Ética y Moral
Enfermería: Ética de la profesión
ÉTICA DE LA PROFESIÓN
1.- CASOS SOBRE PROBLEMAS ÉTICOS
1.1.- RELACIÓN DE LOS 10 CASOS ENCONTRADOS:
1º Autor (es): López Moya, A.;
Título: Ética y enfermería
Revista: ENFURO: Asociación Española de Enfermería en Urología 1998; 67: 45-50
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
2º Autor (es): Martín Duarte, J. S.;
Título: Dilemas éticos más frecuentes de los profesionales de enfermería
Revista: Alzheimer 2001; 24: 20-21
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
3º Autor (es): Sola García, M. T.;
Título: Problemas bioéticos en la insuficiencia renal
Revista: Revista de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica = BISEDEN 1995; IV trim.: 24-28
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
4º Autor (es): Busquets Surribas, M.; Antón Almenara, P.;
Título: Ética y comunicación
Revista: Revista Rol de Enfermería 1994; 193: 61-64
Materias: Enfermeros - Ética profesional; Comunicación en enfermería;
5º Autor (es): Tomás Vidal, A. M.;
Título: Enfermería y ética (Editorial)
Revista: Enfermería Clínica 1994; 4(3): 97-98
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
6º Autor (es): Couceiro Vidal, A.;
Título: Problemas éticos en neonatología
Revista: Jano 1989; 881: 59
Materias: Médicos - Ética profesional; Enfermeros - Ética profesional;
7º Autor (es): Arroyo Gordo, M. P.;
Título: Marco ético común para las profesiones sanitarias (Editorial)
Revista: Metas de Enfermería 1999; 13: 3
Materias: Médicos - Ética profesional; Enfermeros - Ética profesional;
8º Autor (es): Redacción Huelva;
Título: Resolución de dilemas en enfermería de urgencias: recomendación científica de la Sociedad Española de Enfermería de Urgencias
Revista: Documentos de Enfermería 2000; 16:16-17
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
9º Autor (es): Benavent Garcés, A.; Colomer Revuelta, M.C.; Gabaldón Coronado, M.J.; Lajo Asensio, M.; Teuler Lozano, T.; Sala Franco, J.;
Congreso: Congreso Español de Pediatría (16ª);
Título: Ética y enfermería pediátrica
Revista: Revista Rol de Enfermería 1985; 89: 59-64
Materias: Enfermeros - Ética profesional; Pediatría - Aspectos éticos;
ARTÍCULO ELEGIDO PARA COMENTARIO:
10º Autor (es): Villar, J.;
Título: Problemas éticos en el diagnóstico y tratamiento genéticos (Editorial)
Revista: Medicina Clínica 1994; 102 (12): 458-461
Materias: Enfermeros - Ética profesional;
1.2.- ANÁLISIS PERSONAL SOBRE EL CASO ELEGIDO:
Este artículo nos plantea uno de los mayores problemas éticos que se nos pueden presentar hoy en día: la identificación de más y más enfermedades con una base genética va a cambiar la forma de practicar la medicina; conocer la secuencia del genoma humano hace posible la fabricación de pruebas diagnósticas para un gran número de enfermedades. Sin poder evitarlo habrá una cultura científica diferente, y los profesionales sanitarios tendremos que enfrentarnos seguramente a importantes conflictos éticos.
Sería ideal que las enfermedades pudieran curarse de por vida, sería ideal que bastase con la sustitución del gen anormal por uno normal…sin embargo, este tema va mucho más allá de este simple planteamiento: estamos trabajando CON y PARA personas, seres humanos únicos y diferentes todos ellos.
Como se expone en el artículo, existen dos tipos de intervenciones en genética: terapéutica y eugenésica; la diferencia entre ambas hay que tenerla muy clara. La terapéutica cumple con el propósito tradicional de la medicina que es curar; por tanto, sólo se permite corregir un defecto genético causante de enfermedad. La intervención eugenésica persigue el perfeccionamiento de la especie humana, pretende la mejoría mediante la reproducción selectiva, y este sí que es éticamente incuestionable: una cosa es que podamos curar ciertas enfermedades y otra elegir cómo queremos a nuestros hijos, teniendo en cuenta que todos los padres querrían “niños perfectos”.
El Proyecto del Genoma Humano originará , y ya lo está haciendo, graves cuestiones éticas a varios niveles: a nivel personal deberíamos plantearnos si la información de nuestro genoma es algo que queremos conocer y a nivel profesional existe el peligro de caer en la eugenesia.
Cada sociedad tiene preferencia por diferentes criterios sociales, morales, médicos, políticos o económicos; al margen de cuales sean estos criterios, la pregunta crítica sigue siendo ¿quién decide qué hacer? ¿es éticamente aceptable la realización de
un test a toda la población para identificar quienes tienen un gen anormal? ¿cuándo realizar un test prenatal para ofertar opciones? y ¿qué criterios se seguirán y quiénes lo eligen?. Existe el peligro de caer en el determinismo o en el reduccionismo. Aunque la indicación de cualquier prueba diagnóstica genética deber ser la de beneficiar al paciente o sujeto, existe una serie de problemas sociales, incluyendo la falta de respeto a la intimidad, la estigmatización, la discriminación y la toma de decisiones sin haber sido informado que hay que tener muy en cuenta.
Especialistas en bioética y la propia OMS han concluido que el trasplante de genes es éticamente análogo a cualquier otro tipo de tratamiento en el caso de la manipulación de las células somáticas (distintas a la reproductivas) en un individuo; el problema es cuando la manipulación genética se hace en las células germinales (reproductivas) de tal manera que los cambios genéticos los hereden los descendientes de la persona tratada, los cuales no han tenido el oportuno consentimiento informado.
De todos modos debe entenderse que el tratamiento genético no puede curar todos los males y no hay que caer, por consiguiente, en falsas esperanzas. Por otro lado, la mayoría de las enfermedades no son genéticas sino medioambientales. Por el momento, es preciso la educación sanitaria para enseñar a la población a vivir y enfrentarse ante un defecto o alteración genética.
De igual forma, los errores biológicos que cada uno de nosotros lleve en los genes no deben representar nunca una limitación en nuestros derechos fundamentales: respeto, libertad, justicia, protección, educación y salud.
En España, como en todo el mundo, los problemas bioéticos surgen continuamente como consecuencia del avance de la Medicina y la Biología, en general, y de la Genética, en particular: a nuevos avances científicos, nuevos retos éticos. Estos temas deberían ser evaluados bioéticamente a nivel nacional para que la sociedad, los ciudadanos, pudieran formar su criterio y no quedar a expensas de una opinión publicada que suplante a la verdadera opinión publica. No hay que hablar sólo de la manipulación genética, sino también de la manipulación social que la acompaña.
La investigación genética ha tenido una enorme expansión en recientes décadas, con repercusiones terapéuticas aún inciertas.Hoy en día hay que decir que el amplio campo de la ética y de la genética tiene una mayor relevancia en el campo social que en el clínico.
Aprender a aceptarnos tal y como somos sería un hermoso comienzo, sin embargo no hay que dar la espalda a tantos y tantos avances genéticos y científicos ya que gracias a ellos sí que podemos superar ciertas enfermedades y por tanto avanzar en el camino hacia la SALUD que es el pilar fundamental por el que trabajamos todos los profesionales sanitarios. Cada vez los enfermeros y médicos se van más arrastrados hacia diferentes direcciones: por un lado los intereses de pacientes individuales, y, por otro, el compromiso con la sociedad y las generaciones no nacidas todavía. Las personas profanas en estos asuntos, que forman la sociedad, están cada vez más interesados en la ética médica. Los miembros de la profesión médica no pueden ya tomar por sí mismos ciertas decisiones morales y éticas.
Estamos obligados, en atención a la moral, a tratar a los humanos como individuos de los que no se puede disponer o intercambiar de un modo gratuito. Y esto es tan importante para la sociedad en su conjunto que no podemos consentir que el principio sea defendido sólo por directrices profesionales o hábitos de práctica correctos. Podría ser necesario imponer este consenso moral a través de la legislación, y así levantar una barrera que ni profesiones sanitarios ni científicos puedan traspasar.
2.- VALORES
2.1.- POR QUÉ SON NECESARIOS LOS VALORES EN LA PROFESIÓN Y EN LOS PROFESIONALES:
Tan sólo asomándonos al contenido de la ética, nos damos cuenta de cómo las actividades desarrolladas por el profesional de enfermería entran de lleno en el ámbito de conceptos como moral y comportamiento práctico-moral, considerados ambos como el objeto de la ética. Situaciones en las que la decisión tomada, basada en nuestros valores, puede afectar positiva o negativamente al individuo, está a la orden del día en el desarrollo de nuestra profesión, comprometiendo la salud del paciente.
Ampliando un poco más, podemos decir que la ética “es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en la sociedad” y la moral “es un sistema de normas, VALORES y principios, de acuerdo con el que se regulan las relaciones mutuas entre los individuos y/o la comunidad” por tanto, los valores tienen que regir nuestras acciones tanto personal como profesionalmente. El propósito central del estudio de la ética y los valores en nuestra profesión, es buscar los comportamientos profesionales que promuevan, fomenten y mantengan en los pacientes de nuestros servicios, los derechos inherentes a las personas.
Uno de los motivos que llevan a una persona a convertirse en enfermera y a mantenerse en la profesión, es un sentido de responsabilidad hacia los demás; pero responsabilidad desde la perspectiva ética no significa dirigir a la otra persona, ni mucho menos manipularla; tenemos que actuar basándonos en la escala de valores propia a cada paciente unida a la escala de valores personal que debemos tener como enfermeros.
La enfermería es una profesión sanitaria cuya esencia reside en la vida; y como toda vida necesita asentarse en unos valores morales. Los valores son aquellos que rigen la causa de cualquier actuación; y como es lógico, en cualquier profesión, saber actuar de una forma determinada es primordial. El trabajo es una actividad que ocupa gran parte de nuestro tiempo, es otra parcela de nuestra vida, por ello considero, que al igual que en nuestra vida personal tenemos una serie de valores con los que actuar, también los debemos de tener en nuestra profesión, sea cual sea ésta.
La enfermería, como profesión, tiene también sus valores que se derivan de los universalmente reconocidos; adecuados a la práctica concreta de su campo de actuación. Pero como la enfermería se desarrolla en una sociedad determinada, con sus propios valores reconocidos en cada país, la profesión de enfermería incorpora, a los valores profesionales universales aquellos que se corresponden con su sociedad particular.
El sistema de valores, tanto de una sociedad como de una profesión, se expresa en principios, virtudes y normas o preceptos éticos, que obligan moralmente a sus sujetos y se traducen en los llamados deberes morales.
Los códigos deontológico son una enumeración de principios y valores que los profesionales consideran dignos de un respeto absoluto en el desarrollo de su labor. La calidad de la práctica clínica no será buena, si la corrección técnica no va acompañada de una correcta toma de decisiones morales por parte del personal sanitario. La ética clínica es una inclusión de los valores en la toma de decisiones clínicas.
2.2.- RELACIÓN DE VALORES EN LA PROFESIÓN:
Toda profesión debe tener un conjunto de valores en los que se asienten sus conocimientos técnicos-científicos. Estos valores son lo que marcan la forma de trabajar correcta, son el motivo último de nuestro esfuerzo diario.
En general, los valores necesarios en la profesión, sea cual sea ésta, son:
.- Excelencia académica: conseguir altos conocimientos
.- Identidad profesional
.- Compromiso social
.- Humanismo
.- Solidaridad
.- Investigación ética y moralmente aceptable
.- Liderazgo sin perjudicar a los compañeros
.- Compromiso con la calidad
.- Trabajo en equipo
.- Integración
.- Iniciativa y creatividad
.- Libertad de pensamiento y expresión
2.3.- RELACIÓN DE VALORES EN EL ENFERMERO PROFESIONAL:
Los valores se basan en conceptos básicos como:
.- “Cuidar es ponerse en el lugar de quien lo necesita: hay que establecer una RELACIÓN EMPÁTICA”.
.- “Cuidar como SUPLENCIA, es poner abasto todos los recursos para que pueda cuidarse por sí mismo el paciente o con un familiar”.
.- “Cuidar como TRANSFERENCIA, es invitar a la persona a que transfiera su angustia, a que nos deposite su confianza”.
.- “Cuidar como DISPONIBILIDAD, es convertir al paciente en el centro de atención”.
.- “Cuidar no es arrastrar a la persona a un sitio establecido ni privarle de libertad, es ACOMPAÑAR a su ritmo, sin marcarlo”.
.-“Cuidar a alguien es SINGULARIZAR, es llamarlo por su nombre”.
Es importante conocer los principios éticos fundamentales:
Principio de no maleficencia u obligación prioritaria de no producir daño.
Principio de beneficiencia u obligación a conseguir el máximo beneficio del enfermo.
Principio de autonomía o derecho del paciente a la toma de decisiones sobre su persona.
Principio de justicia u obligación a distribuir los recursos, beneficios y cargas, equitativamente entre los miembros de la sociedad.
Según estos principios éticos, la bioética actual pretende ser:
.- Civil: derecho a la libertad de conciencia.
.- Pluralista: aceptar la diversidad de enfoques.
.- Autónoma: del propio ser humano.
.- Racional: pensando el “a priori” y el “a posteriori”.
.- Aspira a ser universal.
Por todo ello, los derechos y valores que debemos obedecer:
Respeto a la dignidad humana y a la igualdad: tratar a todos los pacientes con igual consideración y respeto.
Acceso a la asistencia sanitaria.
Libre autodeterminación del paciente.
Intimidad, confidencialidad y a la libertad ideológica o de culto.
Información como derecho autónomo.
Es esencial para el cuidado:
Compasión: empatía.
Competencia: singularidad.
Confidencialidad: secreto profesional.
Confianza entre cuidador y enfermo.
Conciencia de las limitaciones.
Si superamos el binomio clásico de autoridad-obediencia, a fin de conseguir una relación persona-persona, estaremos en condiciones de aprovechar en beneficio de los pacientes, el compromiso de corresponsabilización del enfermo en las decisiones en las que participa, y sin duda avanzaremos en la consideración de los ciudadanos hacia nuestro trabajo y en el progreso de una sociedad de la que los enfermeros somos parte.
3.- CASO CLÍNICO CON PROBLEMA ÉTICO: ANÁLISIS:
Hace pocos días me costó más que nunca conciliar el sueño, y así tendida en mi cama, comencé a dar vueltas a todo lo que me había ocurrido durante el día: un fatídico lunes. En esos momentos apareció en mi mente un paciente de mi unidad: Hemodiálisis; éste se llama Rodrigo. Como seguramente les ocurrirá a la mayoría de enfermeras, por lo menos a mí me pasa, es común acordarse de ciertos casos, vivencias ocurridas en el hospital. Pero lo que pasaba con Rodrigo era especial: me sentía responsable de una vida.
Rodrigo es un hombre de 50 años que padece una afección renal grave por lo cual tiene que acudir a tres sesiones semanales, cada una de dos horas, en mi unidad; lleva unos diez años con este asunto. Es divorciado desde hace seis años, y tiene una hija de 14 años.
Como cada mañana, Rodrigo acudió al hospital a recibir su correspondiente dosis o sesión, pero al terminar ésta, me dijo que probablemente habría sido la última. Con el corazón en un puño (al principio pensé que debería ser una falsa alarma, un típico chiste de los suyos) le miré a los ojos y supe que hablaba en serio.
Tras una larga conversación con él, me dio estos motivos por los que quería abandonar el tratamiento que le mantenía con vida:
.- Estaba cansado de tantas sesiones que nunca arreglarían su problema. Sentía el hospital como una casa, una infernal casa de la que dependía todo lo que le rodeaba. Sabía que no era algo temporal que le fuera curando poco a poco.
.- Manifestó que esas dos horas conectado a esa “horrible máquina” no le “daban” la vida, como quizás sí sentía al principio de su enfermedad. Su vida psicológica y moral se hundía por días.
.- Llevaba diez años en una lista de espera de trasplante renal: su único camino hacia la libertad; y estaba cansado. No quería seguir atado a una ilusión que a lo mejor nunca llegaría, y si algún día le llegaba, probablemente ya no tendría ni ganas ni verdadera esperanza.
.- En todo este tiempo conmigo, con el tratamiento había visto como varios compañeros, incluso muy buenos amigos, se habían quedado en el camino. Él no quería seguir más tiempo amargado para al final terminar igual; prefería morir antes y no sufrir aquél duro calvario.
.- Su situación personal: veía muy pocas veces a su hija; y con su mujer desde la separación apenas había contacto, le había dejado en plena lucha. No tenía a nadie porque sus padres habían muerto y era hijo único.
Frente al caso:
1º PASO: INVESTIGAR:
Reunir los datos sobre el caso, diagnóstico, pronóstico y tratamientos puestos.
Después de tantos años con Rodrigo, conocía su situación a la perfección; por otro lado debo decir que él conocía con claridad su dolencia y sus posibilidades: la decisión estaba tomada y meditada con tiempo y teniendo en cuenta todas las circunstancias.
2º PASO: CLARIFICAR:
Aquí hay que sopesar dos principios básicos éticos: autonomía (qué se requiere para que se respeten los deseos de Rodrigo) y beneficiencia (qué se requiere para que se actúe en pro del mejor interés del paciente).
Por un lado, con todos los motivos que él me dio, según mi punto de vista, parecía muy coherente su pensamiento. Vi a Rodrigo como un héroe, en vez como un cobarde ¿quién se atreve a decidir por Rodrigo?.
Por otro lado, con el cariño que le tengo y las ganas de verle bien, le intenté convencer de lo contrario: su vida sí tenia sentido.
3º PASO CONSIDERAR LAS OPCIONES:
Se enumeran en:
-1.Forzarle al tratamiento.
-2.Aceptar su solicitud y suspender todo tratamiento de hemodiálisis y relacionados.
-3.Intentar persuadirle de que continuara con las sesiones.
4º PASO: ACTUAR:
Como se requiere por mi parte:
.- Informé al médico de la situación y pensamientos de Rodrigo.
.- A petición de la unidad, le examinó un psicólogo y psiquiatra, los cuales diagnosticaron que el paciente estaba lúcido y sin depresión severa.
.- Nos aseguramos de que Rodrigo entendiera correctamente la situación y que sin la hemodiálisis moriría.
.- Rodrigo seguía en su decisión, así que nos reunimos las personas a su cuidado más un abogado, cura y gerente del hospital. Tras considerar todos los motivos que el paciente nos dio y viendo que estaba en su pleno facultad de decisión, el equipo aceptó su decisión. Pensamos que era un paciente competente y que tenía derecho a tomar las decisiones, dimos, por tanto, más peso al principio de autonomía.
5º PASO: EVALUACIÓN:
A Rodrigo se le otorgaron unos cuidados completos, sin embargo no fue, claro está, suficiente. Esto lo supe pasado un tiempo.
Esa noche, en la que el sueño no parecía acompañarme, y con mi preocupación sobre el caso, me sentía al lado de Rodrigo. A partir de entonces ya no le vería, ¿ pero era mejor su tortura diaria?. Esa noche tuve insomnio, pero al menos sé que Rodrigo, al tomar la decisión más importante de su vida, estuvo tranquilo.
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