Sociología y Trabajo Social


Efectos causados por drogas químicas en jóvenes de 15-18 años


MATERIA:

TEMA:

LOS EFECTOS CAUSADOS POR DROGAS QUÍMICAS

EN JÓVENES DE 15 A 18 AÑOS EN MÉXICO

ÍNDICE

ÍNDICE

2

INTRODUCCIÓN (MARCO TEÓRICO)

3

DELIMITACIÓN DEL TEMA

5

PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS

5

CAPÍTULO UNO. Conceptos Básicos Acerca De Las Drogas

6

Uso

6

Abuso

6

Dependencia

6

Uso indebido

6

Toxicomanía

6

Intoxicación

7

Efectos

7

Consecuencias

7

Tolerancia

7

Síndrome De Abstinencia

8

Flashback

8

Estupefacientes

8

Psicotrópicos

8

Drogas de síntesis o de fórmula manipulada

8

CAPÍTULO DOS. Clasificación Y Efectos De Las Drogas

9

CAPÍTULO TRES. Razones Del Uso De Las Drogas En Adolescentes

16

CONFIRMACIÓN O DESCONFIRMACION DE HIPÓTESIS

20

CONCLUSIONES

20

BIBLIOGRAFÍA

21

APENDICE

22

INTRODUCCIÓN

Marco Teórico

 

“En la sala de emergencias de un hospital, un médico se inclina sobre un niño inconsciente, cuya respiración es rápida y superficial, si bien su pulso es violento. Sus padres aterrados, acurrucados por ahí, sólo saben que se tragó “unas píldoras”.

 

Se le hace un lavado de estómago y se ordena una prueba sanguínea, que confirma lo que se sospechaba: que sufre salicilismo agudo, debido a que tomó un puñado de aspirinas. Lo había puesto de muerte en una de las drogas más útiles de la ciencia, que es también una de las principales causas del envenenamiento en los niños.

 

En la espesura de la selva amazónica, un cazador jíbaro carga en silencio su cerbatana con un dardo cuya afilada punta está cubierta con una resina pardusca. Apunta el largo tubo de 5 metros a un mono trepado a 10 metros: con un leve soplido envía su pequeño proyectil. El mono salta al recibir el dardo, parlotea un momento, se tambalea y cae. En menos de 5 minutos dejó de respirar.

 

La resina pardusca que mató al mono es el curare, una de las sustancias naturales más tóxicas; purificada es un valioso auxiliar de la cirugía, inyectando en dosis minúsculas, relaja los músculos del abdomen para que el cirujano pueda operar sin miedo de espasmos musculares”1.

 

Estas dos anécdotas resumen lo que probablemente es el hecho más fundamental sobre las drogas: todas las drogas son venenos y todos los venenos son drogas. Por ello no es de extrañar que la palabra pharmakon, de la que se derivan palabras como “farmacia”, “farmacopea”, etc. significara originalmente tanto una bebida curativa como una mortal.

 

En un sentido más vago, una droga -o veneno- “es toda sustancia que pueda producir una alteración en la función o la estructura del tejido vivo”2. (Una bala que se incrusta en el cuerpo altera su funcionamiento, pero su efecto es mecánico más que químico, por lo cual no puede clasificarse como una droga.)

 

La palabra “drogas” implica sustancias medicinales, o sea aquellas que, administradas en dosis reguladas, producen cambios deseables en el cuerpo humano, contraatacando la enfermedad o aliviando el dolor. Gracias a algunos medicamentos, casi se han desterrado ciertas enfermedades y se han aliviado los efectos de otras. Se puede acelerar un corazón desfalleciente o frenar uno acelerado, subir o bajar la tensión sanguínea, regulas la secreción de los riñones y, en general realizar docenas de tareas benéficas.

 

“Las drogas pueden alterar el funcionamiento del sistema nervioso: los anestésicos borran el dolor del bisturí del cirujano; los tranquilizadores calman las angustias de los neuróticos y sicóticos, aunque su acción no siempre es benéfica. El alcohol induce a la euforia y también al atontamiento comatoso; los narcóticos calman el dolor o producen hábito. Los alucinógenos, como el LSD, quizá ensanchen la conciencia, pero también deforma la mente hasta llevarla a la misma locura.

 

Las cualidades contrapuestas de estas drogas del sistema nervioso central nos indican una verdad básica sobre todas las drogas: mal usadas, y a veces bien usadas, pueden convertirse en venenos, que producen reacciones perjudiciales que van desde nauseas hasta la muerte. Hasta las medicinas más benéficas tienen efectos adversos. Lo mejor que podemos decir de cualquier medicina es que sus buenos efectos compensan los malos, en la mayor parte de los enfermos y las más de las veces”3.

 

Por milenios el hombre ha buscado medicinas que cumplan más funciones con mayor eficacia y seguridad. Esta búsqueda ha tenido lugar en los más extraños sitios: en las selvas sudamericanas, de donde es originario el curare; en los brebajes de los exorcistas y hechiceros especializados en el uso de hierbas, que nos han legado por lo menos veinte medicinas útiles, etc.

 

Sin embargo, para el farmacólogo el ““problema de las drogas” es mucho más amplio que la simple búsqueda de medicinas nuevas y mejores, más amplio aun que los grandes dilemas médicos y sociales que nacen del abuso de ciertas drogas. A nuestro alrededor hay toda clase de sustancias que nos afectan químicamente y que penetran en nuestro organismo, así no traguemos jamás una pastilla o una píldora. Los jabones, enjuagues, desodorantes y depilatorios del baño son drogas; también detergentes limpiadores y abrillantadores de la cocina, pinturas y solventes con que pintamos nuestras casas. No hay ninguna sustancia en nuestro medio que, en ciertas circunstancias, no obren como droga. Hasta el agua destilada más pura, ingerida en cantidad bastante, puede robarle al organismo tanta sal que produzca un estado semejante al agotamiento por calor. El exceso de agua, digamos tres o cuatro litros, produce en los niños la muerte por envenenamiento”4.

 

Actualmente, las drogas no medicinales son más numerosas, menos inevitables y, en su mayor parte, menos entendidas que las drogas medicinales. Sin embargo, una mejor comprensión de las drogas en el medio ambiente es tan capital para el hombre como lo es un buen conocimiento de las medicinas. Apenas comenzamos a entender la forma en que nuestro medio y las drogas que contiene pueden darnos la salud o la enfermedad y hacernos vigorosos o débiles. Sin un conocimiento más profundo de las drogas, la civilización corre el gran riesgo de envenenarse a sí misma con su ingente número de desechos industriales y químicos.

 

Si en su sentido amplio las drogas son evidentemente hijas de la civilización, en sentido estricto casi seguramente la precedieron. Casi todos los pueblos que aun son primitivos, usan una o dos drogas por lo menos. Así por ejemplo, “los aborígenes australianos, considerados como una de las culturas más primitivas de la Tierra, mastican la planta pituri por sus efectos narcóticos. También la usan para envenenar peces.

 

Es razonable suponer que hace 10,000 o quizá 50,000 años, nuestros antepasados prehistóricos emplearon brebajes parecidos. Es indudable que ha de haber habido cierto saber farmacológico en la supervivencia del hombre, ya que su paladar, cuando está hambriento, acepta de todo. Hasta los antepasados más simiescos han de haber distinguido por instinto, inteligencia o marga experiencia, entre las plantas alimenticias y las venenosas, entre las comestibles en tiempo de hambre y aquellas que llevaban en sí el dolor.

 

Del hombre precivilizado tenemos que hacer conjeturas; en cambio, sabemos que desde los comienzos de la civilización del hombre tomó drogas. Los sumerios hicieron drogas medicinas con sal, salitre, casia, mirto, asa fétida y tomillo, también con semillas, raíces o cortezas de sauces, abetos, perales, higueras y datileras. Arañadas en tablillas de barro húmedo, sus médicos prescribieron recetas como estás: “la semilla de la planta del carpintero; gomorresina de marcasí; tomillo. Pulverícese. Disuélvase en cerveza. Tómese”. Por desgracia, los médicos sumerios no indicaban cantidades ni identificaban enfermedades que curaban, por lo que más que un bien provocaban un mal, y junto a eso su uso indebido de las drogas, provocando la adicción y la destrucción del hombre.

 

Pero, a juzgar por los documentos médicos más amplios y precisos de los antiguos egipcios, los aciertos terapéuticos de aquellas prescripciones primitivas no fueron muchos. Muchas sí, contenían sustancias que sabemos que son drogas, pero a excepción de unos cuantos casos, los efectos de la droga, o sus dosis, o su modo de empleo, eran del todo inadecuados para tratar la enfermedad”5.

De esta forma existen estos fármacos o drogas, ya sean legales o ilegales, cada vez se extienden más en todos los estratos sociales. Jóvenes y adultos han sucumbido a este tipo de envenenamiento. Antes eran hierbas en su mayoría, y aunque algunas son “hierbas” o derivadas de plantas, con los avances de la tecnología (las llamadas drogas químicas) las encontramos en fino polvo, en pastillas, en cápsulas, en estampillas etcétera. Afectando a todo tipo de personas.

Algo preocupante para la sociedad de este tiempo es que estas drogas están afectando a cada vez más jóvenes menores de edad, tanto de secundarias como de preparatorias. Se cree, según la OMS, que “para el año 2003 el 85% de los jóvenes de edad escolar” (preparatorias) “habrán probado por lo menos alguna droga química antes de llegar a los 18 años”6. Es por eso que la Organización Mundial de Salud (OMS) ha creado programas de ayuda en todos los países asociados y ha animado a otras organizaciones nacionales a hacer lo mismo. De hecho la Secretaría de Salubridad y Asistencia de México (SSA) tiene programas con otras instituciones gubernamentales para combatir este problema, entre estas esta la CONACID (Consejo Nacional contra las Adicciones) que es una institución pública orientada hacia el combate contra las adicciones.

Es por eso que el presente trabajo tiene la intención de informar a los jóvenes mexicanos de edad preparatoria sobre el peligro de los efectos que corren al consumir drogas químicas. Que no lleva a nada bueno, sino a la autodestrucción. Que sus problemas, en vez de solucionarse (como muchos piensan), empeoraran, ofreciendo un escape temporal e imaginario de la realidad.

 

Otra razón por la cual hemos decidido investigar sobre el abuso de este tipo de drogas (químicas) es por complementar parte de nuestra educación superior y para tener un mejor conocimiento sobre un problema que ataca nuestra sociedad.

Delimitación Del Tema

 

La época tan conflictiva que nos ha tocado vivir es prolífica a los cambios acelerados en todos los aspectos de la vida y las relaciones humanas; un fenómeno notable por su extensión y por sus consecuencias económicas, sociales, morales y de salud individual y social es el consumo de sustancias tóxicas, generalmente conocidas como “drogas”, aunque debemos aclarar que todas sustancia química o natural que ingerimos para causar un efecto en nuestro organismo, ya sea para calmar el dolor o curar de una enfermedad es una droga. Por lo mismo hay drogas lícitas e ilícitas, permitidas o prohibidas por la ley y la sociedad. De todas formas, el mal uso o el abuso de algunas de ellas causa graves daños, a veces irreversibles, al organismo, sin contar con las consecuencias legales derivadas de la adicción.

 

Según se ha observado, las adicciones encuentran campo fértil entre los jóvenes estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad. Ya sea por curiosidad, por inexperiencia, por buscar una salida a los grandes problemas que conlleva la adolescencia o por una mezcla de todo lo anterior, los jóvenes son presa fácil, debido a su inexperiencia y a la falta de control por parte sus mayores.

Es por eso que este trabajo se enfoca en los efectos de las drogas químicas en jóvenes de edad preparatoria en México en tres años de los últimos años (1997-1999.)

 

  

Planteamiento De Hipótesis

 

Actualmente nuestra sociedad se enfrenta a un gran problema: el abuso de las drogas. Estas atacan principalmente a niños y jóvenes, sin importar sexo, religión o posición social. El problema está en que los afectados creen que el consumir drogas puede beneficiarlos, siendo todo lo contrario. Algunas de las principales causas -que hemos considerado- de que los jóvenes consuman drogas, es pertenecer a un determinado grupo de “amistades”, el imitar a un artista o elevar su autoestima, además de utilizarlas con fines deportivos y escolares para aumentar su rendimiento.

Sin embargo cualquiera que sea la causa, en este trabajo nos enfocaremos en los efectos. Algunos creen que es sólo para esparcimiento y que sin abuso no pasa nada, otros no las prueban por pensar en que se convertirán en adictos; Nosotros pensamos que todas las drogas causan adicción y son peligrosas. Es por eso que intentaremos contestar la pregunta: ¿Qué efectos causan las drogas químicas en el organismo?

CAPÍTULO UNO

Conceptos Básicos Acerca De Las Drogas

 

Para poder adentrarnos más a fondo al problema de las drogas, debemos tener en consideración que existen ciertos términos acerca de ellas, los cuales estudiaremos para una mejor comprensión del tema.

 

Uso

 

Podemos reconocer que casi todas las personas utilizamos drogas. En lo cotidiano tomando infusiones, o cuando estamos enfermos y necesitamos medicamentos, algunos son fumadores y otros toman alcohol durante las comidas, etc. Como de cualquier cosa, de las drogas se puede hacer un uso más o menos correcto.

Abuso

Si nos detenemos a observar, podemos reconocer que muchas personas hacen abuso de drogas sin siquiera saberlo, aún peor sin haber tomado conscientemente la decisión de hacer abuso de drogas. Esto ocurre mas frecuentemente de lo que imaginamos.

Abuso: "Como todos los días, voy a tomar una aspirina por si me duele la cabeza ". " Como todas las noches tomaré mi cóctel de pastillitas porque sino, no duermo". "Hoy tomo 3". "Tómalo porque a mí me hace bien, empecé a tomarlo porque me lo recomendó Doña María"

 

Así, comprendemos que no solamente abuso es consumo excesivo o mezclas explosivas.

 

Dependencia

 

Cuando alguien siente o cree que no puede vivir sin una sustancia, y la utiliza en forma permanente y de manera compulsiva. La dependencia a las drogas es una de las formas de consumirlas. Pero no es ni la única ni la más habitual, desarrollar una dependencia con las drogas es haber llegado a los últimos peldaños de una escalera que se ha comenzado a subir mucho tiempo antes, de manera gradual, casi siempre sin conciencia de ello y por diversos motivos los cuales generalmente son desconocidos o no aceptados por la persona.

Algunos autores se refieren a una dependencia física y a una dependencia psíquica. En este trabajo, nos referimos al individuo integro, considerando que de ambas maneras prevalece en la persona la compulsión e imperiosa necesidad de consumir la droga.

Dependencia: " Si no lo tomo, me muero " " No importa que sean las 4 de la mañana, ¡¡tengo que conseguir un quiosco abierto, urgente!! " " Hablaré en la conferencia, únicamente, si tomo unos tragos... " " Vamos a ganar el partido porque ya hice, como siempre, lo que necesito... "

 

En estos casos estamos hablando de adicción a las drogas, la adicción es la conducta que alguien tiene con respecto a una sustancia o droga. Entonces nos referimos a la drogadenpencia o drogodependencia.

 

Uso Indebido

 

Algunos autores utilizan el término "uso indebido" con el mismo concepto de "abuso", otros en cambio lo hacen para enfatizar a través de ello la existencia de un "uso debido" o "uso correcto de las drogas", desde una óptica farmacológica, esto último corresponde a la utilización de ciertas sustancias bajo control de un profesional calificado.

Sin embargo, bajo el término de "
Uso Indebido de Drogas", también se contempla otro concepto, el que los organismos internacionales, definen como campo multidisciplinario de acción y estudio relacionado con las drogas. Así es como las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos se refieren al U.I.D.

 

Toxicomanía

 

Etimológicamente el vocablo se halla compuesto por dos raíces: tóxico, del griego "toxikon" que significa veneno, y manía del latín "manía" que significa locura parcial con la obsesión de una idea fija. Tendríamos entonces que desde un enfoque etimológico toxicomanía sería la obsesión de consumir tóxico o veneno.


Para la Organización Mundial de la Salud el término "toxicomanía" es sinónimo del término "dependencia".

Sin embargo, este término es anterior a la Convención Única de las Naciones Unidas, y continúa siendo utilizada preferentemente por países europeos y seguidores ideológicos de la definición:

 

ð       “Toxicomanía es un estado de intoxicación crónico o periódico producido por el consumo repetido de una droga natural o sintética. (1952/1957)”.7

 

Intoxicación

 

Dijimos que tóxico, desde su raíz griega significa veneno, por tanto, el estado de intoxicación, es el estado en el que se encuentra el organismo como consecuencia de haberle incorporado veneno. Mientras que veneno es cualquier sustancia capaz de ocasionar la muerte o graves trastornos. Este término es utilizado especialmente entre médicos.

 

Podríamos decir que el concepto es similar al término "uso indebido" y/o "abuso"

 

Efectos

 

La alteración que produce la sustancia en el momento de ser introducida al organismo, y en el momento posterior es lo que se denomina efecto producido por la sustancia.

Estos efectos pueden ser los de excitar o estimular (como por ejemplo el café, la cocaína, las anfetaminas o las "pastillas" - MDMA y similares); tranquilizar o eliminar el dolor (como el alcohol, las benzodiacepinas -tranquilizantes-, la heroína y otros derivados del opio, etc.); ocasionar trastornos perceptivos de diversa intensidad, alucinaciones (como los "porros", o las "pastillas", LSD, cucumelo); provocar cambios conductuales como aumento o disminución de la agresividad (tabaco, anfetaminas o neurolépticos respectivamente), incrementar la sociabilidad, la locuacidad o la desinhibición (alcohol, tabaco, "pastillas", cocaína, anfetaminas).

Estos efectos, sin embargo, no son constantes, dependen de la dosis, de la vía de administración, de la persona: su personalidad, su estado físico, su historia personal; del contexto de uso: las circunstancias, las compañías, etc.

 

 

Consecuencias

 

Las afecciones que se producen a lo largo del tiempo y con la permanencia del consumo se denominan consecuencias producidas por la sustancia.

Estas consecuencias serán problemas a nivel físico derivándose en graves afecciones, pero antes que ello existen consecuencias a otros niveles igualmente importantes como por ejemplo, dificultades en las relaciones afectivas, aislamiento, imposibilidad de establecer una pareja duradera, imposibilidad de trabajar o estudiar con continuidad, pérdida de protagonismo en roles sociales, etc.

Cuando la consecuencia por haber consumido una sustancia es la pérdida de células nerviosas es porque antes que ello se perdieron los afectos, el protagonismo, el proyecto de vida.

 

Tolerancia

Es un estado de adaptación al consumo de una sustancia con cierta dósis, la cual tiende a ser aumentada paulatinamente para obtenerse los efectos que producía en un comienzo del consumo.

 

Es el acostumbramiento del organismo a una cierta toxicidad. Con el aumento de la tolerancia se puede ir escalando desde el uso hacia el abuso para llegar posiblemente a la dependencia. Sin embargo, el punto culmine de la tolerancia es diferente para cada persona y varia también con cada sustancia, etc.

Tolerancia: " Comencé en la adolescencia probando 1 pitada, al cabo de unos meses fumaba de 1 a 3 cigarrillos por día, ahora que soy adulto fumo mas de 1 atado por día ". "Juan tiene "cultura alcohólica" toma varias copas e inclusive mezcla bebidas, hasta que llega a ponerse "alegre". "Empezó probando marihuana, después siguió con cocaína, ahora esta incursionando con heroína".

 

Sindrome De Abstinencia

 

Cuando una persona ha llegado a ser dependiente de una sustancia, tiene una relación con la misma. El consumo es contínuo y las dósis, según los casos, son administradas en períodos de tiempos más o menos cortos. Cuando por alguna razón la administración de dicha sustancia es suspendida, durante determinado tiempo, se produce un cuadro psicofísico denominado "síndrome de abstinencia". Los signos y síntomas que el síndrome representa pueden ser muy variados y puede derivarse hasta en un cuadro clínico de gravedad.

Flashback

 

Los efectos del consumo de ciertas sustancias alucinógenas pueden reaparecer hasta después de varios meses de haber abandonado el uso. La forma inesperada de la recurrencia puede traer serios trastornos como accidentes o acciones criminales involuntarias.

 

Estupefaciente

 

Este término es utilizado por la Convención de las Naciones Unidas para nombrar a 116 sustancias sometidas a fiscalización. Entre las que figuran el Opio y sus derivados, la Morfina, la Codeína, la Heroína, la Cannabis, la Cocaína. Estupefacientes sintéticos: metadona petidina, etc.

 

Psicotrópicos O Sicotrópicos

 

Este término es utilizado por el Convenio de 1971 complemento de la Convención de las Naciones Unidas para nombrar a 105 sustancias sometidas a fiscalización, la mayor parte de ellas están contenidas en productos farmacéuticos que actúan sobre el sistema nervioso central. Abarca alucinógenos, estimulantes, hipnóticos, sedantes, tanquilizantes, antiepilépticos y analgésicos.

 

Drogas De Síntesis O De Fórmula Manipulada

 

Las Naciones Unidas denomina de esta manera a las drogas ilegales surgidas de la modificación química de las sustancias matrices, estas últimas aveces corresponden a a compuestos farmacológicos.

 

Entre las drogas de síntesis o fórmula manipulada se encuentra el MDMA (éxtasis).

 

 

CAPITULO DOS

Clasificación Y Efectos De Las Drogas

 

Drogas Blandas Y Duras

 

De acuerdo con el tipo de dependencia que generan, las drogas pueden clasificarse en "duras", que son aquellas que provocan una dependencia física y psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados, el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos, y en "blandas", que son las que crean únicamente una dependencia psicosocial, entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como el hachís o la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico, más conocido como LSD, así como también el tabaco.

 

Esta división en "blandas" y "duras" es cuestionada por muchos estudiosos del tema ya que consideran que se podría sugerir con ella que las "duras" son malas y, por consiguiente, las "blandas" son buenas o menos malas y no es así, ya que a partir de determinadas dosis y según la forma de ser administradas, las drogas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las "duras".

 

Hay que tener presente que a partir de determinadas dosis las drogas denominadas "blandas" pueden tener efectos tan nocivos como las consideradas "duras".

 

La dependencia es el estado del individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un deseo de ingerir alguna substancia. Si éste deseo se mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si la dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales, suele definirse como dependencia psíquica o psicosocial.

 

Desde un punto de vista farmacológico, las drogas se dividen en narcóticos (como el opio y sus derivados; la morfina, la codeína y heroína); estimulantes, (como el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína) y alucinógenos (como el LSD, la mezcalina, el peyote, los hongos psilocibios y los derivados del cáñamo, como el hachís).

 

Narcóticos

 

La palabra narcótico es un vocablo griego que significa "cosa capaz de adormecer y sedar". A pesar de que esta palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo de drogas psicoactivas, es decir, aquellas que actúan sobre el psiquismo del individuo, el campo de los narcóticos se pueden dividir en la actualidad en varios grupos, que son los siguientes:

 

- Opio, opiáceos y sucedáneos sintéticos.

- Neurolépticos o tranquilizantes mayores.

- Ansiolíticos o tranquilizantes menores.

- Somníferos o barbitúricos.

- Grandes narcóticos o anestésicos generales.

 

Se trata de drogas con composiciones y orígenes distintos, que tienen en común su efecto en el organismo, aunque éste se manifieste en manera y en grado diferentes.

 

Pero el elemento fundamental que las une consiste en que todos los narcóticos causan adicción física. Es adictivo aquel fármaco que, administrado en dosis suficientes durante un período de tiempo relativamente largo, induce un cambio metabólico. Cuando deja de administrarse desencadena una serie de reacciones conocidas como "síndrome de abstinencia".

 

 

Neurolépticos O Tranquilizantes Mayores

 

Se trata de sustancias utilizadas para tratar la depresión, las manías y las psicosis, y muchas de ellas se venden sin prescripción médica en la mayoría de farmacias. Entre éstas se encuentran las fenotiazinas, el haloperidol y la reserpina.

 

Conocidos como neurolépticos, (del griego neuro, "nervio", y lepto, atar) producen un estado de indiferencia emocional, sin alterar la percepción ni las funciones intelectuales.

 

Sumamente tóxicos, poseen efectos secundarios tales como parkinsonismo, destrucción de células de la sangre, arritmia cardíaca, anemia, obstrucción hepática, vértigos, retención urinaria, estreñimiento, irregularidad menstrual, atrofia testicular, congestión nasal, bruscos ataques de parálisis muscular, síndromes malignos como hipertermia y muerte inesperada.

 

Ansiolíticos O Tranquilizantes Menores

 

Habitualmente usados para tratar las neurosis, la etimología de su nombre, ansiolíticos, significa "liquidador de la ansiedad". En el mercado español se comercializan con distintos nombres.

 

Según estadísticas farmacológicas actuales, estas drogas constituyen la mitad de todos los psicofármacos consumidos en el mundo, a pesar de que producen un síndrome de abstinencia muy grave.

 

En dosis mayores funcionan como hipnóticos o inductores del sueño; también algunos se usan como relajantes musculares.

 

Producen letargia, estupor y coma, con relativa facilidad. En caso de adicción pueden inducir a la aparición de alteraciones hemáticas.

 

Al abandonar su consumo pueden aparecer episodios depresivos, desasosiego o insomnio, que suelen ser muy duraderos.

 

Somníferos O Barbitúricos

 

Estas sustancias se popularizaron cuando en Estados Unidos aparecieron las primeras leyes que prohibían el alcohol, el opio y la morfina.

 

Su uso puede provocar lesiones en el hígado o en los riñones, producir erupciones cutáneas, dolores articulares, neuralgias, hipotensión, estreñimiento y tendencia al colapso circulatorio.

 

La intoxicación aguda puede llegar a provocar la muerte, que sobreviene por lesión del cerebro debida a la falta de oxígeno y a otras complicaciones derivadas de la depresión respiratoria.

 

La dependencia física se genera entre las cuatro y las seis semanas. Con frecuencia, el síndrome de abstinencia suscita cuadros de delirium tremens.

 

Grandes Narcóticos

 

Existen varias sustancias usadas en anestesia general que merecen estar incluidas en este grupo por su capacidad de producir sopor o estupefacción, mayor que la de cualquier estupefaciente en sentido estricto. En dosis leves produce una primera fase de excitación cordial, como el alcohol, y luego sedación y sopor.

 

También generan tolerancia y, en consecuencia, adicción, pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e incluso la muerte.

 

El fentanil, dentro del grupo de los grandes narcóticos, posee cuarenta veces más potencia que la heroína y es el más usado actualmente en las intervenciones quirúrgicas, debido a su bajo índice de toxicidad para el corazón y para el sistema nervioso.

 

Estimulantes

 

Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el desánimo, los estimulantes provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la activación directa del sistema nervioso central.

 

Estimulantes Vegetales

 

El café, el té, el mate, la cola, el cacao, el betel y la coca son plantas que crecen en muchas partes del mundo. A pesar de que algunas de estas plantas suelen consumirse repetidas veces al día durante buena parte de la vida, son sustancias tóxicas que poseen efectos secundarios.

 

Los efectos de la intoxicación crónica se pueden observar en los catadores de té. Tanto los catadores británicos como los hindúes padecen cirrosis, agitación, angustia, temblores, insomnio, náuseas y vómito.

 

El cacao era consumido por los aztecas debido a su contenido de cafeína y de teobromina. Sin embargo, los chocolates actuales no suelen contener estos alcaloides.

 

El consumo abusivo de café puede causar hipertensión y gastritis, sin contar con que también contiene alquitranes cancerígenos. Aunque los estimulantes vegetales son considerados inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios nocivos.

  

Estimulantes Químicos

 

La Cocaína

 

En los casos de intoxicación aguda, sus efectos, que consisten en la hiperestimulación, el aumento de la presión sanguínea y la aceleración del ritmo cardíaco, seguidos de una subestimulación, con parálisis muscular y dificultades respiratorias, puede terminar en un colapso cardiocirculatorio.

 

La pasta base de la coca mezclada con bicarbonato sódico es conocida con el nombre de crack, que es mucho más tóxico que el clorhidrato de cocaína. Aunque no se dispone todavía de estudios sobre su uso, efectos secundarios y contraindicaciones, se sabe que existen numerosas víctimas mortales por sobredosis de esta sustancia.

 

Las Anfetaminas

 

Las anfetaminas fueron utilizadas como estimulantes, luego en forma de inhalaciones para el tratamiento de catarros y congestiones nasales, más tarde como píldoras contra el mareo y para disminuir el apetito en el tratamiento de la obesidad y, finalmente, como antidepresivos.

 

Presentan una elevada tolerancia, que produce habituación y necesidad de dosis progresivamente más elevadas.

 

Alucinógenos

 

Las drogas conocidas como alucinógenos son fármacos que provocan alteraciones psíquicas que afectan a la percepción. Pueden destacarse dos grandes grupos: el de aquellas cuyo efecto es más breve y menos profundo, como los derivados del cáñamo y el éxtasis, y las de mayor potencia, como el LSD y la mescalina.

Efectos De Las Principales Drogas Y Sustancias Estupefacientes

 

Heroína

 

Llamada así por sus cualidades "heroicas", ya que adormece todo sentimiento de temor, constituye probablemente la droga que provoca mayor adicción, ya que su efecto suele ser el más fuerte de todos los opiáceos, y su síndrome de abstinencia aparece en menos tiempo que con las demás sustancias.

 

Los efectos de la heroína y la morfina son similares. La principal diferencia es la mayor potencia de la heroína, ya que un gramo equivale a entre 1,80 y 2,66 de morfina en sulfato. La heroína (diacetilmorfina) es un opiáceo de gran intensidad, que produce una mayor toxicidad neuropsíquica. Es sin duda una de las más peligrosas drogas, de mayor difusión y cuya dependencia más rápidamente se contrae (dos a tres semanas). Sus efectos se sienten a los 10 minutos del suministro, alcanzando el cenit a los 60, cesando a las 3 ó 4 horas. Los efectos de la sustancia son muy distintos, según se la consuma por primera vez o habitualmente. En las primeras tomas el efecto psíquico es muy fuerte, pero se va reduciendo hasta ser desplazado por la necesidad física para combatir el síndrome de abstinencia. En un período de tiempo extremadamente corto, el adicto renuncia a otro tipo de vivencias y actividades, para dedicar su vida a la obtención y consumo del estupefaciente. Los adictos suelen consumirla mezclándola con otras sustancias, como cocaína, anfetaminas, cánnabis o benzodiacepinas. La mezcla tiene dos motivos: la adulteración por el traficante y la reducción de sus efectos, ya que la ingestión de heroína en estado de alta pureza puede causar la muerte. La mezcla o corte acostumbra a ser con otras drogas como anfetaminas, o excipientes tales como el yeso, talco, quinina y estricnina, sustancias que son fáciles de confundir con el elemento principal.

 

Las personas con dependencia soportan mejor los efectos secundarios de la droga, dado que en las primeras tomas después del efecto placentero sigue un estado de malestar generalizado, que no debe confundirse con el síndrome de abstinencia. Pasividad y reducción de impulsos agresivos son consecuencias típicas del tóxico, pese a la acción euforizante que también posee. Tomada por vía nasal o fumada, la heroína se asemeja en sus efectos a la morfina. A los iniciales efectos "placenteros", sigue un descenso en picada con sentimientos de profunda depresión, que conducen a la necesidad de una nueva toma. Ello comporta el riesgo de tomas sucesivas, que pueden llevar a la muerte por sobredosis. La dosis varía de 60 mg en personas sin tolerancia a 5 gr en quienes ya la poseen. El consumo regular de la droga conduce a la frigidez y la falta de potencia sexual. Además, provoca conductas homicidas y suicidas, así como implicaciones en accidentes. El toxicómano entra en una fase degenerativa en la que no puede realizar razonamientos complejos teniendo escasa capacidad de concentración.

 

Cocaína

 

La cocaína es un alcaloide contenido en las hojas del arbusto «Erythroxylon coca» siendo químicamente un derivado de la latropina. Es un estimulante cerebral extremadamente potente, de efectos similares a las anfetaminas. Además, es un enérgico vasoconstrictor y anestésico local, siendo absorbido por las mucosas nasales cuando se la aspira, se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina. Fue usada inicialmente para el tratamiento de trastornos respiratorios y depresivos. Por su efecto analgésico, se usó en intervenciones quirúrgicas. Posteriormente se empleó con fines militares por su efecto vigorizante y el componente de agresividad que otorga. A comienzos del Siglo XX comienza a consumirse por aspiración nasal. En esta época, eran prácticamente desconocidos sus efectos perjudiciales por lo que estaba presente en las fórmulas de bebidas, jarabe contra la tos, lociones capilares, y hasta cigarrillos. En 1909 existían en EE.UU. más de 70 bebidas registradas con componentes de cocaína, lo que incrementó la producción en los países donde se cultivaba coca, fundamentalmente Perú. Los estudios del uso de cocaína comenzaron, con FREUD, al que siguieron HEMMOND (1887) y BOSE (1902), los cuales encontraron sintomatología aguda y crónica en el consumo. Recientemente, en la década de 1980, los experimentos sobre patrones de consumo y cantidades certificaron sus efectos sobre la adrenalina, muy relacionada con la agresividad. En las dos útimas décadas hubo un enorme incremento en la cantidad de personas adictas a la cocaína, resaltándose como dato significativo la adicción simultánea a otras sustancias. Las consecuencias de su consumo son complejas, involucrando daños de muy diversa índole: cerebrales, sociales, familiares, medioambientales, etc.

 

La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando directamente sobre el cerebro. Sus efectos fisiológicos inmediatos son: sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal. Estos síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas respiratorias. Además se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal. Comúnmente causa congestión nasal, que puede presentarse o no con secreción liquida. El uso por vía inyectable expone al adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C, y otras enfermedades infectocontagiosas. La infección con el HIV puede producirse por la transmisión directa de virus al compartir agujas y otros dispositivos contaminados. Además, puede producirse indirectamente por transmisión prenatal a un niño cuya madre está infectada con el HIV. El uso y abuso de drogas ilícitas, incluyendo el crack y la cocaína, se han convertido en el principal factor de riesgo de contagio con el virus HIV. Sumado a ello, la hepatitis C se está difundiendo rápidamente entre los adictos que se inyectan; el índice de infección varía entre el 65 y el 90 por ciento en este grupo de personas, de acuerdo al país. Hasta hoy, no se ha descubierto una vacuna contra el virus de la hepatitis C, y el único tratamiento disponible es caro, muchas veces infructuoso, y con serios efectos colaterales.

 

La cocaína es una droga extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y duran alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. Dada su alta capacidad de producir daños y hasta destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras en sujetos recién iniciados se convierten en efectos desagradables como agitación, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales auditivas y táctiles, delirio paranoide, amnesia, confusión, fobias o terror desmedido, ansiedad, estupor, depresión grave y tendencias suicidas. Los efectos psíquicos reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en publicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento de la comunicación verbal y de la seguridad en uno mismo, inquietud, anorexia, insomnio e hipomanía. El adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de sentir placer ante la falta de la sustancia. Así, la cocaína se convierte en el único objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de sentimientos. La relación con los fenómenos criminales son expresamente citados por los autores, asociándose su consumo a la predisposición al delito.

 

La cocaína es consumida por muy variados tipos de sujetos y motivos. Existe un patrón de consumo recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta controlada de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la droga ocasionalmente cuando se les ofrece. Se diferencian radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales resultados. A esta situación puede llegarse por causas diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y ambientales determinantes. La adicción a la cocaína posee condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el reforzamiento de una personalidad insegura, que recibe un apoyo en el estímulo del tóxico. En lugar de tratar este déficit patológico con antidepresivos o fármacos estabilizadores del estado de ánimo se recurre a una vía aparentemente rápida. Dado que los efectos de la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo precisa varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la ingesta.

 

Crack

 

También denominado "cocaína del pobre", acarrea un grave riesgo social y sanitario, por la dependencia que provoca y los efectos nocivos que ocasiona en el organismo. Se obtiene de la maceración de hojas de coca con kerosene y compuestos sulfurados, que lavada posteriormente con ciertos elementos volátiles, se convierte en el clorhidrato de cocaína. La denominada base es un tóxico de mayor potencial nocivo que la cocaína, posee impurezas que impiden su administración endovenosa. Se ingiere por inhalación, lo que conlleva lesiones en la mucosa nasal y en el aparato digestivo. También se consume fumada en cigarrillos o pipas diseñadas al efecto.

 

La intoxicación por esta sustancia implica cuadros delirantes seguidos de procesos depresivos intensos. Sus consecuencias nocivas sobre el organismo son equiparables a las de las anfetaminas administradas por vía endovenosa, desestructurando la personalidad, y colocándola en una adicción compulsiva. Las lesiones orgánicas son evidentes e irreversibles. Usualmente, los adictos crónicos o aquellos que llevan varios meses con ingestas de relevante cantidad y de forma continuada, sufren patologías mentales graves y crónicas como demencia o paranoia. Las lesiones en el cerebro son irreversibles. 

Speedball

 

Es un combinado de heroína y cocaína con efectos psicológicos muy intensos y repercusión jurídico criminal destacable, por la perturbación mental que ocasiona. Es frecuente el consumo de estas dos sustancias simultáneamente. Los consumidores intentan evitar las consecuencias desagradables de la cocaína, manteniendo el efecto que ésta proporciona de euforia, alegría y potencia. En otros casos el consumo conjunto de ambos tóxicos se realiza para evitar el efecto sedante de la heroína. La mezcla de un depresor con un excitante, ambos de gran potencial, provoca un estado de aturdimiento general, incoherencia, obnubilación, estupor, sopor y estado general confusión. Esta unión provoca descontrol y descoordinación psicomotriz, con riesgo de coma y muerte. Pueden presentarse cuadros delirantes paranoides, así como depresiones de gran intensidad, alucinaciones auditivas, sensoriales y visuales.

 

Anfetaminas

 

Fueron sintetizadas por primera vez entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX. Los primeros experimentos clínicos se iniciaron hacia 1930, y desde 1935 se comercializó con gran difusión en el Reino Unido, Francia y Alemania. Durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizada indiscriminadamente por todos los bandos, dado el carácter euforizante que contiene la sustancia y la agresividad otorga.

 

El consumo de este excitante está ampliamente extendido y distribuido por todas las clase sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la consumen preferentemente los sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan un anoréxico para sus dietas o por estudiantes que preparan exámenes. Al incidir en el sistema ortosimpático causan hipertensión, taquicardia, hiperglucemia, midriasis, vasodilatación periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El estado de ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la hipomanía, así como ansiedad, insomnio, cefalea, temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y síndromes paranoides anfetamínicos. A dosis normales, sus efectos varían de acuerdo al individuo y las condiciones de ingesta. Pueden producir efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante de energía, pero también causan temblor, ansiedad irritabilidad, ira inmotivada y repentina y trastornos amnésicos e incoherentes. En la última fase se describen depresión, cuadros paranoides y delirios paranoides, alucinaciones y trastornos de conducta. El consumo de anfetaminas puede conducir a actuaciones agresivas, al igual que los barbitúricos y el alcohol, por su gran efecto euforizante, unido a un descontrol en los instintos inhibitorios. Tales situaciones se producen cuando las dosis suministradas, generalmente por vía endovenosa, superan los 2 gr. Está demostrado un mayor potencial en las anfetaminas que en la cocaína, tanto en su punto más álgido como en la duración de los efectos. Reacciones muy graves se producen al consumirlas con barbitúricos en el conocido fenómeno de la pluritoxicomanía. Tomadas en dosis importantes son causantes de confusión, tensión, ansiedad aguda y miedo. También pueden precipitar psicosis paranoide en sujetos no psicóticos. La psicosis anfetamínica desarrollada por el sujeto se asemeja a la psicosis paranoica y a la esquizofrenia paranoica.

 

ÉXTASIS O MDMA

 

La metilendioximetanfetamina (MDMA), normalmente conocida como "éxtasis", "ectasi" o "X-TC", es una droga sintética sicoactiva con propiedades alucinógenas de gran potencial emotivo y perturbador psicológico, con propiedades similares a las anfetaminas. Su estructura química (3-4 metilendioximetanfetamina) se asemeja a la estructura de la metilendioxianfetamina (MDA) y de la metanfetamina, otros tipos de drogas sintéticas causantes de daños cerebrales. Durante los años sesenta se utilizó con fines terapéuticos dado que según determinados sectores de la psiquiatría ayudaba a la comunicación y al tratamiento de neurosis fóbicas. Surgió entonces la polémica médico - legal, atribuyendo a su consumo repercusiones en la delincuencia, por lo que finalmente fue ilegalizado.

 

El éxtasis produce efectos síquicos de gran potencial perturbador. Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de confianza y excitación, a las que sigue un estado de hiperactividad e incremento en los pensamientos morbosos. Los efectos del estimulante se diluyen provocando trastornos sicológicos, como confusión, problemas con el sueño (pesadillas, insomnio), deseo incontenible de consumir nuevamente drogas, depresión, ansiedad grave y paranoia. Estos efectos han sido reportados incluso luego de varias semanas del consumo. También se han informado casos graves de psicosis. Entre los síntomas físicos pueden citarse: anorexia, tensión y trastornos musculares similares a los presentes en la enfermedad de Parkinson, bruxismo, náuseas, visión borrosa, nistagmus, desmayos, escalofríos y sudoración excesiva (este último signo es característico durante la intoxicación). El aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, crea riesgos de trastornos circulatorios o cardíacos. Informes forenses indican que en personas con deficiencias cardiorespiratorias puede producir muerte súbita.

LSD - 25 (Ácido Lisérgico)

 

El LSD es una sustancia semisintética, derivado del ergot, extracto éste del cornezuelo del centeno, usado en medicina al final de la Edad Media. También fue muy utilizado en obstetricia para evitar hemorragias puerperales y promover la contracción del útero. En un principio fue utilizado con fines terapéuticos en alcohólicos, cancerosos y otros enfermos terminales para ayudarles a superar el trance. Posteriormente fue abandonada la práctica al comprobarse los resultados adversos, tales como suicidios a causa de las engañosas imágenes y terroríficas visualizaciones. También se comprobó que podía desencadenar esquizofrenia y deterioros mentales variados.

 

La relación de las drogas alucinógenas y movimientos místicos o religiosos es un hecho comprobable históricamente, como podrá verse al estudiar otras drogas de este tipo en muchas culturas del Centro y Sur de América el consumo de la sustancia y la práctica religiosa siguen siendo algo inseparable.

 

Descubierto en 1938, se considera al ácido lisérgico como el alucinógeno más poderoso, aunque no el más nocivo. Como fenómenos físicos hay que citar la midriasis, temblores, e hiperreflexia, también pueden aparecer náuseas, palidez, sudoración, taquicardia y lipotimia. Los fenómenos psíquicos se caracterizan en lo referente al estado de ánimo por fluctuaciones del humor, variando entre distimias displacenteras, euforia expansiva tales como verborrea y risa irrefrenable. La exaltación mística es tal que algunos autores denominan estas drogas como místicomiméticos. Se consideran productos psicodélicos que inhiben los mecanismos de defensa del yo, y facilitan la distribución de la sensibilidad así como la aparición de imágenes desconcertantes.

 

Químicos Inhalables

 

Dentro de este grupo de sustancias pueden citarse: 1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles, benzaldehido; 2) aerosoles-sprays: gases propelentes; 3) cementos plásticos: hexano; 4) solventes de pinturas, barnices y esmaltes: petróleo, butano, trementina; 5) líquidos para limpieza: xileno, benzol, éter de petróleo; 6) éter anestésico: éter etílico puro; 7) éter: éter etílico; 8) combustibles: bencina, naftas; 9) thinner: hidrocarburos halogenados; 10) vasodilatadores: nitrito de amilo; nitrito de butilo.

 

El consumo de estas sustancias presenta graves problemas sanitarios. Sus consumidores son principalmente marginales, especialmente niños, aunque la adicción también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos profesionales. Las edades más frecuentes del uso crónico de inhalantes son al principio o al final de la adolescencia. Esto se debe en parte a la invitación o presión por parte de los compañeros de escuela y amigos, curiosidad e ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad personal. Lo más importante es la ignorancia del problema en la casa y la negación de los padres de que sus hijos puedan tener este problema. Los motivos del consumo se deben a la curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y anomia. En el caso de los profesionales, el contacto habitual con las sustancias puede crear una adicción involuntaria; la adicción voluntaria es menos frecuente, aunque no excepcional. Generalmente estos productos son fáciles de obtener y están al alcance del adicto, son muy baratos, y no precisan de instrumentos para su uso. Asimismo, no es necesario contactar a un criminal para obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar, son fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro factor muy importante es el desconocimiento de las consecuencias y peligros de su uso.

 

Estas sustancias se consumen en determinadas zonas rurales, como así también en ambientes marginales o de bajos recursos, donde son de las pocas drogas a las que tiene acceso fácil. Ello agrava el problema de una sustancia legal que es utilizada de forma incorrecta. La adicción a estas sustancias es el paso previo a otras drogas, llevando situaciones irreversibles. La adicción suele ser desconocida tanto por la familia como por el entorno social, dado que estas sustancias pasan desapercibidas y no son relacionadas con adicciones. Ello hace extender el consumo no sólo en medios marginales sino en todas las capas sociales. Existen tres grandes grupos de consumidores: 1) niños y adolescentes de poblaciones marginadas que consumen en grupo; 2) adultos que acceden al producto por su profesión o por asociación con grupos de personas con hábitos similares; 3) adultos marginales que inhalan las sustancias al igual que los niños, pero en solitario. El aspecto familiar es determinante para entender el fenómeno, habiéndose constatado cómo los inhaladores también presentan problemas con el alcohol, siendo de una clase social media baja y baja, y con problemas de abandono familiar.

 

El uso continuado provoca dependencia psíquica, creando una situación de necesidad de ingesta similar a otras drogas. A consecuencia de la rápida distribución por los pulmones, el inicio de la intoxicación es casi inmediato. Se relaciona el consumo de esta droga con conductas criminales y autodestructivas. La sensación de euforia primero y aturdimiento después, habitual con estos tóxicos, conlleva una perturbación psíquica grave que altera la inteligencia y la percepción. Está acreditado el fenómeno de la tolerancia respecto de los efectos en el sistema nervioso central, mientras que la dependencia física es discutida. El nivel de inteligencia disminuye, haciendo frecuentes los problemas escolares. Se presentan cambios y descuido en la apariencia física, falta de higiene, falta de atención, alteración de la memoria, disminución de la capacidad de abstracción y razonamiento, personalidad antisocial, agresividad, depresión, ataques de pánico, ansiedad y alucinaciones con trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan ataxia, oraciones incoherentes y precipitadas, deplopia, náuseas y vómitos. La interrupción de la inhalación, como así también una intensa aspiración, pueden provocar la muerte. Son causales de dependencia psíquica, pudiéndose presentar psicosis tóxicas con daños cerebrales irreparables. Los inhalantes producen una fácil sugestionabilidad, dándose experiencias alucinatorias colectivas, lo que da ejemplo de la complejidad de la intoxicación. También provoca sentimientos paranoides y excitación sexual. Ciertos estudios consideran la embriaguez por inhalantes de mayor gravedad que la alcohólica, a pesar de que los efectos de la intoxicación no son muy prolongados.

 

 

 

 

CAPITULO TRES

Razones Del Uso De Drogas En Los Adolescentes

 

Los jóvenes en la actualidad utilizan mucho las drogas para diferentes propósitos, por ejemplo: algunos, con el fin de mantenerse despiertos y estudiar durante toda la noche sin sentir los estragos del hambre o el sueño, usan anfetaminas. Los deportistas utilizan esteroides anabólicos para aumentar su masa muscular. Otros más, utilizan la marihuana para cambiar de humor y sentirse “muy elevados”. Existe el caso de los adolescentes que lo hacen tratando de imitar a los artistas de su predilección sin detenerse a pensar en el daño que esto les puede ocasionar. Algunos adolescentes, sólo para pertenecer a un cierto grupo de “amistades” hace uso de algunas drogas para quedar bien y no ser rechazados, en fin, en diferentes personas expresan diferentes razones en diferentes momentos. Después de todo esto es muy posible que algunas personas decidan continuar tomando drogas, ya sea ocasionalmente o como una parte habitual de sus vidas.

 

Hay gente que abusa de las drogas por diversas razones:

 

Razones emotivas. Estas tienen que ver con necesidades o deseos que no se satisfacen de otros modos. Por ejemplo, el tratar de:

 

-        Aumentar el amor propio o la confianza de uno mismo

-        Librarse de transtornos emotivos

-        Reducir la ansiedad o la tensión

-        Evitar la presión de tener que tomar una decisión

-        Hacer valer la independencia propia

 

Razones Físicas. Estas se relacionan con los efectos físico ocasionados por el uso de las drogas. Por ejemplo, el tratar de:

 

-        Sentirse descansado

-        Librarse del dolor

-        Intensificar las emociones

-        Aumentar la energía o resistencia

-        No sentir hambre

 

Razones sociales. Estas se relacionan con la necesidad de socializar con otras personas. Por ejemplo, tratar de:

-        Hacer lo acepten a uno como “parte del grupo”

-        Ganarse el reconocimiento o la admiración de los amigos

-        Sobreponerse a la timidez

-        Huir de la soledad, los problemas del hogar, etc.

-        Entrar en comunicación con los demás

 

Razones intelectuales. Estas se relacionan con los efectos de las drogas en los procesos del pensamiento. Por ejemplo, tratar de:

 

-        Reducir el tedio

-        Entenderse mejor uno mismo

-        Evitar la fatiga mental

-        Mejorar la capacidad de concentración

Satisfacer la curiosidad. Una combinación de razones se complica por lo general. Por ejemplo, el fumar marihuana puede satisfacer la necesidad de recibir la aprobación, la necesidad médica de sentirse físicamente descansado, y la necesidad emotiva de sentir amor propio.

 

Siempre que tomamos drogas corremos el riesgo de:

 

a)    Sobredosis. Ésta puede producirse debido al tipo incierto de pureza, fuerza o incluso al tipo de droga que se obtiene ilegalmente. También puede darse debido al umbral de tolerancia aumentada, porque se necesita tomar cada vez más droga para lograr el mismo efecto. Una sobredosis puede causar sicosis, convulsiones, coma y muerte. Ciertas combinaciones de drogas pueden resultar mortales, por ejemplo mezclar barbitúricos con alcohol. Una sobredosis de droga requiere tratamiento médico inmediato.

 

b)    Dependencia. El uso continuo de drogas puede conducir a una real necesidad física y/o psicológica de las mismas. Las actividades cotidianas son absorbidas por la necesidad de tener más droga. Todas las otras necesidades, aun las más básicas como la comida, se convierten en secundarias. El abandono de las drogas sin supervisión médica, puede resultar difícil, doloroso e incluso peligroso.

 

 

c)     Mala salud. El abuso de drogas puede destruir un cuerpo y mentes sanos. Puede conduncir al deterioro de órganos, enfermedad mental, desnutrición o muerte, a no procurarse asistencia médica requerida por enfermedades o lesiones existentes. El riesgo del SIDA, la hepatitis y otras enfermedades aumenta si se inyectan las drogas.

 

d)    Accidentes. Cuando las drogas haces perder el autocontrol pueden producirse accidentes, ya que uno puede sentirse demasiado confiado y correr riesgos imprudentemente. Si se está conduciendo un vehículo se corre el riesgo de herir o matar a otros o a uno mismo. Las reacciones desagradables que se experimentan durante un “bad trip”, (mal viaje, literamente), pueden producir pánico y hacer que la persona actúe irracionalmente.

 

Prevención, Ayuda Y Alternativas

 

Prevención

 

La prevención del abuso de drogas significa tomar una actitud positiva para oponerse al abuso de drogas, de modo que nunca se convertirá en un problema. Para eso se requiere:

 

-        Entender el por qué del abuso de las drogas.

-        Animar el desarrollo de las cualidades individuales que llevan a la satisfacción personal.

-        Identificar las condiciones bajo las cuales haya más probabilidad de que comience el abuso de drogas.

-        Apoyar el esfuerzo continuo de comunicación entre padres, niños del mismo grupo, la comunidad y las escuelas.

-        Crear alternativas que ayuden a satisfacer las necesidades de las personas.

-        Comprometerse a ayudar permanentemente porque no basta asistir a una conferencia de vez en cuando.

 

Para ayudar a prevenir el abuso de las drogas hay que animar el desarrollo de las cualidades positivas, esto es: ayudar a gente joven a desarrollar actitudes, valores y comportamiento que conduzcan a la fortaleza interna, la satisfacción y el alcance de metas. Entre las cualidades importantes se encuentran:

 

ð       El amor propio, los que se estiman a si mismos y creen en sus propias habilidades tienen menos riesgo de abusar de las drogas.

ð       El asistir a la escuela con confianza, el frecuentar cursos pueden ser una experiencia placentera para los que se desempeñan bien. Hay que animar a los estudiantes a que desarrollen hábitos de estudio que lleven al éxito en las aulas y a tener confianza en ellos mismos.

ð       Responsabilidad, los que acostumbran a tomar decisiones desarrollan un mayor sentido de responsabilidad y aprender a tomar decisiones prudentes acerca de muchas cosas, incluyendo el abusar de las drogas.

ð       Ambición, los que quieren alcanzar el éxito con frecuencia rechazan las drogas porque se dan cuenta que ellas pueden interponerse a sus metas.

ð       El bastarse a uno mismo, cuando las personas aprenden a entretenerse ellas solas y a satisfacer su propia curiosidad, quedan mejor preparadas para actuar independientemente.

ð       Simpatía, la sociabilidad puede ayudar a las personas a hacer amistades y a mantenerlas. Los que experimentan la aprobación social corren menos riesgo de abusar de las drogas para ganarse la aprobación de sus iguales.

ð       Oprimismo, las personas alegres, que se interesan en la vida y que esperan las cosas buenas que la vida trae, pueden corren menos riesgo de abusar de las drogas.

ð       Asiduidad, el establecer metas razonables y el esforzarse por alcanzarlas puede dar satisfacción personal y evitar el aburrimiento.

 

Ayuda

 

¿Las personas que usan drogas necesitan ayuda?

En muchos casos, sí. Dejar el hábito de la droga sin ayuda externa puede resultar peligroso (debido a los síntomas de abandono) y difícil (debido a la necesidad psicológica).

 

Puede obtenerse ayuda y/o información a través de muchas agencias, dependencias y personas privadas y públicas. Por ejemplo:

 

Centros y clínicas de tratamiento de drogadicción, que se especializan en tratar a personas con problemas de drogas.

 

Hospitales que tratan a pacientes internados o externos.

 

Centros de salud mental y de orientación, que pueden tratar a personas con problemas de drogas analizando los problemas subyacentes.

 

Agencias de salud pública y de servicio social, pueden proporcionar consejos prácticos, derivar profesionales, etc.

 

Residencias intermedias, que brindan tratamientos en residencias para personas con problemas de

Drogas.

 

Centros de desintoxicación, que se ocupan específicamente de los problemas de alcoholismo y otros relacionados a éste.

 

Alcohólicos Anónimos, brindan ayuda y apoyo a las personas que tienen problema con la bebida.

 

Otros, incluyen: Médico familiar, miembros del clero, asesores sobre alcoholismo, psiquiatras y psicólogos.

 

Todos los anteriores nos ofrecen diversos programas de tratamientos. Cada persona, de acuerdo a su caso, puede recibir uno o más clases de tratamiento, incluyendo:

 

a)    Supervisión médica, para ayudar con los síntomas de abandono de la droga (como vómito, temblores, calambres, depresión severa, etc.)

 

b)    Mantenimiento de la metadona, para los adictos a la heroína. Ésta bloquea la necesidad física de la heroína y deja que la persona vuelva a tener un estilo de vida más normal.

 

c)     Orientación, psicoterápia, grupos de encuentro, etc. brindan un apoyo moral y contribuyen a tratar las causas de abuso de drogas.

 

d)    Rehabilitación, incluyendo orientación vocacional puede ayudar a la persona a retomar una vida comunitaria más productiva.

 

e)    Empleo de drogas, para eliminar los efectos de los narcóticos.

 

f)      Comunidades terapéuticas, ayudan las personas que abusan de las drogas a mantenerse alejados de ellas y superar los problemas.

 

Alternativas

 

¿Por qué buscar alternativas a las drogas?

Porque en la vida hay experiencias superiores, más seguras y valiosas que el tomar drogas. Estas experiencias implican hacer algo que uno encuentra excitante, satisfactorio, importante y estimulante. He aquí algunos ejemplos:

 

Alternativas físicas:

 

- Baloncesto - Hacer caminatas

- Tenis - Cultura física

- Natación - Aprender a bailar

- Jogging - Racketball

- Gimnasia - Aeróbicos

- Montar bicicleta - Escalar

 

 

Alternativas emotivas:

 

-        Prestar ayuda voluntaria a las personas y organizaciones a las cuales se pueda ayudar, tratando de cultivar un talento en especial (escuchar a los demás, enseñar alguna materia en especial, etc.).

-        Conversar con un consejero acerca de los problemas que causen perplejidad.

-        Asistir a cursos que enseñen a tener confianza en un mismo y que animen el crecimiento personal.

-        Aprender a expresar sentimientos negativos de manera efectiva por medio de conversaciones, por escrito, etc.

 

Alternativas intelectuales:

 

-        Juegos de matemáticas, ajedrez.

-        Escribir cuentos, poesía.

-        Estudiar a fondo una materia favorita.

-        Aprender un trabajo manual nuevo.

-        Componer música o aprender a tocar un instrumento.

-        Leer.

-        Aprender fotografía.

 

Alternativas sociales:

 

-        Formar un club que tenga que ver con su actividad favorita.

-        Organizar un grupo de deportes o debates.

-        Hacer amistades nuevas.

-        Prestar servicios a una comunidad o a una causa nacional en la que se interese.

 

Todas estas actividades se les puede ubicar preguntando las actividades que ofrecen las organizaciones de la comunidad en que se vive. Estas comprenden escuelas, colegios comunitarios, programas de educación para adultos, casas de cultura, clubes de jóvenes, bibliotecas, etc.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Confirmación O Desconfirmación De Hipótesis

 

 

De acuerdo a la investigación anterior podemos observar que los jóvenes abusan de las drogas para sentirse mejor consigo mismos, sin ver que se provocan un mal irremediable que les puede llevar a la muerte. Esto se debe principalmente a la falta de confianza en sí mismos y al dejarse influenciar por los medios masivos de comunicación.

 

Se ha determinado que en dosis reguladas, las drogas pueden producir un bien (cuando se usan bajo control y vigilancia médica), como combatir enfermedades o aminorar el dolor. Pero el mal uso de esas drogas es lo que ha provocado un abuso descontrolado, manifestado principalmente en los adolescentes de edad preparatoria.

 

También podemos decir que el abuso de drogas se debe a la falta de información o desconocimiento preciso del daño que pueden causar al ser ingeridas de manera anárquica.

 

Conclusión

 

 

Las drogas son agentes naturales o químicos que afectan las funciones y la estructura del cuerpo de los seres vivientes. Cambian la manera de actuar, pensar o sentir de quienes las consumen. Los tipos más comúnmente utilizados son:

 

Antibióticos - substancias producidas por bacterias y otros organismos, cuya función es destruir o inhibir el crecimiento de ciertos microorganismos en el cuerpo.

 

Estimulantes - son drogas que estimulan el sistema nervioso central y excitan las actividades funcionales del organismo.

 

Sedantes - son drogas que producen calma y relajación muscular debido a que retardan el funcionamiento del sistema nervioso central.

 

Inhalantes - son solventes volátiles, aerosoles o vapores que se inhalan por vía nasal.

 

Narcóticos - son las drogas derivadas del opio, algunas de ellas sintéticas, las cuales son sumamente adictivas.

 

Las drogas recetadas son preparadas en su justa medida para usarse con la frecuencia adecuada, por lo que benefician nuestra salud ayudándonos a combatir las enfermedades. Sin embargo, las drogas ilícitas que se venden en la calle se consumen en su forma pura, combinaciones o derivados. Utilizadas esporádica o adictivamente, intoxican y van deteriorando los órganos vitales hasta degradar al ser humano a un estado de total inutilidad que puede concluir con su muerte.

 

La drogadicción es en realidad un fenómeno muy antiguo que en nuestros días se ha manifestado intensa y masivamente. Se observa en todas las edades y en todos lo grupos socioeconómicos; pero, según hemos visto el abuso de los fármacos perjudica enormemente la economía y la salud de los adictos, orillándolos a cometer delitos por la necesidad de obtener la sustancia a la que es adicto, ya sea robando o vendiendo la droga o induciendo a otros que no la han probado.

 

El abuso de las drogas sólo puede brindarnos un “escape temporal” del mundo. Los riesgos son grandes y los resultados pueden ser fatales. De nosotros depende continuar con la lucha en contra de las drogas para evitar hechos lamentables e irremediables.

 

 

Bibliografía


 

LIBROS:

 

- Walter Modell

DROGAS

Colección Científica TIME LIFE

2ª edición, 1978

Capítulos 1 a 8

 

FOLLETOS:

 

Sobre la Cocaína

Social Concerns Program

Health Service Department

San Diego City Schools

1988

 

Sobre la Prevención del Abuso de las Drogas

Social Concerns Program

Health Service Department

San Diego City Schools

1989

 

Como el Alcohol y las Drogas Afectan la Habilidad para Conducir

Social Concerns Program

Health Service Department

San Diego City Schools

1987

 

PÁGINAS WEB:

 

CATÁLOGO DE DROGAS

www.alianzaprsindrogas.org/catalogo.htm

 

EFECTOS DE LAS DROGAS

www.alianzaprsindrogas.org 

 

SALUD Y MEDICINA

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CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS

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DROGAS

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DROGAS

www.prosat.net.mx/ramon/drogas.htm

 

GUÍA MÉDICA

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Apéndice

Efectos causados por drogas químicas en jóvenes de 15-18 años

El diagnóstico nacional del problema del consumo de drogas, se ha visto enriquecido con la información obtenida a través de las encuestas en la población escolar que constituye un grupo de alto riesgo. A la fecha, se han llevado a cabo, por el INP y la SEP, tres encuestas nacionales en 1976, 1986 y 1991, así como estudios cada dos o tres años en la ciudad de México de 1976 a 1999. Aunque los estudiantes no constituyen el total de la población adolescente y joven de nuestro país, los estudios existentes representan una valiosa fuente de información sobre las tendencias del consumo de drogas en estos grupos de edad.

La Encuesta Nacional de 1996, reportó que los estudiantes del ciclo escolar medio y medio superior de zonas urbanas en el ámbito nacional, consumieron drogas médicas e ilícitas en la siguiente forma: tranquilizantes (2.6%), anfetaminas (2.0%), mariguana (1.6%) y sedantes (1.2%). En 1999, empleando los mismos instrumentos sobre población similar, el consumo más alto fue de inhalables (4.4%), anfetaminas (3.5%), mariguana (3.2%) y tranquilizantes (2.5%).

Por su parte, la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas entre Estudiantes realizada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el entonces Instituto Mexicano de Psiquiatría (IMP) en 1991, incluyó por primera vez a la población rural del país, lo que ha permitido hacer comparaciones entre las distintas entidades. Se entrevistó a un total de 61 779 estudiantes, de los cuales el 52% fue de hombres y 48% de mujeres. Congruentes con la distribución por grupos de edad, la mayoría de la muestra se ubicó en los grupos más jóvenes: el 93% de los estudiantes eran menores de 18 años y, menores de 14, el 62.7%.

Después del tabaco y del alcohol, con el 29 y el 50% respectivamente, las drogas más consumidas alguna vez en la vida por los estudiantes fueron los inhalables (3.5%), las anfetaminas (2.3%), los tranquilizantes (1.77%) y la mariguana (1.54%). La heroína, alucinógenos, cocaína y crack presentaron cifras de consumo menores.

Por lo que se refiere a la diferencia entre géneros, los varones reportaron mayor proporción de consumo que las mujeres, pero éstas presentaron índices superiores en el uso de drogas médicas. El uso de la mayor parte de las drogas es más alto entre los estudiantes de 16 años o más, con la única excepción de los inhalables, que en el mes anterior a la encuesta se presentó con mayor frecuencia entre los menores de 16 años.

En la ciudad de México se han realizado seis encuestas desde 1986. La última se llevó a cabo en 1999 en estudiantes de las 16 delegaciones políticas.

Cuadro 1. Prevalencia de consumo de alcohol, tabaco y drogas alguna vez en la vida en el Distrito Federal

Encuestas entre estudiantes de enseñanza media y media superior

1976

(1)

1987

(2)

1990

(3)

1993

(4)

1996

(5)

1999

(6)

Alcohol

N. D.

56.7(1)

72.2(3)

65.5

73.8

54.4

Tabaco

N. D.

42.2(1)

44.8(3)

46.5

48.2

55.4

Mariguana

1.6

3.5

4.08

2.80 - 4.45*

3.58

4.98

Cocaína

0.50

0.9

1.61

2.29 -1.03*

1.66

4.07

Inhalables

0.85

4.7

4.75

6.04 - 5.0*

5.01

3.90

Tranquilizantes

2.6

2.4

2.47

N. D.

N. D.

3.24

Anfetaminas

2.0

3.4

3.58

N. D.

N. D.

1.58

Crack

N. D.

N. D.

N. D.

N. D.

N. D.

1.45

Alucinógenos

0.70

.6

0.36

1.63 - 1.0*

0.82

1.33

Heroína

0.28

.5

0.97

N. D.

N. D.

.98

Sedantes

1.0

1.0

N. D.

N. D.

N. D.

.56

N. D. = No hay datos disponibles

* Intervalos de confianza

N.D. = No hay datos disponibles

Fuentes: 1) (Datos disponibles sólo de prevalencia nacional) Castro, M. E.; Rojas G., E.; García Z., G.; De la Serna J., J. (1986). Epidemiología del uso de drogas en la población estudiantil. Tendencias en los últimos 10 años. Salud Mental, V. 9 No. 4. México.

2. De la Serna J., J.; Rojas G., E.; Estrada, M. A.; Medina-Mora, M. E. (1991). Medición del uso de drogas entre estudiantes de educación media y media superior del Distrito Federal y Zona Conurbada, 1989. Anales del Instituto Mexicano de Psiquiatría. Reseña de la VI Reunión de Investigación. 2:183-187, Instituto Mexicano de Psiquiatría.

3) Rojas G., E.; Medina Mora, M. E.; Villatoro, J.; Juárez, F.; Carreño, S.; Berenzon, S. (1998). Evolución del consumo de drogas entre estudiantes del Distrito Federal. Salud Mental. Vol. 21, No. 1.

4) Berenzon, S., Medina-Mora, M. E., Carreño, S., Juárez, F., Villatoro, J., Rojas E. (1996). Tendencias del consumo de sustancias psicoactivas entre estudiantes de enseñanza media y media superior en el Distrito Federal, 1993. Salud Mental. Vol. 19, No. 1, pp.1-5.

5) Rojas, E., Medina-Mora, M. E., Villatoro, J., Juárez, F., Carreño, S., Berenzon, S. (1998). Evolución del consumo de drogas entre estidiantes del Distrito Federal. Salud Mental. Vol. 21, No. 1.

6) Villatoro, J., Medina-Mora, M.E., Cardiel, H., Alcántar, E., Fleiz, C., Navarro, C., Blanco, J., Parra, J. Y Néquiz, G. (1999). Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco en Estudiantes del Distrito Federal: medición otoño 1997. Reporte Estadístico. SEP, IMP, México.

Durante 1999 de un total de 6 214 defunciones notificadas al SISVEA, el 19.9% se produjo bajo la influencia de alguna droga (incluido el alcohol), en once de cada doce fallecimientos se trataba de sujetos del sexo masculino, el 49.8% estaba casado, y el 42.7% tenía edades superiores a los 39 años. Asimismo, las causas de muerte registradas bajo la influencia de algunas drogas fueron: asfixia (20.5%), atropellamiento (19.8%), choque de vehículo de motor (17.1%), intoxicación (14.2%) y herida por arma de fuego (13.0%) (Gráfica 10). Las principales drogas involucradas fueron: alcohol (88.7%) y mariguana (3.4%). Los lugares en que con mayor frecuencia ocurrieron estos hechos fueron: el hogar (35.5%) y la vía pública (27.7%).

Efectos causados por drogas químicas en jóvenes de 15-18 años

Estudios respecto a los años de vida saludable (AVISA) perdidos en México, estiman que en 1998 se perdieron 12.8 millones de AVISA debido a muerte prematura y a discapacidad, por lo que se refiere a los hombres de 15 a 44 años de edad las lesiones fueron responsables del 56% de los AVISA perdidos. Al desagregar por causas específicas, las que ocuparon los primeros lugares fueron: lesiones por accidentes de vehículos de motor y homicidios. El riesgo de perder un AVISA por un accidente automovilístico o por una agresión física fue tres veces más alto que por una neumonía, un infarto al corazón o por diabetes mellitus, lo que puso de relieve dos grandes problemas de salud pública: la inseguridad vial y la violencia, ambos relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas.

1 - Walter Modell. DROGAS. Colección Científica TIME LIFE. 2ª edición, 1978.

2 - Health Service Department. Sobre la Prevención del Abuso de las Drogas. Social Concerns Program. San Diego City Schools. 1989

3 - Walter Modell. DROGAS. Colección Científica TIME LIFE. 2ª edición, 1978

4 - Walter Modell. DROGAS. Colección Científica TIME LIFE. 2ª edición, 1978

5 - Walter Modell. DROGAS. Colección Científica TIME LIFE. 2ª edición, 1978

6 - Boletín de prensa de la OMS, DRUGS AND YOUTH. Estocolmo. 1999.

7 - Boletín de la ONU. New York. 1958

UNIVERSIDAD AMERICANA (Plantel Centenario)

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