Economía y Empresa
Deporte como actividad económica
LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE EN LA ECONOMIA DEL PAIS
El deporte es hoy una actividad económica de primer orden en la sociedad española, que representa cerca del 1,2% del PIB, entre el 1,5% y el 1,8% del consumo total y más de 150.000 empleos directos e indirectos. Sin embargo, los enormes recursos que la televisión está poniendo en juego, junto al gigantismo y el poco rigor que manifiestan algunos gestores de sociedades y clubes deportivos, hacen temer por el equilibrio y la necesaria estabilidad de este importante sector económico.
Cualquier intento de valorar la importancia económica del fenómeno deportivo pasa por el establecimiento de la siguiente premisa: el deporte, en abstracto, no existe. El deporte ha estado siempre ligado y asociado a la actividad legal; el deporte, tal y como lo conocemos en su versión moderna -el deporte de origen británico-, en. tanto que actividad social siempre muy ritualizada y muy organizada es también una actividad económica que necesita y produce bienes y servicios. El deporte necesita instalaciones y servicios que son muy caros, necesita material y equipamiento específico, necesita personas que enseñen el depone, se necesitan ordenadores, servicios médicos, satélites de televisión. En la medida que el deporte es una actividad cultural que en España ha tenido un desarrollo significativo en los últimos años hasta ocupar un papel importante en la vida de los ciudadanos, tiene asimismo una importancia económica que en muchas ocasiones la gente no sabe apreciar.
El primer elemento y el más significativo para valorar esa importancia económica del fenómeno deportivo es constatar la dimensión de la contribución del depone a la economía de un país. O dicho de otro modo, analizar cuál es el movimiento económico generado en tomo al deporte y qué porcentaje representa éste del Producto Interior Bruto.
En España nos encontramos con que los 550.000 ó 600.000 millones de pesetas que en 1989 representaba el deporte -medido tanto por el lado que supone la aportación pública al deporte como por el lado del consumo privado del mismo- representa el 1,2% aproximadamente del Producto Interior Bruto de nuestro país. Esos son los datos del estudio que un equipo de profesores de la Universidad Autónoma de Madrid realizaron sobre el Impacto Económico del deporte en España, publicado por el Consejo Superior de Deportes en 19911. Cifra que se encuentra en el abanico de lo
que ocurre en resto de los países europeos, según un estudio del Consejo de Europa 2.3
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El deporte, objeto de consumo
Históricamente las épocas de crecimiento económico han ido siempre ligadas a un incremento del consumo, y en los últimos tiempos al incremento del consumo deportivo. El desarrollo económico español de los últimos treinta años ha cambiado significativamente el hábito de consumo de las fa-milias españolas. Por ejemplo, si en 1958 las familias españolas destinaban el 70% de sus recursos a las necesidades básicas -sobre todo alimentación y vivienda- y tan sólo se dedicaba el 17,8% a gastos diversos, donde se puede incluir el deporte, en 1988 el gasto en necesidades básicas oscilaba entre el 50 y 60% y el destinado a gastos diversos era ya del 30%. Todo ello con un importante incremento del poder adquisitivo de las familias. No tenemos datos fiables y cienos sobre el consumo deportivo pero sí una estimación que oscila entre 1,5 y 1,8% del consumo total, lo que implicaba en 1990 unas 10.000 a 12.000 pesetas per cápita. Cifra ésta que está todavía muy por debajo del consumo medio europeo y es nada más y nada menos que la mitad del consumo anual medio en tabaco y en bebidas alcohólicas durante el mismo año.
Sí tenernos, sin embargo, una referencia muy clara y fiable sobre el consumo deportivo en la encuesta que sobre los «hábitos deportivos de los españoles» ha dirigido Manuel García Ferrando para el Centro de Investigaciones Sociológicas en 1995 -continuación de otras realizadas con anterioridad cada cinco años-. En ella se encuentra un capitulo muy interesante sobre el equipamiento deportivo de los hogares españoles. El número de balones, bicicletas, raquetas de tenis, patines, etc., que hay en los hogares españoles nos da pistas sobre el consumo deportivo en España.
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La financiación pública del deporte
La financiación pública es otro de los aspectos a tener en cuenta. Es decir, el dinero que las diferentes administraciones públicas destinan a su práctica, su promoción, difusión, etc. Y aquí entramos en terreno de discusión política sobre la conveniencia, primero, de las aportaciones públicas al deporte -hay mucha gente que discute que las administraciones públicas, fuera del mareo de la enseñanza obligatoria, deban apoyar económicamente la práctica deportiva-, y segundo, de si la cantidad destinada por las administraciones es adecuada, insuficiente o excesiva. Lo que sí que está claro es que la aportación pública al deporte ~n España y en todos los países de nuestro entorno- ha permitido su «democratización», es decir, el que la práctica del deporte pueda ser una reali4ad para millones de personas, que de otra forma nunca hubieran tenido ni instalaciones ni oportunidades.
¿Y qué entidades públicas son las que más dinero destinan al deporte? Sin duda las más cercanas al ciudadano, es decir, los Ayuntamientos.
En España las administraciones públicas destinaron al deporte en 1991 en tomo a 145.000 millones de pesetas, casi el doble de lo que habían destinado cinco años antes. De esa cantidad, el 45% lo aportaban los Ayuntamientos, el 33% las Comunidades Autónomas y el 22% el Consejo Superior de Deportes. Distribución que en estos últimos cuatro años ha evolucionado dando más peso todavía a las entidades locales y autonómicas y menos al Estado. Magnitud que, ya desde hace algunos años, ha comenzado una tendencia a la estabilización.
Precisamente por su importancia económica, el deporte se ha convenido en un sector empleador muy significativo. Se calcula que más de dos millones de personas deben su empico, en los países del Consejo de Europa, al deporte. En España las estimaciones efectuadas por los diferentes expertos que han trabajado en este tema señalan que aproximadamente 150.000 personas deben su empleo. directa o indirectamente, al fenómeno deportivo. De las cuales, en torno a un tercio trabajan directamente en los campos de la enseñanza, animación, entrenamiento y gestión y mantenimiento de instalaciones y de actividades. Número de personas muy significativo, que día a día, va creciendo.
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La profesionalización del deporte
La profesionalización del deporte, junto con otras características del mismo ocurridas en los últimos años
-politización, gigantismo, comercialización, etc.- ha sido definida como uno de los tremendos males del deporte contemporáneo. La verdad es que sin profesionalización ni comercialización el deporte no estaría donde está en estos momentos, y seguiría, probablemente, siendo una actividad marginal.
La profesionalización del deporte está muy asociada al deporte como producto de consumo. El espectáculo deportivo conlleva la profesionalización del artista -el deportista-. El deportista se convierte en una estrella del espectáculo, en un trabajador, en muchas ocasiones de lujo. Los clubes se transforman en empresas -tanto desde el punto de vista jurídico como en su forma de funcionar- e incluso las Ligas profesionales se convierten en superempresas y patronales del espectáculo deportivo. Por ejemplo. la NBA, espejo donde se suelen mirar algunos colectivos de clubes profesionales en nuestro país, ingresa al año 65.000 millones de pesetas, tiene 20 patrocinadores importantes, en su sede central trabajan 130 personas, todo ello además de los presupuestos y personal de cada uno de los 25 clubes que conforman la Liga profesional de baloncesto en los Estados Unidos.
En España el deporte profesional está a su vez excesivamente desarrollado en relación al conjunto del sistema deportivo. La profesionalización del deporte se extiende al fútbol y baloncesto, pero también a otros deportes de equipo -balonmano, voleibol- y a categorías deportivas que en ningún caso deberían serlo. Además abarca también a un gran número de deportes -y deportistas- individuales. Por otra parte, en nuestro país nos gusta mucho organizar grandes campeonatos y pagar muchas veces cantidades excesivas a los deportistas. En eso España se ha convertido en ocasiones en una mina de oro para muchos deportistas de otros países.
Un ejemplo claro de la importancia del deporte profesional en España es el presupuesto de gastos de los clubes de fútbol de Primera División, que fue, en la temporada 1993-94, incluidas amortizaciones y gastos extraordinarios, de más de 48.000 millones de pesetas. Presupuesto que ha crecido extraordinariamente para la próxima temporada 1996-97, por las expectativas generadas en tomo a los contratos de retransmisiones televisivas, y que, junto a la desacertada medida tomada este verano por el Gobierno de modificar el derecho de Sociedades Anónimas deportivas en el sentido de suprimir los descensos deportivos por cuestiones económicas, van a sumir al fútbol profesional en otra época de despilfarro y quiebra, como la que se vivió los años anteriores a la Ley del Deporte.
Este desarrollo del deporte profesional, sobre todo en las modalidades de equipo llevó a la necesidad de adaptar las estructuras jurídicas de los clubes, pensadas para el deporte aficionado, y que se habían demostrado ineficaces y obsoletas para el deporte profesional, a las exigencias de la actividad mercantil; nacieron las Sociedades Anónimas Deportivas. Contrariamente a lo que se decía, las sociedades anónimas -especialmente en el fútbol- no han alejado a los espectadores de los estadios, al contrario, se han incrementado notoriamente. No se ha perdido la identificación existente entre el seguidor y su club y además ha supuesto ya un conjunto de mejoras importantes para la racionalización del deporte profesional, de las cuales conviene señalar algunas:
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Una tendencia a la estabilización de los presupuestos de los clubes deportivos que en los últimos cinco años previos a la citada transformación en Sociedades Anónimas se habían multiplicado por dos, tres y cuatro veces.
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Una estabilización -e incluso disminución, sobre todo en baloncesto- del salario y ficha medio de los jugadores, que estaban totalmente desorbitados, aunque ahora han vuelto a dispararse.
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Un mayor equilibrio entre los ingresos y gastos dé los clubes profesionales.
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Un mayor grado de cumplimiento de las obligaciones de los clubes con la Hacienda pública y la Seguridad Social, aun cuando quedan todavía muchos morosos
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Una mayor garantía para los terceros que trabajan habitualmente con el club y también para los jugadores.
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- Y en fútbol, que no en baloncesto la competición de la ACB en mi opinión tiene demasiados equipos, un incremento de la igualdad deportiva, del interés de la competencia y del espectáculo deportivo.
Es verdad que algunos pueden decir que todo eso se podía haber logrado sin la transformación jurídica de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas. En efecto, el Fútbol Club Barcelona no se ha transformado en Sociedad Anónima y sin embargo es el club que con más criterios de empresa funciona y ha funcionado siempre. Pero eso no es trasladable a toda la diversidad de nuestra geografía y, además, uno de los objetivos básicos de la transformación de los clubes era sencillamente propiciar un cambio en la cultura y en la gestión de los clubes profesionales. Y eso, en una parte importante. se ha conseguido, aunque con el descontrol en el tema de los derechos televisivos del futuro se ha iniciado una carrera que puede llevar, más rápidamente de lo que algunos creen, a un abismo.
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La dimensión económica de los grandes acontecimientos deportivos
Si a los Juegos Olímpicos se les ha criticado por un gigantismo -en el número de deportes, instalaciones necesarias, días de competición, deportistas, medios de comunicación, exigencias de todo tipo, etc.- no es menos cierto que el gigantismo que ello implica y que representaba un serio peligro para la supervivencia de los mismos, de momento y a medio plazo, ha sido conjurado por la acción del Comité Olímpico Internacional en los últimos años, si bien en Atlanta algo se ha escapado de las manos.
Tomemos el ejemplo de Barcelona. Los 180.000 millones de pesetas que fueron el presupuesto de gastos del COOB 92 no son sino la punta del iceberg de los 700.000 millones de pesetas de inversiones directas y asociadas y de los 2,8 billones de inversión inducida que los especialistas han estimado en el territorio olímpico. Añadan a eso la cantidad que -fuera del ámbito territorial de los Juegos- supone la preparación durante varios años de 10.000 deportistas en todo el mundo, los medios tecnológicos empleados por las televisiones de los diferentes países, la publicidad movilizada en tomo a las retransmisiones televisivas, la presencia de miles de periodistas y también, por qué no contabilizarlo, el trabajo no remunerado de decenas de miles de voluntarios. Quien esté más interesado puede consultar el excelente trabajo elaborado por el profesor Ferran Brunet, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, y editado por el Centro de Estudios Olímpicos de la misma Universidad, donde se desarrolla este pequeño análisis que acabo de efectuar.
Hasta aquí un pequeño apunte sobre el tema «El impacto económico del deporte». No gustaría que la relación de cifras, conceptos, dimensiones, la insistencia sobre la gestión, etc., diese la impresión de que al final el depone es eso sólo: números, intereses comerciales, intereses políticos. Afortunadamente el deporte es algo más, y más importante que los fríos números. El deporte es educación, salud, creación. La práctica deportiva conlleva una serie de valores como el esfuerzo, la superación de uno mismo, el saber perder, el saber ganar, la disciplina. el juego limpio. Y eso no hay que olvidarlo «¿Por qué se empeña usted en subir a una montaña?», le preguntaron a un célebre alpinista. «Porque está ahí», contestó él.
¿Por qué la gente practica deporte? Porque está ahí, porque el sentido lúdico forma parte del ser humano, y el deporte se ha convertido en una de las formas modernas de expresión de ese sentimiento lúdico. Además, hay cifras, millones, intereses. Pero eso es secundario.
INTRODUCCION
En este trabajo les hablaremos de lo que es la importancia del deporte en la economía del país también lo que es: El deporte como objeto de consumo, La financiación pública del deporte, La profesionalización del deporte, La dimensión económica de los grandes acontecimientos deportivos, y varios historiales de algunos deportistas profesionales del país.
Espero que este trabajo sea de su agrado y que pueda servirle de gran ayuda para la ampliación de sus conocimientos.
CONCLUSION
Al finalizar este trabajo sobre la importancia del deporte en la economía del país hemos adquirido conocimientos acerca del mismo.
Esperamos en Dios que a usted le gustara y que también le haya servido de mucho para aprender más acerca del tema a tratar.
Gracias por habernos permitido desarrollar este trabajo que es muy importante para todo aquel que se relacione con lo que es el deporte.
PERFILES
DE
DEPORTISTAS
DOMINICANOS.
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Enviado por: | Joel Alexis Castro Carela |
Idioma: | castellano |
País: | República Dominicana |