Miguel Delibes nació en Valladolid el 7 octubre de 1920. Es el tercero de doce hermanos. Cursó enseñanza media en el colegio de los hermanos de las Escuelas Cristianas de Valladolid y a continuación trabajó como caricaturista y empleado de banca. Más adelante decidió estudiar Derecho, Periodismo y Comercio.
En 1947 se casó con Ángeles de Castro, con la que tuvo siete hijos.
Delibes alternó su docencia y su trabajo de escritor con numerosos viajes. Conoce el noroeste de África y Europa Occidental, América del Sur y Estados Unidos. Ha aprovechado sus viajes para pronunciar conferencias en las más prestigiosas universidades.
En 1973 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua.
En 1982 se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias.
Obra
Entre las obras del autor destacan, aparte de “El camino”(1950); “La sombra del ciprés es alargada” (1947), “Las ratas” (1962), “El príncipe destronado” (1974), “He dicho” (1997) y “El hereje” (1998).
Estilo
Miguel Delibes ofrece, con prosa cuidada y elegante, al servicio de un realismo con gusto por el detalle, tanto en la descripción de ambientes como en el análisis de los personajes, un universo donde el pesimismo se encuentra frenado por la ternura o matizado por un delicado humor.
Hasta el momento, podemos dividir su obra en tres etapas. En la primera, que empezó con “La sombra del ciprés es alargada”, inició una vertiente de su narrativa, la descripción de ambientes y gentes humildes y rurales, tras cuya aparente superficialidad el escritor descubre los insospechados hilos de la tragedia. Luego, en su segunda etapa, penetró en la sicología infantil, iniciada con “El camino”, que llegó a su auge con novelas como “Las ratas” o “El príncipe destronado”. Su última etapa llegaría con la publicación de “Cinco horas con Mario”, y en donde profundizaría en una reflexión más global de la sociedad española.
Según asegura, sus influencias no han sido otras que un libro de Derecho Mercantil de Joaquín Garrigues, que le hizo adquirir un gran conocimiento de la lengua y a aprender a escribir frases justas, claras y sencillas sin obligarle a escribir libros de ese mismo estilo que parecieran una copia, como dice lo hacen los escritores asiduos de Kafka, Faulkner o Camús.
DETERMINACIÓN DEL TEMA
Yo resumiría el texto en estas palabras:
La ciudad y el progreso.
DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA
El texto se divide, desde mi punto de vista en tres partes. La primera iría de “Las cosas podían...” hasta “...él afectaba” que titularíamos como “El progreso que Daniel no quiere”. La segunda parte correspondería al segundo párrafo que incluiría las palabras que van desde “ Su padre entendía....” hasta “...la base de este progreso” que titularíamos como “El progreso que su padre quiere para “el Mochuelo” y la tercera parte iría desde “Pero a Daniel...” hasta “...poco prácticas” que llamaríamos “El progreso según Daniel”.
ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL TEMA
Comparación: “...venia empingorotado como un pavo real”
Hipérbole: “...desde el fondo de sus once años”
“...el cura, que era un santo”
“...le bullían muchas dudas en la cabeza”
CONCLUSIÓN
Deducimos que “El camino” es una obra de Miguel Delibes primeramente porque, englobado en su primera época, describe unos paisajes y personajes totalmente humildes y de carácter rural: “Ramón, el hijo del boticario, estudiaba ya para abogado la ciudad, y cuando les visitaba, durante las vacaciones, venia empingoritado como un pavo real”. Además, vemos como se adentra en la sicología infantil, característica que utilizó en diversas de sus novelas: “A Daniel, le pareció que le faltaba aire y respiró con ansia dos o tres veces”. Encontramos además, un gran dominio de la lengua, facilidad de la que el presume frecuentemente: “Le embelesaban aquellos antebrazos gruesos como troncos de árboles, cubiertos por un vello espeso y rojizo, erizados de músculos y nervios”; sin olvidarnos de el toque de humor que imprime en el libro: “Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro”.
Por todo eso podemos llegar a la conclusión de que “El camino” es una obra de Miguel Delibes.