desplazando a las anteriores clases sociales o grupos de inmigrantes.

    • La consecuencia de todo es que tenemos, actualmente y sobre todo al final del fordismo, un espacio socialmente degradado, con mucha población marginal, grupos sociales sin empleo, rentas por debajo del umbral de la pobreza, grupos proclives a comportamientos peligrosos, tribus urbanas (`okupas'), que tratan de definir sus espacios como zonas de exclusividad (territorialidad), con el que se identifican.

      En la última etapa, durante el postfordismo, se da un movimiento opuesto que se conoce como gentrificación, proceso por el cual la clase acomodada (que durante el s. XIX se traslada al ensanche y el s. XX a los nuevos suburbios) regresa al centro histórico. Por lo tanto, se dan dos mercados de viviendas, por un lado la antigua, y por otro una vivienda nueva y de calidad, que se asocia al comportamiento de urbanita y con el concepto de “calidad de vida”.

      Esa clase media está harta de vivir en los suburbios, lejos del centro, del lugar de trabajo, pendiente del coche; vuelve al centro, así como nuevas compañías, bancos, sedes, que incluyen valor por los edificios históricos que ocupan.

      En el fordismo hubo una emigración de la industria, mientras que la artesanía, manufactura ligera que caracteriza estas zonas y el comercio de lujo y especializado ya no tiene público ni clientela; y lo que se queda es el pequeño comercio.

      Durante el postfordismo, debido a la gentrificación, a la calidad de vida y a la centralidad se produce:

      • Un proceso de tercialización del centro, sobre todo por procesos de renovación (destruir los edificios y hacer nuevos que se adapten a las nuevas funciones como servicios, oficinas o comercio).

      • Los ciudadanos más concienciados quieren la rehabilitación y conservación del centro histórico, aunque continúa la renovación de los que persiguen ese aprovechamiento de la centralidad.

      El problema en algunos sectores es el inverso, la tercialización lo está convirtiendo en un casco histórico monofuncional y se está perdiendo su verdadero uso. A la hora del cierre del comercio y servicios se vuelve a llenar de tribus urbanas e inseguridad ciudadana. Esto no sólo ocurre en los cascos históricos, sino también zonas como las Torres Azca en Madrid, que durante el día es zona exclusiva de oficina y durante la noche se produce el otro tipo de vida totalmente opuesto.

      Vídeo sobre el centro de Madrid (válido para muchas ciudades).

      Los centros históricos son espacios diferenciados con muchos paisajes en su interior; posee entramados urbanos de diferentes épocas y los emplazamientos son variados. Los elementos defensivos pueden ser al mismo tiempo marginales por su difícil accesibilidad y por el aislamiento de una parte del centro.

      En España hay más de 300 conjuntos históricos - artísticos declarados. Hay que destacar el carácter simbólico del centro y su progresiva tercialización; y se busca la conservación y recuperación de esa memoria colectiva, ya que es la zona con que se identifica el ciudadano y el visitante.

      La conservación de los centros históricos comenzó a tener importancia a partir de la carta de Ámsterdam en 1975. En el pasado, los centros históricos eran espacios polivalentes y multifuncionales; hoy en día, los espacios, de mayor calidad medioambiental, se especializan en el sector terciario, en virtud de la centralidad. El comercio y servicios atraen a mucha población del área de influencia de la ciudad, por lo que se convierte en un problema la trama urbana, ya que el emplazamiento hacia el centro supone congestión.

      Durante el fordismo se produce un abandono de las clases altas y medias, que provocan empobrecimiento, marginalidad, debilitación entre los lazos comunales, corrientes migratorias, dificultad de movilidad; por lo que se reduce el atractivo residencial y comercial en el centro. Únicamente quedan en él los ancianos y la gente de rentas bajas.

      La renovación ha sido una fórmula drástica y no deseable, arrancando a mediados del s. XIX y haciendo desaparecer joyas arquitectónicas. Esta renovación se ha realizado al servicio de las clases dominantes.

      El sistema de rehabilitación integral, más generalizada en la actualidad en los centros históricos con distintas situaciones, supone actuar en varios frentes a la vez:

      • Se conserva y se recupera el patrimonio edificado, a la vez que se mejoran las infraestructuras de los servicios públicos urbanos.

      • La revitalización funcional, recolocando el comercio especializado, artesanía u ocio.

      • Se atiende a no expulsar a los residentes, y así rejuvenecer el centro.

      Se da una rehabilitación como conservación integral en el centro, es una práctica de intervención generalizada en la actualidad, que tiene como objetivo conservar el entorno, recuperar el patrimonio edificado, mantener la mezcla social (no sólo para las clases más altas) y rehabilitar funcionalmente los barrios.

      El problema es que muchos de estos planes de rehabilitación han resultado tardíos, consonantes al estilo arquitectónico, a los materiales y entorno urbano. Siempre que es posible se realiza el fachadismo (se conserva la fachada y algún elemento más) y se rehabilita totalmente el interior (el arquitecto puro va en contra de esto).

      La denominación de localidades como conjunto arquitectónico no impidió el deterioro de los centros históricos, es mucho más ventajoso construir en periferia, que la remodelación de estos cacos, ya que las ayudas públicas suelen ser insuficientes.

      Por último, es necesaria una flexibilización de las intervenciones. Hoy en día las ideas más neoliberalistas propugnan la practicidad; por lo tanto hay menos medidas que en el pasado para la conservación de las ciudades (en los años 60 el PCI intervino para la rehabilitación y conservación de ciudades como Bolonia; también hay ayudas que se dirigen a la rehabilitación y/o conservación de ciudades como el Plan Urban de la UE).

      Las actuaciones son menos rígidas, los ayuntamientos más concienciados intentan, a su vez, concienciar a la población para la conservación, pero de manera más teórica que real. Cada vez se hace más imprescindible adecuar las ayudas a las características económicas de los residentes y a las condiciones reales de sus viviendas.

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    Enviado por:Natarya
    Idioma: castellano
    País: España

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