Literatura


El pez en el agua. Los cachorros. La ciudad y los perros; Mario Vargas Llosa


Mario Vargas L losa

Elementos biográficos en su obra La ciudad y los perros.

INDICE

Indice ........................................................................................................2

Introducción..............................................................................................3

Contexto histórico....................................................................................4

La nueva narrativa hispanoamericana.................................................4

La revolución militar de los '60.............................................................6

Distinciones y reconocimientos del autor.............................................7

Análisis de las obras elegidas................................................................8

El pez en el agua.................................................................................8 "Los cachorros"...................................................................................9 La ciudad y los perros........................................................................11

Conclusión..............................................................................................19

Apéndice.................................................................................................20

Sobre la película La ciudad y los perros............................................21

Bibliografía..............................................................................................23

INTRODUCCIÓN

Uno de los objetivos que pretendemos alcanzar con esta monografía es analizar una obra del gran escritor peruano, Mario Vargas Llosa. Tomaremos su obra principal, la que le otorgó el reconocimiento: La ciudad y los perros, y haremos referencia a su antecedente literario, el cuento "Los Cachorros", para tener una visión completa de la primera. Nos basaremos en su autobiografía El pez en el agua, donde relata todo lo que vivió y lo que lo llevó a escribir sus historias, además de guiarnos por otras biografías sobre el autor.

Analizaremos esta obra con respecto a sus vivencias personales, investigando qué y cuáles aspectos de su biografía han influido y aparecen en la novela y el cuento. Observaremos al narrador desde la perspectiva del autor real, extrayendo ejemplos de estos escritos para compararlos con su biografía.

El estilo cautivante de este escritor; la flexibilidad de su prosa, su fluidez literaria, su autenticidad y su lectura no conllevan una interpretación difícil de alcanzar. La sencillez de su literatura como cada uno de sus libros, donde se nos presentan historias simples, en lugares comunes, no contiene mensajes moralistas ni adopta posturas ideológicas ni reflexivas, sino que refleja a la sociedad contemporánea de las grandes urbes americanas, con sus miserias y desencantos.

CONTEXTO HISTÓRICO

La nueva narrativa hispanoamericana

Tras el existencialismo de la literatura europea del absurdo en la posguerra en los años cuarenta y cincuenta, y el fracaso de la nueva novela francesa, en los sesenta la literatura americana cobró una nueva fuerza frente a la europea.

La revolución cubana llamó la atención sobre el continente. Surgió una literatura latinoamericana de extraordinaria calidad (que ya venia gestándose al menos desde dos generaciones anteriores) que fragmentó la hegemonía europea y distorsionó las relaciones entre centro y periferia.

Desde los cincuenta se hablaba de realismo mágico, refiriéndose al impacto del surrealismo en la literatura regional; pero la expansión pública se dio a partir de los sesenta.

Económicamente, la novela latinoamericana aún dependía de situaciones colaterales y extraliterarias: la reactivación de la industria editorial en Barcelona y lanzamiento de las obras al mundo, como así mismo el hecho de que muchos autores debieron exiliarse y esto influyó en sus escritos.

No podemos omitir, al tratar esta generación, el hablar de la nueva narrativa hispanoamericana. Su tónica fundamental la da el sentimiento de angustia, de aplastamiento ante la injusticia social, de incomunicación y desarraigo, de los habitantes de las grandes urbes americanas.

Para enfrentar esta problemática, los autores buscan nuevas técnicas y modalidades formales, por lo que resultan reformadores de las estructuras de la prosa castellana. Con esto presentan, además de la realidad aparente y consciente, el símbolo, la realidad profunda, inconsciente, mágica, mítica.

Sin embargo, a pesar de que el movimiento está generalizado en Latinoamérica, es frecuente que nosotros mismos, coterráneos de los autores, no tengamos acceso a ellos hasta que estos no son editados, promovidos y triunfan en Europa, por la pobreza del tiraje y el deficiente sistema de distribución de la mayoría de nuestras editoriales. Vargas Llosa denuncia, en el caso de Perú:

`'En el Perú la literatura es una vocación desamparada. En nuestra sociedad, la mayoría no lee y, la minoría… muy poco. Los escritores están, prácticamente segregados: la literatura no da de comer, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares” .

La generación de Vargas Llosa es la generación de 1972, formada por los nacidos de 1935 a 1949.

En esta generación, la novela se endereza hacia el juego, la disposición textual de reflejos especulares, la dispersión del eje y de los factores de la situación narrativa, la decepción de lo narrado. El texto narrativo traza un diálogo textual de complicación variada y libre. Vargas Llosa propone el término de “novela total” : la inclusión de regiones diversas de la imaginación o del estilo es la que hace esa totalidad.

Los determinantes estilísticos y de la disposición tienden a la negación, a la abolición o decepción de lo narrado. La situación narrativa y sus factores, a su vez, a la dispersión y al hueco frente a las pretensiones unitarias y psicológicas de la personalidad.

Lo que es interesante destacar es que el genio y la imaginación de Vargas Llosa han sacado partido de esta negatividad para crear obras de superior calidad e interés.

Vargas Llosa es una figura destacada de la literatura hispanoamericana. En nuestra opinión, su obra presenta las características más variadas, desde el humor y la comicidad hasta la caída trágica. Es un maestro de la composición novelística y ha sido un notable innovador de posibilidades narrativas y estilísticas.

Del conjunto de sus obras se desprende un intento abarcador: cuadros descarnados de un Perú vivido intensamente, testimonios de una sociedad que frustra, hostiga y mutila a los escritores.

Vargas Llosa define a los demonios del escritor como

“hechos, sueños, personas, mitos, cuya presencia o cuya ausencia, cuya vida o cuya muerte lo enemistaron con la realidad, se grabaron con fuego en su memoria y agravaron su espíritu, se convirtieron en los materiales de su empresa de reedificación de la realidad y a los que tratará simultáneamente de recuperar y exorcizar con las palabras y la fantasía, en el ejercicio de esa vocación que nació y se nutre de ellos, disfrazados o idénticos, omnipresentes o secretos, aparecen y reaparecen una y otra vez, convertidos en temas.”

La postulación del autor de que el escritor trabaja obsesionado por sus propios demonios, encuentra plena verificación en su producción novelística donde personajes desfasados de su yo, situaciones y ambientes vinculados a su propia experiencia personal, reiteran su carácter de proyección.

Consecuentemente, ciertos ambientes - lugares, situaciones - de reiterada aparición marcan sus preferencias y preocupaciones. Se trata de grupos humanos, radicados de acuerdo con el lugar físico o proyecto. La relación individuo - grupo constituye el eje dinámico.

Hay siempre un héroe asocial que quiere integrarse a lo que es casi un clan, y que busca la pertenencia a una organización comunitaria como bálsamo para la soledad. Sometiéndose a sus duras leyes, por lo común lo consigue. Pero la integración es superficial y externa, y normalmente termina siendo despedido o perdiéndose nuevamente en la sociedad, con la disolución del grupo y el fracaso del proyecto que los aglutinaba.

Este es el caso de su novela La ciudad y los perros, novela que analizaremos, donde el héroe que busca integrarse es el Poeta, para luego ser expulsado del grupo por su propia voluntad al horrorizarse de la frialdad humana, y el caso del Jaguar, podría decirse, el antihéroe que cae dramáticamente al verse desechado de la sociedad - grupo que lo idolatraba, por ser considerado un traidor.

La revolución militar de los '60

En los años ´60, en Perú, la oposición civil a la revolución militar aún no había sido desorganizada por el gobierno. Importantes núcleos de oposición incluso controlaban órganos de prensa y mantenían infiltrados en puestos

claves de la administración pública.

Esta revolución fue obra de una elite que solo pudo haber surgido en la única institución nacional con la capacidad suficiente para encarnar y resolver problemas en el ejército peruano, es decir, en el Colegio Militar Leoncio Prado.

El manifiesto del gobierno revolucionario decía que la acción del gobierno revolucionario se inspiró en la necesidad de transformar la estructura del estado en forma tal, que esta permitiera una eficiente acción del gobierno; transformar las estructuras sociales, económicas y culturales; mantener una actitud nacionalista y una clara posición independiente, y la defensa firme de la soberanía y dignidad nacional; restablecer plenamente el principio de la justicia y el respeto y observación de la ley, el predominio de la justicia y de la moralidad de todos los campos de la actividad nacional,. Buscaba promover la unión, concordia e integración de los peruanos, fortaleciendo la conciencia nacional.

La medida más importante que tomó el gobierno desde la promulgación del estatuto fue la cooperativización de los dos periódicos más liberales de Lima: Extra y Expreso. Estos pasaron a ser dirigidos por una cooperativa de obreros gráficos, personal administrativo y periodistas. Fue un golpe contra la prensa antinacional.

Distinciones y reconocimientos del autor

Nació el 18 de marzo de 1936 en Arequipa (Perú). Inició tempranamente su carrera literaria a la vez que incursionaba en el periodismo. En 1958, año en que se licenció en literatura en San Marcos, fue premiado con un viaje a Francia por su cuento El Desafío. Ha residido durante algunos años en Europa, trabajando en París, Londres y Barcelona con esporádicas permanencias en el Perú.

En 1959 inició estudios de doctorado en la universidad de Madrid. Ese mismo año recibió el premio Leopoldo Alas por "Los jefes", posteriormente en 1962 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por La ciudad y los perros, la misma novela fue distinguida en 1963, con el Premio de la Crítica Española y con el segundo puesto del Prix Formentor.

En 1967, con La casa verde obtuvo tres galardones: el Premio Nacional de Novela del Perú, el de la Crítica Española y el Rómulo Gallegos, en Venezuela. En 1980 ganó el Premio Godó Llana, concedido por el periódico La Vanguardia de Barcelona. Por La guerra del fin del mundo recibió dos premios: el Ritz París Hemingway en 1985 y un año después el Príncipe de Asturias de las Letras. El año 1993, con Lituma en los Andes, obtuvo el Premio Planeta. En 1995 Israel le otorgó el Premio Jerusalén.

En 1996 fue incorporado a la Real Academia Española de la Lengua.

Ejerció la enseñanza de la literatura hispanoamericana en el Reino Unido, EE UU y posteriormente se dedicó a la política.

Sus memorias tituladas El pez en el agua presentan un gran recuento de su experiencia como frustrado candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990.

OBRAS ELEGIDAS

El pez en el agua

El pez en el agua es la autobiografía de Vargas Llosa, que tomaremos como referente de comparación con sus obras, por tener un estilo semejante de escritura y por tratarse de las palabras contadas por el mismo autor. Así podremos establecer mas fácilmente una analogía en donde el autor se convierte en personaje por antonomasia.

La obra contiene, en capítulos alternos, la memoria de dos etapas decisivas en la vida de Mario Vargas Llosa. En primer lugar, la comprendida entre fines de 1946, época de su infancia en que se le comunicó que su padre no había muerto - sino que estaba separado de su madre - y le fue presentado; y 1958, año en el que el joven escritor abandonó el Perú para instalarse en Europa. En segundo lugar, cuenta los entretelones de la campaña presidencial que tras la derrota electoral en la segunda vuelta ante Fujimori, concluye el 13 de junio de 1990 con otro viaje a Europa, que da inicio a otra etapa en la vida del autor en la que la literatura pasa a ocupar nuevamente el lugar central.

"Los cachorros"

Esta obra fue escrita durante los años de juventud de Vargas Llosa, en sus comienzos como escritor. Como recuerda el autor en el prólogo del libro

Los Cachorros/ los jefes, los cuentos pertenecen a una época situada entre 1953 y 1957, cuando aún era estudiante en Lima. Es una etapa de su vida signada por el amor a la literatura, en la que leía vorazmente todo aquello que caía en sus manos. La lectura de aquellos años, en la cual descubrió autores y obras que marcarían su vida, lo llevarían sin querer a convertirse en escritor. Las obras de Faulkner, Hemingway, Malraux, Sartre y Camus impregnaron su primer libro.

"Los Cachorros" es una historia impactante, la de un chico que sufre un accidente y queda castrado y como consecuencia se va convirtiendo en un marginado dentro de un mundo machista. El cuento tiene musicalidad en el uso del lenguaje y el ritmo da al lector la sensación de que la historia es más cantada que contada. Por ello se puede leerla rápidamente con la ansiedad de llegar al final.

El barrio es el tema central del cuento, que refleja la personalidad colectiva del grupo, y este es el narrador de la historia del niño mutilado. El autor consigue que el narrador colectivo no borre las diversas voces que hablan por él. Para ser mas claros, "el grupo", integrado por los amigos de Pichula Cuéllar (Lalo, Chingolo, Mañuco y las chicas) también es el narrador del cuento. Los amigos del personaje son la voz del relato, son quienes nos cuentan la historia. Ellos son el narrador colectivo, que es igual a decir "el grupo". Pero cada uno de los personajes que conforman al narrador colectivo del cuento no pierden su identidad propia. A pesar de que son parte de un grupo, mantienen su unicidad. Es decir, es esa voz plural que se deshace en cientos de voces individuales, y a la vez, se rehace de nuevo en una que expresa a todo el grupo.

En el cuento se describe y representa de manera fidedigna la infancia del autor en el barrio de Miraflores. Esa pequeña comunidad, fraternidad de muchachos y muchachas con territorio propio, que hoy ya no existe. Las actividades de ese pequeño mundo consistían en correr olas, jugar al "fulbito", aprender a fumar, a bailar, declararse a las chicas y cambiar cada tanto de pareja.

El cuento está basado en una historia real de un recién nacido que había sido emasculado en un pueblo de Los Andes, pero el autor no se limita solo a transcribir la anécdota sino que la traslada a su mundo, el barrio de su infancia con sus mitos y personalidad. En el relato aparece la idea de una herida, que con el tiempo, se va abriendo en vez de cerrar. Podemos decir que confluyen dos ideas en la historia. Por un lado la intención del escritor de mostrar a la alta sociedad limeña de la época, Miraflores; con sus costumbres y prejuicios, que el autor - de manera magistral - convierte en la voz del narrador. Esta juzga al protagonista, Pichula Cuéllar, y determina el comportamiento rebelde, desenfrenado y solitario del personaje que lo conducirá a su muerte. Por otro lado, una historia ficcionalizada con un lenguaje fluido y voces que se mezclan, como un coro que interpreta una misma canción, de forma homogénea dando sentido a la narración, donde subyace el tema de las heridas que en vez de cerrarse, con el tiempo, se abren más.

El cuento está poblado de modismos propios de la ciudad que no ensucian, ni perjudican el estilo literario de la obra. Al contrario, están en función de la narración, dándole vida e imprimiéndole un carácter realista a la misma.

Para comenzar a mostrar las coincidencias que encontramos entre la vida del autor y su obra principal, analizaremos primero los sincronismos con su antecedente literario.

Comparando entre su autobiografía y el cuento, pudimos distinguir qué episodio de la vida del autor fue el que lo inspiró.

"El gran danés del señor Beckman me fascinaba y aterraba. Lo tenían amarrado y sus ladridos atronaban en mis pesadillas. En una época, Jorge, el menor de mis tíos, guardaba su auto en las noches en ese garaje y yo lo acompañaba, paladeando la idea de lo que ocurría si el gran danés del señor Beckman se soltaba. Una noche se abalanzó sobre nosotros. Nos echamos a correr. El animal nos persiguió, nos alcanzó ya en la calle y a mí me desgarró el fondillo del pantalón. La mordedura fue superficial, pero la excitación y las versiones dramáticas que de ella di a mis compañeros duraron semanas."

A su vez, esta es la experiencia que vive el personaje del cuento.

"A veces ellos se duchaban también, guau, pero ese día, guau guau, cuando Judas se apareció en la puerta de los camarines, guau guau, sólo Lalo y Cuéllar se estaban bañando (...) El llanto de Cuéllar, sus gritos, y oyó aullidos, saltos, choques, resbalones y después sólo ladridos (...) Y sangrando, hermano, palabra, qué horrible, el baño era purita sangre (...) Cuenta, Cuéllar, hermanito, qué pasó, ¿le había dolido mucho?, muchísimo, ¿dónde lo había mordido?, ahí pues, y se muñequeó, ¿en la pichulita?, sí, coloradito, y se rió y nos reímos (...)"

La ciudad y los perros

La novela está basada en la propia experiencia del autor durante su paso por la Academia Militar Leoncio Prado, cuando era un adolescente. La historia gira en torno a un grupo de muchachos que residen en el colegio, con el objetivo de convertirse en hombres. Los cadetes Alberto (el Poeta), el Jaguar y Ricardo (el Esclavo) son los personajes principales. Todos ellos tienen alrededor de 15 años de edad. Cada uno ingresa a la Academia por diferentes motivos. Allí se suceden diversos hechos. El clímax llega con el asesinato del Esclavo. Se trata de una venganza que ha realizado el Jaguar, un personaje cruel y delincuente. No obstante, la corrupción predominante entre los oficiales del ejército peruano y su afán por no hacer pública la falta de disciplina en la Escuela trae como consecuencia que el crimen nunca sea castigado. El teniente Gamboa, que ha luchado por la justicia, debe renunciar a sus esperanzas en la jerarquía militar y es desplazado a una división remota en la provincia.

La vida que deben llevar en el internado, la convivencia con los superiores, los cadetes que habitan el colegio y diversas historias que suceden dentro del internado conforman la novela. Las relaciones con el poder, la corrupción militar, la tergiversación de los valores, la fragmentación social y la violencia son tratados por el autor con gran agudeza y maestría.

Las condiciones de vida descritas en la novela son demasiado duras, tanto por las obligaciones a las que se ven sometidos los alumnos por las autoridades, como por la observación de un código no escrito estipulado por los mismos cadetes, alumnos del internado; que no es otro que la ley del más fuerte: devorar para no ser devorado.

La sensibilidad es anulada por la brutalidad propia de la vida militar, y la pasión de la juventud desemboca en furia, rabia y hasta un ciego fanatismo. Víctimas de las pasiones de todos los grupos, están solos para abrirse un camino hacia el mundo monstruoso de los mayores, solos frente a la opción del sometimiento o la soledad. La consigna es “hacerse hombres”, a fuerza de aplastar su personalidad “rebelde” e “inadaptada”, para ser incorporados a esa masa anónima y frustrada a la que pertenecen sus padres. Mario Vargas Llosa plantea la idea de la soledad exasperada del hombre en un mundo que no le satisface.

Vargas Llosa muestra, en el colegio, una fuerte jerarquía piramidal a manera de microcosmos de la sociedad peruana, donde la humillación, la traición, la violencia, la explotación y la degradación humanas son la garantía para que cada parte de esa pirámide conserve sus privilegios.

Todas las contradicciones de esa sociedad, incluidos los problemas de la raza, están presentes. En el colegio conviven los blancos de clase acomodada, los blancos pobres, los cholos, los serranos, los indios…Vargas Llosa realiza un retrato social y político, una descripción de las condiciones de vida del Perú que ponen de manifiesto la corrupción y la brutalidad de su sociedad.

La esencia de la novela consiste en la imposibilidad del hombre de superar los condicionamientos del medio social y geográfico, en su “determinismo ambiental”. Esto quita todo el rasgo heroico a los protagonistas, los devuelve a su condición de hombres humillados, condenados a vivir sin pensar, a hundirse en la costumbre. Con esto, ubica a los lectores en la imposibilidad de buscar una interpretación racional y unívoca de la obra.

En los años que vivió con su padre; según su autobiografía, Vargas Llosa vio desvanecerse toda su inocencia, la visión candorosa del mundo que su madre, sus abuelos, y sus tíos le habían inculcado. En tres años descubrió la crueldad, el miedo, el rencor y la dimensión tortuosa y violenta que está siempre contrapesando el lado generoso y bienhechor de todo destino humano. Su padre odiaba la literatura, lo que hizo que él se obstinara más en seguir justamente esa vocación. Al principio empezó como un juego, pero luego para él se fue convirtiendo en algo obsesivo y perentorio. Vargas Llosa asegura que si en aquellos años no hubiera sentido que aquello era lo que más hubiera podido decepcionar a su padre, que lo hacía sufrir tanto, posiblemente no sería un escritor.

En muchas partes del libro encontramos datos biográficos del autor, que salen a la luz a través de la vida de sus personajes. Vargas Llosa recurre a sus vivencias personales para otorgar a la novela mayor dramatismo y realismo. Los protagonistas de la novela que mayores coincidencias presentan con el autor, son Alberto y Ricardo. Una de las tantas coincidencias entre los personajes y el autor, se observa en los recuerdos que afectan tanto a unos como a otros. Al comienzo de El pez en el agua, el afamado escritor hace una síntesis de los sucesos de la existencia de su padre, a quien creía muerto hacia años.

Vargas Llosa se remonta a 1947, cuando aún era un niño y describe el momento en que su madre le dice la verdad acerca de su padre. El impacto que le provocó aquella noticia todavía sigue fresco en su memoria y como él mismo cuenta, fue nefasta para él. Extraemos del libro un fragmento del diálogo que tuvieron aquel día, el pequeño Mario y su madre para reforzar nuestra afirmación acerca del material biográfico que abunda en las obras del célebre autor. También servirá para verificar cómo este suceso forma parte de la vida de uno de los personajes de la novela La ciudad y los perros.

  • "Tú ya lo sabes, por supuesto - dijo mi mamá sin que le temblara la voz - ¿No es cierto?

  • ¿Qué cosa?

  • Que tu papá no estaba muerto, ¿no es cierto?

  • Por supuesto, por supuesto. "

Este acontecimiento en la vida de Vargas Llosa aparece en La ciudad y los perros mencionado como parte de la vida de Ricardo.

"Como tres días antes, cuando su madre, llamándolo aparte, para que no lo oyera la tía Adelina, le dijo: tu papá no está muerto, acaba de volver de un viaje muy largo" (C.P. , pp. 22, 23).

Es notable observar cómo el autor utiliza fragmentos de su vida con el objeto de brindarle autenticidad a sus personajes. Es como si los protagonistas fueran retazos del escritor.

Otro ejemplo que parece tener relación entre el autor y los personajes es la experiencia de Vargas Llosa acerca de la relación entre su madre y su padre. Es decir, aquella noche que pasó junto a ellos y las sensaciones y profundas impresiones que le produjeron cuando él era aún un niño. Aquel encuentro entre su padre y su madre, fue mortificante para el escritor, en especial la primera noche que pasaron juntos. Se sintió víctima de una traición por parte de su madre, lo que le produjo celos y sobre todo rabia, derivada de la impotencia de no poder hacer nada:

"Estuve toda la noche con los ojos abiertos y el corazón sobresaltado, tratando de oír alguna voz, algún ruido, en el cuarto contiguo, muerto de celos y sintiéndome víctima de una gran traición. A ratos me venían arcadas de disgusto, un asco infinito, imaginando que mi mamá podía estar ahí, haciendo con el señor ese las inmundicias que hacían los hombres y las mujeres para tener hijos" (P.A., p. 31).

Coincide con los recuerdos que guarda Ricardo la noche en que su padre y su madre durmieron juntos:

"Avanzó hasta la puerta [de su habitación] y pegó el rostro a la madera. No oyó nada. Volvió a su cama y lloró, tapándose la boca con las dos manos... Sus ojos seguían abiertos y sus oídos en guardia. Mucho después los escuchó. Hablaban en voz baja y sólo llegaba un incomprensible rumor. Luego oyó risas, movimientos" (C.P., p. 24).

A Ricardo aquel momento, le causó un gran dolor, y aún cuando han pasado unos años, ese mal recuerdo sigue estando presente. Como suponemos, fue Vargas Llosa quien en realidad vivió esa terrible situación y volcó las experiencias en la novela. Esta historia, que en la novela aparece como parte de la vida de Ricardo, es quizás una confesión por parte del autor de un reencuentro muy poco feliz.

Además, Vargas Llosa narra el viaje que realiza junto a su madre y a su padre, que comienza en Piura, y continúa con una pequeña escala en Chiclayo, donde pasa la noche, y finaliza en Lima. Esta es otra semejanza con Ricardo, el personaje, ya que éste también viaja desde Chiclayo hasta Lima para conocer a su padre.

Para construir la personalidad de Ricardo se basa, suponemos, en la forma de comportarse de un compañero con el cual convivió el autor en el internado militar, y cuenta una anécdota para ilustrar a este peculiar personaje.

El escritor tenía un compañero al que apodaban "Huevas Tristes" Este era tímido, flaco y pálido. Un día, un cadete lo molestó tanto que el joven se largó a llorar. Desde ese momento, se convirtió en el hazmerreír del grupo, y en el sirviente de todos, cualquiera podía pegarle, insultarlo, abusar de su debilidad. Vargas Llosa agrega en su autobiografía que una vez observó a ese pobre cadete ser escupido en la cara por un "loco", limpiarse con su pañuelo y seguir su camino.

La anécdota que nos cuenta Vargas Llosa acerca de este retraído compañero del colegio militar es una prueba sólida que nos permite demostrar el carácter realista de la novela. Así como en el internado el que sufría era "Huevas Tristes", en la novela el que encarna a ese cadete, en su carácter ficcional, es Ricardo - el Esclavo - . Es él quien vive todo tipo de humillaciones a manos del Jaguar. Seguramente los abusos y maltratos que debe soportar el Esclavo de parte de los cadetes fueran parecidos a los que recibió "Huevas Tristes" en el colegio militar, de las que fue testigo Vargas Llosa.

Vargas Llosa se identifica en algunos puntos con Ricardo. Este lleva la misma enfermiza relación con su padre, que Vargas Llosa con el suyo propio. A través de la novela, el autor puede descargar y confesar todos sus temores y todo lo que sufrió, encarnándose en un personaje. Su padre tenía muchas ideas preconcebidas acerca de la disciplina que impartía el colegio cuando en realidad esta no era tan estricta como pensaba. Al igual que Ricardo, Vargas Llosa fue internado en el Leoncio Prado para que fuera un hombrecito disciplinado, corajudo y respetuoso de la autoridad.

Otro personaje importante de La ciudad y los perros es Alberto, también llamado "el Poeta" por sus compañeros de sección del internado, debido a la facilidad que este poseía para escribir novelas eróticas y el talento para redactar cartas de amor. El Poeta se asemeja tal vez demasiado a la personalidad de Vargas Llosa. Es decir, el comportamiento del Poeta y su actitud frente al mundo que lo rodea, es similar al de Vargas Llosa cuando tenía esa edad. El escritor nos cuenta en su autobiografía, que era el encargado de escribir cartas a las enamoradas de sus compañeros de sección. Además se dedicaba a escribir novelas de gran contenido erótico. Citamos textualmente lo que escribe Vargas Llosa acerca de este tema:

No sé cómo empecé escribiendo cartas de amor a los cadetes que tenían enamoradas y no sabían cómo decirles que las querían y las extrañaban. (...) Me acuerdo, en cambio, muy bien, cómo escribí la primera novelita erótica, un par de páginas garabateadas a la carrera para leer en voz alta a un corro de cadetes de la segunda sección, en la cuadra, antes del toque de queda" (P.A. , pp. 113, 114).

El Poeta realizaba idénticas actividades en el Leoncio Prado, pero con otros fines. Para él era una manera de obtener dinero y así poder costear sus gastos. Extraemos un pequeño párrafo de la novela, donde a través de los pensamientos de Alberto, conocemos sus preocupaciones. Además observaremos la proximidad que hay entre el Poeta y Vargas Llosa. Alberto piensa en cómo obtener dinero para salir el sábado.

"Podría que unos diez tipos se soñaran con la película esa, y viendo tantas mujeres en calzones, tantas piernas, tantas barrigas, tantas, me encarguen novelitas, pero acaso pagan adelantado" (C.P., p. 25).

Como el Poeta en La ciudad y los perros, esos fueron los años donde Vargas Llosa empezó a escribir como nunca lo había hecho antes y allí comenzó a ser un escritor.

Otra coincidencia entre el autor y el personaje, donde podemos identificar datos biográficos de Vargas Llosa que forman parte de la vida de Alberto, es el lugar de residencia. Para ello nos remitimos a lo que dice acerca de este en su autobiografía:

"Mi barrio se había denominado antes 'Barrio Alegre', pero cambió de nombre cuando los periódicos comenzaron a llamar así al jirón Huatica de la Victoria (la calle de las prostitutas) y se transformó en el barrio 'Diego Ferré' " (P.A., p. 65).

La precisión con la que describe el barrio en que vive Alberto, sus amigos, el nombre de las calles; presenta similitudes extraordinarias dentro de la novela. El espacio o escenario donde ocurren algunos sucesos de la trama, si bien aquí mantienen su carácter ficcional, es en sí verdadero y real, con algunas pequeñas variaciones. Quizás Vargas Llosa se vale del barrio donde vive Alberto para otorgarle una condición social que lo distingue del resto de los cadetes.

"Los cronistas policiales designaban con el nombre de Barrio Alegre al jirón Huatica de la Victoria, la calle de las putas, que constituía una semejanza embarazosa. Por eso los muchachos se limitaban a hablar del barrio. Y cuando alguien pregunta cuál barrio, para diferenciarse de los otros barrios de Miraflores, el 28 de Julio, el del Reducto, el de la calle Francia, el de Alcanfores, dicen 'el barrio de Diego Ferré' "(C.P., p. 43).

Esto, que podría ser una coincidencia casual, no hace más que poner en evidencia la importancia que tienen los datos biográficos que el autor utiliza para enriquecer la novela.

Otros sucesos que están presentes tanto en la novela La ciudad y los perros como en El pez en el agua es el "bautismo" al que son sometidos los cadetes que ingresan al colegio militar. Un hecho desagradable que el escritor narra con gran dramatismo, mostrándonos un momento de su vida que sigue grabado en su memoria. El bautismo es la bienvenida que los cadetes mayores le hacían a los recién ingresados a primer año. La fuerza bruta, la violencia y las venganzas a la que son sometidos los cadetes de primer año están descriptas en la novela con el mayor realismo posible.

Vargas Llosa nos cuenta en El pez en el agua cuáles fueron sus impresiones acerca de este lamentable hecho, protegido por las autoridades.

Él mismo fue un "Perro" y tuvo que sufrir el "bautismo" ejecutado por los cadetes mayores.

"Los perros sabíamos que el bautismo era la prueba amarga por la que había que pasar. Al terminar el almuerzo, oficiales y suboficiales desaparecieron y los de cuarto se lanzaron sobre nosotros como cuervos... Nos hicieron abrir la bragueta y sacarnos el sexo para masturbarnos: el que terminaba primero se iría y el otro se quedaría a tender las camas de los verdugos. Después nos llevaron al campo de fútbol. A mí me preguntaron qué deporte practicaba <<natación, mi cadete>> <<Nádese de espaldas toda la cancha de atletismo, entonces, Perro>>" (P.A., p. 103).

En La ciudad y los perros es Ricardo quien recuerda en la noche posterior al bautismo los horrores y sufrimientos de aquella jornada.

"Lo llevaron al estadio y no podía recordar si aún era de día o había caído la noche. Allí lo desnudaron y la voz le ordenó nadar de espaldas, sobre la pista de atletismo, en torno a la cancha de fútbol" (C.P., p. 76).

Es importante destacar la crítica, que el escritor mediante su obra, hace al sistema. Recordemos que el libro fue publicado por primera vez en 1976, cuando el Perú estaba bajo un gobierno militar. La veracidad de su contenido es reafirmada por las fuertes criticas que recibió el libro. Las polémicas que desató el libro no hicieron más que poner de manifiesto la crisis social e institucional que existía. Decir que aquello era lo tradicional, y por ende correcto, no es más que una observación carente de sentido.

En sus textos habla de toda la decadencia del estatuto militar, de la disciplina que tendría que haber y la que en realidad existía: aunque ésta difícilmente puede denominarse disciplina.

CONCLUSIÓN

A pesar de contar con algunas dificultades para encontrar bibliografía específica sobre el tema que tratamos, pudimos encontrar dos libros sobre el tema que nos sirvieron como guía para nuestras comparaciones y argumentaciones, ya que contábamos desde el principio con numerosas obras del autor. Nos basamos específicamente en la obra que le dio fama, y nos situamos en toda la temporalidad existencial de su adolescencia, cuando concurrió al mismo colegio donde está ambientada la obra.

Después de la investigación y comparación de las obras de este escritor, podemos ahora reafirmar nuestra hipótesis: la obra de Mario Vargas Losa está condicionada por sus vivencias; y va mucho más allá: está formada por sus vivencias, condimentada y adicionada con el estilo y las variaciones que la misma lógica y el sentido de los textos le exigen.

Podríamos decir que la personalidad y la vida de Vargas Llosa se divide y se difumina en cada uno de los personajes de su libro, creando un autor homogéneo en su conjunto pero a la vez, tan ajeno al texto, y tan diferente al mismo narrador, que es imposible descubrirlo. Sin embargo, así él puede susurrar la historia a nuestro oído, descubriéndose; mostrándose desnudo y frágil ante nosotros, entero.

Apéndice Sobre la película La ciudad y los perros

Nuestro grupo de investigación decidió, luego de leer la novela La ciudad y lo perros, ver la película homónima para analizar las similitudes y las diferencias que presenta con el libro

El rodaje fue dirigido por el peruano Francisco Lombardi. Luego de verla, podemos asegurar que sí, la película es un resumen parcial del libro. No obstante entre ellos existen diferencias.

En la película, Lombardi hace una interesante variación sobre la resolución del crimen del Esclavo. Al final de la novela, el Jaguar se confiesa culpable - y esto queda bien claro - ya que expone sus razones y motivos al teniente Gamboa. En la película, el Jaguar también se confiesa culpable pero Gamboa lo ignora creyendo que solo lo hace para quedar como un asesino ante sus compañeros de cuadra y así volver a ganar el perdido prestigio.

La resolución del caso es confusa. El Esclavo muere de un tiro durante un entrenamiento. En la conversación del coronel con sus oficiales nada está cien por ciento claro: el coronel cita un parte médico donde afirma que no se descarta un accidente. O sea que el cadete sí pudo haberse dado muerte a sí mismo, disparando su fusil por un movimiento erróneo. Por otro lado, el Poeta no parece tan seguro a la hora de hacer su acusación: en un momento confiesa que le hubiera gustado tener la confirmación del Esclavo.

Tras la pelea en la celda de castigo, el Jaguar declara que ignoraba quien había acusado al cadete expulsado, pero el Poeta se niega a creerle.

Creemos que esta variación del enigma principal de la novela es un acierto del director. En la película el público no ve muestras de un crimen y de un encubrimiento oficial; ya que Lombardi no da pistas acusadoras contundentes a diferencia de lo que ocurre en la novela.

El Poeta cinematográfico nunca llega a decir: “me equivoqué”, aunque tampoco queda convencido de su acusación: sólo le quedan dudas. Y al público le queda la misma incertidumbre: ¿Fue un verdadero asesinato o se trató de un suicidio accidental?

También debe destacarse que la película no plantea completa la relación amorosa que se produce entre Teresa y el Esclavo, el Poeta y el Jaguar, tal

vez para no complicar demasiado la trama y darle mayor relevancia a los otros sucesos.

Durante el rodaje de la película, el mismo Vargas Llosa estuvo presente, lo que al parecer puede indicar que lo hizo como supervisión y que quedó conforme.

BIBLIOGRAFÍA

Fuente

Vargas Llosa, Mario. Los cachorros / Los jefes. Barcelona, Sol 90, 2000

--------------------------- La Ciudad y los perros. 4º ed., Madrid, Grupo

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--------------------------- El pez en el agua. Memorias. Barcelona, Seix

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Especial

Armas Marcelo, J.J. Mario Vargas Llosa: El vicio de escribir. Buenos Aires,

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Boldori de Baldussi, Rosa. Mario Vargas Llosa: Un narrador y sus demonios.

Buenos Aires, Norma, 1978.

http//www.geocities.com/Paris/2102/vlibros.html (16 de agosto del 2003)

http//sololiteratura.com/Vargasnovela.htm (17 de agosto del 2003)

http//sololiteratura.com/biografiavargas.htm (17 de agosto del 2003)

General

Ceresole, Norberto. Perú: Los orígenes del sistema latinoamericano. Buenos

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Vargas Llosa, Mario, "Prólogo". En sus Los cachorros / Los jefes. Barcelona, Sol 90, 2000

Citado por : Boldori de Baldussi, Rosa. Mario Vargas Llosa. Un narrador y sus demonios. Buenos Aires, Norma, 1978, pp. 44, 45

Ceresole, Norberto. Perú: Los orígenes del sistema latinoamericano. Buenos. Aires, Galería, 1971, pp. 69, 70.

Vargas Llosa, Mario. El pez en el agua. Barcelona, Seix Barral, 1993, p. 9. En adelante se cita por esta edición a la que se designa con las siglas P.A. y se consigna solo la página.

Vargas Llosa, Mario. Los cachorros / Los jefes. Barcelona, Sol 90, 2000, pp. 9 -11. En adelante se cita por esta edición, a la que se designa con las siglas C./J. y se consigna solo la página.

Vargas Llosa, Mario. La Ciudad y los perros. 4º ed., España, Grupo Santillana, 2001, p. 9. En adelante, se cita por esta edición, a la que se designa con la siglas C.P. y se indica solo la página.




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Enviado por:María Cielo Aguilera
Idioma: castellano
País: Argentina

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