“Estén al servicio de los últimos, de los más pequeños”
Creo que ésta es una enseñanza que nos quiso dejar Jesús acerca de cómo debemos de tratar a nuestros semejantes, sin importar su posición social.
La parte de la sociedad de clase media a clase alta tienden a fijarse demasiado en las cosas materiales y a juzgar a una persona por sus posesiones, ascendencia y rango social.
Jesús nos invita a darnos cuenta que los más indefensos (en el caso de la parábola, los niños) son los que requieren de nuestro respeto y cariño, porque cuando recibes a una persona pobre, de bajos recursos o simplemente que no ha tenido las mismas oportunidades que tú, lo haces necesariamente sin esperar algo a cambio. Esa es la verdadera caridad y es muy apreciada por Dios.
Cada vez que haces una acto de caridad estás acercándote más a Jesús y a su reino, por eso dice en la lectura : “El que reciba a uno de estos niñitos en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí no es a mí a quien recibe sino al que me envió. El que mira por los marginados por la sociedad mira por el Padre.”
En conclusión la jerarquía de valores de nuestra sociedad está completamente al revés de cómo el Padre quiere que sea.. así que está en nosotros mismos el cambiar eso y empezar a ver por los desprotegidos, esos que no han tenido las mismas oportunidades en la vida que nosotros, a los que podemos darles una mano sin que nos cueste nada y es bien sabido que al final de cada una de nuestras vidas nuestra más grande recompensa será el saber que si hicimos lo correcto, lo que tanto trabajo le costó a Jesús dejarnos de guía, vamos a tener una conciencia tranquila y limpia, y esas personas que ayudamos habrán tenido aunque sea unos minutos de felicidad y se habrán sentido aunque sea solo por una vez, aceptados y comprendidos.
“Ustedes no tienen el monopolio en la lucha contra el mal”
Esta lectura tiene más de un mensaje a mi forma de ver.
Primero creo que se refiere al hecho de no hacer las cosas por sobresalir o hacer creer que estás combatiendo el mal cuando sólo estás buscando el reconocimiento de otras personas. Se trata de humildad y de sencillez.
Por otra parte Jesús les decía a sus discípulos que se tiene que saber diferenciar cuando alguien está haciendo las cosas como un bien, o sea que no están en contra tuya sino a tu favor y cuando alguien realmente está en tu contra y debes de cuidarte de él.
Jesús dice que las personas que le están haciendo un bien a alguien más y lo hagan en su nombre están de su lado y no en su contra.
También habla sobre la malicia de una persona al corromper un alma pura. Dice : “Pienso que le sería menos malo a uno amarrarse una piedra al cuello y echarse al mar que escandalizar a un pequeño que cree”. Jesús dice que es de los peores pecados el sembrar malicia en un alma que no la tiene y que el castigo será grande.
También hay una parábola acerca de lo que debemos erradicar. Los proyectos, las acciones, las intenciones y los deseos torcidos malignos o malintencionados nunca nos llevaran al Reino de los Cielos y que es mejor cortar con eso que solo nos va a hacer daño.
Por último creo que nos quiere dar a entender con la parábola de la sal que nada se puede lograr en un grupo en el que reina la ambición cuando el principal proyecto es servir a las demás personas y no pensar en los beneficios que esto te puede traer.
Introducción:
Esto es el resumen de dos parábolas que Jesús relató en aquel tiempo a sus discípulos para enseñarles valores que todos debemos de seguir para una vida pacífica y feliz.
Habla acerca de la consideración que la sociedad no tiene con los más “pequeños” o sea los pobres y los desprotegidos y del amor que nosotros como hijos de Dios y como sus hermanos debemos de brindarles.
Habla también acerca de la sencillez que siempre debemos de conservar para poder servir a Dios y al prójimo sin obtener un beneficio de ello.
Sobre cómo y hacia dónde debe de estar orientada nuestra vida e ir tirando poco a poco los estorbos que son la malicia y las malas intenciones.