Filosofía y Ciencia
Existencialismo
EL EXISTENCIALISMO Y EL ENCUENTRO CON NUESTRAS VIDAS
El existencialismo es un movimiento filosófico contemporáneo que parte del principio de que la descripción de la existencia del hombre concreto es prioritaria a cualquier consideración sobre su esencia y el humanismo, de la relación solidaria y el conocimiento de las humanidades.
Según Paul Sartre “ Lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos”. Luego plantea, al igual que la cita anterior, en su obra “ El existencialismo es un humanismo” que “el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define”.
La posición de Sartre confirma la existencia del hombre por los demás, que cada ser vive o existe, surge en el mundo (y en el suyo paralelamente), y se define, por y con otros. Cada cual vive para realizarse como ser humano, sino, no existiría. El nacer, de las relaciones de dos personas, el crecer, en un mundo rodeado de semejantes, y el desarrollarse con y hacia los demás, por muchos que sean los casos en que las personas no se relacionan, cada ser, dueño de un cuerpo y un alma, existe para otros y para todos, como escribe Albert Einstein en su ensayo “Mi visión de mundo”:
“Al pensar en nuestra vida y trabajo caemos en cuenta de que casi todo lo que hacemos y deseamos está ligado a la existencia de otros hombres.”
El bien, es elegido por muchos, pero no siempre es para todos. Lo que es bueno para algunos puede ser malo para otros. Una situación, cual sea su fin, sea entregar bien o mal, afectará en forma menor o mayor a los que nos rodean, dependiendo del recibimiento que estos le den a nuestra acción, como en la siguiente cita del ensayo de Miguel de Unamuno “Adentro”: “Te repito que te prepares a soportar mucho, porque los cargos tácitos que con nuestra conducta hacemos al prójimo son los que más en lo vivo le duelen. Te atacan por lo que piensas; pero los hieres por lo que haces.”
Lo importante es que nuestras conciencias, sepan que están eligiendo hacer el bien. Por lo tanto, todo lo que elegimos es lo correcto, mientras lo diga nuestro interior.
Desde el momento en que un feto se encuentra en el vientre de su madre, este escucha y percibe sonidos, sensaciones y sentimientos que afectarán en el comportamiento de la persona en el mundo que esta a punto de descubrir. Luego nace, despidiéndose del claustro materno, pasando a ser un “alguien” que principia a manifestarse en un mundo distinto al que vivió durante nueve meses.
Este ser razonable, que nace con derecho de libre albedrío, crecerá y logrará manifestarse de distintas formas dependiendo de su personalidad adquirida, genéticamente o adaptada a situaciones que ya haya experimentado, incluso quizás las que percibió al estar aun en el vientre de la madre. Luego, en su proceso de desarrollo, deberá tomar decisiones, las cuales deberán ser, o serán la mayoría de las veces, el bien, ya que cada ser racional, elegirá lo que su interior señale, y éste por naturaleza optará por lo correcto.
Claro está, que muchas veces el comportamiento personal dependerá de otros. Por ejemplo en la película “The Wall” de Alan Parker, en la cual el protagonista llamado Pink, consume drogas, encerrándose en una muralla creada en su interior, que lo mantendrá distante de su problemática existencial. Pink cree estar en lo correcto al consumir drogas para evadirse de una sociedad alienante, pero no relaciona el daño que se está haciendo el mismo, introduciéndose más profundamente en la esquizofrenia, enfermedad de condición crónica con consecuencias devastadoras en la vida de quienes la padecen. Los efectos de ésta no sólo son individuales, sino que afectan en forma dramática al entorno social de quien la sufre. La desesperación del personaje se da a conocer al espectador mediante fuertes imágenes y canciones que expresan los sentimientos de Pink, como la obra musical titulada “Stop”:
“ Detente
Quiero irme a casa
Sacarme este uniforme
y abandonar el show
estoy esperando en esta celda
porque tengo que saber
si he sido culpable
todo este tiempo”
Así Pink cree estar en lo correcto, ya que la influencia de la sociedad, lo llevó a tomar aquella decisión.
Pero momentos de locura y de desesperación pueden acechar a cualquiera y en cualquier momento. Lamentablemente, en estos periodos de trastorno en nuestro interior, se modifica muchas veces nuestra forma de actuar y de distinguir el bien del mal. Tal como se puede apreciar en la obra de Miguel de Unamuno “Abel Sánchez”, en donde uno de los personajes principales, Joaquín, hermano de Abel, ataca a éste, por la envidia que le tenía:
“Levantóse entonces Joaquín, lívido, se fue a Abel y le puso las dos manos, como dos garras, en el cuello, diciendo: - ¡Bandido!
Mas al punto las soltó. Abel dio un grito, llevándose las manos al pecho, suspiró un -¡Me muero! Y dio su último respiro.
Joaquín creía estar haciendo lo correcto para así poder terminar con su propio sufrimiento, pero luego se arrepiente de su acción, ya que llevó a Abel a sufrir un ataque de angina y así la muerte. En este caso, la influencia que afecto en las decisiones de Joaquín, fue la envidia que lo acechaba. Como la siguiente cita, del ensayo nombrado anteriormente, de Albert Einstein “Mi visión de mundo”:
¿ Cómo debe comportarse el hombre si el Estado lo obliga a ciertas acciones, si la sociedad espera de él cierta actitud que su conciencia considera injusta? La respuesta es fácil: dependes por completo de la sociedad en que vives, Así que debes someterte a sus leyes”
Por lo tanto, nada de lo que decidamos va a estar incorrecto, mientras venga de nuestro interior o de las leyes de nuestro alrededor. La sociedad, ayudará a cada ser a definirse, por que la definición es propia, pero proveniente de una base:
“Sólo en la sociedad te encontrarás a ti mismo; si te aíslas de ella, no darás más que un fantasma de tu verdadero sujeto propio. Sólo en la sociedad adquieres tu sentido todo, pero despegado de ella.” (“Adentro” de Miguel de Unamuno)
Pero el hombre existe recién cuando su conciencia le permite razonar sobre la existencia y la solidaridad, hallarse y tener realidad de la vida.
Para algunos, la existencia del primer hombre, proveniente de lo que afirma el libro de “La Biblia”, demuestra lo racional y lo libre que nacemos, y hace posible el tomar nuestras propias decisiones. En Génesis 3:1, la desobediencia del hombre proviene de lo que “Adán” y “Eva” consideraron correcto:
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”
“Eva” se vio influenciada por una serpiente, así se da a conocer la desobediencia, proveniente de las decisiones mal tomas de los seres humanos, por lo tanto desde ese entonces, para muchos Dios es el guía entre el bien y el mal, y nadie más, para no caer en el error por la influencia de externos confiándole al que “nos creó ” y el que nos dio la capacidad de existir:
“El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua”
( 2 Samuel 23:2 ).
Pero para otros, que no concuerdan con la idea del cristianismo, la existencia y el encuentro consigo mismo pueden depender de distintas posturas, por ejemplo, filosóficas, como las de Platón, conocido filósofo quién se basa en teorías que afirman que cada ser que nace atrae un alma que “cae”, apoderándose de ella y dándole el cuerpo como hogar. Y así estas almas olvidan su existencia anterior y nosotros empezamos una nueva. Luego razonamos y nuestras ideas, según Platón, no es un pensamiento o concepto, sino que es ser lo verdaderamente real, aquello a lo que le pensamiento se dirige cuando piensa y sin lo cual no habría pensamiento, la idea es, por lo que afirma el filósofo, la esencia, la causa o el principio de todas las cosas, ya que hay ideas de valores estéticos, morales, de todo lo sensible y hasta de las cosas artificiales, por lo tanto también, de nuestras decisiones por lo correcto. Miguel de Unamuno en otro de sus ensayos, titulado “Mi Religión” explica:
“ Nadie ha logrado convencerme racionalmente de la existencia de Dios, pero tampoco de su no existencia (...) Y si creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en El, es, ante todo, porque quiero que Dios exista (...)”
Así, la decisión de creer que Dios nos crea y nos da la capacidad de elegir el bien ante el mal, o la de basarse en una de las tantas teorías con respecto al existencialismo, es de opinión personal.
El encuentro con sí mismo, dependerá también de nuestro alrededor, la comunicación y nuestra visión de mundo. Muchos se preguntaran “¿Quién soy?” Pregunta cuya respuesta podrá ser solamente encontrada en el interior de cada uno.
Al encontrarse con uno mismo, la capacidad de relación será mayor, ya que al saber su posición frente a los demás, la seguridad de sí mismo, aumentará. En cambio, un ser que no se ha encontrado aun, dudará de sí y de su postura, sin importar las relaciones que tenga con los demás.
Muchas veces, este encuentro, tarda en aparecer. Muchos son lo que, ya teniendo una posición firme en su mundo y en la sociedad, en cuanto a trabajo, familia, etc., cambia toda su rutina por haberse conocido, teniendo ahora la opción de surgir, confiados de quienes son y de que lo que hacen, es lo correcto.
Después de este encuentro llega el momento de brotar, de descubrir cual es su función en la vida, y así satisfacerse de lo que cada uno fue destinado a ser. Por ejemplo, citando nuevamente la obra de Unamuno “Abel Sánchez” Joaquín nunca llegó a surgir, por que la envidia no le dejaba tiempo para encontrarse.
“-Pasé una noche horrible- dejó escrito en su Confesión Joaquín- volviéndome a un lado y otro de la cama, mordiendo a ratos la almohada, levantándome a beber agua del jarro de lavabo. Tuve fiebre. A ratos me amodorraba en sueños acerbos. Pensaba matarles y urdía mentalmente, como si tratase de un drama o de una novela que iba componiendo, los detalles de mi sangrienta venganza (...)”
“El existencialismo es un humanismo” es una obra, que trata de dar una explicación correcta a las acciones del hombre, las cuales muchas veces nos llevan a dudar por la profundidad de estos temas, o a temer, ya que muchas veces están en lo cierto, temiendo así por nuestro propio encuentro con nosotros mismos, y nuestro surgir en un mundo desconocido, que se va presentando lentamente a nosotros mediante acciones y situaciones.
Cada uno, deberá preocuparse de decidir por lo correcto, y actuar con el corazón, así no se cometerán errores, teniendo en cuenta como tomará el alrededor la decisión personal tomada. Pero el mayor acertijo, es la vida en su totalidad, citando por última vez a Albert Einstein en su ensayo, “ Mi visión de mundo” : “ Estamos por una breve visita y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo.”
Pero el fin de nuestra existencia no la sabemos con exactitud ,ya que no podemos predestinar nuestra vida, nuestro encuentro, surgimiento en el mundo y nuestra definición de nosotros mismos, por lo cual no podemos enfrentar muchas veces las situaciones que nos prepara esta vida terrestre, teniendo que luchar por nosotros mismos y por los demás, ante complicaciones reales. Pero luego...después de existir, luchar, temer y surgir viene la recompensa...nuestra propia definición, y así antes de nuestras muertes, podremos regocijarnos con la respuesta de “¿quiénes somos?” y ¿Porqué estamos acá?”,
la cual, finalmente dará sentido a nuestras humildes vidas, sobre un complicado mundo.
“ Una vida hay detrás de todos y de todo, solo hay que saber encontrarla y no temerle, pelear contra ella, hasta vencerle, mirarla hasta conocerla, y buscarla hasta complacerse. Después podrás compartirla y gozarla, utilizarla y si quieres incluso botarla, pero nunca contradecirla, porque lo que dice, siempre esta correcto, porque es sabia y dentro de ella, solamente habita la verdad”.
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