La Organización Mundial de la Salud define la droga como toda sustancia que, introducida en el organismo, puede modificar una o más funciones de éste. Capaz de generar dependencia, por modificaciones y por otras reacciones que incitan a tomar la sustancia o sustancias de un modo continuado o periódico a efectos de obtener sus efectos y, a veces, de evitar el malestar de su falta.
Las drogas son un fenómeno social en el que, de alguna forma, todos estamos implicados. Sabemos que a nuestro alrededor existen drogas. Unas se aceptan económica, social y culturalmente. Otras se penalizan.
En la busqueda de soluciones para luchar contra las drogodependencias hay que tener presente una serie de factores:
Casi todos los fármacos son drogas.
El tabaco es una droga legal y vigente. Contiene hasta doscientos compuestos venenosos que contribuyen a provocar enfermedades psíquicas y físicas, como cánceres, enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
El alcohol es una droga ritual de nuestra sociedad, que está presente en nuestras fiestas y en nuestro tiempo libre. Es una droga potencialmente tóxica para el organismo y produce un estado de embriagez causante del 50% de los accidentes mortales de tráfico.
Los porros (variedad de cáñamo, la cannabis Sativa, que se cultiva fácilmente y se extraen derivados que dan nombres diversos como jachís, chocolate, costo, marihuana, etc.) son nocivos psíquica y físicamente y crean dependencia rápidamente.
La heroína y cocaína son drogas ilegales extremadamente peligrosas, de las que se crea una rápida dependencia. Junto a otros muchos compuestos derivados de plantas o productos químicos diversos, más o menos modernos, como el LSD, el éxtasis, crack, etc. Forman una amplia gama de sustancias.
Una persona es dependiente de una o varias drogas, cuando necesita tomar de forma continuada o periódica para experimentar los efectos psíquicos y físicos que le producen. Se dan dos tipos de dependencia:
Psíquica: es una dependencia “mental”. Cuando falta la droga se produce una sensación de malestar, de insatisfacción. También se llama hábito.
Física: la dependencia abarca no sólo a la mente, sino también al cuerpo. Cuando falta la droga no sólo se desea, sino que aparecen una serie de trastornos físicos, más o menos intensos.
Cuando se necesita una dosis cada vez mayor de una droga para alcanzar la misma sensación de bienestar o placer, se dice que aumenta la tolerancia.
Síndrome de abstinecia: es el conjunto de síntomas, malestares, dolores, trastornos más o menos graves que sufre un drogadicto si deja bruscamente de tomar la droga a la que está habituado.
Las drogas se caracterizan principalmente por:
Se introducen en el organismo por diversos medios.
Producen alteraciones en el comportamiento.
Producen tolerancia. Para conseguir el mismo efecto es preciso aumentar la dosis.
Generan dependencia física y psíquica.
Si se dejan de consumir se producen alteraciones psicofísicas denominadas síndrome de abstinencia o mono.
El tabaco, el café, el alcohol, los psicofármacos, además de la heroína, la cocaína... todos ellos tienen en mayor o menor medida estas características, por lo tanto, son drogas.
Generalmente, el daño físico ocasionado por las drogas es de forma paulatina y no perceptible. Este “efecto a largo plazo” de ciertas drogas es el principal problema para luchar contra ellas.
Las medidas preventivas han de ser globales, amplias, coordinadas por instituciones públicas y organizaciones sociales. Con una implicación social máxima, individuo a individuo, lo que nos exige una intervención directa en éste problema.
4. CONSUMO DE DROGAS EN LA PROVINCIA DE ALBACETE.
4.1 Consumo de tabaco.
Fuman habitualmente 42,8 %
Fuman esporádicamente 8.9 %
3- No fuman 9.5 %
4- Nunca han fumado 38.6 %
5- No contesta 0.1 %
Según un estudio realizado en 1985, obtenemos que más de la mitad de la población de doce años en adelante, fuma habitual o esporádicamente. Existe un mayor porcentage de hombres que de mujeres (en torno al 10 %) y la edad más propicia se encuentra entre los 17 y los 39 años.
4.2 Consumo de Alcohol.
Tipos de bebedores
%
Esporádicos o no bebedores
47.46
Ligeros
32.54
Moderados
16.22
Altos
3.24
Excesivos
0.54
En un estudio realizado en 1986 sobre la población de 12 años en adelante, observamos un porcentage superior de bebedores frente a los no bebedores o bebedores esporádicos. La bebida más consumida por los bebedores habituales es la cerveza (en torno al 78.1 %).
4.3 Consumidores habituales de drogas ilegales.
3.0
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Inhalables 0.04 %
Cánnabis 2.23 %
Anfetaminas 0.19 %
Tranquilizantes 2.78 %
Hipnóticos 1.67 %
Alucinógenos 0.05 %
Cocaína 0.28 %
Analgésicos Morfínicos 0.07 %
Heroína 0.15 %
Se estima que el 0.04 % de la población de doce años en adelante consumen estos productos habitualmente. Tienen edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, suelen ser varones, solteros, y con ingresos económicos de las familias, la mayoría entre 75000 y 100000 pesetas.
La fuente de obtención de droga más común es en la calle por un proveedor o por amigos.
La principal motivación es animarse o por curiosidad.
Una gran mayoría de esta población (43.5 %) cree que si se lo propusiera, no tendría dificultad en dejar la droga que consume y le causa problemas. El 21.7 % está bajo algún tratamiento. La mayoría tienen problemas familiares y económicos para su necesidad.