Literatura


1984; George Orwell


1984

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

  • Titulo original: 1984 (Nineteen Eighty Four)

  • Autor: George Orwell

  • Editorial: Planeta

  • Edición de bolsillo: Obras Maestras De La ciencia-ficción

  • Novena edición de junio de 1996

  • Traducción: Rafael Vázquez Zamora

  • Numero de paginas: 299

ARGUMENTO

Introducción a 1984

1984 es una novela de George Orwell escrita 1949 y que sitúa su acción en un macroestado totalitario donde el poder recae en un partido cuyo máximo representante es el Gran Hermano, una supuesta persona que ni siquiera se sabe si existe y que es la encarnación del partido. Los habitantes de este estado están continuamente vigilados por el partido para evitar la más mínima rebelión o contraposición al partido. Su protagonista, Winston Smith, aparece como un contrario al sistema y al Gran Hermano, esto le hará preguntarse muchas cosas sobre porque son así las cosas y si se pueden cambiar.

George Orwell, autor de este libro, es el seudónimo de Eric Arthur Blair, su verdadero nombre, nació en Montihari (india), en 1903. Tras terminar sus estudios en Eton ingresó en la Policía Imperial de Birmania, donde permaneció hasta 1928. Después de esto se traslado a Europa donde tuvo diversos trabajos malpagados en París y en Inglaterra, de donde saco la idea para escribir “Sin blanca en París y Londres”, su primer libro, a este le siguieron “La marca”, “Mantened la pidistra izada”, “El camino de Wigan Pier” y “Subir por el aire”. De su paso por España y su participación en la guerra civil española como militante de la POUM, nos dejó “Homenaje a Cataluña”, en ella se advierte un pesimismo ante el papel de la izquierda socialista que se reflejaría en sus posteriores novelas que son “Rebelión en la granja”, escrita en 1945 y que es una sátira del régimen comunista soviético y “1984”, que es la novela que nos ocupa, que resultaría ser su novela más famosa y su último gran trabajo, ya que moriría un año después de escribirla en la ciudad de Londres.

El libro

Winston Smith es un funcionario del partido que gobierna Oceanía, un superestado totalitario que tiene su máximo representante en el Gran Hermano, una persona que nadie conoce y que ni siquiera se sabe si existe, el partido vigila constantemente a la población mediante unos instrumentos llamados telepantallas, que son capaces de transmitir imágenes y a la vez captarlas mediante una cámara, de modo que no solo tienen vigilada a la población sino que también emiten publicidad del partido.

El trabajo de Winston en el ministerio de la verdad era falsear documentos para que se ajustaran a lo que el partido había predicho, así por ejemplo, si el partido había dicho que se producirían 20 toneladas de algo, y se habían producido solo 10, Winston y otros compañeros que se dedicaban a lo mismo que él, tenían que cambiar el 20 por el 10 y quemar el documento antiguo.

Un día Winston asiste a una sesión de “Los dos minutos de odio”, un instrumento del partido para asegurar que los funcionarios conservaran su amor hacia el Gran Hermano, en ella se emiten durante dos minutos imágenes del peor enemigo del partido, Emmanuel Goldstein, para que los asistentes le abucheasen y le gritasen y, en general, para que le odiasen, así salían de cada sesión odiando cada vez más a Goldstein y amando más al Gran Hermano. En la sesión a la que asiste Winston viene por casualidad un miembro del partido interior, es decir uno de los mandatarios del partido, llamado O'Brien, tras la sesión le parece a Winston que O'Brien le lanza una mirada con la que le quiere decir que esta descontento con el partido y con el Gran Hermano, como el propio Winston, que nunca a estado de acuerdo con el régimen que hay. Esto le hace pensar a Winston y se compra un diario, esto es algo prohibido por el partido pero que se podía adquirir en las tiendas antiguas de los barrios proletarios, así escribe una serie de incongruencias sin mucho sentido que finalmente desembocan por despiste en la frase repetida varias veces con letras mayúsculas: ABAJO EL GRAN HERMANO.

Escribir una cosa como esta está suponía el mayor crimen que podía realizarse, el “crimental” o crimen mental y el castigo equivalía a la pena de muerte. Ya que solo era cuestión de tiempo el que descubriesen el diario mediante la telepantalla decidió resignarse y hacerse a la idea de que ya era un muerto.

Así, tomó como determinación que si lo iban a matar, o mejor dicho, si lo iban a vaporizar, que era matar a alguien y eliminar toda la información de modo que no se supiera nada de él hasta el punto de que se considerase que no ha existido (es lo que llamaban convertirse en una no-persona), debía conseguir vivir lo más posible para poder dejar todos sus pensamientos en el diario.

A partir de entonces Winston empieza a pensar más sobre todo lo que le rodeaba y sobre que había habido antes del partido, él apenas recordaba nada excepto que su madre y su hermana murieron para que él sobreviviera y que desde entonces todo había sido continua guerra entre las tres grandes potencias del mundo, Oceanía, donde vivía Winston, Eurasia, con la que se encontraba en guerra, y Asia Oriental, con la que se encontraba aliada.

Pensaba mucho sobre lo ético de su trabajo y sobre la capacidad que tenía de cambiar datos que se referían a una gran nación y el poder crear vida de la nada y hacer de una persona una no-persona mediante la eliminación de unos cuantos escritos. También pensaba en O'Brien, fue precisamente pensando en él cuando se acordó de un sueño que tuvo en el que el propio O'Brien le decía “Nos encontraremos en el lugar donde no hay oscuridad”

Así siguió Winston durante un tiempo, solo se hacía preguntas sobre porque las cosas eran así y si se podían cambiar, pensaba que era el único cuerdo entre todos los habitantes de Oceanía y que era el único que no creía en las mentiras del Gran Hermano, seguía escribiendo mucho en su diario, llegaba a conclusiones como que la esperanza de cambiar el sistema, estaba en los proles, solo necesitaban tener conciencia de su fuerza, pero eso el partido lo tenía también controlado ya que el partido les enseñaba desde un principio que eran inferiores y que no tenían importancia para la sociedad. Al final también pensó que si el loco no sería él, ya que todo el mundo pensaba distinto a él y no tenía pruebas físicas para demostrar que estaban equivocados ya que todas se destruían y se cambiaban para que se ajustase a una verdad inventada.

Un día, en el ministerio de la verdad donde trabajaba Winston se cruzó con una compañera de trabajo a la que había visto mucho últimamente y que no le daba muy buena espina, ya que la creía una espía que la iba a delatar. Al cruzarse con ella se cayó y Winston le ayudó a levantarse, esta le pasó disimuladamente una nota Winston, al principio a Winston especuló sobre si podía ser una orden de suicidio o algo peor, pero cuando tuvo oportunidad de abrir la nota vio que en ella estaba escrito: Te quiero.

Estuvo Winston entonces más de una semana intentando hablar con ella pero debido a las telepantallas y a las pocas ocasiones que se presentaba al día le fue difícil tomar contacto con ella, finalmente consiguió hablar con ella y quedaron en verse esa tarde, y esa tarde, entre la multitud, quedaron en verse ese Domingo.

Al final consiguieron verse, en el campo, sin telepantallas y sin posibilidad de que les estuviesen espiando, allí se conocieron realmente, descubrieron mucho uno del otro, los dos odiaban al Gran Hermano y al partido. Esto le dio nuevas fuerzas a Winston, pensó que si no era el único tendría que haber muchos más como él, así que la resistencia era posible. Winston y Julia, que es como se llama la chica, se enamoran y esto lo consideran ambos no solo como amor entre ellos sino también como un acto político y una victoria contra el partido.

La relación de Winston y Julia era muy buena, se vieron unas cuantas veces más y al poco tiempo decidieron alquilarle una habitación al señor Charrington, el propietario de la tienda donde Winston había adquirido su diario, esto suponían un gran atrevimiento, ya que era muy difícil de ocultar al partido cosas como estas y, por supuesto, estaban prohibidas. Pero esto no era más que otro símbolo de Winston y Julia contra el partido, así se encontraron en aquel refugio unas cuantas veces más mientras les fue posible, allí discutían sobre todo lo que Winston se había estado preguntando todo aquel tiempo en el que se creía loco y le aliviaba mucho saber que había más gente que pensaba como él.

Otro día, en el Ministerio de la Verdad, Winston coincidió con O'Brien por el pasillo y este le paró y le dijo que había leído unos artículos que Winston había escrito, que le parecían muy buenos pero que notaba que usaba algunos términos anticuados con respecto a la neolengua (el idioma que se estaba creando en Oceanía y que resultaba del inglés simplificado), así que le propuso a Winston que se pasase por su casa para recoger una versión actualizada del diccionario. Del modo en que O'Brien le había dicho a Winston que fuese a su casa fue suficiente para Winston para darse cuenta de que era una excusa. Que lo que realmente quería decirle era que viniese a su casa para formar alguna alianza contra el partido.

Si era verdad la intuición de Winston y O'Brien estaba en contra del partido, la famosa alianza secreta de Goldstein debía existir. Después de contarle todo a Julia, ambos fueron a la casa de O'Brien, estaban dispuestos a correr el riesgo de ir juntos si con ello conseguían conocer algo más de la alianza contra el partido. Una vez llegados al piso de O'Brien les hizo pasar y tras apagar la telepantalla (privilegio solo concedido a los miembros del partido interior) les explicó que, efectivamente, existía una alianza secreta, llamada la Hermandad, cuyo jefe era Goldstein y que, a pesar de no tener una estructura organizada, debido a la dificultad que había para comunicarse entre los miembros de la hermandad, estaba operativa. También le informó de la existencia de un libro que contenía las verdades sobre la sociedad y que le podría proporcionar al cabo de unos días. Pero lo que más le llamo la atención de aquella visita fue lo que le dijo a final, “Nos veremos en el sitio donde no hay oscuridad”, justo lo que decía en su sueño.

Al cabo de unos días Winston recibió el libro, tal y como habían acordado O'Brien y él, se lo daría un señor en una cartera similar a la suya, que tendría en su interior el libro. A pesar de ello no pudo empezar a leerlo hasta una semana después de recibirlo, debido al incesante trabajo que había tenido en el ministerio, ya que Oceanía había declarado la guerra a Asia Oriental y había echo la paz con Eurasia, por ello era necesario corregir un montón de datos que había para hacer que los documentos quedasen de tal modo que Oceanía nunca hubiera estado en guerra con Eurasia y siempre hubiera sido aliada de Asia Oriental.

Al final consiguió llevarse el libro a su refugio y empezar a leerlo tranquilamente, los títulos de los tres primeros capítulos correspondían con los tres lemas del partido “La ignorancia es la fuerza”, “La libertad es la esclavitud” y “La guerra es la paz”, así va explicando el significado de cada uno de ellos. A Winston en verdad no le sirvió de gran cosa ya que la mayoría de las cosas que allí venían las conocía o se las imaginaba, pero le había servido para sistematizar sus conocimientos y para darse cada vez más cuenta de que no estaba loco.

Después de haber leído estos tres capítulos con Julia la esperanza en ellos había crecido, sabían que tarde o temprano los proles se rebelarían y también sabían que tarde o temprano a ellos los iban a matar, y efectivamente, justo en el momento en que estaban haciendo esas divagaciones una voz ajena a la habitación retumbó en ella, se trataba de una telepantalla que estaba escondida justo detrás de un cuadro, al momento los llamados policías del pensamiento entraron en la habitación y los detuvieron, junto con ellos estaba el señor Charrington, el supuesto dueño de la tienda y que resulto ser un policía del pensamiento. Todo aquello había sido una encerrona con el único pretexto de encerrar a Winston.

Winston fue llevado a una celda que el creía del Ministerio del Amor, el ministerio encargado de aplicar la ley y castigar a los culpables, allí se encontró con algunos colegas de trabajo y vio sorprendido como entraba allí su vecino Parsons (el siempre había sido seguidor acérrimo del partido y totalmente fiel a él) que había sido denunciado por su hija de crimental, o crimen de la mente, el peor crimen del que uno podía ser acusado. A Winston le llamo la atención que allí se mencionase tanto la habitación 101 y que la gente le tuviese tanto pavor. Después de varias horas de espera entro en la habitación O'Brien, Winston le preguntó si a él también le habían detenido a lo que este le contesto que no le habían detenido porque él mismo se ocupaba de perseguir a los delincuentes de crimental (caso de Winston), ahí se dio cuenta Winston de que O'Brien no era más que otro siervo del partido que se había aprovechado de Winston para conseguir su detención.

Llevaron a Winston a una cámara donde le propinaron una serie de palizas y le hicieron una serie de interrogatorios donde confesaba crímenes que ni siquiera había cometido con tal de que le dejaran en paz. Tras esto le llevaron a otra sala donde fue interrogado por O'Brien, este le decía que estaba trastornado mentalmente y que debía reformarlo, así le hacía preguntas, si Winston respondía de acuerdo su verdad pero en contra de la verdad del partido le aplicaban una descarga eléctrica. Así le intentan hacer ver que por ejemplo 2 y 2 son 5, y si respondía cualquier cosa que no fuera 5 le aplicaban una gran descarga, aún diciendo 5, notaban cuando lo hacía para librarse del dolor y aplicaban una descarga mayor. De este modo convencerle de que 2 y 2 son 5, pero con tal certeza que lo hubiera jurado ante cualquiera.

Las sesiones de interrogatorio siguieron, no con tata intensidad como las primeras pero siguieron, O'Brien le hacia ver a Winston que el partido nunca moriría y que la verdad la hacían ellos. Al final se reformó y creía verdaderamente en lo que le decía el partido, no para evitarse el dolor, él lo creía. Un día, cuando ya parecía totalmente reformado, despertó de un sueño gritando el nombre de Julia, esto lo hizo porque emocionalmente todavía tenía sentimientos y todavía odiaba al Gran Hermano, pensaba que si lo iban a matar, que lo hicieran pero odiando al Gran Hermano, eso sería la libertad. O'Brien al saber lo que había pasado, decidió hacerle amar totalmente al Gran Hermano así que le envió a la famosa habitación 101.

La habitación 101, explicó O'Brien, era lo peor del mundo, lo peor del mundo no era lo mismo para todos sino que cada persona tenía su propia e insoportable fobia, e el caso de Winston la peor de las fobias que podía imaginar era las ratas, esto lo sabía el partido ya que lo había estado estudiando bastante tiempo así que le prepararon una tortura en la que las ratas le comerían la cara a Winston, como era demasiado para él su propio instinto le llevo a desear realmente que ese castigo se lo aplicaran a la persona que más quería, Julia, esto le basto a O'Brien para saber que Winston al fin estaba curado.

Winston fue liberado, le fue dado un nuevo trabajo y mucho más tiempo libre, es más ahora tenía mucha más libertad sobre todo lo que hacía. Ya no se le pasaban por la cabeza aquellas ideas (ahora absurdas) de ir contra el partido y de hacer una alianza contra este, consideraba que había estado loco y que le habían reformado, se había encontrado con Julia una vez por casualidad, le contó que la había traicionado, y no solo para salir del paso de aquella tortura, había deseado realmente que Julia hubiera estado en su lugar, la relación entre ellos no era la misma, ambos estaban reformados y sin las ideas que tenían para conseguir una sociedad mejor. Y un día finalmente ocurrió, el momento que Winston estaba esperando, yendo a su trabajo le dispararon la bala en la nuca que tanto estaba esperando, pero no fueron sus últimos pensamientos aquellos que había pensado en el ministerio del amor, de rebeldía y odio hacia el Gran Hermano, no, ahora estaba totalmente reformado, no podía sentir odio hacia el partido, amaba al Gran Hermano.

PERSONAJES

ð Winston Smith: El personaje principal; busca la felicidad, la libertad y la verdad.

ð Julia: Es una chica que no esta deacuerdo del todo con el partido, ella está enamorada de Smith, y sabe que el partido no lo acepta, pero se las ingenia para ponerse en contacto con él.

ð Syme: Camarada de Smith, filólogo, especializado en `neolengua'. Es agradable con Winston, pero cree en el partido, parece bastante inteligente, y su trabajo consiste en perfeccionar la lengua disminuyendo al máximo la cantidad de palabras.

ð Parsons: Cree fielmente en el partido, es vecino de Winston, esta casado y tiene dos hijos.

ð Katharine: Era la esposa de Winston, desapareció misteriosamente y nunca tuvo hijos.

ð Jones, Aaronson y Rutherford: Personajes misteriosos que intrigan a Smith por su posible participación en alguna actividad contra El Gran Hermano.

ð Goldstein: Un supuesto traidor contrarrevolucionario el cual es odiado por todo el partido. Dicen que escapó y nadie le ha vuelto a ver.

ð Sr. Charrington: Es el dueño de una tienda de antigüedades, parece amable, el alquila una habitación a Winston y su compañera.

ð O'Brien: Parece estar enterado de una hermandad que se opone al partido, inspira confianza y finalmente se pone en contacto con Smith.

OPINIÓN PERSONAL

Bueno, el libro es una critica muy buena de la actual evolución de la sociedad y su posible fin. En el se ven reflejadas la importancia de valores mínimos que hoy en día damos por hechos pero que poco a poco vamos destruyendo. Algo en lo que sobresale este libro es en la capacidad de intrigar al autor y de no desmotivarle en la lectura.

Este libro mantiene un ritmo adecuado y logra nuestra atención constante, pero aún así, tampoco podemos considerarlo perfecto. En cuanto a mi opinión, yo creo que en la tercera parte, cuando Winston consigue el libro y lo decide leer, podrían haber retenido al lector en la historia y no desviarlo hacia el libro. Es verdad que este nos sirve de puente para nuestras dudas y nos aclara muchas incógnitas que podríamos tener pero nos separa de la situación, y eso repercute de manera negativa sobre el lector. Ahora, el libro es intachable en cuanto a su efectividad para concienciar al lector, y como muchos libros, deja cabos sueltos para nuestra imaginación...

1984, George Orwell




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Enviado por:Yarox
Idioma: castellano
País: España

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