Platón

Teoría del conocimiento de Platón

Platón cree que conocer es recordar lo cual demuestra la preexistencia del alma y por lo tanto la inmortalidad. Platón no desprecia el conocimiento de los sentidos pero es mejor el conocimiento de la razón. Para ver el mundo del ser hay que tener desarrollada la razón. No recordamos todo porque el hecho de reencarnarse supone rebajarse a otro nivel, lo que produce amnesia.

Ciencia es conocimiento y no todas las ciencias tienen la misma importancia. La ciencia por excelencia es la dialéctica. El conocimiento del bien es lo último para el filósofo; el bien es la realidad suprema. El conocimiento del mundo del ser se transforma a casi divino y por lo tanto es difícil vivir en el mundo. La dialéctica permite el conocimiento de la realidad del bien. Detrás de la dialéctica está la matemática, después viene la astronomía, etc. Por último está el conocimiento por medio de los sentidos: la opinión (doxa). Entre ciencia y opinión hay un conocimiento intermedio.

Mito de la caverna

Es un mito en el que aparecen sentados enfrente de una pared y en esa pared se proyectan sombras de la realidad. Al no ver la realidad de verdad toma por real las sombras, la imitación del mundo de las ideas. Ahí el filósofo se da cuenta de que el mundo es una sombra de lo que es en realidad el ser. No obstante hay uno que puede girar la cabeza y ver la realidad de las cosas: ese es el filósofo. A la acción de girar la cabeza se le llama pensar.

Antropología de Platón

Es la concepción del hombre que tenía Platón. Platón es dualista: formado por dos principios ontológicamente distintos. La realidad humana está formada por cuerpo y alma, modos distintos de ser. El cuerpo es una desgracia. El alma es un principio divino y puro. Las tendencias brutales están unidas al cuerpo y el filósofo mantiene a raya estas tendencias. El alma tiende a lo inmortal (absoluto) pero está sujeto al cuerpo. La misión del hombre es purificarse y lo consigue cuando filosofa. Solo son buenos los placeres que aprecia el hombre bueno. El filósofo aprecia los placeres espirituales.

La sicología de Platón

Platón es un buen psicólogo. La sicología es el conocimiento del alma, las tendencias y sus deseos. La sicología de Platón es una experiencia hecha por la observación del comportamiento y tiene una finalidad práctica para vivir mejor la vida. El hombre sufre más con el alma enferma que por un dolor de cabeza. Si la salud física es habitual la salud espiritual es extraordinaria. La psicología es la base de conocimientos para estructurar perfectamente la personalidad. Quiere ayudar con su sicología a los hombres normales que no saben que tienen problemas. Platón reconoce tres tendencias del alma:

Ética de Platón

Ser justo es poner límite a los deseos que todos tenemos, y un hombre es víctima de sus deseos; pero es capaz de hacer cualquier cosa para llevar a cabo sus deseos, de los contrario al privarse de las cosas, por consideración a los otros, es un idiota. La felicidad del hombre justo está en la satisfacción de los deseos que son naturales y no depende de la felicidad de los demás.

Para Platón la naturaleza nos hace de una forma: determinismo. En el hombre debe dominar la parte superior, racional, es decir, el alma y como criada la sexualidad del cuerpo. Al cuerpo hay que darle lo justo para que no muera.

Relación entre justicia y felicidad

Si disfrutáramos de la vida siendo injustos no valdría la pena vivir. Es mejor la vida del que sufre y es justo. Platón cree que la justicia está sobretodo y unida a esta está la felicidad. La felicidad es belleza, justicia y verdad, lo cual causa el BIEN. El castigo, para Platón, por ser injusto tiene que ser eterno.

La política de Platón

En un estado bien organizado el hombre es feliz. El régimen democrático se basa en el principio de igualdad lo cual es criticado por Platón: querer hacer a los hombres iguales es imposible (determinismo). Platón es clasista: cree que hay varias clases de hombres según su naturaleza. En función de cada clase se clasifican en guerreros, artesanos y comerciantes, gobernantes. Para que la sociedad funcione bien cada clase tiene que realizar su función. Para Platón “todo para el pueblo pero sin el pueblo”, es decir, no hay que pedir opinión al pueblo para gobernar y el secreto de la armonía está en que cada clase ocupe su lugar. Para Platón los filósofos deberían gobernar al pueblo. Para Platón censurar es privar, seleccionar, regir y es clave en su sociedad. El gobernante rige (censura) la forma de vivir de los demás porque es más inteligente y razonable. Todo está seleccionado por el gobernante que sabe. El proyecto político platónico se caracteriza por la superespecialización de funciones.

• Gobernantes: debe ser alguien que haya nacido con la tendencia racional y haya recibido una educación. Su función es la más importante y difícil.

• Guerreros: debe ser alguien que haya nacido con la tendencia volitiva y haya recibido educación para la guerra.

• Productores: debe ser alguien que haya nacido con la tendencia sexual.

En la dictadura de Platón nadie se siente oprimido de hacer cosas malas porque simplemente hay que educar para que no llegue ese momento. El estado justo es aquel en el que cada clase ocupa su lugar. La verdad no persuade por lo que el pueblo no suele saber apreciar lo bueno. El pueblo elige lo preferido a lo preferible porque no está preparado para apreciar la verdad. Esta mala educación aparece con la democracia. Podemos ser infelices pero creer que somos felices.